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ALMACENAMIENTO Y MANEJO DE LUBRICANTES Y

LINEAMIENTOS DE HSE
ALMACENAMIENTO Y MANEJO DE LUBRICANTES Y LINEAMIENTOS DE HSE

La calidad de los Lubricantes Shell que salen de la refinería o la planta de mezclado se monitorea
y controla estrictamente.

En la fabricación, empaque y transporte, se aplican estrictas medidas para asegurar que los
productos estén libres de contaminantes, y cumplan plenamente o sobrepasen las especificaciones
indicadas.

Sin embargo, una vez que los lubricantes ya no están bajo el cuidado de Shell o sus agentes, el
que se mantengan su idoneidad para el uso depende de la calidad de los subsiguientes procesos
de almacenamiento o manejo.

Esta sección del Manual de Información sobre Productos Shell indica los lineamientos de
almacenamiento y manejo para mantener los Lubricantes Shell en las condiciones y limpieza
adecuadas, esenciales para el servicio efectivo.

AL UBICAR EL DEPÓSITO DE LOS LUBRICANTES

El ideal es que los lubricantes de almacenen bajo techo, a una temperatura razonablemente
moderada y constante. En la práctica, puede que esto no sea posible y al menos una parte de los
lubricantes se tengan que almacenar a la intemperie.

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Sin embargo, ya sea que se almacenen bajo techo o a la intemperie, el depósito se debe ubicar
de manera que cuente con:

 Acceso fácil a los vehículos de entrega.


 Suficiente espacio para descargar los vehículos.
 Una plataforma de descarga debidamente adecuada, con acceso directo al depósito del
aceite.
 Condiciones de limpieza, y que se encuentre libre de polvo para abrir y dispensar los
productos.
 Fácil distribución a los principales puntos de uso.
 Un control fácil del inventario que permita revisar a simple vista las condiciones de los
envases y paquetes.
 Espacio para los tambores y paquetes vacíos, y para los envases retornables.
 Un piso plano, bien nivelado y resistente al aceite.
 Un depósito que se pueda cerrar.
 Ventilación apropiada.
 Áreas separadas y bien señaladas para los productos en uso y los nuevos.
 Un sistema consistente para el control de inventarios, de manera de asegurar una
rotación adecuada.
 Control de temperatura.
 Ningún depósito debe estar conectado a un drenaje, tubería de aguas negras, o corriente
de agua.
 Señalización clara con avisos de advertencia (‘No Fumar’ y ‘Riesgo de Superficies
Resbalosas’).
 Los brocales correspondientes para usar como protección adicional.

A lado de cada depósito se deben colocar kits de emergencia para derrames.

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ALMACENAMIENTO A LA INTEMPERIE

Mientras estén protegidos de temperaturas extremas y penetración de agua, la mayoría de los


lubricantes no se ven afectados por las condiciones climáticas y se pueden almacenar a la
intemperie, durante lapsos de tiempo limitados.

No obstante, si se prevén temperaturas bajo 0°C, se deben proteger los lubricantes sensibles a los
efectos de las heladas (por ejemplo, emulsiones de aceite/agua, o fluidos que se dilatan con
agua (water extendable).

Los siguientes productos nunca se deben almacenar a la intemperie:

 Aceites aislantes
 Aceites para refrigeración
 Aceites blancos y medicinales
 Aceites y compuestos AeroShell
 Grasas
 Los aceites de corte que contienen aceites o compuestos grasos y se pueden solidificar y
disgregar cuando hace mucho frío.

Igualmente, siempre es preferible abrir los lubricantes de paquete bajo techo, y luego guardarlos
también bajo techo. El riesgo de contaminación aumenta de manera significativa cuando los
lubricantes se trasvasan o dispensan a la intemperie. La condensación o entrada de agua se hace
más probable cuando los tambores no están completamente llenos.

Los tambores de aceite que se guardan a la intemperie están sujetos a variaciones de temperatura
y a las correspondientes variaciones de presión interna. Esto hace que ‘respiren’ cuando algún
sello presenta una fuga, permitiendo el paso de la humedad, especialmente si el tambor se coloca
en forma vertical con el tapón arriba, ya que el agua de lluvia se puede depositar en su parte

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superior.

Si se deposita agua en la parte superior del tambor, se puede oxidar y se pueden borrar o caer
el marcaje, generando posibles equivocaciones en el uso del aceite.

Por estas razones, los tambores de deben guardar inclinados, apoyados sobre su costado, o en
posición vertical, con el tapón hacia abajo (con el tapón por debajo del nivel de aceite). Los
tapones de los tambores inclinados o en sentido horizontal deben estar en una posición de las 3 y
las 9 horas, a fin de asegurar que las juntas se mantengan en contacto con el aceite, dentro del
tambor. En todo caso, los tambores se deben almacenar separados del piso, en tarimas o
estantes, bien por encima del nivel del agua. Nunca se deben colocar directamente sobre una
superficie que contenga escoria corrosiva. Los paquetes que reflejen más de 200l se deben
almacenar rodeados de un brocal (sic).

Se deben examinar en forma regular para comprobar que no haya señales de corrosión,
oscurecimiento en el marcaje de identificación, o de que las costuras o sellos se hayan debilitado.

Se debe tener mucho cuidado al almacenar paquetes más pequeños, como las pailas, ya que no
están diseñados para soportar climas rigurosos. Si es inevitable almacenarlos a la intemperie, se
deben colocar bajo un toldo y sobre estantes, o protegerlos de la lluvia con lonas, siempre
fijándose de que el aire pueda circular libremente.

ALMACENAMIENTO BAJO TECHO

El almacenamiento bajo techo siempre es preferible. Sin embargo, si el espacio es limitado, se


debe reservar para los paquetes más pequeños, para los lubricantes que puedan resultar
afectados por heladas, los paquetes abiertos y para las categorías especiales indicadas arriba,
en la sección Almacenamiento a la Intemperie.

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Es muy poco probable que, bajo techo, las temperaturas bajen tanto como para afectar un
lubricante en forma adversa. Aunque sí es necesario evitar cualquier exceso de temperatura
generado por tuberías de vapor, hornos o calentadores, etc., para que no sufran degradación
térmica o se volatilicen los solventes que contienen los grados.

(Nota: En muchos casos, los requisitos del seguro o las regulaciones locales contra incendio
exigen una edificación aparte para los productos volátiles.)

Si una parte del depósito es más caliente, se debe reservar para los aceites de alta viscosidad
(espesos) para que resulte más fácil dispensarlos. El depósito de lubricantes se debe mantener
siempre seco, para evitar la corrosión de los envases que podría ocurrir en condiciones de
humedad.

ENTREGAS

Una persona responsable debe supervisar todas las entregas, para verificar que se descargue la
cantidad y grado correcto del lubricante. Con los lubricantes a granel, es esencial que se
almacenen en el tanque del grado correcto que les corresponda, por ende, la supervisión y
etiquetado del tanque son imprescindibles.

Los clientes deben firmar las boletas de entrega, como respaldo de que ha recibido el grado y la
cantidad correctas.

PILAS DE TAMBORES

Si el espacio no es suficiente para permitir que los tambores se almacenen en tarimas


horizontales, se pueden apilar en forma vertical, sobre estantes, o en sistemas de estanterías
horizontales o inclinadas.

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Cualquier método que se adopte, debe permitir que los paquetes individuales siempre queden
fácilmente disponibles con una mínima alteración a los que no se necesitan de inmediato. Se
debe organizar un sistema de rotación de inventarios para evitar que los productos más antiguos
se acumulen. El principio ‘primero en entrar – primero en salir’ (FIFO por sus siglas en inglés)
resulta adecuado para ello.

Cuando haya paquetes libremente apilados unos sobre otros, la altura segura varía según la
estabilidad de la pila y el peso que puede soportar cada paquete. El uso de tarimas o marcos
entablillados estabiliza la pila y ayuda a prevenir daños en los niveles más bajos.

Las estanterías de metal ofrecen mayor comodidad al momento de cargar o encontrar productos,
controlar el inventario y mantener la rotación. Los sistemas de estanterías inclinadas con un lado
de carga y otro (el más bajo) para descarga es un medio efectivo para segurar la movilización
‘primero en entrar – primero en salir’.

AL MANEJAR LOS TAMBORES

El tambor estándar, lleno de aceite, pesa cerca de 185kg. Es resistente y está diseñado para
volver a usarlo varias veces, pero se puede dañar fácilmente cuando se manejan en forma
inadecuada.
Los tambores nunca se deben dejar caer mientras se cargan o movilizan. El impacto puede hacer
que las costuras se revienten, generando fugas, escapes, o contaminación de su contenido.

La manipulación incorrecta de los tambores puede causar accidentes y lesiones personales.


Siempre que sea posible, evite manipularlos a mano y use los equipos apropiados. Existen
muchos métodos adecuados para manejar los tambores, los de aceptación más amplia son:

 Montacargas (ya sea horizontalmente sobre la horquilla estándar, o verticalmente con un


dispositivo para levantar uno o cuatro tambores).
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 Carretilla de mano de dos ruedas
 Plataforma rodante triangular para tambores
 Elevador manual
 Apiladora manual lateral
 Cadena de izamiento y carro en un “Puente Viga en I”
 Rodando (dos obreros)

ALMACENAMIENTO A GRANEL

El almacenamiento de los lubricantes a granel se debe hacer siempre rodeado de un brocal. El


ideal es que esté bajo techo, aunque se puede ubicar a al intemperie si está protegido de la
lluvia, la nieve y temperaturas extremas.

Todos los tanques, tubos de llenado y tubos de descarga deben estar etiquetados con la
capacidad, además del nombre completo y grado del producto que contienen, para evitar que se
mezclen cuando se entreguen o se dispensen. La tubería debe estar libre de óxido y al
descubierto, siempre que sea posible. Los dispositivos de medición se deben calibrar debidamente
y se les debe hacer servicio. Es necesario que las manillas de las válvulas y grifos se puedan
trancar, de manera de evitar su manejo inadecuado.

Los tanques de acero dulce requieren una adaptación especial para ciertos tipos de productos.
Por lo general, a los tanques de aceites para electricidad y refrigeración se les coloca un
recubrimiento de resina de epoxi y los conductos de ventilación se protegen con respiradores de
gel de sílice para eliminar la humedad.

Es posible que los aceites blancos necesiten tanques tratados con resina de epoxi o de acero
inoxidable, para poder mantener la calidad y el color.

Los tanques sin respiradores de gel de sílice pueden acular agua lentamente, a medida que la
humedad atmosférica se condensa en las paredes relativamente frías, incluso estando bajo techo.
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El agua se debe drenar periódicamente desde un grifo de tope colocado de manera que quede
en el punto más bajo del tanque. Normalmente, los tanques se montan de manera de dejar una
inclinación de 1 a 10 hacia este grifo de drenaje para reducir el riesgo de dispensar aceite
contaminado. Con algunos grados, la penetración de demasiada agua puede generar la
emulsión total o parcial del producto.

ALMACENAMIENTO DE LA GRASA

Los tambores que contienen grasas suaves se deben colocar derechos en forma vertical. El tambor
estándar de grasa, de 180kg, tiene una abertura muy grande cuyo sello se daña fácilmente si se
manipula sin cuidado y, si está almacenado en sentido horizontal, puede ocurrir un escape o
fuga de la grasa.

Una vez abierto, todos los contenedores de grasa se deben almacenar con su tapa bien colocada
para evitar cualquier contaminación que luego genere problemas en la operación.

CUIDADO Y LIMPIEZA ADECUADA EN EL DEPÓSITO

Los nuevos paquetes se deben limpiar con un trapo, fijándose de pasarlo alrededor del tapón,
verificar las etiquetas y reportar cualquier variación muy marcada en el color, olor, o consistencia
normales del producto. Si existe algún motivo para dudar que un lubricante está en buenas
condiciones, el tanque o paquetes correspondientes se debe(n) poner en cuarentena para aislar el
problema y consultar a su Representante Shell para que indique sus sugerencias.

Los lubricantes sólo se pueden dispensar a partir de contenedores limpios y dedicados. Nunca
trate de usar medidas de aceite provisionales.

Se deben colocar receptáculos cubiertos para los trapos limpios, libres de hilachas, y para los
sucios.

Debajo de la tapa de cada tambor, se debe colocar una bandeja para el goteo. Las salpicaduras
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de aceite pueden causar accidentes, por eso de deben limpiar sin demora. El aserrín es efectivo,
pero representa un riesgo de incendio y se debe remover al momento en que quede lleno de
aceite. Existe un material cristalino disponible en el mercado como sustituto del aserrín, pero
puede dejar residuos arenosos en el piso que, aunque resultan útiles como antirresbalante,
pueden constituir una fuente de contaminación.

Las latas de medida con vertedores ayudan a registrar la salida de aceite. Dichos registros deben
ser precisos y completos, indicando el tipo y grado completos de cada lubricante listado.
Cualquier anormalidad en las cantidades de un lubricante el particular, se debe investigar.

Las pistolas de grasa de deben llenar limpiamente y con cuidado, ya que la grasa actúa como
abrasivo cuando se mezcla con polvo o tierra.

Cuando se vacían los envases de lubricantes se les debe colocar de nuevo su tapón o la tapa,
ajustándolo bien para evitar la contaminación.

Nunca vuelva a usar los paquetes vacíos de un lubricante. Se conocen casos en que por
almacenar aceites de desecho, otros lubricantes, sustancias químicas, combustible o incluso agua
en paquetes de lubricantes vacíos, luego inadvertidamente se han usado en lugar del producto. El
resultado puede ser peligroso, y a veces catastrófico.

Los tambores vacíos no se deben usar como barrera en la carretera, ni como apoyo a los
extremos de andamios o caballetes. Resulta especialmente importante no usar los tambores en
caballetes de soldadura o latonería, ni cortarlos con equipos de oxiacetileno, ya que se corre el
riesgo de producir una explosión.

MUESTREO

A veces se necesitan muestras de los lubricantes para analizarlas. Después de rodar el tambor
para agitar su contenido, se usa un tupo de muestreo o “muestreador”, de metal o de vidrio, para
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tomar la muestra. A fin de obtener datos significativos, las muestras deben ser representativas y
estar libres de contaminación externa. También es importante asegurar que se etiquete correcta y
exactamente. Es esencial que tanto el muestreador como el envase conde se vierta el lubricante
estén absolutamente limpios, secos y libres de olores. Siempre que sea posible, use únicamente
las botellas y etiquetas diseñadas para ello que su Representante Shell tiene disponibles.

CONTAMINACIÓN DURANTE EL USO

Los lubricantes y aceites de corte se deben drenar periódicamente de la máquina y reemplazarlos


con aceite o refrigerante fresco.

Algunos aceites usados, especialmente lo de las aplicaciones menos intensas, se pueden tratar
para uso futuro, por asentamiento, centrífuga, lavado con agua, o filtrado. Su Representante Shell
le puede aconsejar sobre el tratamiento más apropiado. Los aceites de corte son especialmente
susceptibles a la contaminación durante su uso. Por ejemplo, las películas de aceite sobre la
superficie de una emulsión pueden indicar fuga en una caja de cambios o un sistema hidráulico.

Cuando se prepara aceite soluble para su uso, se debe agregar el aceite al agua en la cantidad
recomendada, bajo agitación, hasta formar una emulsión estable. Nunca se debe agregar el
agua al aceite, ya que la emulsión resultante puede ser inestable o se puede invertir. El agua
debe estar limpia y el mezclado se puede llevar a cabo en un tanque aparte y limpio, y no en el
cárter o sumidero de la máquina.

Se debe tener muy en cuenta que una nueva emulsión se deteriora rápidamente si se agrega a
otra ya contaminada, infectada por bacteria, o inestable. Los olores desagradables y el óxido son
indicadores de degradación bacteriana o química. Para tener una operación eficiente, se debe
usar refrigerante limpio en un cárter y un sistema de circulación que también estén limpios.

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AL MANEJAR LOS LUBRICANTES

Los beneficios de un almacenamiento adecuado y limpio se pueden anular fácilmente si el


lubricante se contamina cuando va del depósito a la máquina. Los envases que se usen para
transportar el lubricante y almacenar las pequeñas cantidades para trabajar se deben mantener
limpias y deben contar con una tapa para evitar que le entre polvo o tierra. Se deben lavar
periódicamente con gasolina, y luego pasarles un trapo y dejarlos secar ante de usarlo de nuevo.

Igualmente, los embudos y demás piezas de los aparatos se deben mantener siempre
escrupulosamente limpios, así como los trapos y paños que se usen para ese fin. NO se deben
usar trapos de desechos de algodón o lanilla, ya que tienden a dejar fibra que, de alguna
manera, puede entrar a las máquinas y obstaculizar el paso del aceite.

Se recomienda tener envases separados y claramente marcados para cada grado de aceite o
grasa, de manera que no se puedan contaminar entre sí.

El aceite usado y sucio se debe colocar en un envase especial y guardar por separado, en
receptáculos claramente etiquetados para su debida disposición. Se deben tomar todas las
precauciones posibles para que los lubricantes usados no puedan contaminar los aceites y grasas
frescas.

En general, las precauciones de limpieza son incluso más importantes para la grasa que para el
aceite. Siempre existe la posibilidad de que las impurezas del aceite se depositen en el fondo del
tanque o el envase y no causen daños; con la grasa, esto no puede suceder y lo más probable es
que cualquier arenilla, impureza o contaminante que le entre, tarde o temprano, logre encontrar
el camino para llegar a los lubricadores y a la máquina.

La grasa es más susceptible a los efectos de la temperatura y los ciclos de temperatura que el
aceite. Las altas temperaturas o incluso la exposición prolongada a temperaturas moderadas

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(como el sol tropical) pueden hacer que el aceite se separe y con esto pierda algunas de sus
propiedades lubricantes. El petrolato (vaselina) y ciertos tipos de grasa se pueden volver líquidas
por efectos del calor, y volver a su condición original al enfriarse, pero estas son excepciones y la
mayoría de las grasas se echan a perder si se trata de esa manera. Por ende, nunca caliente una
grasa para que quede líquida o fluida.

El manejo inadecuado de un lubricante puede causar:


 Accidentes en el lugar de trabajo
 Incidentes de contaminación
 Mayor riesgo de incendio
 Problemas de contaminación
 Uso del producto inadecuado
 Uso del grado inadecuado
 Deterioro del producto
 Reducción drástica del inventario
 Más interrupciones en la operación de los equipos
 Posibles procesos judiciales

SI OCURRE UN DERRAME

CONTÉNGALO de inmediato usando un material absorbente no inflamable. En una emergencia


se puede usar arena o tierra.

NO LO ENJUAGUE dejándolo pasar a drenajes o vías de agua. Si el lubricante entra a los


drenajes, avise de inmediato a las Autoridades responsables del Agua.

RECOJA la mezcla absorbente-aceite colocándola en un receptáculo adecuado y disponga del


mismo a través de un contratista de desechos debidamente autorizado.

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PRECAUCIONES CONTRA INCENDIOS

Mientras están en el paquete, ni el aceite ni la grasa lubricantes representan un grave riesgo de


incendio. Sin embargo, la mayoría de los lubricantes pueden, en determinadas circunstancias,
generar una combustión o explosión. Este riesgo radica básicamente en el punto de inflamación
que tenga el producto.

Los lubricantes con un punto de inflamación de menos de 55°C se deben almacenar en envases
cerrados, en un lugar bien ventilado y lejos del calor. Cuando el producto se usa en un tanque
abierto, éste debe contar con una campana adecuada, buena ventilación, y estar conectado a
tierra para evitar las chispas de estática. Mientras no se esté usando, el tanque debe mantenerse
ligeramente cubierto.

Los productos con un punto de inflamación de 55°C o más, no requieren de precauciones


especiales contra incendio, pero siempre que sea posible se deben almacenar lejos del calor.

El aceite lubricante es potencialmente peligroso cuando se encuentra combinado con otros


materiales más inflamables. Ni el aserrín, ni los trapos ni el papel limpiador se deben dejar
acumular. Si están empapados de aceites grasos, simplemente pueden hacer ignición con, por
ejemplo, al entrar en contacto con una tubería de vapor a alta temperatura.

Los depósitos donde se guarde el aceite deben estar equipados con extintores de CO2, químicos
secos, o espuma, y con tobos llenos de arena para casos de incendio. Nunca se debe usar agua
para apagar un incendio, ya que el lubricante en llamas puede flotar sobre su superficie,
extendiendo el incendio. El personal debe estar bien entrenado en la selección y uso del tipo de
extintores adecuados.

Los depósitos donde se guarden los lubricantes se deben designar como áreas donde está

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‘Prohibido Fumar’.

Si hay un incendio – llame a la brigada de bomberos.

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DISPOSICIÓN DEL ACEITE DE DESECHO

Los aceites de desecho se pueden reusar o destruir, básicamente dependiendo de factores


ambientales y económicos y de las necesidades operativas.

El aceite de desecho que se bota sobre suelos, o aguas, o se quema de manera no controlada,
como combustible, es una fuente de contaminación ambiental crónica.

En la Ley de Protección Ambiental de 1990 se establecen nuevos controles sobre los desechos. Si
en su sede usted produce algún desecho controlado (lo que incluye productos de los aceites de
desecho) entonces usted tiene el “deber de tener cuidado” y es responsable de:

 Almacenarlo en forma segura y protegida de manera que no se produzca un escape del


desecho.
 Verificar que cualquier ente a quien le entregue el desecho, esté legalmente autorizado
para transportarlo y disponer del mismo.
 Mantener un registro completo de todas las consignaciones de desechos. Cada vez que
entregue un desecho a otro ente, para su disposición, debe preparar una descripción del
desecho y firmar una nota de traspaso. Estos registros se deben guardar durante dos
años.
 Disponer de los desechos de una manera segura que no genere contaminación ni
constituya un peligro para la vida.

La vida útil del aceite se puede optimizar de muchas formas, garantizando así que se obtenga su
máximo valor antes de su disposición. Incluyen:
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 El uso de productos de alta calidad y de larga vida.
 El uso de Shell e-Quip para monitorear la selección del aceite y de los equipos.
 Su reuso después de una limpieza de re-clarificación (por ejemplo, por filtrado o
centrífuga) o bajándolo de grado.
 En ciertos casos como fuel oil.

Cuando el aceite de desecho está demasiado contaminado como para poder reusarlo, lo único
que se puede hacer es incinerarlo después de un pretratamiento adecuado, o disponer del mismo
en forma controlada en un sitio aprobado, según la legislación ambiental.

A menudo, para los aceites de corte usados, tanto puros como solubles, aplican factores y
requisitos adicionales para su disposición y es necesario seguir procedimientos especiales,
después de consultaros con su Representante Shell.

Siempre se debe disponer de los aceites usados en forma cuidadosa y considerada, a través de
canales reconocidos, de manera de proteger el ambiente. La disposición de los aceites de
desecho nunca se debe llevar a cabo:

 En suelos bajo tratamiento biológico, tipo Landfarming


 En rellenos sanitarios
 En capas de aceite para carreteras
 Como dilatador de bitumen
 En procesos de reciclaje que puedan generar productos de desecho peligrosos, como el
tratamiento de arcilla ácida
 Como combustible para los motores diesel
 Quemándolo en un ambiente no controlado o con equipos no autorizados

Si usted maneja o dispone de algún producto de aceite, por favor refiérase a la respectiva Hoja
de Datos de Seguridad del Material, que se puede conseguir a través del su propio punto focal de
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Seguridad, Higiene y Ambiente. En caso de consulta, por favor contacte a su Representante Shell.

SEGURIDAD E HIGIENE

Los lubricantes Shell presentan riesgos muy leves, o ninguno, para la salud, siempre que se usen
correctamente y en las aplicaciones recomendadas, y se tenga un cuidado razonable para que
no entren en contacto con la piel o los ojos y evitar su ingestión o la inhalación de sus vapores o
neblinas. Los datos y lineamientos específicos sobre Salud y Seguridad relativos a cada grado de
Shell se indican en la respectiva Hoja de Datos de Seguridad del Material, que se puede
conseguir a través de su Representante Shell.

El contacto frecuente y prolongado con aceites minerales puede causar afecciones de la piel; por
eso, a los operadores de les recomienda seguir las precauciones generales de Seguridad e
Higiene indicadas a continuación.

 Use mono de trabajo, delantales y guantes impermeables, etc., a fin de eliminar todo
contacto innecesario con el aceite.
 Use guantes protectores, y calzado o botas de seguridad para manejar los tambores y
paquetes.
 Evite usar trapos sucios para limpiar la piel.
 Busque, de inmediato, tratamiento de primeros auxilios cuando sufra alguna lesión, por
muy leve que sea, y reportar cualquier dolencia cutánea sin demora.
 Sepa siempre donde puede buscar recomendaciones de primeros auxilios y atención
médica.
 Lávese con regularidad y use limpiadores, cremas bloqueadoras y acondicionadoras no
peligrosas.
 Cambie y lave al seco la ropa de trabajo, con regularidad.
 Nunca guarde trapos sucios de aceite en los bolsillos del mono de trabajo.
 Use, si es posible, vestidores separados para la ropa de trabajo y la de calle.

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 Asegúrese de que los dispositivos y medidas establecidos para extraer la neblina y el
rocío estén en buenas condiciones de operación y se usen debidamente.
 Asegúrese de que las partículas y limaduras de metal se extraigan de las máquinas con
los implementos adecuados, en lugar de hacerlo con la mano.
 Asegúrese de que las guardas contra salpicaduras y los dispositivos protectores de las
máquinas se encuentren debidamente ajustados en todo momento.
 Asegúrese de que los avisos de sustancia peligrosa que marquen los paquetes,
identificando los productos tóxicos, nocivos, o inflamables se entiendan y acaten cuando
se almacenen, transporten o usen los productos.
 Familiarícese plenamente con las medidas de seguridad.
 Limpie los derrames de inmediato, utilizando los medios adecuados.
 Cumpla todas las normas de seguridad, higiene y “buen mantenimiento y limpieza”, en
todo momento.

HIGIENE PERSONAL

Los lubricantes Shell son bastante seguros de usar, siempre que se tenga un cuidado razonable
para minimizar la contaminación de la piel evitar la inhalación de sus vapores o neblinas.

Sin embargo, el uso indebido durante un tiempo prolongado puede causar dermatitis y otras
afecciones de la piel, y en los casos en que la contaminación ocurra a lo largo de muchos años,
puede causar cáncer en la piel.

Las personas en riesgo son las que usan aceites todos los días, durante meses o años, no las
personas que trabajan con aceites sólo de vez en cuando. Los riesgos se pueden evitar
cumpliendo las siguientes precauciones de higiene y salud.

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ACEITES Y COMPUESTOS ESPECIALES

Aparentemente, los tipos de aceite que, en el extranjero, se han asociado con afecciones de la
piel son los menos refinados y que contienen relativamente más compuestos aromáticos poli-
nucleares. Los aceites de este tipo se usan en el procesamiento del caucho, siendo esos los casos
en que se debe tener especial cuidado.

Cuando trabaje regularmente con aceites minerales, siga estas simples normas:
1. REDUZCA la contaminación de la piel con aceites minerales al mínimo y evite inhalar sus
neblinas o vapores.
2. PROTEJA la piel usando ropa protectora y cremas bloqueadoras.
3. LIMPIE A PIEL concienzudamente si se contamina con aceite.
4. CUIDE LA PIEL adecuadamente.
5. USE ropa limpia e intacta.

EVITE EL CONTACTO CON LOS ACEITES MINERALES

El contacto con los aceites minerales se debe mantener en un mínimo, usando guardas efectivas
contra salpicaduras y aplicando los métodos adecuados de trabajo. Se debe mantener un buen
mantenimiento de manera de evitar que los pisos o los bancos lleguen a estar llenos de aceite.

Cuando se usen aceites de corte, se deben cambiar a intervalos regulares a fin de minimizar su
contaminación con partículas metálicas abrasivas o bacteria. Para mantener el aceite de
circulación lo más exento posible de partículas abrasivas, los filtros y sumideros o cárter se deben
inspeccionar y limpiar regularmente.

Minimice la generación de neblinas o vapores. Si no se puede, use ventilación adecuada para


mantener las concentraciones de neblina de aceite en el aire, en la zona donde hay gente
respirando, por debajo de la máxima concentración recomendada en el aire, 5mg por metro
cúbico de aire.

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PROTECCIÓN PERSONAL

Para minimizar la contaminación de la piel con los aceites, use guantes y delantales protectores y
monos adecuados. Cuando se usen concentrados solubles de aceite, use lentes o máscaras de
seguridad.

La ropa protectora se debe lavar a intervalos regulares para quitarle el aceite. Es muy importante
evitar el uso de ropa llena de aceite. Las manos se deben limpiar con toallas desechables que,
luego de usar, no se deben guardar en los bolsillos del mono ni de los pantalones.

Los guantes se pueden contaminar en la parte interior y, cuando se usan de nuevo, hacer que la
piel quede en contacto muy cercano y permanente con el aceite. La mejor salvaguarda es
mantener un sistema de cambio frecuente y limpieza de toda la ropa protectora.

En los casos que la contaminación con aceites minerales ocurra con regularidad en el trabajo;
por ejemplo, cuando se usan aceites de corte solubles con maquinaria de alta velocidad, es
necesario tener un cuidado más riguroso respecto a la limpieza adecuada y el cambio frecuente
de la ropa y la ropa interior. Para evitar ensuciar la ropa limpia, la ropa contaminada se debe
guardar aparte de la ropa de calle.

LIMPIEZA DE LA PIEL

El aceite no se debe dejar en la piel durante un lapso de tiempo prolongado, especialmente


cuando se usan aceites minerales todos los días en el trabajo. La piel contaminada con aceite se
debe limpiar con jabón suave o limpiadores adecuados para las manos, a intervalos regulares, y
especialmente al final del día de trabajo.

Se debe evitar el uso de jabones y detergentes fuertes, así como de limpiadores de la piel que
sean abrasivos, ya que pueden causar irritación en la piel.
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Los solventes como gasolina, kerosene, tricloroetano y fluidos similares no se deben usar para
quitar el aceite de la piel.

CREMAS BLOQUEADORAS Y RESTAURADORAS

Muchas veces, el lavado regular que se necesita en la industria, elimina los aceites naturales de la
piel que forman una barrera protectora. Esa barrera protectora se puede reemplazar, hasta
cierto punto, usando una buena crema bloqueadora antes del trabajo y una buena crema
hidrófila que contenga lanolina o aceites vegetales, después de lavarse las manos al finalizar la
jornada de trabajo.

CUIDADO DE LA PIEL

Cuando aparezca alguna señal de irritación o salpullido en la piel, se debe buscar atención
médica lo antes posible.

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