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C28-10-011
Este caso fue escrito por el Profesor Estanislao Solórzano Barón con el propósito de servir como material
de discusión en clases, no pretende ilustrar buenas o malas prácticas administrativas.
Algunos datos de este documento han sido modificados a petición de las personas e instituciones
involucradas.
Derechos Reservados © Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey; Av. General Ramón
Corona No. 2514 Col. Nvo. México, Zapopan, Jalisco 45140, México. El ITESM prohíbe cualquier forma de
reproducción, almacenaje o transmisión de la totalidad o parte de esta obra, sin autorización por escrito.
Liderazgo empresarial
Máximo Buenrostro expresaba que, en su posición de socio y administrador general único,
había logrado imprimir en la empresa aspectos y caracteres equivalentes al suyo propio. Por
ejemplo, había procurado resaltar la cohesión e identidad del elemento humano, la
tolerancia a la diversidad de criterios, el conservadurismo financiero y sensibilidad con
respecto a su entorno. Lo anterior, a su juicio, convirtió a la empresa en un modelo
competitivo y de respeto al marco legal existente en México, avalado en su accionar por
autoridades fiscales, de prestaciones laborales, sanitarias y del trabajo 1 .
Máximo decía que Industrias Omega estaba bien posicionada y era referente de desarrollo y
competitividad, por una parte, por la producción de suplementos alimenticios para una
clientela selectiva, integrada especialmente por niños en la primera infancia y mujeres
embarazadas, a través de la elaboración de bebidas y de papillas, con un elevado valor
nutricional. Y, por otra, gracias a la conformación de un esquema de contratación colectiva
entre la empresa y un sindicato del gremio de alimentos. La relación era de concertación y
respeto a las necesidades básicas de los trabajadores y de la empresa y en su momento se
firmó el contrato colectivo de trabajo obligatorio para los trabajadores de base. En el
contrato se incrementaron las prestaciones mínimas legales previstas en la Ley Federal del
Trabajo, tales como aguinaldo, vacaciones, ayudas escolares y gastos de matrimonio (ver
Anexo 2).
Con esta seguridad laboral y ambiente de trabajo, los empleados de Industrias Omega
desarrollaban su trabajo comprometidos con el proyecto empresarial y a cambio recibían
prestaciones superiores a las de ley. En diez años de operaciones no se había presentado en
la empresa un juicio o controversia laboral que tuviera que ser dirimida ante las autoridades
del Trabajo porque se privilegiaba la negociación y el convenio libre entre las partes
involucradas.
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Secretaría de Hacienda y Crédito Público a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto Nacional para el Fomento de la Vivienda de los Trabajadores
(Infonavit), Secretaría de Salud (SS) y Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), respectivamente.
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C28-10-011 La llamada telefónica
Antes de tomar esa decisión, en sus tiempos libres y de esparcimiento, Jacinto comentaba
con parientes y amigos los avatares de su empleo en Industrias Omega. Entre los escuchas
que cotidianamente lo acompañaban, se encontraba su primo Roberto García Téllez, quien
le hacía preguntas precisas sobre la empresa, por ejemplo: cuántos trabajadores había, cómo
eran las máquinas, qué actividades desempeñaba su primo como operador, cómo se
llamaban los directivos, cuánto ganaba y muchas más. Para demostrarle todo lo dicho, en
una ocasión Jacinto invitó a Roberto a la fábrica para que comprobase por sí mismo todo lo
narrado.
García Téllez estaba desempleado desde hacía cuatro meses. Apenas terminó el cuarto año
de la educación primaria y, en consecuencia, los empleos que había desempeñado a lo largo
de su vida implicaban poca preparación académica además su estabilidad laboral era
precaria. Roberto trabajó en una empresa del ramo de la construcción, pero fue despedido
porque faltaba con frecuencia de manera injustificada. En esa ocasión negoció un finiquito
por la cantidad de cuatro mil 800 pesos.
¿Cómo es posible que una persona a la cual ni siquiera conozco, pueda exigirme
prestaciones por un presunto despido de mi empresa? ¿Acaso la Ley Federal del
Trabajo se presta a un fraude de semejantes dimensiones? ¿Por qué he de
preocuparme si el presunto trabajador no tiene ni contrato de trabajo, ni nóminas, ni
tarjeta de asistencia, que puedan vincularlo con la empresa? ¿Sobre la base de cuál
salario está exigiéndome el pago de prestaciones? ¿Quién en la empresa lo corrió
cuando no estuvo en la plantilla laboral?
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C28-10-011 La llamada telefónica
verdadero “catálogo” de derechos para los empleados, en contraste con la extensa gama de
obligaciones que debían cumplir los patrones. Le decía también que existían artículos que
permitían, por su ambigüedad, la posibilidad de que una persona, totalmente ajena a un
centro de trabajo, sustentado en mentiras, pudiera generar problemas legales, como estaba
ocurriendo en su caso. No debía olvidar que muchos individuos estaban haciendo de la
usurpación de trabajadores reales y de la creación de relaciones de trabajo inexistentes, su
modus vivendi. Lo peligroso del caso, decía el asesor, era que se trataba de verdaderos
“técnicos” que en forma deliberada y alevosa estudiaban negocios, conocían gente de
adentro de las empresas (que de buena o mala fe informaban con lujo de detalles sobre la
operación) y urdían estrategias, con base en la ley, para obtener indemnizaciones, en
algunos casos millonarias.
Puntualmente, a las 12:00 horas como estaba previsto, el procurador, Roberto y Máximo,
sin la asistencia de su abogado como se exige en dicha instancia conciliatoria, se sentaron
en torno a un escritorio para debatir y avenir sus respectivos intereses. Todo se desarrollaría
una vez que Máximo adoptara una postura: “¿Qué hago?” se preguntaba.
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C28-10-011 La llamada telefónica
Síntesis realizada por el autor del caso a partir del artículo La teoría de portafolio aplicada
a la crisis mexicana de 1994 escrito por los doctores Humberto Banda y Susana Chacón del
Tecnológico de Monterrey, Campus Santa Fe, recuperado de:
http://www.alafec.unam.mx/asam_cuba/ponencias/fin/valuacion/valua05.doc
A partir de febrero de 1994, México aumentó progresivamente las tasas de interés con el
objetivo de mantener niveles de rendimiento atractivos para los inversores. Sin embargo,
ante las expectativas del riesgo cambiario, esta acción fue insuficiente y siguieron saliendo
capitales del país.
Las autoridades monetarias mexicanas consideraron que esta situación era transitoria y que
modificar el régimen cambiario causaría una crisis sistémica en la banca en un año
electoral. En consecuencia, a partir de marzo de 1994, se inició la colocación masiva de
bonos denominados en dólares (Tesobonos). La respuesta de los inversores mexicanos y
extranjeros a esta estrategia fue vender sus posiciones en Cetes.
En marzo de 1994, las autoridades financieras mexicanas incrementaron las tasas de interés
con el fin de disminuir la demanda de dólares, estabilizar el peso y detener la disminución
de las reservas en poder del Banco de México. No obstante, las reservas continuaban
disminuyendo y los inversores seguían trasladando sus capitales de Cetes a Tesobonos, lo
cual trajo como consecuencia un cambio en la estructura de vencimientos de la deuda
mexicana. Además, los pasivos indexados al tipo de cambio de corto plazo, crecían en
mayor proporción que las reservas internacionales.
Esta crisis se hizo evidente cuando México tuvo que hacer frente al pago de 29 mil millones
de dólares de Tesobonos en 1995. El país no contaba con recursos para responder al pago
de un monto que equivalía a 18.9 % del total de su deuda externa.
México había optado por agotar sus reservas internacionales en un esfuerzo por apoyar al
peso y por financiar el déficit en cuenta corriente. Por ello, el 1 de diciembre de 1994 el
nivel de reservas del Banco de México era de 12 mil 470 millones de dólares.
El Gobierno mexicano era incapaz de hacer frente al servicio de la deuda que vencía
durante el primer trimestre del año siguiente. Además de los costos políticos y financieros
que comportaría el impago de sus pasivos en dólares a corto plazo, la probabilidad de que
el Gobierno mexicano no pudiera pagar los Tesobonos era potencialmente alta.
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Registro # 406 80
Trabajadores
CLÁUSULAS:
TERCERA.- El patrón se obliga a despedir del trabajo a aquel o aquellos trabajadores que
renuncien o sean expulsados del Sindicato contratante, de conformidad con lo dispuesto
por el Artículo 395 de la Ley Obrera, igualmente se obliga a suspender a cualquier
trabajador cuando el Sindicato lo ordene, obligándose en todos los casos a recibir a los
substitutos que la Organización le envíe para cubrir las vacantes.
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C28-10-011 La llamada telefónica
DÉCIMA PRIMERA.- El patrón se obliga con los trabajadores a pagar el Salario Mínimo
General y Profesional que rija de acuerdo a la municipalidad respectiva.
DÉCIMA TERCERA.- El patrón descontará del salario de cada uno de los trabajadores a
su servicio el importe de las cuotas sindicales que acuerde la Organización, en caso de no
hacerlo así, el patrón se compromete a pagar las cuotas sindicales de los trabajadores
correspondientes al 3% sobre su sueldo.
DÉCIMA QUINTA.- El patrón se obliga a pasar a cubrir las cuotas correspondientes a las
cláusulas Séptima y Novena en nuestro domicilio social.
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DÉCIMA SÉPTIMA.- Ambas partes convienen aplicar en todas sus partes las
disposiciones que sobre Capacitación, Adiestramiento, Seguridad e Higiene decreten las
comisiones nacionales formadas para tal efecto.
El presente Contrato se celebra por tiempo indefinido y será revisable cada año conforme a
la Ley Federal del Trabajo; se firma por quintuplicado quedando un ejemplar con cada una
de las partes y los restantes para su depósito en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje
del Estado de Jalisco, comenzando a surtir sus efectos legales el día y hora de su depósito
ante el referido Tribunal Laboral.
TABULADOR: Los trabajadores recibirán por concepto de salario, por cuota diaria y por
jornada legal, pagaderos en los términos previstos por la Ley Federal de Trabajo, los
salarios mínimos generales y profesionales que para el área geográfica correspondiente,
determine la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos.
SALARIO DIARIO:
ENCARGADO...................................... $260.00
EMPLEADO EN GENERAL............... $180.00
OPERADOR MÁQUINA..................... $170.00
CHOFER............................................. $250.00
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CARMEN MEDINA HERNÁNDEZ. MÁXIMO BUENROSTRO
TORRES
EL SECRETARIO GENERAL POR LA EMPRESA
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