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su-influencia-electoral-el-reportaje-de-la-cicig

www.cicig.org/index.php?mact=News,cntnt01,detail,0&cntnt01articleid=616&cntnt01returnid=67

Medios de comunicación ligados a partidos políticos


El punto de partida para vincular democracia y medios de comunicación es el hecho de
que, en la sociedad moderna estos conceptos están disolublemente ligados: no existe
democracia sin una prensa libre o algún medio de comunicación y ésta, a su vez,
difícilmente podría subsistir en ningún otro sistema político.

Cuando la información se considera un derecho y no una mercancía, el periodismo se


convierte en una herramienta fundamental para la construcción de ciudadanía y abona
al cumplimiento de los derechos de libertad de expresión y comunicación, esenciales
en una democracia.

Estos derechos no son exclusivos de las y los periodistas, pertenecen a todas las
personas; sin embargo, quienes ejercen esta profesión tienen una enorme
responsabilidad a la hora de concretarlos, y eso implica, necesariamente, interpelar
sobre el tipo de periodismo que hacen y la realidad mediática que tienen en el país. En
este sentido, es importante insistir en que los medios de comunicación no pueden ser
considerados únicamente como empresas cuyo fin es la generación de ganancias,
porque cumplen una función social y su accionar se enmarca en una agenda de
derechos.

Los medios de comunicación desempeñan un papel determinante en el proceso


político. A esto se suma que los medios y de manera particular, la radio y la televisión
son centrales en las campañas electorales para comunicar los mensajes y promesas
de los candidatos a puestos de elección popular.

Debe considerarse que existen tres tendencias en desarrollo:

a) una alta concentración de los medios de alcance nacional, particularmente la


televisión abierta y las cadenas de radio que cubren la totalidad del país;
b) una dispersión en los medios locales, departamentales y regionales; y
c) el surgimiento de grupos de medios ligados a líderes políticos.

González es propietario de una de las principales cadenas radiales del país, lo que le
permite no solo influir en la construcción de las preferencias políticas, sino que todos
los políticos debe llegar a entendidos con él si quieren promover sus candidaturas.

Tres tipos de relación entre los medios y la política:

El monopolio de televisión abierta pacta con candidatos y/o líderes políticos costos
especiales de publicidad, así como espacios gratuitos o créditos (incluyendo cobertura
en los noticieros) con miras a mantener la concesión y la adjudicación de publicidad
gubernamental. En este caso, se trata de aportes en especie que no son reportados en
la contabilidad de los partidos.

Consorcios de medios de comunicación realizan aportes en especie a partidos y


candidatos a cambio de pauta oficial, posiciones en el Legislativo y adjudicación de
publicidad gubernamental.
Líderes políticos en el nivel nacional, distrital o local, constituyen redes de medios
nacionales y locales que se alimentan de los recursos provenientes de la corrupción.

El ámbito clave al que hay que poner especial atención es el que se deriva de la
relación entre algunos propietarios de medios de comunicación y líderes de
partidos políticos. El ejemplo más claro es el del monopolio de televisión abierta, pero
también ha habido —sobre todo en la última década— el surgimiento de medios de
comunicación ligados a políticos locales, funcionarios públicos, diputados y ministros de
Estado, que tiene implicaciones directas en el tema de financiamiento y resultados
electorales, pero también un peso indebido en la agenda pública y mediática.

La cobertura de la crisis política y de las movilizaciones ciudadanas en 2015 y 2017 no


deja lugar a dudas sobre que uno de los ámbitos de disputa en la lucha contra la
corrupción y la impunidad es el de la comunicación. De ahí la necesidad de que en
Guatemala se abra la discusión acerca de la propiedad de los medios, incluyendo el
acceso al usufructo de frecuencias de radio y televisión, y la generación de alternativas
a los grandes medios corporativos. Merece ser parte de esta reflexión profunda la
creación y sostenibilidad de medios públicos y el siempre postergado tema de
comunicación de pueblos y comunidades indígenas.

Es indudable la importancia que para nuestro país tiene la reforma profunda del
sistema político electoral y coincido en que es un tema prioritario. Pero si queremos
una verdadera transformación, no podemos postergar el debate sobre la situación
actual de los medios, la manera como se ha construido este sistema corporativo y los
mecanismos de acceso a las frecuencias de radio y televisión que son parte
fundamental del engranaje de poder.

El informe publicado en julio, 2015, por la Comisión Internacional contra la Impunidad


en Guatemala (CICIG), “El Financiamiento de la Política en Guatemala,” reporta que
“los medios de comunicación desempeñan un papel determinante en el proceso
político”, y que tres tendencias en el mercado mediático evidencian una gran influencia
nociva por parte de los medios masivos de comunicación en las elecciones.

La primera tendencia es que “la estructura de propiedad de los medios con cobertura
nacional tiende a reproducir la desigualdad social, ya que estos se encuentran
fuertemente concentrados” (p. 56). Una investigación de 2009 citada en el informe
reporta que “una docena de familias dominan los medios electrónicos, controlando
todas las emisoras de televisión y casi todas las de radio, y dos grupos de negocios
constituidos por nueve familias controlan todos los periódicos de la nación y el 99% de
la circulación”.

La segunda tendencia que preocupa a la CICIG es “el establecimiento o la compra de


medios de comunicación por parte de líderes políticos para convertirlos, de hecho, en
instrumentos de sus estrategias de comunicación y propaganda. La concentración de
los medios y los vínculos de los políticos con estos han producido relaciones complejas
que, en muchos casos, generan conflictos de intereses.”.

Un estudio de 2013 citado en el informe reporta que “en un estudio de percepciones


sobre Libertad de Expresión desarrollado por el Centro Civitas, las y los periodistas
participantes denunciaron que crece el problema de concentración de medios en los
canales de televisión por cable, pues determinados políticos, entre los que figuran por
ejemplo dos ex-candidatos presidenciales han adquirido ya varios y se acrecienta con
ello un problema de censura”.

A esto se suma la tendencia de usar los medios de comunicación para transmitir


propaganda sin tener que reportar los gastos relevantes al Tribunal Supremo Electoral
(TSE), que supuestamente monitorea los gastos de los partidos políticos y sanciona los
gastos que superan los permitidos por la ley. Es cada vez más difícil monitorear los
medios y los partidos, como los partidos usan cada vez más medios locales, regionales
e internacionales, y “algunos noticieros de televisión disfrazan anuncios de los
candidatos como noticias”. “Se trata de centenares de empresas que transmiten varias
horas al día la publicidad y los infomerciales de los líderes políticos locales”. Por todo
esto, las auditorías del TSE y los estudios privados de Acción Ciudadana “solo
contemplan una muestra” de los gastos de los partidos en los medios y la publicidad
gratuita que se da.
En estos finales de siglo, la relación entre medios y partidos políticos se hace cada vez
más profunda.

En primer lugar porque hay una creciente dependencia del público hacia los medios,
tengo como para conocer hechos como para generar opiniones. Esto, en que la
sociedad se complejiza y que se dificulta la posibilidad real de conocer lo que sucede
por vía directa. Además, la fuerza tecnológica y el alcance de los medios también
crecen, ampliando cada vez más los límites de acción y decisión de las otras personas.

No basta con tener una opinión con lo que sucede en la sociedad, es necesario tener
una opinión y establecer comparaciones con hechos de lugares muy remotos.

Los medios de comunicación y el financiamiento indirecto de la política: Tomando


en cuenta estas tendencias debe considerarse, además, que desde los medios de
comunicación puede realizarse una suerte de financiamiento indirecto de la política a
través de ceder espacios para «infomerciales» disfrazados de notas periodísticas en
los noticieros televisivos y radiales; posicionar a líderes políticos y vetar a otros en la
cobertura noticiosa; y pactar tarifas diferenciadas por tiempo de aire.

Tipos de financiamiento político ilícito en torno a la obra pública:

a) Constructores aglutinados en asociaciones influyen a través del financiamiento


político y sobornos en posiciones estratégicas en el CIV y/o en el Congreso, lo que les
permite incidir en la adjudicación de nuevas obras y/o en el mantenimiento de la red
vial.

b) Redes político-económicas ilícitas construidas alrededor de diputados y/o alcaldes


que articulan redes de constructoras y ONG´s a las que canalizan obras públicas
permiten el enriquecimiento ilícito de sus integrantes, así como el financiamiento de
campañas electorales.

c) Estructuras articuladas desde empresas constructoras que financian campañas


electorales para obtener a posteriori la adjudicación de obras públicas.

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