Gutiérrez Hernández Ashley.

N.º 311162819.

Bertrand Russell, “Porque no soy cristiano”.

El libro se basa en una conferencia pública que fue el 6 de marzo de 1927 en Londres,
Inglaterra.

El discurso que expone Russell en “Por qué no soy cristiano” es constante e invariable de
principio a fin. Comenta y discute prácticamente todos los argumentos a favor de la
existencia de Dios. El argumento cosmológico, el argumento de la Ley Natural, el
teleológico, el ontológico y argumentos morales y expone los defectos de las enseñanzas
y moral de Jesucristo, en particular argumenta el que Jesucristo creyera en el infierno es
incompatible con la benevolencia de Dios. Russell afirma que la religión cristiana
organizada como Iglesia ha sido y es la principal enemiga del progreso moral en el
mundo, también que todas las religiones del mundo son falsas y dañinas y la religión que
acepta un hombre es la de la comunidad en que vive, lo que hace obvio que la influencia
del ambiente es lo que lo ha llevado a esa religión y no un poder sobre-humano.

La mayoría de las personas cree en Dios porque se les ha enseñado desde la más temprana
infancia a hacerlo, y ésta es la razón principal. Luego creo que la siguiente razón más
poderosa es el deseo de seguridad, una especie de sentimiento de que hay un gran
hermano que cuidará de uno. Esto juega un muy profundo papel en influir en los deseos
de las personas de creer en Dios. Al modo de pensar de Bertrand Russell, hay un muy
grave defecto en el carácter moral de Cristo, y es que creía en el infierno. Yo no siento
que ninguna persona que realmente sea profundamente humana pueda creer en un castigo
eterno. Ciertamente Cristo, tal como lo retratan los Evangelios, creía en el castigo eterno,
y uno encuentra repetidamente una furia vengativa hacia aquellos que no escuchaban sus
palabras.

También critica a la religión cristiana en su manera morbosa y antinatural de abordar la

sexualidad. Para la mujer, lo mejor es la virginidad o de lo contrario, entonces se les
permite el matrimonio.

En fin, el eminente erudito Bertrand Russel, desarma por medio de argumentos lógicos e
históricos no solo a la iglesia y religión cristianas, sino a cualquier otra religión. Russell
concluye: Es mi opinión que la religión se basa principalmente en el miedo. Parte de ella
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es el terror a lo desconocido, y parte, como ya he dicho, el deseo de sentir la presencia de
una especie de hermano mayor que nos acompañe en todo momento y nos ayude en
nuestros problemas y disputa. Lo que un buen mundo necesita es conocimiento,
compasión, y coraje. Lo que no necesita es la prolongación de los odios de nuestro pasado,
ni las riendas al libre desarrollo de la inteligencia que crean las palabras pronunciadas
hace siglos por un grupo de hombres ignorantes.

Básicamente, por causas emocionales. Se suele decir que no debe atacarse la religión
porque ella hace virtuosos a los seres humanos. Sin embargo, la evidencia histórica
muestra lo contrario: mientras mayor ha sido el fanatismo religioso, los hombres han sido
capaces de una mayor crueldad. En general, las iglesias organizadas han sido las
principales enemigas del progreso moral, ya que su noción de moralidad se reduce a
estrechas reglas de conducta que no promueven la felicidad humana, sino el sufrimiento.
En ese sentido, el fundamento de la religión es el miedo, sobre todo en su forma de miedo
a lo desconocido. Y el miedo es padre de la crueldad, por ello no es de extrañar que
crueldad y religión vayan de la mano.