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Filosofía

Nombre: JUAN CARLOS SILVA MUÑIZ


Grado: Sexto Grupo: 605 Especialidad: ELECTROMECANICA
semestre PROGRAMA DUAL
Numero de practica: 7 Fecha de elaboración: 23-03-2018

Título de la Actividad: COMPOSICION LITERARIA


1; La filosofía escolástica
El ser humano es en esencia un ser que lo creo Dios para amarlo, y por naturaleza de su corazón él ama a Dios. Toda la grandeza de
Dios (que se habla en el antiguo testamento) en el misterio se encarna en Jesús, su hijo amado. Él es la palabra de Dios.

2; La filosofía racionalista
El ser humano esencialmente tiene razón, por medio de la razón se llega a la certeza, pero también se comprende la existencia de Dios
(Descartes) En esa época se descubre el telescopio (cambio de perspectiva) y el microscopio (cambio de perspectiva) y el movimiento
de los planetas, toda creencia entra en crisis. Por eso Descartes tiene que buscar una certeza en ese mundo loco, y encuentra su cogito
ergo sum (por que dudo existo, porque pienso que dudo, si pienso, aunque me engañe existo igual) primera certeza, el yo. Demuestra
la existencia de Dios diciendo "si yo tengo la idea de perfección, y yo mismo soy imperfecto, alguien a puesto esta idea en mí, Dios es
grande, Dios existe" aquí no hay una esencia de hombre, solo se pone el acento en una de sus características, la razón.

3; El idealismo alemana
Aquí tampoco hay esencia de hombre, solo se dice que la realidad es lo que pensamos, la idea que de ello tenemos, lo que es
en si misma nadie sabe, es --la cosa en si-- solo podemos conocer los fenómenos, como se nos aparece a nosotros (Kant) por lo
tanto si pensamos la realidad, la realidad depende de nuestro pensar y puede modificarse, el hombre puede ser libre de la
Iglesia y del estado, ES PODRÍA DECIRSE UN CAMBIADOR DE LA REALIDAD POR LA RAZÓN, un transformador.

conclusión: Como vez solo en la una hay una esencia positiva de hombre, es decir, una definición completa, en la dos y tres no
se habla tanto de la esencia sino de las cualidades o características como la razón. En descartes razonaron nunca se separa de
la fe, (descartes era religioso) los posteriores a el lo hacen. En el iluminismo se comprende que el hombre no puede conocer nada en sí mismo.

La fe y razón son dos formas de convicción que subsisten con más o menos grado de conflicto, o de compatibilidad. La fe generalmente es definida como
fundamento en una creencia, como una convicción que admite lo absoluto. Mientras que la razón es fundamento en la evidencia, lo cual aproxima el objeto de fe
a la idea del mito. Según Juan Pablo II, en su encíclica Fides et ratio (1998), «la fe y la razón (fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano
se eleva hacia la contemplación de la verdad».

Hablando en términos generales, hay tres categorías de perspectivas respecto a la relación entre fe y razón. El racionalismo sostiene que la verdad debería ser
determinada por la razón y el análisis de los hechos, más que en la fe, el dogma o la enseñanza religiosa. El fideísmo considera que la fe es necesaria, y que las
creencias deben tener cabida sin la evidencia o la razón, aún esté en conflicto con ellas. La teología natural considera que fe y razón son compatibles, de manera
que la evidencia y la razón finalmente llevan a la creencia en los objetos de fe
Agustín de Hipona (354-430) es un teólogo cristiano de los siglos IV y V, considerado como uno de los más importantes representantes de la patrística latina.
Intentó conciliar la religión cristiana con la filosofía griega frente a posiciones fideistas parciales, aun así su pensamiento está marcado por una fuerte supeditación
de la razón a la fe.

Prioridad de la fe sobre la razón:

El encuentro entre la filosofía griega y la religión cristiana fue complejo. Por un lado algunos
filósofos cristianos pretendían conciliar la fe cristiana con la razón filosófica, mientras que otros
proponían una radical separación entre el ámbito de la revelación y el de la reflexión racional. Los
autores griegos y latinos de la época, por su parte, criticaban y rechazaban de plano a la nueva
religión que introducía conceptos, a sus ojos, absurdos y escandalosos como la encarnación de Dios.
No obstante, la síntesis entre razón y fe se fue imponiendo gracias a autores como Agustín de
Hipona, aunque la filosofía para los teólogos cristianos estuviera, casi siempre, supeditada a la
verdad de la religión.

El mismo Agustín de Hipona, fuertemente influenciado por el platonismo, es un ejemplo claro de


esta sumisión de la razón a la fe. El autor cristiano elaboró una teoría del conocimiento para
fundamentar su tesis de la primacía de la fe sobre la razón. Para Agustín existen tres tipos de
conocimientos: el sensible, el racional inferior y el racional superior.

El conocimiento sensible es el grado más bajo de conocimiento ya que necesita de lo corporal para
realizarse, como trata del ámbito material y mudable no genera ciencia sino solo opinión. El conocimiento racional, en su vertiente inferior, capta la universalidad
de la realidad sensible, percibiendo patrones y regularidades en el mundo; este tipo de conocimiento sí puede generar ciencia como las matemáticas, pero aún
depende del mundo mutable para actualizarse.

Por último, el conocimiento racional superior, también llamado por el de Hipona sabiduría, es el conocimiento de las verdades inmutables y eternas, en lenguaje
platónico, es el conocimiento de las ideas. Sin embargo, mientras que las ideas platónicas son autónomas, las verdades necesarias y eternas de las que habla
Agustín están en la mente de Dios. ¿Cómo se alcanza, pues, la visión de estas verdades en la mente divina? Solo si Dios concede al alma mortal del hombre la
iluminación, ya que la razón por si misma no se basta para conocer la realidad última, sino que necesita del concurso de Dios.

Para Agustín no existe una distinción precisa entre fe y razón, toda vez que existe una sola verdad que nos es revelada por la religión cristiana. La razón solo es útil
para conocer mejor esa verdad y penetrar en ella, pero Agustín siempre subraya que sin la creencia en los dogmas de la fe no podríamos adquirir verdadera
sabiduría. De aquí su famosa frase “Cree para comprender”.
CONOCIMIENTO

Para San Agustín, el alma humana se caracteriza por poseer la capacidad de conocer y
en eso se diferencia del animal. Se opone al escepticismo y afirma la posibilidad de
alcanzar la verdad universal. Parte de una primera evidencia que es la existencia de uno
mismo como ser que duda, “si dudo existo”.

San Agustín establece diferentes tipos de conocimiento: conocimiento sensible


(conocimiento que es solo opinión y trata acerca de lo inestable) y conocimiento
racional.

El conocimiento racional se divide en dos: conocimiento de las ideas universales, pero


aún apegadas a lo material, que es el propio de la ciencia, y el conocimiento directo de
las ideas que constituye la sabiduría. Este conocimiento directo de las ideas no se extrae
de los sentidos, sino que se explica por medio de la doctrina de la iluminación.

La doctrina de la iluminación defiende que Dios ilumina las ideas con el fin de que las
conozcamos. Hay una luz divina que procede de Dios y se extiende sobre las verdades

En San Agustín, las ideas son la razón del universo, con esas ideas como modelo, Dios crea el mundo sensible o terrenal. Esta teoría recibe el nombre de
ejemplarísimo.

El conocimiento de Dios, debemos buscarlos en nuestro interior. Es ahí donde hallamos las verdades inmutables y necesarias. El conocimiento de las verdades
universales es la prueba más clara de la existencia de Dios.

En cuanto a la relación entre fe y razón, San Agustín intenta conciliarlas y considera que la fe es necesaria para llegar al conocimiento (es preciso creer para
entender) y a su vez es una herramienta para alcanzar la verdad. La razón prepara para la fe y la fe guía a la razón
Dios
El tema que más ocupa a San Agustín es el tema de Dios. En su filosofía es predominante una teología, siendo Dios
no sólo la verdad a la que aspira el conocimiento sino el fin al que tiende la vida del hombre.

San Agustín propone diversos argumentos que ponen de manifiesto su existencia, entre ellos se encuentra el que, a
partir del orden observable en el mundo, resulta la existencia de un ser supremo ordenador.

También encuentra a Dios en el interior del hombre, suele considerar con propiedad la demostración de la existencia
de Dios a partir de las ideas o verdades eternas; el fundamento de tales verdades inmutables no puede estar en las
cosas creadas, que son cambiantes, sino que ha de estar en un ser inmutable y eterno, es decir, en Dios.

Respecto a la creación, es el resultado de un acto, libre, de Dios. Las esencias de todas las cosas creadas se
encontraban en la mente de Dios como modelos de las cosas, tanto de las creadas en el momento original como de
las que irían apareciendo. Esta doctrina recibe el nombre de ejemplarismo. El conocimiento de la verdad, que
en Platón es el conocimiento de las ideas, en San Agustín es el conocimiento de las ideas de Dios.

FUENTES:

http://blogjesussilvaherzogm.typepad.com/estado/2009/09/san-agustn.html

http://www.webdianoia.com/medieval/agustin/agustin_filo.htm

www.lasangredelleonverde.com/agustin-de-hipona-relacion-entre-fe-y-razon/

https://www.xuletas.es/ficha/conocimiento-san-agustin/

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