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RESUMEN
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Archivos Hispanoamericanos de Sexología Vol. XII, No. 2, 2006
ABSTRACT
The level of intimacy and communication in four stages of marriage life was measured
and related to the variable "marital Satisfaction" (dyadic adjustment). The sample
was formed by 200 married couples divided in four groups according to the marital
stage they were in (Melville, 1983). The Inventory of Marital Communication of
Nina Estrella (1991) was applied. The Inventory of Intimacy (personal assessment
of intimacy in relationship, of Olson and Shaefer, 1987), already adapted to a Mexican
sample (Dionne, 1996) was also applied. Data were compared with the results obtained
in the Inventory of Marital Satisfaction (Scale of Diadic Adjustment of Spanier,
1976). Significant differences (p <.05) in the variables "diadic adjustment", "real
intimacy", and "ideal intimacy" in the four stages of the marriage were found. There
was no difference regarding the variable "communication" in any of the stages. Also,
the variables "communication", "real intimacy", and "ideal intimacy" corelate with "marital
adjustment" in a moderate way.
RÉSUMÉ
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Mots clé: communication, satisfaction maritale, intimité, ajustage, couple.
RESUMO
INTRODUCCIÓN
El estudio de las relaciones de pareja ha sido de gran interés para los pensado-
res, poetas y filósofos y actualmente para los científicos sociales. Según Brenton
(citado por Tena-Suck; Romero & Cools, 1994), el elegir una pareja y mantener una
relación estable con ella ha sido una extraña mezcla de agonía y éxtasis, ya que
"somos fruto tanto del ideal romántico como del práctico". Elegimos a nuestra pareja
de un modo racional y práctico, pero las ilusiones se imponen a todo lo demás. De
modo que elegimos mal, pese a que juramos hacer lo contrario.
De acuerdo a Beck, A (1988), aunque el amor es un incentivo poderoso para
que esposos y esposas se ayuden y apoyen, se hagan felices el uno a otro y creen una
familia, esto no constituye en sí mismo la esencia de la relación, pues no provee las
cualidades y aptitudes personales que son decisivas para sustentarla y hacerla crecer.
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Las altas tasas de desajuste en las parejas, que terminan en divorcio intensifican
la necesidad de ampliar el conocimiento en esta área, y de poner en práctica los
resultados que se obtengan. Según el INEGI (2003), en México, durante el año
2001 hubo casi 48,000 divorcios judiciales. Además, se ha visto que el divorcio
ocasiona sufrimientos en la familia y evita el desarrollo en los niños, dando a los
padres una serie de preguntas que se hacen en relación con un nuevo camino que se
les está planteando (Sandoval, 1985).
Intimidad
El término intimidad proviene del latín intimus, en relación con lo más interno.
Íntimo, según Peña-Marín (1989) se refiere a "lo que une estrechamente por lo que
hay de más profundo (relaciones íntimas, amigo íntimo, unión íntima).
Según Béjar (1989) intimidad es la esfera más sagrada de la persona, aquello
que es incomunicable, apuntando al ámbito familiar, mientras se oculta el ámbito
social.
Así mismo, la intimidad para Dionne (1996) es una relación de cuidado sin
pretexto alguno y de una revelación de los miembros sin riesgo de perder o ganar
para cualquiera de los dos. Es dar y recibir en un intercambio que crece al mismo
tiempo, que facilita la conciencia de uno mismo y de las diferencias y semejanzas
entre los integrantes. La intimidad crea y sostiene la aceptación, mientras valora la
singularidad. La intimidad promueve continuidad al mantener la energía constante a
través del tiempo.
De acuerdo a la teoría triangular (Pasión-intimidad-Decisión/Compromiso), la
intimidad son aquellos sentimientos dentro de una relación que promueven el acerca-
miento, el vínculo y la conexión, es un fundamento del amor (Sternberg, 1988). De
esta forma, la intimidad incluye al menos diez elementos: el deseo de promover a la
persona amada, sentimientos de felicidad junto a la persona amada, gran respeto
por la persona amada, capacidad de contar con la persona amada en momentos de
necesidad, entendimiento mutuo con la persona amada, entrega de uno mismo y de
sus posesiones a la persona amada, recepción del apoyo emocional por parte de la
persona amada, entrega de apoyo emocional a la persona amada, comunicación
íntima con la persona amada, valoración de la persona amada.
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Por su parte, Maquirriain (1988) plantea que la intimidad abarca dos terrenos:
el personal y el interpersonal, pero ambos deben darse al unísono para que pueda
hablarse de una verdadera intimidad humana.
Otros autores como Hatfield y Rapson (citado por Burguette, 1996), aseguran
que la intimidad tiene los siguientes componentes: amor y afecto, valoración perso-
nal, confianza, auto-revelación y comunicación no verbal.
Satir (1994), afirma que para establecer un contacto íntimo se requieren dos
personas a la vez y tres partes. Cada quien en contacto consigo mismo y cada per-
sona en contacto con la otra. Además, el establecer un contacto íntimo no es un
juego que consista en que uno gane su tanto y viva feliz para siempre, sino que es un
medio para hacer las cosas con honestidad y para compartir fraternalmente los
temas y preocupaciones humanas. Es una forma de mantener la integridad y de ali-
mentar la autoestima en crecimiento y, a la larga, de fortalecer las relaciones consigo
mismo y con los demás. En la medida en que sea más completo el contacto con
nosotros mismos y con los demás, mayor posibilidad habrá de que nos sintamos
amados y valorados, de que estemos sanos y aprendamos a resolver nuestros pro-
blemas con eficiencia.
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Etapas de la intimidad en la pareja
No se puede hablar de etapas de una pareja sin hablar del ciclo vital del matri-
monio. El conjunto de períodos por los que transita la familia y la pareja en particular
es llamado ciclo vital (Estrada, 1987).
A lo largo de las distintas etapas del matrimonio las personas son muy diferentes
(Andolfi, 1994). Al comienzo de la unión, los esposos deben acomodarse mutua-
mente a un gran número de pequeñas rutinas. Se da un proceso de acomodación.
Según Martín y Barragan (citados por Moreno y Ploenning, 1989), el ciclo vital
del matrimonio contempla las siguientes etapas:
1. Selección de pareja. Se da el proceso del enamoramiento. En esta etapa, la
única inquietud es encontrar una pareja adecuada para posteriormente con-
traer un compromiso marital lo cual implica el salir del círculo de la familia de
origen.
2. Transición y adaptación temprana. Esta etapa se da del primer al tercer año
de la unión. Se da el proceso de adaptación al nuevo sistema de vida como
hábitos, demandas y satisfacciones propias, la crisis consiste en afrontar del
compromiso contraído. La pareja establece límites y realiza negociaciones.
3. Reafirmación como pareja y paternidad (entre el tercer y octavo año de
matrimonio). La tarea marital se centra en dos objetivos: la reafirmación
como pareja y la productividad, no solo de hijos sino en el trabajo y con los
amigos.
4. Diferenciación y realización (de los 8 a los 15 años de matrimonio). La dife-
renciación es una de las características principales de esta etapa.
5. Estabilización (entre los 15 y 30 años de matrimonio). Lo principal es resol-
ver los conflictos y estabilizar el matrimonio. Se dan algunas preocupaciones
tales como depresiones por la pérdida de la juventud, separación parcial de
los hijos. Al salir los hijos de la casa, se dan conflictos similares a los de las
etapas tempranas.
6. Enfrentamiento con la vejez, soledad y muerte. Esta etapa se da entre los 30
y 40 años de unión. En esta etapa hay muchas tareas difíciles de enfrentar: la
vejez, la soledad y la muerte, la pérdida de capacidades físicas e intelectua-
les, partida de los hijos, muertes graduales de parientes, amigos y rechazo de
los demás por su condición de ancianos. Los miembros de la pareja necesi-
tan mucho apoyo y cariño uno del otro.
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Ninguna pareja pasa por todas las etapas sin problemas, y no todas las parejas
comienzan en la primera etapa.
Pittman (1994) de la misma manera, refiere que en general, la bruma romántica
sigue desorientando por un tiempo a los recién casados. Aunque algunas personas
nunca se sienten muy románticas respecto de su matrimonio, ni piensan que deberían
pasar por una fase de desorientación romántica. Para ellas no hay crisis. Sin embar-
go, a la mayoría de las parejas les parece triste perder ese radiante fervor romántico.
Empiezan a advertir que su pareja es menos maravillosa de lo que habían creído. No
sienten la intensidad sexual. Algunos se aburren o se irritan. Se preguntan si no ha-
brán cometido un error casándose, o casándose con esa persona en particular. A
veces, la relación es bastante buena para que ambos admitan el fin del romance y lo
consideren el principio del matrimonio. El matrimonio no puede proporcionar un
estado permanente de romance, y la gente adicta al romance no puede sostener un
matrimonio.
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Por consiguiente, el comienzo de la familia suele coincidir con el Fin del Roman-
ce. La parentalidad no es una bendición absoluta: estabiliza al matrimonio, pero tam-
bién atrapa a los padres. Lo más probable es que uno de los progenitores, en general
la madre, centre su vida en la crianza de los hijos, mientras que el otro procura
evadirse de la parentalidad, compite con su hijo y se siente abandonado. El esposo
se centra en el trabajo y la esposa se convierte solamente en madre.
La Comunicación en la pareja
Para todo ser humano la capacidad de comunicarse se torna como un elemento
esencial para alcanzar su desarrollo dentro de la sociedad en que se desenvuelve. La
comunicación permite la expresión de emociones, sentimientos, ideas, metas, ilusio-
nes, etc. es lo que le ayuda a entablar con los seres que le rodean relaciones de tipo
íntimo.
De esta forma, Franco (1995) afirma que nos realizamos como personas en la
medida en que nos comunicamos. Ser persona supone vivir mi vida con los demás -
convivir- Quien convive acepta a los demás como un bien en sí mismo. Por lo tanto,
si el nivel de la familia es aceptable y saludable, hay entendimiento de unos con otros,
hay comprensión, el bienestar es general.
La comunicación es un elemento fundamental en la relación de pareja, ya que
una pareja es, en esencia, una persona que se comunica con otra (Duncan & Rock,
1993).
Según Nina (1991) la comunicación marital está definida en términos de qué
tanto un cónyuge plática a su pareja sobre los diferentes temas expuestos
Por otra parte la comunicación puede definirse en diferentes términos. O'Donohue
(1996) menciona que la comunicación incluye factores cuantitativos (como el tiempo
que duran al platicar) y cualitativos como las palabras que se escogen y uso de
calificativos. También la comunicación incluye estilos interaccionales (como estilos
de comunicación y comportamientos no verbales).
Así mismo, Watzlawick (1991) afirma que la comunicación es un vehículo por
el cual se desea manifestar algo. La comunicación afecta la conducta del otro. Sos-
tiene que toda comunicación implica un compromiso y, por ende, define la relación.
La comunicación no solo transmite información, sino que, al mismo tiempo impone
conductas. Es imposible no comunicar.
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Comunicación y Etapas del matrimonio
Existen múltiples factores que van a influir en el desarrollo de la comunicación
de la pareja, uno de estos factores son las diferentes etapas por las que cada pareja
atraviesa en su matrimonio.
Según Rodal (1995) existen relativamente pocos estudios acerca de la comuni-
cación a lo largo de la vida familiar. Sin embargo, se mencionarán algunos puntos de
vista acerca de esta variable tan importante en el ciclo de la familia.
Lemaire (1986), Satir (1991) aseguran que en una primera época de la vida de
la pareja, la comunicación tiende a acentuarse y por lo tanto a profundizarse, y resul-
ta relativamente fácil. El periodo de luna de miel es importante para que la pareja
establezca la comunicación bajo sus diferentes formas y contribuya a un mejor cono-
cimiento recíproco. La estructuración de la pareja se apoya en este periodo en el que
la comunicación se ve facilitada por el deseo de comunicarse y conocerse. En gene-
ral, después de un tiempo hay una disminución de la comunicación. La pareja tiende
a limitar la comunicación de las cargas afectivas en beneficio de una mayor eficacia
práctica, a pesar de su importancia decisiva.
Por otro lado, Romero & Tena-Suck (1994) encontraron que los matrimonios
de mayor edad muestran diferencias significativas, siendo éste el grupo con más alto
grado en agresión-frustración. El grupo con menor edad fue el más alto en afecto-
altruismo.
En la pareja, puede existir ambigüedad y contradicciones de los mensajes, y
también de los diferentes canales por donde circula la comunicación y cómo ésta
varía con la edad de la pareja (Lemaire, 1986). Dentro de la pareja existen fuerzas
estructuradoras que construyen y que tienden a fijar la institución y a limitar la evolu-
ción posterior de las relaciones.
A lo largo del ciclo familiar la comunicación se presenta en cuatro estadios
Rodgers (citado por Rodal, 1995):
- Primer estadío: El inicio, conocimiento y matrimonio, en el cual se inicia y se
establece el proceso de la comunicación además de los patrones y se inicia el
compartir de la conversación.
- Segundo estadío: Los años tempranos, formación de las bases en el cual se da
un engrandecimiento del rango y profundidad de la comunicación.
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Por otro lado, el enriquecimiento de la comunicación es muy importante en
todas las parejas al comienzo de su unión, la información recíproca puede tender a
agotarse en la medida en que cada uno de los dos miembros casi no evolucione y no
sea capaz de elaborar nuevos mensajes que dirigirle a su compañero.
De la misma manera, Teichner & Farnden (1997) encontraron una relación
entre comunicación marital, estilos de relaciones y satisfacción marital. También en-
contraron diferencias entre hombres y mujeres con respecto a estas variables.
Satisfacción marital
La satisfacción marital es otro factor importante en la relación de pareja.
Esta variable ha demostrado tener la mayor correlación con la felicidad y con la
vida en general, respecto a otros factores (Bowman, 1990).
La mayoría de los hombres pasan más tiempo de las horas de vigilia en sus
empleos, que con sus esposas. Sin embargo, Gleen & Weaver (1981) observaron
que la contribución estimada de felicidad marital es mucho mayor que cualquier contri-
bución estimada dentro de otros factores, incluyendo la satisfacción en el trabajo,
por lo que afirman que los norteamericanos dependen en gran medida de sus matri-
monios para su bienestar psicológico.
Para Boland & Follingstad (1987) la satisfacción marital es una descripción
general de actitudes, sentimientos reportados de uno mismo acerca de su matrimo-
nio, el punto de vista tradicional está dado por un punto de vista de polaridades, por
ejemplo: felicidad-infelicidad, satisfacción-insatisfacción.
Estrella (1991) la define como la actitud que tiene una persona sobre su matri-
monio, la cual puede ser desde una actitud negativa o positiva en función a la cober-
tura de necesidades y a su realización personal.
Hay satisfacción marital cuando: hay armonía entre los cónyuges, hay un pro-
yecto de vida en común, se dan placer mutuamente. Hay una atracción entre ambos,
los defectos de uno son comprendidos y sobrellevados por el otro, se está unido a la
otra persona, pero sin encerrarla y dejándolo en libertad; sin supeditarla a los intere-
ses propios y si hay amor López-Ibor (citado por Burguette, 1996)
Por otra parte, a lo largo del matrimonio el papel de cada uno de los integrantes
de la pareja se irá transformando; las demandas ocupacionales, las tareas del cuida-
do de los hijos, el crecimiento de los mismos, la salida de los hijos de la casa, los
compromisos, la jubilación del trabajo, son solo algunas de las etapas por las que el
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MÉTODO
Participantes
La muestra estuvo constituida por 200 matrimonios. Los participantes fueron
seleccionados de manera intencional, los cuales participaron voluntariamente.
Con base a las etapas propuestas por Keith Melville (1983), se dividió la mues-
tra en cuatro grupos de 50 matrimonios cada uno. El primer grupo estuvo constituido
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por matrimonios sin hijos, el segundo grupo de matrimonios con hijos pequeños y/o
adolescentes, el tercer grupo por parejas de mediana edad con hijos adultos o
universitarios. El cuarto grupo estuvo constituido por parejas, en la cual los hijos
están casados o se van de la casa (nido vacío).
No se tomó en cuenta el tiempo de casados, tampoco se tomaron en cuenta las
edades de los sujetos encuestados. Los matrimonios seleccionados se encontraban
casados por primera vez. Además cada una de estas personas vivían con su cónyuge
en el momento de aplicarles los protocolos.
Se trabajaron con matrimonios con nivel socioeconómico medio alto y alto, con
la finalidad de que se comprendan y respondan adecuadamente los inventarios pro-
puestos.
Instrumentos
Los instrumentos utilizados fueron los siguientes:
a) Familiograma.
Se realizó un familiograma por persona, con la finalidad de obtener datos nece-
sarios para formar los cuatro grupos de parejas, incluyendo nivel de escolaridad,
números de matrimonios contraídos, tiempo de casados, número de hijos, edad de
los hijos y si los hijos viven en casa o no.
Un familiograma o genograma es un esquema donde se recaban datos de una
familia, normalmente se realiza en tres generaciones. Sin embargo, para la presente
investigación solo se solicitaron datos de la última generación. Se basó en el genograma,
recomendado por José Gómez del Campo (1986).
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2) Familia extendida. Esta escala se adaptó, ya que para los cónyuges mexica-
nos la familia es fundamental, y para los cónyuges es significativo hablar de
diferentes aspectos de la familia en su relación marital.
3) Vida sexual. Este es otro de los temas importantes en la comunicación. Al
parecer es significativo hablar de ello, ya que una de las finalidades del matri-
monio es la realización sexual de los cónyuges.
4) Hijos. Los cónyuges mexicanos consideran que uno de los factores para que
los matrimonios triunfen es tener hijos, por lo cual la pareja habla de ello
frecuentemente.
5) Trabajo. Según Díaz Guerrero (citado por Nina Estrella, 1991) el trabajo
para los mexicanos es una compensación para ellos, porque en él encuentra
la solución a sus problemas.
6) Relación marital. Para los cónyuges mexicanos sigue siendo importante ex-
presar sus ideas sobre el matrimonio en general y en particular de aspectos
que se relacionen con la finalidad de la pareja, de interés para los cónyuges y
de situaciones por las que pasan. Para mayor comprensión de las escalas.
La consistencia interna de cada una de las dimensiones del instrumento fue
superior a .60.
La confiabilidad encontrada en la escala de comunicación marital (Alphas de
Cronbach mayores a .80) es mayor a otras escalas aplicadas, como los de
Altman y Taylor, donde se obtuvieron confiabilidades entre .73 a .94.
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La consistencia interna del PAIR va de .70 para las escalas de intimidad intelectual y
recreativa, hasta .77 para las escalas de intimidad sexual (Olson & Schaefer, 1987).
Este inventario ha sido ya traducido y utilizado en una muestra mexicana, en un
estudio realizado en 1996 por Dione.
En este inventario, a diferencia de la escala norteamericana, solamente se agru-
paron los factores de: Intimidad emocional, intimidad en el área de compañerismo,
intimidad sexual e intimidad social.
El número para cada factor no fue equitativo, ya que la población agrupó a un
mayor número de éstos en el factor intimidad emocional, ocupando este un 42% de
todos los reactivos (con un alpha de .92) A este le siguió con casi un 31% de los
reactivos, el factor de la intimidad en el área del compañerismo (el cual agrupa reactivos
de intimidad recreacional e intimidad intelectual, por lo que a través del análisis con-
ceptual, se le denominó compañerismo y obtuvo un Alpha de .70). Finalmente los
factores de intimidad sexual y social quedaron conformados por un número de
reactivos, constituyendo el 14 % de éstos cada uno y con Alphas de .46 y .64
respectivamente.
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Procedimiento
El estudio se llevó a cabo con 200 matrimonios (200 hombres y 200 mujeres)
que reunieron las características solicitadas, se buscaron matrimonios sin hijos, ma-
trimonios con hijos pequeños y adolescentes, matrimonios con hijos universitarios y/
o en la edad adulta y por último, matrimonios en el nido vacío.
El muestreo fue no probabilístico intencional. Los participantes no pertenecie-
ron a una misma zona geográfica, ni se dedicaban a una misma actividad en común.
Sin embargo, se buscaron sujetos con un nivel socioeconómico medio y medio alto.
Se trabajó con sujetos que por lo menos tuvieran cursada la preparatoria e iniciado
la universidad.
Se les explicó a los participantes el objetivo de la investigación, se les pidió su
colaboración, garantizándoles su anonimato. Es importante mencionar que hubo pa-
rejas que no les interesó participar y en ocasiones uno de los dos cónyuges se nega-
ba a contestar las pruebas, por lo tanto, no se tomaron en cuenta a esas parejas.
Cabe mencionar que dos personas apoyaron en la aplicación de pruebas al
investigador siguiendo con el mismo procedimiento y conservando las mismas carac-
terísticas de los sujetos.
Posteriormente se obtuvieron los datos en el familiograma, por medio de una
breve entrevista oral a uno o ambos miembros de la pareja, para ubicarla en una de
las cuatro etapas.
A continuación se procedió a aplicar las pruebas psicológicas, estas fueron apli-
cadas de forma individual. Debido a lo largo de los protocolos, hubo ocasiones en
que se le entregó a cada miembro de la pareja un sobre con los tres protocolos y
después eran devueltos al investigador. Se aplicaron el Inventario de Comunicación
Marital, el Test de Intimidad y el Inventario de Satisfacción Marital.
Posteriormente se procedió al análisis estadístico de los datos.
RESULTADOS
Los datos se analizaron mediante el Análisis de Varianza o Anova de una entra-
da. También se usó la prueba Tukey-HSD con la finalidad de observar la diferencia
por grupos y la prueba de Correlación de Spearman.
Es importante mencionar que la información obtenida por las variables intimi-
dad real, intimidad ideal, ajuste diádico (satisfacción marital) y comunicación marital
se procesó en puntajes "brutos", de acuerdo a las calificaciones obtenidas en cada
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uno de los protocolos. Donde el puntaje mínimo a obtener en la escala de comunica-
ción fue 86 y el puntaje máximo fue 430. En las escalas de intimidad real e ideal, el
puntaje mínimo fue 36 y el máximo fue 180. Por último, el puntaje mínimo en el ajuste
diádico fue 0 y el máximo fue 151.
Es importante hacer hincapié en que para la experimentación psicológica se
acepta un valor P estándar: 0.05 (Mc Guigan, 1991).
Las etapas del matrimonio se dividieron de la siguiente manera, según se señala
en la tabla 1.
Los resultados para cada una de las variables se presentan en las siguientes
tablas y gráficas:
AJUSTE DIÁDICO
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Gráfica 1. Valores de las medias del ajuste diádico en las cuatro etapas del matrimonio
El valor de F es 12.755 con P < .000. Por lo tanto se puede afirmar que si
existen diferencias significativas en el ajuste marital en las cuatro etapas del matrimonio.
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Tal y como se señala en la tabla las diferencias entre los grupos se dio entre la
comparación de los grupos 1:4, 1:3 y 1:2. Esto quiere decir que la mayor diferencia
se encontró en la etapa 1 con respecto a las etapas 2, 3 y 4. Lo que represente que
las personas sin hijos obtuvieron un mayor ajuste marital que las parejas en las otras
tres etapas.
INTIMIDAD
En la Tabla se puede observar que el grupo que presenta la media mayor fue el
de matrimonios sin hijos (etapa 1) y la media menor se encontró en matrimonios en el
nido vacío (etapa 4). Esto quiere decir que los matrimonios sin hijos presentan una
mayor intimidad que los matrimonios en el nido vacío presentan una intimidad menor
en comparación a las otras etapas. Así mismo los matrimonios sin hijos tienen mayo-
res expectativas hacia su pareja que los matrimonios en las otras etapas. Donde
tienen menores expectativas con respecto a su pareja es la etapa cuatro. (Ver gráfica 2)
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15 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00 00
0
00000
E1 E2 E3 E4
Intimidad Real
Tabla 6. Análisis de Varianza de la variable Intimidad Real
154
Como se observa en la tabla, se encontró un valor de F de 24.557 y un nivel de
significancia de .000. Lo que quiere decir que si existen diferencias significativas en
las cuatro etapas del matrimonio con respecto a esta variable.
Etapas 4 3 2 1
4
3 *
2 * *
1 * *
*Diferencias significativas.
Las diferencias significativas se encontraron en los grupos 3:4, 2:4, 1:4, 2:3 y
1:3. Esto quiere decir que la Media más alta se obtuvo en la Etapa 1 y la Media más
baja se encontró en la etapa 4 del Matrimonio. Lo que sugiere que en la Etapa 1 es
donde hay mayor ajuste marital y en la etapa 4 es en la etapa en la cual hay un menor
ajuste marital en la muestra estudiada.
Intimidad Ideal
155
Archivos Hispanoamericanos de Sexología Vol. XII, No. 2, 2006
*Diferencias significativas.
COMUNICACIÓN
156
DISCUSIÓN
Los resultados del presente estudio presentan implicaciones considerables en el
campo de la relación marital, ya que se encontraron una relación significativa entre
los factores Intimidad Real, Intimidad Ideal, Etapas del Matrimonio y Satisfacción
Marital.
En un Análisis de la Varianza de la Intimidad Real, Intimidad Ideal, Comunica-
ción Marital y el Ajuste Diádico, se encontraron datos que aportan elementos consi-
derables al conocimiento acerca de los cambios que ocurren a lo largo de la relación
marital.
Para los factores del Ajuste Diádico se encontraron diferencias significativas en
los grupos 4:1, 3:1, 2:1. Esto quiere decir, que se encontraron mayores diferencias
en la etapa 1 con respecto a las etapas 2, 3 y 4. Por consiguiente, las personas sin
hijos presentaron mayor Ajuste Diádico que en las otras etapas. Esto cambia con la
llegada de los hijos y también con la partida de los mismos. Sin embargo, en la etapa
donde se presenta mayor diferencia es en la última, en la cual se encontró que con la
partida de los hijos disminuye la Satisfacción Marital.
Muchos estudios demuestran que la disminución significativa de la Satisfacción
Marital ocurre con la llegada de los hijos (Callan, 1987), sin embargo en esta mues-
tra se encontró que aunque hay una disminución con la llegada de los hijos, hay
mayor disminución de la satisfacción marital cuando los hijos se van. Esto se asemeja
con los resultados obtenidos por Blood (1967) & Dionne (1996) quienes observa-
ron una disminución de la Satisfacción Marital en las últimas etapas del matrimonio.
También plantean que esto posiblemente se debe al significado que tiene la familia en
un país como México. En el cual como hemos visto, la separación puede ser fuente
de angustia para la pareja y también para los hijos (Döring, 1994). De igual manera,
Döring (1994) plantea que la pareja como plenitud y realización está en contradic-
ción con la experiencia humana de su ser imperfecto, siempre haciéndose, corrigién-
dose para volverse a hacer, en un proceso de llegar a ser. Además, el acuerdo total
de la pareja se encuentra en contradicción con la experiencia de la irreducible sole-
dad del hombre.
En la variable Intimidad Real, se encontraron diferencias significativas en los
grupos 4:3, 4:2, 4:1, 3:2, 3:1. Esto quiere decir que se encontraron mayores diferen-
cias en las etapas 4 y 3 con respecto a las etapas 1 y 2. Por lo que las parejas en las
etapas 1 y 2 presentan mayor Intimidad Real que las parejas en las etapas 3 y 4.
157
Archivos Hispanoamericanos de Sexología Vol. XII, No. 2, 2006
Entonces, las parejas en las primeras etapas tienen mayor Intimidad Real que en las
otras dos últimas etapas.
Las parejas sin hijos o hijos pequeños o adolescentes tienen mayor intimidad
que las parejas con hijos adultos o en el nido vacío. Esto es similar a los resultados
obtenidos por Dionne (1996) donde las parejas sin hijos y las parejas que cuentan
con hijos mayores que no han dejado todavía el hogar, presentan mayor grado de
intimidad. Esto cambia cuando los hijos se van del hogar, con lo que disminuye el
nivel de intimidad. Es probable que este fenómeno se deba a que mientras los hijos
estén en casa, existe una aparente intimidad, donde los esposos platican sobre temas
que generalmente tienen que ver con los hijos; cuando estos se van, ya no hay temas
entre ellos que los mantengan unidos.
En la variable Intimidad Ideal se encontraron diferencias significativas en los
grupos 4:2, 4:1, 3:2, 3:1. De la misma forma, se encontraron las diferencias en las
etapas 1 y 2 con respecto a las etapas 3 y 4. Por lo tanto, las parejas en las primeras
etapas tienen mayor Intimidad Ideal que las parejas en las últimas etapas del matri-
monio. Pareciera que las parejas con menos años de convivencia tienen mayores
expectativas con respecto a su pareja, a diferencia de los matrimonios con más años
de matrimonio.
También se encontraron diferencias en la Intimidad Real y la Intimidad Ideal. Se
encontró que las parejas en las cuatro etapas tienen expectativas que rebasan lo Real
con respecto a su cónyuge.
A diferencia de lo que se esperaba con respecto a la variable Comunicación, no
se encontraron diferencias significativas en las cuatro etapas del matrimonio.
En la muestra utilizada, aunque si se encontró que hay una disminución de la
Comunicación en las últimas dos etapas, estas no fueron significativas. Esto difiere
con los resultados obtenidos por Lemaire (1986) & Satir (1991) donde se encontró
que la comunicación en la primera época de la vida de la pareja tiende a acentuarse
y a profundizarse y resulta relativamente fácil comunicarse. En general, después de
un tiempo hay una disminución de la comunicación. Los resultados encontrados en la
muestra utilizada posiblemente se deban a que no se analizó el instrumento por te-
mas, sino solo de forma global, este puede ser un factor importante a analizar en
otras investigaciones.
Por otro lado, se encontraron correlaciones interesantes entre los instrumentos.
El Análisis de las Correlaciones entre variables muestra que:
158
La correlación entre los factores de Ajuste Diádico e Intimidad real demuestran
una relación media entre ambas variables. Del mismo modo, la correlación entre los
factores de Ajuste Diádico e Intimidad Ideal se encontró también una relación media
entre ambas variable. Dandeneau & Johnson (1994) refieren que las relaciones so-
ciales positivas, la salud física y la intimidad en particular es un importante predictor
del bienestar psicológico. Esto es importante, ya que estos autores plantean que los
individuos mejores en cuanto a su bienestar psicológico indican una mejor predicción
en cuanto a su matrimonio.
Por otro lado, la correlación entre los factores de Ajuste Diádico y Comunica-
ción demuestran también una relación media entre ambas variables. Esto se relaciona
con el trabajo realizado por Boland & Follingstad (1987), donde concluyeron que el
contenido y el proceso de la comunicación se relacionan con la satisfacción marital.
Donde parejas con grandes discursos, expresión de amor, soporte y afecto tienden a
tener una gran satisfacción marital. De esta forma, las parejas disfuncionales se rela-
cionan con baja resolución de conflictos y una buena comunicación puede incremen-
tar la intimidad y ayudar a reducir conflictos.
No se encontraron diferencias por sexo. Estos resultados difieren con los obte-
nidos por Wynne & Wynne (1986), quienes afirman que existen diferencias obvias
sobre la intimidad entre hombres y mujeres, ya que existen diferencias biológicas, de
evolución. Sin embargo, Gilligan (citado por Wynne & Wynne, 1986) afirma que ella
no ha visto estas diferencias por sexo como absolutas.
RECOMENDACIONES
Cabe mencionar que este trabajo constituye sólo una base para continuar y
trascender a los hallazgos que aquí se obtuvieron. Se requiere profundizar en el co-
nocimiento y entendimiento de la dinámica de las parejas mexicanas para poder ser
instrumentos de ayuda y de prevención en la evolución de la familia mexicana.
Este trabajo puede ofrecer un apoyo para el tratamiento de los conflictos de
pareja, posiblemente analizando los protocolos y descubriendo en qué áreas de la
pareja se necesita trabajar. Ya que como lo menciona Döring (1994), la familia nu-
clear de padre, madre e hijos parece estar en disolución. Cada vez más, por el
divorcio se dan madres solteras y es aceptado y por otro lado, cada vez se ven más
relaciones estables al margen del amor y el erotismo.
159
Archivos Hispanoamericanos de Sexología Vol. XII, No. 2, 2006
Otro factor importante es detectar otras posibles variables que afectan la Satis-
facción Marital a lo largo de las Etapas del Matrimonio. Estas pueden ser la religio-
sidad, la cohesión familiar, edad de los cónyuges y satisfacción sexual entre otras.
Se propone hacer investigaciones en zonas urbanas y rurales para ampliar nues-
tro conocimiento con respecto a las parejas.
Sería conveniente realizar más estudios acerca de las parejas, para que conti-
nuamente actualicemos los resultados, no olvidemos que los matrimonios no se en-
cuentran estáticos, si no por el contrario, continuamente cambian.
Se propone la elaboración de un programa preventivo y de apoyo a las parejas
que se acercan a la fase del nido vacío, con el fin de mejorar la Comunicación, la
Intimidad y el Ajuste Marital y por lo tanto, encontrar la felicidad en la convivencia
con su cónyuge.
Una aportación importante, es la muestra, ya que hay muy pocas investigacio-
nes en muestras mexicanas. La mayoría de las investigaciones y bibliografía encon-
trada no es Mexicana.
Cabe mencionar que una aportación importante la constituye la observación
sobre el cambio de la Satisfacción Marital a lo largo de las Etapas del Ciclo del
Matrimonio, encontrando el menor grado en las parejas donde los hijos empiezan a
salir del hogar, lo cual constituye una observación importante en un estudio de mues-
tra mexicana.
Por otro lado, la variable Intimidad Ideal es una variable poco estudiada en
muestras mexicanas. Se encontraron diferencias en las cuatro etapas del matrimonio,
donde las parejas sin hijos presentan las mayores expectativas en cuanto a la intimi-
dad de su pareja.
Otra cuestión importante es el hecho de investigar el comportamiento de las
variables Intimidad, Comunicación y Satisfacción Marital a lo largo de las cuatro
etapas del matrimonio.
160
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