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En el texto se puede apreciar que alguien tiene que transmitir la ley y la ley se
transmite por parte del padre hacia la madre y el niño, por lo que en este punto el
padre se constituye como agente de la castración y privación, colocando los dos no, uno a la
madre y otro al niño.
Ante esta privación, el niño, gracias a la intervención del padre, deja de ser el falo
para la madre, y la madre deja de ser fálica, por lo que en este instante la madre
deja de sentirse completa con su posesión, lo que hace que se muestre en falta,
deseando, más allá de su hijo, a su esposo; pero si esto no sucede el niño el niño
queda ubicado como dependiente del deseo de la madre, y la madre se conserva
como madre fálica, hecho que según Lacan, generaría una perversión.
Dado a la presencia privadora del padre, él niño es quien soporta la ley, y esto no
ocurriría si no por medio de la madre, es decir no existe aceptación de la ley
paterna si no es por medio de la madre; por lo que todo este tema que puede ser,
de una rivalidad tremenda es porque el padre liquida de alguna manera todo ese
mundo imaginario.
Se entiende que el padre en el complejo de Edipo, no es un objeto real, tampoco
un objeto ideal, por lo tanto este viene siendo algo simbólico, cuya función es la
de ser un significante que sustituye al primer significante introducido en la
simbolización, el significante materno.
Esa duplicidad implica entonces, repasando, que por un lado es el que inventa una
solución, pero luego vuelve a operar sobre eso, fundando el objeto fálico
imaginario, para después castrarlo
La madre que reconoce la ley hace que el niño promueva al padre como
depositario del falo, elevado este como padre simbólico
CUAL FUE SU PROCESO DE LECTURA
Para iniciar realicé un borrador, basada en lo siguiente:
Aún planteado al Edipo en este movimiento de tres tiempos, para Lacan el Edipo
se trata “de una estructura, constituida no en la aventura del sujeto sino en otra
parte
En el primer tiempo del Edipo: el niño es el falo, la madre tiene el falo, el padre no
aparece.
En el segundo tiempo: el niño deja de ser el falo, la madre deja de tener el falo, el
padre es el falo omnipotente que puede privar a la madre.
En el tercer tiempo del Edipo: el padre tiene el falo pero no es el falo, porque el
falo se encuentra por fuera del padre. El es alguien que lo posee. El falo es
reinstaurado en la cultura. No es la madre, ni el niño, ni el padre mismo. El Edipo
consiste en superar el falo como aquello que se es, para arribar al falo a aquello
que se tiene, se parando el falo de sus representaciones entre ellas el pene.
La represión consiste en el proceso por medio del cual se le impide a una moción
pulsional que resulta chocante para la conciencia pasar al preconsciente.
La represión no sólo se manifiesta en la patología sino también en la psicología
normal y se puede considerar como un proceso psíquico universal, considerando
al inconsciente como una instancia separada del resto del psiquismo.