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El proyecto nacional de educación en Colombia, implicaciones para los docentes y

estudiantes1.

“ya no se trata del saber pedagógico, se trata del saber político, es una región del
saber político que se comunica con el saber pedagógico a nivel de las estrategias
que vinculan la práctica política con la práctica pedagógica en regiones
específicas del discurso, el sujeto y las instituciones.”2

La elaboración de un proyecto educativo parte del ejercicio del poder, específicamente


del político, este poder hace posible la ejecución de los pensamientos, proyectos y
planes a la realidad. Así en Colombia con la separación del gobierno español se efectuó
la proyección y puesta en marcha del proyecto de educación nacional, un proyecto que
respondiera a los intereses nacionales y diera respuesta a las necesidades de la nación.
Por tal razón en el presente escrito se pretende comprender el lugar del docente como
sujeto articulador del proyecto político con el pedagógico; Igualmente el real beneficio
para los beneficiados por este proyecto educativo, por tanto en una educación pensada y
estructurada para desarrollar un proyecto nacional ¿en dónde está la libertad docente
para actuar en beneficio de sus estudiantes? ¿Los estudiantes son el centro de este
proyecto?
La necesidad de contar con un programa de educación fue un planteamiento importante
desde los primeros gobiernos republicanos, pues se concebía a esta como pilar
fundamental para romper con los lazos coloniales y culturales con España. Pero, la
inestabilidad del reciente gobierno y los incipientes recursos con el que éste contaba, no
permitieron que este plan se consumara a cabalidad. Sólo quedó el imaginario lo que
debía ser la educación popular en la nueva república.
Durante la vicepresidencia de Santander surge genuinamente el primer plan de
instrucción pública. Con una educación gratuita, más el establecimiento de escuelas en
todos los distritos y colegios en todas las capitales de provincias, era la forma como el
general Santander pretendía sacar adelante la naciente república. Sin embargo, estos
deseos se vieron prontamente frutados por varios motivos, el más complejo de ellos
radicaba en la difícil situación económica por la que pasaba el país, el cual tenía otras
urgencias como la tarea de construir un estado republicano, el desconocimiento de su
geografía, la carencia de vías y las enfermedades en muchas zonas además estaba la
falta de maestros lo suficientemente capacitados.
Se buscaba una organización de carácter formal para la educación en la cual, tanto los
individuos como los grupos se vieran acompañados y vislumbrados por la ley, el
derecho y la distribución del poder. Anclado a la construcción de una figura de
ciudadano que se ve a sí mismo como representante de lo que significaba el aparato
republicano y el poder conjunto. Así la instrucción pública se percibe como la base
1
Elaborado por Juan Alberto Mardach 1536299.
2
Zuluaga, O. (1982) citada por Echeverry, A. (1989). Santander y la instrucción publica (1819-1840). Pp.
96.
primigenia del devenir social y sin la cual la República no es más que un concepto vano,
sin un trasfondo claro el cual pueda perpetuarse y arraigarse efectivamente en la
sociedad; Santander busca fortalecer nuevas lealtades de los ciudadanos al Estado en
formación; implantar nuevos valores civiles sobre las empobrecidas instituciones
educativas y políticas del régimen colonial.
La instauración de la instrucción pública en la formación de la República fue
caracterizada en sus primeras instancias por una serie de divergencias y discrepancias
ideológicas protagonizadas por sus fundadores Francisco de Paula Santander y Simón
Bolívar. Quienes estaban infundidos profundamente por las corrientes ilustradas de la
época, lo cual les concedió la oportunidad de ver la educación de una manera muy
distinta. Imaginaron el modelo de educación que necesitaba la naciente juventud
neogranadina, pensaron el diseño de planes de estudio que solo se verían plasmados una
vez fuera concluida la campaña de liberación que estaba en curso. Permitiendo entrever
no solo una inquietud de carácter político y social esencial de dicho período, sino
también las aspiraciones ideológicas que debían identificar a la nueva élite.
La posición de Bolívar frente a la educación se oponía a la de Santander, no en lo que
tiene que ver con la escuela, pues ambos rivales decidieron apoyar la escuela mutua.
(Zuluaga, 1984). Se distanciaban en su concepción de educación necesaria para la
sociedad, en donde el discurso de Bolívar era ampliamente moral, mientras que el de
Santander era legal, lo cual evidenciaba que pensaban en dos tipos de hombre para
educar. Bolívar concebía que la moral estaba por encima de lo legal, de la norma, de lo
que se proponía como civil. Hay que aclarar que para Bolívar no perdía validez lo legal,
sino que esto era secundario y se formaba después de lo moral y natural. Esta forma de
pensar era una clara identificación con Rousseau. Por el contrario, Santander creía que
la ley humana era la encargada de educar la conciencia, el cuerpo, la que brindaba los
valores y creaba el ser. Esta posición era claramente Utilitarista, fundada en el derecho y
en el orden de la civilización, reconocido y apoyado en las doctrinas de Bentham, Say y
Tracy. (Quiceno, 2003).
Por otra parte, “El problema primordial después de la independencia era el de cómo
educar a los hombres, a cada individuo y a toda la población 3” ante esto y movidos por
la doctrina utilitarista de Bentham necesitaban ciudadanos letrados que sirvieran al
florecimiento de la nación por ende, se consideró la necesidad de implantar un modelo
educativo acorde a los recursos y necesidades que se tenían en ese momento. De esta
manera se tuvo en cuenta el método de enseñanza mutua de Joseph Lancaster.
El método lancasteriano se caracterizaba por una enseñanza simultánea o mutua en la
cual, los estudiantes aprendían en forma grupal y el maestro se apoyaba en alumnos
destacados o que eran más grandes que sus compañeros los cuales recibían el título de
monitores. Estos monitores eran los encargados de dar a conocer los temas y enseñarles
al resto de sus compañeros; era además un intermediario ya que este informaba al
maestro de cualquier situación que se presentará en las clases. En el aula se acomodaban
según sus conocimientos y el grado que estaban cursando, en las primeras filas se
encontraban los grupos de los más pequeños y a medida en que iban adquiriendo nuevos
conocimientos se iban sentando en las filas posteriores. El maestro era quien daba las
instrucciones de lo que se debía realizar durante la jornada; su lugar se encontraba al
3
Quiceno, H. (2003). Crónicas históricas de la educación en Colombia. Pp. 23.
frente del aula tras un escritorio el cual, estaba ubicado en una plataforma que lo hacía
estar más arriba que el resto y desde donde podía observar toda el aula.
La ventaja de este método reside en que fomenta la propagación de las escuelas de
instrucción pública a muy bajo costo y con un reducido número de maestro ya que se
necesitaba uno por establecimiento; formando así a un gran número de ciudadanos. Su
éxito se debió en gran parte a los adelantos técnicos que presentaban como signo de
progreso con respecto a la enseñanza colonial. Esta escuela permitía resolver el
problema sobre la formación moral del hombre: orden, control interno y externo, reglas
de comportamiento, autoridad y técnica. Sus contenidos de enseñanza eran la lectura, la
escritura, la gramática, el dibujo, la costura; su didáctica era mecánica, repetitiva y
memorística (Triana, 1845).
Con todo lo anterior se entiende que el plan de educación republicano fue pensado para
romper con la historia colonial para fortalecer una identidad nacional y no para
beneficio de los habitantes del territorio nacional, es decir el interés de este plan era la
formación de una nueva cultura política y social con respecto a la colonia. Así las elites
y grupos de poder decidieron, estructuraron y ejecutaron la instrucción pública. Si bien
esto fue una mejora, seguía sin visualizar a los sectores populares, estos solo sería
receptores, no se les conto en este plan estructurado desde arriba. Igualmente una era la
educación popular o publica y otra la de las elites; las cuales contaban con los recursos
suficientes y profesores calificados. Esta estaba respaldada por la iglesia católica, la cual
constantemente se enfrentó al programa educativo nacional (Goggin, 1991).
Ante esto el papel del docente es el de un sujeto primordial para realizar este proyecto,
pues en el recae el papel de instruir a las nuevas generaciones en la ciencia, técnica,
moral y patriotismo (Gutiérrez, 2014). No obstante su papel pedagógico se ve limitado,
pues es el encargado de ejecutar un plan político y no un proyecto realmente
pedagógico, el cual se estructura para ser estrictamente económico (con justificadas
razones), limitando el papel del docente a ser el encargado de vigilar y controlar el
avance y disciplina de sus alumnos. Algo reflejado en el célebre manual de enseñanza
mutua de Triana.
Respecto en este proyecto y con el actuar del profesorado los alumnos son considerados
como sujetos pasivos los cuales en mayor o menor medida pueden aprender de la misma
forma. Provocar la uniformidad es lo deseado en ellos, en donde la coerción física, la
norma, lo moral y la religión son las herramientas para lograr una educación completa,
para formar hombres y mujeres útiles para Dios y la nación.
Bibliografía

Ahern, E. (1947). El desarrollo de la educación en Colombia 1820-1850. Traducción de


Cataño, G & arevalo, G. (1991). Revista colombiana de educación. Numero 22-
23. Universidad pedagógica nacional. Colombia.
Gutierrez, L. (2014). A modo de historiografía de la educación colombiana en los
primeros años de independencia. Praxis pedagógica. Pp. 125-140. Colombia.
Triana, J. (1845). Manual de enseñanza mutua para las escuelas de primeras letras.
Biblioteca nacional de Colombia. Colombia.
Quiceno, H. (2003). La educación en la gran Colombia: 1819-1830. En Crónicas
históricas de la educación en Colombia. (Paginas 21-51) Bogotá: Editorial
magisterio.
Zuluaga, O. (1984). El Maestro y el saber pedagógico en Colombia 1821-1848.
Medellín, Universidad de Antioquia.

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