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8. LA POLITICA DE TRADUCCION Gayatri Chakravorty Spivak El titulo de este ensayo proviene de la idea de Michéle Barrett de que la politica de traduccién tiene una gran vida propia si se considera el lenguaje como proceso de construccién del significado." ‘A mi parecer, el lenguaje puede ser uno de los muchos elementos que nos permi- ten comprender las cosas y a nosotros mismos. Pienso, desde luego, en los gestos, en las pausas, pero también en la suerte, en los campos de fuerzas subindividuales del ser que se acomodan en diferentes situaciones, que se desvian de la linea recta o de la verdad del lenguaje-en-el-pensamiento. Comprendernos es lo que produce ident- dad. Si se cree que la produccién de identidad como significado propio, no mero significado, es tan plural como una gota de agua bajo un microscopio, no siempre resulta satisfactorio, fuera del terreno ético-politico como tal, “generar” pensamien- tos por cuenta propia (suponer que la identidad es el origen también puede resultar insatisfactorio en el terreno ético-politico, pero detenernos en eso ahora nos desvia- rfa demasiado). Una de las formas de datles la vuelta a los confines de la “identidad” propia cuando se produce prosa expositiva es trabajar a titulo de alguna otra persona, como se trabaja con una lengua que les pertenece a muchos otros. Esto, después de todo, es uno de los atractivos de traducir. Es una simple mimica de la responsabili- dad con la huella del otro en uno mismo. En respuesta, pues, a Michéle con ese sentimiento liberador de responsabilidad, puedo aceptar que en la traduccién no se transfieren conjuntos de significado. Y con base en este acuerdo quiero someter a consideracién la funcidn de la lengua para el agente, la persona que actia, aunque la intencién no esté del todo presente en sf " La primera parte de este ensayo parte de una conversacién sostenida con Michéle Barrett durante el verano de 1990, 190 Gayatri Chakravorty Spivak misma. La tarea de la traductora feminista es considerar la lengua como clave del funcionamiento de la accién del agente que porta género. La escritora queda escrita por su propia lengua, por supuesto. Pero la escritura de la escritora escribe la accién del agente de modo tal que pueda ser diferente del de la ciudadana briténica con la historia del feminismo briténico, centrada en la tarea de liberarse del pasado imperial de Gran Bretafia, su presente a menudo racista, asi como su historia del dominio masculino “hecha en Gran Bretafa”. La TRADUCCION COMO LECTURA 3Cémo se ocupa la traductora de la especificidad de la lengua que traduce? Hay una forma en que la indole ret6rica de toda lengua perturba su sistematicidad légica. Si se pone el énfasis en la ldgica a costa de estas interferencias retoricas, estamos a salvo. “A salvo” es la frase adecuada en este caso, porque estamos hablando de riesgos, de vio- lencia para el medio de la traduccién. Senti que estaba corriendo esos riesgos cuando traduje recientemente unos poe- mas en bengali de fines del siglo xvi. Cito de mi “Prefacio de la traductora’: Debo superar lo que aprendé en la escuela: Ia calificacién més alta por la recopilacién més exacta de sindnimos, ensartados en la sintaxis més proxima. Tengo que resistir a la solemni- dad de la casta prosa poética victoriana y a la simplicidad forzada del “inglés comin y corriente”, que se han impuesto como norma (...). La traduccién es el acto més {ntimo de lectura. Me entrego al texto cuando traduzco. Estas canciones, repetidas todos los dfas en coros de familias antes de que se iniciara la memoria clara, tienen una peculiar intimidad para mi, Leer y entregarme revisten nuevos significados en este caso. Quien traduce consi- gue permiso de transgredir desde la huella del otro —antes de la memoria— en los sitios més préximos del yo. La lengua no lo es todo, Es apenas un indicio vital de dénde pierde el yo sus confines. Las formas mismas en que la retética o la figuracién perturban la légica sefialan la posibilidad de la contingencia azarosa, ademés de la lengua, en torno a la lengua. No podemos tener control de semejante diseminacién. Sin embargo, en fa traduccién, cuando el significado salta en el amplio vacio que hay entre dos len- guas histéricamente denominadas, nos aproximamos peligrosamente a él, Al hacer malabares con la perturbadora retoricidad que rompe la superficie en formas no necesariamente conexas, sentimos los orillos del tejido del lenguaje ceder, deshilacharse en frayages 0 facilitaciones.? Si bien todo acto de lectura o comunicacién lleva consi- 2 Publicacién en Seagull Press, Caleuta. 3 *Facilication” (facilicacin] es la craducci6n al inglés de un término Freudiano que se traduce como frayage en francés. Segiin el diccionario significa: “Término utilizado por Freud cuando estaba elaborando un modelo neurolégico del funcionamiento del aparato psiquico (1895): la excitacién, al pasar de una neurona a otra, se ropa con cierta resistencias ah{ donde su paso produce una reduccién permanente de dicha resistencia, e dice que hay La politica de traduccién 191 go un poco de este deshilachado peligroso que se revuelve de alguna manera, nuestra participacién en la accién del agente reduce al minimo el deshilachado salvo en la comunicacién y la lectura acerca del amor y en el amor. (;Qué lugar tiene el “amor” en la ética?) La tarea del traductor es facilitar este amor entre el original y su sombra, un amor que permita el deshilachado, que mantenga a raya la accién de la traductora y las demandas de su piblico imaginario 0 real. La politica de traduccién desde el texto de una mujer que no sea europea suprime con demasiada frecuencia esta posi- bilidad porque la traductora no puede engranar con la retoricidad del original, © no le importa lo suficiente. La simple posibilidad de que algo pudiera carecer de significado esta contenida en el sistema retérico como la amenaza siempre posible de un espacio fuera de la lengua. Esto se manifiesta (y se cuestiona) de la forma més extrafia e inquietante en el esfuerzo por comunicarse con otros seres inteligentes que puedan existir en el espacio (la alteridad u otredad absoluta se diferencia-difiere asi de otro ser que se nos parece, aunque sea minimamente, y con quien podemos comunicarnos). Pero se presenta de uuna manera mds cercana entre dos lenguas de este mundo. La experiencia de la alteridad contenida en una lengua desconocida que se habla en un medio cultural diferente es un misterio. Pensemos ahora que en esa otra lengua, la retérica pueda perturbar la légica en el asunto de produccién de un agente, ¢ indicar la violencia fundadora del silencio que interviene dentro de la ret6rica, La I6gica nos permite saltar de palabra en pala- bra mediante conexiones claramente indicadas. La retérica debe operar en silencio entre y alrededor de las palabras para ver lo que funciona y en qué medida. La rela- cién dentada entre la retérica y la l6gica, condicién y efecto del conocimiento, es una relacién a través de la cual se crea un mundo para el agente, de modo que éste pueda comportarse de una manera ética, de una manera politica, de una forma cotidiana; de modo que el agente pueda estar vivo, de una forma humana, en el mundo. $i no se puede por lo menos construir un modelo de esto para la otra lengua, no hay traduccién real. Lamentablemente es demasiado ficil producir traducciones haciendo a un lado por completo esta tarea. Yo misma no concibo que entre la forma rdpida, facil ¢ impetuosa, y traducir bien y con dificultad, pueda elegirse lo primero. No hay razén por la que una traduccién responsable deba consumir més tiempo. La preparacién del traductor podrfa exigir més tiempo, y su amor por el texto podrfa consistir en una capacidad de lectura que requiere paciencia, pero la produccién material misma del texto no tiene que ser lenta. Si falta un sentido de la retoricidad de la lengua, se establece una especie de construccién neocolonialista del panorama no occidental. Aqui no cabe defender la facilitacim la exctacion prefercé un camino faciltado a otto donde no se haya dado facilcacién.” J. Laplanche y JB. Pontalis, The Language of Pycho-Analyi, . 157. 192 Gayatri Chakravorty Spivak conveniencia, Parece que ése es siempre el razonamiento. Aqui ¢s donde me aparto de la nocidn facilitadora de Michéle Barrett del problema de la lengua en el postes- tructuralismo. El postestructuralismo nos ha mostrado una presencia del agente en una nocién triple de la lengua (como retérica, légica y silencio). Tenemos que inten- tar entrar en esa presencia o dirigitla, como se dirige una obra de teatro, como un actor interpreta un guidn. Esto exige un tipo de esfuerzo diferente que tomar la traduccién como un asunto de sindnimos, sintaxis y color local. No es préctico sélo ser critico, diferir la accién hasta que se produzca el traductor ut6pico. Sin embargo, cuando escucho a Derrida, muy justificadamente, sefialar las dificuleades entre el francés y el inglés, aun cuando acepta hablar en inglés —“Debo hablar una lengua que no es la mia porque serd més justo”—, quiero reclamar el dere- cho a plantear la misma queja digna para el texto de una mujer en érabe 0 en vietnamita.’ Es mas justo dar acceso al mayor mimero de feministas, de modo que se debe hacer que estos textos hablen en inglés. Es més justo hablar la lengua de la mayoria cuando por hospitalidad una gran cantidad de feministas dan a la feminista extranje- rael derecho de hablar, en inglés. En el caso de la extranjera del Tercer Mundo, jes la ley de la mayoria la del decoro2, jla ley equitativa de la democracia?, ;0 la “ley” del mas fuerte? Podriamos centrar nuestra atencién en esta confusién, No hay nada ne- cesariamente engafioso en la mirada feminista occidental (la “naturalizacién’ del bos- quejo que hace Jacques Lacan de la estructura ps{quica de la mirada, desde el punto de vista del comportamiento politico de un grupo, siempre me ha parecido un poco endeble), Por otra parte, tampoco hay nada esencialmente noble en la ley de la ma- yoria. Simplemente es la forma més facil de ser “democréticos” con las minorfas, En el acto de la traduccién en gran escala al inglés, se puede traicionar el ideal democré- tico en la ley del més fuerte. Esto sucede cuando toda la literatura del Tercer Mundo se traduce con un estilo artificial en boga que termina siendo una mala traduccién, de modo que la literatura de una palestina comienza a parecerse, en la sensibilidad de su prosa, a algo escrito por un taiwanés. jLa retoricidad del chino y del drabe! jLa politica cultural de los paises asidticos del Pacifico, capitalistas y de gran crecimiento, y del Asia Occidental devastada! jLa diferencia de género inscrita y que se inscribe en estas diferencias! Para el estudiante, este estilo artificial de traduccién tedioso no puede competir con los espectaculares experimentos estilisticos de alguien como Monique Wittig 0 como Alice Walker. Consideremos un ejemplo en el que hacer caso de los experimentos estilisticos del autor puede producir un texto diferente. Existen dos versiones de “Stanadayini”, de Mahasweta Devi? Devi ha manifestado su aprobacién por la atencién a su estilo en la versién titulada “Breast-giver” [“La dadora de pecho”]. La otra traduccién pone “ Jacques Derrida, “Force of Law: The ‘Mystical Foundation of Authority”, p. 923. 5 "The Wet-nurse”, en Kali for Women (comps,), Truth Tales: Stories by Indian Women, y “Breast-givet", en Gayatri Chakravorty Spivak, Jn Osher Worlds: Esays in Cultural Politics La politica de traduccién 193 como titulo “The Wet-nurse” {La nodriza], y neutraliza asf la ironfa de la autora al construir una palabra enigmédticas suficientemente afin a “wet-nurse” para dar ese sentido, y lo suficientemente distinto para causar sorpresa. Es como si el traductor decidiera traducir el famoso titulo y primera linea de Dylan Thomas como “Do not go gently into that good night” (No entres suavemente en esa buena noche].* El tema de tratar el pecho como érgano de trabajo-poder-como-mercancia y el seno como objeto-parte metonimico que representa a otro objeto-como-otro —la forma en que la historia juega con Marx y Freud a propésito del cuerpo de la mujer-— se ha perdi- do ya antes de entrar en la historia. En el texto, Mahasweta utiliza proverbios sor- prendentes incluso en bengali. La traductora de “The Wet-nurse” los excluye. Deci- de no tratar de traducir estos dificiles trozos de sabidurfa franca, en contraste con un acceso especifico de clase a la modernidad, también representado en el relato. En realidad, si se comparan ambas traducciones, la pérdida de silencios retdricos del original puede percibirse de una a otra. En primer lugar, entonces, la traductora debe entregarse al texto. Debe pedir al texto que le muestre los Iimites de su lenguaje, porque ese aspecto retérico sefialard el silencio del desgaste absoluto de la lengua que conjura el texto, a su manera especial. Algunos creen que ésta no es sino una forma etérea de hablar de la literatura 0 de filosofia. Pero ningiin discurso duro puede cludir el hecho de que la traduccién es el acto més intimo de lectura. A menos que la traductora se haya ganado el derecho de convertirse en lectora intima, no puede entregarse al texto, no puede responder al llamado especial del texto. La presuposicién de que la mujer tiene una solidaridad histérico-narrativa 0 natural, de que hay algo en la mujer 0 un relato no diferenciado de la mujer que habla a otra mujer sin beneficio de aprender la lengua, podria oponerse a la tarea de entrega de la traductora, Paradéjicamente, no es posible que nosotras, como agentes &ticos, imaginemos la otredad o alteridad al maximo. Tenemos que convertir al otro en algo como uno mismo para ser éticos. Entregarse en la traduccién es mds erdtico que ético.” En esa situacién, la actitud bien intencionada de que “ella es como yo” no resulta muy util. En la medida en que Michéle Barrett no es como Gayatri Spivak, su amistad es més eficaz como traduccién. Para ganar el derecho a la amistad 0 entrega de identidad, el derecho de saber que la ret6rica del texto nos indica los I{mites que la lengua nos impone mientras estemos con el texto, hay que mantener una relacién distinta con la lengua, ni siquiera sélo con el texto especifico de que se trate. Al aprender en el trabajo sobre la traduccién llegué a pensar que serfa una ayuda préctica si la relacién con la lengua de la que se traducfa era tal que a veces uno la prefiriera para hablar de cosas intimas. Esto no es més que una propuesta préctica, no un requisito tedrico, util en especial porque una escritora que a propésito o sin “El original de Dylan Thomas dice: Do not go gentle into that good night. (N. de las eds.] 7 Luce Irigaray sostiene convincentemente, y Emmanuel Levinas piensa lo contrario, que en la ética de la diferencia sexual lo erético es ético (véase "The Fecundity of the Caress”) 194 Gayatri Chakravorty Spivak intencién sea “feminista” —y, por supuesto, no todas las escritoras son “feministas” ni siquiera en este sentido general— hard referencia a la presentacién tripartita de (accién del agente en) la lengua en formas definidas como “privadas”, ya que podrfan poner en tela de juicio las maniobras lingi(sticas més puiblicas. Consideremos un ejemplo de falta de intimidad con el medio. En The Inner World, de Sudhir Kakar, se cita una cancién sobre Kali escrita por Vivekananda, un monje de fines del siglo xix, como parte de la prueba del “narcisismo arcaico” del varén indio (sic (Devi sostiene lo mismo con un tono menos solemne, en referen- cia a Krisna y Siva, ligéndolo al sexismo més que al narcisismo y sin jerga psicoana- litica). A partir de la descripcién de Kakar, no serfa posible atisbar que “el discipulo” que narra las singulares circunstancias de la composicién de la cancién de Vivekananda era una irlandesa que se convirtié en monja ramakrishna, una mujer blanca entre monjes y devotos indios. En la explicacién que lee Kakar, a cancién es traducida por esta mujer, cuyo entrenamiento en cuanto a intimidad con la lengua original resulta tan concienzudo como se puede prever. En este periodo existe una fuerte identifica- cién entre los nacionalistas indios y los irlandeses; y Nivedita, como la llamaban, también adopté lo que interpret6 como estilo de vida filos6fica india segiin la explica Vivekananda, en s{ misma, consecuencia peculiar y resistente de la cultura del impe- rialismo, como lo han sefialado muchos. Para un psicoanalista como Kakar, este texto de traduccién histérico, filosdfico y ciertamente sexual, deberfa ser el tejido con el cual tejer. En cambio, la versién inglesa “dada” por el “disc{pulo” anénimo ho es més que una muestra opaca que oftece pruebas del hecho ajeno del narcisismo. No es el lugar del intercambio de la lengua. ‘Al inicio del pasaje citado por Kakar se hace referencia a Ram Prasad (o Ram Proshad). Kakar incluye una nota a pie de pagina: “Cantante y poeta del siglo xvi cuyas canciones de afioranza de la Madre son muy populares en Bengala.” Me parece que esta nota también indica lo que estoy denominando falta de intimidad. Vivekananda es, entre otras cosas, un ejemplo de la peculiar construccién reactiva de una “India” gloriosa que esté bajo provocacién del imperialismo. El rechazo del “patriotismo” en favor de “Kali” que figura en el pasaje de Kakar se representa, en este escenario histérico, como una eleccién de la esfera cultural femenina més que de la esfera colonial masculina.’ Sin duda es “cierto” que para ese tipo de figura, Ram Proshad Sen ofrece una suerte de ser ideal. Sen ha regresado de un empleo de oficina en la Calcuta colonial antes de que se consumase el Asentamiento Permanente de las tierras de 1793, para convertitse en poeta de la corte de uno de los grandes terrate- nientes cuyo tipo social y cuya conexién con la cultura nativa serfan transformados " Sudhir Kakar, The Inner World: A Peycho-analytic Study of Childhood and Society in India, pp. 171 ss. Parte de esa discusin, con leves variaciones, se incluye en mi articulo “Psychoanalysis in Left Field; and Fieldworking”. » Véase Partha Chatterjee, “Nationalism and the Woman Question”, pp. 233-253, donde figura una discu- sién detallada del género en el nacionalismo de la India. La politica de traduccién 195 por el Asentamiento. En otras palabras, Vivekananda y Ram Proshad son dos mo- mentos de la discursividad colonial que traducen la figura de Kali. Esa inutil nota a pie de pagina ridiculiza el intrincamiento dindmico de este tejido discursivo. Seria ocioso emprender aqu/ la discusién sobre la “identidad” de Kali o, incluso de cualquier otra diosa del “politefsmo” hinds. Pero sélo para ponerlo en contexto, permitaseme afiadir que es la poesia de Ram Proshad acerca de lo que escribf en el “Prefacio de la traductora” que cité antes. No se trata de un mero recurso escénico de la natracién del discipulo sobre la “crisis” de Vivekananda, Citaré otros renglones de ese prefacio: “Ram Proshad jugaba con su lengua materna, transvalorizando las palabras de sentido sénscrito més fuerte. No he podido captar el tono burlén y afec- tuoso, completamente novedoso aunque totalmente dotado de género” —no sélo, ni siquiera mayormente, “afiorante’— “que hay entre el poeta y Kali”, A menos que Nivedita haya traducido mal, es la diferencia de tono entre el jugueteo innovador de Ram Proshad y la solemnidad muy nacionalista de Vivekananda lo que, pese al paso del nacionalismo a la madre, tiene importancia hist6rica. La politica de la traduccién de la cultura del imperialismo por el sujeto colonial se ha modificado notablemente. Y este cambio se expresa en el género que adquiere la voz del poeta. 4Cémo se relacionan las mujeres en el politeismo contempordne> con esta ma- dre peculiar, que sin duda no es la madre mala del psicoanilisis que Kakar deriva de haber interpretado equivocadamente a Max Weber, ni siquiera una madre castigadora organizada, sino una madre-nifia que castiga con austera violencia y también es admonitora moral y afectuosa?! Mujeres comunes, no santas. ;Por qué dar por he- cho que la invocacién de diosas en una esfera politeista histéricamente masculina es necesariamente feminista? Creo que es una idea occidental y de género masculino que las mujeres poderosas de la tradicién Sakta (Sakti o adoracién de Kali) tomen a Kali como modelo." La Jashoda de Mahasweta me dice més sobre la relacién entre las diosas y las mujeres comunes fuertes que el psicoanalista. Y aqui también se puede ofrecer el ejemplo de una traduccién {ntima que se “equivoca” respetuosamente. La esposa francesa de un artista bengalf tradujo algunas de las canciones de Ram Proshad Sen en los afios veinte para acompafiar las pinturas de su marido que se basaban en esas canciones. Sus traducciones estén invadidas del penetrante orientalismo que tenfa a la mano como sistema discursivo. Comparense dos pasajes; ambos traducen el “mis- mo” bengalf. Por lo menos he tratado, aunque hubiera fracasado, de captar la burla implacable de s{ mismo y de Kali que figura en el original: Mind, why footloose from Mother? Mind mine, think power, for freedoms dower, bind bower with love-rope " Max Weber, The Religion of India: The Sociology of Hinduism and Budbism. " Hay mis sobre este tema y en un contexto mds personal en Spivak, “Stagings of the Origin”. 196 Gayatri Chakravorty Spivak In time, mind, you minded not your blasted lot. ‘And Mother, daughter-like, bound up house-fence to dupe her dense and devoted fellow. Oh you'l see at death how much Mum loves you A couple minutes’ tears, and lashings of water, cowdung-pure. He aqui la versién francesa, que luego traduzco a un inglés comparable en tono y en vocabulario: Pourquoi as-tu, mon ame, délaiss¢ les pieds de Ma? O esprit, médite Shokti, tu obtiendras la délivrance. Attache-les ces pieds saints avec la corde de la dévotion. Au bon moment tu n’as rien vu, c'est bien 18 ton malheur. Pour se jouer de son fidéle, Elle mlest apparue Sous la forme de ma fille et m’a aidé & réparer ma cléture. Cest 3 la mort que tu comprendras 'amour de Ma. Ici, on versera quelques larmes, puis on purifiera le lieu. Why have you, my soul {mon dme es, desde luego, menos pesado en francés], left Mas feet? mind, meditate upon Shokti, you will obtain deliverance. Bind those holy feet with the rope of devotion. In good time you saw nothing, that is indeed your sorrow. To play with her faithful one, She appeared to me In the form of my daughter and helped me to repair my enclosure. Ie is at death that you will understand Ma’ love. Here, they will shed a few tears, then purify the place. Y ésta es la versi6n bengalt: aa wa era vat-gror 3 He, oa Hy, eT ae, De Gra Koa Saar Ure , AT te wr, TU tora anaes | BT WG grits , GENT aut Src utr eee TAF II STE AO STAT, BAT UTE YET, (To HG - yo agree, OTA THT ONAL | Espero que estos ejemplos demuestren que la profundidad del compromiso con la politica cultural correcta, percibida en los detalles de la vida personal, a veces no basta. La historia de la lengua, Ia historia del momento del autor y la historia de la Jengua-en-y-como-traduccién también han de figurar en el tejido. La politica de traduccién 197 Por anillisis légico no entendemos sélo lo que los fildsofos entienden, sino tam- bién lo razonable: lo que petmite que la retoricidad sea adecuada, que esté en su lugar, que esté ubicada, que se vea sélo como algo agradable. La retoricidad se pone en su lugar de esa manera porque perturba, Las mujeres en una sociedad dominada por los hombres, al interiorizar el sexismo como la normalidad, protagonizan un escenario contta el feminismo formalmente andlogo a esto. La relacién que hay entre la légica y la ret6rica, entre la gramética y la retérica, también es una relacién entre la légica social, lo razonable socialmente y la perturbacién de la figuracién en la précti- ca social. Estas son las dos primeras partes de nuestro modelo tripartta. Pero, enton- ces, la retdrica indica la posibilidad del azar, de la contingencia como tal, la disemi- nacién, la desintegracién del lenguaje, la posibilidad de que las cosas no siempre estén semidticamente organizadas (mi problema con Kristeva y lo “presemiético” es que ella parece querer extender el imperio de lo significativo tratando de captar lo que el lenguaje slo puede sefialar). Las culturas que pudieran no tener este modelo especifico de tres partes tendrin de todos modos una esfera dominante en su inter- cambio con el lenguaje y la contingencia. Escritoras como Ifi Amadiume nos mues- tran que, sin considerar que esta esfera esta biolégicamente determinada, de todas formas se tiene que pensar en esferas determinadas por definiciones de caracter(sticas sexuales primarias y secundarias de modo que los pobladores de la otra esfera sean parasubjetivos y no plenamente sujetos.” La forma que tiene el grupo dominante de manejar la ontologia tripartita del lenguaje también se tiene que aprender, para que se revelen las formas subordinadas de utilizar artificiosamente la ret6tica. ‘Asi, para decidir si uno esté lo suficientemente preparado para comenzar a tra- ducit, puede ser til haberse graduado en hablar, por eleccidn o preferencia, de asun- tos {ntimos en la lengua del original. He vuelto a mi primer argumento: no entiendo por qué lo que le conviene al editor o al grupo escolar, o lo que conviene en cuestidn de tiempo a la gente que no tiene tiempo para aprender, deba organizar la construc- cién del resto del mundo para el feminismo occidental. Hace cinco afios, criticada como poco solidaria, habria pensado: “Bueno, ya sabes que habrfa que set més gene- rosa, etc.”, pero luego me volvia a preguntar: ";Y qué estoy dando, o cediendo? ;A quién le estoy dando al asegurar que no hay que esforzarse tanto, sélo venir por ello? {Qué estoy tratando de promover?” Las personas dirfan, tii que has tenido éxito no deberias pretender que eres marginal. Pero esté claro que, al exigir niveles més eleva- dos de traduccién, gno me estoy marginando a mi misma o la lengua del original? Al traducir a Devi he aprendido cémo esta estructura triple funciona de una manera diferente en inglés que en mi lengua natal. Y aqui, en lo personal, se me ha manifestado otra ironfa hist6rica. En ottos tiempos era més importante que un estu- diante de literatura inglesa de una colonia 0 ex colonia resultara lo més “indistingui- ble” posible de un hablante nativo del inglés. Creo que es necesario que las personas "If Amadiume, Male Daughters, Female Husbands. 198 Gayatri Chakravorty Spivak del Tercer Mundo que se dedican a la traduccién actualmente acepten que la rueda ha dado la vuelta, que alguien auténticamente bilingiie de una ex colonia ahora tiene cierta ventaja. Pero no tiene una verdadera ventaja como traductora si no es estricta- mente bilingtie, si sélo habla su lengua natal. Después de todo, su propio espacio natal también esté organizado en clases. Y esa organizacién a menudo sigue llevando restos del acceso al imperialismo, a menudo se relaciona de manera inversa con el acceso al lenguaje verndculo como lengua piblica. De modo que aqui la exigencia de intimidad implica un reconocimiento de la esfera ptiblica también. Si estuviéramos pensando en traducit a Marianne Moore o a Emily Dickinson, el modelo del traduc- tor no podrfa ser “cualquiera que pueda mantener una conversacién en la lengua del original (inglés en este caso)”. Cuando se aplica a una lengua del Tercer Mundo, la posicién es inherentemente etnocéntrica. ;Y luego presentar a nuestros alumnos que no estén preparados estas traducciones para que puedan aprender sobre la literatura de las mujeres! A mi juicio, la traductora de una lengua del Tercer Mundo deberfa estar lo sufi- cientemente en contacto con lo que esté pasando en la produccién literaria en esa lengua para poder distinguir entre la buena y la mala literatura femenina, entre la literatura femenina de resistencia y la conformista. Debe set capaz de afrontar la idea de que lo que parece resistencia en el espacio del inglés podria ser reaccionario en el espacio de la lengua original. Farida Akhter ha sostenido que, en Bangladesh, el trabajo real del movimiento de la mujer y del femi- rnismo se esta viendo socavado por la referencia al “género”, desplegada sobre todo por los sectores de desarrollo de la mujer de las organizaciones no gubernamentales transnacionales, en conjunto con algunas tedricas feministas del Ambito académico local.!? Akhter Ilegé a la conclusién de que “dotar de género” no se podia traducir al bengali. “Dotar de género” (gendering] también es un neologismo torpe en inglés. Akhter participa intensamente en el feminismo internacional. Y su base est en el Tercer Mundo. Yo no podrfa traducir para ella “género” al contexto feminista de Estados Unidos. Estos yerros de la traduccidn, entre un lector excepcional del texto social como Akhter y una traductora cuidadosa como yo, hablando como amigas, se han sumado a lo que entiendo como la tatea de la traductora. Bueno y malo es una norma flexible, como todas las normas. En este caso es de ayuda otra leccién del postestructuralismo: estas decisiones sobre las normas de to- dos modos se toman. La vigilancia esté a cargo del intento de justificarlas adecuada- mente. Por eso la preparacién disciplinaria en la escuela exige que se hagan exémenes para demostrar esas normas, Las casas editoriales suelen confundir materialmente esas normas. La traductora tiene que ser capaz de luchar contra ese materialismo metropolitano con una suerte especial de conocimiento de especialista, y no con meras convicciones filos6ficas. "Para informacién sobre Akhter, ya un poco obsoleca para esta intervencionista en la histor -véase Yayori Matsui (comp.), Woment Asi, cap. 1 La politica de traduccién 199 En otras palabras, la persona que esté traduciendo debe comprender a fondo el terreno especifico del original, de modo que pueda combatir el supuesto racista de que toda la literatura femenina del Tercer Mundo es buena. A menudo se aproximan a m{ mujeres que quisieran incluir a Devi exclusivamente entre las escritoras indias. Esto me perturba, porque “indias” no es una categoria feminista (en otto sitio he alegado que las epistemes —formas de construir los objetos del lenguaje— tampoco deberian tener nombres nacionales)."' A veces la literatura de las indias significa lite- ratura de las estadounidenses o de las briténicas, salvo por el origen nacional. Hay un programa etnocultural, una anulacién de la especificidad del Tercer Mundo, asf como una negacién de la ciudadanfa cultural, al Ilamarlas simplemente “indias”. Mi argumento inicial era que la tarea de la traductora es entregarse a la retoricidad lingiiistica del texto original. Aunque este argumento tiene implicaciones politicas mds amplias, se puede decir que la consecuencia minima, y no carente de importan- cia, de soslayar esta tarea es la pérdida de “la literalidad, la textualidad y la sensuali- dad de la literatura” (palabras de Michele). He llegado a un segundo argumento: que la traductora ha de poder discriminar en el terreno del original. Detengémonos aqui un poco mds, Elijo a Devi porque es distinta de su contexto. He escuchado decir a un especia- lista inglés en Shakespeare que toda critica de Shakespeare procedente del subconti- nente indio era por eso de resistencia. Con semejante juicio, también se nos niega el derecho a ser criticas. Desde luego, estuvo mal subyugar ese lugar, tratar de transfe- tirlo con restricciones calculadas. Pero eso no significa que todo lo que viene de ahi tras una independencia negociada hace casi cincuenta afios esté bien por necesidad. La vieja suposicién antropoldgica (y ésa es una mala antropologfa) de que toda per- sona de una cultura no es sino un ejemplo pleno de esa cultura figura en el comenta- rio de mi colega. Me interesan los escritores que van contra la corriente, contra lo dominante; sigo convencida de que el texto literario interesante podria ser precisa mente el texto en el que no se aprende lo que la perspectiva de fa mayorfa sobre la representacién cultural de la mayorfa o la autorrepresentacién de una nacién pudiera set. En el caso de las escritoras del Tercer Mundo, la traductora se tiene que preparar casi mejor que la traductora que se ocupa de las lenguas europeas occidentales, por el hecho de que hay tanto en accién de la vieja actitud colonial, ligeramente sublimada en la baratinda de la traduccién. El postestructuralismo puede radicalizar el campo de preparacién de modo que simplemente no basta con estudiar la lengua y ponerse al dias también esté esa relacién especial con la presentacién de la lengua como produc- cién de accién de un agente que hay que cuidar, Pero el programa del postestructu- ralismo casi est4 en otro sitio, y la resistencia a la teoria entre las feministas metropo- lianas nos conducirfa ain a otra narrativa. “More on Power/Knowledge”, en Thomas E. Wartenberg (comp.), Re-Thinking Power. 200 Gayatri Chakravorty Spivak: Comprender la tarea de la traductora y la préctica del oficio se relacionan pero son cosas distintas. Permitaseme resumir cémo trabajo. Primero, ttaduzco veloz- mente. Si me detengo a pensar en lo que le esté pasando al inglés, si doy por supues- to un piblico, si tomo el tema propuesto como algo més que un trampolin, no puedo saltar dentro, no me puedo entregar. Mi relacién con Devi es fécil. Puedo decirle: me entrego a ti en tu literatura, no a ti como tema propuesto. Ahi, en la amistad, hay otro tipo de entrega. Renditse al texto de esta forma significa, casi todo el tiempo, ser literal. Después de haber producido asf una primera versién, la reviso. No la reviso desde el punto de vista de un publico posible, sino por los protocolos de lo que tengo enfrente, en una suerte de inglés. Y sigo con la esperanza de que el estudiante de la clase no pueda pensar que el texto es sdlo un proveedor de realismo social si se traduce con un ojo puesto en la representacién dinémica del lenguaje imitado en la revisién por las reglas del discurso intermedio producto de una enttega literalisea. Vana ilusién, tal vez, porque la responsabilidad es diferente. Cuando traduje De a grammatologie, de Jacques Dertida, aparecieron resefias sobre mi traduccién en un importante diatio por primera y tinica vez. En el caso de mis traducciones de Devi, casi no temo que se me juzgue con exactitud por mi lectura en este caso. Esto hace mas peligrosa y riesgosa esta tarea. Y para m{ ésa es la verdadera diferencia entre traducit a Derrida y traducir a Mahasweta Devi, y no sélo la diferencia bastante més artificial entre la filosoffa deconstructivista y la ficcién politica, Lo contrario no es del todo cierto, Hay muchas personas del Tercer Mundo que leen las viejas lenguas imperiales. Es probable que las personas que leen la literatura feminista actual en las lenguas europeas la lean en la lengua imperial apropiada. Y lo mismo vale para la filosofia europea. El acto de traducir a una lengua del Tercer Mundo a menudo es un ejercicio politico de otro tipo. A partir de este trabajo, me gustarfa much(simo dar una conferencia en bengalf sobre la deconstruccién frente a.un piblico muy refinado, instruido tanto en bengali como en deconstruccién (so- bre la cual hayan leido en inglés y en francés y a veces hayan esctito en bengali), en la Universidad de Jadavpur en Calcuta, Creo que serd una especie de prueba de la traductora poscolonial. La democracia se convierte en la ley de la fuerza en el caso de la traduccién proveniente del Tercer Mundo, y las mujeres todavia mas por su peculiar relacién con lo que sea que se denomina la separacién entre lo puiblico y lo privado. Serfa posible un argumento pulcramente reversible si el pais del Tercet Mundo en particu- Jar hubiera acaparado primero la Revolucién Industrial y luego se hubiera embarca- do en un capitalismo territorial imperialista y monopélico como consecuencia, y entonces hubiese podido imponer una lengua como norma internacional. Algo como ese chiste idiota: si la segunda Guerra Mundial hubiera sido diferente, en Estados Unidos se estarfa hablando japonés. Estos juicios igualitarios reversibles son apropia- dos para la fantasfa contrafictica. La traduccién sigue dependiendo de la aptitud lingiiistica de la mayoria. Un prominente teérico belga de la traduccidn resuelve el La politica de raduccién 201 problema sefialando que, mds que hablar del Tercer Mundo, donde se pone mucha pasién, se deberia hablar del Renacimiento Europeo, ya que una gran parte de la traduccidn intercultural de la antigiiedad grecorromana se llevé a cabo en ese enton- ces. Lo que se pasa por alto es la pura autoridad atribuida a los originales en ese fenémeno histérico. El estatus de una lengua en el mundo es lo que se debe tomar en cuenta al extraer la politica de traduccién. La mala traduccién en bengalf se puede poner en ridiculo y ser criticada por grandes grupos de angléfonos y anglégrafos bengalies, Sélo en las lenguas hegeménicas los benévolos no toman en cuenta los limites de su propia buena voluntad a menudo carente de instruccién. Combatir ese fenémeno se dificulta més porque los individuos que participan en él son auténtica- mente benévolos y a uno lo sefialan como alguien que causa problemas. Esto se vuelve particularmente dificil cuando la feminista metropolitana, quien a veces es la poscolonialista asimilada, invoca, de hecho traduce, una nocién feminista de accesi- bilidad compartida con demasiada rapidez. Si se quiere hacer accesible el texto traducido, hay que tratar de hacerlo para la persona que lo escribi6. El problema entonces se aclara, porque ella no esté en la misma historia del estilo. ;Qué es lo que se esté haciendo accesible? El nivel accesible es el nivel de abstraccién donde ya estd formada la persona, donde se puede hablar de derechos individuales. Cuando se convive con una lengua distinta de la propia (Mitwegsein) de modo que se prefiera utilizar esa lengua, a veces, cuando se discute algo complicado, entonces se esté por hacer una dimensién del texto accesible a la lectora, con un tono que lo hace més ligero y facil, al que ella no tiene acceso en su cotidianidad. Si se estd haciendo accesible cualquier otra cosa, a través de una lengua aprendida con rapidez con una idea de que se transfiere contenido, entonces se esté traicionando el texto y mostrando una politica més bien dudosa. 3Cémo ha de medirse aqut la solidaridad de las mujeres?

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