OU =Usegunda exposicion de Barnett
je un fracaso: sus colegas
jstas abstractos le hacen ol
inque nds tarde seré aclamado
figura paterna por los artistas
is. YAB
jeompositor John Cage colabora
‘de Robert Rauschenberg: la
cil so dosarrois coro un
la marca expresiva en
.de Rauschenberg,
ely y Cy Twombly. Fk
‘La primera exposicion de! grupo
wlapén sonata la cifusion del arte
‘através de los medios de
i6n1y sureinteroretacion por
fade los Estados Unidos y
lustrada también por et ascenso
eoconcretista en Brasil, VAB
| Laexposicién «Lp mouvement
Device René de Pars
ellanzamiento del Cinetsmo. YA
Ua exposicion «This is Tomorrow»
jen Londres seriala la
#6n dela investigacion sobre las
nite elart, la ciencia, la
199, el disehio de productos yla
= Popular emprendida después de
le Segunda Guerra Mundial por el an
Independent Group, precursor del Pop
Art briténico, HE
1957a Dos pequerios grupos ae
‘yanguardia, la Internacional Letrsta yla
Bauhaus Imaginista, se usionen pare 415
formar a Internacional Situacionsta, ol
‘movimiento més comprometido
joolticamente dela posguerra. HF
Recuadro: Dos tesis de La sociedad
del espectéculo
4957b Ad Reinhardt escrbe “Twelve
FRuies for a New Academy» (-Doce regias
para una nueva Academia): al tiempo que
los paradigmas de vanguarcia en i pintura
‘sereformulan en Europa, el monocomoy 42
la-cuadticula son explorados en os
Estados Unidos por Reinhardt, Robert
Fyman, Agnes Martin y otros.
4958 Target with Four Faces, de Jasper
Johns, aparece en la portada de la
rovista Artnews: para algunos artistas
‘como Frank Stella, Johns representa un
modelo de pintura en el quela iguray el 426
fondo sa funden en una dniea imagen-
‘objeto; para otros, inaugura el uso de
signos cotigianos y de ambigledades
Conceptuales. HE
Recuadro: Ludwig Wittgenstein Fi
19592 Lucio Fontana celebra su primera
rotrospectiva: uiliza asociaciones Kitsch
‘para cuestionar la modernicad idealsta,
‘una critica ampliada por su protegido
Piero Manzoni, YAS
19595 Ena San Francisco Art
Association, Bruce Conner axpone
CHILD, una figura mutiada en una trona
realizada en protesta contra la pena
capital: en la Costa Oeste, Conner,
Wallace Berman, Ed Kienholzy otros:
Cdeserrolian una préctica de assemblage y
fentomo mas escabrosa que sus
lequivalentes en Nueva York, Pars y otros
lugares, AB.
4959¢ EI Musoum of Modern Art de
‘Nueva York manta «New images of
Mane: la estética existencilista se
extionde a una politica de Guerra Fria de
la iguracién en la obra de Alberto
Giacorneti, Jean Dubutfet, Francis
Bacon, Wilem de Kooning y ras. Rx
Recuadro: El arte yla Guerra Fria Rk
195d Observations, de Richard
‘Avedon, y The Americans, de Robert
Frank, establecen los pardmetros
dialécticos de la fotografia de a Escuela
de Nueva York, 85:1951
La segunda exposicion de Barnett Newman es un fracaso: sus colegas expresionistas
abstractos le hacen el vacio, aunque més tarde seré aclamado como una figura paterna py
los artistas minimalistas.
la que no se vendié ninguna obra), New.
‘man se llev6 todas las piezas suyas que la galeria tenia en depésito.
Durante a década de 1950 expuso ocasionalmente una o dos pinturas
en muestras colectivas, pero esperd hasta 1958 para montar su si:
guiente exposicién individual (en el Bennington College), a la que
pronto sigu6 su primera retospeciva en Nueva York (en French & i
Coe 1958) Slo después de est time eventolaposicin de New
rman cambié:wEn el plao aproximado de un afio pasé de ser un paia uy
& etico de arte Thomas B. Hes, haciendo referencia ala admiracin i,
sce artistas tan diversos como Jasper Johns y Frank Stell, Donald Judd tsi
yDan Flavin Te
Lo que debié de ser especialmente dotoroso para Newnan en 1951 =
no fue tanto la hostilidado el silencio persistentes de la prensa, sino |
los dels artistas a quienes habia ayudado generosumente a olargo ly
Initia de Betty Parsons, en 1950, donde el pequetio mundo delat oo,
neoyorquino de la época habia acudido en masa, Robert Motherwell of
ledtijo:«Creiamos que eras uno de los nuestros. Pro tu exposicin es rat
tuna critica contra todos nosotros». Visto a posterior, este comentario .
mente con la tetGrica gestual que rige las pinturas de Mothervell y al
otros expresionistas abstractos-, pero en aquel momento su inten- =
conceal his Ldap de Mothevel /
ampliamente compartida por sus colegas, que no acudieron ala inau- al
notable excepcidn de Jackson Pollock. (De hecho, Pollock habia de by
ddeapoyarycolaboraren a instalaci.) ean aries ul
parte sin duda para desmontar el incipiente cliché periodico segun - |
elcual todos susienzos eran igus (ete chichéleresulaba especial: pequefo, en un campo vertical rjo-granae cortado sil
todos los medios en menos de 300 obras). S6lo una pintura, One-_«franja» porque connotab un actividad en verde un Sa
ment I, de 1948, hacta referencia directa a su gran avance pictérico _inmévil). Junto a Onement II proponia una serie dé MPS" am
de aquel ato: consiste, como Onement I |1), de formato mucho mas _ tos, a veces con la ayuda de los titulos, como: eleaso de Be -Newman, Vir heroicus sublis, 050-1051
a pntura, ahora con fecha de 1951 y 1952, seria reelaborada
nt por Newman, como algunos otros enz0s: «Creo que la
timcuadro“acabad” es una ficcién, eo en una ocasin,) Las
que ms enfurecieron alos dtractores de Newnoan fueron
ie (La vz) y The Name I (El nombre I), consistentes en sendos
bancos de aproximadamente 25 x 2,5 metros divides por
0s (un nico zip descentrado enc aso de The Voice y cuatro
de manera uniforme en The Name I, incuidos ipsen los li-
10 nquerdo del ino), una dristica economia de medtios
propio artista quiso subrayar imprimiendo la invtacién ala
dlegantemente en blanco sabre blanco, Y despues estaba el
Virerocus sublimis(2), una pared expansiva de aproximada~
5 metos de color rojo uniformement vibranteinterrumpido
zips de diverss colores a intervals iregulares, al que The
pintura da misma altura (24 metros) pero de slo cm de
syformada en su totaidad por un Gnico 2ip rojo con sendos
es minisculos de color roo mis oscuro a ambos lados,debié de
fal princpio el mas extraiodelos companeros.
desta sltima corrlacién, sin embargo, es erstalina
1 sublins, las oposcionestradicionaes entre la figura y el
lcontorno yl forma, la linea y el plano quedan en suspenso
mente por cuanto el zip stuado masa la derecha y la pe-
fan de cfonco» rojo que delimitaen el borde del lienzo tie-
sma anchura, Enel caso de The Wild (3, pintado siguiendo
dala impresion de que un zip adiconal del gran enzo rojo
fbadoala pared, cobrando vida propia como uno de os prime:
Hos con forma» de la historia del arte estadouniense de la
ia. Y para asegurarse de que la eobjetualidad» de The Wild
esa por alto ni se exageraba (como tampoco la de varias,
Yericales ce formato mis pequeno y del mismo tenor, para
% Pollock habia disenado sencillos marcos de madera de
Hem de ancho), Newman lo expuso al lado de su primera escul-
1131, donde dos «ips» blancos, en este caso cortando el es
‘3+ Bamett Newman faquerda) Horo, 1980; Serocha Tho Wile, 980
6961-0981
3636961-0961
pacio real, realizaban su recorrdo hacia la autonomia. En una pala-
bra, la muestra estuvo magistralmente compuesta; Newman siempre
habia sido un comisario billante, Pero esto s6lo paree6 refrzar atin
inis a resistencia a todo ello
Tal ver tenia que haber prevsto esas difcultades. Al fin yal cabo,
sabia mejor que nadie que su arte no era fcil de comprender habia
tardado ocho meses enteros, sin dedicarse a ninguna otra cosa, en
comprender lo que habia canseguido en Onement I. Hes escribié un
relato de la revelacion de Newnan: «El dia de su cumpleanos, 29 de
enero de 1948, prepaté un lienzo de pequetto formato con una super-
fice de rojo cadmio oscuro (un mineral profundo que parece un pig-
:mentoter0s0, como rojo indio un sien) y pegd un teo20 de cinta
aaesiva en el centro, Después extendié ripidamente una capa de
rojo cadmio claro sobre a cinta, para probare color. Miré el eusdro
durante mucho tiempo. De hecho, lo estudié durante unos ocho me-
ses, La bisqueda habia terminado»
"Numerosos testimonios dan fe de que la bisqueda de Newman ha~
bia tenido por objeto durante mucho tiempo un tema wapropiado>.
Pera la interpretacion ahora habitual de esta pintura como un equi-
valente pitérico de la division de a luz y las tnieblas al comienzo del
libro del Genesis no explica su radical novedad. Durante al menos tes
anos Newman habia trasladado su deseo de wcomenaar desde cero,
pintar como sila pintura nunca hubiera exstdo antes, 2 una tem
‘adel Origen. Sus primeros dibujos wautométicos» de 1944-1945, con
susimagenes de germinaciny us ttuos mitolgicos (uno de ellos se
Ltula Gea, la diosa de la tera, vistago del caos original), y sus mu-
chos lienzos de 1946-1947 (The Begining [El comienzo], Genesi-The
Break {Génesil, The Word I {La palabra I), The Command [EI manda-
nniento), Moment (Momento, Genetic Moment (Momento genético},
con titlos que aludian directamente al amanecer del mundo tal
como seexpresa enol Antiguo Testamento, atestiguan esta preocupa-
cin fundamental, y en cierto nivel el arte de Newman evolucionaria
siempre en torno a misma cuestion
As pues, sel tema no es nuevo en Onement I, ela forma que lo
transmite? La respuesta es soxprendentemente compleja. En el nivel
formal, estariajusificado pensar, una ver mis, que este modest lien-
20 no tiene nada lamativament orignal, pues Moment [4], realizado
dos anos antes, estaba formado ya por un campo rectangular vertical
dividido simeteicamente por un elemento vertical central, Desde el
punto de vista conceptual y estructural, sin embargo, un abismo sepa-
Fa Moment de Onement I Podria decirse incluso que con Onement Iy
todas las obras posteriores, Newman socavé la idea filosfia segin la
‘ual una forma no hace mas que transmitir un contenido preexistente.
Una pista la ofrece el wfondos, que recibe un tratamiento distinto
en las dos obras. Mientras el campo de Onement Iesté pintado con la
rixima regulatidad posible (fue concebido inicialmente slo como
una primera capa, como un «fondo preparado segiin Hess), en Mo-
‘ment nos hallamos ante un campo diferenciado que actia como fon-
do indeterminado y es transportado alin més atrés en el espacio por la
«franjar la «franja» no es todavia un «zips, sigue actuando como un
‘repoussoir, como un elemento del fondo que impulsa hacia atris en el
espacio al resto del cuadro, de modo muy parecido a las letras hechas
‘acon plantilla de un lienzo cubista analitico de Braque 0 Picasso-.
‘Como Newman diria después en relacin con esta obra y el reducido
-nimero de pinturas que se conservan de este periodo, se produce una
ssensacién de fondo atmosféricon, de algo que puede concebirse
4 Barnett Newman, Moment, 948
no también diria mas tarde se
anipular el espacio», «manipular el color» para deste
os que exstia antes del principio de todas ls
Jo que habia conseguido con Moment er wn ise
slgoque ner congruent con sn spd , su campPm
dia aspirar a ir mall de sus limites, algo que no depend
: 4 tral) YP
dla haber sido elaborado previamente en un boceto(com® &
dad fue el cas).
Onement f informa Hess, debia tener un aspect pate
como satmésfera naturale, O,
dedicadoa
el vacto, el
soluco de su soporte (concebido como un recepticulo net
cdo a Moe
ment neva dpi tetrad espe a
ato rp deo de obordao FO
or)
te
do la cinta y pi
turar el fondo y «pintar» la raya es precisamente a lo a
renuncié en Onement I, Nada existia agui que pudiert‘otexturado, es decir, nada existia de antemano, ningiin
byes espero sr rllenado, Mientras Gen, Genesis-The
Pe Word, The Command e inclaso Moment contentan ideo
sinbolosvisuales de a idea de la Creacién, Onement Fes, en si
sna ideograia de la Creacion, (No hay mas que recordar que
figurado en la exposiciontitulada «The Ideographic Pictu-
gue Newman fue comisario en enero de 1947, para medi la
gue habia recorido desde entonces en su interpretacign del
fede ideografia.) El titulo Onement, un término del inglés an-
el que se deriva «atonemtents(expiacién) significa el hecho de
ido en unr: la pintura no representa la totalidad sino que
al unir el campo y el zip en una sola entidad. O, dicho de
odo, el campo se afirma como tal através de su escueta divi-
pétrica por un zp.
p sige siendo, desde luego, una simple slinea» vertical, y por
isigno prefabricado que exstia previamente en alguna reser-
gaos ausente que ~como los simbolos lingaisticos- podia ser
doy utilizado a voluntad. En otras palabras, no hay escapato-
lel juego de ausencia y aplazamiento inherente a todas las
sd lenguajes pero al menos a significacion det ip depende por
to de su coexistencia con el campo al que se refere y al que
ddedara para ol espectador. Onement Fes de hecho una ideo
gen términos ms generales, un signo, pero es un signo de una
pecial, que pone de relieve cierta circularidad entre su signifi-
del signo y la situacién real de su emisi6n: comparte la catego-
palabras que los linglistas aman «conectores», como todos
ombres personales pero también «ahora», «aqui, «no abi
(que son, y no por casualidad, algunos de los nombres que
n puso asus obras posteriores) Al igual que todas ls pinturas
ide Newman, Onement I tiene que ver con el mito del ori-
‘cisién inicial), pero por primera ver este mito es contado en
presente, Y este tiempo presente es un intento de dirigirse al
dor directamente, inmediatamente, como un «yo» aun «tiv
cn de lugar
de la larga reflexim de 1948, el ano més productivo de New-
con 19 lienzos, cas la quinta parte de su obra pict6rica comple
fie 1949, La obra de mayor formato de ese ato, Be I, domind su
etcin de 1950. No s6lo radicalizaba el destello de luz de One-
I(t delgado zip central que divide el campo rojo oscuro es muy
oy blanco), sino que su titulo conminativo dejaba en claro que
ocaba al espectador: «fT ;Se», Parecia que Newman habia
ido intuitivamente que la percepcén de la simetrabilate-
es sencal para nuestra condicién de sereserguidos, humanos (a
ade os simios). La simetria bilateral, ala que Newman recu-
Peri6dicamente en su obra durante toda su carrera, presupone
tl ge vertical de nuestro cuerpo es el factor estructurador de
Percepeién visual, ce nuestra situacién ante lo que vemos: so-
iia para nosotros la equivalencia inmediata entre la conciencia de
ito cuerpo y la orientacién de nuestro campo de visibn. Su per-
Brn es instantinea y evidente. Segin el filésofo francés Maurice
lau-Ponty, cuya Fenomenologia de la percepcién (1945; traduc-
ingles, 1962) seconvertria en una bblia par los escultores mi-
tas en la dada de 1960, es nuestra verticaldad desde la pri-
‘mera infancia, més que cualquier otra cosa, lo que nos da, sin que lo
advirtamos la sensacién de estar en el mundo.
on los grandes lienzos que expuso en 195, y en particular con
Vir heroicussublimis, Newman retomé la cuestiOn de la escaa, otra de
sus obsesiones durante toda su vida, pero estrechamente relacionada
con la fenomenologia de la presencia explorada en Onement I. De to-
dos los artistas estadounidenses de la posguerra, es el nico anterior al
‘scscultor Richard Serra para el que la escala adopt6 una dimensi6n
ca, Al igual que Matisse, consideraba moralmente equivocado conce-
bir una composicién en un pequeno boceto y después organizarla en
cl lienzo. ¥ si finalmente se implicé en el medio del grabado, al final
desu vida, s6lo fue después de descubrir que podia expresar con clai
dad eémo una ligera modificacién en el corte de los margenes trans
forma radicalmente la escala interna de una tnica imagen (su sucinto
prefacio para su carpeta de litografias de 1964, 18 Cantos, frece el
mejor andliss de lacuestién de la escala, en contraposicién al tama:
fo, que se ha escrito en este siglo).
Vir heroicus sublimis es un lienzo de gran formato. También lo son
Cathedra, realizado poco después de la exposicion de Newman de
1951, o Uriel (1955), Shining Forth (1961), Who's Afraid of Red, Ye-
How, and Blue IT (zQuién teme af rojo, amarillo, azul? I, 1967-1968) y
Anna's Light (La luz de Ana, 1968), el mas grande de todos (2,75 por 6
metros). Pero el tamatio por sf solo no es la cuestién. Si estas obras
parecen mucho més grandes que los lienzos igualmente gigantescos
producidos por los colegas expresionistas abstractos de Newman (con
Ia excepcién de Pollock, en cuyas telaranas nos perdemos fcilmente),
esen gran medida porque nos oftecen una dosis muy inferior de inci-
dente visual y nos exigen que los asimilemos de inmediato aun cuan-
do, ante la pura saturaci6n de color de su extensidn que inunda, nos
demos cuenta de que no podemos. Al intentar fijar uno de los varios
ips que realizan una escansidn de estos grandes campos de color,
sentimos la tentacién de pasar ipidamente al siguiente. Asi pues, re-
queridos por el vibrante océano de color violento, nunca capaces de
contemplat el conjunto pero obligados a reconocer su existencia, lo
cexperimentamos como saqui-no ahi», en pleno rostro.
‘Hay una tendencia a mirar los euadros grandes desde lejos. Los
ccuadros grandes de esta exposiciOn pretenden ser vistos desde cerca».
Esta afirmacién, unas notas que Newman mecanografié para su se-
. En segunclo lugar, Newman pudo establece
ion entre esta estéticarelacionaly la utopia social de Mondri
OP Pata tetates
DOS Sebati Gal
LR Satate Serle Ges
1 OOOO. OO.
ft 2PaPe Mates
2+ Jasper dots, Fag, 1954-1955
:minos que parecian opuestos a él: una pintura que era abstracta pero
también representacional en el modo, gestual pero tambign impersonal
nla factura (sus pinceladas parecen a menudo repettivas),autorrfe-
rencial pero también alusiva en la imagen ({ranjas y cireulos abstractos
«que son también banderas y dianas), pit6rica pero tambien literal en |
asociacién (en la por lo demas no objetiva Canvas (Lienzo, 1956], sim:
plemente se incorpora un pequefio bastidor al lienzo, etcéera
Para esta suspensidn de contrarios, Johns encontré un medio per:
fectoen el encausto, una base de cera que conserva cada gesto del pin
cel, pero lo conserva muerto, por asi decir, como una mosea en una
tira matamoscas. El encausto también permitié a Johns liga el ct
dro a su soporte de tal modo que conviertiera la pintura tanto en un
‘objeto como en una imagen. Finalmente, permitié también la sus-
ppensidn de otros materiales, como el collage de papel de peri6ico y
tela que Johns utiizaba a menudo en sus primeras abras, en un denso
palimpsesto de superficies. Esta superposicién de capas inyecta una
sensacion de tiempo en el espacio de la pintura —no s6lo el tiempo
real de la complicada realizacién de la obra, sino también un tiem
po aleg6rico de diferentes significados ylo recuerdos sugetidos-. Por
ejemplo, sobre la sbana que constituye la base de Flag (Barzera) (2),
cerca del centro entre otros rocitos de papel de peridico que forman
su fondo -n las fantasmales palabras «pipe dream», Esta frase
1988 | Johas y Stein
podria aludir a fa historia segtin la cual la bandera se le apares PH
primera vez @ Johns en un sueno (lo cual, como de costumes , observ6 Stella de este mismo
‘modo en 1960, «Una es averiguar que es la pintura y la otra es aver
guar cémo hacer una pintura», En efecto, su solucién fue combinar los
dos problemas, mostrar qué es la pintura mediante una demostracién
de su claboracién, Para su amigo de la universidad, el critico Michael
descoso de acién de la abstraccién
ncorporar a Stella a su
‘* moderna, esta légica provenia del Cubismo pasando por Mondrian.
ara su amigo del colegio, el minimalista Carl Andre, que trabajabsa en
tuna genealogia diferente de la modernidad, esta logica era construct
su materialismo (Stella aplicaba wnidades idénticas,discre-
comenté Andre en una ocasién, «{que] no son franjas, sino pin,
\Carl Andre y yo luchabamos por su alma
continu al menos hasta mediados de
a posterior, y el debat
da de 1960. En 1960, Stella comenzé a usar pinturas metilicas (alumi:
nio y cobre) y para paredes; también comenzé a dar forma a sus lien
20s, primero con pequeitas muescas que redirigian las franjas, después
6961-0961096!
85 Frank tole, Takh-Sulayman, 1967
con grandes adiciones de planos, A juicio de Fried, estas nuevas pint:
ras levaron a cabo una pura opticalidads para Andre significaban una
rmaterialidad banal. Para Fried, las nuevas formas estructuraban las
imagenes «decuctivamente», internamente, sin necesidad de una ima.
igen encontrada como una bandera para hacerlo; esta forma hizo qu
las pinturas fueran aiin més auténomas. Para Andre las formas invo-
aban objetos tridimensionales en el espacio real; sugerian una pricti-
«a especifica de lugares, no una auténoma. En una palabra, del mismo
‘medio que Johns respondié a ambas expectativas planteadas por Po-
lock y Duchamp con un enigma propio, Ste
por algunos artista y criticos como la personificacién de la pintura
‘moderna tardia y por otros como el origen de los objetos minimalistas
Los dos bandos veian sina logica estricta en Stel
pudo ser reivindicado
una logica que
proclama el bastidor cartografiado en el lienzo en las «Black Pain:
tings», ola imagen que se hace coincidir con el soporte en las pinturas
con muescas, de la pintura basada en formas conocidas y signos sen
«illos, et. Pero a medida que las formas se volvieron ms excéntrcas,
cesta Logica se hizo més arbitraria. Imagen y soporte seguian siendo co.
lindantes en la serie «Protractor»(6|, pero comenzaron a entrar tam:
bién en conflicto, y las estructuras no parecieron tan necesarias ni
petsuasivas. A mediados de la década de 1970 las obras se volvieron
‘shibridos,ni pintura ni escultura, que primero citaban el collage cubis.
ta y la construccién constructivista, y después mezclaban diferentes
cédigos del arte hist6rico y moderno. Este assemblage se lev en la
década de 1980 hasta el punto de que fragmentos de formas semiba
rrocas, cuadriculas torcidas, formas pop-geométricas y colores y ges
tos desorbitados pudieran chocar en la misma construccién de alumi:
nio, Stella parecié pasar de un andlisis moderno de la pintura a un
pastiche posthist6rico de estilos. Si una de las moralejas de Johns es
‘que «nada en el arte es tan verdadero que su contrario no pueda val
1988 | Jonne y Stes
verse atin més verdadero», una de las moralejas de Stella es que it
guna logica pictérica esté tan garantizada que no pueda ser nega
Pero esta crisis de a lgica pictarica no es solo suya, Sebala unacish
‘mas amplia en la historia de la modernidad en las décadas de 1970)
1980, historias en las que se considera que un gran artista engeniteal
‘maestro siguiente en una linea de influencia estrcta, y en ls quel itt
portancia de este hersdeto depende de que promueva la gran suit
de artistas. Al igual que sus angeles guardianes Fried y Andre, Stel
cle una generaciéin que posee una conciencia acentuada dela mode
chad y un ambicioso sentido del lugar en su despliegue ( su deshaceh
En los debates acercade este despliegue, hay una fina linea entre
rraciones historicistas de a inluencia y la sucesion y otras expla
de la conexién y desconexion hist6rica, Las explicaciones histo
tececoras, pero tabi
pueden ser may habiltadoras, de hecho
pueden ser imitadorss, stella quiere pintar como Veldzquean #08
que coments Fried en una ocasin, ey por eso pinta fanjasy. 1
; oft
tnismo dela naracién dea pintura implica aqui -un igor que
: : i jecione
conexién levada conel pasado pero a costa de una seers es
l presente- sugiere por qué Stella podris haber querdo salir 8
historia moderna tara, quizas para rechazarla hisridnicamente 48
‘cuando see considera uno de sus principales protagonists
Fn Mh, and Oat hag, Ln tia Ps 18s
ane ngs Ses foes ena oa
sumer Pes 2
sav Cnr59.
In fechas en que e celebré la primera retrospectiva con to
Tas de a ley de su obra en el otono de 1959 (en galerias de
ay Turi), Lucio Fontana (1899-1968) acababe de inciar
de Tal (cortes) que dominaria los altimos diez atios de su
jon y se convertiian en su marca de fibrica (habia expuesto
ros intentos en esa direccién,lienzos en colores pastel sal-
por muchos cortes de escasalongitud que databan del ato
jen febrero en Min y en marzo en Pars). Esta casi coinc-
{uo sus pros y sus contras. Dramatizada por la secuencia fo-
hibilmente puesta en escena por Ugo Mulas en la que se
cl proceso de ceacién, desde a vaclacn reflexiva del artista
Jienz0 en blanco hasta su contemplacin satisecha después
el esto iconogrifico de Fontana las fnas cucilladas de un
monoctomatico tensado-eclipsaria el resto de su produecién
ete diversificada. El gran niimero de Tagl que invadirian
jen la década de 1960 y la etéricaal estilo de Jano que ge-
pancgiricos cuasi miticas a una supuesta sbxisqueda de lo
, por una parte, y exaltaciones hiperbslicas del teatro de la
por otr, un ditico muy pareido al explotado consciente-
por Yes Klin~ proyectaria una arg soma sobrelaseriedad
esa de Fontana,
ica dela vanguardia y el kitsch, anulada
2 en 1974 se habia publicado un cxtalegue vaisonné de su
fue hasta finales de la década de 1980, después de la amplia
icin en el Centre Georges Pompidou de Paris, cuando la fortu-
lca de Fontana cambié y comenzé a ser considerado, por fin,
uno de los artistas europeos mis importantes dela posguerra
ocimiento tan tardio no es un fendmeno infrecuente en si
Peto resulta especialmente sorprendente en el caso de Fonta-
‘Utista que coqueted sin ningtin reparo con la industria cultu-
Periodo de reconstruccién (con wna atraccién especial por el
el glamour) y que nunca retrocedio ante ningtin encargo de
leva decorativa (desde el techo de una sala de cine o una tienda
a puerta monumental de una catedral). Fs, de hecho, la inmer
Fontana en el universo del kitsch lo que paraddjicamente ex-
lletosurgimiento desu importancia, pues este reconocimien-
ido suceder en el momento en que la oposiién dialéctca
isch y vanguardia que dominaba la critica cultural desde los
ela modetnidad habia comenzadoa perder su primacia.
Fontana celebra su primera retrospectiva: utiliza asociaciones kitsch para cuestionar
jernidad idealista, una critica ampliada por su protegido Piero Manzoni.
TTeorizada de manera simulténea (e independiente) por Clement
‘Greenberg y por Theodor Adorno como respuesta alas amenazas to-
talitarias del fascismo y el estalinismo, esta explicacién dialéctica plan-
tea que la obra experimental de la vanguardia es la ‘nica salvaguardia
posible contra la celegacién inevitable de cualquier préctica y forma
de produccién cultural en la condici6n de la mercancia bajo el domi-
ni de la economia capitalist. Sin darse cuenta, Fontana fastidié este
modelo explicative consolidado. A diferencia de los nouveaux réalis-
tes de la década de 1960 (que lo saludaron como a un precursor) 0
los artistas pop, no se rebel6 conscientemente contra los efectos asfi-
xiantes decritos por el argumento de Greenberg/ Adorno elevando la
-mercancfa degradada a la condicién de artefacto cultural, una postu-
ra de oposicién que no haria sino confirmar la fuerza del modelo
dialéctico. Fontana no se apropié del kitsch, lo cual habrfa presupues-
to un punto de vista critico, de intelectual (pues, para explotar el
kitsch, para disfrutar de la condicién de kitsch, hay que situarse a
cierta distancia de él, protegidos por una distancia irénica y por una
confianza suficiente en el buen gusto propio). No tuvo que apropiar-
se del Kitsch (ni podia hacerlo), pues estaba envuelto en él desde el
ccomienzo mismo de su carrera: con Fontana, el denso muro que se-
pparaba el kitsch comercial del arte de vanguardia se habia vuelto to-
talmente poroso, un esfuerzo deconstructivo que s6lo se hace evi-
dente sise examina la obra que ha sido eclipsada por los Tagl. Esto
mnifica, en general, prestar atencin a su escultura totalmente su-
bestimada, teniendo presente que no comenz6 a pintar hasta 1949,
‘cuando tenia 50 anos,
Hijo de un escultor comercial italiano que emigré a Argentina (y
{que se especialiaé en monumentos funerarios), Fontana estuvo ex-
puesto la personificacién del kitsch: la escultura pompier del siglo xx.
Ingresé en la Escuela de Bellas Artes de Milan (Kitsch académico) al
‘término de la Primera Guerra Mundial, yen 1922 regresé a Argentina
1 (donde emulé el Art Deco, a Maillol y el kitsch moderno de Archipen-
ko). De nuevo en Italia seis atos més tarde, sintié durante algin tiem-
po la tentacién del revisionismo antimoderno del Novecento (Kitsch
revisionista), un movimiento que pronto recibiria el sello de aproba-
ign del régimen de Mussolini
Si hasta 1930 Fontana s6lo habia seguido el camino trillado de lo
{que podria lamarse un «mal gusto sancionado oficialmente», en ese
ao su aprobacién del kitsch pas
_gante, en contradiccién directa con la petici6n de decoro que hacta el,
Estado italiano, cuyos burécratas no tardaron en criticar esta nueva
diteceién en su obra, A la escultura «primitivistay y monocroma en
a ser sibitamente outré, extrava-
Fontana y Manzoni | 19583
Aproximaciones A La Dramaturgia de Chau Misterix de Mauricio Kartun A Partir de Cuatro Monólogos para Una Puesta No Realizada - Centro Cultural de La Cooperación