LA GRAMATICA DE DIK Y LAS TEORIAS FUNCIONALES DEL LENGUAJE

Estructuralismo y generativismo.

El final del siglo XIX estuvo marcado x el agotamiento del comparativismo lingüístico (Leipzing)
superado por Humboldt y Boas y Sapir. Surgió en el primer cuarto del siglo un movimiento
cuya meta principal fue el logro de la independencia de la ciencia lingüística: el
estructuralismo. El estructuralismo europeo y su variante norteamericana dominaron el
panorama lingüístico durante la primera mitad del siglo XX. Su indiscutible aporte a la ciencia
fue el establecimiento de las bases metodológicas necesarias para el posterior desarrollo de la
disciplina. Saussure figura clave.

Unos años más tardes Bloomfield propuso un orden de estudio de las subáreas de la
lingüística. El lingüista debe avanzar en el estudio de su disciplina siguiendo estos pasos: en
primer lugar, deben estudiarse los sonidos de una lengua; luego ese establecerá el sistema
fonológico, luego el investigador ha de concentrarse en la morfología y por último en la
sintaxis. Por último, abordara el problema de la historia de la lengua. La preocupación principal
de Bloomfield es afianzar la base científica del estudio del lenguaje y, por esta razón, excluye
cualquier aproximación intuitiva al problema del significado. Chomsky mostrara una
preocupación por aportar datos empíricos relevantes y en definitiva por favorecer una
lingüística de rango científico.

Chomsky también en un primer momento excluyo el significado.

El funcionalismo norteamericano: Givon y Foley y Van Valin.

Chomsky está interesado en la regularidad en el lenguaje. Sin embargo, formulo junto con el
principio de autonomía de la sintaxis, el postulado metodológico conocido como el PRINCIPIO
DE LA DEPENDENCIA DE LAS REGLAS según el cual todas las estructuras lingüísticas son
dependientes del contexto en que aparecen.

La aportación principal de Chomsky consistió en insistir en situar el problema de la adquisición

en el centro de la discusión lingüística (Problema de Platón).

En aspectos de la teoría de la sintaxis Chomsky recupera la vieja aspiración racionalista de

elaborar una gramática común que pudiera ser aplicada a las lenguas particulares. Chomsky
modifica la propuesta al distinguir entre universales lingüísticos sustantivos (metalenguaje
usado por los lingüistas) y universales lingüísticos formales, que, en su modelo, coinciden con
las reglas, principios y componentes de la gramática generativa.

Greemberg (1966) comenzó los estudios de tipología lingüística, los cuales, desde entonces, se
han centrado principalmente en la formulación de implicaciones universales del tipo
morfosintáctico, como, por ejemplo, la de que si una lengua opta por el orden básico sujeto-
verbo-objeto dicha lengua prefiere el orden preposicional al proposicional. La etnografía
representada por Boas y Sapir y los programas de investigación de las lenguas indígenas
norteamericanas son la base común de greenberg y Chomsky.

1979 Givon publico ON UNDERSTANDING GRAMMAR el primero de una serie de trabajos que
han destacado por proporcionar argumentos antiformalistas y por presentar pruebas
empíricas que demuestran la motivación funcional de las estructuras gramaticales. Givon
enfrenta los problemas de la relación forma-función. Redefine el concepto de la competencia
comunicativa del hablante de una lengua natural por medio de la imposición de un meta
criterio de adecuación, que establece que la gramática debe ser un instrumento de producción
de discurso coherente. Givon se remonta al estructuralismo para referirse a los 3 dogmas de
los que la tradición funcional debe alejarse:

1. El dogma de la arbitrariedad según el que el significante del signo lingüístico es

arbitrario respecto a su correlato mental: el significado.
2. El dogma de la idealización, que establece que el sistema ideal, la lengua, debe ser el
objeto de estudio de los lingüistas con la consiguiente exclusión de la realización del
sistema: el habla.
3. El dogma de la segregación, que estipula que la dimensión sincrónica y diacrónica de la
lengua deben estudiarse por separado.

La gramática funcional tipológica postula el ISOMORFISMO o correlación entre FORMA y

FUNCION.