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ESTRUCTURA Y

FUNCIÓN DEL SISTEMA


TIEMPO-ASPECTUAL
DEL VERBO EN
ESPAÑOL

José Francisco Funes Rivera


Estudiante del doctorado en Filología,
UNED, España.

El verbo: “es aquella parte de


la oración que tiene morfemas
flexivos de número, como el
nombre y el pronombre,
morfemas flexivos de persona,
como el pronombre personal, y
además, a diferencia del
nombre y del pronombre,
morfemas flexivos de tiempo y
modo”

RAE: “Esbozo de una nueva


gramática de la lengua
española”, 1973

San Pedro Sula, 26 de junio de 2014


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INTRODUCCIÓN

El estudio de los verbos ha ocupado una larga trayectoria en la historia de las


reflexiones sobre la lengua española. Los usos, significados y estructura del sistema tiempo
– aspectual del verbo en español han sido y continúan siendo explicados desde la misma y
también desde diferentes perspectivas teóricas. Algunos de estos puntos de vista son muy
diferentes, pero otros son maneras distintas de formular lo mismo. Algunos de esos trabajos
que han aportado ideas esclarecedoras de la organización interna del sistema verbal español
son los firmados por Samuel Gili Gaya (1961), Emilio Alarcos Llorach (1970), Andrés
Bello (1972a, 1972b), Harald Weinrich (1974), Ignacio Bosque y Manuel Pérez Fernández
(1987), Jesús Fernández Álvarez (1987), Ricardo Navas Ruiz (1987), Ignacio Bosque
(1990a, 1990b, 1996), José Álvaro Porto Dapena (1991), Ralph Penny (1993), Julio
Borrego Nieto et al. (1995), María Ángeles Sastre Ruano (1997), Ignacio Bosque y Violeta
Demonte (1999), Guillermo Rojo y Aleixandre Veiga (1999) Plácido Ruiz Campillo
(2007), Hans Jörj Busch (2009) e Ignacio Bosque y Javier Gutiérrez-Rexach (2009).
Especial mención tiene la Gramática de la Real Academia de la Lengua (2009) y la
Gramática Descriptiva de la Real Academia de la Lengua (1999). Estos eruditos han sido
considerados los autores más destacados y puntos de referencia en el estudio y análisis de
la gramática de la lengua española.
En este trabajo nos ocuparemos de las relaciones temporales y aspectuales del
sistema verbal desde un punto de vista estructural, pragmático y comparativo, atendiendo
al significado de los tiempos y aspectos del verbo en la gramática española, y sus
diferencias con el español hablado en Centroamérica. Comenzaremos analizando las
relaciones temporales y aspectuales del verbo, agregando ejemplos en cada caso; luego
detallaremos las similitudes y diferencias en los usos y significados del aspecto en las
regiones ya referidas, y finalmente reflexionaremos sobre las causas de esas diferencias
entre España y América. Nuestro interés se centra en el análisis del aspecto debido a que
las diferentes maneras de ver la constitución interna- temporal del sistema verbal es y ha
sido uno de los temas más discutidos y fascinantes de la gramática española. Nos llama la
atención, además, las notables diferencias entre Hispanoamérica y España en cuanto a los
usos del verbo y sus matices.

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En su clásico estudio Curso superior de sintaxis del español, Samuel Gili Gaya
(1970, pp. 145 - 146) explica que en los estudios de la morfología del verbo español que
ofrecen los textos de gramática, generalmente no se considera la categoría de aspecto,
debido a que se ha tomado como modelo de análisis la gramática latina, en la cual
predomina la idea temporal. La nomenclatura de los tiempos de la conjugación española fue
por mucho tiempo una adaptación de las formas latinas. Esta nomenclatura se mantuvo
hasta 1917, fecha después de la cual se efectuaron reformas importantes en la gramática del
verbo español. Andrés Bello fue uno de los primeros en advertir que las necesidades
expresivas de nuestro idioma no se ajustaban a los patrones latinos, por lo que debido a
ello, muchos elementos de la conjugación del español moderno habían sido hasta entonces
inadvertidos.

Antecedentes históricos
Los filósofos griegos, en especial los estoicos, fueron los que se dieron cuenta que en
las formas verbales griegas había una categoría con un sentido diferente al puramente
temporal. El griego contaba con un sistema aspectual referido a tres términos: imperfecto,
perfecto y aoristo (Categoría combinable con el tiempo y el modo, y que indica bien una
acción puntual, bien una considerada en bloque sin atender a su duración), y cuya distinción
se debía a la oposición completiva y durativa . Los gramáticos latinos influenciados por el
griego, concibieron el sistema verbal en latín con tres tiempos (presente, pasado y futuro)
en cada uno de los dos temas (Infectum y perfectum), que se repetía en cada uno de los dos
modos (Indicativo y subjuntivo). El aoristo griego dejó de existir en latín dada su
coincidencia con el tema de perfecto, al cual se le daba un valor perfectivo, es decir, de
acción con su término, se considera que la oposición griega entre el tema de presente y el
tema de aoristo es equivalente a la oposición imperfecto – perfectivo. Esta concepción
errónea del sistema verbal latino ha sido reproducida una y otra vez por autores destacados,
y ha sido en realidad la que constituyó el punto de partida de la confusión en los estudios
sobre el aspecto verbal. (Dietrich, W. (1973).

A pesar de que los gramáticos siempre han reconocido la existencia del aspecto en el
sistema verbal, no ha habido un verdadero acuerdo acerca de su naturaleza, por lo que el
término aspecto ha abarcado por igual hechos lexicales y morfemáticos. F. Hermann

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concibe el aspecto como referido a la oposición objetivo / subjetivo. Jakobson basa el
aspecto en la dualidad duración / perfección. Holt considera el aspecto como la indicación o
no- indicación del término del proceso. Para Guillaume lo más importante es la distinción
entre aspecto (tiempo implicado) y tiempo propiamente dicho (tiempo explicado). La teoría
de Meillet concibe el aspecto como una categoría general caracterizada por un tipo de
oposición funcional. El primero en ocuparse del estudio del aspecto en español fue Don
Andrés Bello al clasificar los verbos en permanentes y desinentes. Criado de Val ha
concebido la categoría de aspecto como resultante de procedimientos gramaticales fijos
tales como la flexión verbal, la composición y la derivación. Alarcos Llorach concibe al
aspecto como “ el contraste entre la indicación del término del proceso y la no – indicación
de tal término. Para Ch. Rallides, el “tiempo denota momento de la acción verbal y aspecto,
punto de vista del hablante” (Bogard, Sergio, 2005)
En su estudio “Relaciones entre temporalidad y aspecto en el verbo español”,
Guillermo Rojo (1990) explica las fases por las que han pasado los estudios gramaticales
enfocados en las relaciones entre temporalidad y aspecto. Como se ha mencionado, los
estoicos reconocieron la categoría de aspecto en el griego, pero los gramáticos latinos no la
tomaron en cuenta. Resulta interesante el hecho de que esta noción fue redescubierta en el
siglo XIX por los gramáticos de las lenguas eslavas, y desde ahí, se introdujo en las
gramáticas latinas, románicas, germánicas y aun se reintrodujo en el griego.
En la lengua española, los estudios gramaticales sobre el aspecto han pasado por tres
fases. En la primera de ellas, la mayoría de los autores estructuran el sistema verbal en dos
categorías fundamentales: Modo y tiempo. Los llamados accidentes verbales de voz,
número y persona no eran considerados parte de la estructura del sistema, sino más bien,
desinencias que aportan otra información gramatical. El aspecto como tal no es incorporado
a la gramática española, no obstante que aparecen en ella las denominaciones de pretérito
perfecto, imperfecto y pluscuamperfecto, así como las nociones de futuro perfecto e
imperfecto. Todas ellas referidas de manera general al carácter terminado o no terminado
de la situación a la que hace referencia la forma verbal, y usadas como especificaciones
internas de la categoría temporal. Este fue el enfoque que se revela en la Gramática de la
Real Academia de 1913 (La cual es una reproducción de la de 1870) y en la que aparecen
dos modos ( indicativo y subjuntivo y tres tiempos: pasado, presente y futuro)
La segunda fase es anterior al estructuralismo y en ella se considera ya al aspecto
como una nueva categoría gramatical; sin embargo, no se logra una distinción clara entre
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este y el concepto de temporalidad. Se enfrentan algunos problemas al no encajar muy bien
en esa dicotomía de perfecto e imperfecto, el pretérito perfecto simple llegué y el perfecto
compuesto he llegado, porque en ambas formas, la primera simple y la segunda
compuesta, el carácter perfectivo lo tienen ambas. Otro caso es el de la oposición del
pretérito perfecto simple llegue y el pretétito perfecto compuesto he llegado. Este último
es “el presente de la acción terminada” y se refiere a una acción que acaba de ocurrir en el
momento que hablamos; por lo que su denominación debería ser “presente” y no
“pretérito”. Por el otro lado, no podría ser he llegado un presente, porque no encaja en la
consideración de que un presente es una acción que se desarrolla en el momento que
hablamos. Rojo brinda otras consideraciones que permiten ver que el aspecto verbal es
algo inacabado, lo cual se refleja, según él, en la Gramática de la Real Academia desde
1917 hasta el Esbozo.
En la última fase, los estructuralistas han disminuido la importancia atribuida a la
temporalidad como elemento estructurante del sistema verbal, y han estudiado el aspecto
como categoría gramatical independiente, aunque todavía muy ligada a la temporalidad.
Esto se ha debido en gran medida a la concepción tradicional de tiempo gramatical. En la
gramática tradicional, la categoría temporal estuvo ligada en exceso a las nociones
extralinguísticas de presente, pasado y futuro. Esto produjo contradicciones insalvables en
el sistema verbal, como aquellas en las que una forma que debería funcionar como “de
pretérito”, se refiere a situaciones presentes o futuras. Un ejemplo de ello es el pretérito
perfecto compuesto “he llegado”, el cual se considera el presente de un pasado, pero que
por otro lado, no puede considerarse como un presente por no realizar la acción en el
preciso momento de decirla. Lo mismo ocurre con el “presente”, el cual puede ser usado en
relatos de acontecimientos pasados (presente histórico) como el la oración Cristobal Colón
dice a sus hombres “gracias a Dios que hemos salido de estas honduras” , leída por un
niño este año en una clase de historia. También la forma “llegaré”, que tiene valor de
“futuro”, es usada con valor de presente en oraciones como “Tendrá unos ocho años”,
“¿Serán las tres de la tarde? Finalmente, adviértase el valor de futuro del verbo en presente
en la siguiente oración: Juego el viernes que viene. Otra contradicción es la de llamar
pretérito, equivalente a “tiempo del pasado”, a una forma que hace referencia a situaciones
del presente o futuro, como en: Oiga, Sr. Antúnez, quería pedirle un favor. Estas
discordancias ponen en duda la validez de la noción de presente, pasado y futuro como

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categorías linguísticas, y dificulta los esfuerzos para situar otra u otras más adecuadas en su
lugar ( Rojo, 1990).

Weinrich, (1964, p.14) se refiere a este mismo asunto al explicar que en las
gramáticas se asignan los tiempos verbales a las tres fases del tiempo: pasado, presente y
futuro, porque se ha creído que como solo hay tres fases del tiempo, solo puede haber tres
tiempos que le correspondan; por lo tanto, desde las concepciones gramaticales
tradicionales y hasta las presentes, los tiempos del lenguaje han sido entendidos como
expresión de las fases del tiempo natural a las que aquellos deben su denominación y a las
que generalmente quedan adscritos. Así, entonces, el triple paso del tiempo, ha sido el
modelo o base para estructurar los tiempos verbales; sin embargo, estas tres fases del
tiempo no se ajustan a la realidad lingüística. Weinrich, (1964) considera que se puede
expresar con un tiempo de los llamados del pasado otros momentos del tiempo. Él escribió:

“Virginia Woolf, en su novela Orlando, hace pasar tres siglos de historia como un
torbellino fantático en el que el protagonista cambia de género, pero envejece
solamente veinte años. Al final el relato termina en el presente. No ya en el presente
de la escritora, que después de todo es pasado para el lector, sino en el presente del
lector, es decir, la fecha de aparición del libro (1928). Aunque el presente del lector
es para la autora todavía futuro cuando está escribiendo la novela, el tiempo que
conserva es el pretérito. El lector no puede pasar por alto la lectura de este pasaje:
En realidad eran las diez de la mañana. Era el 11 de octubre. Era 1928. Era el
momento presente. Lo mismo que para el presente, un “tiempo pasado” puede
usarse para designar el futuro. Toda novela, por ejemplo, que se desarrolla en el
futuro está escrita en los tiempos del pasado, o para ser más cautos, ninguna está
escrita en futuro. En la novela de George Orwell, 1984, publicada en 1949, el lector
tiene que establecer la relación entre el perfecto simple del texto y el futuro de un
mañana imaginario. El libro comienza como una novela cualquiera: Era un día muy
frío de abril y los relojes estaban dando la una. Winston Smith, con la barbilla
hundida en el pecho como el que se esfuerza por combatir a furia del viento, se
escurrió rápidamente por las puertas de cristal del rdificio Victoria, sin poder
evitar que un remolino de polvo entrase con él…Y de esta forma prosigue el relato.
Sin embargo, unas páginas más adelante, Orwell le descubre al lector que se trata de
una fecha que es futura para el lector, pero en la que se emplean tiempos del
pasado: Mojo la pluma en la tinta y, entonces, dudó durante un segundo. Un
estremecimiento le había recorrido las entrañas. Marcar el papel era el acto
decisivo. Con letra pequeña y apretada escribió: 4 de abril de 1984… Se advierte
claramente que Orwell emplea con toda intención los pretéritos junto a la fecha

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futura de 1984. El resultado a que llega Hamburger ante ejemplos de este tipo reza:
“El pretérito de la literatura épica o narrativa no designa el pasado” ( pp.21-32).

Hemos citado dos ejemplos de contradicciones en los usos y significados de los


tiempos verbales. El primero se refiere a oraciones usadas habitualmente por los hablantes
de la lengua española, y el segundo al mundo “narrado”. El primero se caracteriza por la
intervención del Yo en los sucesos comentados. Se establece, por lo tanto, una oposición
entre las personas del discurso (YO- TÚ) y la no-persona (él); mientras que el segundo se
caracteriza por la narrativa de hechos pasados que no sufren intervención del locutor.
Weinrich (1974), también hace una ruptura con la visión del tiempo fragmentado en tres
momentos: presente, pasado y futuro. El autor hace una división de los tiempos verbales
según la cual hay los tiempos de la narración, utilizados para lo que el autor denomina
“mundo narrado”, y los comentadores, que son los que sirven para expresarse en el “mundo
comentado”. Estos mundos se refieren a diferentes situaciones comunicativas, en las que,
de acuerdo con el contexto de la enunciación, el enunciador se inserta en uno de esos dos
“grupos”. El mundo narrado comprende los relatos, literarios o no, que se concretizan de
forma más alejada del contexto mismo de la producción del discurso. Los cuentos de hadas
sirven como el mejor representante del mundo narrado, puesto que no sólo es otro tiempo,
sino también otro mundo, que tiene su tiempo propio. Se me ocurre el tiempo tratado en la
novela Pedro Páramo, muy doferente al tiempo en La vuelta al mundo en ochenta días. El
comentado, sin embargo, abarca situaciones que afectan directamente al enunciador, puesto
que está comprometido con lo que habla. Según Weinrich (1974, p. 208), “el lenguaje pone
a disposición del mundo del relato más tiempos porque es más difícil situarse en el mundo
narrado que en el mundo comentado en el que nos movemos con toda confianza.”
Maingueneau (2002:106) afirma que la situación de la enunciación sirve como referencia
temporal, es decir, el pasado y el futuro tienen como referencia el presente de la
enunciación. Basado en los estudios de Benveniste, Maingueneau (1996) asume los
términos “discurso” y “narrativa” y afirma que la enunciación narrativa no se relaciona al
momento mismo de la situación de enunciación. La discursiva, por su parte, está asociada a
un “yo”, a un “tú”, a un “aquí” y un “ahora”.

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En conclusión, podemos decir que las contradicciones del tiempo verbal se dan en
ambos mundos: el narrado y el comentado. Bosque y Demonte (2000, p. 2882), explican
que “las terminologías utilizadas habitualmente, con las concepciones subyacentes a ellas,
nos han acostumbrado a agrupar las formas temporales en los bloques correspondientes a
las de ‘presente’, ‘pasado’ y de ‘futuro’, pero no es esta la única posibilidad”; sin
embargo, y tal como lo han explicado los expertos, la temporalidad verbal en la lengua
española y las formas y usos que lo representan entran en contradicción con los asignados
inicialmente.

En cuanto al aspecto, Guillermo Rojo (1990), explica que en los tiempos actuales no
ha habido novedades importantes, por lo que en términos generales, se puede concluir que
el aspecto no aparece como una noción bien definida y sobre la que exista un acuerdo
básico; por el contrario, las muchas definiciones de aspecto surgidas en los últimos años y
sus muchas clases propuestas hacen sospechar que estamos ante una categoría necesitada de
un mayor análisis y entendimiento. Él considera, no obstante, que ha sido precisamente la
categoría de aspecto verbal la que le ha dado nuevas formas verbales al español. He aquí su
punto de vista:

La gramática clásica tiene una concepción del tiempo lingüístico totalmente


determinada por la visión del fenómeno temporal en términos generales. Si se parte
de una estructuración en la cual todo se reduce a la existencia de un presente
(huidizo por su misma naturaleza), precedido de un pasado y seguido de un futuro,
parece lógico esperar que el verbo, clase de palabras a la que se reconoce y atribuye
expresión del tiempo, necesite exactamente tres formas para dar cuenta de todas las
relaciones esperables. Es claro que el latín y el griego, lenguas sobre las que se
forjan las herramientas conceptuales de la gramática clásica, presentaban más de
tres formas, lo cual crea evidentes problemas. Para evitarlos, es forzoso recurrir a
parámetros adicionales, internos o externos al temporal.
Interno es el de la distancia temporal, que establece subclases y permite, por tanto,
hablar de dos o más formas del pasado y del futuro diferenciadas entre sí por el
grado de lejanía al presente: un pasado próximo y un pasado remoto, por ejemplo,
para citar únicamente una de las diferencias que se han manejado efectivamente,
tanto para el latín como para el español.
Cabe también, por supuesto, utilizar otras categorías lingüísticas para explicar la
existencia de más formas en el verbo. El caso más conocido es, sin duda, el del
aspecto, que utilizó ya Verrón para el verbo latino, por influencia de los gramáticos
estoicos que lo habían identificado en el verbo griego. Si se establece diferencia

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entre formas perfectivas e imperfectivas, el número de formas verbales posibles se
duplica en cada grupo temporal. (p.10)

Pese a los diferentes enfoques teóricos sobre la estructura del sistema verbal, las tres
categorías -“tiempo”, “modo” y “aspecto”- se han mantenido, especialmente en los
estudios lingüísticos contemporáneos. Casi todas las gramáticas hacen referencia a dichos
conceptos, a pesar de las variaciones en las definiciones y en las nomenclaturas (Bello y la
RAE, por ejemplo) Basados en el clásico estudio de Gili Gaya (1970), el Curso superior de
sintaxis del español, y en mi propia experiencia y estudios de estas categorías, veremos en
detalle cómo se presentan cada una de esas categorías.
Como “modo”, Gili Gaya (1970, p.131) define las formas de conjugación que denotan
la actitud del hablante frente a la acción verbal. De esa manera, cuando pensamos en una
acción real, realizada en las tres dimensiones del tiempo, empleamos el modo indicativo.
Si la acción se ve o se piensa como un deseo, usamos el modo subjuntivo, ya que lo
expresado no es una realidad, sino una voluntad propia o de otro u otros de que ciertas
acciones se realicen o se hayan realizado. Se trata, de una actitud psicológica ante el verbo.
El imperativo, como el tercer modo verbal en español, expresa una orden, sugerencia,
mandato, súplica, ruego e instrucción. Los tres modos se expresan y se reconocen mediante
el uso de desinencias verbales.
El “aspecto” verbal se refiere a las diferentes perspectivas desde las cuales el hablante
expresa para su oyente los eventos denotados por el verbo, tomando como punto de
referencia el momento del habla. Este momento movible y fugaz, desde el cual el hablante
obligatoriamente parte para expresar eventos que quedaron en el pasado lejano o cercano,
o para referirse a un futuro por venir, es la clave temporal para estructural todo el sistema
aspectual del verbo. En ambos casos, el hablante puede tomar como una segunda
referencia algún otro acontecimiento o acción verbal, ya en el pasado o en el futuro, que
en directa relación con el momento en que habla, le sirva para ubicar el evento principal.
Según Gili Gaya (1970), el “aspecto” verbal consiste en las distintas maneras de mirar la
acción expresada por un verbo, que depende tanto de la significación del verbo en sí
misma, como del tiempo en que se encuentra. Estos aspectos se distinguen como
perfectivos, tal como el pretérito perfecto simple; y tiempos imperfectivos, tal como el
pretérito imperfecto. A esas dos, se suman todavía otras tres subclasificaciones: reiterados
(actos repetidos), incoativos (resaltan el comienzo de la acción), etc.
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Según Bosque y Demonte ( 1999) , el tiempo verbal localiza el evento en un tiempo
externo, orientándolo o relacionándolo con el momento del habla, o en una relación con el
tiempo en que tiene lugar otro evento. El tiempo se clasifica tradicionalmente en pasado,
presente y futuro:
a.- Comí pollo con arroz
b. Como pollo con arroz
c. Comeré poyo con arroz
El tiempo verbal para Gili Gaya (1970), se agrupa en tiempos absolutos y relativos. Los
primeros son los tiempos directamente medidos y sugieren la situación temporal precisa de
la acción que expresan. Son ellos: presente, pretérito perfecto simple, pretérito perfecto
compuesto, futuro absoluto e imperativo. En relación a los verbos relativos, estos
constituyen los demás tiempos de la conjugación y son indirectamente medidos porque su
situación en la línea de nuestras representaciones temporales necesita ser fijada por el
contexto situacional o gramatical (Gili, 1970, p.151).

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MODOS, TIEMPOS Y ASPECTOS DEL VERBO

Los modos del verbo

Cuando enunciamos una acción verbal, podemos pensarla como ajustada a la realidad
objetiva, o bien como un simple acto de deseo, una voluntad, un interés; los cuales no
tienen existencia fuera de nuestro pensamiento. Si decimos La casa está ardiendo en
llamas, Los almendros florecen en mayo, No asistiré mañana a la escuela, afirmamos o
negamos hechos pensando que se producen, se produjeron o se producirán en la realidad;
empleamos al enunciarlos el modo indicativo. Al decir temo que la casa se esté quemando,
espero que los almendros florezcan en mayo, es posible que no asista mañana a la escuela,
la realidad es que el estar la casa quemándose es un temor mío, pero no lo enuncio como
un hecho real; el deseo de que los almendros florezcan en mayo es algo que no depende de
mí; el no asistir mañana a la escuela está pensado como una mera posibilidad, a la cual no
atribuyo efectividad o realidad en ninguna de las tres dimensiones del tiempo. Todos estos
hechos van expresados en modo subjuntivo.

En suma, entonces, el modo es la categoría que expresa la actitud del hablante con
respecto a lo que enuncia, o sea, indica como el hablante concibe la acción del verbo
predicativo. Esta puede ser como una realidad o simplemente como un deseo o expectativa.

La lengua española adopta ciertos procedimientos gramaticales o variaciones


morfémicas para revelar la actitud del hablante respecto de lo dicho. Estas actitudes están
expresadas en lengua española en cuatro modos verbales: imperativo, indicativo,
condicional y subjuntivo; en tal sentido, afirma Alarcos Illorach (1994), “El infinitivo,
gerundio y participio, carecen de tal variación y no pueden ser llamados modos” (p. 149)
Carbolová, (2007), en su tesis doctoral sobre el modo verbal en español explica que en
realidad nuestra lengua tiene dos modos: el indicativo y el subjuntivo. Los otros dos son
dependencias de los anteriores.

En la gramática española tradicional, la categoría de modo tiene cuatro miembros:


indicativo, imperativo, subjuntivo y condicional. En realidad existen solamente dos

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modos verbales: el indicativo y el subjuntivo. Estos dos modos corresponden a la
doble actitud posible del hablante ante el enunciado: la actitud objetiva y la
subjetiva. Los modos imperativo y condicional no son más que variantes de los dos
modos mencionados antes. El modo imperativo es una variante del subjuntivo,
mientras que el modo condicional es la variante del indicativo. (p.7)

El modo indicativo
El modo indicativo expresa acciones que el hablante entiende como reales en cualquiera de
las tres dimensiones del tiempo. Por consiguiente se utiliza en las oraciones que expresan
acciones reales que están ocurriendo, que ocurrieron o que ocurrirán. Es el modo más
utilizado. Se expresa con certeza y afirma que las personas realizan o no las acciones, no
que es posible que se realicen. Esta es la función del modo subjuntivo. Dicha certeza de la
acción puede ocurrir en distintos tiempos. Llorach ( 1994) lo define como “ el modo de
mayor amplitud de uso; designa la ≪no ficción≫ de lo denotado por la raíz léxica del
verbo, esto es, todo lo que el hablante estima real o cuya realidad o irrealidad no se
cuestiona”.(p.154). Samuel Gili Gaya (1961) lo define de la siguiente manera: “Cuando
decimos el libro está sobre la mesa, sabía que me habías escrito, mañana no iré a verte,
afirmamos hechos pensando que se producen, se han producido o se producirán en la
realidad; empleamos para enunciarlos el modo indicativo”. (p. 131). En las lenguas que
tienen modo indicativo este se opone a otros modos que expresan hecho hipotético, hecho
deseado o hecho esperado; estos otros modos reciben diversos nombres como modo
subjuntivo, modo potencial, modo optativo, modo imperativo, etc. Los tiempos verbales
que conforman el indicativo son:
a. Tiempos simples:
- Presente: amo, como, salgo
- Pretérito perfecto simple (indefinido): amé, comí, salí
- Imperfecto: amaba, comía, salía
- Futuro: amaré, comeré, saldré
- Condicional: amaría, comería, saldría
b. Tiempos compuestos o perfectos:
- Presente perfecto o pretérito perfecto: he amado, he comido, he salido
- Pluscuamperfecto: había amado, había comido, había salido
- Futuro perfecto: habré amado, habré comido, habré salido
- Condicional perfecto: habría amado, habría comido, habría salido
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- Pretérito anterior: hubo amado, hubo comido, hubo salido

El modo subjuntivo
El modo subjuntivo se emplea para expresar incertidumbre, subjetividad o
posibilidad. El hablante puede presentar las acciones verbales como reales o irreales,
posibles, probables, inciertas, necesarias, dudosas, deseables, lamentables o dependientes
de otras. También puede temerlas, esperar su realización o considerar las acciones
concesivas o condicionadas. Carbolová, (2007, p. 14). Este es el modo de menor capacidad
de aplicación y señala el carácter ficticio, no real, de la acción o evento denotado en el
verbo. (Llorach, 1994).Todas las formas del modo subjuntivo aparecen característicamente
como dependientes de un verbo dominante. Sólo en unos pocos casos pueden aparecer
como verbos principales de una oración independiente.
Los tiempos del subjuntivo
a) El presente (hable, coma, escriba): expresa el deseo de alguien de que se realice una
acción presente o futura:
Mi mamá quiere que yo vaya ahora / mañana.
b) El pretérito perfecto (haya cantado): expresa el deseo de alguien de que se haya realizado
una acción en el pasado inmediato:
Espero que Juan haya llegado sin novedades.
c) El pretérito imperfecto (hablara / hablase, comiera / comiese, escribiera / escribiese):
indica el deseo que alguien tuvo de que otra persona haya hecho algo. Tiene un valor de
presente en el pasado ¿?:
Mi maestro quería que yo hablara. (=presente)
y futuro:
Me gustaría que vinieras conmigo mañana. (=futuro)
d) El pretérito pluscuamperfecto (hubiera hablado / hubiese hablado): expresa un
pasado en relación con otro pasado:
Si se lo hubieras pedido, te habría hecho el favor.
e) Los futuros simple (hablare, cantare escribiere) y compuesto (hubiere hablado)
ya no se usan. Sólo sobreviven en algunas áreas dialectales y en textos legales y
expresiones hechas:
Donde fueres haz lo que vieres.

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¿Qué diferencias fundamentales hemos encontrado en estos dos modos? Lo primero
que se viene a la mente es la naturaleza de ambos: un modo expresa un deseo, una
posibilidad, y el otro una acción real. Victoria Moreno hace referencia aspectos que señalan
las siguientes diferencias:
Indicativo Subjuntivo
Realidad Posibilidad
Aunque llueve, saldré Aunque llueva, saldré
Acción experimentada Acción no experimentada
Aunque es guapa, no me gusta. Aunque sea guapa, no me gusta.
Hecho real Hecho no comprobado o que no nos importa
Aunque es un pesado tiene un corazón de
Aunque tenga un corazón de oro, me parece
oro.
que es insoportable.

Marte Bon explica que la función del subjuntivo es señalar que estamos manejando
relaciones que no constituyen informaciones o realidades y, además, que dichas
informaciones son presupuestas, deseadas....cuando lo dicho constituye información,
realidad objetiva, se emplea el indicativo.

El modo imperativo
El imperativo es un modo gramatical que se emplea para expresar o dar mandatos,
instrucciones, ordenes, solicitudes, o sea, para pedir a alguien que haga algo, que realice
una actividad. También se utiliza para expresar un ruego, una súplica, un pedimento. Este
es un modo defectivo, porque no tiene formas para todas las personas y números. Existen
formas especiales de imperativo solo para la segunda persona de singular y el plural.
Lógicamente esto es así, porque las segundas personas son las únicas a las que es posible
ordenar algo directamente. Según Carbolová, (2007)
En el imperativo se puede dar solo un mandato positivo. Si queremos referirnos
indirectamente a otras personas, que son la tercera en ambos números y la primera
del plural, así como dar un mandato negativo se emplean en función de imperativo
las formas que corresponden al modo subjuntivo. El imperativo no se conjuga en
primera persona del singular porque es imposible dar órdenes a sí mismo. En el
modo imperativo existe solo un tiempo, el presente. Es lógico que no se pueda
exigir a alguien que haga algo en el pasado. Las ordenes se dan siempre en el

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presente, aunque la acción a realizar sea en el momento actual o en el futuro,
cercano o lejano. (p.30)

Existen dos procedimientos para expresar el mandato en español:


1) morfológico (y sintáctico)
El mandato se logra mediante varias desinencias que son propias de las dos únicas formas
que tiene el imperativo:
 La segunda persona del singular: desinencia cero
habla (tú)
ven (tú)
explica (tú)
 La segunda persona del plural: desinencia –d
hablad (vosotros)
venid (vosotros)
explicad (vosotros)
2) Sintáctico (exclusivamente)
 Con los pronombres átonos que sirven para complementar el modo imperativo.
Estos pronombres se sitúan detrás del verbo. Ejemplo: ¡Dígamelo! (usted),
¡Dímelo! (Tú), !Díganmelo! (ustedes), ¡decidlo! (Vosotros).
 Un verbo se puede convertir en imperativo con la forma pospuesta - se
Prepárese para la conferencia, ¡callese!
 Para expresar el imperativo en los enunciados negativos se emplean las formas del
presente de subjuntivo:
No hables. No comas. No vivas.
 Si tratamos a una persona de respeto o a alguien desconocido o poco conocido,
empleamos las formas del tratamiento cortés con usted/ustedes. Aunque los verbos
se refieren a la segunda persona, van en la tercera. Estas formas corresponden
morfológicamente al presente de subjuntivo.
Hable. Coma. Siga.
Hablen. Coman. Sigan
Esta forma de usar el imperativo se da mucho en Latinoamérica y se considera un
tratamiento de respeto también para gente con la que tenemos cierta deferencia.

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 Las formas no personales del verbo, es decir, las no conjugadas, que en algunos
países o regiones se usan como imperativos, son las siguientes:
1. infinitivo: amar, comer, salir
2. gerundio: amando, comiendo, saliendo
3. participio: amado, comido, salido
Según Carbolová, (2007) , el imperativo (ama, vive, sal) queda en medio de los dos modos
al estar constituido por formas verbales de ambos.
El condicional
El condicional se emplea cuando alguien quiere expresar un deseo, una necesidad o una
petición, pero los mismos están sujetos a ciertas condiciones. El condicional simple tiene
un valor de futuro: Lo haría si tú me lo pidieras. El condicional compuesto se refiere a una
acción que hubiéramos hecho si ciertas condiciones se hubieran presentado. El modo
condicional se puede formar también con una perífrasis con el verbo poder para expresar un
deseo. ¿Podría explicarme lo que les sucedió en la montaña? ¿Podrías ayudarme con los
quehaceres? En español se emplea como condicional las expresiones formadas von la
perífrasis ser mejor que + subjuntivo o ser bueno + infinitivo. Estas construcciones sirven
para dar recomendaciones o consejos. Sería mejor que no le preguntaras, sería bueno que
se lo dijeras.
Las peticiones con el verbo querer tienen la virtud de ser expresiones condicionales
formadas por el condicional simple. Si se pudiera, yo querría acompañarte. Hay lugares y
personas donde se usa el imperfecto de subjuntivo a modo de condicional. Quisiera
encontrarme con tu hermana.
Como dijéramos, el modo condicional se considera actualmente como parte del modo
indicativo y se le considera un aspecto verbal y no un modo.

El tiempo verbal

El tiempo verbal es la categoría gramatical deíctica (Deixis: señalamiento que se realiza


mediante ciertos elementos lingüísticos que muestran, tal como este, esa; o que indican una
persona, como yo, vosotros; o sugieren un lugar, como allí, arriba; o un tiempo, como
ayer, ahora) que permite localizar los sucesos en relación con el momento en que se habla.
Casi siempre indican una referencia concreta y precisa a un momento o a un segmento del

16
tiempo objetivo. Según el DRAE actual, el tiempo verbal es Cada una de las divisiones de
la conjugación correspondientes al instante o al período en que se ejecuta o sucede lo
significado por el verbo. La interpretación del tiempo verbal no ha variado en extremo con
el paso del tiempo. Según Mercedes Quilis Merín, el tratamiento del tiempo verbal como la
segunda de las categorías mencionadas para establecer la conjugación verbal se mantiene
inalterado en la microestructura de todos los diccionarios académicos examinados desde
Autoridades hasta 1869 y también, básicamente, en los no académicos hasta esa fecha, con
la siguiente definición modelo: “Tiempo. Las diferencias del verbo en su conjugación, en
orden al tiempo en que se ejercita [ejecuta] lo que el verbo significa. Los tiempos son tres:
presente, pretérito y futuro, y a estos llaman perfectos, de los cuales nacen otros que llaman
imperfectos” (DRAE 1869).

Según la Nueva gramática de la lengua española (2010) el tiempo verbal se define como:

La categoría gramatical que permite localizar los sucesos en relación con el


momento en que se habla. Coincide con los demostrativos en ser una categoría
deíctica, y con los grupos nominales definidos en ser referencial. Requiere, pues, del
hablante que identifique un determinado referente, en este caso un intervalo
temporal. Las oraciones El tren salió puntualmente y El tren saldrá puntualmente
no informan del momento preciso de la salida, pero sí de que esta tuvo lugar en un
punto temporal que es anterior y posterior, respectivamente, al momento en que se
emite el enunciado. A su vez, la oración El tren entra lentamente en la estación
expresa, entre otras lecturas posibles, la simultaneidad de la situación denotada con
el momento del habla. Las nociones de ‘anterioridad’, ‘posterioridad’ y
‘simultaneidad’ ponen de manifiesto la naturaleza relacional del tiempo lingüístico
por cuanto reflejan que los tiempos verbales se anclan u orientan en relación con
otros puntos temporales.

Para Bosque y otros (1990), el tiempo lingüístico está intrínsecamente relacionado al


ejercicio del habla, ya que se define en función del discurso y donde el tiempo o momento
del habla ocupa un papel central en toda la lógica de la estructura temporal. En su obra
Tiempo y aspecto en español, ellos lo explican de la siguiente manera:

17
La temporalidad lingüística es una categoría gramatical deíctica por medio de la
cual se expresa la orientación de una situación, bien con respecto a un punto central
(el origen), bien con respecto a otro punto que, a su vez, está directa o
indirectamente orientado con respecto al origen. El punto central, el origen, es, claro
está, un punto cero con relación al cual se orientan de forma mediata o inmediata las
situaciones. El origen coincide habitualmente con el momento de la enunciación,
pero no es forzoso que sea así. El hablante puede desplazar la colocación del origen
en cualquiera de las dos direcciones posibles. No se trata, por tanto, de situar directa
o indirectamente con respecto al momento del discurso, como se ha pensado
habitualmente. Las relaciones temporales remiten a un punto cero que puede no
coincidir con el momento del discurso, aunque lo haga en la mayor parte de las
ocasiones. Así, el llamado “presente histórico” no consiste, como se dice
habitualmente, en “acercar la situación pasada al presente”, sino, por el contrario, en
trasladar el origen a un momento anterior al del discurso. [...] La orientación se da
siempre, directa o indirectamente, con respecto al origen; por su parte, el origen
suele coincidir con el momento de la enunciación, pero no es forzoso que sea así.
Queda claro, por tanto, que la temporalidad lingüística no coincide con las nociones
extralingüísticas de presente, pasado y futuro.(p.19)

Para Guillermo Rojo (1999) un problema que presenta el tratamiento del tiempo
verbal se debe a la falta de una clara distinción entre la noción del tiempo físico y la forma
en que la gente lo concibe y lo comprende y las características de la categoría lingüística a
la cual nosotros llamamos “Tiempo lingüístico”. La confusión del pasado, presente y
futuro físico con el pasado, presente y futuro lingüístico impide comprender la auténtica
naturaleza del tiempo lingüístico y su funcionamiento en el interior de las lenguas. El
correcto entendimiento del tiempo verbal requiere que sepamos cuál es el concepto de
tiemplo físico y tiempo histórico.

El tiempo físico es lineal, infinito, psíquico y exterior al hombre. Este es un


fenómeno natural con sus condiciones propias bajo las cuales el hombre vive y se
desarrolla. El tiempo cronológico es, según Benveniste (1971, p.12), el tiempo de los
acontecimientos, los cuales por situarse unos con respecto a los otros, nos llevan a
establecer relaciones de anterioridad, simultaneidad y posterioridad entre ellos.

El tiempo lingüístico se basa en el tiempo cronológico, pero no siempre se


corresponde con este. El tiempo lingüístico parte de un punto cero, el cual no siempre es
estático, sino móvil. Este punto casi siempre coincide con el momento de la enunciación.
Según Rojo y Veiga (1999) la diferencia entre el tiempo cronológico y el lingüístico es que

18
el primero tiene la fechación como su finalidad y el segundo se centra en la orientación
con respecto al punto cero establecido en cada enunciado. Ellos lo explican así:

Cada acto lingüístico se convierte, así, en su propio centro de referencia temporal,


con respecto al cual los acontecimientos pueden ser anteriores, simultáneos o
posteriores. La orientación directa o indirecta con respecto a este momento es la
característica fundamental del tiempo lingüístico y la única que funciona en muchas
lenguas (Rojo y Veiga, 1999, pp.2871 - 2872).

Mi reflexión en este asunto es que las distancias temporales se miden tomando como eje o
centro de referencia al individuo mismo que emite el enunciado. Con respecto a él, o
tomándolo a él como centro es que se establecen las coordenadas temporales. Ahora, no
siempre las formas verbales indican una referencia precisa de lo que fue, es o ha de ser; o
sea, no siempre las formas verbales del pasado expresan el pasado, o las del presente, el
presente mismo. Llorach (1994) lo explica de esta manera:

Pero el uso de estas formas temporales no es tan simple, porque no indican siempre
una referencia concreta y precisa a un momento o a un segmento del decurso del
tiempo objetivo. Nuestra interpretación psicológica del transcurso temporal
discierne tres zonas: el periodo más o menos amplio en que experimentamos y
comunicamos nuestra vivencia (que llamamos presente), el periodo precedente que
abarca todos nuestros recuerdos (que llamamos pretérito o pasado) y el periodo
todavía no realizado ni vivido de lo que imaginamos, deseamos, proyectamos (que
llamamos futuro o porvenir); o con expresión adverbial, un ≪ahora≫, un ≪antes≫ y
un ≪después ≫. Reflejando esta concepción del tiempo externo, se han fijado en la
terminología tres etiquetas para las formas verbales que señalarían la situación de
los hechos comunicados en la secuencia temporal: el presente, el pretérito y el
futuro. (p.156)
Pero estas etiquetas a veces se vuelven imprecisas – según Llorach -- porque en
determinados usos el presente, por ejemplo, no denota siempre la estricta simultaneidad de
la noción evocada por la raíz verbal en el momento del habla. En En este momento Rolando
explica el problema, el ≪explicar≫ coincide, sin duda, con el momento en que se profiere
ese enunciado; pero en Tocan el timbre, el ≪tocar≫ es inmediatamente anterior al acto de
habla, y en Ahora mismo te lo envío, el ≪enviar≫ será inmediatamente posterior a la
expresión de esa secuencia. Así, el presente no significa la mera coincidencia de la noción
verbal con el acto de habla; puede ser anterior o posterior al ≪ahora≫, o punto cronológico
en que se manifiesta el yo que habla.( Llorach, 1994, p.196).

En los tiempos verbales se observan tres puntos temporales: el del habla, es decir,
aquel punto o circunstancia viva en la que el hablante participa física o psicológicamente.
Aquí es donde claramente se pone de manifiesto la naturaleza deíctica del tiempo verbal:

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Yo viajé a Choluteca con mi familia. El punto de referencia, o sea, aquel hecho o evento
que me sirve para colocar en una anterioridad o posterioridad mi propia acción con respecto
a ese punto: Cuando tú llegaste, yo ya había cenado. El tercer factor temporal es el Punto
del evento. Este designa, según la Nueva Gramática de la Lengua Española, el segmento
temporal que corresponde a la situación que se localiza. En Cuando la llamé hace un rato,
el teléfono estaba ocupado, no se informa de la extensión temporal que corresponde a la
situación de estar ocupado el teléfono. Aquí lo que cuenta es enfocar la parte de la
situación de estar ocupado el teléfono que se considera lingüísticamente relevante.

Se llaman TIEMPOS VERBALES las formas de la conjugación que gramaticalizan las


informaciones temporales. La terminología académica de los tiempos del español se
muestra en el cuadro que aparece a continuación:

TIEMPOS VERBALES EN ESPAÑOL


Tiempos simples Tiempos compuestos
Presente Escribo Pretérito perfecto
Modo compuesto He escrito
indicativo Pretérito Pretérito anterior Hube escrito
perfecto simple Escribí
Pretérito Pretérito Había escrito
imperfecto Escribía pluscuamperfecto
Futuro simple Escribiré Futuro Habré escrito
compuesto
Condicional Condicional
simple Escribiría compuesto Habría escrito
Presente Escriba Pretérito perfecto
Modo compuesto Haya escrito
subjuntivo Pretérito Escribiera o Pretérito Hubiera o
imperfecto Escribiese pluscuamperfecto hubiese escrito
Futuro simple Escribiere Futuro Hubiere escrito
compuesto

20
El aspecto en el sistema verbal español
El aspecto verbal es una categoría fuertemente ligada al tiempo verbal; por lo que en el
pasado no se le consideró como una categoría separada. El aspecto se conceptualiza como
los diferentes matices empleados por el hablante para referirse a la acción verbal. En otras
palabras, el aspecto informa sobre la manera en que un evento se desarrolla u ocurre. (De
Miguel, 1999). Este es el mecanismo que los hablantes utilizan para indicar a su oyente, el
punto de vista que adoptamos para referirnos a un suceso. Los expertos clasifican dos tipos
de aspectos en la lengua española: el flexivo y el léxico. El aspecto flexivo se caracteriza
por tener formas perfectivas e imperfectivas. Este es el criterio que se ha adoptado para
referirse a las acciones como un suceso terminado o no terminado. Así, por ejemplo, si
contemplamos un suceso desde fuera sin atender a su estructura interna (porque lo
queremos presentar como algo acabado y cerrado), utilizaremos en español un aspecto
Perfectivo (comió), mientras que si queremos prestar atención a la estructura interna del
suceso podemos emplear el aspecto Imperfectivo (comía). Por tanto, este tipo de oposición
entre Perfectivo e Imperfectivo que se marca mediante la morfología verbal se llama
aspecto flexivo. En español, esta información puede estar contenida en la raíz verbal; en
los morfemas derivativos, es decir, en las matices aspectuales expresadas mediante
prefijos, sufijos y parasíntesis: releer, rehacer, sonreír, sondormir, entreabrir,
entrever, deshacer, besuquear, lloriquear, atardecer, entristecer; el aspecto se
expresa también por los morfemas flexivos. Como ejemplo tenemos las oposiciones de
los diferentes aspectos verbales. La oposición entre el pretérito perfecto simple y el
pretérito imperfecto refleja una diferencia de aspecto flexional. Marcos Marín (1998)
explica el aspecto morfológico de la siguiente manera:

Un aspecto que está ligado al cambio de las terminaciones del verbo, por lo que se le
puede denominar aspecto flexional. Es el aspecto que opone las formas del
copretético a las del pretérito (cantaba / canté) y las del antecopretérito a las del
antepretérito (había cantado / hube cantado). Al aspecto propio de las formas del
pretérito y de antepretérito se le suele llama aspecto perfectivo. Al aspecto de las
formas de copretérito y de antecopretérito se le suele llamar aspecto
imperfectivo.(pp.210 – 211)

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Por el otro lado, el aspecto léxico define la naturaleza inherente de los sucesos o
situaciones, es decir, si son estáticos o dinámicos, puntuales o durativos, continuos o
iterativos. Marcos Marín (1998) diferencia entre el aspecto léxico propiamente dicho y el
modo de acción:
Desde el punto de vista de la significación, es preciso establecer una
diferenciación nítida entre los conceptos de aspecto y modo de acción. El
aspecto es un morfema verbal ligado, o a la flexión o a la construcción de la
forma verbal, pero en todos los casos independiente del lexema del verbo. El
modo de acción, en cambio, es una propiedad del lexema, absolutamente
indiferente a las variaciones flexivas o sintagmáticas.

Algunos de estos modos de acción proporcionan al verbo un tipo de


significado léxico que puede establecer una relación muy estrecha con los
valores aspectuales que se derivan del cambio de las marcas flexivas. Son
aquellos modos de acción a los que podemos llamar puntual y durativo.

1. Tienen un modo de acción puntual aquellos verbos en los que, para que la
acción se realice, es necesario que ésta llegue a su término. Son verbos
que significan procesos que no admiten duración, que son puntuales,
como por ejemplo, morir, matar, disparar, saltar, firmar, etc.

2. Tienen un modo de acción durativo aquellos verbos en los que no es


necesario que la acción llegue a su término para que se pueda realizar,
como sucede en la mayor parte de los verbos: amar, cantar, estudiar,
crecer, querer, etc. Son verbos cuyo lexema supone un proceso que
requiere una duración.“

Las principales formas de tiempo y aspecto verbal en español son morfemas flexivos,
y una de las características de los morfemas flexivos es la regularidad (Bosque, 1986). La
regularidad, como señala Bosque, permite al hablante inferir fácilmente la información
semántica del morfema flexivo, por ejemplo, el contraste temporal entre presente y pasado
en come/comió. Sin embargo, los contrastes morfológicos no siempre gozan de esta
regularidad en sus funciones, y por ello podemos encontrarnos con ejemplos de pluralidad

22
de funciones pertenecientes a una misma forma verbal. Así, por ejemplo, podemos usar una
forma en Presente con un claro valor de Futuro: Mañana vuelo a Tegucigalpa.

Tiempos y aspectos en el modo indicativo

Presente
¿Qué es el presente? ¿Qué entiende el hablante del español por presente? Este tiempo
es el que coincide la acción con el momento en que hablamos; en otras palabras, indica que
la acción significada por el verbo sucede al mismo tiempo en que uno habla: "¡Qué frío
hace!", "Leo este libro". Alarcos (1991,p.64), explica que es el tiempo neutro por
excelencia. Es el miembro no marcado de todas las correlaciones de forma. Todas sus
características son negativas, ya que no indica tiempo pasado, ni futuro. Se le puede colocar
en tres oposiciones diferentes:
Canto / cante
Canto / cantaba, canté
Canto / cantaré
Se considera un punto movible, fugaz, breve, inestable, siempre en movimiento. No está
matizado por ningún aspecto verbal. Algunos autores como Juan Manuel Real opinan que
no siempre el presente es la coincidencia del momento en que hablamos con la acción que
ejecutamos. Un ejemplo se da en la oración:
Bueno, pues nos vemos. Suerte con el examen; ya me dirás cómo te fue.
En esta oración, nos vemos no es coincidente con el momento de la enunciación, sino como
acción realizable en el futuro. Otro ejemplo muy dado en América Latina es el de presente
con valor de futuro y como un mandato a la vez en:
Usted trabaja a partir de mañana. No falte por favor.

Considero que el presente tiene sus propios matices y su uso va más allá de la coincidencia
entre la acción y el momento de decirla. Este presente puede ser simultáneo, anterior o
posterior al punto que constituye su referencia. Su significación abarca, por tanto, parcelas
de pasado y futuro. He aquí algunos de sus otros usos:

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Presente actual Elena estudia la lección.
Presente habitual Los viernes veo mis películas
Vivo Acción preferidas.
actual Presente intemporal La naturaleza es sabia.
Presente histórico Colón descubre América.
Presente prospectivo o de Mañana vamos a Madrid.
futuro
Presente de mandato Entonces, cerramos la puerta

Presente actual: Cuando el momento en el que hablamos coexiste total o parcialmente con
la acción que el verbo significa, el presente se llama actual: Limpio la ventana; María
canta; Mi hermano está enfermo. Esta forma del presente se puede sustituir por estar +
gerundio: ¿Qué haces (= estás haciendo)? Leo (= estoy leyendo) el periódico. En
Centroamérica se prefiere la perífrasis y está cayendo es desuso el presente simple.
Felipe: ¿Qué estás haciendo, Roberto?
Roberto: Estoy terminando mis tarea, papá. ¿Y tú qué estás haciendo?
Felipe: Voy manejando despacio y platicando con tu mamá y un mí amigo. Ya vamos a
llegar. No te desesperes ¿Qué están haciendo tus hermanas?
Roberto: Carmen está cocinando y Manuela está limpiando el patio ¡Suerte papá!
Felipe: Nos vemos hijo.
(Conversación registrada por el autor en Guatemala, el 25 de julio de 2009)
Mis propias investigaciones en el norte de Honduras

Presente habitual: expresa una acción usual, ya acostumbrada:


Siempre me acuesto temprano y me levanto tarde.
Presente permanente o universal: se emplea para comunicar los hechos y observaciones
de la experiencia con validez fuera de todo límite temporal. Se usa en proverbios,
moralejas, refranes, sentencias y en el estilo científico en definiciones y verdades
universales:
La tierra es redonda.
El dinero no lo es todo en la vida.

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Presente por futuro:
a. Con valor de mandato: expresa una orden con mayor énfasis y energía que el imperativo.
Presupone una situación de superioridad y ausencia de cortesía del que habla:
Tú obedeces mis órdenes
Ahora mismo te pones a estudiar
b. Con valor de futuro: describe situaciones no comenzadas que han de cumplirse en
el futuro. Suele ir acompañado de adverbios como mañana, después u otras expresiones
temporales que son los verdaderos marcadores de futuro:
Mañana salgo para Moscú.
El domingo vamos de excursión.
c. En expresiones interrogativas, aparece el presente cuando se pregunta por órdenes
o decisiones que se han de dar o tomar para ser realizadas después:
¿Qué hacemos ahora?
¿Paso la aspiradora?
En el habla coloquial son frecuentes las frases ¡Ya te estás marchando!; ¡Ya le está usted
escribiendo!, y otras semejantes que se pronuncian con entonación volitiva directa.
En las condicionales, el presente de indicativo sustituye obligatoriamente al futuro en
la prótasis; en la apódosis la sustitución es potestativa. Así, decimos Si eres bueno te
llevaré al circo, o te llevo al circo
Presente histórico:
El presente histórico expresa hechos pasados de un modo más vívido. Con ello se
aproxima e intensifica lo recordado o contado, dándole mayor dramatismo:
El Rey Juan Carlos de España pide que se respeste la Constitución.
El presente en los los juicios intemporales:
La suma de los ángulos de un triángulo es igual a dos rectos.
Más vale pájaro en mano que ciento volando.

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El pretérito imperfecto

Ejemplos:
Yo estaba sólo cuando ocurrió el terremoto.
Pedro tenía en su billetera diez mil pesos antes que lo asaltaran.
Siempre le decíamos lo que nos sucedía.
El pretérito imperfecto expresa la acción, o más precisamente su duración en el pasado.
Expresa una acción inacabada, es como si fuera un presente en el pasado. Se utiliza en las
descripciones y narraciones y al igual que el presente puede emplearse con valores
específicos (Carbolová, 2007). Para Gili Gaya ( 1961) “El imperfecto da a la acción verbal
un aspecto de mayor duración que los demás pretéritos, especialmente con verbos
imperfectivos, cuya imperfección refuerza” ( p.124). Como ejemplo de lo anterior, veamos
la diferencia entre en su vejez sufría y en su vejez sufrió mucho. Este es un pasado de gran
amplitud, el cual nos permite situar o comentar otras acciones pasadas:

Volvió a darme las buenas noches. Y aunque no había niños jugando, ni palomas, ni
tejados azules, sentí que el pueblo vivía. Y que si yo escuchaba solamente el
silencio, era porque aún no estaba acostumbrado al silencio; tal vez porque mi
cabeza venía llena de ruidos y de voces.
Pedro Páramo, p.7

Este aspecto tiene un valor de copretérito o pretérito coexistente. Bien se puede decir que
es el presente del pasado. Gili Gaya lo ejemplifica así: cuando entraste llovía (la acción de
llover era presente cuando entraste). Mi ejemplo es el siguiente: cuando lo encontré
sudaba a chorros (al momento de encontrarlo estaba sudando. Sudar era presente cuando lo
encontré).

Estructura
Este tiempo se forma al añadir el sufijo -aba a los verbos terminados en –ar; e ía a los
verbos terminados en er e ir.
He aquí la conjugación de los verbos estar, tener y decir.

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Persona Estar Tener Decir
Yo estaba Tenía decía
Tú estabas tenías decías
El / Ella estaba tenía decía
Nosotros estábamos teníamos decíamos
Vosotros estabais teníais decíais
Ellos estaban tenían decían

USOS Y SIGNIFICADOS
1.- Usamos el pretérito imperfecto en acciones que indican continuidad, repetición,
reiteración o hábito. Ejemplos: en los entrenamientos, Roberto saltaba los obstáculos con
facilidad, los Martínez vivían en El Salvador cuando los conocimos, el pájaro picoteaba el
poste mientras nosotros tratábamos de concentrarnos en el estudio, siempre me enojaba
con ellos por malcriados, mis abuelos tenían una casa en el campo y los visitábamos
frecuentemente.
Samuel Gili Gaya (1961) explica que algunas acciones son repetitivas, por lo tanto
perfectivas, pero que se pueden escribir con el imperfecto y aun así conservan su
perfectividad.
Saltaba los obstáculos con facilidad.
Si la oración anterior se escribe con el pretérito perfecto simple, entonces se entendería que
la acción se produjo una sola vez.
Saltó los obstáculos con facilidad.

2.-Se usa para decir el tiempo e indicar la edad.


Eran las tres de la mañana cuando escuché un ruido fuera de la casa.
Cuando tú tenías quince años, yo tenía ocho.

3.-Este tiempo, que refleja una acción inacabada, se usa en vez del presente para enunciar
modestamente nuestra pregunta o nuestro deseo en imperfecto como algo iniciado, pero
cuya consumación o perfección la hacemos depender de la voluntad de la persona a quien
nos dirigimos.
- ¿Qué desea usted?
- Quería pedirle un favor
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- ¿En qué te puedo ayudar, Alberto?
- Quería que me prestaras tu computadora portátil.

Este imperfecto se conoce como el imperfecto de cortesía, ya que la expresión se siente


más amable que con el verbo en presente. En las oraciones anteriores, escritas en
imperfecto, el sentido temporal es de presente.

4.-También usamos el imperfecto para referirnos a acciones pasadas que nos interesan por
su duración y no por su principio, ni por su final.
Llovía sin parar esa noche, por lo que no salí a visitarte.

5.-El imperfecto se emplea en narraciones o descripciones como un pasado de gran


amplitud, dentro del cual se sitúan otras acciones pasadas o para describir un estado o
condición física, emocional o mental.
Era la primavera y los campos se llenaban de flores.
Cuando entraste, llovía.
Los saludé cuando iban a la escuela.
Estabas muy enferma cuando te llevé al hospital.
Esa muchacha tenía los ojos negros y el pelo largo.

6.-Se le conoce como imperfecto imaginativo, ya que tiene valor de presente y se refiere a
hechos que no son verdaderos, que son sonados o imaginados. Este matiz del imperfecto se
usa frecuente en el lenguaje popular y en el lenguaje infantil.
Yo me comía ahora mil tortitas.
Ella lo hacía ya en la estufa nueva.

7.- El pretérito imperfecto con valor de condicional o en lugar del condicional, pero casi
con el mismo matiz de este.
Si tuviéramos la plata, comprábamos el auto (En lugar de compraríamos)
8.- Imperfecto de conatu. Se emplea el imperfecto para acciones que no han ocurrido
todavía. Son hechos iniciados pero no consumados (Gili, 1961, p. 161) :
Salía cuando llegó la visita
28
El pretérito perfecto simple
El pretérito perfecto simple, también conocido como el pretérito indefinido, expresa una
acción que ha ocurrido en el pasado y que en la mayoría de los casos no tiene relación con
nuestro presente físico ni con nuestro ambiente psicológico o mental. No tiene matices
significativos específicos ni la carga psicológica o la relación con el presente tal como la
tiene el pretérito perfecto compuesto. En su uso se confunde con el pretérito perfecto
compuesto, especialmente en Latinoamérica, donde no se percibe la diferencia aspectual
entre ambos tiempos.
Armando bebió jugo de naranja esta mañana.
Este tiempo tiene un sentido perfectivo, puntual, el cual, asegura Gili Gaya (1961, p. 157),
permite totalmente centrar la atención del que habla y da lugar a expresiones en las que se
pierde de vista su condición de pretérito.

ESTRUCTURA
El pretérito perfecto simple de los verbos regulares se forma al añadirle las terminaciones
é, e, ó, amos, asteis, aron a los verbos terminados en ar y las terminaciones í, iste, ió,
imos, isteis, ieron a los verbos terminados en er ó ir.
He aquí la conjugación de los verbos amar, tener y servir

Persona Amar Comer Vivir

Yo amé comí viví


Tú amaste comiste viviste
El / Ella amó comió vivió
Nosotros amamos comimos vivimos
Vosotros amasteis comisteis vivisteis
Ellos / Ellas amaron comieron vivieron

Los verbos irregulares tienen una conjugación diferente en el pretérito perfecto simple. He
aquí algunos verbos: andar, estar, tener, poner y venir.
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Persona andar estar tener poner venir

Yo anduve estuve tuve puse vine


Tú anduviste estuviste tuviste pusiste viniste
El / Ella anduvo estuvo tuvo puso vino
Nosotros anduvimos estuvimos tuvimos pusimos vinimos
Vosotros anduvisteis estuvisteis tuvisteis pusisteis vinisteis
Ellos/Ellas anduvieron estuvieron tuvieron pusieron vinieron

USOS y SIGNIFICADO
1. El pretérito perfecto simple se usa para referirse a hechos, acciones o eventos
terminados en el pasado y sin ninguna relación con el presente.
Ejemplos:
Ayer, le escribí un correo electrónico a mi hermano.
Yo estudié en la Escuela República de Chile hace veinte años.

2.-También lo empleamos para contar historias.


Ejemplo:
La mañana estaba fría. El Almirante nos saludó y nos preguntó por las condiciones del
tiempo. Le dijimos que el mar estuvo picado toda la noche y que mejoró levemente a eso
de las seis de la mañana. Miró detenidamente hacia el cielo gris que presagiaba más
tormenta y con evidente emoción dijo: ¡Un día más! ¡Un día más! ¡Y habremos salido de
estas honduras!

3.-También sirve para hablar de experiencias y sucesos personales.


Ejemplo:
La semana pasada visité a mi hermana en el hospital. Ella enfermó de pulmonía y los
doctores le dijeron que necesitaba reposo y medicinas. La visita no fue breve, de hecho
estuve con ella toda la mañana. Sabíamos que se aliviaría y eso nos tranquilizó.

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Diferencias en el uso del pretérito perfecto simple y el pretérito
imperfecto
El uso de estos dos tiempos difiere en los hablantes españoles y los latinoamericanos
en algunas situaciones de habla. Mencionaré ciertas reglas de uso en ambos, pero no
siempre son tomadas en cuenta por los hablantes, especialmente los latinos, porque a mi
juicio, son los que menos siguen las reglas de uso tal como las conocemos en la gramática
española. Las reglas generales según las cuales podemos utilizar los dos tiempos
correctamente son:
El pretérito perfecto simple se emplea en los siguientes casos:
1) cuando la acción se percibe como un evento terminado, puntual, perfectivo.
En febrero visité a mis padres por tres días.
2) cuando una condición mental o física se ve como una acción terminada
Ayer tuve fuerte dolor de cabeza.
3) para describir acciones terminadas que se realizaron mientras ocurría otra.
Mientras mi hermano veía la tele, yo lavé los platos.
4) cuando una acción interrumpe otra que está en progreso
Cuando comíamos nuestra cena, sonó el teléfono.
5) para establecer la relación entre el sujeto y una cita en discurso indirecto
Dijo que no se sentía bien.
El pretérito imperfecto se utiliza en los siguientes casos:
1) para indicar una acción habitual o que se repite
Cuando vivía en México siempre visitaba el teatro.
2) cuando una acción esta en progreso y otra la interrumpe
Cuando caminaban por la calle, hubo un accidente.
3) para describir condiciones mentales o físicas
Nos sentíamos desesperados por lo que ocurrió.
4) para indicar el tiempo y el clima en una acción en el pasado
Eran las cuatro y el sol hacía calor.
5) para expresar apariencia de una persona, su edad o aspecto físico en una
narración en el pasado.
Ella era alta, elegante y rubia. Llevaba un vestido de tonos negros y azules y parecía ser
muy feliz.

31
6) para expresar la simultaneidad en discurso indirecto después del verbo en
Pasado:
Dijo que no se sentía bien.

Pretérito perfecto compuesto


Indica una acción pasada pero que dura en el presente del hablante. Gili Gaya (1961) lo
define como “el resultado presente de una acción pasada, o sea, la acción pasada y perfecta
que guarda relación con el momento presente. Esta relación puede ser real o simplemente
pensada o percibida por el que habla” (p.159). Debido a esa relación, usamos este tiempo
para referirnos al pasado inmediato ( He visto = acabo de ver) u ocurrido en un tiempo que
no ha terminado, o a un pasado conectado con el presente debido a que nuestras acciones se
han venido repitiendo.

ESTRUCTURA
En español este tiempo se forma con el presente del verbo haber y el participio de los
verbos.
He aquí la conjugación de los verbos hablar, comer y salir:

Persona Hablar Comer Salir


Yo he hablado he comido he salido
Tú has hablado has comido has salido
El / Ella ha hablado ha comido han salido
Nosotros hemos hablado hemos comido hemos salido
Vosotros habéis hablado habéis comido habéis salido
Ellos han hablado han comido han salido

Ejemplos:

Jorge ha salido de compras y no volverá hasta dentro de una hora.


He hablado con todo el mundo y nadie ha visto nada.
Ellos han comido huevo con jamón esta mañana.

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USOS Y SIGNIFICADOS
1.- El pretérito perfecto compuesto se usa para indicar una acción que acaba de ocurrir.
Ejemplos:
¡Ha llegado tarde, señor López!
¿Han visto a Javier?
Les he explicado cómo ocurrieron los hechos, ¿Alguna pregunta?

2.-Se refiere a acciones o eventos que acaban de ocurrir o que han ocurrido en un lapso de
tiempo que no ha terminado. También se usa para referirse a acciones cuyas consecuencias
existen o son sentidas al presente. Hay una relación psicológica o material entre la acción,
evento o situación descrita y el sujeto que la ha realizado.
Ejemplos:
¿Han visto lo último de la moda en zapatos?
Este invierno ha llovido poco.
Este mes hemos tenido muchas experiencias agradables.
Este año he contraído deudas difíciles de pagar.

3.-Se usa para referirse a acciones u eventos que han tenido continuidad desde cualquier
momento en el pasado y hasta el presente.
Ejemplos:
Hemos vivido tranquilos desde que nos mudamos a este vecindario hace veinte años.
Don Pedro tiene setenta años y siempre ha tenido buena salud.
¿Desde hace cuántos años ha trabajado en esta compañía?
Desde hace dos años he ahorrado cincuenta Lempiras cada mes.

4.-Se emplea en situaciones donde no se precisa cuándo ocurrió algo en el pasado.


Ejemplo:
Francisco ha visitado varias veces la ciudad de México.
¿Has visto alguna vez las pirámides de Egipto?

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Pluscuamperfecto
El pretérito pluscuamperfecto sirve para indicar o ubicar una acción pasada en relación con
otra acción también pasada.
Cuando tú llegaste nosotros ya habíamos llegado.
La acción habíamos encontrado es anterior a la acción llegaste.

---------------------------------------X---------------O-------------------------------------------------X
Habíamos llegado Llegaste

El tiempo transcurrido entre una y otra acción puede ser amplio:


Cuando tú abandonaste España, yo hace cinco años había emigrado.
Lo interesante de este tiempo / aspecto es que con la ayuda de algunos adverbios podemos
cambiar su anterioridad mediata por la una anterioridad inmediata, tal como el pretérito
anterior. Esta observación la hace Gili Gaya (1961) en su Curso de Gramática Superior. Un
buen ejemplo de ese cambio, de ese nuevo matiz está en la siguiente oración:
Cuando ya lo habían encontrado, se lo dieron a su dueño.
En Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador se sustituye el pluscuamperfecto por el
perfecto simple en proposiciones subordinadas adverbiales condicionales:
Cuando lo encontraron, se lo dieron a su dueño.
ESTRUCTURA
Este tiempo se forma con el pretérito imperfecto del verbo haber y el participio de los
verbos. He aquí la conjugación del verbo sentir, creer, cambiar:

Persona Sentir Creer Cambiar

Yo había sentido había creído había cambiado


Tú habías sentido habías creído habías cambiado
El / Ella había sentido había creído había cambiado
Nosotros habíamos sentido habíamos creído habíamos cambiado
Vosotros habíais sentido habíais creído habíais cambiado
Ellos (as) habían sentido habían creído habían cambiado

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Ejemplos:
 Antes de enfermarme, ya había sentido un terrible dolor de espalda.
 Antes que se lo explicaras, él ya había creído en el perdón.
 Cuando lo conocí, ya había cambiado sus malos hábitos.

USOS Y SIGNIFICADOS
1.- Usamos el pluscuamperfecto para describir o ubicar ciertas acciones ocurridas en el
pasado, antes de otros hechos o acontecimientos también pasados. Ejemplo:
 Cuando sonó el despertador, ella ya se había levantado.
 Ya me habían advertido de las consecuencias, antes de aquel incidente.

2.- Expresa durabilidad o punto de comienzo de la acción desde el pasado al agregarle a la


expresión el verbo ser o estar en participio y el verbo principal en gerundio.
Ejemplo:
 Cuando llegó el bus, yo ya había estado esperando desde hace dos horas.
 Antes que tú me lo dijeras, yo ya había estado investigando el asunto.

Pretérito anterior
Este tiempo / aspecto se refiere a una acción en el pasado realizada justamente o
inmediatamente antes de otra acción también ocurrida en el pasado, y ambas acciones son
anteriores al momento del habla. En la actualidad esta forma verbal está en desuso. Samuel
Gili Gaya considera que la razón para ello se debe al empleo del pluscuamperfecto con el
mismo matiz aspectual del pretérito anterior. Debido a su anterioridad inmediata, siempre
se acompaña de los adverbios o frases adverbiales cuando, apenas, así que, después que,
en seguida que, no bien, tan pronto como o expresiones análogas:
Cuando hubo amanecido, salí.
Apenas lo vi, salí corriendo

ESTRUCTURA
Este tiempo se forma con el pretérito perfecto del verbo auxiliar haber y el participio de los
verbos. He aquí la conjugación de los verbos llegar y servir.

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Persona Llegar Servir

Yo Hube llegado hube servido


Tú Hubiste llegado hubiste servido
El / Ella Hubo llegado hubo servido
Nosotros Hubimos llegado hubimos servido
Vosotros Hubisteis llegado hubisteis servido
Ellos Hubieron llegado hubieron servido

Ejemplos:
- Apenas hube llegado me pidieron una explicación por mi ausencia.
- Apenas les hubieron servido, comieron con gran afán.

USOS Y SIGNIFICADOS
1. Este tiempo se refiere a una acción pasada que se realizó inmediatamente antes de otra
acción también pasada. Ejemplos:
No bien hubo recibido el dinero, lo empezó a gastar.
No bien hubo abierto la puerta, cuando entró el gato.
Apenas hubieron llegado, comenzaron a jugar.

La falta de uso de este tiempo en la lengua hablada, ha conducido a poner en tela de juicio
su pertinencia en la estructura gramatical del español estándar (Rojo y Veiga, 1999). Con
respecto al español de América, el pretérito anterior no se usa, es totalmente desconocido
para 600 millones de latinoamericanos. Se ha detectado su uso en regiones aisladas de
Centroamérica. He aquí algunos ejemplos:
Anantes hubo llegado, le reclamaron.
No bien hubo descargado el maíz, le cayeron encima.
Estas expresiones las registré en Santa Bárbara, Colinas, San Miguel de las Lajas, Honduras
en un viaje de investigación en el mes de agosto de 2008.

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¿Qué circunstancias lingüísticas han llevado a la desaparición casi total de esta
forma verbal? La explicación de varios eruditos es la de su neutralización por otros tiempos
verbales, especialmente en lo que se refiere a su inmediatez. He aquí la opinión de Nelson
Cartagena (1999):

Dado que el pretérito y el ante-co-pretérito precedidos de una conjunción que


exprese inmediatez o de un contexto que la indique presentan el mismo significado
que la construcción con el antepretérito, vale decir, el de “anterioridad inmediata”,
la diferencia de valor temporal existente entre las formas se neutraliza en dicho
contexto. El empleo sinonímico de los tres tiempos resulta posible en los siguientes
ejemplos:
Luego que {hubo amanecido / había amanecido / amaneció}, salí.
Cuando terminó [{hubo terminado / había terminado}] su obra, miró de nuevo el
cuerpo y creyó enloquecer.
A consecuencia de la referida neutralización y de su valor tan especializado, el ante
pretérito ha desaparecido prácticamente de la lengua hablada, refugiándose en la
lengua escrita, especialmente en la literatura. [...] No obstante, incluso en la lengua
literaria, el uso del ante-pretérito carece de vitalidad. (pp.2937- 2939)

Futuro simple
El futuro simple o imperfecto indica acciones que se realizarán en un momento
indeterminado; significa la acción venidera independientemente de cualquier otra acción.
Esa indeterminación del futuro persiste, a menos que lo acompañe un adverbio de tiempo,
el cual restringirá su radio temporal. En Latinoamérica ha sido sustituido por la perífrasis
verbal Voy a ir y algunas veces por el presente:
Mañana voy a ir al cine con Manuela.
Javier va conmigo al puerto mañana.

ESTRUCTURA
El futuro simple se forma al agregarle los sufijos –é, ás, á, emos, éis y án al infinitivo de
los verbos.
He aquí la conjugación del verbo abrir, pensar y entender

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Persona Abrir Pensar Entender

Yo abriré pensaré entenderé


Tú abrirás pensarás entenderás
El / Ella abrirá pensará entenderá
Nosotros abriremos pensaremos entenderemos
Vosotros abriréis pensaréis entenderéis
Ellos abrirán pensarán entenderán

Ejemplos:
Tú entenderás muy bien el asunto una vez que te lo explique.
Yo abriré las puertas para que salga el humo.
Nosotros lo pensaremos muy bien antes de decidir.

USOS
1.-Se emplea para referirnos a acciones posteriores al momento presente. Ejemplos:
Este año pasaré las vacaciones en Guatemala.
Mi hermano se graduará de médico en dos años.

2.-Expresa incertidumbre o conjetura.


Ejemplos:
¿Qué horas serán?
Ahora mismo serán las diez.
¿Será que no están en casa?

3.-Sustituye al imperativo con valor de mandato, dando así énfasis a la orden. Ejemplos:
No matarás.
No te irás de aquí.
No hablarás mal contra tu prójimo.

4.-Se emplea con el sentido de condena o advertencia.


Te arrepentirás de todo el mal que me has hecho.
¡Cumplirá dos años de condena en la prisión de la ciudad!
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5.- Se utiliza como futuro de cortesía. El hablante lo utiliza para suavizar una petición
Usted me dirá...
6.- Se emplea como futuro de sorpresa. Tiene valor de presente y sirve para expresar la
sorpresa sobre una acción o comportamiento
! Si será torpe esta muchacha!
¿Se atreverá usted a negarlo?
Samuel Gili Gaya (1961) hizo una observación interesante en cuanto al origen del futuro y
su valor aspectual inicial. Este tiempo se formó de la aglutinación del infinitivo con el
presente del verbo haber:
Cantar – he = Cantaré
En la Edad Media se escribían separados y se podía interpolar un pronombre:
Buscar - te - he = Te buscaré
Originalmente significaba la obligación presente de realizar algo. Del significado de
obligatoriedad pasó a la designación del simple acto futuro. Creemos que todavía tiene su
carácter obligatorio. En la conciencia lingüística latinoamericana todavía se siente ese
compromiso:
Lo visitaré mañana.

Futuro compuesto
Este tiempo expresa la acción futura y acabada, anterior a otra acción futura. Su punto de
referencia es un acontecimiento en el futuro, el cual también tiene como referencia el punto
de habla del que enuncia la oración. Es posible trasladarlo al pasado para indicar la
probabilidad de que haya ocurrido la acción.
Cuando vengáis, ya habré preparado todo.
El pasado a que hace referencia este verbo, es todavía futuro para el hablante.
ESTRUCTURA
Se forma con el futuro del verbo auxiliar haber y los participios de los verbos.
He aquí la conjugación del verbo tomar, ver y salir.

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Persona Tomar Ver Salir
Yo habré tomado habré visto habré salido
Tú habrás tomado habrás visto habrás salido
El / Ella habrá tomado habrá visto habrá salido
Nosotros habremos tomado habremos visto habremos salido
Vosotros habréis tomado habréis visto habréis salido
Ellos habrán tomado habrán visto habrán salido

Ejemplos:
Para el mes de noviembre, ya habré salido del país.
Cuando regresen mis padres, yo ya habré terminado mis tareas.
Al final de mis vacaciones, ya habré visto todas las ciudades mayas.

USOS Y SIGNIFICADOS
1.-El futuro perfecto expresa una acción en el futuro, anterior a otra acción o evento
también futuro.
Ejemplo: Antes de cumplir veintiún años, ya habré servido en el ejército.

2.-El futuro perfecto también expresa probabilidad o conjetura.


Ejemplos: Mario no ha llegado. ¿Habrá perdido el bus?
No sé si para el fin de año, ya habrá terminado la escasez de combustible.

Condicional simple
Este tiempo se refiere a una acción que tiene posibilidades de realizarse si ciertas
condiciones se presentaran.
Yo lo prestaría, si tú me lo pidieras.
Antiguamente tenía el valor de obligación en el pasado.
Cantar hía = Significaba había de cantar
Todavía funciona con ese valor en oraciones como:
Pero es que había que hacerlo
Según Carbolová, (2007), el condicional es un tiempo verbal que se ha creado en las
lenguas románicas, porque no existía en latín. Proviene de la perífrasis latina del pretérito
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imperfecto de indicativo más infinitivo (cantaría de cantare habebam). Poco a poco el
condicional ha presentado vacilaciones significativas de uso e incluso terminológicas. Por
su significación hipotética y posible obtuvo el nombre de potencial pero actualmente se
denomina condicional por influjo de la gramática francesa. El condicional es también
conocido bajo el nombre de futuro hipotético de indicativo porque igual que el futuro
expresa una acción venidera, aunque considerada con relación al pasado y con un matiz de
irrealidad. A veces su realización se supone como el resultado de una decisión o creencia
personales. Por esta razón la gramática tradicional ha considerado el condicional como un
modo distinto de la conjugación verbal. Se aproxima más al subjuntivo que al indicativo.
ESTRUCTURA
El condicional simple se forma al agregar el sufijo ía al infinitivo de todos los verbos.
He aquí la conjugación de los verbos cantar, comer y vivir:

Persona Cantar Comer Vivir


Yo cantaría comería viviría
Tú cantarías comerías vivirías
El/Ella cantaría comería viviría
Nosotros (as) cantaríamos comeríamos viviríamos
Vosotros (as) cantaríais comeríais viviríais
Ellos / Ellas cantarían comerían vivirían

Ejemplos:
Me dijo que viviría en México si le saliera una oportunidad de empleo.
Helena cantaría en el festival si fuera invitada.
Me gustaría ir pero no puedo.

USOS Y SIGNIFICADOS

1.-Expresa una realidad futura o condicionada, por esa razón se le conoce como futuro
hipotético. Se refiere a la posibilidad de que algo ocurra si ciertas condiciones se
presentaran. Ejemplo:
Yo sería más feliz si mi padre viviera conmigo.

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2.-El condicional simple expresa incertidumbre o probabilidad. Ejemplo:
Serían las cinco cuando salió.
A lo mejor estaría escondido cuando llegaste a buscarlo.

Condicional compuesto
Expresa posibilidad o suposición. Se refiere a una acción futura en relación con un
momento pasado, aunque esta a la vez es anterior a otra acción; en otras palabras, se refiere
a algo que yo habría hecho, si ciertas condiciones se hubieran presentado en el pasado
Ejemplo:
Yo me habría casado contigo, si tú me lo hubieras pedido.
Nos explicaron que cuando volviésemos ya habrían decidido el asunto
Yo habría obtenido mejores calificaciones si hubiese estudiado.
La acción de obtener calificaciones es futura en relación con haber estudiado.

ESTRUCTURA
He aquí la conjugación de los verbos servir, amar y querer

Persona Servir Amar Querer


Yo habría servido habría amado habría querido
Tú habrías servido habrías amado habrías querido
El / Ella habría servido habría amado habría querido
Nosotros habríamos servido habríamos amado habríamos querido
Vosotros habríais servido habríais amado habríais querido
Ellos habrían servido habrían amado habrían querido

Ejemplos:

Yo le habría dado más comida si me lo hubiese pedido.


Ella sabe que la habría amado si no me hubiese despreciado.
El público lo habría querido si no hubiese mentido.

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USOS Y SIGNIFICADOS

1.-El condicional perfecto expresa una acción futura en relación con un momento pasado,
en otras palabras, sirve para referirse a una acción que habríamos hecho si ciertas
condiciones se hubiesen presentado.
Ejemplos:
Yo habría roto mi amistad con Ana (Acción con valor de futuro), si ella me hubiera
engañado (acción pasada en relación con la anterior).

Yo habría obtenido mejores calificaciones si hubiese estudiado.


La acción de obtener calificaciones es futura en relación con haber estudiado.

2.-También expresa posibilidad o suposición.


Ejemplos:
Habrían dado las diez si no nos hubiésemos apurado.
Esa noche habrían dado las nueve ( lo supongo) cuando lo descubrieron.

Tiempo y aspecto en el modo subjuntivo


En castellano existen seis formas del subjuntivo, tres simples y tres compuestas. Las
simples las representan el presente (hable), el pretérito imperfecto (hablara, hablase) y el
futuro imperfecto (hablare); las compuestas son el pretérito perfecto (haya hablado), el
pretérito pluscuamperfecto (hubiera hablado, hubiese hablado) y el futuro perfecto (hubiere
hablado). Las formas futuras del subjuntivo han caído en desuso y casi nadie las incorpora
en su lenguaje. Se han mantenido solo en usos muy especiales, por ejemplo en el lenguaje
jurídico. Sus funciones las desempeñan ahora el presente y el pretérito perfecto. Las formas
simples son mucho más frecuentes y expresan ante todo la simultaneidad o posterioridad.
Por el contrario, las compuestas que expresan la anterioridad son mucho menos frecuentes.
Carbolová, (2007, p.15)

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Presente del subjuntivo
El presente se utiliza para dar a un verbo la expresión de posibilidad, deseo, ruego o
petición en el momento presente. Sin embargo, la acción que debe realizarse tiene siempre
un matiz de futuro, es decir, se pide o desea ahora pero se puede realizar o no en el futuro.
Yo le llamo el deseo que alguien tiene de que otra persona haga algo en ese momento o más
allá de ese momento.
Mi mamá quiere que yo coma verduras todos los días.
El presente nunca puede referirse al tiempo pasado.
Te pido que me lo digas enseguida.
Es necesario que vayas mañana al trabajo.

ESTRUCTURA
Este tiempo se forma al cambiar la letra O del presente del indicativo por el sufijo E en los
verbos terminados en AR.

Verbo Presente del indicativo Presente del subjuntivo


Bailar Bailo baile

Ejemplo: Mi novia quiere que yo baile.

En los verbos terminados en ER e IR el sufijo O del Presente del indicativo se cambia por
el sufijo A.

Verbo Presente del indicativo Presente del subjuntivo


Vivir Vivo viva
comer como coma

Ejemplo: Mi mamá quiere que me coma todas las verduras.

USOS Y SIGNIFICADOS
1.- El Presente del subjuntivo sirve para expresar la acción verbal como una esperanza o un
deseo. Generalmente, las oraciones en subjuntivo consisten de dos partes, cada una con un
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sujeto diferente. En la primera parte, el verbo en modo indicativo expresa el deseo real del
primer sujeto; mientras en la segunda parte, el verbo en subjuntivo expresa cuál es ese
deseo, o qué es lo que queremos que el segundo sujeto realice. Ejemplo:
Espero que Lorena me llame hoy.
Ojala me pagues lo que me debes.
Trataré que me entiendan todos.

2.- Empleamos el presente del subjuntivo para formar expresiones que contienen un
mandato implícito. Los verbos usados son: aconsejar, decir, insistir en, pedir, recomendar y
sugerir. Ejemplo:
El doctor me recomendó que guarde reposo.
El profesor Pereira insiste en que estudiemos más.
¿Qué me aconseja que haga en esta situación?

3.-Usamos el presente del subjuntivo con expresiones que indican duda o negación.
Ejemplo:
Dudo que sea cierto
No creo que Alma venga.
Marta no cree que le den el aumento que pidió.

Cuando las expresiones indican creencia, certidumbre o ausencia de duda o de negación, se


usa el indicativo:
No dudo que es cierto
Creo que Alma vendrá.
Estoy seguro que Roberto me entregará el dinero.

4.- Se usa el presente del subjuntivo con expresiones de emoción o sentimiento:


¡Me gusta que todo salga bien!
¡Lamento que ustedes no quieran ir!
¿Te emociona que ellos ganen?

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Pretérito imperfecto del subjuntivo
El imperfecto del subjuntivo se refiere al deseo que alguien tenía de que otra persona
hiciera algo. Se trata de acciones que no se realizan pero se desea que fuera así.
Este tiempo es posible conjugarlo de dos maneras diferentes en todas las personas y
números. Las dos conjugaciones se consideran sinónimas, no se altera su significado.
Mi padre quería que yo estuviera en casa temprano ese día.
Si quisiera, todo podría ser suyo.
ESTRUCTURA
Se forma al agregarle a la raíz de los verbos en infinitivo los sufijos - ra o -se.

Verbo en infinitivo Pretérito imperfecto del Pretérito imperfecto


indicativo del subjuntivo

Amar amaba Amara o amase

USOS Y SIGNIFICADOS
1.-El pretérito imperfecto del subjuntivo sirve para expresar el deseo o la esperanza de que
alguien hubiera o hubiese hecho algo. Las oraciones en este tiempo consisten de dos partes,
cada una con un sujeto diferente. El verbo en modo indicativo expresa el deseo que tuvimos
o teníamos, mientras el verbo en subjuntivo expresa cuál fue ese deseo.
Los tiempos del indicativo con los que se puede combinar el imperfecto del subjuntivo son:
Pretérito perfecto simple: Me sorprendió que no lo reconocieran.
Pretérito imperfecto: Temía que no viniera hoy.
Futuro perfecto: A lo mejor te habrá pedido que fueras a visitarlo.
Pluscuamperfecto: Nos había pedido que llegáramos temprano.
Condicional: Nos gustaría que comieras con nosotros.

2.-En frases condicionales. Ejemplo:


Si tuviera tiempo, iría.
Si ganara más dinero, ayudaría a mis amigos.

3.-Sirve para expresar pedido, consejo o sugerencia. Ejemplo:


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Jeremías nos pidió que buscáramos las llaves.
Mi abuelo me aconsejó que no dejara la universidad.

4.-Para expresar emoción o sentimiento. Ejemplo:


Me alegré mucho que sacaras buenas calificaciones.
Martín deseó que tú lo escucharas antes de tomar esa decisión.

5.-Para expresar una duda o negación en el pasado.

Ejemplo: Yo dudaba que Jorge pudiera hacerlo.


Yo dudé que Luís se presentara a tiempo.
Ellos dudaron que Abel ganara las elecciones.
Teresa no creía que su jefe le diera el aumento.

6.-Para expresar una opinión con oraciones impersonales. Ejemplo:


Fue una lástima que Jacobo no viniera a la reunión.
Era importante que anunciaran el feriado.
Carbolová (2007) describe algunos usos diferentes del pretérito imperfecto del subjuntivo.
Ella no explica así:
No obstante, estas formas han evolucionado de formas modales diferentes. Hablara
tiene su origen en el pluscuamperfecto de indicativo latino (laudaveram) y hablase
en el pluscuamperfecto de subjuntivo latino (laudavissem). La primera de las dos
formas conserva algunos usos que no son propios del subjuntivo y en los que no
puede ser sustituida por la segunda. Puede desempeñar su función original, que es la
de pluscuamperfecto de indicativo, la función de perfecto de indicativo o la función
de condicional.
Salieron del banco silenciosamente, como entraran.
Función de pluscuamperfecto de indicativo
Como dijera el profesor.
Función de perfecto de indicativo
Si lo supiese, te lo dijera.
Función de condicional
En España se emplean las dos formas del imperfecto de subjuntivo pero predomina,
sobre todo en Hispanoamérica, la forma hablara.
En textos literarios clásicos o modernos es posible encontrar las formas en – ra con
valor de pretérito indefinido o de pretérito pluscuamperfecto de indicativo.( p.17)

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También con estos valores esta forma puede encontrarse en escritos periodísticos
modernos, pero en este caso es considerada inadecuada.
El desconocido que llegara el lunes, resulto ser un inspector. (llegara=había
llegado)
El hombre que fuera considerado culpable, murió ayer en la cárcel.
(fuera considerado=fue considerado)
Es posible que las formas del imperfecto de subjuntivo aparezcan en dos niveles
temporales y tengan funciones diferentes. En el primer nivel pueden referirse al
pasado, al presente o al futuro, pues, son atemporales. Pero en el segundo nivel se
refieren exclusivamente al pasado.

Primer nivel temporal Primer nivel temporal


!Ojala lo supiera! ! Quería que me dijera la verdad.
Si lo vieras, me creerías. Le pidió que cerrara la ventana.
Si tuviera tiempo, te ayudaria. Le dijo que se fuera de su casa.

En oraciones con introducción negativa el pretérito imperfecto de subjuntivo


corresponde a tres tiempos: el pretérito indefinido, el pretérito imperfecto de
indicativo y el condicional simple de las oraciones afirmativas.
Creo que María se caso en el año pasado. (Pretérito indefinido)
→ No creo que María se casara en el año pasado.
Creí que el avión llegaba a las cuatro. (Pretérito imperfecto de indicativo)
→ No creí que el avión llegara a las cuatro.
Creía que se atrevería a decírmelo. (Condicional simple)
→ No creía que se atreviera a decírmelo.
Como ya se puede ver en algunos ejemplos mencionados mas arriba, el pretérito
imperfecto de subjuntivo participa en la construcción de oraciones condicionales.
Si no estuviera tan cansada, te prepararía la cena enseguida.
Otra posibilidad de uso de este subjuntivo es cuando queremos expresar cortesia.
Quisiera hablar con su jefe.
Quisiera preguntarle por algo importante.
En exclamaciones se refiere a acciones de cumplimiento imposible.
!Ya quisieras tu una mujer como la mía! (Pero no la tienes.)
! Ojala fuera viernes! (Pero no lo es.) (p.18)

Pretérito perfecto del subjuntivo


Este tiempo indica el deseo que alguien tiene de que otra persona o ser animado o
inanimado haya hecho algo recientemente.
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Espero que Carmen haya entendido la lección.
El deseo es sobre la realización de algo en el pasado inmediato o cercano.
También es posible usarlo si necesitamos expresar una acción acabada en el futuro.
Cuando haya corregido vuestros exámenes, os daré los resultados.
Cuando hayas limpiado los platos, empieza con el suelo.
Para Carbolová (2007),en las oraciones que están introducidas negativamente, el pretérito
perfecto de subjuntivo corresponde a las afirmativas con pretérito perfecto y futuro perfecto
de indicativo.
Creo que ya han venido. → pretérito perfecto de indicativo
Creo que ya habrán venido. → futuro perfecto de indicativo
No creo que hayan venido todavía. → pretérito perfecto de subjuntivo

ESTRUCTURA
Este tiempo se forma con el presente del subjuntivo del verbo haber y el participio de los
verbos.

Verbo en infinitivo Pretérito imperfecto del Pretérito perfecto del


subjuntivo subjuntivo

Cantar Cantara o cantase Haya cantado

La diferencia del pretérito perfecto del subjuntivo con el pretérito imperfecto también del
subjuntivo es que el primero expresa un pasado más o menos reciente o una situación que
está dentro de un período de tiempo que no ha terminado completamente o que tendría sus
efectos al presente. Ejemplo:
Espero que me hayan traído la carta.
Se parece al pretérito perfecto compuesto del indicativo en los siguientes aspectos.

1.- Ambos se refieren a situaciones que acaban de ocurrir o que deseamos que hayan
ocurrido recientemente.

2.-Tienen relación psicológica con el presente.


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3.-Las acciones tienen un carácter reiterativo o deseamos que lo tenga. Ejemplos:

Tiempo Modo Oración


Pretérito perfecto indicativo Alba ha conseguido un buen empleo.
Pretérito perfecto subjuntivo Espero que Alba haya conseguido un buen
empleo.
Pretérito perfecto indicativo ¿Has terminado la tarea?
Pretérito perfecto subjuntivo Espero que hayas terminado la tarea.
Pretérito perfecto indicativo Creo que ha habido un error.
Pretérito perfecto subjuntivo No creo que haya habido un error.
Pretérito perfecto indicativo Milca ha vivido en este barrio por más de diez
años.
Pretérito perfecto subjuntivo No creo que Milca haya vivido en este barrio por
más de diez años.

USOS Y SIGNIFICADOS
1.-Para expresar un deseo o esperanza de que algo haya ocurrido recientemente. Ejemplo:
Espero que los niños hayan comido suficiente.

2.-Para expresar duda o para negar algo. Ejemplo:


Dudo que Alberto haya comprado un carro nuevo.
No creo que Timoteo haya encontrado un apartamento barato.

3.-Para expresar una emoción o sentimiento. Ejemplo:


Me alegro que Rebeca se haya graduado este año.
Ojalá que Mirna haya encontrado un buen empleo.

4.-Para expresar una opinión con expresiones impersonales. Ejemplo:


Es mejor que no hayas recurrido a los tribunales.
Más vale que me haya dicho la verdad.
Es normal que te hayas sentido incómoda.

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5.-Para expresar ideas futuras con las palabras CUANDO Y HASTA QUE.
El detective cerrará el caso hasta que haya encontrado al asesino.
Elisa estudiará inglés hasta que lo haya aprendido muy bien.

El pretérito perfecto del subjuntivo sirve para expresar el deseo o la esperanza de que
alguien haya hecho algo. Las oraciones en este tiempo consisten de dos partes, cada una
con un sujeto diferente. El verbo en el presente del modo indicativo expresa el deseo que
tenemos, mientras el verbo en subjuntivo expresa cuál ha sido ese deseo.

Pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo


Las oraciones en el pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo consisten de dos partes, cada
una con un sujeto diferente. Generalmente, se usan dos estructuras del pasado subjuntivo o
se conjugan también con el condicional compuesto.
El pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo se refiere a dos acciones en el pasado que
pudieron haberse realizado, una como consecuencia de la otra. Una oración expresa la
acción que no se realizó; y la otra, se refiere al resultado que hubiera o habría tenido dicha
acción si se hubiera realizado. Ejemplos:

1.- Si yo te hubiera prestado (Pluscuamperfecto # 1) el dinero, hubieras resuelto (


Pluscuamperfecto # 2) el problema.

2.-Habría sido (Condicional compuesto) peligroso que hubieras viajado (Pluscuamperfecto)


bajo la tormenta.

ESTRUCTURA
El pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo, al cual se le conoce también como pasado
perfecto del subjuntivo, es un tiempo compuesto que se forma del imperfecto del subjuntivo
del verbo haber más el participio de todos los verbos.
Persona Imperfecto del Participio pasado de Pluscuamperfecto del
subjuntivo de los verbos subjuntivo
HABER

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Yo hubiera Caminado Yo hubiera caminado...
Tú hubieras Bailado Tú hubieras bailado…
El /Ella hubiera Bebido Ella hubiera bebido…

USOS Y SIGNIFICADOS
Indica una acción probable en el pasado, cuya realización dependió de otra acción también
pasada. Ejemplo:
Si yo hubiera estudiado, hubiera sacado mejores notas.
Si me hubiera preguntado, se lo habría contado.
Hubiera sido magnífico que hubiéramos podido comprar el auto nuevo.
Aunque me lo hubiera demostrado, no se le hubiera creído.
Dondequiera que se hubiera escondido, lo hubiera encontrado.

El Imperativo
Tiempo que indica una orden, mandato, instrucción, súplica, ruego, exhortación.
¡Ruego no me dejes!
ESTRUCTURA
El imperativo se forma al agregarle a los verbos en infinitivo la terminación A, cuando
los verbos terminan en Ar; la terminación E, cuando los verbos terminan en ER; y la
terminación E, cuando los verbos terminan en IR.

Persona Verbo Beber


Tú Bebe
Vosotros Bebed
Usted Beba
Ustedes Beban

La forma negativa:

Hablar Correr Vivir


No hables ( tú ) No corras ( tú ) No vivas (tú )
No habléis ( Vosotros) No corráis ( Vosotros) No viváis ( Vosotros)

52
No hable ( usted) No corra (Usted) No viva (Usted )
No hablen ( Ustedes) No corran ( Ustedes) No vivan ( Ustedes )

USOS Y SIGNIFICADOS

1.- Sirve para dar órdenes:


Julio, Pon atención inmediatamente.
Mario, cierra la boca y no molestes más.

2.-Para dar instrucciones:


Primero introduzca la moneda, después marque el número.
Tome una pastilla al levantarse y otra al acostarse.

3.-Para ofrecer algo:


Come más carne.
Llévate ese libro.

4.-Para dar consejos o sugerencias:


Conduce con cuidado, por favor.
Obedece a tus padres

5.- Para pedir o solicitar algo:


Por favor no le diga nada a nadie.
Por favor mándeme el paquete mañana.

53
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