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¿QUE ES LA FAMILIA?
Minuchin y Fishman definen a la familia como “un grupo natural que en el tiempo ha
elaborado pautas de integración. Estas pautas se conoce con el nombre de estructura
familiar, la cual rige a la vez el funcionamiento de sus miembros, además de definir su
diveridad de conductas y facilitar su interaccion reciproca. La familia, necesita de una
organización para desempeñar sus tareas esenciales
Nathan Ackerman utiliza el concepto de “organismo familiar” sugiere que tienen una
historia natural de vida que le es propia misma que inicia con un periodo de
germinación, es decir, con una etapa de noviazgo, en donde los futuros cónyuges
llegan a conocerse y a establecer el conjunto de creencias, mitos, valores y reglas
futuras que gobernara su propia familia (que ahora esta en proceso de formación). Le
sigue la etapa de surgimiento de lo que llegara construir la nueva familia nuclear, es
decir, el establecimiento de la pareja como base de una nueva familia.
Con el nacimiento de los hijos surge una etapa de crecimiento y desarrollo dentro de
esta entidad, se torna imperativo que la familia desarrolle la capacidad de adaptarse al
constante cambio requerido, a fin de que perdure el buen funcionamiento. Por ultimo,
los padres comienzan a quedarse solos, originando una declinación de lo que
constituyo la antigua familia, para dar lugar a la creación de nuevos grupos familiares.
La familia puede tener mayor o menor grado de éxito en lograr el crecimiento de sus
miembros, de acuerdo con su capacidad para alcanzar y regular un equilibrio apropiado
de sus funciones básicas. El equilibrio de las funciones familiares se manifiesta cuando
esta se centra en alguna función, al tiempo que otras se anquilosan, o bien, se
distorsionan.
Sussman clasifica las diversas estructuras familiares en distintas culturas: 1.- Familia
nuclear tradicional, 2.- Familia compuesta solo por la pareja, 3.- Familia con solo un
progenitor, 4.- Familia de tres generaciones, 5.- Persona que vive solo, 6.- Matrimonio
en edad avanzada, Familia extensa, Familia con una segunda carrera profesional, 7.-
Familia reconstituida.
La pluralidad de formas que las familias llegan a adoptar, cada una de ellas, asi como
sus diversas crisis, solo podrán ser comprendidas en el contexto socioeconómico y
cultural en el cual encuentran inmersas.
La familia “típica” o “ideal” adopta múltiples formas dentro de la sociedad, las cuales se
basan en los valores aceptados por la cultura específica de dicha sociedad. El termino
“familia funcional” es intercambiado por términos como familia “sana”, “típica”,
“adecuada” o “normal”.
- Normalidad como proceso: Los individuos más sanos tienen mayor variedad de
técnicas para afrontar los problemas, utilizan estrategias más adaptativos y muestran
mayor flexibilidad al tratar con eventos de su vida interna y externa.
Jackson nos habla que una familia normal como en todas existe los problemas, pero lo
que hace que sean funcionales es que no se paralicen ante los mismos.
Riskin nos dice que las diferencias entre una familia normal y una disfuncional son las
estrategias para resolver problemas, clima emocional de la familia, capacidad para el
cambio, capacidad para equilibrar la proximidad y la distancia en las relaciones
intrafamiliares y la formación de fronteras generacionales funcionales; hay que tomar
en cuenta que los contextos socioeconómicos, culturales y comunitarios de las familias
se deben tomar al evaluar lo que se denomina funcional, sano o normal.
Para Satir, una familia funcional es aquella donde se trata de enviar la menor cantidad
de mensajes encubiertos, lo que hace proclive una comunicación clara y directa, misma
que favorece la resolución de problemas, permite la internalización y logra desarrollar
un equilibrio entre la proximidad y la distancia, haciendo posible la individuación
conexa.
Beavers nos presenta un listado de condiciones que permiten considerar a una familia
como sana: debe tener un sistema común de valores, una preocupación reciproca con
la capacidad de trazar limites y consolidar la independencia individual, promover la
expresión de sentimientos para favorecer la clase de interacciones que tienden a
clarificar la atmosfera y generar soluciones, la voluntad de confiar y aceptar a las
personas tanto adentro como afuera de la familia y por ultimo, la oportunidad de dialogo
para que se propicie la imparcialidad, la justicia y la reconciliación.
Una vez que la familia es percibida como un sistema interaccional puede ser
constituida por un conjunto de seres humanos que se comunican entre sí, con objeto
de definir la naturaleza de su relación a través de reglas; éstas definen quien participa
con quien, además de cómo lo hacen y son conocidas como limites o fronteras. Para
que haya un adecuado funcionamiento familiar los límites deben ser claros en donde,
permitan desarrollar las funciones individuales sin interferencias de los demás
miembros, al mismo tiempo que regulan el contacto de los integrantes del sistema,
logrando de este modo una individuación de la persona sin perder su pertenencia al
grupo.
Munchin nos dice que una familia “normal” constantemente enfrentará problemas
impuesto por factores externos, pero su capacidad para trazar limites claros, tanto entre
sus miembros como con la sociedad en general, le permitirá adaptarse, transformando
sus estructuras anteriores en otras más flexibles que le permitan el cambio.
Se espera que los padres conozcan las necesidades de desarrollo de sus hijos y
puedan explicarles las reglas que imponen, las cuales contribuirán a estimular los
derechos y obligaciones que el niño necesita para desarrollarse con autonomía.
Mediante las relaciones familiares los hijos aprenden a relacionarse con distintos tipos
de poder, aunque siempre deberán tener claro que sus padres son quienes tienen la
autoridad y la responsabilidad de guiarlos mediante reglas y normas adecuadas para
su crecimiento y desarrollo.
La claridad de los límites del sistema familiar es un parámetro útil para evaluar el
funcionamiento de la familia. Estas reglas que demarcan dónde, cuándo y en qué
condiciones determinado miembro del grupo se comporta de una u otra manera,
constituyen lo que se denomina como limites individuales. Cuando estos se delinean
entre la familia y el exterior, se les conoce como limites externos; estos están
determinados por la distancia interaccional que manifiesten los miembros de la familia
hacia otros.
-Fronteras entre subsistemas. Son aquellas que se establecen entre padres e hijos,
padres y abuelos. Lo difuso seria que puede impedir la realización adecuada de las
funciones especificas de cada subsistema. Y si estos límites se cierra, obstaculizarán el
apoyo y el respaldo muto entre padres, hijos o abuelos.
Cada uno de estos límites o fronteras son clasificados de tres maneras: cerrados,
claros o difusos. Los difusos implican un exceso de interacción o intromisión
disfuncional entre los subsistemas o sus integrantes. Cuando son cerrados indican un
déficit de interacción o una distancia física o emocional misma que los empobrece y
aísla. Cuando los límites son claros indican un funcionamiento adecuado o la cercanía
que propicia el desarrollo óptimo de sus integrantes.
Una jerarquía familiar clara constituye un requisito indispensable para el adecuado
funcionamiento de la familia. Esto implica que no deberían existir diferencias
jerárquicas entre individuos de la misma generación. La inversión de los roles entre
padres e hijos, conocida como parentalización, o cualquier otro patrón jerárquico
confuso, invertido o poco claro se considera como disfuncional o inadecuado.
Para que exista un adecuado funcionamiento familiar debe existir una clara jerarquía,
entendida como el grado de autoridad o influencia que tiene un miembro sobre la
conducta de los demás componentes del sistema.
Parsons nos dice que cada integrante de la familia tiene un rol específico, tanto por las
funciones instrumentales como por las afectivas que le son asignadas por los demás
miembros del sistema familiar.
La comunicación “funcional” dentro de la familia es aquella en que los mensajes que los
miembros de la misma se envían entre si han de enunciarse con claridad. La conducta
correspondiente con dichas comunicaciones es coherente con el mensaje emitido;
existe, pues, una diferencia minima entre los sentimientos manifestados y los mensajes
comunicados.
Jackson afirmaba que la familia es un sistema regido por reglas; en el cual sus
miembros se comportan entre sí de una manera reiterada y organizada.
Las reglas de la familia parecen funcionar como si fueran leyes; estas prescriben y
limitan las conductas de los individuos en una amplia variedad de esferas de contenido.
Muchas veces, los propios individuos parecen no encontrarse conscientes de las
limitaciones que estas reglas les imponen.
Los mitos familiares actúan como mecanismos protectores y de defensa dentro del
grupo familiar. Estos últimos salen a relucir cuando los miembros de la familia
distorsionan la realidad para evitar el dolor y conflicto, así como negar, racionalizar u
ocultar lo que se ha hecho los uno a los otros. Los mecanismos de protección
desempeñan una función en la interacción de la familia con el mundo exterior y se usan
para mantener alejados a los intrusos.
Una alianza es una afinidad positiva entre dos o más miembros del sistema familiar es
potencialmente neutra. Una coalición es una cercanía entre dos personas que surge
con la finalidad de oponerse a otra parte del sistema o a un miembro de la misma.
Wynne postulo que el alineamiento, es decir, la alianza entre dos o más personas,
tiende de manera automática a separarlas de los demás integrantes del sistema.
Capitulo: 4
Si una enfermedad leve puede hacer que un individuo y su familia entren crisis, cuanto más
podrá desequilibrarla el conocer que uno de sus miembros padece una enfermedad crónica.
“La enfermedad crónica es un padecimiento cuyo desarrollo se prolonga a través del tiempo,
causando un continuo deterioro físico, mental, o ambos, en el individuo que la padece,
llevándolo incluso a la muerte”.
Cuando una familia se entera de que uno de sus miembros sufre de una enfermedad crónica y
posiblemente mortal, responde al choque a través de una serie de etapas que van desde, la
negación hasta la aceptación.
1.- Etapa es la negación: se puede definir como el rechazo de una parte o de todo el significado
de un evento, con el propósito de minimizar el dolor y la ansiedad.
2.- Etapa caracterizada por sentimientos tales como enojo, ira, resentimiento y coraje. Esta es
una etapa difícil de manejar ya que el paciente y su familia demuestran sentimientos negativos.
Por otra parte, si esta fase llega a reconocerse y el paciente se siente aceptado y entendido en
cuanto a lo que está pasando, su enojo disminuirá, pues se sentirá amado y respetado. Algo
similar ocurrirá con los otros miembros del sistema familiar.
3.- Etapa de “regateo” o “pacto”, es decir, todos o algunos de los miembros del sistema familiar
llegan a prometer algo “muy significativo” a cambio de obtener la curación o la prolongación de
la vida del miembro enfermo.
4.- Etapa de la depresión, se pueden identificar plenamente dos aéreas a través de las cuales
se explica este estado de ánimo en el individuo enfermo:
a) La carga emocional y económica que el paciente siente que llega a ser para su familia
Esta primera dimensión del patrón de enfermedad puede variar en términos de su inicio (agudo
o gradual), curso (progresivo, constante o episódico), pronostico (fatal o tan solo una
disminución de la expectativa de vida, o bien, puede ser un caso de muerte súbita o carente
totalmente de efecto sobre la longevidad), así como con el grado de incapacidad que pueda
llegar a ocasionar en el individuo que la padece (ninguna, leve, moderada o severa).
La fase crisis inicial comprende cualquier periodo sintomático anterior al diagnostico, así como
el periodo inicial de ajuste y adaptación luego de que se confirma la enfermedad y se inicia el
tratamiento.
- Aprender a manejar el posible dolor, incapacidad o cualquier otro síntoma relacionado con la
enfermedad
-Crear un significado para la enfermedad que incremente el sentido de competencia, aso como
su mejor comprensión, al mismo tiempo que permita el duelo por la identidad perdida, pues
esta modifica a partir del diagnostico.
Fase crónica el paciente como su familia deben aprender a vivir “día a día” con la enfermedad.
Fase terminal; la familia entra en un proceso que le hace sentir dos tipos de diferentes de
emociones al anticipar la muerte de un ser amado. La primera la tristeza de la separación o
distanciamiento, no necesariamente físico, pero si intrapsiquico, alejándose y despidiéndose
emocionalmente del enfermo. La segunda es la tristeza porque la “familia" que hasta entonces
había conformado, ya no existirá mas.
Seaburn y colaboradores encontraron que tanto el enfermo crónico como su familia necesitan
darle un sentido a la enfermedad. El significado que lo atribuye se podrá encontrar en la historia
que ellos mismo crean y dicen acerca del padecimiento; dicho trasfondo lo desarrollaran a
través del concepto de enfermedad que les ha sido transmitido por varias generaciones.
El sentido de una enfermedad para el paciente y su familia está construido sobre una base
social que les permite funcionar, comportarse y adaptarse.
Debido a que la enfermedad es parte de un individuo y este es parte de una familia resulta
necesario pensar simultáneamente acerca de la interacción entre el individuo y su desarrollo
familiar.
En general, las enfermedades crónicas ejercen una fuerza centrípeta sobre el individuo y su
organización familiar. Esto se debe a que los síntomas, las posibles incapacidades, el
intercambio de roles funcionales, afectivos, o ambos, y el miedo a la muerte presionan a los
integrantes de la familia cercana.
Las enfermedades congénitas, así como los trastornos hereditarios en niños, producen fuerzas
de alta cohesión entre los miembros del sistema familiar, esto es debido a que tales
padecimientos ponen en juego tanto el sistema de creencias de la familia como la historia
transgeneracional de la herencia de la enfermedad.
Mientras más funcional sea una familia, contara con mas recursos para manejar el diagnostico
de una enfermedad crónica que amenaza la vida de alguno de sus integrantes. Valorar una
serie de aspectos como la capacidad de autonomía de los diferentes miembros, la existencia o
no de limites generacionales claros, el estilo de comunicación, la capacidad o dificultad de la
familia para expresar sus afectos de manera clara y directa, así como si existe un sistema
abierto que permita la entrada y salida de información al igual que la creación de relaciones
nuevas y, finalmente, su habilidad para resolver problemas y conflictos.
Es importante mencionar que tanto la familia como quienes brinden su ayuda al enfermo se
cuiden en no convertirse en “rescatadores”, actitud que no favorece ni al paciente ni a los
integrantes de la red de apoyo.