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24 permutaciones de mano izquierda

En esta lección, te voy a proporcionar una gran cantidad de ejercicios basados en la permutación de los cuatro dedos de la mano
izquierda. No me voy a limitar a escribirlos y dejarte solo ante el peligro, porque ya se lo que va a pasar: En el mejor de los casos
probarás alguna de las permutaciones y en pocos minutos estarás tocando otra cosa, o directamente dirás “Ya se de que va esto. Paso”.
Por eso, quiero argumentarte porque considero que son de enorme importancia y como yo mismo pasé de ignorarlos a abrazarlos como
una necesidad evidente. Creo que esta reflexión puede servir para aclarar ideas y dejar de verlos como una colección de aburridos
sonidos atonales.

Durante mis primeros pasos con la guitarra, y después de practicar durante un breve espacio de tiempo el ejercicio cromático universal
(4 dedos, 4 trastes) decidí que sería de mayor provecho centrarme en practicar movimientos que realmente pudiera emplear cuando
hacia música de verdad. Es decir, tocar escalas. Junto a la obvia facilidad de aburrirse tocando estas combinaciones, ésta parecía ser la
principal pega, su difícil aplicación. Como el tiempo lo pone todo en su sitio, llego el día en que me di cuenta de que mi memoria
muscular, mi velocidad y lo que es mas importante, mis elecciones melódicas estaban totalmente supeditadas al trabajo que había
hecho con las escalas. Mi forma de tocar sonaba predecible, plana, deliberadamente escalar y guitarristica. En la música que
escuchaba y me inspiraba, como rock progresivo, metal, jazz o música clásica, es mas que habitual la utilización de otras
combinaciones de sonidos. Así que llego un punto en que me tuve que replantear el asunto de nuevo y empezar a valorar formas
diferentes de agrupar las notas, vinieran estas de otras escalas o no. Dejar de ver las escalas como muros infranqueables y atreverse a
salir de ellas. Abrir la posibilidad de elegir otros sonidos, te fuerza directamente a digitar las notas de otro modo. No es una
obstinación de orden técnico, es la respuesta práctica a una demanda musical. Un buen ejemplo de esto son las notas de paso o los
enclosures, utilizados en Jazz y Blues.

Además de esto, también está la cuestión de la técnica. Algunos de los mejores y más antiguos tratados para desarrollar una técnica
sólida e independencia en todos los dedos han sido escritos para piano. Como mis primeros años transcurrieron precisamente con este
instrumento y no con la guitarra, volví a ellos, esta vez desde una perspectiva diferente.
Los métodos de Czerny, Hanon o Schmidt exploran numerosas combinaciones a fin de dotar a los dedos de la solvencia necesaria
para tocar “lo que sea“. Hay que entender, que para adquirir la total libertad técnica, hay que someter a los dedos a “todas las
posibilidades“. Finalmente, todas esas páginas llenas de repeticiones y variaciones empezaron a parecer mucho más atractivas, y lo
que es mas importante: usables.
Aquí tienes las 24 formas posibles de permutar los 4 dedos de la mano izquierda, a las que aplicaremos variaciones basadas en el
ritmo, combinaciones y saltos de cuerdas, cambios de posición, estiramientos, la técnica de legato y duplicación de notas. Todas las
ideas pueden y deben relacionarse, multiplicándose y alargando la vida práctica de la tabla básica original.

EJERCICIO BÁSICO
El ejercicio básico, utiliza la permutación 1234. Los números hacen referencia a los dedos 1, 2, 3 y 4. Si se ejecuta en primera
posición, coinciden además con el número de los trastes, pero el ejercicio es igualmente realizable en cualquier parte del mástil.
Observa como se mantiene la digitación al ascender o descender por las cuerdas. Mantén una técnica estable de púa alterna, o de
índice-medio si utilizas los dedos de la mano derecha, para las cuatro notas por cuerda.
Aplica el mismo proceso al resto de combinaciones, siempre manteniendo las manos relajadas y llevando un ritmo regular.
Una vez te sientas cómodo con las 24 formas, toca el ejercicio cambiando de combinación en cada cuerda. Siente como cada día
mejora la independencia y respuesta de los dedos. Toma todo el tiempo que éstos necesiten para hacerlo bien y sin esfuerzo.
LEGATO
El siguiente paso consiste en emplear la técnica de legato en las cuatro notas. Aunque frecuentemente pasa inadvertido, el ligado
ascendente (Hammer on) y el ligado descendente (Pull off) implican movimientos muy diferentes. Forma parte de tener una sólida
técnica de legato el conseguir un sonido equilibrado y pleno en los cuatro dedos, independientemente del movimiento que efectúen.
Experimenta con estas y otras posibilidades de tu cosecha, y aplícalas a las 24 permutaciones.
VARIACIONES RÍTMICAS
La variedad rítmica va a dotar de nueva vida a cualquier melodía, reforzará nuestra solidez métrica y evitará que todo suene monótono
y rutinario. He incluido ejemplos basados en semicorcheas, tresillos cinquillos, seisillos y otras combinaciones rítmicas. Por supuesto,
este trabajo se puede ampliar en base a nuestro vocabulario rítmico. No olvides utilizar el metrónomo.
COMBINACIÓN DE CUERDAS CONSECUTIVAS
Una de las dificultades físicas inherentes a la guitarra, radica en las transiciones entre cuerdas. Pasar de una cuerda por encima o por
debajo determina la dirección de la púa, el dedo o la combinación de ambos a emplear, y afecta definitivamente al sonido. Para trabajar
esta cuestión, he incluido diferentes formas de distribuir cada patrón en dos cuerdas adyacentes.
SALTOS DE CUERDA
Llevando la anterior idea algo mas lejos, aplica la técnica de string skipping o saltos de cuerda. Practicar estas posibilidades es
interesante además de por el desafío técnico, porque implica elegir diferentes intervalos, y un efecto melódico diferente e impredecible.

ESTIRAMIENTOS
Las posiciones que sobrepasan los límites de los 4 trastes forman parte de numerosos patrones de escalas y suponen una forma
diferente de alcanzar ciertas notas. Gradualmente, dotan a los dedos de flexibilidad y precisión. Es importante empezar por efectuar los
estiramientos en posiciones donde sea más cómodo, y progresar gradualmente a estiramientos más exigentes. Sentido común ante todo.
CAMBIOS DE POSICIÓN
La simple acción de efectuar cambios de posición durante la ejecución de cualquier ejercicio, va a poner a prueba nuestra precisión.
Tocar posicionalmente es interesante y necesario, pero en la práctica común siempre habremos de emplear cambios para alcanzar las
notas deseadas. Utiliza estas dos sugerencias o inventa las tuyas propias. Lo importante es que no asumas que todo se ha de tocar
siempre igual.

DUPLICACIÓN DE NOTAS
Si duplicamos una o más notas de cada patrón, obtenemos grupos de 5, 6, 7 y 8 notas. Además de alterar el efecto melódico, nos
veremos obligados a ajustar la técnica de ambas manos y el ritmo. En esta ocasión solo he contemplado duplicar cada nota tocándola
de forma consecutiva, haciendo que el grupo rítmico coincida con el número de notas. Hay muchísimas más posibilidades que no he
escrito aquí, esperando a que las descubras e implementes en tu música. Como siempre, explora y experimenta.
Soy consciente de que la cantidad de opciones aquí apuntadas, es como mínimo bastante grande, así que mi consejo es que no trates de
tocar demasiado tiempo con este material, ni te empeñes en tocar cada sección de principio a fin. Son ejercicios técnicos, no una
novela. Así que, te sugeriría utilizarlos relajadamente como calentamiento, durante unos pocos minutos antes de pasar a trabajar otras
cosas. Lo mas importante es la frecuencia. Unas cuantas combinaciones cada día, no suponen un gran esfuerzo, pero si harán de ti un
guitarrista mejor. Un trato redondo.

Para acabar, una última reflexión. Inicialmente, no he sido fan de los ejercicios puramente técnicos, aquellos que se centran en la
técnica pero carecen de musicalidad. Me tomó un tiempo considerable entender que no hay nada que sea realmente anti musical. No
existen las notas correctas y las notas incorrectas. Somos nosotros quienes tenemos la habilidad de transformar una combinación
matemática en algo artístico, o una bella pieza en un amasijo de notas sin sentimiento. Tu responsabilidad es por tanto doble: entrenar
tus manos para que puedan ejecutar cualquier sonido que imagines, y entrenar tu imaginación para hacer música de cualquier
combinación que se te ocurra. Como siempre, tu implicación lo es todo y va a determinar el resultado. El único que va a salir ganando
eres tu.

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