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El habla (del latín fābŭla 'rumor, conversación, habladuría') se puede referir propiamente a un acto de habla o
a la realización de una serie de formas lingüísticas por parte de un hablante.
En el primer del sentido un acto de habla es un acto de voluntad e inteligencia que ocupa una persona
para poder producir una lengua y comunicarse. Desde esta perspectiva, como acto individual, se opone a
la lengua, que es social, pero están relacionadas entre sí ya que una depende directamente de la otra, la
lengua necesita del habla para que esta se produzca y el habla necesita de la lengua para ser
comprensible. Desde un punto de vista de la psicolingüística, el habla es la materialización individual de
los pensamientos de una persona, es la manera en que cada individuo usa la lengua. Así el habla
caracteriza la conducta lingüística de un hablante individual, por lo tanto, se expresa en nociones de lo
que somos. Es el acto de emitir un mensaje basado en el conocimiento y experiencias de cada individuo,
de acuerdo con su estilo propio y personal.
Por otra parte, también se aplica esta tilde diacrítica a unas cuantas palabras polisílabas, como
los interrogativos y exclamativos cómo, cuándo, cuánto y (a)dónde, que forman serie con los
interrogativos y exclamativos qué, cuál, cuán, quién.
Se recuerda además que, tal como indica la Ortografía de la lengua española del año 2010 y recoge la
vigesimotercera edición del Diccionario académico, no llevan tilde, según las normas generales, ni
los demostrativos este, ese y aquel, funcionen como pronombres o como determinantes; ni la
palabra solo, ya sea adjetivo o adverbio (en este último caso el uso de la tilde únicamente es admisible si existe
riesgo de ambigüedad, aunque no necesario).
Por último, la Academia señala asimismo que la tilde diacrítica «no se emplea en español para
distinguir pares de palabras de igual forma y distinto significado que siempre son tónicas, como di del
verbo decir y di del verbo dar», ambas sin tilde.
USO DE LAS MAYUSCULA
Al inicio de una oración.
Al inicio de nombres propios
En siglas e iniciales
Por lo general, se emplean como inicial de nombres propios, después de un punto y en las siglas.
Después de un punto[editar]
Como norma general, después de un punto (ya sea aparte o seguido) o cualquier otro signo que
sirva de conclusión de la frase u oración; por ejemplo:
Vete cuando quieras..., querido. [Lleva una coma porque la hubiera llevado también si no
hubieran estado los puntos suspensivos: «Vete cuando quieras, querido»].
Saldré... luego.
En aquel momento me sentí... feliz. [No lleva una coma porque si no hubieran estado los puntos
suspensivos tampoco la hubiera llevado: «En aquel momento me sentí feliz»].
Títulos de obras de creación artística[editar]
Los títulos de libros, películas, canciones, programas de televisión 1 y de radio, y otras obras de
creación solo llevan mayúscula en la primera palabra y los nombres propios que pudiera haber:2
Un mundo feliz
Cien años de soledad
Las cuitas del joven Werther.
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
La Constitución.
Votaron por una nueva modificación a la Constitución de la Nación Argentina.
Escuchaban Las cuatro estaciones.
Escuchaban la Sinfonía n.º 9 de Beethoven.
Escuchaban la Novena sinfonía de Beethoven.
Tipos de párrafos
El párrafo es la unidad de un discurso escrito conformado por varias oraciones que expresan una idea y terminan
con un punto y aparte.
Las oraciones que conforman un párrafo suelen compartir la misma temática y una de ellas es la que expresa la
principal idea.
Argumentativo: contiene una idea con la que se busca convencer al receptor sobre algo que se niega o afirma.
Conceptual: en estos párrafos se especifica el pensamiento de algún autor o la definición de un término, que será
utilizado a lo largo de todo el texto, por lo que resulta imprescindible su comprensión. Estos párrafos, están
presentes en textos científicos y técnicos.
Cronológico: en esta clase de párrafo se expresa, en el orden en que sucedieron, una serie de acontecimientos.
De enumeración: este párrafo está compuesto por una serie de características que aluden a un mismo hecho,
objeto o sujeto y una frase organizadora que permite comprender qué es lo que se está ordenando.
Descriptivo: en este párrafo se describe, siguiendo un criterio lógico, un objeto, persona o acontecimiento.
Explicativo: estos párrafos son útiles para ampliar o especificar la temática que está siendo tratada.
Comparativo: en este párrafo se presentan similitudes y diferencias entre dos o más objetos, sucesos, o cualquier
fenómeno.
Causa-efecto: como su nombre indica, se presentan un hecho y aquello que lo ha causado o bien las
consecuencias que de este pueden devenir.
Deductivo: en este la idea principal se coloca al principio que, para construirla se parte de una generalización para
luego presentar casos específicos.
Inductivo: en oposición al anterior, en estos párrafos la idea principal se coloca al final. En estos se parte de casos
específicos para llegar a una generalización que concluye lo que se afirmó.