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PLANEAMIENTO I - LRE - PLAN V

RESUMEN DE LAS UNIDADES TEMÁTICAS

UT1 - Los asentamientos humanos y la intervención territorial planificada


1.1 Los asentamientos humanos como emergentes de la relación entre espacio, sociedad, política, economía, tecnología y cultura. La
producción social del espacio y la complejidad del fenómeno. Los procesos que organizan y configuran el territorio, sus
transformaciones y los cambios de paradigmas. La ciudad y sus principales transformaciones en la contemporaneidad.
1.2 Naturaleza de la planificación territorial y ámbitos de actuación. La planificación como proceso. Limitaciones y potencialidades
como herramienta técnico política. La relación entre desarrollo, calidad de vida y planificación. Las diferentes concepciones del
desarrollo.
1.3. Los sistemas de apoyo a la actuación planificada: el conocimiento, la legislación y la gestión. El aporte del Urbanismo,
Ordenamiento urbano y territorial y otras disciplinas. La necesidad de un cuerpo legal general y específico. La articulación de
decisiones y de las estrategias en las transformaciones territoriales.
1.4. Los campos de actuación del arquitecto en relación a las prácticas de la planificación y sus incumbencias profesionales.
Disciplina e interdisciplinar.

ISABEL LOPEZ
Ciudad, Planificación y Calidad de vida.
Prólogo.
Se reflexiona acerca de conceptos que permiten identificar, comprender y relacionar el significado y la complejidad de los
asentamiento humanos, especialmente al denominado ciudad, con el alcance de la intervención planificada en y de la ciudad,
utilizando como medio e instrumento la planificación urbana y el planeamiento físico respectivamente, y de la aplicación del
concepto calidad de vida como información para cualificar y cuantificar las condiciones de vida de la población y actuar en
consecuencia.
La planificación en general será tratada como medio de racionalizar la toma de decisiones, y la planificación urbana y el
planeamiento físico como medios e instrumentos técnico-políticos de la aplicación de políticas territoriales que pueden colaborar en
el mejoramiento de las condiciones de vida de la población, siempre y cuando la gestión urbana se realice en una perspectiva de
desarrollo social y humano.
El concepto de calidad de vida se presenta como herramienta de diagnóstico para conocer las condiciones de vida de la población, o
para actuar en consecuencia desde la planificación o la gestión urbana, reflexionando acerca de cómo hacer operativo este
concepto, midiendo necesidades a través de los aspectos considerados satisfactores, que a través de indicadores numéricos y/o
cualitativos colaboran en la evaluación y control de la gestión y la planificación urbana, testeando el cumplimiento de las mejoras en
las condiciones de vida y en qué medida.
Para comprender la complejidad que implica la acción planificadora, se debe tomar conciencia que para intervenir en fenómenos de
construcción social compleja como la ciudad o el territorio en general, primero tendremos que investigar y conocer en profundidad
el objeto de intervención y también el cómo y quienes lo producen, para luego planificar. También en qué consiste la planificación,
sus escalas y tiempos de aplicación, sus enfoques, instrumentos, y la importancia de su control y evaluación permanente.
Se hará necesario identificar componentes y estructuras (sociales, económicas, políticas, físico-espaciales), y los sistemas que los
relacionen y permitan describir, explicar, evaluar y pronosticar el futuro, para luego realizar propuestas que se puedan plasmar a
través de planes, programas y proyectos, o instrumentos de la planificación.
Introducción.
La marcada heterogeneidad de condiciones sociales y ambientales, que se expresan dentro de las grandes y medianas
aglomeraciones de los países latinoamericanos, se traducen a su vez en la coexistencia de áreas dotadas de infraestructura y
servicios habitadas por población de ingresos medios y altos, con otras áreas donde se asientan las grandes mayorías de grupos
poblacionales carenciados donde prolifera la precariedad en las condiciones de vida, la degradación ambiental y la marginalidad y
exclusión social.
El mejoramiento de las condiciones de vida en los asentamientos humanos se realiza desde el campo político, y desde el campo
académico el aporte de conocimientos para efectivizar el diagnóstico territorial y/o urbano que colabore en la toma racional de
decisiones o la planificación de las políticas urbanas, comprendiéndolas siempre en un marco ideológico preciso.
El territorio como concepto.
● La sociedad desarrolla su actividad en un ámbito que en general se puede definir como espacio cuando no existe referencia
a una situación concreta. Si nos referimos al espacio concreto cuando está efectivamente apropiado por el hombre,
deberíamos pasar a la noción de territorio (Reboratti 1994).
● Desde una visión general, territorio es una visión integradora del espacio y la sociedad, por lo tanto una visión desde donde
comprender la totalidad de los asentamientos humanos. Es el espacio que una sociedad ha organizado, modificado y
transformado, donde se puede observar, interpretar y explicar concretamente el transcurrir histórico y sus
transformaciones, ya sea con el fin de ampliar el conocimiento profesional y científico, como también para intervenir en la
gestión y la planificación territorial en sus distintas escalas.
● Desde una visión ambiental, el territorio es producto de las interacciones entre las dinámicas naturales y sociales. Por lo
tanto, se organiza a partir de dos grandes sistemas, el de la naturaleza y la sociedad, las cuales responden a tiempos,
escalas, magnitudes y lógicas diferentes
● Desde una visión integral, territorio es una construcción social, escenario y producto histórico de una sociedad donde se
desarrollan los procesos políticos, económicos, sociales, físicos y naturales comprendidos en una categoría historia que les
otorga inteligibilidad.
● Como espacio vital y de vivencias, territorio es una porción del planeta con la cual algo o alguien se identifican en diferentes
escalas (Reboratti 1994), y también ámbito de relaciones físicas, políticas, sociales, económicas y jurídicas que posee un
espacio físico y área que lo soporta.
● Como producto social, el territorio es resultado de las relaciones sociales y de poder que se produzcan en el mismo (Boisier,
1988), y de las relaciones productivas y reproductivas que tienen un impacto sobre su configuración. Es sumamente
relevante que al momento del análisis, el diagnóstico, la planificación y la gestión urbana territorial, se tenga en cuenta que
adquiere valores diferentes según quienes lo habiten.
Los procesos que organizan el territorio en general, y que transforman los asentamientos humanos otorgándoles interrelaciones
entre ellos, dentro de un territorio regional, nacional y/o de carácter internacional o de frontera son de tres tipos:

● Los procesos demográficos, o sea los propios de la población en permanente cambio y aquellos relacionados con el
territorio propiamente dicho.
● Los procesos productivos, como el mecanismo por el cual la sociedad organiza la satisfacción de sus necesidades con el fin
de mejorar sus condiciones de vida. Se organiza en tres sectores: El primario, que se relaciona con la producción de materia
prima. El secundario, relacionado con la transformación física de la materia prima. Y el terciario, ligado a la producción de
elementos no tangibles y a la distribución de productos de los otros sectores.
● Los procesos de apropiación y uso del suelo y del espacio, ya sea para la vida cotidiana como para la actividad productiva.
Se dividen en tres grandes agrupaciones: El suelo y espacio rural como factor productivo; el suelo y espacio urbano, de uso
intensivo y competitivo entre sí; el suelo y espacio periurbano, como el territorio de transición entre lo urbano y lo rural,
indefinido en su uso.
Es posible reconocer cuatro escenarios territoriales probables en base a combinar crecimiento demográfico y económico, que
asociado a la apropiación y uso del territorio se diferencian en su configuración y organización y también en las condiciones de vida
que otorguen a la población.

● El primer escenario, con crecimiento demográfico y económico, seguramente presente problemas ligados propiamente a
este crecimiento, como congestiones o problemas ambientales, y que en una situación de inequidad social, el estado tendrá
que planificar con políticas de orden territorial y de redistribución de la riqueza estructural, usando como instrumento la
planificación.
● El segundo escenario, con descrecimiento demográfico y crecimiento económico, puede cumplirse en ciudades y territorios
donde las actividades más importantes sean las turísticas u otras estacionales.
● El tercer escenario, con descrecimiento económico y crecimiento demográfico, está marcado por la recesión y se da en
ciudades y territorios no desarrollados, prácticamente abandonados y/o saqueados.
El cuarto escenario, con descrecimiento demográfico y económico, corresponde a ciudades y territorios que han perdido
dinamismo, donde suele coincidir con un cambio en el perfil productivo o de función dentro de algún sistema territorial.
En base a estos procesos es posible identificar una configuración territorial totalmente fragmentada, que en su dimensión espacial
comprende tanto los soportes naturales como los construidos por la sociedad para el despliegue de las diferentes actividades. Por lo
tanto las relaciones que se establecen entre soportes y actividades constituyen hoy una organización territorial.
La ciudad
Establecer las diferencias entre el concepto de urbanización y el de ciudad resulta esencial para comprender el origen de los
problemas del fenómeno urbano en general y también de quienes depende su resolución.
La urbanización solo se refiere a la articulación espacial continua de concentración de actividades y población (Borja y Castells,
1999).
Para intervenir en la ciudad se debe conocer no solo el ámbito construido y su calidad ambiental, sino también las relaciones
sociales, de cultura y las instituciones políticas de autogobierno y del control ciudadano sobre su propia vida (Borga y Castells, 1999).
La ciudad implica un sistema específico que asocia Urbs, Civis y Polis. Esto tres sentidos clásicos coexisten, donde el de Urbs, se
refiere a lo construido; el de Civitas, como la comunidad compleja de grupos sociales e institucionales; y el de Polis, en el sentido
político y de gobierno del asentamiento. Cuando se habla de ciudad se alude de manera indistinta a todos estos aspectos, cuyo
estudio es objeto de la ciencia urbana o el urbanismo (Alomar, 1980). La acepción de Urbs será específica del urbanista, del
arquitecto y del geógrafo urbano en el sentido físico, espacial, material, funcional, morfológico y de la calidad ambiental.
Para definirla en lo material, aparecen dos cuestiones esenciales: La densidad, como concentración de personas sobre un espacio
reducido, y la morfología, como reflejo de la densidad y de un tipo de utilización del suelo no rural. El tamaño y la estructura
funcional permitirían identificar posterior los distintos niveles de complejidad existentes dentro de esta forma de asentamiento
humano y de poblamiento.
La forma específica y organización espacial es producto social, cultural y tecnológico, modelado y condicionado por la estructura
social y por el tipo de relaciones que se establezcan entre sus distintos componentes y sus relaciones de producción, ósea por la
suma o conjunto de instancias económicas, ideológicas y jurídicas políticas que las constituyen. El análisis de la articulación concreta
entre esta forma espacial y la estructura social obliga al arquitecto, urbanista y planificador al trabajo común con otros científicos
sociales, y permite que el conocimiento y la investigación deban integrarse en una tarea más amplia y de carácter interdisciplinario.
La Urbs se puede interpretar como asentamiento urbano que se estructura a partir de componentes funcionales, físico-espaciales y
ecológicas, fusionadas e interactuando entre sí, pero también como producto de una sociedad integrada por múltiples actores con
distintas racionalidades que interactúan y transforman el espacio vital de la ciudad cotidianamente, interactuando entre
racionalidades de tipo económico, político y la del ciudadano propiamente dicho.
Los investigadores especializados y la aplicación de los saberes y las ciencias aportan distintos enfoques teóricos de acuerdo a las
problemáticas que se necesite abordar y resolver, pudiendo ser por ejemplo de tipo integral o de tipo sectorial. En la década del 60’
la ciudad era pensada como un espacio de progreso técnico y por lo tanto de desarrollo social, económico y regional; en los 70’ la
ciudad se enfoca por los marxistas como un espacio de conflicto social necesario para la obtención de mejores condiciones de vida.
En estas mismas décadas las ciudades también se observaron como centros y conjuntos de asentamiento humanos cuyo
ordenamiento por rangos y jerarquías en un territorio trataban de explicar el desarrollo o subdesarrollo, a través del rol y la
importancia que adquiría cada ciudad, especialmente dado por sus rasgos demográficos y actividades económicas y productivas. En
los 80’ y 90’ el enfoque ambiental visualiza la ciudad como una unidad ecológica no sustentable, y la ciudad industrial de los 60’ se
reemplaza por la ciudad informacional o del desarrollo de los servicios y la información. Desde lo cultural y tecnológico algunos
territorios y ciudades se convirtieron en nodos de redes de ciudades, acelerando el proceso de globalización económica y cultural,
mientras otra gran mayoría quedaron al margen.
Reflexionar sobre la ciudad como fenómeno complejo y constituida por componentes funcionales, morfológicos, ecológicos, pero
también perceptivas y de comunicación, es lo que hace y construye la Urbs. Pero también es objeto de intereses económicos y
especulativos (espacio de cambio), de intereses de los ciudadanos para su desarrollo y el de su familia (espacio de uso) y de los
intereses políticos e institucionales que la conforman (espacio de participación y apropiación). Por lo tanto, las distintas teorías y
enfoques ayudan a interpretar el territorio y la ciudad de acuerdo a los problemas que se visualicen y desee resolver.
La planificación y el planeamiento físico.
El proceso de planificación se lo puede reconocer como un proceso racional de toma de decisiones. Esto implica, formular objetivos
y realizar una reflexión crítica sobre la realidad que se desee reorientar, actividades que en general se denomina diagnóstico y que
ayudará a conducir las decisiones y acciones a futuro en campos tales como, el desarrollo social, económico, físico-espacial,
territorial, ambiental u otros. Se ha utilizado desde la práctica política contemporánea como instrumento o medio que colabora en la
racionalización de la toma de decisiones y de la gestión de gobierno.
Por lo tanto la planificación es un proceso de contenido técnico-político mediante el cual se pueden elaborar “conscientemente” un
conjunto de políticas, estrategias e instrumentos para alcanzar determinadas metas en función de ciertos objetivos relacionados con
los beneficios de una sociedad. Desde lo técnico es un proceso y desde lo político un medio.
Depende del objeto de la planificación, puede denominarse “planificación económica” cuando se ocupa de la estructura económica
y el nivel general de desarrollo de la sociedad en cuestión, o planificación física, cuando es un proceso que se ocupa del
ordenamiento de la estructura físico-espacial, hoy denominado ordenamiento territorial en un intento de integrar lo social, lo
económica y lo cultural con el espacio y el medio de vida de la sociedad de que se trate.
Por lo tanto, la planificación física se define por un conjunto de acciones dirigidas hacia la modificación de determinadas condiciones
territoriales teniendo en cuenta la organización territorial preexistente. Es un proceso gestionado desde el estado que tiene como
fin ordenar una estructura territorial integrando el desarrollo social, económico y cultural con el espacio y el medio. Su alcance
depende del momento y de las ideas políticas que organicen sus objetivos. Se ocupa de los procesos de ordenamiento de las
actividades de los hombres y sus soportes materiales, ya sea de las actividades productivas como reproductivas, así como de los
canales y los flujos para sus interacciones.
Hoy la planificación física se ha extendido al concepto de ordenamiento territorial, y practica mediante el análisis y la visión
prospectiva del territorio, con el objetivo de definir la realización de equipamientos y servicios estructurantes portadores de futuro,
susceptibles de modificar el curso de los acontecimientos en lo que respecta a la acción del hombre sobre las cosas, con el fin de que
puedan satisfacerse las necesidades sociales. Facilitar, hacer posible y colaborar con el desarrollo social y económico es la meta.
En la Prov. De BsAs existe la ley de ordenamiento territorial y usos del suelo, donde describe que dentro del ordenamiento territorial
se entiende por proceso de planeamiento físico al conjunto de acciones técnico-político-administrativas para la realización de
estudios, la formulación de propuestas y la adopción de medidas específicas en relación con la organización del territorio, a fin de
adecuarlo a las políticas y objetivos de desarrollo general establecidos por los distintos niveles jurisdiccionales en concordancia con
sus respectivas estrategias.
La forma de contribuir que aporta la planificación física es que es desde su campo donde se pueden concretar los enunciados de las
políticas de ordenamiento urbano-rural y regional, tendientes a mitigar los problemas del hábitat, permitiendo además la
participación directa de las organizaciones sociales en el tratamiento de las mencionadas políticas, así como en la elección de
alternativas y la selección de instrumentos para su logro. Constituye un instrumento y un medio donde se concretan e integran los
niveles de planificación sectorial. El planeamiento físico es quien jerarquiza, articula y coordina en el territorio y en el tiempo, las
diferentes políticas.
Planificación Urbana
Dentro de un marco donde las responsabilidades estatales se atomizan, y no existen modelos societarios que alteren el deterioro en
las condiciones de vida, el planeamiento físico del territorio, entendido como el conjunto de acciones técnico-políticas dirigidas hacia
la modificación de determinadas condiciones ambientales y espaciales de reproducción de la sociedad, es reinterpretada.
Siendo objeto de la planificación física, la organización territorial específica en cada sociedad, contexto y periodo, también emergen
reinterpretaciones que posibilitan la construcción de nuevas modalidades de gestión e intervención pública y privada, que
denominamos planificación urbana o planificación de orden más integrador, pero solo recortado al escenario urbano.
Sobre bases de conocimiento específico, prácticas interdisciplinarias y evaluación de las experiencias realizadas, y sobre todo desde
una perspectiva de desarrollo como expresión de las necesidades y potencialidades de las propias organizaciones sociales, se
interpreta a la planificación urbana como política que cumple con los objetivos más integradores, ocupándose de los planes de
desarrollo dentro de los límites urbanos y periurbanos, pertenecientes al ámbito de las políticas públicas municipales y a las políticas
territoriales en general.
La planificación urbana debe articularse en conjunto con el planeamiento físico, que son los planes, programas, proyectos e
instrumentos normativos de ordenamiento y uso del suelo que permiten tanto mejorar las condiciones de vida de la población como
el desarrollo eficiente de las actividades económicas y sociales que se localicen en el territorio. En caso de que estas acciones se
articulen con políticas de bienestar social y desarrollo económico propio del territorio que se habita, el mejoramiento de las
condiciones de vida de la población que habita la ciudad estará asegurado.
Planificación territorial
La planificación urbana se practica de forma integral, bajo la orientación de directrices generales formuladas desde las políticas
regionales (desarrollo económico, calidad de vida, planificación de infraestructura y equipamientos, etc.) y la planificación territorial,
ya que ambas comparten la preocupación por los desequilibrios territoriales.
Por su parte, la planificación territorial se preocupa de dar respuestas a los problemas globales de un determinado territorio e
incluye, por lo tanto, temas relacionados con el desarrollo económico, aunque no se limiten a ellos ni los pondere (Pujadas y Font,
1998). La planificación territorial se refiere al proceso de planificación en ámbitos urbano-urbano, urbano-rurales, supramunicipales
y/o regionales. Se formula a partir de directrices de ordenamiento territorial y requiere de un gran esfuerzo de coordinación y
acoplamiento de múltiples intereses sectoriales y territoriales. Debe contener determinaciones que orienten, identifiquen y guíen
tanto a la planificación urbana como a la planificación sectorial.
También la planificación estratégica, enfoque que integra lo social, lo económico y la organización territorial, puede encontrar en la
planificación territorial el instrumento adecuado para dar carácter normativo y vinculante a intervenciones territoriales estratégicas.
Interdisciplinar o disciplinas específicas. Urbanismo y ordenamiento territorial.
La interdisciplinariedad y la interciencia es necesaria, ya sea para el análisis y comprensión de un territorio, como para la práctica de
la intervención territorial planificada de los asentamientos humanos; y particularmente se han hecho explícitas dos disciplinas desde
donde se intenta formular teorías, investigar y colaborar con la práctica de la planificación: el urbanismo y el ordenamiento
territorial.
Dentro del campo académico, el urbanismo se considera una disciplina que alude al estudio sistemático (analítico, evolutivo,
comparativo, explicativo y valorativo) del fenómeno urbano y al contexto en que se inserta. Conforma también el campo teórico-
reflexivo y proyectivo respecto al hábitat urbano que impregna y nutre tanto al diseño urbano como a la planificación física en
ámbitos urbanos. Es una actividad que, por la naturaleza del fenómeno que estudia, necesita del aporte de otras ciencias y
disciplinas.
El ordenamiento territorial es el estudio interdisciplinario y prospectivo de la transformación óptima del espacio regional y de la
distribución de estas transformaciones, y de la población entre núcleos urbanos con funciones y jerarquías diferentes, con vistas a su
integración en áreas supranacionales (Saenz, 1969). Se la puede considerar como una disciplina científica, técnica-administrativa y
actividad política, expresión espacial de las políticas económicas, sociales, culturales y ecológicas de las sociedad cuyo objetivo es un
desarrollo equilibrado de las regiones y la organización física del espacio según un concepto rector (CEMAT, 1983).
Un enfoque más conceptual es el que entiende al ordenamiento territorial como una disciplina científica para el estudio o análisis
del territorio, mientras que la planificación sería la actividad administrativa y práctica y ambas permitirían realizar la gestión del
territorio (Barragán, 1993).
Calidad de vida.
En general cuando se utiliza el concepto de calidad de vida se hace referencia a una diversidad de circunstancias centradas en la
satisfacción de necesidades de una determinada sociedad. Ello depende de las condiciones de vida, o de las condiciones de
reproducción biológica y social que se den en determinado asentamiento humano. Por lo tanto la calidad de vida en la ciudad alude
a la diversidad de circunstancias de cómo la sociedad define, construye y otorga políticamente y culturalmente aquello que se define
como satisfactores de las necesidades humanas. Están involucradas las relaciones sociales, los individuos como tales, y sus
posibilidades de accesibilidad física, espacial y económica a los satisfactores, pero fundamentalmente a un acceso igualitario en las
decisiones políticas que se dirijan a una accesibilidad epistemológica sobre las bases de la equidad territorial.
La construcción del concepto no tiene un sentido único, sino que precisa de la autoimplicación de tres grandes perspectivas lógicas.
Las dimensiones que la constituyen de forma totalizadora y, que deben medirse en las condiciones reales son:
- La calidad ambiental, compuesta por la calidad habitacional, barrial y de la ciudad.
- El bienestar, que tiene como pilares para su construcción el empleo, la salud y la educación.
- La identidad cultural, compuesta por el tiempo disponible, para establecer relaciones sociales y la participación
(apropiación]) de su destino por la propia sociedad.
Debe darse una interrelación entre estas tres dimensiones, como también entre sus componentes. Se reconoce que las condiciones
de vida dependen en parte de la calidad ambiental de los territorios donde el hombre y la sociedad desarrollan su existencia, y por lo
tanto deben ser objeto de planificación y gestión.
No hay calidad de vida sin calidad ambiental, pero la calidad ambiental no asegura por sí sola la calidad de vida. Los componentes
del hábitat, dirigidos en principio a satisfacer determinadas necesidades básicas toman valor no solo por su concreción y posibilidad
de uso, sino también por la forma en que los mismos se llevan a cabo, permitiendo o no la satisfacción de otras necesidades básicas
(Kullock, 1994). A todo esto colabora en forma importante la práctica de la planificación urbana y territorial, así como el
planeamiento físico. Resolver los problemas en el seno de la ciudad supone mejorar la habitabilidad y con ella, la calidad ambiental.
El mejor proceso de desarrollo será aquel que permita también mejorar las condiciones de vida y por lo tanto, elevar la calidad de
vida de las personas (CEPAUR, 1986).
Para la búsqueda y construcción de información con el fin de valorar los grados de calidad de vida y considerando la falta de
satisfactores esenciales en la sociedad latinoamericana ha sido necesario construir las necesidades sociales mínimas, y para esto se
elaboró un indicador compuesto denominado Necesidades Básicas Insatisfechas, y se consideró hogares con NBI aquellos que
reunieran al menos una de condiciones establecidas en los parámetros: hacinamiento, aptitud de la vivienda, condiciones sanitarias,
asistencia escolar y capacidad de subsistencia.
Finalmente, la calidad de vida se puede definir como el conjunto de características físicas, biológicas, psicológicas y sociales que se
deben alcanzar para promover un nivel de bienestar óptimo. Se expresa generalmente en términos cuantitativos aunque no se
excluye lo cualitativo. Por lo tanto deberán buscarse indicadores o parámetros que permitan asignar valores observables que
compartan unidades territoriales y compararla con otras en un mismo momento histórico, o revisar el cambio de las mismas
unidades en periodos distintos. Los parámetros comparativos de calidad de vida constituyen determinados índices que surgen de
combinaciones de expresiones de mediciones de estado relativos de necesidad, a partir de normativas, construidas desde estudios
técnicas, científicos u otros.

BONO Néstor.
Elementos Componentes del Sistema Urbano.
Sistema Urbano.
La ciudad es un sistema de actividades interrelacionadas. El conjunto de las actividades urbanas y las relaciones que mantienen
entre sí constituyen el sistema urbano, que a su vez es un subsistema perteneciente a sistemas más amplios, como son el sistema
regional, nacional y mundial. El sistema urbano es esencialmente dinámico, y se la puede reconocer a la ciudad como un proceso de
conformación histórico. Se consideran elementos componentes del sistema urbano al Subsistema Social, al Subsistema Natural y al
Subsistema Construido.
Subsistema social.
- Demografía: Análisis e interpretación de la población de un área, con el objetivo de obtener información relativa a fin de
evaluar con sentido prospectivo su incidencia cuali-cuantitativa. Los elementos que son objeto de análisis son: el crecimiento
poblacional, la composición de la población, el nivel de vida y el nivel habitacional.
- Densidad. Tiene como objetivo conocer en una determinada área o zona, el nivel de concentración de la población a fin de
efectuar las proyecciones futuras y metas a alcanzar, así como determinar los límites o topes de concentración de población. Los
elementos que son objeto de análisis son: la densidad bruta (Hab/sup total), la densidad neta (Hab/sup edificable) y la densidad real
(Hab/sup ocupada).
Subsistema natural.
Lo integran el conjunto de elementos que constituyen un ecosistema o parte de él, dentro del cual vive el hombre. Su estudio
permite conocer el soporte natural a fin de contemplar, en la formulación de un plan, aquellos aspectos condicionantes para la
creación de un hábitat artificial, como conocer las limitaciones y recursos que ofrece el medio para la localización de actividades y la
adaptación de los espacios destinados a las mismas. Los elementos que son objetos de análisis son: el suelo, la hidrología, el clima, la
flora y fauna y las modificaciones del espacio físico-natural (extracciones, degradación ambiental, forestación).
Subsistema construido.
- Trazado Urbano: Disposición en el terreno de los diferentes elementos urbanos, permitiendo conocer el origen de la
ciudad (espontáneo o planificado) y la impronta de los primeros asentamientos en un determinado espacio territorial, así como las
sucesivas etapas de expansión en el tiempo. Asimismo permite reconocer los rasgos más salientes de vías de circulación y espacios
delimitados por ellas en el orden funcional, formal y espacial. Los elementos que son objetos de análisis son: la conformación de
origen, la evolución histórica catastral y el trazado actual. (Vías de circulación, macizos edificatorios, situaciones conflictivas del
trazado y accesos).
- Subdivisión del suelo. Permite conocer las posibilidades reales que ofrece el parcelamiento para recibir población y
actividades. Los elementos que son objetos de análisis son: el estado parcelario de origen y su evolución, las características
prototípicas de bloques, manzanas y parcelas, la morfología y dimensiones, la distribución de las tipologías detectadas en las
distintas zonas de análisis, la relación de frente-fondo o superficie de las parcelas; y el número promedio de parcelas por manzana
en los distintos zonas de análisis.
- Ocupación. Surge como consecuencia y forma de la localización del hombre y sus actividades en un determinado lugar. Se
mide de acuerdo a los espacios parcelarios efectivamente ocupados y su relación con los espacios vacantes. Su objetivo es brindar
información sobre la evolución de los distintos sectores estudiados, las tendencias de ocupación y calcular la capacidad actual del
suelo de admitir nuevas localizaciones. Los elementos que son objetos de análisis son: cantidad de parcelas vacantes y ocupadas,
proceso de ocupación según diferentes cortes históricos, y tendencias de ocupación de suelo.
- Uso del suelo. Ordenamiento y distribución espacial de la ocupación del suelo, según las actividades que en él se
desarrollan. Tiene como objetivo conocer la localización y distribución de las actividades a fin de detectar y evaluar los efectos de
futuras localizaciones. A su vez buscar conocer el grado de dispersión de las actividades; evaluar la localización y forma de
distribución de los equipamientos sociales, de las industrias y elementos concentradores de flujos; y detectar la magnitud del área
central y la existencia de subcentros. Los elementos que son objetos de análisis son: las actividades primarias, actividades
secundarias, actividades terciarias, equipamientos sociales, áreas residenciales y áreas de usos específicos.
- Morfología. Es el conjunto de elementos que definen la forma del espacio construido. Tiene como objetivo conocer la
forma urbana para tener parámetros de referencia que permitan detectar las tendencias de configuración espacial de la ciudad y su
cualificación. Los elementos que son objetos de análisis son: el espacio urbano, el perfil urbano, y el tejido urbano (compacto,
semicompacto, abierto, y en transición).
- Infraestructura de servicios y circulación. Base de sustentación o soporte de un sistema territorial que comprende la
producción, abastecimiento, conducción y distribución a través de redes y canales específicos. Su análisis permite evaluar la
jerarquía y el grado de cobertura de servicios con que cuenta la ciudad. Los elementos que son objetos de análisis son: las diferentes
redes de provisión de servicios, el análisis cuali-cuantitativo de fuentes y redes de distribución e instalaciones; y déficit de
coberturas.
- Transporte. Tiene como objeto el conocimiento de los flujos que se originan entre las distintas zonas de actividad, así
como los inconvenientes que presente el sistema para un correcto funcionamiento de la ciudad y el territorio. Los elementos que
son objetos de análisis son: tipos y estado cuali-cuantitativo de las diferentes modalidades de transporte y el déficit de cobertura.
Estructura Física.
Es la expresión física de la interdependencia dinámica en que se encuentran las distintas partes de una ciudad o región. El concepto
de estructura es dinámico, y no estático, por que manifiestan las influencias recíprocas derivadas de las actividades humanas que se
desarrollan en las edificaciones, calles y espacios libres. Se puede hablar de estructura cuando cualquier cambio de un determinado
uso altera el equilibrio existente y afecta en alguna medida a todos los demás usos que se desarrollan dentro del conjunto
considerado

SÁNCHEZ DE MADARIAGA.
Introducción al Urbanismo. Conceptos y métodos de la planificación urbana.
3. La actividad profesional del Urbanista.
El urbanista profesional es un experto en la gestión del cambio en el medio urbano y natural, requiere conocimientos sobre el
cambio urbano y regional, el medio físico edificado y natural y el medio económico y social, en combinación con una compresión y
habilidad para la aplicación de estos conocimientos en la formulación de planes, proyectos y otras políticas públicas en contextos
institucionales complejos. El urbanismo es una práctica informada por la teoría y teoría informada por la práctica, donde los
conceptos teóricos y sustantivos y las habilidades prácticas son inseparables en su aprendizaje y en su ejercicio.
3.1 La racionalidad científico-Técnica.
Según el modelo de la racionalidad técnica, los profesionales median entre la ciencia y la sociedad, su papel es convertir la
investigación científica en progreso social, aplicando instrumentalmente la teoría a la resolución técnica de los problemas. La
planificación consistiría en identificar el problema, analizarlo y definir un diagnóstico del cual se deducirían las soluciones posibles.
Entre estas, el urbanista seleccionaría la solución óptima, que tendría que aplicar de modo técnicamente eficaz.
Esta planificación científico-técnica se basa en la premisa del positivismo, según la cual el intelecto observa objetos pasivos: es un
conocimiento sin un objeto conocedor. Este urbanismo se fundamenta en dos hipótesis básicas que hoy en día ya no son evidentes:
existe un consenso sobre el contenido del interés público, y existe un conocimiento adecuado para la puesta en práctica del plan. Es
por esto que el urbanismo se enfrenta actualmente a la crisis de la epistemología positivista de la práctica
3.2 Hacia una nueva epistemología de la práctica.
Si el modelo del saber práctico basado en la racionalidad científico-técnica es incompleto, porque no considera como objeto de sus
competencias las situaciones que no encajan en su corpus de conocimiento sistemático, es necesario buscar otros modelos que sí
sean capaces de responder a estos problemas divergentes, y poder tratar adecuadamente situaciones de incertidumbre,
inestabilidad y conflicto de valores. Esto se debe hacer en una doble dirección: la primera, para resolver situaciones de
incertidumbre e inestabilidad, en las habilidades y propósitos basados en la experiencia interior y subjetiva, y la segunda, para
resolver situaciones de conflicto de valores, en los procesos de acción en el ámbito público como son las teorías de toma de
decisiones, de resolución de conflictos y de mediación y creación de consenso.
Estos sabes y actividades, que no sustituirían a los propios de la racionalidad científico-técnica, sino que los complementan donde
estos son inoperantes, hoy en día se pueden encontrar en ciertas actividades prácticas y en ciertas actividades intelectuales. Entre
las actividades intelectuales es necesario recuperar para el urbanismo ciertos métodos de conocimiento propios de las humanidades
como es la interpretación, que servirán para resolver problemas que requieren capacidades de tipo intuitivo. Entre las actividades
prácticas se encuentran los métodos de concepción propios de la arquitectura y los propios de la acción en la esfera pública o
política, que servirán para resolver conflictos y definir objetivos compartidos. También es necesario incorporar modos del “saber
hacer” existentes en formas de conocimiento tácito, como son los oficios y el sentido común.

KULLOCK DAVID
CAPÍTULO 2. Diferenciación del quehacer de los profesionales del hábitat.
2.1. Intervenciones arquitectónicas, intervenciones urbanas y planificación urbana.
- Las intervenciones arquitectónicas se perfilan como la ejecución, o transformación del subsistema construido, de un
espacio parcelario, siendo generalmente encargadas por un particular, a un arquitecto (y asesores que complementen) que deberá
desarrollarlo en un periodo determinado, cumpliendo las normativas vigentes (articulación institucional).
- La planificación urbana, debido al cambio permanente de la ciudad, es una tarea continua que involucra la formulación de
estrategias, normativas y recomendaciones destinadas a la mejor adecuación de las ofertas del medio biofísico y las demás de la
organización social para la totalidad de una ciudad o sector significativo. El comitente en general es el Estado y el destinatario la
totalidad de la comunidad. Se ejecuta por un equipo multidisciplinario en estrecha articulación con los estamentos político-
institucionales y con la franca participación de las organizaciones y sectores de la comunidad urbana.
- Las intervenciones Urbanas son operaciones con características generalmente intermedias entre las dos anteriores. Se
realizan sobre espacios más amplios que las parcelas comunes y tienen efectos urbanos más significativos. El comitente pueden ser
tanto entidades públicas como privadas, y sus destinatarios constituyen una parte de la comunidad urbana. Se ejecuta por un equipo
interdisciplinario que tiene al arquitecto en una actuación destacada, en un plazo de implementación acotado pero con un periodo
de ajuste no determinado.
2.2. Intervenciones arquitectónicas y urbanas: sus efectos sobre la ciudad.
En tanto la planificación urbana opera sobre la ciudad misma, las intervenciones arquitectónicas y urbanas operan sobre fragmentos
de la misma, teniendo efectos sobre la ciudad con distintos grados de importancia, siendo generalmente las intervenciones urbanas
las de mayor impacto urbano, ya que suelen actuar sobre aspectos o sectores estructurales en/de la ciudad.
2.3. Rol del arquitecto en el quehacer profesional.
- En una intervención arquitectónica el arquitecto constituye el eje profesional. Si la intervención no tiene mayores
implicancias urbanas, deberá considerar los aspectos urbanos que sean pertinentes, pero si involucra impacto urbano considerable,
el arquitecto deberá, con colaboración de profesionales especializados, considerar las formas de evaluar dicho impacto.
- En una intervención urbana, donde se deberán considerar los impactos urbanos pertinentes, el arquitecto seguirá
teniendo un rol destacado pero considerar los impactos urbanos en articulación con otro profesionales dentro de un equipo de
trabajo.,
- En una operación de planificación urbana se requiere la participación de profesionales específicamente formados, donde
al arquitecto solo le corresponde cubrir funciones y conocimientos restringidos, como realizar una lectura inteligente de las
ciudades, conocer cuáles son las políticas urbanas vigentes y cuáles las formas de actuación profesional con que pueden llevarse a
cabo a través de la planificación urbana.
2.4. Diferenciaciones pertinentes de las intervenciones arquitectónicas y de las urbanas.
- En el quehacer profesional, las encomiendas pueden tener distintos orígenes, (1) desde un espacio de localización y
objetivo definidos, (2) que se tenga definido un predio y la voluntad de realizar una acción en él, (3) que se tenga un objetivo de
acción pero no el espacio donde localizarlo, (4) o incluso que no estén determinado ninguno de estos temas, y solo se tenga la
voluntad de realizar una intervención.
- También se diferencian según subtipos de intervenciones, ya que no todas las intervenciones arquitectónicas y urbanas
que se llevan a cabo involucran la ejecución de nuevos elementos del subsistema construido en espacios antes vacíos, sino que se
pueden usufructuar sobre espacios y estructuras edilicias ya existentes, pudiéndose accionar una rehabilitación, refuncionalización,
renovación, preservación, revitalización o mejoramiento.

IRACHETA XENECORTA (ilegible)


Hacia una conceptualización de la planeación urbana.
Planeación urbana y urbanismo.
Desde áreas o disciplinas sociales dedicadas al estudio de la ciudad, sistemáticamente se han desvalorizado los conocimientos y
perspectivas aportadas por el urbanismo para comprender los fenómenos de la urbanización, ante la preponderancia de lo
socioeconómico, político, cultural e ideológico. Los cientistas sociales en general han alcanzado un nivel de desarrollo del
pensamiento abstracto que les facilita un adecuado análisis social y crítico sobre la realidad urbana. Sin embargo carecen de una
concepción espacial de la ciudad, de las herramientas para el desarrollo de propuestas y de la capacitación para el uso de técnicas de
análisis urbano. El urbanista tiende entonces a la formulación de planes y proyectos físico-espaciales como presuntas soluciones a la
problemática de las ciudades, mientras los cientistas sociales se quedan en el nivel del análisis, sin poder elaborar los planes y
proyectos de solución a los problemas detectados. La ciudad no es un producto de la arquitectura, economía, sociología o ingeniería,
sino algo complejo que exige reconocerla como tal y en función de ello reconstruir el conocimiento y el método para enfrentarla. La
concepción de la ciudad como tal, en la que reconocemos una multitud de elementos y relaciones , que surgen de las concepciones
disciplinares, pero aceptando que es una totalidad que está más allá de nuestra percepción disciplinaria, que tiene sus propias leyes
de conformación y de comportamiento y que, en consecuencia, cualquier análisis de sus partes debe iniciar por este reconocimiento
del todo, para luego diseccionar con base en algún método, para proceder a los trabajos que nos llevan a su conocimiento.
La sociedad urbana y planeación.
La preocupación del planificador no es crear el modelo formal de la imagen física y ambiental de la ciudad para un determinado
plazo, sino definir cuál es la forma en que las autoridades locales y los ciudadanos participan en la generación de iniciativas y en la
gestión de su propio espacio. Es necesario basarse en la transformación de la sociedad y no solo en la metamorfosis de la ciudad. Es
necesario privilegiar a la planeación para el cambio social dinámico y plural. Se debe privilegiar la consolidación de la democracia y
ello implica la participación efectiva de aquellos que, sin ser planificadores, sufren o se benefician de esta actividad estatal. Por esto,
el plan o programa tiene que perder rigidez y convertirse en una guía para la acción que, como documento político, prevé todo tipo
de mecanismos para su efectiva aplicación y para su permanente revisión, ajuste o transformación.
Las bases conceptuales de la planeación urbana.
Entendemos que el campo de estudio u objeto de atención de la planeación urbana, es el proceso de configuración socio-espacial,
que surge de la relación compleja entre la sociedad y la naturaleza y las diversas formas y mecanismos de intervención para su
transformación. Se entiende como proceso en el sentido de que la ciudad es una construcción permanente, en la que la dimensión
temporal permite medir y correlacionar acciones en diferentes momentos. La sucesión de períodos históricos y los hechos
fundamentales en cada uno marcan por medio de la construcción física de la ciudad, su evolución socio-espacial.
Para comprender la esencia del proceso de urbanización debemos asumir el enfoque y método de la historia como herramienta para
la descripción y para la explicación del origen de nuestras ciudades. Entendemos el proceso de configuración no sólo en cuanto
forma física en constante transformación por la creación y destrucción de edificios e infraestructura sino por la idea de creación o
expansión. Este proceso de configuración socio-espacial, aunque parece ser eminentemente físico, es fundamentalmente social, en
el sentido que son las estructuras económicas y las características de cada grupo social las que determinan las formas de la ciudad.
Son producto de un modelo económico, social, político y cultural específico, y en mucho menos es producto de las condiciones
físico-espaciales concretas del sitio. La forma en que cada sociedad se relaciona con su medio natural está determinada por dicho
modelo, teniendo cada forma social su estructura urbana peculiar. Esta relación está mediada por el modelo económico de
desarrollo, ósea por su modo de producción, por medio del cual se explota, utiliza, consume y configura cada punto del territorio de
manera única.
Si la economía y sociedad, en el sentido amplio, determinan la forma que adquiere la ciudad y en general el territorio, no será por
medio de políticas de orden físico que se alcanzarán transformaciones que garanticen una redirección del proceso de configuración
espacial más ordenado y equilibrado. Todos estos elementos conforman el objeto de estudio sustantivo del urbanista y del
planificador urbano, quien se asumen esencialmente pensador y analista de fenómenos socio-espaciales y se ubica,
fundamentalmente, en el campo de las ciencias sociales. Pero es también responsable de conocer y desarrollar formas y
mecanismos para intervenir en la transformación del proceso de configuración espacial. Las formas y mecanismos de intervención
son, desde una perspectiva, eminentemente sociales, al derivar los conocimientos, análisis e interpretaciones de la realidad socio-
espacial, en objetos de desarrollo, propuestas de políticas públicas, estrategias de acción e instrumentos de planeación, para
provocar cambios de una situación dada a otra deseada o prevista. Desde otra perspectiva son eminentemente técnicos, en el
sentido que requieren de la técnica cuantitativa, probabilística, modelística y de diseño, para traducir ideas y propuestas en
proyectos concretos, que se materializan en formas espaciales urbanas. En este sentido, los conceptos, métodos y técnicas de la
planeación y del diseño de espacios aportan el enfoque de atención conceptual y profesional. En consecuencia, un planificador
territorial, espacial o urbano y un urbanista deben conocer y entender su objeto de estudio, que es la ciudad, y deben dominar
algunos de los instrumentos para su transformación, como son la planeación y el diseño.
Lo esencial es reconocer que la configuración urbana es determinada por las relaciones sociales y el modo de producción y no por el
espacio físico. Ésta influencia no solo el proceso de urbanización, sino también el comportamiento social, pero las explicaciones, en
última instancia, y las propuestas de solución a los problemas urbanos deben fundarse en premisas sociales, en su más amplia
acepción, que se traducen en soluciones físico-espaciales.
Para transformar se requiere primero conocer en profundidad el objeto de transformación, y el método debe ser necesariamente
interdisciplinario o transdisciplinario.
Las nuevas exigencias a la planeación.
Cuando el país transita de un modelo estatista, en el que la planeación normativa es el instrumento del gobierno para el desarrollo
nacional, a otro en el que el Estado asume al mercado privado como motor de la economía y le reconoce a ésta la prevalencia en el
proceso de desarrollo, los conceptos y los métodos de planeación enfrenta una crisis estructural, simplemente porque ya no tienen
correspondencia con las condiciones de la realidad nacional y local. Los planes deben convertirse en guías para la acción, donde se
clarifiquen los grandes objetivos, las políticas generales de desarrollo y de ordenación y, las estrategias fundamentales para
alcanzarlos.
UT2 – La Ciudad y la Planificación
2.1. La planificación urbana como parte del sistema de planificación territorial y/o la necesidad de establecer un contexto para la
actuación. Políticas de desarrollo urbano: enfoques y matices según los espacios de actuación. Lo ambiental, lo participativo y lo
estratégico.
2.2. Principios, objetivos y estrategias de Ordenamiento Urbano en el proceso de planificación urbana. Municipio y gobierno local.
Modalidades, procesos de gestión y actores involucrados según alcances de actuación: general, sectorial y particular o de sector.
2.3. El Plan de Ordenamiento Urbano. Enfoques, etapas y resultados en la formulación e implementación. El marco legal de
Ordenamiento de la Provincia de Buenos Aires y las ciudades intermedias de Argentina.

BLANCO y GUREVICH
CAPÍTULO 2: Una geografía de las ciudades contemporáneas.
El mundo contemporáneo es un mundo urbanizado. Resultan múltiples y variadas las formas en que se presentan las ciudades del
mundo, sus fronteras, sus actores predominantes, sus funciones distintivas. Sin embargo, hay un conjunto de elementos que hacen
reconocible a toda ciudad, y que permiten analizar las características de las tramas urbanas, las formas urbanas de fin de siglo, la
conformación de redes a escala mundial, las nuevas modalidades de inserción en estas redes y los actores sociales implicados
1. ¿Porque decimos que vivimos en un mundo urbanizado?
Más de la mitad de los habitantes del planeta viven en algún tipo de área urbana, lo que consecuentemente genera que las formas
de vida de las sociedades actuales sean predominantemente urbana.
Las innovaciones en las comunicaciones (permitiendo por ejemplo que personas situadas en lugares distantes participen en
simultáneo de eventos lejanos), y en las condiciones de movilidad de la población (trastocando las relaciones entre las áreas de
residencia y de trabajo) contribuyeron decisivamente para la comprensión de esta urbanización generalizada.
En este contexto, gran parte de los problemas de la sociedad contemporánea se vuelven problemas urbanos. Estos problemas
tienen a la ciudad como marco, tanto en su manifestación y desarrollo como en sus caminos de resolución. Esto nos lleva a concluir
que serán respuestas sociales y políticas pensadas en contextos urbanos las que intenten superar estos desafíos sociales.
Entonces, solo entendiendo que urbanización se refiere a las articulaciones espaciales de población, de actividades económicas, de
información, de modos de vida, es que podemos constatar las implicancias múltiples que hacen a la urbanización.
1.1. Un Mundo urbanizado: material e inmaterial.
Por un lado, la ciudad es material, esto significa que es una construcción concreta, un conglomerado de objetos materiales que
fueron surgiendo en distintas condiciones y momentos históricos, dejando su presencia en distintos puntos del territorio. La ciudad
también tiene una dimensión inmaterial, conformada por un conjunto variado de símbolos, representaciones, ideas, tecnologías.
Actualmente las ciudades se definen cada vez más por los procesos de desmaterialización que atraviesan. Esta extensión más allá de
lo material (desmaterialización) es la que permite la creación de objetos urbanos dispersos, no contiguos (materialización). Las
tecnologías inmateriales ofician de “cemento” no material, y representan la condición de posibilidad de las materialidades dispersas,
de los cambios en la organización del territorio.
1.2. El espacio pensado en un contexto histórico-geográfico.
En cada momento histórico, lo que entendemos por urbano y por rural va cambiando. Ambas son formas de organización del
espacio geográfico, que como tales, precisan ser caracterizadas en contextos históricos particulares. Cualquier transformación en la
organización de la sociedad tiene efectos sobre el espacio. Las transformaciones tecnológicas y los cambios en las relaciones
sociales, en la organización de la producción, en la vida cotidiana, en la cultura, tienen un fuerte impacto en las formas de
organización del espacio.
Es necesario evaluar el significado de lo urbano en diferentes contextos geográficos. Los niveles relativos de desarrollo, la
organización de ciudades en redes, las jerarquías urbanas, la homogeneización de las condiciones tecnológicas y productivas entre
distintas ciudades, hacen que el contexto geográfico sea esencial a la hora de valuar que representa una ciudad pequeña, intermedia
o grande.
2. Las fronteras de las ciudades.
A lo largo de la historia, las formas urbanas habían conservado un rasgo común referido a la posibilidad de delimitar unidades
compactas identificables con el nombre de ciudad, aglomeración, metrópolis. Ya en el siglo XX, esas formas se caracterizan por su
amplísima extensión, superando notoriamente muchas veces los límites legales de las unidades administrativas y llegando a alojar
varias aglomeraciones en un continuo urbano, para lo cual se creó el concepto de megalópolis. Pero lo nuevo en la organización del
territorio, propio de la sociedad contemporánea, es la articulación de espacios urbanos discontinuos y fragmentados, llegando a
conformar verdaderas unidades relacionadas funcionalmente, a las que llamamos metápolis (Ascher, 1995).
La delimitación tradicional de las ciudades resulta claramente insuficiente como unidad de análisis de los procesos en curso. La
identificación de los procesos que se desarrollan en las sociedades actuales requiere una visión amplia, que luego permita analizar
los proceso que en ese recorte ocurren. La superación de ese esquema supone empezar al revés, analizar la espacialidad de los
procesos sociales, espacialidad resultante, posterior, no a priori.
En diversos lugares del mundo la urbanización generalizada está dando lugar a entramados funcionales muy extensos, ya sea en
conjuntos urbanos de alta densidad de población, como en espacios articulados en torno a una gran metrópoli. Estas mutaciones se
producen en el contexto de aplicación de nuevas tecnologías en la producción y circulación de bienes e información y de nuevas
divisiones territoriales del trabajo. La espacialidad resultante de estos fenómenos refiere a una nueva forma urbana, donde las
escalas geográficas dejan de ser entonces recortes a priori, para convertirse en medidas de magnitud y de impacto de las decisiones
de los actores sociales, y donde surge la necesidad de analizar no sólo los contornos estrictamente urbanos, sino la región
circundante.
La conceptualización de la organización de las ciudades como lugares centrales, que servían a un área de influencia inmediata,
variable según el grado de complejidad de los bienes y servicios ofrecidos, para funcionar como un sistema de redes ya no es
acertada. Ya no existen relaciones lineales en las que las ciudades mayores prestan servicios a la población del entorno rural, en una
pirámide jerarquizada que concluye en el ámbito del Estado-nación en el principal centro urbano del país. Actualmente, áreas
rurales y ciudades pequeñas y medianas tienen relación directa con las grandes metrópolis, salteando al resto de las ciudades de las
jerarquías intermedias. Las denominadas metrópolis omnipresentes son capaces de producir, recolectar y clasificar información así
como de distribuirla y administrarla de acuerdo con sus propios intereses.
3. La ciudad y sus nombres.
En este nuevo contexto mundial, donde se considera a la ciudad un objeto histórico y cambiante, es necesario superar las dos
escalas clásicas de análisis urbano: la regional-nacional (sistemas de ciudades) y la local (propia del espacio urbano), con el
consiguiente desafío de articular esas escalas con el nivel internacional. La creciente mundialización de la producción, de la
circulación de información, de capitales y de personas, obliga a un análisis complejo e integrado que articule estas dimensiones.
3.1. Metrópolis: un concepto resignificado.
El término “metrópolis” y “área metropolitana” es abundantemente utilizada en general para calificar las principales aglomeraciones
urbanas de un país, que cuentan con algunas centenas de miles de habitantes, que son multifuncionales y que mantienen relaciones
económicas con muchas otras aglomeraciones extranjeras (Ascher 1995), considerándose entonces tres criterios: cuantitativo,
funcional, y en relación a la escala. A su vez, Merenne-Schoumaker (1998) asocia el término a una gran ciudad de servicios, que es
sede de las actividades de comando y que desempeña un papel de centro para un territorio más o menos vasto. Emergen así como
características las funciones metropolitanas que se refieren principalmente a los servicios de apoyo a las actividades de la empresas.
3.2. El proceso de metropolización: un concepto en movimiento.
A partir de las transformaciones de la metrópolis, se genera un proceso que da como resultado nuevas formas espaciales. La
metropolización concentra de manera creciente los hombres, las actividades y las riquezas en aglomeraciones de varias centenas de
miles de habitantes, multifuncionales, fuertemente integradas a la económica internacional. Está acompañada de transformaciones
significativas de las grandes ciudades, de sus periferias y de su medio ambiente, constituyendo espacios urbanizados cada vez más
vastos, heterogéneos, discontinuos, formados a partir de diversas ciudades grandes, cada vez menos ligados a una economía
regional, y cuyos interiores se transforman en espacios de servicios y de recreación.
Metropolización es un término específico que refiere a la concentración de actividades metropolitanas (comando, coordinación y
gestión del capital) en ciertas grandes ciudades, no solo en sus barrios centrales, sino también los polos especializados del territorio
metropolitano, donde las ligazones son más estrechas entre metropolización y el nuevo contexto económico y social (Merenne-
Schoumaker, 1998). Se aprecia que los territorios metropolitanos no son necesariamente contiguos y que las características
metropolitanas se extienden sobre vastos territorios, lejanos, a veces separados de la ciudad originaria.
3.3. Metápolis: un concepto en elaboración.
Aparece así la idea de metápolis como metástasis (propagación) metropolitana, para dar cuenta de la fragmentación, que a veces
son solo fracciones de esa población o de esas actividades las que son integradas en el proceso de metropolización. También al
criterio de ciudad con múltiples funciones, se le vuelve necesaria la presencia de algunas funciones específicas, como son las
asociadas con el comando de la economía. La tercer característica central del proceso de metropolización es el rol articulador entre
las redes locales y globales y la inserción creciente en la economía globalizada.
Una metápolis es un conjunto de espacios de los cuales todos o parte de sus habitantes, de sus actividades económicas y de sus
territorios son integrados en el funcionamiento cotidiano de una metrópolis. Una metápolis constituye generalmente una sola
cuenca de empleo, de residencia y de actividades. Los espacios que componen una metápolis son profundamente heterogéneos y
no necesariamente contiguos (Ascher 1995).
4. La ciudad en el contexto global.
4.1 Una red global de ciudades
En la red global de flujos (mercancías, personas, información, capital) las ciudades pueden insertarse de forma directa, sin la
necesaria escala jerárquica regional previamente existente, según la ciudad que concentraba el poder económico actuaba como
intermediaria obligada con el sistema internacional. Se propuso el término Ciudad global para designar a aquellos centros que
cumplían, en el escenario internacional, con cuatro funciones completamente nuevas: primero, como puntos de comando altamente
concentrados desde donde se organiza la economía mundial; segundo, como localizaciones clave para las finanzas y las empresas de
servicios especializados o del terciario avanzado, que han reemplazado a la industria como sector económico dominante; tercero,
como lugares de producción y de generación de innovaciones vinculadas a esas mismas actividades; y cuarto, como mercado para
los productos y las innovaciones producidas (Sassen 1999).
4.2. La competitividad territorial.
Las ciudades (grandes metrópolis, ciudades intermedias, pequeñas áreas urbanas) se encuentran entonces insertas en redes de
relaciones funcionales a múltiples escalas superpuestas.
La globalización homogeniza al mismo tiempo que fragmenta y selecciona. La homogeneidad está dada por la vigencia de una lógica
única compartida por los actores globales, de modo tal de conformar un espacio-mundo y un tiempo-mundo (Santos 1994) que se
mueven al ritmo de los actores hegemónicos. La fragmentación está dada, en el caso del espacio urbano, por las particulares
condiciones de los lugares en términos de competitividad, uno de cuyos factores esenciales es el proceso de especialización
funcional.
Existen diversas escalas en las cuales se generan contextos de competitividad. Si bien una tendencia reciente y creciente es la
relación directa de las ciudades con las redes globales, hay una parte importante de la competitividad que sigue estando ubicada en
el nivel de las políticas del Estado-nación. Indicadores económicos generales y de calidad política son propios del país en su conjunto
y no de nivel de la ciudad, teniendo esta posibilidades de decisión limitadas con respecto a ellas.
La atracción de las ciudades se basa en su oferta de elementos complejos articulados entre sí. Un componente esencial de la
competitividad es el referido a los recursos humanos disponibles, tanto en la calidad de su formación como en su capacidad de
innovación y adaptación a los nuevos requerimientos de la producción mundializada. Otro componente esencial es la dotación de
infraestructura en todas sus variantes: transporte, comunicaciones, equipamiento urbano, etc., y los sistemas de comunicación en
sus múltiples facetas. La organización del espacio urbano es un tercer componente de la competitividad, donde entran en juego
cuestiones que remiten claramente a la calidad de vida urbana, entendiendo que entornos con mejor calidad de vida resultan más
atractivos para el desarrollo de actividades productivas.
Un concepto asociado con la competitividad territorial es el potencial creativo de la proximidad (Reich 1991). Alude a las ventajas
derivadas de la proximidad de cada componente de la economía urbana compleja como uno de los factores básicos para decidir la
localización empresarial. La presencia en un mismo entorno territorial de un diversificado conjunto de servicios avanzados, de
recursos humanos calificados, de capacidad empresarial, de ambientes de negocios, implican condiciones ventajosas para mejorar la
competitividad.
Finalmente, en la cuestión de la competitividad están presentes la especialización y la proximidad geográfica. En el primer caso,
como aporte particular en la dialéctica homogeneización y diferenciación que implica la globalización. En el segundo caso, como
resultado de los procesos de conformación de bloques económicos regionales y como resultado de las estrategias regionales de los
actores globales.
5. Los actores de la ciudad: entre lo global y lo local.
En el contexto de la sociedad contemporánea, los actores de la ciudad no son solo locales, ya que la ciudad resulta de acciones
diseñadas y ejecutadas por actores que operan en múltiples escalas. Así resultan entramados ambos conceptos, actores y escalas, y
por lo tanto sus definiciones se constituyen recíprocamente.
Con escalas no se hace referencia solamente al contorno de la mancha urbana, sino más bien a la espacialidad de las acciones de los
sujetos. Las escalas pueden pensarse como una medida de la magnitud y del impacto de esas acciones y decisiones, representando
gradientes de la capacidad de movilidad de las ideas, del capital, de informaciones, y de bienes y servicios.
Los actores locales se diferencian cada vez más entre sí, según sean sus posibilidades de acceso a los bienes y servicios urbanos,
siendo insuficiente la escala local para comprender estos fenómenos, sino que es preciso identificarlos en una ciudad, distritos o
barrios (escala microurbana).
Según el par Actores-Escala, podemos distinguir tres tipos de actores sociales en la ciudad (Pirez 1995):
- Los actores estrictamente locales, aquellos que operan de acuerdo con la racionalidad y la idiosincrasia local. Los efectos de sus
acciones y decisiones se manifiestan especialmente en la escala local y no impactan más allá de ella;
- Los actores regionales y nacionales, aquellos actores que se reproducen fuera de la ciudad pero cuyo papel en ella es importante;
- Los actores globales, aquellos actores que operan a una escala mayor, la que abarca todo el mundo, sin tener presencia física en la
ciudad modelan las relaciones, las pautas de consumo y los ritmos de la sociedad local.
También pueden clasificarse teniendo en cuenta el tipo de acciones que llevan a cabo en el espacio urbano, habiendo tres tipos:
- Los que producen la ciudad, son aquellos actores que operan en el mercado, guiados por la racionalidad economía. Están
representados por actores económico que producen material e inmaterialmente la ciudad. Este proceso de producción se expresa
de dos formas, una consiste directamente en la creación de los componentes urbanos y la otra la realizan aquellos actores que
desarrollan actividades económicas utilizando los soportes materiales construidos por el grupo anterior;
- Los que consumen ciudad: son aquellos actores que operan guiados por lógicas propias de la sociedad civil, se reproducen en la
ciudad y consumen los bienes y servicios urbanos;
- Los que regulan la ciudad, este grupo básicamente incluye a los actores estatales, encargados del diseño y de la ejecución de
políticas públicas, cuyas acciones responden a lógicas orientadas por las satisfacción de las necesidades sociales y de bienestar
general.
6. Hacia una geografía de las ciudades contemporáneas.
La revisión de las transformaciones recientes de las ciudades contemporáneas muestra la necesidad de contar con un conjunto de
conceptos y estrategias de análisis que permitan la compresión y la explicación de esas transformaciones. Una perspectiva que
privilegie el estudio de la espacialidad resultante de la interacción de múltiples contextos de decisión, encarnados en actores
específicos y a distintas escalas, convirtiéndose en un camino posible para alcanzar interpretaciones de mayor riqueza y de mayor
potencialidad explicativa sobre las ciudades del siglo XXI.

DI PACE María/CASSANO David


CAPÍTULO 5: Los sistemas urbanos
Introducción.
Las regiones en las que se asientan los centros urbanos pueden cumplir un rol potenciador o limitante de sus evoluciones y
desarrollos. Esto es así si se considera como “soporte” a la ciudad y su entorno, osea su región de pertenencia o el nivel regional.
Pero otras escalas o niveles (nacionales, globales) también constituyen sistemas de soporte e influencias sobre la estructura y
funcionamiento. Las ciudades como sistemas abiertos interactúan con otros sistemas abiertos a distintas escalas.
Las ciudades, las metrópolis y las megalópolis, están constituidas por ecosistemas de estructura heterogénea. El conjunto de
ecosistemas que conforman una ciudad, conjunto que se puede denominar el paisaje urbano, se estructura en forma de mosaico de
usos del suelo. La disposición de los elementos del mosaico en el espacio permite caracterizar la organización del paisaje urbano.
Otras particulares e importantes características a desarrollar serán las modificaciones, interrupciones o carencia de los llamados
servicios o funciones ecológicas, que son servicios fundamentales para la dinámica urbana.
Las ciudades utilizan recursos que se producen en territorios que están fuera de sus fronteras, y por lo tanto el área total requerida
para mantener la ciudad es mayor que su mancha urbana, e incluso el periurbano y los sistemas aledaños. Así, se desarrollara el
concepto de “huella o impronta ecológica” y sus implicancias ecológicas, económicas y políticas, en el actual proceso de
globalización.
Este concepto de huella ecológico está ligado también al concepto de “capacidad de carga”. Para una región urbana la capacidad de
carga puede ser interpretada como la máxima tasa de consumo de recursos, y de producción de residuos, que puede realizarse
indefinidamente en dicha región sin destruir progresivamente la integridad funcional y la productividad de los ecosistemas de los
que depende.
Huella ecológica y capacidad de carga pueden caracterizar al metabolismo urbano y a una de sus propiedades, como es la asimetría
de los intercambios entre la ciudad y su entorno.
5.2. Factores claves para la caracterización de los asentamientos urbanos.
Es posible identificar tres factores claves que condicionan la problemática ambiental urbana de cada ciudad: las condiciones del
soporte natural, el patrón de asentamiento y el perfil socioeconómico.
- El soporte natural de una ciudad y su región de influencia plantea a menudo restricciones para el asentamiento que constituyen
determinantes críticos de las condiciones ambientales urbanas. Los principales tipos de ecosistemas regionales asociados a
condiciones ambientales críticas de los asentamientos urbanos son: Regiones costeras, Áreas de cuencas de ríos y lagos, Regiones
árticas, Regiones húmedas tropicales, Regiones frías y Regiones montañosas. Este tipo de ecosistemas urbanos-regionales asumen
diferentes combinaciones y constituyen factores críticos básicos para la determinación de estrategias ambientales específicas para
cada ciudad. Por eso es importante tener en cuenta el tipo de sustrato en el que está asentada una ciudad y sus condiciones
climáticas al momento del diseño de sus estrategias de desarrollo.
- Los patrones de asentamiento urbano se ven determinados por factores como la forma, la densidad, la dinámica o el tamaño de las
ciudad, condicionantes críticos en la calidad ambiental urbana asociada a diferentes problemas. Según la ONU, se pueden distinguir
en los países en desarrollo cuatro principales tipos de ciudades que presenta diferentes desafíos para la gestión ambiental: Grandes
áreas metropolitanas; grandes ciudades; ciudades intermedias; y ciudades y pueblos pequeños.
- El perfil socioeconómico de una ciudad, osea la composición de la producción y ritmo de crecimiento económico, determina
diferentes problemas ambientales y diferentes capacidades para su solución. A medida que los ingresos económicos de una ciudad
crecen se producen transiciones en las que algunos problemas mejoran y otros empeoran. Sin embargo, la consideración del perfil
socioeconómico de una ciudad no puede implicar sólo el análisis de nivel de ingreso sino fundamentalmente su distribución social, el
tipo de actividades económicas predominantes y la dinámica de evolución de la economía urbana. Las cuatro tipologías en la
interacción perfil socioeconómico–problemas ambientales urbanos son: Ciudades de bajos ingresos; ciudades de ingresos medio-
bajos; ciudades de ingresos medios-altos; ciudades de ingresos altos.

ISABEL LOPEZ
Planificación y planeamiento físico
3. El proceso de planificación.
Se entiende como proceso de planificación física al encadenamiento lógico de etapas sucesivas que, partiendo de ciertos objetivos
que hacen al mejoramiento de la calidad de vida de la población en el ámbito urbano, a la solución de sus necesidades y de las
problemáticas urbanas estructurales más significativas, se concreta en la implementación de un plan y su control, cumpliendo
además con una evaluación continua que ayude al ajuste del proceso de las decisiones y acciones. La planificación física tiene como
objeto fundamental, a partir del proceso de ordenamiento territorial, ordenar las actividades y los ámbitos que necesitan los
hombres para el desarrollo de su vida productiva y reproductiva, y sus plazos varían según los objetivos.

- Existe una primera etapa del proceso de planificación que llamaremos DIAGNÓSTICO. Una vez construidos los objetivos a partir de
evaluar las necesidades, problemas y primeras apreciaciones de situaciones futuras, se constituye el diagnóstico donde se hace un
reconocimiento de la realidad, construyendo un modelo de ella que la describe, explica, evalúa y proyecta, y encuentra conflictos,
potencialidades y tendencias. Tanto el análisis como el diagnóstico dependen de los marcos conceptuales y teorías que avalan el
enfoque. Entre los elementos a tener en cuenta se encuentra la información secundaria, que actúa como antecedente, y la primaria,
que releva información relacionada ahora si a los objetivos específicos del área de trabajo. También debe considerarse la prognosis,
es decir el escenario/s de lo que pasaría si se actúa o no, para poder determinar tendencias.

- En una segunda etapa, la PROPOSITIVA, corresponde a formular una propuesta a partir de la reformulación y ajuste de objetivos.
Estos tienen que ver con los propósitos específicos para el ordenamiento, y con los lineamientos u orientaciones básicas que dirigen
las estrategias de intervención relacionadas con el diagnóstico. En general, la propuestas se presenta en términos cualitativos,
dándole un grado de generalidad alto.
Una propuesta es la respuesta a un problema o conjunto de problemas. Está guiada por los lineamientos y se caracteriza por sugerir
y proponer una idea o conjunto de ideas que toman carácter de premisas y criterios de intervención. Sirve como instrumento para la
acción en la medida que convierta las estrategias de intervención en planes, programas y proyectos. Por lo tanto, en este marco
deben identificarse políticas, estrategias e instrumentos que procuren la materialización de los lineamientos y caractericen la forma
de conseguir los propósitos (objetivos y metas) en el tiempo y el espacio. Los instrumentos de la propuesta serán los medios (planes,
programas y proyectos) juntos a sus diferentes gestiones.
En un plan o una intervención planificada, de acuerdo a los objetivos, las estrategias y los tiempos de ejecución de las acciones, las
acciones deben desagregarse en proyectos y programas, de tal forma que permitan la intervención directa (obras) y la indirecta
(regulaciones). Proyecto es una unidad de acción de cualquier naturaleza, que requiere para su realización del uso y consumo
inmediato de algunos recursos escasos con el fin de obtener beneficios. Programa es un conjunto coordinado de proyectos
agrupados según los objetivos y metas definidos en el proceso de planificación. El programa y los proyectos permiten concretar las
ideas y estimar las inversiones y presupuestarlas, a su vez que controlar y evaluar las metas programadas.
Desde el ordenamiento territorial, el plan debería contener en un principio el desarrollo de los elementos estructurales de ese
territorio. También debe decidir qué aspectos y sectores es necesario regular con normativas, y que otros ordenar con programas y
proyectos, donde cada proyecto con su localización específica será parte o no de un programa a ejecutar.
- Las últimas etapa, la IMPLEMENTACIÓN, el CONTROL Y la EVALUACIÓN, se realizan en la gestión y en la práctica política concreta y
cotidiana de la planificación.
Glosario, conceptos o nociones básicas.
- LA PLANIFICACIÓN, Planeación y/o Planeamiento es un proceso de contenido técnico-político mediante el cual se pueden elaborar
conscientemente y ejecutar un conjunto de políticas, estrategias e instrumentos para alcanzar determinadas metas en función de
ciertos objetivos relacionados con los beneficios de una sociedad. Desde lo técnico es considerado un proceso, pero desde lo
político, un medio o instrumento. También es una estrategia compleja de gestión social de los procesos de transformación del
desarrollo (urbano, territorial y/o sectorial)
- PLANIFICAR implica identificar objetivos y diseñar conjuntos de acciones para lograrlos. Esto es formar una imagen a futuro de una
situación social y su habitar y del camino para lograrlo. Esto implica conocimiento y acción o conocimiento y gestión para realizar
instrumentos que forman parte necesaria de la planificación, clasificados de acuerdo al contenido o estamento técnico que
corresponda tendiente a la producción de planes o modelos territoriales y de desarrollo urbano y modelo de gestión que respondan
a las ideas y al modelo de transformación que surja de los consensos gestionados y dentro de las posibilidades del desarrollo urbano
y/o territorial.
- La PLANIFICACIÓN FÍSICA se ocupa de los procesos de ordenamiento de las actividades de los hombres y sus soportes materiales en
el territorio; ya sea de las actividades productivas como reproductivas, así como de los canales y los flujos para sus interacciones. Se
relaciona con el estudio y la aplicación (en el marco del proceso de planificación urbana y/o territorial) de las técnicas e
instrumentos utilizados en el ordenamiento territorial y usos del suelo o, programación consciente del desarrollo de los
asentamientos humanos y/o del mundo material que necesita la sociedad en su conjunto
- La PLANIFICACIÓN URBANA es el proceso mediante el cual se elaboran y ejecutan planes de desarrollo urbano dentro de los límites
urbanos y periurbanos, pertenece al ámbito de las políticas públicas y más específicamente a las políticas territoriales. Cada vez más
tiene un carácter global del proceso de desarrollo ocupándose de las cuestiones sociales, económicas y ecológicas que permitan
tanto mejorar la calidad de vida de la población como el desarrollo eficiente de las actividades económicas que se localizan en el
territorio sin abandonar la gestión y los instrumentos de planificación física cuya función básica es clasificar y calificar el suelo, y
garantizar adecuados servicios, infraestructuras y equipamientos comunitarios.
- El URBANISMO es una disciplina interdisciplinaria que alude al estudio sistemático (analítico, evolutivo, comparativo, explicativo y
valorativo) del fenómeno urbano y, por extensión, también se lo ha aplicado al contexto rural/regional en que está inserto.
Conforma el campo teórico-reflexivo y proyectivo respecto a los asentamientos humanos que impregna y nutre tanto al diseño
urbano como a la planificación física. Por su naturaleza estudia el fenómeno urbano y las ciudades y está atenta al aporte
interdisciplinario. Tradicionalmente colabora en sustentar conceptualmente las descripciones y explicaciones de los resultados
físico-espaciales o configuraciones territoriales y/o espaciales que surgen como resultado de los procesos territoriales y de las
organizaciones sociales de los respectivos territorios o asentamientos humanos.
- La Práctica de INTERVENCIÓN PLANIFICADA es un modelo de gestión que conjuga los asuntos de orden político y técnico para
orientar las soluciones de un conjunto de problemas identificados en una organización urbana territorial (en el diagnóstico) a través
de propuestas concebidas como ideas-fuerza, que se materializan en programas y proyectos de desarrollo urbano.
- El PRE-DIAGNÓSTICO es el procedimiento que posibilita un acercamiento de carácter genérico a una organización territorial y
detecta los problemas principales que conforman los núcleos problema. Se puede materializar a partir de dos formas de
aprehensión del conocimiento: del saber ya adquirido; construyéndolo con quienes conocen el objeto.
- El DIAGNÓSTICO es el procedimiento para establecer la naturaleza, magnitud y jerarquización de las necesidades o problemas que
afectan al sector de la realidad social que es objeto de estudio. También incluye el conocimiento de las diferentes fuerzas en
conflicto y de los factores que actúan de manera favorable, neutra o desfavorable para alcanzar los fines propuestos. Además,
comprende la determinación de los recursos disponibles. Su fin es servir de base para la elaboración de un plan, programas y
proyectos. También el diagnóstico puede definirse como un procedimiento, enmarcado en un conocimiento producido críticamente
que determina las características cuali-cuantitativas y el estado de situaciones de una organización territorial o de sus partes, en un
espacio y tiempo dados, con el objetivo de generar una orientación que efectivice las acciones. Se constituye de cuatro
componentes básicos: la descripción (como es el fenómeno de estudio); La explicación (porque es así); la evaluación (que está bien y
que está mal o regular); y por último, la proyección (como tiende a ser el fenómeno).
- LINEAMIENTOS generales son las orientaciones básicas que permiten dirigir las políticas y estrategias de intervención.
Orientaciones básicas o ideas para la territorialización de los objetivos que permiten construir una propuesta general, base de un
plan, programas y proyectos. Orientaciones básicas surgidas del diagnóstico de una organización urbano-territorial y del enfoque
teórico e ideológico que se utilice, que orientan los objetivos y conceptos de una propuesta de ordenamiento, utilizando estrategias
de acción directa y/o indirecta.
- PROPUESTA es una proposición o sugerencia de una idea o conjunto de ideas que sigue las sugerencias de los lineamientos
generales para dar respuesta (con distintos grados de profundidad) a la resolución de los problemas que surgieron en el diagnóstico.
Sintéticamente puede decirse que es la respuesta a una situación problemática. Sirve como instrumento para la acción planificada
en la medida que convierta las estrategias en planes (general/parcial/sectorial), programas y proyectos.
- PROGRAMA es un conjunto coordinado de proyectos y/o un conjunto de acciones y metas que se vehiculizan a través de proyectos.
Es una unidad metodológica para la acción que posibilita el cumplimiento de los objetivos fijados en campos específicos de una
propuesta de ordenamiento urbano-territorial. Según sus características los programas pueden materializarse de dos formas
diferentes, un sectorial (por actividades: industria, viviendas, salud, etc.) o territoriales (especializado en un “área programa”). Es un
grupo de actividades homogéneas o interrelacionadas que abarcan un conjunto de actividades ligadas espacial o sectorialmente. Los
coordina alguna autoridad y exigen evaluación y control. Permiten armar un presupuesto e ir revisando/evaluando metas y
objetivos.
- PROYECTO es la unidad mínima de acción/intervención en el territorio. Permite concretar en acciones las definiciones orientadoras
contenidas en planes, estrategias o programas. Es la unidad de inversión menor que se considera en un programa y/o subprograma.
Por lo general, constituye un esquema coherente desde el punto de vista técnico, económico y social, cuya ejecución se puede
encomendar a un organismo (público y/o privado) y puede llevarse a cabo con independencia de otros proyectos. Opera como una
guía para la gestión y puede estar inserto en las prácticas de intervención planificadas. Surgen de ideas que requieren desarrollo,
precisión y cuantificación y se viabilizan por medio de la concertación del interés del sector público y el sector privado. Entre sus
características más importantes surge la posibilidad de realizar la evaluación antes del impacto de la intervención.

REESE EDUARDO
La situación actual de la gestión urbana y la agenda de las ciudades argentinas.
CAPÍTULO 1. Las ideas y la práctica del urbanismo en la Argentina
El planeamiento urbano, entendido como disciplina técnica, se consolida en la Argentina como actividad profesional hacia mediados
del siglo, donde la práctica de la planificación se centró fundamentalmente en la acción del Estado, cumpliendo la función de
herramienta al servicio del modelo económico desarrollista basado en la industrialización.
En los ‘60 se institucionalizó de manera generalizada la planificación en América Latina. La planificación del desarrollo regional fue
una actividad significativa asociada a la industrialización sustitutiva de importaciones comandada por el Estado. Su sentido fue
impulsar el desarrollo industrial o el desarrollo rural integrado donde este no se daba, complementando o compensando las
falencias del mercado para generar un desarrollo territorial balanceado. La estrategia de los polos de desarrollo se extendió a la
planificación territorial y regional del continente (Coraggio, 1997).
Los años 60’ estuvieron influidos por la idea desarrollista de un crecimiento continuo e ilimitado que se extendería sobre las
siguientes décadas y cuyo resultado sería la eliminación de la pobreza, la extensión del ocio, el consumo sin fronteras, etc. Este
consenso sobre los escenarios del futuro, motivó prácticas de planeamiento que se basaban en el crecimiento auto sostenido de los
complejos urbanos que justificaba una organización de las actividades productivas orientadas al consumo ilimitado de recursos
naturales y materias primas y, sobre todo, con una base energética barata. La crisis de los ’70 dio por tierra con estas premisas y con
los planes de desarrollo.
En ese marco, el urbanismo asume las ideas racionalistas vigentes con un sesgo fuertemente tecnocrático y centrado en los
instrumentos del plan regulador y del código normativo, con un enfoque eminentemente especialista y de corte funcionalista, que
perdura hasta la actualidad bajo el argumento de que la actividad de la planificación del territorio es una disciplina
fundamentalmente científica. Las reglamentaciones urbanísticas se concentraron en dos tipos de dispositivos operativos: las normas
de uso del suelo y las normas de tejido urbano. Éstos presentan un planteo de fuerte abstracción, una rígida clasificación de las
diferentes actividades a través del “zooning”, la definición de indicadores y densidades de ocupación y la determinación de un
conjunto de patrones para la subdivisión del suelo.
El planeamiento urbano tradicional comienza a sufrir un conjunto de fuertes críticas a partir de fines de los ‘60 y principios de los
‘70, centradas en el papel que cumplía la planificación estatal frente a las condiciones sociopolíticas de los procesos de desarrollo de
los países latinoamericanos, y frente a las nuevas formas que asume el capitalismo en la región. Estos debates quedan truncos en la
Argentina a partir del golpe de 1976.
Hacia principios de los años ’80 se reabre la discusión y los juicios al planeamiento tradicional pero con un cambio de sentido político
y ampliándose además a lo instrumental: se cuestiona al Plan como herramienta válida y se propugna el predominio de la
herramienta del proyecto como dispositivo adecuado para desencadenar procesos de transformación territorial. Esta línea de
pensamiento y acción es simultánea y funcional al auge creciente de las ideas neoliberales, que con el apoyo de las entidades
multilaterales de crédito, se promueve la privatización de la ciudad y la desregulación de las normativas urbanas. La retirada del
Estado de las funciones de planificación ubica al mercado como principal asignador de las prioridades.
En los últimos 20 años, se han generado nuevas definiciones de lo que es considerado “problema urbano” con una visión más
integral del territorio. Reaparece la herramienta del Plan a partir de un eclecticismo teórico y metodológico notable. Así la
planificación es entendida como una plataforma de despliegue de estrategias generales de desarrollo urbano que permite la puesta
en marcha de proyectos de actuación. Se refuerza el papel del poder público reclamando para el Estado una función activa y
mediadora en pro de un mayor equilibrio social y ambiental. De forma sintética, se puede agrupar el debate contemporáneo sobre
la planificación territorial en argentina en siete grandes ejes:
- El rol del estado en la planificación y gestión territorial
- La articulación entre la planificación, la gestión y los enfoques de “plan-proceso” en contraposición al “plan-libro”.
- La disyuntiva entre lo sectorial y lo integral.
- La consideración de lo ambiental.
- El debate y los diferentes enfoques sobre la participación y la construcción de escenarios de planificación-gestión multiactorales.
- La emergencia de lo local y la cuestión de la descentralización.
- El papel de los instrumentos, especialmente en las dificultades de articulación entre plan, proyectos y normas.
CAPÍTULO 2. Los instrumentos de la política territorial en la Argentina.
2.2. Normas e instrumentos del ámbito local
Las experiencias de planificación local/municipal en el país, enfocada en los instrumentos y los procesos de planificación, se pueden
sistematizar en cuatro grandes grupos:
A. Constituido por aquellas propuestas de planificación-gestión, orientadas a promover procesos de desarrollo de base local
o microrregional. Las características comunes de estos instrumentos son:
- Un esfuerzo por entender los problemas del territorio desde un enfoque integral, interdisciplinario de los procesos;
- La configuración de las propuestas acompañadas por un amplio número de proyectos y acciones;
- Un fuerte énfasis en la participación de los agentes locales;
- Un fuerte acento en la revalorización del espacio local como el espacio privilegiado para la gestión de las políticas territoriales.
B. Grupo constituido por aquellas iniciativas de planificación-gestión que abordan centralmente la problemática de las
cuestiones físico-espaciales-ambientales. Las características comunes son:
- La definición de las características y los escenarios de crecimiento de la ciudad;
- La definición de estrategias y proyectos de actuación físico-ambientales a diferentes escalas;
- Un creciente énfasis en las cuestiones de prevención/remediación de conflictos ambientales;
- Un intento por pasar de un urbanismo reglamentarista a un urbanismo claramente operacional.
C. Grupo constituido por un amplio abanico de instrumentos municipales de carácter estrictamente normativo cuya función
principal es la de ser reguladores del uso, ocupación, subdivisión y equipamiento del suelo.
D. Este grupo está constituido por aquellas acciones directas sobre el territorio que pueden denominarse “grandes
proyectos urbanos”, siendo por lo general proyectos urbanísticos llevados a cabo por los municipios, que involucran rehabilitaciones,
renovaciones, relocalización o nuevas construcciones.
Son pocas las experiencias en el país que excedan el territorio municipal y aborden el ámbito supra local, haciendo imperiosa la
necesidad de crear ámbitos institucionales de gestión territorial interjurisdiccional a partir de la celebración de convenios y acuerdos
para posibilitar la puesta en marcha de estrategias de desarrollo y ordenamiento.
Con referencia a la gestión local del ordenamiento territorial:
- Los planes y las normativas parecen cumplir un papel de adecuación pasiva de la política municipal a los procesos territoriales más
generales, dándole a la planificación territorial un enfoque de corte puramente administrativo.
- Las áreas técnicas de los municipios no cuentan con análisis o estudios profundos de sus distritos y las medidas suelen
implementarse de forma acrítica;
- En los organismos estatales responsables de la planificación y de los proyectos urbanos, subsiste una rigidez en la elaboración e
implementación de nuevos instrumentos urbanísticos, donde existe una fuerte tradición que reduce a la política urbanística
solamente a una acción de tipo regulatoria, vía la aplicación de códigos u ordenanzas de zonificación/edificación; y por otro lado se
detecta una total desarticulación entre herramientas urbanísticas, herramientas fiscales y administrativas, herramientas de corte
tributario y políticas económicas activas.
- Las normativas urbanísticas siguen con mayor o menor rigor las pautas del planeamiento tradicional y de la lógica del zooning
como criterio básico de sus propuestas contribuyendo a segregar las diversas zonas y usos urbanos y a reducir los niveles de
vitalidad y diversidad urbana.
UT3 – La práctica de la planificación territorial
3.1. La producción y transformación de la ciudad: la importancia de reconocer: procesos, actores y estrategias. El conocimiento de la
ciudad a partir de la estructura urbana como modelo. Dimensiones, componentes y relaciones.
3.2. Las estrategias de Ordenamiento Urbano: Reestructuración, Renovación, Rehabilitación, Refuncionalización, Recuperación,
Conservación y Protección. Prefiguración Morfológica y Diseño Urbano como especificidad de la disciplina.
3.3. Los instrumentos de conocimiento y evaluación. El análisis urbano como método de interpretación de la ciudad: contenidos,
modalidades y técnicas según finalidad. Registro, inventario y catálogo. El diagnóstico como instrumento de planificación:
descripción, explicación, proyección y valoración. Diagnóstico urbano y/o sectorial. La evaluación de impacto urbanístico.
3.4. Los instrumentos de intervención. El Plan de Ordenamiento Urbano y el Plan Sectorial. El Plan Particularizado y su relación con
el Proyecto Urbano. Modelos: territorial y de gestión. Programas y Proyectos. Las normas urbanísticas y la gestión ambiental.

DI PACE María/CASSANO David


Capítulo 11 – La Gestión Ambiental Urbana
Introducción
Se hace foco en la problemática de la gestión ambiental urbana en la medida que esta refleja los problemas ambientales y los
conflictos sociales que aquellos suscitan.
La construcción de una racionalidad ambiental (Enrique Leef, 1992) aparece como un conjunto de procesos de racionalización con
diferentes instancias de pertinencia que confieren legitimidad a la toma de decisiones con respecto a la transformación de la
naturaleza y el uso de los recursos, dando funcionalidad a sus operaciones prácticas y eficacia a sus procesos productivos, donde
puede visualizarse que existen racionalidades hegemónicas. Este proceso de constitución y transición hacia una racionalidad
ambiental implica procesos políticos y sociales que trascienden a la confrontación de dos lógicas opuestas.
La importancia de la gestión ambiental se entienden a partir de premisas como, que no existen problemas ambientales en sí mismo,
sino que existen problemas humanos que, derivados en acciones sobre el territorio, han ocasionado problemas ambientales que
afectan el normal desarrollo de la sociedad; y también que los problemas surgen y se transforman en conflictos a partir de una
inadecuada gestión de los sistemas ambientales en conjunción con las condiciones políticas, sociales y económicas.
11.1. El concepto de gestión ambiental urbana.
Desde el punto de vista de la gestión pública, la gestión ambiental es el conjunto de acciones normativas, administrativas y
operativas que impulsa el Estado para alcanzar desarrollo con sustentabilidad ambiental. Sus principales funciones son el diseño y
formulación de políticas ambientales, de una legislación ambiental, de un sistema administrativo y de un conjunto de instrumentos
para la acción.
La gestión ambiental es el conjunto de actividades humanas encaminadas a procurar el ordenamiento del ambiente y contribuir al
establecimiento de un modelo de desarrollo sustentable, por lo tanto se ocupa en fijar políticas ambientales, globales y sectoriales,
dictar normas jurídicas que desarrollen los instrumentos que permitan aplicar definiciones de las políticas adoptadas previamente y
por último, establecer la institucionalidad que se haga cargo de ella.
En los 80’ es cuando aparece con fuerza la idea que el espacio local urbano debe constituirse en un ámbito privilegiado para
desarrollar esfuerzos sistemáticos tendientes a resolver los problemas y a elevar la calidad de vida de los ciudadanos, y la activación
local (gestión municipal) se justifica en ideas tales como:
- El nivel local fortalece la participación de la comunidad en torno a problemas concretos.
- Se detectan en forma más específica y real los problemas ambientales locales.
- El espacio local permite claramente identificar los actores sociales y los recursos involucrados en los problemas o conflictos
ambientales.
Es necesario esbozar brevemente algunos conceptos vinculados, que tienen incidencia en la definición de la gestión ambiental
urbana, como es la conceptualización de lo local, lo urbano, el desarrollo local y la sustentabilidad aplicada a la gestión.
- Lo local está referido a la existencia de un espacio en el que se reconocen aspectos que le son específicos, y no un derivado por
división de las grandes determinaciones sistemáticas y estructurales de un espacio más global. Esto nos sugiere pensar espacios
sencillos como ámbitos inmediatos donde se desarrolla la vida con toda la complejidad de otras realidades.
Entendemos al desarrollo local como un proceso basado en alianzas entre actores, que se genera en un ámbito territorial inmediato,
con el fin de impulsar procesos de cambios para el mejoramiento de su bienestar colectivo; se trata de un proceso que reconoce la
existencia de esos diversos actores capaces de entrar en relaciones y aunar esfuerzos para trazar un conjunto de objetivos,
estrategias y resultados mediante un proceso participativo de planificación, haciendo de lo cotidiano un punto de encuentro para
lograr la concreción de una visión compartida de largo plazo.
- Entendemos lo urbano como el resultado de un conjunto de procesos económicos, sociales y políticas producidos por diferentes
actores sociales en un espacio determinado. El ambiente urbano es una totalidad producida por estos procesos y actores diferentes,
que ofrece un conjunto de soportes para garantizar el funcionamiento de la totalidad social en que se asienta (la ciudad como bien
común). Por eso el bien común es la ciudad entendida como totalidad que soporta la vida de una pluralidad de grupos diferenciados
económica, social, política y territorialmente. Esa noción puede concretarse, en términos de procesos, como desarrollo local
sustentable.
Algunos proceso se orientan por la búsqueda de ganancias, operan dentro del mercado y realizan actividades que tienen a la ciudad
como soporte (industrial, comercio), otros se dedican a la producción de sus componentes (infraestructura, servicios) teniendo a la
ciudad como objeto de su actividad, aún más otros procesos se determinan por la reproducción de la población y se orientan hacia
el consumo de ciertos bienes y servicios en la ciudad (vivienda). Por último, existen procesos estatales que desde fuera del mercado
inciden de manera indirecta estableciendo parámetros para las acciones de los demás actores (regulaciones y normas), y de manera
directa con sus acciones en la producción de los bienes urbanos.
- Una ciudad como sociedad local es un recorte dentro de una región, en lo territorial y en lo social. Supone una estructura social
que, a su vez, depende del ámbito regional y, en segundo término, del nacional. En consecuencia la estructura social de la ciudad
puede estar integrada por actores locales, regionales y nacionales.
- A la gestión ambiental urbana la entendemos como el conjunto de actividades humanas encaminadas al ordenamiento del
ambiente urbano, considerando todos los elementos que lo integran y todos los procesos de interacción entre esos elementos. Es el
conjunto de procesos dirigidos a articular recursos que permitan producir, hacer funcionar y mantener la ciudad y brindar a las
actividades económicas y a la población los satisfactores de sus necesidad en el marco de un proyecto de desarrollo local
sustentable. Comprende el conjunto de actividades orientadas a la gestión de la ciudad, en las que la búsqueda de la mejora o la
conservación de la calidad ambiental tanto en el espacio intraurbano como en su área de influencia representa un objetivo
determinante. Está compuesta de mecanismos, procedimientos y actos de gobierno y gestión de una ciudad que se distinguen por
incorporar en la toma de decisiones acciones dirigidas al mejoramiento ambiental débilmente articuladas, ajustadas a las tendencias
de crecimiento urbano y al desarrollo local sustentable. Este proceso de articulación y ajuste es un requisito fundamental para que la
gestión ambiental urbana sea factible y ejecutable. Por ello, la gestión ambiental urbana también se distingue porque busca
establecer permanentemente mecanismos que posibiliten acuerdos entre distintos actores, que en su interacción con el medio
ambiente operan desde distintos espacio urbanos y expresan por lo tanto una variedad de intereses, expectativas y conductas.
Constituye por tanto, el conjunto de actividades técnicas, administrativas, legales y normativas para las cuales se presupone una
acción coordinada y de articulación entre los diferentes niveles de gobierno y de la capacidad movilizadora de la comunidad. El papel
más importante a ser desempeñado por el aparato administrativo del estado deberá ser el de agente de planeamiento estratégico,
ofreciendo estímulo y apoyo a las iniciativas locales y del ambiente comunitario.
Precisando aún más la noción de gestión ambiental urbana, requiere el desarrollo integrado de cinco supuestos que implican su
orientación hacia el bien común: capacidades de gestión, capacidades técnicas, capacidades regulatorias y capacidades financieras.
La implementación de la gestión ambiental urbana requiere de la adecuación de los aparatos burocráticos-administrativos a los
requerimientos que el nuevo paradigma exige, esto es:
A. Concentrar y descentralizar funciones. Se hace necesario concentrar poderes y funciones suficientes como para estar en
condiciones de innovar, supervisar, controlar y fiscalizar las actividades sobre el ambiente. Es imprescindible permitir que los
diferentes sectores de la administración pública, las instituciones regionales y locales, así como la sociedad en su conjunto puedan
incorporar la dimensión ambiental a sus actividades específicas. De aquí proviene la necesidad de descentralizar funciones.
B. Transectorialidad. asignar a la gestión ambiental del Estado una característica “suprasectorial”, ya que cualquier decisión que se
tome en este campo afecta el comportamiento de la globalidad de los sectores.
C. Participación. En la gestión ambiental deben participar tanto la sociedad civil como el Estado y el conjunto de la administración
pública, abriendo canales a los diferentes sectores de la sociedad civil, induciendo un proceso que transfiere verticalmente los
poderes.
D. Negociar y coordinar las acciones. La gestión ambiental debe negociar y coordinar acciones prácticamente con toda la
administración pública y entre esta y toda la sociedad civil para que la descentralización, la transectorialidad, la participación, y la
capacidad ejecutiva y el acceso a los recursos financieros sea posible. Esto lleva a pensar en la gestión ambiental como un conjunto
de acciones pactadas entre diversas personas y entidades.
E. Contar con capacidad ejecutiva. Debe ser una organización robusta y con amplias atribuciones ejecutivas.
F. Contar con recursos financieros. La asignación presupuestaria representa la culminación de un proceso eminentemente político.
G. Reforma del Estado. Para que exista gestión ambiental esta debe incorporarse orgánicamente a las funciones gubernamentales lo
que a su vez exige readecuar la administración pública, el cuerpo jurídico, las prioridades nacionales y las estrategias de desarrollo
global a las necesidades del nuevo espacio creado que debe inmiscuirse en asuntos que, hasta ayer, eran exclusividad de los diversos
compartimentos y especialidades que conforman el Estado.
11.2. Los actores de la gestión ambiental urbana y su articulación.
La debilidad de la capacidad de la sociedad para asumir el control de los procesos de degradación ambiental solo puede mejorar
enfatizando la importancia de la acción y el compromiso ciudadano como el modelo más efectivo y de mayor alcance. El
mejoramiento de la capacidad local para la gestión ambiental requiere la participación de diversos actores, debiéndose especificar a
quién, cómo y cuándo debe abrirse el proceso de participación.
El programa de gestión urbana identifica tres grupos de actores claves que deben ser considerados en el proceso de planificación y
gestión ambiental de una ciudad:
- Aquellos cuyos interés son afectados por los problemas ambientales, planes o estrategias a abordar
- Aquellos que controlan instrumentos relevantes para la implementación de soluciones
- Aquellos que poseen el conocimiento y pericia técnica necesaria sobre los problemas y las soluciones.
También se pueden identificar distintos tipos de actores en razón de su vinculación con la producción y la gestión de la ciudad,
distinguiéndose:
- Los actores estatales, quienes dirigen o ejecutan los procesos públicos de producción de la ciudad;
- Los actores económicos, que se definen por su inserción en el mercado, produciendo o teniendo como soporte la ciudad;
- Los actores comunitarios que intervienen en la producción de la ciudad;
- Los actores políticos que articulan a los diferentes grupos o fuerzas locales.
La gestión ambiental urbana implica la articulación de los diferentes actores presentes en la ciudad. Estos se vinculan con la misma
porque de ella depende la satisfacción de alguna necesidad o el logro de algún interés. En consecuencia, cada tema específico de la
ciudad genera un conjunto de actores interesados en intervenir. En este proceso, el gobierno local, al relacionarse con los diversos
actores presentes, modela un proyecto de ciudad que se traduce en los lineamientos que caracterizan su gestión.
11.3. Municipio y ambiente, marco institucional.
El municipio, a partir de los ‘90, en el marco de políticas de reforma del Estado y los planes de descentralización que se aplican, se
coloca como escenario y actor principal en la profunda reestructuración de las relaciones estado-sociedad. La atención sobre la
importancia del municipio se vincula al carácter que potencialmente posee como poder real, eslabón fundamental de contacto con
la ciudadanía e instrumento de cambios en el desarrollo regional.
Las funciones que un municipio puede asumir dentro de un esquema de descentralización de la gestión ambiental y el grado de
participación son variadas. De manera general puede decirse que su función se refiere tanto a la protección del ambiente natural
como a la del ordenamiento del ambiente construido.
En materia de protección del ambiente natural las funciones de los municipios tienen que ver con la prevención y el control de la
contaminación de los suelos, de las aguas y de la atmósfera, la programación del uso del suelo urbano o el ordenamiento ecológico
del territorio, lo que implica programar el uso de todos los suelos y de todos los recursos naturales.
11.4. Gestión Ambiental urbana y conflicto ambiental.
El conflicto ambiental es un tipo particular de conflicto social en el que lo que se explicita se refiere a aspectos del ambiente directa
o indirectamente vinculados a la calidad de vida de las personas o a las condiciones del ambiente.
En esta línea, existe conflicto ambiental cuando se produce el choque de racionalidades entre las lógicas de la reproducción social de
la vida cotidiana, la del lucro que impulsa el mercado y la de la naturaleza guiada por la sustentabilidad
Al hablar de conflicto, se habla de un proceso que tiene desarrollo temporal, con modificaciones y cambios, es decir, no estático; y
este proceso se da en el ámbito público y por tanto quedan excluidas las disputas propias del espacio privado como puede suceder
por cuestiones de vecindad o familiares (Padilla y San Martín, 1998).
Los conflictos involucran acciones colectivas en las que son grupos de personas con distintos grados de organización los que
desarrollan las disputas. El conflicto resulta de posturas opuestas referidas a la percepción del ambiente, a los valores atribuidos al
entorno y a las relaciones del ser humano con este, y en cuanto los significados que revisten las acciones sobre el medio. Se pueden
clasificar los conflictos ambientales en las siguientes tipologías (Santandreu-Gudynas, 1998):
- Conflictos manifiestos, expresión concreta de la disputa y posición que ocurre en el presente
- Conflictos latentes, donde un actor, sin cambiar su oposición, deja de expresarla, manteniéndose las causas originarias
- Conflictos de hecho, donde la actividad generadora del daño ambiental se encuentra en pleno desarrollo.
- Conflictos de acecho, cuando la actividad generadora del impacto ambiental no se encuentra presenta pero se tiene una
sospecha fundada de que esto ocurrirá en un futuro cercano.
- Conflictos simétricos, cuando existe un similar acceso de los actores a los instrumentos que influyen en el desarrollo del
conflictos.
- Conflictos asimétricos, cuando existe una desigualdad de fuerzas entre los actores.
Otra clasificación (Carley, 1992) puede ser:
- Conflictos innecesarios, pudiendo ser “de relaciones” debidos a percepciones erradas o estereotipadas, “de datos”
debidos
a una mala información, “de valores” en caso de creencias incompatibles.
- Conflictos genuinos, pudiendo ser “estructurales” causados por modelos opresivos de relaciones humanas, “de intereses”
donde la satisfacción de los intereses de una parte son incompatibles con los de otra.
El conflictos ambiental tiene desarrollo temporal en el que es posible distinguir: un inicio del conflicto, que es el momento en el que
uno de los actores colectivos se organiza y resuelve poner en juego su capacidad de acción con el objetivo de revertir lo que
entiende es un daño ambiental real o potencial o de modificar medidas de gestión ambiental que considera inadecuadas; un
desarrollo del conflicto; y una finalización del conflicto, donde la finalización puede lograrse mediante:
A. La solución de conflictos, cuando la causa que lo originaba es erradicada y/o los daños causados son íntegramente reparados, y la
actividad cuestionada deja de tener lugar. Esta puede ser:
- por negociación, mediante un acuerdo entre las partes o un mediador
- por alteración del proyecto
- por establecimiento de plazos que lleven a la anulación del impacto ambiental denunciado
- por vía administrativa
- por vía judicial
- forzada, donde el daño es tal que requiere acciones rápidas por parte del estado que lleven a su suspensión
B. La resolución del conflicto, cuando la actividad cuestionada continúa sin la presencia del conflicto debido a un acuerdo entre las
partes, sin anular la acción causante del supuesto daño ambiental y/o reparar el daño causado. Se puede llegar mediante
- La entrega, por parte del actor generador, de una compensación
- La alteración del proyecto que disminuye el impacto
- El establecimiento de plazos que establecen modificaciones en las acciones que desencadenaron el conflicto;
- La vía administrativa
- La vía judicial.
11.5. Instrumentos de la gestión ambiental urbana.
Denominamos instrumentos de la gestión ambiental urbana a todas aquellas herramientas utilizadas para la implementación de las
políticas definidas en los ámbitos respectivos. Una diferenciación tradicional clasifica a los instrumentos de:
- Regulación directa, que incluyen el ordenamiento territorial, la expedición de normativas sobre conservación, normas
técnicas sobre impacto ambiental y evaluación del impacto.
- Regulación indirecta, que pueden clasificarse en instrumentos fiscales y financieros, derechos de propiedad y de uso, y
cuotas o derechos negociables.
La selección de los instrumentos más apropiados y los tiempos de intervención requieren la consideración de los siguientes factores:
- la eficiencia económica, los plazos y velocidad con que se plantea el alcance de los objetivos propuestos;
- la compatibilidad con los marcos jurídicos, políticos y administrativos existentes, así como las condiciones económicas y la
estructura impositiva;
- la aceptabilidad política del instrumento propuesto;
- la complejidad para su implementación, la viabilidad y facilidad de aplicación y monitoreo;
- la consistencia de las medidas adoptadas con la estrategia ambiental general.
Otra clasificación posible de los instrumentos de gestión ambiental urbana es:
- Inst. de comando y control, necesarias para mitigar o prevenir procesos de degradación de los recursos naturales;
- Inst. de inversión o gasto público, que dependen de la capacidad y disposición del Estado local para realizar inversiones;
- Inst. económicos, utilizadas para modificar el comportamiento de usuario de los recursos públicos y privado;
- Derechos de propiedad, que clarifican los derechos sobre el uso del agua y el dominio de la tierra;
- Inst. de gestión del suelo, para su adecuada planificación (impuestos, expropiación, etc.);
- El ordenamiento territorial y los planes de usos del suelo;
- Información y educación ambiental, generando participación y concientización pública en actividades ambientales.
Una última clasificación posible es la de instrumentos innovadores para la gestión urbana (Rolnik, 1997), donde se enumera:
- Control de la extensión indefinida de la ciudad difusa tendiendo a una ciudad compacta y compleja, con el objetivo de
distribuir de manera racional los costos y beneficios de las inversiones públicas estableciendo el límite entre derecho de la
propiedad del suelo y el derecho a construir.
- Consorcio inmobiliario o urbanización consorciada, promoviendo mediante un instrumento público-privado la
urbanización
de áreas no provistas de infraestructura sobre las que pesan presiones de urbanización por ser áreas urbanas.
- Optimización de infraestructura existente y de reducción de sus costos de expansión, estableciendo potencialidades de
densificación diferencias por usos y por características del territorio construyendo por encima del coeficiente básico, con el
objetivo de generar recursos para invertir en infraestructura urbana, vivienda de interés social y equipamientos urbanos.
- Recalificación de áreas urbanas, colaborando entre el poder público y la iniciativa privada para promover determinadas
áreas de la ciudad y así alcanzar transformaciones urbanísticas y estructurales en regiones de la ciudad con mayor rapidez
de ejecución y menos gasto de recursos públicos.
- Instrumento de preservación de inmuebles, compensando a los propietarios siempre y cuando el propietario participe en
programas de preservación.
- Creación de zonas especiales de interés social, con el objetivo de incrementar la producción de vivienda sociales,
aumentado la oferta de áreas urbanizadas.
La gestión ambiental urbana y su especificidad en el Área Metropolitana de BsAs.
Entendemos al municipio o gobierno local como una unidad de gestión, esto es un aparato político-administrativo de articulación de
recursos, con el fin de la elaboración de políticas locales para satisfacer necesidades, su transformación en programas de acción y su
ejecución por medio de la prestación de servicios y la construcción de obras que se destinada a la población como educación, salud,
higiene, calidad ambiental y productos intermedios que son insumos para la producción de aquellos. Tomar a la municipalidad como
aparato de gestión es orientar el análisis hacia su capacidad para cumplir sus finalidades primordiales.
Antes de cualquier diagnóstico sobre la gestión ambiental urbana debe indagarse en el esquema burocrático administrativo para
conocer quién tiene realmente a cargo esas tareas y la definición de las políticas específicas. La capacidad de asumir la gestión
ambiental urbana en el ámbito del gobierno local es función del proyecto político dominante en ese momento histórico, indicador
del nivel de conciencia existente acerca de la cuestión y expresión de la capacidad de generar políticas sectoriales.

FOLCH Ramón.
Los conceptos socioecológicos de partida
El territorio es una construcción socioecológica sobre una matriz biofísica preexistente. Un espacio que configura diferentes paisajes,
que a su vez se perciben de formas muy distintas según las diferentes miradas, integrado por el espacio ocupado y el concepto de
espacio libre.
El territorio y el paisaje
El territorio es un sistema, un conjunto de elementos materiales de tal modo relacionados y/o interdependientes que constituyen un
todo orgánico.
Los modelos de ciudad y el territorio
Dentro de la ciudad, se pueden considerar que hay diferentes patrones urbanos:
- La ciudad densa
- La ciudad dispersa
- La ciudad compacta o mixta.
El modelo denso tiene los inconvenientes tradiciones (complicada red de transporte, contaminación, etc.) pero los modelos
dispersos acaban siendo peor, porque consume demasiado territorio y sobre todo porque acaba sustrayendo de la ciudad su
principal razón de ser: un lugar para el encuentro y el intercambio. El sostenibilismo se inclina decididamente por la ciudad
compacta mixta, a condición de que no sea en exceso densa. La reducción de la exagerada entropía generada por esa
hipermovilidad horizontal tiene su mejor aliado en la ciudad compacto. Con el mismo esfuerzo se consigue una mayor complejidad y
una menor complicación.
La correcta gestión ambiental de la ciudad supone un compromiso entre cuatro necesidades básicas: la necesidad de asegurar la
actividad socioeconómica, la necesidad de asegurar la calidad ambiental urbana, la necesidad de vertebrar el territorio productivo y
la necesidad de evitar el deterioro de la periferia urbana.
Las tipologías paraurbanas
La Ciudad moderna se diluye en el territorio, generándose un dilatado espacio paraurbano, inducido por la ciudad y en el que son
distinguibles tres tipologías distintas:
- Un espacio periurbano, ubicado en la periferia urbana, constituye una corona de geometría diversa, normalmente de
escasa calidad urbana y poco estructurado;
- un espacio rururbano, espacio más o menos rural dedicado a usos industriales o urbanos, que se ve ocupado por
invernaderos, almacenes agrícolas, etc. que introduce graves disfunciones ambientales (impermeabilización del territorio)
- un espacio vorurbano, espacio rural residual que media entre el espacio propiamente urbano y el rururbano, y que por su
inmediatez al espacio urbano es un ámbito marginal, idea para autopistas y ciudades difusas.
Entre el espacio rururbano y el vorurbano residual, el espacio urbano efectivo de cualquier zona metropolitana acaba siendo el
doble de lo que dice el planeamiento.
El espacio libre
La suma del espacio urbano y del espacio paraurbano (peri, ruru y voru) da la dimensión del espacio ocupado, lo que queda es el
espacio libre, libre pero no vacío ni intacto, ya que la mayoría de las veces son espacios forestales más o menos transformados,
zonas agrícolas, etc. convirtiéndose en una matriz flotante.
El concepto de espacio libre presenta diferentes acepciones según el contexto en que se situé, pero en términos territoriales,
cuando se habla de la matriz de espacios libres se considera desde una óptica más ecológica, donde los espacios libres representan
los diferentes elementos no integrados en el espacio urbano o paraurbano, y articulados con un mayor o menor grado de conexión
entre sí.
La escala como parámetro territorial básico
La escala no da la medida de las cosas, sino el carácter de los fenómenos; cada ámbito escalar tiene asociado un tipo de fenómeno
que se torna incomprensible contemplado desde demasiado cerca o desde demasiado lejos.
Otra cuestión de interés es la escala temporal. Los fenómenos territoriales no son instantáneos.
La escala temporal introduce de rondón el concepto de irreversibilidad en la práctica de algunas decisiones y ello porque los
humanos también estamos sujetos a esa misma escala temporal. La escala temporal es siempre corta en arquitectura, o a lo sumo
media. Las actuaciones territoriales en cambio responden a escalas temporales largas o muy largas. Es por esto que el proyecto
territorial debe empezar encontrando la escala espacial correcta y debe seguir inscribiéndose en la escala temporal pertinente.

KULLOCK
Capítulo 3 – Metodología de trabajo de los profesionales del hábitat.
3.1. Metodología Básica
Se puede esbozar una metodología general ya sea para cualquiera de las tareas del arquitectos (intervención arquitectónica,
intervención urbana y planificación urbana), que consta de tres instancias que en principio pueden definirse como sucesivas:
A. Diagnóstico, Incluye los estudios necesarios para conocer las características intrínsecas y contextuales del problema;
B. Propuesta, constituye la elaboración de la respuesta más apropiada para la resolución de la demanda;
C. Implementación, corresponde a la puesta en práctica de la propuesta.
Con características intrínsecas nos referimos a todo aquello dentro del área específica que es propio de la demanda que nos
formulan (objetivos, espacio de localización, recursos, etc.). Con características contextuales nos referimos a todos los demás
aspectos de la realidad dentro del entorno espacial de dicha área específica que se vinculan en mayor o menor medida con la
cuestión a resolver (subsistema construido, subsistema natural, de la organización social, del marco legal-institucional, del marco
político-cultura). Ambos conceptos responden a la necesidad de adopción de un enfoque integral de la cuestión a abordar, que nos
asegure mayor viabilidad y por ende mayor éxito.
El territorio en su totalidad es un continuo. Cualquier modificación que realicemos en un fragmento del mismo va a ser influida por
lo que ocurre en el resto del territorio, en especial por el inmediato. Y de la misma forma influenciaran las modificaciones sobre un
fragmento del territorio sobre el resto del mismo, en especial en el inmediato y/o el más vinculado con él.
Considerar estas incidencias y efectos, que en su conjunto denominamos impacto, es indispensable para formular propuestas
ajustadas a la realidad. Por eso se pretende que mediante la consideración del impacto que produce en su entorno, las acciones que
se desarrollen sobre el hábitat, no solo sean respuestas a demandas específicas referidas a áreas determinadas, sino que
contribuyan simultáneamente al mejor desarrollo del espacio en el cual se insertan. Esto responde al objetivo de preservar y/o
incremental la calidad ambiental de ese entorno y, por ende, el bienestar de los habitantes y/o usuarios del mismo.
Se interpreta entonces una doble vinculación, ya que el diagnóstico del entorno nos sirve primero como conocimiento de los
condicionantes que este impone a las propuestas, y luego nos permite verificar el impacto de las distintas alternativas de propuestas
que podamos ir diseñando, a efecto de tener criterios que nos fundamenten decidir sobre las mismas. El conocimiento del entorno
va a dar un marco general para que todas las alternativas de propuestas que se formulen, tengan un cierto nivel de congruencia con
el mismo.
Los estudios de impacto específicos que realicemos de cada una de las alternativas nos permitirá evaluarlas, discriminar qué
aspectos de la misma son compatibles o conflictivos con su entorno, proceder a realizar los ajustes que las perfecciones y,
finalmente, selecciona la propuesta que satisfaga más ampliamente, tanto a la demanda que la originó, como al objetivo adoptar de
preservar e incrementar la calidad ambiental del área de inserción.
3.2. Contenidos metodológicos.
Esquema metodológico para las intervenciones arquitectónicas

Esquema metodológico para las intervenciones urbanas

Esquema metodológico para las planificaciones urbanas

Capítulo 4 – Diagnóstico Urbano. (4.1, 4.2, 4.3, 4.4 incompletos)


Dentro de una investigación, el diagnóstico es la etapa metodológica previa a la formulación de propuestas, que nos brinda el
conocimiento suficiente para que dichas propuestas sean respuestas adecuadas a la demanda, factibles de ser implementadas. El
diagnóstico debe procurar obtener el conocimiento suficiente, con la menor utilización posible de recursos.
4.4. Descripción de la metodología del diagnóstico
A- La descripción del área de estudio tiene rasgos espacializables que se denominan estructura espacial del área, y
contenidos que no son espacializables, que se denominan estructura social del área. La dinámica de la estructura social está
condicionada por el accionar de sus miembros como grupos sociales con identidad propia, que actúan en el seno de la sociedad para
defender sus intereses particulares. Esta visualización de la sociedad como una estructura en transformación a partir del accionar de
actores sociales termina siempre por responder, o al menos priorizar, a los objetivos de ciertos actores sociales en desmedro de los
objetivos de los restantes. La descripción a la que se arribe, permitirá definir el rol que el área cumple dentro del contexto espacial
en el cual se inserta. Dicho rol puede ser detectado a partir de la singularidad de sus funciones, así como de la localización relativa
del área.
B- La explicación involucra descifrar las causas que han condicionado que el fenómeno descrito sea de tal manera. Para
dicho fin, debemos formular hipótesis que nos expliquen la razón de ser de las características antes develadas por la descripción del
área o situación urbana que estamos diagnosticando. La formulación de estas hipótesis nos obliga a remontarnos en el tiempo. El
objetivo es detectar las circunstancias pasadas que nos permitan entender el porqué de la situación actual. La formulación de la
hipótesis se basa en concepciones teóricas que se tiene sobre los procesos de conformación de los fenómenos o situaciones
urbanas. Toda explicación de los fenómenos urbanos, debe hacer referencia a procesos “personalizados” y no a procesos
“naturales”. Ósea que cualquier cuestión urbana está condicionada por actores sociales que, desde distintas posiciones, tiene
capacidad y poderes diferentes, tanto para obtener los beneficios económicos que involucra la producción de la ciudad, como para
la apropiación de la oferta ambiental resultante.
C- La evaluación implica emitir juicios de valor sobre las características del fenómeno o situación urbana previamente
descrito. Surge de comparar dichas características con un cierto modelo de deseabilidad que el evaluador tiene o adopta, sobre
cómo deberían ser los fenómenos o situaciones urbanas.
Independientemente de sus formas de ejecución, la evaluación debe llegar a detectar problemas, situaciones negativas derivadas de
la ausencia, insuficiencia o inadecuación de la oferta ambiental que provee el medio biofísico, en relación a las demandas sociales
que emergen de la organización social. Podemos señalar subtipos de problemas muy especiales:
- Restricciones, son aquellas situaciones que resultan problemáticas y que son prácticamente inmodificables (Ej. clima desértico).
- Conflictos: Son aquellos problemas que se originan por la existencia de intereses contrapuestos de los actores sociales
intervinientes.
- Potencialidades: Factores que pueden incidir positivamente en el desarrollo del área, ya sea a nivel de la oferta ambiental o de la
demanda social.
Los problemas que se detecten, requieren ser ponderados en forma relativa según su importancia. Asimismo es necesario expresar
las interrelaciones que pudieran existir entre los problemas. Las potencialidades también deben ser ponderadas según el tipo de
problema que podría ser satisfecho con cada una de ellas.
D- La Proyección implica prever cuales son los caminos más probables que seguirá en el futuro inmediato el fenómeno
estudiado, de dejarlo librado a procesos espontáneos, sin planificación alguna. La proyección consiste en la formulación de hipótesis
sobre los probables escenarios futuros del área de estudio, en especial, de las principales características, problemas y
potencialidades detectadas en la descripción y en la evaluación. Con la intervención pretendemos, además de optimizar la situación
actual, optimizar también las del futuro inmediato del área.
Para trazar estos escenarios futuros, es apropiado identificar la dinámica de los rasgos que caracterizan al área en el momento
actual:
- Rasgos dominantes, los que tienen preeminencia y aparentemente seguirán teniéndola en el futuro;
- Rasgos emergentes, los que tienden a pasar a ser dominantes en un futuro cercano;
- Rasgos recesivos, los que tienden a perder importancia o desaparecer en un futuro inmediato.
Esta caracterización de los rasgos actuales nos permite prever, según distintas articulaciones, ritmos procesuales y prevalencias, los
diversos escenarios futuros que conforman la proyección del área o fenómeno de estudio.

4.5. Ordenamiento metodológico del diagnóstico


En síntesis, el diagnóstico implica la realización de varias recorridas por el camino metodológico esquematizado:
- una delimitación tentativa del área
- Un primer conocimiento descriptivo global
- La formulación de hipótesis iniciales tentativas
- La constatación de la validez de dichas hipótesis
Considerando altamente probable que durante la realización de las instancias explicativas, evaluativas y proyectivas, las
circunstancias obligan a remontarnos nuevamente a estas instancias, en un proceso de retroalimentación, donde se aportará:
- El ajuste del área de diagnóstico, si fuese necesario
- La ampliación del conocimiento descriptivo que fuese necesario
- El ajuste de las hipótesis iniciales, según los resultados de la constatación anterior
- La constatación de la validez de las hipótesis ajustadas.
4.7. Diagnóstico participativo.
En los casos en que se realizan diagnósticos bajo criterios participativos, con intervención de los actores sociales involucrados, el
desarrollo puede parecer más desordenado aun, pero resulta sumamente enriquecido por la incorporación de las opiniones y
expectativas de dichos actores. Esta participación puede lograrse a través de la utilización de diversos procedimientos: entrevistas,
encuestas, grupos de indagación, convocatorias restringidas, asambleas abiertas. Etc.
Capítulo 5 – Formulación de propuestas.
5.1. Finalidad de la formulación de propuestas. Ubicación metodológica.
La formulación de propuestas es el proceso (posterior al diagnóstico y previo a la implementación) que tiene que como finalidad
definir qué respuesta es la más adecuada para responder a la demanda o encomiendo que nos ha sido planteada; respuesta que
estamos en condiciones de emitir con mayor pertinencia, a partir del conocimiento que adquirimos en el diagnóstico.
5.2. Instancias y ordenamiento metodológico.
Podemos identificar cuatro instancias o subetapas en el proceso de formulación de propuestas:
A. elaboración de un conjunto de propuestas alternativas que satisfagan a la encomienda recibida. Una encomienda de
intervención urbana puede dar lugar a diversas propuestas. Todas ellas deben satisfacer a la encomienda. Es necesario elaborar
propuestas alternativas que expresan los distintos tipos de respuesta con que pueden satisfacerse la encomienda, para seleccionar
posteriormente la que resulta más adecuada. Los criterios con que deben elaborarse las propuestas alternativas son:
- Asegurar la obtención de los objetivos perseguidos;
- Resolver los problemas existentes;
- Usufructuar las potencialidades existentes.
Como ordenamiento tentativo de los contenidos que debe tener cada alternativa, podría indicarse los siguientes ítems:
- Programa, consiste en la cuantificación de los objetivos que se propone alcanzar cada una de las propuestas alternativas;
- Diseño espacial, un mínimo desarrollo de los cambios a nivel del medio biofísico que cada una de las propuestas involucra.
- Diseño de estrategias, todos los restantes aspectos que permitan caracterizar y evaluar a cada propuesta alternativa
Con respecto al ordenamiento de los contenidos mencionados, cabe destacar la fuerte interacción entre los tres ítems señalados. El
diseño espacial y de estrategias requieren como insumo al programa, pero a su vez lo modifican y se inciden entre sí,
retroalimentándose. Un aspecto clave que puede diferencias fuertemente a las estrategias, es el referido a las formas de articulación
con los actores sociales involucrados.
B. Definición de los criterios de evaluación de dicho conjunto de alternativas. Deben incluir todos los aspectos que resulten
pertinentes como elementos de selección, como los objetivos, dado que debe verificarse el grado de cumplimiento de los mismos, y
el diagnóstico, dado que debe verificarse el grado de resolución de los problemas identificados. Lo que finalmente se evalúa de cada
propuesta alternativa, son sus tres atributos más significativos:
- Su deseabilidad, definible como el máximo logro de los objetivos y la máxima resolución de los problemas;
- Su oportunidad, entendida como la correcta utilización en tiempo y magnitud de las potencialidades;
- Su factibilidad, definible como la mayor o menor posibilidad de llevarla a cabo en relación a las dificultades que implica.
C. Evaluación y selección de alternativas. Se torna un momento clave de la intervención, en el que normalmente hay que
ceder grados de deseabilidad y oportunidad, por cuotas de factibilidad. Debemos elegir la alternativa más deseable y oportuna entre
aquellas que son razonablemente factibles. Por eso dependerá de la correcta evaluación que se haya hecho de la factibilidad, a
partir de una adecuada ponderación de las dificultades con que se encontraba cada propuesta y de la fuerza política con que se
cuenta para superar las dificultades A los fines de esta correcta evaluación de la factibilidad, es necesario analizar cuidadosamente
las posturas que adoptaran los actores sociales involucrados, ante cada una de las propuestas. Para ello es necesario basarse en la
caracterización de los actores sociales ya realizada en el diagnóstico, para prever el grado de aceptación o rechazo que pueda llegar
a tener y ejercer cada uno de los actores sociales.
D. Programación de la propuesta seleccionada. Una vez seleccionada la propuesta a implementar, es necesario programar
las actividades a llevar a cabo para ello. Esta instancia de programación debe definir las desagregaciones y/o agrupamiento de
actividades que resulten más oportunos, así como las articulaciones temporales que puedan corresponder entre sus distintas partes.
Una vez definidas las desagregaciones y articulación en unidades de actividad, se deberá precisar para cada una de ellas los recursos
necesarios, los plazos previsibles y las responsabilidades a asumir.
5.3. Proceso de realización de la formulación de propuestas.
El proceso de formulación de propuesta plantea nuevamente el tema de la articulación entre el trabajo técnico y la participación
comunitaria. La participación de la comunidad en la etapa de formulación de propuestas tiene un contenido significativo, en cuanto
a población destinataria de los beneficios que aportará la implementación de la propuesta. La gente conoce acciones y formas de
procedimiento que muchas veces son ajenas al estamento técnico.
Otro aspecto a considerar es la incorporación de otros actores sociales además de los beneficiarios; en especial de los organismos
públicos y las instituciones intermedias que puedan tener parte en la implementación de las acciones a emprender.

YUJNOVSKY Oscar. (enfoque funcionalista)


Definición y Conformación de la estructura urbana.
Todo análisis científico de la estructura urbana interna necesariamente debe ser enfocado dentro de un definido marco teórico o
conjunto sistemático de hipótesis acerca del comportamiento de las variables involucradas. Por ello, previo al análisis científico de
las ciudades latinoamericanas, debe presentarse la teoría sobre la cual se basar dicho análisis, introducir las definiciones básicas de
conceptos generales y describir las variables consideradas.
Estructura Urbana.
El análisis urbano y el urbanismo consideraban a la ciudad como una forma física, un artefacto, estático, rígido, producido por el
hombre, donde el crecimiento y el cambio estaban admitidos pero no eran centrales, donde se buscaba la ciudad ideal como la
forma final y definitiva, y donde se planteaban soluciones de orden urbanístico para alguna zona particular de la ciudad en forma
aislada.
Hoy basándose en que una acción cualquiera sobre alguna parte de la ciudad tiene múltiples repercusiones sobre el resto, tanto el
análisis científico como el planeamiento urbano actuales tratan a la ciudad como un sistema espacial. Dicho sistema experimenta un
continuo movimiento, sujetos a cambios. El énfasis sobre las formas ha dejado lugar al énfasis sobre las actividades y los sistemas.
La ciudad física es la respuesta constructiva a la necesidad de espacio y comunicación de las actividades urbanas, esencialmente
dinámicas, es por esto el vuelco hacia el estudio de los flujos entre actividades. La ciudad es un sistema de actividades
interrelacionadas, pero que a su vez es un subsistema perteneciente a sistemas más amplios, como son el sistema regional, nacional
y el sistema mundial.
Las unidades elementales que son consideradas en el análisis, referidas a la toma de decisiones en el sistema social, reconoce a
aquellas unidades de organización tales como familias, empresas públicas o privadas de producción de bienes y servicios,
asociaciones u organizaciones que generen decisiones de consumo, producción, distribución o control, etc. Cada una de las
actividades o unidades componentes requiere una cierta cantidad de espacio para desenvolverse, una cierta posición en el espacio
que le permita establecer un conjunto de relaciones determinadas con las demás unidades. El conjunto de actividades urbanas y las
relaciones que mantienen entre sí, constituyen el sistema urbano.
Asimismo pueden identificarse subconjuntos de actividades y relaciones que constituyen diferentes subsistemas, donde interesa
identificar aquellos que presentan cierta perdurabilidad, siendo estas las estructuras características del sistema. El cambio del tipo
de componentes y relaciones de estas estructuras implican cambio cualitativos en las características mismas del sistema urbano.
Entre las estructuras características del sistema urbano, interesa la estructura espacial interna, o sea, el conjunto de actividades
componentes de la ciudad y las relaciones que mantienen entre sí, desde el punto de vista de la disposición de dichas actividades en
el espacio urbano y la dimensión espacial de dichas relaciones. Algunos aspectos generales:
A. El sistema urbano y su estructura espacial deben ser analizados en el contexto general en que la ciudad está inmersa, como un
subsistema de sistemas más amplios de escala supraurbana.
B. El sistema espacial urbana comprende múltiples subsistemas, donde pueden distinguirse diferentes dimensiones como:
- La dimensión social, formado por grupos sociales con sus diversas características socioeconómicas que establecen
determinadas vinculaciones o relaciones sociales;
- La dimensión económica, donde están las actividades de producción, consumo y distribución;
- La dimensión cultural, que es la expresión espacial de diferentes pautas culturales (Ej. edificios);
- La dimensión política, también una expresión espacial del aparato administrativo y red de jurisdicciones de autoridades.
C. El sistema urbano es esencialmente dinámico. Las relaciones entre las actividades implican movimientos que se expresan en flujos
de diferentes direcciones y sentidos, que pueden identificarse y medirse. Las actividades por su parte también pueden cambiar. Por
lo tanto el sistema está sujeto al cambio en el tiempo y a la conformación de la ciudad es un proceso histórico.
D. La estructura física urbana está compuesta por elementos que dependen de la forma de implantación de cada actividad sobre el
territorio y la forma de ocupación del mismo en términos arquitectónicos o físicos, que se hallan vinculados por elementos de
infraestructura.
E. Los elementos físicos de la ciudad tienen una cierta perdurabilidad, y dada esta perdurabilidad de la infraestructura física, ésta
siempre deja su impronta en la ciudad.
F. Debido a esta perdurabilidad, no siempre existe correspondencia entre la estructura física y las necesidades económicas y sociales
debido a la mayor rapidez de cambio de éstas últimas, frente a la rigidez e inmovilidad de la primera. Aparecen entonces tensiones y
desequilibrios que dependen de la mayor o menor flexibilidad de la estructura física.
Conformación de la estructura urbana.
Cuando sintetizamos el modelo conceptual utilizado para describir la conformación de la estructura urbana, debe tener un carácter
netamente dinámico, histórico. Cada estado del sistema urbano depende del anterior, y por eso debe incorporar las etapas sucesivas
de cambio en el tiempo. Lo que interesa específicamente determinar es cuando el sistema urbano alcanza etapas en las cuales
engloba conjunto de componentes y esquemas de sus relaciones en el espacio, que presentan cierta fijeza o perdurabilidad. Interesa
identificar los cambios estructurales donde los subconjuntos de componentes y relaciones han cambiado en forma significativa,
alterando el verdadero contenido del sistema.
Para el análisis se utiliza un modelo de estática comparativa, esto es, comparando estados sucesivos del sistema, separados por un
lapso determinado y estudiando los cambios que han ocurrido entre uno y otro. Se parte de una etapa determinada en la evolución
del sistema urbano, y para el periodo siguiente se plantea nuevos requerimientos en cuanto a cantidad y calidad de espacio,
accesibilidad y movilidad, por parte de las actividades componentes, tanto la población, como las actividades productivas de bienes
y servicios, ya sean públicas o privadas, sociales o económicas, etc.
Sistemas de decisión.
La estructura decisional es la variable estratégica en el análisis de los procesos de conformación urbana. Es así como adquiere
claridad y sentido la dinámica de la formación y cambio de la ciudad. La conformación espacial de la ciudad es un problema de
asignación de recursos de localización. Cada actividad debe encontrar su posición con respecto a las demás y obtener una cierta
cantidad y calidad de espacio para desenvolvimiento.
Debe enfatizarse la pertenencia del sistema urbano al microsistema. Aun cuando puedan presentarse variaciones locales o
regionales, en última instancia el sistema de decisiones a escala local debe corresponderse cualitativamente con el que funciona a
nivel de la sociedad global.
Si diferencian distintos modelos formales de toma de decisiones por parte de la sociedad, pudiéndose ser tradicionales, por el
mercado o por el gobierno y la planificación.
El sistema tradicional puede ser tal que la compatibilización entre requerimientos y capacidades de la estructura urbana se realiza en
forma automática mediante decisiones que obedecen a pautas culturales fijas y establecidas. Las decisiones se toman de acuerdo
con la costumbre u obedecen a prescripciones (trazado colonial). Este sistema tradicional es un método rígido que dificulta la
adopción de decisiones que difieran de las corrientemente adoptadas. Es un método inflexible al cambio.
Otro modelo formal de decisiones es el mercado, en el cual la compatibilización entre requerimientos y capacidades se realiza por
medio del equilibrio entre oferentes y demandantes de bienes y servicios. El sistema funciona en forma descentralizada según las
múltiples unidades de decisión: las familias y las empresas de producción de bienes y servicios. El sistema de mercado conduce a una
asignación ineficiente de los recursos. El fracaso del mercado como sistema eficiente de asignación de recursos puede deberse a
distintas causas: rendimientos crecientes en las funciones de producción de la empresa, perdiendo las condiciones de equilibrio
general y el sistema de precios; La interdependencia de tecnologías; la incapacidad de producción bienes colectivos (servicios de
educación, salud, recreación, defensa o seguridad) por parte del sistema descentralizado del mercado; Riesgo e incertidumbre, ya
que uno de los factores que originan falta de transparencia en el mercado es la dificultad de predicción de los hechos futuros, una
proyección más acertada del crecimiento de la población y las necesidades del uso del suelo puede ser efectuada en forma
centralizada por un organismo estatal. El más importante factor que debe tenerse en cuenta en este análisis es que el modelo formal
debe ser aplicado a estructuras sociales y de poder reales, donde existen desigualdades en la distribución del ingreso y del poder
adquisitivo. Sin referencia a la estructura de clases de la sociedad y el rol de las mismas en el funcionamiento del mercado según las
relaciones sociales prevalecientes, el análisis quedaría vacío de contenido.
Los modelos formales de decisión que introducen la acción del gobierno, incorporan la valoración política social en la asignación de
recursos. La compatibilización entre requerimientos y capacidades no se basa en criterios puramente económicos de mercado. Las
formas varían desde un sistema de tipo mixto junto al sector privado, hasta el sistema de total propiedad del estado. En un sistema
mixto, el sector público altera los resultados que derivarían del mecanismo puro del mercado, mediantes instrumentos de control o
incentivación. El gobierno interviene directamente en la estructura urbana a través de las actividades del sector público en la
producción de bienes y servicios. Interviene como propietario de tierras urbanas y como responsable directo de la inversión pública
y de prestación de servicios. La planificación es el modelo que contempla esta inserción del sector público en la toma de decisiones.
Es el método estable e institucionalizado por el cual la sociedad, a través del sector público, selecciona el camino de acción más
eficiente entre distintas alternativas que tienden a un conjunto de fines prefijados. La compatibilización entre requerimientos y
capacidades de la estructura urbana se realiza mediante la distribución más racional posible de las disponibilidades de espacio,
localización e interrelación de las distintas actividades, para conformar las necesidades individuales al máximo compatible con la
función social de producción definida.
Un sistema de mercado que funciona en base a la maximización del beneficio individual produce una estructura urbana que es suma
de las decisiones individuales. Esta estructura difiere de la que se obtiene mediante un sistema planificado donde los elementos
componentes encuentran su disposición considerando los efectos a nivel de todo el sistema urbano.
Los métodos de elección social descritos son sólo categorías útiles para el análisis, pero sería un error enfatizar lo formal. La
estructura decisional real no es independiente de las otras estructuras sociales o económicas que conforman el sistema social. Los
resultados de la acción del mercado como de la planificación en la estructura urbana son diferentes según el sistema político
vigente. EL análisis del sistema decisional considera entonces la estructura de clases de la sociedad, la distribución del poder político
y el rol del estado.
PREGUNTAS TENTATIVAS Y POSIBLES RESPUESTAS

UT1 - Los asentamientos humanos y la intervención territorial planificada

TERRITORIO COMO CONCEPTO (LOPEZ)


Desde una visión general, territorio es una visión integradora del espacio y la sociedad, por lo tanto una visión desde donde
comprender la totalidad de los asentamientos humanos. Es el espacio que una sociedad ha organizado, modificado y transformado,
donde se puede observar, interpretar y explicar concretamente el transcurrir histórico y sus transformaciones, ya sea con el fin de
ampliar el conocimiento profesional y científico, como también para intervenir en la gestión y la planificación territorial en sus
distintas escalas.
Desde una visión ambiental, el territorio es producto de las interacciones entre las dinámicas naturales y sociales. Por lo
tanto, se organiza a partir de dos grandes sistemas, el de la naturaleza y la sociedad, las cuales responden a tiempos, escalas,
magnitudes y lógicas diferentes
Desde una visión integral, territorio es una construcción social, escenario y producto histórico de una sociedad donde se
desarrollan los procesos políticos, económicos, sociales, físicos y naturales comprendidos en una categoría historia que les otorga
inteligibilidad.
Como producto social, el territorio es resultado de las relaciones sociales y de poder que se produzcan en el mismo (Boisier,
1988), y de las relaciones productivas y reproductivas que tienen un impacto sobre su configuración. Es sumamente relevante que
al momento del análisis, el diagnóstico, la planificación y la gestión urbana territorial, se tenga en cuenta que adquiere valores
diferentes según quienes lo habiten.

¿QUÉ PROCESOS ORGANIZAN Y CONFIGURAN EL TERRITORIO? ¿QUÉ ENTIENDE POR ORGANIZACIÓN TERRITORIAL? (LOPEZ)
Los procesos que organizan el territorio en general, y que transforman los asentamientos humanos otorgándoles interrelaciones
entre ellos, dentro de un territorio regional, nacional y/o de carácter internacional o de frontera son de tres tipos:

- Los procesos demográficos, o sea los propios de la población en permanente cambio y aquellos relacionados con el
territorio propiamente dicho.
- Los procesos productivos, como el mecanismo por el cual la sociedad organiza la satisfacción de sus necesidades con el fin
de mejorar sus condiciones de vida. Se organiza en tres sectores: El primario, que se relaciona con la producción de materia
prima. El secundario, relacionado con la transformación física de la materia prima. Y el terciario, ligado a la producción de
elementos no tangibles y a la distribución de productos de los otros sectores.
- Los procesos de apropiación y uso del suelo y del espacio, ya sea para la vida cotidiana como para la actividad
productiva. Se dividen en tres grandes agrupaciones: El suelo y espacio rural como factor productivo; el suelo y espacio
urbano, de uso intensivo y competitivo entre sí; el suelo y espacio periurbano, como el territorio de transición entre lo
urbano y lo rural, indefinido en su uso.

Es posible reconocer cuatro escenarios territoriales probables en base a combinar crecimiento demográfico y económico, que
asociado a la apropiación y uso del territorio se diferencian en su configuración y organización y también en las condiciones de vida
que otorguen a la población.

- El primer escenario, con crecimiento demográfico y económico, seguramente presente problemas ligados propiamente a
este crecimiento, como congestiones o problemas ambientales, y que en una situación de inequidad social, el estado tendrá
que planificar con políticas de orden territorial y de redistribución de la riqueza estructural, usando como instrumento la
planificación.
- El segundo escenario, con descrecimiento demográfico y crecimiento económico, puede cumplirse en ciudades y territorios
donde las actividades más importantes sean las turísticas u otras estacionales.
- El tercer escenario, con descrecimiento económico y crecimiento demográfico, está marcado por la recesión y se da en
ciudades y territorios no desarrollados, prácticamente abandonados y/o saqueados.
- El cuarto escenario, con descrecimiento demográfico y económico, corresponde a ciudades y territorios que han perdido
dinamismo, donde suele coincidir con un cambio en el perfil productivo o de función dentro de algún sistema territorial.
En base a estos procesos es posible identificar una configuración territorial totalmente fragmentada, que en su dimensión espacial
comprende tanto los soportes naturales como los construidos por la sociedad para el despliegue de las diferentes actividades. Por lo
tanto las relaciones que se establecen entre soportes y actividades constituyen hoy una organización territorial.

CONCEPTO DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL. (LÓPEZ)


El ordenamiento territorial es el estudio interdisciplinario y prospectivo de la transformación óptima del espacio regional y de la
distribución de estas transformaciones, y de la población entre núcleos urbanos con funciones y jerarquías diferentes, con vistas a su
integración en áreas supranacionales (Saenz, 1969).
Se la puede considerar como una disciplina científica, técnica-administrativa y actividad política, expresión espacial de las
políticas económicas, sociales, culturales y ecológicas de las sociedad cuyo objetivo es un desarrollo equilibrado de las regiones y la
organización física del espacio según un concepto rector (CEMAT, 1983).
Un enfoque más conceptual es el que entiende al ordenamiento territorial como una disciplina científica para el estudio o
análisis del territorio, mientras que la planificación sería la actividad administrativa y práctica y ambas permitirían realizar la gestión
del territorio (Barragán, 1993).

DESCRIBE PLANIFICACIÓN TERRITORIAL Y VENTAJAS Y DESVENTAJAS DEL ROL DE LA POLÍTICA EN EL MISMO. (LÓPEZ)
La planificación territorial se preocupa de dar respuestas a los problemas globales de un determinado territorio e incluye, por lo
tanto, temas relacionados con el desarrollo económico, aunque no se limiten a ellos ni los pondere (Pujadas y Font, 1998).
La planificación territorial se refiere al proceso de planificación en ámbitos urbano-urbano, urbano-rurales,
supramunicipales y/o regionales. Se formula a partir de directrices de ordenamiento territorial y requiere de un gran esfuerzo de
coordinación y acoplamiento de múltiples intereses sectoriales y territoriales. Debe contener determinaciones que orienten,
identifiquen y guíen tanto a la planificación urbana como a la planificación sectorial.
También la planificación estratégica, enfoque que integra lo social, lo económico y la organización territorial, puede
encontrar en la planificación territorial el instrumento adecuado para dar carácter normativo y vinculante a intervenciones
territoriales estratégicas.

QUÉ APORTES BRINDA EL URBANISMO Y EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL A LA PLANIFICACIÓN URBANA (LÓPEZ)


El urbanismo y el ordenamiento territorial son disciplinas desde donde se intenta formular teorías, investigar y colaborar con la
práctica de la planificación urbana. Son necesarias ya sea para el análisis y comprensión de un territorio, como para la práctica de la
intervención territorial planificada de los asentamientos humanos.

¿QUÉ ENTIENDE POR PLANIFICACIÓN URBANA? DIFERENCIAR DE INTERVENCIONES URBANAS Y ARQUITECTÓNICAS (KULLOCK)
La planificación urbana, debido al cambio permanente de la ciudad, es una tarea continua que involucra la formulación de
estrategias, normativas y recomendaciones destinadas a la mejor adecuación de las ofertas del medio biofísico y las demás de la
organización social para la totalidad de una ciudad o sector significativo. El comitente en general es el Estado y el destinatario la
totalidad de la comunidad. Se ejecuta por un equipo multidisciplinario en estrecha articulación con los estamentos político-
institucionales y con la franca participación de las organizaciones y sectores de la comunidad urbana.
En tanto la planificación urbana opera sobre la ciudad misma, las intervenciones urbanas operan sobre fragmentos de la
misma con efectos urbanos generalmente significativos por actuar sobre aspectos o sectores estructurales en/de la ciudad. El
comitente pueden ser tanto entidades públicas como privadas, y sus destinatarios constituyen una parte de la comunidad urbana. Se
ejecuta por un equipo interdisciplinario que tiene al arquitecto en una actuación destacada, en un plazo de implementación acotado
pero con un periodo de ajuste no determinado.
Las intervenciones arquitectónicas sin embargo se perfilan como la ejecución, o transformación del subsistema construido,
de un espacio parcelario, siendo generalmente encargadas por un particular, a un arquitecto (y asesores que complementen) que
deberá desarrollarlo en un periodo determinado, cumpliendo las normativas vigentes (articulación institucional).

ROL DEL ARQ. Y SUS INCUMBENCIAS ¿CUALES SON LOS CAMPOS DE ACTUACIÓN DEL ARQ.? EN LA PLANIFICACIÓN (KULLOCK)
En una intervención arquitectónica el arquitecto constituye el eje profesional. Si la intervención no tiene mayores
implicancias urbanas, deberá considerar los aspectos urbanos que sean pertinentes, pero si involucra impacto urbano considerable,
el arquitecto deberá, con colaboración de profesionales especializados, considerar las formas de evaluar dicho impacto.
En una intervención urbana, donde se deberán considerar los impactos urbanos pertinentes, el arquitecto seguirá teniendo
un rol destacado pero considerar los impactos urbanos en articulación con otro profesionales dentro de un equipo de trabajo.,
En una operación de planificación urbana se requiere la participación de profesionales específicamente formados, donde al
arquitecto solo le corresponde cubrir funciones y conocimientos restringidos, como realizar una lectura inteligente de las ciudades,
conocer cuáles son las políticas urbanas vigentes y cuáles las formas de actuación profesional con que pueden llevarse a cabo a
través de la planificación urbana.

¿QUE SE ENTIENDE POR PLANIFICACIÓN URBANA? ¿QUE LA DIFERENCIA DE LA FÍSICA Y LA TERRITORIAL? ¿CUÁLES SON LAS
CUESTIONES A TENER EN CUENTA PARA GESTIONAR ESTE PROCESO? (LÓPEZ)
La planificación física se define por un conjunto de acciones dirigidas hacia la modificación de determinadas condiciones
territoriales teniendo en cuenta la organización territorial preexistente. Es un proceso gestionado desde el estado que tiene como
fin ordenar una estructura territorial integrando el desarrollo social, económico y cultural con el espacio y el medio. Su alcance
depende del momento y de las ideas políticas que organicen sus objetivos. Se ocupa de los procesos de ordenamiento de las
actividades de los hombres y sus soportes materiales, ya sea de las actividades productivas como reproductivas, así como de los
canales y los flujos para sus interacciones. La forma de contribuir que aporta la planificación física es que es desde su campo donde
se pueden concretar los enunciados de las políticas de ordenamiento urbano-rural y regional, tendientes a mitigar los problemas del
hábitat, permitiendo además la participación directa de las organizaciones sociales en el tratamiento de las mencionadas políticas,
así como en la elección de alternativas y la selección de instrumentos para su logro
Siendo objeto de la planificación física, la organización territorial específica en cada sociedad, contexto y periodo, también
emergen reinterpretaciones que posibilitan la construcción de nuevas modalidades de gestión e intervención pública y privada, que
denominamos planificación urbana, pero solo recortado al escenario urbano. Se interpreta a la planificación urbana como la política
que cumple con los objetivos más integradores, ocupándose de los planes de desarrollo dentro de los límites urbanos y periurbanos,
pertenecientes al ámbito de las políticas públicas municipales y a las políticas territoriales en general. La planificación urbana debe
articularse en conjunto con el planeamiento físico, que son los planes, programas, proyectos e instrumentos normativos de
ordenamiento y uso del suelo que permiten tanto mejorar las condiciones de vida de la población como el desarrollo eficiente de las
actividades económicas y sociales que se localicen en el territorio.
La planificación urbana se practica de forma integral, bajo la orientación de directrices generales formuladas desde las
políticas regionales y la planificación territorial, ya que ambas comparten la preocupación por los desequilibrios territoriales. La
planificación territorial se refiere al proceso de planificación en ámbitos urbano-urbano, urbano-rurales, supramunicipales y/o
regionales. Se formula a partir de directrices de ordenamiento territorial y requiere de un gran esfuerzo de coordinación y
acoplamiento de múltiples intereses sectoriales y territoriales. Debe contener determinaciones que orienten, identifiquen y guíen
tanto a la planificación urbana como a la planificación sectorial.

CONCEPTO DE URBANIZACIÓN. CONCEPTO DE CIUDAD Y SUS DIMENSIONES. ¿QUÉ FUNDAMENTOS/ASPECTOS SE TIENEN EN


CUENTA PARA SU ESTUDIO? (LÓPEZ)
La urbanización solo se refiere a la articulación espacial continua de concentración de actividades y población (Borja y Castells,
1999). Para intervenir en la ciudad se debe conocer no solo el ámbito construido y su calidad ambiental, sino también las relaciones
sociales, de cultura y las instituciones políticas de autogobierno y del control ciudadano sobre su propia vida (Borga y Castells, 1999).

La ciudad implica un sistema específico que asocia Urbs, Civis y Polis. Esto tres sentidos clásicos coexisten, donde el de Urbs, se
refiere a lo construido; el de Civitas, como la comunidad compleja de grupos sociales e institucionales; y el de Polis, en el sentido
político y de gobierno del asentamiento. Cuando se habla de ciudad se alude de manera indistinta a todos estos aspectos, cuyo
estudio es objeto de la ciencia urbana o el urbanismo (Alomar, 1980)
La Urbs se puede interpretar como asentamiento urbano que se estructura a partir de componentes funcionales, físico-
espaciales y ecológicas, fusionadas e interactuando entre sí, pero también como producto de una sociedad integrada por múltiples
actores con distintas racionalidades que interactúan y transforman el espacio vital de la ciudad cotidianamente, interactuando entre
racionalidades de tipo económico, político y la del ciudadano propiamente dicho. Reflexionar sobre la ciudad como fenómeno
complejo y constituida por componentes funcionales, morfológicos, ecológicos, pero también perceptivas y de comunicación, es lo
que hace y construye la Urbs. Pero también es objeto de intereses económicos y especulativos (espacio de cambio), de intereses de
los ciudadanos para su desarrollo y el de su familia (espacio de uso) y de los intereses políticos e institucionales que la conforman
(espacio de participación y apropiación).
Para definirla en lo material, aparecen dos cuestiones esenciales: La densidad, como concentración de personas sobre un
espacio reducido, y la morfología, como reflejo de la densidad y de un tipo de utilización del suelo no rural. El tamaño y la estructura
funcional permitirían identificar posterior los distintos niveles de complejidad existentes dentro de esta forma de asentamiento
humano y de poblamiento. La forma específica y organización espacial es producto social, cultural y tecnológico, modelado y
condicionado por la estructura social y por el tipo de relaciones que se establezcan entre sus distintos componentes y sus relaciones
de producción, ósea por la suma o conjunto de instancias económicas, ideológicas y jurídico políticas que las constituyen.
UT2 – La Ciudad y la Planificación

DEFINA PROCESO DE PLANIFICACIÓN/PLAN DE ORDENAMIENTO URBANO. ¿CUALES SON LAS ETAPAS? EJEM. TP2 (LÓPEZ)
Se entiende como proceso de planificación física al encadenamiento lógico de etapas sucesivas que, partiendo de ciertos objetivos
que hacen al mejoramiento de la calidad de vida de la población en el ámbito urbano, a la solución de sus necesidades y de las
problemáticas urbanas estructurales más significativas, se concreta en la implementación de un plan y su control, cumpliendo
además con una evaluación continua que ayude al ajuste del proceso de las decisiones y acciones.
En una primera etapa se hace un reconocimiento de la realidad, construyendo un modelo de ella que la describe, explica, evalúa y
proyecta, y encuentra conflictos, potencialidades y tendencias. En una segunda etapa, la propositiva, corresponde a formular una
propuesta a partir de la reformulación y ajuste de objetivos. Las últimas etapas, la implementación, el control y la evaluación, se
realizan en la gestión y en la práctica política concreta y cotidiana de la planificación.

EXPLICAR TODAS LAS ETAPAS DE FORMULACIÓN DE UN PLAN (LÓPEZ)


Existe una primera etapa del proceso de planificación denominada DIAGNÓSTICO. El diagnóstico puede definirse como un
procedimiento, enmarcado en un conocimiento producido críticamente que determina las características cuali-cuantitativas y el
estado de situaciones de una organización territorial o de sus partes, en un espacio y tiempo dados, con el objetivo de generar una
orientación que efectivice las acciones. Se constituye de cuatro componentes básicos: la descripción (como es el fenómeno de
estudio); La explicación (porque es así); la evaluación (que está bien y que está mal o regular); y por último, la proyección (como
tiende a ser el fenómeno). Su fin es servir de base para la elaboración de un plan, programas y proyectos.
Como punto de partida en esta primera etapa se debe hacer un PRE-DIAGNÓSTICO que posibilita un acercamiento de
carácter genérico a una organización territorial y detecta los problemas principales que conforman los núcleos problema. Se puede
materializar a partir de dos formas de aprehensión del conocimiento: del saber ya adquirido; construyéndolo con quienes conocen el
objeto.
En una segunda etapa, la PROPOSITIVA, corresponde a formular una propuesta a partir de la reformulación y ajuste de
objetivos, que sirve como instrumento para la acción en la medida que convierta las estrategias de intervención en planes,
programas y proyectos. Estos tienen que ver con los propósitos específicos para el ordenamiento, y con los lineamientos u
orientaciones básicas que dirigen las estrategias de intervención relacionadas con el diagnóstico. En general, la propuestas se
presenta en términos cualitativos, dándole un grado de generalidad alto.
Las últimas etapa, la IMPLEMENTACIÓN, el CONTROL Y la EVALUACIÓN, se realizan en la gestión y en la práctica política
concreta y cotidiana de la planificación.

¿QUÉ TIPO DE INSTRUMENTOS Y ACCIONES PERMITEN HACER OPERATIVOS LOS PLANES? (LÓPEZ)
En un plan o una intervención planificada, de acuerdo a los objetivos, las estrategias y los tiempos, las acciones deben desagregarse
en proyectos y programas. Denominamos proyecto a la unidad de acción de cualquier naturaleza, que requiere para su realización
del uso y consumo inmediato de algunos recursos escasos con el fin de obtener beneficios. Denominamos programa al conjunto
coordinado de proyectos agrupados según los objetivos y metas definidos en el proceso de planificación. El programa y los proyectos
permiten la intervención directa (obras) y la indirecta (regulaciones), concretar las ideas y estimar las inversiones y presupuestarlas,
a su vez que controlar y evaluar las metas programadas.

¿QUE ES UN LINEAMIENTO? RELACIÓN ENTRE LINEAMIENTOS Y DIAGNÓSTICO (LÓPEZ)


Los lineamientos son las orientaciones básicas que permiten dirigir las políticas y estrategias de intervención, surgidas del
diagnóstico de una organización urbano-territorial y del enfoque teórico e ideológico que se utilice. Orientan los objetivos y
conceptos de una propuesta de ordenamiento, dando base a un plan, programas y proyectos, utilizando estrategias de acción
directa y/o indirecta.

PROBLEMAS AMBIENTALES: ¿QUE FACTORES CONDICIONAN Y CARACTERIZAN DIFERENCIALMENTE LAS CIUDADES? (DI PACE)
Es posible identificar tres factores claves que condicionan la problemática ambiental urbana de cada ciudad: las condiciones del
soporte natural, el patrón de asentamiento y el perfil socioeconómico.
El soporte natural de una ciudad y su región de influencia plantea a menudo restricciones para el asentamiento que
constituyen determinantes críticos de las condiciones ambientales urbanas. Los principales tipos de ecosistemas regionales
asociados a condiciones ambientales críticas de los asentamientos urbanos son: Regiones costeras, Áreas de cuencas de ríos y lagos,
Regiones árticas, Regiones húmedas tropicales, Regiones frías y Regiones montañosas.
Los patrones de asentamiento urbano se ven determinados por factores como la forma, la densidad, la dinámica o el
tamaño de las ciudad, condicionantes críticos en la calidad ambiental urbana asociada a diferentes problemas. Según la ONU, se
pueden distinguir en los países en desarrollo cuatro principales tipos de ciudades que presenta diferentes desafíos para la gestión
ambiental: Grandes áreas metropolitanas; grandes ciudades; ciudades intermedias; y ciudades y pueblos pequeños.
El perfil socioeconómico de una ciudad, osea la composición de la producción y ritmo de crecimiento económico, determina
diferentes problemas ambientales y diferentes capacidades para su solución. El perfil socioeconómico de una ciudad implica
fundamentalmente su distribución social, el tipo de actividades económicas predominantes y la dinámica de evolución de la
economía urbana. Las cuatro tipologías en la interacción perfil socioeconómico–problemas ambientales urbanos son: Ciudades de
bajos ingresos; ciudades de ingresos medio-bajos; ciudades de ingresos medios-altos; ciudades de ingresos altos.

¿QUÉ CAMBIOS ENFRENTA LA CIUDAD? ¿QUÉ PROCESOS Y ASPECTOS SON CLAVES PARA DESCRIBIR Y COMPRENDER EL
DESARROLLO DE UNA CIUDAD? (BLANCO)
Las formas urbanas, referido a la posibilidad de delimitarlas como unidades, han cambiado a lo largo de la historia. Se las denominó
metrópolis cuando se caracterizaban por ser unidades delimitadas, compactas, identificables, o megalópolis, caracterizadas por su
amplísima extensión, superando notoriamente muchas veces los límites legales de las unidades administrativas y llegando a alojar
varias aglomeraciones en un continuo urbano. La idea de metápolis da cuenta de espacios urbano discontinuos, multifuncionales,
fragmentados y heterogéneos, pero relacionadas funcionalmente entre sí (Ascher, 1995).

Las transformaciones recientes de las ciudades contemporáneas muestra la necesidad de contar con un conjunto de conceptos y
estrategias de análisis que permitan la compresión y la explicación de esas transformaciones. Una perspectiva que privilegie el
estudio de la espacialidad resultante de la interacción de múltiples contextos de decisión, encarnados en actores específicos y a
distintas escalas.
La identificación de los procesos que se desarrollan en las sociedades actuales requiere una visión amplia, que luego
permita analizar los proceso que en ese recorte ocurren, analizar la espacialidad resultante a posterior de los procesos sociales.
Las escalas geográficas se convierten en medidas de magnitud y de impacto de las decisiones de los actores sociales, y
donde surge la necesidad de analizar no sólo los contornos estrictamente urbanos, sino la región circundante.
Es necesario superar las dos escalas clásicas de análisis urbano: la regional-nacional (sistemas de ciudades) y la local (propia
del espacio urbano), y articular esas escalas con el nivel internacional, debido a la creciente mundialización de la producción, de la
circulación de información, de capitales y de personas.
El proceso de metropolización refiere a la concentración de actividades metropolitanas (comando, coordinación y gestión
del capital) en aglomeraciones de varias centenas de miles de habitantes, multifuncionales, fuertemente integradas a la económica
internacional. Está acompañada de transformaciones significativas de las grandes ciudades, de sus periferias y de su medio
ambiente, constituyendo espacios urbanizados cada vez más vastos, heterogéneos, discontinuos, formados a partir de diversas
ciudades grandes, cada vez menos ligados a una economía regional, y cuyos interiores se transforman en espacios de servicios y de
recreación.

¿QUÉ ROL O PAPEL DESEMPEÑA CADA ACTOR SOCIAL DENTRO DE LA CIUDAD? (BLANCO)
En el contexto de la sociedad contemporánea, donde la ciudad resulta de acciones diseñadas y ejecutadas por actores que operan
en múltiples escalas, resultan entramados ambos conceptos, actores y escalas, y por lo tanto sus definiciones se constituyen
recíprocamente.
Según el par Actores-Escala, podemos distinguir tres tipos de actores sociales en la ciudad (Pirez 1995):
- Los actores estrictamente locales, aquellos que operan de acuerdo con la racionalidad y la idiosincrasia local. Los efectos de sus
acciones y decisiones se manifiestan especialmente en la escala local y no impactan más allá de ella;
- Los actores regionales y nacionales, aquellos actores que se reproducen fuera de la ciudad pero cuyo papel en ella es importante;
- Los actores globales, aquellos actores que operan a una escala mayor, la que abarca todo el mundo, sin tener presencia física en la
ciudad modelan las relaciones, las pautas de consumo y los ritmos de la sociedad local.
Según el tipo de acciones que llevan a cabo en el espacio urbano, podemos distinguir tres tipos de actores sociales:
- Los que producen la ciudad. Aquellos actores que operan en el mercado, guiados por la racionalidad economía. Están
representados por actores económico que producen material e inmaterialmente la ciudad. Este proceso de producción se expresa
de dos formas, una consiste directamente en la creación de los componentes urbanos y la otra la realizan aquellos actores que
desarrollan actividades económicas utilizando los soportes materiales construidos por el grupo anterior;
- Los que consumen ciudad: son aquellos actores que operan guiados por lógicas propias de la sociedad civil, se reproducen en la
ciudad y consumen los bienes y servicios urbanos;
- Los que regulan la ciudad, este grupo básicamente incluye a los actores estatales, encargados del diseño y de la ejecución de
políticas públicas, cuyas acciones responden a lógicas orientadas por las satisfacción de las necesidades sociales y de bienestar
general.
UT3 – La práctica de la planificación territorial

DEFINA DIAGNÓSTICO (KULLOCK)


El diagnóstico es la etapa metodológica previa a la formulación de propuestas, que nos brinda el conocimiento suficiente para que
dichas propuestas sean respuestas adecuadas a la demanda, factibles de ser implementadas. Incluye los estudios necesarios para
conocer las características intrínsecas y contextuales del problema. Con características intrínsecas se hace referencia a todo aquello
dentro del área específica que es propio de la demanda que nos formulan (objetivos, espacio de localización, recursos, etc.). Con
características contextuales se hace referencia a todos los demás aspectos de la realidad dentro del entorno espacial de dicha área
específica que se vinculan en mayor o menor medida con la cuestión a resolver (subsistema construido, subsistema natural, de la
organización social, del marco legal-institucional, del marco político-cultura). Ambos conceptos responden a la necesidad de
adopción de un enfoque integral de la cuestión a abordar, que nos asegure mayor viabilidad y por ende mayor éxito.

DESARROLLE Y EXPLIQUE EN QUÉ CONSISTE UN DIAGNÓSTICO (KULLOCK)


Podemos identificar cuatro instancias o subetapas en el proceso de desarrollo del diagnóstico:
A. La descripción del área de estudio, que contiene una estructura espacial y una social del área, condicionada esta última
por el accionar de grupos sociales con identidad propia e intereses particulares. La descripción a la que se arribe permite definir el
rol que el área cumple dentro del contexto espacial en el cual se inserta.
B. La explicación, que involucra detectar las circunstancias pasadas que nos permitan entender el porqué de la situación
actual que estamos diagnosticando, formulando hipótesis basándonos en concepciones teóricas que se tiene sobre los procesos de
conformación de los fenómenos o situaciones urbanas, haciendo siempre referencia a que cualquier cuestión urbana está
condicionada por actores sociales que, desde distintas posiciones, tienen capacidades y poderes diferentes, tanto para obtener los
beneficios económicos que involucra la producción de la ciudad, como para la apropiación de la oferta ambiental resultante.
C. La evaluación, que implica emitir juicios de valor, en base a un cierto modelo de deseabilidad, sobre las características del
fenómeno o situación urbana previamente descrita. La evaluación debe llegar a detectar situaciones negativas derivadas de la
ausencia, insuficiencia o inadecuación de la Oferta Ambiental que provee el Medio Biofísico, en relación a las Demandas Sociales que
emergen de la Organización Social. Dentro de la evaluación se pueden señalar restricciones, conflictos, y potencialidades. Todos
éstos requieren ser ponderados en forma relativa según su importancia o grado de interrelación entre sí.
D. La proyección, que consiste en la formulación de hipótesis sobre los probables escenarios futuros de los problemas y
potencialidades detectadas en el área de estudio, de dejarlas libradas a procesos espontáneos, sin planificación alguna. Para trazar
estos escenarios futuros, es apropiado identificar la dinámica de los rasgos que caracterizan al área en el momento actual,
pudiéndose ser rasgos dominantes, emergentes o recesivos

EXPLICAR QUÉ ES Y CÓMO SE COMPONE UNA PROPUESTA DE INTERVENCIÓN (KULLOCK)


La formulación de propuestas es el proceso que tiene que como finalidad definir qué respuesta es la más adecuada para responder a
la demanda o encomiendo que nos ha sido planteada a partir del conocimiento adquirido en el diagnóstico. Se puede identificar
cuatro instancias o subetapas en el proceso de formulación de propuestas:
A. Elaboración de un conjunto de propuestas alternativas, que expresan los distintos tipos de respuesta con que pueden
satisfacerse la encomienda, para seleccionar posteriormente la que resulta más adecuada. Cada propuesta que se elabore debe
tener como criterio asegurar la obtención de los objetivos perseguidos, resolver los problemas existentes y usufructuar las
potencialidades existentes. A su vez cada alternativa debe contener el programa de la intervención urbana, un diseño espacial y un
diseño de estrategias.
B. Definición de los criterios de evaluación de dicho conjunto, alimentándose de los objetivos y el diagnóstico. Los tres
atributos más significativos para dicha definición son su deseabilidad, su oportunidad, y su factibilidad.
C. Evaluación y selección de alternativas, eligiendo la alternativa más deseable y oportuna entre aquellas que son
razonablemente factibles, a partir de una adecuada ponderación de las dificultades con que se encontrara cada propuesta y de la
fuerza política con que se cuenta para superar las dificultades
D. Programación de la propuesta seleccionada, donde se definirán las desagregaciones y/o agrupamiento de actividades,
como las articulaciones temporales entre estas. También se deberá precisar para cada una de ellas los recursos necesarios, los
plazos previsibles y las responsabilidades a asumir.

¿QUÉ ES GESTIÓN AMBIENTAL URBANA? (DI PACE)


Desde el punto de vista de la gestión pública, la gestión ambiental es el conjunto de acciones normativas, administrativas y
operativas que impulsa el Estado con el objetivo de alcanzar desarrollo local en el marco de un proyecto de sustentabilidad
ambiental, y de mejorar o conservar la calidad ambiental tanto en el espacio intraurbano como en su área de influencia. Constituye
por tanto, el conjunto de actividades técnicas, administrativas, legales y normativas para las cuales se presupone una acción
coordinada y de articulación entre los diferentes niveles de gobierno y de la capacidad movilizadora de la comunidad. Se hace foco
en la problemática de la gestión ambiental urbana en la medida que esta refleja los problemas ambientales y los conflictos sociales
que aquellos suscitan.
¿QUÉ SON LOS CONFLICTOS AMBIENTALES URBANOS Y COMO SE LOS PUEDE CLASIFICAR? (DI PACE)
El conflicto ambiental es un tipo particular de conflicto social que refleja los aspectos del ambiente directa o indirectamente
vinculados a la calidad de vida de las personas o a las condiciones del ambiente. Existe conflicto ambiental cuando se produce el
choque de racionalidades entre las lógicas de la reproducción social de la vida cotidiana, la del lucro que impulsa el mercado y la de
la naturaleza guiada por la sustentabilidad. Los conflictos involucran acciones colectivas de grupos de personas, donde afloran
incompatibilidades de intereses sobre los significados que revisten las acciones sobre el medio. El conflicto representa una dinámica
de oposición, controversia, disputa o protesta entre esos actores.
Una posible tipologías de conflictos ambientales sería clasificándolos en conflictos manifiestos, latentes, de hecho, de
acecho, simétricos, y asimétricos. Otra clasificación puede ser la de innecesarios y genuinos. Dentro de los innecesarios se
encuentran los conflictos de relaciones, de datos, de valores. Dentro de los conflictos genuinos se hallan los conflictos estructurales
y los conflictos de intereses.

¿QUÉ ROL O PAPEL DESEMPEÑA CADA ACTOR SOCIAL DENTRO DE LA GESTIÓN AMBIENTAL? (DI PACE)
El programa de gestión urbana identifica tres grupos de actores claves que deben ser considerados en el proceso de planificación y
gestión ambiental de una ciudad:
- Aquellos cuyos interés son afectados por los problemas ambientales a bordar o por lo previsto para su solución;
- Aquellos que controlan instrumentos relevantes para la implementación de soluciones;
- Aquellos que poseen el conocimiento y pericia técnica necesaria sobre los problemas y las soluciones.

También se pueden identificar distintos tipos de actores en razón de su vinculación con la producción y la gestión de la ciudad,
distinguiéndose:
- Los actores estatales, quienes dirigen o ejecutan los procesos públicos de producción de la ciudad;
- Los actores económicos, que se definen por su inserción en el mercado, produciendo o teniendo como soporte la ciudad;
- Los actores comunitarios que intervienen en la producción de la ciudad;
- Los actores políticos que articulan a los diferentes grupos o fuerzas locales.

¿QUÉ SON LOS INSTRUMENTOS DE LA GESTIÓN AMBIENTAL URBANA? (DI PACE)


Denominamos instrumentos de la gestión ambiental urbana a todas aquellas herramientas utilizadas para la implementación de las
políticas definidas en los ámbitos respectivos. Una diferenciación tradicional clasifica a los instrumentos de:
- Regulación directa, que incluye normas técnicas sobre conservación, impacto ambiental y evaluación del impacto.
- Regulación indirecta, que incluye instrumentos fiscales y financieros, derechos de propiedad y de uso, etc.
La selección de los instrumentos más apropiados y los tiempos de intervención requieren la consideración de los siguientes factores:
- la eficiencia económica, los plazos y velocidad con que se plantea el alcance de los objetivos propuestos;
- la compatibilidad con los marcos jurídicos, políticos y administrativos existentes, así como las condiciones económicas;
- la aceptabilidad política del instrumento propuesto;
- la complejidad para su implementación, la viabilidad y facilidad de aplicación y monitoreo;
- la consistencia de las medidas adoptadas con la estrategia ambiental general.

EXPLICAR ESTRUCTURA URBANA. RELACIONARLO CON ESTRUCTURA FÍSICA


La estructura urbana se define como el conjunto de elementos formales e informales considerados fundamentales en la
conformación de una ciudad, que están interrelacionados y forman parte de un todo, siendo necesario identificar de qué forma se
relacionan esos elementos, para poder así conceptualizar el modo de ser del conjunto de sistemas. El concepto de estructura
manifiestan las influencias recíprocas derivadas de las actividades humanas que se desarrollan en las edificaciones, calles y espacios
libres. Se puede hablar de estructura cuando cualquier cambio de un determinado uso altera el equilibrio existente y afecta en
alguna medida a todos los demás usos que se desarrollan dentro del conjunto considerado
La estructura física es la expresión física de la interdependencia dinámica en que se encuentran las distintas partes de una ciudad o
región, la respuesta constructiva a la necesidad de espacio y comunicación de los elementos de la estructura urbana.

DIFERENCIA ENTRE CONFIGURACIÓN URBANA Y ESTRUCTURA URBANA


La estructura urbana, se conforma por la configuración urbana (medio natural y medio construido) y por la organización urbana
(medio social y medio productivo). Configuración se refiere solo a la parte física de la estructura

DIFERENTES ENFOQUES DE LA ESTRUCTURA URBANA Y SUS ASPECTOS PRINCIPALES


Todo análisis científico de la estructura urbana interna necesariamente debe ser enfocado dentro de un definido marco teórico o
conjunto sistemático de hipótesis acerca del comportamiento de las variables involucradas.
Ese enfoque puede ser AMBIENTAL, debiéndose hacer foco en el análisis de cuáles son las demandas sociales y las ofertas
ambientales, como se relacionan los procesos ecológicos, espaciales, económicos, culturales y políticos en el ambiente urbano y
cuáles son las políticas institucionales y las pautas culturales de impacto.
Desde un enfoque MARXISTA, la estructura urbana es un sistema socialmente organizado de los elementos básicos que
definen una aglomeración humana en el espacio. Se debe analizar cuáles son las actividades incluyendo las de producción del
espacio urbano, cuáles son las relaciones sociales implicadas en esas actividades y quiénes y cómo se determinan y dirimen esas
relaciones. Si desde este enfoque se analiza el modo de producción de espacio urbano los aspectos fundamentales son:

Si se hace desde enfoque FUNCIONALISTA, la estructura urbana es considerada subconjuntos de componentes y relaciones
del sistema urbano que presentan cierta perdurabilidad, y la estructura espacial se define a partir del conjunto de actividades y
relaciones dimensionadas y localizadas en el espacio. En este caso se debe analizar cuáles son las actividades en el espacio, en qué
espacios se desarrollan y localizan y qué o quién determina esa localización y condiciones de espacio.

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