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Amar Gopal Bose

Bose fundó su compañía en 1964, cuando aún fungía como profesor de


ingeniería eléctrica en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, por sus
siglas en inglés), en donde también consiguió su doctorado.

El emprendedor llegó a contar alguna vez que los altavoces 901 fueron su primer
invento. Los fabricó en 1956 cuando compró bocinas que decían ser de alta
calidad, pero al resultarle tan mediocres, decidió crear las suyas, a pesar de que
en ese momento trabajaba en la tesis de su doctorado.

Altavoces Bose 2201


Los altavoces Bose 2201 fueron el primer producto de la compañía, y la idea del
doctor era que, al situar las bocinas en cada esquina, el sonido envolviera el
espacio de forma realista. Lamentablemente, fue un fracaso y el equipo duró 1
año a la venta.

Afortunadamente, esa derrota le sirvió a Bose y a la compañía para aprender de


sus errores. Hoy en día, es una de las productoras de dispositivos de audio más
respetadas y famosas del mercado. Tan sólo en 2011, la firma registró ingresos
por más de $2,800 millones USD.

"No puedo contar la cantidad de veces que se me han acercado personas que
no conocía para contarme que mi padre fue el mejor maestro que habían tenido,
y cómo el tomar el curso 6.01 (Introducción a la ingeniera eléctrica y ciencias de
la computación), les cambió la vida.”, comentó el hijo de Amar G. Bose en un
comunicado de la MIT. El empresario pasó sus últimos días en su casa de
Massachussets, Estados Unidos.

n 1978, y mientras viajaba de Zurich a Boston, Bose probó un nuevo modelo de


audífonos que la aerolínea ofrecía a sus pasajeros, pero no escuchó nada debido
al ruido de la cabina. Al aterrizar ya había diseñado las ecuaciones para crear
audífonos que “cancelarían” el ruido externo. Su primer prototipo fue usado para
proteger los oídos del piloto que guió en 1986 la aeronave Voyager, la primera
en completar un viaje alrededor del mundo con sólo una carga de combustible.

Pronto estos audífonos fueron adoptados por el Ejército de Estados Unidos y por
los consumidores en general. Hoy los técnicos de los equipos de la liga de fútbol
americano (NFL) los usan para resguardarse del clamor de los hinchas, y
empresas como Sony, Sennheiser y Beats, adquirida por Apple, desarrollaron
modelos similares y generaron una industria que recauda unos mil millones de
dólares al año.

A estas innovaciones hay que sumarles sofisticados sistemas de sonido para


automóviles de empresas como General Motors y otra idea que poco tiene que
ver con la acústica, pero que revela la creatividad de Bose: un nuevo sistema de
suspensión que promete revolucionar la industria automotriz y que ya es usado
por fabricantes de camiones. La tecnología, que le costó 20 años de trabajo y
100 millones de dólares de inversión, usa motores eléctricos para aislar el
compartimento de pasajeros de los remezones que sufre la carrocería.

A pesar de que estos inventos ocupaban gran parte de su tiempo, Amar Bose
nunca dejó de lado su labor de profesor. No dejó sus clases en el MIT ni siquiera
cuando su empresa llegó a los 10 mil empleados y generó ganancias por más
de 2,8 mil millones de dólares al año. El agradecimiento del empresario hacia su
universidad fue tal que en 2011 le legó la mayoría de sus acciones de la empresa,
con el fin de ayudar a financiar su labor educativa.

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