Vous êtes sur la page 1sur 23

Revista Iberoamericana de Diagnóstico y

Evaluación - e Avaliação Psicológica


ISSN: 1135-3848
associacaoaidap@gmail.com
Associação Iberoamericana de
Diagnóstico e Avaliação Psicológica
Portugal

MUSSO, MARIEL
Evaluación de funciones ejecutivas en niños: análisis y adaptación de pruebas en un
contexto escolar
Revista Iberoamericana de Diagnóstico y Evaluación - e Avaliação Psicológica, vol. 1,
núm. 27, 2009, pp. 157-178
Associação Iberoamericana de Diagnóstico e Avaliação Psicológica

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=459645443009

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
157

Evaluación de funciones ejecutivas en niños: análisis


y adaptación de pruebas en un contexto escolar

Assessment of executive functions in children: analysis


and adaptation of tasks in a school context
MARIEL MUSSO1 - CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIONES EN
PSICOLOGÍA MATEMÁTICA Y EXPERIMENTAL (CONICET- ARGENTINA)2

RESUMEN

La evaluación de la auto-regulación durante el desarrollo requiere de pruebas


confiables y válidas y aún así es un desafío el traslado de sus puntajes a las com-
petencias del mundo real (Marlowe, 2000). Se analizó la validez interna y fia-
bilidad de procedimientos para medir el desempeño ejecutivo, adecuados a
niños en un contexto escolar de escasos recursos socioeconómicos, como base
para un programa de intervención. Se analizaron las relaciones entre control de
interferencia y comportamiento. Las tareas “Simón Dice”, Stroop “Sol-Luna”,
y una escala de observación del comportamiento, fueron aplicadas a 253 niños,
de 6 a 12 años de edad, alumnos del primer año de escuelas públicas de Entre
Ríos (Argentina). No se hallaron diferencias por edad y género. Se encontraron
bajas correlaciones entre las dos pruebas de control de interferencia, y una
influencia del control de interferencia sobre el comportamiento. Los resultados
son discutidos desde modelos neuropsicológicos y cognitivos.

1. Doctora en Psicología. Becaria Post-doctoral. Tte. Gral. Perón 2158, 1040 Buenos Aires,
República Argentina. E-mail: mariel.musso@hotmail.com
2. Este estudio forma parte de un Programa mayor de investigación e intervención: Sin afecto no se
aprende ni se crece. Un programa para fortalecer los recursos cognitivos, afectivos y lingüísticos de
niños bajo riesgo ambiental por pobreza, dirigido por la Dra. María C. Richaud de Minzi,
Investigadora Superior del CONICET y Directora del CIIPME-CONICET, Argentina.

RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009 · 157 - 178


158

Palabras clave:

Funciones ejecutivas, Evaluación, Niños, Inhibición

ABSTRACT

The assessment of self-regulation during development needs reliable and


valid measures, and even then it is a challenge to apply the scores to real-world
competencies (Marlowe, 2000). The internal validity and reliability of procedu-
res to measure executive performance were analyzed. These procedures were
adapted to children in a low socioeconomic school environment for their use in
an intervention program. The relationships between interference control and
behavior were analyzed. The “Simon-says” and “Sun-Moon Stroop” tasks, toge-
ther with an observation scale, were used in a sample of 253 6-to-12 year-old
children attending the first grade in a public school of Entre Rios (Argentina).
No differences were found for age and gender. Low correlations were found
between the two interference control tasks, and the effects of interference con-
trol on behavior. Results are discussed in the framework of neuropsychological
and cognitive models.

Key words:

Executive functions, Assessment, Children, Inhibition.

INTRODUCCIÓN Anderson, Northam, Jacobs, &


Catroppa, 2001; Espy, Kaufmann,
El interés por las “funciones ejecuti- Glisky & McDiarmid, 2001). Un
vas” y sus alteraciones ha crecido nota- avance crucial en este dominio ha
blemente en las últimas décadas desde sido el dirigir la atención hacia la
diferentes paradigmas, tales como el construcción de tests basados en prin-
neurobiológico, la neuropsicología, y cipios del desarrollo, antes que el uso
la perspectiva del desarrollo. de tests derivados de modelos del fun-
De la misma forma, ha aumentado cionamiento adulto (Baron, 2004). En
el interés por la medición válida y este sentido, se hace evidente en los
confiable de estas funciones en niños últimos años la creciente atención
(Denckla, 1996; Anderson, 1998; dirigida hacia la definición, medición
Archibald & Kerns, 1999; Anderson, e interpretación del funcionamiento
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009
159

ejecutivo durante la infancia (Welsh, acento en los aspectos ejecutivos del


Pennington & Groisser, 1991; Denckla, proceso de solución de un problema,
1996; Fletcher, 1996). En estudios pre- desde la toma de conciencia del
vios se reconoce la necesidad de adap- mismo hasta su solución final. En
tar tests (Welsh et. al., 1991) o construir cambio, en el seno de la psicología del
nuevos tests con materiales y estímulos procesamiento de la información,
apropiados a la edad y desarrollo desde fines de la década del 70 se
(Archibald & Kerns, 1999). habla de metacognición (Brown & De
El problema de la medición de las Loache, 1978), metamemoria (Flavell
funciones ejecutivas requiere además & Wellman, 1977) y metacomponen-
el diseño de pruebas de acuerdo a las tes (Sternberg, 1979), que hacen más
particularidades del contexto socio- hincapié en los aspectos relacionados
cultural de los sujetos evaluados, ana- con el conocimiento y la conciencia
lizando su validez ecológica, con de los propios procesos cognitivos y
fines no sólo clínicos sino también de sus limitaciones.
educacionales. Existen escasos estu- A pesar de estas diferencias, la
dios realizados en Argentina sobre mayoría de los estudios previos sobre
funciones ejecutivas en niños de edad funciones ejecutivas concuerdan en
escolar, y específicamente en contex- aquellos componentes específicos del
tos de pobreza, en los que se adapta- funcionamiento ejecutivo que más
ron pruebas para medir funciones eje- interesan para el estudio de este fenó-
cutivas no verbales, tales como el meno, tales como la inhibición, la
control inhibitorio, planificación, res- alternancia, la flexibilidad cognitiva,
puesta diferida y atención (Lipina, la planificación, el automonitoreo y la
2001; Musso, López & Iglesias, evaluación (detectar y corregir el
2007). El presente trabajo se propuso error).
no sólo construir y analizar test apro- Una de las primeras subfunciones
piados a las características del des- en madurar son el control del impulso
arrollo cognitivo, particularmente en y control inhibitorio (Dowsett &
los inicios de la edad escolar, sino Livesey, 2000). Centrándonos en lo
también adaptarlos a un contexto de que, desde el modelo de Barkley
escasos recursos socioeconómicos. (1997), constituye el primer acto eje-
Siguiendo a Benedet (1986), se cutivo y autorregulatorio, la inhibi-
pueden diferenciar dos tipos de deno- ción de la respuesta, y siguiendo la
minaciones de las funciones ejecuti- clasificación integral de Nigg (2000),
vas. Por un lado, aquellas del tipo existirían tres clases de inhibiciones:
control cognitivo, procesos ejecuti- inhibiciones motivacionales, inhibi-
vos, control ejecutivo que, en el ciones automáticas e inhibiciones eje-
campo de la neuropsicología, ponen el cutivas. El presente trabajo se focali-
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009
160

zará sobre las inhibiciones ejecutivas, sido utilizadas para estudiar el control
las cuales se refieren a la supresión de respuesta a través del uso de una
deliberada de un comportamiento regla (Zelazo & Jacques, 1996).
motor inmediato, al servicio de una Los resultados de algunos estudios
meta distal en la memoria de trabajo apoyan la idea de que tareas tipo
(Nigg, 2003). Este tipo de inhibicio- Stroop y similares, ejemplifican pro-
nes se asientan en los sistemas dopa- cesos ejecutivos dirigidos hacia una
minérgico y frontal/frontal estriatal meta o inhibitorios (Diamond et al.,
(Aron, 2007; Hinshaw, 2003; Vaidya, 1997; Cabeza & Nyberg, 1997). Una
Bunge, Dudukovic, Zalecki, Elliott, & red específica de áreas cerebrales,
Gabrieli, 2005). asociada a la red de atención ejecuti-
Las inhibiciones ejecutivas pueden va, es activada principalmente al eje-
ser de dos tipos, conductual o cogniti- cutarse este tipo de tareas. Esta red
va (Nigg, 2000), aunque aún no resul- incluye el córtex cingulado anterior y
ta clara esta división. Otros autores el córtex prefrontal lateral (Rueda,
diferencian los mecanismos inhibito- Posner & Rothbart, 2005).
rios de la resolución de conflicto En síntesis, el presente trabajo
como distintos tipos de mecanismos plantea el tema de la medición de pro-
de control (Rueda, Posner & cesos ejecutivos relevantes en edades
Rothbart, 2005). Para el estudio del tempranas, y que constituyen proce-
control de interferencia motriz, se ha sos cognitivos básicos para el apren-
utilizado ampliamente el efecto dizaje y un comportamiento social
Stroop, tanto en el área de la neurop- adaptado. Desde un punto de vista
sicología (Diamond, Prevor, teórico, el presente artículo discute un
Callender, & Druin, 1997) como de la constructo complejo como el de “fun-
psicología cognitiva (MacLeod, ciones ejecutivas” examinando sus
1991). Se han desarrollado tareas microprocesos, componentes y meca-
similares para el estudio del control nismos específicos para una mayor
de interferencia en niños, bajo el para- explicación de las mismas. Por otro
digma stroop, donde se utilizan res- lado, el articulo plantea una dimen-
puestas bien aprendidas que compiten sión aplicada al proponerse adaptar a
con una respuesta menos aprendida. una población infantil de escasos
Podrían considerarse como ejemplos recursos socio-económicos de
de estas pruebas la tarea Stroop Día- Argentina, diferentes tareas para
Noche (Gerstadt, Hong, & Diamond, medir procesos inhibitorios y especí-
1994) y la prueba Stroop Sol- Luna ficamente, el control de interferen-
(Archibald & Kerns, 1999). cias. Tal como lo señalan investiga-
Otras tareas de resolución de con- ciones anteriores sobre funciones eje-
flicto, tales como “Simón dice”, han cutivas y procesos cognitivos
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009
161

(Anderson, 1998), es necesario adap- curría al turno Mañana y un 45.4% lo


tar los instrumentos a la edad infantil hacía a la tarde.
y al contexto, focalizando en compo-
nentes específicos de las funciones Instrumentos
ejecutivas. Se discute la validez con-
vergente y/o discriminante de pruebas Para que las tareas fueran más sen-
que, en la bibliografía, son presenta- sibles a lo que se pretendía medir, se
das de forma general, como medidas construyeron grillas de observación,
de procesos inhibitorios en niños. Al se familiarizó previamente al niño con
mismo tiempo, los instrumentos aquí los materiales, y se controló la com-
analizados se proponen con una fina- prensión y recuerdo de la consigna. Se
lidad de evaluación en el ámbito esco- administraron las siguientes pruebas
lar, para la promoción y estimulación siempre en el orden indicado a conti-
de las funciones ejecutivas. nuación, dentro del espacio físico de
la escuela.
MÉTODO
1 Tarea “Simón dice” (confeccio-
Participantes nada siguiendo el procedimiento de
La Voie, Anderson, Fraze, &
La población de estudio estuvo Johnson, 1981). Esta prueba fue
conformada por niños de nivel socioe- elegida para medir el control de
conómico medio- bajo de la provincia interferencia motora. La tarea
de Entre Ríos (Argentina). Se trabajó “Simón dice” requiere que los chi-
con una muestra total de 253 niños, de cos monitoreen las órdenes del
entre 6 y 12 años de edad, siendo la modelo e inhiban la respuesta que
media de edad 6 años (DE= 1.099). El bajo circunstancias normales ten-
56.5 % de la muestra era de sexo mas- derían a seguir. Presenta varias
culino y el 43.5 % de sexo femenino. ventajas: (a) resulta un instrumento
El total de los niños asistía al pri- amigable para los niños, porque es
mer año de la Educación General un juego de reglas apropiado para
Básica. La mayoría de los niños la edad, (b) puede ser coordinado
(85.4%) concurría a escuelas urbano- por un docente con un mínimo de
marginales, declaradas como escuelas instrucción y (c) su aplicación se
de riesgo por el gobierno nacional. El adapta a un contexto escolar.
resto de los niños (14.6 %) asistían a En su versión tradicional, una per-
una escuela de nivel socioeconómico sona (el modelo) da verbalmente
medio. Un gran porcentaje de los órdenes simples al mismo tiempo
niños (69.5 %) asistía al comedor que las ejecuta. Los niños deben
escolar. Un 54.6 % de los niños con- obedecer la orden solamente si el
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009
162

modelo la precede con las palabras consistió en cuatro opciones: error,


“Simón dice...”, de lo contrario, demora (un lapso de dos segundos o
deben detenerse. Luego de una más), corrección, acierto. Las res-
prueba piloto (n= 60) en la cual se puestas se calificaron asignando un
aplicaron las cuatro partes que 0 al error, un 1 a la demora o correc-
plantea la versión de La Voie et.al. ción, y un puntaje 2 al acierto.
(1981), se diseñó una versión abre- 2 Stroop Sol- Luna. Se confeccio-
viada de dos partes, debido a que la nó siguiendo las indicaciones de
versión completa era de gran difi- Archibald (1999), en base a la tarea
cultad (más del 75% de los niños de stroop “Día- noche” de
no podía responder correctamente Gerstadt, Hong y Diamond (1994).
a las dos partes que fueron luego Esta tarea mide la capacidad de
omitidas en la versión final). La control inhibitorio de una respues-
versión final del juego estuvo for- ta, requiriendo además el aprendi-
mada por dos partes. La primer zaje y memorización de dos reglas
parte contenía diez órdenes prece- simples, su sostenimiento y el con-
didas por la frase “Simón dice” trol de interferencias que distraigan
(por ejemplo, “Simón dice a sal- esta tarea. La prueba “Sol-Luna”
tar”) y otras diez órdenes sin esta consiste en dos páginas estímulos,
frase (por ejemplo: “a saltar”). ambas con dibujos coloreados de
Fueron presentadas en forma alter- sol y luna, y fue administrada de
nada, distribuidas en dos secuen- forma individual. En la primera
cias y cambiando el orden en la lámina se le pide al niño que nom-
segunda secuencia. En esta primer bre en voz alta y lo más rápido
parte de la tarea, el coordinador posible cada uno de los dibujos,
daba verbalmente las órdenes, sin hasta que el coordinador lo deten-
ejecutar ninguna. La segunda parte ga. En la segunda lámina el niño
de la tarea contenía la misma deberá decir lo opuesto al dibujo
estructura de órdenes de la primer que se le presenta (cuando ve un
parte, pero las órdenes que los sol debe decir “luna” y viceversa).
niños debían inhibir eran precedi- Esta versión plantea varias ventajas
das por el término “no” (por ejem- que la hacen más apropiada para su
plo, “no saltar”). En esta segunda uso en niños: a) los estímulos son
parte de la tarea el coordinador, a presentados todos en el formato de
diferencia de la primera, ejecutaba una página y no con tarjetas; b) el
todas las órdenes, agregando así un estímulo es familiar al niño; c) los
estímulo de interferencia. Para niños deben responder al estímulo
todas las ordenes de ambas partes con el nombre correspondiente al
de la prueba, la escala de respuesta objeto (sol- luna, en el lugar de
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009
163

“día-noche”), disminuyendo el darse quieto en un sitio, hablar


grado de abstracción requerido, lo incesantemente, hacer ruidos con
que incrementa el carácter de auto- objetos golpeándolos entre si.
mático de la respuesta; y d) la
medida es calculada en base a la RESULTADOS
cantidad de ítems completados
correctamente dentro de un tiempo Control Inhibitorio y Diferencias
límite de 45 segundos y no por el de Género
número de errores. La variable
dependiente analizada fue un índi- No se evidenciaron diferencias
ce de control de interferencia, cal- estadísticamente significativas entre
culado en base a la siguiente fór- los niños y las niñas en cuanto al des-
mula: (Cantidad de dibujos de empeño en las tres medidas del Stroop
Lámina 2 – cantidad de dibujos Sol-Luna (F de Hotelling (3, 245)=
Lámina 1) / cantidad de dibujos de .671; p < .571). Tampoco se encontró
Lámina 1. una influencia del género sobre el ren-
3 Guía de Observación Compor- dimiento en el Juego “Simón dice” en
tamental para niños de Ison y ninguno de los aspectos evaluados
Fachinelli (1993). Dentro de la (Primera parte: F de Hotelling (5,
muestra total, fueron observados 247)= .591; p < .707; segunda parte: F
70 niños en su aula, siguiendo dos de Hotelling (5, 247)= .787; p < = .56).
escalas de esta guía, las escalas de
Impulsividad e Hiperactividad. La Control Inhibitorio y Diferencias
escala de Impulsividad informo de de edad
manera rápida sobre la clase y fre-
cuencia de aparición de conductas El desempeño en el Test de Stroop
problemas en el niño, tales como: Sol- Luna no varió de manera signifi-
tomar decisiones sin pensar en las cativa de un grupo de edad a otro (F
consecuencias, dar respuestas pre- de Hotelling (6, 456)= 1.297; p <
cipitadas antes de terminar de escu- .257). Del mismo modo, no se eviden-
char las preguntas, irrumpir en ció una influencia significativa de la
actividades de otros niños, dejar edad sobre el desempeño general del
actividades inconclusas, no respe- Juego “Simón dice” (Primera parte: F
tar turnos en actividades grupales. de Hotelling (10, 460)= 1, 569;p <
La escala de Hiperactividad permi- .113; segunda parte: F de Hotelling
tió registrar la frecuencia de apari- (10,460)= .948; p < .488). Sin embar-
ción de las siguientes conductas: go, los análisis univariados mostraron
moverse constantemente de un una diferencia significativa en cuanto
lugar al otro, imposibilidad de que- a la cantidad de aciertos en las órde-
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009
164

nes de activación, entre el grupo de caban el 51,92% de la variancia.


menor edad (6 años y 7 años) y el Luego de eliminar 4 factores que tení-
grupo de mayor edad (8 a 12 años); an 3 o menos ítems con pesaje inferior
los niños más pequeños presentaron a .35, se extrae una matriz de dos fac-
menor cantidad de aciertos de activa- tores que explicaban el 37% de la
ción que los niños mayores (F de variancia. Finalmente, se eliminaron
Hotelling (10,460)= 4.876;p < 008). los ítems con un pesaje inferior a .35,
A modo general puede decirse que resultando una matriz rotada de dos
si bien se trabajó con un grupo de factores que explicaron el 51 % de la
amplia edad cronológica (de 6 a 12 variancia. El primer factor agrupó
años de edad), al tratarse de niños que ítems que los niños debían inhibir y el
venían repitiendo el mismo año esco- segundo factor aquellos que debían
lar, el desempeño resultó homogéneo ejecutar (Tabla 1).
en cuanto al control inhibitorio eva-
luado por ambas pruebas. Parte II del Juego “Simón Dice”

Validez y Fiabilidad del Juego El índice KMO= .896 indicó que la


“Simón dice” matriz de correlación entre todos los
ítems pertenecientes a la parte II era
Con la finalidad de analizar la factorizable. Se realizó un análisis
matriz subyacente a los ítems del factorial exploratorio por el método
juego, se llevó a cabo un análisis fac- de extracción de Máxima
torial exploratorio para cada parte de Verosimilitud, rotación varimax, auto-
la tarea. valores mayores a 1, obteniéndose un
total de 4 factores que explicaban el
Parte I del Juego “Simón Dice” 49,87% de la variancia. Luego de eli-
minar un factor que tenía 3 o menos
En primer lugar, se calculó el índi- ítems con pesaje inferior a .35, se
ce de comunalidad KMO con el obje- obtuvo una matriz de dos factores que
tivo de verificar si la matriz era facto- explicaron el 46% de la variancia
rizable, obteniéndose un valor muy total. El ítem 1 presentó bajo pesaje
satisfactorio de .836. en un factor, pero se lo incluye porque
En segundo lugar, se realizó el aná- es una orden de activación ubicada al
lisis factorial por el Método de extrac- comienzo del juego para facilitarlo,
ción de Máxima Verosimilitud, rota- teniendo en cuenta además que no
ción varimax, autovalores mayores a afecta a la matriz subyacente general
1, obteniéndose 6 factores que expli- (Tabla 2).

RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009


165

Tabla 1. Análisis factorial exploratorio del Juego “Simón Dice”, Parte I.


Método de rotación Varimax.

Factor I Inhibición Factor II Activación

A correr ,441

Tocarse la cabeza ,662

Hacer un giro ,734

Aletear los brazos ,847

A saltar ,774

Simón dice: a sentarse ,333

Simón dice: a correr ,441

Aplaudir ,824

Dar un paso adelante ,843

Dar un paso atrás ,872

Tocarse la nariz ,666

Simón dice: Hacer un giro ,747

Simón dice: Aletear los brazos ,775

Kaiser-Meyer-Olkin= .885
Prueba de esfericidad de Bartlett= 1525,417; p= .000

RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009


166

Tabla 2. Análisis factorial exploratorio del Juego “Simón Dice”, Parte II.
Método de rotación Varimax.

Factor I Inhibición Factor II Activación


Simón dice: a saltar ,385
No sentarse ,580
No correr ,671
Simón dice: aplaudir ,552
Simón dice: dar un paso adelante ,574
Simón dice: a dar un paso atrás ,642
No tocarse la cabeza ,722
Simón dice: tocarse la nariz ,733
No hacer un giro ,794
No aletear los brazos ,878
No saltar ,857
Simón dice: a sentarse ,479
Simón dice: a correr ,389
No aplaudir ,832
No dar un paso adelante ,909
No dar un paso atrás ,892
Simón dice: a tocarse la cabeza ,383
No tocarse la nariz ,840
Simón dice: Hacer un giro ,459
Simón dice: Aletear los brazos ,606
Kaiser-Meyer-Olkin= .89
Prueba de esfericidad de Bartlett= 2661,456; p= .000

Consistencia interna del Juego traron una alta consistencia interna (α


“Simón dice” = .895). Ésta se mantiene al conside-
rar la prueba en su totalidad (α = .89).
Se halló una alta consistencia inter-
na entre las órdenes seleccionadas Correlaciones entre las pruebas
dentro de cada Condición. El alfa de “Simón dice” y “Sol-Luna”
Cronbach para la Parte I resultó satis-
factorio (α =.82). Los ítem seleccio- Se hallaron correlaciones muy bajas
nados para la Parte II también demos- (aunque significativas) entre las variables
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009
167

del Juego “Simón dice” y del Stroop la Lámina 2 (Stroop Sol Luna) y la
“Sol- luna” (desde .151 a .317). La corre- Cantidad de Aciertos de Inhibición
lación más alta se dio entre el puntaje de (Condición I- Simón Dice) (Tabla 3).
Tabla 3. Correlaciones bivariadas entre las variables del
Stroop “Sol-Luna” y del Juego “Simón Dice”.
Índice de
Lámina I Lámina II Control de
Interferencia
Aciertos Activación Condición I
Correlación de Pearson ,017 .001 -,173
Sig. (bilateral) ,794 ,993 ,006
Demoras Condición I
Correlación de Pearson ,139 ,089 ,151
Sig. (bilateral) ,028 ,162 ,017
Aciertos de Inhibición Condición I
Correlación de Pearson ,300 ,317 ,172
Sig. (bilateral) ,000 ,000 ,006
Correcciones Condición I
Correlación de Pearson ,203 ,166 ,063
Sig. (bilateral) ,001 ,009 ,324
Otras- Condición I
Correlación de Pearson -,185 -,140 ,082
Sig. (bilateral) ,003 ,027 ,195
Aciertos Activación Condición II
Correlación de Pearson ,153 ,092 -,060
Sig. (bilateral) ,015 ,146 ,344
Demoras Condición II
Correlación de Pearson ,002 -,032 ,060
Sig. (bilateral) ,973 ,617 ,344
Aciertos de Inhibición Condición II
Correlación de Pearson ,164 ,155 -,076
Sig. (bilateral) ,009 ,015 ,232
Correcciones Condición II
Correlación de Pearson ,055 -,014 -,092
Sig. (bilateral) ,392 ,822 ,147
Otras Condición II
Correlación de Pearson -,206 -,086 ,166
Sig. (bilateral) ,001*** ,174 ,009

Indicar cuales fueron significativas (entiendo que son las negrillas pero no sé si en la impresión
quede bien por lo que sigiero que se señale así: * p< 0.05 ** p< 0.01 *** p< 0.001

RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009


168

Control de interferencia y p < .004). La potencia de la prueba


comportamiento (1-β) es de .907. En cuanto a la con-
ducta impulsiva, la diferencia signi-
Para este análisis, se dividió la ficativa se da entre el grupo de niños
muestra de niños observados en tres que tiene un bajo y moderado con-
grupos: alto (percentil 75), moderado trol inhibitorio por un lado (p <
y bajo (percentil 25) control inhibito- .007), y entre alto- bajo nivel inhibi-
rio para cada variable independiente torio (p < .04). Respecto a la hipe-
de las correspondientes pruebas. ractividad, se da una diferencia entre
El Análisis Multivariado de los grupos extremos (p < .009). Es
Variancia indicó diferencias signifi- decir, los niños que presentaron un
cativas entre los tres grupos de nivel menor control inhibitorio en el test
de desempeño en el Stroop en cuan- de Stroop Sol- luna, manifestaron
to a la conducta impulsiva e hiperac- mayor conducta impulsiva e hiperac-
tiva (F de Hotelling (4, 108) = 4.114; tiva (Figura 1).

Figura 1. Perfiles de medias aritméticas de Impulsividad e Hiperactividad


(Escalas) para diferentes niveles de Control de Interferencia
(Nivel C.I.) correspondiente al Stroop “Sol-Luna”.

RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009


169

Se halló también una diferencia La potencia de la prueba (1-β) es de


significativa entre los distintos niveles .808. Específicamente, el grupo de
de desempeño en el Juego “Simón niños que tuvo peor desempeño en las
Dice” (Condición I) en cuanto a los órdenes de inhibición del Juego
indicadores de impulsividad e hipe- “Simón dice”, presentó mayor hipe-
ractividad, a nivel general (F de ractividad que los niños que tuvieron
Hotelling (4, 110)= 3.169; p < .017). mayor éxito (p < .009) (Figura 2).

Figura 2. Perfiles de medias aritméticas de Impulsividad e Hiperactividad


(Escalas) para diferentes niveles de Control de Interferencia
(Nivel de C.I.) correspondiente al Juego “Simón Dice”- Parte I.

RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009


170

DISCUSIÓN la maduración en áreas responsables


de mecanismos inhibitorios es lograda
En el presente estudio, no se halla- ya a los 6 años (Becker, Isaac, &
ron diferencias de género en ninguna Hynd, 1987). Esto también puede ser
de las variables evaluadas por el test acompañado por un desarrollo de la
de Stroop, coincidiendo con hallazgos atención, que ocurre principalmente
previos en los que se reportan datos entre los 4 y 6 años de edad (Rueda,
controvertidos en este sentido Posner, & Rothbart, 2005). Por últi-
(Armengol, 2002). mo, en el presente estudio se halló que
No se han encontrado diferencias los niños más pequeños presentaban
en cuanto al control de la interferencia menor desempeño en la lámina I del
en general entre las distintas edades, a test “Sol- Luna” que mide principal-
diferencia de otros estudios (Rueda et. mente funciones de fluidez, coinci-
al., 2005; Welsh, 2001). En estudios diendo con las características del des-
previos se ha observado un incremen- arrollo secuencial, ya que dichas fun-
to en la habilidad de resolución de ciones aparecen más tardíamente en el
conflictos entre los 2 y 5 años de desarrollo.
edad, y una continua mejora a partir En cambio, si se tienen en cuenta
de los 7 años, cuando los chicos pare- los resultados de desempeño ejecutivo
cen alcanzar un nivel adulto de des- en la tarea “Simón Dice”, los niños de
empeño (Rueda et. al., 2005). Se ha mayor edad presentaron niveles bajos
planteado que existe un desarrollo de rendimiento, similares al grupo de
secuencial, comenzando por el control menor edad. Estudios previos sobre la
de impulsos motores y control inhibi- duración de la pobreza y sus efectos
torio presente alrededor de los 3 años (Brooks-Gunn & Duncan, 1997),
de edad (Dowsett & Livesey, 2000), señalan que los chicos que viven en
seguido por la maduración de funcio- pobreza extrema o quienes viven bajo
nes de atención selectiva y sostenida y la línea de la pobreza por múltiples
finalmente, la aparición de funciones años, tienden a sufrir los efectos más
de fluencia y flexibilidad cognitiva dañinos. Los niños que vivieron bajo
(Lahti-Nuuttila & Pekka, 2001; condiciones de pobreza durante su
Welsh, Pennington & Groisser, 1991). preescolaridad y los primeros años de
De la misma manera en este estudio, escolaridad, lograban en menor medi-
los niños alcanzaron un desempeño da completar su educación obligatoria
aceptable de control de interferencias que los niños y adolescentes cuya
en el Stroop Sol- Luna a los 6 años de pobreza fue solamente en años poste-
edad, y esto se presentó de manera riores. Estos estudios también encon-
homogénea en todos los grupos de traron que la duración de la pobreza
edad. De acuerdo a estudios previos, fue un importante factor en la explica-
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009
171

ción de la obtención de puntajes más mediadores incluyen la provisión de


bajos por los niños pobres en medidas experiencias de aprendizaje fuera del
de habilidad cognitiva. La idea acerca hogar, la calidad de las escuelas a las
de la existencia de “períodos críticos” que asisten los niños y los grupos de
durante la maduración de las áreas pares, entre otros (Brooks-Gunn y
prefrontales, y específicamente para Duncan, 1997; McLloyd, 1998; Adler
ciertas funciones, nos permitiría y Newman, 2002).
explicar por qué los niños más gran- Con respecto al Juego “Simón
des del presente estudio tuvieron un Dice” el análisis factorial exploratorio
desempeño bajo, similar al de los nos permite afirmar que mide dos fac-
niños más pequeños. La duración de tores en cada Condición de compleji-
las influencias de experiencias positi- dad: un factor de Activación y otro de
vas y negativas, el cuidado e interven- Inhibición, que explicarían el 41%
ción tempranas influyen en el desarro- (condición I) y 51% (condición II) de
llo de la autorregulación (Bronson, la variancia total. Estos resultados
2000). Además, una exposición pro- muestran una estructura factorial
longada a situaciones de pobreza clara, existiendo una buena discrimi-
durante la infancia, combina múltiples nación entre los ítems antecedidos por
factores de riesgo (Bradley et. al., las palabras “Simón dice”, orden que
1994), entre ellos: a) una habilidad deben ejecutar y aquellos ítems que
restringida de parte del sistema ner- deben inhibir.
vioso para protegerse de abusos tóxi- Los resultados del presente estudio
cos y de la desnutrición, b) un reper- indicarían que tanto el Sol-luna como
torio limitado de habilidades para el Juego Simón dice han resultado
obtener recursos y servicios, c) falta medidas válidas para el estudio de los
de confianza en el medio y en aquello procesos de control ejecutivo en niños.
que éste puede ofrecer de forma de Sin embargo, la correlación entre
satisfacer las necesidades propias, d) ambas pruebas, permitió determinar
la supresión de un sentido de autoefi- que dichos procedimientos miden pro-
cacia, o d) otras combinaciones que se cesos diferentes. Si bien ambas tareas
pueden dar a partir de las anteriores. fueron utilizadas en diversos trabajos
Algunas características de los citados en la bibliografía, para estudiar
ambientes de pobreza, tales como el el control cognitivo y el uso de reglas
estrés crónico, un contexto material y en los niños (Gerstadt et. al., 1994; La
psicológico empobrecido, se combi- Voie et. al., 1981; Archibald &
nan sinérgicamente de tal forma que Kerns,1999), a partir de los presentes
pueden resultar perjudiciales para los resultados se puede hipotetizar que
niños (Kotliarenco, Cáceres, & miden funciones ejecutivas de distinto
Fontecilla, 1997). Otros mecanismos nivel de complejidad.
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009
172

Los estudios realizados hasta el los estímulos de nombrar colores y


momento con Resonancia Magnética palabras, afectando a niveles básicos, la
Funcional y Test de Stroop Color- capacidad del sujeto para clasificar
Palabra han puesto de manifiesto la acti- información de su entorno y reaccionar
vación de múltiples regiones cerebrales selectivamente a esa información.
que forman una red atencional comple- Del mismo modo, puede pensarse
ja (Peterson, Skudlarski., Gatenby., que la lámina de interferencia del
Zhang, Anderson, & Gore, 1999; “Stroop Sol- Luna”, implica –para los
Salgado-Pineda Vendrell, Bargalló, niños pequeños- un conflicto básico
Falcón, & Junqué, 2002). El test de entre el esfuerzo de decir lo opuesto al
Stroop clásico parece medir básicamen- estímulo presente y la respuesta auto-
te la capacidad de inhibición ante res- mática que surge ante dicho estímulo,
puestas automáticas (Salgado- Pineda compitiendo ambas respuestas entre sí.
et. al., 2002). Las investigaciones reali- Por su lado, el “Simón dice”, tam-
zadas con técnicas de neuroimagen fun- bién implica la capacidad de inhibir
cional (PET, RMf) han puesto de mani- una respuesta motriz. Sin embargo, se
fiesto en la ejecución de la prueba de debe analizar el procesamiento implí-
Stroop, un papel preponderante del cin- cito en cada una de estas tareas, que
gulado anterior (Pardo, Pardo, Janer & resulta de distinta complejidad. El estí-
Raichle, 1990; Vendrell et. al., 1995; mulo del “Stroop Sol-Luna” se presen-
Salgado- Pineda et. al., 2002). ta solamente en la modalidad visual
Estudios previos (Golden, 1994) no (estímulo visual que es directamente
encontraron correlación entre la interfe- contrastado con la orden sostenida en
rencia del Stroop Color-Palabra y la la memoria de trabajo), a diferencia de
interferencia medida por otros tests, los estímulos competentes del “Simón
indicando la existencia de un factor dice”, que ingresan por dos canales,
especial de relación entre “el nombrar visual y auditivo. En la condición II, la
colores” y el “leer palabras”. La palabra orden verbal escuchada debe contras-
coloreada del Stroop suscita una res- tarse con una regla sostenida en la
puesta verbal automática que requiere memoria de trabajo, suprimiendo no
muchas de las mismas funciones neu- sólo el contenido de la orden verbal
ropsicológicas necesarias para nombrar escuchada (condición I) sino también
los colores. Además, la respuesta de la conducta observada del coordinador.
leer palabras ocupa, al mismo tiempo, Si se atiende a una teoría modular
los mismos canales neuropsicológicos de la mente como la teoría ACT-R 6.0
que la respuesta de nombrar colores. (Anderson, 1993, 2007) puede enten-
De esta manera, la lámina de interfe- derse que estos módulos (visual y
rencia del Stroop color- palabra mide auditivo) son dependientes de la
básicamente la capacidad para separar modalidad sensorial del estímulo
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009
173

entrante al sistema cognitivo. Al la supresión de una respuesta automá-


mismo tiempo, en estas tareas de con- tica, pero difieren en lo siguiente: a) la
trol de interferencia participan dos modalidad sensorial del estímulo
módulos en forma diferencial (el de competente, b) el monto de informa-
representación y el declarativo), que ción a procesar o input, c) en la distri-
se sabe son dependientes del tipo de bución de la atención demandada, y d)
contenido de la información (material la complejidad de la regla sostenida
pictórico y material verbal activan en la memoria de trabajo.
diferencialmente el cortex parietal Se ha distinguido entre inhibición
derecho y cortex prefrontal izquierdo, conductual y cognitiva, planteando
respectivamente). Los dos módulos que la inhibición cognitiva permite la
de control (meta y procedural) tam- supresión de pensamientos o conteni-
bién participan de modo diferente, ya dos de la memoria de trabajo (Nigg,
que la complejidad de la regla que 2000). En cambio, el control inhibito-
debe ser sostenida en el desempeño de rio conductual se refiere a la capaci-
la tarea entre ambas pruebas es dife- dad de inhibir una respuesta compor-
rente. Ambas pruebas implican la tamental ante un estímulo. Sin embar-
supresión de una respuesta motriz go, aún no se cuenta con evidencia
(control de interferencia motriz), pero cierta acerca de si las inhibiciones
en el “Sol- Luna” la regla es más sim- conductuales y cognitivas se encuen-
ple y directa (“si veo X dibujo, enton- tran subordinadas o no a los mismos
ces digo su opuesto”), a diferencia del sistemas (Nigg, 2000). Coincidimos
juego “Simón dice” donde la acción con esta última afirmación, ya que de
de contraste entre regla y orden escu- acuerdo a los resultados hallados, no
chada y/o observada, implica una es posible plantear una clasificación
decodificación (si escucho “Simón tan simple entre inhibición cognitiva
dice”, entonces ejecuto su contenido). y conductual. El control de interferen-
Por último, el output también se pre- cia motriz implica un procesamiento a
senta de modo distinto: modalidad nivel cognitivo, de diferentes niveles
vocal para la prueba “Sol-Luna” y de complejidad, participando diferen-
motriz para el “Simón dice”. tes módulos y de diferentes formas,
¿Qué mecanismos participan en el dadas determinadas características de
procesamiento de estos diferentes las tareas (modalidad sensorial del
estímulos visual (para el Stroop “Sol- estímulo, complejidad de la regla,
Luna”) y auditivo (para el “Simón etc.). En este procesamiento partici-
dice”)? Se puede hipotetizar que son pan mecanismos inhibitorios, de aten-
los mismos mecanismos de inhibi- ción selectiva y memoria de trabajo,
ción, atención selectiva y memoria de en mayor o menor medida expresados
trabajo. Ambas pruebas coinciden en en una respuesta motriz.
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009
174

Los hallazgos en el presente estudio cia de considerar principios del desarro-


acerca de la relación entre el control llo y principios del funcionamiento de
inhibitorio y la hiperactividad, son con- los micro-procesos de la mente, a la hora
sistentes con un gran número de inves- de adaptar o construir tareas que midan
tigaciones previas provenientes tanto estas funciones. Lo interesante no es
de estudios longitudinales (Thorell, sólo la respuesta de control de interfe-
Bohlin & Rydell, 2004), como de aque- rencia motriz, sino también comprender
llas que han encontrado asociaciones cómo múltiples módulos son integrados
similares en muestras clínicas (Barkley, al resolver un problema, en este caso,
1997; Pennington & Ozonoff, 1996) y problemas adaptados a la infancia. En
muestras no clínicas (Berlin & Bohlin, relación a este tema, es posible concluir
2002). Algunos estudios que usaron acerca de la importancia de explicar el
pruebas de laboratorio, cuestionarios procesamiento implícito y explícito pre-
reportados por padres, y técnicas de sente en los procesos de control ejecuti-
funcionamiento cerebral en niños, han vo y que debe ser medido, antes que la
encontrado evidencia apoyando esta mera presencia de un control inhibitorio
conexión entre atención ejecutiva y cognitivo vs conductual.
habilidades de auto-regulación (Rueda, A la hora de considerar el material y
Posner & Rothbart, 2005). estímulo más apropiado a la edad, ya
sea para la evaluación como para la esti-
CONCLUSIÓN mulación de las funciones ejecutivas, se
deben tener en cuenta características
La multidimensionalidad y comple- tales como: modalidad sensorial, com-
jidad del constructo de “funciones eje- plejidad de la regla implícita en la con-
cutivas” demostrada por una extensa signa y tipo de contenido de la informa-
bibliografía (Tirapu- Ustárroz, Muñoz- ción entrante al sistema cognitivo.
Céspedes, Pelegrín- Valero, 2002; Por último, el análisis de pruebas
Baron, 2004; Welsh et al., 1991; lúdicas como las propuestas aquí, y su
Denckla, 1996; Fletcher, 1996) lleva a asociación al comportamiento observa-
plantear la importancia de modelos do en el aula, puede resultar de interés
integrales para su estudio y medición. en el contexto escolar para su uso con
Específicamente, al analizar su estudio docentes, con una finalidad de promo-
y medición en niños, se debe considerar ción y estimulación de las funciones
sus componentes específicos en cuanto ejecutivas, antes que un diagnóstico clí-
a los mecanismos, funciones y procesos nico. Tareas que sigan un procesamien-
más básicos que participan, y su to similar al de la prueba “Stroop Sol-
momento de especial eclosión. De esta Luna” pueden ser utilizadas para niños
manera, el presente trabajo ha arrojado más pequeños, y otras tareas similares
alguna evidencia acerca de la importan- al Juego “Simón Dice”, para niños
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009
175

mayores, o niños que requieran de un das para contextos escolares de escasos


mayor nivel de complejidad. Este tipo recursos, en los cuales las carencias del
de pruebas que pueden ser recreadas de lenguaje escrito y verbal dificultan la
acuerdo a las características de la edad, medición con pruebas estándares de
también pueden resultar más apropia- lápiz y papel.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Adler, N. E. & Newman, K. (2002). Socioeconomic disparities in health: path-


ways and policies. Health Affairs, 21, 60- 76.
Anderson, J.R. (1993). Rules of the mind. Hillsdale, NJ: Lawrence Erlbaum Associates.
Anderson, J. R. (2007) How Can the Human Mind Occur in the Physical
Universe? New York: Oxford University Press.
Anderson, V. (1998). Assessing Executive Functions in Children: Biological,
Psychological, and Developmental Considerations. , 8 (3): 319-349.
Anderson, V. A., Anderson, P., Northam, E., Jacobs, R., & Catroppa, C. (2001).
Development of executive functions through late childhood and adolescence
in an Australian sample. Developmental Neuropsychology, 20(1): 385–406.
Archibald, S., & Kerns K. (1999). Identification and Description of New Tests of
Executive Functioning in Children. Child Neuropsychology, 5 (2): 115-129.
Armengol, C. G. (2002). Stroop Test in Spanish: Children’s Norms. The Clinical
Neuropsychologist, 16 (1): 67-80. (Abstrac)
Aron, A. R. (2007). The Neural Bases of Inhibition in Cognitive Control.
Neuroscientist, 13 (3), 214- 228 Hinshaw, S. P. (2003). Impulsivity, Emotion
Regulation, and Developmental Psychopathology: Specificity versus Generality
of Linkages. Annals of The New York Academy of Sciences, 1008, 149-159.
Barkley, R. A. (1997). Behavioral Inhibition, Sustained Attention, and
Executive Functions: Constructing a Unifying Theory of ADHD.
Psychological Bulletin, 121 (1): 65- 94.
Baron, I. S. (2004). Neuropsychological Evaluation of the Child. Oxford
University Press. (pp. 140-141).
Becker M. G., Isaac, W., & Hynd, G. (1987) Neuropsychological development
of non-verbal behaviors attributed to “frontal lobe” functioning.
Developmental Neuropsychology, 3, 275-298.
Benedet, M. J. (1986). Evaluación Neuropsicológica. España: Editorial Desclée
de Brouwer.
Berlin, L., & Bohlin, G. (2002). Response inhibition, hyperactivity and conduct
problems among preschool children. Journal of Clinical Child and
Adolescent Psychology, 31, 242–251.
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009
176

Bradley, R. H., Whiteside, L., Mundfrom, D. J., Casey, P. H.,Kelleher, K. J., &
Pope, S. K. (1994). Early indications of resilience and their relation to expe-
riences in thehome environments of low birthweight, premature children
living in poverty. Child Development, 65, 346-360.
Bronson, M. (2000). Self-regulation in early childhood. Nature and Nurture.
New York: The Guilford Press.
Brown, A.L., & De Loache, J.S. (1978). Skills, plans and self– regulation. In R.
Siegler (Ed.), Children’s thinking: what develops?. Hillsdale: Erlbaum.
Brooks-Gunn, J. & Duncan, G. J. (1997). The effects of poverty in children. The
Future of Children. Children and Poverty, 7 (2) – Summer/Fall.
Cabeza, R., & Nyberg, L. (1997). Imaging cognition: An empirical review of PET
studies with normal subjects. Journal of Cognitive Neuroscience, 9, 1-26.
Denckla, M. B. (1996). A theory and model of executive function: A neurops-
ychological perspective. In G. R. Lyon & N. A. Krasnegor (Eds.), Attention,
memory, and executive function (pp. 263-278)
Diamond A., Prevor, M. B., Callender, G., & Druin, D. P. (1997). Prefrontal cor-
tex cognitive deficits in children treated early and continuously for PKU.
Monographs of the Society for Research in Child Development, 62(4), 1-205.
Dowsett, S. M., & Livesey, D. J. (2000). The development of inhibitory control
in preschool children: effects of “executive skills” training. Development
Psychobiology, 36(2), 161-174.
Espy, K. A., Kaufmann, P. M., Glisky, M. L., & McDiarmid, M. D. (2001). New
procedures to assess executive functions in preschool children. The Clinical
Neuropsychologist, 15, 46-58.
Flavell, J. H. & Wellman, H. (1977): Metamemory. En Kail, R. y Hagen, J. (Eds.):
Perspectives on the development of memory and cognition. Hillsdale: LEA.
Fletcher, J. M. (1996). Executive Functions in Children: Introduction to the
Special Series. Developmental Neuropsychology, 12.
Gerstadt, C., Hong, Y., & Diamond, A. (1994). The relationship between cogni-
tion and action: Performance of 31//2-7 year old children on a Stroop-like
day–night test. Cognition, 53, 129–153.
Goldberg, E. (2001). The Executive Brain: Frontal Lobes and the
CivilizedMind, Oxford, New York.
Golden, P. H. D. (1994). Stroop. Test de colores y palabras. Madrid: TEA.
Hinshaw, S. P. (2003). Impulsivity, Emotion Regulation, and Developmental
Psychopathology: Specificity versus Generality of Linkages. Annals of The
New York Academy of Sciences, 1008, 149-159.
Ison, M. S. y Fachinelli, C. C. (1993). Guía de Observación Comportamental
para niños. Interdisciplinaria. 12 (1): 11-21.
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009
177

Kotliarenco, M. A., Cáceres, I., & Fontecilla, M. (1997). Estado del arte en resi-
liencia. Washington: Organización Panamericana de la Salud.
Lahti- Nuuttila, Pekka (2001). Differential Development of Attention and
Executive Functions in 3- to 12-Year-Old Finnish Children. Developmental
Neuropsychology, 20 (1):407-429.
La Voie, J. C., Anderson, K., Fraze, B. y Johnson, K. (1981). Modeling, tuition,
and sanction effects on self-control at different ages, Journal of Experimental
Child Psychology, 31, 446-455.
Lipina S. J. (2001). Influencias Ambientales sobre el Desempeño Cognitivo en
la Prueba a no b de una Población de Niños Argentinos de entre 6 y 14 Meses.
Resúmenes de la 8ª Reunión Nacional de la Asociación Argentina de
Ciencias del Comportamiento, Rosario, 2001.
MacLeod, C. M. (1991). Fifty years of the Stroop effect: An integrative review
and reinterpretation of effects. Psychological Bulletin, 114, 376- 390.
Marlowe W.B. (2000). An Intervention for Children With Disorders of
Executive Functions. Developmental Neuropsychology, 18 (3): 445 –454.
McLloyd, V. C. (1998) Socioeconomic disadvantage and child development.
American Psychologist, 53, 185- 204.
Musso, M., López, M. & Iglesias, F. (2007). Auto-regulación y Habilidades
Sociales: intervención en una población infantil de riesgo por pobreza.
Avances en Investigación en Ciencias del Comportamiento en Argentina.
Tomo I. Editores: M. C. Richaud de Minzi y M. Ison. Editorial de la
Universidad del Aconcagua, Mendoza. Argentina.
Nigg, J. T. (2000). On Inhibition/Disinhibition in Developmental
Psychopathology: Views From Cognitive and Personality Psychology and a
Working Inhibition Taxonomy. Psychological Bulletin, 126 (2): 220-246
Nigg, J. T. (2003). Response Inhibition and Disruptive Behaviours: Toward a
Multiprocess Conception of Etiological Heterogeneity for ADHD Combined
Type and Conduct Disorder Early-onset Type. Annals Of The New York
Academy Of Sciences, 1008, 170-182
Pardo, J.V., Pardo, P.J., Janer, K.W., Raichle, M.E. (1990): The anterior cingu-
late cortex mediates processing selection in the Stroop attentional conflict
paradigm. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United
States of America, 87:256–259
Pennington, B. F. y Ozonoff, S. (1996). Executive functions and developmental
psychopatology. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 37 (1), 51- 87.
Peterson, B. S., Skudlarski, P., Gatenby, C., Zhang, H., Anderson, A. W., &
Gore, J. C. (1999). An fMRI study of Stroop word–color interference:

RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009


178

Evidence for cingulated subregions subserving multiple distributed attentio-


nal systems. Biological Psychiatry, 45, 1237–1258.
Rueda, R., Posner, M. & Rothbart, M. K. (2005). The Development of
Executive Attention: Contributions to the Emergence of Self-Regulation.
Developmental Neuropsychology, 28(2), 573–594
Salgado- Pineda, P., Vendrell. P., Bargalló, N., Falcón, C., & Junqué, C. (2002).
Resonancia magnética funcional en la evaluación de la actividad del cingulado
anterior mediante el paradigma de Stroop. Revista de Neurología; 34 (7): 607-611
Sternberg, R. J. (1979). Six authors in search of character: A play about intelli-
gence test in the year 2000. Intelligence, 3, 283-293.
Tirapu- Ustárroz, J., Muñoz- Céspedes, J. M., Pelegrín- Valero, C. (2002).
Funciones ejecutivas: necesidad de una integración conceptual. Revista de
Neurología; 34 (7): 673- 685.
Thorell, L. B., Bohlin, G. & Rydell, A. M. (2004). Two types of inhibitory con-
trol: Predictive relations to social functioning. International Journal of
Behavioral Development, 28 (3), 193–203.
Vaidya, Ch., Bunge, S., Dudukovic N., Zalecki, Ch., Elliott, G., & Gabrieli, J.
(2005). Altered Neural Substrates of Cognitive Control in Childhood ADHD:
Evidence from Functional Magnetic Resonance Imaging. The American
Journal of Psychiatry, 162 (9), 1605-1613.
Vendrell, P, Carme, J, Pujol, J, Jurado, M A, Molet, J,& Grafman, J (1995) The
role of prefrontal regions in the Stroop task. Neuropsychologia, 33, 41–352.
Welch,M. C. (2001). The prefrontal cortex and the development of the executi-
ve function in childhood. In A. F. Kalverboer & A. Gramsbergen (Eds.),
Handbook of brain and behavior in human development (pp. 767–790).
Dordrecht, The Netherlands: Kluwer Academic.
Welsh, M. C., Pennington, B. F., & Groisser, D. B. (1991). A normative deve-
lopmental study on executive function: A window on prefrontal function in
children. Developmental Neuropsychology. 7(2): 131–149.
Zelazo, P. D., & Jacques, S. (1996). Children´s rule use: representation, reflec-
tion and cognitive control. Annals of Child Development, Vol. 12: 119- 176.

AGRADECIMIENTOS

La autora agradece a la Dra. María C. Richaud por su constante asesoramiento


y sugerencias en la realización de este trabajo. También agradezco a los estudian-
tes avanzados de Psicología de la Universidad Católica Argentina, Sede Paraná
(Entre Ríos), Argentina, por su participación en la administración de las pruebas.
RIDEP · Nº 27 · Vol. 1 · 2009

Vous aimerez peut-être aussi