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Ulisses González Carrera Lic.

Héctor Hugo Rodríguez M

San Agustín y los arrianos1


Teología Fundamental

Manlio Simonetti
Sinopsis
El italiano Simonetti con estudios patrísticos e intérprete histórico de la biblia, hace
una reflexión acerca de dos doctrinas que buscaban defender su postura en relacion al tema
de Dios con el Hijo y este con el Espíritu Santo, el mismo título del artículo lo señala, esta
gran controversia se da entre San Agustín y los arrianos, específicamente con el obispo
arriano Maximino. La gran controversia de fondo es la postura arriana: la negación de la
divinidad verdadera de Cristo y por consecuencia la del Espíritu Santo.
El artículo de esta reflexión en un primer momento señala que en la figura de San
Agustín se tiene algunas obras en contra del Arrianismo, tales son: Sermone arianorum,
Contra sermone arianorum, Collatio cum Maximino y Contra Maximinum. Las cuales se
profundizará a continuación. El artículo presentado por Simonneti hace alusión en un
principio a una de las obras más conocidas de San Agustín como lo es De Trinitate, en
dicha obra busca mostrar o reafirmar que «la Trinidad es un solo, único y verdadero Dios, y
cuán rectamente se dice, cree y entiende que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son de una
misma esencia o sustancia». Desde esta postura agustiniana se busca dar respuesta a las
secuelas que aún persisten y buscan fragmentar la trinidad.
Primera obra Sermone arianorum, en dicha obra escrita en el año 418 se expone la
doctrina arriana, de la cual ya se ha profundizado y ealtaso la característica más
sobresaliente de este postura que es la de negar la divinidad a Jesús. Se toman dos
conceptos los cuales ayudan a especificar esta postura: ingenito y engendrado, el Padre es
el único que se da el ser por sí mismo, es increado mientras que el hijo no comparte esta
sustancia y se identifica como un ser creado, e incluso se podría afirmar que la mejor
creación de entre todos los seres creados. En consecuencia al hablar del Espíritu se
identifica en un rango menor al Hijo, de él se puede decir que es una creación del Hijo. Por
tanto la postura que muestra esta obra ante la trinidad es jerárquica y subordinada, más no
son el mismo Dios.
Ante estas acusaciones S. Agustín responde desde una obra llamada Contra
Sermone arianorum la respuesta de este gran teólogo-filósofo va en una línea de la
unicidad, no se defiende hablando de la trinidad por aparte sino que en comunión, ellos son
una sola naturaleza, e incluso de manera analógica se puede explicar esta postura, como
ejemplo está el hombre, que está compuesto de cuerpo, alma y espíritu, la sustancia de
hombre no está formada por el sólo cuerpo, ni el espíritu está independiente de este o del
alma, sino que ambos forman una unidad que es el hombre.
En otra obra de las aquí mencionada en un principio, se encuentra Collatio cum Maximino,
contiene una discusión entre el obispo Maximino y San Agustín dicho debate gira en las
1 SIMONETTI Manlio, San Agustín y los arrianos, pp. 55-84.
Ulisses González Carrera Lic. Héctor Hugo Rodríguez M

tesis arrianas. El escrito presente tres momentos, el primero que favorece a San Agustín
quien busca agarrar a Maximino en contradicción, un segundo momento es la respuesta de
este obispo pidiendo a Agustín aclaraciones sobre lo dicho y un tercer momento lleno de un
dialogo exhaustivo con la finalidad de dejar a San Agustín si derecho de réplica. Este gran
dialogo o controversia, de fondo está el tema de la trinidad.
La última obra expuesta a la cual se hace alusión, es la contestación a este obispo
Maximino, llamada Contra Maximinum. Agustín se da cuenta de la carencia que muestra su
rival y lo manifiesta en este escrito, todo parte desde una pregunta de fe que arroja una gran
carencia de pensamiento por parte de este obispo arriano. El creador de la obra De Trinitate
arroja una pregunta acerca de la fe trinitaria a la cual contesta su adversario con la siguiente
afirmación: el Espíritu Santo es proclamado iluminador y santificador de las almas. Dicha
respuesta después de un análisis llega a deducir que ambos son una sola sustancia y una
misma divinidad.
Comentario personal:
Hablar de una realidad difícil de comprender como lo es la unidad del Dios trino en
el cual creemos, ha sido un tema de gran debate en la historia, afortunadamente han
existido grandes pensadores que han dado respuesta a esta idea difícil de concebir e
inimaginable a la razón humana. Resulta complicado la concepción de ese Dios que se hace
hombre, abandonado toda su majestad para convivir con la realidad humana. Por tanto San
Agustín en su doctrina sobre la trinidad elabora esta formulación de escritos para reafirmar
la relación tan íntima que existe entre Dios, Jesús y Espíritu Santo, ambos comparten la
misma sustancia, son una misma naturaleza. Vuelvo a resaltar la postura arriana y la
importancia que tiene en la doctrina de la Iglesia, sin este tipo de controversias heréticas la
teología carecería de argumentos firmes.

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