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El comportamiento de alguien (“el sujeto”) con relación a los demás comprende dos dimensiones:
En este orden, cabe distinguir cuatro tipos de comportamiento: el cooperativo, el dominante, el transigente y
el de incomunicación.
Con el comportamiento cooperativo, el sujeto pretende maximizar tanto su influencia como la de los demás.
Su objetivo es buscar y encontrar la mejor solución entre todos los participantes. El sujeto no escatima su
aporte personal ni trata de "imponer su voluntad", "salirse con la suya" o "ganar la discusión".
El comportamiento cooperativo comprende dos tipos de conducta: la asertiva y la receptiva, que se analizan
en el módulo correspondiente.
Emplear directamente el poder que deviene de la autoridad o de otro factor ("quiero que se haga
así porque soy el jefe").
Utilizar argumentos que ejercen presión sobre los demás <5>. Esto puede hacerse por medio de
amenazas abiertas o veladas ("si no hace lo que quiero trataré de perjudicarlo"); invocando
factores improcedentes ("el jefe quiere que hagamos las cosas así"); apelando indebidamente a
sentimientos u obligaciones de los demás ("si eres mi amigo, debes responder a mi pedido"); etc.
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Ocultar o manipular información, de manera de conducir el proceso hacia la finalidad
premeditada por el sujeto.
Desvalorizar a los demás ("usted no tiene la experiencia suficiente como para opinar sobre este
tema") o sus aportes ("tiene razón, pero poca, y la poca que tiene no sirve para nada").
No ser receptivo <5>. Esto es, no dejar participar a los demás, no escuchar <10>, no darle
importancia a lo que se escucha, no tratar de comprender, etc. Aún más: en sentido estricto, no
motivar la participación de los demás o cualquier otro proceder que agrande la brecha entre su
aporte potencial y su aporte efectivo, sería un comportamiento dominante.
El sujeto adopta un comportamiento transigente cuando privilegia la influencia de los demás a expensas de la
propia. Aquí concede una brecha entre su aporte potencial y su aporte efectivo. Y lo hace aunque su falta de
aporte pueda atentar contra la mejor solución del problema. Es común que el sujeto proceda de tal manera
porque desea ganarse la aceptación, buena voluntad o aprecio de los demás; porque quiere evitar la
confrontación o el conflicto; incluso, porque carece de convicción respecto de sus ideas y no quiere correr el
riesgo de exponerlas. A menudo esto le sucede al colaborador frente a su jefe. Sin embargo, se puede dar
también en sentido inverso.
Un grado menor de transigencia, que limita el ejercicio de la influencia, pero hasta un cierto
punto. Por ejemplo, cuando el sujeto está en desacuerdo con una ponencia y expresa sus puntos
de vista, mas lo hace en forma limitada o no sigue la discusión a pesar de que podría hacerlo
legítimamente; o cuando expone los pro y los contra de una alternativa, pero finalmente vacila o
incluso evita fijar su posición personal en cuanto a la elección.
Un grado mayor de transigencia, donde el sujeto virtualmente no realiza aportes y, sin embargo,
no se retira del proceso. Por ejemplo, cuando el sujeto está en desacuerdo con una decisión,
pero no lo manifiesta; o bien expresa lacónicamente su desacuerdo sin exponer razones y, de
todos modos, no ofrece resistencia o aun colabora en la implementación ulterior de la decisión.
La abstención. El sujeto explicita su posición de retirada ("en este asunto no quiero meterme",
"aquí no tengo nada que hacer ni decir", etc.), o bien la da a entender por medio del silencio y la
inactividad.
La pelea. El sujeto agrede directa o indirectamente a los demás. Esto suele parecer una actitud
opuesta a la abstención. Sin embargo, sus consecuencias son similares. El sujeto se entrega a un
estallido emocional y escapa del problema.
Cabe aclarar que en la práctica la identificación de comportamientos indicada precedentemente puede tener
dificultades o ambigüedades, por los motivos siguientes:
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1. Cualquier descripción o percepción de comportamiento representa un "corte" de la realidad, un
segmento de un proceso más largo. Dado un segmento, este puede merecer una calificación
(cooperativo, dominante, transigente o de incomunicación). Pero, si se agregan otros segmentos de
comportamiento, el conjunto puede justificar una calificación distinta. Por ejemplo, la expresión de
una opinión tomada aisladamente es encuadrable en un comportamiento cooperativo; mas su tímida
defensa ulterior amerita calificar el comportamiento total como transigente.
La del sujeto.
4. Las respectivas visiones están condicionadas por intenciones, ansiedades, prejuicios, etc. Por
ejemplo, una determinada manifestación del sujeto puede constituir para él un mero suministro de
información objetiva, sin intento alguno de restringir la influencia de los demás (comportamiento
cooperativo). Y, sin embargo, ese mismo comportamiento puede ser percibido como amenazante por
los demás (comportamiento dominante). O lo que el sujeto expresa como un pedido la otra persona
lo toma como una orden (esto puede ser habitual entre el jefe y el colaborador, especialmente en
ámbitos como el militar o equivalentes).
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36. PARTICIPACIÓN - MODELO DE INFLUENCIA – ESTILO DE LIDERAZGO
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Primero de todo, corresponde establecer la distinción entre comportamiento y estilo:
Una persona puede ejercer cierto comportamiento a raíz de las circunstancias, sin que ello
corresponda a su estilo; y puede tener un estilo definido, pero en diversas ocasiones adoptar distintos
comportamientos que no responden a su estilo.
Por lo tanto, sobre la base de dicho modelo una persona puede tener distintos estilos:
Dominante
Cooperativo
Transigente
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De incomunicación
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37. PARTICIPACIÓN - MODELO DE INFLUENCIA – EVALUACIÓN DE COMPORTAMIENTOS
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En el módulo titulado PARTICIPACIÓN - MODELO DE INFLUENCIA – DESCRIPCIÓN DE COMPORTAMIENTOS
hemos caracterizado cuatro tipos de comportamiento de un sujeto según el lugar que él le otorga por un lado
a la influencia propia y por otro lado a la de los demás: cooperativo, dominante, transigente y de
incomunicación. Pero no hemos emitido juicios de valor sobre la conveniencia de emplear uno u otro tipo de
comportamiento. Este tema es objeto del presente módulo.
A tal fin no hay que perder de vista que lo que importa finalmente no es la participación por la participación
misma, sino el cumplimiento de los objetivos de la organización. Debemos valorar la participación de la gente
en la medida en que favorezca dicho cumplimiento. En este sentido, es oportuno traer a colación lo dicho en
el módulo titulado PARTICIPACIÓN – COMPORTAMIENTOS Y ESTILOS – PARTICIPATIVO Y DIRECTIVO <28>, en
cuanto a los atributos a tomar en cuenta para evaluar la calidad de un proceso de toma de decisiones y a las
ventajas o desventajas o limitaciones de la participación frente a tales atributos. Los conceptos generales allí
esbozados nos pueden servir de base para evaluar la conveniencia de emplear uno u otro tipo de
comportamiento del modelo de influencia. En general es aconsejable:
Es valioso tanto el aporte del sujeto como el de los demás; esto es particularmente
importante cuando el problema en cuestión requiere creatividad e innovación.
El sujeto está en condiciones de brindar un aporte significativo, pero los demás no.
El sujeto piensa tomar una decisión y es obvio que los demás estarán contentos con ella (la
motivación no es una variable importante).
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Es urgente tomar la decisión y no hay tiempo para un comportamiento cooperativo.
El sujeto no está en condiciones de brindar un aporte significativo, pero los demás sí.
Los demás están muy motivados para llevar adelante un proyecto propio, y un
comportamiento cooperativo del sujeto atentaría contra el sentimiento de autorrealización
que nutre dicha motivación.
Se pretende que los demás aprendan descubriendo el conocimiento por sí solos, ganando su
propia experiencia.
En los párrafos precedentes hemos presentado un esquema de pautas acerca de cuándo convendría uno u
otro tipo de comportamiento. El esquema, naturalmente, representa una sobresimplificación de la
problemática que ofrece la vida real. Las pautas solo constituyen una guía tentativa, de carácter general. En la
práctica, habrá que agudizar el análisis y el ingenio para elegir el mejor camino correspondiente a cada caso.