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GUÍA PARA LA PRESENTACIÓN DE

TRABAJOS ACADÉMICOS
Janet W. May
UNIVERSIDAD BÍBLICA
LATINOAMERICANA
San José, Costa Rica
2003
ii
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ................................................................................................. iii
Capítulo
I Elementos de la presentación
...................................................................... 1
II Elementos de
redacción
............................................................................. 13
III Ejemplos de notas bibliográficas
y de referencias bibliográficas
según el método tradicional y
el método pare
ntético ............................. 47
IV Trabajos escrit
os típico
s ............................................................................ 65
V Elementos del diseño de la tesina o la tesis
............................................. 72
VI Elementos particulares de
la tesina y la
tesis .......................................... 83
Apéndices
....................................................................................................... 109
1. Temas interesantes para investigar
.......................................................................... 110
2. Tesinas y tesis aprobadas
........................................................................................ 113
3. Un diseño de tesis de la Escuela de Ciencias Teológicas
........................................ 115
4. Un diseño de tesis de la Escuela de Ciencias Bíblicas
............................................. 124
5. Reglamentos para el diseño de tesina
...................................................................... 130
6. Reglamentos para el diseño de tesis de licenciatura
................................................ 134
7. Reglamentos para el diseño de tesis de maestría
.................................................... 142
8. Estilos preformateados
............................................................................................. 149
Bibliografía c
onsultada
.................................................................................. 151
Contenido de
tallado
....................................................................................... 154
iii
INTRODUCCIÓN
Este trabajo es resultado de la necesid
ad y la experiencia. Por un lado, el
estudiante o la estudiante necesita tener un cuaderno de consulta para desarrollar sus
tareas. Por el lado de la experiencia docente surge la necesidad de poder hacer referencia
a un documento útil para explicar reglas de redacción y la presentación de trabajos
escritos.
Aunque se sabe que existen otras publicaciones, la mayoría no reúnen los
requerimientos mínimos que pide la UB
L. Algunas están escritas en un lenguaje
inaccesible. Otras, desafortunadamente, están llenas de errores. Las hay completísimas,
pero demasiado caras e inalcanzables para nuestro estudiantado. Además, ninguna tiene
ejemplos bíblico-teológicos, por ser textos escritos para otras disciplinas.
Lo anterior justifica este compendio, el cual
fue hecho a partir de la idiosincrasia
académica de la UBL. Su elaboración requirió la consulta de muchas obras en español e
inglés. El contenido es producto de la experi
encia práctica y la consulta bibliográfica.
Aunque está dirigido al estudian
tado de la UBL y sus recintos, se espera que sea útil para
estudiantes de otras instituciones.
La organización de esta guía va de lo general y simple a lo más complejo. En el
primer capítulo, se encuentran los elementos bá
sicos de la presentación: el uso de hojas
de estilo, la estructura de oraciones, la estructura y clases de párrafos, entre otros temas.
En el segundo capítulo hay un resumen de los el
ementos de redacción: la ortografía, uso
de abreviaturas, y normas para la enumeraci
ón. En el tercer capítulo, se presenta una
colección de ejemplos de notas y referencias bibliográficas según dos estilos académicos
distintos: uno tradicional y el otro, más reci
ente, conocido como el estilo parentético. En
el cuarto capítulo se discuten diferentes ti
pos de trabajos escritos que podrían asignarse
en los distintos cursos: ensayos, informes y
monografías. Se dedica el sexto capítulo al
diseño de las tesinas y las tesis, por ser trabaj
os de mayor envergadura. Finalmente, en el
séptimo capítulo se encuentran ejemplos de elementos particulares de las tesinas y las
tesis. Se espera que esta guía sea útil en el trabajo de estudiantes y docentes.
Un documento escrito necesita apoyarse en la
experiencia de otros. Para esta guía
se han empleado diferentes fuentes bibliográf
icas de apoyo. Por ejemplo, para el capítulo
II (elementos de redacción) se ha usa
do, entre otros materiales, el módulo de
comunicación escrita del Seminario Anabautista Latinoamericano (SEMILLA). También
destaca el valioso aporte que hizo el Prof
. Francisco Mena en la elaboración de un
borrador inicial de un material de estudio
sobre comunicación escrita. De ese borrador,
voy a aprovechar bastante, empezando con estas observaciones:
Dado que este [material] está diseñado
para el trabajo ... de la UBL, es
muy importante poner mucha atención a
los ejemplos suministrados por
iv
los materiales que se aportan, ya
que [frecuentemente usted] no tendrá a
mano un o una docente que le pueda brindar apoyo en caso necesario.
También es importante señalar que la capacidad de comunicarse
fluidamente por escrito depende de la práctica y del esfuerzo de cada
persona. La práctica es la única vía
para aprender a redactar y está
condicionada a las aptitudes de la persona y a su perseverancia. El módulo,
por tanto, es un apoyo técnico para el desarrollo de tal aptitud, pero su
eficacia depende del interés de cada persona. Por eso le recomendamos
que, junto con la resolución de las tareas, procure realizar prácticas
adicionales escribiendo sobre cualquier cosa que le llame la atención, sin
preocuparse por el resultado final.
En principio, la redacción está compuesta por dos elementos centrales: la
descripción y el análisis. La descripción es el ejercicio de explicar los
diferentes aspectos y las diferentes
personas involucradas en una situación
particular. Al describir un objeto o una
situación, usted está tratando de
comunicar a otras personas lo que uste
d ve, las partes que constituyen tal
objeto o situación, su dinámica y otros aspectos. A diferencia, el análisis
es un proceso más complejo, en el cual
quien escribe trata de mostrar las
causas y relaciones profundas del objeto o situación con otros
acontecimientos, o con su vida particular o con la comunidad.
Por esta razón, las redacciones que usted vaya elaborando
independientemente del módulo podrían
empezar por describir objetos y
situaciones de su entorno cotidia
no. Por ejemplo, acerca del trabajo
eclesial o secular que usted realiza podr
ía escribir: en qué consiste ese
trabajo, quiénes están involucrados, dónde y cuándo usted lo realiza, cómo
se siente trabajando en esto, cómo le h
acen sentir en su casa o en su iglesia
por el trabajo que realiza. Estos serían algunos de los componentes de la
descripción, los cuales deben ir seguidos
del análisis: por qué usted realiza
ese trabajo, cuáles son sus objetivos
al hacerlo, qué desea lograr, y otras
reflexiones.
El trabajo de poner algo por escrito está
constituido por el deseo de contar
lo que a usted le está pasando, su intimidad, sus anhelos y frustraciones.
En un segundo nivel, usted podrá ir an
alizando diferentes situaciones y
encontrando las relaciones entre ellas y
sus causas. Así usted pasa de la
descripción y análisis de lo cotidiano a exponer conclusiones más
profundas y abstractas, producto de
su reflexión y de los diversos
instrumentos conceptuales que el estudio de la teología le va aportando.
Su capacidad de redactar, en consecuencia, depende de varios procesos
que se estarán dando al mismo tiempo:
a) De su deseo y voluntad de estudiar
teología, deseo que le ayudará, entre
más fuerte sea, a ir superando obstácu
los de comprensión, o que surgen a
causa de las acciones concretas que emprenda;
b) Del ejercicio de comunicar por escrito diferentes aspectos de ese proceso;
v
c) Del desarrollo de su proceso de
formación por medio de los diferentes
cursos que componen el currículum y que le darán instrumentos más
precisos para el análisis de una situación o de un objeto de estudio;
d) De su aptitud y disciplina invertidos
en la puesta por escrito de este
proceso; y
e) Del compromiso eclesial y humano que le ha movido para desarrollar esta
carrera.
El ejercicio de la comunicación escr
ita es un proceso individual que le
permitirá expresar lo que usted como persona que desarrolla una carrera
universitaria vive y piensa con el propósito de cultivar la madurez de su
comunidad de fe (Mena s.f., 1-2).
Para terminar, quisiera agradecer a las personas que han contribuido a este
material con sus lecturas, sugerencias, co
mentarios y apoyo: Roy May, Otto Minera,
Edwin Mora, Victorio Araya, Arturo Piedra
, Daniel Bonilla, Damaris Álvarez, Angel
Román e Irene Foulkes: ¡muchísimas gracias!
CAPÍTULO I
ELEMENTOS DE LA PRESENTACIÓN
A. El poder creador de la palabra
La presentación correcta de un trabajo
es más que un asunto estético. Afecta la
claridad de las ideas. El propósito de escrib
ir es que otra persona lea. Por eso, hay que
escribir pensando en facilitarl
e la lectura a alguien que no
conoce el tema del escrito. La
estructuración clara, la ortografía y la punt
uación correctas son herramientas básicas para
lograr esto. El Prof. Fran
cisco Mena lo expresa en
la reflexión siguiente.
El poder creador de la palabra
1. La palabra como producto comunitario y constructora de comunidad
Del mismo modo en que el ser humano
necesita comer, dormir o amar y
trabajar, así también necesita expresar
sus sentimientos o pensamientos por
medio de gestos o palabras
. Por esta razón,
más que un problema académico,
expresarse con claridad es un proble
ma humano. Tratamos de comunicar las
cosas que se están producie
ndo en nuestro interior pa
ra crear lazos comunitarios
con otras personas. Estos lazos, si bien
es cierto no se construyen únicamente
con palabras, son medios fundamentale
s en la construcci
ón de comunidad.
Los primeros sentimientos que surgen
al viajar a un país o región donde se
habla otro idioma distinto al nuestro,
son de impotencia y frustración: queremos
comer pero no sabemos como pedir lo
que deseamos, queremos comunicar lo que
sentimos pero nos vemos limitados porque
nuestras palabras no comunican lo que
está sucediendo en nosotros. Si esta s
ituación se extiende por un tiempo, nuestra
sensación es de soledad o abandono. Este
fue uno de los aspectos más duros de
superar para quienes se vieron en la ne
cesidad de emigrar a países de Norte
América o de Europa durante los años
de guerra en Centroamérica. Podemos
decir que volver al hogar, lu
ego de años de exilio, en un sentido, es recuperar el
habla.
2
Las palabras son sonidos o trazos qu
e dibujan vivencias cotidianas y
profundas de las comunidades humanas. El
idioma que un pueblo ha desarrollado
durante siglos o milenios expresa, por medio de estos sonidos o trazos, la
densidad de las experiencias de vida
que conforman su identidad. Hablar o
escribir es sacar a la luz lo que llevamos en nuestra intimidad y al mismo tiempo
cosernos a la historia de la comunidad
que nos formó. En consecuencia, hablar o
escribir no son las acciones de producir soni
do o de dibujar letras en sí, sino una
forma de expresar lo que somos
como personas individuales y como
comunidades. Arrancarle el idioma a una
comunidad e imponerle otro es, sin duda
alguna, destruir parte de la intimidad de
las personas que la in
tegran. Una de las
características más claras de los gobiernos
o instituciones represivas es callar a
quienes desean expresar el dolor que vive
n y a la vez que dibu
jar sus esperanzas.
Así, la censura, en este contexto, es
el instrumento de control más usado para
limitar el desarrollo de la
identidad de las y los indi
viduos, las comunidades y los
pueblos.
2. La palabra como poder creador
Dentro del contexto de la fe cristi
ana, entendemos que la Palabra de Dios
es un poder creador:
y dijo Dios: 'Hagamos al ser huma
no a nuestra imagen, como semejanza
nuestra.' . . . Creó, pues Dios al ser
humano a imagen suya a imagen de Dios
le creó, macho y hembra los creó. .
. . Vio Dios cuanto había hecho y todo
estaba muy bien (Gn 1.26-31).
La palabra de Dios aparec
e en este pasaje como poder creador, una fuerza de vida
que da forma a las cosas y a las personas.
En este caso, se muestra cómo el hablar
de Dios y el crear son sinónimos y por
eso podemos entender quién es El y cuál es
su deseo para con todo lo que ha creado:
la vida. Del mismo modo, el ser humano,
hecho a imagen de Dios, cuenta con la
capacidad de habl
ar, y del mismo modo,
con la capacidad de crear por medio de la pa
labra. Si bien es cierto, no está entre
nuestras capacidades decir a un puña
do de polvo "hágase un ser humano",
nuestras palabras sí tienen
el poder de crear vida en
otras personas al mismo
tiempo que pueden quitarla.
Las tradiciones sapienciales que está
n contenidas en la Biblia ponen gran
acento en este poder, a veces creador y a
veces destructor, de la palabra y los
instrumentos que la producen: la lengua y
la boca. En los dos textos siguientes,
tomados del libro de Proverbios, podemos observar esta fuerza de la palabra:
15.1 La suave respuesta quita la ira, pero
la palabra áspera aumenta el furor.
2 La lengua de los sabios embellece el
conocimiento, pero la boca de los
necios expresa insensatez.
3 Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los
buenos.
4 La lengua apacible es árbol de vida
, pero la perversidad en ella es
quebrantamiento de espíritu.
3
5 El insensato menosprecia la disciplina de
su padre, pero el que acepta la
reprensión llega a ser sagaz.
6 En la casa del justo hay muchas provi
siones, pero en la producción del
impío hay desbarajuste.
7 Los labios de los sabios esparcen
conocimiento; no así el corazón de los
necios.
16.23 El corazón del sabio ha
ce prudente su boca, y con sus labios aumenta el
saber.
24 Panal de miel son los dichos suaves
; son dulces al alma y saludables al
cuerpo.
25 Hay un camino que al hombre le par
ece derecho, pero que al final es
camino de muerte.
26 El apetito del trabajador es lo que
le obliga a trabajar, porque su boca lo
apremia.
27 El hombre indigno trama el mal, y en sus labios hay como fuego
abrasador.
Observamos en 16.23 la aparición
de otro elemento fundamental
relacionado con la palabra: el corazón. El
corazón es el lugar de la intimidad del
ser humano, donde las acciones y las palabras
tienen su raíz. Así, la persona sabia,
cuyo corazón es recto y justo, crea vi
da con su palabra; construye, abre
posibilidades. En conclusión, vemos
cómo emerge la palabra como un
instrumento que construye o destruye la
vida del ser humano y por tanto de la
comunidad.
Santiago también habla del poder de la
palabra (la lengua) por medio de
una imagen muy clara:
3.8 Pero ningún hombre puede domar su lengua; porque es un mal
incontrolable, llena de veneno mortal.
9 Con ella bendecimos al Señor y Padr
e, y con ella maldecimos a los
hombres, que han sido creados a la semejanza de Dios.
10 De la misma boca sale bendición y maldición. No puede ser, hermanos
míos, que estas cosas sean así.
11 ¿Será posible que de un manantial brot
e agua dulce y amarga por la misma
abertura?
12 Hermanos míos, ¿puede la higuera
producir olivas, o la vid higos?
Tampoco una fuente de agua salada brota agua dulce.
5
En este módulo queremos trabajar con
el aspecto de la escritura para que
nuestra comunicación sea lo más clara
posible y permita a otras personas
interpretar más eficazmente lo que queremos decir.
4. Una ética de la escritura
Si aceptamos que la palabra va form
ando al ser humano y a la comunidad
y que esta es un poder creador de vida
o destructor de la misma, entonces,
cualquier comunicación está marcada por
una gran responsabilidad. Para quienes
trabajamos en iglesias y ocupamos cargos en
ellas, la palabra escrita debe ser un
esfuerzo orientado a la edificación de
l cuerpo de Cristo y en procura del
crecimiento de este cuerpo ha
sta la estatura de Jesús. No podemos darnos el lujo
de decir cualquier cosa, da
do que nuestras palabras inci
den en la formación de la
fe de la comunidad. Es preciso que capte
mos este poder de la palabra e invirtamos
en el proceso de comunicación lo que sea
necesario para que de ella nazca vida y
transforme la comunidad.
Una ética de la comunicación escrita
requiere el esfuerzo de quien
comunica por transmitir su propio crecimie
nto humano en la fe en Jesús. Por
ende, la comunicación escrita debe nacer de un profundo proceso de
discernimiento alimentado por una actitud
crítica tanto de la misma persona como
de la situación en la que escribe y hacia
la que escribe. La escritura se incorpora
así al proceso mismo de formación teológi
co-pastoral como un elemento de apoyo
a la construcción de la nueva persona en
Cristo y de la comunidad. (Mena s.f., 3-
6)
Tomando en cuenta la importancia de la
comunicación escrita en el quehacer
pastoral, en este capítulo inicial se tratan do
s aspectos básicos de los trabajos escritos: los
elementos estilísticos y los elementos té
cnicos de la presentación del escrito.
B. Elementos estilísticos
1. La buena redacción
La buena redacción de un tema se
caracteriza por dos elementos
principales: la coherencia en el desarro
llo y la precisión de los conceptos que la
persona desea comunicar. Cuando usted
escribe una carta para una persona
conocida, por ejemplo, la redacción de la
misma puede ir variando según el tema
o asunto en cada párrafo sin que eso sign
ifique un problema para quien la lee.
Esto se debe a que una carta es principalm
ente una puesta al día de las situaciones
cotidianas que quien escribe consider
e importante comunicar a una persona
particular. Podemos hablar en ella del
accidente de una tía, sobre cómo va el
trabajo, de las últimas noticias de la iglesi
a, de los planes futuros de la familia e
incluso contar algún chiste. Todo esto es
coherente, es decir,
tiene unidad, por el
hecho de la relación que nos une
a la persona que leerá la carta.
6
Un trabajo académico es totalmente dis
tinto. En él la coherencia nace del
desarrollo ordenado del tema que estamo
s trabajando. Esto significa un proceso
de organización, no sólo del tema, sino de
la investigación que hemos realizado
sobre él. Aunque esto lo estudiaremos con
mayor cuidado en [otras partes] de esta
guía, ahora nos intere
sa dar algunas pistas.
El tema sobre el cual redactarem
os nuestro trabajo teológico debe
ordenarse en secciones que, en su conj
unto, expresen nuestro punto de vista.
Nuestro punto de vista ha pasado por
un proceso de maduración luego de hacer
una serie de lecturas, de analizarlas y
reflexionar sobre ellas en relación con el
tema. En el caso de un texto bíblico,
además de las lecturas, tendríamos el
material aportado por el estudio exegét
ico del texto estudiado (Mena s.f., 10).
2. Formas estilísticas impropias
Hay formas de expresión común que no n
ecesariamente son las adecuadas para el
momento actual. También hay preferencias pe
rsonales, como en los dos casos siguientes.
a) La primera persona singular o plural
En el pasado, algunos autores y dictamin
adores de estilo académico decidieron
que era más apropiado escribir en tercera pe
rsona. Se ha hecho costumbre evitar el uso de
la primera persona singular y las formas simila
res en la redacción de trabajos de peso.
Tiene sentido cuando se considera que el us
o de “yo”, “me parece”, y “nosotros” puede
atraer atención sobre el autor
o la autora cuando es el pl
anteamiento expresado que debe
ser el enfoque de la red
acción. Según opina Armando Zubiza
rreta, un experto de técnicas
bibliográficas,
El tono personal, subjetivo, de prim
era persona, en principio y por lo
general, debe ser descartado. Sólo en
casos excepcionales puede ser usado, por
ejemplo en algunos momentos de la in
troducción cuando en algunas afirmaciones
esté comprometida, de manera directa e
inequívoca, la personalidad científica y
hasta humana del investigador. El tono de
la exposición cien
tífica suele estar
dado, en cambio, por las construcciones impersonales:
si se observa, es posible
afirmar, se ha considerado.
O, para variar, aparece, a
veces, el plural de primera
persona:
Hemos creído oportuno, creemos conveniente, muchas veces observamos
(1986, 152-153).
Es más claro y normal usar “yo” o “m
e parece” que “nosotros” cuando se habla
de una opinión personal, pero se debe rest
ringir su uso a momentos muy limitados. Y,
hay un momento apropiado para el uso de
“nosotros”: cuando un grupo identificable está
expresándose. Por ejemplo, un equipo pastoral
ha investigado la realidad de las madres
solteras en su congregación, para
responder mejor a las necesidad
es de ellas. Entonces, el
equipo, al rendir su informe, podría recurrir al
“nosotros”, sin que es
to suene pretencioso.
Sin embargo, siempre es necesario preguntarse
si no se está empleando una frase sobrante,
sea de primera persona singular o plural.
Sin embargo, Humberto Eco sugiere otra r
azón para recurrir al uso de "nosotros":
7
¿Yo o nosotros?
¿En la tesis se deben intr
oducir las opiniones personales
en primera persona? ¿Se puede decir "
yo pienso que ...? Algunos creen que es
más honrado hacerlo así en
lugar de utilizar el
plural mayestático
. No es así. Se
dice "nosotros" porque se supone que aque
llo que se afirma puede ser compartido
por los lectores. Escribir es un acto socia
l: yo escribo a fin de que tú que me lees
aceptes aquello que te propongo. Como máxi
mo se puede intentar evitar los
pronombres personales recurriendo a expres
iones más impersonales como: "por lo
tanto se puede concluir que, luego pare
ce seguro que, al llegar a este punto se
podría decir, es posible que, de lo cual se
deduce que, al examinar este texto se ve
que", etc. No es necesario
decir "el artículo que he
citado precedentemente",
tampoco "el artículo que hemos citado precedentemente" cuando basta con
escribir "el artículo citado precedentement
e". Pero os diré que se puede escribir
"el artículo citado precedentemente
nos
demuestra que", pues las expresiones de
este género no implican ninguna persona
lización del discurso científico (Eco
1999, 187).
Así que, el uso de referencias personales singul
ares o plurales es una
cuestión de estilo,
modestia, sentido común y de prácticas vari
adas. Lo más importante es evitar su uso en
situaciones donde no es necesario y restringir
su uso a los momentos en que su uso es
apropiado.
b) Forma pasiva o activa
Otra práctica que debemos cuestionar es el
uso casi exclusivo de la forma activa
en vez de la forma pasiva. A fin de escribir
de manera clara y elocuente, es necesario
recordar las cualidades valiosas que posee la
voz pasiva, por ejemplo, la de permitir que
se destaque el agente que realiza la acci
ón del verbo, por medio del complemento agente.
Ejemplo:
Los manuscritos antiguos fueron descubierto
s por el equipo de arqueólogos de la
Universidad Hebrea.
Hay que tomar en cuenta que el uso de
verbos activos o verbos pasivos puede
reflejar un trasfondo lingüístico distinto en
el hablante. Si la lengua materna del
estudiante o la estudiante pr
ivilegia la voz pasiva, esta característica puede aparecer
también en su redacción en castellano, idio
ma que demuestra una preferencia por la voz
activa. El sentido pasivo se expr
esa a menudo por el uso del pronombre
se
.
Ejemplo:
Se cometieron muchos abusos en el
transcurso de la investigación.
Hay factores personales que median en la
escogencia entre las formas activas o
pasivas del verbo en la redacción de
un documento académico, sobre todo cuando el
sujeto de la acción es la misma persona que
escribe. (Por ejempl
o: pienso que ... / se
piensa que ...) La preferencia por una u ot
ra forma puede reflejar la confianza en sí
misma, o falta de ella, de la persona, o bien
puede representar un estilo impersonal que el
autor o la autora considera más apropiado para un trabajo académico.
8
3. Consejos estilísticos
Por regla general, se puede segu
ir los consejos de Zubizarreta:
El estilo de la redacción, desde el punt
o de vista de la exactitud, deberá ser
directo, adecuado al objeto de la invest
igación, dentro de los límites del lenguaje
científico y del culto literario. Debe prefer
irse la sencillez y precisión en el léxico
y la simplicidad en la construcción si
ntáctica, empleando las palabras y giros
especializados de dichos niveles y, ha
sta donde sea posible, se preferirá emplear
frases simples y cortas, de modo que
la lectura del trabajo no produzca agobio.
Por lo regular, el lenguaje debe esta
r despojado de recursos literarios o
imaginativos como comparaciones, metáfo
ras y adjetivaciones recargadas, pero
esto no quiere decir, en modo alguno, que
estén condenados todos los recursos
literarios, porque, cuando son utilizados c
on un justo sentido del equilibrio y con
un propósito pedagógico, pueden y deben ser empleados. El límite de estos
recursos estará allí donde entren en c
onflicto con la necesidad de una rigurosa
exactitud científica (1986, 152).
Tomando en cuenta estos consejos generales,
podemos agregar unos consejos específicos.
a) Diga lo que tiene que decir.
Pregúntese qué es lo que quiere decir. Pi
ense antes de escribir. Algunas personas
piensan cuando abren la boca y
otras piensan ante un tecla
do. Al hablar y escribir, es
mejor saber exactamente qué quiere decir sin divagar.
b) Ordene sus ideas.
Haga un bosquejo de la estructura globa
l de su trabajo. Además, compruebe que
los sujetos y elementos descriptivos esté
n ordenados de tal forma que se eviten
confusiones, especialmente en oraciones larg
as o complejas. Las lectoras y los lectores
deben ser capaces de entender “qui
én le hizo qué a quién” si
n tener que leer una sección
u oración tres veces. Una manera de revisar los
escritos para asegurarse de la claridad es
leerlos en voz alta. Si al leer
el trabajo en voz alta este
no puede comprenderse, hay que
clarificar los pensamientos. También, si
una oración no puede leerse en una sola
aspiración, deberá ver si no es demasiado la
rga. A veces, es posible dividir una oración
compleja en dos o más oraciones senci
llas y así clarificar la comunicación.
c) Escriba lo más directo posible.
Aunque pueda escoger entre verbos acti
vos o pasivos, es recomendable que no
confunda las ideas con un chorro de palabras. La
sencillez tiene su propia elegancia. A la
vez, reconozca cuándo es importante suavizar un punto con un poco de diplomacia.
d) Defina claramente sus términos o conceptos claves.
Esto es especialmente importante en la
elaboración de monografías, tesinas y
tesis, pero no hace daño en otros trab
ajos. Por ejemplo, ¿qué quiere decir
“acompañamiento pastoral integral”, “m
achismo”, “paz”? Use los diccionarios
especializados y otras obras de referencia,
citas de autores claves y otras fuentes para
9
clarificar sus términos. En algunos trabajos
será importante inclui
r su propia definición
de un término clave para el desarrollo de su tema.
e) Agregue suficiente información para apoyar o aclarar sus ideas.
Al desarrollar una idea, use ejemplos
, definiciones y argumentos. Busque
suficiente información para comunicarse cl
aramente y reconozca cuándo ha dicho todo lo
que quería decir.
f) Evite frases subjetivas, generalizac
iones, frases trilladas, aumentativos, y
diminutivos.
Aquí están unos ejemplos estilísticos que
no contribuyen a un trabajo escrito serio:
ƒ
“Ese es un argumento muy pobre.” En vez de
esto, explique las deficiencias del
argumento.
ƒ
“Esta palabra chiquitita . .
.” Elimine esta clase de frases, que no ayudan nada.
ƒ
“Los miembros de la Iglesia San Crisósto
mo, participantes en este estudio, son muy
pobres.” En vez de esto, explique cuán
tas familias son, cuántas no tienen empleo
remunerado, a qué se dedican las otras
familias, su ingreso mensual promedio
comparado con el costo de la canasta básica
mensual, y otros factores para comprobar
la pobreza de la congregación.
ƒ
“El compromiso con la vida . . . ” Pu
ede ser que tenga un compromiso, pero ¿qué
significa, exactamente?
g) Use lenguaje inclusivo.
Escribir “hombre” como sustituto de
“hombres y mujeres” es una práctica
inaceptable en la UBL. Desafortunadamente,
no hay una solución sencilla. El uso del
guión (los/as) o de la arroba (@) son alternat
ivas de poco estilo literario y que perjudican,
no facilitan, la lectura. Busque expresarse
con palabras inclusivas
en todo trabajo. Por
ejemplo, a veces se puede escribir “las estudiantes y los estudiantes”, mientras que en
otro momento puede emplear “el estudianta
do”. En vez del hombre genérico, se puede
usar “la gente”, “los seres humanos”, “l
as personas”, u otro
s sinónimos. ¡Use su
creatividad!
h) Evite repeticiones, per
o repita cuando sea útil.
Cuídese de no usar una misma palabra mu
chas veces. Generalmente esto ocurre
con palabras como “pero”, “también” y “más”.
Sin embargo, si una palabra es necesaria
para la clara comunicación, entonces repítala.
i) Consulte el diccionario.
Es importante el uso correcto de las pala
bras. Use con frecuencia el diccionario, y
en especial cuando tenga dudas. Si bus
ca un sinónimo, recurra
a un diccionario de
sinónimos y antónimos.
10
j) Sepa concluir.
Con frecuencia, parece que el autor o la au
tora no sabe cómo concluir y vuelve a
un punto, o escribe cosas irreleva
ntes, pero nunca llega al fi
nal. Un trabajo escrito se
puede “rematar” mediante una sola oraci
ón o un párrafo que resuma el pensamiento.
k) Revise y vuelva a revisar.
Cuando haya terminado de escribir un tr
abajo académico, léalo. Ensaye maneras
de mejorarlo y de comunicarse más clar
amente. Sobre todo, bus
que los errores y
corríjalos. Si no, no se sorprenda que esas falt
as se tomen en cuenta a la hora de calificar
el trabajo.
C. Elementos técnicos
1. Plantillas
Cuando se escribe un documento usando la
computadora, es aconsejable trabajar
desde el inicio con una plantilla (hoja de
estilo) adaptada al trabajo académico. En el
Apéndice hay una lista de todos los estilos y
detalles de formato que se podría necesitar
para crear una plantilla
para la tesis o una plantilla para
trabajos escritos normales. Por lo
general, las diferencias de formato entre los tr
abajos de clase y las tesinas o tesis son muy
pequeñas. Por eso, en este documento nos re
feriremos a tareas en general. De los
elementos particulares a la monografía, tesis o te
sina se tratará en el
capítulo específico.
2. Márgenes y formatos generales
Para la mayoría de los trabajos académ
icos, se debe configurar el margen de
ambos en 2.54 cm (una pulgada). El espacio
interlineal en los trab
ajos corrientes puede
ser de renglón sencillo, pero en lo demás queda
igual que en la tesis o tesina. El estilo
para esto se llama
Texto tarea.
Aunque no es obligatorio, se sugiere un
encabezamiento sencillo en la primera
página de cada tarea:
Nombre:
Casillero:
Curso:
Tarea:
Fecha:
Con esta información, el o la docente puede
ver la información necesaria para anotar
correctamente la calificación y devolver fácilm
ente el documento. El
estilo para esto se
llama
Encabezamiento de tarea.
Por lo general, la primera página de
un trabajo escrito no se enumera. Para la
enumeración de páginas interiores, el número
se puede colocar en la esquina superior
derecha de la página, con números arábigos
(2, 3, 4). La hoja de estilo puede estar
configurado para hacerlo automáticamente.
11
3. Divisiones y subdivisiones
a) Estructuración
Hay dos formas de estructurar las di
visiones y subdivisiones. Una forma usa
números romanos, letras y números arábigos;
la otra usa solamente números arábigos. Es
importante usar ordenadamente la misma estruc
turación a lo largo de
todo el trabajo. Las
formas no se mezclan entre sí.
En la forma que incorpora letras, números
romanos y números arábigos, el título
del capítulo, que es la primera divisi
ón, se encabeza con el número romano en
mayúscula. Las subdivisiones del primer nivel
serían A, B, C, y subsiguientes, seguidos
por un punto. El segundo nivel se
ría 1, 2, y 3, seguidos por un
punto. El tercer nivel se
expresa en a), b), c), con un paréntesis a la der
echa, pero no a la izquierda. El cuarto nivel
sería (1), (2), (3), encerrado en paréntesis.
El quinto nivel sería (a), (b), (c), encerrado
entre paréntesis. El sexto nive
l sería i), ii), iii), o sea,
el número romano en minúscula,
seguido por el paréntesis de la derecha, pe
ro ninguno por la izquierda. La presente guía
ejemplifica esta forma.
En la notación que solamente emplea núme
ros arábigos, el título del capítulo o
primera división se encabeza con el número
arábigo: 1, 2 o 3. Las subdivisiones del
primer nivel serían 1.1, 1.2, 1.3 y subsiguien
tes, variando a 2.1, 2.2 y 2.3 para el segundo
capítulo, y 3.1, 3.2, 3.3 para el tercer
o. El segundo nivel sería 1.11, 1.12, 1.13 o 2.11,
2.12, 2.13, según el capítulo y subdivisión. El
tercer nivel se es
cribiría 1.111, 2.211,
3.221. El cuarto nivel sería 1.1111, 2.1311 3.3122,
y similares, según el capítulo y las
subdivisiones previas. En esta forma de
presentación no aparecen números romanos en
ninguna parte, ni en mayúscula ni minúscula.
b) Formato
Por lo general, los títulos principa
les en un trabajo extenso están un poco
separados del texto anterior. De
ben imprimirse en una letra más pequeña que la del título
del capítulo y de mayor tamaño que la del texto
corriente. Se usa el
estilo de letra, el
tamaño, negrita o cursiva para se
ñalar el nivel de subdivisión.
Hay estilos que se pueden emplear. Las
subdivisiones de primer orden pueden
imprimirse en el estilo
Subdivisión 1
, en Arial, tamaño 14, negrita, con una separación
entre el texto anterior y posterior. En las
subdivisiones de segundo or
den se puede usar el
estilo
Subdivisión 2
, en Arial, tamaño 12, negrita, c
on una separación entre el texto
anterior y posterior. Para la
s subdivisiones de tercer nive
l se puede utilizar el estilo
Subdivisión 3
,
en Arial, tamaño 12, cursiva, con una
separación entre el texto anterior y
posterior. Las subdivisiones de cuarto ni
vel pueden imprimirse con el estilo
Subdivisión
4
en Arial, tamaño 12, sin negrita ni cursiva,
con una separación entre
el texto anterior y
posterior. Para el párrafo
normal el estilo se llama
Texto tarea
para trabajos normales y
Texto tesis
para monografías, tesinas y tesis. Ap
rovechar estos estilos ahorra mucho
esfuerzo al uniformar detalles de formato.
CAPÍTULO II
ELEMENTOS DE REDACCIÓN
A. Ortografía, abreviaturas y números
La información en esta sección sobre or
tografía, abreviaturas y números se
incluye para propósitos de consulta. Se
supone que la gran mayoría de las y los
estudiantes han aprendido a manejar bien la
s destrezas relacionadas. Para las personas
que desean fortalecer sus conocimientos, se
recomienda trabajar los ejercicios que se
proponen y buscar otras fuentes bibliográficas.
1. Aspectos generales
La ortografía es fundamental para un
a clara comunicación escrita. Una letra
equivocada por allí, una tilde fa
ltante por allá da la impr
esión de ignorancia o descuido.
Por ejemplo, piense en la diferencia entre
Dios se revela
y
Dios se rebela.
¡Una cosa es
afirmar que Dios se manifiesta
y otra que Dios está en re
beldía! Como en cualquier otro
escrito, el descuido no es aceptable en trabaj
os académicos y la ignor
ancia se ve como un
reto a superar. Hay que comunicar correcta
y claramente, y para eso la ortografía es
imprescindible. Por eso, es importante re
visar todo trabajo escrito, no importa cuán
pequeño sea, para eliminar todos los errores.
Esta opinión es comp
artida por el Profesor
Francisco Mena en la
siguiente reflexión.
La ortografía
Los idiomas están compuestos por tres
fuentes principales: el significado
de las palabras, la gramática (funciones y
relaciones de y entre las palabras), y la
ortografía (la forma de escribir las palabras
). En el capítulo anterior estudiamos la
gramática y ahora tomaremos el tiempo para
comprender la ortografía, es decir la
forma correcta de escribir las palabras. La
escritura de una palabra tiene que ver
en primer lugar con el sonido con que el
idioma construye la palabra. Este sonido
varía según la región en la que el idioma
es hablado y esto hace que palabras que
originalmente sonaban diferentes termin
en sonando igual, como, por ejemplo, la
forma en que pronunciamos en Latinoamérica
las palabras "casa" (edificio) y
"caza" (relativo a la
cacería). Cada grupo humano adapta
el idioma y le da rasgos
particulares. En el ejemplo anterior,
en España, por ejemplo, ambas palabras
tienen pronunciaciones diferent
es dado que la letra "z"
tiene un sonido distinto de
la letra "s", pero en Costa Rica no hacem
os ninguna distinción fonética (relativas
al sonido) entre ambas. Esta diferencia o semejanza de sonidos en las dos palabras
antes mencionadas podría ocasionar gr
aves problemas de comunicación, dado que
no es lo mismo decir "voy a la
casa" que "voy a la caza".
14
mano, antes de escribirlo en la computador
a. La tarea escrita en computadora debe
imprimirse y revisarse. Es aconsejable leer
la tarea en voz alta,
y seguir con cuidado la
puntuación escrita. Después de hacer las co
rrecciones que haya encontrado, debe hacer
una revisión final de ortografía y gramáti
ca en la computadora. Solamente después de
realizar estos pasos debe entregarse el trab
ajo escrito. Si no corrige su trabajo antes de
entregarla, no se enfade si su profesor o prof
esora lo devuelve para
la revisión debida o si
le rebaja la nota, porque usted mism
o no hizo lo que debió haber hecho.
Si aprovecha el programa de computadora pa
ra la revisión ortográfica, su trabajo
será mucho mas fácil.
3. El uso de mayúsculas
La mayúscula se usa para iniciar una
oración (después del punto final y 2
espacios) y en los nombres propios. Se usa mayús
cula al referirse a la
Biblia, libros de la
Biblia, atributos divinos, títulos de pers
onas cuando preceden un nombre, sobrenombres
de políticos o de dignatarios, nombres de in
stituciones, números romanos que indican los
siglos, o capítulos, congresos, títulos de
libros y artículos. Todos
estos se consideran
nombres propios. Obsérvese
que, en castellano, se usa mayúscula solamente en la
primera palabra del título de un libro o artícul
o. (No se debe imitar la norma que se aplica
en la redacción en inglés, de usar mayúscu
la en todas las palabras importantes de un
título).
Ejemplos:
Ö
Abran la Biblia. El texto para hoy se
encuentra en el libro de Juan.
Ö
San Francisco de Asís fue un santo medieval de Italia.
Ö
Enrique VIII fue el Rey de Inglaterra
que quería divorciar
se de Catalina de
Aragón.
Ö
Un libro reciente de la Dra. Elsa Tamez se llama
Cuando los horizontes se
cierran: relectura del libro
de Eclesiastés o Qohélet
.
Ö
Esta institución se llama Universidad Bíblica Latinoamericana.
4. Uso de letras particulares fácilmente confusas
a) Uso de la B
Se usa la B en:

Todos los verbos que tengan el sonido


final “bir”, excepto
servir, vivir y
hervir. Ejemplos: percibir, escribir, concebir.

Conjugaciones de los verbos que terminan en –ber, –ba, –bais, –ban.


Ejemplos: saber, beber, contaba, alej
aba, llegabais, jugabais, platicaban,
gritaban.

Algunas formas del verbo ir. Ejemplos: iban, íbamos.

Vocablos que inician con bibl–.


Ejemplos: biblioteca, Biblia.

Las sílabas bu–, bur– y bus–. Ejemplos: bueno, burro, buscar.


15

Palabras que terminan en –bundo,


–bunda, –bilidad. Ejemplos: vagabundo,
vagabunda, habilidad.

El sonido que precede a otra consonante


(bla, blu, bra, bre, bro). Ejemplos:
hablador, blusa, brazo, brea, bronce.

Los prefijos bi–, bis–, biz–, bien–, y en


las derivaciones de estas palabras.
Ejemplos: binomio, bisiesto, bizcocho, bienestar.
b) Uso de la V
Se usa la letra V en:

Palabras que se inician con ad–. Ejem


plos: adviento, adverbio, advertencia.
Algunas formas del verbo ir. Ejemplos: ve, voy, vaya, vamos, vinimos.

Adjetivos que terminan con –ava, –a


ve, –avo, –eva, –evo, –eve, –iva, –ivo.
Ejemplos: octava, grave, esclavo, nu
eva, renuevo, llueve, activa, activo.

Los prefijos vice–, villa–, villar–.


Ejemplos: vicerrector, Villarreal.

Palabras que terminan con –viro, –vi


lla, –ivoro, –ívara
(excepto por la
víbora). Ejemplos: omnivoro, herbivoro.

Verbos que terminan con –servar o –ve


rsar. Ejemplos: observar, conversar.

Después de la letras B, D, y N en
palabras donde las dos aparecen juntas.
Ejemplos: obvio, advertir, anverso.

Palabras compuestas o derivadas de


una raíz que contenga V. Ejemplos:
revuelve, inconveniente.
c) Uso de la B y de la V (homófonas)
Hay que tener cuidado con palabras que
suenan igual pero tienen significados
distintos.
Ejemplos:
revelar – rebelar: Dios se revela, no se rebela.
bote – vote: Jesús estuvo en un bote en el
mar de Galilea. Bote la basura.
Vote por la dirigente de la sociedad femenil.
basta – vasta: Basta una página para
la tarea. Las posibilidades son vastas.
bello – vello: La mujer es bella. Quita el vello del durazno.
cabe – cave: Caben tres personas más en
el carro. Hay que cavar en la tierra
para encontrar las raíces.
grabe – grave: Grabe esta inscripción
en la placa. El señor está grave.
tuvo – tubo : El profesor tuvo que salir. El tubo del agua se rompió.
hierva – hierba: En las alturas, el a
gua hierve a una temperatura más baja.
Cuídese de no arrancar las hi
erbas medicinales del jardín
cuando haga la limpieza.
16
d) Uso de la C y de la CC
Se usa la C:

En palabras con el sonido k. Ejempl


os: casa, coco, concha, culantro.

Donde las vocales e, i, son precedidas


por el sonido de
z. Ejemplos: cerrar,
traducir.

En algunas palabras en que la c


o la z son aceptables. Ejemplos:
ázimo/ácimo.

En la forma plural de palabras que


terminan con z. Ejemplos: paz/paces,
pez/peces.

Se escribe con CC una palabra si se de


riva de otra que termina con –tor,
precedida del sonido k. Ejemplos
: lector/lección, actor/acción.

Se usa c cuando una palabra se deriva


de otra que termina en –dor o –tor, y
no es precedida por el soni
do k. Ejemplos: fundador/función,
redentor/redención, cantor/canción.
e) Uso de la S y de la X
Se usa la X cuando:

La palabra empieza con la preposici


ón ex– que significa un cargo u oficio
que se ejerció antes. Con el uso de e
x– para significar
“antes”, el prefijo
suele estar separado de la palabra po
r un guión. Si la combinación ex/es– no
significa “anterior”, se escribe es–.
Ejemplos: ex-docente, ex-alumno, ex-
canciller, estrógeno, especial.

Con el prefijo extra– cu


ando significa “fuera de”.
Cuando extra– no significa
“fuera de”, se escribe estra–. Ejem
plos: extraordinario, extraterrestre,
estrategia.
Aquí hay una lista de palabr
as que utilizan la letra X:
anexo
aproximar
ataxia
auxiliar
auxilio
axila
axioma
axis
bauxita
boxeo
claxon
clímax
complexión
conexión
contexto
convexo
coxígea
coxis
crucifixión
dislexia
dux
elixir
exceder
excelencia
exclusivo
excremento
extinguir
extranjero
extremaunción
extremeño
extremidad
exvoto
fénix
flexible
flexión
galaxia
genuflexión
heterodoxo
inexpugnable
inextinguible
inextricable
inflexión
intoxicar
irreflexión
laxante
léxico
luxación
marxismo
maxilar
máxima
máxime
máximo
mixto
mixtura
nexo
ónix
ortodoxo
oxígeno
paroxismo
plexo
17
proxeneta
próximo
reflexionar
reflexivo
saxofón
sexagenario
sexagésimo
sexteto
sextuplicado
sexual
taxativo
taxi
taxímetro
textil
texto
textura
tórax
tóxico
xenofobia
xerigrafía
xilófono
yuxtaponer
f) Uso de la Z
La forma del singular de una palabra se
escribe con Z al final cuando su forma
plural termina con –ces.
Ejemplos:
vez/veces, cruz/cruces, paz/paces.
g) Uso de la D
Se usa la D en los siguientes casos:

Al final de una palabra cuando su plural termina en –des. Ejemplos:


Paredes/pared, habi
lidades/habilidad.

En el verbo en segunda persona del pl


ural del imperativo. Ejemplos: elegid,
oíd, advertid, cumplid.
h) Uso de la G
Aunque hay otras palabras que se escr
iben con G, éstas reglas ayudarán en
muchos casos:

Cuando la G con e o i tiene un sonido


gutural fuerte, se escribe –gue– o
–gui–. Ejemplos: guerra, guitarra. Cua
ndo la combinación ocurre en medio
de la palabra se agregan dos puntos s
obre la u. Ejemplos: cigüeña, lingüista.

Se escriben con G las palabras que


empiezan con geo–. Ejemplos: geografía,
geología.

Se escriben con G las palabras que


terminan con –gen, –gélico, –genario, –
genio, –geneo, –génico, –génito, –gesima
l, –gésimo, –gético, –gia, –gio, –
gión, –gional, –gionario, –gioso, –girico
(singular y plural, masculino y
femenino). Ejemplos: imagen, angélic
o, octogenario, ingenio, primogénito,
quintagesimal, vigésimo, apologético,
apología, regio, religión, regional,
legionario, religiosas.

Se escriben con G las terminaciones –ge


r, –gir e –igerar de los infinitivos.
Ejemplos: recoger, fingir, refrigerar.
i) Uso de la J
Se escribe la J:

En combinación con las vocales a,


o, u. Ejemplos: jabón, jocote, júbilo.

En la terminación –jería. Ejemplos: relojería, consejería.


18

Cuando los infinitivos contienen la le


tra J. Ejemplos: trabajar/trabajo,
aconsejar/consejo.

Con los verbos en que ocurre el soni


do –je– o –ji–. Ejemplos: zanjear, tejer.

Si los infinitivos no contienen G ni J. Ejemplos: decir/dijimos,


traducir/tradujimos.

Los derivados de palabras que contie


nen J se escriben con J. Ejemplos:
trabajar/trabaje, caja/cajita.
j) Uso de la H
Se escribe la H en:

Palabras que empiezan por hidr–, hi


per–, hipo–, hue–, hecto–, hepta–, hexa–,
y hemi–. Con excepción de los deriva
dos de hueso, huevo, hueco y huérfano.
Ejemplos: hidrógeno, hipérbole, hipó
tesis, huevo, hectárea, hexagrama,
hemisferio.

Derivados de palabras que empiezan


con H. Ejemplos: huelga/huelguista,
honra/honrado.

Todos los verbos cuya forma infinitiva


inicia con H. Ejemplos: hacer/hizo,
hojear/hojeado.

Algunas exclamaciones. Ejemplos: ¡hola!, ¡oh!


Tenga cuidado con palabras que suenan i
gual pero tienen significados distintos.
Ejemplos
a/ha: Vamos a leer; él ha leído.
aprender/aprehender: El estudiante tuvo
que aprender cómo aprehender la soga.
ética/hética: La ética es un proceso
de reflexión moral. El enfermo se
consume por la hética.
reusar/rehusar: Los docente
s se rehusaron a reusar
los platos desechables.
deshecho/desecho: Los desechos de la
comida fueron tirados al basurero. El
trabajo de tejido fue deshecho por Penélope.
ora/hora: Ora por mi a la hora de mi defensa de tesis.
k) Uso de la I y de la Y

Al inicio de una palabra,


si la segunda letra es cons
onante, se usa I latina. Si
la segunda letra es un vocal, se escrib
e con Y griega. Ejemplos: ilustración,
Ignacio, yegua, yute.

Al final de la palabra, si la última le


tra es acentuada, se escribe con I y si no
es acentuada, se escribe con Y. Ejemplos: reí, comí, rey, buey.
19

Se usa Y para las palabras plurales que


en su forma singular terminan con Y.
Ejemplos: ley/leyes, rey/reyes, buey/bueyes.

Cuando la palabra siguiente no empieza


con la letra I, la palabra “y” se
escribe Y. Ejemplo: ¿Y qué?, ¿Y cuál?

En el caso de que la palabra siguiente empiece con la letra I, la palabra “y”


se cambia a “e”. Ejemplos: escrito e ilustrado, copiando e imitando.

Se escribe Y en los tiempos de los


verbos en que ocurra este sonido.
Ejemplos: creyendo, oye.

Se usa Y si los infinitivos no con


tienen Y ni LL. Ejemplos: caer/cayó,
oír/oyen.

Se emplea Y cuando la palabra empieza con yer–. Ejemplo: yerno.

Se escribe Y para la sílaba –ye


c–. Ejemplos: introyección, proyección,
inyección.

Se usa Y después de los prefijos


ad–, dis–, sub–. Ejemplos: adyacente,
disyuntivo, subyugar.
l) Uso de la K y la Q
La letra K no es originaria del español.

En algunos casos, al incorporar una palabr


a de otro idioma al español, se ha
respetado su ortografía orig
inal. Ejemplos: kilómetro, kurdo.

En otros casos, se ha adaptado la ort


ografía al equivalente en el sistema
ortográfico español o aceptado dos manera
s de escribir la misma palabra. Se
usa la combinación QU para representar
el sonido K, con las vocales e, i.
Ejemplos: quiosco/kiosko, aquí, quiero.
m) Uso de la LL
Excepto por
plebeyo
y
leguleyo
, el sonido –elle, –alle, –ello, –illo, –illa y sus
formas plurales se escriben con LL
.
Ejemplos: doncella, calle, camello, chiquilla, parrilla
Cuidado con:
boyero/bollero: En San Antonio de Escaz
ú, se hace una gran celebración el Día
del Boyero. Compra diez bollos del bollero, por favor.
cayado/callado: El cayado desapareció de
su sitio y todos se quedaron callados.
maya/malla: Muchas personas de Guatemala pertenecen a la cultura Maya.
El portón fue cerrado con malla.
rayado/rallado: Este cuaderno tiene hoja
s rayadas. El repollo fue rallado para
añadirlo a la ensalada.
n) Uso de la M y de la N
Antes de B y P, se usa la M, no la N.
20
Ejemplos:
Ö
ambigüedad, ambición, cambatir, ejemplar, acampar, emplear.
o) Uso de la R y de la RR
La R tiene dos sonidos, uno fuerte y otro su
ave. Por lo general, el sonido fuerte se
representa con RR y el sonido suave con
R. Ejemplos: ocurre, carro, pero, para.
Sin embargo, en muchos casos éstas reglas ayudarán:

Al principio o al final de una palabra,


aunque el sonido es
fuerte, se escribe
con R. Ejemplos: robo, radar, risa, cargar, mecer.

Cuando el sonido está precedido por L, N,


o S, se escribe con R. Ejemplos:
alrededor, honrada, Israel.

Cuando el sonido ocurre entre dos vocal


es, en palabras compuestas, aunque
en su forma original tenga sólo R, se usa RR. Ejemplos: vicerrector,
costarricense, grecorromano.

Algunas palabras compuestas no se escrib


en como una sola
palabra, sino con
guión. Ejemplo: greco-romano, vice-rector.
p) Uso de la W
La letra W no es original al español.

Como en otros casos, en


algunas palabras se ha respetado su ortografía
original. Esto ha ocurrido mayormente
en casos de nombres de personas o
lugares, y de palabras procedentes
del alemán o inglés. Ejemplos: Walter,
Washington.

En otros casos, se ha adaptado la ortogr


afía al sonido similar en el español.
Ejemplos: vagón, vals.
21
5. Abreviaturas de los libros de la Biblia
La lista siguiente está tomada de
Dios Habla Hoy, La Biblia con
deuterocanónicos,
Versión popular
.
1979. Traducción bajo la di
rección de las Sociedades
Bíblicas Unidas. s.l.: Sociedades Bíblicas Unidas, p. viii.
Abdías Abd
Amós Am
Apocalipsis Ap
Baruc Bar
Cantares Cnt
Colosensens Col
1 Corintios 1 Co
2 Corintios 2 Co
1 Crónicas 1 Cr
2 Crónicas 2 Cr
Daniel Dn
Daniel (dc) Dn dc
Deuteronomio Dt
Eclesiastés Ec
Eclesiástico Eclo
Efesios Ef
Esdras Esd
Ester Est
Ester (gr) Est gr
Exodo Ex
Ezequiel Ez
Filemón Flm
Filipenses Fil
Génesis Gn
Gálatas Gá
Habacuc Hab
Hageo Hag
Hebreos He
Hechos Hch
Isaías Is
Jeremías Jr
Job Job
Joel Jl
Jonás Jon
Josué Jos
Juan Jn
1 Juan 1 Jn
2 Juan 2 Jn
3 Juan 3 Jn
Judas Jud
Judit Jdt
Jueces Jue
Lamentaciones Lm
Levítico Lv
Lucas Lc
1 Macabeos 1 Mac
2 Macabeos 2 Mac
Malaquías Mal
Marcos Mr
Mateo Mt
Miqueas Mi
Nahum Neh
Números Nm
Oseas Os
1 Pedro 1 Pe
2 Pedro 2 Pe
Proverbios Pr
1 Reyes 1 R
2 Reyes 2 R
Romanos Ro
Rut Rt
Sabiduría Sab
Salmos Sal
1 Samuel 1 S
2 Samuel 2 S
Santiago Stg
Sofonías Sof
1 Tesalonicenses 1 Ts
2 Tesalonicenses 2 Ts
1 Timoteo 1 Ti
2 Timoteo 2 Ti
Tito Tit
Tobit Tb
Zacarías Zac
23
exp. expediente
f. fecha.
ff. fechas
fig. o figs. figura o figuras
fol. o fols. folio folios
foll. cit. folleto citado
fotg. fotográfica
fots. fotostática
fr. fracción
grab. grabado
graf. gráfico
h. hoja
ibid
.
ibidem
el mismo autor pero diferente página
idem idem
el mismo autor y página igual
il. o ils. ilustración o ilustraciones
imp. impreso
impt. imprenta
índ. índice
ined. inédito
infra
abajo, vea más abajo, más adelante,
posteriormente
l. o ll. lugar o lugares
lam. o lams. lámina o láminas
lib. libro
lin. o lins. línea o líneas
loc. cit. locus citatum
en el pasaje referido, lugar citado
m. muerto
man.
manuale
manual
map. o maps. mapa o mapas
ms. o mss. manuscrito o manuscritos
mim. mimeografiado
n. nota
n. del a. nota del autor
n. del e. nota del editor
n. del t. nota del traductor
núm., nums., No. o
Nos.
número o números
ob. cit. obra citada
op. cit. opere citato
obra citada
p. o pp. página o páginas
paf. párrafo
pass. passim
en distintas partes, aquí y allá, dispersos,
indistintamente
p. ej. por ejemplo
post
véase más adelante
per. cit. periódico citado
pr. párrafo
pref. prefacio
pte. parte
24
r. recto
rev. cit. revista citada
s., ss., sig. o sigs. siguiente o siguientes
sic.
sicut
textual, así, así como
s.a. sin año
s.d.
sine data
sin data (sin lugar o fecha)
s.e.
sine edito
sin editor
s.f. sin fecha
s.l.
sine loco
sin lugar
s.p.i. sin pie de imprenta
s.n.
sine nomine
sin nombre
supra
arriba, vea más arriba, en la parte anterior,
anteriormente
t. o to. tomo
tes. cit. tesis citada
tip. tipografía
tit. título
tr. o trad. traducción
v. verso
ver. o vers. versículo o versículos
v.g. verbigracia
vid.
vide
véase
Vol., Vols., Vo., o Vos. volumen o volúmenes
y sig. y sigs. y siguiente o y siguientes
. . . elipsis (omisión de una parte)
[] indica que los datos dados no están en la
fuente que se está citando, sino agregados
por quién escribe el documento actual
(Bavarezco de Prieto 1979, 60-63 en Segreda y Araya 1984, 97-99)
7. Numerales cardinales y ordinales
Los dos artículos siguientes fu
eron publicados originalmente en
La Nación
(San
José, Costa Rica), el 13 y 20 de mayo de 2001, respectivamente. Agradecemos al autor,
Fernando Díez Lozada,
y el periódico
La Nación
por permitir su uso.
1. Numerales cardinales
Las palabras (formadas en la lengua es
crita por letras o
grafemas) son los
elementos propios del idioma. Las cifras
o guarismos son signos de otro sistema
semiológico, no lingüístico: la matemática. Si
n embargo, existe un indiscutible punto de
convergencia. En otras palabras, la gramá
tica tiene mucho que decir sobre las cifras
puesto que conforman sus categorías morfológi
cas de adjetivos y sustantivos numerales.
A lo largo de los tiempos, el idioma ha mostrado una constante de tolerancia en
cuanto al uso de guarismos –junto con su
s genuinos elementos: las palabras– para
expresar los conceptos numerales. Cinco junto
a 5; seiscientos frente a 600; cuatro mil
ochocientos veinticinco al lado de 4 825... In
cluso, nuestro idioma acepta –en casos muy
específicos– la utilización de números
romanos: siglo XX, Juan Pablo I, XXXV
aniversario... No obstante, esta flexibilidad idio
mática en el uso de cifras está regida por
25
ciertas normas que ha establ
ecido la gramática o se fundame
ntan en la praxis de los
escritores de prestigio. He aquí
algunas observaciones importantes.
a) Se recomienda utilizar letras para los
números de un solo dígito (uno, cuatro, nueve)
y cifras para las cantidades más altas
(125, 348, 5 321...). No obstante, se deben
emplear guarismos aun con números bajos
para conservar la uniformidad en una
sucesión. Ejemplo: En la reunión había
3
abogados,
15
médicos,
8
ingenieros y
12
profesores. (No sería apropi
ado: En la reunión había
tres
abogados,
15
médicos,
ocho
ingenieros y
12
profesores).
b) No deberán mezclarse en la expresión de
estos numerales cifras con letras. Por
ejemplo, no es adecuado escribir: tres m
il 400 ocho, sino 3 408; tampoco es lícito, p.
ej., escribir 3 mil (sino 3 000). Sí, en cam
bio, es correcto escribir 3 millones, 15
trillones, 300 billones ya que
millón, billón, trillón
... son, en realidad, sustantivos,
como lo prueba la preposición de que
requieren: 100 millones de dólares, 10 billones
de colones.
c) No debe olvidarse que, en nuestro idioma, un
billón
es un millón de millones (1 000
000 000 000), mientras que en el inglés americano
billion
significa mil millones (1
000 000 000).
d) A partir del
dieciséis
y hasta el
veintinueve
, los cardinales se escribirán en una sola
palabra (dieciséis y no diez y seis
; veintitrés y no veinte y tres...)
e) Se apocopan los numerales
uno
y
ciento
(un y cien), si
empre y cuando se
antepongan a un sustantivo: un día, cien
noches. Y ¿qué decir de los numerales
ordinales? Este puede ser
un tema para otra columna.
Fernando Díez Lozada,
La Nación,
13 – V – 2001, 16A.
2. Más sobre los números
Hablando de numerales cardinales, la
pasada semana, algo importante se nos
quedó en el tintero: El dicc
ionario de la Academia (y
otros) registra los numerales
docientos
[desusado] y
trecientos
(sin
s
antes de la
c
) y remiten, desde luego, a los
mucho más usuales
doscientos
y
trescientos
. Por razones etimológicas parece, incluso,
más propio escribir
docientos
y
trecientos
, de acuerdo con su origen latino (
ducenti,
trecenti
). Y, muy posiblemente, en los albores de
l castellano esa era la forma de escribir
esos dos números. Sin embargo, las
eses
finales de las cifras
dos
y
tres
ejercieron su
influjo en las centenas
docientos
y
trecientos
hasta el punto de
generalizarlas como
doscientos
y
trescientos
y casi desterrar las formas originales sin
s
.
El numeral ordinal indica orden o posición:
primero, octava, vigésimos,
trigésimas cuartas...
Puede abreviarse con el correspondi
ente cardinal o
cifra seguida de
punto y pequeñas vocales (
o
,
a
) o conjuntos
literales (
os
,
as
) –indicadores de género y
número– en la parte superior der
echa (estas letras se denominan
voladas
):
1.°, 7.ª, 165.°...
(primero, sétima, centésimo sexagésimo quinto...)
Para el uso de los numerales ordinales
deben tenerse en cuenta las siguientes
observaciones:
26
a) Los ordinales correspondientes al 11 y
al 12 (11.°, 12.°) son, respectivamente,
undécimo y duodécimo, y no decimoprimero y decimosegundo (mucho menos
doceavo y treceavo).
b) Por disposición académica –y así es costumbre en algunos países– podrá eliminarse
la p de séptimo (sétimo, decimosétimo).
c) Los numerales ordinales podrán sustituirse por cardinales a partir de centésimo:
Trescientos cincuenta aniversario, frente
a tricentésimo quincuagésimo aniversario;
año mil novecientos noventa y ocho fren
te a año milésimo noningentésimo
nonagésimo octavo...
d) Debe rechazarse el uso de los numerales
partitivos (veinteavo, doceavo, trescientos
cincuentavo...) para expresar números ordi
nales: "Estamos cel
ebrando el veinteavo
(debe decirse vigésimo) aniversario..."
e) De decimotercero a decimonoveno se escrib
e en una sola pala
bra. Se escribirá
separado a partir de vigésimo primero.
f) Se apocopan los numerales ordinales
primero y tercero solamente delante de
sustantivos masculinos. Primer hombre,
pero primera mujer; tercer período, pero
tercera vez.
Letras y números se han hermanado, dentro
del idioma, para lograr conjuntamente
una mejor y más rápida comunicación. Pero te
ngamos en cuenta que esta simbiosis no
está exenta del cumplimiento de la normativa gramatical.
Fernando Díez Lozada,
La Nación,
20 – V – 2001, 16A.
B. Las oraciones
La comunicación escrita nace
del idioma en el cual se
escribe y este tiene sus
reglas propias. Por esta ra
zón, es [importante] comp
render los componentes que
conforman la comunicación. La
gramática es el conjunto de funciones y relaciones
que las palabras ocup
an en el proceso de
comunicación escrita
. Veamos, por ejemplo,
las primeras cincuenta definiciones de palabr
as bajo la le
tra "A" de un diccionario. Si
comprendiéramos los significados de estas
palabras y quisiéra
mos comunicar estos
significados a otras personas, necesitarí
amos un sistema de relaciones entre las
palabras que permita tal comu
nicación. Si al ha
blar con otra pers
ona recitamos una a
una las definiciones
que aprendimos en el
diccionario, no logr
aríamos ningún efecto.
Entonces, el saber el significado de las pa
labras y la construcción de oraciones que
comuniquen eficazmente nuestros descub
rimientos son dos procesos diferentes
(Mena s.f., 6).
Repasemos entonces, los elementos básico
s de la gramática, estas reglas que
gobiernan "las funciones y relaciones en
tre las palabras que hacen posible la
comunicación" (Mena s.f., 6). Empezamos con las partes de una oración.
1. Las partes de una oración
Como la sección anterior, esta información
se incluye para propósitos de consulta.
27
a) El artículo
Es la parte gramatical de la oración que
se antepone al sustantivo, determina su
género y número y concuerda con él. Hay tr
es clases de artículos: determinados,
indeterminados y neutro.

Artículos determinados: son las palabras


el, los, la y las, que se expresan
algo concreto o específico. Ejemplos: el
periódico, los años, la manzana, las
cosas.

Artículos indeterminados: son las pa


labras un, una, unos, unas, que expresan
algo impreciso, vago, desconocido o gene
ral. Ejemplos: un libro, una casa,
unos periódicos, unas manzanas.

Artículo neutro: es la palabra lo, que


no expresa ni género ni número, se usa
solamente con adjetivos que tienen un
sentido abstracto, general o neutro.
Ejemplos: lo amado, lo codiciado.
b) El pronombre
En la oración, la función del pronombre es
suplir al nombre o determinarlo. Hay
seis tipos de pronombres:

Personales: son las palabras


yo, tú, él, ella, nosotros,
nosotras, ustedes, ellos,
ellas. Ejemplos: yo soy así, tú eres agra
dable, él es viejo, el dinero es para
nosotros, nosotras somos jóvenes, ustedes están jugando, Jesús les habló a
ellos, ellas están orando.

Posesivos: son las palabras mío, tuyo,


suyo, suya, nosotros, nosotras, suyos,
suyas, ustedes. Ejemplos: hijos míos, el
dinero es tuyo, la Biblia es suya, la
comida es para nosotros, de ustedes es el reino.

Demostrativos: son las palabras este, ese, aquel, esta esa, aquello, estos,
esos, estas, esas, aquellas, aquell
os. Se coloca tilde en los pronombres
demostrativos éste, ésta, ése, aquél y
aquélla cuando sustituyen el sustantivo
de la oración anterior. Ejemplos: es
e libro es muy bueno, para olvidar
aquello, esa vida es complicada, aquell
as casas; se esc
ondió de Juan, porque
éste era malo.

Relativos: son las palabras quien, cu


al, cuyo, cuya, cuales, cuyos, quienes,
que. Ejemplos: quien sea, el cual esta
con ustedes, cuya hambre es grande, el
que os ama, quienes no tienen sueños.

Indefinidos: son las palabras cuan


to, cuanta, mismo, misma, algunos,
algunas, ninguno, mucho, algo, alguien, na
die, nada. Ejemplos: algunos me
seguirán, ninguno tenga miedo, algunos lo
desearon, donde nadie los engañe.

Interrogativos: son las palabras ¿Quién


? ¿Cuál? ¿Quiénes? ¿Cuáles? ¿Qué?
Ejemplos: ¿Quién es tu esposa?, ¿Qué tendrán esas mujeres?, ¿Quiénes son
mis hermanos?
28
c) El sustantivo
Los sustantivos son palabras "con que
se designan los seres que son objeto de
nuestros juicios" (Seco 1996, 13). Como categor
ía gramatical presenta cambios de género
y número. Hay diferentes cl
ases de sustantivos, que pue
den ser clasificados de la
siguiente manera:

Concretos comúnes: nombra a las persona


s, animales o cosas. Ejemplos: hay
mujeres que confían en Dios; para las vacas
del campo; los libros
educan.

Concretos propios: indican el nombre


de una persona o casa. Ejemplos: me
encontré con Juan el hijo de María
.

Abstractos: hacen referencia a cualidades, sentimientos y acciones.


Ejemplos: por amor no te olvidaré, su odio
es muy fuerte, tenga
fe
en Dios.

Vocativos: realizan un llamado o invocación a una persona u objeto.


Ejemplos: Dios, ten piedad de mí; estrellas
, salgan a espiar en la noche.

Primitivos: no son derivados de otra pa


labra. Ejempos: es la luz del mundo,
escuhen su voz ahora.

Derivados: son los que provienen de


otras palabras. Los sustantivos
derivados pueden ser:
Diminutivos: le quiero dar estas florecitas.
Aumentativos: los conejotes salieron corriendo.
Colectivo: la multitud caminó hacia el río.
Despectivo: ese perrucho no es agradable.
Verbales: el conductor se durmió.
Partitivos: cuando llegó el medio día.
Múltiplos: yo le duplico el préstamo.
d) El adjetivo
Son palabras que expresan una cualidad
del sustantivo. El
adjetivo presenta la
siguiente clasificación:

Calificativo: expresa una cualidad


del sustantivo. Ejemplos: las vacas
gordas, el carro rojo
.

Determinativo: presenta tres clasificaciones:


Posesivos: Representados por las pa
labras mío, mía, míos, mías, tuyo,
tuya, tuyos, tuyas, suyo, s
uya, suyos, suyas, nuestro,
nuestra, nuestros, nuestras,
vuestro, vuestra, vuestros,
vuestras, etc. Ejemplos: la mano mía, el perro tuyo
, los
libros nuestros.
Demostrativos: Representados por las pala
bras este, esta, estos, estas, ese,
esa, esos, esas, aquel, aquella, aquellos, aquellas.
Ejemplos: este camino de tierra, aquella casa en las
afueras, aquel amigo nuestro.
29
Numerales: Indican el número de co
sas o qué lugar ocupan dentro de
un contexto, están representa
dos por las palabras uno, dos,
tres, cuatro, etc. (cardina
les); primero, segundo, tercero,
cuarto, etc. (ordinales); quinta, triple (partitivos); doble
(múltiples). Ejemplos: después de seis meses terminé la
tesis, es el cuarto año de estudios, la quinta
parte de la
manzana.

Indefinidos: señalan al sustantivo de fo


rma vaga, están representados por las
palabras alguno, cierto, cuanto, otr
o, mismo, mucho, demasiado, cuanto,
tanto, uno que otro, poco, alguno que otro.
Ejemplos: si alguna persona esta
triste, es demasiado tiempo, es tanto
dinero.

Interrogativos: representados
por las palabras ¿cuál,
cuáles, cuándo, cuánta,
cuántos, cuántas, qué? Ejemplos: ¿y
qué comida te gusta?, ¿por cuál
Biblia
te decides?, ¿qué curso llevas?

Admirativos: representados por las pala


bras ¡cuál, cuáles, cuándo, cuánta,
cuántos, cuántas, qué! Ejemplos:
¡cuánto tiempo ha pasado!, ¡cuántas
comidas te perdiste!, ¡qué días más bellos!
e) El adverbio
Es la palabra invariable, es decir, no mu
estra ni cambio de género y número en la
oración. Modifica el significado de
l verbo, del adjetivo o de ot
ro adverbio. Los adverbios
expresan cómo se realiza la acción del ver
bo o de la palabra que modifican: afirmación,
negación, tiempo, lugar, modo, cantidad, duda
u orden. Se pueden clasificar de la
siguiente forma:

De lugar: se usan las palabras arriba,


abajo, adelante, atrás, alrededor, aparte,
aquí, ahí, allí, acá, allá
, cerca, lejos, donde, enfren
te, dentro, fuera, detrás,
junto, encima, debajo. Ejemplos: por aquí
vienen, lejos está
el día, estaba
enfrente.

De modo: se usan las palabras bien,


mal, mejor, peor, como, aun, casi, así,
apenas, quedo, recio, duro, alto, bajo, ex
cepto, salvo. A esta
clasificación se
agregan los formados con adjetivos y
la terminación mente: sabia + mente =
sabiamente, maliciosa + mente = maliciosamente, ordenada + mente =
ordenadamente. Ejemplos: aunque uste
d haga mal las cosas, los del otro
equipo fueron peores, usted trabaja ordenadamente
.
f) La preposición
Categoría gramatical que sirve de enla
ce y determina el significado de las
palabras anteriores y posterior
es a ellas. La preposición pue
de cambiar el significado de
una oración ya que con las mismas palabras
, pero usando diferentes preposiciones se
puede modificar el significado del enunciado.
Estas palabras [de, a, por, hacia, hasta, entre otros], que enlazan otras dos,
expresando la relación ideológica que ex
iste entre los conceptos que ambas
representan, se llaman
preposiciones.
La preposición no solamente enlaza un
verbo con un sustantivo (vengo de San José
); también puede en
lazar un sustantivo
30
con otro (casa de cartón); y asimismo
puede unir un adjetivo con un sustantivo. Es
decir, que la preposición establece rela
ciones más o menos complicadas entre dos
objetos, un fenómeno y un objeto o una
cualidad y un objeto (Seco 1996, 123-
124)
El español presenta dos contracciones (u
nión de dos palabras), donde intervienen
preposiciones: a + el = al, de + el = del.
Ejemplos: Jesús visitó al enfermo, vengo del
sur.
Se prescinde de estas contracciones cu
ando se hace referencia a un nombre propio.
Ejemplos: salí de El Salvador, voy a
El Salvador.
Existen dos tipos de preposic
iones: simples y compuestas.

Preposiciones simples: son las palabras


a, ante, bajo, de, para, por. Ejemplo:
Juan dijo a sus amigos (complemento
directo de las personas), aprendió a
escapar (complento con matiz de finalidad), antes que sea tarde, ante
su
presencia, bajo mi dirección, el carro de
mi hermano (indica pertenencia),
mujer de Guatemala (indica origen), casa de
piedra (indica materia de que està
hecha una cosa), vino para trabajar (i
ndica fin propuesto), el dinero es para
usted (indica destino), fue educado por
Gamaliel (indica agente de acción),
llegó por el frente (indica lugar), tr
abajó por nada (indica sustitución).

Preposiciones compuestas: surgen de


la fusión de adverbios o frases
adverbiales y una preposic
ión. Son las palabras al lado de, alrededor de mí,
antes de, cerca de, debajo de, delante
de, dentro de, después de, detrás de,
encima de, enfrente de, fuera de, lejos
de. Ejemplos: Estás al lado de la mesa,
el mal está alrededor de mí, él estaba antes de
la función, Andrea está cerca de
mí, la casa está debajo de la loma, Dios va delante de
mí, ella vive dentro de
mí, después de trabajar tengo hambre, la esperó detrás de
la puerta.
g) La conjunción
"Si las preposiciones enlazan palabras, la
s conjunciones enlazan
oraciones enteras
y establecen relaciones entre ellas" (Seco
1996, 127). Es un nexo independiente, esto
quiere decir, que no depende de ninguna estructu
ra y su función es unir o relacionar. Las
conjunciones pueden clasificar
se de la siguiente forma:

Copulativas: manifiestan la unión de simp


les ideas, usan las palabras y, e, ni,
que. Ejemplos: todos comieron
y viajaron seguros, pitó e
inició el juego de
pelota, no comió ni bebió.

Disyuntivas: indican diferencia, alternat


iva, distribución, usan las palabras o,
u, bien, ya. Ejemplos: no importa si
es mucho tiempo o poco, hablando u
orando.

Adversativas: indican oposición o rectifi


cación, usan las palabras mas, antes
bien, pero, siquiera, aunque, que, bien
que, aun cuando, sino, a pesar de que,
si bien. Ejemplos: mas ¿quién vendrá a
nosotros?, ella es buena pero él es
malo, sino que se perderán, y aun cuando
sea tarde llegará.

Continuativas: indican la continuación


de la idea, usan las palabras pues,
ahora bien, pues bien, ahora pues. Ejempl
os: ellas, pues, tienen hambre; ahora,
pues, hagamos el trato; ahora bien
, lo importante es trabajar
32
Adjetivos: se usan las palabras
¡Bravo!, ¡Guapo!, ¡Infeliz!, ¡Lindo!
Ejemplos: ¡Bravo!, así se cont
esta; ¡Infeliz!, me asustaste;
¡Lindo!, aquí estoy.
Verbos: se usan las palabras ¡Anda!,
¡Calla!, ¡Vea!, ¡Oiga!, ¡Viva!,
¡Vamos!, ¡Basta! Ejemplos:
¡Anda!, acompañame; ¡Oiga!,
aquí estoy; ¡Basta!, no
quiero seguir discutiendo.
Adverbios: se usan las palabras ¡Atr
ás!, ¡Adelante!, ¡Adentro!, ¡Ya!,
¡Bien! Ejemplos: ¡Adelante!
, no te desesperes; ¡Ya!, la
discusión terminó; ¡Bien!, hasta la próxima semana.
i) El verbo
El verbo es la palabra por excelencia, que
expresa el juicio mental incluyendo sus
dos términos esenciales: el predicado y
el sujeto. Así, en la forma verbal
leo
está
contenida la idea de "leer" más
la del sujeto que lee, "yo".
Así como los sustantivos designan los objetos, y los adjetivos las cualidades de estos
objetos, está en el verbo la expresión de
los cambios, movimien
tos, alteraciones de
estos mismos objetos en relación co
n el mundo exterior
(Seco 1996, 60).
El verbo es una categoría gramatical que
presenta variación de número, persona,
tiempo y modo.

Número: expresa si las palabras se refier


en al singular o plur
al de la persona o
cosa de la que se habla.

Persona: denota si el sujeto de la orac


ión es el que habla, o aquel a quien se
habla, o aquel de quien se habla (pri
mera, segunda, tercera persona, y las tres
constan de singular y plural).
Tiempo: indica en qué momento se realizó
la acción (presente, pasado, futuro).

Modo: son las distintas formas de mani


festar la significación del verbo. El
modo de un verbo puede ser:
Indicativo: la acción realmente se rea
liza, independientemente de cualquier
situación. Ejemplos: entró a su hogar, cambió
de estudios.
Subjuntivo: expresa duda, irrealidad
y posibilidad. Ejemplos: si alguien
tuviese hambre, si alguien temiere
al mal.
Imperativo: indica la intención de or
denar algo a alguien. Ejemplos: vivan
de acuerdo a mis enseñanzas; y tu oye mis palabras.
2. Elementos de puntuación
a) El punto
En términos generales, el
punto
se utiliza para indicar que ha concluido una
oración declarativa o imperativa. Tambié
n se usa después de las abreviaturas.
33
Ejemplo:
Según su interpretación de la espiritua
lidad masculina, James Nelson infiere
que al hombre le es difícil ese aspecto del
desarrollo de la fe cristiana por medio del
cual entregamos todo nuestro ser, acepta
ndo una vulnerabilidad total a la acción
divina. La tradición cristiana mística proclama que ésta es la forma de experimentar
la gracia de Dios, cuando estamos dispue
stos a renunciar al constante hacer y
permitirnos sencillamente ser delant
e de Dios (Labastide 1995, 2).
b) La coma
La
coma
se emplea para detener, momentáneamente, el fluir de la comunicación
escrita con intenciones de aclarar, precisar,
destacar, incorporar ideas o hacer pausas.
Algunas de sus funciones son:

Separar elementos en una serie. Ejem


plo: Trajo lápices, hojas, cuadernos y
libros para el trabajo.

Separar el nombre de una persona a quien


se dirigen unas palabras. Ejemplo:
Simone, gracias por ayudarme en la tarea.

Separar conjunciones que se inician


con palabras adversativas cuando
conectan dos oraciones cortas (pero,
mas, sino, sin embargo, al contrario).
Ejemplo: Cuando me vio, sin emba
rgo, no pudo contener el llanto.

Separar conjunciones causales (porque


, ya que, puesto que). Ejemplo: Tomé
el bus, aunque tuve mucha prisa, porque no
tuve suficiente dinero para el taxi.

Separar conjunciones consecutivas (así


que, por lo tanto, por consiguiente).
Ejemplo: Estoy sin trabajo, por
consiguiente, no tengo dinero.

Delimitar una frase. Ejemplo: Y entra


ndo en una casa, no quiso que nadie lo
supiese.

Separar frases de participio del resto


de la oración. Ejemplo: En la vida he
sufrido, he amado, sin sentirme herido.

Separar una cláusula que


inicia una oración. Ejemplo: Con una sonrisa muy
amplia, se fue cantando.

Separar partes de una oración larga.


Ejemplo: Si hoy llueve mucho, no vamos
a poder cruzar el río.
Conviene advertir contra la tendencia
de muchas personas de poner una coma
después del sujeto de una oración.Ejemplo inco
rrecto: El caso de los filósofos griegos,
ilustra lo que queremos decir. Para corregirl
o, quítese la coma. Ejemplo correcto: El caso
de los filósofos griegos ilu
stra lo que queremos decir.
34
c) El punto y coma
El punto y coma es uno de los signos
de puntuación del que más abusan las
personas escritoras. A veces se encuentra t
odo un párrafo de oraciones conectadas con
punto y coma. En vez de esto, es mejor dividi
r las oraciones, exce
pto cuando sean cortas
y muy ligadas. Sin embargo, a causa de los abus
os de este signo, se recomienda restringir
su uso lo más posible. Se puede emplear
el punto y coma en los siguientes casos:

Para unir las dos partes de una orac


ión compuesta. Ejemplo: eran siete
personas que tenían siete boleto
s; llegaron y vieron el juego.

Antes de conjunciones adversativas.


Cuando las oraciones son de alguna
extensión, se coloca punto y coma dela
nte de las conjunciones adversativas
(mas, pero, aunque, sino, sin embargo, etc.).
Ejemplo: “De cierto, de cierto te
digo: Cuando eras más joven, te ceñías,
e ibas a donde querías; mas cuando ya
seas viejo, extenderás tus manos, y te
ceñirá otro, y te
llevará a donde no
quieras.” (Juan: 21:18)

Para separar dos partes de una orac


ión compuesta cuando una parte contiene
una cláusula o frase delimitada c
on una coma. Ejemplo: Estaban con él
Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan
su hermano; Felipe y otros más.
En realidad, su único uso que hace sentido es:

Para separar elementos internos de


una serie cuando hay otra puntuación
interna.
d) Dos puntos
En términos generales, los dos puntos se emplean:

Para introducir una lista. Ejemplo: Ha


y muchas frutas diferentes: papaya,
jocotes, aguacates, higos, nances.

Después de un saludo en una carta, a


unque también se puede usar una coma.
Ejemplo: Estimado Señor:

Antes de citar las palabr


as de un personaje (antes
de una cita textual).
Ejemplo: Juan respondió: “Me interesa tu opinión.” (
También se podría
redactar de la siguiente manera:
Juan respondió, “Me interesa tu opinión.”)

También se utilizan para separar do


s proposiciones cuando una de ellas se
presenta como resumen, causa o prueba de otra. Ejemplo: “Por eso les habló
por parábolas: porque viendo no ve
n, y oyendo no oyen, ni entienden.”
(Mateo 13:13)
e) El guión corto
En términos generales, se usa para di
vidir palabras, o bien para separar dos
palabras que forman un solo concepto:

Cuando se escribe a máquina (no en com


putadora), la divisi
ón de una palabra
que no cabe completamente al final de
l renglón, se indica con el guión corto.
Por lo general, cuando se escribe en
computadora, es mejor no dividir las
35
palabras, sino permitir que la computa
dora calcule dónde terminan las líneas.
Ejemplo: “Y aconteció, vuelo a Jerusalé
n, que orando en el templo me so-
brevino un éxtasis.” (Hechos 22:17)

Para insertar una lista co


rta u observación. Ejemplo:
Había pocas frutas en la
verdulería –sólo papayas y mangos.

Cuando una cita se toma de dos o más pági


nas, para indicar la página inicial y
final. Ejemplo: pp. 36–48
Para indicar un concepto nuevo que ha
y que expresar en dos palabras.
Ejemplos: Afro–caribeño, bíblico–teológi
co, científico–social,
lecto–escritura.
f) Las comillas
Se usan en los siguientes casos:

Para delimitar citas directas cortas. Ej


emplo: Según Elsa Tamez, “La fe en la
resurrección del cuerpo . . . da poder para
luchar y defender la vida de todos”.
(Tamez 1991, 185)

Para indicar apodos. Ejemplo: A Di


ego Maradona le llaman “Pelusa”.

Para indicar el título de artículos, películas, obras de teatro, poemas,


historias y ensayos. Ejemplo: Anoche
leí “Ser Mujer” por Nelly Ritchie.
g) Paréntesis
Se emplean paréntesis en
los siguientes casos:

Para insertar información explicativa


cuando la inserción
entre comas o como
nota explicativa al pie de la página
o al final del trabajo no es apropiado.
Ejemplo: “De esas niñas,
diez (45.4%) manifestaron . . .”

Para abrir y cerrar una referencia bib


liográfica del estilo parentético. Ejemplo:
(Claramunt 1998, 96)
h) Corchetes
Los corchetes (o paréntesis cuadrados) se
usan para insertar palabras o frases
dentro de citas textuales. Lo
s corchetes indican que las pala
bras encerradas no son parte
de la acotación. Ejemplo: “En el caso de las
niñas [prostitutas], cerca de la mitad. . .”
(Claramunt 1998, 96)
i) Puntos suspensivos
La forma correcta de incluir los puntos su
spensivos es coloca
r un espacio antes,
un espacio entre cada punto y un espacio despué
s, como . . . este ejemplo. Sin embargo,
en la práctica común, se omiten los espacios entre los puntos.
Los puntos suspensivos pueden ser us
ados en los siguientes casos:

Para indicar que se ha omitido alguna part


e de una cita textual. Ejemplo: “De
los datos anteriores se desprende que
. . . las niñas y niños reportan más de
un tipo de abuso y más de una persona abusiva.” (Claramunt 1998, 76)
36

Cuando se emplean los puntos suspensivos


para omitir la parte final de una
oración, se adiciona un punto final. Si
se omite otro material más del texto
original en ese punto, se coloca de
nuevo unos puntos susp
ensivos seguidos
por un espacio antes de continua
r la transcripción del texto.
Ejemplo con el texto original completo: “El idioma, insistimos, expresa la
forma en que las comunidades human
as viven sus experiencias y las
incorporan a su manera de hablar
. Por eso pensemos siempre que un
texto es una puerta a la intimida
d de un ser humano inmerso en una
cultura.” (Mena s.f., 7)
Ejemplo con omisión en el texto original completo: “El idioma, insistimos,
expresa la forma en que las comunidades humanas viven sus
experiencias y las incorporan a su ma
nera de hablar. . . . es una puerta
a la intimidad de un ser humano inme
rso en una cultura.” (Mena s.f.,
7)

En trabajos no académicos, a veces se usan cuando uno quiere crear cierto


“suspenso”. Ejemplo: Pues, si no tomó el bus, entonces, . . . ¿cómo salió?

Nunca
se usan al inicio de citas textua
les. Ejemplo incorrecto: “. . . es una
puerta a la intimidad de un ser humano.” (Mena s.f., 7).
j) Mayúsculas
Se usa mayúsculas en los siguientes casos:

En todas las letras de una palabra se em


plean para resaltar la palabra. Ejemplo:
“Las siete restantes historia de
MÚLTIPLES fugas como consecuencia de
problemas familiares.” (Claramunt 1998, 77)

Título de un capítulo. (Los titulares de


los capítulos de este texto son un
ejemplo.)

Alguna palabra o frase dentro de una


oración. Ejemplo: Para que encuentres
Amor y Paz.
k) Cursiva
La letra cursiva se usa en los dos casos siguientes:

Para señalar una palabra o frase extranje


ra (es preferible colocar la traducción
después, entre paréntesis. Ej
emplo: “Pablo usa el verbo
dikaio
ō
(justificar)
para expresar el don de Dios de ha
cer que el ser humano haga justicia.”
(Tamez 1991, 143)

Para títulos de libros y periódicos en


una bibliografía.
Ejemplo: Stamateas,
Bernardo. 1995.
Aconsejamiento pastoral
. Barcelona: CLIE.
l) Negrita
Se utiliza para resaltar una palabra o frase.
37
Ejemplo:
Ö
“Las siete restantes
tienen historia de
múltiples
fugas como consecuencia de
problemas familiares.” (Claramunt 1998, 77)
3. Tipos de oraciones
Escribir una oración gramatical, no es
una tarea sencilla
, ¿no es cierto?
Generalmente se piensa así; para algunos est
udiantes, es cierto. Pe
ro no es así en todos
los casos. Por esto, hay que repasar algunos as
pectos básicos de la construcción de las
oraciones. Las oraciones se
agrupan en párrafos. Cuando agrupamos palabras en
oraciones, un aspecto fundamental a tomar en cuenta es la concordancia.
La concordancia es la adecua
da vinculación de los pronombres,
sustantivos, adjetivos, verbos y adverb
ios con respecto a número y género. En
diferentes trabajos bíbl
icos o teológicos escrito
s por personas cuya lengua
materna no es el español, encontramos que
la concordancia se torna uno de los
problemas más difíciles para una lectur
a fluida y para una comunicación efectiva
del pensamiento de quienes escribe
n. Por esta razón este concepto es
fundamental. La claridad de las idea
s que una persona desea presentar a
consideración de quien lee depende en gran
parte del dominio de la concordancia
(Mena s.f., 12-13).
Otro aspecto fundamental es la cohere
ncia del texto, como explica Francisco
Mena.
El texto, producto de un trabajo de
investigación teológ
ica, debe ser
coherente. . . . el concepto "coherente"
expresa la unidad de pensamiento que
manifiesta el escrito. Muchas veces la pe
rsona que escribe toma una idea y, al no
poder expresarla adecuadamente, gira sin
rumbo fijo alrededor de ella o incluso
de una palabra. Esto impide saber a dónde
quiere llegar quien escribe y cuál es su
planteamiento.
El texto bien escrito debe reda
ctarse de una manera procesal,
desarrollando las ideas de la persona
hasta lograr un punto culminante en donde
esta expone sus conclusion
es. Un buen escrito lleva el auditorio desde el
planteamiento de un problema hasta la
solución que la persona que escribe
entiende como la más acertada.
El buen escribir nace de la capacidad
de una persona de
ir hilvanando con
claridad sus ideas y sus argumentos. Pa
ra lograr esto, se requiere una buena
organización del tema en secciones subtit
uladas, en párrafo claros y progresivos
con el uso de oraciones cuyos compone
ntes sintácticos estén apropiadamente
vinculadas. Un aspecto de tal vincul
ación es la divi
sión del escrito en
subsecciones, con subtítulos claros que
ayuden a la persona que lee a entender el
pensamiento del autor o la autora (Mena s.f., 14-15).
a) Completas e incompletas
En español, una oración puede ser de una
sola palabra, o una
construcción larga,
con muchas cláusulas. Los errores más comunes son omitir el verbo y emplear una frase
o cláusula como si fuera una oración.
También son muy comunes los errores de
38
concordancia. A veces, en la literatura, por
asuntos de estilo, se encuentran grupos de
palabras tratadas como si fueran oraciones,
pero que en realidad no lo son. Para ciertos
propósitos, es posible hacer esto. Sin emba
rgo, dicho artificio no es aceptable en el
trabajo académico.
Ejemplos de oraciones incompletas y su corrección:
Ö
Oraciones incompletas:
Buscar una mayor preparac
ión para leer la Biblia
con óptica de género, que
posibilite una ruptura con la manera generalizada de
interpretar los textos bíblicos. Descodificar estos textos. Detectar las
limitaciones que la sociedad patriarcal
ha impuesto a las mujeres y a los
varones de ayer y de hoy.
Corrección:
Hay que
buscar una mayor preparación
para leer la Biblia con
óptica de género, que posibilite una r
uptura con la manera generalizada de
interpretar los textos bíblicos.
Es necesario
descodificar estos textos.
Estamos
llamados a
detectar las limitaciones que la
sociedad patriarcal ha impuesto a
las mujeres y a los varones de ayer y de hoy.
Ö
Frase usada como oración:
Para la formación de sus hijos es necesario que
la pareja esté unida en matrimoni
o, dando así testimonio y fe de un hogar
cristiano. Para ejemplo de otros.
Corrección:
Para la formación de sus hijos,
es necesario que la pareja esté
unida en matrimonio, dando así testimonio y fe de un hogar cristiano.
También serviría como ejemplo para otros.
b) Sencillas y compuestas
Según su estructura las or
aciones pueden ser sencill
as simples, sencillas
complicadas y compuestas.

Oraciones sencillas simples: contienen una


sola idea. Se caracterizan por tener
un solo verbo en forma personal. Ejemplo: Las mujeres mayas viven del maíz.

Oraciones sencillas complicadas: contie


nen una sola idea expresada en una
forma complicada, con muchas frases
y cláusulas subordinadas. Ejemplo:
María Magdalena reconoce a Jesús al
oír su palabra. Reconoce su voz.

Oraciones compuestas: combinan más de


una oración sencilla. Se caracterizan
por tener dos o más verbos. Ejemplo: La
profesora escribió
un libro y ellas lo
leyeron.
c) Frases y cláusulas
Frecuentemente, para expresar una idea
completa, es necesario agregar frases
descriptivas o cláusulas que
califiquen o amplíen el si
gnificado de la idea básica.
Ejemplos:
Ö
Oración sencilla: Este ropaje
cultural fue cuestionado.
Ö
Oración ampliada: Este ropaje cultura
l con que se revi
stió el proyecto
misionero norteamericano en Cuba fu
e cuestionado desde el principio, al
interior del mismo (Pérez 1995, 4).
39
d) Listas y elementos paralelos
Cuando incluye una lista breve en el te
xto, ponga dos puntos (:) y luego escriba la
lista, sin más complicaciones. Pero a veces
la lista es complicada. Es conveniente
separarla del resto del párrafo para resaltar
la. Entonces, hay tres
opciones: presentar la
lista sin elementos especiales, presentarl
a en forma enumerada o colocar un símbolo
especial delante de cada elemento.
En la parte superior de la pantalla de
su computadora, aparece un par de cuadritos
que le ayudarán. Uno contiene los números
1, 2 y 3, seguidos por una
raya horizontal. El
cuadrito siguiente contiene tres puntos se
guidos por rayas horizont
ales. Si experimenta
con estos cuadritos, verá que
se usan para ordenar listas
. Como ejercicio, escriba unas
frases cortas, cada una en una línea nueva
. Seleccione el grupo
de frases y haga
clic
sobre
el cuadrado con números. La lista estará enumerada. Haga otro
clic
y desaparecerán los
números. Haga
clic
en la siguiente figura y aparec
erá un signo especial frente a cada
frase. Otra vez, repita el
clic
, y el formato desaparece.
Ejemplo:
Hay ciertos elementos indispensables
en la presentación de un proyecto:
Ö
una descripción del contex
to en que se realiza
Ö
un planteamiento claro de lo que se piensa hacer
Ö
un objetivo general y varios
objetivos específicos
Ö
la identificación de los r
ecursos humanos, materiales y financieros necesarios,
inclusive un presupuesto detallado
Ö
un cronograma que
indique el tiempo de
inicio y la dura
ción de cada etapa
Ö
una propuesta de evaluación que indique
criterios, procedimientos, frecuencia
y participantes de su aplicación
C. Párrafos
El párrafo es una unidad de sentido
en la que concentramos una serie
interrelacionada de ideas alrededor de
una idea central o subordinada a ella.
Desde el punto de vista de la puntuación,
el párrafo es delimitado por el punto y
aparte. Este signo señala que hay una id
ea central alrededor de la cual giran
diversos aspectos vinculados
con ella, sin romper tal centralidad (Mena s.f., 9).
1. Estructura básica de los párrafos
Normalmente, un párrafo cuenta con por
lo menos tres oraciones. Una de las
oraciones plantea el concepto central del
párrafo, mientras que las otras explican y
amplían ese concepto. El párrafo no es una
cadena de oraciones sueltas sino que unas
guardan relación con las otras. A la vez, se
liga con el párrafo ante
rior y el posterior.
2. Diferentes tipos de párrafos
Cada párrafo de un escrito cumple
una función distinta. Hay párrafos
introductorios, de contenido, de transición
y de conclusión. Los párrafos de contenido
41
como en el ejemplo siguiente, se puede desc
ribir un concepto. Observe cómo se describe
la relación del poder hegemónico de la Igle
sia Católica Romana y el Estado en el período
colonial del Brasil.
Ejemplo:
Desde donde estaba sentado podía ver
perfectamente la
tablilla con la
amenaza de excomunión mayor, clavada en
la puerta de la iglesia parroquial. A
sus espaldas alguien dio un sonoro golpe
sobre un madero y la puerta del cabildo
se abrió. Salió el hombre de bigotitos r
ecortados que había
visto apoyado sobre la
baranda contemplando con mirada irónica
la subasta de negros. Taconeando con
furia saltó los peldaños de dos en dos
, sin mirar a Pedro, y cruzó con andar
enojado la plaza real hasta entrar en una
gran casa señorial situada en dirección
oeste. Ese debía ser el teniente de la
caja real, con quién había estado reunido el
gobernador. Parecía un cuervo cruzando la
plaza, todo negro, botas a media
pierna y calzones a la última moda. Pasaba
los treinta años, llevaba el pelo bien
cortado, y los hombros algo inclinados hacia adelante (Lobo 1998, 34).
(3) De ejemplo
Los ejemplos ilustran ideas o concepto
s claves; amplían la definición o la
descripción. Pueden ser objetos, situ
aciones de la vida, muestras, etc.
Ejemplo:
[Las mujeres] construyen la vida de
otros, postergan sus sueños, y se
olvidan de ellas mismas por completo.
Es frecuente escuchar de hombres y
mujeres que tienen mentalidad machista
“La mujer es perra de gente”. Quiere
decir que no es considerada como hum
ana, sino como un animal. Es con la
repetición de dichos como este que se co
ntribuye a la baja autoestima de la mujer.
Por eso, a la mujer no la dejan estudiar
y no le dan privilegios como al varón.
(Mamani 2000, 54).
(4) Explicativos
Una explicación puede desarrollar paso
a paso las etapas de un momento de la
vida, los pasos de un procedimiento, o la re
lación entre una causa y su efecto. Se puede
explicar un concepto enumerando sus partes.
Ejemplo:
A pesar de no ser muy apegados a la
s prácticas religiosas cristianas, la
comunidad es profundamente religiosa en
el sentido de mantenimiento de las
prácticas tradicionales. A
pesar de los 500 años de i
nvasión colonial y presencia
cristiana, aún se practican con fuerza difere
ntes ritos originarios como los ritos de
siembra y cosecha, en el matrimonio, en el
techado de la nueva casa, en el primer
corte de pelo del niño y otros. La com
unidad tiene muchos lugares sagrados como
los cerros, la Pachamama, y las Ach
achilas en donde celebran ritos para el
bienestar integral de la familia y la co
munidad. La celebración de ritos originarios
consiste en dar y recibir bendiciones del
Dios Padre-Madre de
la vida. Al mismo
tiempo, sirve para restablecer el equilibr
io y armonía de la comunidad (Mamani
2000, 23-24).
42
(5) De comparación - contraste
Desarrollar una discusión en la que se re
saltan las similitudes y diferencias entre
varias cosas o conceptos es trabajar a partir
de la comparación y el contraste. Note cómo,
en el ejemplo siguiente, se comparan y cont
rastan la comunidad de los seguidores de
Pedro y la de los seguidores de Timoteo en los tiempos de la iglesia primitiva.
Ejemplo
La audacia eclesial de este grupo de
cristianos los llevó
a vivir articulados
sólo por la autoridad y dignidad que daba
el amor a Jesús, que los hacía buscar ser
“perfectamente uno” (Jn. 17,23b), sin rangos,
ni distinciones, ni espacios para
cargos oficiales o puestos de primera.
De este modo, todos los miembros de la
comunidad, sin excepción alguna, tendrían la
capacidad para animar y enseñar,
para profetizar o evangelizar, puesto que
iban acompañados por la cercanía de un
solo pastor. El primado se traducía
como conocimiento del amor (10,3.14),
entrega de la vida (10,11)
y servicio gratuito
(10,12). Eran cu
alidades hondamente
vividas por Jesús, el primero entre i
guales, y por todos los miembros de la
comunidad que se había decidido a seguirlo.
La novedad de esta expe
riencia comunitaria puede dar la impresión de
haber sido una construcción
ideal o inexistente de un
grupo o un redactor, por los
enormes contrastes que presenta con la trad
ición de otras iglesias como la de las
cartas pastorales I. II. Timoteo y
Tito. En estas iglesias, que fueron
contemporáneas a la comunidad del discípul
o amado, se dio la tendencia por parte
de algunos de sus miembros a impone
r un poder jerárquico masculino. Esta
pretensión, que disonaba entre los carismas
de servicio igualita
rio vividos por los
obispos y presbíteros de aque
l entonces, se mostró con
actitudes de control sobre
el resto de los miembros de estas iglesi
as. Fue explícito el
intento de apropiación
que algunos presbíteros hicieron, del derec
ho de la enseñanza
oficial y del poder
silenciar otras doctrinas distintas a la que estos dirigentes consideraban legítimas.
Estos dirigentes eclesiásticos trataron de centralizar en ellos la autoridad para
mantener sumisos a los de la casa (Gómez Estrada 1997, 63-64).
(6) Narrativos
El párrafo narrativo presenta una escen
a, relata una conversación, describe una
serie de sucesos en orden cronológico, explor
a ideas o conceptos de forma amplia. Es una
forma muy flexible de
reflexionar sobre ideas.
Ejemplo:
Constatamos que en la comunidad se
practicaba y aún se practica un poco
la búsqueda de intermediarios para
formar un nuevo hogar. Los intermediarios
suelen ser la tía, prima he
rmana, hermana carnal, o en su caso la mamá del joven.
Ellas hacen gestiones para qu
e se case la pareja. Ellas actúan de mensajeras entre
el joven y la joven. Cuando la
joven acepta, la intermediaria le comunica al joven
la respuesta. Entonces este envía un
tari
(bolsa especial para la hoja de coca). Si
ella lo recibe, es símbolo de confirmaci
ón para unirse en pareja. Normalmente las
parejas se unen en las fiestas, muy poco
en días ordinarios, menos en el mes de
agosto y los días martes y viernes. Esto es
por la creencia de
que si se juntan en
estos días les va a ir mal en su vida matrimonial (Mamani 2000, 70).
43
(7) De razonamiento
El razonamiento es la presentación de
una posición de forma estructurada. En el
ejemplo que sigue, la autora plantea qu
e existen parámetros específicos de la
espiritualidad de las mujeres en la com
unidad juánica y procede a delimitar estos
parámetros.
Ejemplo
La espiritualidad de la mujer tras estas experiencias queda planteada bajo
unos parámetros específicos . . . Ciertame
nte en el cuarto evangelio encontramos
una espiritualidad vivida especialmente
por las mujeres, que se relaciona con la
vida diaria . . . Esta espiritualidad se
expresó con el lenguaje del cuerpo y del
compartir fraterno, pasó además por las pr
eocupaciones para c
onseguir el agua y
la comida, como también por las angustias
de la persecución y la muerte. Desde
sus casas o caminos transitados, las mujere
s formularon una fe distinta, pegada a
la piel y a la energía de la tierra. En
todo esto ellas crearon espacios para que el
Espíritu habitara y llenara de novedad su
s prácticas subversivas de seguimiento de
Jesús. La fe y la vida se articularon en
imágenes tan llenas de sentido como el
agua viva o el perfume de nardo. De este
modo, el talante espiritual de las mujeres
estuvo unido a las cosas comune
s de la historia y no se
dejó reducir a espacios
separados o al sinnúmero de prácticas re
ligiosas ritualistas de la época (Gómez
1997, 142-143).
c) Párrafos de transición
Los párrafos de transición ayudan al le
ctor a ver las conexiones entre las
diferentes partes de un documento escrito. En
documentos breves, a veces la transición se
encuentra en la última oración de un párrafo,
conectando la idea de éste con el párrafo
que sigue. Las transiciones son muy impor
tantes para dar se
ntido de unidad al
documento.
Ejemplo
El diálogo es un instrumento para
recorrer el camino que conduce a poner
en común las razones y los sentimientos verdaderamente divinos y humanos.
2. Problemas que se revelan a la luz del diálogo
El diálogo es revelado de
las contradicciones y real
idades intrínsecas en el
ser humano, sobre todo sus temores y su
ambición de control y poder. (Otzoy
2002,33-34).
d) Párrafos de conclusión
Los párrafos de conclusión deben resumir
lo que se expone en una sección del
trabajo, sea una subdivisión de una monografía
o el último párrafo de un ensayo. En el
caso de monografías, tesis y tesinas puede se
r necesario presentar
el resumen en varios
párrafos, o en una sección de varias páginas.
El ejemplo siguiente es la conclusión de un
artículo sobre los diferentes paradigmas y
perspectivas de la investigación cualitativa.
44
Ejemplo
La metáfora de la “guerra de los paradigmas” es indudablemente
exagerada. Describir las discusiones y al
tercados de las dos últimas décadas como
guerra hace parecer el asunto como má
s confrontacional que necesario. Una
resolución de las diferencias de los pa
radigmas puede ocurrir sólo cuando un
nuevo paradigma surge como más inform
ado y sofisticado que cualquier otro
existente. Eso es más probable que
ocurra cuando los proponentes de los
diferentes puntos de vista se
reúnen a discutir sus dife
rencias, no para defender la
“santidad” de sus opiniones.
Conocer los diferentes paradigmas es
importantísimo; es un deber conocer
cuáles son los paradigmas que info
rman y guían los acercamientos al
conocimiento de la realidad social. El i
nvestigador no puede permitirse el lujo de
permanecer ajeno a cualquiera de los paradigmas existentes. Debe entender las
suposiciones básicas ontológicas, episte
mológicas y metodológicas de cada uno, y
ser capaz de interconectarlo
s en diálogo. Las diferencias entre los paradigmas
tienen implicaciones significativas e important
es en la práctica, cada día, en el
nivel empírico (Peláez Díaz 1997, 6).
3. Citas textuales
La cita corta (menos de tres renglone
s), se incluye en el
texto del párrafo,
encerrada entre comillas. Si la cita termina con un punto o coma, se puede incluir el
punto entre las comillas. Para indicar la
interrupción del texto citado, se usan puntos
suspensivos antes de las comillas de cierre
, y uno concluye la oración en sus propias
palabras. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que,
en el caso de que sea una
cita de considerada extensión [más de tres líneas], se
saca del contexto, dejando sangría. (Sangrar
en el lenguaje tipográfico significa
dejar un margen mayor.) Se escribe sin
comillas a espacio seguido . . . (López y
Van Patten 1994, 79).
Las citas largas no son necesariament
e el punto final de un párrafo. Si el
pensamiento del párrafo continúa después de
la cita, no hay sangría en la primera línea
del texto que sigue a la cita.
Sin embargo, si la cita larga c
oncluye el párrafo, el párrafo
siguiente se inicia normalmente.
CAPÍTULO III
EJEMPLOS DE BIBLIOGRAFÍAS Y DE
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS SEGÚN
EL MÉTODO TRADICIONAL Y
EL MÉTODO PARENTÉTICO
Para la transcripción correcta de la in
formación sobre el material impreso que se
consulta en el trabajo de inves
tigación, presentamos a continuación
las normas
para las citas bibliográficas
. Estas valen para:
1)
la ficha bibliográfica
2)
la ficha de lectura
3)
las referencias a libros en las notas a pie de página
4)
la redacción de la
bibliografía final.
Se trata de normas muy importa
ntes y habréis de tener paci
encia para familiarizaros con
ellas. Veréis que son sobre todo normas
funcionales
, pues permiten tanto a vosotros
como a vuestros lectores identificar el libro
de que se habla. Per
o, por así decirlo, son
también normas de
cortesía erudita
: su observación revela a la
persona familiarizada con
la disciplina; su violación traiciona la
parvenu
científico e incluso arroja una sombra de
descrédito sobre un trabajo que por lo demá
s puede estar bien hecho. Y no es que estas
normas de cortesía sean vacu
as y no contengan sin debilid
ades de retórico. Lo mismo
sucede en el deporte, en la filatelia, en el ju
ego del billar y en la vi
da política; si alguien
utiliza incorrectamente expresiones «clave» se
le mira con reticencia,
como a quien viene
de fuera y no es «de nosotros»
(Eco 1999, 88, énfasis del autor).
Hay dos estilos diferentes para presentar
las referencias bibliográficas: el método
tradicional (con notas al pie) o el método
parentético (en que se incluye la referencia
dentro del texto mismo, encerrada entre paré
ntesis). Según se prefiera, puede usarse un
estilo u otro, pero nunca se mezclan en
un mismo documento. Para evitar confusiones,
presentamos cada estilo en secciones diferentes.
A. Bibliografía
Para la bibliografía use los estilos defi
nidos. Primero, coloque una línea en blanco
formateada con el estilo
Capítulo número
, seguido por una línea que diga
“Bibliografía”, formateada en
Capítulo
título
. Para las subdivisiones principales utilice
el estilo
Heading 1
y si tiene otro nivel de subdivisión use
Heading 2
.
Para las anotaciones bibliográficas, aplique el estilo
Bibliografía
. Ordene la
bibliografía alfabéticamente, según el apelli
do del autor, editor o
coordinador. Cuando no
se indique el autor,
editor o coordinador, ordene según
la primera palabra del título que
no sea el artículo indefinido (l
a, el, las, o los). Estas palabr
as no se toman en cuenta en la
46
ordenación alfabética, cuando el título ap
arece sin autor. Nun
ca enumere la lista
bibliográfica (ver el ejem
plo de una bibliografía en
los diseños de tesis.).
Cuando hay más que una referencia bibliogr
áfica del mismo autor, se escriben sus
apellidos y nombres de la forma normal en
la primera referencia. En la segunda y las
subsiguientes, se sustituye una raya de
diez espacios y la punt
a por los apellidos y
nombres (__________.). Sin embargo, recomie
ndo hacer esa sustitución después de
realizar la alfabetización.
(Para alfabetizar, si no lo
hizo cuando se ingresó la
información, seleccione todas las referencia
s de una sección, y aplique los siguientes
órdenes: Tabla, Ordena, Párrafos (Table,
Sort, Paragraphs). Ahorraría mucho tiempo y
evitaría cometer errores
en la alfabetización.)
Si tiene materiales escritos por un autor
y otros materiales de autoría múltiple que
incluyen el mismo autor, estos no se consideran como la misma autoría. Por ejemplo, si
tiene varios libros escritos por Ross Kinsler y
otro libro escrito por Ross Kinsler y Gloria
Kinsler, se trata de dos autorí
as distintas. Se organiza el
primer grupo de libros, escrito
por Ross Kinsler y se aplica la
sustitución de la raya. Lue
go, se escribe Kinsler, Ross y
Gloria Kinsler con los dato
s del libro de coautoría.
Cuando aparecen dos o más escritos del mi
smo autor en el mismo año y se está
usando el método parentético, el primer escr
ito (en orden alfabético) se denomina con el
año y la letra minúscula "a" (2002a), el se
gundo con el año y letra "b" (2002b) y así hasta
incluir todos los artículos del año.
Sobre la inclusión del ed
itorial además que la ciudad de publicación, vale la
observación de Umberto Eco:
Resulta odioso decir
dónde
ha sido publicado un libro y no decir
por quién.
Supongamos
que encontréis un libro que os parece im
portante, que queréis
comprar y que viene
señalado como «Milán, 1
975». ¿De qué editor es? ¿Mon
dadori, Rizzoli, Rusconi,
Bompani, Feltrinelli, Vallardi? ¿Cómo puede
ayudarme el librero? Y
si figura «París,
1976», ¿adónde escribiré? . . .
Si en un libro figura «Cam
bridge», ¿de qué Cambridge se
trata? ¿Del que hay en Inglaterra o del
que hay en Estados Unidos? Muchos autores
importantes citan del libro mencionando solamente la ciudad. [Podríamos agregar,
muchos citan el libro sin mencionar tampoco la
ciudad.] A no ser que se trate de artículos
de enciclopedia (para las cuales existen criteri
os de brevedad a fin de ahorrar espacio),
sabed que se trata de autores esnob
que desprecian a su público (89-90).
B. Referencias bibliográficas: método tradicional
En el método tradicional de
hacer una referencia bibli
ográfica sobre un documento
que usted ha citado, se redacta una nota que se
coloca al pie de la página. La primera vez
que se cita un documento se escribe la info
rmación completa sobre su publicación. En las
siguientes citas, la referencia
bibliográfica es más breve,
pero su forma exacta varía de
acurdo con su posición en relaci
ón con otras referencias previa
s en el escrito suyo. Por eso,
la explicación del método tr
adicional es más complicada que
la del método parentético.
Como los datos de publicación
se anotan en la primera referencia, y no en las
subsiguientes, explicaremos primero como se
hace la primera refere
ncia. Al mismo tiempo
veremos la forma de presentar el documento
en la bibliografía, que es muy similar.
Después discutiremos la presentación de las referencias subsiguientes.
47
1. Primera referencia, según el método tradicional
La primera vez que se cita a un autor
o autora la nota debe incluir toda la
información bibliográfica per
tinente. Si se vuelve a citar el mismo documento más
adelante, se omite mucho de esta información (ver el punto 2 a continuación, p. 55).
La nota al pie comienza con un número en
posición elevada (superscript), seguido
(sin dejar espacio) por el nombre completo
del autor o autora de
l texto citado. Después
del nombre se pone un coma y luego el título
del documento fuente de la cita, con punto
al final del título. Si el documento es un lib
ro, se pone el título en cursiva. Si es una
artículo de revista, diccionario, etc., se us
a letra común y se pone entre comillas. Luego
sigue la información del lugar de su pub
licación (ciudad, editorial) y la fecha
correspondiente, seguida de una coma y el nú
mero de la página o
páginas donde se halla
el texto citado (ver ejemplos a continuación).
Cabe observar aquí que la única diferencia
entre este formato para la citación de
un documento en las notas al pie, y la cit
ación del mismo documento en la bibliografía
final de su tesis o tarea, se
encuentra en la forma de colocar el nombre del autor o autora.
Como hemos dicho, en la nota al pie se es
cribe el nombre y los
apellidos del autor o
autora en este orden. En cambio, el formato al
fabético de la bibliografía exige que conste
primero el apellido (o los ap
ellidos) y luego el nombre pr
opio. La bibliografía exige
también el empleo de la sangría francesa, es
decir, una sangría en todo renglón depués del
primero (ver ejemplos a continuación).
Hay prácticas que varían de una institu
ción a otra, o de un
país a otro. Por
ejemplo, en algunos lugares se exige que en la
bibliografía se i
ndique la cantidad de
páginas que tiene el libro.
Consideramos que esta prác
tica no tiene razón lógica o
funcional, y por eso no se si
gue en la UBL. Según el estilo normativo en los Estados
Unidos, en la nota al pie la información sobre
el lugar de publicación, la editorial y el año
se encierra entre paréntesis. En cambio, en
México y España no se usan paréntesis. Esta
simplificación tiene sentido y se recomienda en la UBL.
Otra práctica que varía ligeramente de una
institución a otra es la forma de citar
las editoriales: incluir la pa
labra “Editorial” o dejarla fu
era, aun cuando sea parte del
nombre de la empresa. Como su uso es m
uy repetitivo, por lo general no se incluye esta
palabra. Se puede elegir una u otra práctica;
lo importante es que se mantenga una misma
práctica en todo el escrito.
Puede surgir una confusión sobre la editor
ial si se confunde
una casa editorial con
una imprenta. Una casa editori
al es un negocio que publica
y distribuye
libros. Una
imprenta, en cambio, imprime toda clase de docu
mentos por contrato, sea de casa editoriales,
del gobierno, de instituc
iones o particulares. Por
lo general el nombre de
la imprenta aparece
al final del libro, y
no se debe tomar en cuenta para
una referencia
bibliográfica.
A veces una persona particular
, y no una casa editorial, pu
blica un libro. Este hecho
se constata en la bibliografía y las notas co
mo “Edición particular”. Si el libro no incluye
datos sobre su pub
licación, se escribe
sine loco
(o su abreviatura
s. l
.), que significa “sin
lugar”. Si no aparece el año de publicación,
se pone s. f., que significa “sin fecha”.
48
a) Libros
(1) La Biblia
En las notas al pie se usa simplemente
la abreviatura del nombre de la versión
citada, junto con una mención de la edición o
la revisión, si es el
caso. En una biliografía
se pone el nombre completo de la versi
ón, más una indicación de la edición. Luego se
cita el editor o equipo de tra
ducción bíblica, la ciudad donde
se publicó, la editorial y el
año de publicación.
Para identificar cada libro de la Biblia,
se usan las siglas establecidas por las
Sociedades Bíblicas Unidas. También hay siglas
establecidas para identificar la versión
de la Biblia.
Nota
1
Lc. 3.12-14 BJ
Biblio-
grafía
Biblia de Jerusalén
.1
a
edición. Traducción bajo
la dirección de la
Escuela Bíblica de Jerusalén.
Bilbao: Desclée de Brouwer. 1978.
La regla es citar siempre la ciudad de
publicación. Cuando no que
da claro el país,
se puede agregar este dato. Cua
ndo no se cita el lugar de pub
licación, se usa la abreviatura
s.l.
, que significa
sine loco
, o sin lugar. Pero en la edició
n siguiente, solamente se indicó el
país de publicación. Aun
que se podría utilizar
s.l.
, sería más preciso anotar el país.
Sin
embargo, no se debe utilizar el país
cuando se explicita la ciudad.
Nota
2
Lc. 3.12-14 BEDHH
Biblio-
grafía
Biblia de estudio Dios habla hoy.
Traducción bajo la
dirección de las
Sociedades Bíblicas Unidas. EEUU: Sociedades Bíblicas Unidas,
1994.
Al examinar la Biblia siguiente, parece que solamente se indica que se publicó en
España. Sin embargo, una revisión cuidadosa
revela que se imprimió en Madrid. Note
que esta edición está a cargo de
varias editoriales. En el caso de la tercera editorial, para
que no parezca que es una persona, se utilizó
la abreviatura “Ed.” en el nombre, aunque,
por lo general, no se necesita.
Nota
3
Lc. 3.12-14 BL
Biblio-
grafía
Biblia latinoamericana
,3
era
edición
.
Traducción bajo la dirección de
Bernardo Hurault y Ramón Ricciar
di. Madrid: Paulinas, Verbo
Divino y Ed. Alfredo Ortells, 1972.
De la Biblia llamada Reina-Valera, actua
lmente hay dos revisiones en uso: 1960 y
1995. En la bibliografía es importante se
ñalar cuál, de éstas se ha utilizado.
Nota
4
Lc. 3.12-14 RV
Biblio-
grafía
Santa Biblia,
Reina-Valera, Revisión de
1995, Edición de Estudio
.
Traducción bajo la dirección de la
s Sociedades Bíblicas Unidas.
Santafé de Bogotá: Sociedades Bíblicas Unidas, 1995.
(2) Libro de un autor o autora
Nota
5
Hans de Wit,
En la dispersión el texto es patria. Introducción a la
hermenéutica clàsica, moderna y posmoderna.
San José: Universidad
Bíblica Latinoamericana, 2002, 367

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