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ENCICLOPEDIA DE LAS CIENCIAS PENALES

1. Se considera que con la introducción de la “Dogmática jurídica” quedó


plenamente definido el campo del Derecho Penal y el campo de las ciencias
penales o criminológicas. Se atribuye a Isaac Roviera Carrero el nominativo de
Enciclopedia de las Ciencias Penales (año de 1915) y a Alfredo Molinario el de
Enciclopedia de las Ciencias Criminológicas se le llama Enciclopedia por cuanto
que identifica a “un conjunto de ciencias que se consagran al estudio del delito,
del delincuente, de las penas y las medidas de seguridad, desde distintos puntos
de vista, en forma multidisciplinaria” a la que Enrico Ferri llamara Sociología
Criminal y que más tarde el argentino José Ingenieros resumiera con el nombre
de Criminología desligando de su conjunto al Derecho Penal. Con el fin de
incluir en su contenido tanto al Derecho Penal, como al Derecho Penitenciario,
Rafael Cuevas del Cid se inclina por la denominación de Enciclopedia de las
Ciencias Penales.
2. Su clasificación:
El contenido de la mencionada enciclopedia, ha sido también motivo de mucha
discusión, no hay acuerdo entre los diversos autores sobre el mismo, sin
embargo las clasificaciones que más acogida han tenido en nuestro medio son
las del profesor italiano Filippo Grispigni y el profesor español Luis Jiménez de
Asúa, las cuales planteamos así:
Enciclopedia de las Ciencias Penales de Filippo Grispigni
a. Ciencias que se ocupan del estudio de las normas jurídicas:
1. Dogmática jurídico-penal
2. Historia del Derecho Penal
3. Sociología jurídico Penal
4. Filosofía del Derecho Penal
5. Política Criminal (a la que domina Criminología)
b. Ciencias que estudian los delitos y los delincuentes:
1. Antropología Criminal
2. Sociología Criminal
c. Ciencias Auxiliares:
1. Medicina Legal (forense)
2. Psiquiatría Forense
3. Psiquiatría Judicial
4. Técnica de las Investigaciones o Policía Cientifica

Enciclopedia de las Ciencias Penales de Luis Rodríguez Manzanero


a. Ciencias criminológicas que comprenden:
1. Antropología criminológica
2. Psicología Criminológica
3. Biología criminológica
4. Sociología criminológica
5. Criminalística
6. Victimología
7. Penología
b. Ciencias históricas y filosóficas, que comprenden:
1. Historia de las Ciencias Penales
2. Ciencias Penales Comparadas
3. Filosofía de las Ciencias Penales
c. Ciencias jurídico-Penales, que comprenden:
1. Derecho Penal (Dogmática Penal)
2. Derecho Procesal Penal
3. Derecho Ejecutivo Penal
4. Derecho de Policía
d. Ciencias médicas, que comprenden:
1. Medicina Forense
2. Psiquiatría Forense
e. Ciencias básicas, esenciales o fundamentales:
1. Metodología
2. Política criminológica.

1.10. Enciclopedia de las ciencias penales Para definirla podemos decir, que es
el conjunto de ciencias que se consagran al estudio del delito, del
delincuente, de la pena y de las medidas de seguridad.

1.10.1. Clasificación de las ciencias penales a) Filosofía del derecho: Es una


rama de la filosofía que estudia de los fundamentos filosóficos que rigen la
creación y aplicación del derecho. Es toda aproximación al hecho jurídico,
el acercamiento a un fenómeno que ha acompañado a la humanidad
desde su aparición, puesto que la ley y el derecho constituyen una
constante histórica que ha incidido de una manera general y constante en
las gentes y en los modelos sociales y políticos.
10 Wikipedia. Ob. Cit. Pág. 1. 18 b) Historia del derecho: Analiza el conjunto de
hechos y procesos históricos, relacionados con el conjunto de normas
jurídicas, así como los usos sociales fuertes, es decir, que tuvieran relación
con el derecho.
c) Legislación comparada: Perfecciona el derecho nacional con principios y
doctrinas de otros países para igualarlos.
d) Antropología criminal: Rama de la antropología que estudia la personalidad,
el comportamiento y las organizaciones criminales a partir de los rasgos
morfológicos y físico-psíquicos de las personas o de los grupos sociales.
e) Psicología criminal: La psicología criminal o criminológica es “el estudio del
alma del sujeto criminal es decir, aquellos rasgos de la personalidad total
del delincuente y no su alma en sentido metafísico. Ésta ha rebasado el
límite de la observación individual del sujeto antisocial, extendiéndose
hacia estudios de la conducta criminal y de los factores psicológicos que
influyen en la criminalidad, ya sean individuales o colectivos.”11
f) Sociología criminal: Fue creada por el sociólogo Enrico Ferri durante la
época de la Escuela Positiva del Derecho Penal, y se ocupa del estudio del
delito, la pena y la criminalidad como un fenómeno puramente social. Es
una ciencia eminentemente causal-explicativa, que tiene el mismo objeto
de estudio desde distintos puntos de vista. 11
Http://www.criminalistica.net/forense/searrch.htmlordering= estudio.
Pág.2 (25 de enero de 2009). 19
g) La penología: Se ocupa del estudio de las penas y las medidas de seguridad,
así como de las instituciones pos carcelarias.
h) El derecho penitenciario: Está compuesto por un conjunto de normas que
tienden a regular la aplicación de las penas y medidas de seguridad, y velar
por la vida del reo dentro y muchas veces fuera de la prisión.
i) El derecho penal: Es una ciencia eminentemente jurídica, que regula el deber
ser de las personas en la sociedad.
j) La política criminal: Estudia la actividad que debe ser desarrollada por el
estado a los fines de prevención y represión del delito
. k) La criminalística: Se define como una disciplina esencialmente práctica,
cuya finalidad, es “obtener una mayor eficiencia en el descubrimiento del
delincuente y en la investigación del delito.”12 El derecho penal ha pasado
por diferentes etapas, y vemos su evolución a través de las distintas clases
de penas que se han impuesto; así también es importante resaltar que
según la doctrina, el fin del derecho penal es el mantenimiento del orden
jurídico previamente establecido, la protección de la persona humana, así
como la prevención del delito y la rehabilitación del delincuente que es el
objeto de estudio.

escuelas del derecho penal


ESCUELAS DEL DERECHO PENAL

1. Definición:
Las Escuelas del Derecho Penal son un conjunto de doctrinas y principios que a
través de un método tienen por objeto investigar la filosofía del derecho de penar, la
legitimidad del Jus Puniendi la naturaleza del delito y los fines de la pena.

2. Escuela clásica del Derecho Penal


Es evidente aún en nuestros días, que la obra de Beccaria suele ser el antecedente
inmediato más importante que impulsó a la corriente clásica del Derecho Penal,
esta corriente de pensamiento auténticamente jurídico-penal, se inicia a principios
del siglo XIX en la “Escuela de juristas” como originalmente se denominó a la
Escuela Clásica de nuestra ciencia, siendo sus más connotados representantes:
Giandoménico Romagnosi, Luigi Luchini, Enrico Pessina y Franceco Carrara. Es sin
duda la Escuela Clásica la que en aquella época subrayó el carácter eminentemente
científico de nuestra ciencia, cuya idea fundamental era la tutela jurídica. Sin
embargo, no se puede hablar de un Derecho Penal Clásico, sin exaltar la
personalidad de su más grande, prodigiosos y genuino representante, cual fue el
maestro de la Real Universidad de Pisa, Francesco Carrara, a quien pueden
resumirse los más importantes logros de aquella escuela. Según lo explica el Doctor
Sebastián Soler (Prólogo a la traducción de la obra Programa del Curso de Derecho
Criminal de Francesco Carrara (Parte General)), con la doctrina de Carrara alcanza
el Derecho Penal un punto en el cual ya no solamente el juez, sino el legislador
mismo no puede apartarse sin incurrir en tiranía, es decir, en la negación misma
del Derecho. Con la construcción de Carrara quedan separadas las esferas de
responsabilidad tradicionalmente confundidas por la religión, por la moral y por el
Derecho; éste es tal vez, el significado histórico-político más importante de la obra
Carrariana, pues si bien, el movimiento de liberación del Derecho Penal comienza
con la obra del Marqués de Beccaria, la total construcción de un sistema completo
no fue realizada sino por Carrara, recogiendo la doctrina de las fuerzas del delito,
enunciada por Carmignani, su maestro inmediato, en quien faltó tal vez, esa solidez
de pensamiento y firmeza de ideas que caracteriza la grandeza del discípulo. Lo
decisivo para el acierto de la construcción fue el hecho de que Carrara situara el
delito en la esfera ontológica correcta, como un ente jurídico, y no como un puro
hecho natural. La circunstancia de que se manejen como ideales los objetos
jurídicos, reconociendo en ellos la preexistencia de ciertas cualidades,
independientemente del hecho de que ellas sean o no, efectivamente pensadas por
quien las considera, eleva el pensamiento Carrariano al nivel de una ontología
jurídica ideal, dotándola de las más insospechadas conexiones con puntos de vista
jurídicos modernísimamente alcanzados por la aplicación del método
fenomenológico al estudio de los conceptos jurídicos.
Para la Escuela Clásica y la doctrina carrariana, el fundamento del Jus Puniendi es
la sola justicia. Se equivoca, dice: el que ve el origen del derecho de castigar en la
sola necesidad de la defensa, desconociendo el primer origen de ella en la justicia.
Yerra, quien ve el fundamento del derecho de castigar tan sólo en el principio de
justicia, sin restringirlo a los límites de la necesidad de la defensa. De ahí, pues, que
tal fundamento debe buscarse en la justicia, pero restringido por la necesidad de la
defensa. La ley penal no puede entrar a considerar sino aquellos hechos que se han
realizado por un hombre, en violación de la ley, con plena conciencia. Es decir, con
pleno discernimiento, voluntad y libertad. Para que una acción pueda por la
autoridad social, ser legítimamente declarada imputable a su autor como delito son
indispensablemente necesarios: que le sean imputable moralmente, que pueda
imputarse como acto reprochable; que sea dañosa a la sociedad; y, precisamente
que esté promulgada la ley que los prohíbe.
2.1 Postulados de la Escuela Clásica
Con los criterios planteados, la corriente clásica del Derecho Penal, sentó las
bases para construir un colosal monumento jurídico que resplandeció sobre
todas las construcciones penales alcanzadas hasta esa época, cuyos
postulados más importantes podemos resumirlos de la manera siguiente:
a. Respecto al Derecho Penal. Se consideró como una ciencia
jurídica que debía estar incluida dentro de los límites que marca la
ley, sin dejar nada al arbitrio del juez, cuyo fundamento debía ser la
justicia limitada a las necesidades de defensa, buscando con ello la
tutela jurídica, a través del estudio de tres temas fundamentales: el
delito, la pena y el juicio penal.
Fuera de Italia debe mencionarse a Feuerbach, autor del Código de
Bavaria (Alemania) de 1813 quien realizó aportaciones sobre el
principio de legalidad y sobre la fundamentación de la prevención
general y a Bentham Inglaterra, quien realizó estudios sobre la
concepción utilitaria de la pena pero especialmente en el campo
penitenciario (citados por Berdugo, I. y Arroyo Z. L. Manual de
Derecho Penal, pág. 78).
b. Respecto al método. Consideraron que el método más apropiado
para el estudio de su construcción jurídica era el “Racionalista o
Especulativo” del cual sirven las ciencias jurídico-sociales.
c. Respecto al delito. Sostuvieron que no era un ente de hecho, sino
un “Ente jurídico”, una infracción a la ley del Estado; considerando
que al definir el delito como un ente jurídico, quedaba establecido,
de una vez para siempre, el límite perpetuo de lo prohibido,
distinguiéndolo, además, de lo que podía ser una infracción a la ley
moral o a la ley divina, que no son delito.
d. Respecto a la pena. La consideraron como un mal, a través del
cual, se realiza la tutela jurídica, siendo la única consecuencia del
delito.
Se consideró que el delito es la infracción de la ley del estado pero
que ésta debe adaptarse a la ley natural, con lo que se evidencia “que
el objeto de análisis no es el derecho positivo sino un derecho ideal
que debe ser elaborado con ayuda de la razón y del que las leyes
estatales han de extraer un contenido. “(Berdugo I., y Arroyo Z. L.
ob. Y pag. Cit.)
e. Respecto al delincuente. No profundizaron en el estudio del
delincuente, más que como autor del delito, afirmando que la
imputabilidad moral y el libre albedrío son la base de su
responsabilidad penal. A decir del penalista Juan P. Ramos, la
Escuela Clásica no ignoraba al delincuente sino que lo excluía porque
no lo necesitaba para su construcción jurídica. Al Derecho Penal
Clásico le interesa el acto del delincuente mismo. Y ni siquiera el acto
sólo del delincuente, sino el acto relacionado con una violación al
Derecho, que lo convierta en ente jurídico.
Luego de haber desarrollado un exhaustivo estudio de los postulados anteriormente
enunciados, dándole así un carácter puramente científico al Derecho Penal, el
célebre maestro pisano, padre de la Escuela Clásica, Francesco Carrara, consideró
que nuestra ciencia (el Derecho Penal) había alcanzado su más alto grado de
perfeccionamiento al extremo que aconsejaba a sus discípulos dedicaran sus
investigaciones al juicio penal (Derecho Procesal Penal).
Ciertamente para esa época (año de 1850), la construcción carrariana había
establecido las estructuras para un nuevo Derecho Penal, cuyas semillas
germinaron y florecían por toda la Europa del siglo XIX, haciendo alarde de su
nombre “Derecho Penal Clásico” se ha reservado siempre para aquellas actividades
del hombre que aparecen ya como definitivamente consagradas y que pueden servir
como arquetipo para nuevas realizaciones.
En el ámbito penal se establecieron dos grandes corrientes positivas, el positivismo
criminológico, especialmente en Italia, y el positivismo jurídico penal receptado por
la ciencia alemana, cuyos más relevantes representantes fueron Binding en cuanto
al positivismo jurídico normativista y Von Liszt en cuanto a positivismo jurídico
sociológico y cuyos efectos fueron distintos a los producidos en la ciencia italiana,
como se analiza en esta obra en el capítulo correspondiente al delito, por contener
el todavía vigente código penal, gran influencia de aquellos pensamientos.

3. Escuela Positiva del Derecho Penal


A mediados del siglo XIX, cuando la corriente clásica del Derecho Penal,
consideraba haber alcanzado su más alto grado de perfeccionamiento, en relación a
la majestuosa construcción jurídica carrariana, que ya brillaba deslumbrantemente
por toda Europa, aparece en Italia una nueva corriente de pensamiento en la
ciencia del Derecho Penal, que aprotándose radicalmente de los principios y
postulados clásicos hasta entonces aceptados, provocó una verdadera revolución en
el campo jurídico penal, minando su estructura desde los cimientos hasta sus
niveles más elevados; tal es el surgimiento de la Escuela Positiva del Derecho Penal,
que atacando impetuosamente los más consagrados principios de la Escuela
Clásica, creó una profunda confusión en las ideas penales de esa época que no
podemos más que denominarle “la crisis del Derecho Penal Clásico”, por cuanto
que hicieron caer a nuestra ciencia en una desubicación que duró casi más de medio
siglo.
La corriente positiva del Derecho Penal, representada por Cesare Lombroso, Rafael
Garófalo y Enrico Ferri, justificados por haber comprobado la inutilidad de los
principios clásicos para la reforma del delincuente, la ineficacia de las penas para
contener la delincuencia, el aumento de la criminalidad, de la reincidencia y la
delincuencia infantil y advirtiendo el peligroso contraste entre los datos
psiquiátricos y las “teorías místicas de la imputabilidad moral del hombre”,
plantearon una nueva corriente conformada de investigaciones antropológicas,
psíquicas, sociales y estadísticas que apartaron a la disciplina penal del carácter
especulativo que había tenido en la corriente Clásica convirtiéndola en una
disciplina experimental que formaba parte de las ciencias naturales o
fenomenológicas.
Según explicaciones del profesor argentino Juan Ramos, la Escuela Positiva del
Derecho Penal evolucionó en tres etapas: la primera etapa “antropológica”, está
representada por Cesare Lombroso, y, dentro de ella, la preocupación dominante es
el estudio del delincuente en sus particularidades anatómicas, o morfológicas. Pero,
en tal época se ignoraba al Derecho Penal, puesto que Lombroso era Médico y
sentía por el derecho “el desapego habitual de quien no lo entiende”.
La segunda etapa “jurídica está representada por Rafael Garófalo quien, como
jurista y magistrado, se preocupó de injertar en el Derecho las teorías anatómicas
lombrosianas. La tercera se preocupó de hacer notar la influencia del medio social
sobre el delincuente apartándose ya de la tesis del “Delincuente Nato” creada por
Lombroso (Ramos P., 1942: 172).
El notable jurisconsulto y remembrado profesor de nuestra Carolingia, don Rafael
Cuevas del Cid, al analizar las bases generales del Derecho Penal en la Escuela
Positiva, explica que mientras la Escuela Clásica había excluido al delincuente de su
construcción sistemática, la Escuela Positiva lo colocó en primer lugar y estableció
respecto a él nuevas y revolucionarias teorías.
El Derecho Penal en esta nueva escuela no se asienta ya sobre la responsabilidad
moral, sino es predominantemente determinista y se asienta sobre la
responsabilidad social, por otra parte, la razón de la existencia del Derecho Penal ya
no se busca en la tutela jurídica, sino en la defensa social indirecta. De acuerdo con
la responsabilidad social, el hombre es imputable, no porque sea un ser consciente,
inteligente y libre, sino sencillamente por la razón de que vive en sociedad y ésta
debe defenderse contra los que la atacan, sean éstos normales o anormales.
El delito deja de ser un “ente jurídico” para convertirse en una realidad humana
constituida por toda acción contrapuesta a las exigencias de la seguridad social.
El fin principal de las penas deja de ser el restablecimiento del derecho violado y
pasa a ser el de la prevención y, en esa virtud, las penas ya no son determinadas y
proporcionales al daño causado por el delito, sino más bien indeterminadas y
proporcionadas a la temibilidad del delincuente. La pena era la sanción única que
admitía el Derecho Penal Clásico; la Escuela Positiva cree haber comprobado la
inutilidad de la pena, que no puede reformar al delincuente, y propone una serie de
medidas de seguridad que llevan por fin principal la reforma del delincuente (o su
curación), para devolver a la sociedad un miembro no peligroso.
La Escuela Clásica no dejaba librado absolutamente nada al arbitrio del juzgado;
por el contrario los positivistas dejan un amplio arbitrio al juez para que pueda
ajustar la pena a la personalidad del delincuente. Por otra parte, la pena siendo
indeterminada, cesará cuando así lo exija la conducta del delincuente, es decir,
cuando su reforma y su falta de peligrosidad sean evidentes.
3.1 Postulados de la Escuela Positivista
La transformación tan profunda que sufre el Derecho Penal con la Escuela
Positiva puede apreciarse si se recuerda que para Enrico Ferri el Derecho Penal
desaparece como disciplina jurídica para convertirse en una simple rama de la
Sociología Criminal. Con los criterios planteados son evidentes, pues, las grandes
mutaciones que sufrió la corriente clásica con la irrupción de la corriente
positivista, cuyos postulados más importantes pueden resumirse así:
a. Respecto al Derecho Penal. Nuestra disciplina pierde su
autonomía, como ciencia jurídica y es considerada como parte de las
ciencias fenomenalistas, especialmente como una simple rama de la
Sociología Criminal. Enrico Ferri sostenía: la Antropología y la
Estadística Criminal, así como el Derecho Criminal y Penal no son
más que capítulos diferentes de una ciencia única que estudia el
delito considerado como fenómeno natural y social.
b. Respecto al método. Para su construcción utilizaron el método
de “observación y experimentación”, propio de las ciencias naturales,
al cual denominaron “Método Positivo” y del que tomó su nombre la
Escuela Positiva del Derecho Penal.
c. Respecto al delito. Se consideró al delito como acción humana
con causas naturales o sociales; definiéndolo como una lesión a
aquella parte del sentimiento moral que consiste en la violación de
los sentimientos altruistas fundamentales, o sea, la piedad y la
propiedad, en la medida en que estos sentimientos son poseídos por
una comunidad (Delito natural de Garófalo): o bien, el delito debe
considerarse como acción punible determinada por aquellas acciones
encaminadas por móviles individuales y antisociales que turban las
condiciones de vida y contravienen la moralidad media de un pueblo
en un momento dado (delito social de Ferri).
d. Respecto a la pena. Consideraron que la pena era un medio de
defensa social, que se realizaba mediante la prevención general
(amenaza de pena a todos los ciudadanos), y la prevención especial
(ampliación de dicha amenaza al delincuente); sosteniendo que la
pena no era la única consecuencia del delito, ya que debía aplicarse
una serie de sanciones y medidas de seguridad, de acuerdo con la
personalidad del delincuente.
e. Respecto al delincuente. Fue considerado como un ser anormal,
relegándolo de la especie humana, por cuanto decían era un ser
atávico, con fondo epiléptico, idéntico al loco moral y con caracteres
anatómicos, psíquicos y funcionales especiales, que delinque no
solamente por sus características biopsíquicas sino por las poderosas
influencias del ambiente y de la sociedad, en tal sentido, el hombre
es responsable criminalmente por cualquier acto antijurídico
realizado, tan sólo por el hecho de cualquier acto antijurídico
realizado, tan sólo por el hecho de vivir en sociedad, ya que la
sociedad tiene que defenderse de quienes la atacan.
Con el desarrollo de cada uno de los postulados enunciados los positivistas crearon
el más grande desconcierto del Derecho Penal Clásico y desequilibraron de tal
manera el sistema jurídico de aquella época, que las legislaciones de corte clásico se
convirtieron en positivistas, arrastradas por aquella corriente que mantuvo en crisis
al Derecho Penal durante medio siglo (de 1850 a 1900).

4. Escuela intermedias del Derecho Penal


Creemos que los antecedentes más cercanos a la evolución del Derecho Penal
contemporáneo pueden encontrarse en las mismas contradicciones que sostuvieron
las corrientes anteriormente planteadas (clásica y positiva), toda vez que la lucha
intelectual encarnizada por las dos famosas escuelas de antaño, no sólo fue un
estímulo para la realización de nuevas concepciones en el campo jurídico-penal
criminológico, sino que sirvió de base y punto de partida para lo que después se
denominó dogmática y técnica jurídica del Derecho Penal por un lado, y la
Enciclopedia de las Ciencias Penales o Criminológicas, por otro lado.
Es innegable que ambas escuelas aportaron grandes avances para nuestra
disciplina, como innegable es que cometieron grandes errores, así por ejemplo:
mientras la Escuela Clásica dio un carácter definitivamente científico al Derecho
Penal desde el punto de vista jurídico, hilando un sistema de acabada perfección
sobre la tesis del delito como “ente jurídico”, buscando siempre un criterio de
justicia absoluta, olvidó o no quiso recordar (como dice Cuevas del Cid), que el
delito antes que una fría creación legal es un hecho del hombre, y postergó el
estudio del delincuente. La Escuela Positiva que reivindicó al delincuente exigiendo
que se le estudiara más profundamente y que se le tratara con medidas adecuadas a
su personalidad, castigando el delito no en relación al daño causado, sino en
relación a la peligrosidad social del delincuente, creando las famosas medidas de
seguridad para la prevención del delito y la rehabilitación del delincuente, postergó
al estudio del Derecho anteponiendo el estudio de las ciencias naturales o
criminológicas, negando también la libertad moral del delincuente.
Refiriéndose a los conflictos acaecidos en la segunda mitad del siglo XIX, Juan P.
Ramos asienta:
“La hora de la polémica ha pasado, lo deleznable se ha deshecho por sí mismo.
Respetemos y seamos justos con lo que queda de la obra de ambas escuelas de
Derecho Penal y de Ciencia Criminal”.
Por su parte Cuevas Del Cid al final de su obra apunta:
“La Escuela Clásica como se ha dicho con una expresión feliz, enseñó a los hombres
el conocimiento de la justicia, en tanto que la Escuela Positiva enseñó a la justicia el
conocimiento de los hombres”.
Después de aquella etapa crítica por la que atravesó nuestra ciencia, aparecieron
nuevas corrientes que con el fin de conciliar los postulados de las dos grandes
escuelas, fueron tomando partido, situándose en puntos equidistantes entre las
corrientes en pugna, por tal razón se les ha denominado “Escuelas intermedias del
Derecho Penal”, tal es el caso de la “Terza Scuola Italiana”, representada por
Manuel Carnevale y Bernardino Alimena; la “Escuela de la Política Criminal”,
que más tarde se convirtió en la “Escuela Sociológica Alemana” representada por
representada por Franz Von Liszt; y la “Escuela Sociológica Francesa”,
representada por Alejandro Lacassagne y Gabriel Tarde. Podemos citar aquí
también a la “Escuela Correccionista” que no se incluye entre las intermedias, pero
que aparece al lado de ellas representada por los alemanes Krause y Roeder,
quienes la crearon, pero, sus postulados adquieren precisión a través del preclaro
profesor de Salamanca, Pedro Dorado Montero, quien en su obra “El Derecho
Protector de los Criminales”, asienta que el delito es una concepción “artificial” que
responde a los intereses perseguidos por el ordenador del Derecho. Consideró que
lo injusto son creaciones humanas, y que no existe ningún hecho que sea en sí
mismo conveniente o inconveniente, lícito o ilícito, moral o inmoral; no hay delito,
como tampoco hay derecho, sino porque los hombres lo hacen. En síntesis, Dorado
Montero concibe el Derecho Penal como un derecho protector de los delincuentes,
desprovisto de sentido represivo y doloroso, animado tan sólo de una finalidad
tutelar y protectora.
Las llamadas Escuelas Intermedias, plantearon sus más importantes postulados en
forma ecléctica, retomando principios fundamentales, tanto de la escuela Clásica
como de la Escuela Positiva del Derecho Penal, iniciando así una nueva etapa en el
estudio de nuestra ciencia que podrían catalogarse como antecedentes del Derecho
Penal contemporáneo, que principia a perfilarse en los primeros años del siglo XX.
Dice Cerezo Mir (Curso de Derecho Penal Español, parte general, p.99) que a pesar
de existir diferencias entre la tercera Escuela Italiana y la Sociológica o Político
Criminal de V. Liszt existen una serie de coincidencias básicas. Ambas afirman,
frente a la escuela positiva, la autonomía de la Ciencia del Derecho Penal, como
ciencia jurídica y de la Criminología, como ciencia empírica del delito y del
delincuente. Parten de una concepción determinista del hombre, pero rechazan la
teoría de la responsabilidad legal o social.
RESUMEN

Escuelas del Derecho Penal:


 Escuela Clásica
 Escuela Positiva
 Escuela Intermedia

Postulados Fundamentales de las Escuelas del Derecho Penal:


 Escuela Clásica
Respecto al Derecho Penal
Respecto al método
Respecto al delito
Respecto a la pena
Respecto al delincuente
 Escuela Positiva
Respecto al Derecho Penal
Respecto al método
Respecto al delito
Respecto a la pena
Respecto al delincuente
 Escuela Intermedia
Plantearon sus más importantes postulados en forma ecléctica, retomando
principios fundamentales, tanto de la escuela Clásica como de la Escuela
Positiva del Derecho Penal, iniciando así una nueva etapa en el estudio de
nuestra ciencia que podrían catalogarse como antecedentes del Derecho
Penal contemporáneo, que principia a perfilarse en los primeros años del
siglo XX.

Derecho penal administrativo

Es el constituido por un grupo de disposiciones, emanadas del poder


público, que son parte del ordenamiento jurídico, y que asocian a una
pena grupos de hechos consistentes en el incumplimiento de deberes
para con la Administración pública, no previstos en el código penal,
que se denominan faltas o contravenciones. De lo dicho se sigue que
el único criterio de distinción cierto lo da la ley durante mucho tiempo
se intentó diferenciar los actos que constituyen el contenido
del derecho penal administrativo y el ilícito penal, siguiendo un criterio
cuantitativo- gravedad de ambas ilicitudes- que hoy se ve como
totalmente insuficiente para resolver este problema, en razón de su
empirismo.

Con James golsdchmidt surge la teoría del derecho


penal administrativo, diferenciado cualitativamente del derecho
penal común, al señalarse que en el primero las infracciones están
referidas al valor de la justicia.

CONCEPTO
El Derecho Penal Administrativo, es el conjunto de normas que imponen penas
a aquellas personas que, teniendo un deber para con la Administración, no lo
cumplen.
También el ilícito administrativo debe entenderse que la conducta contraria a lo
que la norma administrativoordena, o la que ejecuta lo que ella prohíbe.
Para Serra Rojas, el derecho administrativo penal es: La rama del derecho que
se propone un estudio especializado sobre categorías delictivas y las
sanciones que tiene a su disposición el Estado Para el aseguramiento del
orden público, y para logar el eficaz funcionamiento de los servidores públicos y
demás actividades que regulen al interés general.Esta rama, se inspira al
interés general, por este fundamento se crea una institución importante que es
la de la policía, para que sea eficaz y respondan a los reclamos del interés
general y su aportación facilita, la realización de los fines del estado.
En se libró Derecho Penal Mexicano,2°ed,Ed Porrúa, pag19,Ignacio Villalobos
se refiere al Derecho Penal Administrativo y DerechoPenal Disciplinario y de un
especial derecho militar; el verdadero derecho penal es el que se refiere a la
guarda y conservación del orden público y jurídico de una sociedad. En
resumen caracteristico del Derecho que sea coactivo, coercitivo y autárquico.
La importancia de la relación entre los Derechos Penal y Administrativo reside,
entre otras cosas, en los principios de subsidiariedad yfragmentariedad que
rigen la creación y aplicación del ordenamiento punitivo, esto significa que el
derecho penal es de última ratio y solamente puede intervenir cuando las
demás ramas del ordenamiento jurídico han agotado su participación en sus
correspondientes áreas de protección, quedando como única opción para
resolver un conflicto la aplicación de la ley penal en una parte específica
ydeterminada de este ordenamiento, que ha sido reservada con anterioridad
por el legislador para el Derecho Penal

2 ¿Qué ES EL DERECHO PENAL DISCIPLINARIO?

Se puede considerar al Derecho Penal Disciplinario como el conjunto de normas que


reprimen las conductas de los funcionarios consideradas como ilícitas. Este derecho
es proveniente de la facultad disciplinaria del Estado que debe controlar y fiscalizar la
conducta administrativa o funcionaria de sus dependientes y en caso de infracciones
aplicar medidas punitivas y disciplinaras.
Aunque existen autores que niegan a este derecho su carácter penal, es el fondo de
naturaleza penal, pues conmina con males las conductas ilícitas.

Entre Derecho Penal a secas y Derecho Penal Disciplinario existen diferencias y


semejanzas. En las primeras podemos mencionar que el Derecho Penal para actuar
tipifica las conductas que considera delictivas y las sanciona con penas definidas en
su código, en tanto que el Derecho penal Disciplinario se limita a sancionar a los
funcionarios de su dependencia con medidas propiamente correctivas y en lugar de
tipos tiene preceptos de carácter general que dejan amplio margen para la resolución
del asunto.

Derecho Penal Disciplinario: Es aplicado por el mismo Estado, sus leyes se


encuentran en decretos, reglamentos, etc., referidos a personas integrantes
de una estructura del orden jerárquico.

Podemos definirlo como el conjunto de normas jurídicas que establecen


sanciones jurídicas para los que violan el orden de jerarquía o sujeción.
Tiene por objeto lograr y asegurar el normal desenvolvimiento de un
determinado orden jerárquico. (Ej.: La Iglesia).

Diferencias: - Las normas del derecho disciplinario solo se aplican a aquellas


personas que dependen de una relación jerárquica. El derecho penal se
aplica a todos los sujetos.

- El medio adecuado del derecho Penal es la pena pública que afecta al


honor, al patrimonio, a la libertad, mientras que el D. Penal disciplinario se
vale de penas representativas para lograr dicha sujeción (apercibimientos,
exoneración, separación del servicio, etc.) todo el orden jerárquico.

- La pena pública debe ser aplicada por organismos jurisdiccionales


especiales mediante normas establecidas en el D. Proc. Penal, no es
discrecional. La potestad penal disciplinaria es generalmente discrecional,
puede estar reglamentada o no, pero esa reglamentación no es tan estricta.

- El Derecho Penal disciplinario carece de figuras legales, las que son


reemplazadas por preceptos generales.

- Las penas disciplinarias no tienen por finalidad la represión, sino la tutela


de la disciplina y el desenvolvimiento de las actividades públicas.

Derecho penal fiscal

Se asigna como contenido a esta pretendida rama del derecho


penal el grupo de normas que fija sanciones para los actos que violan
los intereses de la hacienda. Algunos prefieren denominarla derecho
penal financiero, mientras otros creen que éste últim o y el

llamado derecho penal económico son abarcados por el derecho


penal fiscal.

Se intenta fijar características diferenciales entre el derecho


penal común y el fiscal, y de éste último con el derecho penal
administrativo, del cual es considerado por algunos como un capítulo.

Se señalan las siguientes diferencias:

1. el carácter peculiar de la pena fiscal, que si bien es cierto que en


algún aspecto tiene carácter disciplinario, es
sustancialmente sanción retributiva y pecuniaria (multas fijas,
proporcionales o sujetas a escalas de porcentaje).

Ello responde a que las sanciones financieras no son tan sólo


reacciones penales, sino que se persigue la obtención de ventajas
económicas para el estado.

2. con respecto al bien jurídico violado, se dice que, en general,


el delito fiscal supone daño jurídico, en tanto que la contravención sólo
importa una alteración del orden jurídico objetivo, pero sin que
necesariamente se cause un daño o lesión de derecho subjetivo.

3. en relación con la responsabilidad, se señala que para el fisco no


hay diferencia entre capaces I incapaces; hay,
simplemente, contribuyentes. Por otra parte, se hace resaltar la
incuestionable responsabilidad de las personas jurídicas y
la responsabilidad indirecta, en razón de que
la obligación fiscal vincula mas al patrimonio que a la persona.

Derecho Penal Fiscal.


El Derecho Penal Fiscal puede ser definido como el conjunto
disposiciones de carácter jurídico que relacionan una sanción o una pena
especifica al incumplimiento de las disposiciones fiscales que tienen como
objetivo garantizar la recaudación de ingresos fiscales para satisfacer las
necesidades de la Administración Publica.

El incumplimiento de las obligaciones fiscales, impuestas a los


contribuyentes mediante las normas Jurídicas tributarias tienen como
consecuencia directa la aplicación dé una sanción o infracción, la cual da
nacimiento al Derecho Penal Fiscal, el cual tiene como función, establecer
normas y principios aplicables dirigidos a regular las consecuencias de las
violaciones especificas de las disposiciones tributarias.

Existe un debate en cuanto a la autónomomia del Derecho Penal Fiscal en


su relación con el Derecho Penal Común, o si sólo se trata de otro
componente de este ultimo. La opinión más generalizada frente a esta
situación, es que el derecho penal se constituye como uno solo, y existe
gracias a la necesidad de sancionar toda conducta antijuridica. Por lo que
es posible que el derecho penal se aplique en materias que originalmente
corresponden a otras ramas del derecho, por lo que en este caso se
observarán supuestos de estas ramas especificas, pero esto no es
suficiente para que exista autonomia, por lo que hablar de un derecho penal
fiscal autónomo seria plantear la existencia de diversos derechos penales
como puede ser un derecho penal laboral o mercantil.

1 ¿CUÁL ES LA RELACIÓN DEL DERECHO PENAL CON EL


DERECHO CONSTITUCIONAL?

El derecho Constitucional en su contenido establece las bases del sistema político y


jurídico del país. Sienta las premisas básicas sobre las cuales deben regularse las
leyes secundarias.

En este sentido, en el ámbito del derecho penal, determinados principios


constitucionales han sido elevados a la categoría de normas constitucionales y luego
se establecen los límites de la pena, a las cuales luego el derecho penal debe
sujetarse.

Es así que, el derecho penal tanto en el ámbito sustantivo como adjetivo, debe regirse
por los principios constitucionales como son la presunción de inocencia, el principio del
proceso, previo, la igualdad de las partes en proceso y fundamentalmente el principio
de ley que se expresa en el aforismo jurídico “ no habrá delito sin ley previa y condena
sin juicio previo.

Adicionalmente a ello, la Constitución Política establece como pena máxima a


imponerse para los delitos mas graves, la de treinta años de presidio, razón por la cual
el derecho penal expresado en el código Penal, no podrá imponer una pena mayor a la
establecida en la constitución.

CON EL DERECHO CIVIL

“Ambos tienden a regular las relaciones de los hombres en la vida social y a proteger
sus intereses, estableciendo sanciones para asegurar su respeto. Las establecidas por el
Derecho Civil son de carácter reparatorio, aspiran a destruir el estado antijurídico
creado, a anular los actos antijurídicos y a reparar los daños causados por estos actos
[Cuello Calón, 1957: 13]. La sanción penal es retributiva atendiendo la magnitud del
daño causado y a la peligrosidad social del sujeto activo

con el DERECHO CIVIL: Podemos decir que la relación existente entre el Derecho Penal y el
Derecho Civil se basa en lo siguiente: Cuando el Derecho Penal se habla de adulterio, incesto
y bigamia, es necesario que el Derecho Civil aporte lo que es el matrimonio y parentesco.
Cuando en el Derecho Penal hablamos de delitos patrimoniales, el Derecho Civil tiene que
aportar lo que es Patrimonio y clasificación de los bienes.
Ambos derechos protegen los bienes jurídicos de las personas; como es el caso de la
propiedad.
Cuando una persona lesiona a otra, es sancionado civil y penalmente, en el caso penal es
castigado de acuerdo a la gravedad del caso y por parte civil de la víctima o puede demandar
para que le pague una indemnización por el motivo del reposo, pudo haber dejado de percibir
salarios, ganancias en algún negocio, entre otros. En este ejemplo que se menciono el sujeto
pasivo es la victima que recibe la lesión, la persona agresora es el sujeto activo y el bien
jurídico afectado es la integridad física.

La relación del Derecho Penal con el Derecho Internacional

se denomina: • Derecho Internacional Penal: en el caso del Derecho Internacional


Público. Tiene como principal cometido el estudio de la tipificación internacional de
delitos por vía de tratados y el establecimiento de la jurisdicción penal internacional
(cortes internacionales de justicia penal). • Derecho Penal Internacional: en el caso del
Derecho Internacional Privado.. Determina el ámbito de validez de la ley penal en cada
Estado y la competencia de sus tribunales penales.

La relación que existe entre el Derecho Penal y el Derecho


Internacional, se evidencia fundamentalmente es en los tratados y convenios
internacionales que Venezuela ha suscrito con otros países en materia de
Derecho Penal, y en donde en estos acuerdos internacionales tienen como
finalidad principal que exista una colaboración efectiva en materia de Derecho
Penal, entre dos o más países que tenga un interés en esta rama del Derecho
podemos decir que en estos tipo de tratados , a través de ellos se pueden
materializar o realizar lo que es la extradición de personas , que es cuando un
país le hace entrega de una persona detenida a otro país natal del
aprehendido. También de esta relación de estas dos ramas del Derecho se
practica lo que es la validez espacial de la ley penal que no es más que la que
determina donde va a ser investigado y juzgado un delito cuando es en los
casos de alta mar, naves, avión.

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