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Lucas 8:40-55
Introducción:
Constantemente se habla del mayor interés e importancia que se le da a la madre, por
encima del padre, al punto que una vez un predicador pregunto a un grupo de jóvenes,
¿Cuántos quieren una esposa con la característica de sus madres? A lo que todos en
unisonó contestaron ¡Sí! ¡Claro!, ¡por supuesto! Para luego preguntar a las
señoritas, ¿Cuántos quieres un esposo con las características de sus padres? A lo que
nadie levanto la mano, sino que cabizbajas se limitaron a estar en silencio.
Hoy vivimos tiempos donde la figura paternal se hace indispensable; muchas de las crisis
de familia hoy día son el producto de hogares mono paréntales, (cuando solo existe una
figura de autoridad en el hogar, en nuestra cultura quien más se ausenta es el padre) La
Biblia nos presenta ejemplos lindísimos de padres, Abraham, Isaí, Josué, Job, etc. Pero
en este sermón vamos tomar el ejemplo de vida de un hombre llamado Jairo, en él
descubrimos características paternales que urgen hoy día.
Oración de transición:
Consideremos las características de Jairo.
B. Con todo lo encontramos buscando al Señor Jesús no por una situación concerniente
a su trabajo, sino por una necesidad familiar, su única hija estaba enferma, y en ese
momento era su prioridad.
?
D. Pudo ir a otras partes, su condición económica, su posición social, su religión, entre
otras cosas, se lo permitía, pero el, fue ante el que todo lo puede, Jesús.
B. Jairo llevo a Jesús a casa. No llevo muerte, llevo vida, y vida en abundancia.
* a. La multitud. (Camina a casa de Jairo dice el texto que todos lo oprimían a Jesús,
incluso una mujer detiene a Jesús para ser sanada, en todo esto la hija de Jairo se murió)
* b. La propia familia. (Uno de la misma familia, le dice “No molestes mas al maestro”
?
* c. Los problemas que parecen ya no tener solución. Las palabras más duras que Jairo
oyó fueron, “Tu hija ha muerto”
D. Pero contra todo Jairo llevo a Jesús a casa, supero todo, el trabajo como padre estaba
hecho, lo demás quedaba en las manos de Jesús.
Conclusión:
El tiempo que estamos viviendo hoy es un tiempo de muerte y nuestros hijos viajan en
este tiempo en una travesía llena de riesgos, y esto me recuerda la historia de un niño que
viajaba en un avión solo en medio de gente adulta, y allí sentado con toda la tranquilidad
del mundo, llamo la atención de una adulto que le pregunta; ¿Hemos pasado turbulencias,
tormentas, es de noche, y si no te has dado cuenta vamos en un avión, porque tan tranquilo
y sin miedo? A lo que el niño le responde, ¿Por qué habré de tenerlo? Mi papá es el piloto
del avión.
De esa manera se sienten nuestros hijos, o nuestra influencia sobre ellos produce dolor,
inseguridad, temor, desconfianza, tristeza etc. Si usted quiere ser un padre tipo Jairo,
tenga conciencia de Familia, sepa a donde ir en medio de las crisis, y todos los días, cada
día, lleve a Jesús a casa.
A mí me gusta reírme, y cuando estoy con alguien que se le nota que está muy molesto, me
sonrío y la gente trata de devolver lo que yo le doy. Por naturaleza, somos fértiles. Vamos a
hablar acerca de nosotros como tierra. Muchas personas han sido partícipes de lo que
somos ahora. Hoy somos producto de lo que alguien ha sembrado en nuestras vidas. Hay
personas que marcan más nuestras vidas que otros. Por ejemplo, nuestros padres. Lo que el
papá ha hecho en nuestras vidas es tan elemental en lo que hoy somos, que a veces, no nos
damos cuenta por qué caminamos como lo hacemos, sin darnos cuenta que sólo somos la
evidencia de lo que nuestro padre hizo. Hoy quiero hablar de tu papá terrenal. No sé si te
diste cuenta qué tan importante fue lo que ese papá hizo en tu vida, pero al día de hoy, hay
marcas dentro de ti que te hacen ser lo que eres. El día de hoy mi misión es sensibilizarte,
ministrar tu corazón, y explicarte lo que hay dentro. Cosas que quizás tu papá nunca quiso
poner, cosas buenas y malas también, y eso rige tu vida.
El Señor te redime, y haces una oración donde reconoces a Jesús como tu Señor y Salvador.
Él inmediatamente envía el espíritu de su hijo sobre ti. Yo era una persona muy mal
hablada, y me he puesto a pensar en eso: ¿Cómo se me quitó? ¿Cómo empecé a vivir la vida
que hoy vivo, viniendo de donde vengo? Quiero contarle de dónde vengo. Es muy fácil ver a
una persona pararse a predicar, sin conocer su trasfondo. Hoy quiero hablarle de Pietro, mi
papá, de las cosas que entraron en mí y me formaron como hombre, y que realmente
formaron a un mal hombre sin que mi papá hubiera querido eso. Recibí al Señor y el
espíritu de El entra en mi corazón y empieza a obrar. Yo conozco a Dios de muchas formas.
El es Rey de reyes y Señor de señores. Como Rey y Señor puede afectar mi vida, pero lo que
hace como padre en tu vida y en la mía, es lo más poderoso que Él puede hacer. Él nos amó
y envió a su apóstol a que muriera por nosotros. Él envió a su hijo por nosotros. ¿Qué poder
hay en el Hijo? El es nuestro Padre y como tal, nos va a venir a ministrar hoy a nuestro
corazón. Cada uno de nosotros tiene áreas en su vida que nuestro padre terrenal no pudo
suplir, simplemente porque él también recibió cosas malas. Él trataba de dar lo bueno a su
hijo, pero ¿cómo pudo haberlo dado, si no lo recibió? Yo quiero bendecir a mi hijo, y le
otorgo lo que tengo, pero ¿qué fue lo que recibieron las generaciones pasadas? Es una
catarata de falta de amor, de identidad, de enojo y problemas que desciende. Hoy somos
producto de lo que han sembrado en nuestra vida, y dentro de nosotros, hay un relajo de
cosas que se empiezan a romper cuando recibimos al Señor y recibimos su Espíritu Santo. Y
todas las cadenas que hemos recibido en nuestra familia, se rompen. Somos personas que
venimos muy afligidas, pero tenemos el Espíritu del Hijo que nos hace gemir.
Todos tuvimos diferentes tipos de papás. Está el papá callado, que trata de hablarle, hace
cualquier cosa para que le ponga atención, y nada. Yo tuve un papá así, y me inventaba que
metía goles en el colegio para que él me pusiera un poco de atención. O tal vez, su papá fue
bullicioso, juguetón, que se tiraba con usted en la cama y era muy afectivo. Quizás tuvo un
papá que cero besos o abrazos; o el papá que siempre vivía trabajando; no sé si tuvo el papá
ideal, pero generalmente, el papá ideal era el de un amigo. Hoy nuestra sociedad está
repleta de gente que tuvo un papá que no supo dar lo que necesitaba dar para que su hijo
creciera. Para mí, mi papá es buenísimo. Si yo puedo resumir lo que mi papá es, diría que es
dulzura plena, un “turrón italiano”. Usted lo mira y dan ganas de besarlo. El se llama Pietro
Putzu, él es alguien muy especial, es un artista, esculpe en madera, canta ópera, pinta,
dibuja, hace poemas. Cuando usted ve algo en lo que él se concentra, se da cuenta que hace
obras maestras. Él hace cosas muy lindas con sus manos, ha inventado varias cosas, tiene
varios rasgos de genialidad. Él es una persona tan dulce, vino a los 28 años a Guatemala,
conoció a mi mamá, luego nací yo, crecí delante de él. Mi mamá me cuenta que mi papá me
tomaba en sus brazos y me cantaba. Todo iba bien hasta que me percaté que él tenía una
enfermedad llamada esquizofrenia, es alguien maniaco-depresivo y bipolar. Mi papá tiene
un grado de locura que lo hace ver personas que no existen. A mí me tocó tener un papá que
cuando llegaba del colegio, lo miraba hablando una hora con “nadie”. Imagínese, yo
pequeño y ver a mi papá viendo dentro de los tomacorrientes por horas, y le preguntaba
qué miraba. El me decía: “Ahí están…”, pero no había nada, ni nadie.
Esta gente que vive esquizofrenia, desarrolla otra parte de su cerebro y de su vida, son
genios, su mente se va por otro lado. Yo no sabía qué tanto me había afectado esto, como no
sé qué tanto te pudo afectar el padre que tú tuviste, pero a mí me afectó de tal forma que
marcó mi vida. Recuerdo que en mis oraciones de niño, pedía tener un papá normal. Yo
estudiaba en el Liceo Guatemala, y nos llevaban a todos con el psicólogo y nos ponían a
pintar. Mandaron a llamar a mi mamá para que viera lo que había dibujado yo; pues hice a
mi familia, pero a mi papá lo dibujé como un robot, porque eso era lo que era para mí. A los
17 años, me decían “el loco”. No sé qué cosas han quedado marcadas en ti, pero eso no tiene
porque quedarse en tu vida.
No sé si Dios le dio un papá bueno o no, pero lo cierto es que todos hemos recibido el
espíritu del hijo que nos hace clamar “Abba, Padre”. ¿Sabe por qué hablo de esto? Porque
quiero enseñarle otro principio: “Use su desgracia o lo que le pudo salir mal en la vida, para
construir su ministerio”. El diablo pensó que me iba a destruir, pero lo que hizo es darme
un arma muy poderosa. A mi papá para mantenerlo tranquilo, le tuvieron que matar una
parte de su cerebro. No sé cómo fue su papá, pero nada le ha dado a usted el derecho de
detenerse. Yo jugaba en un equipo de fútbol, y para mí fue muy duro el no entender que mi
papá llegaba al entreno y me sacaba del pelo. Un día llegamos con mi mamá a la casa, y ésta
estaba totalmente vacía. Mi papá llegó con un camión, sacó todo y lo tiró. ¿Se imagina el
concepto de padre que yo tenía? En una ocasión, íbamos en una blazer y mi papá iba atrás,
y saca uno de mis trofeos que había ganado en EEUU y los tira en el piso, pero él no es una
mala persona. Lo que pasa es que el diablo me quería destruir, quería acabar con mi
identidad. ¿Sabe qué es lo peor? Que esa es una enfermedad generacional. Un día estaba yo
leyendo la Palabra en mi cuarto y empecé a leer: … que visita la maldad de los padres hacia
los hijos hasta la tercera y cuarta generación. Pero seguí leyendo y dice que hace justicia a
los que aman a Dios. Mi esposa se casó conmigo, pero antes tuvimos una reunión con mi
psicólogo. Y dijo que podía casarme, pero no tener hijos, porque saldrían enfermos. Luego
dije: “¿Desde cuándo un doctor me dice si puedo o no tener hijos?”. Y ahora tengo a mi hijo
Jan Carlo, completamente sano. Dios es fiel, y su misericordia es para siempre. Tal vez su
papá no era enfermo, pero estoy seguro que dejó caer algo que dañó su corazón.
Guatemala necesita de gente sana de corazón. ¿Se puede imaginar al hijo de Gian Marco
volteando a ver, y diciendo: “Mi abuelo, Chepe, rompió la maldición en el nombre de
Jesús”? A mí muchos me preguntan por qué siempre ando feliz, y la gente que me conoce
me ve así. Pero yo era alguien tan amargado, que le pegaba a las paredes, porque tenía una
ira por dentro. Yo conocí a Jesús un 17 de junio, en una comunidad carismática, porque
cuando estaba en ese retiro quebrantado, el Señor me dijo: “Yo soy tu papá, y nunca te hará
falta nada”.
Lucas 3:21-22
Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando,
el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y
vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
¿Jesús necesitaba oír esas palabras? Dios me habló ese día y me dijo: “Jesús necesitaba ser
marcado por mí porque soy su Padre”. Yo no sé cómo ha sido su vida, y no sé si ha
escuchado esa voz, pero ese día escuché que alguien dijo: “Este que está aquí es mi hijo
amado y en él me complazco”. Si su papá lo marcó en la tierra, deje que hoy su papá del
cielo lo marque en esta iglesia. Si usted está hoy acá, deje que las palabras de Dios marquen
su vida. Él quiere hablarle a su corazón y decirle todo lo que le tiene que decir, déjese
marcar.
No sé lo que el diablo trató de hacer a través de su papá, no sé lo que hay dentro de usted.
Lo que sé es que si recibió a Jesús en su corazón, el espíritu de Dios está puesto en usted. ¿Y
sabe lo que hace el espíritu? Está gritando “Abba Padre, papito lindo,” clama, gime. La
Palabra dice que toda la creación gime esperando la manifestación gloriosa de nuestro
Señor. Deje que el espíritu de Dios haga lo que le mandó hacer el Padre.
La diciplina de Dios
La disciplina se tiene que amar, y la gente huye de la disciplina, no está hecha
para ellos. Dios va haciendo trato, mucha gente
llora emocionalmente, Jesús fue el más disciplinado, Él fue único en disciplina, el
ama la disciplina, Dios al que ama lo disciplina. No
menosprecies la disciplina, porque es la medicina y por ella la gente progresa. La
disciplina son grados, un adorador en espíritu y en
verdad, está dotado de unas disciplinas tremendas, como la disciplina por la que
pasó José, él aprendió la conciencia, el nunca
juzgó, ni criticó, ni condenó a sus hermanos que lo vendieron y los perdonó.
Aprendemos de las disciplinas de los demás.
No se puede ser un discípulo sin disciplina, tampoco se puede tener santidad
sin
disciplina, como dice Pablo muchos se engañan a sí mismos. No tienen
discernimiento
del bien y del mal.
Noé estuvo bajo disciplina 120 años, Moisés y Josué también fueron disciplinados,
una
persona sin disciplina es sólo un feto, que no está formado, Pablo dijo: … sufro
dolores de
parto porque no estáis formados…
Los ángeles de fuego, son para los ministros, para el pastor central de la iglesia,
para que
pueda ministrar el fuego, el fuego es Palabra de disciplina para purificar, para
poder
adorar a Dios, se necesitan lavacros, santidad y purificación que vienen por la
Escritura,
con la Biblia sabemos lo que Dios nos ha concedido, es un Libro de preparación
para
subir.
La mujer del flujo de sangre, era una mujer desahuciada, que pensó si tan sólo
puedo
tocar el manto de Jesús… hay personas que tienen un poco de fe, que piensan si
el
pastor orare… pero hoy no hay fe y las personas van corriendo al médico, no le
dan
oportunidades a Dios para que les sane.
Leo para ser sabio, creo para ser salvo y las dos cosas son para ser santificado,
sin esto no puede haber santidad. Te puedes
poner a orar de rodillas, pero no tienes santidad porque no tienes la disciplina, pero
sin la santidad nadie verá al Señor, hay gente
que hace ayunos, da ofrendas y ora mucho, pero no tiene santidad, porque no
tiene disciplina.
Los cristianos que vienen a la iglesia y no tienen disciplina, no impactan a nadie,
no pueden convencer a los familiares, porque no
ven en santidad en ellos, pero cuando caminas por el camino recto y derecho de
Dios, hasta los vecinos dirán: “pues sí que es una
persona disciplinada”
Romanos 6: 19,20,22
“19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para
iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a
la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros
miembros para servir a la justicia.
20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.
22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios,
tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la
vida eterna.”
1 Tesalonicenses 4:7
“7 Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.”
2 Tesalonicenses 2:13
¿CULPABLE O INOCENTE?
I- ¿QUÉ ES EL PECADO?
A- Todo aquello que es contrario a la personalidad, normas, caminos y voluntad de Dios, o que
perjudica la relación de una persona con Él. Se puede pecar por palabras (Job 2:10; Sl
39:1), hechos (por acción [Le 20:20; 2Co 12:21] u omisión [Nú 9:13; Snt 4:17]), o por
actitudes impropias de la mente o el corazón (Pr 21:4; compárese también con Ro 3:9-
18; 2Pe 2:12-15). La mente y el corazón son inclinados al pecado.
B- Las raíces de la palabra pecado, tanto en hebreo como en griego, sugieren la idea de errar,
apartarse del camino o no alcanzar una meta. En este sentido, pecar sería “fallar en
cumplir la voluntad de Dios”. Entonces, el hombre natural nunca puede complacer a Dios
con sus actitudes y pensamientos.
C- Una cosa que ha de quedarnos bien clara es que todo pecado “es un acto que se comete
contra Dios de forma directa”, Sal.51:4.
A- Por ignorancia. La falta de relación con la Palabra de Dios, mantiene al hombre sumido en
el desconocimiento de lo bueno y lo malo. Como no conoce la voluntad de Dios, peca por
aquí, peca por allá. Salmos 119.11 "He guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar
contra ti." NTV.
B- Porque no tiene temor de Dios. Cuando Abraham llegó a Guerar, se dio cuenta que la gente
vivía desenfrenadamente porque no había temor de Dios en ellos, Gn.20:11.
C- Porque el pecado se ha apoderado de su carácter, y simplemente, no lo distingue. En este
caso, se ha vuelto una conducta automática, la cual ni siquiera requiere ser pensada,
simplemente se hace.
D- Porque está sordo a la voz del Espíritu Santo, Jn.16:8,9.
A- Un hombre tan primitivo como Abimelec, rey de Guerar, era plenamente consciente de la
gravedad del pecado y la consecuencia de este, Gn.26:10. Abimelc sabía que al tomar mujer
ajena estaría cometiendo una falta muy grave ante Dios y que se hacía merecedor del
castigo del Señor. Una vez realizado el acto pecaminoso, el juicio de Dios comienza en la
vida del transgresor, a menos que haya arrepentimiento. Y aunque el perdón se da cuando
existe verdadero arrepentimiento, también es cierto que hay consecuencias que persiguen
al hombre para siempre, el caso del Rey David es un ejemplo de esto.
B- Las consecuencias del pecado no desaparecen, pero sí la responsabilidad por ellos. Hay
un principio que dice que todo lo que el hombre siembra, eso cosecha, Gá.6:7. Si usted está
atravesando por una situación dolorosa, sería bueno revisar sus acciones pasadas, pues allí
puede estar la razón de su sufrimiento.
C- Debemos confiar plenamente en la obra del Señor Jesús. Él apareció para destruir las
obras del diablo, He.2.14.
CONCLUSIÓN:
Resuelva vivir en santidad, y mantener así una relación muy íntima con Dios, libre de las
consecuencias del pecad