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La deontología jurídica trata sobre la moral del abogado y la forma de actuar con su cliente, el profesional del
derecho tiene que defender los intereses de su patrocinado siempre actuando con la verdad y siempre teniendo en
cuenta su ética profesional.
El abogado que es honesto tiene como deber ético el guardar reserva de los asuntos vinculados con la vida privada
de sus clientes. Ello, porque se debe proteger el bien jurídico correspondiente a la intimidad de la vida privada de
las personas, protegidas por la normatividad jurídica.
La ética constituye el ámbito que inspira y cobija los más nobles sentimientos del ser humano. Sin ética el hombre
estaría sin "hogar", a la intemperie, desamparado en un mundo en el que sólo imperaría la ley de la selva y la de
los más bajos instintos.
Es un importante deber de las Facultades de Derecho y de los colegios de abogados preocuparse seriamente y con
sentido de responsabilidad de recordarle a los que ejercen o han de ejercer la abogacía cuales son sus deberes.
LA DEONTOLOGÍA JURÍDICA
Proviene del griego y significa "lo obligatorio, lo justo, lo adecuado". Es la rama de la filosofía jurídica que tiene
como finalidad específica la determinación de cómo debe ser el derecho y cómo debe ser aplicado.
La deontología es la disciplina que se ocupa de los deberes de los profesionales. En el caso de los abogados se
trata de una multiplicidad de deberes como son aquellos consigo mismo, con la sociedad, con la profesión, con los
clientes, con los colegas, con los jueces, con la entidad gremial.
Es aquella parte de la ética profesional que se ocupa de los deberes morales de los abogados, de los deberes de
estos servidores del derecho.
En efecto, en el capítulo primero del libro primero de la Política, Aristóteles afirma que "lo propio del hombre con
respecto a los demás animales es que él sólo tiene la percepción de lo bueno y de lo malo, de lo justo y de lo
injusto, y de otras cualidades semejantes, y la participación común de estas percepciones es lo que constituye la
familia y la ciudad." De este modo, la ética distingue al hombre del animal, y su ser social está también
estrechamente ligado a su comportamiento.
Un poco antes, Sócrates proclamaba que una vida que no se examina no vale la pena vivirse. Para el sabio griego
el auto examen es un medio importante para lograr el dominio de sí mismo. Muchos años después, Benjamín
Franklin, el inventor del pararrayo, descubrió no sólo que era importante el dominio de las fuerzas de la naturaleza,
sino también y sobre todo el dominio sobre sí mismo, el dominio de las propias pasiones.
El auto-examen nos exige preguntarnos también por el progreso técnico y su impacto en nuestras vidas.
Precisamente el progreso técnico desorbitado, en los países del primer mundo, está generando las "enfermedades
de la abundancia", y haciendo surgir de nuevo las preguntas éticas fundamentales: ¿cuál es mi función en el
mundo? ¿cuáles son las condiciones del auténtico progreso humano? ¿cuáles son las orientaciones que brotan de la
vocación y destino del hombre? ¿cuál es el sentido de la vida?
Se pueden multiplicar las leyes y los reglamentos, pero si no existe conciencia ética, no serán acatados. Para
reforzar la ética es imprescindible la religión. Pretender excluir el fenómeno religioso es dar la espalda a un
aspecto esencial de la historia y la vida humana.
Desde la antigüedad vemos que la necesidad de la ética en casi todos los ámbitos de la vida humana, pero de modo
especial en el ámbito jurídico: corrupción, robos, violaciones, homicidios, delitos de cuello blanco, fraudes,
impunidad... El derecho, que alguien ha descrito con acierto, como el mínimo de ética exigible, estaría destinado a,
de algún modo, restaurar el orden y la armonía en la sociedad. Pero si el derecho en su aplicación se corrompe, el
caos es mayor, y se hace más urgente recurrir de nuevo a la ética para romper el circulo vicioso y que se propicie,
al menos, la aplicación justa y equitativa del derecho.
Von Ihering nos recuerda que en los primeros tiempos de Roma el juez que se dejaba corromper era castigado con
la pena de muerte. No existe reproche más grave contra la autoridad judicial que la figura sombría de los que
víctimas de una flagrante injusticia se hacen, en su frustración, criminales o ejecutan la justicia por sus propias
manos.
Cuando las instituciones legales no están a la altura de su misión la "justicia popular" entra en acción, y con sed de
venganza, aplica a los criminales lo que en los Estados Unidos se conoce como la ley de Lynch.
Por consiguiente, la importancia de la ética en el mundo jurídico es algo urgente e imprescindible. Es cierto que el
derecho no lo es todo, pero si lo jurídico estuviera impregnado de valores éticos, se daría un paso decisivo hacia un
mundo más humano y más justo. La Deontología, por lo demás, es más necesaria en aquellas profesiones que
como la jurídica, han caído en gran desprestigio.
Cualquier persona que haya obtenido un título universitario tiene la obligación de guardar el secreto profesional,
según establece el artículo 36 de la Ley de Profesiones; por consiguiente, la mayoría de la gente considera que los
abogados son depositarios de confianza y discreción, ya que por las características propias de la disciplina que
ejercen, casi siempre reciben información confidencial relacionada con problemas muy particulares o delicados de
sus clientes.
Ahora bien, para que un abogado se encuentre en condiciones de ofrecer una adecuada asesoría o bien de redactar
una demanda, antes que nada necesita escuchar a su cliente, quien le confía el mínimo detalle respecto del caso
correspondiente, pormenores cuyo conocimiento por parte de personas ajenas al mismo podría dañar la honra de
aquél, su reputación o su patrimonio, o la de quienes estuviesen involucrados en el problema. El abogado, por su
lado, estará consciente de ello antes, durante y aun terminado su intervención, además de que tanto socios,
pasantes, colaboradores y empleados de su despacho deben guardar una conducta similar.
Sin embargo existen excepciones. Se puede presentar el caso que un cliente confiese a su abogado el haber
cometido un delito. ¿Cuál será la actitud del abogado? ¿Denunciarlo o buscar la manera de encubrirlo? ¿Cuándo
no existe la obligación de guardar esos secretos? La respuesta es clara: cuando se trata de prevenir actos
delictuosos o proteger a personas en peligro.
El secreto profesional es la obligación legal que tienen ciertas profesiones de mantener en secreto la información
que han recibido de sus clientes. Al contrario de lo que ocurre con tipos de deberes de confidencialidad, el secreto
profesional se mantiene incluso en un juicio.
Entre estos profesionales, cabe citar como casos más típicos el abogado, el médico, el enfermero, el psicólogo, el
periodista el trabajador social. Sin embargo, también puede haber otros casos de asesores o servicios que tengan
ese tipo de obligación, por ejemplo los asesores fiscales (a veces incluidos dentro de los abogados) o las
compañías de seguros. Cabe destacar que ante un procedimiento judicial y bajo las garantías legales establecidas,
el juez puede establecer el levantamiento del mismo a cualquiera de los anteriormente citados a excepción de los
abogados que estén actuando en el mismo.
Los honorarios del abogado son la retribución o precio que se paga al profesional liberal, en este caso el abogado,
por los servicios prestados.
Los honorarios del abogado vienen determinados por un pacto previo entre el abogado y el cliente, de tal forma
que el abogado y el cliente tienen prácticamente plena libertad para la fijación de los honorarios del abogado.
El hecho de que los honorarios del abogado deba ser determinado a priori, tiene como consecuencia que nuestro
estudio jurídico ofrezca gratuitamente sus primeras consultas. En estas primeras consultas, el abogado de budi-
abogados, deberá realizar las siguientes tareas de forma gratuita:
1. Escuchar al cliente.
2. Entender sus necesidades.
3. Ofrecer un presupuesto, cuanto menos, aproximado de los honorarios del abogado o, en su caso,
4. Redirigirlo al sistema de justicia gratuita u a otras soluciones fuera del ámbito de las funciones del abogado.
El contrato sobe los honorarios del abogado previo a la realización de las actuaciones profesionales tiene distintas
consecuencias para el abogado y para el cliente. Desde el punto de vista del cliente, el contrato previo de los
honorarios del abogado le protege de gastos imprevistos a lo largo del procedimiento o la relación de éste con el
abogado. Desde el punto de vista del abogado, el pacto previo de los honorarios del abogado implica una serie de
obligaciones para con el cliente y el aseguramiento del cobro de las actuaciones o trabajo realizado.
Dentro de la liberad total que tienen las partes para pactar los honorarios del abogado, éstos se determinarán
ayudándose de las siguientes variables o criterios:
Tiempo empleado.
El tiempo empleado en la fijación de los honorarios del abogado puede influir de forma explícita, como por
ejemplo la fijación de los honorarios del abogado únicamente en función del tiempo empleado (tanto por hora o
minutación por tiempo) en un encargo de un dictamen jurídico sobre la viabilidad de la compraventa de un
inmueble por un determinado precio o, también puede influir en la fijación de los honorarios del abogado,
implícitamente a la hora de pactar los honorarios del abogado de ese mismo dictamen por una cantidad cerrada.
Actuaciones extrajudiciales. Como por ejemplo una carta del abogado al deudor para advertirle de las
consecuencias negativas del impago de la factura debida.
Actuaciones hasta la interposición de la demanda. Imaginemos el caso en que el deudor de aquella factura
impagada, paga voluntariamente tras recibir la demanda interpuesta por su abogado.
Actuaciones hasta el día de la vista, que se podría dar en el caso de que en este momento se llegase a un acuerdo
extrajudicial, ya sea con el abogado contrario o con la fiscalía.
Actuaciones hasta la sentencia en primera instancia. En este caso los honorarios del abogado contemplarían todos
las actuaciones de todas las tareas realizadas por el abogado hasta el día en que se obtenga una primera sentencia.
Actuaciones en la segunda instancia. Es muy común en la relación abogado – cliente pactar los honorarios de la
primera instancia dejando abiertos los de la segunda o posteriores instancias que serán pactados en función del
éxito de la primera sentencia.
El procedimiento disciplinario establecido en la presente ley deberá aplicarse por las respectivas oficinas de
control interno disciplinario, personerías municipales y distritales, la jurisdicción disciplinaria y …ver más…
Establecer un servicio permanente y gratuito de asistencia y defensa de las personas de escasos recursos
económicos, de acuerdo con el reglamento que dictará al efecto.
Prestar asesoría a los órganos del Congreso Nacional, de manera espontánea o cuando ello le fuere requerido, a
título de información u observación en torno a proyectos de leyes o reformas de las mismas.
Generalmente se ocupa de fomentar la participación de los abogados en el sistema legal mediante la intercesión de
reformas, el patrocinio de proyectos de investigación y la regulación de la normativa profesional. A veces los
colegios de abogados también llevan a cabo la administración de los exámenes reglamentarios, que se exigen para
la admisión de nuevos aspirantes que vayan a ejercer la carrera de derecho.
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