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Obviamente, el sabor no es el mismo que unas tortitas americanas normales, pero tampoco es
que estén incomibles.
En la receta de hoy pongo la receta básica, pero se pueden hacer un montón de variaciones
para crear diferentes tortitas con diferentes sabores y no aburrirse nunca.
Mezclamos el huevo con el salvado de avena, el queso y el condimento elegido, hasta formar
una masa. Podemos agregar un poco de leche para aligerar la mezcla si es necesario.
Engrasamos una sartén antiadherente con unas gotas de aceite, y le pasamos un papel de
cocina para distribuirlo bien. Lo ponemos en la vitrocerámica a calentar a fuego medio.
Agregamos la mitad de la masa a la sartén caliente y lo dejamos que se cocine durante un par
de minutos, hasta que empiecen a salir burbujas por la superficie. En ese momento, le damos la
vuelta a la tortita y dejamos que se haga por el otro lado hasta que tenga un color dorado.
Consejos
Para ahorrar tiempo, podemos hacer una gran cantidad de masa y guardarlo en el frigorífico o
congelarlo por una semana.
En la dieta Dukan no están permitidos los azúcares de cualquier tipo, por eso en la masa no se
puede añadir ni azúcar, ni miel. Los ingredientes o condimentos a los que nos referimos serían
yogurt, jamón, queso, cebollino o cualquiera de los alimentos permitidos.
En el caso de que seas intolerante a los productos lácteos, podrías sustituir el queso por yogur
de soja, pero la cantidad se verá reducida, pues tiene un mayor contenido en agua.
Si no encuentras el queso Quark por ningún sitio, puedes solucionarlo utilizando una mezcla de
queso cremoso 0% materia grasa y yogur desnatado. Tienes que adaptar las cantidades para
que no esté tan seco (por el queso cremoso), ni tan líquido (por el yogur), hasta lograr la
consistencia adecuada.
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