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Anuario de Sexología © Anuario de Sexología A.E.P.S.


2000 Nº 6, 127-141 ISSN:1137-0963

TRANSEXUALIDAD:
UNA REVISIÓN DEL ESTADO ACTUAL DEL TEMA
Mercedes García Ruiz *, Ricardo de Dios del Valle **

La transexualidad es un fenómeno que ha puesto en entredicho los conocimientos actuales


sobre el proceso de sexuación del ser humano y más concretamente sobre la identidad sexual.
A lo largo de este artículo pretendemos exponer una revisión de los conocimientos actuales
sobre el tema, incluyendo desde una perspectiva histórica, hasta una definición del problema,
así como los intentos de explicar las causas de la transexualidad, cómo diagnosticarla y que
ofertas terapéuticas existen en la actualidad. Creemos que este tema es de gran interés para
los sexólogos ya que puede ser una problemática a la que enfrentarse en la práctica clínica
diaria y, por otro lado, sigue constituyendo un reto para la investigación en el campo de la
sexología.
Palabras clave: Transexualidad, revisión, sexología.

TRANSEXUALISM: AN ACTUALITY REVIEW


Transexualism is a phenomenum that has moved the actual knowlegments about the sexua-
tion process in human being, and, especially, about the sexual identity. The aim of this arti-
cle is to review the actual knowlegments about this concern incluiding the history, the con-
cept of this problem, and some explanations about the transexualism´s causes, how to diagnose
it and the actual treatments. Authors know the interest of this concern for sexologists becau-
ses this can be a problem in the daily practice. However this is a challenge for research in
sexology.
Keywords: Transexualism, review, sexology.

La transexualidad en la historia inglesa, que a su muerte proclamó que era una


Friedreich (1830) ya describía el caso de mujer. Otro caso notorio fue el de William
hombres que tenían la “ilusión” de ser muje- Sharp (1855-1905), que en la última década
res. Esquirol (1845), Westphal (1869) y Krafft- de su vida se hizo llamar “Fiona MacLeod”,
Ebing (1884) describieron fenómenos que y comenzó a escribir con este nombre dando
tenían algunos aspectos de la transexualidad. a conocer su verdadera identidad a su muer-
Marcusse en 1916 describe un tipo de inver- te. La doctora Mary Walker sirvió en el ejér-
sión psicosexual que se caracterizaba por bus- cito de los Estados Unidos en la guerra civil
car un cambio de sexo. En 1931, Abraham des- y reclamó en el Congreso el derecho a llevar
cribe el primer caso de un paciente sobre el pantalones, sufriendo gran exclusión social
que se realiza una intervención quirúrgica de por vestirse con el traje masculino. Charles
reasignación de sexo. El término fue utiliza- Durkee Pankhurst conducía diligencias entre
do en primer lugar por Cauldwell en 1950 y ciudades del oeste americano a finales del siglo
popularizado por Harry Benjamin durante los XIX; a su muerte se supo que era una mujer.
años sesenta. Pero ya tenemos referencias ante- Havelock Ellis recogió también diversos ejem-
riores de personas transexuales. Así, James plos de transexuales femeninas. Estos casos y
Barry (1795-1865), cirujano de la Armada muchos otros existentes en la literatura de todo

* Sexóloga. Psicóloga.
C/Las Eras 16. San Claudio. 33191 Oviedo. E-mail: mgarcia@correo.cop.es
** Sexólogo. Médico.
C/Avda Torrelavega 62-3º G. 33010 Oviedo. E-mail: ricardodios@jazzfree.com
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el mundo nos demuestran que la transexuali- de Nueva York y poco antes de ese simposio
dad ya existía mucho antes de que la cirugía (publicado en 1954) fue consagrado el traves-
permitiese el cambio de sexo. No debemos tismo y el transexualismo por Harry Benjamin
olvidar que en los casos expuestos anterior- (1953) quien había publicado el primer artícu-
mente y en otros descritos en la literatura no lo sobre el transexualismo “Travestism and
se puede diferenciar fácilmente la transexua- Transexualism” en la revista International
lidad y el travestismo. Muchas personas se Journal of Sexology. A partir de esta utilización
atrevieron a vivir como personas de otro sexo se impone el término.
sin cirugía de reasignación y sin otras ayudas H. Benjamin (1966) publica “The Tran-
terapéuticas, intentando ser felices, aunque sexual Phenomenon” donde escribe:
viviendo siempre con el miedo a ser descu- “Los verdaderos transexuales sienten que
biertos (Bullough, V., 1998). pertenecen al otro sexo, desean ser y funcio-
nar como miembros del sexo opuesto, y no
¿Qué entendemos por transexualidad? solamente parecer como tales. Para ellos sus
El término travestismo se debe a Hirschfeld órganos sexuales primarios (testículos), lo mis-
que publica en 1910 “Die travestitm: eina mo que los secundarios (pene y el resto), son
untersuchung über den erostischen Verkleu- deformidades desagradables que el bisturí del
dungstrieb mit urmfangreichmen easmistis- cirujano puede cambiar seguramente por los
chem und historischmen material” (Los tra- grandes progresos recientes de la endocrino-
vestís: una investigación sobre la pulsión logía y de las técnicas quirúrgicas”.
erótica de transvestirse). Benjamin se va a referir fundamentalmen-
Magnus Hirschfeld (1923) utilizó el tér- te al transexualismo del varón. Alby (1956) se
mino “Elischer Transsexualisms”, transexua- refiere también al transexualismo de la hem-
lismo psíquico, transexualismo del alma, dis- bra e introduce el término “error de la natura-
tinguiéndolo de la corporeidad ginandromorfa leza” que a menudo es utilizado por los y las
en la intersexualidad en su obra sobre “Estados transexuales: “Más a menudo, hombres que
intersexuales. La mujer masculina y el hom- mujeres, esos sujetos normalmente constitui-
bre femenino”. dos, tienen el sentimiento de pertenecer al sexo
El término transexual aparece por primera opuesto y demandan una transformación mor-
vez en la literatura profesional en el trabajo de fológica por medio de la cirugía plástica y la
Hirschfeld (1923). En éste todavía no se había administración de hormonas, para corregir lo
hecho una distinción entre travestismo, homo- que consideran como un error de la naturale-
sexualidad afeminada y transexualismo. za”.
Es a comienzos de los años 40 cuando el Hasta 1962, los artículos que se refieren al
término se empieza a usar en sentido moder- transexualismo se clasificaban bajo la rúbrica de
no, para señalar a individuos que desean vivir Sexual Desviation, después Sex Desviation, y a
(o viven actualmente) de manera permanente partir de 1963, bajo la rúbrica de Transvestismo.
en el papel social del género opuesto y a quie- La rúbrica Transexualidad apareció en 1968.
nes desean ser sometidos a reasignación de Para que el término se impusiese pasaron quin-
sexo (Cauldwell, 1949). Cauldwell (1949) ce años, después de la invención del mismo
publicó en “Sexology” un artículo titulado por Benjamin.
“Psychopathia transexualis”, término cons- Stoller (1968) publica “Sex of Gender” en
truido según el modelo de Psychopathia su volumen I: “El transexualismo es la con-
Sexualys de Kraft Ebing. vicción de un sujeto biológicamente normal,
La primera conferencia en la que el término de pertenecer al otro sexo. En el adulto, a esta
“transexualismo” se utilizó tuvo lugar el 18 de creencia le acompaña, en nuestros días, la
diciembre de 1953 en la Academia de Medicina demanda de intervención quirúrgica y endo-
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crinológica para modificar la apariencia anató- y persistente con el otro sexo o sentimiento de
mica en el sentido del otro sexo”. Sobre esta inadecuación con su rol. La alteración no coe-
convicción Stoller añade que es permanente e xiste con una enfermedad intersexual. La alte-
inquebrantable. ración provoca malestar clínicamente signifi-
Person y Ovesey (1974) dan una definición cativo o deterioro social, laboral o de otras áreas
breve, refiriéndose a la resolución o al deseo importantes de la actividad del individuo.
de reasignación del sexo por medio de las hor- En estos individuos, la identificación de
monas y la cirugía: “Definiríamos el transe- género, pero no el rol de género, puede estar
xualismo como la resolución o el deseo de rea- en oposición a su sexo de asignación.
signación del sexo por medio de hormonas y En el sistema de Clasificación de Enferme-
cirugía en las personas biológicamente nor- dades Psiquiátricas, el transexualismo apare-
males”. Introducen así una distinción entre la ció en 1980 (DSM III, 1980). En la versión
transexualidad primaria y secundaria. más reciente el término “transexualismo” se
Basándose en estudios sobre hermafrodi- abandonó y en su lugar se usa el término
tismo, Money (1994) propuso un concepto Desorden de Identidad de Género (DIG).
bivalente considerando los aspectos de la
identidad de género/rol de género. Según Prevalencia de la transexualidad
Money, rol de género es la manifestación La prevalencia de la transexualidad en per-
pública de la identidad de género. El transe- sonas mayores de 15 años está basada en el
xualismo sería entonces resultado de una número de transexuales que han sido tratados
incongruencia entre el sexo asignado y el en los centros más importantes. Este número
ambivalente concepto de identidad de géne- varía según el estudio. Así se han aportado
ro/rol de género. Por otra parte en los tran- datos de prevalencias de 1:100.000 en varones
sexuales, el rol de género está al mismo tiem- y de 1:400.000 en mujeres en un estudio rea-
po seriamente bloqueado. lizado en USA en 1968. En estudios más
En el DSM III (1980), entre los Trastornos recientes como los realizados en Holanda
Psicosexuales, los trastornos de la Identidad (1990) se muestra una prevalencia de 1:11.900
Sexual se caracterizan porque el individuo tie- varones y 1:30.400 mujeres. El hecho de que
ne sentimientos de malestar e inadecuación estudios más recientes muestren prevalencias
sobre su sexo anatómico, así como conductas cada vez mayores se podría explicar por la difi-
persistentes, generalmente asociadas al sexo cultad para la reasignación de sexo existente en
contrario. Como categoría diagnóstica el tran- los años 70 y 80 o el estigma social que conlle-
sexualismo se refiere a un sentimiento persis- vaba en aquella época. Otro elemento que pue-
tente de malestar y de inadecuación respecto de explicar las diferencias es la diferente meto-
al propio sexo anatómico y un deseo persis- dología utilizada en los diversos estudios. El
tente de liberarse de los propios genitales y de DSM-IV sugiere una prevalencia del 1:30.000
vivir como miembro del otro sexo. en varones y 1:100.000 en mujeres. La inci-
En el DSM IV (1995) aparecen como sec- dencia de la transexualidad se estima entorno
ción los trastornos sexuales y de la Identidad a 0.15 por cada 100.000 personas y año
Sexual caracterizándose por una identificación (Landén, M., Walinder, J. y Lundström, B.
intensa y persistente con el otro sexo, acom- 1996).
pañándose de malestar persistente por el pro-
pio sexo. ¿A qué se debe la transexualidad?
El CIE–10 (1992) define tres trastornos dife-
rentes: trastorno de la identidad sexual en la Factores biológicos
infancia, travestismo de rol doble y transexua- El proceso de diferenciación sexual no se
lismo que se refiere a la identificación acusada acaba con la formación de los genitales exter-
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nos, a pesar de ser éste el criterio para asignar una identidad femenina no desarrollaron pro-
el sexo al recién nacido, sino que también otros blemas de identidad, aunque mostraban gran
órganos de la anatomía humana sufrirán el pro- interés por juegos activos y un elevado gasto
ceso de diferenciación sexual. Sin duda, entre de energía (Money y Schwartz, 1977). En la
ellos el más importante es el cerebro. Una dife- mayoría de los casos no tuvieron ningún pro-
renciación sexual del cerebro como hombre blema de identidad sexual (Cohen, P. y
ocurre en presencia de suficientes niveles de Gooren, L., 1999). Otros casos estudiados fue-
testosterona durante el período crítico de dife- ron los de hombres expuestos durante su ges-
renciación sexual cerebral mientras que en tación a progestágenos y a estrógenos, como
ausencia de la misma se diferencia hacia hem- el dietil-estilbestrol, fármaco utilizado entre
bra. En estudios con animales se observó que los años 1940 y 1970 con objeto de evitar abor-
la presencia o ausencia de testosterona influía tos accidentales. Algunos estudios como los
en la morfología de ciertos núcleos cerebrales de Kester, Green, Finch y Williams (1980)
(Arnold et al. 1984; Breedlove, 1994; apuntaban que los varones expuestos a estas
McEwen, 1981). Otro efecto de la testostero- sustancias presentaban una gran incidencia de
na es que anula la capacidad de respuesta de problemas de identidad u orientación sexual.
la hormona LH para responder a un estímulo Estos datos no se confirmaron en el segui-
estrogénico. miento de hombres expuestos a estas sustan-
Las hipótesis que pretendían explicar la cias (Coleman, E. Gooren, L. y Ross, M.,
causa de la transexualidad desde la perspecti- 1998). Otros casos estudiados fueron los de
va biológica se basaban todas ellas en una idea individuos que padecían el déficit de la 5-alfa-
común, la supuesta discordancia entre la dife- reductasa, individuos que habían nacido con
renciación sexual de los genitales y del cere- genitales externos femeninos y habían sido
bro, pensando que el cerebro era el sustrato educados como niñas; en la pubertad no se pro-
anatómico de la identidad sexual. La investi- dujo la telarquia (desarrollo de las mamas) y
gación biomédica en este sentido se ha cen- el clítoris se agrandó mucho hasta parecerse a
trado en tres direcciones principales: un pene; también ganaron masa muscular y la
voz se hizo más grave. En este síndrome la tes-
• Identidad de género en personas con una tosterona no se puede transformar en dihidro-
historia endocrinológica anormal durante la testosterona, la cual es responsable de la dife-
gestación (exceso de andrógenos en hembras renciación de los genitales en dirección
o escasez de los mismos en machos). Dentro masculina; los genitales internos y cerebro son
de esta línea de investigación se estudiaron sensibles a la testosterona. Estos individuos al
individuos XX que habían padecido una hiper- llegar a la pubertad asumieron sin dificultad
plasia adrenal congénita, enfermedad que pro- la identidad de género masculina cuando sus
voca la existencia de niveles altos de andró- cuerpos se virilizaron (Wilson, J., Griffin, J.
genos durante la gestación. Se pensó que estos y Russel, D.; 1993., Levay, S., 1993).
individuos sometidos a altos niveles de tes-
tosterona tendrían un desarrollo de identidad • El tipo de respuesta de la LH al estímu-
sexual de varón, incluso habiendo sido edu- lo estrogénico. Analizado en los trabajos con
cados como niñas. Muy pocos casos se han mamíferos inferiores y en un trabajo realiza-
encontrado en los que haya ocurrido esto do por Dörner et al. en 1975. Se creía que la
(Meyer-Bahlburg, 1993) y suele ser en indi- regulación neuroendocrina de la LH era un
viduos con ambigüedad genital que se han indicador seguro de la diferenciación sexual
identificado como niños al nacimiento y desa- del cerebro. Se pensó que en los transexuales
rrollaron una identidad masculina acorde al de hombre a mujer tendría una respuesta que
sexo asignado. Las niñas a las que se les asignó se asemejase a lo que ocurre en las mujeres,
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es decir, una elevación de la LH tras la esti- por razones médicas no se encontró el BSTc
mulación estrógenica, como consecuencia de más pequeño, indicándonos que las diferen-
una exposición prenatal a niveles desajusta- cias no han sido debidas al tratamiento hor-
dos de esteroides sexuales y se esperaba que monal ni a otros factores como edad u orqui-
ocurriese lo contrario en los transexuales de dectomía (Zhou, J., Hofman, M., Gooren, L.
mujer a hombre (Cohen-Kettenis, P. y Gooren, y Swaab, D., 1995).
L., 1999). Estudios posteriores (Gooren, 1986) No existen evidencias definitivas sobre el ori-
demostraron que en transexuales de hombre a gen biológico de la transexualidad; los últimos
mujer tenía una respuesta similar a hombres estudios sobre la morfología de los núcleos cere-
heterosexuales y que después de la realización brales realizados por Zhou aportan una esperanza
de la orquidectomía y tratamiento con estró- de llegar a conocer algo más sobre las causas de
genos mostraban un cambio en la respuesta la transexualidad.
(Coleman, E., Gooren, L. y Ross, M., 1998).
Estos estudios nos indican que la respuesta de Factores Psicológicos
la LH a los estímulos estrogénicos no viene Marañón (1930) señalaba que en los casos
determinada de forma definitiva por lo ocu- en los que el sexo declarado en el momento
rrido durante el período prenatal. era discordante con el sexo biológico en la ado-
lescencia, los factores ambientales, especial-
• La morfología de los núcleos cerebrales. mente los educativos, son determinantes para
La tercera línea de investigación desarrollada la psique del sujeto. De este modo, prefigura
se centró en la localización de núcleos cere- la idea de que el sexo de asignación prevale-
brales sexualmente dimórficos con respecto a ce sobre el sexo biológico e introduce en el
su tamaño o forma. Los núcleos sexualmente hermafroditismo una ruptura entre lo dado cor-
dimórficos son: el núcleo del área preóptica poral y lo adquirido psíquico. Por otra parte,
del hipotálamo, el SDN-POA, dos grupos celu- la noción de “cambio de sexo” aparece para
lares del hipotálamo anterior (INAH-2, INAH- clarificar prácticas médicas quirúrgicas hasta
3) y una parte del componente postero-medial ese momento carentes de nombre.
del núcleo que hace de lecho de la estría ter- Money (1955) y sus colaboradores psi-
minalis (BNST-dspm), el núcleo supra- quiatras en el Hospital de Baltimore, afirman,
quiasmático (SCN), y la subdivisión central a partir de setenta y seis casos de intersexua-
del núcleo denominado lecho de la estría ter- lidad, que el género de un sujeto se fija defi-
minalis (BSTc). Estas diferencias sexuales son nitivamente en la edad límite de dos años y
sugestivas para subrayar las diferencias sexua- medio. La fijación de la identidad de género
les en la identidad de género, en la reproduc- permite justificar la elección de la modifica-
ción y en la orientación sexual (Cohen, P. y ción del cuerpo de los transexuales ya que apa-
Gooren, L., 1999). El estudio que más luz apor- rece como más maleable que la psiquis.
ta sobre la posible existencia de núcleos Para Harry Benjamin (1967) el transexual
sexualmente dimórficos como causa de la tran- tiene un problema de género definido como
sexualidad es el que realizó Zhou, en el que “la armonía y la uniformidad de la enferme-
encontró en seis transexuales de hombre a dad psicosexual” se origina en la psiquis, en
mujer que el BSTc era más pequeño que en oposición a lo morfológico denominado sexo.
los varones biológicos y coincidía con el ran- Las opciones de Benjamin sobre las causas y
go del tamaño que tiene en las mujeres. Zhou el tratamiento del transexualismo son relati-
et al. fueron los primeros que demostraron una vamente simples. Ninguna explicación de tipo
estructra cerebral femenina en transexuales psicológico le convence y en su opinión el tran-
genéticamente varones. En personas no tran- sexualismo sólo puede ser una perturbación
sexuales que han estado tomando estrógenos constitucional (genética u hormonal) cuyas
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modalidades aún no han sido descubiertas: ambigüedad de las expectativas paternas fren-
señala que no es posible encontrar constantes te a la masculinidad o la feminidad de sus
etiológicas, en los relatos de los numerosos hijos-as”. Todas estas actitudes y sin duda otras
transexuales. agregadas a una predisposición hormonal pue-
Para Money (1977) el elemento central está den producir transposiciones de género.
en la “secuencia de la diferenciación” que Stoller (1968), marca el desarrollo del con-
comienza con el dimorfismo de los cromoso- cepto de transexualismo y de la práctica del
mas sexuales y prosigue con la diferenciación “cambio de sexo” desde finales de los 60 has-
de los órganos reproductores internos y luego ta la actualidad. Para Stoller el sexo y el géne-
de los órganos genitales externos que conlle- ro siguen estando vinculados por una relación
van una asignación diferencial del sexo en el determinista a través de la diferenciación
nacimiento, luego del sexo de educación (iden- sexual probable del cerebro. Distingue tran-
tidad/ rol de género infantil), la diferenciación sexualismo primario, caracterizado por una
hormonal en la pubertad y, finalmente, la iden- ausencia casi total de deseos y de prácticas
tidad /rol de género en la edad adulta, que sexuales; en tanto que en el secundario, el
incluye especialmente comportamientos dife- deseo de cambiar de sexo se declara tardía-
renciados en materia de erotismo y amor. mente, tanto en los travestis heterosexuales
Money incluye elementos innatos, biológicos, como en los homosexuales afeminados.
y elementos adquiridos, sociales. La diferen- Stoller (1975) define, por lo tanto, el sín-
ciación sexual la plantea desde un ángulo inte- drome transexual a partir de una etiología
raccionista, donde las categorías biológica y específica y no acepta el “cambio de sexo” sal-
social pertenecen a un continuo. Otro concepto vo en el caso de los individuos que corres-
clave que plantea es el de periodo crítico (un ponden a la definición del transexualismo pri-
código interno se expresa en la medida en que mario. Para los varones esta etiología se
no sufre interferencias del entorno durante el articula esencialmente alrededor de un cierto
periodo crítico). El proceso de codificación estilo de relación con la madre: contacto cor-
implica una programación por parte de los poral muy frecuente e intenso entre la madre
padres, pero no se trata de un proceso pasivo, y el niño, extremada permisividad de la madre,
el niño es el que codifica. La diferenciación lo que acentúa y prolonga una unión en la que
se opera gracias a dos mecanismos: la identi- el niño y la madre son uno solo y que el padre,
ficación (comportarse como un miembro de pasivo y distante, no rompe.
su sexo) y la complementariedad (reaccionar Las madres se definen como bisexuales,
a los comportamientos de los miembros del es decir, al mismo tiempo femeninas y mari-
otro sexo por medio de comportamientos com- machos, en su comportamiento y en su aspec-
plementarios o recíprocos). Una discordancia to, con un sentimiento de neutralidad sexual
entre los estímulos emitidos por los padres es que se inscribe en un fondo depresivo.
una causa mayor de anomalía de la identidad Expresan un profundo sentimiento de vacío,
/rol de género. Plantea también que los tabúes vinculado con una relación también vacía con
que pesan sobre la sexualidad infantil impiden la propia madre, relación que no ha sido com-
que los niños “repitan” su rol sexual adulto. pensada por el padre. El padre del joven tran-
Money (1955) en el ámbito familiar alude sexual está “dinámicamente ausente”. En cuan-
a “una insuficiente estimulación táctil, dema- to al niño, se caracteriza por una belleza que,
siada proximidad personal, enfermedad o desde el nacimiento, favorece un mayor vín-
muerte de pariente, conflictos familiares en culo físico por parte de la madre y la fantasía
los que el niño es un peón, exploración atípi- de una feminidad natural de su hijo; muestra
ca, actividades o juegos sexuales de impacto un temperamento particularmente creativo y
demasiado espectacular, el equívoco o la “artístico”.
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Las hipótesis etiológicas de Stoller no dan Lothstein señala el carácter primitivo de


cuenta del transexualismo femenino. Se con- las defensas usadas por los transexuales (dene-
forma con postular un desarrollo simétrico gación, proyección, identificación proyectiva,
(ausencia de una simbiosis feliz entre la mujer descisión) como parte de la organización bor-
y la madre, impulso del padre a la masculini- delaine de su personalidad y signo de una falla
zación). fundamental en la estructura del yo.
Catherine Millot (1986) plantea que Stoller Para Lacan una de las claves para com-
en “Sex and Gender” hace del transexualismo prender la transexualidad consiste en la fór-
femenino un problema de identificación: resul- mula de la metáfora paterna. La relación de la
taría una especie de simbiosis con el padre. La madre con el niño se reduce a una relación
etiología sería de alguna manera inversa a la dual, en la que el niño está identificado al falo
del transexualismo en el varón. Stoller plan- que le falta a la madre. En virtud de esa iden-
tea que lo que masculiniza a la niña tal vez se tificación, el psicótico se ve feminizado, “Por
debe a una presencia excesiva del padre y una deber ser el falo –escribe Lacan– el paciente
ausencia excesiva de la madre. Así pues, se se consagra a volverse mujer”.
podría proponer la hipótesis de que el transe- El transexualismo puro dice Millot no con-
xualismo es mucho más raro en las niñas que lleva síntomas psicóticos en el sentido psi-
en los niños, porque es mucho más verosímil quiátrico del término. El síntoma transexual
que haya una madre excesivamente próxima, funcionaría como suplencia del nombre del
antes que una madre ausente y un padre exce- padre, en tanto que el transexual tiende a encar-
sivamente próximo. nar a la mujer.
Person y Ovesey (1973) formulan una crí- Safonan y Alby (1956) creen que el recha-
tica moderada y limitada a las concepciones zo transexual de la masculinidad es psicótico
de Stoller. Discuten la tesis según la cual la y que se trata de una psicosis sin delirio apa-
identidad femenina es el resultado de una rente. La castración está enquistada, no sim-
fusión prolongada con la madre. Sostienen, bolizada y aparece en lo real, lo que indica la
por el contrario, que estos sujetos construyen presencia del delirio y la psicosis.
una identidad sexual ambigua, en el marco de Según Green (1990), y en el marco de una
un deseo o de una fantasía de fusión, cuya fun- reflexión general sobre la bisexualidad psíqui-
ción es defensiva, frente a su angustia de sepa- ca, el desarrollo psicosexual y el narcisismo,
ración de la madre. la “psicososis transexual” constituye “la alie-
Para L. Lothstein (1977) el transexualis- nación sexual más extrema”. “El transexualis-
mo femenino es esencialmente una perturba- mo apunta a la expulsión, a la erradicación
ción del self system que refiere a la patología total del falso sexo real, para darle la mayor
del narcisismo y la personalidad bordelaine. existencia posible al verdadero sexo imagina-
Se arraiga en el periodo pre edípico y en la rio camuflado”. Esta paradoja del transexua-
dinámica familiar intergeneracional. La niña lismo proviene de que para Green existen
es designada por su familia, y especialmente “experiencias psicóticas normales”. La primi-
por su madre, para convertirse en transexual. tiva de esas experiencias y prototipo de todas
Esta actitud precoz de los padres obstaculiza sus relaciones de amor ulteriores, es la rela-
en la niña la formación de la imagen de sí mis- ción primitiva entre el lactante y la madre, y
ma, pero también la del Yo. Éste se identifica que constituye según Green una experiencia
con la visión de la feminidad propuesta por psicótica. Las opiniones de Green sobre el
sus padres y separa sus componentes bise- transexualismo se integran en una concepción
xuales en un ser femenino “absolutamente sobre la sexuación. El primer organizador, en
malo” y en un ser masculino “absolutamente el proceso de sexuación, es la atribución de
bueno”. género por parte de los padres. Las fantasías
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de los padres y sobre todo de la madre, así dios de carácter retrospectivo realizados en
como las del propio sujeto, se articulan por un transexuales adultos muestran diferencias en
lado, con la percepción que el sujeto tiene el tipo de crianza que han tenido en su infan-
sobre su propio cuerpo y al mismo tiempo del cia. Los transexuales de hombre a mujer carac-
género que se le atribuye, para crear un con- terizan a sus padres como menos emotivos,
flicto psíquico, que se expresa en la fantasía con más rechazo hacia ellos y dicen sentirse
de la escena primitiva, segundo organizador: más super controlados. Las transexuales de
este conflicto se refiere al sexo del individuo mujer a hombre señalan que ambos, tanto el
en tanto depende "de la manera en que es vivi- padre como la madre, las rechazaban y eran
do y percibido por su madre y su padre, de sus menos afectivos emocionalmente, aunque seña-
deseos convergentes o divergentes, de la laban que sus madres las super-protegían. La
manera en que se vive y se percibe a sí influencia de los padres, como factor que con-
mismo en deseos convergentes o divergentes. tribuye al desarrollo de una DIG, parece
Este conflicto se vincula tanto con el narcisis- encontrar algún apoyo en estos hallazgos. Es
mo del individuo como con sus pulsiones de concebible, mientras tanto, que las carac-
destrucción". terísticas ambientales, tales como el tipo de
En este marco teórico la “convicción tran- crianza, asociadas con una situación psicopa-
sexual” y la demanda de cambio de sexo sólo tológica de los padres, –a lo que se añade una
pueden comprenderse como un proceso. En constelación de factores familiares–, pueden
otros términos, la identidad sexual de los tran- encabezar algunos de los desórdenes de iden-
sexuales debe analizarse como una construc- tidad de género.
ción e, incluso, como una transformación, es
decir, que hay que tener en cuenta al mismo Diagnóstico
tiempo procesos primarios (la individuación) El diagnóstico de las alteraciones de la
y procesos secundarios (la sexuación y la diná- identidad sexual ha sufrido cambios drásticos
mica de las identificaciones). a lo largo de los últimos 30 años. Las prime-
Para la corriente etnometodológica (1950), ras descripciones de lo que se denominó una
el género o, mejor dicho, el hecho de que un indi- conducta sexual “incongruente” sin otras anor-
viduo sea hombre o mujer y de que sea tratado malidades físicas o biológicas detectables datan
como tal, se sitúa como una de las categorías de Green y Money (1991) y las primeras lis-
mentales que los miembros de la sociedad con- tas diágnósticas son de 1968 (Noshpitz, 1991).
sideran “evidentes”, en tanto se construyen per- El transexualismo ha sido eliminado como
manentemente en todas sus interacciones. diagnóstico independiente en el DSM-IV
Según Garfinkel (1967), para que la dife- (APA, 1994) pero permanece en la CIE –10
renciación entre hombre y mujer funcione debe (OMS, 1992).
ser considerada como “algo natural”, ser con- La ubicación de estos trastornos dentro de
siderada una “realidad”. La seguridad se pro- las clasificaciones al uso también ha cambia-
duce al haber sido criada como una mujer, “con do: en el DSM –III se incluyeron dentro de los
órganos genitales femeninos”. Aquellos que trastornos psicosexuales. En su versión revi-
funcionan como insignias de la pertenencia de sada (DSM-III-R) aparecieron en el epígrafe
un individuo a una categoría de género, son trastornos de inicio en la infancia, la niñez o
denominados “órganos genitales culturales” la adolescencia; la CIE-10 los ha englobado
para mostrar el hecho de que en su función de dentro de los trastornos de la personalidad y
insignia, son construidos durante las interac- comportamiento del adulto y, finalmente, el
ciones sociales. DSM IV los ha vuelto a definir en un aparta-
Cohen y Gooren (1999), en su revisión do específico (trastornos de la conducta e iden-
sobre el transexualismo, plantean que los estu- tidad sexual).
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TRANSEXUALIDAD: UNA REVISIÓN DEL ESTADO ACTUAL DEL TEMA 135

Los criterios para el diagnóstico de cidad de cada uno para vivir en el papel del sexo
Transexualismo son (DSM III-R): deseado y la firmeza de sus deseos de CRS, a la
· sensación de malestar y de inadecuación vista del desengaño existente mientras vive en
respecto al propio sexo anatómico el rol del género opuesto.
· deseo de liberarse de los propios genita- Cohen y Gooren (1999) señalan los proce-
les y de vivir como un miembro del otro sexo dimientos en las diferentes fases del diagnós-
· la alteración ha persistido al menos duran- tico. En la primera fase se recoge la informa-
te dos años. Ausencia de intersexualidad físi- ción sobre el desarrollo tanto general como
ca o anormalidad genética psicosexual, el significado subjetivo y el tipo
· no ser debido a otra enfermedad mental de su travestismo, su comportamiento, orien-
como, por ejemplo, la esquizofrenia tación sexual y su imagen corporal.
De forma genérica (CIE-10 o DSM IV) los Puede usarse una evaluación psicodiágnós-
niños o niñas con un Trastorno de la Identidad tica para evaluar mecanismos intelectuales y
Sexual (TIS) manifiestan un sentimiento nega- emocionales y detectar alguna psicopatología
tivo persistente en relación con su sexo anató- (Cuestionario de Personalidad de California
mico, verbalizan deseos de ser del sexo opues- (CPI), Cuestionario Multifásico de Personalidad
to (o que de hecho lo son), presentan un de Minnesota (MMPI). En algunos casos se uti-
travestismo de inicio precoz y consistente, pre- lizan Escalas de Masculinidad y de Feminidad
fieren juegos y compañeros de juegos del sexo de Bem o de Spence (Fernández, 1998).
contrario, y adoptan papeles del sexo opuesto También se recoge información sobre el ajus-
en las actividades lúdicas. Los transtornos de la te social.
identidad sexual constituyen un continuum en Es preciso realizar un diagnóstico diferen-
el que no puede establecerse una línea demar- cial respecto a la homosexualidad, el traves-
cadora clara que diferencie qué niños debieran tismo o personas que se excitan por el traves-
recibir el diagnóstico y cuáles no (Kaplan, 1994). tismo (Travestidos fetichistas) o en personas
Tanto el DSM-III-R como la CIE-10 permiten que prefieren ser menos sexualizadas, pero no
el diágnóstico de Transexualismo, no así el tienen interés en una identidad de género inver-
DSM-IV. tida; en los pacientes del síndrome de Scoptic
Para Cohen y Gooren (1999) actualmente (Coleman, 1990) o en homosexuales ego-distó-
es imposible diagnosticar el transexualismo nicos, en personas con estrés pasajero por el
sobre la base de criterios objetivos. Debido a travestismo, o personas con enfermedades psi-
que no existen instrumentos que midan el tran- quiátricas graves.
sexualismo, se depende de la información sub- Cuando los criterios del DSM-IV para la DIG
jetiva, dada por el solicitante, para el diagnós- no están totalmente cubiertos, se usa el diagnós-
tico. Algunos de ellos, harán intencional o tico de “Desorden de Identidad de Género
incoscientemente, una distorsión de la histo- Inespecífico”. Para los casos menos extremos de
ria de su vida para obtener su objetivo de la DIG, la Clasificación Internacional de
Cirugía de Reasignación de Sexo (CRS). Enfermedades tiene tres categorías ademas del
Los procedimientos de diagnóstico reco- transexualismo: el Travestismo Dual (F64.1),
mendados en los Protocolos de Cuidados de la Otros transtornos de la Identidad de género
Asociación Internacional de la Disforia de (F64.9) y Trastorno de la identidad de género no
Género “Harry Benjamin” (Walker, 1985) son específicado (F64.9).
los de llegar a una decisión de la CRS en dos A algunos individuos con DIG, se les deno-
fases: en la primera el diagnóstico está basado mina como Transgenéricos. Estos no buscan
en los criterios diagnósticos psiquiátricos (DSM una completa reasignación de sexo. En lugar
o Clasificación Internacional de Enfermedades). de ello, intentan una integración de sus pro-
En la segunda fase, debe comprobarse la capa- pios aspectos masculinos y femeninos, y sólo
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136 MERCEDES GARCÍA Y RICARDO DE DIOS

buscan un tratamiento médico parcial, tales sufrir modificaciones sustantivas. También


como la toma de hormonas o una cirugía par- debemos decir que este protocolo es conside-
cial (Cohen y Gooren, 1999). rado excesivo por la mayor parte de organi-
Los procedimientos diagnósticos para ado- zaciones de transexuales, las cuales desean un
lescentes son esencialmente los mismos que mayor protagonismo de la determinación indi-
para las personas de más edad, pero deben ser vidual y acabar con el paternalismo de las auto-
más intensos y con más tiempo. Como crite- ridades y profesionales sanitarios, los cuales
rios adicionales se plantean: se configuran en jueces sobre la identidad de
1. Los solicitantes deben mostar a lo largo una persona. Así en la International Conference
de su vida, una extrema y completa identidad on Transgender Law and Employment Policy
de género invertida. (ICTLEP) se formuló un protocolo en el que
2. Ausencia de Psicopatología seria. no se consideraba ético que ningún profesio-
3. No deben tener problemas importantes a nal sanitario se negase a dar tratamiento a cual-
nivel social y deben contar con apoyo familiar. quier persona que lo desease, estando sujeto
En la segunda fase del diagnóstico, el suje- simplemente al consentimiento informado y
to ha de vivir permanentemente en el papel del en ausencia de contraindicación médica
género deseado. Los miembros de la familia (Denny, D. y Robert, J., 1997).
deben estar informados acerca de inminentes
cambios. Durante el test de la vida real, se Tratamiento hormonal
requiere el contacto regular con un psicólogo Antes del inicio del test de la vida real, se
o psiquiatra conocedor del tema. realiza un examen médico con objeto de
excluir condiciones físicas (cromosomopatías,
Tratamiento anomalías hormonales) y para prevenir las
En 1979 Harry Benjamin International complicaciones derivadas del tratamiento hor-
Gender Dysphoria Association elaboraró unos monal. El objetivo del tratamiento hormonal
estandares de tratamiento que tenían por obje- es lograr desarrollar caracteres sexuales secun-
tivo definir una ética profesional para el trata- darios del sexo que se desea adoptar. En los
miento de las personas transexuales (Denny, D. transexuales de hombre a mujer se utilizan
y Roberts, J., 1997). Los estándares de trata- agonistas de la LHRH, estrógenos, o fárma-
miento de la HBIGDA son los más usados en la cos antiandrógenos como el acetato de cipro-
actualidad, pero otras organizaciones han inten- terona. Los efectos del tratamiento hormonal
tado definir otros, como en la International son: disminución de la conducta sexual mas-
Conference on Transgender Law and culina y de la fertilidad; las erecciones son
Employment Policy (ICTLEP) en 1993 donde cada vez menores, cierta atrofia de pene, testí-
formularon su propio protocolo. El protocolo de culos y próstata; aumento de las mamas.
la HBIGDA conforma el protocolo mínimo para Algunas pacientes refieren cambios de humor,
acceder al tratamiento médico de reasignación los cuales se dan más frecuentemente al ini-
de sexo, tanto hormonal como quirúrgico. El cio de la terapia. El vello facial y la voz son
protocolo de la HBIGDA exige un mínimo de características que se resisten al tratamiento
3 meses de psicoterapia y el informe positivo hormonal y que requieren un tratamiento
de un psiquiatra antes de iniciar el tratamien- específico que luego veremos. Con objeto de
to hormonal; y exige el informe positivo de lograr una movilización de las grasas corpo-
dos psiquiatras y el “test de la vida real”, es rales y su redistribución de forma femenina se
decir, vivir al menos un año de acuerdo al nue- usan estrógenos. El tratamiento hormonal sue-
vo sexo, antes de la intervención quirúrgica de le ser por vía oral, pero también son usados
reasignación sexual. Este protocolo ha sido los parches transdérmicos e inyecciones intra-
ampliamente usado durante estos años sin musculares. Aunque existe un debate abierto
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TRANSEXUALIDAD: UNA REVISIÓN DEL ESTADO ACTUAL DEL TEMA 137

sobre la posología, si se debe dar una dosis o agonista LHRH. Los efectos adversos pro-
constante de hormonas todos los días, o se debe ducidos por los andrógenos son el acné, alo-
intentar imitar el ciclo menstrual. Hoy por hoy pecia androgénica, perfil lipídico desfavora-
se usa una posología no ciclíca, ya que se con- ble y toxicidad hepática (con la aparición en
sidera que la feminización es más rápida. Los algunos casos de tumores hepáticos benignos
efectos se comienzan a ver a los dos o tres y malignos). Los controles médicos son simi-
meses, y se producen efectos irreversibles en lares, con vigilancia de la aparición de estos
unos 6 meses; se presentan efectos máximos efectos secundarios. En Amsterdam el trata-
en dos años. Los riesgos del tratamiento hor- miento hormonal se comienza lo antes posi-
monal son la enfermedad tromboembólica ble, y se ha observado en adolescentes entre
(trombosis venosa profunda y tromboembo- 16 y 18 años que tales tratamientos bloquean
lismo pulmonar). Los riesgos aumentan si se el desarrollo de las características sexuales no
tienen más de 40 años, se es obeso y fumador. desadas sin introducir las características sexua-
Es conveniente abandonar el tratamiento hor- les del género opuesto. Esto se logra con la
monal entre tres y seis semanas antes de una administración de agonistas de la LHRH. Estos
cirugía mayor para reducir el riesgo de fenó- preparados frenan la producción de LH y FSH
menos tromboembólicos, así como si se tiene y, por tanto, se reducen los niveles de esteroi-
que estar inmovilizada durante algún tiempo. des sexuales, permaneciendo en un estado pre-
Otro efecto secundario importante es la hiper- puberal. Cuando queda claro que los pacien-
tensión, la hiperprolactinemia (a veces se desa- tes se benefician del tratamiento, se inicia la
rrollan prolactinomas) y cierta toxicidad hepá- terapia sustitutiva, como hemos visto ante-
tica con aumento de transaminasas. En muchas riormente. No hace falta comentar que los
ocasiones la aparición de efectos secundarios padres están implicados en el tratamiento. Se
se soluciona cambiando el régimen hormonal. han observado mejores resultados cuanto más
Los chequeos médicos habituales no difieren temprano es el tratamiento (Cohen-Kettenis,
de los que se realizan a mujeres no transexuales y P. Gooren, L., 1999), aunque otros autores
que reciben tratamiento hormonal, como los advierten del riesgo de este tratamiento, con-
anticonceptivos orales. Se debe vigilar la fun- siderando que esta etapa de la vida se carac-
ción hepática, el perfil lipídico en sangre, la teriza por presentar numerosas dudas que lue-
coagulación, glucemia basal y la presión arte- go pueden ser resueltas en uno u otro sentido.
rial. Hay algunos médicos que opinan que
deberían realizarse más exploraciones y deter- Cirugía de reasignación de sexo
minaciones, pero no parece justificado en el En los transexuales de hombre a mujer la
momento actual (The Looking Glass Society, cirugía fundamental que se realiza es una vagi-
1998). noplastia y en algunas ocasiones la implanta-
En los transexuales de mujer a hombre se ción de prótesis mamarias. En los transexua-
usan andrógenos (testosterona) con objeto de les de mujer a hombre se realizan reducciones
lograr un crecimiento del vello corporal, apa- mamarias en todos los casos y faloplastia.
rición de barba, voz grave y una forma más La vaginoplastia con inversión penil es el
masculina del cuerpo (Cohen-Kettenis, P. y método que más ampliamente se realiza. Este
Gooren, L., 1999). Otros efectos que se pro- método consiste en utilizar la piel del pene
ducen son el aumento del tamaño del clítoris, para construir la vagina. En ocasiones es nece-
aumento de masa muscular y redistribución de sario utlizar la piel del escroto o injertos de
la grasa corporal (O´Keefe, T. y Fox, K., piel de otras zonas, ya que de lo contrario el
1997). La adminstración oral no suprime total- tamaño de la vagina puede resultar reducido.
mente la menstruación en la mitad de los tran- Las complicaciones más frecuentes son el pro-
sexuales y se necesita añadir un progestágeno lapso parcial de la vagina, fístulas entre la vagi-
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138 MERCEDES GARCÍA Y RICARDO DE DIOS

na y el recto, estenosis de la vagina y la ure- capaz de realizar la penetración durante las


tra. Otra técnica quirúrgica utilizada es la colo- relaciones sexuales. Esta intervención tiene
vaginoplastia. En este caso se utiliza una resec- como principal inconveniente el tamaño final
ción del colon sigmoide para reconstruir la del pene, el cual es más pequeño de lo que se
vagina. Esta técnica presenta mayores com- suelen desear. Se obtienen mejores resultados
plicaciones que la anterior y por ello sólo debe cuando los pacientes han recibido tratamien-
usarse cuando no es posible la anterior. Por to con andrógenos, los cuales provocan un
otra parte, la clitoroplastia es una intervención aumento del tamaño del clítoris, facilitando la
destinada a construir un clítoris que sea de posterior intervención (Hage, J., Bloem, J. y
aspecto realista y funcional. Los cuidados post- Suliman, H., 1993). Otras intervenciones que
operatorios necesarios son a base de un trata- se realizan en la actualidad son la faloplastia con
miento hormonal durante toda la vida. Suelen recto del abdomen, faloplastia con colgajo micro-
necesitar un tratamiento con estrógenos (no es quirúrgico radial, etc… Debemos decir que la
necesario el uso de progestágenos, aunque en cirugía de reasignación de sexo ha pasado de
algunos casos aportan beneficios, si está en una primera fase en la que sólo se perseguía la
proceso de feminización todavía; hay autores creación de unos genitales externos, a una fase
que piensan que reduce el riesgo de cáncer de posterior en la que se pretende crear unos geni-
mama, aunque no existen datos de la inciden- tales estéticamente bellos y funcionales.
cia de esta enfermedad en transexuales). Los Respecto al éxito de la cirugía de reasigna-
estrógenos deben pautarse por vía oral, ción de sexo, podemos decir que existen diver-
transdérmica o en inyecciones, y no son sufi- sos estudios, pero todos ellos con muestras
cientes las cremas vaginales con estrógenos, pequeñas. Podemos extraer de todos estos estu-
aunque éstas aportan una mejoría en la lubri- dios el hecho de que la cirugía de reasignación
cación de la vagina. Es necesaria una aplica- de sexo sí consigue solucionar la disforia de
ción al día y proceder a lavarse con agua para género que sufren las personas transexuales. Los
eliminar la base de la crema. La higiene en el porcentajes de éxito varían ampliamente de unos
postoperatorio es similar a la que se produce estudios a otros, pero podemos decir que son del
tras cualquier intervención quirúrgica; se uti- 87% al 97% (Green, R. y Fleming, D., 1990).
lizan geles con povidona iodada con objeto de Se han descrito rechazos post-operatorios. Así
evitar las infecciones en el postoperatorio. Pfäfflin y Junge concluyen que la mayoría de
Posteriormente no es necesario el uso de estos los casos de rechazo postoperatorio se hubieran
productos sino que con duchas de agua calien- evitado a través de un cuidadoso diagnóstico
te es suficiente. El uso de productos lubrican- diferencial, un adecuado test de la vida real y
tes es necesario para las relaciones sexuales una calidad razonable de la cirugía (Pfäfflin y
en pacientes a los que se han realizado una Junge, 1992). Weitz y Osburg (1996) exponen
vaginoplastia con inversión penil. (The que desde 1981 a 1990 de las 733 personas que
Looking Glass Society, 1998). habían solicitado el cambio legal de sexo, sola-
Lo que debemos esperar de una faloplas- mente una de ellas volvió a solicitar el cambio
tia ideal es la construcción en una sola inter- de sexo legal (al sexo de crianza); cuando la soli-
vención quirúrgica de un pene con buena apa- citud era simplemente para volver a cambiar su
riencia estética y que se mantenga la nombre legal, solamente se producían 52 casos
sensibilidad táctil y la sensibilidad erógena, de un total de 1.422 (0.4%).
permitiendo una adecuada funcionalidad Otras intervenciones quirúrgicas a las que
durante las relaciones sexuales. La metaidoi- se someten las personas transexuales son la
plastia, que consiste en construir el pene alar- mamoplastia de aumento que tiene por objeto
gando el clítoris, conserva la sensibilidad del el aumento del tamaño de las mamas; mastec-
nuevo pene, al menos la táctil, y este pene es tomía en el caso de transexuales de mujer a
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TRANSEXUALIDAD: UNA REVISIÓN DEL ESTADO ACTUAL DEL TEMA 139

hombre. Así mismo, otras intervenciones Sexualidad, traen consigo una serie de planos
quirúgicas de tipo plástico pueden ayudar a sucesivos de individuación o de concrección
lograr un aspecto más acorde con su nuevo cada vez más singularizada bajo los cuales se
sexo, aunque estas intervenciones dependerán desarrollan.
de las necesidades de cada persona. De estos planos sucesivos de individuación
cabe señalar los modos, matices y peculiari-
Otros tratamientos dades. Es decir, las biografías de los sujetos
Otros tratamientos utilizados pueden ser la no siguen procesos únicos e iguales, fijos e
depilación corporal con electrolisis o depila- invariables para todos, sino acomodados y fle-
ción con láser, cuyas complicaciones más xibles según esos modos, matices y peculiari-
importantes son las inflamaciones, quemadu- daes que nos permiten comprender y explicar
ras de la piel e hipo o hiperpigmentación cutá- a los sujetos en sus diversificaciones y varie-
nea. Las técnicas de feminización de la voz se dades sexuantes y sexuadas.
constituyen como otra ayuda importante en el Los sujetos tienen dos modos referencia-
proceso del cambio. les de sexuarse y de vivirse o sentirse, de expe-
rimentarse como tales: el masculino y el feme-
Psicoterapia nino. El concepto de intersexualidad dado por
Para Colette Chiland (1999) la psicotera- Hirschfeld, es fundamentalmente teórico, es
pia es difícil por el modo de funcionamiento decir explicativo, y no clínico o diagnóstico.
de estos pacientes que quieren que todo se jue- Da cuenta de una inmensa gama de dichas
gue en la representación corporal y nada en la variedades sin necesidad de recurrir a la pato-
psíquica. Llegan resueltos a obtener la cirugía logía del neutro o del ambiguo.
y el psicoterapeuta es sospechoso de querer- Se ha abusado de la patología de una mane-
les desviar de su fin. ra superflua, se ha recurrido a ella para no mati-
A veces, la psicoterapia forma parte del zar o profundizar en la variedad de los modos
programa de reasignación como un tiempo pre- existentes y en la riqueza de su entramado.
liminar. El paciente está vigilante con el tera- El fenómeno transexual podría ser consi-
peuta que tomará la decisión sobre la inter- derado como el caso más emblemáticamente
vención. Parece importante que la psicoterapia extremo y excepcional de complicaciones a
se realice sin que la opinión del psicólogo entre este respecto. Pero no se olvide que éste es un
en juego en la decisión. Se han utilizado dife- fenómeno provisional y de paso –trans, y no
rentes tipos de terapias: conductistas, cogniti- de instalación o destino. Interesa matizar la
vas, psicoanalítica, de grupo. La eficacia de gama de variedades que ofrece la intersexua-
todas estas intervenciones no ha sido investi- lidad como franja de reparto entre el masculi-
gada en estudios serios. no y el femenino, como hombres y mujeres,
La psicoterapia y el consejo son también sin que éstos pierdan su capacidad de refe-
una alternativa para los candidatos a la CRS. rencia pues es entonces cuando se abre la puer-
Estos pacientes pueden, por ejemplo, sobre- ta a la patología.
valorar su ansiedad ligada a su futuro o nece- Desde la construcción de lo sujetos sexua-
sitar apoyo cuando “salen”, cuando experi- dos y del Hecho de los sexos, todas estas rea-
mentan daño personal o cuando intentan lidades tienen una explicación razonable y
ajustarse a su cambiante situación vital. (Cohen coherente dentro del entramado general de la
y Gooren, 1999) sexualidad y sin recurrir a la patología: los
sujetos no se construyen de forma rectilínea o
Visión sexológica (Amezúa, 1999) en formato homologado y uniforme. Las pecu-
Los grandes campos conceptuales de la liaridades propias se dan como resultado de
Sexología, como son la Sexuación y la sus biografías concretas y peculiares.
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140 MERCEDES GARCÍA Y RICARDO DE DIOS

A partir de este nuevo paradigma y de los Caludwell, D.O. (1949): Psychopathia Tran-
conceptos por él generados, se entiende que sexualis. Sexology, 16, 274-280.
razonablemente todos los sujetos contienen Chiland, C. ( 1999): Cambiar de Sexo. Madrid.
esas dimensiones en grados o formas diversas Biblioteca Nueva.
de manera que con ellas podemos entender un Clasificación estadística internacional de
gran cúmulo de diversidades y variantes tan- enfermedades y problemas de salud (CIE-
to en cada sujeto como, dentro de él, en los 10) (1992). OMS.
distintos planos de su construcción. Cohen-Kettenis, PT. y Gooren, LJ. (1999):
El concepto de intersexualidad es clarifica- Transexualismo: revisión de la etiología, del
dor y ofrece claves para entender el proceso con diagnóstico y del tratamiento. Journal of
dos resultados visiblemente claros: la creación Psychosomatic Research, (46) 4, 315-333.
de sujetos sexuados con fuertes identidades Coleman, E. Gooren, L. y Ross, M. (1998):
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una gran variedad de formas dentro de los mis- crítica y sugerencias para ahondar en la
mos. Este concepto puede explicar los modos investigación. En: JA Nieto (ed.), Transe-
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