FACULTAD DE TEOLOGÍA

PASAJES BIBLICOS ANALIZADOS BAJO UNA PERSPECTIVA PSICOLÓGICA

PROFESOR ???

EN CUMPLIMIENTO PARCIAL DE LOS REQUISITOS DEL CURSO

PSI 432 “ASESORAMIENTO DE FAMILIA”.

POR

ALUMNO ???

MAYO 10, 2010

MÓDULO I SPRINGFIELD, MO. EE.UU.A.

 
 
ESPACIO DESTINADO PARA COMENTARIOS DEL PROFESOR

ii 
 
 CONTENIDO

INTRODUCCIÓN 1

CAPÍTULO 1 2

TEMAS DE PSICOLOGÍA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO 2

Elías y su depresión 2
Psicología en el libro de Job 4
Depresión en el libro de los Salmos 5

CAPÍTULO 2 7

TEMAS DE PSICOLOGÍA EN EL NUEVO TESTAMENTO 7

Jesús y el complejo de Edipo 7
Jesús y lo cognitivo-conductual 9
Pablo y el inconsciente 10
Pablo y la psicología cognitiva 11

CAPITULO 3 14

LOS CONOCIMIENTOS PSICOLÓGICOS EN EL TRABAJO DE LA IGLESIA 14

Capacitación bíblica y psicológica para el trabajo de consejería 14
La consejería dentro de la Iglesia 15
La consejería abierta a la comunidad 16

CONCLUSIÓN 18

BIBLIOGRAFÍA 19

iii 
 INTRODUCCIÓN

A pesar de que la psicología como ciencia es utilizada en muchas y diferentes áreas

temáticas y campos de práctica, todavía hay líderes y creyentes que rechazan su uso como

herramienta útil para la consejería de la Iglesia. La hipótesis es que, sí en los escritos bíblicos

esta identifica la base de algunas teorías y problemas psicológicos, entonces se pude estar en

condiciones de dar mayor legitimidad al uso de esas teorías y conocimientos en las iglesias y en

la sociedad, porque la iglesia asimilará el mensaje cristiano y la consejería familiar más

eficientemente.

En esta investigación se utilizará el método inductivo-deductivo, estudiando algunos

pasajes bíblicos seleccionados desde los que se afirman los conocimientos psicológicos que son

útiles para el trabajo de la Iglesia cristiana en el área del asesoramiento de familia. La

investigación tendrá también el aporte bibliográfico necesario para la definición y comentario de

los conceptos seleccionados.

El objetivo de la investigación es en primer lugar identificar teorías y problemas

psicológicos en personajes de algunos pasajes de la Biblia. Después, demostrar la utilidad de la

psicología como herramienta auxiliar de la consejería para la Iglesia y finalmente promover la

preparación de consejeros cristianos con conocimientos adecuados de psicología a fin de trabajar

en consejería para las familias en la iglesia.

1 
 CAPÍTULO 1

TEMAS DE PSICOLOGÍA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

En este capítulo se analizará brevemente lo sucedido desde el punto de vista psicológico

con Elías, quien a pesar de ser un profeta de Dios de excelencia, tuvo en un momento de su

servicio una profunda depresión. También, con el mismo propósito, estudiar lo sucedido con Job

y la temática que reflejan algunos capítulos del libro de Salmos.

Elías y su depresión

Como se señaló en la introducción de este capítulo, Elías era un profeta que estaba

sirviendo a Dios con total dedicación y que fue llevado directamente al cielo en una maravillosa

escena que contempló su sucesor Eliseo (2 R. 2:11). Kyle M. Yates dice lo siguiente acerca de

Elías:

En la tradición judía Elías ocupa el lugar de mayor prominencia. A través de los años ha
retenido ese sitial como uno de los grandes hombres de Israel. Su vida es altamente
interesante y pintoresca en virtud de las múltiples aventuras que constituyen una
apelación constante a la imaginación, a la que acuden multitud de figuras en tumultuoso
tropel. Una vida llena de tanto colorido, es una invitación en sí, a hacer un estudio del
héroe, sus tiempos, sus contemporáneos, su mensaje y su influencia constructiva 1 .

Lo que se ha mencionado hasta aquí sobre Elías hará pensar en un siervo de Dios que

realizó su tarea profética sin tener ningún momento de flaqueza. En la carta de Santiago se

refiere a él, destacando la eficacia de su oración, pero previamente lo humaniza diciendo que

“Elías era un hombre con debilidades como las nuestras. . .” (Stg. 5:17a, NVI). Esa condición de

humano posibilitó que Elías en una oportunidad diera lugar al desánimo. Fue después de haber

                                                            
1
 Kyle M. Yates, “Elías”. En Los Profetas del Antiguo Testamento, (Tercera Ed. El Paso: Casa Bautista de
Publicaciones, 1978), 35.

2 
 
 3 
 

derrotado a los profetas de Baal orando para que descendiera fuego del cielo sobre el altar

mojado, con la maravillosa e inmediata respuesta de Dios. El triunfo de Elías con el respaldo de

divino terminó con la muerte de cuatrocientos cincuenta profetas de Baal a manos del pueblo de

Israel (1R. 18: 20-40). Esto enfureció a Jezabel, la mujer de Acab, por lo que le envió a Elías un

mensajero para comunicarle que estaba sentenciado a morir al día siguiente. Y aquí, viendo el

peligro, huyó para salvar su vida hasta Beerseba, dejó su criado y después caminó un día por el

desierto (1R. 19: 1-10). El relato bíblico nos permite allí, cuando se sentó debajo del enebro,

comenzar a identificar signos o síntomas que conformarían un síndrome o al menos una tríada

básica de depresión registrada en ese capítulo 19 del primer libro de Reyes: una visión negativa

hacia su persona “no soy yo mejor que mis padres” (v. 4), una visión negativa acerca de los que

lo rodeaban “los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a

espada a tus profetas” (v. 10) y una visión negativa de su futuro “y solo yo he quedado, y me

buscan para quitarme la vida” (v.10). A los signos que hemos anotado podemos agregarles

también, según el DSM IV, los “pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte),

ideación suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico

para suicidarse” 2 “deseando morirse” (v.4) y la “hipersomnia casi cada día” 3 “…se quedó

dormido” (v.5); “. . . y comió, y bebió, y volvió a dormirse” (v.6).

El relato bíblico muestra cómo Dios trató la depresión de Elías: un ángel lo despertó dos

veces y le proveyó de alimentos, animándolo a caminar hasta el monte de Dios. Allí se metió en

una cueva, de donde fue sacado por la palabra de autoridad de Dios. El Comentario Bíblico

Moody dice lo siguiente acerca de los versículos 9b y 10 del capítulo que se está considerando:

¿Qué haces aquí, Elías? Un reto divino así como una pregunta. . . . Él respondió: He
                                                            
2
“Trastornos del estado de ánimo”. En DSM-IV Breviario, Criterios Diagnósticos, (Barcelona: Masson,
S.A., 1998), 162-163.
3
Ibid., 162.

 
 
 4 
 

sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos. En soledad y aislamiento lamentó
su suerte ante el Señor. Si estas palabras no hubieran sido pronunciadas en un estado de
angustia emocional, habrían sido inexcusables. Pero Dios trata con solicitud a sus hijos
agotados. Las palabras del profeta, tomadas en lo que valen,-lo que ciertamente no puede
hacerse- acusan prácticamente a Dios de infidelidad. Y solo yo he quedado. Ver el
comentario de Pablo acerca de esta experiencia (Ro. 11:2-4). 4

Después que Elías presenció tres manifestaciones majestuosas de la naturaleza, Dios le

habló con “un sonido de gentil apacibilidad” 5 y lo comisionó para ungir a dos reyes y a su

sucesor, informándole que Él haría “que queden en Israel siete mil cuyas rodillas no se doblaron

ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron” (1R. 19:18 RV60). A partir de allí, Elías retomó su

ministerio hasta que fue llevado por Dios.

Psicología en el libro de Job

El caso de Job es tomado como ejemplo bíblico de depresión reactiva por Bernardo

Stamateas. Este autor dice que la depresión reactiva “aparece como una reacción ante una

pérdida. Esta pérdida (que puede ser consciente o inconsciente) puede ser de un trabajo, un

amigo, una pareja,…”. 6 Job estaba viviendo una rutina normal y de repente tuvo varias pérdidas:

sus posesiones materiales, sus hijos y su salud. Entonces comenzó a padecer no sólo físicamente,

sino también psicológica y espiritualmente, luchando con lo que le pasaba a él y también con lo

que le decían su esposa y sus amigos. Evidentemente, a una persona calificada por Dios como su

siervo, único en la tierra, perfecto y recto, respetuoso de Él y apartado del mal, le era muy difícil

entender y aceptar todo lo que estaba pasando. Y ahí se tiene el problema principal de Job:

                                                            
4
 Charles F. Pfeiffer, “Primero y Segundo de Reyes”. En Comentario Bíblico Moody-Antiguo Testamento,
(Grand Rapids: Editorial Portavoz, 1997), 334.
5
Ibid., 334.
6
Bernardo Stamateas, “La depresión”. En Aconsejamiento Pastoral, (Terrassa: Editorial Clie, 1995), 250-
251.

 
 
 5 
 

Nótese que aunque la magnitud de los sufrimientos y de la paciencia de Job se han vuelto
proverbiales, no es esto lo que constituye el meollo del poema. A Job le preocupan
intensamente sus relaciones directas y personales con Dios. Su gran querella consiste en
saber por qué Dios lo ha abandonado 7 .

La depresión reactiva de Job tenía, según Stamateas, las siguientes características

psicológicas-espirituales: “anorexia (3:24), pérdida de peso (19:20), dolor mental-espiritual

(30:16-23), quejas constantes (3:4), pérdida del interés (3:11-19), fantasías de suicidio (3:5, 20-

26), pesimismo-angustia (3:1-10), negativismo (3:4,6)”. 8

Aparte de la problemática que enfrentó Job, se podría también señalar las implicancias

psicológicas que tienen las afirmaciones de sus amigos, reconociendo que muchas veces las

respuestas a las adversidades de la vida tienen que ver simplemente con la manera de pensar que

tiene cada individuo.

Depresión en el libro de los Salmos

Según el Diccionario Ilustrado de la Biblia de Editorial Caribe, de los 150 salmos que

forman el libro, hay 55 que pertenecen al género de lamentaciones y súplicas:

En este género un individuo o la comunidad exponen su sufrimiento ante Dios, y se

refiere a la enfermedad, opresión de enemigos, guerras, peste, hambre, sequía, destierro,
pérdida de la presencia de Dios, y muerte: todo lo que puede indicar la ira de Dios sobre
el pecador. Pero también a veces hay apelaciones de inocencia e insistencia en que el
sufrimiento no siempre es por causa del pecado humano y la ira divina (Sal. 44; 69; 73) 9 .

En el libro de los Salmos, de acuerdo a los párrafos anteriores, abundan las lamentaciones

y las súplicas, de manera que también se encuentra a la depresión como un resultado de todas las
                                                            
7
Wilton M. Nelson, “Job.” En Diccionario Ilustrado de la Biblia, 5ta. Ed. (Miami: Editorial Caribe, 1978),
336.
8
 Stamateas, “La depresión”. En Aconsejamiento Pastoral, (Terrassa: Editorial Clie, 1995), 255.
9
Nelson, “Libro de los Salmos.” En Diccionario Ilustrado de la Biblia, 5ta. Ed. (Miami: Editorial Caribe,
1978), 581.

 
 
 6 
 

problemáticas enfrentadas por los humanos. Para este trabajo se analizará brevemente los Salmos

51 y 142. En el primero, se encuentra al rey David como representante de la depresión

hamartógena, que es, según Bernardo Stamateas, la depresión que sobreviene como consecuencia

del pecado y presenta la sintomatología que manifiesta David en los Salmos 51 y 32:

“Sentimientos de culpa (vs. 1-3 y Sal. 32:1,2) Conciencia herida (v. 4) Ideas negativas en este

caso reales (v. 5)-Sentimientos de tristeza (v. 8) Retardo psicomotor (v. 8) Abatimiento,

cansancio (vs. 14, 15) Angustia (vs. 9-12) Alteraciones físicas (Sal. 32:3, 4)”. 10

El Salmo 142 ha sido catalogado como “la oración del deprimido”. En dicho Salmo se

encuentra a David sintiéndose angustiado (v. 2), sin posibilidades de avanzar (v. 3), sin

protección y sin ayuda de nadie (v. 4), con mucha aflicción (v. 6), perseguido (v. 6), débil (v. 6)

y con la sensación de estar en una cárcel de la cual sólo Dios podía sacarlo (v. 7). La oración

termina con una frase de fe que espera el favor de Dios. Es la fe que puede sacar al deprimido del

pozo de la desesperación para colocarlo en una situación de seguridad (Sal. 40:2).

                                                            
10
 Stamateas, “La depresión”. En Aconsejamiento Pastoral, (Terrassa: Editorial Clie, 1995), 258. 

 
 
 CAPÍTULO 2

TEMAS DE PSICOLOGÍA EN EL NUEVO TESTAMENTO

De los pasajes del Nuevo Testamento donde se encuentran elementos de Psicología que

se han seleccionado algunos para analizar brevemente las implicancias psicológicas de las

enseñanzas de Jesús y del apóstol Pablo.

Jesús y el complejo de Edipo

En Mateo 10:35, 36 se lee: “Porque he venido para poner en disensión al hombre contra

su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre

serán los de su casa”. Son las palabras de Jesús que están en el contexto de un discurso dado a

sus discípulos y que John A. Broadus comenta de la siguiente manera:

El lenguaje del v. 35 se parece al de Miq. 7:6 donde el profeta describe la perfidia y

maldad general que existían en el reinado de Acaz. No se cita aquí como profecía, pero se
introducen las mismas ideas y semejantes expresiones y describen un estado de cosas
semejantes…… Plumptre opina que las declaraciones fueron sugeridas por sucesos entre
los discípulos de Cristo. “¿Había Zebedeo mirado con disgusto el llamamiento de sus dos
hijos?..... Los hermanos de nuestro Señor, que aún no creían en él, ¿eran éstos como los
enemigos de su propia casa?” Con v. 34s. comp. Lc. 12:51-53, donde se hallan
introducidos semejantes sentimientos y expresiones. 11

Siempre que se leen estos pasajes surge la curiosidad sobre la elección de los lazos

familiares que hicieron tanto Miqueas como Jesús. Personalmente se puede hacer la pregunta

                                                            
11
John A. Broadus. En Comentario sobre el Evangelio según Mateo, (El Paso: Casa Bautista de
Publicaciones, sin fecha.), 299.

7 
 
 8 
 

¿por qué no podrían cambiarse las rivalidades? para que alguien dijera, refiriéndose a los

enemigos que habría en la propia casa que “el hombre entraría en disensión con su madre, la hija

contra su padre y la nuera contra su suegro”. La respuesta podría estar en la constitución

psicológica que tienen hombres y mujeres, y que Sigmund Freud ha denominado “Complejo de

Edipo”. Ese complejo tiene su versión popular opuesta, basada en la observación familiar, que

dice que las nenas son pegadas a los padres y los nenes son pegados a las madres. En el

Diccionario de Psicología General y Aplicada se encuentran las bases que conforman el

Complejo de Edipo:

En el sentido freudiano, la teoría del Complejo de Edipo enseña que la vinculación sexual
primitiva entre hombre y mujer deriva de la vinculación originaria entre padres e hijos.
La primera mujer, la primera amante que aparece en la vida de todo varón, es la madre, y
su primer rival...es el padre. En cambio, el primer varón que aparece en la vida de toda
mujer, es el padre, y su primera rival es la madre. 12

Cuando en los consultorios de consejería se indaga acerca de las problemáticas

familiares, se encuentra que en la práctica hay muchas razones para pensar que el complejo de

Edipo no resuelto influye en las relaciones de las familias, posibilitando antagonismos que

destruyen la armonía familiar. El Comentario Bíblico Moody dice que el pasaje de Mateo 10:35,

36 “nos muestra…la división en una familia de cinco miembros: padre y madre, hija soltera, hijo

casado (hombre) y nuera (según la costumbre oriental, ésta vivía en casa de sus suegros)”. 13

Evidentemente, Jesús conocía las posibilidades de conflicto familiares que se tiene por la

constitución psíquica y las afirmó antes que Freud.

                                                            
12
L. C. Béla Székely, “Complejo de Edipo”. En Diccionario de Psicología General y Aplicada, Tomo I
(Buenos Aires: Editorial Claridad, 1983), 207.
13
 Everett F. Harrison, “Mateo”. En Comentario Bíblico Moody-Nuevo Testamento, (Grand Rapids:
Editorial Portavoz, 1996), 18. 

 
 
 9 
 

Jesús y lo cognitivo-conductual

En esta sección del trabajo se definen brevemente y se relacionan un par de perspectivas

teóricas que surgieron después del Psicoanálisis de Freud: el conductismo y la psicología

cognitiva. El conductismo tiene por objeto de estudio la conducta observable y la psicología

cognitiva, las estructuras y procesos mentales y cuando se habla de relacionar estas dos teorías,

es porque desde la perspectiva bíblica y cristiana, el individuo es una totalidad formada por

partes interrelacionadas. Es por eso que se consideran pasajes de los Evangelios donde Jesús da

enseñanzas que tienen bases de las teorías mencionadas.

Cuando Jesús, en el sermón del Monte enseña sobre cómo distinguir personas, dice

“ustedes los pueden reconocer por sus acciones, pues no se cosechan uvas de los espinos ni higos

de los cardos” (Mt. 7:16 DHH). El observable que es la conducta permitiría saber qué es lo que

la persona tiene en su interior, qué principios espirituales y morales la dirigen. Sin embargo, no

es la única enseñanza de Jesús acerca del psiquismo humano: “En cambio todo lo malo que la

gente dice viene de su mente. Eso es lo que vuelve impuro a alguien” (Mt. 15:18 PDT). Esto

estaría alineado con la Psicología Cognitiva, que intenta saber “cómo desarrollan los seres

humanos su conocimiento del mundo y de sí mismos”. 14 El texto bíblico agrega: “De la mente

sale toda esta maldad: malos pensamientos, asesinatos, adulterios, pecados sexuales, robos,

calumnias e insultos” (Mt. 15:19 PDT). Si se busca el significado etimológico de “cognición”,

se ve que:

“proviene del latín cognoscere, que quiere decir conocer…Pero la palabra latina
cognoscere ofrece otras acepciones: “experimentar”, “saber”, “percibir”, “ver”, “oír”,
“leer”, “estudiar”, “aprender”, “descubrir”, “enterarse de”, “buscar”, “examinar”,
“comprobar”. Todos estos verbos dan cuenta de actividades psicológicas cuyo estudio
ocupa un lugar fundamental en el programa del cognitivismo. 15
                                                            
14
Mario Carretero, Karina Solcoff, Daniel Valdéz, “La Psicología”. En Psicología, 1ra. Ed. 3ra. reimp.
(Buenos Aires: Aique Grupo Editor, 2006), 17.
15
Ibid., 17-18.

 
 
 10 
 

De lo expuesto se puede concluir que Jesús ha dado importantes bases para el

conocimiento del psiquismo, y desde el punto de vista cristiano, se permite valorar y analizar las

conductas y también indagar sobre la estructura y los patrones de pensamiento de las personas

que acceden a la Consejería Cristiana.

Pablo y el inconsciente

Cuando se lee el pasaje de Romanos 7:7-25, Pablo identifica una lucha entre su

naturaleza pecaminosa y su conocimiento de la ley de Dios. En el versículo 14 dice: “Nosotros

sabemos que la ley viene de Dios. Pero yo no soy más que un simple hombre y no puedo

controlar mis malos deseos. Soy un esclavo del pecado (BLS)”. En otras palabras, Pablo

reconoce que no tiene posibilidades humanas de controlar sus deseos pecaminosos: se siente

como un esclavo que tiene que obedecer a esos deseos. Luego dice en el versículo 15: “La

verdad es que no entiendo nada de lo que hago, pues en vez de lo bueno que quiero hacer, hago

lo malo que no quiero hacer (BLS)”. Pablo agrega que no puede razonar sobre sus actos porque

sin pensarlo se encuentra haciendo cosas que no quiere. En otros textos (21-23), Pablo admite

que tiene una impulsividad que se rebela contra la ley de Dios que está en su mente y en la cual

él se deleita.

Según la Gran Enciclopedia Universal Espasa Calpe, el inconsciente es un “conjunto de

los procesos mentales de los que el individuo no tiene conciencia pero afectan su conducta”. 16

De acuerdo a esta definición, lo relatado por Pablo en Romanos 7 permitiría identificar una teoría

del inconsciente, que dentro de las diferentes corrientes psicológicas, ha sido desarrollada por el

Psicoanálisis. Dentro de ese desarrollo, se desea simplemente transcribir lo apuntado en el texto

                                                            
16
Gran Enciclopedia Universal Espasa Calpe, 1ra. Ed., vol.21, (Buenos Aires: Espasa-Calpe, 2005), 6219.

 
 
 11 
 

Psicología General y de la Personalidad acerca del ello, una de las instancias propuestas por

Freud para el psiquismo humano:

Es la fuente de energía psíquica y sede total de los instintos. Su función es descargar

cantidades de excitación (energía o tensión), con el fin de lograr placer y evitar dolor. El
ello no cambia con el tiempo, no se modifica con la experiencia porque no contacta con el
mundo externo. No lo rigen las leyes de la razón ni de la lógica; no posee valores, ni ética
ni moral. Sólo busca satisfacer sus necesidades instintivas, porque está regido por el
principio del placer. Antes de cualquier experiencia con el mundo externo existe sólo esa
realidad subjetiva primordial que conserva toda la vida su carácter infantil. El ello no
piensa: desea y actúa. 17

Comparando estos conceptos y los de Pablo, se puede señalar algunas coincidencias entre

el ello y el pecado o los malos deseos: sólo buscan placer; no se fijan si transgreden leyes

morales o espirituales; no dependen del razonamiento, sino del impulso instintivo puro; batallan

contra la voluntad de hacer el bien que puede tener una persona y permanecen toda la vida

promoviendo una conducta transgresora e infantil, en lugar de promover la conducta madura,

moral, espiritual. En conclusión, se puede decir que Pablo hace un buen aporte a la teoría del

inconsciente con su excelente descripción de Romanos 7.

Pablo y la psicología cognitiva

Ya se ha definido la psicología cognitiva y en esta parte se identificaran textos donde el

apóstol Pablo resalta la importancia de las estructuras del conocimiento y del manejo de los

pensamientos.

En primer lugar, se analizan los textos donde Pablo habla sobre el contenido y la

condición de la mente humana. En Romanos capítulo 1 versículo 21 de la versión NVI, hablando

                                                            
17
Josefina S. de Schoua – Renata Frank de Verthelyi, “Los principios de integración. Lo inorgánico, lo
orgánico, lo psíquico y lo espiritual”. En Psicología General y de la Personalidad, (Buenos Aires: Crespillo, 1970),
49-50.

 
 
 12 
 

de los hombres que están lejos de Dios, dice lo siguiente: “A pesar de haber conocido a Dios, no

lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos,

y su necio corazón fue entenebrecido escribiéndole a Timoteo, Pablo le advierte sobre la

condición de la mente de algunos que no se conformarían a la Palabra de Dios: “Y altercados

entre personas de mente depravada, carentes de la verdad”. (1Ti. 6:5a NVI).

Pablo también, escribiéndoles a los Romanos, habla de la necesidad de renovación mental

que se necesita para no conformarse a lo que sucede en el mundo: “No se amolden al mundo

actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente” (Ro. 12:2a NVI). A los

Corintios les dice que tienen que pensar como cristianos: “Como dice la Biblia: ¿quién sabe lo

que piensa el Señor? ¿Quién puede darle consejos? Pero nosotros tenemos el Espíritu de Dios, y

por eso pensamos como Cristo” (1Co. 2:16 BLS). También le dice a la Iglesia de Corinto:

“Hermanos, no sean niños en su modo de pensar. Sean niños en cuanto a la malicia, pero adultos

en su modo de pensar” (1Co. 14:20 NVI).

También es necesario mencionar los textos en los que Pablo habla del manejo de los

pensamientos para que permanezcan en la esfera de la voluntad de Dios y la mente sólo esté

cargada de buenos contenidos: “Y acabamos con el orgullo que no le permite a la gente conocer

a Dios. Así podemos capturar todos los pensamientos y hacer que obedezcan a Cristo” (2Co.

10:5 PDT); “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus

pensamientos en Cristo Jesús” (Fil. 4:7 NVI); “Por último, hermanos, piensen en todo lo

verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo

agradable, en todo lo que tiene buena fama. Piensen en toda clase de virtudes, en todo lo que

merece alabanza” (Fil. 4:8 DHH).

Resumiendo, se puede decir que Pablo daba gran importancia a lo cognitivo en los

creyentes, por lo cual los animaba a tener una renovación estructural de sus mentes para poder

 
 
 13 
 

entender que Dios quiere lo bueno, lo recto y lo perfecto y manejar sus procesos mentales con

ese entendimiento.

 
 
 CAPITULO 3

LOS CONOCIMIENTOS PSICOLÓGICOS EN EL TRABAJO DE LA IGLESIA

Como se ha visto en los capítulos precedentes, los temas psicológicos se encuentran en la

Biblia. Por lo tanto, es conveniente aceptar entonces que deben ser usados en el trabajo de la

Iglesia, sobre todo teniendo en cuenta que los problemas que enfrenta el hombre contemporáneo

pueden ser más complejos que los que se enfrentaban años atrás. En este capítulo se tratará de

anotar algunas maneras de implementar la adquisición y el uso de conocimientos psicológicos

por parte de creyentes que demuestren aptitudes para la orientación psicológica de otros.

Capacitación bíblica y psicológica para el trabajo de consejería

La Iglesia cristiana tiene la sublime misión de esparcir las “buenas nuevas” por todo el

mundo. Van Engen dice que “la visión de misión debe estar al alcance de todos los miembros,

que proclaman todo el evangelio, de parte de toda la Iglesia, a todo el mundo”. 18 Agrega que “los

programas educativos en la Iglesia deben ser el medio por el que se prepara al Pueblo de Dios

para un discipulado misional y dinámico en su servicio al mundo”. 19 Al estar en acuerdo con

Van Engen sobre la necesidad de implementar programas educativos a cada uno de los creyentes,

entonces estos serán evangelistas o misioneros cumpliendo con la Gran Comisión. Sin embargo,

se tiene que recordar que para el trabajo de consejería o de orientación psicológica no todo el

pueblo de Dios estaría capacitado para hacerlo. Según Bernardo Stamateas, “no todo el mundo
                                                            
18
Carlos Van Engen, “Los miembros misioneros de la iglesia local”. En El pueblo misionero de Dios: Una
nueva perspectiva del propósito de la iglesia local, (Grand Rapids: Libros Desafío, 2004), 165.
19
Ibid., 167.

14 
 
 15 
 

puede ser consejero. Para serlo hacen falta varias aptitudes muy especiales; entre las más

importantes encontramos: A. Un llamado de Dios; B. Capacitación para la tarea; C. Salud

mental”. 20 Como se ve, hay tres aptitudes, la Iglesia solo puede proporcionar los medios para que

se adquiera la capacitación para la tarea. Esta capacitación incluiría temas como hogar cristiano,

problemas familiares, divorcio, infidelidades, abuso sexual, crianza de los hijos, diferencias en la

sexualidad, emociones destructivas, duelos, depresión, estrés, psicopatología, trastornos de

personalidad, perversiones o desviaciones sexuales, consejería espiritual, conflictos en el

ministerio, violencia familiar. La capacitación debería estar a cargo de personas bien preparadas

y con la suficiente experiencia para abordar en forma práctica todos los temas.

La consejería dentro de la Iglesia

Dentro de las iglesias hay muchos creyentes que necesitan orientación psicológica,

aunque hay líderes y creyentes que niegan esa necesidad. James Hamilton dice al respecto:

A algunos pastores les repugna aconsejar, razonando que si los feligreses tuvieran una
experiencia religiosa adecuada, el consejo no sería necesario…Muchas personas cuyo
arrepentimiento es real, cuya consagración es definitiva y cuyo servicio cristiano y
testimonio son indubitables, todavía necesitan hacer decisiones en una situación de
consejo. Tanto el pastor que se da cuenta de esto, como el feligrés que no se siente
amenazado por ello, se sienten en libertad de poner sus energías en libertad para la
búsqueda de respuestas a estos problemas, sin sentir que esto sea una negación de la fe
del laico, una admisión de inefectividad del ministro o un insulto a la tradición teológica
de ambos. 21

Debido al rechazo manifiesto de las doctrinas psicológicas, hace algunos años, personas

que no tenían adecuada preparación profesional, comenzaron a hacer consejería cristiana usando

técnicas psicológicas bajo el nombre de “sanidad interior”. Si bien es cierto que habían hecho

                                                            
20
 Stamateas, “Aptitudes personales del Consejero Pastoral”. En Aconsejamiento Pastoral, (Terrassa:
Editorial Clie, 1995), 25. 
21
James D. Hamilton, “Aconsejar, una función del ministerio”. En El ministerio del Pastor Consejero,
(Kansas City: Casa Nazarena de Publicaciones, 1975), 47-48.

 
 
 16 
 

algún curso, la falta de preparación para discernir entre lo espiritual y lo psicológico los llevó a

cometer gruesos errores en su trabajo, con el agregado de dejar dañados y fuera del camino de

Dios a muchos creyentes nuevos. Por eso es muy importante la preparación adecuada de los

candidatos a consejeros, ya que entre otras cosas, deben saber discernir si están capacitados para

atender a las personas que tienen delante o deben derivarlas para que las atienda un profesional.

La consejería abierta a la comunidad

La preparación de consejeros es una tarea importantísima de la Iglesia, ya que no solo

pueden trabajar con las necesidades de los creyentes, sino que pueden extender su servicio a la

comunidad donde está ubicado el templo. El trabajo de orientación psicológica puede ser usado

por la Iglesia como una herramienta evangelística, organizándose, aparte de las atenciones

personales y familiares, talleres temáticos y grupos de auto ayuda abiertos a todos los que

quieran asistir. Carlos Pinto, doctor en psicología y coordinado del EIRENE-Internacional,

Asociación Latinoamericana de Asesoramiento y pastoral familiar, comenta, que el empleo de

pruebas psicológicas se deben de aplicar solamente como una herramienta de ayuda, y no como

un fin en sí mismo en las personas que son enviadas como misioneras al campo. Además el

considera que la psicología es una herramienta útil para misioneros.22 Si hay en la Iglesia

profesionales del área de la salud mental como psicólogos, psiquiatras, psicopedagogos y

consultores psicológicos, pueden formar equipos con los pastores, líderes, misioneros y

consejeros para organizar los consultorios, talleres y grupos de atención. Dice Jorge A. León que

pensar en los demás es un signo de madurez: “Cuando hemos madurado pensamos en los demás

y los conocimientos teológicos o psicológicos no son más que herramientas de trabajo, para
                                                            
22
 Carlos, Pinto. “DesarrolloCristiano.com”La psicología: Herramienta útil para misioneros, (Desarrollo 
Cristiano internacional, 2008), http://www.desarrollocristiano.com/articulo.php?id=1955&c=8. (último acceso 6 de 
Mayo de 2010). 

 
 
 17 
 

comprender a los demás y poder ejercer más eficientemente la responsabilidad pastoral de todos

los cristianos”. 23

Se puede finalizar esta parte, señalando que la lista de que se han anotado al principio de

este capítulo representa sólo un parte de los que se pueden encontrar en cualquier comunidad. Se

sabe que por fe y por experiencia que todos los problemas podrían ser resueltos por el poder de

Dios, pero también Dios usa a personas llenas del Espíritu Santo y preparadas adecuadamente en

esos temas a fin de ayudar a los que padecen.

                                                            
23
Jorge A. León, “Introducción”. En Psicología Pastoral para todos los cristianos, (Buenos Aires:
Propiedad del autor, 1971), 14.

 
 
 CONCLUSIÓN

Finalizando esta investigación se cree que se han identificado bien algunas patologías

psicológicas como la depresión por agotamiento de Elías, la depresión reactiva de Job y la

depresión como consecuencia del pecado o hamartógena de David. También se rescata de las

enseñanzas de Jesús las bases teóricas y empíricas sobre el complejo de Edipo y sobre la teoría

cognitivo conductual. De los escritos del apóstol Pablo se puede señalar una excelente

descripción del inconsciente y la importancia que las estructuras y los procesos mentales tienen

para los cristianos. Obviamente, son sólo muestras de lo que la Biblia ofrece como tratado de la

“ciencia del alma” (que es el significado etimológico de “psicología”) para todos los que se

acercan a buscar en ella la dirección y la luz que necesitan.

Entonces se puede afirmar, corriendo el riesgo de que se le acuse a uno de transgresor,

considerando que en la Biblia se tiene un adelanto de las bases teóricas de varias teorías

psicológicas. Por lo tanto, no deberían desecharse los conocimientos psicológicos en el trabajo

de la Iglesia, sino que deberían ser considerados como herramientas útiles para ayudar a los

creyentes y a los no creyentes para que ellos puedan cambiar su visión de sí mismos, del mundo

y del futuro, accediendo a nuevas maneras de pensar y conducirles para disfrutar de una vida de

plenitud en Dios.

18 
 
 BIBLIOGRAFÍA

Béla Székely, L. C. Diccionario de Psicología General y Aplicada. Buenos Aires: Editorial

Claridad, 1983.
Broadus, John A. Comentario sobre el Evangelio según Mateo. El Paso: Casa Bautista de
Publicaciones, sin fecha.
Carretero, Mario, Karina Solcoff, Daniel Valdéz. Psicología. Buenos Aires: Aique Grupo Editor,
2006.
DSM-IV Breviario, Criterios Diagnósticos. Barcelona: Masson, S.A., 1998.
Gran Enciclopedia Universal Espasa Calpe. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 2005.

Hamilton, James D. El ministerio del Pastor Consejero. Kansas City: Casa Nazarena de
Publicaciones, 1975.
Harrison, Everett F. Comentario Bíblico Moody-Nuevo Testamento. Grand Rapids: Editorial
Portavoz, 1996. 
Pinto, Carlos. DesarrolloCristiano.com “La Psicología: Herramienta útil para el misionero”
Desarrollo Cristiano Internacional, 2008.
http://www.desarrollocristiano.com/articulo.php?id=1955&c=8 (último acceso 12 de
mayo de 2010).
León, Jorge A. Psicología Pastoral para todos los cristianos. Buenos Aires: Propiedad del autor,
1971.
Nelson, Wilton M. Diccionario Ilustrado de la Biblia. Miami: Editorial Caribe, 1978.
Pfeiffer, Charles F. Comentario Bíblico Moody-Antiguo Testamento. Grand Rapids: Editorial
Portavoz, 1997.
Schoua, Josefina S. de – Renata Frank de Verthelyi. Psicología General y de la Personalidad.
Buenos Aires: Crespillo, 1970.

Stamateas, Bernardo. Aconsejamiento pastoral. Barcelona: Editorial CLIE, 1995.

Van Engen, Carlos. El pueblo misionero de Dios: Una nueva perspectiva del propósito de la
iglesia local. Grand Rapids: Libros Desafío, 2004.
Yates, Kyle M. Los Profetas del Antiguo Testamento. El Paso: Casa Bautista de Publicaciones,
1978.

19