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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CUENCA

UNIDAD ACADEMICA DE MEDICINA ENFERMERIA, Y


CIENCIAS DE LA SALUD

NÓDULO TIROIDEO

REALIZADO POR:
HERNÁN ESTEBAN ILLESCAS CANDO

CATEDRÁTICA:
DRA. SUSANA PEÑA.

CURSO:
9 CICLO “B”

CUENCA, NOVIEMBRE DEL 2017


NÓDULO TIROIDEO
Introducción:
Según la American Thyroid Association (ATA) el nódulo tiroideose define como
“una lesión aislada en la glándula tiroides, radiológicamente distinta del
parénquima tiroideo circundante”(1)
Aunque la gran mayoría de los nódulos tiroideos son benignos (no cancerosos),
una pequeña proporción de estos nódulos sí contienen cáncer de tiroides. Es por
esta posibilidad que la evaluación de un nódulo tiroideo está dirigida a descubrir
un potencial cáncer de tiroides.(1)
La prevalencia de nódulos palpables del 4-7% de la población. Si la detección se
realiza por ecografía, esta prevalencia aumenta hasta un 19-68%, variando estos
datos según la población estudiada (mayor en mujeres, en personas de edad
avanzada y en zonas con yodo-deficiencia)(1)

La importancia de la evaluación de los nódulos tiroideos se relaciona con la


necesidad de excluir un carcinoma de tiroides, que ocurre en un 7-15% de los
casos, dependiendo de la edad, el sexo, los antecedentes de radiación en la
infancia, antecedentes familiares y otros factores. La incidencia anual de cáncer
de tiroides se ha triplicado en los últimos 40 años, por lo que la prevalencia de
cáncer entre los nódulos tiroideos también está aumentando, pero esto no se ha
acompañado de un aumento de la mortalidad por esta causa.(2)

Evaluación diagnóstica:
Se debe realizar una historia clínica y exploración física a todos los pacientes.
Los factores clínicos que pueden hacernos sospechar que el nódulo sea maligno
son:
 Antecedentes de radiación de cabeza, cuello en la infancia,
 Irradiación corporal total para un trasplante de médula ósea
 Exposición en la infancia a radiación ionizante tras un accidente nuclear
 Carcinoma de tiroides familiar o de otros síndromes asociados a
carcinoma de tiroides en familiares de primer grado (síndrome Cowden,
poliposis adenomatosa familiar.
 Complejo de Carney, síndrome de Werner, síndrome DICER1 o MEN tipo
2), el crecimiento rápido del nódulo y la disfonía.(2)

En la exploración física, los datos que sugieren malignidad son:


 Parálisis de cuerda vocal.
 Estridor laríngeo o la disfagia
 Presencia de adenopatías cervicales.
 Consistencia elevada del nódulo a la palpación.
 Adherencia a planos profundos.(2)

Diagnostico:
El diagnóstico citológico es fundamental y desde hace unos años existe
consenso general en utilizar el sistema de Bethesda que define seis categorías
diagnósticas con diferente grado de malignidad.

La clasificación TI-RADS de los NT basada en un sistema de puntuación acorde


a los criterios ecográficos más relevantes de malignidad tiene una mejor y más
fácil aplicación en la práctica diaria. Según los criterios de malignidad y la pun-
tuación asignada en este estudio, la posibilidad de que un NT con un punto en
la escala sea maligno es de aproximada- mente un 10%, mientras que la
probabilidad para aquellos con dos puntos es casi del 50% y para los valorados
con tres o cuatro puntos del 85%. Todos los NT con 5 o más puntos son
malignos. (3)
Las “2015 Guías De Consulta Americanas de la Administración de la Asociación
de la Tiroides para los Pacientes Adultos con los Nódulos de la Tiroides y el
Cáncer de Tiroides se centran en la investigación, el andamiaje, y la evaluación
de riesgos; aproximaciones quirúrgicas; terapia del radioyodo; y supresión
estimulante de la hormona (TSH) de la tiroides usando levothyroxine.(4)
Para la administración a largo plazo de DTC, las recomendaciones incluyen:
 Dirección en la vigilancia para la enfermedad periódica usando proyección
de imagen y la tiroglobulina del suero.
 Terapia de la hormona tiroidea
 Administración de la enfermedad periódica y metastática.
 Cuando considerar la participación en juicios clínicas o el uso de terapias
apuntadas/personalizadas.
 Direcciones para la investigación futura.(4)

Tratamiento:
La supresión de TSH con levotiroxina es una opción terapéutica controversial
para reducir el tamaño de la glándula, volumen del nódulo o evitar el crecimiento
de nuevos nódulos. La eficacia en disminuir >50% el volumen, se logra en 20%
de los casos.(2)

Debe tenerse en cuenta los efectos adversos propios de la hormona tiroidea,


cuando se prolonga la supresión, principalmente la presencia de arritmias y en
el caso de mujeres postmenopáusicas, la disminución de la densidad ósea.La
cirugía debe realizarse en todos los casos con reporte por biopsia de cáncer o
“sospechosos”, y debe ser realizada por cirujanos expertos en cabeza y cuello o
cirujano oncólogo.(2)

El tratamiento con radioyodo se limitará a los casos con hipertirodismo y nódulo


inferior a los 3 cm. El objetivo inicial en estos casos es lograr el eutirodismo
clínico y bioquímico.
Solo en casos en que la cirugía este contraindicada, se plantea como alternativa
la inyección percutánea con etanol.(2)
Bibliografía:
1. Nódulos Tiroideos [Internet]. American Thyroid Association. [citado 12 de
noviembre de 2017]. Disponible en: https://www.thyroid.org/nodulos-
tiroideos/

2. Anda E, Ernaga A. Protocolo de manejo clínico del nódulo tiroideo. Med -


Programa Form Médica Contin Acreditado. 1 de junio de 2016;12(13):754-7.

3. Fernández Sánchez J. Clasificación TI-RADS de los nódulos tiroideos en


base a una escala de puntuación modificada con respecto a los criterios
ecográficos de malignidad. Rev Argent Radiol. 1 de julio de 2014;78(3):138-
48.

4. Las Nuevas guías de consulta de ATA para manejar a pacientes adultos con
los nódulos de la tiroides y DTC publicaron en gorrón de la Tiroides [Internet].
News-Medical.net. 2015 [citado 13 de noviembre de 2017]. Disponible en:
https://www.news-medical.net/news/20151015/1454/Spanish.aspx

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