Vous êtes sur la page 1sur 28

Historia de España.

2º de Bachillerato

BLOQUE 9
LA CRISIS DEL SISTEMA DE LA RESTAURACIÓN Y LA CAÍDA DE LA
MONARQUÍA (1902- 1931)
¿QUÉ SE PIDE EN LA EBAU?

 Define en qué consistió el “revisionismo político” inicial del reinado de Alfonso XIII, y las principales
medidas adoptadas.
 Especifica las causas del golpe de Estado de Primo de Rivera y los apoyos con que contó inicialmente.
(pregunta práctica que se presenta a través del texto que verás al final del tema, con dos preguntas a
responder).
 Describe la evolución de la dictadura de Primo de Rivera, desde el Directorio militar al Directorio
civil y su final.
 Explica las causas que llevaron a la proclamación de la Segunda República y relaciona sus dificultades
con la crisis económica mundial de los años 30.

Introducción

En 1902, Alfonso XIII, con 16 años, se convirtió en rey de España. Con


ello acababa la regencia de su madre, la reina María Cristina de
Habsburgo. El joven rey tuvo que enfrentarse a numerosos problemas,
tanto interiores como exteriores, que supusieron la crisis del sistema
de la Restauración. Esta se manifestó en:

1. La inestabilidad política (entre 1902 y 1923 hubo 36


presidentes de gobierno).
2. La fragmentación de los partidos dinásticos (el conservador y el
liberal progresista), evidente después de 1914).
3. Intervencionismo de Alfonso XIII en la política del país, sin
respetar el papel de árbitro que teóricamente debía jugar. Su apoyo a
los sectores más conservadores del ejército culminó con el apoyo a la
Dictadura de Primo de Rivera. Elemento clave en el desprestigio de la
Alfonso XIII joven monarquía.
4. El crecimiento de los partidos y grupos de oposición al sistema
(partidos republicanos, obreros y nacionalistas), así como de la clase intelectual del
país.

Durante el reinado de Alfonso XIII se agudizaron varios problemas, como el colonial


en Marruecos, el de los regionalismos y nacionalismos, el fraude electoral, la conflictividad
social que se manifestaba en las continuas huelgas protagonizadas por obreros cada vez más
organizados, el problema terrorista y la crisis económica tras la Primera Guerra Mundial.

Muchos de ellos, de difícil solución, provocaron las dos crisis más fuertes del
sistema de la Restauración: la de 1909 y la de 1917, y, más tarde, el golpe de
estado de Primo de Rivera en septiembre de 1923.

1. La primera etapa del reinado (1902- 1914): el revisionismo.

Dado el ambiente social y político creado en España por la derrota del 98, se
albergaban esperanzas de que el nuevo monarca encabezase una política de carácter

Página 1 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

regenerador. Al inicio de su reinado, en contraste con la reina regente, el joven rey mostró
gran interés por la participación activa en política. Los grandes políticos de la primera etapa
de la Restauración, Cánovas, Castelar, Sagasta y Silvela, murieron entre 1897 y 1905.
Tomaron el relevo Antonio Maura, en el Partido Conservador, y José Canalejas, como figura
más destacada del Partido Liberal. Contemporáneo de estos políticos fue Pablo Iglesias
Posse, el líder del obrerismo socialista español.

Durante los primeros años del reinado, mientras continuaba deteriorándose el


sistema del turno de partidos, los regeneracionistas intentaron solucionar los problemas del
país, intentando remontar el fracaso del 98 y el pesimismo posterior. Se trataba de
conseguir la recuperación económica y cultural del país, que Joaquín Costa resumía en
“despensa y escuela”. Son años que, alternándose en el poder conservadores y liberales, se
caracterizaron por una gran inestabilidad política debida a la inexperiencia del monarca y la
debilidad interna de los partidos. La expresión política del regeneracionismo va a conocerse
como revisionismo, un intento de “revolución desde arriba”.

En la actuación política de Alfonso XIII se pueden destacar dos rasgos:

1. Un intervencionismo constante en la vida política ordinaria, así como en las luchas de


los partidos dinásticos.
2. La relación directa entre la Corona y los mandos militares, aprovechando su
condición de jefe del ejército.

La política oficial también estaba contagiada del espíritu regeneracionista que se había
extendido por todo el país. Aparecen así los intentos de reforma del sistema político de la
Restauración, que se hallaba cada vez más desligado de la realidad social española. Tras la
muerte de los fundadores de los dos partidos dinásticos, Cánovas (1897) y Sagasta (1903),
empezó la etapa de revisionismo político, protagonizado por Antonio Maura, desde el
Partido Conservador, y por José Canalejas, desde el Partido Liberal.

1.a. El revisionismo del Partido Conservador con Francisco Silvela y Antonio


Maura.

El partido conservador pareció entender primero las razones del


regeneracionismo con Silvela; pero fue sobre todo bajo el liderazgo
de Maura y, especialmente, en su “gobierno largo” (1907-909)
cuando se puso en práctica una política regeneradora. Entre 1904 y
1909 la gran figura de la política española fue Antonio Maura, que
intentó renovar el sistema de la Restauración tratando de conectar
el país legal con el país real. Maura estimuló la política con un
espíritu renovador y reformista, cuyo proyecto se recogía en la
consigna “o hacemos la revolución desde arriba, o nos la hacen
desde abajo”, por lo que busca crear una nueva base social
conocida como masas neutras con las que pretendía formar un
estado fuerte y eficaz. Para ello llevó al Parlamento numerosas
iniciativas legales, poniendo en marcha importantes reformas: Antonio Maura

 Una nueva Ley electoral (agosto de 1907), que no consigue eliminar el fraude ni el
caciquismo.
 La Ley de Creación de la Escuadra (mermada tras el desastre del 98).
 La Ley de Colonización interior, para mejorar la productividad del campo.

Página 2 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

 La legalización de la huelga (1908).


 La creación del Instituto Nacional de Previsión en 1908 (un organismo de protección
social que continuó existiendo hasta 1978. Fue la primera institución oficial
encargada de la Seguridad Social ) y de la Inspección de Trabajo.
 La reforma de la justicia municipal y de los sindicatos agrícolas.
 Elaboró un proyecto de Ley de represión del terrorismo, que contó con la oposición
del resto de los partidos por atentar contra las libertades y que supuso la
alianza antimaurista de liberales y republicanos.

Además, ante el auge electoral de la coalición Solidaridad Catalana, que obtuvo 41


diputados de los 44 que le correspondían a Cataluña en 1906, y que había integrado a los
republicanos, los catalanistas (la Lliga Regionalista, la Unió Catalanista y el Centre
Nacionalista Republicà), y hasta los carlistas catalanes, Maura buscará acercar a los
regionalistas a su proyecto. Solidaridad Catalana se irá descomponiendo, hasta que se
rompe totalmente cuando Maura logra el apoyo que la Lliga Regionalista a su proyecto de
ley de Administración local, que admitía la posibilidad de crear un ente regional en Cataluña

La política internacional de Maura tuvo un carácter realista, olvidando pasadas


grandezas y participando con Francia en la cuestión de Marruecos, que quedó dividido en
dos zonas de protectorado, una española y otra francesa, en 1906.

A nivel interno, la labor política de Maura fue encaminada a formar un gran bloque
derechista que contó con el apoyo de la Iglesia, lo que motivó la formación de un gran
bloque de izquierdas, anti maurista, compuesto por republicanos, nacionalistas y las
distintas tendencias del movimiento obrero, que actuó en la crisis que se desencadenó en
julio de 1909 en Barcelona (la llamada Semana Trágica), y que tendrá un claro carácter
anticlerical.

El motivo del estallido de la Semana Trágica fue el descontento por la


movilización de reservistas y el embarque de tropas destinadas a contener los ataques
marroquíes en Melilla, que amenazaban enclaves mineros explotados por España y habían
provocado una matanza de soldados españoles en el Barranco del Lobo en julio de 1909. La
protesta se concreta en Barcelona, sede de la tercera brigada, una de las unidades militares
que es objeto de movilización, y ciudad que respira un clima antimilitarista como
consecuencia de la Ley de Jurisdicciones aprobada en 1906 (ponía bajo jurisdicción militar
las ofensas orales o escritas a la unidad de la patria, la bandera y el honor del Ejército.
Varios de los artículos suponían un importante recorte a las libertades públicas, en
particular a la libertad de expresión. En Cataluña, los catalanistas la interpretaron como un
ataque a su comunidad).

Los sindicatos dieron la orden de paro general en Barcelona para protestar por los
embarques de tropas. Con relativa facilidad los anarquistas fueron dueños, durante unos
días, de la ciudad. Un centenar de muertos y sesenta iglesias y conventos incendiados y
saqueados fueron el balance del movimiento revolucionario, que, aunque se extendió a otras
poblaciones de Cataluña, perdió impulso pronto por la falta de dirección y de fines.

Una vez restablecido el orden se llevó a cabo una represión contra el anarquismo,
siendo acusado como promotor moral de los sucesos el fundador de la Escuela Moderna,
Francisco Ferrer y Guardia, que no tenía relación directa con los hechos. La condena y
ejecución de Ferrer tuvo una gran repercusión internacional, mientras que en
España, la unión de los liberales y el bloque de izquierdas consiguió la caída de Maura.
Página 3 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Maura no pudo concluir su “revolución”. Dimitió en octubre de 1909 y el rey le retiró


su confianza a la vista del desgaste del gobierno y de la reacción internacional que había
producido la ejecución de Ferrer i Guardia. No obstante, Maura cambió la política y obligó a
cambiar al Partido Liberal, como entendió José Canalejas, que gobernó desde febrero de
1910 hasta que fue asesinado en noviembre de 1912.

1.b. El revisionismo del Partido Liberal con José Canalejas, el conde de


Romanones y Eduardo Dato.

Siguiendo el turno de partidos, llegó al poder el Partido Liberal


presidido por José Canalejas (1910-1912). Dotado de una extraordinaria
habilidad de maniobra política, Canalejas se enfrentó a la movilización
callejera de los católicos cuando autorizó los signos exteriores del culto
de las Iglesias protestantes, y elaboró un proyecto de ley (ley del
Candado, de 1911) que prohibía el establecimiento de nuevas órdenes
religiosas en tanto no se aprobara una nueva ley de Asociaciones, a
riesgo de una grave confrontación con la Iglesia, pero manteniendo
buenas relaciones con el Vaticano.

José Canalejas Ante una opinión pública conmocionada por los sucesos de
Barcelona, y con un profundo sentimiento de repudio hacia el Ejército,
Canalejas promovió la reforma del servicio militar, haciéndolo obligatorio para tiempos de
guerra y redimible en tiempos de paz, a partir del quinto mes, mediante el pago de una tasa.
Asimismo suprime el impuesto de consumos, aspiración histórica de los progresistas,
sustituyéndolo por un impuesto progresivo sobre la renta. Además, realizó una nueva
legislación laboral, que intentaba mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora, y
fomentó la mejora educativa.

Respecto al regionalismo catalán, propuso la formación de la Mancomunidad


catalana, una federación de las cuatro provincias con autonomía para las cuestiones
administrativas. En política exterior siguió la línea marcada por Maura, pero el atentado
anarquista que le costó la vida en 1912 precipitó la desintegración del Partido Liberal, como
había sucedido con el Partido Conservador tras la caída de Maura. Disgregados ambos
partidos entre distintas tendencias y jefaturas, la falta de cohesión se agravó con el estallido
de la Primera Guerra Mundial, pues aunque España se mantuvo neutral,
las fricciones entre los partidarios de los aliados y los que apoyaban a las
potencias centrales eran muy fuertes.

Tras un breve gobierno del conde de Romanones (1912), llegó a la


presidencia del ejecutivo Eduardo Dato (1913-15), cuya medida gubernativa
más trascendente fue la publicación del decreto de mancomunidades
provinciales que posibilitaba una cierta autonomía de Cataluña, al permitir
la actuación conjunta de las Diputaciones provinciales. A Dato le
correspondió definir la posición de España ante la Primera Guerra
Eduardo Dato
Mundial, que no pudo ser otra que la neutralidad, exigida por la crisis
general de un país que no ofrecía interés como aliado para las potencias en conflicto.

2. Crisis del revisionismo: El impacto de la I Guerra Mundial (1914-1917)

La Primera Guerra Mundial tuvo un efecto importante en la vida económica y social


española. La posición de neutralidad favoreció la actividad económica acorto plazo, de

Página 4 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

hecho se puede hablar de un capitalismo español anterior a la guerra y de otro posterior. En


este cambio tuvo un papel fundamental el desarrollo de la banca favorecido por la concesión
de préstamos del Banco de España a bajo interés y por la adopción de criterios más
racionales y selectivos a la hora de conceder esta banca sus préstamos a terceros. La
coyuntura favorable se manifestó con el crecimiento del capitalismo español a causa de la
evolución del comercio exterior, basado en la exportación de productos altamente
demandados por las naciones en conflicto: hierro, plomo, cinc, hulla, lignito, cereales y
ganado.

Del gobierno de Romanones (1915-17) cabe destacar el proyecto


sobre la reforma fiscal, que supondría una contribución extraordinaria
sobre los beneficios originados por la guerra, que serían destinados a
creación de infraestructuras y educación, pero fue rechazada por los
conservadores, lo que dio lugar a su sustitución por el también liberal
García Prieto, que se alternará en el poder con el conservador Eduardo
Dato hasta 1918.

La guerra, por otra parte, provocó un cierto desabastecimiento de


productos básicos, como el trigo, en el mercado interior, y la consecuente
subida de precios que no se vio compensada con un alza de los salarios.
El conde de Esta situación favoreció una afiliación masiva de los trabajadores
Romanones industriales y agrícolas a los sindicatos, y originó fuertes movilizaciones,
lo que explica la crisis social y política que se produjo en España en 1917.

La crisis de 1917

Durante el verano y el otoño de 1917, la monarquía de la Restauración vivió una de


sus más profundas crisis debido a la conjunción de varios factores:

a) Un importante desarrollo económico que no fue acompañado de una


redistribución social de los beneficios entre los asalariados. Además, el auge de las ventas al
exterior generó el desabastecimiento del mercado interior y el alza de los precios en los
productos básicos, que repercutió muy negativamente en las clases medias y trabajadoras.

b) Un sistema político que no asumió una realidad social nueva, originada por el
crecimiento de las organizaciones obreras y catalanistas.

c) Una situación de descontento en el seno del Ejército, derivada de la disminución de


su capacidad adquisitiva y de la diferente movilidad en el escalafón según fuera el destino
peninsular o africano.

d) La carencia de estabilidad en los partidos Liberal y Conservador, que constituyen


la base del sistema.

La triple crisis que se produjo tuvo distintos protagonistas y escenarios:

1. Las Juntas de Defensa (la revolución de la oficialidad militar). El


malestar militar acabó por manifestarse con la creación de las Juntas Militares de Defensa,
que solicitaban mejoras presupuestarias para el Ejército y la convocatoria de unas Cortes
Constituyentes. El gobierno conservador de Dato las legalizó bajo el nombre de Comisiones
Informativas de las Armas del Ejército. Como consecuencia aumentó el poder de los
militares sobre la esfera política muy debilitada.
Página 5 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

2. La Asamblea de Parlamentarios (la revolución de la burguesía no


dinástica). Una segunda fuerza que se manifestó en el verano de 1917, fue la de los
parlamentarios, que exigían la reapertura de las Cortes que el presidente Dato había
ordenado cerrar. El 5 de Julio se reunió en Barcelona una asamblea que agrupaba al
conjunto de diputados y senadores catalanes que reivindicaba la apertura de un proceso
constituyente que reorganizase el Estado sobre una base autonómica, y que hizo un
llamamiento a todos los diputados españoles para congregarse en Barcelona. El 19 de Julio
se reunieron 68 parlamentarios, pero la Asamblea de Parlamentarios apenas pudo llevar
adelante sus trabajos ante la respuesta del gobierno, que la disolvió mediante el empleo de
la fuerza.

3. La huelga general (la revolución del proletariado). La carestía de la vida


fue el origen de un amplio movimiento huelguístico que aceleró la unidad de acción
sindical entre UGT y CNT (manifiesto conjunto de marzo de 1917), sindicatos que
habían visto incrementada su afiliación durante los últimos años, y que ante el clima político
creado, decidieron convocar una huelga general con carácter indefinido.

Un manifiesto conjunto elaborado por el comité nacional de UGT y del PSOE el 12 de


agosto, recogía los objetivos de la huelga, que se concretaban en el rechazo al sistema
político y en la creación de un gobierno provisional que convocase Cortes constituyentes y
pusiera fin a la monarquía. El gobierno, ante el inicio de la huelga el 13 de agosto, declaró el
estado de guerra, produciéndose choques violentos en Madrid, Barcelona, Zaragoza y
Bilbao. La Asamblea de Parlamentarios no secundó el movimiento. El comité de huelga fue
detenido el 14 de agosto con lo que la movilización decayó. La represión realizada por el
Gobierno a través del Ejército supuso la muerte de más de sesenta obreros y 2.000
detenidos. Los dirigentes socialistas Largo Caballero, Anguiano y Saborit, y el profesor
Besteiro fueron juzgados y condenados a cadena perpetua. Como consecuencia de estos
acontecimientos, aumentó el desprestigio popular del Ejército.

Las consecuencias de la crisis de 1917 fueron: una degradación continua y definitiva


del sistema de la Restauración, un debilitamiento de la monarquía, la activación de la
opinión pública como fuerza política y la agudización de la conciencia de clase del
proletariado.

1.3. El agotamiento del sistema político de la Restauración (1917-1923)

Los seis años que separan el final de la crisis de 1917 y la llegada de Primo de Rivera
al poder constituyeron la etapa más conflictiva e inestable de todo el reinado de Alfonso
XIII. La evolución de la vida política estuvo caracterizada por tres rasgos principales: la
inestabilidad de los gobiernos, el intento por restaurar el turnismo y el recrudecimiento de
la cuestión catalana.

Entre 1917 y 1923 se restableció el turno dinástico pero hubo trece crisis totales de
gobierno además de muchas otras parciales. La fragmentación de los partidos dinásticos
implicó la necesidad de gobiernos de concentración que fueron inestables y débiles lo que se
manifestó en la imposibilidad de llevar adelante reformas o controlar la inflación. Además
estos gobiernos se caracterizaron por su corrupción, con la suspensión habitual de las
garantías constitucionales y la clausura del Parlamento.

La conflictividad social, el movimiento obrero y el papel del Ejército en la vida


política.

Página 6 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

La crisis económica generalizada tras la I Guerra Mundial y el éxito de la Revolución


Soviética en 1917 dio lugar a una gran actividad de los movimientos obreros. El fracaso de la
crisis de 1917, lejos de suponer su debilitamiento, tuvo como consecuencia la reorganización
(Congreso de Sans – 1918) y el crecimiento del anarcosindicalismo de la CNT. Por su parte
la UGT, aunque no tuvo tanta influencia, vio aumentar sus bases. Es de destacar, por su
influencia posterior, la división tras la III Internacional del PSOE y la creación como
consecuencia de ello del Partido Comunista de España en 1921.

En este periodo los dos principales conflictos protagonizados por la clase obrera
fueron:

1. El Trienio bolchevique (1918-21), que consistió en una serie de revueltas


campesinas anarquistas y, en menor medida, socialistas, con quema de cosechas y
ocupación de tierras; y que consiguieron el control de algunos municipios. Su petición más
urgente era una reforma agraria que les permitiera el acceso a la tierra. Como consecuencia
de este movimientos se declaró el estado de guerra, se ilegalizaron organizaciones obreras y
se detuvo a sus líderes.

2. Huelga de La Canadiense en Barcelona (1919), que con gran éxito consiguió


la readmisión de obreros despedidos, aumentos salariales y una jornada de 8 horas. Una
reanudación de la huelga que pretendía la liberación de los detenidos durante los primeros
días de la huelga fue objeto de una dura represión patronal contra los sindicatos. Como
consecuencia se produjo una radicalización sindical y patronal.

La respuesta burguesa a toda esta agitación obrera fue la creación de la Federación


Patronal, los cierres de empresas y la fundación de los “sindicatos libres”. La respuesta
sindical fue un activismo violento con numerosos atentados. La respuesta del gobierno dio
lugar a la “época del pistolerismo” en la que se protegió a los pistoleros de la patronal, se
produjo una dura represión contra los sindicatos y se aplicó la Ley de Fugas (1921).

La presencia del Ejército en la vida política se acentuó con el recrudecimiento de la


cuestión catalana, en la que confluyeron dos problemas: la reivindicación de la autonomía
política y la gran conflictividad social en Barcelona, de la que hablamos anteriormente. Esta
gran conflictividad convirtió el mantenimiento del orden en un asunto prioritario de los
gobiernos. La amplia represión que los militares ejercieron sobre los anarquistas cimentó
una estrecha alianza entre la burguesía catalana y el Ejército.

La cuestión de Marruecos: el desastre de Annual (1921)

Página 7 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

A los problemas
planteados en 1917, no
resueltos durante estos
años finales de la
monarquía
constitucional, se agregó
el asunto de la guerra de
Marruecos que adquirió
especial relevancia
política con el desastre
de Annual de 1921. Era
un problema de política
exterior que sin embargo
tuvo efectos muy
directos sobre la política interior española, y en especial, sobre uno de los problemas de la
época: el excesivo protagonismo del Ejército en la política.

La ocupación española, que se reducía a una estrecha franja del norte de Marruecos
cercana a las viejas posesiones de Ceuta y Melilla, estaba compartida con Francia, y su
ocupación efectiva encontró fuertes resistencias en las tribus del Rif, convirtiéndolo en un
permanente foco de guerra desde 1909 hasta 1927.

La fase más aguda del conflicto se desarrolló en los años finales de la Restauración,
cuando España decidió efectuar la ocupación de los territorios que dominaba Abd el Krim
(líder rifeño). En una serie de operaciones terrestres desarrolladas desde Melilla para
ocupar la zona del Rif, tuvo lugar el desastre de Annual en el que las tropas rifeñas no sólo
derrotaron totalmente a las tropas españolas, con cuantiosas pérdidas materiales y humanas
(en torno a 12.000 muertos) sino que recuperaron todo el territorio ocupado durante los dos
años anteriores.

La derrota militar desencadenó importantes consecuencias políticas. Se convirtió en


un tema de debate en el Parlamento y en ocasión para examinar la escasa eficacia del
ejército en África. El centro del debate fue la exigencia de los liberales y socialistas de
establecer responsabilidades políticas por la derrota militar de Annual, que alcanzaba hasta
al propio monarca.

El gobierno acordó instruir un informe sobre el asunto, lo que dio lugar al expediente
Picasso, en el que se acusaba de negligencia o actuación indebida a varias decenas de
mandos militares, entre los que estaban algunos generales. La decisión sobre
responsabilidades políticas estaba siendo estudiada por una comisión parlamentaria que
debía entregar un informe en octubre de 1923. La llegada de la dictadura de Primo de Rivera
lo impidió.

Esta dictadura llegaba apoyada por las fuerzas políticas y sociales que querían una
resolución efectiva del problema marroquí, un gobierno fuerte que fuera capaz de resolver
los problemas de orden público, y respaldar la monarquía, ya muy desprestigiada,
disolviendo las Cortes dominadas por una oligarquía que no había sido capaz de gestionar
de forma efectiva la realidad de una España atrasada y arruinada.

Página 8 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

1.4. La crisis de la Restauración en Canarias.

Durante la Restauración el bloque de poder apenas cambia. Con la llegada del liberal
Sagasta al poder, Fernando de León y Castillo se convierte en el hombre fuerte de Canarias:
él va a ser el enlace entre las clases dominantes de las Islas y Madrid. Su gran obra, aunque
no la única, fue el Puerto de la Luz, para lo que contó con la ayuda de su hermano, el
ingeniero Juan de León y Castillo, y de capital inglés. Para un archipiélago alejado de los
centros de poder y en medio de tres continentes, el puerto era un centro de poder no sólo
económico, sino político y social.

Por otro lado, la dinámica política siguió girando en torno al mismo eje: el pleito
insular. La llegada al poder del liberal Canalejas supuso una oportunidad, sobre todo para
los representantes de las islas no capitalinas (Fuerteventura, La Palma…), para encauzar la
pugna intracanaria. En 1912 se aprobó la Ley de Cabildos, una de las leyes más importantes
de nuestra historia. Su objetivo era dotar a cada isla de una cierta capacidad para gestionar
sus propios recursos y necesidades. Sin duda, los cabildos insulares arraigaron, pero en
modo alguno resolvieron el pleito intercapitalino.

En la segunda década del siglo XX comenzó a resquebrajarse el Partido Liberal,


surgiendo escisiones que no pasaron de ser meros grupos de presión muy particulares en
torno a algún líder: el Partido Local, el Partido Canario…. Pero el poder de la oligarquía
dominante seguía quedando intacto, pues, aunque hubo un cierto avance del movimiento
obrero, especialmente en las capitales, aún no iba a ser suficiente para cuestionar el poder
dominante.

La Primera Guerra Mundial tuvo en Canarias un efecto contrario al de la Península:


postró al Archipiélago en una profunda crisis, dado el carácter extrovertido de nuestra
economía basada en el comercio y las exportaciones-importaciones con Europa. La entrada
de Gran Bretaña y otros países europeos en la guerra, con los que Canarias tenía fuertes
lazos comerciales, provocó un colapso productivo que se palió con la emigración a América
(Cuba, Venezuela, Argentina, Uruguay…).

3. La dictadura del general Miguel Primo de Rivera: orígenes y


planteamientos políticos, ideológicos, sociales y económicos

3.1. Las causas del golpe de Estado de Primo de Rivera

Fueron:

 El fracaso de las medidas democratizadoras después de las crisis de 1917. No se


llevaron a cabo las promesas de: reforma de la constitución, limitación de las
prerrogativas de la corona, reconocimiento de las autonomías, o secularización del
estado. El turnismo seguía sin resolver los graves problemas de España.
 La agudización de los conflictos sociales entre 1919 y 1923, especialmente en
Barcelona. Aquí los enfrentamientos entre patronos y obreros llevaron a
desórdenes callejeros, atentados terroristas, pistolerismo y huelgas obreras La
huelga de "La canadiense", empresa eléctrica de Barcelona en 1919, destacó por su
virulencia y obligó al gobierno a conceder la jornada de ocho horas.
 El recrudecimiento del terrorismo anarquista motivado entre otras razones a la
aprobación de "la ley de fugas".
 El problema de Marruecos: En 1921, los españoles son derrotados en Annual por las

Página 9 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

tropas de Abd-el Krim. 12.000 bajas tuvo el ejército español en Marruecos y se


perdieron gran parte de las conquistas efectuadas años anteriores. Se abrió una
investigación para depurar responsabilidades. Su acción inmediata fue el
procesamiento de muchos militares, pero la repercusión en la política interior fue
muy fuerte pues se utilizó como argumento para el golpe de estado.

El 13 de septiembre de 1923, agotado y desacreditado, llegó a su fin el sistema


político de la Restauración. Con el apoyo del Ejército, el General Miguel Primo de
Rivera y Orbaneja, Capitán General de Barcelona, dio un golpe de Estado, que no fue
rechazado por el rey, Alfonso XIII. Se estableció un régimen dictatorial que adoptó el
significativo nombre de “Directorio Militar”, puesto que estaba constituido
exclusivamente por altos mandos del Ejército, con el visto bueno del rey. En el Manifiesto
lanzado al país, Primo de Rivera justificaba la toma transitoria del poder como una medida
necesaria para resolver los problemas del terrorismo anarquista, del separatismo, de la
corrupción política y de la guerra en Marruecos.

3.2. Los apoyos al golpe y a la dictadura.

La Dictadura fue bien recibida por las clases


acomodadas, los terratenientes -el mismo Primo de
Rivera, Marqués de Estella, lo era en Jerez de la
Frontera- y la burguesía urbana; pero también la
aprobaron amplios sectores de las clases medias
que, al igual que los poderosos, temían el triunfo de
una revolución comunista como la acaecida en
Rusia algunos años antes. La Dictadura de Primo
de Rivera aparecía, pues, como la reacción de las
clases y grupos conservadores a los años de
agitación y acción revolucionaria que los obreros y
los campesinos pobres habían protagonizado
mediante la huelga general revolucionaria de 1917 y
la lucha sindical y anarquista, en Andalucía y
Cataluña, entre 1917 y 1923. El golpe de Estado,
finalmente, contó también con el respaldo de la
Iglesia Católica, enfrentada a las ideologías -
socialismo y anarquismo-, del movimiento obrero y
campesino.
Los miembros del Directorio Militar con
Alfonso XIII –en el centro, marcado con
una “X”-. Miguel Primo de Rivera está a La única resistencia inicial al régimen militar
la izquierda, marcado con dos “X”. la organizaron los obreros y campesinos anarquistas
afiliados a la Confederación Nacional del Trabajo
(CNT) y el recién fundado Partido Comunista de España (PCE). Pero, ni siquiera la
totalidad de las clases trabajadoras secundaron la oposición activa al golpe de Estado. Los
obreros y campesinos seguidores del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y de la
Unión General de Trabajadores (UGT), adoptaron una actitud expectante, sin
comprometerse en acciones de resistencia activa. Y tampoco lo hicieron los sectores de las
clases medias que tradicionalmente votaban a los partidos republicanos.

3.3. Desarrollo y evolución de la dictadura

Página 10 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

La dictadura de Primo de Rivera fue un régimen con intenciones regeneracionistas,


inspirado en el modelo intervencionista y autoritario en auge en la Europa del momento.
Recordemos que en 1922 Mussolini y su Partido Fascista llegan al poder por la fuerza (la
Marcha sobre Roma) y que es el rey Víctor Manuel III quien le encarga formar gobierno,
acabando con la democracia italiana.

Primo de Rivera, que se presenta como un cirujano de hierro, alguien que pretende
salvar el país mediante un régimen transitorio “hasta que se extirpasen los males del país”,
va a tener el apoyo del rey Alfonso XIII (que lo nombra presidente y ministro único), lo que
vinculará el futuro de la monarquía al de la propia dictadura.

Durante la dictadura pueden diferenciarse dos etapas:

1. El Directorio Militar (1923-1925).


2. El Directorio Civil (1925-1930).

El Directorio Militar (1923-1925)

En esta primera etapa el dictador se rodea de militares para desarrollar la labor de


gobierno. Para restablecer el orden público y acabar con el terrorismo, proclamó el estado
de guerra y empleó no sólo a la policía, la Guardia Civil y el Ejército, sino que armó a los
partidarios de la Dictadura encuadrándoles en una milicia llamada Somatén Nacional. En
cuanto a la represión, ésta se dirigió preferentemente contra el sindicalismo anarquista y el
comunismo, cuyas organizaciones (CNT y PCE), fueron ilegalizadas en 1924. Los problemas
los intentará resolver con medidas dictatoriales:

 Suspende la constitución de 1876, disuelve las Cortes y asume personalmente todos


los poderes (acaba con el parlamentarismo y con las elecciones generales).
 Inicia una reforma de la administración que tiene como objetivo acabar con las redes
locales del caciquismo.
 Los gobernadores civiles son sustituidos por gobernadores militares, éstos tendrán
amplias competencias no sólo en el mantenimiento del orden público sino en la
inspección de irregularidades y en la denuncia de las personas vinculadas a las
prácticas caciquiles. Muchos funcionarios de ayuntamientos fueron suspendidos de
sus cargos o fueron sometidos a juicios por irregularidades administrativas.
 Diputaciones y ayuntamientos fueron disueltos por decreto, para cortar las bases de
la política caciquil. En su lugar se crearon Juntas municipales. Con la elaboración del
Estatuto municipal en 1924 se le concedió autonomía a los municipios y se estableció
la elección popular de concejales y alcaldes
 Las cuestiones de orden público los resuelve con medidas represivas: prohíbe
cualquier manifestación contraria al régimen y persigue a aquellos que se han
opuesto al golpe de estado, anarquistas y comunistas. También se perseguirá
cualquier manifestación nacionalista (no se permite el uso del catalán y se suprime
La Mancomunidad en 1925). Con estas medidas consigue acabar con los atentados
terroristas y con las huelgas. La tranquilidad vuelve a las grandes ciudades,
especialmente a los centros fabriles de Barcelona y Bilbao se ha logrado una cierta
paz social.
 Ante la sorpresa de la burguesía catalana, que del golpe de Estado tan sólo esperaba
el restablecimiento del orden público y la erradicación del terrorismo, el Dictador,
presionado por sus compañeros de armas que veían en el nacionalismo catalán una
amenaza separatista a la unidad de España, prohibió el uso de la lengua y la bandera
Página 11 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

catalanas, la existencia de partidos catalanistas, la Lliga entre ellos, así como la


enseñanza misma de la lengua, la historia y la literatura catalanas en los centros
docentes. En 1925 suprimiría, asimismo, la Mancomunidad Catalana.

Asegurado el orden
público y centralizado
nuevamente el poder político,
Primo de Rivera hizo frente al
problema de la guerra en
Marruecos. Desde la
Conferencia internacional de
Algeciras de 1906, España y
Francia compartían el
Protectorado de Marruecos;
pero la ocupación efectiva del
territorio asignado a España
(la zona del Rif, en el norte
Acciones para acabar con la guerra de Marruecos en 1925. del reino alauita), no
resultaba tarea fácil. En las montañas de la cordillera del Rif, los bereberes, dirigidos por un
jefe excepcional como era Muhammad Ibn 'Abd el-Karim El-Khattabi (conocido en España
simplemente como Abd-el-Krim), resistían victoriosamente y, en 1921, en Annual,
aniquilaron a un ejército español y pusieron en peligro la misma ciudad de Melilla. El
Ejército español deseaba el desquite de aquella derrota. En un primer momento Primo de
Rivera quería el abandono del protectorado, enfrentándose a los militares africanistas que
defendían a toda costa la presencia española en la zona. En 1924 cambió la situación
cuando Primo de Rivera asumió el papel de Alto Comisario en Marruecos. Quiso alcanzar
un acuerdo con el líder de los rifeños y, al no lograrlo, accedió a continuar la guerra hasta la
victoria. En 1924 ordenó el repliegue de las fuerzas españolas hacia las plazas de Ceuta y
Melilla, dejando la mayor parte del terreno en manos de los rifeños. Abd-el-Krim cometió
entonces el error de atacar la zona francesa del Protectorado y este suceso dio lugar a una
cooperación militar franco-española que fue decisiva. En 1925 el desembarco de las tropas
españolas en la bahía de Alhucemas, cogió por sorpresa a Abd-el-Krim y en poco tiempo
cayó Axdir, capital de la República del Rif, lo que acabaría provocando el fin de la guerra en
Marruecos y la ocupación española del norte del país africano.

El Directorio Civil (1925-1930).

En 1925 el Dictador había restablecido el orden público, había alejado el fantasma


del separatismo y resuelto la guerra en Marruecos. Aparentemente podía abandonar el
poder que, según él, había asumido provisionalmente. En esta segunda etapa, el dictador
sustituyó el directorio militar por un gobierno civil con la clara intención de
permanecer en el poder. Eso le obligaba a afrontar el problema del sistema político a seguir.
Naturalmente, no se podía volver al denostado régimen oligárquico de la
Restauración, ni tampoco promover un sistema democrático auténtico que
estaba reñido con la mentalidad autoritaria del Dictador y con los apoyos sociales, militares
y eclesiásticos que había recibido. La única solución consistió, pues, en prolongar el estado
de excepción y el ejercicio del poder personal del General.

Página 12 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

No obstante, consciente de la necesidad de contar con una base social que apoyase su
tarea de gobierno, Primo de Rivera había creado ya en 1924 un partido leal a su persona, la
Unión Patriótica, el único autorizado, y en 1925 dio paso a un nuevo Directorio -el
Directorio Civil-formado esta vez por más civiles que militares. El proyecto político del
Dictador culminó con la convocatoria en 1927 de una Asamblea Nacional sin
representatividad democrática y meramente consultiva, parlamento corporativo con el que
se agotó toda la iniciativa política del General. El régimen de Primo de Rivera fue, pues, una
mezcla de dictadura militar y de intento fallido de sistema corporativo, al estilo del fascismo
italiano, que el Dictador admiraba.

Ahora bien, la ideología de Primo de Rivera no era propiamente la del


fascismo. Aunque autoritario, el General no era implacable a la hora de
eliminar a sus adversarios políticos. Su ideología era, más bien, una
combinación de nacionalismo español, catolicismo tradicional y
conservadurismo social paternalista.

En el haber de la dictadura hay que apuntar diversos aciertos. Especialmente en el


terreno económico. Para llevar adelante un ambicioso plan de obras públicas, el régimen de
Primo de Rivera se esforzó por recaudar escrupulosamente los impuestos tradicionales. De
este modo, los ingresos del Estado crecieron de una manera espectacular. El plan aplicado
por la Dictadura mejoró sensiblemente la red de ferrocarriles y carreteras y permitió
reforestar amplias zonas del país. Además, creó las Confederaciones Hidrográficas y
numerosos pantanos y canales para asegurar el regadío y al emplear una abundante mano
de obra casi resolvió el problema del desempleo.

Por otra parte, deseoso de poner fin a la lucha permanente entre patronos y obreros
y de acuerdo con los socialistas, cuyas organizaciones PSOE y UGT toleró, autorizó los
comités paritarios o jurados mixtos, encargados de establecer los horarios y los salarios de
los trabajadores. Finalmente, Primo de Rivera reforzó el papel económico del Estado, al
organizar un sector público con empresas como CAMPSA, compañía que monopolizaba la
distribución y venta del petróleo en España.

Todos estos logros no pudieron salvar, sin embargo, a la Dictadura. El apoyo


recibido por los terratenientes y la burguesía urbana se fue enfriando a causa del malestar
provocado por la política fiscal y laboral del régimen que consideraban lesiva para sus
intereses. Pero, además, el Dictador se fue ganando más y más enemigos con el paso de los
años. Desde el principio tuvo la oposición de los intelectuales, de la prensa y de los
profesores y estudiantes universitarios, es decir, de todos aquellos que reclamaban la
libertad de pensamiento, de expresión o de cátedra. También se le opusieron los viejos
políticos -conservadores y liberales- de la Restauración y, naturalmente, los republicanos y
los nacionalistas catalanes, vascos, etc. Además, por si todo eso fuera poco, los planes de
reforma del Ejército le llevaron a enfrentarse con el cuerpo de Artillería, abriendo así una
fractura cada vez mayor con sus propios compañeros de armas. Por último, el Dictador,
cuyo régimen político no había pasado de tener un carácter meramente personal se vio
abandonado también por el rey y el Ejército. El 30 de enero de 1930, Primo de Rivera, tras
comprobar que ya no contaba con la confianza de los Capitanes Generales, le presentaba su
dimisión al rey Alfonso XIII y tomaba el camino del exilio a Francia. Por cierto, para
entonces la situación económica del país había vuelto a empeorar, puesto que los años
triunfales de la Dictadura habían coincidido con una período expansivo del capitalismo
internacional, pero éste, a raíz de la crisis de la Bolsa de Nueva York en octubre de 1929,

Página 13 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

había entrado en una fase depresiva y España no tardó en acusar también la nueva
coyuntura.

PRÁCTICA BLOQUE 9

MANIFIESTO DE PRIMO DE RIVERA TRAS EL GOLPE DE ESTADO (13 DE


SEPTIEMBRE DE 1923)

“Al país y al Ejército:

Españoles: Ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado (porque
hubiéramos querido vivir siempre en la legalidad y que ella rigiera sin interrupción la
vida española) de recoger las ansias, de atender el clamoroso requerimiento de
cuantos amando la Patria no ven para ella otra salvación que libertarla de los
profesionales de la política, de los que por una u otra razón nos ofrecen el cuadro de
desdichas e inmoralidades que empezaron el año 98 y amenazan á España con un
próximo fin trágico y deshonroso.

La tupida red de la política de concupiscencias ha cogido en sus mallas,


secuestrándola, hasta la voluntad real. Con frecuencia parecen pedir que gobiernen los
que ellos dicen no dejan gobernar, aludiendo á los que han sido su único —aunque
débil— freno, y llevaron á las leyes y costumbres la poca ética sana, el tenue tinte de
moral y equidad que aún tienen; pero en la realidad se avienen fáciles y contentos al
turno y al reparto, y entre ellos mismos designan la sucesión.

Pues bien, ahora vamos á recabar todas las responsabilidades y á gobernar


nosotros u hombres civiles que representen nuestra moral y doctrina. Basta ya de
rebeldías mansas, que sin poner remedio á nada, dañan tanto y más á la disciplina
que esta recia y viril á que nos lanzamos por España y por el Rey.

[….]

No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone.
Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces
y obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de la moneda; francachela de
millones de gastos reservados; sospechosa política arancelaria [...] porque quien la
maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras intrigas políticas tomando
por pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbre ante este gravísimo problema
nacional; indisciplina social, que hace al trabajo ineficaz y nulo, precaria y ruinosa la
producción agraria e industrial; impune propaganda comunista; impiedad e
incultura; justicia influida por la política; descarada propaganda separatista [...].”

La Época. Madrid, 13 septiembre de 1923.

1. ¿cómo justifica Primo de Rivera el golpe de Estado de 1923?


2. Resume sus causas y los apoyos con lo que contó.

Página 14 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Página 15 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Página 16 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Página 17 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Página 18 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Página 19 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Página 20 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Página 21 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Página 22 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Página 23 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Página 24 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Página 25 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Página 26 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Página 27 de 28
Historia de España. 2º de Bachillerato

Página 28 de 28

Vous aimerez peut-être aussi