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RIMAS

ASONANTES
Rimas Asonantes

1. “Mi caballero” de José Martí y habrán de hallarme así:


Quietas las manos, antes flores de
Por las mañanas ruego
mi pequeñuelo sombreadas las pupilas de
me despertaba misterios...
con un gran beso. Otro sol y otra luna han de tornar
Puesto a horcajadas sin que se canse mi anhelar.
sobre mi pecho,
bridas forjaba En la dulzura de espera, se me han
con mis cabellos. quedado
Ebrio él de gozo, los ojos extasiados.
de gozo yo ebrio,
me espoleaba
Mi caballero:
¡Qué suave espuela 3. “Iza la flor su ensueña” de José

Sus dos pies frescos! Gorostiza

¡Cómo reía
El tesón de la sangre
Mi jinetéelo!
anda de rojo;
Y yo besaba
anda de añil el sueño;
Sus pies pequeño,
la dicha, de oro.
¡Dos pies que caben
En solo un beso!
Tiene el amor feroces
galgos morados,
pero también sus mieses,
2. “Los ojos extasiados” de también sus pájaros.
Miriam Elim
En la dulzura de esperar, 4. “La monja gitana” de Federico

se me han quedado García Lorca

los ojos extasiados.


Silencio de cal y mirto.
Otro sol y otra luna han de venir
Malvas en las hierbas finas.
La monja borda alhelíes ¡Qué linda estás, tristeza:
sobre una tela pajizas. cuando así callas!
Vuelan en la araña gris, ¡Sácale con un beso
siete pájaros del prisma. todas las lágrimas!
La iglesia gruñe a lo lejos
como un oso panza arriba. ¡Que el tiempo, ah,
te hiciera estatuas!
5. “Elogio de la sombra” de Jorge
Luis Borges 7. “Tres misterios gozosos” de
Luis Cernuda
Quedan el hombre y su alma.
Vivo entre formas luminosas y El cantar de los pájaros, al alba,
vagas cuando el tiempo es más tibio,
que no son aún tinieblas. alegres de vivir, ya se deslizaba
Buenos Aires, entre el sueño, y de gozo
antes se desgarraba en arrabales contagia a quien despierta al nuevo
hacia la llanura incesante. día.

6. “Me gustó que lloraras” de Alegre sonriendo a su juguete


Jaime Sabines pobre y roto, en la puerta
de la casa juega solo el niñito
¡Qué blandos ojos
consigo, y en dichosa
sobre tu falda!
ignorancia, goza de hallarse vivo.

No sé. Pero tenías


El poeta, sobre el papel soñando
de todas partes, largas
su poema inconcluso,
mujeres, negras aguas.
hermoso le parece, goza y piensa
con razón y locura
Quise decirte: hermana.
que nada importa: existe su poema.
Para incesto contigo
rosa y lágrimas.

Duele bastante, es cierto, 8. “Luceros” de Julio Flores Roa


todo lo que se alcanzar.
Es cierto, duele Dicen que los poetas

no tener nada. se convierten en astros


cuando la muerte fría
viene a apagar sus melodiosos Cuando en la noche te envuelven
cantos. las alas de tul del sueño
Cuántas noches, mirando a las y tus tendidas pestañas
estrellas, semejan arcos de ébano,
a solas he exclamado: por escuchar los latidos
¡Oh! si es cierto, si es cierto lo que de tu corazón inquieto
dicen y reclinar tu dormida
¿cuál de aquellos luceros será cabeza sobre mi pecho,
Byron? diera, alma mía,
cuanto posea:
9. “Amor eterno” de Gustavo ¡la luz, el aire
Adolfo Bécquer y el pensamiento!

Podrá nublarse el sol eternamente;


Cuando se clavan tus ojos
podrá secarse en un instante el mar;
en un invisible objeto
podrá romperse el eje de la tierra
y tus labios ilumina
como un débil cristal.
de una sonrisa el reflejo,
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
por leer sobre tu frente
cubrirme con su fúnebre crespón;
el callado pensamiento
pero jamás en mí podrá apagarse
que pasa como la nube
la llama de tu amor.
del mar sobre el ancho espejo,
diera, alma mía,
cuanto deseo:
10. “Rima XXV” de Gustavo ¡la fama, el oro,
Adolfo Bécquer la gloria, el genio!
RIMAS CONSONANTES

1. Fragmento de “Poderoso caballero


es don Dinero” de Francisco de
Quevedo

Madre, yo al oro me humillo,


Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo. arrastra las gallinas en febrero y mayo.
Que pues doblón o sencillo Pasan por la acera
Hace todo cuanto quiero, lo mismo el cura, que la vaca y que la
Poderoso caballero luz postrera.
Es don Dinero. Aquí no suceden cosas
de mayor trascendencia que las rosas.
Nace en las Indias honrado, Como amenaza lluvia
Donde el mundo le acompaña; se han vuelto morena la tarde que era
Viene a morir en España, rubia.
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado 4. Fragmento de “Creo en mi

Es hermoso, aunque sea fiero, corazón” de Gabriela Mistral

Poderoso caballero
Creo en mi corazón, ramo de aromas
Es don Dinero.
que mi Señor como una fronda agita,

2. Fragmento de “En el campo” de perfumando de amor toda la vida

Julián del Casal. y haciéndola bendita.

Más que al raudal que baja de la Creo en mi corazón, el que no pide


cumbre, nada porque es capaz del sumo ensueño
Quiero oír a la humana muchedumbre y abraza en el ensueño lo creado:
Gimiendo en su perpetua servidumbre. ¡inmenso dueño!

El rocío que brilla en la montaña Creo en mi corazón, que cuando canta


No ha podido decir a mi alma extraña hunde en el Dios profundo el franco
Lo que el llanto al bañar una pestaña. herido,
para subir de la piscina viva
Y el fulgor de los astros rutilantes
recién nacido
no trueco por los vividos cambiantes
del ópalo, la perla o los diamantes. 5. Fragmento de “Letanías de la
tierra muerta” de Alfonsina Storni
3. Fragmento de “Recuerdos de Iza”
de Carlos Pellicer Llegará un día en que la raza humana
Se habrá secado como planta vana,
Sus mujeres y sus flores
hablan el dialecto de los colores.
Y el viejo sol en el espacio sea
y el riachuelo que corre como un
Carbón inútil de apagada tea.
caballo,
volviendo y revolviendo el afligido
Llegará un día en que el enfriado pecho, con dura mano noche y día;
mundo
Será un silencio lúgubre y profundo: ya se acabó la resistencia mía
y la fuerza del alma; ya rendido
Una gran sombra rodeará la esfera vencer de vos me dejo, arrepentido
Donde no volverá la primavera; de haberos contrastado en tal porfía.

La tierra muerta, como un ojo ciego, Llevadme a aquel lugar tan espantable,
Seguirá andando siempre sin sosiego, que, por no ver mi muerte allí
esculpida,
6. Fragmento de “Tu dulzura” de cerrados hasta aquí tuve los ojos.
Alfonsina Storni.

Las armas pongo ya, que concedida


Camino lentamente por la senda de
no es tan larga defensa al miserable;
acacias,
colgad en vuestro carro mis despojos.
me perfuman las manos sus pétalos de
nieve, 8. “A Juan de Villegas” de Luis de
mis cabellos se inquietan bajo céfiro Góngora
leve
y el alma es como espuma de las En villa humilde sí, no en vida ociosa,
aristocracias. Vasallos riges con poder no injusto,
Vasallos de tu dueño, si no augusto,
Genio bueno: este día conmigo te De estirpe en nuestra España generosa.
congracias,
apenas un suspiro me torna eterna y Del bárbaro ruido a curiosa
breve... Dulce lección te hurta tu buen gusto;
¿Voy a volar acaso ya que el alma se Tal del muro abrasado hombro robusto
mueve? De Anquises redimió la edad dichosa.
En mis pies cobran alas y danzan las
tres Gracias. No invidies, oh Villegas, del privado
El palacio gentil, digo el convento,
7. “Soneto XXX” de Garcilaso de la Adonde hasta el portero es Presentado.
Vega

De la tranquilidad pisas contento


Sospechas, que en mis tristes fantasías
La arena enjuta, cuando en mar turbado
puestas, hacéis la guerra a mi sentido,
Ambicioso bajel da lino al viento.
9. “A Francisco de Quevedo” de Luis 10. Fragmento de “La muerte de la
de Góngora luna” de Leopoldo Lugones

Anacreonte español, no hay quien os En el parque confuso


tope, Que con lánguidas brisas el cielo
Que no diga con mucha cortesía, sahúma,
Que ya que vuestros pies son de elegía, El ciprés, como un huso,
Que vuestras suavidades son de arrope. Devana un ovillo de de bruma.
El telar de la luna tiende en plata su
¿No imitaréis al terenciano Lope, urdimbre;
Que al de Belerofonte cada día Abandona la rada un lúgubre corsario,
Sobre zuecos de cómica poesía Y después suena un timbre
Se calza espuelas, y le da un galope? En el vecindario.

Con cuidado especial vuestros antojos Sobre el horizonte malva


Dicen que quieren traducir al griego, De una mar argentina,
No habiéndolo mirado vuestros ojos. En curva de frente calva
La luna se inclina,
Prestádselos un rato a mi ojo ciego, O bien un vago nácar disemina
Porque a luz saque ciertos versos flojos, Como la valva
Y entenderéis cualquier gregüesco De una madreperla a flor del agua
luego. marina.

y luego, con gravedad,


decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Versos de Arte Mayor:

1. Juventud, divino
tesoro,
¡ya te vas para no Y en reposo silente sobre
volver! el ara, 11
Cuando quiero llorar, con su pico de púrpura
no lloro... encendida, 11
y a veces lloro sin tenue lámpara finge de
querer... Carrara 11
Rubén Darío, sobre vivos colores
“Canción de otoño en sostenida. 11
primavera” Guillermo Valencia

1. El dulce lamentar de
dos pastores, 11
2. Y luego el estrépito Salicio juntamente y
crece 9 Nemoroso, 11
confuso y mezclado en he de contar, sus
un sonque, 9 quejas imitando; 11
ronco, en las bóvedas cuyas ovejas al cantar
hondas 9 sabroso 11
tronando furioso estaban muy atentas,
zumbó 9 los amores, 11
y un eco que agudo (de pacer olvidadas)
parece 9 escuchando. 11
del ángel del juicio la
voz, 9  Versos Dodecasílabos:
en tiple, punzante formados por versos de doce
alarido, 9 sílabas métricas
medroso y sonoro se
alzó 9 1. Sus curvados dedos al
mover ligeras, 12
 Versos Decasílabos: formados como leves armas de
por versos de diez sílabas traidores filos, 12
métricas tejen las arañas cual las
hilanderas 12
1. Este es el muro y en la sus hamacas tenues de
ventana 10 irisados hilos. 12
que tiene un marco de Salvador Rueda
enredadera, 10
dejé mis versos una 2. Ora pues, si a risa
mañana, 10 provoca la idea, 12
una mañana de que tuvo aquel sandio
primavera. 10 moderno pintor, 12
Francisco Asís de ¿no hemos de reírnos
Icaza. Estancias. siempre que chochea
12
 Versos Endecasílabos: con ancianas frases un
formados por versos de once novel autor? 12
sílabas métricas
 Versos Tridecasílabos: versos
de trece sílabas
1. Yo palpito, tu gloria flores 13
mirando sublime, 13 Juan Ramón Jiménez.
Noble autor de los Rimas
vivos y varios colores!
13
¡Te saludo si puro  Versos Alejandrinos: versos de
matizas las flores! 13 catorce sílabas
¡Te saludo si esmaltas
fulgente la mar! 13 o Mi infancia son
Gertrudis Gómez de recuerdos de un patio de
Avellaneda. La noche Sevilla, 14
de insomnio y el y un huerto claro donde
albas madura el limonero; 14
mi juventud, veinte años
2. Va cayendo la tarde en tierras de Castilla; 14
con triste misterio; 13 mi historia, algunos
inundados de llanto casos que recordar no
mis ojos dormidos, 13 quiero. 14
al recuerdo doliente de Antonio Machado
amores perdidos, 13
en la bruma diviso o La princesa está triste...
fatal cementerio. 13 ¿qué tendrá la princesa?
Un sol lúgubre vierte Los suspiros se escapan
morados fulgores, 13 de su boca de fresa,
esfumando entre que ha perdido la risa,
nieblas la verde que ha perdido el color.
espesura; 13 La princesa está pálida
dulce ritmo armonioso en su silla de oro,
de vaga amargura 13 está mudo el teclado de
me despierta... A mi su clave sonoro;
lado se duermen las
o
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor

poemas
 7. Amor eterno, de Rubén Darío (Nicaragua)

 “Podrá nublarse el sol eternamente;


Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor”.

 8. Cultivo una rosa blanca, de José Martí (Cuba)

 “Cultivo una rosa blanca


en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca

 Y para el cruel que me arranca


el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca”.

 9. Caribe, de Alejandro Castro (Venezuela)

 “De todos los monumentos


construidos por el hombre
mi favorito es el mar”.

 10. Tu nombre, de Octavio Paz (México)

 “Nace de mí, de mi sombra,


amanece por mi piel,
alba de luz somnolienta.

 Paloma brava tu nombre,


tímida sobre mi hombro”.
 11. VI, de Raúl Zurita (Chile)

 “Chile está lejano y es mentira


no es cierto que alguna vez nos hallamos prometido
son espejismos los campos
y sólo cenizas quedan de los sitios públicos
pero aunque casi todo es mentira
sé que algún día Chile entero
se levantará solo para verte
y aunque nada exista, mis ojos te verán…”

 12. Destierro, de Luis Cernuda (España)

 “Ante las puertas bien cerradas,


Sobre un río de olvido, va la canción antigua.
Una luz lejos piensa
Como a través de un cielo.
Todos acaso duermen
Mientras él lleva su destino a solas.

 Fatiga de estar vivo, de estar muerto,


Con frío en vez de sangre,
Con frío que sonríe insinuando
Por las aceras apagadas.

 Le abandona la noche y la aurora lo encuentra,


Tras sus huellas la sombra tenazmente”.

 13. Al oído de una muchacha, de Federico García Lorca (España)

 “No quise.
No quise decirte nada.

 Vi en tus ojos
dos arbolitos locos.
De brisa, de risa y de oro.
Se meneaban.
No quise.
No quise decirte nada”.

 14. Metáforas, de Silvia Plath (EE.UU)

 “Adivíname: nueve sílabas


tengo, elefante, casa grande,
melón con sólo dos tentáculos.¡Oh fruta, marfil, leño fino!
Dinero nuevo en este bolso.
Soy medio, escena, vaca grávida.
Comí muchas manzanas verdes.
Del tren en que voy nadie baja”.

 15. Hasta la carne, de José Saramago (Portugal)

 “Otros dirán en verso otras razones,


Quién sabe si más útiles, más urgentes.
Éste no cambió su naturaleza,
Suspendida entre dos negaciones.
Ahora, inventar arte y manera
De juntar el azar y la certeza,
Se lleve en eso, o no, la vida entera.

 Como quien se muerde las uñas cercenadas”.

 16. La rosa enferma, William Blake (Inglaterra)

 “Estás enferma, ¡oh rosa!


El gusano invisible,
que vuela, por la noche,
en el aullar del viento,

 tu lecho descubrió
de alegría escarlata,
y su amor sombrío y secreto
consume tu vida”.

 17. Oh sí, de Charles Bukowski (EE.UU)

 “hay peores cosas que


estar solo
pero a menudo toma décadas
darse cuenta de ello
y más a menudo
cuando esto ocurre
es demasiado tarde
y no hay nada peor
que
un demasiado tarde”.

 18. Fe mía, Pedro Salinas (España)


 “No me fío de la rosa
de papel,
tantas veces que la hice
yo con mis manos.

 Ni me fío de la otra
rosa verdadera,
hija del sol y sazón,
la prometida del viento.

 De ti que nunca te hice,


de ti que nunca te hicieron,
de ti me fío, redondo
seguro azar”.

 19. A veces me parece, de Roberto Juarroz (Argentina)

 “A veces me parece
que estamos en el centro
de la fiesta
sin embargo
en el centro de la fiesta
no hay nadie
En el centro de la fiesta
está el vacío
Pero en el centro del vacío
hay otra fiesta”.

Fuente: http://www.ejemplos.co/20-ejemplos-de-poemas-
cortos/#ixzz4qm6h60vi

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