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20 I I.

OS ORf CENES DE tA TOl',lUNICA(IÓN HUl'1ANA

,),
r. La comunicación cooperativa humana surgió por primera.vez en la
evolución (y surge por primerayezen la ontogenia) con la forma de los I,rr comunicación intencional
gestos naturales y espontáneos de señalar y hacer mímica.
z. El soporte decisivo de la comunicación cooperativa humana es una
I il tl re los primates
infraestructura psicológica de intencionalidad compartida, que se ori-
ginó evolutivamente para respaldar las actividades de colaboración,
cuyos rasgos más importantes son los siguientes:
a) habilidades cognitivo-sociales para crear con otros intenciones con-
juntas y generar atención conjunta (además de otras formas de terreno
conceptual común) y
b) móviles (e incluso normas) prosociales que favorecen el compartir
cosas con otros y ayudarlos.
3. La comunicación convencional, tal como se encarna en todos los len- No lenemos que avergonzarnos de una lógica
guajes humanos, sólo es posible cuando los participantes tienen previa- rtuc cs suficiente para un modo primitivo de
mente a su disposición: ,,ununicación. El lenguaje no ha surgido
a) gestos naturales y una infraestructura de intencionalidad compartida rlr'url razonamiento.
vinculada con ellos y 1,. Irtlittgenstein, Sobre la certeza*
b) habilidades para el aprendizaje cultural y la imitación, aptas para crear
y transmitir convenciones comunicativas que se comprenden colectiva- I ,r lor'¡na humana de comunicación -informar intencionalmente a otros
mente. ,,r ,1¡t c alguna cosa, movidos por el espíritu de cooperación- nos parece tan

r¡,¡tu¡'al que apenas podemos concebir otra distinta. Pero puede suceder
rlur.r.n c[ mundo biológico Ia comunicación no sea intencional ni coope-
r ,¡trv,r. I)ara los biólogos, la comunicación abarca todas y cada una de las

,u,r( lcrísticas físicas y comportamentales que influyen sobre el compor-


'
t,¡¡ricltto de otros individuos -desde los colores que llaman la atención
Ir,rrt¡r las demostraciones de dominación-, ya Sea que el individuo que
, nrlt(. la señal tenga control intencional sobre ella o no (incluso puede
rtlno!'itr que está afectando a otros). Además, para los biólogos, no intere-
1,¡¡ l()s r¡gtivos inmediatos del individuo que comunica, sean éstos coo-
l,r.r .rtiv«rs o de algún otro tipo
(Dawkins y Krebs 1978; Maynard-Smith y
I l,tt ¡rt'r, z<l«13).
Nr¡ obstante, desde un punto de vista psicológico todas estas cuestio-
Ir,s tit.llcn su importancia. Por consiguiente, debemos comenzar por
,lr,,tirr¡lrir cltlrc eso que podemos llamar exteriorizaciones comunicativas
t, l,rs sr.ltrrlcs conlurricativas. Las exteriorizaciones comunicativas tienen
un ¡rr()l()ti¡ro: s«ll'r car¿rcterísticas físicas que afectan de alguna manera al
, r ¡rrrl)ol'l:ulric¡rlo tlc otros individuos, como ocurre con los grandes cuer-

' Ntr",l t,t lt.ttlttt t totr I N. tlc l.r '1. I


22 I LOS ORÍ6INIS DE tA (OMUNI(A(IÓN HUMANA tA (Ol,lUNIiA(IÓN INTEN(IONAI INTRE LOS PRIMAIES I 2\

nos que ahuyentan a los competidores o los colores brillantes que atraen 2.1. EXTERIORIZACIONES VOCALES
a las posibles parejas. Desde una perspectiva funcional, podemos agruPar
también en esta categoría los comportamientos reflejos suscitados inva- Cuando un mono "vervet"* oye un "grito que Ie advierte la presencia de
riablemente por determinados estímul«rs o estados emocionales sobre una serpiente", sabe que hay un ofidio en las cercanías; cuando oye "un
los cuales el individuo no tiene control voluntario. Esas acciones físicas grito que le advierte sobre Ia presencia de un águila", sabe que no muy
y comportamentales, creadas y controladas por procesos evolutivos, ca- lejos ronda un águila. Así, los receptores vervet extraen de esos gritos de
racterizan la mayor parte de las comunicaciones en el mundo biológico. alarma información referencial específica. Este proceso ha quedado de-
Hay un neto contraste entre ellas y las señales comunicativas, elegidas y mostrado repetidas veces en experimentos en que se reproducía el grito
producidas por organismos individuales de manera flexible con miras de alarma a través de un altoparlante cuando no había predadores en el
estratégicas orientadas hacia determinadas metas, y que se ajustan de entorno: los receptores respondían en ese caso como lo hacían para elu-
modos diversos a las circunstancias particulares de cada caso. Tales se- dir a los predadores reales (Cheney y Seyfarth, r99oa). Existe otro hecho
ñales son intencionales en el sentido de que el individuo controla su impresionante en este sentido pues los individuos de algunas especies
utilización con flexibilidad, con el objetivo de ejercer influencia sobre de monos pueden aprender en el curso de la ontogenia a usar los gritos de
otros individuos. Las señales comunicativas son sumamente escasas en alarma de otras especies, incluso los de algunas aves, para obtener infor-
el mundo biológico y talvez se limitan a los primates o, incluso, a los mación acerca de predadores en las cercanías (Zuberbühler, zooo). Los
grandes antropoides. grandes antropoides no producen gritos referenciales específicos (sólo
Vistas las cosas de este modo, el papel decisivo es el del individuo que gritan con distinta velocidad o de una manera ligeramente diferente para
comunica, el comunicador. Los receptores son simplemente individuos pedir otro tipo de alimento u otra cantidad; véanse Hauser yWrangham,
que están en lo suyo y tratan de evaluar la situación e imaginar qué r98Z; Crockford y Boesch, zoq). Sin embargo, también obtienen infor-
deben hacer. Esos individuos receptores buscan información pertinente mación a partir de las vocalizaciones e incluso pueden aprender en el
de cualquier origen, de modo que la exteriorización comunicativa de curso de ia ontogenia a responder a vocalizaciones nuevas (Seyfarth y
otro individuo no es más que otra fuente de información, ya sea que el Cheney, zoo3).
"comunicador" sepa de su existencia [a del signo] o la ignore (por ejem- En franco contraste con este escenario de comprensión flexible,los mo-
plo, puede ignorar que él mismo tiene una cola roja). Por el contrario, nos y los grandes simios no aprenden a producir sus expresiones vocales
cuando el comunicador intenta influir sobre el comportamiento o los y tienen muy poco control voluntario sobre ellas. He aquí algunos datos
estados psicológicos con toda intención estamos ante una forma inci- rle suma importancia (véase una reseña al respecto en Tomasello y Zuber-
piente de comunicación. Si existe esa intencionalidad ¡ además,los re- lrtihler, zooz):
ceptores la reconocen en algún grado, podemos hablar de todo el proceso
diciendo que constituye una comunicación intencional. Para que el 'en el seno de una misma especie de monos o grandes simios, todos los
proceso pueda calificarse de comunicación cooperativa,la meta inmediata individuos tienen más o menos el mismo repertorio vocal, sin diferen-
del comunicador, entre otras cosas, debe ser la de ayudar al receptor o cias individuales esenciales;
compartir con él algo de algún modo aunque, desde luego, las leyes ' monos criados en aislamiento y los que han sido adoptados y criados
l«rs
evolutivas imponen que haya algún beneficio para el comunicador por por otras especies de monos (que producen gritos muy diferentes) siguen
mostrarse tan servicial. cnriticndo las vocalizaciones típicas de su especie (y no las de la especie
Para come nzar aexponer esta perspectiva fundamentalmente psicológica t¡tte krs acogió);
sobre la comunicación,los mejores ejemplos para buscar las raíces evolu- ' cl ví¡tct¡kr cntre una enrisión vocal y la emoción o situación que la causa
tivas de la comunicación cooperativa humana son, destlc ya, l«rs primates t'n lir rn:ryrlría dc l«ls c¿tsos es muy rígido: los primates que no son huma-
no hulnanos y, especialmente, sLl c()lllunicacitill 1it'sltt.tl )/ n() su (()tnuni-
cacitilt vocal (cxptontlri' lttcgo tttis :tt'litltltt'ttlos t'tt t'slr' ',r'lrlrr l,
)

a ('l,ltntrttltilt
lrl't,t,¡ l,lltt ut.
24 I Los oRÍcrNEs DE rA (0t'tUNtclctóru HUl'tANA rA (0MUNrrAilÓN TNTENil0NAL ENrRE r0S PRTl'lAIES I 25

nos carecen de flexibilidad vocal y no ajustan sus vocalizacio¡les a la ellas mismas no están en riesgo (Cheney y Seyfarth, r99ob). Todo este
situación comunicativa, y proceso de comprensión flexible unida a una producción totalmente in-
'los intentos humanos por enseñar vocalizaciones nuevas a los monos y flexible en el caso de las vocalizaciones de los primates fue resumido con
a los grandes simios fracasan siempre. Además,los intentos de enseñar- suma elegancia por Seyfarth y Cheney (zoo3: 168) con estas palabras:
les a emitir sus propias vocalizaciones al recibir una orden también
fracasan o llevan miles de ensayos para obtener un resultado muy insa- Los individuos que escuchan adquieren información de emisores que
tisfactorio. no tienen la intención de proporcionarla, en el sentido humano de este
término.
La única flexibilidad registrada sistemáticamente es que los individuos no
emiten ciertos gritos cuando están solos o no tienen parientes alrededor, Otra característica importante de las vocalizaciones de los primates, simple
pero otras especies tampoco lo hacen en esas circunstancias (por ejemplo, producto de la ftsica del canal acústico, es que se propagan indiscrimina-
los "perritos llaneros"* o los pollos domésticos; véase al respecto owings damente y llegan a todos los que se hallan cerca. Sin duda, este hecho es una
y Morton, 199s). Por ende, podríamos suponer que este comportamiento ventaja en situaciones que entrañan emociones violentas y son urgentes
forma parte de una especialización adaptativa genéticamente determinada. clesde el punto de vista evolutivo, pero psicológicamente implican que no
La razón de esta falta de flexibilidad en las producciones vocales de los cs necesario que el emisor preste atención alguna al receptor (o a los recep-
primates que no son humanos es que, entre ellos,las vocalizaciones están es- tores) I gue, de hecho, no pueda dirigir sus vocalizaciones hacia determi-
trechamente ligadas a las emociones. Al respecto, dice Goodall (1986: p. tz5): nados individuos excluyendo a otros. Se comprueba que el emisor no tiene
cn cuenta a su auditorio porque los monos vervet muy a menudo siguen
Laproducción de un sonido en ausencia del estado emocional vinculado cmitiendo el grito de alarma aun cuando todos los individuos del grupo se
con él parece una tarea casi imposible para un chimp ancé. cncuentran ya a buen resguardo observando al predador (Cheney y Seyfarth,
r99oa; véase también Gouzoules, Gouzoules y Ashley, L9g). Además, los
Desde el punto de vista evolutivo, esa imposibilidad se debe a que a menudo chimpancés emiten su característico clamor jadeante l"pant-hooú"] cttando
las emisiones vocales están vinculadas con funciones especialmente ur- cncuentran gran cantidad de alimento, aunque todo el grupo haya acudido
gentes como huir de los predadores, sobrevivir en una lucha, mantener ya al lugar y esté comiendo (Clark yWrangharn,tgg4i pero véase también
contacto con el gruPo y así sucesivamente. En tales casos es imprescindible M itani y Nishida, L9%). En líneas generales, parecería que las vocalizaciones
actuar con celeridad y hay muy poco tiempo para pensar. En todas estas tlc los primates son fundamentalmente expresiones individuales de emoción
situaciones, la evolución ha seleccionado cada uno de los gritos porque y n<r actos dirigidos a un receptor. Tuberbtihler (zoo5: :^:z6) diceal respecto:
beneficia a su emisor de alguna manera.
Así, en estudios recientes se ha subrayado que los monos vervet que Los primates no humanos vocalizan en respuesta a sucesos importantes,
producen el grito de alarma se benefician directamente porque, por ejem- sca cual fuere la perspectiva de los receptores potenciales con respecto
plo, el mismo sonido horrible disuade al predador o porque le informa a la situación.
que ha sido detectado (owren y Rendell, 2oo1; véase también Bergstrom
y Lachman, zoor). El hecho de que los otros monos vervet queden infor- '!i'rriclrdo en cuenta todos estos hechos, algunos teóricos (por ejemplo,
mados de la presencia del predador es un subproducto de la vocalización; st'ylhrth y Chcne¡ zoo3) han argumentado que la comunicación vocal de
no son ellos el objetivo del individuo que grita. En un experimento reve- krs prinrates fue un paso irnportante en el camino hacia el lenguaje humano,
lador se prueba que cuando las madres de macacos ven un "predador" que sobrt' torlo cn lo que respecta a la comprensión vocal. El problema radica
se aproxima a su cría no emiten un grito de alarma tan prolongad<l p«lrr¡uc ('n (luc tal "conrprc¡lsirln" n() es algo especializado exclusivamente para la
. onrunic¿rció¡r: for¡na ¡rarlc tlc las aptitudcs generales de evaluación cog-
rriliv;r. Así, ctr¿ur«l() un n'r()no irprcrr«lc t¡ttc cicrt<l grit«r cle alarma de un ave
" ( 'l'ttrttttt: t¡t¡t. tlt'stt ¡rro¡ria cspccic atttlttcia lrt
,lr.lt.r'nri¡r¡¡rl¡r o, int'luso, rlt'rrrr irrtlivitluo
26 I r0s 0RÍGENES DE LA (0t,tUNttAlóN HUt'tANA tA (014UNt(AUÓN tNTENil0NAT ENTRE t05 pRtl'lAIES I 27

. a menudo los individuos emplean el mismo gesto con distintos fines


presencia de un leopardo, no queda claro si corresponde concebir ese pro-
ceso como comprensión de un acto de comunicaci(ln. Sim¡rlemente, ese comunicativos y también utilizan gestos diferentes con un mismo fin;
. por lo general, los individuos hacen un gesto sólo cuando el receptor
mono ha aprendido que una cosa anuncia la otra -o, incluso, que la causa-
como sucede con muchos otros fenómenos de su vida cotidiana. Por con- e-stá atento y después de hacerlo observan su reacción y esperan una
siguiente, si queremos descubrir los pasos evolutivos que acabaron en las respuesta;
actividades comunicativas humanas, debemos indagar cómo funciona la ' a veces, cuando el receptor potencial no reacciona como corresponde,
producción de señales comunicativas, precisamente porque ellas están los individuos utilizan secuencias o combinaciones de varios gestos, y
. los individuos que han tenido contacto significativo con seres huma-
orientadas específicamente hacia la comunicación. Ocurre, empero, que
desde la perspectiva de la producción,las vocalizaciones de los mamíferos nos suelen inventar o aprender con facilidad distintos tipos de gestos
en general, incluidas las de los primates -que tienen una estructura muy novedosos.
inflexible y están determinadas genéticamente-, parecen muy distantes del
estilo de comunicación humano. comunicación vocal de los primates comparte con la comu-
Así, si bien la
nicación lingüística humana los canales de vocalización y de audición,la
comunicación gestual de los grandes antropoides comparte con ella as-
pectos fundamentales de su funcionamiento, a saber,la intencionalidad y
z.z. s¡ñerEs GESTUALES t'l uso flexible de señales comunicativas aprendidas.

Los primates no humanos también se comunican entre ellos habitualmente


con gestos, palabra con la que se designa un comportamiento comunica- .t.¿.t. Dos tipos de gestos

tivo (no una característica física) perceptible en el canal visual: se trata, en Scgún la función que cumplen en la comunicación, hay dos tipos funda-

general, de posturas corporales, expresiones faciales, ademanes con las nrcntales de gestos entre los grandes antropoides: los movimientos de in-
manos. Aunque muchos de estos ademanes están determinados por la tcrrción fintention-moyementsl y los llamados de atenciónfattention-getter).
I os ¡novimientos de intención no aprendidos son muycomunes en el reino
genética y son tan rígidos como las vocalizaciones -y por esa razón debe-
ríamos llamarlos exteriorizaciones-, hay un subconjunto importante que .urinral y fueron advertidos por primeravezde modo informal por Darwin
los individuos aprenden y utilizan con flexibilidad, especialmente entre I rtl7z). Luego fueron bautizados y descritos sistemáticamente por Tinber-
los grandes simios, de modo que deberíarnos categorízarlos como señales li('n (r951) en sus clásicos estudios sobre las gaviotas. Se dice que hay un
intencionales. A menudo se trata de señales con menot carga emocional, r¡rovi¡niento de intención cuando un individuo lleva a cabo el primer paso
relativas a actividades sociales que son menos imperiosas desde el punto rlt'un¿r secuencia comportamental normal, a menudo en forma abreviada,
y ('s(' primer paso basta para suscitar una respuesta del receptor (es decir,
de vista evolutivo, como el juego, cuidados de diverso tipo, pedidos varios
y el acicalamiento. l,r rrrisnr¿r respuesta que se produciría habitualmente ante la secuencia
, r,r¡rl¡lcta). Por ejemplo, los lobos gruñen y muestran los colmillos, forma
Una porción abrumadoramente grande de investigaciones sobre la co-
r rtuirlizacla de las acciones preliminares para morder, y ante esa demostra-
municación gestual se ha dedicado a los grandes simios.Huy pruebas de
r rolr t'l rcccptor se retira. Algunas aves hacen diversas demostraciones an-
que un subconjunto importante de sus gestos son aprendidos de manera
individual y constituyen señales comunicativas producidas con intención lr'r rlc copular, acciones todas que indican el inminente avance sexual. Lo
y flexibilidad (véanse Tomasello et a1.,ry85,t994,1997,1989; Call y Toma- rr,,r r ¡rll cs (luc csas exteriorizaciones estén "ritualizadas" filogenéticamente;

sello, zooT). He aquí un resumen de esas pruebas: ¡,,r t'it'r'n[rlo, krs l«rb«rs (lue se prepararl para morder de manera conspicua
,L'.,r rrl»it'rrtk¡ kls colrnilkls y grurlcnckl tienen una ventaja adaptativa, al
. entre distintos inclividu«ls dc la nrisnra cspecit' ltity trtrrt lt;ts y trrrry r¡1rr,rl t¡rrt' sr¡s (()trli('ncrcs (luc rc.spontlcrt atttc cse comportamiento preli-
¡,,r';rrttlt's
tlifl'rcllcias cn cl rc¡rcrtorio l¡csltrirl, i¡lcluso tlt'trlrr, (l('lrn nn\nro l',rulx,, r¡nn.r1 ¡clitlrttk¡sc tlcl t'itnt¡ro tl¡rtcs tlc scr itlacittl<ls re¿tlrncrtte. A lo largo

itl t¡ttt't'xislt'rr ¡1t'slos irliosinr l'¡rsi. os ¡rt ol)ro\ r h' ulr un rr r ) r ¡r lrv rr lu(,1 ,1,'los lit'trt¡ros t'volt¡tivos, t'st'l)t'()(('s() rlt'lt'r'tttirrlr lir irtscri¡rci(ln gelrética
¡r1¡¡¡11¡
28 I LOs ORf GENES DE tA (Ot'.lUNIIA(IÓN HUt'tANA tA (0l'lUNttAlóN tNrtNl0NAt_ ENf RE L0s pRtI',lArEs I zg

de los movimientos de intención, que se llevan a cabo invariablemente en Tabla 2.1. Algunas señales gestuales intencionales que utilizan los chim-
circunstancias emocionales y/o sociales específicas. pancés durante sus interacciones sociales espontáneas dentro de un grupo
En esta exposición, sin embargo, estamos más interesados en las señales social (C = comunicador; R = receptor). Véase Call y Tomasello,2007.
de intención que se han ritualizado (aprendido) ontogenéticamente y que
se utilizan, por consiguiente, con más flexibilidad. Entre los chimpancés Acción gestual Meta / Función
-la especie más estudiada de los grandes simios- los gestos ritualizados
ontogenéticamente que expresan intención son ademanes tales como le- Movimientos de intención
l.evantar el brazo C levanta el brazo en Iniciar el juego
vantar el brazo para iniciar un juego y tocar el lomo (los infantes tocan el
direcciónaRycomienza
lomo de la madre para pedir que los lleven a cuestas) (véase la tabla z.r,
el golpeteo.
donde se presenta una lista de ejemplos). Como los movimientos de in- lbcar el lomo C toca levemente el lomo Pedir que lo lleven a cuestas
tención estereotipados, estas señales de intención son fundamentalmente deRycomienzaatrepar.
abreviaturas de acciones sociales completas y casi siempre son diádicas en Mendigar con la mano C coloca su mano debajo Pedir alimento
el sentido de que el comunicador intenta influir directamente sobre el de la boca de R y comienza

comportamiento del receptor (no intenta comunicar nada aceÍca de una a tomar alimento.
l\'lenear la cabeza C mueve la cabeza lniciar un juego
tercera entidad). Ilustraremos el proceso que se desenvuelve en el caso de
en sentido vertical y
los gestos de intención aprendidos usando como ejemplo el acto de levan-
horizontal manteniéndose
tar el brazo. inclinado ante R para iniciar
un juego.
r. Cuando inicialmente una de las crías se aceÍca a otra con el plan de l'oncr el brazo sobre el otro C se acerca a R, coloca Iniciar Ia marcha en tándem
entablar algún juego brusco,levanta elbrazo preparándose para pegarle su brazo sobre la espalda
de R y comienza
en broma,luego da un golpe, salta y comienza a jugar.
a arrastrarlo.
rr. Al cabo de varias situaciones similares repetidas, el receptor aprende a
l.l¡u¡¡ados de atención
prever la secuencia cuando ve el brazo levantado y comienza a jugar
l'.rlnrotcar el suelo C palmotea el suelo A menudo, invitación a jugar
apenas advierte ese paso inicial. (o un objeto) y mira a R.
rrr. Por último, el comunicador a su vez aprende a prever esa anticipación l),u r¡n crnpellón C golpetea y empuja una Funciones diversas
del compañero, de modo que levanta el brazo, observa al receptor y parte del cuerpo de R.
espera que reaccione, es decir, espera que el mero acto de levantar el I .¡rr¿;rr rrrr objeto Clanza un objeto hacia R. A menudo, invitación a jugar.
brazo dé comienzo al juego. "\¡rl,¡¡¡.¡¡..
C palmotea su propia A menudo, invitación a jugar.
manoomuñecaamedida
que se acerca a R.
Tenemos entonces un gesto ritualizado ontogenéticamente, levantar el
I t.rr l.r t'sPrrlrla Con insistencia, C Por lo general, pedido
brazo, que el comunicador realiza con una intención, con un plan, obser-
le presenta su espalda a R. de acicalamiento
vando la respuesta del receptor para iniciar el juego (e intenta algo distinto
si la respuesta deseada no aparece).
El gesto de tocar el lomo se aprende de manera similar pues al principio I rrtr t'lotlas las cxplicaciones en pugna para dar cuenta de cómo adquieren
el infante se aferra a la espalda de la madre y tira de ella hacia abajo para 1,,'. sirnios csos ¡rr«rvinricntos de intención, la imitación ocupa el principal
poder treparse. Luego,la madre se anticipa a todo el movimiento al sentir lrrli,rr. No ollslantc, n«r hay Prueb¿rs fehacientes a su favor ¡ en cambio,
el primer contacto ybajael lomo precisamente cuando se inicia la sccuen- nlu( l¡()s:rr'1¡rrnrt'nl()s ('n r'o¡rtra. A c<lntirrttacir'ln, expondremos algunas
cia. Por su parte, el infante aprende tambid'n ir pr(:vcr l¡r resput'slit ¡n¡tlcrtta I'r tt,'lr.rs rlt'r¡ttt'los tlrirn¡rlnrtls y olro.s sirtrios a¡rrcnden es<ls gestos flexi-
y conricnz.a a utiliz.¡¡'cl gcsto colt ilrlcrtcirirt, lr¡t'¡ulrlrt it¡rctt.ts cl lottto rlt'lrt 1,1,", ,lr' irtlt'rtt irin rttt'rli.¡r¡lr' l.r ritrritliz¡rt irirr orrlo¡¡crr('tica y rro
Prlr irnitaci«in
nr,¡trlrt't'o¡t l:t t'x¡lt'r'lirtiv¡t rlc (lu('('ll:r s(':rl',.¡( ltc l,tl (()nl(¡ r.'l lo r",ltlr,tl,.t. (\r',ur\(''lir¡¡¡.rst'llo (! ttl., t()()¡1, t()()/; { ).rll y'!ilrrr.rst'llo, r.oo7).
30 I L0S 0RIGENTS Dt r-A t0MUNrtArÓN HUMANA LA (0l'1UNrCAil0N TNTtNt0NAL ENTRT L0S PRT¡,lATES I 31

. Cuando se comparan distintos grupos en cautivcrio, lt«r sc observan nos parecen icónicos porque provienen de intentos de rnover concreta-
diferencias sistemáticas entre los grupos pero sí n.rtrcltas cliferencias mente el cuerpo del otro individuo en la dirección deseada: no funcionan
individuales en el seno de cada uno de ellos. icónicamente para los propios simios.
. En los grupos sociales naturales,los individuos ad«lptarr gcst<ls que no El otro tipo de gestos que mencionamos antes son los llamados de aten-
tuvieron ocasión de observar o que vieron muy pocas veces (por ejem- ción, que sin lugar a duda no están muy difundidos en el reino animal y
plo, los gestos que usan para atender a las crías). Ademits, hay algunos quizá sean algo exclusivo de los primates o, incluso, de los antropoides.
gestos idiosincrásicos que sólo emplean los individuos solitarios (que, Entre los llamados de atención podemos citar el palmotear el suelo, dar un
por suplresto, no pudieron observarlos en otros). empellón a otro individuoy lanzarle objetos,acciones todas que sirven para
. Los jóvenes criados en grupos de pares en cautiverio, que no tienen adul- atraer la atención del receptor hacia el comunicador, casi siempre de ma-
tos a quienes observar, hacen muchos gestos de los jóvenes criados en su nera diádica y sin referentes externos (véase la tabla 2.1, en la que figuran
ambiente natural porque participan en rnuchas actividades idénticas algunos ejemplos). En nuestra investigación los clasificamos al principio
(juego, cuidados mutuos, etc.), en las cuales esos gestos están ritualizados. como gestos de invitación al juego porque los individuos juveniles los
. En un experimento llevado a cabo por'fomasello er al. (ry97),se retiró utilizaban a menudo en ese contexto. Pero más tarde los observamos en
a un individuo de un grupo en cautiverio y se lo entrenó para utilizar contextos diferentes y advertimos que funcionan de manera ligeramente
un gesto nuevo a fin de obtener una recompensa. Cuando se lo devolvió clistinta que los movimientos de intención. En la situación prototípica, el
al grupo, ninguno de los otros individuos aprendió ese gesto (el expe- individuo juvenil tiene ganas de jugar -hecho que se hace patente con una
rimento se realizó dos veces con distintos individuos y diferentes gestos). cxteriorización que incluye "expresión facial y actitud lúdicas"- y el llamado
tlc atención sirve para que el compañero preste atención a esa demostración.
Por consiguiente,los movimientos de intención surgen cuando dos indi- ( )tro ejemplo es el de los chimpancés machos que quieren copular y cortan
viduos en interacción prevén el comportamiento del otro de manera diá- Itoias con los dientes produciendo un sonido intenso y seco que atrae la
dica a lo largo de instancias repetidas de la mistna interacción, y de ese ¡rlención de las hembras hacia su pene erecto (Sugiyama, r98r). Lo importante
modo van dando forma a su comportamiento. Lo importante de todo este t'n arnbos casos es que el "significado" o la función del acto comunicativo
cuadro es que el "significado" o la significación comunicativa de esos mo- ¡ikrbal no residen en el gesto mismo con el ."J r. lh; Ia atención sino en I
I
vimientos es inherente a ellos, en el sentido de que forman parte de una l;r cxteriori z4ciómnvoluntaria, que el individuo actuante sabe qu-e ef regeptqr
interacción social preexistente y significativa. Precisamente, esa interacción ,lt'l,.* advertir para reaccionar como corresponde. A favor de esta interpretación
es Io que los individuos prevén en primer lugar. Por esta razón, no es ne- ¡rr xlcrnos alegar que en ciertas ocasiones los simios ocultan una exteriorización
cesario que los individuos aprendan nada -sea por imitación, sea por otros ,r otro.s individuos, por ejemplo, cubriéndose el rostro con las manos para
medios- para vincular la señal con su "significado": el "significado" es algo ('s(onder una expresión facial consistente en una mueca de temor (Thnner y
intrínseco. Por otra parte, enrazón de cómo funciona la ritualización, esos ll¡,r'rrc, 1993; De Waal, 1986).
gestos son dispositivos de comunicación "unidireccionales" (no bidirec- t lrra ligera variante del mismo tema está constituida por un subconjunto
cionales), en el sentido de que el comunicador y el receptor los aprenden ,lt' ll.r¡nados de atención sumamente interesantes pues funcionan sin exterio-
desde la perspectiva exclusiva del rol que cumple cada uno: ignoran el rol r rz,rt itin alguna e incluso constituyen un avance hacia la comunicación triádica

del otro individuo (de suerte que el comunicador no reconocería el gesto (rt'f t'r't'nci¿rl). lrn esos casos, el comunicador "ofrece" a otro individuo una
como "idéntico" al suyo propio si viera a alguien que lo ejecuta dirigiéndolo l',r lc tlt'l cucrpo -invitación al acicalamiento- o un objeto que luego retira
hacia él). Por último, algunos investigadores sostienen que ciertos movi- ,rl)r('sln'ir(l¿uncnlc Para irtvitar al otro a jugar. Hay también algunas escasas
mientos de intención funcionan en realidad icónicamente, ¡ror ejempl«1, ,rlrscl vl¡t iorrcs sobrt' nr()nos r¡ue "ofrecen" alimento a otros sin que éstos 1o
cuando un gorila mueve los brazos en cierta clirección t:n un contcxt<r lr.ry,rrr ¡rt'rlitkr (l,it'bll, l'ikrr y'lirnrascll<1, :o«16). Aunque poco frecuente, e[
sexual o cle juego y el receptor resp<lnclc tlcspllz¿irttkrsc ('n ('sir tlirctririn Ir,',lro,lt't¡rrr'luryir irrrlivirlr¡os tlrrt'llarttln la ¡lc¡rci«in clc «ltr«rs de su misma
('lanner y llyrnc, r99ó). N«l r¡llstiuttc, ttttty Pl'olritlrlctut'nlc st'lr,tlt'rlt'tr¡nl ,",Ict rlt't'slt' rttotkr ('s sln¡liun('rtlc intPtlrl;t¡¡lt'tlt'srlt't'l
rc ¡r1¡¡¡¡,r clc vista tet'lric«l
prlrlittuit'nlos rilttitlizi¡tlos ('()r'nun('s y silvt'str('\ (llr(',r l.lr r,'¡,'r, l¡u¡rr,uros Ior(llt('r's t'l cictrt¡,hr lrt¡¡s Itroxiltt,r (lu('lr'n('nt()s,t l¡t l¡ttiri¡r tlt'tlirigir illtc¡l-
32 I L0S 0RÍGENES DE LA (0¡4UNl(AtlÓN HUMANA rA (0t4UNr(AilÓN rNrENil0NAr ENrRE r-0S PRTMATES I 33

cionalmente la atención de otros a cosas externas de nrancra tri¿idica, referen- intencional de la comunicación gestual entre los grandes antropoides. In-
cial, como ocurre prácticamente en toda forma de conrtlllicación humana. dica perseverancia para obtener un objetivo ajustando los medios si es
Dado que funcionan de manera distinta que los movimientos de inten- necesario -prototipo de la acción intencional- pero no demuestra que haya

ción,los llamados de atención también se aprenden cle manera diferente. ningún tipo de capacidad cornbinatoria ni gramatical (véase el capítulo 6).
No están ceñidos a ninguna actividad social en particttlar, de nlodo que no
esposible ritualizarlos directamente a partir de la repetici(rn de ciertos com-
portamientos (tampoco hayindicios de que sean imitados). t.os individuos z.z.z. Atentos a la atención del otro

los aprenden, en cambio, cuando realizan,sin motivos conrunicativos, actos Una diferencia de importancia fundamental entre la comunicación vocal
como palmotear el suelo olanzar objetos o empujar a sus congéneres, ac- y la gestual consiste en el modo en que los participantes están mutuamente
tos que naturalmente atraen la atención de ellos. Después, el individuo que pendientes de la atención del otro. En la comunicación vocal ese proceso
lleva a cabo esas acciones advierte ese efecto secundario y lo explota en el prácticamente no existe. En la mayoría de los casos, el comunicador sólo
futuro. Unavez aprendido, cualquier llamado de atención puede usarse con expresa su emoción individual, de modo que su vocalización se difunde

muchos objetivos diferentes, como jugar, acicalarse, prestar cuidados, etc. casi indiscriminadamente a través del entorno que lo rodea. Por el con-

Precisamente,la auténtica novedad en este caso radica en esa utilización trario, la mayor parte de la comunicación gestual tiene lugar dentro del
indirecta. El comunicador pretende que el receptor realice una acción de- canal visual y está dirigida en el espacio hacia un único individuo. Este
terminada -podríamos decir que ésa es su intención social-y paralograr su hecho exige que el comunicador verifique si el receptor está atendiendo:
meta intenta llamar la atención del receptor hacia alguna cosa -proceso que de lo contrario, el gesto que ha hecho no cumplirá su fin. Por su parte,
podríamos llamar su intención "referencial"-* con la expectativa de que si para saber si tiene que responder o no, el receptor necesita determinar si

el receptor mira, en efecto, hacia el lugar que corresponde, hará lo que el cl gesto está dirigido hacia él o hacia otro individuo próximo.
comunicador desea. Esta estructura intencional de dos niveles es una au- En el curso de los veinte años que llevarnos investigando los gestos de

téntica novedad evolutiva -exclusiva, casi con seguridad, de los grandes krs simios, hemos comprobado muchas veces que los individuos los rea-
simios y,talvez,de otros primates-y se la puede ver como 1o más parecido liz.an teniendo en cuenta el estado de atención del receptor; en este sentido:
krs gestos puramente visuales se llevan a cabo casi exclusivamente cuando
al "eslabón perdido" entre la comunicación de los primates no humanos y
la comunicación referencial humana, caracterizada por actividades com- t'l rcceptor ya está orientado visualmente hacia el comunicador (véase Call
plejas como guiar la atención de otros y compartirla. y 'lirrnasello, zoo7, donde se presenta una reseña de esos estudios). Hay

Por último, es importante decir que los simios eslabonan con frecuencia ,rlgunos experimentos muy conocidos de Povinelli y Eddy (rgq6) que de-

secuencias de gestos que comPrenden movimientos de intención y llama- rrrrrcstran que cuando los chimpancés comunicadores deben optar entre

dos de atención. No obstante,la investigación sistemática de esas secuencias


rlos rcceptores humanos potenciales -uno de los cuales no puede ver al
, o¡¡rr¡nicador porque, por ejemplo, tiene lacabezacubierta con un cubo-,
no ha mostrado que en esos encadenamientos exista una "gramática", en
el sentido de combinaciones específicas que generan nuevas funciones co- l,rs animales hacen los gestos visuales de mendigar ante ambos, lo que
municativas o "significados" (Liebal, Call y Tomasello, zoo4). Aparente- srr¡1icrc cle su parte muy poca sensibilidad para apreciar el estado atencio-
mente,lo que ocurre es que el comunicador hace un intento con un gesto, rr¡rl tlc otros. Pero optar entre dos personas para dirigir un gesto es una

observa la reacción del receptor ¡ de ser necesario, repite el gesto o Prueba silrr:rci«in cornunicativa poco natural; cuando el paradigma experimental

con otro distinto. Este hecho aporta argumentos a favor de la naturaleza \(' nr(xliflca tle rnodo que el chimpancé no tiene que elegir, su comporta-
rrrit'nlo es rnr¡clto rrrejor (aunque no presta demasiada atención al papel
,lu(' (l('s('rnpuian kls oi<ls, cos¿r qu('sí hacen los niños pequeños (Kaminski,
* He escrito "referencial" entre comillas porque, como cliró nrás ¡ttlcl¡tttlt', t ',¡ll ),'ltru¡rst'lkl, .,.o«14). l)or cjcnrplo, cn un ensavo el chimpancé se halla
lo que hacen los grandes simios preartuncia la rcfcrcllcirrlitl,¡«l lrrrr¡r.tt¡,t, ¡ttrtl(ltl(' lrcrtlt'it ur) s('l'lltuttiuto r¡rrc ¡'r¡¡cd('vcrl«r, y t'n otro cnsa)/o frente a una
difiere de ella en alg,un«rs aspcct()s r¡uc sólo potlt'(' (.u'.¡( l('t iz,tt , ,tlr.tll¡tct¡lr'
cuarr<l«l hiryit dcscrito t'(rnro lurtciortittt llts ¡cli'rt'ttt i¡n ct¡llr'l,tr ltttltt,tltr,', l)('r \()ll.l (llr('n() Put'«lt'vt'rlo (y los rt'sr¡llltrlos tlc los cnsiryos se c«lm¡raran).
crt cl ¡rrrixittto r it¡lflttlrt. l'¡t r¡ltos t'sltltlios ( tty()s p,tl';ttli¡,,ttt;ts tto s('¡t'ljt't't'lt lt l¿t t'gl¡'¡t¡¡lic¡citill sc
34 I tos onfc¡NES Dt tA t0MUNl(A(lÓN HUtlANA t.A c0l'lUNriAilÓN tNTENil0NAt ENrRt L0S PRTMATES I 35

ha demostrado de muchas maneras distintas que los simios comprenden en combinación, pero no ocurre lo mismo con sus vocalizaciones. En se-
lo que otros ven y 1o que no ven, por ejemplo, cuando compiten entre sí gundo lugar, emplean muchos gestos prestando atención al estado aten-
o cuando ocultan objetos a un comPetidor humano (véase Tomasello y cional del receptor, que casi no desempeña papel alguno en su comunica-
Call, zoo6, donde se reseñan esos experimentos). ción vocal. En la gestualidad de los grandes simios el acto global de
Cuando se plantea toda esta cuestión de prestar atención al estado aten- comunicación abarca estos pasos: verificar la atención del otro > dar vuelta
cional de otro, surge un interrogante natural: ¿acaso los chimpancés y otros en torno a él si es necesario > hacer el gesto ) observar la reacción del
simios encadenan gestos en secuencias con un orden específico r) llamado receptor ) repetir el gesto o utilizar otro distinto. Toda la secuencia pare-
de atención (para atraer la atención del receptor) seguido por z) movimiento cería un caso paradigmático de acción intencional dirigida hacia otros y
de intención (de carácter visual, de modo que requiere la ¿tención visual del con cierta comprensión del modo en que la reacción del receptor depende
receptor)? La respuesta es que no lo hacen. Mejor dicho, a veces producen de sus habilidades para percibir cosas y proponérselas. Desde el punto de
esas secuencias, pero tarnbién producen todo tipo de secuencias distintas vista evolutivo, también es importante advertir que entre los grandes simios
(incluso la secuencia inversa), de suerte que no se puede decir que ésa sea (los parientes más próximos de los seres humanos) la comunicación ges-
una secuencia predilecta (Liebal, Call y Tomasello, zoo4). Parecería entonces tual es más compleja que en los monos de otras especies y en los mamífe-
que estos resultados refutan el hecho de que los simios son sensibles al estado ros (Maestripieri,1998), mientras que en el caso de la comunicación vocal
atencional del otro. Pero la razónpor lo cual los grandes monos no prefieren ocurre prácticamente lo contrario. Todas estas características nos dan
la secuencia"llamado de atención > movimiento de intención" es que cuen- razones sólidas para pensar que son los gestos de los monos antropomor-
tan con una estrategia alternativa. Cuando necesitan hacer un movimiento fos, antes que sus vocalizaciones, los que tienen más probabilidad de ser
de intención de índole visual, muya menudo caminan alrededor de su com- los precursores evolutivos de la comunicación humana.
pañero para colocarse frente a é1. Observamos este hecho inicialmente en la
naturaleza pero luego lo comprobamos experimentalmente. Cuando una
persona se ponía de frente ante el mono sosteniendo algúir alimento a sus
espaldas, el tnono le hacía gestos de inmediato. Sin embargo, cuando la 2.3. coMUNrcecróN coN Los sERES HUMANos
persona se daba vuelta, de espaldas al mono, éste daba toda una vuelta para
gesticular frente a su cara, aun cuando tenía directamente frente a sus ojos l)ara bien o para mal, muchos monos y grandes simios crecen en algirn
el alimento (Liebal, Pika, Call y Tomasello ,zoo4).Las especies que realizaban ti¡ro de ámbito humano, sea un zoológico, un instituto de investigaciones
este proceso con más facilidad eran nuestros dos parientes más cercanos: los () Llna casa. No hay datos sistemáticos que prueben que ningún mono
chimpancés y los bonobos. Hasta el momento, se ignora por qué los chim- l<lquiera naturalmente nuevas habilidades comunicativas por el hecho de
pancés utilizan esta estrategia de "dar un rodeo" en lugar de emplear la se- cstar en contacto con seres humanos. Además, como ya dijimos,los gran-
cuencia "llamado de atención > movimiento de intención". rlcs monos no adquieren nada novedoso en el aspecto vocal cuando se
El hecho de fijarse en la atención del otro durante la comunicación no t rían entre seres humanos. Sin embargo, sí adquieren gestos nuevos que
tiene precedentes fuera de los primates ¡ tal vez, ni siquiera fuera de los rrtilizan específicamente para su contacto con ellos. En el contexto de esta
monos antropomorfos. t'x¡rosición es sumamente interesante advertir que muchos de los grandes
sinrios aprenden -sin ningún entrenamiento específico- a hacer algo que
t .rbríir llanr¿rr "señalamiento", una potente extensión de sus gestos natura-

z.z.j. Resumen It's ¡r:rra Ilanlar la atención.


En consecuencia, desde una perspectiva funcional, contunicativa, cn casi
todas las dimensiones inraginatrles los grandes antr«r¡r«ritlt's tit'ttt'rt hilhili-
dades comunicativ¡s nrírs crlrnplcjas crr lit ntotlllitlirtl ¡,,r'sttt.rl rltt('('tt lil :.1.t. lil stttultttttit'ttlo y olros (,(r'i(),tr's ittpcrativas
vgcal (v('asc t¿r¡rrhi('¡l l\rllick y l)c Wirrrl , zooT). lrrr ¡rrilttr't ltt¡i,rt,.tl,tt'lttlt'lt los tlrirn¡r¡¡rrti's y olr'«ls 11r'irrrtlcs si¡nios r'riarlos cn cattliverio aprenden a

¡rtutlros tlc sus ¡¡r'slos i¡rrlivitlrr.rltttt'nlr'y krs ttltll¿.t¡t r olt llcrtl,tlt,l.r,l, tlt. lttt,, urrli..r¡'lt's.l slts ( ttirl¡rrlort's llr¡rrr;rrros l¡ts tosrts t¡ttt't¡ttit't'cn Jx'¡'1¡ rto p1¡gdc¡1
obtcltcr por sus 1ll'oPios lltt.tlios. t:l toltr¡,oll¡r¡¡¡¡r.l¡lo nt.t\ 1,,t.,t.,¡ rlr.r.rlt. ( )lt.t l,lrst't i0l¡ r r,nililt rlttr' lur (' ('n ilil\ iltl('t,tt t i()lrr's Irt't solt.tlcs ,.()lt
v.tr
tipo, registrado ell nunterttsas ocasi()rtcs l)()l'l,r'¡tvt.r¡s v slrs tolt.¡,,.rs (¡16t' rlttlttl,;¡¡ttt's jovt'ttt's ('s (lu('sttt'lt'tr llt'v.rrlr'.r un licr lrtnrtiuro rrrr ohjclo
¡lro
ejemplo, Leavens y Hopkins, 1998i Leaverrs, ll«rpkirrs y llu'tl, :.r5) (.nlrc lrlt'¡tt¡tlito (¡r1r¡'cit'lttplo, ttttrt t:tjit ct'l'l'ittltt c6rt llitvc) l)al'it (lt.tc l«rs ayudc¡ y
los chimpancés es el acto de "señalar" algún alinrcnto t¡ue cstii lucra tle su r¡rrt'lrrr'go llt'r'r¿ul l¿r rn¿u¡o rlc csc scr lrunr¿lno y la llevan al bolsillo de la
alcance para que un ser humano vaya abuscarlo y se lo traiga. Ap«rxinra-
l)r'('r¡(l¿r t¡rrc vislc, c.spcranclo (luc aparez.ca la llave. Por otra parte,los monos
damente el600/0 o elToo/o de los chimpancés cautivos señalan de esta ma- tlt' krs z.o«rl(rgic«rs a nrenudo utilizan llamados de atención dirigidos a los
nera cuando se presenta la situación descrita, y lo hacen espontáneamente visit¿rntcs hunranos -palmotean las manos, por ejemplo- para que se fijen
sin que haya existido un entrenamiento explícito anterior. El escenario t'¡r cllos y les den alimento. Thmbién es posible enseñarles símbolos simila-
característico es el de una jaula en la que el chimpancé orienta su cuerpo rcs a los de los lenguajes de signos humanos o conseguir que toquen sím-
hacia el alimento en cuestión estirando los brazos y las manos a través de lxrkrs visuales para comunicarse con los seres humanos (Gardner y Gardner,
los barrotes. No es que intent e alcanzar el alimento por sus propios medios, ¡9ó9; Savage-Rumbaugh et a1.,t986,19%). Es evidente, entonces, que los
Porque cuando no hayseres humanos presentes el chimpancé no tiene ese nronos criados entre seres humanos comprenden con bastante flexibilidad
comportamiento. Ignoramos hasta ahora cómo adquieren los chimpancés que sus cuidadores controlan muchos aspectos del mundo que los rodea y
esta capacidad de señalar. que ellos,los monos, pueden inducirlos mediante un llamado de atención
Los simios utilizan con relativa flexibilidad el acto de "señalar". por a hacer cosas que los ayuden a obtener lo que quieren. El hecho de que,
ejemplo, si hay varios tipos de alimentos a la vista, los monos señalan el cuando hacen esos pedidos,los monos miren a menudo los ojos del ser hu-
más apetitoso y continúan haciéndolo con insistencia aun cuando se les mano en cuestión tal vez sea importante pues indica que los animales saben
dé concretamente un alimento menos sabroso (Leavens, Hopkins y Bard, que la causalidad/intencionalidad emana de algún modo de algo que está
zoo). Por otra parte, cuando estos grandes simios criados en ambientes detrás de los ojos y no simplemente de los miembros externos que llevan a
humanos observan a una persona que esconde alimento en una zona ex- cabo las acciones deseadas (Gomez, t9go,zoo4).
terna a su jaula, muchas horas después de ocurrido ese hecho señalarán el Por consiguiente, la interpretación más razonable del aqlo de señala-
escondite a un ser humano que ignora lo sucedido anteriormente (Menzel, miento practicado por los srandes monos es oue se trata de una extensión
4-b I

rygg). sucede también que cuando los monos observan que un ser humano ----'+--
d.-J" rtrs AjlqtdbmI -lg3! g3g1-ó1.*$.§ í c o m o l l am a n l a ate n c ió n
necesita una herramienta para alcanzarles el alimento y luego alguien es-
$u11t
sobre sí mismos palmoteando el suelo o incluso sobre una parte de su
conde el instrumento en ausencia del primer ser humano, cuando éste cuerpo, como el hombro tpdrd.invitar al acicalamiento, cuando están entre
regresa, los simios le indicarán el lugar donde está escondido (Call y To- sereshumanos en las circunstancias que así lo aconsejan,llaman la atención
masello, rygd. Esta situación se puede concebir mejor como un pedido sobre el alimento que desean indicándolo de manera "referencial" pues
de que el ser humano encuentre la herrarnienta (para poder luego alcan- tienen una intención social y creen que así lograrán conseguir lo que se
zarles el alimento) porque, en idéntica situación,los grandes monos no proponen. En la totalidad de estos casos, a partir de experiencias anterio-
hacen gestos si la herramienta está destinada al uso exclusivo del ser hu- res en situaciones similares,los monos que se comunican de esta manera
mano (Hairnerl et al., en preparación). sin embargo, es notable el mero presumiblemente pueden prever qué hará el receptor humano si llegar a
hecho de que los simios conciban este tipo de señalamiento indirecto. ver eso que el simio quiere que vea. No obstante, todo lo que hemos rela-
Támbién es importante el hecho de que los grandes simios criados en tado sugiere de inmediato una pregunta: ¿por qué los grandes simios uti-
ambientes humanos fecundos, de manera similar ai modo en que se crían lizan el señalamiento con los seres humanos pero r1o 1o hacen entre sí? La
los niños de nuestra especie, suelen solicitar objetos imperativamente me- respuesta obvia es que a los otros monos no los mueve el mismo afán de
diante otros recursos también. Por ejemplo, cuando quieren obtener acceso ayudar que tienen los seres humanos. Si un mono pretendiera pedirle a
a un recinto que está detrás de una puerta, algunos monos criados entre otro que le alcanzara un trozo de alimento señalándolo, no es demasiado
seres humanos la señalan para que el ser
humano la abra. En algunos casos, probable que lo consiguiera, mientras que los monos cautivos cuentan con
incluso tiran de su mano para llevarlo hasta la puerta o hasta un estante numerosas experiencias de que los seres humanos les ofrecen alimento sin
alto, y luego se detienen y aguardan con aire expectante (Gomez, r99o). pedir nada a cambio. La implicación evolutiva de este hecho evidente es
l
tA t0MUNt(AilÓN rNTENil0NAr. ENIRE t05 PRT¡4AIES I 39
38 I L0s 0RíGtNEs DE LA t0MUNl(AtlÓN HUMANA

que, si el medio ambiente social de los grandes simios se tornara súbita- humano cuando hacía el gesto para orien,uffi.ru
mente más cooperátÑDentonces ellos podrían utilizar el señalamiento - situación simple.
imperativo para pedirse ayrda mutuamente, sin que hiciera falta ninguna No obstante, una alteración aparentemente menor del procedimiento
máquinaria cognitiva adicional. produce un resultado radicalmente diferente que podría hacernos apre-
Con todo, hay un hecho de importancia crucial que debemos advertir: ciar de otra manera la situación anterior más simple. Tomasello, Call y
en ningún tipo de ambiente, 1!ng@ pono realiza -sea para sus congéne- Gluckrnan (tggZ) plantearon a un grupo de monos un juego en el que se
res o para seres humanos- actos de señalamiento que cumplan -flrqg¡q¡J§
utilizaban tres cubos o baldes. Un ser humano, el ocultador, por decirlo
distintas de la imperativa. En oliás palabras, no practican el señalamiento así, escondía alimento en uno de ellos y otra persona, el colaborador,

déóIaiativo para compartir simplemente con otro individuo algo que les ayudaba a los monos a encontrarlo, actividad que ha recibido el nombre
interesa o despierta su atención (Gom ez, zoo4) ni tampoco utilizan el de tarea de selección de objeto lobject choice task). Por experiencias ante-

señalamiento informativo para brindar a otro individuo información riores,los monos sabían que había un único trozo de alimento escondido
acerca de algo que éste puede querer o que necesita saber, cosa que los y que sólo contarían con una oportunidad para hallarlo. En las condicio-
nes experimentales clave,la primera persona ocultaba el alimento mientras
niños sí hacen desde un momento muy temprano de la ontogenia (véase
el capítulo 4). Tomasello y Carpenter (zooS) incluso presentaron a tres el colaborador espiaba y luego el ocultador señalaba el cubo donde se
chirnpancés jóvenes criados entre seres humanos situaciones que muy encontraba el alimento para a¡rdar al mono. Para sorpresa de todos, en
esa situación los monos elegían los cubos al azar aun cuando su motivación
probablemente provocarían un acto de señalamiento expresivo-declarativo
para hallar la comida era muy alta en casi todos los ensay'os. Muy a menudo,
en niños pequeños (por ejemplo, sucesos sorprendentes o interesantes),
pero comprobaron que los monos no respondían con acciones declarati- alguno de los simios prestaba atención a la mirada y el gesto del colabo-
vas. Incluso los signos que producen los grandes mollos "lingüísticos" son rador, que señalaban el cubo correcto, pero así y todo no lo elegia. Estos
casi todos imperativos: aproximadamente entre el 96 y el 98o/o en los dos
resultados implican que el problema no radicaba en el hecho de prestar

estudios sistemáticos realizados sobre este tema (Rivas, 2oo5; Greenfield atención a la dirección señalada sino que los monos no parecían compren-
y Savage-Rumbaugh, 1990). EL z-4o/o restante uo tiene una interpretación der el significado de ese gesto, su pertinencia para que pudieran encontrar

funcional inequívoca (no son signos netamente declarativos ni informa- el alimento. Parecería que los monos se dijeran: "Muy bien. Hay un cubo,

tivos sino que, más bien, tienen la función de reconocimiento o de clasi- ¿y qué? ¿Dónde está la comida?". Los niños, en cambio, se desempeñan
ficación pues el simio simplemente reconoce algo ¡ al hacerlo, produce el nruy bien en esta tarea aparentemente trivial cuando tienen apenas 14
rneses de edad, en general, antes de que eclosione el lenguaje (Behne,
signo correspondiente). Esta limitación funcional probablemente explique
()arpenter y Tomasello, zoo5).
en gran medida los sorprendentes problemas que tienen los grandes simios
para comprender los gestos de señalamiento humanos, ideados para ayu- F{ay infinidad de explicaciones para el fracaso de los lnonos en estas

darlos haciéndoles conocer determinadas circunstancias, como veremos t:rreas. Sin embargo, un estudio complementario restringió las posibilidades
de inmediato. consiclerablemente. Hare y Tomasello (zoo+) idearon una versión compe-
t itiva de la situación básica de selección de objeto que abarcaba dos condi-

t ioncs experimentales para los chimpancés participantes. Una de las con-

z.j.z. Comprender el acto de señalamiento rlir iones, la cooperativa, era idéntica a la de la tarea básica anterior, de modo
(luc los rcsultaclos fueron también idénticos: pese a advertir que alguien les
Los grandes simios siguen la mirada de sus congéneres, incluso cuando
éstos dirigen sus ojos hacia lugares ocultos ubicados detrás de barreras scnirlirbl cl ctrlro c«lrrecto, los rnonos hacían luego su elección al azar. En la
(Tomasello, Hare y Agnetta, r999i Bráuer, Call y Tornasello, zoo5). Si trn scgtrrrtlir siturrcirin, lir conrpretitiva, en la sesión de precalentamiento, una

ser humano mira y señala un trozo de alimento que un rrlolto no pucclc J'('r's()nr ('()r'n('nzill)¿r it c()nr[)clir con el chirlparr-rcé por el trozo de alimento
ver y si, además, siguiendo la mirada o el gesto clc señ¿tl¿ttnielrt<t cl lll«rlt<r I lrrt'¡',o, t'rr lrr st'sirirr cx¡rt'r'inrcnlitl, intc¡ttaba proseguir la conrpetencia. Es-
llega a ver el manjar, irá a buscarlo y lo cottscl¡ttirii. lrrt cstc st'ltlitlo, ¡rtr l,r't rlit ¡lnlt'nlt', sirr rrril'¡tt'¡rl n)ont, t'tt rritt¡itrtt tuo¡lrclltrl, itttctttitlra irlcanzar
drí¿rnt<ls dccir t¡rre cl sirnio (()nlPrcn(liri l:r inlt'rtt'iritl t¡rtt'itttitttitlr,t.tl scl' t'l r ttl¡r ) ( ot r.('( lo, ¡rt't'o, tlt'lritlo ,t lintil.tt iortr's lísit ¡ts tlt'l t olllcxlo (lto ¡totlía
40 I L0S 0RiGENES DE LA r0MUNt(AilÓN HUMANA tA (0t,{UNt(A(lÓN rNiENil0NAr. TNTRE 105 pRTl',lAIES I 41

extender elbrazo del todo porque el panel de acrílico era demasiado pe-
queño), se veía imposibilitada de hacerlo. Entonces, si una persona distinta Cuadro 2.1. Acerca de los perros y otros mamíferos
empujaba los cubos hacia el mono, ¡éste sabía perfectamente en cuál de Es interesante saber que los perros se desempeñan muy bien en la tarea de
ellos estaba escondido el alimento!Aun cuando el comportamiento super- selección de objeto básica cuando un ser humano les señala con intención
ficial en las dos condiciones experimentales era muy similar -el brazo se informativa la ubicación de un trozo de alimento oculto. Los lobos, en cam-
extendía en dirección al cubo correcto-, en apariencia los monos compren- bio, tienen un desempeño mediocre, mientras que los cachorros de perros
dían los dos comportamientos de manera muydistinta. En el segundo caso, domésticos son muy hábiles incluso antes de haber tenido demasiado con-
estaban en condiciones de inferir: esa persona quiere rneter la mano en el tacto con seres humanos (Hare et al., zooz). Parecería entonces que cuando

cubo por interés propio; por consiguiente, debe de haber algo bueno en su
los seres humanos se dedicaron a domesticar perros a lo largo de los últimos
1o.ooo o r2.ooo años, de algún modo seleccionaron individuos con carac-
interior. Aun así, no eran capaces de inferir que la persona en cuestión
terísticas que les permitían comprender en algún sentido lo que un ser hu-
quería hacerles saber que el alimento estaba dentro del cubo.
mano hace en esas situaciones. Ignoramos hasta el presente cómo hacen los
¿Cómo interpretar el comportamiento de los simios en esta tarea? Con perros para comportarse así -hay investigaciones en curso al respecto- pero
toda naturalidad siguen el gesto que señala el cutro correcto pero después una hipótesis es que en realidad no comprenden que el ser humano les está
no parecen darse cuenta de qué significa. Si nos atenemos a la tarea de se- brindando información sobre el escondite del alimento con ánimo coope-
lección de objeto estándar, cabría suponer que no pueden ir más allá de lo rativo: más bien interpretan el gesto de manera imperativa, como si la per-
que ven e inferir la ubicación del alimento escondido. Sin embargo, muchas sona en cuestión les ordenara dirigirse a ese lugar. Esta hipótesis tiene sen-
otras investigaciones demuestran que pueden hacer inferencias en otras tido porque, en gran parte,los perros han sido seleccionados/domesticados
situaciones (Call, zoo4),y en el estudio complementario de Hare y Toma- para cumplir las órdenes que les dan los seres humanos. Otra interpretación
sello (zoo4) las hicieron con toda facilidad (es decir, dedujeron algo así como posible tiene que ver con la colaboración: en razón de su particularísima
"su afán por alcanzar el cubo indica que debe haber allí algo bueno"). Una historia evolutiva,los perros domésticos comprenden que el ser humano
hipótesis razonable, entonces, es que los monos r1o cornprenden que el ser intenta concretamente ayudarlos, cosa que los monos no entienden. Esas
dos interpretaciones tornan más plausibles si tenemos en cuenta que casi
se
humano comunica con ellos con intención altruista, a fin de ayudarlos
se
todos los animales que desempeñan bien en esta tarea son o bien anima-
se
a conseguir su objetivo. En otras palabras, ellos se comunican entre sí sólo
les domesticados, o bien animales criados por seres humanos y entrenados
para solicitar cosas imperativamente y, pór ende, sólo tomprenden los
por ellos con intensidad: delfines, cabras domésticas y algunos grandes simios
gestos de otros cuando son también indicaciones imperativas: de lo con- (véase una reseña de este tema en Call y Tomasello, zoo5). En cualquier caso,
trario se quedan perplejos porque no entienden cuál es el objeto de toda a los fines de lo que nos interesa aquí podemos decir al menos que el exce-
esa gesticulación. lente desempeño de los perros y de otros animales domésticos prueba que
algunos animales responden como corresponde ante los señalamientos hu-
manos en la tarea de selección de objeto. Se desconoce aún el mecanismo
z.j.j. Resumen que les permite hacerlo.
En líneas generales, lo más importante acerca de la comunicación de los En términos de producción, hay observaciones sobre perros y otros ani-

grandes simios con seres humanos puede sintetizarse en tres hechos: (i) males domesticados que se comunican con seres humanos de maneras apa-

una vez más, la modalidad gestual se lleva la palma; (ii) lo que más se rentemente tan complejas como las anteriores. No existen demasiados es-
tudios sistemáticos al respecto (véase [{are, Call y Tomasello, 1998).Ahora
parece a las actitudes humanas son los llamados de atención (o sea, el
bien, aun aceptando esas observaciones en cierta medida, es importante
"señalar"), que entrañan una división entre la intención social y la refe-
atlvcrtir rluc cstos animales no se comunican con sus coespecíficos de modo
rencial y (iii) aun en el caso de que los seres humanos les enseñen medios
tiur conrplci«l: sólo lo lraccn con los seres humanos. Por consiguiente, es
de comunicación relativamente complejos, los monos prclsiguen comuni-
¡rosiblc t'«lncel¡ir cs¿rs lralliliclaclcs c«lrnunicativas como algo "que no es na-
cándose casi exclusivamente de modo imperativo, es decir, para corrseguir It¡t'lrl" t'n irll,,trtt st'lllitlr¡, l)ucs soll cjcrtr¡llos rlc conlunicación entre especies
clttc otr«ts hagan algo ¡ clc hecho, parcce r¡ue ni sir¡uicra conr¡r't'nrk'n krs rlislitrt.ts v tr'stlll,ttlo, ('r) l).tl'l(', rlt'l ¡lr',,t't'so rlr'rlor'¡lt'slic¡cirirl.
scñirl¡rtticntos irtlilnn¿rlivos irrsPirirrlos Por lir c{x)P1.¡';¡1 iq¡¡¡.
LA (0MUNt(AilÓN TNIEN|0NAL ENIRT 105 PRl.fl'AIES I 43
42 | L0s 0RiGENtS DE tA t0l'1UNl(A(lÓN HUMANA

agentes intencionales que perciben señales. Específicamente, comprenden


2.4. LA INTENCIONALIDAD EN LA COMUNICACIóN
algo de las metas y las percepciones de los otros individuos y entienden tam-
DE LOS GRANDES SIMIOS
bién, de una manera similar a la de los niños pequeños, que esas metas y
para quienes sólo se han dedicado a estudiar seres l'¡ttl¡tilll()s y iirnlás han percepciones funcionan mancomunadamente en la acción intencional de los
individuos (véase Povinelli yVonk, zooí,donde se podrá hallar una opinión
observado en detalle la comunicación de los animalcs cs tlil'ícil apreciar
diferente). En primer lugar, los grandes simios (Ia mayoría de las investiga-
cuán excepcional es la flexibilidad que muestran los gralltlcs ttlonos
en Ia
amayoria,los casos tlc collltt¡'ticación ciones se hicieron con chimpancés) comprenden que otros individuos tienen
comunicación gestual. En su inmens
los metas u objetivos propios.Veamoslas pruebas que confirman estaaseveración:
animal están determinados genéticamente. Incluso entrc los rtlot'tos y
parte
grandes antropoides,la comunicación vocal está fijada en srl Irlayor
. Cuando un ser humano alcanza alimento a un chimpancé y luego deja
por la genética. Por otro lado,la comunicación gestual dc los rllonos que
de hacerlo, el mono reacciona con frustración si la persona en cuestión
no son antropoides tiene netas características estereotipaclas, aunque no
lo interrumpe sus dádivas sin razones de peso (es decir, si la persona está
ha sido estudiada con demasiado detalle (véase Maestripieri, rg98). Por
los grandes mal dispuesta). Sin embargo, el animal aguarda pacientemente si esa
tanto, la flexibilidad de la comunicación gestual propia clc
persona intenta de buena fe entregarle el objeto y no consigue hacerlo
antropoides es una auténtica novedad evolutiva'
por lo general,la flexibilidad en el comportamiento indica que hay algún o tiene algún accidente (es decir, si la persona está impedida de hacerlo)
(CaIl et al.,zoo4ivéase Behne et al.,zoo5,donde se presentan resultados
tipo de aprendizaje y, de hecho, hemos expuesto pruebas de que muchos
teo- similares con niños pequeños).
gestos de los monos antropomorfos son aprendidos. No obstar-rte, en
relativamente . Cuando un ser humano o un miembro de su propia especie necesita
ría, esta aptitud podría deberse a un aPrendizaje asociativo
ayuda para alcanzaÍ vn objeto o un luga¡ los chimpancés lo ayudan de
simple -cuando se presenta determinada situación es probable que cierto
un modo semejante al de los niños,lo que exige comprender los objetivos
gesto particular resulte eftcaz*o podría también deberse a la comprensión
que en o las metas del otro (Warneken yTomasello,zooí;Warneken et al.,zoo7).
de la intencionalidad del compañero. Por nuestra parte, creemos
opinión que . Cuando una personarealizaante un chimpancé criado entre seres huma-
estas actividades intervienen procesos cognitivos complejos,
com- nos una acción sobre un objeto, caracterizada de diversas maneras como
respaldan algunos estudios en los que Se prueba que los antropoides
un intento fallido de modificar el estado del objeto, el mono lleva a cabo
prenden la intencionalidad en otras esferas de actividad.
a su vez la acción deseada (y no la acción que se le muestra concreta-
mente, por ejemplo, que las manos resbalan sobre el objeto) (Tomasello
y Carpenter, 2oo5; según el estudio realizado en 1995 por Meltzoff con
2.4.t. Comprender la acción intencional
niños pequeños).
Así como los animales pueden resolver problemas de física sin comprender
los mecanismos causales subyacentes, también pueden comunicarse sin ' Cuando una persona muestra a un chimpancé criado entre seres huma-
nos una serie de dos acciones sobre un objeto, una de las cuales está
comprender del todo la intencionalidad que esos actos involucran... y eso
que cuando caracterizada de varias maneras como meramente accidental, el mono
es, precisamente,lo que hacen la mayoría de las veces. Saben
por lo general sólo lleva a cabo la acción intencional (Tomasello y Car-
ellos hacen X cosa, los receptores hacen Y, pero no comPrenden cómo
penter, zooj;siguiendo el estudio realizado en 1998 por Carpenter,Akhtar
funciona ese mecanismo. Ahora bien, cuando se trata de una comunicación
y Tomasello con niños pequeños; véase también Call y Tomasello, 1998,
más flexible en la que, por ejemplo, se eligen distintas señales en ocasiones
diferentes según cuál sea el estado atencional del receptor -como ocurre
tl«lndc sc exponen otras pruebas).

en la comunicación gestual de los grandes monos antropomorfos-,


el co- ' ( ,u¿urcl<lun chimpancé criado entre seres humanos observa que una
pt'r'son:r rcaliz.u acciones que son, o bien elegidas libremente, o bien
municador tiene que tener algún tipo de modelo cognitivo de c«into pt:r-
irrrPtrcslls ¡ror las circt¡llstancias, cl ntotro cor'¡rprende la diferencia entre
cibe la señal el receptor y actúa en consecuencia'
,urtlr:rs: irnil:r st'lt't'liv:uncrttc los ¡tt'tos rlccirlirl«l.s librcnrcnte pero no los
Investigaciones recientes han demostrado que ltls grarltlcs silltitls crlltt
hacen los otros i¡ttlivirltros ctl stt .'.tlitlittl .lt' llnPul'5,11)s lx)r l¡rsr' ir'. unsl;u'rt iirs (si l:ts t itt t¡ttst¡tnt iirs no se lt'irttP<lnclt
¡rrcaclcn bucrra parte tlc lo t¡uc
44 I t05 0RÍ6ENE5 DE LA (014UNltA(lÓN HUMANA
LA t0l,lUNr(AilÓN TNTENil0NAL ENrRE L0s pRtMATES I 45

también a él). Este hecho demuestra que el chimpancé comprende no ciben los objetos del mundo y reaccionan ante ellos, y también compren-
(But- den que el contenido de la percepción del otro es algo distinto de la per-
sólo la intencionalidad de la acción sino también su raci«rnalidad
telmann et al.,2oo7,que siguió el modelo del estudirl realizado en 2oo2 cepción propia.
por Gergel¡ Bekkering y Király con niños pequeños)' Los experimentos de competencia citados en último término son par-
ticularmente importantes porque demuestran que los chimpancés no se
La conclusión, entonces, es que (en situaciones sencillas) tanto los antro-
limitan a comprender las rnetas y las percepciones por separado, sino que
poides como los niños muy pequeños comprenden cuando un individuo comprenden cuál es su interrelación en la lógica de la acción intencional:
los agentes quieren que se produzcan ciertos estados en el medio ambiente
persigue una meta con persistencia hasta alcanzatla; y comprenden también
(tienen metas);los agentesven elmundo y pueden, por ende, apreciar cada
que la meta no es el resultado que se produce en el medio externo sino la
representación interna que tiene el actor sobre aquello que desea provocar' situación con respecto al estado que se han propuesto obtener y los agen-
teshacencosas cuando advierten que el medio ambiente no está en el estado
Además, comprenden que el actor opta por una acción para perseguir esa
que se proponen. Sobre este tipo de comprensión de Ia acción intencional
meta "racionalmente", en el sentido de que tienen en cuenta las razoneS de
descansa una forma básica de razonamiento práctico que permite a los
ese actor para hacer lo que está haciendo.
En segundo lugar, los grandes simios (la mayor parte de las investiga- individuos entender y prever lo que otros están haciendo yharán, incluso
en circunstancias totalmente novedosas. Así, en los experimentos llevados
ciones se han hecho con chimPancés) comprenden que otros individuos
a cabo por Hare y sus colaboradores,los participantes entienden que si su
tienen percepciones. He aquí las pruebas (véase una reseña al respecto en
Tomasello y Call, zoo6):
competidor puede ver su objetivo (el alimento) intenta rá alcanzarlo, y que
si no puede verlo no hará ese intento; a la inversa, si el competidor ve algo
. Cuando un ser humano curiosea para ver qué hav detrás de una barrera, que no es su objetivo (por ejemplo, un trozo de roca), no intentará apro-
el mono se desplazaparalograr un ángulo de visión mejor de esa zona
piarse de é1. Thmbién pueden comprender cosas elementales acerca de las
(Tomasello, Hare yAgnetta, 1999; Bráu er et al.,zoo!;véase también Moll oportunidades y los obstáculos que se les presentan a los demás para al-
yTomasello,zoo¡donde se consigna un estudio similar llevado a cabo canzar el objetivo en situaciones novedosas, y pueden entender de qué
con niños). manera sus opciones comportamentales se ven afectadas en tal caso, por
. Cuando la mirada del ser humano se dirige a una barrera pero hay, ejemplo, cuando el otro individuo tiene el camino despejado paraalcanzar
el alimento ycuando ese camino está bloqueado. Este tipo de razonamiento
además, un objeto ubicado más allá en la rnisma dirección,los monos
sólo observan la barrera y no prestan atención al objeto a menos que la
práctico acerca de otros individuos -en términos de los predicados psico-
barrera misma tenga una ventana, en cuyo caso miran el objeto
(Oka- Iógicos querer,very hacer- es el cimiento de todo tipo de interacción social

mot<l-Barth, Call y Tomasello, zooT; véase Caron et al.,2oo2, donde se en el mundo de los primates y el de los seres humanos, incluida la comu-

presentan resultados similares en el caso cle ninos)' . nicación intencional contemplada como acción social en la que los indi-
. viduos intentan que otros hagan lo que ellos quieren.
Cuando los grandes monos piden alimento a un Ser humano, tienen en
cuenta si esa persona puede ver el gesto que hacen (Kaminski, Call y La conclusión general es que los grandes simios comprenden los obje-

Tomasello , 2oo4t Liebal, Pika, Call y Tomasello ,2oo4) '


tivos y las percepciones de los otros y entienden también que esos objeti-
. Cuando los chimpatlcés compiten entre sí para conseguir alimento, v()s y percepciones determinan sus decisiones de comportamiento. En otras
palabras, comprenden que los otros individuos son agentes intencionales
tienen en cuenta si el competidor puede ver o no el trozo en disputa
(Hare et al.,2ooo; Hare, CallyTomasello, zoor)' Ocasionalmente, inten- t' inclus«1, cluizá, racionales. Apoyándose en esa comprensión, pueden de-
srrrnrllar l«rs razonamientos prácticos que subyacen a la interacción y la
tan que el competidor no advierta que se acercan (Hare, Call y'lbma-
t or'¡r unic¿tcirin s«lcial flexible y estratégica. Por ejemplo, pueden determinar
sello, zoo6; Melis, Call y Tomasello, zoo6).
r¡rrti t¡rricrc cl ot ro in«livitlu«r, p«lr qué kl quiere y qué es probable que haga
,r to¡rlirrt¡¿rtion. l)ucsto t¡rrc l«ls 1¡cstos tlc los grandcs sirni«rs surgen direc-
En conclusión: en situaciones sencillas, los gralttles tlrtl¡'los y los tlittos
pcr.¡¡eños cornprcnclcn clc la nrisnra tl'liltlcril ('otl (ltt('los irttlivitltlos ¡rt't
l,rrut'rtlt'tlt'irtlt'r¿ttt iortt's sot'ilrlt's si¡irtilitirlivirs lrtl c()llr() se cx[)rcsan cn cl
46 I L0s 0RiGENES Dt LA (0MUNltA(lÓN HU},lANA LA (0MUNr(Ail0N rNTiNl0NAr ENrRE L0S pRTMAIES I 47

una ex- que hace es un medio para conseguir que é1, el receptor,haga algo. De
comportamiento manifiesto, mientras que las vocalizaciones son
con reducidas exteriorizaciones modo que, por lo general, cuando hay un llamado de atención, el receptor
presión más individual de emociones
observa y luego responde con naturalidad ante lo que ve, y posiblemente
.o¡rporrumentales manifiestas, parecería Por demás natural
que en el caso
para el razonamiento haga lo que el comunicador espera de él si está inclinado por sus propios
de la comunicación gestual se apliquen las habilidades
motivos a hacerlo.
práctico acerca de la acción intencional'
A esta altura, nuestro análisis de los dos tipos de gestos de los grandes
antropoides, desde el punto de vista del comunicadot podría representarse
esquemáticamente como Io hacemos en la figura zt.Lacuestión crítica es
2.4.2. Cómo funcionan los gestos de los grandes simios
de la inten- la siguiente: puesto que los movimientos de intención son simples ritua-
Es posible que entre los grandes simios no haya comprensión
lizaciones (abreviaturas) de los pasos iniciales de las acciones intenciona-
cionalidad individual cuando emplean la comunicación gestual: puecle ser
oa les, su "significado" es intrínseco; simplemente se trata de lo que el comu-
que estos animales simplemente recurran al aprendizaje asociativo
improbable' Si en los ex- nicador pretende que el otro individuo haga en la interacción, algo que ya
algún otro proceso sirnilar. Pero es sumamente
qttieren yhacen, estaba presente en algún acto preexistente de la interacción social antes de
p"rirrr"n,os que citalnos se dan cuenta de Io que otros ven,
ellos mis- que la señal quedara ritualizada.
presumiblemente reconocen esas mismas circunstancias cuando
otros indi-
mos hacen gestos y cualdo observan los gestos que les hacen
y l1o darles a esas acciones una
viduos. Así y todo debemos ser cautelosos
"tercera vía" teórica (cogni-
interpretación humana si ¡o se justifica. Esta
al si-
tivista, pero no antrop6céntrica; call y Tomasello, zoo5) nos lleva
de aten-
guiente análisis de los rnovintientos de intención y a los llamados QUIERE ___> HAGA x
que hacemos en términos de predicados
IiOn ¿.los grandes simios, análisis QUE
intención social
psicológicos primitivos -qtterer, ver y hacer-, justificados
por los experi-
movimiento
mentos que hemos descrito anteriormente' de intención
de la in-
Los gestos que entrañan movimientos de intención emanan
que pretende que el receptot haga algo'
tención social del comunicador,
La expectativa del
como jugar, agachar el lomo o iniciar el acicalamiento.
comunicador en todos esos casos es que si el receptor ve Su gesto harálo
en el
que el comunicador pretende, pues eso mismo es lo que ha sucedido QUIERE ---> VEA Y =) HAGA x
p.rudo (fundamento del proceso de ritualización). Por su parte, cuando QUE intención intención
ve el movimiento de intención, el receptor sabe que el comunicador quiere "referencial" social
que é1 hagaalgodeterminado (ylo sabe porque tiene la capacidad
de"leer" llamado
tlc atención
intenciones y porque ha tenido experiencias anteriores en circunstancias
de otra
similares). En cambio, los gestos para llamar la atención surgen Figura 2.1
que el receptor vea algo qtre
intención social por Parte del comunicador:
de las intenciones (y sus lrrr c¿nrbio,los llamados de atención introducen en el proceso un modesto
-según espera de acuerdo con su comprensión .'slrrb«'ln intenncdio. Su estructura intencional de dos niveles crea una "dis-
que
experiencias anteriores)-, muy probablemente 1o i¡ducirá
a hocer l«l
itltclrci<llral t,r r rt irr" e nt rc cl rncclio c«rrnunicativo manifiesto (acto de "referencia") y el
el comunicador quiere. En tal situación, Se crea utra estrt¡clttra
olrjt'livo conlurlicativo cnctrtrierto (intención social). Entonces, existe la
cle ¿os niveles la intcnción s«rcial tlcl t'ottlttttit'itrlor' (ltl('('s
q¡e comprencle
str rnet¿r ftr¡clar¡c¡tirl, y str intcncirirr
"rcli't't'nti¡r1",,lrrt't's t'l ¡¡tt'tli. ¡r'tt;t ¡,,rsilrilitlltl rk't¡rrt'cl rcccptor inllcra kr r¡ue el comunicador quiere a par-
rlr' ,tlltl( lttll, ('l l(' lrr tlt'lo t¡rrt'vt'(ittrnt¡rtc liurtlrii'n cs posiblc (luc sc lirnitc it tener ante el
¡tlclu.tzitt.csil lnt'lit. l,ot'su ¡liu'lt" ¡tl olls«'t vitr t'l ll.rr¡l.trlo
l¡r'. l¡o urr.t r'('.t(r ion n¡rlrrr'.rl silr lt¡rt.'r'ttirtl,.rrnit irtfr'r'r'ttt'ilt).
rt.¡rtrlt's;tllt.t¡rt..r,l .tlnttt¡tit ¡t,l,,l' tltlt.'tt' r¡ttc l,r l'r'r¡ \'tltl(', ¡n"tl¡lr'ltlcttlr" lo
tA t0MUNr(A(lÓN TNTENT0NAL rNrRr L0S PRTl'1ATTS I 49
48 | [0s 0Ri6ENEs DE tA (0tlUNltAtlÓN HUt'tANA

Pese a que este Proceso es sorprendente desde el punto de vista de la difieren demasiado de las de otros mamíferos; no hay diferencia en su
grado de complejidad entre otros mamíferos y los primates y -dentro de
comunicación animal en general, difiere de Ia comunicación humana en
los primates- entre los monos en general y los grandes antropoides. Para
algunos aspectos fundamentales. Expondremos esas diferencias con mayor
todos los mamíferos, incluidos los primates, las vocalizaciones son en su
detalle en el próximo capítulo; por ahora, nos limitamos a señalar una
mayor parte expresiones fijas que no se aprenden y están determinadas
diferencia clave desde el punto de vista del receptor. Cuando un ser humano
genéticamente. Además, son respuestas emocionales urgentes, involunta-
señala algo para otro, el receptor se formula implícitamente una pregunta:
¿por qué? ¿Por qué cree él
(o ella) que mirar en esa dirección será útil o rias e inflexibles ante sucesos importantes desde la perspectiva evolutiva,
respuestas que pueden beneficiar al emisor de una manera más o menos
interesante para mí? Esa pregunta descansa en el supuesto de que el co-
(al menos directa. Por otra parte,los vocalizadores las propalan casi sin discrimina-
municado r realiza el acto de señalar en provecho del receptor
ción, sin prestar atención a los potenciales receptores. Cuando los grandes
en lo inmediato). Así,los niños saben que si un adulto les señala un cubo
simios se crían en contacto con seres humanos no aprenden nuevas voca-
o un recipiente en el contexto <le una actividad de búsqueda, ese acto
ju- Iizaciones y ni siquiera se les puede enseñar a vocalizar de otra manera.
probablemente sea pertinente para su meta conjunta de encontrar un
no pueden suponer que el otro ¿Acaso es posible que semejantes reflejos mecánicos sean un precursor
luete. Por el contrario,los grandes simios
algo para f-avorecerlos de algún modo, y no lo suponen, directo de las complejas vías de comunicación humana y clel lenguaje, más
individuo señala
"¿por qué piensa él (o ella) que tal cosa es allá de expresiones como "¡Av!"?
de modo que no se preguntan
En contraposición, un número importante de gestos de los primates,
importante para mí?" Quieren saber 1o que cl otro individuo quiere para
especialmente de los grandes simios, son actos de comunicación aprendidos
sí mismo (pues cuanclo ellos misr¡ros señalan algo,lo hacen en función
de
piensa por cada individuo yproducidos con flexibilidad, actos que implican com-
sus propias motivaciones) y no les interesa saber si el comunicador
,lirección útil para ellos. Por esa razón,llo ven el gesto prender aspectos importantes de la intencionalidad individual. Los movi-
que mirar en ta] será
pertinellte para sus propias metas mientos de intención de los grandes simios expresan que el emisor quiere
de señalar de otro individuo como algo
para que otro individuo haga algo, y son elegidos por él teniendo en cuenta el
u objetivos. (Por si sirve de algo decirlo,lo mismo vale entre los sirr-rios
estado atencional del receptor. Por su parte, los llarnados de atención de
la recepción de las vocalizaciones: si los monos oyen un grito de excitación
esos mismos grandes primates expresan una intención de dos niveles: el
o de temor se preguntan qué lo causó, pero no se preguntan si el emisor
emisor quiere que el receptor vea algo para que luego haga algo. Ha¡ incluso,
piensa que es algo pertinente para ellos,los receptores.) El tema de interés
llamados de atención triádicos (por ejemplo, para "ofrecer" una parte del
general es que cuando en la comunicación surgen móviles más coopera-
cuerpo o un objeto a otro individuo o para "señalar" alguna cosa a un ser
tivos -no ya la intencionalidad individual sino la compartida- se genera
humano). Los gestos que emplean los grandes simios para llamar la atención
todo un nuevo proceso inferencial, como veremos más pormenorizada-
de otros individuos son una forma de comunicación sumamente escasa en
mente en el caPítulo que sigue.
la evolución (he dicho a menudo que son una suerte de "eslabón perdido"
entre la comunicación huntana, con todo lo que ésta tiene de guiar la aten-
ción del otro y compartir situaciones) porque introducen una división
entre la intención referencial tendiente a que el receptor observe algo y la
2.5. coNCLustóN
intención social de que el receptor haga algo araíz de lo que vio. Personal-
mente, no entiendo cómo se puede dudar de que los gestos de los grandes
En su enorme mayoría, las investigaciones sobre la comunicación entre
simios, y no sus vocalizaciones, hayan sido el manantial del cual brotó la
los primates que no son humanos están dedicadas a las vocalizaciones de
"La co- riclueza y la complejidad de la comunicación humana en general y del
los simios, de suerte que casi todos los tratados con títulos colno
humano" y otros análogos se It'rrurrajc crr particrrlar, ¡rtre.s esos gestos entrañan una enorme flexibilidad
municación entre los primates y el lenguaje
c«rnce¡ltralt etr el c¿rnal vocal, a rlrenuclo sin nlenCiotrar siqttiera l«rs gcst«ls
y unl 1¡r'an scrrsibilitl¡tl hacia la atclrcirirr clc otros, ntientras que las vocali-
(lray tlos cxt'c¡rt'iotlcs rcciclrtcs: O«rrIirllis,2tlo2 y l]trl'litlll, z()o5)' lilr rlli z.rt'i«rlrt's sorr irrllr'xilrlcs y no lit'rrt'rt ('n ('u('lIlil rt los otros irtdiviclu«ls.
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