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TEXTO: 1 Timoteo 3:14-15. Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, para
que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente,
columna y baluarte de la verdad.
INTRODUCCIÓN:
¿Eres de los que piensa que algo no tan bueno está pasando en la iglesia? ¿Te has preguntado
qué pasó con el orden y la reverencia en la casa de Dios? Es más, ¿Es necesario hacerlo?
Estudiemos la Palabra de Dios.
Los historiadores y los expertos a menudo tratan de dar etiquetas y nombres a las diversas eras:
la Edad de la razón, la Generación perdida, la Era del Engaño, etc. Si nos detenemos a pensar
sobre la era en la que nos ha tocado vivir, creo que el nombre correcto sería “LA ERA DE LA
IRREVERENCIA”. En nuestro mundo hoy día no hay nada sagrado. En la actualidad se burla, se
satiriza, se distorsiona y se mofa de lo que antes era sagrado.
La reverencia es un tema bíblico que todavía tiene aplicación para nosotros aunque estemos en
el siglo XXI.
I. BENEFICIOS DE LA REVERENCIA
Logra bendiciones de la autoridad.
2Sa 14:4 Entró, pues, aquella mujer de Tecoa al rey, y postrándose en tierra sobre su rostro, hizo
reverencia, y dijo: ¡Socorro, oh rey! 22 Y Joab se postró en tierra sobre su rostro e hizo reverencia,
y después que bendijo al rey, dijo: Hoy ha entendido tu siervo que he hallado gracia en tus ojos,
rey señor mío, pues ha hecho el rey lo que su siervo ha dicho.
1Re 1:16 Y Betsabé se inclinó, e hizo reverencia al rey. Y el rey dijo: ¿Qué tienes? 31 Entonces
Betsabé se inclinó ante el rey, con su rostro a tierra, y haciendo reverencia al rey, dijo: Viva mi
señor el rey David para siempre.
Dios oye la oración de los reverentes.
Neh 1:11 Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración
de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y
dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.
II. LA REVERENCIA EN LA BIBLIA
Debemos mostrar reverencia para con la autoridad terrenal
Por su poder.
Núm 22:31 Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el
camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su
rostro.
Por su perdón.
Sal 130:4 Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado.
Las razones que Pablo da para tener reverencia en la Casa de Dios son:
La Naturaleza del dueño de la Iglesia. Dios VIVO. La verdadera reverencia bíblica nace del
conocimiento de la naturaleza de Dios y sus atributos.
Dice una escritora: “la verdadera reverencia hacia Dios nos es inspirada por un sentido de su
infinita grandeza y un reconocimiento de su presencia. Este sentido del Invisible debe impresionar
profundamente todo corazón. La presencia de Dios hace que tanto el lugar como la hora de la
oración sean sagrados. Y al manifestar reverencia por nuestra actitud y conducta se profundiza en
nosotros el sentimiento que la inspira.”
Porque la Iglesia que está en la Casa de Dios es columna y baluarte de la verdad. Esto nos habla
de la misión, carácter y función de la Iglesia. Dice William Barclay en su comentario al Nuevo
Testamento: “La Iglesia es la columna de la verdad (stylos). En Éfeso, adonde se dirigieron estas
cartas, la palabra columna tendría un significado especial. La más grande gloria de Éfeso era el
Templo de Diana o Artemisa. «¡Grande es Diana de los Efesios!» (Hch. 19:28). Era una de las
siete maravillas del mundo. Una de sus excelencias eran sus columnas. Tenía ciento veintisiete
columnas cada una de las cuales había sido el regalo de un rey. Todas eran de mármol, y algunas
estaban adornadas con joyas y recubiertas de oro. Los de Éfeso sabían muy bien lo hermosa que
podía ser una columna. Bien puede ser que la idea de la palabra columna no indique aquí tanto el
apoyo -eso está contenido en baluarte- como despliegue. A menudo se colocaba la estatua de un
personaje famoso encima de una columna para que pudiera sobresalir por encima de todas las
cosas ordinarias y verse claramente, hasta desde lejos. La idea aquí es que el deber de la Iglesia
es mantener bien alta la verdad de tal manera que todos puedan verla.
“Es deber del cristiano guardar reverencia en la Casa de Dios, para no restar en nada a la
presencia y a la gloria del Señor en el servicio”.
Llegar temprano a la Iglesia para disfrutar de los momentos preciosos de oración y meditación
antes del servicio.
Sentarse lo más cerca posible al púlpito, para disfrutar mejor del culto y para que los que lleguen
tarde puedan sentarse en la parte de atrás sin distraer la atención de nadie. Ecl. 5:1
No llegar tarde, pero si en alguna ocasión, por alguna razónpoderosa se llega tarde, si se está
orando y leyendo la Palabra de Dios no se debe entrar al templo. Se debe esperar afuera. Luego
se puede entrar de una manera comedida, sin ruidos, pues es lugar santo. Éx. 3:5.
No traer animales, ni juguetes u objetos ajenos a la adoración a Dios, pues es imprudente y
distraen la atención.
Vestirse y peinarse adecuadamente entendiendo que vamos a tener un encuentro con Dios.
Preparar Biblia, himnario, cuaderno y lápiz para anotar lo que Dios habla a su pueblo.
Durante el Servicio.
Durante el servicio se debe mantener una actitud atenta y reverente,tomando parte en el culto
divino y en la adoración, por medio de los cánticos y de todas las partes del culto.
Si hay alguien al lado que no tienen Biblia o himnario, se le debe invitar a compartir cortésmente.
Durante la predicación de la Palabra de Dios el oído y el corazón deben estar dispuestos a recibir
el mensaje divino, pues la fe viene por el oír. Rom. 10:17
No divagar la vista por todas partes, ni mirar hacia atrás cuando alguien entra.
No sentarse incompuestamente en los asientos, ni con los brazos puestos sobre el espaldar.
No mascar chicle.
Es de muy mala educación y es una gran irreverencia hablar en medio del servicio.
Peor aún, pararse, caminar y/o salir del templo en el periodo del culto y más aún en medio de la
predicación. (Por cualquier motivo)
Es cosa preciosa traer los niños a la iglesia, y todavía más precioso enseñarles la reverencia en
la Casa de Dios desde que son pequeñitos.
Si lloran intentar calmarlos sin robar la atención de los demás.
Si lloran por motivos mayores, sacarlos (con total reverencia) y atender su urgencia.
Es de muy mal testimonio sacar los niños del templo para castigarlos, regañarlos, cambiarlos o
alimentarlos.
Los padres de niños bebés deben tomar altas precauciones para no caer en irreverencia en la
casa de Dios.
Los niños deben ser instruidos en casa sobre el comportamiento en la iglesia, para no tenerlos
que amonestar en la iglesia. En caso de presentarse una situación que amerite amonestación por
parte de los padres a los niños, ésta debe hacerse con sabiduría y prudencia, sin distraer a los
demás.
En caso de presentase una situación extraordinaria, seguir las indicaciones del pastor o líder. Pero
debemos abstenernos de fomentar risas, escándalos, cundir el pánico, etc.
Al terminar el culto es muy buena práctica saludarse cariñosamente, especialmente a los que
vienen por primera vez y a los nuevos convertidos. Rom. 16:16; 1 Ped. 5:14
A la vez que es bueno saludarnos los unos a los otros, también es bueno salir lo antes posible,
para llevar fresco en el espíritu el encuentro con Dios y su Palabra. Juan 4:23; 2 Tim. 2:7.