Vous êtes sur la page 1sur 3

La autoevaluación en las organizaciones escolares presenta un doble papel; el de

sujeto y objeto, lo cual conlleva a que los actores que en ellas trabajan, asuman un
papel protagónico y otro de responsabilidad. Se concibe a la auto-evaluación
como una oportunidad para repensar el o los sentidos de la institución escolar y
alcanzar sus finalidades formativas. Esto contiene un desafío que es promover
una reflexión colectiva para producir cambios que impulsen un constante proceso
de mejora.

Estamos hablando de un proceso complejo que trabajará sobre una acción


reflexiva y valorativa con una serie de aspectos organizativos, curriculares,
contextuales, de gestión, que interactúan para lograr la calidad del centro. Es a
partir de esa información generada en conjunto que se da la comprensión de las
situaciones y se definen con mayor claridad las estrategias de mejora.

AI (Auto-evaluación Institucional) juega un papel dinamizador. Por un lado,


requiere acciones de planeamiento de su propio proceso; y por el otro, procura
que, como conclusión de los juicios de valor que provoca, se generen acciones de
planeamiento institucional.

Así se buscará la participación como condición y recurso para promover el interés,


la reflexión colectiva, los necesarios acuerdos sobre los puntos a evaluar, decisión
de modelos de evaluación, protagonismo de los actores involucrados así como la
articulación de los propósitos educativos. Encontrar la participación y reflexión con
diferentes miradas enriquece las posibilidades de mejora. Cuando cada autoridad,
equipo de gestión, gabinete psicopedagógico, docente, alumno, personal no
docente puede expresarse libremente y cada uno asume el compromiso de lograr
mejoras, la autoevaluación está en marcha.

La auto-evaluación institucional se define como un recurso del cual se toman los


puntos reales de acuerdo y desencuentro, las fortalezas y las debilidades, tratando
de construir un análisis de la situación inicial de cada escuela frente a las nuevas
necesidades y demandas sociales, políticas y educativas.
En aquellas organizaciones donde no se cuenta con un modelo a seguir se
requiere primero de una fase de autoevaluación que respete la cultura
institucional, etapa inicial que deberá permitir reconocer sus rasgos de identidad.

Una de las características de la institución educativa como organización es la de


constituir una comunidad. Definiendo que la escuela tiene como función principal
la formación y el aprendizaje, su funcionamiento público requiere ser participativo.
Se trata de una cultura de la participación que exige al interior de cada escuela
que se superen los planteos técnicos, individualistas y aislados de la búsqueda de
un bien común y se ingrese en el análisis de los procesos culturales y
organizativos comunitarios.

Una de las estrategias que puede contribuir a afrontar la diversidad de los


discentes en el aula es enseñarles a que evalúen su propio aprendizaje. La
autoevaluación puede y debe ser un instrumento que facilite atender, respetar y
valorar los distintos ritmos de aprendizaje según las diferentes características del
alumno. Características relativas, por ejemplo, a: capacidades, estilos de
aprendizaje, estrategias cognitivas, experiencias y conocimientos previos,
motivación, atención, ajuste emocional y social, etc.

La autoevaluación es la estrategia donde se tiene responsabilidad, aprender a


valorar, criticar y a reflexionar sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje
individual realizado por el docente (Calatayud, 2002; 1999). Principalmente de
entre los beneficios que presenta la realización de una auténtica autoevaluación,
destacan los siguientes:

a) es uno de los medios para que el alumno conozca y tome conciencia de


cuál es su progreso individual en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
b) es un factor básico de motivación y refuerzo del aprendizaje.
c) es una estrategia que permite al docente conocer cuál es la valoración que
los alumnos hacen del aprendizaje, de los contenidos que en el aula se
trabajan, de la metodología utilizada, etc.
d) es una actividad de aprendizaje que ayuda a reflexionar individualmente
sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje realizado.
e) es una actividad que ayuda a profundizar en un mayor autoconocimiento y
comprensión del proceso realizado y es una estrategia que posibilita la
autonomía y autodirección del alumno.

La importancia de autoevaluar el aprendizaje radica, en que el alumno tiene la


oportunidad, de conocer al momento su situación, lo cual le permite determinar y
emprender inmediatamente las acciones correctivas pertinentes en su
conocimiento.

Vous aimerez peut-être aussi