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2. Primeras aproximaciones
a la Argentina territorializada
En este apartado les proponemos acercarnos a la Argentina territorializada, a los
procesos sociales que se fueron delineando, plasmando, constituyendo en la
configuración territorial y que hoy condensan -sujetos a las bases físicas del medio que
actuaron de soporte, condición y posibilidad de su acontecer- la historicidad de las
formas que observamos: una singularidad de objetos e ideas, resultado de los intereses
que lograron traducirse en una materialidad concreta. Este conjunto observable, que
podemos denominar paisaje, representa el objeto más próximo que podemos disponer
para adentrarnos en el análisis y la reflexión de los cómo y por qué nuestro territorio
hoy nos devuelve esas imágenes.
La inquietud que genera la búsqueda de respuestas por lo visible insta a indagar quiénes
fueron los hombres y mujeres que le dieron vida a estas tierras, que hicieron cuerpo el
espacio. Para ello, nuestro punto de partida, no el único sino el que elegimos para iniciar
este camino, será reconocer las transformaciones que a lo largo de los años se fueron
acumulando, yuxtaponiendo y mixturando en la vasta extensión del territorio argentino,
tratando de darle sentido a los proyectos epocales, a las intenciones, conflictos,
consensos e intereses que lograron echar sus raíces en la tierra.
Para reconocer la concordancia entre las transformaciones territoriales y los procesos
sociales es necesario encontrar y mirar con detenimiento ciertos acontecimientos que
representan y condensan en sí mismos la potencia de trascender, de dejar huellas
1Gramajo, María Eugenia (2015). Clase Nro: 2. La construcción socio – histórica del territorio argentino. La enseñanza de las Ciencias
Sociales con TIC. Especialización docente de nivel superior en Educación Primaria y TIC. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la
Nación
perdurables que simbolizan las relaciones de poder puestas en juego por los diferentes
sujetos sociales en diferentes momentos históricos y dan cuenta de sus resultados. Por
lo cual, pensar los criterios que utilizaremos para fragmentar el tiempo, para delimitar
las diferentes etapas de organización social que fueron modelando el territorio argentino
es la tarea previa, el armado de la mochila, para comenzar el viaje.
Entendido de esta manera, periodizar implica nuestra propia intervención sobre los
sucesos, nuestro posicionamiento y responsabilidad frente a los saberes que queremos
y tenemos que enseñar; seleccionar dónde establecer los quiebres, qué priorizar, qué
reforzar y qué omitir refleja la politicidad del hacer docente y nos compromete.
Preguntarnos ¿cuál fue el comienzo?, ¿desde cuándo existe Argentina?, ¿podemos
desprenderla del conjunto latinoamericano?, ¿podemos desvincularla de la conformación
de Occidente como sistema de dominación y su penetración y estructuración en estas
latitudes? Estos interrogantes imponen las primeras decisiones.
Si tenemos que buscar los acontecimientos epocales que dejan sus huellas con mayor
fuerza en el territorio, quizás la fundación de las ciudades sean los indicados. Estas se
realizaban a lo largo de las rutas de conquista, en lugares estratégicos, siguiendo los
planos de indias que implicaban una diagramación planificada y jerarquizada del espacio
que se trasladaba a sus pobladores en cuanto organizador social; los planos en damero,
las plazas centrales bordeadas de los edificios importantes para la administración, la
Iglesia y las grandes casas de los señores -que comenzaban a hacerse más pequeñas y
modestas a medida que se alejaban del centro y la alta jerarquía-, son testimonios
heredados que hoy pueden ser comprobados si recorremos algunos centros históricos
de las ciudades coloniales.
Una actividad interesante que les sugerimos para llevar al aula, utilizandoGoogle Maps,
es recorrer los cascos históricos de algunas ciudades coloniales de Argentina e
identificar los elementos espaciales heredados de esta época. Con esta herramienta se
pueden reconocer los edificios coloniales e investigar cuáles han sido sus funciones con
el correr del tiempo, para encontrar signos de continuidad y cambios en las sociedades
locales y las funciones urbanas. Además, se pueden observar las formas del plano en
estas áreas y relacionarlas con el contexto de su fundación, al tiempo que indagar
sobre el crecimiento posterior de la ciudad y buscar cuáles fueron las zonas y los
motivos que movilizaron a la sociedad para valorar y/o excluir determinados sectores
en ese proceso. También es posible establecer comparaciones con otras ciudades
históricas o con ciudades cuyos intereses de creación sean diferentes, para que
nuestros estudiantes se cuestionen las razones de las lógicas sociales plasmadas en el
espacio.
Un ejemplo para el uso de esta herramienta puede ser seleccionar la plaza 25 de Mayo
de la ciudad de Santa Fe. Una vez localizada la zona identificar los edificios de las
inmediaciones, abrir la imagen del satélite y recorrerlos con las galerías de fotos.
Luego, investigar sus usos en el correr del tiempo y detectar las funciones que
cumplen en la actualidad. Observar desde la imagen satelital las formas de
construcción de los edificios y su disposición espacial, desde distintas cercanías.
También, es posible volver al plano para analizar la forma de diagrama de esté sector
de la ciudad y alejar la lente para compararlo con el plano total, buscar información
sobre el crecimiento urbano e identificar las zonas más nuevas para compararlas.
Aquí les pasamos un link para explorar los programas Google Earth y Google Maps, dos
herramientas interesantes que permiten explorar el
territorio: http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=14685&referente=docent
es
Como mencionamos, el corazón del Virreynato altoperuano era Potosí, centro minero
rico en plata, que ejercía la función de organizar las relaciones comerciales con las
regiones cercanas; sin embargo, las ciudades históricas habían desarrollado una
complementariedad productiva, utilizando las bases naturales para optimizar sus
producciones, que les permitía llevar a cabo un sistema de intercambio por las rutas
terrestres y/o fluviales con sus vecinas y, así, beneficiarse de una diversidad de
productos que suplían las faltantes materiales que traídas desde España no llegaban
hasta este sector tan alejado.
En este contexto, Buenos Aires se mantenía como una aldea periférica muy poco poblada
y cercana a los pueblos nómades que, en varias oportunidades, atacaban la ciudad. A
pesar de ello, su condición de puerto natural fue valorada por Inglaterra para
contrarrestar el monopolio comercial español y se convirtió en la entrada de los
productos británicos. Esta situación sumada a otras que denotaban la imposibilidad de
organizar y controlar toda la extensión del territorio y la población americana llevaron a
la corona a implementar una serie de reformas, una de las cuales, por la significatividad
que reviste, constituyó otro acontecimiento importante: la creación de Virreynato de Río
de la Plata en 1776, cuya capital se estableció en la ciudad de Buenos Aires, que a partir
de entonces se transformó en la nueva puerta de entrada y salida con vistas al Atlántico
y encontró la posibilidad histórica de concentración de poder. Así comienza una nueva
etapa en la organización del territorio.
3.1.2. La Argentina Criolla (1776-1860): Independencia formal,
hegemonía ganadera y formación de la clase terrateniente
La revolución de 1810 se instala como bisagra de transición hacia nuevos objetos y
relaciones sociales y económicas que comenzarán a extenderse y penetrar en la
configuración territorial. Esta etapa se caracteriza por la aparición y consolidación de
una actividad económica centrada en la región pampeana: la ganadería; que por las
propiedades físicas de esta zona se desarrollaba sin dificultades permitiendo la
reproducción natural del ganado cimarrón y abría el camino para la producción de cueros
y carne salada destinada a la exportación.
La prosperidad de esta incipiente actividad se verá favorecida por la disminución de la
producción potosina que conduce a la desarticulación de las economías regionales del
interior y por la formación de la clase terrateniente, que poco a poco acumulará poder
económico, gracias a disolución del monopolio comercial y la incorporación de su
producción en el mercado internacional, pero también –y esto es significativo- el poder
político, por lo que se constituirá en un grupo social imprescindible para entender el
devenir histórico del país y su territorio.
Así, tras la independencia y el proceso de definición interna (que enfrentó por largos
años dos proyectos de organización política antagónicos, gestó la Constitución de 1853,
llevó a la incorporación del Estado de Buenos Aires a la Confederación Argentina y
permitió la organización de las provincias en los interland de las ciudades históricas), se
establecen las bases para la construcción del Estado argentino y la inserción definitiva
en el mercado internacional, lo que da paso a una nueva etapa de organización
territorial.
Organización política del territorio argentino entre 1887 y 1895.
Extraído de: http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=125215&referente=docentes
Si bien las colonias agrícolas de la pampa gringa comienzan una producción cerealera
que conduce al país a convertirse en uno de los principales exportadores de granos, la
producción de carnes que venía desarrollándose desde la etapa anterior se inscribe con
mayor fuerza, ya que encuentra en la instalación de los frigoríficos (de capitales
extranjeros, al igual que los ferrocarriles) y el mejoramiento de las razas nativas la
posibilidad de consolidarse como la actividad económica diferencial en la balanza de
pagos internacional y la principal fuente de poder de la clase terrateniente porteña. Este
crecimiento y consolidación de la ganadería en las estancias bonaerenses llevó al
corrimiento en dirección sur de la cría de ovejas y la ampliación de las fronteras contra
las poblaciones originarias. Al mismo tiempo, que las nuevas porciones de tierras se
integran a la estructura política administrativa del país como territorios nacionales, los
cuales se irán poblando progresivamente, gracias a diversos incentivos estatales, hasta
que lograrán su autonomía.
El período que acabamos de mencionar condensa las bases de organización del territorio
que establecieron y perpetuaron sus formas más allá de la época en que fueron
inscriptas. Sus diferencias son el espejo de relaciones de poder desigual, que
internamente estructuraron la centralidad de Buenos Aires en detrimento del interior
más allá de las pretensiones federales que estableció la Constitución de 1853. En este
sentido, si tenemos que buscar acontecimientos que nos devuelvan sus imágenes, son
quizás el arribo de uno de los tantos barcos que llegaron al puerto de Buenos Aires
cargado de rostros extrañados que traían en sus maletas un puñado de sueños anudados
al olvido del pasado y a nuevo renacer en estas tierras, o la inauguración de una de las
estaciones de trenes que comenzaron a prolongar sus enlaces y significaron para los
pobladores locales la fuerza del futuro y la integración.
Esta etapa de organización territorial nos acerca al primer tercio del siglo XX, cuando las
condiciones del sistema capitalista mundial demuestran los síntomas de su desmesurada
expansión, expresados en las dos grandes guerras mundiales y la crisis económica de
Wall Street. En Argentina, este período, va a coincidir con la ampliación de los derechos
cívicos tras la sanción de la ley conocida como Sáenz Peña y el triunfo del radicalismo
en 1916, pero que hacia 1930 se verán contrarrestados por el primer golpe de Estado
encabezado por Uriburu.
Para tener una apreciación de distintos sujetos sociales propios de esta etapa, una
sugerencia es explorar las pinturas de Antonio Berni. Estas pueden resultar
interesantes para adentrarnos en el espacio vivido por aquellos años.
Para eso, les dejamos el siguiente link de educ.ar titulado: “Berni para niños. Galería.
Otras obras. Un panorama de la obra del artista a lo largo de su
vida”:http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=91648&referente=docente
Berni, Antonio. Desocupados o Desocupación. 1934
Este recurso, muchas veces utilizado en las aulas, es de un valor incalculable para
potenciar nuestras propuestas de enseñanza, el impacto de una buena imagen puede
transformarse en sí mismo en el motor de aprendizajes significativos para los niños.
Convertir una pintura en un texto para ser analizado permite no solo acceder a las
formas de representación pictóricas epocales, sino al contexto de producción de la obra
y las significaciones sociales propias de ese tiempo. Si tomamos como ejemplo la
pintura que elegimos en este apartado no podemos dejar de interrogarnos sobre el
autor: ¿quién era?, ¿dónde nació?, ¿cómo era su familia?, ¿dónde vivía?, ¿dónde
estudió?, ¿cuáles son las técnicas pictóricas que lo caracterizan? Y, al mismo tiempo,
¿en qué años desarrollo su obra?, ¿cómo era la sociedad de ese momento?, ¿quiénes
eran los sujetos sociales que le daban forma?, ¿qué intereses ponían en juego?,
¿cuáles eran los conflictos de la época? Observando, posteriormente la obra en sí,
podríamos preguntar: ¿quiénes están representados?, ¿qué lugar ocupan en el
contexto de la tela?, ¿cómo fueron caracterizados por el autor?, ¿por qué lo hace de
esa manera?, ¿qué aparece en los primeros y segundos planos?, ¿por qué esa
jerarquía?, ¿en qué espacio los ubica?, ¿por qué lo habrá elegido? Estos interrogantes
iniciales pueden ayudarnos a clarificar el entendimiento del cuadro y generar una
apertura para trascender la simple imagen; además, el apropiarse de ésta como texto
abierto, que invita a ser intervenido, que dice mucho más de lo que simplemente
muestra, nos habilita a pasar de la observación al ejercicio de la mirada. Enseñar a
mirar con nuevos ojos, a descubrir que se esconde detrás de la pintura, es una forma
diferente de acercarse al período socio-histórico que estamos trabajando y a los
intereses de un artista en dejar una huella que perdure en el recuerdo colectivo e
identitario.
Desentrañar las relaciones entre elementos, pero también las ideas, que marcaron una
época es dar cuenta de la intencionalidad de los sujetos sociales, producto y
productores de su historia. Por ello, sostener la enseñanza de las ciencias sociales
desde esta perspectiva nos insta a revertir los posicionamientos tradicionales del hacer
en las aulas y a transformarlas en verdaderos espacios de reflexión.
El inicio de la Primera Guerra Mundial desencadena la desarticulación del mercado con
Inglaterra, principal comprador de nuestras materias primas y gran inversor de capitales
en el país, y conlleva a demostrar los límites del modelo agroexportador; que tras la
crisis económica generada por el crack de la bolsa de Nueva York en 1929, propicia un
desajuste en la balanza de pagos a nivel internacional que lleva a la necesidad de
producir en el territorio nacional para suplir parte de las manufacturas que antes se
compraban en el exterior. Esta necesidad de industrialización provoca nuevas
transformaciones territoriales y sociales que trascenderán a su tiempo.
3.1.4. La industrialización sustitutiva de importaciones (1930-
1976): Estado, industrias y migraciones internas
Los lugares donde comienzan a desarrollarse los centros industriales, pequeños y
destinados a producciones de baja complejidad en sus primeros años, son las ciudades
de la región pampeana que por las redes de conexión, la prestación de servicios y
cantidad poblacional resultan más óptimas para la instalación de fábricas. Aquí comienza
un proceso de urbanización acelerado que modificará las bases rurales que Argentina
había consolidado hasta ese momento; éste se verá favorecido por las movilizaciones
territoriales de masas de pobladores del interior que comienzan a trasladarse a las urbes,
despojados de sus tierras por la falta de trabajo o el reemplazo de su mano de obra por
la tecnología y por la consolidación de la red de carreteras paralelas a las vías del
ferrocarril.
Este crecimiento urbano e industrial instala nuevas lógicas de funcionamiento a la
estructura socio-territorial, al mismo tiempo que refuerza la antigua desigualdad entre
la región pampeana y el interior del país, observable en la conformación del cordón
urbano industrial (sucesión de ciudades industriales y puertos que desde el sur de la
provincia de Santa Fe inician una continuidad hasta Buenos Aires y concentran, además
de la población, el poder de decisión político y económico) y las economías regionales,
que acrecientan su dependencia con el centro dinamizador. La pérdida de población que
estas sufren, sobre todo en aquellas provincias más pobres, es sobrellevada por
trabajadores golondrinas que se movilizan en función de las cosechas como mano de
obra precarizada y reemplazable. En cuanto a la producción de cereales y carnes, si bien
se mantienen más allá de las bajas internacionales y continúan representando los
productos exportables, la necesidad de políticas estatales para fomentar su desarrollo
se hará notar en el transcurso de esta etapa.
Por su parte, en las ciudades industriales comienzan a generarse modificaciones
importantes, aparecen los barrios obreros cercanos a las fábricas que llevan al
fortalecimiento de los lazos vecinales entre quienes comparten el trabajo día a día y el
tiempo libre familiar cuando se instala como derecho laboral. Como contrapartida a esta
forma de organización urbana, comienzan a construirse en las periferias las primeras
villas miseria, que nacen de la falta de planificación y capacidad urbana para hacer frente
a los contingentes de migrantes internos que buscan ocupación y no la encuentran. Esta
segregación territorial con el correr de los años se irá incrementando y asociando a
ciertos rasgos físicos, que desde entonces, en determinados grupos sociales, constituyen
las marcas del rechazo y la criminalización.
Como mencionamos unos párrafos antes, este modelo de organización territorial
comenzó a implementarse basado en la producción de bienes de consumo primarios;
estas industrias livianas se extendieron rápidamente e incrementaron una clase obrera
que comenzó a diversificarse y distanciarse de los inmigrantes europeos de la etapa
anterior. Hacia mediados de siglo, en torno al desarrollo de la segunda guerra mundial,
se va a producir un cambio en el gobierno que será trascendental para este sector
poblacional, que encuentra en el Peronismo una identificación y reivindicación social que
permanecerá anclada en las subjetividades y condicionará el accionar en los años
posteriores y el devenir del país hasta nuestros días.
Las políticas de gobierno llevadas adelante por éste, tendieron a la justicia social e
impulsaron la incorporación de los sectores populares a la vida pública, lo que repercutió
en su apropiación de los espacios urbanos como forma de expresión masiva. Es pues, la
imagen de los pies en la plaza de Mayo, cuando el pueblo trabajador pide la liberación
de Perón, uno de los acontecimientos que condensan esa conjugación de elementos
propios de este período y se manifiesta a partir de los rostros y las vestimentas de
quienes irrumpen en un espacio que simbólicamente les estaba negado, lo hacen propio
y lo re-significan.
Durante el peronismo la planificación de la economía, la ampliación de los derechos
laborales y sindicales, junto a la justicia social constituyen los pilares del plan de
gobierno. Así medidas como la legislación del trabajo en favor de los obreros, los
controles y restricciones aduaneras a la importación, la inversión de los capitales
estatales en la industria nacional (sobre todo en las intenciones de fomentar las
industrias de base), la nacionalización de las empresas prestadoras de servicios, la
creación del IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio) y la Junta Nacional
de Granos, los créditos a la inversión y los planes de vivienda e infraestructura social
constituyen algunos de los elementos que materializados en el territorio transformaron
la estructura social y aspiraron a la inclusión y el achicamiento de las fronteras sociales.
Si bien las marcas territoriales durante las dos primeras presidencias de Perón refuerzan
las iniciadas en la década del treinta, los efectos sociales de su accionar magnifican los
resultados. La destitución del gobierno democrático por otro golpe de Estado y el
posterior retorno a una débil democracia, anticipa el final de este período con las políticas
desarrollistas implementadas por Frondizi e Illia en los sesenta, que intentan recuperar
y fortalecer el desarrollo de la industria, esta vez a partir del desarrollo de la ciencia y
la tecnología de la mano de la inversión en muchos casos extranjera. El retorno de Perón
a la Argentina, su muerte y sucesión en el cargo desencadenan el golpe de Estado de
1976, el cual produce una gran ruptura en la historia del país y una nueva etapa de
organización territorial.
Actividades
Actividad de cierre de la clase, para ser entregada.
Como actividad para entregar al tutor les proponemos construir una línea histórica que
dé cuenta de las etapas de organización del territorio que trabajamos en esta clase.
Las líneas cronológicas o las líneas de tiempo son representaciones gráficas empleadas
para visualizar el tiempo transcurrido entre acontecimientos y su ubicación en una
cronología. Básicamente, cuentan con un eje en el que se representan intervalos
regulares de tiempo (años, días, minutos, siglos…) y sobre los que se señalan los
eventos. Las TIC nos brindan herramientas para la construcción de líneas de tiempo más
complejas y ricas en información ya que permiten sumar al simple texto descriptivo de
un acontecimiento determinado, imágenes, fotografías, links a videos a documentos
escritos o audio.
En este caso, les sugerimos la herramienta: https://line.do/es que nos da la posibilidad
de integrar imágenes, presentaciones, videos, e incluso geolocalización. Pueden acceder
a un tutorial para utilizar la herramienta aquí: https://youtu.be/k2vW67-CGH8
Para cumplir con esta actividad deberán armar una línea histórica que caracterice los
períodos de organización territorial desarrollados en esta clase. Para la confección de la
misma pueden buscar imágenes, fotografías, videos, documentos textuales, canciones
que estén colgados en la web y que revistan una significación tal que dé cuenta de las
particularidades epocales y su incidencia en la transformación del territorio argentino.
Con esta actividad -y vale también para todas las propuestas de esta clase- queremos
proponerles una aproximación a ciertas maneras de mixturar decisiones didácticas y
epistemológicas sobre un tema en particular. Pero que tienen la intención de ir más allá,
desean ofrecerles herramientas de análisis que permitan una reflexión sobre el ejercicio
de la práctica que instale formas renovadas del hacer en las aulas, apostando a la
creatividad y riqueza que nos posibilitan las nuevas tecnologías, pero mediadas por la
función insoslayable de habilitar la construcción de aprendizajes significativos.
Forma de entrega:
La línea creada deberá compartirse, en el grupo de Facebook siguiendo las indicaciones:
1. Estando en la página de line.do y en su línea de tiempo, obtendrán el código de inserción
tocando sobre el icono que se señala a continuación:
2. “Pinten” el código y con el botón derecho del mouse seleccionen “copiar” para poder
pegarlo en donde se les pide (también pueden copiar desde el teclado presionando Ctrl C).
3. Luego, deberán acceder al grupo de Facebook y apretar Ctrl V.
Bibliografía de referencia
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Juan A. Roccatagliata (coord.) La Argentina: geografía general y los marcos
regionales. Planeta, Buenos Aires.
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Gurevich, R. (comp) (2011). Ambiente y educación. Una apuesta al futuro.
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Gurevich, R. (2005). Sociedades y territorios en tiempos contemporáneos. Una
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Iglesias, S. (Dirección y guión) (2006). Bialet Massé, un siglo después. Buenos
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Tobío, O. (2011). Territorios de la incertidumbre. Apuntes para una geografía
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