Vous êtes sur la page 1sur 33

DATOS PERSONALES

Alumno:

Effio Carranza, Jorge Steve

Docente:

Dorothy Meléndez Morote

Curso:

Métodos de Estudio

Monografía:

Violencia Contra la Mujer:

FEMINICIDIO

Ciclo:

2017
DEDICATORIA

A Dios por darme la oportunidad de estudiar por

permitirme concluir con esta meta por darme

la fuerza y la sabiduría de lograr lo que me proponga.

A mi familia, que me apoyó, me motivo

constantemente a cumplir mis metas. Su apoyo

me motivo a culminar este trabajo de la mejor

manera.

A mi maestra que nunca desistió al enseñarme

con paciencia aun sin importar que muchas veces

no prestaba atención a clases.

Ella continuó depositando su confianza en mi


AGRADECIMIENTO

A mi familia fuente de apoyo constante e incondicional

en esta vida. De manera especial a mi madre que

es la inspiración de este trabajo, sin su ayuda y sus enseñanzas

nada en mi vida habría sido posible.


Resumen

La violencia hacia la mujer es todo acto de vulneración hacia los derechos humanos

que pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico limitando su

libertad y pleno desenvolvimiento de su personalidad y derechos.

El presente trabajo de investigación tiene como finalidad analizar las consecuencias

de la violencia hacia la mujer en especial el feminicidio. Un problema global que va

en aumento. Comenzará con un estudio de los antecedentes, los tipos de violencia

y la tipicidad de los delitos en el Perú. En los próximos capítulos determinaremos

las posibles alternativas de solución para lograr que esta problemática decrezca

notablemente.

Palabras claves: violencia hacia la mujer, feminicidio, vulneración de derechos.


Abstract

Violence towards women is any act of violation of human rights that may result in

physical, sexual or psychological harm, limiting their freedom and full development

of their personality and rights.

The purpose of this research is to analyze the consequences of violence against

women, especially femicide. A global problem that is increasing. It will begin with a

study of the antecedents, types of violence and the typicity of the crimes in Peru. In

the following chapters, we will determine the possible alternatives to solve this

problem considerably.

Keywords: violence against women, feminicide, violation of rights.


Introducción

Uno de los grandes retos del estado, como protector de la persona humana
y su dignidad, es la erradicación de todo tipo de violencia. Sobre todo la violencia
de género.

La violencia sobre la mujer es un problema que está presente desde tiempos muy
lejanos y ha ido tomando un nombre propio manifestándose actualmente como uno
de los fenómenos más viles y con un gran número de víctimas. Este tipo de abuso
es un fenómeno que hoy en día ha llegado a los extremos de acabar con la vida de
muchas mujeres solo por el hecho de serlo.

El feminicidio, es la expresión más brutal en la escalada de violencia en contra de


la mujer, que pone al desnudo el menosprecio masculino por el más sagrado
derecho que tiene esta como ser humano, el derecho a la vida.

La violencia contra la mujer representa una violación a los derechos humanos y


también la privación de sus sentimientos y derechos a actuar libremente en la
sociedad. Este es el primer gran obstáculo para llegar a tener una sociedad
igualitaria y con las mismas oportunidades para todos.

Las probabilidades se acentúan si la mujer está en desamparo por parte de un


Estado que hace oídos sordos y vista ciega ante una problemática que crece en el
país.

Esta monografía cuenta con tres capítulos, el primer capítulo dará luces de lo que
significa la violencia contra la mujer y en qué se diferencia de una violencia más
general, el segundo capítulo explicará al feminicidio desde sus conceptos más
básicos hasta su tipología y el tercer capítulo explicará cuál es la situación respecto
a la violencia contra la mujer y los casos de feminicidio más resaltantes en el Perú.
ÍNDICE

DEDICATORIA I

AGRADECIMIENTO II

INTRODUCCIÓN III

Capítulo I

Violencia contra las mujeres

1. Antecedentes históricos

2. La violencia contra las mujeres como tipo específico de violencia

3. Conceptualización

4. Carácter estructural de la violencia contra las mujeres.

5. Formas de violencia contra la mujer

5.1 Las diversas formas de violencia contra las mujeres.

5.1.1 Mutilación Genital Femenina.

5.1.2 Violencia sexual: diferentes grados e intensidad.

5.1.3 Las mujeres víctimas de Violación

5.1.4: La prostitución forzada

Capítulo II

Comportamiento de la mujer frente a la violencia

1. La mujer maltratada

1.1 La mujer maltratada ignora su propio problema.

1.2 Síndrome de la indefensión aprendida.

1.3. Distintos tipos de abuso que soporta la mujer maltratada.

1.3.1 Abuso físico.

1.3.2 Abuso sexual


1.3.4 Abuso psicológico.

3. Consecuencias de los malos tratos

Capítulo III

Feminicidio

1. Definición

2. Causas de feminicidio

2.1 Debilidad del vínculo en la pareja

2.2 Patologías personales y sistemas de creencias

2.3 Debilidad del vínculo y ruptura

3. Tipos de feminicidio

3.1 Feminicidio familiar

3.2 Feminicidio íntimo

3.3 Feminicidio infantil

3.4 Feminicidio por ocupaciones estigmatizadas

3.5 Feminicidio sexual sistémico

CONCLUSIONESIV

RECOMENDACIONES V

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA VI
Capítulo I

Violencia contra las mujeres

1. Antecedentes históricos

Desde tiempos de nuestros ancestros, la violencia es considerada

como parte de la cultura, y en cierto modo, se acepta como integrante de

la formación familiar.

El comportamiento violento y agresivo ha estado presente a través de

toda la historia y ha quedado gravado en documentos que van desde las

antiguas escrituras hasta las tablas estadísticas actuales.

Menacho (2006) señala que la violencia es tan vieja como el mundo,

está vinculada a los orígenes, evolución y desarrollo del hombre. Desde

la antigüedad se hayan referencias sobre ello, en escritos de filósofos y

pensadores como: Amoximandro, Heráclito, y Sofos del mismo modo que

es reflejado por artistas, en diferentes manifestaciones de otros tiempos,

ya sean narrativos o escultores.

La violencia contra la mujer presenta un panorama mundial en lo que

daña a su salud y a su integridad emocional. Es probable que haya una

mayor preferencia a denunciar estos hechos al existir una mayor

independencia femenina, más oportunidades de trabajo fuera del hogar,

y más posibilidades de anticoncepción.


Arévalo (2008) hace referencia que ya desde los albores de la historia

es latente el dominio del hombre en las distintas sociedades. En la religión

por ejemplo también se apoya la idea de que la mujer por naturaleza es

más débil e inferior a los hombres, donde en la Biblia podemos ver que

Dios sitúa a Eva bajo la autoridad de Adán y San Pablo pedía a las

cristianas que obedecieran a sus maridos.

Según los datos de la Oficina de Planificación y Estadística de la VII

Dirección Territorial Provincial (DIRTEPOL) de la Policía Nacional del

Perú (PNP), en el año 2002 se registraron 36.841 denuncias por maltratos

físicos y psicológicos ante la PNP en Lima Metropolitana y en el Callao.

En el año 2003 la cifra se incrementó a 38.336 denuncias, lo que

evidencia aún más este problema. En relación al año 2004, la cifra a nivel

de la VII Región–Lima de la PNP se incrementó a 41.567 denuncias.

2. Conceptualización

Para Sara Añino (2005) En el caso de la violencia contra las mujeres,

ésta hunde sus raíces en las desigualdades de poder que existen entre

hombres y mujeres en la sociedad, así como en determinadas

concepciones de las relaciones entre los sexos, del amor y la sexualidad

y de lo que significa ser hombre y ser mujer. Este problema adquiere

diferentes formas a lo largo del mundo y cada país se sitúa de una u otra

manera ante este problema.


El género es una construcción cultural e histórica, que nos da cuenta

de la simbolización cultural de la diferenciación anatómica que se va

reproduciendo a través de las prácticas, ideas, discursos y

representaciones sociales que condicionan la conducta objetiva y

subjetiva de las personas en función a su sexo. Liz Meléndez (2005)

señala que por lo tanto los hombres y mujeres sean producto de una

realidad natural; por el contrario, somos producto de una interpretación

histórica y cultural.

La violencia contra la mujer por razones de género obedece a una

jerarquía de sexos establecida desde la antigüedad, la cual es instaurada

dentro de la cultura y la sociedad y es trasmitida mediante discursos y

representaciones; la constituyen todos aquellos comportamientos y

acciones que violenten, dañen o perjudiquen la integridad de las mujeres,

obedeciendo estas acciones a una racionalidad que discrimina a la mujer.

La violencia de género fue definida en 1993 por las Naciones Unidas,

en la Declaración sobre la Eliminación la Violencia contra la Mujer como

“Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que

tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual

o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la

coacción y la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en

la vida pública como en la privada”


Rocío Villanueva (2009) explica que se emplean los términos violencia

de género, esto que este tipo de violencia no está constituida por hechos

aislados sino que está asociada a la situación de desigualdad, de menor

poder y de desventaja de las mujeres respecto a los hombres.

Es cierto que las mujeres pueden ser víctimas de una acción violenta

al igual que los hombres; sin embargo, hay un tipo de violencia que se

dirige a ellas por su condición de mujeres, como consecuencia de su

situación de subordinación con respecto a los hombres.

Añino (2005) sostiene que “la violencia en el terreno amoroso y

sexual se da en mayor medida contra mujeres que contra hombres.

También hay mujeres que maltratan a hombres o a otras mujeres, pero

el grado y la frecuencia de estos actos es menor y, aunque sean

igualmente intolerables y condenables, casi nunca llegan hasta el

asesinato, mientras que cada año mueren numerosas mujeres a manos

de sus parejas, exparejas o a causa de la violencia sexual”.

Noelia García (2012) explica que la violencia de género es aquella

violencia física, psíquica o sexual que se ejerce contra las mujeres por

parte de su pareja o expareja, con unas características propias

que la diferencian de otros tipos de violencia y con graves

consecuencias para la salud integral de las mujeres, por lo que

actualmente se considera la violencia de género como un problema de

salud pública. Es un fenómeno muy complejo en el que influyen varios

factores.
La violencia ejercida contra la mujer es un problema que obedece a

estructuras jerárquicas patriarcales que reproducen una cultura donde las

mujeres son vistas como objetos desechables y maltratables. Prueba de

ello es que las múltiples violaciones a los derechos de las mujeres se

desarrollan tanto en tiempos de paz como en tiempos de conflicto armado;

respondiendo a diferentes contextos pero a imaginarios culturales

similares que limitan y atentan contra la libertad femenina y el desarrollo

de sus capacidades. Con ello se evidencia que las mujeres se enfrentan

a la discriminación del Estado, de sus familias y de la comunidad en

general.

3. Formas de violencia contra la mujer

La violencia contra las mujeres puede adoptar formas múltiples que

pueden estar interrelacionadas y a veces ser recurrentes; violencia física,

sexual y psicológica/emocional, incluyendo también la explotación y

abuso de carácter económico. La violencia contra las mujeres se ejerce

en diversos escenarios, desde el ámbito privado hasta el público, y en el

mundo globalizado de hoy, trascendiendo las fronteras nacionales.


Según María de Lujan (2013) Es cierto que las formas y

manifestaciones de la violencia contra la mujer varían según los distintos

contextos sociales, económicos, culturales y políticos. La importancia de

algunas formas de violencia crece mientras la de otras disminuye debido

a que las sociedades pasan por cambios demográficos, reestructuración

económica, movimientos sociales y culturales.

La violencia contra las mujeres puede manifestarse a través de las

nuevas tecnologías, como por ejemplo el acecho por Internet o por

teléfono móvil. Esto indica el carácter cambiante de la violencia, esto se

debe reconocer por parte de los Estados y reaccionar ante las nuevas

formas a medida que se van reconociendo. La violencia contra las

mujeres adopta diversas formas y se manifiesta en los distintos ámbitos:

en la familia, la comunidad en general, y violencia cometida o tolerada por

el Estado.

3.1 Violencia contra la mujer dentro de la familia

Las formas de violencia contra las mujeres dentro de la familia durante

su vida comprenden desde la violencia antes del nacimiento hasta la

violencia contra las mujeres ancianas.


Para Martha Nussbaum (2002) “Sería difícil negar que la familia ha

sido, si no el mayor, al menos uno de los más importantes sitios de

opresión de las mujeres. Existen amor y cuidados en la familia. Pero

también existen en ella violencia doméstica, violación marital, abuso

sexual de niños, malnutrición de las niñas, desigual cuidado de la salud,

desiguales oportunidades educativas, e incontables violaciones menos

tangibles de la dignidad y de la igualdad de las personas”

Dentro de las formas de violencia ejercida contra las mujeres en la

familia se pueden citar: la muerte, que es la expresión última de la

violencia contra las mujeres; los golpes, y otras formas de violencia

dentro de la pareja, en particular la violación en el matrimonio; la violencia

sexual; la violencia relacionada con la dote; el infanticidio femenino; el

abuso sexual de las niñas en el hogar; la ablación o mutilación genital

femenina y otras prácticas tradicionales nocivas para las mujeres, como

lo son el matrimonio precoz y el matrimonio forzado.

Ante la clara vulneración de los derechos de las mujeres, Carmen

Magallón (2005) subraya que “La posición de respeto a la diferencia

cultural no ha de impedir el tener una actitud crítica ante ciertos

particularismos culturales que encierran en el fondo trampas mortales

para la libertad de las mujeres”

Por lo demás, en la pareja y en la familia, la violencia se ejerce también

a través del control masculino de la riqueza y la autoridad para adoptar


decisiones dentro de la familia. Desatan asimismo la violencia los

conflictos conyugales no resueltos, y la existencia de importantes

disparidades interpersonales en materia de condición económica,

educacional o de empleo.

3.2 Violencia contra la mujer en su comunidad

4. Para Lujan (2013) Una forma de violencia contra las mujeres y las niñas

en la comunidad es el feminicidio, que es el homicidio de una mujer por

motivos de género. Se comete en todas partes, pero existen

comunidades, por ejemplo Ciudad Juárez (Méjico) y Guatemala, donde

se producen más casos. “Aún quedan numerosas formas de violencia que

en gran medida no están documentadas”.

Las mujeres también se enfrentan a una violencia generalizada dentro

de la comunidad en general. La violencia física, sexual y psicológica

puede ser algo cotidiano en las interacciones de las mujeres en sus

barrios, en el transporte público, en los lugares de trabajo, las escuelas,

los clubes deportivos, las universidades y los hospitales, así como en las

instituciones religiosas y otras instituciones sociales. Las mujeres son

también víctimas de la violencia sexual, en particular la violación, el acoso

sexual, la trata de mujeres, y la prostitución forzada.

Otra modalidad de violencia contra las mujeres en la comunidad es la

violencia sexual infligida fuera de la pareja. Las mujeres corren un mayor

riesgo de sufrir violencia infligida por sus parejas que por otras personas,
pero la violencia sexual infligida fuera de la pareja es común en

numerosos escenarios. Por violencia sexual infligida fuera de la pareja se

entiende la violencia proveniente de un pariente, un amigo, un conocido,

un vecino, un compañero de trabajo o un extraño.


Capítulo II

Comportamiento de la mujer frente a la violencia

1. La mujer maltratada ignora su propio problema.

La mujer maltratada, la mayoría de las veces no conoce su propio

síndrome, piensa que el problema le atañe a ella exclusivamente. A pesar

de que sus derechos humanos son permanentemente vulnerados a causa

de una relación de desigualdad, de poder y de control masculino.

Tal como diría Luis Alberdi (2005) “No es lo mismo vivir una situación

de maltrato que tener conciencia de ser maltratada. Porque si no existe

percepción subjetiva no se identifican como maltratadas”

Si bien no se identifican como maltratadas, es importante aclarar que

lo es toda persona del sexo femenino que sufre maltrato físico, emocional

y/o abuso sexual, de parte del cónyuge o de la pareja con quien mantiene

o haya mantenido un vínculo afectivo. Se victimiza a la mujer toda vez

que se la obligue a realizar acciones que no desea y/o se le prohíba

aquello que sí quiere hacer.

Respecto a esto Paulo Freire (1968) afirma que esta es la razón por la

cual son tan importantes los Talleres de Autoayuda y de Ayuda Mutua.

“Nadie libera a nadie, ni nadie se libera solo, los hombres se liberan en


comunión” y esto también es extensivo para las mujeres víctimas de los

malos tratos. Cuando uno se identifica con un par es escuchado, puede

escuchar y objetiva el hecho que origina el maltrato. Esto le permite

comprender y aceptar que es una víctima de los malos tratos.

La mujer víctima de los malos tratos es rehén de la culpa, la vergüenza

y el desconcierto, pero es la única que conoce qué es lo que le está

pasando. Su existencia se caracteriza por la presencia de varios

sentimientos típicos que la acosan en forma constante y a veces

contradictoria. Generalmente se siente agobiada por la impotencia porque

no ve una solución clara e inmediata para resolver los episodios de

violencia.

Tal como indica Consuelo Barea (2004) una actuación adecuada en el

momento adecuado va a permitir la liberación del terror doméstico, una

actuación hipócrita, insuficiente o sexista van a abocar a la mujer e hijos a

una pesadilla que sólo acaba en la muerte física o psíquica, y en el

aprendizaje del sexismo.

Se debe trabajar para recuperarse y alejarse del círculo de la violencia.

La recuperación de las víctimas sólo es posible si se hace uso de la

resiliencia. Pero, además, si no se recibe ayuda y asistencia, en soledad y

aislamiento ello es imposible. Es muy difícil escapar del círculo de la

violencia.
2. Síndrome de la indefensión aprendida.

Conocer el concepto de la indefensión aprendida y el ciclo de la

violencia contra la mujer permitirá entender el hecho de que muchas

mujeres maltratadas no se vayan del hogar. Como indica Raimunda

Peñafort (2005) “Acostumbrada a la oscuridad temerá el resplandor de la

luz; pensará en el riesgo de que la cuerda se rompa; dudará de las

propias fuerzas para resistir la remontada; el desaliento resoplará en el

fondo; la seguridad del abrigo oscuro pujará para imponerse frente al

futuro incierto…Esos y otros fantasmas pueden salir al paso para frenar

los impulsos de liberación”

El estado de indefensión en que se encuentran la mayoría de las

mujeres víctimas de violencia les impide con frecuencia, pedir ayuda y

otras, prefieren resistir a esa situación de maltrato impidiendo así

cualquier modificación de sus conductas frente a esas situaciones.

Víktor Frankl (1988) afirma, que cuando el individuo se niega a aceptar

el sentido de su vida basado en la repetición de un modelo trasferido e

incorporado ordinariamente y comienza por sí solo la búsqueda de


sentido de la propia vida, es cuando el hombre alcanza su madurez

mental.

Un amplio repertorio de las muchas formas de violencia a las que se

somete a la mujer la ofrece Eduardo Galeano (1989) “La extorsión, el

insulto, la amenaza, el coscorrón, la bofetada, la paliza, el azote, el cuarto

oscuro, la ducha helada, el ayuno obligatorio, la comida obligatoria, la

prohibición de salir, la prohibición de decir lo que se piensa, la prohibición

de hacer lo que se siente y la humillación pública […] Los Derechos

Humanos tendrían que empezar por casa…”

El problema de la mujer maltratada en la relación de pareja y/o

conyugal es muy importante dadas las consecuencias que los malos

tratos dejan en la salud física, emocional y psíquica de la víctima que, no

se puede solucionar desde una sola perspectiva. Al maltrato físico le

preceden la violencia verbal, emocional y psicológica, lo mismo ocurre

con el abuso sexual en una relación de pareja.

3. Consecuencias de los malos tratos

Como lo señala María Cecilia Claramunt (1999) “Los seres humanos

no contamos con la capacidad biológica, psicológica y espiritual para

afrontar la violencia interpersonal, sin consecuencias”. Frente a

experiencias abrumadoras, el ser humano busca protegerse y para


lograrlo el organismo entra en un estado de alerta permanente que

desencadena una tensión emocional constante e intensa.

Los episodios seguidos de tensión, pueden ser perjudiciales porque

se debilita la capacidad del organismo para funcionar de forma habitual.

Se experimenta fatiga más fácilmente porque movilizamos energía a

costo de nuestra energía de reserva. A causa del estrés se pueden

presentar episodios de desorientación, la persona pierde noción del

tiempo y del espacio.

Rojas Marcos (1995) señala que “La agresión sádica repetida y

prolongada se produce sobre todo en situaciones de cautiverio. Esta

condición se da en las cárceles, en los campos de concentración, en

ciertos cultos religiosos, en burdeles y con frecuencia en la intimidad

familiar”.

La gama de los delitos es extensa y la víctima una sola. La mujer

maltratada no sabe que la mayoría de las veces, sufre el síndrome del

esclavo. Porque presenta características semejantes a las de los

rehenes, los prisioneros del campo de concentración, los esclavos o los

seguidores de sectas después de vivir un periodo de violencia crónica.

La persona renuncia a su libertad y a su voluntad para transformarse

en una autómata sometida a los designios de su captor. Luego de

diversas instancias de degradación, castigo, aislamiento y manipulación,


el resultado obtenido es una mujer cuya mente adopta las ideas que

quiere inculcarle su maltratador.

Elie Wiesel (1975) dice que “los que no han vivido la experiencia

nunca lo sabrán; no de una manera real, completa […] El sobreviviente

lo sabe él y nadie más. Y por ello la obsesión, la culpabilidad y la

impotencia”

Se deduce así que las consecuencias de la victimización padecida

por las mujeres maltratadas pueden compararse con la patología que

provoca la tortura y la represión. El termino tortura deriva del latín

“Torquere”, que significa torcer, palabra que se refiere al dolor físico.

Para Viktor Frankrl (1991), la tortura, “representa un momento de

interacción extrema entre lo biológico (el cuerpo que padece y reacciona

o se desintegra), lo psicológico (el sentido de identidad, los procesos

cognitivos, motivacionales, afectivos que son profundamente afectados

por la tortura y que reaccionan a ella con mecanismos específicos) y lo

cultural (las ideas, los valores, las normas para cuya realización nace la

tortura y para cuyo mantenimiento en el tiempo tanto la esfera biológica

como la psicológica son profundamente dañadas).”

La persona violenta, en este caso el varón violento, alterna sus actos

de violencia con conductas amables. En este ciclo de violencia luego del

ataque, el agresor puede mostrarse arrepentido, cede un momento y le

hace creer a la mujer que ella tiene el control mientras decide perdonarlo.
Esta manipulación emocional, típica de los torturadores, compromete aún

más a la mujer en el mantenimiento del vínculo.

Haciendo un paréntesis en relación con el esclavo o prisionero,

donde se utiliza el lavado de cerebro. La mujer víctima de los malos tratos

recibe un tratamiento espontáneo por parte del cónyuge y/o pareja

violenta que reproduce las técnicas empleadas en la tortura.

Según Galeano (1991), el desgaste psicológico suele ser tan

importante que a causa del mismo la persona maltratada padece

síntomas físicos como la letargia, que es el deseo irrefrenable de dormir.

Y lo más angustiante, en la mayoría de los casos es el agobio producido

por la rumia mental, es decir no dejar de pensar y auto torturarse con

imágenes de violencia ya sufridas, con ideas de autodestrucción

alternadas con las de sometimiento extremo. “La tortura no es un método

para sacar información, sino una ceremonia de confirmación del poder”.

Romper el estereotipo de haber sido criadas para dar amor, ser

buenas esposas, amas de casa y madres y abandonar el hogar y/o

denunciar al marido o pareja les crea una gran culpa a causa de la

formación recibida. Puede ocurrir además que las mujeres maltratadas

presenten el síndrome de Estocolmo, esto en general, les ocurre a las

personas amenazadas y en peligro.

Luján (2013) señala que las mujeres que tienen estos problemas,

desarrollan una situación de simpatía e identificación con aquel que


puede matarlas. Este fenómeno defensivo que se da en situaciones de

terror impide que se pueda ayudar o rescatar al que se encuentra en ese

estado de adhesión al agresor. Desde fuera no se comprende por qué la

victima defiende, protege o justifica a quien le está dañando.

Capítulo III

Feminicidio

1. Definición

El concepto de femicidio, fue acuñado por J. Radfort y D. Russell

(1992) para definir aquellos crímenes que son perpetrados contra las

mujeres debidas fundamentalmente a las características misóginas en la

cultura patriarcal. Ellas usaron por primera vez el término femicidio en un

testimonio ante la Corte Internacional acerca de los asesinatos misóginos

en 1976.

Por otro lado Lagarde (2005) el feminicidio “es una ínfima parte visible

de la violencia contra niñas y mujeres, sucede como culminación de una

situación caracterizada por la violación reiterada y sistemática de los

derechos humanos de las mujeres”

Ambos autores coinciden en señalar que esta subyugación de la mujer

es una manifestación muy evidente del sistema patriarcal que aun en

pleno siglo 21 mantenemos. Al incluir el significado de feminicidio dentro


de las leyes concernientes a los derechos humanos se destaca el aspecto

de la exclusión social y la impunidad.

Para Meléndez (2005) el feminicidio es el crimen contra las mujeres

por el simple hecho de ser mujeres. Es un acto que no responde a actores

específicos, pues se desarrolla tanto en tiempos de paz como en tiempos

de conflicto armado y las mujeres víctimas no poseen un perfil único de

rango de edad ni de condición socioeconómica.

El feminicidio se constituye como un crimen de características

específicas. No tiene actores ni coyunturas determinadas estrictamente;

es decir, que no existe un perfil único de víctima. Todas las mujeres, sin

importar edad ni nivel socioeconómico, están expuestas a esta violencia;

la cuál se inscribe en un contexto cultural de discriminación y violencia

contra la mujer.

No obstante, aclara que existe mayor incidencia de la violencia en

mujeres en edad reproductiva. Los autores de los crímenes tampoco

responden a una especificidad ya que estos actos pueden ser realizados

por personas con quienes la víctima mantiene un vínculo afectivo, amical

o social,

Sin embargo y frente a esta postura, estos crímenes sí responden a

un clima social y cultural específico, donde aún prevalece el machismo,

entendido como el comportamiento colectivo sostenido en un sistema

social organizado de manera desigual donde el poder y las decisiones


sobre lo que se hace y lo que no es ejercido por el varón. Esta es la razón

por la cual se normaliza y tolera la violencia contra la mujer.

Diana Russell y Jane Caputi (1990) incluyen en este concepto las

muertes violentas de mujeres que se ubican en el extremo de un

continuum de violencia, que incluye muchas más formas que la que se da

en el ámbito privado o íntimo. En efecto, ya desde esta primera

formulación feminicidio surge como expresión para evidenciar que la

mayoría de los asesinatos de mujeres por parte de sus maridos, novios,

padres, conocidos y también los cometidos por desconocidos, poseen un

sustrato común en la misoginia.

El feminicidio es el genocidio contra mujeres y que sucede cuando las

condiciones históricas generan prácticas sociales que permiten atentados

contra la integridad, la salud, las libertades y la vida de las mujeres. Es

un problema social, político, cultural y es un problema de Estado.

En el feminicidio concurren en tiempo y espacio daños contra mujeres

realizados por conocidos (maridos y novios) u otros conocidos

(acompañantes, familiares, visitas, colegas y compañeros de trabajo) y

desconocidos, por violentos, violadores y asesinos individuales y

grupales, ocasionales o profesionales, que conducen a la muerte cruel de

algunas de las víctimas, siempre que exista una motivación de género o

sexista, como en los casos de violencia sexual y homicidio y en los

homicidios en serie o masivos de mujeres.


2. Tipos de feminicidio

Según lo indicado por Maritza Jiménez (2009) El feminicidio puede

tomar tres formas:

El feminicidio íntimo o familiar es el asesinato cometido por un hombre

con quien la víctima tenía o tuvo una relación íntima, familiar, de

convivencia o afines a ésta; es común encontrar casos que presentan al

mismo tiempo delitos de tipo sexual.

El feminicidio no íntimo es el asesinato cometido por un hombre con

quien la víctima no mantenía relaciones íntimas, familiares o de

convivencia. Frecuentemente el feminicidio no íntimo involucra un previo

ataque sexual a la víctima.

El feminicidio por conexión hace referencia a las mujeres asesinadas

en la “línea de fuego” de un hombre tratando de matar a una mujer. Son

los casos de parientas, niñas u otras mujeres que intervinieron para evitar

el hecho o que simplemente fueron atrapadas en el hecho violento.

Sánchez cubas (2013) también realizó una clasificación de cinco

posibles tipos de feminicidio existentes.

El feminicidio familiar, es el asesinato de uno o varios miembros de

la familia cometida por un hombre. Está basado en relaciones de

parentesco entre la o las víctimas y el victimario donde Interviene El


Estatus Masculinizado De Poder Sobre Los Miembros Subalternos De La

Familia.

El ffeminicidio íntimo es el asesinato de mujeres “cometidos por

hombres con quien la víctima tenía o tuvo una relación íntima, familiar, de

convivencia o afines a estas”

El feminicidio infantil que es el asesinato de niñas, por hombres o

mujeres, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o

poder que les otorga su situación adulta sobre la minoría de edad de la

niña. Ocurre en masa en las comunidades de África.

Y por último el feminicidio sexual sistémico que consiste en el

asesinato de mujeres que son secuestradas, torturadas y violadas. Sus

cadáveres, semidesnudos o desnudos son arrojados en las zonas

desérticas, los lotes baldíos, en los tubos de desagüe, en los tiraderos de

basura y en las vías del tren.

Los asesinos por medio de estos actos crueles fortalecen las

relaciones sociales inequitativas de género que distinguen los sexos:

otredad, diferencia y desigualdad.


Situación problemática
En 1993 la ONU promulgó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra
las Mujeres, estableciendo un marco de acción para luchar contra ella. Sin embargo,
más de 20 años después a nivel mundial, una de cada cinco mujeres es víctima de
violencia física, sexual y psicológica.

Se calcula que durante los primeros 25 años de vida al menos 15 de cada 20


mujeres se convertirá en víctima de violación sexual y agresión. La mayoría de
estos casos son violencia infligida por la pareja. En todo el mundo, casi un tercio
(30%) de las mujeres que han tenido una relación de pareja refieren haber sufrido
alguna forma de violencia física y/o sexual por parte de su pareja en algún
momento de su vida.

La práctica del matrimonio a temprana edad, es una forma de violencia sexual


común a en África y Asia meridional. Las jóvenes con frecuencia son obligadas a
contraer matrimonio y a tener relaciones sexuales con hombres que muchas veces
ni siquiera conocen.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el maltrato a la mujer es el


fenómeno social que más vidas de mujeres se cobra por año en todas partes del
mundo.

En el Estudio multipaís de la OMS sobre salud de la mujer y la violencia doméstica,


realizado el 2005 en 10 países, en su mayoría de renta media y baja de entre 15 a
4 años. Observó que en Japón y Etiopia observó que en las mujeres de 15 a 49
años 15% de ellas en el Japón y el 71% en Etiopía referían haber sufrido a lo largo
de su vida violencia física o sexual perpetrada por su pareja.

América latina es uno de los14 de los 25 países del mundo con las tasas más
elevadas de feminicidio están en esta parte del mundo. En el Perú mueren al mes
un promedio de diez mujeres a causas de este tipo de maltrato. por su género:
Justificación

La presente monografía es conveniente para la Escuela de Comunicación de la


Universidad San Martín porque le permitirá tener es su haber una investigación
sobre uno de los temas más importantes que atraviesa el país. La universidad
contará con una monografía que puede servir de base para futuras tesis de la
carrera.

El tema de esta investigación tiene relevancia social porque toca los puntos
clave del fenómeno de violencia que atraviesa nuestro país. Es una investigación a
profundidad sobre la consecuencia más brutal de la violencia de género; el
feminicidio. Además, de esta manera la región Lambayeque también contará con
información actualizada sobre los datos más resaltantes en el caso de violencia
femenina del país.

Esta investigación es práctica, puesto que para su realización se debe indagar


e investigar, teniendo fácil acceso a la información requerida. Además se aplicarán
los criterios aprendidos en el curso sobre cómo hacer una buena investigación.

Igualmente, esta monografía es necesaria porque nadie defiende lo que no


conoce. Urge que la sociedad tenga un amplio conocimiento de todo lo concerniente
al tema de la violencia de género. De esta forma se podrán tomar cartas en el asunto
de una mejor manera teniendo como antecedente la presente investigación.
Objetivos

 Explicar la dimensión del problema de la violencia contra la mujer y el


feminicidio a través de su tipología y sus causas y alcanzar una mayor
comprensión y precisión de protección de los derechos de la mujer frente al
incremento de casos de feminicidio en el país.

 Describir y analizar los casos más resaltantes de feminicidio en el Perú y y


lograr alcanzar una
Referencias bibliográficas
Alberdi, L (2005). Violencia: Tolerancia Cero. Caixa

Añino, S. (2005). Violencia contra la mujer. CEAPA.

Arévalo, I. (2008). La perdurabilidad de la violencia hacia la mujer en la relación de pareja de la


comunidad . Cuba: Universitaria municipal Palma Soriano.

Barea, C. (2004). Manual para mujeres maltratadas (que quieren dejar de serlo). Barcelona:
Oceano Ambar.

Claramunt, M (1999). Guía para el autocuidado. San Juan. Organización Panamericana de la Salud

Frankl, V. (1991). El hombre en busca de sentido. Barcelona: Herder.

Freire, P. (1968). Pedagogía del oprimido. Buenos Aires, Siglo XXI

Galeano, E. (2000). El libro de lo abrazos. México: Siglo XXI .

García, N. (2012). Violencia de género. Valdecilla.

Informe de la Real Academia Española sobre la expresión violencia de género, Madrid, 19 de mayo
de 2004. Disponible en:
http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000001.nsf/(voAnexos)/archBB81F7452A4355C0C12571F
000438 E7A/$FILE/Violenciadeg%C3%A9nero.htm (última entrada 18 de enero de 2013).

Lujan, M. (2013). Violencia contra las mujeres y alguien más. Valencia: Universidad de Valencia.

Magallón, N. (2005). “Epistemología y Violencia. Aproximación a una visión integral. Zaragoza:


Alicante.

Meléndez, L. (2005). La violencia contra la mujer. Flora Tristán.

Menacho. (2006). Violencia y alcoholismo. Santiago de Cuba: Editorial Oriente.

Nussbaum, M. (2002). Las mujeres y el desarrollo humano,. Barcelona: Herder.

Peñafort, R. (2005). Una juez frente al maltrato. Granada: Random House Mondadori.

Rojas, L. (2010). Las semillas de la violencia. Sevilla: Grupo Planeta.

Villanueva, R. (2009). Homicidio y feminicidio. Lima: Observartorio:: de crimininalidad.

Vous aimerez peut-être aussi