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Taller de poesía
Martín de Souza - Pasaje Dardo Rocha
El sapo
Poética
Al pie del agua de un verde inmóvil
había un sapo que dulcemente vi La poesía no nace.
hace tiempo, en un verano, Está allí, al alcance
y su forma contenía un posible mundo de toda boca
desconocido, quizás semejante para ser doblada, repetida, citada
a los vastos cielos de diciembre. total y textualmente.
Pero el cielo mismo no se comprende en Usted, al despertarse esta mañana,
absoluto./ vio cosas, aquí y allá,
Estaba allí, reposado en la placidez objetos, por ejemplo.
de su propia y espesa materia palpitante, Sobre su mesa de luz
sensato como todas las cosas digamos que vio una lámpara,
que desde su centro aguardan una radio portátil, una taza azul.
la disolución de sí mismas. Vio cada cosa solitaria
Me detuve y logré Y vio su conjunto.
alcanzar sus ojos con los míos Todo eso ya tenía nombre.
y pensé que, sin duda, Lo hubiera escrito así.
la perplejidad de ser estaba superada. ¿Necesitaba otro lenguaje,
Consideré inútil otro otra mano, otro par de ojos, otra flauta?
conocimiento. El sapo alcanzaba No agregue. No distorsione.
una región más vasta, No cambie
no extraña precisamente sino la música de lugar.
ajena, una manera Poesía
de sobrevivir lo exactamente necesario. es lo que se está viendo.
Precipitado, aventurado a la existencia,
como un sapo simplemente, más allá (Señales de una causa personal, 1977)
de la belleza
que da paz y enloquece a los hombres
el único significado de todo eso
era la tranquila complacencia
de la húmeda piel verdosa,
vistiendo a un dios obstinado
en la razón secreta de sí mismo
Me inundó un colmado sosiego
y desmentí
la náusea y la muchedumbre de sabios
que desde Thales de Mileto
inclinan hacia el error
el tumulto precipitado bajo la frente.
Ante esa vana fatiga
permanecía idéntico a sí mismo
e infatigable además
el sapo que dulcemente vi
hace tiempo, en un verano.
(Nuestros días mortales, 1958)
Alejandra Pizarnik(1936-1972)
5
por un minuto de vida breve (todo lo que se puede decir es mentira)
única de ojos abiertos el resto es silencio
por un minuto de ver sólo que el silencio no existe
en el cerebro flores pequeñas
danzando como palabras en la boca de un no
mudo/ las palabras no hacen el amor
(Árbol de Diana, 1962) hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
6 si digo pan ¿comeré?
ella se desnuda en el paraíso en esta noche en este mundo
de su memoria extraordinario silencio el de esta noche
ella desconoce el feroz destino lo que pasa con el alma es que no se ve
de sus visiones lo que pasa con la mente es que no se ve
ella tiene miedo de no saber nombrar lo que pasa con el espíritu es que no se ve.
lo que no existe ¿de dónde viene esta conspiración de
(Árbol de Diana, 1962) invisibilidades?/
ninguna palabra es visible
13 sombras
explicar con palabras de este mundo recintos viscosos donde se oculta
que partió de mí un barco llevándome la piedra de la locura
(Árbol de Diana, 1962) corredores negros
los he recorrido todos
23 ¡oh quédate un poco más entre nosotros!
una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo mi persona está herida
mi primera persona del singular
la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos escribo como quien con un cuchillo alzado en
(Árbol de Diana, 1962) la oscuridad/
escribo como estoy diciendo
la sinceridad absoluta continuaría siendo
En esta noche, en este mundo lo imposible
a Martha Isabel Moia ¡oh quédate un poco más entre nosotros!
hablo
sabiendo que no se trata de eso
siempre no se trata de eso
oh ayúdame a escribir el poema más
prescindible /
el que no sirva ni para
ser inservible
ayúdame a escribir palabra
en esta noche en este mundo
(En Árbol de fuego, Caracas, 45, diciembre
de 1971)
Mirta Rosenberg(1951- )
Lunes 22
donde algo tuyo,
Principalmente el yo, Lengua,
sin metáfora es molesto, Lengua, seguirá lloviendo
pura voz, en estas lluvias todavía,
de tu boca a la mía
y grita.
De tu boca a la mía.
Su advertencia inflamada (El arte de perder, 1998)
irrita a quien es Lengua Cuidada
como vos, ¿ves?: se es
lo que se dice ser,
y a otra cosa, o se es nada.
y de la fuerza
de la costumbre.
Pero si digo
“líquido como un beso
es el sonido de tus palabras”,
soy consuelo del sentido,
Naturaleza encantada...
Correr o ser
III
No son superficies planas
de curvados perfiles.
Son redondas,
ahusadas en el vértice.
IV
Tal como están modeladas
hay porciones de azul.
Una tiesa hoja seca cuelga
del vástago.
V
El amarillo resplandece,
brilla en distintos amarillos,
limones, verdes y naranjas
que florecen en la piel.
VI
Las sombras de las peras
son burbujas sobre el verde mantel.
Las peras no se ven
como el observador quiere.
I
Entre veinte nevados montes
Lo único móvil
Era el ojo del mirlo.
II
Yo era de tres opiniones,
Como un árbol
Sobre el que se posan tres mirlos.
William Carlos Williams(1883-1963).
Retrato proletario
La carretilla roja
tanto depende
de
una carretilla
roja
reluciente de gotas
de lluvia