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Julián Castillo Salcedo, 7° semestre

 Vladimir Ilich Lenin, Imperialismo: la fase superior del


capitalismo, TAURUS, 2012.

Vladimir Ilich Lenin (1870-1924) es conocido sobre todo por su papel clave en la
Revolución Rusa de 1917 y el nacimiento de la Unión Soviética. Para mí fue por
lo tanto interesante y de alguna manera un tanto sorprendente encontrar en este
texto un análisis bien estructurado y argumentado con evidencia empírica, de
ninguna manera escrito con una visión “recalcitrantemente” marxista, sino que
expande o completa la teoría de Marx con observaciones de economistas
imparciales. Es un texto aún muy actual y relevante que ayuda a comprender
algunas de las cosas que estamos viviendo hoy en día y los conflictos que
observamos en las noticias pero que muchos de nosotros rara vez entendemos.
Sobre todo creo que es tremendamente útil para ayudarnos a entender el
contexto global y económico de finales del siglo XIX y comienzos del XX, el
marco en el cual se dieron por ejemplo la carrera por el repartimiento de África
en los 1880, y aún más, la gran guerra que es un personaje central implícito en
esta obra.

Este texto fue escrito como una forma de panfleto en 1916, es decir en medio
de la primera guerra mundial, cuando esta estaba en la mente de todos y sobre
todo en los debates políticos entre la izquierda. Lenin reconoce en este texto
que el imperialismo en esencia es rivalidad de grandes poderes, y es la fase o
desarrollo natural al que llegan los grandes países capitalistas. Su objetivo es
demostrar que este estadio del capitalismo y la mencionada rivalidad tienen su
origen en varios cambios que el capitalismo estaba experimentando desde
mediados del siglo XIX. El partido Bolchevique en Rusia era una de las pocas
organizaciones “socialistas” que mantenía oposición a la guerra, pues muchos
de los otros partidos de izquierda en Europa apoyaban a sus respectivas
naciones en el conflicto. En este contexto Lenin está declarando que la guerra
no era más que un conflicto entre imperios por extender su influencia y capital
para dominar aún más territorios.
En este trabajo Lenin utiliza una gran cantidad de datos y estadísticas que
permiten plantear su análisis de manera “científica”, y creo que debe haber sido
una argumentación muy pesada en su tiempo pues no es normal que en este
periodo se utilicen métodos cuantitativo de éste tipo. También es de notar que
no es un ttrabajo puramente marxista sino que utiliza las observaciones y los
hechos expuestos por economistas liberales y conservadores que incluso
quisieran “adornar” al capitalismo como él lo expresa. Sobre todo utiliza citas del
trabajo de los economistas Rudolph Hilfering y J.A. Hobson. Uno de los que
afirmaban la posibilidad de combatir o reformar el fenómeno de los monopolios
desde dentro del capitalismo es Kautsky, al cual Lenin constantemente
menciona para refutar. Karl Kautsky al parecer argumentaba que el proceso de
integración de las economías internacionales llevaría a que la guerra se volvería
irracional e innecesaria para la clase capitalista. Sin embargo podemos observar
que Lenin tenía razón y predijo muchas de las tendencias del siglo XX
incluyendo la siguiente y aún más terrible guerra mundial.

Lenin va describiendo a través de los capítulos de esta obra los puntos


esenciales que definen al imperialismo y su formación. Estos puntos se pueden
resumir primero, en que la concentración de la producción en cierto número de
grandes empresas, y del capital en grandes bancos, llegaba a un punto en que
se habían creado grandes monopolios que eran los protagonistas y amos de la
vida económica del planeta. Segundo, La combinación del capital bancario con
el capital industrial, que ha llevado a una forma de “capital financiero”, lleva al
surgimiento de una oligarquía financiera. Tercero, la a exportación de capital
que comienza a sustituir la exportación de bienes y servicios. Cuarto, la
formación de los monopolios capitalistas que se dividen el mundo entre ellos, y
finalmente la división del mundo entre las “grandes potencias”.

El desarrollo del capitalismo lleva a que el espacio nacional de las grandes


empresas se vuelva demasiado limitado para su crecimiento, y los monopolios
necesitan adquirir nuevos mercados constantemente, y nuevas fuentes de
materias primas en el extranjero. Las naciones sub desarrolladas o previamente
colonizadas se convierten en el campo de expansión donde sucede tal
introducción del capital proveniente de las grandes firmas que están
establecidas en ciertas metropolís. Es esto lo que conduce a la división del
mundo entre monopolios y a conflictos geopolíticos respecto a quién tiene el
acceso a distintos territorios del mundo para explotarlos. Mientras tanto en las
metropolís, los grandes capitalistas van corrompiendo políticos e infiltrándose en
los aparatos de gobierno, tomando control de los líderes de los sindicatos y la
clase obrera, y en general usando las ganancias de la explotación extranjera
para evitar la revolución y mantenerse en el poder, convirtiéndose en una
poderosísima oligarquía.

El capitalismo supuestamente se caracterizaba por el libre mercado y por la


competencia de empresas que producían bienes, sin embargo Lenin muestra
que si tal forma del capitalismo existió alguna vez, había dejado de existir y era
sólo una fase previa que necesariamente conducía al surgimiento de grandes
“carteles” que combinaban a las distintas industrias. Estas combinaciones les
daban a los carteles cada vez más grandes poderes para imponerse sobre las
pequeñas empresas, recurriendo a métodos de guerra sucia como negar el
acceso a materias primas o transportes para las empresas no sometidas,
finalmente destruyendo la competencia que los defensores del capitalismo
constantemente han abanderado como su razón de ser.

El descontrol del mercado y su inestabilidad, que llevan a la necesidad de varios


pequeños negocios para no desaparecer de ser comprados por negocios más
grandes, lleva a la centralización. Y luego los bancos que son los que guardan el
capital de las grandes empresas, se convierten en dueños del capital y se
fusionan con el capital industrial, en un proceso que me es aún dificl de
comprender debido a mi poca educación económica, pero según entiendo, este
dinero en posesión de los bancos fusionado con el capital industrial es lo que
Lenin está llamando “capital financiero”. Y es esta nueva forma de capital la que
se ve monopolizada por una creciente “oligarquía financiera”. Los monopolios
se vuelven idénticos con el capital entero de los grandes estados capitalistas. Es
entonces que la competencia desaparece al interior de tales países pero
continua en el escenario global, y se transforma en competencia entre estados.
Podemos ver entonces como la guerra ya sería entonces algo implícito a priori
en el desarrollo el capitalismo en los países desarrollados de finales del siglo
XIX. Pues sucede que a principios del siglo XX, El mundo ya había sido
completamente distribuido entre estos grandes poderes, es decir los estados
desarrollados capitalistas combinados con sus grandes carteles de empresas
monopólicas. Por lo tanto el único camino posible para el desarrollo capitalista,
era la redivisión del mundo y por lo tanto el conflicto entre poderes ya
establecidos, que tarde o temprano tenía que manifestarse como conflicto
armado.

En conclusión este libro permite entender al imperialismo desde un punto de


vista económico, dando un modelo que explica la primera guerra mundial y
varios de los procesos que le siguieron en el siglo XX que Lenin no llegó a
observar. Es un fuerte argumento a favor de considerar al capitalismo como
intrínsecamente violento, opresor, y origen de los más terribles conflictos en la
historia humana, y aunque no todos puedan estar de acuerdo con el diagnóstico
ni con la cura propuesta, es innegable que se trata de una muy inteligente
exposición de datos y teorías que ayuda a entender este periodo de rápidos y
complejos cambios que le dieron forma al mundo en que vivismo hoy.

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