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El desarrollo

del subdesarrollo
ANDRE GUNDER FRANK

No podemos esperar formular teorías llados ha probado ser muy diferente,


y programas adecuados sobre el des- las teorías en nuestro poder fallan
arrollo para la mayoría de la po- en reflejar comirfetamente el pasado
blación mundial que sufre d sub- de la parte del mundo subdesarroUa-
desarrollo, sin antes conocer como da. Y lo que es aún más importante;
su pasado económico y su historia nuestra ignorancia de la historia de
social dieron lugar a su actual sub- los países subdesarroUados nos lleva
desarrollo. No obstante, casi todos a aceptar que su pasado y hasta su
los historiadores sólo se ocupan de presente se asemejan a las etapas pri-
los países metropolitanos desarrolla- mitivas de la historia de los países
dos y prestan escasa atención a las hoy desarrdlados. Esta ignorancia
regiones coloniales y subdesarroUa- y esta aceptación nos ha Ilefvado a
das. Por esta razón la mayor parte serías falsas concepciones sobre el
de nuestras categorías teóricas y subdesarrollo y el desarrollo contttn-
nuestras guias para la política de poráneo. Además, la mayoría de
desarrollo provienen exdusivaiaente los estudios del desarrollo y dd
de lá experiencia histórica de las subdesandlo adolecern de no tomar
naciones avansadas capitalistas de en coaita las reladones económicas
E^irapa y de Norteamérica. y otras aatxe las metrópolis y sos co>
Y puesto que la experiencia histórica lonias económicas a lo largo éo la
de los países cdbniales y subdesarro- historia de la expansión mundial y

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dd desarrollo del sistema mercanti- pasada y actual y de otras rdaciones
liata y- capitalista. Por consiguiente, entre los satélites subdesarroUados y
la mayoría de nuestras teorías fra- los actuales países metropolitanos
casan en explicar la estructura y des> desarrollados. Lo que es más, eOas
arrollo dd sistema capitalista como relaciones son parte esencial de la
un todo y en tener en cuenta su ge- estructura y el desarrollo dd sistema
neración simultánea de subdesarroQo capitalista a esctáa mundial en con-
en algunos lugares y desarrollo eco- junto. Un punto de vista relacionado
nómico en otros. con esto y también ampliamente erró-
Generalmente se sostiene que el des- neo es que el desarrollo de esos países
arrollo económico ocurre en una subdesarroUados y, dentro de dios,
sucesión de etapas capitalistas y que de sos áreas domésticas más subdes-
los actuales países subdesarroUados arrdladas, debe ser y será generado
están todavía en una etapa, a veces o estimulado por la difusión de ca-
descrita como una etapa histórica pital, instituciones, valores, etc...
original, por la cual las actuales na- en los mismos desde las metrópolis
ciones desarrolladas pasaron hace capitalistas nacionales e internacio-
mudio tiempo. Sin embargo, el más nales.
modesto conocimiento de la historia
Las perspectivas históricas basadas
mue^ra que el subdesarrollo no es
en la experiencia pasada de los países
ni -original ni tradicional y V^ ^
subdesarroUados sugiere que, por el
d pasado ni el presente de los países
contrario, d desarroDo económico de
subdesarroUados se parece, bajo nin-
los pídses subdesarrollados puede ocu-
gáa cimcepto importante, al pasado
rrir actualmente sólo indqiendiente-
de lo» paúes actualmente desarrolla-
mente de la mayoría de esas relacio-
dos. Los hoy países desarropados
nes de difusión.
nunca tuvieron subdesarroEo aunque
pueden haber estado poco desarro- Evidentes desigualdades de renta y
Uado», Es tambirá ampliamente sabi- difexendas culturales han llevado a
do que el subdesarroUo contemporá- muchos observadores a ver sociedades
neo de un país puede ser concebido y economías «duales» en los países
como producto o reflejo de sus pro- subdesarrollados. Cada una de laS
|Has características o estructuras eco- partes está supuesta de tener una
oráiieas, políticas, sociales y cultura- historia propia, una estructura j
ha. P«ro la inve^gacirái histórica una dinámica omtemporánes, am-
dcnnestn qiw ú subdesarrolb omi- pliamente indepcaidi^te de la otra.
Vesttpnkato es» en ^ran parte, d Se supone que inio una parte ái
producto histórico de la econongla la econ<Hiiía y ^ la aededad ha
t«o
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sido afectada, en forma importan- te a las relaciones entre desarrollo
te, por relaciones íntimas econó- y subdesarroUo a nivel internacional,
micas con ei mundo capitalista las instituciones subdesarrolladas con-
«exterior>; y esta parte, se ha temporáneas de las llamadas áreas
vuelto moderna, capitalista y re- atrasadas o doméstico-feudales de
lativamente desarrollada precisamen- una. región subdesarrollada son, no
te a causa de este contacto. La menos, producto de un simple pro-
otra parte es considerada como di- ceso histórico de desarrollo capita-
versamente aislada, basada en la lista como también lo son las lla-
subsistancia feudal o precapitalisU madas instituciones capitalistas de
y por lo tanto más subdesarrollada. las supuestas áreas progresivas. En
Creo por el contrarío, que toda la este trabajo me gustaría esbozar los
tesis de la tSociedad dual» es fal- tipos de evidencias que respaldan
sa y que las recomendaciones de esta tesis y al mismo tiempo indicar
política a las que lleva, si se siguen, ciertos lincamientos futuros a los que
sirven solamente para intensificar y podrán seguir estudios e investiga-
perpetuar las propias condiciones de ciones fructíferos.
subdesarroUo que supuestamente de-
ben remediar, — 11 —

Gran cantidad de evidencias, que El Secretario general del Centro la-


aumentan por día, sugieren y estoy tinoamericano para la investigación
seguro que serán confirmadas por en Ciencias Sociales escribe en el
las futuras investigaciones históri- " diario del Centro: «La posición pri-
cas, que la expansión del sistema vilegiada de la ciudad tiene su ori-
capitalista en los siglos pasados pe- gen en el período colonial. Fue fun-
netró efectiva y totalmente aun los dada por el Conquistador para ser-
aparentemente más aislados sectores vir los mismos fines que sigue sir-
del mundo subdesarrollado. Por con- viendo hoy en día: incorporar la
siguiente, las instituciones y relacio- población indígena a la economía
nes económicas, pdlíticas, sociales y producida y desarrollada por el Con-
culturales que observamos actual- quistador y sus descendientes. La
mente ahí, son productos del desa- ciudad regional era un instrumento
rrollo hislórico del sistema capita- de conquista y es aún hoy un ins-
lista tanto como lo son los aspectos trumento de, dominio.»^ El Instituto
más modernos o rasgos capiíaUstas, nacional indigenista de México con-
de las metróp<dis nacionedes de estos firma esta observación cuando señala
paites subdesarroUados. Análogamen- que «la población mestiía, de hecho,
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siempre vive en la ciudad, centro de ésta, de la metrópoli extranjera— sen
una región intercultural, que actúa al mismo tiempo centros provincia-
como metrópoli de una zona de po- les alrededor de los cuales giran en
blación indígena y que mantiene órbita sus propios satélites. En esta
una íntima relación con las comuni- forma, toda una cadena de constela-
dades subdesarrolladas que une el ciones de metrópolis y satélites re-
centro con las comunidades satéli- laciona todas las partes del sistema
tes».* El Instituto va hasta señalar total de su centro en Europa o los
que centre Jos mestizos que viven en Estados Unidos a los puntos más le-
la ciudad núcleo de la región y, los janos de los países latinoamericanos.
indios que viven en las zonas cam- Cuando examinamos la estructura
pesinas del interior hay, verdadera- metrópoli-satélite, nos encontramos
mente, una más cercana interdepen- con que cada uno de los satélites, in-
dencia económica y social de lo que clusive las hoy subdesarrolladas Es-
se puede apreciar a primera vista> paña y Portugal, sirven como ins-
y que las metrópolis provinciales «al trumento para extraer capitales o so-
ser centros de intercambios son tam- brantes económicos de sus propios
bién centro de explotación.»' • satélites y encaminar parte de estos
sobrantes hacia la metrópoli extran-
Y así, esas relaciones metrópoli-sa-
jera de la cual todas son satélites.
t3ites no están limitadas por el nivel
Sin embargo, cada metrópoli nacio-
imperial o internacional sino pene-
nal o local sirve para imponer y
tran y estructuran la propia vida
mantener la estructura monopcJística
económica, poHtica y social de los
y las relaciones de explotación de
países y las colonias latinoamerica-
este sistema, como el Instituto na-
nos. Así como la capital nacional y
cional indigenista de México lo lla-
colonial con su sector de exporta- ma) mientras sirva los intereses de
ción se convierte en satélite de la las metrópolis que se aprovechan de
metróp<^ ibérica^ y más tarde de esta estructura global, nacional y lo-
otras, del sistema económico mun- cal para promover su propio desa-
dial, este satélite inmediatamente se rrollo y el enriquecimiento de su
convierte en una metrópoli colonial clase gobernante.
y después nacional en relación con
los sectores de producción y la po- 1 América Latina, Año 6, N' 4, Octu-
Uación del interior. Aún más, las bie-Dicíanbie 1963, pág. 8.
capitales provinciales que a su vez ' Los centros coordinadores indigenis-
acm eUas mismas sat^ites de la me- tas, Institato Nacuma] Indigenista, MHí-
co, 1962, pág. 34.
trópoli nacional —y a través de * La múma obn, pág. 33-34 y 88.
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Kstas son las características princi- rrollo del mundo mercantil y más
pales y que aún perduran y que tarde al sistema capitalista industrial,
fueron establecidas en Latino Améri- sino que también introdujo las es-
ca por la G>nquista. Además del tructuras monopolísticas metrópoli-
examen del establecimiento de esta satélite y el desarrollo del capita-
estructura colonial en su contexto lismo en la economía doméstica y
histórico, el enfoque propuesto re- la propia sociedad de Chile. Y esta
quiere el estudio del desarrollo —y estructura penetró y permeabilizó to-
subdesarrollo— de estas metrópolis do Chile rápidamente. Desde enton-
y satélites de Latino América a tra- ces y en d transcurso de la historia
vés del consiguiente y aún en vigor mundial y de Chile, durante los pe-
proceso histórico. En esta forma po- ríodos del colonialismo, dd libre co-
demos comprender por qué han habi- mercio y del imperialismo, así como
do y todavía hay tendencias, en las actualmente, Chile ha sido enorme-
estructuras latinoamericanas y capi- mente marcado por las estructuras
talistas del mundo, que parecen lle- sociales y políticas del subdesarrollo •
var al desarrollo de la metrópoli y satélite. Este desarrollo del subdesa-
al subdesarrollo de los satélites y rrollo continúa hoy tanto en la cre-
por qué, particularmente, las me- ciente satdización de Chile por la
trópolis satélites nacionales, regio- metrópoli extranjera, como a través
nales y locales de Latino América de la cada día más aguda polariza-
confrontan d hecho de que su desa- ción de su economía doméstica.
rrollo económico es, cuando más, La historia del Brasil es, quizás, el
un desarrollo subdesarroUado. caso más claro de ambos aspectos de
subdesarrollo, nacional y regional. La
—m— expansión de la economía mundial
desde el comienzo del siglo xvr con-
B vAoA subdesarrollo de América virtió paulatinamennte el nordeste, el
Latina es d resultado de su parti-
interior de Minas Gerais, el norte y
cipación secular en el proceso dd
el centro sur (Río de Janeiro, Sao
desarrollo capitalista mundial; en lo
Paolo, Paraná) en economía de ex-
que a mí se refiere, creo haberlo
portación y las incorporó a las es-
mostrado en estudios sobre la his-
toria económica y social de Chile y
'• «Desarrollo y Sub-desarroUo capiu-
Brasil* Mi estudio sobre la his- liste en Chile» y «Desarrollo y Sub-desarro-
toria chilena sugiere que la Con- Uo Capit^ste en Brasil» en Cm^udismo
quista no liólo' incorporó totalmente y Subdesarrollo en Amiríca Latina que
será publicado próximamente por Monthly
este país a la expansión y al desa- Review Press.
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tracturas y al desarrollo del sistema desarrollo industrial sacó o sacará
capitalista mundial. Cada una de al Brasil del ciclo de desarrollo y
estas regiones sufrió lo que pudo pa- subdesarrollo satélite que ha cara.:--
recer nn desarrollo económico du- terizado hasta ahora sus otras re-
rante el período de su respectiva giones y su historia nacional dentro
edad de oro. Pero fue un desarrollo del sistema capitalista. Yo creo que
satélite que no era ni auto-generado la respuesta es negativa. Doméstica-
ni auto-perpetuado. Según fue d-?- mente y hasta ahora, la respuesta os
clinando el mercado o la producti- bien clara. El desarrollo de la in-
vidad de las primeras tres regiones, dustria en Sao Paolo no ha produ-
el interés de la economía doméstica cido grandes riquezas para las otras
y extranjera se fue desvaneciendo; regiones de Brasil. Al contrario, las
y fueron abandonadas para que desa- iia convertido en satélites coloniales
rroDaran el subdesarrollo en que vi- internos, las ha descapitalizadj aún
ven actualmente. En la cuarta región, más y consolidado y hasta profun-
la economía del café sufrió un des- dizado más su subdesarrollo. Existen
tino similar aunque no tan serio (pe- pocas evidencias que nos permitan
ro el desarrollo de un sustituto sin- sugerir que este proceso es suscep-
tético del café promete asentarle un tible de reversión en un futuro más
golpe mortal en un futuro no muy o menos lejano excepto en que los
lejano). Toda esta evidencia histó- pobres provincianos migran y se con-
rica contradice la tesis generalmente vierten en los pobres de las ciuda-
aceptada de que los latinoamericanoi des metropolitanas. La evidencia es,
sufren de una «sociedad duaU o de considerada desde d exterior, que
una supervivencia de las instituciones aunque el desarrollo inicial de la
feudales y que éstos son obstáculos industira de Sao Paolo era relativa-
importantes a su desarrollo econó- mente autónomo está siendo poce a
mico. poco satelizado por la metrópoli ca-
pitalina extranjera y sus futuras po-
sibilidades de desarrollo están siendo
— IV —
progresivamente restringidas." Este
Durante la Primera Guerra Mundial desarrollo —mis estudios me llevan
y más aún durante la Gran Depre- a creerlo— parece destinado a ser
sión y la Segunda Guerra Mundial,
Sao Paolo comenzó a edificar un » Ver también «El crecimiento y Jes-
censo de ]o8 sustitutos de importación»,
aparato industrial que es, actual- Boletín Económico para América Latina,
mente, el mayor de América Latina. New York, IX. N» 1 Mano 1964; y de
Celso Furtado, Dúdéetica del DesarrMo,
La cuestión que se plantea es si d Túo de Janeiro, Fondo de Coltura, 1964.
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un desarrollo subdesarrollado o limi- abarca al mundo entero, las metró-
tado, mientras se realice dentro del polis tieiiden a desarrollarse y los sa-
actual marco económico, político y télites a subdesarroUarse. La pri-
social. mera hipótesis ya fue mencionada
más arriba: es decir, que en con-
Debemos incluir, en resumen, que
traste con el desarrollo de la me-
el subdesarrollo no es debido a la
trópoli extranjera que no es satélite
supervivencia de instituciones arcai-
de nadie, el desarrollo de las metró-
cas o a la existencia da falta de
polis subordinadas y nacionales está
capital €fn las regiones que se hau limitada por su estatuto de satélite.
nantenido aisladas del torrente de Esta hipótesis es quizás más difícil
la historia del mundo. Por el con- de probar que las siguientes, porque
trario, el subdesarrollo ha sido y es parte de su confirmación depende
aÚB generado por el mismo proceso de la prueba de las demás hipótesis.
histórico que genera también el desa- No obstante, esto hipótesis parece
rrollo económico: el desarrollo del estor generalmente confirmada por la
propio capitalismo. Este punto de no-autonomía y el no-satisfactorio
vista, me complace confesarlo, está desarrollo económico y especialmente
ganando adeptos entre los estudian- industrial de las metrópolis naciona-
tes de América Latina, está proban- les de América Latina, como docu-
do su valor al aportar nueva luz al mentos de los estudios ya citados.
problema del área y ofreciendo una Los ejemplos más importantes y al
mejor perspectiva para la formula- mismo tiempo más confirmantes son
ción de las teorías y los lineamientos.^ las regiones metropolitanas de Bue-
nos Aires y Sao Paolo, cuyo creci-
— V — miento sólo comenzó en el siglo xix,
que no fue obstaculizado por heren-
El mismo enfoque histórico y es-
trucbíral puede también conducir a
e Otros utilüan tesis similares, aunque
mejorcB teorías y lincamientos de sus ideologías no les permiten llegar a
deserroUo generando una serie de conclusiones lógicas, entre ellos Anibal
Pinto de Chile; Un caso de desarrollo
hipótesis sobre desarrollo y subde- frustrado, Santiago, Editorial Universiu-
sarrollo como las que estoy proban- rit, 1957; Celso Furtado: La formación
económica dd Brasil, Río ds Janeiro,
do en mis actuales investigaciones. Fondo de Cultura, 1959 (traducido re
Las hipótesis se derivan de las ob- cientemend al inglés y publicado bajo
el título The Economic Growth of Brasil
servaciones empíricas y de las pre- por la University of Carolina Press); y
sunciones teóricas que dentro de es- Caio Prado Júnior: Historia Económica
dd Brasil, Sao Paolo, Editora Brasiliense,
ta ratructura metrópoli-satélite que 7ma. edición, 1962.
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cías coloniales, pero que es y sigue tina, Brasil y México, pero también
siendo un desarrollo satélite am- de otros países tales como Chile—
pliamente dependiente de la metró- han tenido lugar precisamente du-
poli exterior, primero de Gran Bre- rante los períodos de las dos gran-
taña y después de los Estados des guerra y la depresión interme-
Unidos. dia. Gracias al consiguiente debilita-
miento de los lazos comerciales y de
Una segunda hipótesis es que los
la inversión durante esos períodos,
satélites sufren su mayor desarrollo
los satélites iniciaron un crecimiento
industrial capitalista clásico cuando
marcado de industrialización autó-
y allí donde sus lazos con la metró-
noma. La investigación histórica de-
poli son débiles. Esta hipótesis es casi
muestra que lo mismo sucedió en
diametralmente opuesta a la tesis ge-
América Latina durante la depresión
neralmente aceptada que á desa-
europea del siglo xvii. Creció la ma-
rrollo de los países subdesarroUados
nufactura en los países latinoame-
es consecuencia del mayor grado de
ricanos y muchos de ellos, como
contacto con y la mayor difusión Chile, se convirtieron en exportado-
desde los países desarrollados me- res de productos manufacturados. Las
tropolitanos. Esta hipótesis parece guerras napoleónicas hicieron brotar
estar confirmada por dos clases de movimientos de independencia en
airamiento relativo que América La- América Latina y esto debe quizás
tina ha experimentado en el curso interpretarse como una confirmación,
de su historia. Uno es el aislamiento en parte, dé la hipótesis de desarrollo.
temporal causado por las crisis de
guerra o depresiones en las metró- La otra dase de aislamiento que
polis extranjeras. Aparte de algunas tiende a confirmar la segunda hi-
de menor importancia, sobresalen pótesis es el aislamiento geográfico
cinco períodos de grandes crisis que y económico de regiones que en un
parecen confirmar la hipótesis. Estos tiempo estuvieron relativa y débil-
son: la depresión europea (especial- mente integradas y unidas al siste-
mente la emanóla) del siglo xvii, las ma mercantilista y capitalista. Mi
guerras napoleónicas, la Primera investigación preliminar sugiere qu?
Guerra Mundial, la depresión de los en América Latina fueron esas re-
años 30 y la Segunda Guerra Mun giones las que iniciaron y experimen-
dial. Está claramente establecido y taron el más promotedor desarrollo
generalmente reconocido que el de- económico autogenerado del más clá-
sarrollo industrial reciente más im- sico tipo industrial capitalista. Los
portante —especialmente de Argen- casos regionales más importantes son
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probablemente Tucumán y Asunción, después de los mismos 40 años de
tanto como otras ciudades como Men- esfuerzos por el desarrollo. La se-
doia y Rosario, en el interior de Ar- gunda hipótesis sugiere que la razón
gentina y Paraguay, durante el final fundamental es que Japón no fue
del siglo XVIII y comienzos del xix. satelizado ni en el período Tokugawa
Los siglos XVIII y XIX en Sao Paulo, ni en d Meiji y por lo tanto no tuvo
antes de que se comenzara el culti- su desarrollo estructuralmente limi-
vo del café allí son otro ejemplo. Qui tado como los países que fueron sa-
zas Antioquía en Colombia y Pue- telizados.
bla y Querétaro en México, son otros
ejemplos. A su manera, Chile fue — VI —
también un ejemplo puesto que, an-
Un corolario de la segunda hipótesis
tes que la ruta marítima alrededor
es que, cuando la metrópoli se re-
de Hom(» fuese abierta, este país
cuperaba de sus crisis y restablecía
estaba relativamente aislado al final
de un largo viaje de Europa vía Pa- los lazos de comercio e inversión que
namá. Todas estas regiones se con- reincorporaban totalmente a los saté-
virtieron en centros de manufactura lites al sistema, o,cuando la expan-
y hasta de exportación, generalmente, sión metropolitana trataba de incor-
de textiles, durante el período que porar las regiones previamente aisla-
precedió a su incorporación efectiva das al sistema mundial, la idustria-
como satélites del sistema capitalista lización y el desarrollo previo de
mundial, colonial y nacional. estas regiones eran estrangulados o
canalizados en direcciones que no
Qaro está que, internacionalmcnte, son autoperpetuadas ni promstedo-
el caso clásico de industrialización ras. Esto sucedió después de cada
a través de la no-participación como una de las cinco crisis más arriba ci-
satélite del sistema capitalista mun- tadas. La renovada expansión del co-
dial es obviamente, el del Japón des- mercio y la difusión del liberalismo
pués de la Restauración Meiji. Por económico en los si^os xviii y xix
qué, podemos preguntamos, d po- estrangularon e hicieron retroceder
bre eo recursos y no satelizado Ja- el desarrollo de la manufactura que
pón fue capaz de industrializarse a había tenido América Latina duran-
fines dd si^o, mientras los países te el siglo xvii y en algunos lugares
latinoamericanos ricos en recursos y al comienzo del siglo xix. Después
Rusia, no foenm capaces de hacerlo de la Primera Guerra Mundial, la
y la última fue fácilmente vencida nueva industria nacional del Brasil
por Japón en la Guerra de 1904, sufrió serias consecuencias por b
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invasión económica norteamericana. la base económica del interior, pre-
El aumento en la tasa de crecimien- viamente casi próspero. La manufac-
to del producto bruto nacional y par- tura fue destruida por la competencia
ticularmente de la industrialización extranjera, se cogieron las tierras y
en todir la América Latina fue tam- se convirtieron en latifundios por
bién retrasada y la industria se vol- la economía rapaz y creciente de la
vió muy satelizada de^ués de la exportación, la distribución inlrare-
Segunda Guerra Mundial y especial- gional de la renta se hizo más des-
mente después de la recuperación de igual y las regiones que se estaban
la postguerra coreana y la expansión desarrollando previamente se convir-
de la metrópoli. Lejos de haberse tieron en simples satélites de Buenoa
desarrollado mucho más desde en- Aires, y a través de éste, de Londres.
tonces, los sectores industriales del Los centros provinciales no claudi-
Brasil y más con^icuamente de Ar- caron sin lucha ante la satelización.
gentina se han vuelto estructural- Este conflicto metrópoli-satélite fue,
mente más y más subdesarrollado3 en mucho, la causa de la larga lucha
y menos y menos capaces de generar armada y política entre los Unitaris-
la industrialización continuada y/o tas de Buenos Aires y los Federalis-
el desarrollo sostenido de la econo- tas de las provincias y se puede decir
mía. Este proceso, que la India sufre que fue la única causa importante
también, está reflejado en una escala de la Guerra de la Triple Alianza
general de la balanza de pagos, in- en la cual Buenos Aires, Montevideo
flación y otras dificultades econó- y Río de Janeiro, alentadas y ayuda-
micas y políticas, y promete no do- das por Londres, destruyeron no
blegarse ante ninguna solución que sólo la economía autónoma en vías
no aporte cambios estructurales. de desarrollo de Paraguay, sino casi
mataron toda su población que no
Nuestras hipótesis sugieren que,' fun-
aceptaba someterse. Aunque sin du-
damentalmente, el mismo proceso das éste es el ejemplo más espec-
ocurrió, aún más dramáticamente, tacular que tiende a confirmar la
con la incorporación al sistema de hipótesis, yo creo que la investi-
regiones previamente no satelizadas. gación histórica sobre la sateliza-
La expansión de Buenos Aires como ción de los trabajos agrícolas pre-
satélite de Gran Bretaña y la intro- vios, relativamente independientes, y
docdón del libre comercio en interés de las incipientes regiones manu-
de los grupos gobernantes de ambas factureras, tales como las islas del
metr^)olis destruyeron la manufac- Caribe, lo confirmarán en d futuro.^
tura y paite de lo que quedaba de Estás regiones no tuvieron ninguna
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oportunidad contra, las fuerzas de neros de Minas Gerais, en Brasil, ti;-
desarrollo y expansión del capita- rras altas del Perú, Bolivia y lo;
lismo y BU propio desarrollo tuvo estados centrales mexicanos de Gua
que ser sacrificado al de los demás. najuato. Zacatecas y otros, cuyos
La economía y la industria dd Brasil, nombres se hicieron famosos hace
Argentina y otros paises que han siglos por su plata. Con seguridad
smtido los efectos de la recuperación no hay mayores regiones en Amé-
metropolitana desde la Segunda Gue- rica Latina que sufran en la actuali-
rra Mundial sufren hoy mucho el dad más intensamente la maldición
mismo destino, aunque, por suerte, del subdesarroUo y la pobreza; sin
en grado menor. embargo, todas esas regiones, como
Bengala en la India, una vez fueron
— VII — proveedoras del flujo sanguíneo mer-
cantil y del desarrollo capitalista in-
Una tercera hipótesis principal deri-
dustrial —de la metrópoli. La par-
vada de la estructura metrópoli-saté-
ticipación de estas regiones en el
lite es que las regiones que están aquí
desarrollo del sistema capitalista mun-
aotualmente más subdesarrolladas y dial les proporcionó, ya en su edad
con mayor aspecto feudal son aque- de oro, las estructuras típicas del sub-
llas que tenían lazos más estredios desarroUo de una economía de ex-
en ei pasado con la metrópoli. Son portación capitalista. Cuando el mer-
las regiones que eran> los mayores cado de su azúcar o de la riqueza de
exportadores de materias primas y sus minas desapareció y las metrópo-
las fuentes principales de capital para lis las abandonaron a su propio des-
la metrópoli extranjera y que fueron tino, sus ya existentes estructuras eco
abandonadas por ésta cuando por uní nómicas, políticas y sociales prohi-
razón u otra, los negocios decayeron. bían la generación autónoma del des
Esta hipótesis contradice la tesis ge- arrollo económico y no les dejaba
ralmente sostenida de que la fuente otra alternativa que volver a sí mis-
del subdesarroUo regional es su aisla mas y degenerar en el ultra-subdesa-
miento y sus instituciones precapita- rrollo que actualmente encontramos
listas. Esta hipótesis parece estar am- en ellas.
pliamente confirmada por el anterior
desarrollo supersat^ite y el presente 1 y«t por ejemplo, Ramón Guerra y
ultrasubdesarroHo de las, en un tiem- Sánclwc Azúcar y Población en las An-
tiUas, Habana 19^, 2da. edición, publica-
po exporUdoras de azúrar, Antillas, da como Sugar and Sodety in the Ca-
nordeste del Brasil, distritos exmi- ribbean, New Haven, Yaie University
Piets. 1964.
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— VIII — inspección general y requiere un aná-
lisis detallado de muchos casos. No
Estas consideraciones sugieren otras
obstante, se puede obtener cierta evi
dos hipótesis relacionadas: una es,
dencia importante confirmatoria.
que el latifundio, sin tener en cuenta
si hoy se nos presenta como una finca El aumento de los latifundios en la
o hacienda, nació típicamente como Argentina y Cuba, durante el siglo
empresa comercial que creó sus pro- XIX es un caso claro en apoyo de la
pias instituciones que le permitieron cuarta hipótesis, y de ninguna manera
responder al aumento de la demanda puede ser atribuido a la transferencia
de instituciones feudales durante los
en el mercado nacional y mundial
tiempos .coloniales. Es evidentemente
ampliando sus tierras, su capital y
lo mismo que sucede en el resurgi-
su trabajo e incrementando el abas-
miento de los latifundios particulares
tecimiento de sus productos. La quin-
postrevolucionaríos y contemporáneos
ta hipótesis es que los latifundios qu:
en el norte de México, que producen
parecían aislados, basados en la sub-
para el mercado norteamericano y
sistencia y semifeudales, actualmente
de otros semejantes en la costa del
vieron declinar la demanda de sus
Perú y las nuevas regiones de café
productos y de su capacidad produc-
en Brasil. La conversión de las islas
tiva. Estos se encuentran principal-
dd Caribe, tales como Barbados, de
mente en las antes mencionadas re-
haciendas agrícolas en economías ex-
giones de exportación minera y agrí-
portadoras de'azúcar en distintas épo-
cola, cuyas actividades económicas cas, entre los siglos xvii y xx, y el
decayeron en general. Estas dos hi- aumento resaltante de los latifundios
pótesis corren parejas a la noción de en estas islas, también parecen con-,
mucha gente y a la opinión de algu- firmar la cuarta hipótesis; el aumen-
nos historiadores y otros estudiosos to del latifundio y la creación de las
sobre ti asunto, de acuerdo con las instituciones de servidimibre, que
cuales las raíces históricas y las cau- más tarde fueron llamadas feudales,
sas socioeconómicas de los laitfundios ocurrieron en el. siglo xviii y han
y de las instituciones de América sido concluyentes en demostrar que
Latina deben buscarse en la transfe- fueron los resultados y las respuestas
rencia de las instituciones feudales a la apertura de un mercado de trigo
de Europa y / o en las depresiones chileno en Lima.' Aun el aumento y
ectmómicas. la consolidación dd latifundio en el
La evidencia para probar estas hi- México del si^o xviii —que la Bia-
pótesis no ae abre fácilmente a la yoria de los estudiosos expertos kan

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atribuido a una depresión de la eco- nes frecuentemente son las mismas
nomía causada por la baja de la mi- personas o familias. Probar esta hi-
nería y una escasez de mano de obra pótesis requiere un análisis aún más
india y a la consiguiente introversión detaHado, parte del cual he coitaen-
y ruralización de la economía— ocu- zado en un estudio sobre la agricul-
rrió en un momento en que la po- tura del Brasil."
blación urbana y la demanda crecían,
se hizo aguda la carestía de produc- — IX
tos alimenticios, los precios alcanza-
ron niveles altísimos y el aprovecha- Todas estas hipótesis y estudios su-
miento de otras actividades econó- gieren que la extensión global y la
micas tides como minería y comercio unidad dd sistema capitalista, su es-
octerior declinaron.' Estos y otros tructura monopolista y su desarrollo
factores hicieron más provechosa la desigual en el transcurso de la his-
agricultura en las haciendas. Y así,
harta este caso parece confirmar la B Mario Góngora, Origen de los «in-
guilinos» de Chile central, Santiago, Edi-
hipótesis de que el crecimiento dd la- tora! Universitaria, 1960; Jean Borde y
tifundio y sus condiciones de servi- Mario Góngora Evolución de la propiedad
rural en el Valle del Puango, S^tiago,
dumbre, al parecer feudales, en Amé- Instituto de Sociología de la Universidad
rica Latina ha sido úempre y es aún de CUle: Sergio Sepúlveda, El trigo chi-
leno en el mercado mundial, Santiago,
la respuesta comercial a la creciente Editorial Universitaria, 1959.
demanda y que no representa la • Woodrow £k>rah hace de la depre-
transferencia o supervivencia de ins- sión su tema central en Nuetm siglo de
depresión de España Ibero Americana,
tituciones ajenas que se han mante- Beilceley, N« 35-1951 Francois Chevalier
nido más allá del alcance del desarro- La formación de los latifundios grandes
en Méxieo, México, Problemas indnstila-
llo capitalista. El surgimiento de los les y Agrícolas de México, VIII No 1,
latifundios, que actualmente e^án 1956 (traducido del francés y publicado
recientemente por la University of Caro-
verdaderamente, más o menos (aun- lina Press). Los datos que basan mi inter-
que no totalmoite) aislados, puede pretación ep contra han sido sacados de
estas obras. Este problema se plantea en
ser atribuido a las causas explicadas mi ¿<G>n qué modo de producción con-
en la quinta hipótesis; es decir, la vierte lí gallina el maíz en huevos de
oro?» El Callo Dustrado, Suplemento d:
dedinación de las empresas agrícola; El Día. Mélico No». 175 y 179, octubre
provechosas establecidas con anterio 31 y noviembre 28, 1965; y se analiza
mis profundamente en un estudio sobre
rídad, cuyo capital era y cuyo so- la agricultura mexicana en preparación.
brante económico corrientemente pro-
10 «Capitalismo y el mito del feudalis-
ducido aún es transferido a otro lugar mo MI la aigricultura del Brasil» en Capi-
pol- propietarios y negociantes, quie- (o/tsmo y SubdesarroUo en América Lati-
na, citado en el (4).
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toiia y la consiguiente persistencia ble proceso y eliminar esta Brisera-
del capitalismo más bien comercial ble realidad.
que industrial en el mundo subdes- No serán capaces de alcanzar estos
arroUo (incluyendo sus países más objetos si importan estereotipos esté-
indnstñalmente adelantados) mere- riles desde las metrópolis, que no
cen mucha más atención en el estudio corresponden a su realidad económi-
del desarrollo económico y cambio ca de satélites y no responden a sus
cultural de la que hasta hoy han re- necesidades de liberación política.
cibido. Porque, aunque la ciencia y Para cambiar su realidad deben pri-
la verdad no reconocen fronteras, mero comprenderla. Por eso, yo es-
serán probablemente las nuevas gene- pero que una mayor confirmación
raciones de científicos de los propios de estas hipótesis y un mayor empe-
paise& KibdesarroUados los que más ño en el enfoque propuesto, política y
necesitan y más podrán dedicar la estructuralmente, pueda ayudar a loa
atención necesaria a estos problemas pueblos de los países subdesarrollados
y aclarar el proceso del subdesarrollo a comprender las causas y eliminar
y del desarrollo. Es a ellos a quiénes )a realidad de su desarrollo de sub-
en el último término corresponderá desarrollo y del subdesarrollo de su
la tarea de cambiar éste ya no acepta- desarrollo.
Monthly Reviere, setiembre de 1966.

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