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Resumen del Protocolo de Kyoto

Los delegados celebran la aprobación del Protocolo en 1997. Hizo falta todo un
año para que los países miembros de la Convención Marco sobre el Cambio
climático decidieran que la Convención tenía que incorporar un acuerdo con
exigencias más estrictas para reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero.

La Convención entró en vigor en 1994, y ya en 1995 los gobiernos habían


iniciado negociaciones sobre un protocolo, es decir, un acuerdo internacional
vinculado al tratado existente, pero con autonomía propia. El texto del Protocolo
de Kyoto se adoptó por unanimidad en 1997.

 La principal característica del Protocolo es que tiene objetivos obligatorios


relativos a las emisiones de gases de efecto invernadero para las principales
economías mundiales que lo hayan aceptado. Estos objetivos van desde -8%
hasta +10% del nivel de emisión de los diferentes países en 1999 "con miras
a reducir el total de sus emisiones de esos gases a un nivel inferior en no
menos de 5% al de 1990 en el período de compromiso comprendido entre el
año 2008 y el 2012". En casi todos los casos, incluso en los que se ha fijado
un objetivo de +10% de los niveles de 1990, los límites exigen importantes
reducciones de las emisiones actualmente proyectadas. Se prevé el
establecimiento de objetivos obligatorios futuros para los “períodos de
compromiso” posteriores a 2012. Éstos se negociarán con suficiente
antelación con respecto a los períodos afectados.

 Los compromisos contraídos en virtud del Protocolo varían de un país a otro.


El objetivo global del 5% para los países desarrollados debe conseguirse
mediante recortes (con respecto a los niveles de 1990) del 8% en la Unión
Europea (UE [15]), Suiza y la mayor parte de los países de Europa central y
oriental; 6% en el Canadá; 7% en los Estados Unidos (aunque posteriormente
los Estados Unidos han retirado su apoyo al Protocolo), y el 6% en Hungría,
Japón y Polonia. Nueva Zelandia, Rusia y Ucrania deben estabilizar sus
emisiones, mientras que Noruega puede aumentarlas hasta un 1%, Australia
un 8% (posteriormente retiró su apoyo al Protocolo) e Islandia un 10%. La
UE ha establecido su propio acuerdo interno para alcanzar su objetivo del 8%
distribuyendo diferentes porcentajes entre sus Estados Miembros. Estos
objetivos oscilan entre recortes del 28% en Luxemburgo y del 21% en
Dinamarca y Alemania a un aumento del 25% en Grecia y del 27% en
Portugal.

 Para compensar las duras consecuencias de los “objetivos vinculantes”, el


acuerdo ofrece flexibilidad en la manera en que los países pueden cumplir
sus objetivos. Por ejemplo, pueden compensar parcialmente sus emisiones
aumentando los “sumideros” –bosques, que eliminan el dióxido de carbono
de la atmósfera. Ello puede conseguirse bien en el territorio nacional o en
otros países. Pueden pagar también proyectos en el extranjero cuyo resultado
sea una reducción de los gases de efecto invernadero. Se han establecido
varios mecanismos con este fin (véanse los apartados sobre “comercio de
derechos de emisión”, el “Mecanismo para un desarrollo limpio” y la
“aplicación conjunta”.

 El Protocolo de Kyoto ha avanzado lentamente: se encuentra todavía en lo


que se conoce con el nombre de “fase de ratificación”, y es un acuerdo
complicado. Razones no faltan. El Protocolo no sólo debe ser eficaz frente a
un problema mundial también complicado; debe ser también políticamente
aceptable. En consecuencia, se ha multiplicado el número de grupos y
comités creados para supervisar y arbitrar sus diferentes programas, e incluso
después de la aprobación del acuerdo en 1997, se consideró necesario
entablar nuevas negociaciones para especificar las instrucciones sobre la
manera de instrumentalizarlo. Estas normas, adoptadas en 2001, se conocen
con el nombre de “Acuerdos de Marrakech”.

 Los tratados internacionales deben tratar de conseguir un delicado equilibrio.


Los que se proponen conseguir un apoyo general muchas veces no son lo
bastante enérgicos como para resolver los problemas que tratan de solucionar
(como se consideraba que la Convención Marco presentaba esa deficiencia, a
pesar de sus numerosas y valiosas disposiciones, se creó el Protocolo con la
finalidad de complementarla). En cambio, los tratados con disposiciones
firmes pueden tener problemas a la hora de conseguir el apoyo necesario para
que resulten eficaces.
 Lo que ahora se necesita realmente es que el Protocolo consiga ratificaciones
suficientes para entrar en vigor. Lo mismo que el Protocolo en general, esta
materia es complicada. El Protocolo será jurídicamente vinculante cuando lo
hayan ratificado no menos de 55 países, entre los que se cuenten países
desarrollados cuyas emisiones totales representen por lo menos el 55% del
total de las emisiones de dióxido de carbono en 1990. Ello no ha ocurrido
todavía. El principal problema es que deben decidir adherirse más naciones
industrializadas que se verán afectadas por los límites de emisión del
Protocolo. Una segunda preocupación es que los Estados Unidos y Australia
han manifestado que no apoyarán ya el tratado.

 Al mismo tiempo, una novedad positiva es que algunos mecanismos del


Protocolo cuentan con apoyo suficiente y se están estableciendo antes incluso
de la entrada en vigor del Protocolo. Por ejemplo, el Mecanismo para un
desarrollo limpio –a través del cual los países industrializados pueden
cumplir en parte sus objetivos vinculantes de emisión mediante “créditos”
obtenidos patrocinando proyectos que reducen las emisiones de gases de
efecto invernadero en los países en desarrollo– cuentan ya con una junta
ejecutiva que está preparando algunas propuestas.

Tratados internacionales sobre el medio ambiente

La problemática del medio ambiente ha sido tema clave para la humanidad desde hace décadas, lo
que se traduce como interés para figuras políticas y países que han empezado a caminar hacia la
toma de medidas para reducir el impacto negativo de las industrias en la naturaleza.

Teniendo esto en cuenta se han realizado varios tratados, cumbres y convenios entre países en pro
del desarrollo sostenible, preservar la fauna y flora, así como por el bienestar y la salud de las
personas. Así, rescatemos las ideas principales de varios acuerdos realizados en los últimos años:

Principales tratados internacionales a la fecha

- Carta Mundial de la Naturaleza

Este documento fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 28 de octubre de
1982 y representa la estrategia mundial para la conservación de los recursos naturales y la
preservación del medio ambiente.
Está compuesto por 24 artículos que hablan sobre la importancia de respetar los ecosistemas, las
especies y sus entornos, haciendo énfasis en la conservación de los recursos terrestres, marinos y
atmosféricos que están siendo afectados por las guerras o la contaminación.

Uno de los principales objetivos de la Carta Mundial de la Naturaleza, es la creación de planes a


largo plazo que ayuden a impulsar el desarrollo económico, controlen el crecimiento de la
población y mejoren la calidad de vida, con el fin de garantizar la conservación de los recursos
naturales para las generaciones futuras.

Hojas en una mano

- La Cumbre de Rio de Janeiro

En La Cumbre de Río de Janeiro (que se llevó a cabo del 3 al 14 de junio de 1992) participaron 172
países (con 108 jefes de Estado) y 2.400 representantes. Allí se declararon un conjunto de principios
en los que se definían los derechos civiles y obligaciones de los Estados, para lograr el progreso y
bienestar de la humanidad y la conservación y aplicación de un desarrollo sostenible en todos los
tipos de bosques.

- La Cumbre del Milenio

Esta declaración de paz, seguridad y derechos humanos fue aprobada y firmada por diferentes jefes
de Estado y Gobierno del mundo, en el año 2000, en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas
en New York.

Este documento está compuesto por 8 objetivos, 18 metas y más de 40 indicadores entre los que se
encuentran la erradicación de la pobreza, la igualdad de género, el avance en las investigaciones
para combatir el VIH y la protección del medio ambiente y los recursos naturales.

- Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC)

Este acuerdo se adoptó en New York en 1992 con el objetivo de reconocer la importancia de los
efectos del cambio climático causados por la emisión de gases de efecto invernadero en la
atmósfera, los cuales afectan la superficie de la tierra y por perjudican los ecosistemas naturales y el
ser humano.
En 1997, los gobiernos se comprometieron a trabajar de la mano con el protocolo Kyoto, un
programa diseñado para reducir la emisión de estos gases, descontaminar el aire del planeta, lograr
una estabilización en los ecosistemas y permitir que estos se adapten naturalmente al cambio
climático.

Polución y contaminación

- Protocolo de Kyoto

Este Protocolo hace parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático y representa un acuerdo internacional que pretende reducir las emisiones de seis gases de
efecto invernadero que están causando el calentamiento global como el dióxido de carbono, el gas
metano y el hexafluoruro, entre otros.

Este acuerdo se fijó en 1997 y su meta era que para el 2012 se debía reducir el 95% de la emisión de
estos gases. Sin embargo, solo hasta el 2005 se puso en práctica, razón por la cual los países aún
siguen trabajando para buscar soluciones que ayuden a combatir la contaminación.

- Cumbre del Clima de París 2015

Esta conferencia pretende marcar una diferencia en el lucha contra el cambio climático basándose
en una serie de compromisos referidos a la emisión de sustancias contaminantes a la atmósfera a
partir del año 2020.

Su objetivo principal es cerrar un acuerdo internacional donde los demás estados se comprometan y
trabajen a favor de la conservación del medio ambiente y su atmósfera. En este evento se acordó,
que en un plazo de 20 años, el aumento de la temperatura global no podrá ser mayor a los 2ºC.

- Protocolo de Montreal

Firmado en 1987 en Montreal, este protocolo establece un acuerdo para la eliminación paulatina del
uso de sustancias químicas que provocan la destrucción de la capa de ozono que cubre la tierra.

Nubes en ciudad

- Convenio de Viena
Este convenio fue realizado en Viena, en el año 1985, y busca adoptar medidas apropiadas para
proteger la salud humana y el medio ambiente contra los efectos adversos resultantes o que fueran
resultado de las actividades humanas que modifiquen o puedan modificar la capa de ozono.

- Convenio Marco de la Diversidad Biológica

Acordado en junio de 1992 por la Convención de las Naciones Unidas del Medio Ambiente y
Desarrollo (CNUMAD), estipula lograr la conservación de la diversidad biológica, la utilización
sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios de la utilización
de los recursos naturales.

- Protocolo Ambiental de Cartagena

Fue firmado en el año 2000 en la ciudad de Cartagena, Colombia, y buscó contribuir a establecer en
el comercio internacional controles de seguridad para la transferencia, manipulación y utilización de
organismos vivos modificados o transgénicos.

Energías renovables eólicas y solares

- Convenio de Ramsar

Este convenio fue firmado en febrero de 1971, en la ciudad de Ramsar, Irán, y se hizo con el ánimo
de proteger las zonas húmedas del planeta y las especies de aves acuáticas en vía de extinción.

- Convenio de Basilea

Realizado en marzo de 1989, fue realizado para controlar los movimientos transfronterizos de los
desechos peligrosos, y brindar protección particular a los países en desarrollo, así como promover
su disposición final adecuada.

- Convenio de Aarhus

Este convenio fue firmado en junio de 1998, y se hizo para la protección de los derechos de los
ciudadanos a vivir en un medio que garantice su salud y bienestar, que propone también sensibilizar
a las personas sobre los problemas ambientales, facilitar el acceso a la información ambiental y
propiciar la participación pública en la toma de decisiones.

Campesino asiatico cultivando


- Convenio de Estocolmo

El convenio de Estocolmo fue firmado en mayo de 2001, y buscaba controlar y eliminar un grupo
de doce compuestos peligrosos conocidos como “La Docena Sucia”.

Todas estas propuestas y tratados nacen para el beneficio de todos, no obstante, suelen ir en contra
al desarrollo económico de varios países que centran sus esfuerzos en las industrias que más daño le
hacen al planeta. Generar un cambio es difícil, mucho más a gran escala, pero es gracias a estas
iniciativas que poco a poco vamos avanzando hacia un planeta en armonía, ¿será que avanzamos lo
suficientemente rápido? Solo el tiempo lo dirá.

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