Vous êtes sur la page 1sur 8

INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA

Alumno: Eugenio Tadayoshi Nakaya Zavala Torres

Profesora: Dra. Zaida Olvera

Materia: Introducción a la Filosofía, 1er semestre.

LA ILUSTRACIÓN, ÉPOCA Y CONCEPTO EN IMMANUEL KANT

REPORTE DE LECTURA

Nota preliminar: En el presente reporte de lectura (o bien de varias lecturas,


¿Qué es la Ilustración?, Ideas para una Historia universal en clave cosmopolita y
La Paz perpetua) pretendo desglosar a la Ilustración como un discurso sobre el
cual se erigió toda una época, desarrollado principalmente por la perspectiva del
sabio de Köninsberg, Immanuel Kant. Cabe mencionar que el término “Ilustración”
es escasamente mencionado en la obra de dicho filósofo en comparación con,
digamos, “razón” o “fenómeno”, sin embargo, es precisamente la Ilustración, en
cuanto abstracción y momento histórico, el pilar central en el discurso que
sustenta el sistema de la filosofía kantiana.
La Ilustración es una entrada en consciencia de las facultades naturales e
inherentes en el hombre1 en cuanto universalidad. Consciencia de que la
humanidad por entero (idea en esencia, democrática puesto que incluye a todos
por igual) posee una serie de facultades –los denominados conceptos apriorísticos
del entendimiento-2, que le posibilitan sentir y abstraer el mundo en el que vive. Es
un darse cuenta de cómo el mismo es el culpable de su propia incapacidad 3 de
regirse y dirigirse, en cuanto individuo y en cuanto sociedad, por haber relegado a
otros, -a los tutores-4, la actividad y ejercicio más fundamental para su desarrollo y
al mismo tiempo, aquello mismo que le distingue como hombre: Sapere aude!
“! Atrévete a hacer uso de tu propia razón ¡”

La Ilustración es también el sentimiento optimista propio de la época, sentimiento


base sobre el cual, a través del cual, se desplegaron muchas reflexiones. Kant no
sólo establecerá las facultades del hombre y los procesos que se dan entre ellas,
sino también una plena confianza y seguridad en la capacidad que tienen dichas
facultades de liberar al hombre del yugo externo (los tutores que le impiden hacer
uso de su razón) e interno (el dirigir las acciones conforme a leyes morales
universales establecidas por la razón), ambos yugos a los que en estadios
anteriores de cultura y civilización, el hombre había estado sometido. Es también
confianza en que el hombre no necesitará más de aquellos tutores – que tan sólo

1
Cabe aclarar (tomando en cuenta las inclinaciones de usted) que el término alemán Mensch, el cual utiliza
Kant, significa ser humano, perteneciente al género humano y no únicamente varón, Mann.
2
Estos son los conceptos puros del entendimiento, en cuanto a la sensibilidad, el espacio y el tiempo; la
Razón Pura que se refiere a los juicios analíticos y sintéticos a priori y a los imperativos categóricos; y la
Razón Práctica que se refiere a los juicios sintéticos a posteriori y a los imperativos hipotéticos. Critica de la
razón pura, I. Kant.
3
En el primer párrafo del texto ¿Qué es la Ilustración? Kant escribe: “Esta incapacidad es culpable porque su
causa no reside en la falta de inteligencia, sino en la decisión y valor de servirse por sí mismo de ella sin la
tutela de otro”. Dicho párrafo es importante puesto que, si la causa de dicha incapacidad es propiamente,
una incapacidad racional, el hombre no sería culpable de ello del mismo modo que no se considera culpable
a un animal si comete un acto estúpido. Ha sido pues la cobardía, la indecisión, el quietismo con lo que el
hombre en su natural capacidad, se ha hecho incapaz.
4
Los tutores han sido precisamente quienes han convencido al hombre de la suprema dificultad y
peligrosidad de todo cambio profundo, incapacidad que en el tercer párrafo del texto ¿Qué es la Ilustración?
es mencionada por Kant como “casi” una segunda naturaleza en el hombre, tanto ha arraigado.
le evitan la necesidad del ejercicio de la propia razón- y que podrá ejercer sus
dotes naturales para dirigirse hacía un fin determinado. Esta confianza debe
entenderse de un orden muy potente, pues a pesar de que todo parece “urdido por
una locura y una insensatez infantiles e incluso por una vanidad y un afán
destructivos asimismo pueriles, de suerte que, a fin de cuentas, uno no sabe qué
idea hacerse de tan engreída especie”5, en todo ello está presente, como
mencionaré más adelante, la fe en el hilo conductor de la naturaleza, dirigiendo el
teatro del mundo hacia un fin determinado en la naturaleza misma del hombre.

Ilustración es también una teleología, es el ver a la humanidad por entero en un


constante progreso hacia un mismo fin, puesto que dicho camino, al ser
alumbrado por una misma y universal razón humana, será, empero, uno sólo.
La humanidad está y ha tenido que pasar por diferentes estadios, los primeros son
de desorden, en cuales rige el instinto y las pasiones, y sin embargo, incluso en
ese desorden, nos dice Kant, puede la Razón (a través de la historia que él
propone)6 encontrar dichas acciones humanas conforme a leyes universales de la
naturaleza7, por más que en apariencia parezca un movimiento fortuito, el hilo
conductor de la naturaleza está ahí presente orquestando las acciones de los
hombres y de los pueblos, quienes inconscientemente le escuchan y actúan
conforme a su sabiduría, su secreto.
Para Kant las –disposiciones originales- del hombre son aquellas que deben
desarrollarse, ellas ya le están implícitas, sólo que no desarrolladas. Es

5
Íbidem.
6
Dicha historia se ve reflejada (además de en el texto Ideas para una historia universal en clave cosmopolita)
en el comentario del traductor de la Crítica de la Razón Pura, Johann Schulz, en la revista Gothaische
Gelehrte Zeitungen que dice así: “Una idea predilecta del profesor Kant es que el objetivo general del género
humano es conseguir una constitución política lo más perfecta posible y le gustaría mucho que un
historiador-filósofo asumiera la tarea de proporcionarnos una historia de la humanidad bajo ese respecto,
donde se mostrase hasta qué punto se ha aproximado la humanidad a esa meta en las diferentes épocas o
cuanto se ha distanciado de ella, así como lo que aún queda por hacer para alcanzarla.”
7
“(…) contemplar el juego de la actividad humana en bloque, un curso regular de la mismo de tal modo que
cuando se presenta como enmarañado e irregular ante los ojos de los sujetos individuales pudiera ser
interpretado a nivel de la especie como una evolución progresiva y continua, aunque lenta, de sus
disposiciones originales.”
precisamente a través de ellas que todo avance en relación al grado de Ilustración
de un pueblo es posible, el desarrollo humano constituye la regla de la Ilustración.
En su texto Ideas para una historia universal en clave cosmopolita, en el primer
principio, Kant toma como punto de partida irrefutable, dejando de lado la
posibilidad de la casualidad, el hecho de que toda criatura está destinada a
desarrollar por completo sus facultades con arreglo a un fin determinado, tal es la
Doctrina teleológica de la Naturaleza.

Ilustración es también el poner a la Razón en el centro.


Poner en el centro y poner en el trono; si bien otrora, en la Edad Media, la
confianza se depositaba en el dios cristiano y en su promesa de salvación para un
futuro pronto e incierto (la Edad Media es una época de pesimismo apocalíptico y
desconfianza hacia el hombre, quien es visto como malvado y vil, como “pecador”
por naturaleza), en cambio, para la Ilustración y para Kant, pensador considerado
como principal exponente de ella, será la Razón quien brillará como sol moral
sobre la humanidad, será ella quién dicte las metas; y si bien tanto el Medioevo
como la Ilustración tienen poca confianza en los denominados estados de
naturaleza (sin religión, sin instituciones), para L´age de lumierés será el hombre,
por sí mismo, no con Dios, sino con su razón, quien arroje luz sobre su propio
camino, camino que le lleva rumbo a su norte, su estrella, el alcanzar el estado de
Ilustración.

La Ilustración es pues, un ideal. A diferencia de las épocas que le precedieron, el


Siglo de las Luces veía al futuro como algo amplio y lleno de posibilidades,
arrojaba sobre sí metas para milenios – o en palabras más exactas, metas para un
día antes del quimérico final de la historia de la humanidad-. El estado de
Ilustración es el inalcanzable –todo ideal es, por definición, inalcanzable- que
impulsa constantemente a coadyuvar a ese futuro con los cimientos hoy. En el
segundo principio de Ideas para una historia universal en clave cosmopolita,
Immanuel explica la imposibilidad, por cuestiones de tiempo de vida, que un sujeto
llegue a desarrollar por completo todas sus facultades, tal desarrollo es paulatino,
con tanteos, con práctica y por tanto sólo puede darse como especie. La
Ilustración no se desanima ante semejante tarea, todo lo contrario, incita a los
hombres a tomar las riendas de su destino.

Por tanto, la Ilustración es también responsabilidad. Como ya hemos visto la


Ilustración busca el desarrollo completo de la humanidad en cuanto a sus
facultades naturales ya dispuestas. Para agregar a lo anterior Kant menciona en el
tercer principio de su texto Ideas para una historia universal en clave cosmopolita,
que la naturaleza ha querido que el hombre se desarrollase más allá de sus meras
disposiciones instintivas. A diferencia del animal, el hombre, que no ha sido
provisto de garras o de pelaje que le proteja, sino que ha sido puesto en el juego
de la existencia de un modo tan ceñido, no ha sido esto con otro motivo sino el de
que el hombre se abra camino hacia la dignidad del estado ilustrado pero no en
cuanto hombre individual, sino, reitero, en cuanto especie. Un solo hombre no
podrá desarrollar por entero sus facultades, pero la lucha que vive hoy, ayudará a
la especie como conjunto a hacerlo en el futuro.

El punto con el cual decido terminar la presente monografía es el factor de la


libertad que se da en la Ilustración, así como los medios dispuestos por Kant para
ejercer y hacer efectiva dicha libertad.

La Ilustración es libertad y prescripción de hacer uso público de la razón. Para que


podamos llegar al estado de Ilustración o, por otra parte, la sociedad cosmopolita
de hombres, la cual implica ya una política exterior ilustrada8, es necesario que
todos y cada uno de los hombres haga uso crítico de su razón, pero
especialmente, serán los expertos los que se dedicarán, a través de textos, a
criticar a su sociedad ante el público mundial de lectores.

8
Me refiero al texto La paz perpetua, escrito por Kant en 1795, en el cual expone una serie de leyes tanto
interiores como exteriores para posibilitar una comunidad cosmopolita de hombres.
El ejemplo que retoma Kant es el del sacerdote, éste tiene obligación en cuanto
sacerdote, para con la institución de la iglesia y sus feligreses, de enseñar y
predicar del modo en el que le ha sido ordenado; si éste descubriese, en pleno
uso de su razón y en calidad de experto, que determinada acción o metodología
no es la correcta ni ayuda a ilustrar al hombre, dicho sacerdote se vería en la
obligación de criticar públicamente dichos aspectos.

Retomando el ejemplo anterior, aquello que diga el sacerdote ante su feligresía,


en cuanto sacerdote, de la mano de la institución que le embiste con tales
poderes, debe ir de acuerdo con las prescripciones de dicha institución puesto que
no ejerce únicamente como individuo, sino como sacerdote, tal es el uso privado
de la razón9. Ahora bien, cuando tal individuo habla en nombre propio, sin estar ya
obligado por un aparato social que le compele a determinada acción, cuando en
tal situación éste hace uso de su razón, le llamamos uso público de la razón.

Este último punto debe ser considerado, a mi parecer, como el más importante en
cuanto al dirigir de la acción individual humana.
Kant nos explica que si se diese, por ejemplo, una sociedad sumamente
reverenda, en la cual las prescripciones dadas por la religión fuesen seguidas al
pie de la letra y con total orden, dicho estado tendría una tutela permanente bajo
dicha institución, lo cual equivaldría a suprimir por completo el uso público de la
razón (aspecto fundamental para el avance social en pos del ya mencionado ideal)
y así paralizar cualquier movimiento ilustrado. Son necesarios el desorden y la
precariedad antes que el orden en las sociedades humanas, pues es, como antes
mencioné, es necesario que el hombre se encuentre desprovisto, a diferencia de
los animales, de una armonía entre lo interno y lo externo, para que esta
necesidad le impela a hacer uso de esa capacidad, que a diferencia de garras o
colmillos, le fue dada por la naturaleza, la razón.

9
Tanto el uso privado de la razón como el público, son expuestos por Kant en el texto ¿Qué es la Ilustración?
Es por éste punto que Kant pone tanta importancia en el que los gobernantes no
supriman el uso público de la razón, todo lo contario, que le alimenten y le
escuchen, que no haya mecanismos de prohibición en cuanto a las obras escritas
que los expertos elaboren como crítica de lo ya establecido, puesto que todos
esos textos irán dirigidos no sólo a los expertos en la materia, sino precisamente al
gobernante (recordemos que el tiempo de Kant es un tiempo de monarquía) quien
tiene la obligación de ilustrarse o por lo menos rodearse de quienes puedan
indicarle la dirección en lo tocante a ello.
Es por lo anterior que para Kant die Aufklärung, la Ilustración, es el siglo de
Federico II el Grande10, el llamado “rey filósofo”, quien siendo una figura principal
del despotismo ilustrado e incluso comparado militarmente con César y Napoleón,
impulso en su tiempo la Filosofía y las artes, hizo modificaciones en el sistema
legal aboliendo la tortura y exponiendo el deber del rey de proteger a los más
débiles.
En resumen, tanto el uso público de la razón por parte de los expertos como la
buena recepción por parte del poder político y quienes lo esgriman, son los dos
factores fundamentales en el movimiento social ascendente al que se refiere el
filósofo de Köninsberg, que en cuanto filosofía, procuró iniciar desde hace
centenios el encontrar sentido y liberarnos de la barbarie y locura, que con
frecuencia, nuestras sociedades parecen ser.

10
¿Qué es la Ilustración? Immanuel Kant.
BIBLIOGRAFÍA

La paz perpetua, Immanuel Kant, editorial Fondo de cultura económica.

Para una Historia universal en clave cosmopolita, Immanuel Kant, editorial Fondo
de cultura económica.

¿Qué es Ilustración?, Immanuel Kant, editorial Fondo de cultura económica.

Vous aimerez peut-être aussi