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LA INTEGRIDAD DE JOSÉ (Génesis 37-45)

1. José en Canaán

Jacob tuvo bastante preferencia por José, y lo amaba más que a todos sus hijos, dándole
una túnica de colores, como la que usaban los hijos de los nobles (Gn 37:3). Esta muestra
de
predilección imprudente fue el motivo de celos, pena y dolor. Al ver José la mala conducta
de sus hermanos, se afligía mucho; se atrevió a reprenderlos suavemente, pero esto
despertó tanto más el odio y el resentimiento de ellos. A José le era insufrible verlos pecar
contra dios, y contó esta situación a su padre, esperando que su autoridad
los indujera a enmendarse (Gn 37:2).
2. José en la casa de Potifar

(Génesis 39:7-12)
7 Aconteció después de esto, que la mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme
conmigo.
8 Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo
de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene.
9 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por
cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?
10 Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para
estar con ella,
11 aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había nadie de los de
casa allí.
12 Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en las
manos de ella, y huyó y salió.
3. José en la cárcel

(Génesis 39:21-23)
21 Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos
del jefe de la cárcel.
22 Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había
en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía.
23 No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de
José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.
Investigadores hallan evidencias de la existencia de José de Egipto, la conocida
historia de José es uno de los relatos más conocidos de la Biblia.
Los acontecimientos de la vida de José también se encuentran en la Torá y el Corán. Hoy
en día es tal vez el más asociado con las historias de la escuela dominical. Escrito por
escribas unos 1000 años después de los eventos tuvieron lugar, se piensa a menudo que
la historia puede tener cierta tradición histórica, pero con una porción saludable de licencia
dramática.
Egiptólogos, sin embargo, han descubierto alguna evidencia intrigante.

La historia comienza en Canaán – moderna Palestina, Siria e Israel – alrededor de 1.600 a


1700 antes de Cristo. José era el hijo # 11 de los 12 hijos de un nómada rico llamado
Jacob y su segunda esposa Raquel. Su historia se cuenta en el libro de Génesis 37-50.
José fue muy querido por Jacob porque él había nacido en su vejez. Se le dio un
regalo especial de su padre – un abrigo ricamente ornamentado. Este favoritismo no
fue bien recibido por sus hermanos.

Los antropólogos de hoy han encontrado que esta rivalidad entre hermanos es un
subproducto común de los matrimonios polígamos. A menudo los niños eran nacidos por
diferentes esposas, y cada esposa querían lo mejor para su hijo. La Biblia nos dice que
José y Benjamín son los hijos de la segunda esposa de Jacob, mientras que todos los
otros hijos son de diferentes esposas. Siendo que el trato especial alimentaba los celos de
los hermanos.

3. José en el palacio

(Génesis 41:39-44)
39 Y Faraón dijo a José: Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay nadie tan
prudente ni tan sabio como tú.
40 Tú estarás sobre mi casa, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes; solamente en el
trono yo seré mayor que tú.
41 Faraón dijo también a José: Mira, te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.
42 Y Faraón se quitó el anillo de sellar de su mano y lo puso en la mano de José; y lo
vistió con vestiduras de lino fino y puso un collar de oro en su cuello.
43 Lo hizo montar en su segundo carro, y proclamaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!
Y lo puso sobre toda la tierra de Egipto.
44Entonces Faraón dijo a José: Aunque yo soy Faraón, sin embargo, nadie levantará su
mano ni su pie sin tu permiso en toda la tierra de Egipto.

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