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Bogotá cachaca.

Jeisson Mauricio Garzón Tapiero

Miguel Ángel Manrique Téllez

Liceo Moderno León Baez

Proyecto

Bogotá D.C

2017
Bogotá cachaca.

Jeisson Mauricio Garzón Tapiero

Miguel Ángel Manrique Téllez

Carlos Hernando Carrillo Camacho

Liceo Moderno León Baez

Proyecto

Bogotá D.C

2017
Introducción.

Este proyecto tratará acerca del análisis de distintos puntos o lugares turísticos de Bogotá, a

través de opinión pública y empírica mediante la observación, recopilación de información en un

medio virtual, la resolución de un problema paso a paso, objetivos planteados a partir del

problema y el planteamiento de una conclusión mediante métodos de recolección de datos.

Se analizarán los comportamientos de los visitantes independientemente de su nacionalidad, para

observar como desarrollan las actividades comprendidas en estos lugares, se determinará la causa

de la poca importancia hacia estos sitios por parte de los visitantes.


Justificación.

La presente investigación busca informar a la población sobre los diferentes sitios turísticos que

se pueden visitar en Bogotá con su respectiva descripción, ilustraciones, métodos de recolección

de datos, para brindar la información necesaria al público, encontrar la causa de la poca

importancia que representan estos lugares con su respectivo aporte a la sociedad para los

visitantes, intentando encontrar una posible solución, recopilar la información más importante de

cada lugar para enunciarla en la página web.

Se busca concientizar a los visitantes para que aprovechen al máximo los recursos que ofrecen

los distintos lugares turísticos en Bogotá, para que empleen de forma responsable y activa el

conocimiento obtenido al visitar los mismos.


Tema.

Bogotá Cachaca: Sitios turísticos de Bogotá y la importancia de estos en la sociedad.

Pregunta problema.

¿Por qué los visitantes de los distintossitios turísticos de Bogotá no conocen la verdadera

importancia de los mismos?

Delimitación.

La investigación se centrará en los visitantes de los sitios turísticos de Bogotá y su duración

aproximada es de 5 meses. Se centrar en un espacio cultural.


Objetivo General.

Analizar la conducta de los visitantes en los distintos sitios turísticos para obtener la información

necesaria para determinar el uso de los recursos brindados por estos lugares turísticos, estructurar

la información en la página web con la información y características necesarias para instruirlos.

Objetivos Específicos.

 Recopilar información para anexarla a la página web.

 Recolectar opiniones de visitantes para dar una base al proyecto.

 Observar el comportamiento de los visitantes para determinar de que forma aprovechan

los recursos ofrecidos en estos lugares.

 Brindar las características principales de estos lugares a la población.

Limitación.

No se ha presentado ningún problema hasta el momento.


Hipótesis.

Se ha determinado la falta de interés por aprender por parte de los visitantes de los lugares

turísticos, esto es producido por la cultura cachaca, al ir a un lugar turístico no se plantea la

posibilidad de usar el tiempo en este sitio para aprender en lugar de esto, se usa más de ocio, y el

interés de la gente se centra más en la observación que en el análisis y comprensión de la

información ofrecida en estos sitios. Una posible solución sería, cambiar los temas de interés

desde la educación, ya que al ser un tema cultural solo un cambio a temprana edad puede

cambiar la futura situación de las personas en el país, otra posible solución sería reducir la

información en estos sitios solamente nombrando las características más importantes de cada

tema.
Marco Teórico.

“Un retrato de la cultura ciudadana de los bogotanos

Conservadores en lo familiar, prejuiciosos en lo social, ignorantes y descreídos en lo político, y

con una cultura democrática pobre, son algunas de las características de la mayoría de bogotanos,

según la Encuesta Bienal de Culturas.

Si usted es el bogotano clásico no es porque almuerce ajiaco y diga ala. El gobierno de Bogotá,

después de entrevistar a 13.010 capitalinos en la más grande fotografía que se haya hecho en la

ciudad, la Encuesta Bienal de Culturas, acaba de descubrir quiénes son los bogotanos

prototípicos. Es decir aquellos que forman las mayorías.

Si usted es bogotano de nacimiento (como el 58 por ciento), con mamá y papá venidos de otros

municipios (más del 65 por ciento), vive acompañado (97 por ciento), vive en la misma casa
desde hace 5 o más años (60 por ciento), no se autodefine de ninguna raza en particular (el 58

por ciento), e hizo parte o terminó la secundaria (53 por ciento), ya pagó su casa propia o la está

pagando (51 por ciento), trabaja o estudia o las dos (71 por ciento) y tiene un nivel

socioeconómico bajo (51 por ciento), una mayoría de capitalinos se parece mucho a usted.

En general, dice Otty Patiño, uno de los diseñadores de la encuesta director del Observatorio de

Culturas del Distrito, "la idea de convivencia ha quedado en la conciencia". Y complementa

Mauricio Silva, otro de los autores de este retrato de la cultura bogotana: "Hay una mayor

apropiación de los derechos y la tolerancia con perspectivas de mejorar. Los cambios culturales

son lentos". La encuesta se hizo para saber más precisamente cómo son los bogotanos, y poder

enfocar la acción política, localidad por localidad, según las necesidades de la gente.

En materia de opiniones hay contradicciones fuertes. Pero entre tanta opinión distinta entre

viejos y niños, mujeres y muchachos, pobres y ricos, sí se pueden encontrar unas cinco

tendencias mayoritarias. A grosso modo se podría decir que los bogotanos comparten valores de

convivencia y civilización, aunque algo indiferentes; son conservadores en lo familiar;

prejuiciosos en lo social (menos con los enfermos); ignorantes y descreídos en lo político; y, lo

más preocupante, su cultura democrática es pobre y hay grupos minoritarios que aún tienen

metidas en el alma las soluciones de fuerza como una posibilidad. “

Los bogotanos según la entrevista, en promedio creen en Dios y siguen normas conservadoras,

acusan a las demás personas sin conocerlas, ya que creen que todos piensan igual que ellos,

juzgándolos por lo que parecen ser y no por lo que en realidad son, con el autoconvencimiento
como arma si en algún momento se demuestra lo contrario, no saben lo necesario sobre política,

pero aún así critican la misma al ser influenciados por el pensamiento de la mayoría, es irónico

que critiquen la forma de gobierno del estado, pero que cuando se presente un problema lo

primero que piensen es en usar la violencia como forma de solución.

“Puede que usted no se sienta reflejado en estas cinco tendencias porque son generalizaciones a

partir de las respuestas más comunes. Por eso a continuación encontrará un poco más detalle

sobre cada una, con sus excepciones.

1. Civilizados:

Las dos terceras partes de los capitalinos dicen que cumplirían una norma absurda porque hay

que cumplir las normas, y otra gran mayoría opina que si todos cumpliéramos la ley habría

menos violencia. Reconocen que cuando hay basura tirada es sobre todo responsabilidad de los

ciudadanos (71 por ciento dice eso).

Y el asunto no parece ser sólo de labios para afuera porque cuando les preguntan cuáles son los

problemas del vecindario, nos sentimos de pronto trasladados a Suiza, pues el problema que más

mencionan es que las mascotas de otros ensucian, el segundo que la gente no saca la basura, y el

tercero que hagan fiestas ruidosas. (Aunque un 40 por ciento dice que las peleas de borrachos

son graves, y que los jóvenes son violentos). También es síntoma de civilidad que al 70 por

ciento le gustaría que prohibieran las armas de fuego, con o sin salvoconducto. Un dato notable

en un país con 300 mil soldados y en guerra. “


Se denota que los bogotanos no son ignorantes sobre los actos inadecuados que cometen, saben

que si cumpliesen las normas, todo estaría mejor, conocen que es lo que daña a la ciudad, pero

no se interesan por cambiar la situación, lo que demuestra cierto nivel de hipocresía.

“La solidaridad también se adivina. Apenas un 7 por ciento reconoce que no paga las cuotas de

administración de su edificio o conjunto, o mienten o esta es una señal optimista de verdadera

civilización. El 70 por ciento dice que se ayuda con los vecinos, y uno de cada cuatro cuenta que

suele organizar o participar en las fiestas navideñas del vecindario. Y si lo molestan con música

estridente a media noche, 89 por ciento acude a medidas razonables: hablar con el vecino, llamar

a la policía o tratar de ser tolerante con quien se está divirtiendo y no hacer nada. “

Analizando lo anterior, más que solidaridad, se puede pensar que si las personas se ayudan entre

sí para pagar la administración, es porque saben que sin ayuda no podrían hacerlo y deciden

ayudar al otro, buscando un beneficio en un futuro cuando se encuentren en una situación

similar.

“Es que, después de tanto martillar los gobiernos que hemos tenido, sobre el espacio público, la

gente lo defiende: un 77 por ciento dice que no aprueba que los negocios ocupen el andén y el 68

que tampoco les gusta que lo ocupen los vendedores ambulantes. Aún cuando se trate de la

seguridad propia, la mitad de la gente responde que no justifica que cierren un barrio para

protección de los vecinos. Anuncian que consideran espaciosos sus parques y espacios

recreativos, el 63 por ciento e igual número dice que le agradan.


Quieren su barrio, pero más a su localidad y más a Bogotá y mucho más a Colombia, como si les

quedara más fácil amar de lejos que cuando conocen demasiado. Un poco más de la mitad confía

en los vecinos, algo bastante en una gran ciudad cosmopolita y fría como Bogotá.

La gente está agradecida con su ciudad; más de las tres cuartas partes reconoce que esta les ha

dado educación, comida, salud, vivienda y cultura.

Civilizados sí, pero nada participativos. Más bien, un poco indiferentes. No les molesta si alguien

cambia de partido, religión, nombre, aspecto o nacionalidad (en todas más del 60 por ciento), una

señal que puede leerse como liberalidad, pero que en conjunto pareciera más un síntoma de que

les tiene sin cuidado. El 62 por ciento no pertenece a grupo alguno, y entre los que pertenecen

apenas el 1 por ciento dice que es de un sindicato y el 2,8 a un partido político.

También muestran moderación en materia política, una tercera parte dice que no sabe si es de

izquierda o de derecha y otro tanto se define de centro en el espectro político. De todos modos la

tendencia de los bogotanos es a ser más de derecha que de izquierda. “

No hay pertenencia a un grupo, es decir no saben que ideas apoyan, todo se centra en buscar

vivir de manera sostenible, existe indiferencia hacia temas políticos, si no se afecta a la persona o

a una persona importante para la misma, no se le presta verdadera importancia al tema.


“2. Conservadores:

si hay algo que aún pesa mucho en la sociedad bogotana son los valores conservadores frente a la

familia. Un 77 por ciento se dice católico y otro 14 por ciento, cristiano. Uno de cada cinco que

dice pertenecer a cualquier organización, dice que es miembro de una iglesia. Confían sobretodo

en su familia (el 94 por ciento en algún grado), son más reacios al aborto de lo que la ley permite

(un 48 por ciento dice que debería estar prohibido a toda costa). Una cuarta parte no quiere vivir

en la casa de al lado de un gay y uno de cada diez no desearía que su vecino fuera de la

farándula.

En el terreno de cómo tratar a las minorías gays la encuesta arroja mucha confusión. Porque una

población considerable, el 39 por ciento, dice que defendería a alguien de la población LGBTI si

es atacado. “

En cuanto a las ideas conservadoras, no son totalitarias, es decir, no se cumplen a propósito, se

hace de forma inconsciente por la cultura, ya que comúnmente al escuchar a una persona

juzgando a la población LGBTI, al preguntarle por qué es malo dice, que es porque eso le

enseñaron cuando pequeño, o dicen que es un pecado.

“Explica Otty Patiño: "Con respecto a anteriores estudios creo que ha disminuido la intolerancia

hacia los homosexuales, pero por las noticias de la pederastia la gente equipara a ser gay con ser

corruptor. De todas maneras pensaría que marcamos mejor que otras ciudades".
Sus ideas sobre la educación de las mujeres son también tradicionales: la mitad piensa que las

niñas deben ser educadas para ser madres y esposas, y un grupo pequeño de 16 por ciento, pero

muy considerable a estas alturas de la historia, opina que si ocupan cargos directivos perderán su

feminidad. ¡Y eso también opinan varias mujeres!

Esto se podría ver desde otro lado. Y pensar que a pesar de la urbanización reciente y los escasos

años de educación que tienen las mayorías bogotanas, es notable que ya haya grupos grandes de

la sociedad que piensen que una educación adecuada para mujeres no debe ser decirles como ser

esposa y madre (el 45 por ciento) o con que no tengan problema con que homosexuales sean

profesores de sus hijos (39 por ciento).

3. Prejuiciosos:

En esta materia, las noticias que nos trae la encuesta son menos buenas. Aunque no sea la

opinión mayoritaria, creencias tan discriminatorias como pensar que muchas religiones dañan los

valores, o que "por sus características los negros siempre tendrán limitaciones" son compartidas

por grupos considerables. El 48 por ciento en el primer caso, y un escandaloso 28 por ciento en

el segundo.

Hay otros prejuicios populares que han llegado a calar en las mayorías como que los

homosexuales no deben ser profesores de colegio (57 por ciento), los pobres suelen ser más

delincuentes (62 por ciento), y hay barrios de gente peligrosa (71 por ciento). Esos prejuicios

sociales causan dolor a los conciudadanos. El 15 por ciento que confiesa haberse sentido
discriminado dice que fue por su apariencia física, su edad o sus condiciones económicas.

"Este tema de la discriminación contra los pobres es el más escandaloso, por ser pobre ya se

considera a la persona sospechosa –dice Patiño–. La ironía es que mucha gente es pobre porque

no es propensa al delito".

Una sorpresa revela el estudio de opinión sobre la sensibilidad bogotana frente a los enfermos de

SIDA, un rotundo 81 por ciento dice que no hay que aislarlos. Algo similar sucede con los ex

drogadictos, y un 60 por ciento es tan liberal al respecto que dice que no ve lío con que les den

cargos directivos. En muchos países con seguridad la cosa sería bien distinta. “

Observación.

Al ir al parque botánico José Celestino, pude darme cuenta que había una diversidad muy

generosa de personas que al parecer iban por paseos de familia, o de amigos. Algunos que

estudiaban este lugar, y también aquellas que iban para ver la verdadera hermosura de aquel

lugar. A medida que iba avanzando y admirando el lugar, pude darme cuenta del verdadero

interés y respeto que le tiene la sociedad a este lugar, yo pensaba que tal vez no lo valoraba, pero

lo hace como debería hacerlo, las personas se veían felices y la mayoría al parecer ya conocía el

jardín. A decir verdad y hablar con una persona sobre su opinión acerca de este espacio, en pocas

palabras me dijo que no era su primera vez allí y que conocía perfectamente cada planta que

estáallá, que desde hace tiempo atrás que el asistía, las personas siempre guardaron un profundo

respeto a este lugar.


En cuanto al Museo Nacional observé la falta de interés por aprender sobres los temas tratados

allí, lo que mayor se observó, fue como tomaban fotos a cada objeto, pero no se tomaban el

tiempo para leer la descripción de los mismos, habían varias familias que solo admiraban lo que

les parecía curioso o extraño, observé a un extranjero el cual si se tomó el tiempo suficiente para

observar cada cosa detenidamente, como hablaba otro idioma, tuvo que preguntarle a un amigo

que si podía entender la descripción, fue interesante ver que aunque fuese un poco molesto para

él tener que preguntar por cada cosa, igual lo hizo, su cultura es diferente. En Monserrate, vi

mucho interés en el recorrido, pero para ser Semana Santa no detecté un interés hacia la iglesia ni

a la actividad realizada allí, no se consideró como lo más relevantes o al menos no por todos, ya

que los más devotos, si subieron solo con ese objetivo.

Experimentación.

El experimentar las sensaciones de emoción al ir a algún lugar desconocido para nosotros, es

algo increíble, excepto por el transporte, pero bueno, el conocer de verdad los diferentes lugares

en persona y llenarnos de orgullo al conocer las bellezas que tiene esta ciudad, nos motivan a

seguir nuestra misión, Ya hemos visitado algunos lugres, y a decir verdad, hemos aprendido y

pasado ratos muy agradables en familia, además de que el ambiente y conocimiento que ofrecen

estos lugares son los ideales para sentirse a gusto y hasta identificado, solo nos llevamos muy

buenas impresiones de cada lugar, y sabemos que los demás, nos ofrecerán mejores experiencias

y así recolectaremos información para nuestro proyecto.


Conclusión

La comunidad turística que tiene como objetivo a Bogotá Colombia, se desempeña en crear

tendencias por medio de las TIC, dejando a un lado la verdadera importancia de estas, los

Bogotanos como ejemplo directo, no saben la verdadera historia que está en cada una de las

formas que se manifiestan en estos lugares, ya que ellos también crean tendencia, pero no

conocimiento, y este error, es la actualidad, los productos de la globalización, y las personas que

no tienen identidad.

Referencias.

http://www.semana.com/nacion/problemas-sociales/articulo/un-retrato-cultura-ciudadana-

bogotanos/115625-3

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