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Conciencia

2º Samuel 24.10 (RVR60) — 10 Después que David hubo censado al pueblo, le pesó en su
corazón; y dijo David a Jehová: Yo he pecado gravemente por haber hecho esto; mas ahora, oh
Jehová, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque yo he hecho muy neciamente.

RV60

Romanos 2.14–16 (RVR60) — 14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por
naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15
mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y
acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, 16 en el día en que Dios juzgará por
Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.

NVI

Romanos 2.15–16 (NVI) — 15 Éstos muestran que llevan escrito en el corazón lo que la ley
exige, como lo atestigua su conciencia, pues sus propios pensamientos algunas veces los
acusan y otras veces los excusan. 16 Así sucederá el día en que, por medio de Jesucristo,
Dios juzgará los secretos de toda persona, como lo declara mi evangelio.

NTV

Romanos 2.15–16 (NTV) — 15 Ellos demuestran que tienen la ley de Dios escrita en el
corazón, porque su propia conciencia y sus propios pensamientos o los acusan o les indican
que están haciendo lo correcto. 16 Y el mensaje que proclamo es que se acerca el día en que
Dios juzgará, por medio de Cristo Jesús, la vida secreta de cada uno.

Ejemplo de ello, la mujer adúltera y sus acusadores

Juan 8.1–9 (RVR60) — 1 y Jesús se fue al monte de los Olivos.2 Y por la mañana volvió al
templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.3 Entonces los escribas y los
fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,4 le dijeron:
Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.5 Y en la ley nos
mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?6 Mas esto decían tentándole,
para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.7 Y
como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado
sea el primero en arrojar la piedra contra ella.8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo,
siguió escribiendo en tierra.9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a
uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer
que estaba en medio.

Etimología
4893. συνείδησις suneídesis; de una forma prol. de 4894; copercepción, es decir, conciencia moral:—conciencia, habituado.

4894. συνείδω suneído; de 4862 y 1492; ver completamente; usado (como su prim.) solo en dos tiempos pasados,
respectivamente sign. comprender o llegar a percatarse, y estar conciente o informado (clandestinamente) de:—conciencia,
considerar, saber.

4862. σύν sun; prep. prim. que denota unión; con o junto a (pero mucho más estrecha mucho más que íntima), i.e. por
asociación, compañía, proceso, parecido, posesión, instrumentalidad, adición, etc.:—con. [En composición tiene aplicaciones
similares, incluso calidad de completo.]

1492. εἴδω Oida; verbo prim.; usado solo en ciertos tiempos pasados, conocer, saber:—percibir, reconocer, saber, ver,
comprender, conocer, conocido, entender, ignorar, informar, mirar. Comp. 3700.
Resumen:
suneidesis (συνείδησις, 4893), lit., uno conociendo con (sun, con; oida, conocer), esto es, un co-conocimiento (con uno
mismo), el testimonio dado de la propia conducta por la conciencia, aquella facultad mediante la cual llegamos a saber la
voluntad de Dios, como aquello que está dispuesto para gobernar nuestras vidas; de ahí:

(a) EL SENTIDO DE CULPA DELANTE DE DIOS:

Hebreos 10.2 (NTV) — 2 Si los sacrificios hubieran podido limpiar por completo, entonces
habrían dejado de ofrecerlos, porque los adoradores se habrían purificado una sola vez y
para siempre, y habrían desaparecido los sentimientos de culpa.

(b)PROCESO DEL PENSAMIENTO MORAL:


Aquel proceso de pensamiento que distingue lo que considera moralmente bueno o malo, alabando lo bueno,
condenando lo malo, y así impulsando a hacer lo primero, y a evitar lo último.

Romanos 2.15 (RVR60) — 15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando
testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,

Un hombre con el conocimiento de Dios, se conduce en la vida


2 Corintios 1.12 (RVR60) — 12 Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y
sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con
vosotros.

¡Cuando el conocimiento no es claro!


Puede que una conciencia no sea lo suficientemente fuerte como para distinguir claramente entre lo legítimo y lo ilegítimo

1 Corintios 8.7–13 (RVR60) — 7 Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos,
habituados hasta aquí a los ídolos, comen como sacrificado a ídolos, y su conciencia, siendo
débil, se contamina. 8 Si bien la vianda no nos hace más aceptos ante Dios; pues ni porque
comamos, seremos más, ni porque no comamos, seremos menos. 9 Pero mirad que esta
libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles. 10 Porque si alguno te ve a ti,
que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que
es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos? 11 Y por el
conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió. 12 De esta manera,
pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis. 13
Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no
poner tropiezo a mi hermano.

Problema del orgullo que debilita la conciencia


1 Pedro 2.18–20 (RVR60) — 18 Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos;
no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar. 19 Porque esto
merece aprobación, si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias
padeciendo injustamente. 20 Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo
soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado
delante de Dios.

1 Timoteo 1.19–20 (RVR60) — 19 manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la


cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, 20 de los cuales son Himeneo y Alejandro, a
quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.

La conciencia debe ser perfeccionada (Luego hay grados de conciencia)


Hebreos 9.9–10 (RVR60) — 9 Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se
presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al
que practica ese culto, 10 ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de diversas abluciones,
y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas.

1 Timoteo 4.1–2 (RVR60) — 1 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe,
escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;2 por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada
la conciencia,

Cauterizado= Kalo  Que no puede sentir, insensitivo


1 Timoteo 1.5–7 (RVR60) — 5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de
corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,6 de las cuales cosas desviándose
algunos, se apartaron a vana palabrería,7 queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo
que hablan ni lo que afirman.

La conciencia es importante para entrar a la presencia de Dios


Hebreos 10.19–22 (RVR60) — 19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de
Jesucristo, 20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21 y teniendo un gran
sacerdote sobre la casa de Dios, 22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de
mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.

Desde esa perspectiva analicemos la parábola del hijo pródigo


Lucas 15.11–32 (RVR60) — 11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos;12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame
la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor,
se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.14 Y cuando todo lo hubo
malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de
aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que
comían los cerdos, pero nadie le daba.17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de
pan, y yo aquí perezco de hambre!18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.19 Ya
no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún
estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.21 Y el hijo le dijo:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el
mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y
comamos y hagamos fiesta;24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a
regocijarse. 25 Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; 26 y
llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. 27 Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el
becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. 28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba
que entrase. 29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca
me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. 30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con
rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. 31 Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son
tuyas. 32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es
hallado.

Volviendo = Eis  (/hablar para sí mismo) Pensar racionalmente como normalmente piensa

+ Erchomai  le vino el pensamiento, SALIO UN PENSAMIENTO. Avanzar, pensar como normalmente


uno piensa.

En Sí = Jeautu = Uno mismo, opinión, cuenta propia.

Es decir

Fue consciente que dónde el padre estaría mejor.

Diferencia
Jeremías 31.16–20 (RVR60) — 16 Así ha dicho Jehová: Reprime del llanto tu voz, y de las lágrimas tus ojos; porque salario
hay para tu trabajo, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo. 17 Esperanza hay también para tu porvenir, dice Jehová, y
los hijos volverán a su propia tierra. 18 Escuchando, he oído a Efraín que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como
novillo indómito; conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios. 19 Porque después que me aparté tuve
arrepentimiento, y después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi
juventud. 20 ¿No es Efraín hijo precioso para mí? ¿no es niño en quien me deleito? pues desde que hablé de él, me he acordado
de él constantemente. Por eso mis entrañas se conmovieron por él; ciertamente tendré de él misericordia, dice Jehová.

Ejemplo de conversion
Hechos de los Apóstoles 2.36–39 (RVR60) — 36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien
vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. 37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los
otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el
nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa,
y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
En cuanto a su funcionamiento, la consciencia es

(1) OBLIGATORIA. Debido a ello urge al hombre a hacer lo que es correcto y le limita en sus posibilidades de hacer lo
que él considera incorrecto.

(2) JUDICIAL. La consciencia juzga las decisiones y hechos del hombre.


(3) EJECUTIVA. La consciencia ejecuta su juicio en el corazón del hombre. Condena sus actos cuando estos están en
conflicto con su convicción ocasionándole una inquietud interna, tensión, vergüenza o remordimiento. Elogia la acción de uno
cuando el hombre actúa en conformidad con sus convicciones.

CONSCIENCIA ERRADA. Este es un nombre equivocado. La consciencia no yerra, pero las normas sobre las que la
consciencia actúa pueden estar en un error.

CONSCIENCIA ESTRECHA, pervertida o morbosa. Por este término se quiere indicar a una consciencia desequilibrada,
estrecha, fanática, intolerante.

CONSCIENCIA PATOLÓGICA Y NEURÓTICA. Esta tiene su origen en un desorden psicológico o en una neurosis
relacionada con una fobia, obsesión, ideas fijas y compulsión.

CONSCIENCIA DUDOSA. Una que actúa con incertidumbre. Ro. 14:23 declara que tal acción es pecaminosa.

Romanos 14.23 (RVR60) — 23 Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque
no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.

CONSCIENCIA EMPEDERNIDA, ENCALLECIDA O MUERTA. Esta es una condición en la que la consciencia deja de
funcionar a causa de un continuo descuido de su voz de advertencia. Pablo habla de una consciencia cauterizada (1 Ti. 4:2).

BUENA CONSCIENCIA. Cuando el hombre actúa en conformidad con sus convicciones se dice que tiene una buena
consciencia. «La fe no puede existir y habitar junto a una intención maligna de pecar y de actuar contra la consciencia»
(Fórmula de Concordia, Epítome IV, Triglotta, p. 795, Concordia Publishing House, St. Louis, Mo.).

CONSCIENCIA SOCIAL. La unión de la consciencia moral individual en un grupo de consciencia moral, da como resultado
una consciencia social.

LIBERTAD DE CONSCIENCIA. Consiste en creer, practicar y propagar cualquier religión o ninguna de ellas.
La consciencia es un don maravilloso de Dios. Es un guardián de la moralidad, la justicia y la decencia en el mundo. Ella es un
testimonio irrefutable de la existencia de Dios.1

1Rehwinkel, A. M. (2006). CONSCIENCIA. En E. F. Harrison, G. W. Bromiley, & C. F. H. Henry (Eds.), Diccionario de


Teología (pp. 121–122). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

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