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COSMOLOGÍA
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Tesario de Cosmología
Hemos de subrayar la distinción entre la aproximación propia del saber del sentido común
del nivel pre - científico y el saber científico. En el conocimiento científico se tiene un saber que es
comprobable y objetivo. Pongamos un ejemplo: un interlocutor dice: “Esto es verde”; otro
interlocutor enuncia dirá: “Esto tiene un ángulo de refracción de 7 grados y 25 minutos”. El
primero es el conocimiento pre-científico; el segundo es el científico. Ha sido una constante
tendencia en la historia de la filosofía, a partir de los resultados de las ciencias exactas, de negar el
valor de conocimiento a todo aquello que no se someta a las exigencias de su método. Así
tenemos el positivismo y el manifiesto anti - metafísico del círculo de Viena con su principio de
verificabilidad.
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III. Problemas filosóficos de la subjetividad del conocimiento y de la inteligibilidad
de las ciencias (exactas)
“La gran maravilla del progreso de la ciencia es que ésta nos ha revelado una concordancia
ente nuestro pensamiento y lo real, una cierta posibilidad de captar, con ayuda de los recursos de
nuestra inteligencia y de las reglas de nuestra razón, las relaciones profundas que existen entre los
fenómenos… No nos asombramos lo bastante del hecho de que sea posible alguna ciencia” (Louis
de Broglie, Física y Microfísica).
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IV. El problema filosófico del por qué de la inteligibilidad de las ciencias (exactas)
El éxito de la ciencia y la transformación del mundo que ella opera ante nuestros ojos
muestran que la inteligibilidad científica no es ilusoria sino real; no es pura obra del espíritu sin
vinculación con lo real. El problema filosófico se precisa entonces sobre el cómo puede estar la
misma inteligibilidad tanto en el espíritu como en las cosas, con un estatuto muy diferente en cada
uno de los dos casos. La solución a este problema puede darse desde el contexto hile - mórfico de
lo real pues, la inteligibilidad propia de lo real es hecha posible por la actualidad propia de la
forma; y el grado de penetración en la misma realidad es dado por la abstracción de la especie
inteligible, la cual se expresa en el concepto y es medio por el que se intelige la cosa. Se tienen así
los diversos grados de abstracción en los que el primero consiste en el prescindir de la materia
sensible individual y conservar (en lo que se intelige) la materia sensible común (la cantidad y las
cualidades; aunque no estas cualidades singulares); y el segundo en el prescindir de la materia
sensible y conservar la materia inteligible (la cantidad).
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VI. Cosmovisión aristotélico - tomista
Espacio: es el límite del cuerpo continente que está en contacto con el cuerpo contenido.
El especio real se identifica con la misma extensión corpórea.
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VII. El olvido de la substancia y los dualismos de las ciencias.
En cuanto a las nociones del espacio y tiempo hay que distinguir entre la postura
aristotélico- tomista, así como aquélla de la física clásica y la física moderna (teoría de la
relatividad y mecánica cuántica). La física clásica, desde Newton, concibe al espacio y al tiempo
como “absolutos”. El espacio sería así una especie de marco tridimensional, indefinidamente
abierto, homogéneo e inmutable en el que se sitúan los cuerpos. El tiempo sería una especie de
eje de referencia al que se cuelgan los acontecimientos. Esta tendencia a absolutizar el espacio y el
tiempo acusa una tendencia propia de la experiencia vulgar. La crítica kantiana acertó al negar al
espacio y al tiempo, erigidos en absolutos, un estatuto real, pero su error es haber deducido que
eran puras creaciones de la mente. La física moderna cuestiona la concepción newtoniana del
espacio y el tiempo. En concreto, la teoría de la relatividad, al concebir la atracción de la gravedad
como una curvatura del espacio, resta fuerza de absoluto al mismo. Asimismo, la misma teoría de
la relatividad, al sostener que el tiempo transcurre más lento en las velocidades cercanas a la de la
luz, relativiza la concepción del tiempo. De todo esto podemos concluir que el espacio y el tiempo
no se dan como entes reales absolutos; sin embargo, no por eso dejan de tener un origen extra -
mental (contra Kant). El fundamento no es otra cosa que la extensión, para el especio, y la
duración, para el tiempo. Es así que el espacio y el tiempo son entes de razón pero con
fundamento en la realidad; la extensión y la duración.
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IX. La relación del hombre con el mundo en la física clásica y en la física moderna
En cuanto a la relación del hombre con el mundo observamos también un progreso dado
por la física moderna con respecto a la física clásica. La física clásica sostenía que el hombre puede
llegar a conocer de modo determinado el comportamiento de todo el universo al ir conociendo la
gramática de lo real por demedio de las leyes. Asimismo, acusando una tendencia antropomórfica,
busca establecer puntos de vista absolutos en el universo (antes la tierra; ahora el sol). Con
respecto al determinismo en el conocimiento del universo, la mecánica cuántica (Heisenberg y
Bohr) mostró que existe una indeterminación propia de lo real por el que la realidad no puede ser
conocida (sobre todo a nivel atómico) sin tener en cuenta la interacción que provoca sobre ella la
técnica del observador. Esta incertidumbre será imposible de superar porque está vinculada por
definición a la relación hombre – naturaleza; se trata de una indeterminación ligada a la relación
hombre – naturaleza. Con respecto a la tendencia a erigir puntos de referencia absolutos en el
universo, la teoría de la relatividad (Einstein) mostró que no existen puntos de referencia
absolutos en el universo puesto que lo único absoluto es la velocidad de la luz.