Ensayo sobre el libro la lengua y los hablantes de Raúl Ávila

LA LENGUA Y LOS HABLANTES.

En el libro la lengua y los hablantes Raúl Ávila nos permite adentrarnos en áreas que no han sido
del todo comprendidas, uno de los aspectos importantes del libro es que el autor le ha dado un
enfoque que pretende facilitar la comprensión del contenido de tal manera que cualquier persona
que esté interesada en conocer sobre las lengua y sus diversos aspectos pueda comprenderlo sin
necesidad de tener un conocimiento tecno o especializado en la materia.

En capitulo uno Raúl Ávila plantea que el mundo está lleno de significaciones, el hombre cuando
decide ir más allá de los objeto mismos encuentra que cada uno de estos tiene una significación.

Un signo como tal es un hecho muy perceptible que nos permite obtener información sobre algo
distinto de sí mismo.

El signo y los signos

Dentro de los signos encontramos a los llamados signos primarios los signos primarios son
aquellos cuya finalidad esencial es el comunicar algo, estos signos son los que el emisor produce
con la intención de establecer la comunicación. El autor nos dice que cuando se produce un signo
primario el receptor sabe que el emisor desea establecer la comunicación ya que conoce su
intención comunicativa.

Por su parte los signos secundarios son aquellos que se producen involuntariamente y los cuales
no tienen una intención comunicativa voluntaria, es decir ante un signo secundario el receptor no
percibe la intención comunicativa del emisor

En el apartado 1.2 Raul Avila plantea la función de la simiologia la cual se ocupa del estudio de los
signos producidos por el hombre. Según el autor existen dos planteamientos del campo
semiológico: el extenso, que abarca tanto los signos primarios como los secundarios, y el limitado,
que incluye únicamente el estudio de los signos primarios.
La lengua es un sistema constituido por signos por lo cual forma parte del objeto de estudio de la
semiología, pero al ser tan extensas y peculiares las características de la lengua hay una disciplina
dentro de la semiología que se encarga únicamente del estudio de la lengua, esta es la Lingüística.

Otra de las características que nos presenta Raúl Ávila en su libro son los signos lingüísticos
aquellos signos producidos por el hombre que son de naturaleza oral. Así pues nos dice que al
hablar utilizamos signos de extensión diversa dentro de los cuales los más conocidos son las
palabras.

La teoría del signo lingüístico fue desarrollada por Ferdinand de Saussure, quien lo concibió como
la asociación de una imagen acústica o significante y una imagen mental o significado.

Se dice que el signo es arbitrario porque entre este y la realidad a la que hace referencia no hay
una relación natural, es decir, no hay razón alguna para que a determinado animal se le llame
caballo y no de otro forma, el hecho de que se le nombre así es solo por una convención de la
sociedad con una lengua específica, es por esto que con tantas lenguas existentes se hace más
claro que los signos no están motivados por la realidad.