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Comentarios a la Ley del Notariado

Comentarios a la
Ley del Notariado
1

Pedro Germán Núñez Palomino

2017
PEDRO GERMÁN NÚÑEZ PALOMINO

NACIÓ EN EL CALLAO, PERÚ. ES ABOGADO Y LICENCIADO EN EDUCACIÓN EN LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL PERÚ. Y OBTUVO LA MAESTRÍA EN LEYES EN LA
UNIVERSIDAD DE TULANE, EN ESTADOS UNIDOS. TAMBIÉN EL DOCTORADO EN DERECHO POR LA UNIVERSIDAD DE WAGENINGEN - HOLANDA, AMBOS GRADOS
ACADÉMICOS OBTENIDOS DE FORMA PRESENCIAL Y REVALIDADOS POR LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ. EL DOCTORADO EN DERECHO EN HOLANDA LO
OBTUVO MEDIANTE UNA BECA DE DICHO PAÍS. TAMBIÉN, OBTUVO EL DOCTORADO EN ADMINISTRACIÓN.

MAGISTER EN LA PRIMERA MAESTRÍA DE DERECHO NOTARIAL Y REGISTRAL HABIENDO SU TESIS OBTENIDO EL CALIFICATIVO MAS ALTO CON FELICITACION Y
RECOMENDACIÓN DE PUBLICACIÓN OFRECIDA EN EL PERÚ POR LA UNIVERSIDAD SAN MARTÍN DE PORRES, PRIMERA UNIVERSIDAD EN EL PERÚ QUE OFRECIÓ DICHO
GRADO.

ASIMISMO, ES AUTOR DE NUMEROSOS ARTÍCULOS SOBRE DERECHO NOTARIAL, HISTORIA LEGAL, EDUCACIÓN Y DE VARIOS LIBROS: HACIA UNA FORMULACIÓN DEL
DERECHO NOTARIAL CONSTITUCIONAL (SEGUNDA EDICIÓN - NOVIEMBRE 2014), LOS CAMINOS DE LA PAZ, PENSAMIENTO POLÍTICO SIGLO XX, DERECHO Y COMUNIDADES
CAMPESINAS EN EL PERÚ 1969-1988, DERECHO NOTARIAL PERUANO Y DERECHO REGISTRAL, LA RESPONSABILIDAD Y ÉTICA NOTARIAL, BALOTARIO DESARROLLADO PARA
EL ACCESO A LA FUNCIÓN NOTARIAL 2009, INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA POLÍTICA, SU ULTIMA PUBLICACION ES COMENTARIOS A LA LEY 30313 (COMPILADOR). DESDE
1986 EJERCIÓ LA DOCENCIA UNIVERSITARIA. EN LA ACTUALIDAD SE DESEMPEÑA COMO NOTARIO DEL DISTRITO DE LA PERLA, CALLAO. ES COLABORADOR ASIDUO EN
MEDIOS PERIODISTICOS. EDITOR DE “AGENDA NOTARIAL”, FUE MIEMBRO DEL COMITÉ DE REDACCIÓN Y CONSULTIVO DE LA REVISTA GACETA NOTARIAL. IGUALMENTE
HA SIDO COORDINADOR DE LOS BOLETINES INFORMATIVOS DE LA JUNTA DE DECANOS DE LOS COLEGIOS DE NOTARIOS DEL PERÚ DESDE MARZO DEL 2009 Y DEL COLEGIO
DE NOTARIOS DEL CALLAO.
PARTICIPA COMO EXPOSITOR EN EVENTOS ACADÉMICOS INTERNACIONALES Y NACIONALES DESDE 1990. SU ULTIMO VIAJE COMO EXPOSITOR INVITADO POR EL EX
PRESIDENTE DE LA UNIÓN INTERNACIONAL DEL NOTARIADO SE REALIZO EN ENERO DEL 2012 PARA LA CONFERENCIA INTERNACIONAL DE TITULACIÓN LLEVADA A CABO
EN BURKINA FASO, AFRICA. ES MIEMBRO ACTIVO DE LA COMISIÓN DE ASUNTOS AMERICANOS, DE LA ACADEMIA NOTARIAL AMERICANA Y DE LA UNIÓN INTERNACIONAL
DEL NOTARIADO. CONDECORADO POR LA COMISION DE ASUNTOS AMERICANOS EL 04 DE ABRIL DEL 2016 CON MEDALLA AL MERITO NOTARIAL EN EL GRADO CRUZ DE
PLATA.
HA SIDO DISTINGUIDO POR LA SOCIEDAD CUBANA DE DERECHO NOTARIAL COMO MIEMBRO CORRESPONSAL EN EL AÑO 2014.
PROPUSO A TRAVÉS DEL COLEGIO DE NOTARIOS DEL CALLAO LA LEY Nº 29560 SOBRE RECONOCIMIENTO DE UNIÓN DE HECHO Y OTROS. HA SIDO DIRECTOR FUNDADOR
DEL DIARIO DIGITAL E-CALLAO.NET.
REDACTOR DE LA DEMANDA CONSTITUCIONAL QUE DEFIENDE EL NUMERO CLAUSUS NOTARIAL (EXPEDIENTE 006-2013-PI/TC).
ES MIEMBRO HONORARIO DE VARIOS COLEGIOS DE NOTARIOS.
EN ENERO DEL 2015 HA SIDO INCORPORADO COMO COLUMNISTA DEL DIARIO EL CALLAO.
Comentarios a la Ley del Notariado

2° edición: 2017

Pedro Germán Núñez Palomino

E-mail: notaria.gnunez@gmail.com

A mi amigo César Tejada Pinto,


deportista.
Presentación

Sin duda alguna la institución notarial de tipo latino, ha


venido evolucionando progresivamente hasta lograr el grado de
perfeccionamiento que hoy posee. Pues, indudablemente, el actual
notario es un profesional del derecho altamente calificado.

Como toda rama del derecho, el Derecho Notarial tiene un fin, el cual
es buscar la seguridad del documento notarial, así mismo da cautela y da
seguridad a los actos y hechos que el notario presencie, y por supuesto,
otorga fe pública.

En nuestro país recientemente se ha cumplido cien años de la dación


de la primera ley del notariado (Ley N° 1510) en el año 1911, que
posteriormente fue sustituída por el Decreto Ley N° 26002 en el año
1992, y que a su vez fue reemplazada por el Decreto Legislativo N°
1049.

A pesar de tener más de cien años de existencia legislativa el notariado,


en nuestro país son escasos los trabajos doctrinales de derecho notarial,
sin embargo sí han habido algunos esfuerzos por desarrollar trabajos
sobre esta materia. Algunos de ellos de mucha valía, pero aún así no han
sido suficientes. Por eso creemos importante la publicación de este libro
del Dr. Pedro Germán Núñez Palomino que va a hacer una contribución
al debate sobre esta materia.
Nuestra actual ley del notariado, a pesar de su evolución y modernización, sigue teniendo muchos vacíos que si bien no es intención de este libro cubrirlos sí es una
invitación a estudiarlos y a interpretarlos, pues el autor, a parte de sus opiniones, ha recurrido a una copiosa y seleccionada fuente bibliográfica.

Éste es el tercer libro que en nuestro país comenta excegéticamente la ley del notariado, y si bien es cierto los anteriores han sido una importante contribución
para entender la estructura legislativa del notariado, creemos que éste trabajo será fundamental para comprenderla y debatirla, pues aún hay mucho que estudiar,
modificar y discutir en la actual legislación notarial.

El editor.
Introducción

Iniciar la redacción de un libro de Derecho significa para el autor un reto doble. Por una parte, contribuir con un aporte jurídico valioso para el Derecho. Y por otra,
cumplir con los requisitos mínimos exigidos por el editor. Requisitos de forma pero, sobre todo, de fondo. Es decir, los que tienen que ver con la viabilidad de la
publicación.

¿Por qué un libro de comentarios a la ley del notariado? Recordemos, en primer lugar, que en el Perú la doctrina notarial es escasa. Cierto es que el Derecho Notarial
peruano tiene como fuentes el Derecho Notarial español sobre todo. Sin embargo, no existe aún una doctrina que se pueda denominar en estricto peruana. Es en ese
orden de ideas que surge la inquietud de llevar a cabo este trabajo: la exégesis de la ley del notariado peruano.

El trabajo que presentamos persigue hasta cuatro objetivos. Uno, comprender la estructura de la ley del notariado. Dos, entender la importancia de la
figura del notariado. Tres, explicar las distintas instituciones que componen el notariado. Cuatro, lograr que la investigación ayude a acercar la ley a los que
no son versados en Derecho.

El libro en una estructura de cuatro grandes temas, desarrolla la revisión de la ley que regula la función notarial en nuestro país. Para este propósito, cada artículo posee una
concordancia con el proyecto de reglamento de la ley. Del mismo modo, en las cuestiones pertinentes remite a la doctrina correspondiente. Y en los asuntos que tienen
que ver con derechos, añade la jurisprudencia más reciente.

Comentarios a la Ley del Notariado

Ahora bien, el presente trabajo no pretende convertirse en el libro que llene el vacío que existe a propósito de la escasa doctrina que hacíamos mención al comienzo.
Tal pretensión sería caer en la soberbia intelectual. Lo que el libro pretende, más bien, es abrir camino a futuras publicaciones de los jóvenes investigadores del Derecho
Notarial peruano a los que hoy les dejamos la posta.

Este es, pues, el trabajo que ponemos en consideración de la comunidad académica.


Texto actualizado del Decreto Legislativo
1049 – del Notariado al 07.01.2017

Publicado el 26 de Junio del 2008 con las modificaciones realizadas por el Decreto Legislativo 1106 (publicado el 19 de abril del 2012), la Ley
30313 (publicado el 26 de Marzo del 2015), el Decreto Legislativo 1232, el Decreto Legislativo 1236 de Migraciones (publicados el 26 de
setiembre del 2015), el Decreto Legislativo N° 1310 (publicado el 30.12.2016), el Decreto Legislativo N° 1332 (publicado el 06.01.2017.
asimismo el Decreto Legislativo N° 1350 (publicado el 07.01.2017).

Decreto Legislativo de Notariado N° 1049 Título I


Del Notariado y de la función notarial

Capítulo I Disposiciones Generales

Artículo 1.- Integración del Notariado


El notariado de la República se integra por los notarios con las funciones, atribuciones y obligaciones que la presente ley y su reglamento señalan.

Las autoridades deberán prestar las facilidades y garantías para el cumplimiento de la función notarial.

Concordancias:
P. R.D.L. 1049, Art. 3

Comentario:
Dice el maestro Neri que en los albores de la humanidad no había organización estatal que rigiese la defensa de los intereses individuales a la vez que colectivos -y por
tanto- no existía la función fedataria: el Derecho era una fantasía. Había una latente incertidumbre jurídica. Mas tal estado de cosas, como es lógico, no podía subsistir. El
conglomerado humano -y con él la sensatez de las gentes que lo formaban, alentaba una civilización, preconizaba un ordenamiento más justo. Luego, apremiadas por la
necesidad de fijar un imperativo social que preestableciese un justo equilibrio -garantizador de los intereses individuales y colectivos derivados de las relaciones sociales- esas
gentes columbraron la necesidad de la ordenación jurídica. Y como recurso científico salieron de su estado natural y sentaron las bases del contrato
social cuyo objetivo no era otro que el de reducir el pueblo a un estado civil regido por un imperativo común: la ley. Fue de esa manera como nacieron las instituciones. Con ellas se
corporificó el Derecho, se arraigó la fe, se afianzó el progreso y se amplió la civilización. Y con la fuerza del Derecho se vigorizó la notaría. Y con ella surgieron los elementos que
habrían de dar gobierno y disciplina al notariado, primero, y alma y vida al Derecho notarial después. O para decirlo de otro modo: se procrearon los fundamentos y principios que
determinarían la existencia de un haz jurídico, orgánico y disciplinado, capaz de elevar al notariado a un plano de consideración científica. Sentencia Neri que, luego, no hay
ninguna razón valedera para renegar de la existencia del Derecho notarial. Éste existe y su reconocimiento es ya proverbial. Por ende, resulta muy atinado, agrega, que los
estudiosos del Derecho ponderen toda la energía jurídica que trasunta la función fedataria, y declaren urbi et orbi que el Derecho notarial es ya una organización disciplinada y
singularmente autónoma 1. Y es que la idea del Derecho notarial no es reciente, data desde hace varias centurias. La idea madre de su existir la dio Rolandino en el siglo XIII:
tomando como cepa a la función notarial señaló que la notaría es ciencia y arte, y que su plano de sustantación estaba en el notariado. En verdad, este aserto fue un acierto.
Amén de constituir un alzamiento contra la indiferencia de los juristas de la época, que no intuyeron el carácter científico de la notaría, Rolandino sacó al notariado del estado de
opacidad en que se hallaba para convertirlo -virtualmente- en el ente legal que habría de organizar y disciplinar la ciencia y el arte de la notaría, y definir y jerarquizar a su
órgano funcional, el notario. Y a su producción específica, el instrumento público. Señala Neri que por algo Rolandino fue un genio esclarecido: su fina coherencia de ideas,
su espíritu selectivamente notarial, lo llevó a exaltar su profesión, haciendo del notariado una ciencia y de la notaría un arte. Ciencia, de probada revisión, por su atrevida
postura. Y arte, de reconocida sensibilidad, por ser la instrumentación pública no sólo cuestión de mecánica notarial sino también asunto de creación intelectual 2.

El notariado en sus inicios no se consideraba como figura jurídica, de tal modo que ni siquiera contaba con fe pública; ésta la adquirió a través del tiempo y por meras
necesidades. Quienes ejercían esta función eran consideradas como personas que eran capaces de leer y escribir y que

1
NERI, Argentino I. Tratado Teórico y Práctico de Derecho Notarial. Vol. I Parte General. 3ra ed. Depalma. Buenos Aires, 2000, pp. 313-4.
2
Ibídem, pp 315-6
auxiliaban al rey o a algún funcionario de un pueblo para redactar textos3.

Dice el profesor Allende que el notariado debe evolucionar hacia la especialización. Añade: “...nos declaramos partidarios de un ‘aggiornamiento notarial’, adecuando la
institución al imperativo de la misión social que la época le impone.”4

Igual que la figura del Estado, el Derecho Notarial ha evolucionado. Hoy, sus principios, originados en el Derecho Público, han alcanzado jerarquía constitucional. No
necesariamente por su inclusión en el texto constitucional sino, más bien, por su reconocimiento en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. En el caso peruano, la
corte constitucional ha declarado, a través de reiteradas sentencias, la importancia de la función notarial como factor de seguridad jurídica. No solo eso. Se reconoce la
función que desarrolla el notario como valiosa y necesaria en el propósito de otorgar legalidad y certeza a los actos en los que él interviene.

Ya se ha señalado que la certeza de los hechos jurídicamente relevantes de la vida de los individuos estaba dada por la intervención del oficial público que actuaba en nombre
del rey. La participación de este funcionario imprimía visos de legalidad a los actos que él refrendaba. Hoy, igual que ayer, el notario otorga legalidad a los actos jurídicos
que ante él se celebran. Sería inimaginable un mundo sin la actuación de este profesional del Derecho.

El Derecho no es estático: las normas se adecúan al cambio continuo de los hechos. Así, el notario enfrenta hoy el desafío de avenirse a los nuevos tiempos que han reemplazado el
formato papel por el del parte notarial electrónico. Lo que da lugar a la novísima figura de la ‘fe pública informática’, que en esencia no es otra cosa que la misma fe del
scribae o del tabulari.

Por lo tanto, la función fedataria del notario debe responder al mundo cambiante de hoy. Piénsese tan solo en las nuevas formas delictivas que el Estado debe
combatir. Por ejemplo, los cometidos en la red, los delitos informáticos. Aquello exige, de parte de la administración, nuevas formas

3
ARRACHE MURGUÍA, José. El notario público función y desarrollo histórico. Instituto de
Investigaciones Jurídicas UNAM. Editorial Porrúa.13ª. ed. México, 1999, p. 514 y ss.
4
ALLENDE, Ignacio M. La institución notarial y el Derecho. Abeledo-Perrot. Buenos Aires,
1969, p. 43

de colaboración del notario con el Estado.

No resulta exagerado afirmar, entonces, que la actividad notarial se constituye en baluarte del ordenamiento jurídico. Veamos, sino, cómo podrían devenir en ineficaces los
documentos privados que carecen de la certificación notarial. O en los actos públicos que el notario presencia, éstos podrían ser objeto de tacha o cuestionamiento.
La ampliación de la competencia del notario en materia de asuntos no contenciosos revela cómo se ha comprendido el rol de la actividad notarial desde el poder
público. Es decir, el legislador es consciente que la administración de justicia no se da abasto por sí sola para resolver los asuntos que tiene a su cargo. Se hacía imperativo
descongestionar esa carga. El divorcio en sede notarial es muestra de ello.

Todo lo expuesto hasta aquí nos lleva a una conclusión: la función notarial debe estar presente en todas y cada una de las actividades del Estado.

Si no existiera la institución del notariado, los actos jurídicos que se pretendan oponer ante terceros no podrían gozar de este beneficio porque es a través de ella que se da
forma y autenticidad a dichos actos, respaldados con la fe pública que ostenta el notario. El notariado es una institución necesaria en las distintas sociedades desde tiempos remotos,
ya que su función cumple con las necesidades de las personas que pretenden autenticar determinados actos jurídicos o hacer constar hechos jurídicos. De esta manera el notario
dotado con las atribuciones que le confiere el Estado puede ejercer su función en beneficio de las personas, que como vimos anteriormente tendrán que solicitar la actuación del
notario para que pueda actuar conforme a la ley. El maestro Luis Carral y de Teresa expone la siguiente idea para dejar en claro la necesidad de la intervención de los notarios en
una sociedad: “La labor del notario, bien entendida y bien desempeñada, constituye un verdadero apostolado y puede asegurarse que sin notarios competentes y honorables,
muchísimas personas, pero especialmente de humilde condición, serían víctimas diarias del abuso y del engaño”5.
Artículo 2.- El Notario
El notario es el profesional del Derecho que está autorizado para dar fe de los actos y contratos que ante él se celebran. Para ello formaliza la voluntad de los
otorgantes, redactando los instrumentos a los que confiere autenticidad conserva los originales y expide los traslados correspondientes.

Su función también comprende la comprobación de hechos y la tramitación de asuntos no contenciosos previstos en las leyes de la materia.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Arts. 4 y 5

Comentario:
Dice Giménez-Arnau que se destaca la condición de profesional de Derecho en cuanto ello reporta una doble ventaja. La primera, señala, de afirmar el ejercicio libre de la
profesión descartando la estatización. Y la segunda, agrega, porque asegura una idoneidad técnica que permitirá cumplir con todos los complejos aspectos que implica el
ejercicio integral de la función, satisfaciendo las crecientes necesidades de un público cada vez más ansioso de información y asesoramiento frente a un Derecho más y más
complejo6.

El notariado, señala Bernardo Pérez Fernández Del Castillo, como todas


las instituciones de Derecho, es producto de una evolución.

Así, los escribas hebreos del Estado tenían funciones de secretarios del Consejo Estatal y de colaboradores de los tribunales de justicia. Los escribas egipcios estaban
encargados de la redacción de los documentos del Estado y de los particulares. En Grecia los síngrafos eran quienes formalizaban contratos por escrito; los apógrafos, los
copistas de los tribunales; y los mnemon, aquéllos que archivaban los textos sagrados. En Roma los notarii estaban adscritos a la organización judicial. Los tabularii eran
archivadores de documentos públicos, y los tabellio conservaban en sus archivos testamentos y contratos. Y en el siglo XII surge en Bolonia el publicus notarius.

5
Ver: Lecciones de Derecho Notarial. www.rincondelvago.com
6
Cfr. DERECHO NOTARIAL, REGISTRAL E INMOBILIARIO. Director: José Horacio Alterini. DERECHO NOTARIAL (TOMO I) 1ª ed. Fondo Colegio de Escribanos de Buenos Aires. Buenos Aires, 2012, p. 367
Empero, para hallar el origen del notario autenticando los documentos del Estado hay que remitirnos a Roma. La figura del notario, tal como la conocemos hoy, surge
cuando el magistrado debe autenticar los contratos. Es decir, ocuparse, a la par de la jurisdicción contenciosa, de la llamada jurisdicción voluntaria. Es en el Imperio
Romano donde se instituyen los tabelliones: los actos que ellos autorizaban llevaban sellos que les otorgaban a éstos valor de prueba.

El notario es representante del Estado. Su actuación imprime a los actos en los que actúa visos de legalidad y autenticidad.

Artículo 3.- Ejercicio de la Función Notarial


El notario ejerce su función en forma personal, autónoma, exclusiva e imparcial. El ejercicio personal de la función notarial no excluye la colaboración de dependientes
del despacho notarial para realizar actos complementarios o conexos que coadyuven a su desarrollo, manteniéndose la responsabilidad exclusiva del notario (D.L 1232
publicación de fecha 26.09.15).

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 6

Comentario:
la modificación realizada por el DL 1232 amplía este artículo para establecer que es legal que el notario tenga dependientes que realiza actos
complementarios o conexos.
La responsabilidad administrativa y civil de los actos notariales es exclusiva del notario.
Sostiene el profesor Neri que en un comienzo la función notarial tuvo lugar sin más amparo y garantía que la propia buena fe de los contratantes y que,
ya más tarde, organizado el poder público, empezó a ejercerse bajo la protección de la autoridad del Estado. Agrega Neri que, en sustancia, la función
notarial ha sido siempre función pública, pues no ha tenido otro objetivo que el de legitimar los actos jurídicos bajo el signo de la fe pública. Por su
parte, Martínez Segovia señala que la función notarial es “la función profesional y documental autónoma, jurídica, privada y calificada, impuesta y
organizada por la ley, para procurar la seguridad, valor y permanencia, de hecho y derecho, al interés jurídico de los individuos, patrimonial o extra
patrimonial, entre vivos o por causa de muerte, en relaciones jurídicas de voluntades concurrentes o convergentes y en hechos jurídicos, humanos o
naturales (objeto material), mediante su interpretación y configuración, autenticación, autorización y resguardo confiada a un notario.
Señala Paulo VI refiriéndose a la exigencia que implica el carácter de la función “La función notarial, aunque diversa en sus modalidades prácticas,
según los ordenamientos civiles de los pueblos, tiene su intrínseca razón de ser en la sociabilidad y solidaridad humana, las cuales exigen plena
seguridad en la formación de relaciones de Derecho, exacta constatación de los hechos y de los actos jurídicos, y fiel conservación y pública
disponibilidad de sus pruebas, como condiciones para la actuación y preservación del orden civil y social en armonía de la justicia. Por eso, la principal
cualidad moral de vuestra profesión, la más consustancial a ella, la que dignifica en grado sumo vuestra competencia técnica, la constituye el culto a la
verdad, presupuesto básico para el mantenimiento de la justicia en el delicadísimo sector de la actividad humana confiado a vuestra fidelidad
responsabilidad.
La función notarial implica una actividad de interés general. La función se extiende más allá de la relación entre el notario y las personas que acuden a
él en demanda de su oficio. Porque la actividad ejercida por el notario traspasa los límites del ámbito privado y adquiere arraigo público.
El notario ejerce su función conforme a los denominados principios del Derecho Notarial. Dice Guido Gatti que existen principios generales
considerados integrantes de cierta cultura, denominados “principios de justicia” que la ley aplica – con algún margen de arbitrariedad – para decidir qué
es justo y qué no lo es. Inclusive, agrega, al profesional se le pide a menudo – en el ejercicio de su profesión – el difícil discernimiento entre los
intereses legítimos y los ilegítimos: es una tarea facilitada por las leyes y los códigos de deontología, pero es una tarea que, finalmente, recae siempre
sobre la conciencia personal del profesional mismo.
Así como hay una naturaleza primera, inmutable y persistente en su existencia, señala el profesor Cosola que también existen principios fundamentales
que toman idénticos fundamentos que mantienen incólume su fundamentación, e independientemente de las causas y consecuencias de sus orígenes.
Agrega el notario argentino que cada ciencia tiene sus principios inmutables, cada especificidad del Derecho reconoce sus vertientes principales y, así,
el notariado guarda interés en ciertos principios esenciales de la profesión. Al respecto, anota el sacerdote jesuita Luis Vela que los principios generales
del Derecho son principios no formulados pero no por ello menos eficaces en el orden positivo. Estos principios son las supremas verdades del
Derecho, es decir, aquellos elementos lógicos y éticos del Derecho que por ser racionales y humanos son virtualmente comunes a los diversos pueblos.
Añade que de estos principios proceden las reglas del Derecho, o sea, las determinaciones particulares del ordenamiento jurídico. Pero tales reglas,
anota Vela, no pueden deducirse apriorísticamente de los mismos principios generales, ya que contienen elementos empíricos y contingentes no
comprendidos en ellos, así como, por la misma razón no se puede por un proceso de generalización inductiva sacar de las reglas concretas esos mismos
principios generales. Por su parte, el profesor Bodenheimer señala que algunos de los sabios griegos opinaban que no existían tales principios e
inmutables. Creían éstos que las normas de Derecho eran convenciones que cambiaban con el tiempo, los hombres y circunstancias. Así pensaban los
sofistas de Atenas del siglo V a.C. El sofista Trasímaco, decía que las leyes eran creadas por los que detentaban el poder para salvaguardar sus propios
intereses. Protágoras, sofista también, sostenía que las leyes hechas por los hombres eran obligatorias y válidas sin fijarse en su contenido moral.

Fe pública

En sentido lato, se entiende por fe pública a la veracidad atribuida a los distintos funcionarios respecto de hechos, actos y contratos en los que intervienen. La fe
pública está sujeta a los principios de coetaneidad, evidencia, inmediatez, objetividad, formalización, solemnidad. Sin embargo, este no es un concepto unívoco.

Y es que cuando nos referimos a la ‘fe pública’ podemos aludir, entre


otras, a:

- La fe pública administrativa,
- La fe pública registral,
- La fe pública judicial,
- La fe pública consular,
- La fe pública del Derecho eclesiástico,
- La fe pública militar,
- La fe pública marítima,
- La fe pública municipal,
- La fe pública concursal,
- La fe pública civil,
- La fe pública tributaria,
- La fe pública procesal

Para nuestro estudio, podríamos ensayar el concepto de fe pública notarial diciendo que es la presunción de veracidad en los actos autorizados por el notario.
Gattari define a la fe pública como “aquella cualidad ínsita en los documentos emitidos por el Estado o por quienes éste autoriza para resguardar su veracidad y
seguridad”15. Por su parte, el doctor Pérez Gallardo afirma
10
GATTARI, Carlos Nicolás. Manual de Derecho Notarial. Ediciones. Depalma. Buenos Aimres,
1988, pp. 301-2

que la fe pública notarial es una necesidad sentida, pues los actos, hechos y circunstancias de relevancia jurídica requieren de credibilidad, autenticidad, certeza. Añade que los
contratos y demás negocios jurídicos instrumentados por notario gozan del privilegio de la legalidad, el de la autenticidad y el de la legitimidad16. Y Neri precisa que “respecto
de la institución notarial ella es un órgano jurídico que goza del privilegio especial de otorgar autenticidad y fe pública a los actos y contratos de carácter extrajudicial…”17.
Para Giménez-Arnau, la fe pública es la presunción legal de veracidad respecto a ciertos funcionarios a quienes la ley reconoce como probos y verdaderos, facultándolos para
darla a los hechos y convenciones que pasan entre los ciudadanos18.

El notariado en sus inicios no se consideraba como figura jurídica, de tal modo que ni siquiera contaba con fe pública; ésta la adquirió a través del tiempo y por meras
necesidades. Quienes ejercían esta función eran consideradas como personas que eran capaces de leer y escribir y que auxiliaban al rey o a algún funcionario de un
pueblo para redactar textos19.

Afirma el profesor Arrache Murguía que los actos jurídicos que se pretendan oponer ante terceros no podrían gozar de este beneficio si no existiera la institución del notariado,
porque a través de ella se da forma y autenticidad a dichos actos, respaldados con la fe pública que ostenta el notario. Agrega que el notariado es una institución necesaria en
las distintas sociedades desde tiempos remotos, ya que su función cumple con las necesidades de las personas que pretenden autenticar determinados actos jurídicos o hacer
constar hechos jurídicos. De esta manera el notario dotado con las atribuciones que le confiere el Estado puede ejercer su función en beneficio de las personas, que como vimos
anteriormente tendrán que solicitar la actuación del notario para que pueda actuar conforme a la ley20.

La sentencia del Tribunal Constitucional en la acción de inconstitucionalidad interpuesta por el Colegio de Abogados de Lima contra la Ley 26741 constitucionaliza el
principio notarial de fe pública:
11
PEREZ GALLARDO, Leonardo B. Ensayos de Derecho Notarial. Gaceta Notarial. 1ª ed. Lima, 2010, p. 20
12
NERI, Argentino I. Op cit., p. 445
13
GIMENEZ-ARNAU, Enrique. Derecho Notarial. EUNSA, Pamplona, 1976, p. 37
19
ARRACHE MURGUÍA, José. Op cit., p. 514 y ss.
20
Ibídem, p. 529
“…el notario es un profesional de derecho que, en forma imparcial a independiente, ejerce una función pública, consistente en autenticar, redactar, conservar y reproducir
los documentos, así como asesorar de manera imparcial a quienes soliciten su intervención, incluyéndose la certificación de hechos. Dicha intervención notarial implica,
pues, una doble misión: dar fe pública y forma a los actos para así garantizar seguridad jurídica no solo a las partes sino también a los terceros”.(Sentencia TC Exp. 0004-97-
I/TC).

Publicidad

Los actos de los órganos del Estado deben ser manifiestos y no secretos.

Los actos que autoriza el notario son públicos: la autorización notarial hace pública la voluntad de las partes. Sin embargo, este principio tiene una excepción: los
actos de última voluntad, testamentos y donaciones por causa de muerte.

Todo notario en el Derecho peruano está obligado a permitir el acceso a la información que aparece en su archivo notarial, lo cual se materializa a través de los traslados,
que son: testimonios, partes y boletas. Sin embargo, nada impide que éste expida constancias de los instrumentos notariales. Para comprender este principio notarial se debe
tener en cuenta el artículo 87 de la Ley del Notariado, el cual constituye la norma especial aplicable al principio notarial materia de estudio, poco conocido en el Derecho
notarial peruano y , además, similar al principio registral de publicidad. Empero, este último tiene dos variedades como son el principio de publicidad formal y el principio de
publicidad material. Por ello, debemos precisar que la última de las variedades citadas no existe en el Derecho notarial. Es decir, cierto es que el principio notarial de publicidad es
muy parecido al principio registral de publicidad, mas no son exactamente iguales entre sí, lo cual es ampliamente conocido por los notarialistas pero es ignorado por los demás
estudiosos del Derecho, lo cual no causa demasiado problema21.

La resolución 2050-2002-AA/TC del Tribunal Constitucional señala: “Detrás de la exigencia constitucional de la publicación de las normas se encuentra el principio
constitucional de la publicidad, que es un principio nuclear de la configuración de nuestro Estado como uno “Democrático de
21
TORRES MANRIQUE, Fernando. Principios notariales. http://pdfsbox.com

Derecho”, como se afirma en el artículo 3° de la Norma Fundamental. Y es que lo que verdaderamente caracteriza a un sistema democrático constitucional es su naturaleza de
“gobierno del público en público” (N. Bobbio), en el cual, por tanto, en materia de derecho público, la regla es la transparencia, y no el secreto”.

Seguridad Jurídica

Se puede considerar el principio de seguridad jurídica como un valor inherente al Estado de Derecho. Así, la Constitución española dispone en el artículo 9.3 que “La
Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables
o restrictivas de derechos no individuales, la seguridad jurídica y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos”. De esta norma constitucional deduce la doctrina
española que la seguridad jurídica no es un compartimiento estanco en relación con los restantes principios que cita el mismo precepto sino que todos ellos están
relacionados, de modo que el principio de seguridad jurídica se enlaza directamente con el de legalidad.22

Este principio tiene su fundamento en la fe pública que posee el notario.


Luego, los actos que legaliza éste son ciertos; se produce certidumbre, certeza.

La intervención del notario, para otorgar seguridad jurídica, se da en dos planos: seguridad jurídica sustancial, que atañe a la generación del negocio jurídico; y, seguridad
jurídica formal, que tiene que ver con la elaboración del documento que lo contiene.

La Constitución española de 1978 recoge este principio en su artículo 9.3: “La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad
de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la
interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos”.

La sentencia del Tribunal Constitucional en la acción de inconstitucionalidad

22
Cfr. HIGHTON, Elena y VITALE, Angélica. La función notarial en la comunidad globalizada.
Rubizal Culzoni. Buenos Aires, 2005
interpuesta por el Colegio de Notarios de Junín contra la Ley 27755,
constitucionaliza el principio notarial de seguridad jurídica:
“…es pertinente señalar que el Tribunal Constitucional comparte la posición del demandante, en cuanto sostiene que la escritura pública es un documento público
notarial que, en principio, proporciona mayor seguridad jurídica que el formulario registral. Sin duda, la escritura pública es el documento notarial más importante,
dotado de una especial solemnidad, no sólo en su contenido (introducción, cuerpo y conclusión), sino en los actos previos y posteriores a su elevación, estipulados en los
artículos 50 y siguientes de la Ley Nº 26002, Ley del Notariado. Se trata, pues, de un instrumento público, notarial, protocolar...” (Sentencia TC 00016-2002-AI/ TC) .

Y la Sentencia 04-97-I/TC señala:

“Nuestro ordenamiento jurídico pertenece al sistema de Derecho Civil o latino, y, como tal, a diferencia del Common Law, se basa en el derecho escrito y codificado. De
acuerdo al artículo 2° del Decreto Ley N° 26002 Ley del Notariado, nuestro país se adscribe al sistema de organización notarial de tipo latino, en virtud del cual el
notario es un profesional de derecho que, en forma imparcial a independiente, ejerce una función pública, consistente en autenticar, redactar, conservar y reproducir los
documentos, así como asesorar de manera imparcial a quienes soliciten su intervención, incluyéndose la certificación de hechos. Dicha intervención notarial implica, pues, una
doble misión: dar fe pública y forma a los actos para así garantizar seguridad jurídica no solo a las partes sino también a los terceros”.

Autenticación

La firma y el sello establecen que un hecho o acto ha sido comprobado y


declarado por un notario.

Respecto de la autenticación notarial, Navarro Azpeitia afirma: “Entre las funciones encomendadas al notario, es la de más trascendencia pública, la que determina su
existencia y es causa u origen de todas las demás; aquélla que consiste en investir todos los actos en que interviene, de una presunción de veracidad, que los hace aptos para
imponerse por sí mismos en las relaciones jurídicas y para ser impuestos, por su propia virtualidad, por el poder coactivo del Estado”.

Para Sanahuja y Soler, autenticación, en sentido genérico, es la acción de garantizar, mediante un acto oficial, la certeza de un hecho, convirtiendo en creíble públicamente
aquello que por sí mismo no merece tal credibilidad23. Y para Neri, aplicada al proceso notarial de formación del instrumento público, la idea de autenticar es el cumplimiento
del acto en cuya virtud la ley ordena aprobar como cierta la existencia de un hecho o de un acto jurídico. Añade que tal aprobación se realiza merced a la figura orgánica del
notario, quien en función específica certifica con fuerza de autoridad la certeza del hecho o acto tras una síntesis realizada por un instrumento solemne que desde el punto
de vista del Derecho es la pre-prueba de la relación jurídica documentada24. Y para Savransky la autenticación es conferir certeza a la producción del hecho del cual dependen
los derechos, la autenticación se puede referir, señala, a hechos que caen bajo la percepción del notario como también a hechos pasados25.

La función fedataria del notario al autenticar firmas, constituye labor propia de su incumbencia como tal, con trascendencia en actos y relaciones jurídicas en que se
incorpora esta constancia. Por cuanto certificando que la firma ha sido realizada en su presencia, da lugar a que la ley revista de plena fe a dicha actuación notarial, que se tiene
por cierta erga omnes y que para destruir tal fuerza probatoria debe demostrarse la falsedad26.

Legalidad

Este principio consiste en que todo ejercicio del poder público está sometido a la ley y no a la voluntad de las personas. Toda decisión del Estado se basa en las leyes y no en la
voluntad arbitraria de sus funcionarios.
El principio de legalidad penal se encuentra consagrado en el artículo

23
SANAHUJA Y SOLER, José Ma. Tratado de Derecho Notarial. Vol I 3ª ed. Editorial Depalma Buenos Aires, 2000, p. 25
24
NERI, Argentino I. Tratado Teórico y Práctico de Derecho Notarial. Vol. I Depalma, Buenos
Aires, 1980, p. 377
25
SAVRANSKY, Moisés. Función y responsabilidad notarial. Abeledo Perrot. Argentina, 1962, p. 76
26
ZUVILIVIA, María Cecilia. Técnica Notarial y Registral. Editorial Juris. Rosario, Argentina, 2000, p. 135
2º, inciso 24, literal “d” de la Constitución Política del Perú: “Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente
calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible, ni sancionado con pena no prevista en la ley”.

El notario debe actuar siempre con sujeción a las leyes. Éstas son, al mismo tiempo, límite de su actuación y causa a la que debe adaptar la voluntad de las partes. El notario está
obligado a negar su intervención para todo aquello que sea en contra de la ley, de la moral y de las buenas costumbres. Cuántas veces vemos que siendo alguna norma contraria a las
leyes, se insiste al notario que autorice el documento, aunque sea salvando su responsabilidad. El notario jamás debe hacer esto, pues el principio de legalidad es un imperativo
que le obliga. Este principio tiene una doble función: para el Estado es una garantía de que se cumplen los fines de interés general ; para los particulares implica la garantía de que
se mueven dentro del ordenamiento jurídico27.

El principio de legalidad, señala Núñez Lagos, comprende dos grados: 1) El notario ha de atenerse a la ley en las normas sobre ‘forma del instrumento’ y ‘forma del negocio’;
2) En aquellos países en que al notario compete la redacción del negocio jurídico ha de adaptar la voluntad de las partes a la ley sustantiva28.

Dice Bidart Campos: “Cuando se echa mano del aforismo ‘gobierno de la ley en vez de gobierno de los hombres’ se está apelando al principio de legalidad: lo que se
manda y lo que se prohíbe necesita ley que prescriba lo que tenemos que omitir. O sea, no se descarta a los gobernantes pero se los somete a la ley. La finalidad del principio de
legalidad es afianzar la seguridad individual y darnos previsibilidad anticipada de lo que han de ser nuestras conductas. Se pretende, así, evitar las conductas sorpresivas29”.

El notario debe actuar siempre conforme a las leyes. Se debe fundamentar la actuación en la ley de la materia y con la ley en vigor. Este principio limita la actuación del notario
toda vez que debe adaptar la voluntad de las partes a la legislación que se necesite, haciendo de conocimiento a las partes, a
27
Principios que rigen la función notarial. jurídicas.unam.mx
28
NUÑEZ LAGOS, Rafael. Estudios de Derecho Notarial. Tomo I Instituto de España, Madrid,
1986, p. 13.
29
BIDART CAMPOS, Germán. Compendio de Derecho Constitucional. EDIAR, Bnos Aires, 2004, p. 70

través de la asesoría, que su voluntad tendrá un carácter de licitud. En la ley del notariado el principio de legalidad se establece como sigue: “Artículo 19º.- Son derechos del
notario: d) Negarse a extender instrumentos públicos contrarios a la ley, a la moral o a las buenas costumbres; cuando se le cause agravio personal o profesional y abstenerse de
emitir traslados de instrumentos autorizados cuando no se le sufrague los honorarios profesionales y gastos en la oportunidad y forma convenidos.” El notario debe actuar
siempre con sujeción a la Constitución, a esta Ley y a todas las normas de de carácter civil, mercantil, fiscal, y demás leyes que tengan aplicación en el acto notarial de que se
trate, como profesional que es en derecho, y cuando trasgreda la moral y las buenas costumbres. En igual sentido el Artículo 23º de la referida ley define que “son instrumentos
públicos notariales los que el notario, por mandato de la ley o a solicitud de parte, extienda o autorice en ejercicio de su función, dentro de los límites de su competencia y con
las formalidades de ley”30.

El notario es, ante todo, abogado. Mas, en razón de su función, se distingue como un profesional singular del Derecho.

Señala el notario Gutiérrez-Álvarez que, indagando en el argumento de la palabra éthos –entendida ésta como carácter- vemos que en la figura del notario se
trasciende la del profesional del Derecho. Empero -más allá de lo estrictamente profesional- , el notario se yergue como el éthos de un ser que realiza los fines del
Derecho: la justicia, el bien común y la seguridad 31.

Entonces, estamos en presencia de un profesional del Derecho recto, apto, capaz, ilustrado. Dice el profesor Fernández Casado: “La profesión notarial es quizá, entre
todas las sociales, aquélla cuyo ejercicio mayor moralidad demanda, si ha de responder al objeto de su establecimiento. Es, en lo civil, lo que la cura de almas en lo
espiritual: una fuerza directiva de voluntades y de las conciencias cuyo campo de acción no reconoce límites”.

Por su parte el profesor Agustín Fernández del Valle define el Derecho

30
Los principios notariales en la nueva ley del notariado. Oscar Escate Cabrel http://oscarescate.blogspot.com
31
Sobre la ética notarial. Jorge Gutiérrez-Alvarez. En: Podium Notarial. México N° 27 Junio 2003, p. 15

notarial: “La sistemática de la autenticidad teleológicamente dirigida a realizar la seguridad, la justicia y el bien común del acto jurídico y del registro público”.

Hay, acerca de la función notarial, una categoría superior en la tabla de valores que ordena la actividad del hombre. Supone ésta un deber total. Castán Tobeñas
lo enuncia así: “Someter la economía a la ética”. Por tanto, nos hallamos ante una cuestión de filosofía jurídica: frente a cualquier actividad humana opera la
vigencia de este principio. El sometimiento de la economía a la ética. No hay manera de eludir este deber, ya que el imperativo moral es válido -sin excepción- para
cualquier conducta humana. Son abundantes las teorías a través de los tiempos acerca de las actividades económicas, teorías absolutistas, mercantilistas, intentando
despojar de cualquier rasgo moral a la actividad lucrativa. El principio de sujeción de cualquier actividad de la economía a la ética es inobjetable filosóficamente. Este es
uno de los ámbitos en que la presencia de la función notarial es de primer orden.

Dice Ihering en El espíritu del Derecho Romano que el notario moderno es el heredero más directo del jurista romano. Su labor no es la del abogado, que
interviene principalmente en el momento en que va a plantearse un litigio, sino la del consejero de las familias y el moderador de los negocios jurídicos.

Una sentencia de la Sala Primera del Tribunal Supremo de España del 29 de diciembre de 1927 dice: “El notario no es sólo el fedatario, sino el profesor de
jurisprudencia para las clases humildes y el consejero prudente de los individuos y de las familias”.

Acerca de este punto dice Fernández del Valle que este deber se apoya en cuatro elementos:

1. Aconsejar
El notario asesora a su requirente acerca de las conveniencias de su propósito y guía su voluntad dentro de la ley y la justicia.

2. Redactar
El notario ha de expresar la voluntad de las partes en el marco de la ciencia jurídica.

3. Constatar
El acto debe fijarse para siempre de un modo constante de manera que el contrato pueda ser utilizado en cualquier momento y no sea posible transformar.

4. Autorizar
Como delegado del poder público, el notario declara el acto como
verdadero y fehaciente; válido y eficaz erga omnes.
Para entender la figura del notario, es preciso ahondar en la dimensión óntica del hombre. Éste es un ser que se interrelaciona con los demás y, por tanto, está sometido a
la esfera de lo ético, de lo moral. El sociologismo de Durkheim desdeña la moral como estructura; el psicologismo de los empiristas reduce ésta a cuestiones de
simpatía o antipatía. La conducta del hombre debe tener siempre una justificación moral. La moral va más allá de ser la estructura formal del hombre: ésta
posee un contenido, lo moral, lo ético. La cuestión del hombre –de su ser y su obrar- está regido por los conceptos ‘lo bueno’ y ‘lo malo’, ejes básicos de su vida. Entre el
sujeto y el valor moral existe tensión permanente. Toda conducta del hombre proyecta el instante en que el ser moral llega a su límite de existencia. Entonces, debe
colegirse que la moral profesional es una aplicación de la ética a la vida profesional y, en el presente caso, a la vida notarial. Ahrens incorpora a la función notarial
dentro de la justicia reguladora.

Hay, pues, en el ser del notario, en su carácter –en su éthos- la existencia de una dimensión que define la dignidad de su oficio. No es el mero funcionario, el
hombre que cumple un encargo y que recibe una remuneración por su labor. Es algo más. La función notarial surge de una vocación, de un llamamiento. Este
llamamiento involucra su comportamiento en la sociedad.

Qué debemos entender por ´deontología del notario’. El profesor Gattari nos da la respuesta: “Entiendo asimismo que la deontología supera la obligación de
los deberes legales y éticos, constituyendo una expansión de la bondad típica de aquel vir bonus, dicendi peritus, que
nosotros podríamos cambiar por vir bonus, notandi peritus. Así, debe tener presente que la mejor y efectiva recomendación para lograr asuntos es la conducta,
honradez, competencia, idoneidad y señorío que imprima a su profesión; declinar siempre el interés privado frente al interés público y colegial...32”. Sanahuja y
Soler opina en el mismo sentido: “Por otro lado, prescindiendo de toda exigencia legal y penetrando en la esencia misma de la Institución, el notario ha de
ajustarse a las reglas de moralidad más estricta para inspirar la confianza que su cargo requiere y no infundir recelos ni sospechas en beneficio de él mismo y del servicio
público. La profesión notarial es quizá entre todas las sociales aquélla cuyo ejercicio mayor moralidad demanda, si se ha de responder al objeto de su creación. El juez
o tribunal que entiende un negocio civil falla secundum allegata et probata; pero el notario, como profesional del Derecho, no tiene más normas que la moral. Le
ha conferido la ley una potestad en virtud de la cual le es lícito penetrar directamente en las intenciones de sus clientes y dirigir hacia el bien esas mismas
intenciones33”. Sentencia con sabiduría el profesor Paz: “La norma moral que rige la función notarial es de fundamental importancia por su repercusión en el
medio ambiente social. Por ella se cumple la ley y se llega al bien final, combinando la libertad con el deber; desechando lo útil, lo productivo, para seguir lo honesto
y lo honrado: ‘Honestum id intelligimus, quod tale est ut, detracta omni utilitate, per se ipsum possit jure laudari’ (Cicerón, De Finib, II 14); respetando el derecho en la
Justicia; procediendo con equidad, practicando la virtud o el buen hábito del alma con esa fortitudo moralis que mencionaba Kant34”.

El Bureau de la Comisión de Cooperación Notarial Internacional aprobó


en 1986 las Bases o principios fundamentales del sistema del notariado latino:

Título Primero
Del Notario y de la función notarial

1.- El Notario es un profesional del derecho especialmente habilitado para dar fe de los actos y contratos que otorguen o celebren las personas, de

32
GATTARI, Carlos Nicolás. Op. cit., p. 275.
33
SANAHUJA Y SOLER, José Ma. Op. cit., p. 313
34
PAZ, José Máximo. Derecho Notarial argentino. De las escrituras públicas. Cía. Argentina de
Editores S.R.Ltda.. Buenos Aires, 1939
redactar los documentos que los formalicen y de asesorar a quienes requieran la prestación de su ministerio.

2.- La función notarial es una función pública que el notario ejerce de forma independiente sin estar encuadrado jerárquicamente entre los funcionarios al servicio de la
administración del Estado u otras corporaciones públicas.

3.- No se podrá acceder al notariado si no se han seguido con éxito los estudios que se exigen en cada país para el ejercicio de profesiones jurídicas.

Se recomienda exigir a los candidatos que para llegar a ser notarios, superen previamente ciertas pruebas teóricas y prácticas.

4.- El notario debe cumplir su función de forma escrupulosamente imparcial. Se establecerán al efecto las incompatibilidades que se estimen pertinentes.

Título Segundo
De los documentos notariales

5.- Los documentos notariales son los redactados y autorizados por notario y que éste conserva en su poder, clasificándolos por orden cronológico.

6.- Los documentos a que se refiere el artículo anterior podrán tener po robjeto actos y negocios jurídicos de toda clase, sean unilaterales, bilaterales o plurilaterales, así
como la comprobación de hechos que le consten al notario por percepción sensorial directa o por notoriedad. También podrán formalizarse en documento notarial
requerimientos o notificaciones.

7.- Los otorgantes de un documento notarial tendrán derecho a obtener copias autorizadas de aquél. El notario podrá también, sin perjuicio de cumplir en general su
obligación de guardar secreto profesional, librar copias autorizadas en favor de personas que, a su juicio, tengan interés legítimo en conocer el contenido del documento.

8.- Las copias autorizadas de los documentos notariales surten los mismos
efectos que el original.
9.- Los documentos notariales gozan de una doble presunción de legalidad y de exactitud. La presunción de legalidad comporta que el acto o negocio jurídico que formaliza el
documento reúne los requisitos legales requeridos para su validez: y, particularmente, que el consentimiento de los otorgantes se ha manifestado en presencia del notario
libre y conscientemente. La presunción de exactitud significa que los hechos que el documento relata y que han sido presenciados por el notario o que a éste le consten por
notoriedad, se reputan ciertos.

10.- Las presunciones de legalidad y exactitud a que se refiere el artículo


anterior sólo podrán ser contradichas por vía judicial.

11.- Si el notario en el ejercicio de su función notarial ocasiona, por negligencia o mala fe, daño a la persona que ha requerido la prestación de su ministerio, está
obligado a indemnizar a la parte perjudicada.

12.- Los notarios redactarán los documentos notariales conforme a su leal saber y entender y reflejarán en él claramente la voluntad de los otorgantes, que previamente habrán
de interpretar, adaptándola a las exigencias legales o de técnica jurídica necesarias para su plena eficacia.

13.- No se podrá imponer al notario la obligación de que los documentos que autorice deban redactarse conforme a minuta que les presente un letrado o los propios
interesados. El notario es libre de aceptar o no la minuta introducir en ella, con la conformidad de los otorgantes, las modificaciones queestime pertinentes.

14.- La actuación notarial se extiende también a la legitimación de firmas de particulares puestas en documentos privados (salvo que se trate de documentos que
formalicen actos que deban constar en documento notarial), a la expedición de testimonios de toda clase de documentos y al cotejo de éstos con sus originales, dando fe de la
conformidad entre el original y la copia.

Título Tercero: Organización de la profesión notarial

15.- La Ley determinará el área territorial que delimita la competencia d e cada notario, así como el número de notarios, cuidando de que en todo caso dicho número sea
el necesario a fin de que el servicio notarial esté debidamente atendido y se eviten situaciones monopolísticas.

Se desaconseja que el número de notarios no esté sujeto a limitaciones y, asimismo, que la competencia territorial de cada notario se extienda a todo el país.

16.- La ley determinará igualmente la población donde debe instalarse cada despacho notarial.

17.- Los notarios deberán pertenecer obligatoriamente a un Colegio que los agrupe y organice corporativamente.

18.- Existirá un organismo central compuesto exclusivamente por notarios que asumirá la representación del Notariado de su país. Actuará en relación con los Colegios
Notariales.

19.- Corresponderá tanto a los Colegios Notariales como al organismo central velar por que la función notarial se ejercite dentro del marco de la más exigente deontología
profesional

Jurisprudencia

EXP. N.° 0497I/TC

4. Nuestro ordenamiento jurídico pertenece al sistema de Derecho Civil o Latino, y, como tal, a diferencia del Common Law, se basa en el derecho escrito y codificado. De
acuerdo al artículo 2° del Decreto Ley N° 26002. Ley del Notariado, nuestro país se adscribe al sistema de organización notarial de tipo latino, en virtud del cual el notario es un
profesional de derecho que, en forma imparcial a independiente, ejerce una función pública, consistente en autenticar, redactar, conservar y reproducir los documentos, así como
asesorar de manera imparcial a quienes soliciten su intervención, incluyéndose la certificación de hechos. Dicha intervención notarial implica, pues, una doble misión: dar fe
pública y forma a los actos para asi garantizar seguridad jurídica no solo a las partes sino también a los terceros.
EXP. N.º 0301-2004-HD/TC CONO NORTE DE LIMA

4. ... toda la información que el notario origine en el ejercicio de la función notarial y que se encuentre en los registros que debe llevar conforme a la ley sobre la materia,
constituye información pública, encontrándose la misma dentro de los alcances del derecho fundamental del acceso a la información, sobre todo si se tiene en cuenta que en el
servicio notarial es el notario el único responsable de las irregularidades que se cometan en el ejercicio de tal función.

Articulo 4.- Ámbito territorial


El ámbito territorial del ejercicio de la función notariales provincial no obstante la localización distrital que la presente ley determina.
Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 7

Comentario:
La competencia del notario es de carácter provincial. Por ejemplo, un notario que tiene su oficio notarial en La Perla, en el Callao, está facultado a ejercer la fe pública
dentro del territorio de la provincia constitucional del Callao.

Artículo 5.- Creación de Plazas Notariales


5.1. El número de notarios en el territorio de la República se establece de la siguiente manera:

a. Una provincia que cuente con al menos cincuenta mil habitantes deberá contar con no menos de dos Notarios.
b. Por cada cincuenta mil habitantes adicionales, se debe contar con un notario adicional.
c. En función a la magnitud de la actividad económica o tráfico comercial de la provincia. (D.L 1232 publicación de fecha 26.09.15).

EL AUTO DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DEL 06.01.2016 ESTABLECE QUE NO BASTA EL CRITERIO POBLACIONAL SINO QUE PARA LA
CREACION Y CONVOCATORIA DE PLAZAS SE DEBE TOMAR EN CUENTA EL MOVIMIENTO COMERCIAL O ECONÓMICO DE LA PROVINCIA.

5.2. La localización de las plazas son determinados por el Consejo del Notariado. En todo caso, no se puede reducir el número de las plazas existentes.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 8

Comentario:
Es importante tomar en cuenta que este artículo modificado establece no solamente el criterio poblacional para la creación o convocatoria de plazas,
sino que se establece en el acápite 5.1 c) debe tomar en cuenta la magnitud de la actividad económica o tráfico comercial de la provincia. Además el
auto del Tribunal Constitucional el 06.01.16 ratifica estas condiciones económico – comerciales.
La derogada Ley del Notariado disponía que para la creación de nuevas plazas debía contarse con un informe técnico del INEI que debía determinar el
requerimiento del servicio notarial en las diversas provincias del Perú. Esta norma iba incluso más allá y señalaba que para fijar el número de plazas
debía considerarse las condiciones demográficas, el volumen contractual y las necesidades de la población. Nunca esta labor ha estado librada a la
administración; muy por el contrario, la ley ha definido siempre las formas y los modos de asignar nuevas plazas notariales.
En la Argentina, por ejemplo, la modalidad de acceso a la función notarial es el de sistema de numerus clausus (en 1991 el decreto 2.284 desrreguló la
economía nacional; luego la ley 404 que rige el notariado de Buenos Aires volvió al sistema cerrado de registros).
Capítulo II
Del ingreso a la función notarial

Artículo 6.- Ingreso a la Función Notarial


El ingreso a la función notarial se efectúa mediante concurso público de méritos ante jurado calificador constituido según lo dispuesto en el artículo 11 de la
presente ley.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049. Art. 6

Comentario:
Señala el doctor Gunther Gonzales Barrón:
“La Unión Internacional del Notariado Latino (UINL) propugna que el acceso sea por concurso público de méritos y oposición, y que el número de plazas sea cerrado. El
primer punto busca garantizar la actuación del notario como jurista experto y perito en el ámbito de la contratación; lo segundo pretende asegurar que la función se cumpla
cabalmente pues se encuentra en juego la seguridad jurídica del tráfico, y un exceso de notarios, además
de la imposibilidad de fiscalización, haría que sus ingresos económicos
descendieran a niveles que podrían alentar conductas oportunistas.

En el caso del Perú, el ingreso al notariado se efectúa mediante concurso público ante jurado. Actualmente, los concursos son exclusivamente abiertos, es decir, pueden
presentarse en ellos cualquier abogado, o incluso notarios en ejercicio que deseen cambiar su localización distrital. La Ley 28580, publicada el 12 de julio de 2005, eliminó
los concursos cerrados en los cuales sólo participaban notarios, y la nueva ley ha mantenido esa postura. Sin embargo, no puede negarse que el ejercicio correcto de la
función notarial constituye un valioso antecedente para aquel notario que pretende acceder a otra plaza. Por tal razón, el art. 7 otorga una bonificación reducida, apenas 5%, para
quien acredite antigüedad en el ejercicio de tres años, y siempre que en los últimos cinco años no registre sanciones. Vale acotar que esta disparidad temporal, entre los tres y
cinco años, resulta inentendible”35.

Ahora bien, existe en la ley un vacío legal en cuanto a los traslados de los notarios de un distrito a otro.

La sentencia recaída sobre el Expediente N° 10310-05 de la Segunda Sala Especializada en lo Contencioso-Administrativo ordenó reubicar a una notaría para evitar
resquebrajamiento de unidad familiar. Existe un excelente análisis sobre esta sentencia que considera que se resolvió de manera discutible este caso36. La notaria en mención había
solicitado su reubicación desde un distrito notarial a otro debido que se había repuesto a su esposo en su cargo de juez en la ciudad de Lima. Se señala en este análisis que el
fundamento para acceder a la demanda consistía en evitar el resquebrajamiento de la unidad familiar que ocurriría si los cónyuges desempeñaran sus labores en lugares alejados
como Puno y Lima. Empero, la reubicación no se encuentra prevista en la ley del notariado, por lo que surge la duda de si ésta es posible. Aún más. Para acceder a una plaza
vacante es preciso postular y someterse a un concurso público de méritos a fin de pasar a ejercer la función notarial.

Artículo 7.- Forma de los Concursos

Los concursos públicos de méritos para el ingreso a la función notarial serán abiertos y participarán los postulantes que reúnan los requisitos
35
Ver: Un balance prima facie sobre la nueva ley del notariado
36
Ver: Diálogo con la Jurisprudencia. Gaceta Jurídica. N° 160 Enero 2012.

exigidos en el artículo 10 de la presente ley.

En caso que el postulante sea un notario en ejercicio, con una antigüedad no menor de tres (3) años y siempre que en los últimos cinco
(5) años no tengan sanciones, tendrá una bonificación máxima del 5% de su nota promedio final.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 7

Comentario:
Qué significa que los concursos de méritos sean hoy abiertos. Pues, simplemente, que en éstos pueden participar todos los abogados en ejercicio sin el requerimiento de
ser notario.

En otras legislaciones, como la argentina por ejemplo, la mayoría de legislaciones locales establecen un número ilimitado de registros pero con regulación del acceso a la
función notarial mediante un examen de idoneidad a los aspirantes a un registro. En la Argentina la carrera notarial se basa en una categorización vinculada al registro. Así,
tenemos: escribanos titulares, que son los notarios a cargo de un registro notarial designados por resolución del Poder Ejecutivo. El escribano titular es el responsable directo
de la conservación y guarda el protocolo. Luego, escribanos adscriptos, que son nombrados por un representante del poder público. Se hallan facultados para actuar en el registro
de su titular, bajo responsabilidad. Suplentes, designados por el titular en caso de ausencia. Subrogantes y, finalmente, interinos.

Artículo 8.- Facultad del Estado


El Estado reconoce, supervisa y garantiza la función notarial en la forma que señala esta ley.

Concordancias: P.R.D.L., Art. 8

Comentario:
El I Congreso Internacional Del Notariado Latino (Buenos Aires 1948) declaró, al referirse al carácter y alcance de la función notarial, “que el Notario latino es el
profesional de derecho encargado de una función pública
consistente en recibir, interpretar y dar forma legal a la voluntad de las partes, redactando los instrumentos adecuados a ese fin y confiriéndoles autenticidad; conservar los originales
de estos y expedir copias que den fe de su contenido”.

Artículo 9.- Convocatoria a plazas vacantes


Las plazas notariales vacantes o que sean creadas serán convocadas a concurso bajo responsabilidad por los colegios de notarios de la República, por
iniciativa propia, en un plazo no mayor de sesenta (60) días calendario de conocer la vacancia o la creación de la plaza.

En el caso de plaza vacante producida por cese de notario, el concurso será convocado en un plazo no mayor de sesenta (60) días calendario de haber quedado firme
la resolución de cese.

Asimismo, a requerimiento del Consejo del Notariado, en un plazo no mayor de treinta (30) días calendario del mismo, los colegios de notarios, bajo responsabilidad
de los miembros de la Junta Directiva, deberán convocar a concurso para cubrir plazas notariales vacantes o que sean creadas. Transcurrido dicho plazo, sin que
se convoque a concurso, el Consejo del Notariado, bajo responsabilidad, queda facultado a convocarlo. Si no lo hiciere en el plazo de quince (15) días
calendario, lo hace el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.”
El postulante aprobado solo puede acceder a una plaza en el distrito notarial al que postuló, en el marco del mismo concurso (D.L 1232 publicación de fecha
26.09.15).

Concordancias:
P.R.D.L. Art. 9

Comentario:
Lo que se ha agregado a este artículo en el último párrafo en el D.L 1232 es que el postulante aprobado solo puede acceder a una plaza en el distrito notarial al que postuló en
el marco del mismo concurso.
Se observa en el artículo bajo comentario, un poder excesivo del Consejo del Notariado, pues la ley faculta a éste a convocar a concurso cuando los colegios de notarios no lo
hayan hecho a su requerimiento.

Artículo 10.- Requisitos de los postulantes


Para postular al cargo de notario se requiere:

a) Ser peruano de nacimiento


b) Ser abogado, con una antigüedad no menor de cinco años
c) Tener capacidad de ejercicio de sus derechos civiles
d) Conducirse y orientar su conducta personal y profesional hacia los principios y deberes éticos de respeto, probidad, veracidad, transparencia, honestidad,
responsabilidad, autenticidad, respeto a las personas y al ordenamiento jurídico.
e) No haber sido destituido de la función pública por resolución administrativa firme.
f) No haber sido condenado por delito doloso.
g) Estar física y mentalmente apto para el cargo.
h) Acreditar haber aprobado examen psicológico ante institución designada por el Consejo del Notariado. Dicho examen evaluará los rasgos de personalidad,
valores del postulante y funciones intelectuales requeridos para la función notarial.
Si durante el proceso del concurso se advierte la perdida de alguno de los requisitos mencionados, el postulante quedará eliminado del proceso. El acuerdo del
Jurado Calificador en este aspecto es irrecurrible. (D.L 1232 publicación de fecha 26.09.15).

Concordancias:
P.R.D.L. Art. 10

Comentario:
Este artículo acierta y ya no se refiere a la obligación de tener una conducta moral intachable porque ésta en realidad no existe. En su lugar el inciso d) del artículo 10
establece un requisito conductual personal y profesional en relación a los principios y deberes éticos establecidos en el Código de Ética.
A diferencia de la ley anterior que solo exigía el título de abogado como requisito obligatorio para poder postular el cargo de notario, la presente añade el factor de la
antigüedad. En este caso, no menor de cinco años, No se entiende el porqué de establecer en cinco el número de años en ejercicio de la profesión cuando bien pudo haber
sido cuatro o seis.
El inciso g) no es claro cuando establece que el examen psicológico evaluará los “valores del postulante”. Este concepto es muy amplio y debería ser precisado en el
reglamento.

Artículo 11.- El Jurado Calificador


El jurado calificador de cada concurso público de méritos para el
ingreso a la función notarial, se integra de la siguiente forma:

a) La persona que designe el Consejo del Notariado, quien lo preside.


b) El decano del Colegio de Notarios o quien haga sus veces.
c) El decano del Colegio de Abogados o quien haga sus veces
d) Un miembro del colegio de notarios designado por su junta directiva
e) Un miembro del Colegio de Abogados designado por su junta directiva.

En los colegios de notarios dentro de cuya jurisdicción exista más de un colegio de abogados, sus representantes ante el jurado calificador serán nombrados por
el colegio de abogados más antiguo.
Los miembros a que se refieren los incisos d) y e) no necesariamente serán integrantes de la junta directiva.

El quórum para la instalación y funcionamiento del jurado es de tres miembros.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 12

Comentario:
La forma como está diseñada hoy la conformación del jurado calificador, a través de designación, se presta para un manejo político de los concursos de méritos. Una
reforma del modo de conformación del jurado calificador, en aras de la transparencia, sería lo más saludable.

Artículo 12.- Expedición de Título


Concluido el concurso público de méritos de ingreso a la función notarial, el jurado comunicará el resultado al Consejo del Notariado, para la expedición
simultánea de las resoluciones ministeriales a todos los postulantes aprobados y la expedición de títulos por el Ministerio de Justicia.

En caso de renuncia del concursante ganador antes de la expedición del título, el Consejo del Notariado podrá asignar la plaza vacante al siguiente
postulante aprobado, respetando el orden de mérito del correspondiente concurso.

En caso de declararse desierto el concurso público de mérito para el ingreso a la función notarial, el Colegio de Notarios procederá a una nueva convocatoria.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 12

Comentario:
De igual manera que el artículo anterior, la manera cómo funciona hoy la expedición del título no es del todo transparente. Un supervisor externo que
fiscalice los resultados y la comunicación que realiza el jurado al Consejo del Notariado, garantizaría la limpieza de éstos.

Capítulo III
De los deberes del Notario

Artículo 13.- Incorporación al Colegio de Notarios


El notario deberá incorporarse al colegio de notarios dentro de los treinta días de expedido el título, previo juramento o promesa de honor, ante la junta directiva.
A solicitud del notario dicho plazo podrá ser prorrogado por igual término.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 4

Comentario:
Dice Gonzales Barrón que la idea que subyace a esta obligación de colegiación es someter al notario a la potestad de un órgano superior a él que pueda decidir sobre la
correcta marcha del notariado y, asimismo, gozar de los beneficios de la corporación gremial37.

Artículo 14.- Medidas de Seguridad


El notario registrará en el colegio de notarios su firma, rúbrica, signo, sellos y otras medidas de seguridad que juzgue conveniente o el colegio determine, y que el
notario utilizará en el ejercicio de la función. La firma, para ser registrada deberá ofrecer un cierto grado de dificultad.

Asimismo, el notario está obligado a comunicar cualquier cambio y actualizar dicha información en la oportunidad y forma que establezca el respectivo colegio de
notarios. Los colegios de notarios deberán velar por la máxima estandarización de los formatos y medios para la remisión de información a que se refiere el presente
párrafo.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 14

37
GONZALES BARRÓN, Gunther. Introducción al Derecho Registral y Notarial. Jurista Editores. 2ª ed. Lima, 2008, p. 740

Comentario:
Frente a la falsificación de documentos y la suplantación, la tolerancia, por parte del notariado peruano, debe ser cero. Hoy se cuenta con marcas de impresión en el sistema
Intaglio, una especie de grabado que permite que el papel presente un relieve sensible al tacto como los billetes moneda.

Artículo 15.- Inicio de la Función Notarial


El notario iniciará su función dentro de los treinta (30) días, siguientes a su incorporación, prorrogables a su solicitud por única vez, por igual término.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 15
Comentario:
Nótese que la ley distingue entre el momento de la incorporación al colegio respectivo y el del inicio de funciones.

Artículo 16.- Obligaciones del Notario El notario está obligado a:

a) Abrir su oficina obligatoriamente en el distrito en el que ha sido localizado y mantener la atención al público no menos de siete horas diarias de lunes a
viernes.
b) Asistir a su oficina, observando el horario señalado, salvo que por razón de su función tenga que cumplirla fuera de ella.
c) Prestar sus servicios profesionales a cuantas personas lo requieran, salvo las excepciones señaladas en la ley, el reglamento y el Código de Ética.
d) Requerir a los intervinientes la presentación del documento nacional de identidad - D.N.I.- y los documentos de identidad o de viaje determinados para la
identificación de extranjeros en el territorio nacional, además de la respectiva calidad migratoria vigente conforma a la normativa sobre la materia, así como los
documentos exigibles para le extensión o autorización de instrumentos públicos notariales protocolares y extra protocolares. (Decreto Legislativo 1350, publicación
de fecha 07.01.2017).
e) Guardar el secreto profesional.
f) Cumplir con esta ley y su reglamento. Asimismo, cumplir con las directivas, resoluciones, requerimientos, comisiones y responsabilidades que el Consejo del
Notariado y el colegio de notarios le asignen.

g) Acreditar ante su colegio una capacitación permanente acorde con la función que desempeña.
h) Contar con una infraestructura física mínima, que permita una óptima conservación de los instrumentos protocolares y el archivo notarial, así como una
adecuada prestación de servicios.
i) Contar con una infraestructura tecnológica mínima que permita la interconexión con su colegio de notarios, la informatización que facilite la prestación de
servicios notariales de intercambio comercial nacional e internacional y de gobierno electrónico seguro.
j) Orientar su accionar profesional y personal de acuerdo a los principios de veracidad, honorabilidad, objetividad, imparcialidad, diligencia, respeto a la
dignidad de los derechos de las personas, la constitución y las leyes.
k) Guardar moderación en sus intervenciones verbales o escritas con los demás miembros de la orden y ante las juntas directivas de los colegios de notarios, el Consejo del
Notariado, la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú y la Unión Internacional del Notariado Latino.
l) Proporcionar de manera actualizada y permanente de preferencia por vía telemática o en medios magnéticos los datos e información que le soliciten su colegio y
el Consejo del Notariado. Asimismo suministrar información que los diferentes poderes del Estado pudieran requerir y siempre que no se encuentren prohibidos por
ley.
m)Otorgar todas las facilidades que dentro de la ley pueda brindar a la inversión nacional y extranjera en el ejercicio de sus funciones.
n)Cumplir con las funciones que le correspondan en caso de asumir cargos directivos institucionales; y,
ñ) Aceptar y brindar las facilidades para las visitas de inspección que disponga tanto su Colegio de Notarios, el Tribunal de Honor y el Consejo del Notariado en el
correspondiente oficio notarial.
o) Aceptar y brindar las facilidades para las visitas de inspección que disponga tanto su Colegio de Notarios, el Tribunal de Honor y el Consejo del Notariado en el
correspondiente oficio notarial, así como la Unidad de Inteligencia Financiera. (Modificación realizada por el Decreto Legislativo 1106 publicado el 19.04.2012).
p) Cumplir con todas las normas pertinentes en materia de prevención del lavado de activos y del financiamiento del terrorismo, conforme a la legislación de la
materia.” (Modificación realizada por el Decreto Legislativo 1106 publicado el 19.04.2012).
Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 10
Comentario:
Los cambios en este artículo se refieren al DNI de los peruanos y al documento migratorio vigente del extranjero para la extensión o autorización de instrumentos públicos
notariales.
Señala Gonzales Barrón que los deberes profesionales del notario son de dos tipos: de orden funcional y de orden corporativo. En el primero se hallan, la prestación
obligatoria de servicio; y, guardar el secreto profesional. En el segundo, los deberes corporativos.
Si bien en otras profesiones la Deontología puede ser considerada como un elemento natural de las mismas, otro más de los que las configuran, en el caso de la profesión
notarial la Deontología es un elemento esencial, sin cuyo conocimiento es imposible el correcto ejercicio de la función notarial, dado que el notario está direccionado a la
preservación de litigios y a la orientación a sus clientes propiciando seguridad jurídica a todos los trámites que ante él se realizan. Algunos autores han planteado que el
notario es el médico jurídico que el usuario acude para contarle sus problemas y obtener solución jurídica acertada sin la presencia de litigios, todo ello exige que el individuo
que solicita los servicios del notario tenga plena confianza en el funcionario y ello es importantísimo en el ejercicio de la profesión, la plena discreción en todos los asuntos
puestos a su conocimiento para dar lugar a la confianza.
Más si la regulación legal de la función notarial concretase suficientemente los deberes del notario en la intervención, si la infracción de éstos estuviere severamente
sancionada; si el incumplimiento fuere corregido de manera rigurosa y eficaz por los órganos de dirección del notariado, sobrarían normas deontológicas especiales.

Dice Giménez-Arnau que todos los deberes del notario pueden resumirse en dos: el ser buen funcionario y ejercer bien la función. Añade que como consecuencia del
primero, el buen funcionario de la fe pública está obligado a observar las leyes y reglamentos, a respetar la jerarquía, a defender el interés público, a defender el interés de su cliente,
a cuidar el protocolo, y, a guardar reserva sobre su contenido38.

Señala Gonzales Barrón que los deberes profesionales del notario son de dos tipos: de orden funcional y de orden corporativo. En el primero se hallan, la prestación obligatoria
de servicio; continuidad del servicio; y, guardar el secreto profesional. En el segundo, los deberes corporativos39.

Si bien en otras profesiones la Deontología puede ser considerada como un elemento natural de las mismas, otro más de los que las configuran, en el caso de la profesión
notarial la Deontología es un elemento esencial, sin cuyo conocimiento es imposible el correcto ejercicio de la función notarial, dado que el notario está direccionado a la
preservación de litigios y a la orientación a sus clientes propiciando seguridad jurídica a todos los trámites que ante él se realizan. Algunos autores han planteado que el
notario es el médico jurídico al que el usuario acude para contarle sus problemas y obtener solución jurídica acertada sin la presencia de litigios, todo ello exige que el individuo
que solicita los servicios del notario tenga plena confianza en el funcionario y ello es importantísimo en el ejercicio de la profesión, la plena discreción en todos los asuntos
puestos a su conocimiento para dar lugar a la confianza40.

Más si la regulación legal de la función notarial concretase suficientemente los deberes del notario en la intervención, si la infracción de éstos estuviere severamente
sancionada; si el incumplimiento fuere corregido de manera
38
GIMENEZ-ARNAU, Enrique. Derecho notarial. Ediciones Universidad de Navarra S.A. 2ª
ed. Pamplona, 1976, p. 278-9
39
GONZALES BARRON, Gunther. Introducción al Derecho Registral y Notarial. Jurista Editores. 2da ed. Lima, 2008, pp. 731 y ss.
40
Ver: La deontología como base de la función notarial. Dayron Lugo Denis & Arlene Pérez
Alemán Contribuciones a las Ciencias Sociales Mayo 2012

rigurosa y eficaz por los órganos de dirección del notariado, sobrarían normas deontológicas especiales41.

Gattari ha entendido que la deontología notarial supera la obligación de los deberes legales y éticos, constituyendo una expansión de la bondad típica,
expresando que la mejor recomendación es la conducta, honradez, competencia, idoneidad y señorío que imprima a su profesión, declinar siempre el interés privado
frente al público o colegial, aconsejar comprometiéndose con la parte, no negar servicios profesionales a quienes justifican debidamente carecer de recursos para sus honorarios
o concederles espera, no opinar en lo que no es de su especialización, pero afirmar las vivencias de su especialidad profesional sin temores aunque tenga razones para
sostener una teoría minoritaria con fundamentos profundos, no hacer experiencia con sus requirentes, sino sumarse a las tesis mayoritarias, en lo que no hay contradicción pues,
en todo caso, debe publicar sus hallazgos y darlos a conocer y quizá provocar el cambio42.

Dice Gonzales Barrón que llama la atención haber incorporado un deber, sin dudas profesional, consistente en brindar facilidades a la inversión nacional y extranjera
dentro de los límites que permita la ley. Esto significa, agrega Gonzales, que el notario debe buscar soluciones frente a los difíciles problemas que puedan surgir en la
documentación de actos y contratos propios del tráfico patrimonial, siempre dentro del ámbito de la legalidad. No bastará del simple “no se puede” o “busque otra notaría”.
Es cierto que una obligación de este tipo no es tangible y difícilmente puede concluir en un procedimiento disciplinario, sin embargo, la idea de la ley se encuentra
fundamentalmente en cambiar la óptica y las costumbres en la prestación del servicio notarial43.

Sobre la institución del notariado dice De Castro: “El notario fue considerado siempre, oficio de honor, que sólo se debía otorgar a personas probadas y conocidas
por su fidelidad y concreción, puesto que forman una aristocracia profesional que el Estado selecciona, organiza y privilegia; actúa con su discreción y consejo, en los actos
más importantes de la vida económica y familiar.

41
Ver: Deontología y ejercicio de la función notarial. Victorio Magariños Blanco. Sevilla, 2004
42
Ver: NOTARIO Y ORGANIZACIÓN. Universidad Notarial Argentina Virtual . Trabajo realizado
en adhesión al XXII Congreso Internacional del Notariado Latino.
43
GONZALES BARRÓN, Gunther y OCHOA LOPEZ, José. Op cit p. 24

Estima el ilustre notario argentino Sebastián Cosola que el notariado latino, en los últimos tiempos, ha experimentado agudas crisis por no tener en claro cuáles son los
paradigmas rectores de la dación de fe. Así, el doctor Cosola analiza sucintamente los principios notariales.

Cosola se refiere a los principios notariales que se deben captar por evidencia y a los principios del notariado latino y de deontología notarial de la Unión Internacional: “Sin
dejar de reconocer que haría falta reflexionar mucho más acabadamente sobre el análisis de los principios generales del Derecho, en donde se vuelve un deber inexcusable ofrecer
al lector un estudio que comprenda las clasificaciones, las jerarquías, la consideración de principios fuertes y débiles y el choque de los mismos con las normas jurídicas en el
ejercicio de la profesión del escribano, se recuerda en este ítem, misión de este primer estudio, que el notariado felizmente en la actualidad, tiene una doble declaración de
principios, que también reconoce fuentes esenciales, y que son, en definitiva, los paradigmas rectores del ejercicio profesional. Por un lado, la modernísima declaración de
los principios del notariado de la Unión Internacional, denominados ‘Principios fundamentales del Sistema del Notariado de tipo Latino’ que, en la introducción que
antecede a los mismos, no hace más que corroborar la importancia de lo antedicho, al decir que: ‘El conjunto de principios que aquí se contienen, constituyen la esencia de la
institución notarial modelo al que todos los notariados han de aspirar. En la esperanza de que estos principios sean recogidos, respetados y aplicados por los notariados miembros
de la U.I.N.L, se invita a todos a hacer realidad estos ideales’. Esta declaración, divide en cuatro títulos a todos los principios, que sin duda alguna son los cuatro pilares donde se
asienta toda la institución notarial mundial a saber: del notario y de la función notarial, de los documentos notariales, de la organización notarial y de la deontología notarial.
Descartado el análisis de cada uno de los títulos, que requeriría de muchas páginas para tratar la temática en profundo, (tema introducido en la República Argentina por la doctora
notaria Cristina Noemí Armella), interesa aquí destacar que dentro de estos principios referenciados, los miembros de la Unión Internacional han optado por incluir como
uno de los cuatro pilares del notariado a la deontología, en definitiva, a la teoría de los deberes
44
Cit. por Juan Francisco Delgado De Miguel. La esencia de la deontología de la profesión notarial. En: Deontología Notarial. Junta de Decanos de los Colegios Notariales de España. 1990, p. 25.
en general. Por lo tanto, no hay notariado de tinte románico si no existe el notario y su consecuente función, la escritura pública y todos los demás documentos creados por
el notario, una organización notarial que revise la jurisdicción territorial y colegial de cada uno de los miembros, y finalmente la cuestión de los deberes notariales generales45”.
Añade el profesor Cosola: “En torno al último título, se remite a una ley especial que determine el régimen disciplinario de los notarios en cada país, bajo el permanente control
de la autoridad pública y de los organismos colegiales, y se refiere a algunos de los deberes deontológico notariales tales como el de lealtad, integridad, secreto profesional,
imparcialidad, el principio de elección y el respeto a las reglas deontológicas por parte del notario tanto a nivel nacional como internacional”.

En cuanto a los principios de deontología notarial de la Unión Internacional del Notariado, señala: “Por el otro lado, existe también y como otro fundamento fuerte de
esta introducción, la declaración de los “Principios de deontología Notarial”, esto es, un enorme legado que nos obsequia la Comisión de Deontología de la Unión
Internacional del Notariado Latino, presidida en ese entonces por Juan Francisco Delgado de Miguel, que vio la luz muy recientemente, y que resulta ser un verdadero
catálogo de los deberes éticos notariales. El fundamento de la sanción de los mismos es claro: ‘Se intenta con estos principios tres objetivos bien delimitados. Por un lado,
ayudar de la manera más eficaz posible a los notariados que carecen actualmente de normas de deontología articuladas legalmente, de un fundamento expreso para las lagunas
de su legislación. En segundo lugar, servir de orientación a los notariados que se incorporen en el futuro sobre el criterio que deben seguir en la elaboración de sus códigos
deontológicos, y finalmente, servir a todos los notarios de recordatorio constante acerca de la vigencia inderogable de los criterios que siempre deben presidir el buen ejercicio
de la profesión notarial’. Así, la presente declaración se encuentra dividida en diez títulos, que tratan de la preparación profesional, de la oficina notarial, de las relaciones con los
colegas y los órganos profesionales, de la competencia, de la publicidad, de la designación, de la intervención personal del notario, del secreto profesional, de la imparcialidad e
independencia, y de la diligencia y responsabilidad, muchos de los cuales van a verse relacionados con el análisis que sigue a estos considerandos, acordes directamente con los
deberes éticos notariales que he elegido para tratar en esta parte de la obra. Así, en consonancia con todo lo antedicho, resta por decir que el notario, como ya he dicho en algún tiempo y
lugar, debe ser principista y coherente: esto es, no puede ser ‘principista’ o ‘ético’ en la profesión y ser todo lo contrario en la vida misma. Y esta apreciación va más allá de
considerar su comportamiento externo en relación con el decoro de todo el cuerpo profesional. No es que el notario debe mantener una línea de comportamiento en la vida
solamente por no afectar la imagen del resto de los colegas, sino debe mantenerse en el buen camino pues la esencia principal de la profesión es esa: ser un hombre o una mujer de
bien, como cualquier otra persona, sea que ejerza profesión u oficio. Así, Rufino Larraud nos dirá: ‘Nada de todo esto autoriza a pensar que exista una moral del escribano distinta
de la del resto de los individuos; los deberes generales alcanzan al notario como al común de los hombres; aunque él tiene, por consecuencia de su actividad particular, deberes que
se agregan a los de la moral general…’”. Concluye Cosola diciendo que “... puede aquí decirse que el cumplimiento de los principios éticos del notariado hace al bien esencial
de la función fedante. De allí la necesidad de que exista una teoría general de los deberes éticos notariales, que pueda ser fortalecida por órganos de contralor que coadyuven a
hacer efectivo su cumplimiento, hasta tanto la conducta de los hombres, (que alcancen el virtuosismo aristotélico), sean cumplidas por hábito, por virtud, y no por temor a
sanciones. No puede desconocerse la esencia ética de la función notarial, cuando sus antecedentes más remotos, como los scribas o escribas egipcios, los Tupsarru del Código de
Hamurabbi, los logógrafos griegos y los tabeliones romanos, accedían al ejercicio funcional si eran reconocidas primeramente, sus cualidades morales. Quien redacta estas líneas se
encuentra convencido de la necesidad cada vez mayor de la presencia del notario en la sociedad actual. No cabe duda de ello, en una sociedad desprotegida bien vale el
arquetipo del notario como ‘gatekeeper’ en feliz expresión de Cándido Paz-Ares. Por todo esto, bien puede afirmarse que en la actualidad, en la función notarial hay
principios básicos insustituibles, que surgen de su organización, del documento, de la función y de la deontología, que necesariamente también deben ser captados por
evidencia”.

Se pregunta el notario García Aguilar cuáles son las raíces filosófico- políticas que fundamentan el actuar del abogado y del notario de cara a saber cuál es la
dirección práctica que debe seguirse. Dice el licenciado García46: “Véase una situación específica: un abogado y notario de la
corriente naturalista, nunca podría estar de acuerdo con un proyecto de ley que propusiera la legalización del aborto, en ninguna de sus manifestaciones, ni siquiera en el caso de
aborto por razón de violación.
No se puede aceptar el aborto porque la vida ha sido dada por Dios, en el caso de la tradición cristiana, y por lo tanto sólo él puede quitarla, o, tomar en cuenta el valor vida
como el primero que debe considerarse en cuenta a la hora de la determinación de una opción como la que se plantea.
En el otro extremo teórico, un relativista ético, dependiendo del momento histórico-social y económico, podría decir que cada mujer es libre de su autodeterminación, y
escoger qué quiere hacer con el ser que tiene en su vientre. Se argumentaría el costo emocional de tener o procrear un ser que no ha sido pedido, integrando elementos de su
momento histórico.

El naturalista contestaría que cómo el ser inocente, la parte más débil de la situación, es la que tiene que sufrir lo que otro ser ha hecho, sin saber cuál puede ser efectivamente
el futuro de ese ser, defendiéndose así a ultranza el valor jurídico por excelencia: la vida.

La clonación es otro ejemplo, donde estas dos concepciones quedarían ejemplificadas: en buena teoría el naturalista no estaría de acuerdo, y el relativista podría estar de
acuerdo según la circunstancia histórico-social y hasta social y personal. Independientemente de la posición, lo que se exige, racionalmente, es que el profesional, en nuestro
caso, sea consecuente con una fundamentación ética.

En este sentido, por ejemplo, un notario público podría abstenerse de realizar un divorcio, porque dentro de su concepción moral, que podría ser naturalista o relativista,
el matrimonio es un sacramento, o contrato, caso contrario, que no puede disolver el ser humano o un simple documento, situación que estaría perfectamente contemplada
como decisión moral (causa moral), o por el contrario sí podría disolverlo por acuerdo de las partes, dándose los requisitos necesarios de ley.

Porque en el caso de la concepción del derecho positivo, lo que existe y se debe aplicar es la ley. No debe haber influencias ajenas a lo escrito y tramitado como tal.
Universidad de Costa Rica/Colegio de Abogados de Costa Rica. N° 112, 2007 pp. 157-169
Tanto el abogado como el notario están obligados a reconsiderar su posición ética, su perspectiva filosófica, para poder desenvolverse no sólo como profesionales, sino
como seres humanos portadores de valores y creadores de leyes que tienen una orientación político-jurídica determinada.

¿Podría un notario abstenerse de realizar una donación sabiendo que ésta lo que busca en el fondo es ocultar los bienes porque el compareciente piensa divorciarse, y
así no dejar ningún bien respondiendo en su futura situación, dejando desamparada a su actual familia, resultando así una simple simulación?

La respuesta lleva implícita una valoración ética, un uso de una posibilidad que el derecho abre y que el profesional en Derecho y notario tiene que contemplar. En su
decisión reproduce una serie de valores morales con efectos sociales inmediatos de los cuales el profesional debe ser consciente.

El abogado y notario no son sólo ‘expertos en códigos’ tienen seres humanos al frente (clientes en el caso del abogado, usuarios o comparecientes en el caso del notario) con
situaciones legales que deben ser resueltas de la mejor manera posible, pero, cuál es esa manera? La respuesta es legal y moral.

El anterior compromiso se agrava más cuando se analiza la función social del derecho y la función pública del notario, y en este segundo caso cuando el Estado ha autorizado
el ejercicios de la función, y donde se espera que sea cumplida a cabalidad: legal y moralmente.

No es que el abogado-notario deba ser un moralista contemplativo y fundamentalista, sino que, por el contrario, el profesional en general es portador de valores,
genera, crea, reproduce valores, de los cuales se debe ser consciente para poder tener un margen de acción y de creación del derecho mismo.

El ejercicio profesional se debe ejercer conscientemente en el sentido de verse como objeto de estudio y poder analizar los efectos de la práctica profesional con el fin de
poder corregir y modificar, tanto la dirección del instrumento como su efecto en el contexto social.
El Derecho es un instrumento, conformado por concepciones de mundo que subyacen como fundamento del mismo.

El Derecho se ejerce utilizando la técnica, orientada por el valor de justicia (sólo para nombrar uno) que se ha tomado como eje, y que se reivindican en la práctica y en la relación
con los otros seres humanos, de por sí portadores (emisores y receptores) de valores, que nos permiten llegar a la realización de un concepto de derecho como un viaje de lo
actual al deber ser, como un ideal que surge de la práctica, de la coexistencia en la dinámica social- política y jurídica, debe ser la guía, tanto en una concepción como en la otra.

Porque si bien, en la concepción positivista (para unificar el nombre a tantas versiones y posibilidades que se puedan dar dentro de la misma, incluida la Axiología,
de gran boga en nuestra época) en el fondo defiende una concepción de justicia preconcebida puesto que la práctica refleja ya un concepto de hombre, de sociedad, de derecho y
de Dios”.

Continúa García: “Para efectos de exposición, y específicamente sobre al actuar de los profesionales en Derecho, se hace referencia a la Deontología profesional, vista como la
rama de la filosofía que estudia las normas, valores, que deben orientar el quehacer de los mismos.

Dichos principios tienen orientaciones tanto naturalistas como relativistas, y no es el propósito del presente trabajo buscar y ubicar históricamente dichas raíces, pues excede en
espacio y objetivo del mismo.

Como única aproximación diremos que existen y que obedecen más bien a la práctica, que se ha venido dando en los últimos años, y no tanto a una reflexión filosófica
del ‘deber ser’ referido a valores fundamentales predeterminados o a concepciones relativistas.

Si bien se refieren al ‘deber ser’, es un deber ser ya dado, dentro de una práctica occidental, fundamentalmente, en el campo estrictamente profesional.

La fundamentación filosófica de dicho actuar la podemos encontrar en el utilitarismo o en el pragmatismo, con las implicaciones teóricas y prácticas que cada uno de ellos
implica, ubicándose ambas posiciones en una postura relativista.
Aunado a lo anterior, recordemos que el quehacer profesional del notario es distinto al del ahogado, no por eso estos principios deontológicos, básicos, dejan de ser
inaplicables, por el contrario, siendo requisito para ser notario el ser abogado, los principios son válidos, y donde se puede ampliar a otros específicos de la práctica del
notariado.

Todo profesional, además de tener la obligación de buscar y estudiar su fundamento teórico, como ser humano y como profesional, está en la obligación de también
acatar los principios deontológicos, en la búsqueda de un mejor desempeño. Con una concepción clara de sus fundamentos puede darle una aplicación consciente a estos principios
y ampliarlos a otros ámbitos de la práctica profesional. Estos principios no se agotan en sí mismos, son sólo referencias y aplicaciones prácticas. Dentro de los principios
deontológicos más importantes, y dentro de una escogencia del autor, que guían el quehacer profesional tenemos:

Principio de obrar según ciencia y conciencia


Este principio deontológico, que se ha definido como universal, en el sentido de que se aplica a todas las profesiones, artes y oficios, exige en nuestro caso, que el
profesional deba estar actualizado, deba continuar su proceso de aprendizaje y de creación del derecho sustantivo, de fondo, y el derecho adjetivo, de forma: el derecho
notarial.

El profesional en Derecho está, a partir de este principio obligado a conocer el derecho sustantivo y adjetivo aplicándolo adecuadamente a cada una de las situaciones y
haciendo las valoraciones éticas necesarias para prever las implicaciones práctico-sociales de las mismas.
Deberá excusarse de brindar sus servicios, excepcionalmente, por causa justa moral o legal, cuando a partir de su valoración del hecho prevea implicaciones negativas
tanto para sus comparecientes como para terceros que en ese momento no se encuentran al frente haciendo las consultas del caso.

Acorde con lo anterior, el notario no podrá autorizar actos o contratos contrarios a la ley, o ineficaces, o aquellos que para ser ejecutados requieran autorización previa,
mientras ésta no se haya extendido, o realizar cualquier otra actuación o requisito que impida su debida inscripción en los respectivos registros.

Por otro lado, en el artículo 15 del Código Notarial, refiriéndose a la responsabilidad de los Notarios, se estipula que son responsables por el incumplimiento de sus
obligaciones y deberes como profesionales, así como por la violación de las leyes y sus reglamentos, careciendo de validez cualquier manifestación de las partes en que se
releve de responsabilidad para el incumplimiento de sus obligaciones al notario.

En el aspecto de la conciencia, entendida en sentido amplio, se incluye valorar correctamente las implicaciones de la función pública que se le ha sido delegada, donde un
punto fundamental es la fe pública, presunción iuris tantum de certeza de las manifestaciones que consten en un instrumento público.

Principio de probidad
Este principio, también considerado como universal, hace referencia a la honestidad del profesional. Honestidad consigo mismo, como ser humano y profesional, con los
demás en cuanto a sus servicios.

Hace referencia al respecto que debe tener el profesional con sus clientes, en el caso del abogado, y con los comparecientes en el caso del notario, a quienes tiene que tratar
con absoluta objetividad e imparcialidad explicando las implicaciones de sus actuaciones, y donde debe haber un estricto apego a la legalidad. Por eso se dice que la función
del abogado es parcial pero objetiva, y la del Notario: imparcial y objetiva.

La honestidad debe ser reflejada por el profesional y así exigirlo a sus comparecientes, en caso de no poderse llegar a ese nivel, vía diálogo, el notario debe abstenerse
de ejecutar el acto, si éste tiene implicaciones negativas para una de las partes.

El notario público que autorice y expida documentos estando suspendida la vigencia de la función notarial, incurre en un ejercicio al margen de la ley, por cuanto violenta el
ordenamiento notarial, y su conducta es reprochable desde el punto de vista ético moral, cuando conociendo la causa impeditiva, proceda a brindar el servicio notarial a los
usuarios que concurran en vía de un asesoramiento. Con este actuar, el fedatario afecta la fe pública, de
la cual éste es revestido. Este ocultamiento que realiza el notario, implica la violación a la ley en la materia, los principios que rigen la misma y las normas ético moral del
decoro, probidad y lealtad hacia los usuarios, terceros o la misma fe pública.

Otro comportamiento contrario al principio en cuestión sería el cobro excesivo de los honorarios, irrespetando el artículo 143, inciso f, del Código Notarial, con suspensión
de hasta un mes de acuerdo a la importancia y gravedad de la falta. Situación que no sólo afecta a los usuarios, sino también a los colegas, generándose una competencia
desleal.

De igual manera, el irrespeto al artículo 144, inciso c, y el artículo 146 incisos b y c, van en contra principio de probidad, de honestidad del funcionario, actuaciones
que tienen sus respectivas suspensiones de hasta por seis meses en el primer caso, y hasta por diez años en el segundo.

Principio de dignidad y decoro


Estos dos principios, hacen referencia a la imagen que el profesional tiene de sí y la imagen que proyecta en el desempeño de sus funciones.
El principio del decoro hace referencia al honor, al respeto del profesional. El principio de dignidad hace referencia a la excelencia, el realce tanto a
nivel privado como profesional, configurando la reputación y el respaldo del
prestigio de la profesión que ejerce.

Una situación donde se vería violentado dicho principio es en el préstamo del protocolo, pues la asesoría y asistencia del notario es personalísima y no puede ser sustituida,
mucho más si con esta práctica se promueve el ejercicio de la profesión por parte de personas que no están capacitadas ni habilitadas para el ejercicio de la función.

La imagen de la profesión se verá menoscabada en tanto que cualquier persona podría portar el protocolo y realizar instrumentos contrarios a la ley o por lo menos, en
el mejor de los casos, no dar la asesoría necesaria a los comparecientes.

El usuario busca los servicios de un profesional, éste es el responsable y carecerá de validez cualquier manifestación de las partes en que el notario sea relevado de
responsabilidad por el incumplimiento de sus obligaciones.

Principio de independencia
Este principio, al igual que los que le siguen, son considerados como sectoriales, y hace referencia a la exigencia del profesional de ser el director de todo el ciclo cartular y
de los procesos no contenciosos en sede notarial.

No debe haber injerencia externa que dirija irresponsablemente la generación de los documentos notariales, mucho menos los instrumentos públicos en cuanto a la información
que en ellos se consigne y la documentación que se debe guardar en el respectivo protocolo de referencia.

Si se pierde la independencia se pierde la objetivad y la imparcialidad que se busca del notario público, con lo cual se está perdiendo parte sustancial de su deber ser.

El elemento subordinación a un superior podría en algunas situaciones particulares generar instrumentos parcializados en beneficio de una de las partes.

De igual manera la prohibición de autorizar actos o contratos en los cuales tenga interés el mismo notario así como alguno de los intérpretes o los testigos instrumentales, sus
respectivos cónyuges o convivientes, ascendientes, descendientes, hermanos, tíos o sobrinos por consanguinidad o afinidad.

Principio de libertad profesional


Este principio hace referencia a la opción, a la libre determinación del profesional de escoger ejercer la función del notariado, pero es más restringida que en el caso del
abogado, en el que se amplía a la libertad de escoger tanto su clientela como su especialidad.

En el caso del notario se restringe a la escogencia de la ubicación de su oficina, su horario de atención, pero no a su función estrictamente profesional donde está obligado a
realizar todos los trabajos que se le soliciten a excepción de que tenga una causa justa legal o moral.
Principio de diligencia
Este principio hace referencia al cuidado, a la agilidad, al celo, al esmero, a la prontitud, ligereza en la ejecución del trámite solicitado, obliga al notario a realizar todos los
trámites de las inscripción del documento, en el caso de que así sea, o de cumplir con todas las formalidades del caso para que el instrumento tenga la debida eficacia
jurídica.

Principio de desinterés
Este principio apunta a la exigencia que se pide al profesional de que atienda todos los asuntos con el mismo nivel de profesionalismo, independiente del monto de cada una de
sus actuaciones y mantener su imparcialidad.

Por eso existe la prohibición de autorizar actos o contratos en los cuales tenga un interés particular, así como si hay un interés de los intérpretes, los testigos
instrumentales, los respectivos cónyuges o convivientes, ascendientes, descendientes, hermanos, tíos o sobrinos por consanguinidad o afinidad.

Con respecto a este punto, es claro que la información se debe dar y debe quedar constancia de la misma en el instrumento, no se trata de un estribillo, sino de una adecuada
asesoría a las partes.

Principio de información
Este principio es de suma importancia para el notario, tiene varias vertientes: primero: se trata de un proceso de instrucción, que obliga al notario a levantar toda la
información y hacer todos los estudios registrales y extra- registrales que sean necesarios para poder dar la debida asesoría, verificando así su legalidad y previendo la eficacia
jurídica del acto; segundo: la asesoría que debe dar a los comparecientes, debe dar a conocer las implicaciones de sus actuaciones; tercero: verificar la identificación de los
comparecientes, y dejar la información respectiva en el archivo de referencia; cuarto: el deber del notario de mostrar el protocolo en su oficina, tomando las precauciones del
caso cuando considere que el protocolo pueda correr peligro, para lo cual, lo más recomendable es entregar fotocopia certificada de la escritura al interesado.

El notario debe, dentro de esta exigencia, valorar la capacidad de las personas físicas, comprobar la existencia de la personas jurídicas, las
facultades de los representantes y cualquier otro dato o requisito exigido por la ley para la validez o eficacia de la actuación, dicha valoración deberá ser realizada por el
mismo notario, no pudiendo delegar la misma en otras personas o tomando como base documentos presentados ante él, por parte de los comparecientes, sin haber verificado la
autenticidad y vigencia de los mismos.

Este principio tiene como límite el principio de reserva, que impone la obligación al notario de mantener discreción de toda la información que ha llegado a su
conocimiento en el desempeño de su profesión, para nuestros efectos nos interesa fundamentalmente la aplicación específica del mismo que es el secreto profesional.

Principio de secreto profesional


Este principio apunta a que el notario debe guardar el principio del secreto profesional en todas las manifestaciones extraprotocolares expresadas por las partes y demás
interesados en el acto o contrato, sea antes, durante o posteriormente al acuerdo que se llegue.

Sin embargo, está en la obligación cede cuando el interesado libere al notario, vía escrita, del deber del secreto profesional, y en caso de ser citado a declarar en un proceso,
deberán comparecer, y hacer las referencias que considere adecuadas al caso particular.

En este sentido, el notario tiene un deber de denunciar los delitos


perseguibles de oficio que conozca en el ejercicio de sus funciones.

El profesional en Derecho, que además ha optado por ejercer una función pública de manera privada, habilitándosele como notario, está en la obligación como ser humano y como
profesional, de ser consciente de las implicaciones legales y morales de su actuar, deejercer el derecho y el notariado con miras a un fin. Un fin que dependerá de su formación, de su
integridad, de su madurez como ser humano y como profesional.

La deontología presenta una serie de principios básicos que pueden guiar este quehacer que debe ser enriquecido por la práctica y la madurez del profesional.
Hay muchas pautas de comportamiento que aún no han sido registradas, dentro de la deontología, que podrán ser agregadas con el ejemplo de aquellos profesionales que hacen
de su quehacer una práctica digna de respeto y que son ejemplo para buscar una cultura notarial.

Muchos de estos principios ya están regulados en el código notarial y son enriquecidos por las directrices que para tales efectos da la Dirección Nacional del Notariado,
así como las circulares de las distintas oficinas públicas encargadas de llevar a cabo los trámites registrales.

No queda más que hacerse cargo responsablemente de las obligaciones que se le han encomendado a la digna profesión del notariado público y no ejercer ésta como una
situación accidental, sino esencial de la convivencia de los seres humanos”.

Artículo 17.- Prohibiciones al Notario Está prohibido al notario:

a) Autorizar instrumentos públicos en los que se concedan derechos o impongan obligaciones a él, su cónyuge, ascendientes, descendientes o parientes
consanguíneos o afines dentro del cuarto y segundo grado, respectivamente.
b) Autorizar instrumentos públicos de personas jurídicas en las que él, su cónyuge, o los parientes indicados en el inciso anterior participen en el capital o
patrimonio, salvo en aquellos casos de sociedades que se cotizan en la bolsa de valores; así como de aquellas personas jurídicas en las que tengan la calidad de
administradores, director, gerente, apoderados o representación alguna.
c) Ser administrador, director, gerente, apoderado o tener representación de personas jurídicas de derecho privado o público en las que el Estado, gobiernos regionales o
locales, tengan participación.
d) Desempeñar labores o cargos dentro de la organización de los poderes públicos y del gobierno nacional, regional o local; con excepción de aquellos para los
cuales ha sido elegido mediante consulta popular o ejercer el cargo de ministro y viceministro de Estado, en cuyos casos deberá solicitar la licencia
correspondiente. También podrá ejercer la docencia a tiempo parcial y desempeñar las labores o los cargos otorgados

en su condición de notario. Asimismo, podrá ejercer los cargos públicos de regidor y consejero regional sin necesidad de solicitar licencia.
e) El ejercicio de la abogacía, excepto en causa propia, de su cónyuge
o de los parientes indicados en el inciso a) del presente artículo.
f) Tener más de una oficina notarial.
g) Ejercer la función fuera de los límites de la provincia para la cual ha sido nombrado, con excepción de lo dispuesto en el inciso k) del artículo 130 de la presente ley y
el artículo 29 de la Ley Nº 26662; y,
h) El uso de publicidad que contravenga lo dispuesto en el Código de Ética del notariado peruano.
i) La delegación parcial o total de sus funciones.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 11

Comentario:
La sentencia del Tribunal Constitucional declaró infundada la demanda respecto de este artículo.

53. Los demandantes han planteado la inconstitucionalidad del inciso d) del artículo 17º del Decreto Legislativo Nº 1049, que establece lo siguiente:
Artículo 17.- Prohibiciones al Notario Está prohibido al notario:
(…)
d) (…) También podrá ejercer la docencia a tiempo parcial (…)
54. Se alega que dicho extremo es inconstitucional en la medida que no permite que el Notario pueda realizar la docencia a tiempo completo, limitando
arbitrariamente el libre ejercicio de la función docente.
55. Sobre el particular, este Colegiado estima que el extremo de la disposición cuestionada no es inconstitucional pues si bien aquella restringe a los notarios el
tiempo en el que se puede desarrollar la docencia (estableciendo como máximo un tiempo parcial y excluyendo que se realice a tiempo total), dicha restricción resulta
justificada en la medida que se pretende proteger un bien constitucional de relevancia como es asegurar que la función notarial se realice con prioridad respecto de otras
actividades. Por tanto, por el fondo, debe desestimarse este extremo de la demanda.
Artículo 18.- Prohibición de Asumir Funciones de Letrado
Se prohíbe al notario autorizar minuta, salvo el caso a que se refiere el inciso e) del artículo que precede; la autorización estará a cargo de abogado, con expresa
mención de su número de colegiación.

No está prohibido al notario, en su calidad de letrado, el autorizar recursos de impugnación que la ley y reglamentos registrales franquean en caso de denegatoria
de inscripción.
Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 18

Comentario:
Es lógico que el notario esté impedido de autorizar minutas, pues por la misma naturaleza de su función no podría ejercer ésta con imparcialidad si al mismo tiempo ejerce
la profesión de abogado.

Artículo 19.- Son derechos del notario:

a. La inamovilidad en el ejercicio de su función.


b. Ser incorporado en la planilla de su oficio notarial, con una remuneración no mayor al doble del trabajador mejor pagado, y derechos derivados propios del
régimen laboral de la actividad privada.
c. Gozar de vacaciones, licencias por enfermedad, asistencia a certámenes nacionales o internacionales y razones debidamente justificadas.
d. Negarse a extender instrumentos públicos contrarios a la ley, a la moral o a las buenas costumbres; cuando se le cause agravio personal o profesional y
abstenerse de emitir traslados de instrumentos autorizados cuando no se le sufrague los honorarios profesionales y gastos en la oportunidad y forma convenidos.
e. El reconocimiento y respeto de las autoridades por la importante función que cumple en la sociedad, quienes deberán brindarle prioritariamente las
facilidades para el ejercicio de su función; y,
f. El acceso a la información con que cuenten las entidades de la administración pública y que sean requeridos para el adecuado cumplimiento de su
función, salvo las excepciones que señala la ley.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Arts. 12 y 13

Comentario:
La sentencia del Tribunal Constitucional declaró fundada la demanda respecto de este artículo:
49. Los demandantes han planteado la inconstitucionalidad de un extremo del inciso b) del artículo 19º del Decreto Legislativo Nº 1049, que establece lo siguiente:

Artículo 19.- Derechos del Notario Son derechos del notario:


b) Ser incorporado en la planilla de su oficio notarial, con una remuneración
no mayor al doble del trabajador mejor pagado (…).
50. Los demandantes alegan que dicha disposición es inconstitucional por vulnerar el derecho a la libertad de contratación reconocida en el artículo 2º inciso 14) del
Constitución. El demandado, por su parte, no argumenta nada sobre el aludido cuestionamiento.
51. Al respecto, el Tribunal Constitucional ha sostenido que el contenido constitucional del derecho a la libre contratación contenido en el artículo 2º inciso 14) de la
Constitución, implica:
El acuerdo o convención de voluntades entre dos o más personas naturales y/o jurídicas para crear, regular, modificar o extinguir una relación jurídica de carácter
patrimonial. Dicho vínculo -fruto de la concertación de voluntades- debe versar sobre bienes o intereses que poseen apreciación económica, tener fines lícitos y no
contravenir las leyes de orden público. Tal derecho garantiza, prima facie:
- Autodeterminación para decidir la celebración de un contrato, así como la potestad de elegir al co-celebrante.
- Autodeterminación para decidir, de común acuerdo, la materia objeto de regulación contractual.
A lo expuesto debe agregarse que la libertad contractual constituye un derecho relacional, pues, con su ejercicio, se ejecutan también otros derechos tales como la libertad al
comercio, la libertad al trabajo, etc.

52. De la revisión de autos, este Colegiado estima que es inconstitucional el extremo cuestionado del inciso b) del artículo 19º del Decreto Legislativo
N.º 1049, conforme al cual se establece que es un derecho del Notario el ser incorporado en la planilla de su oficio notarial, con “una remuneración no mayor al doble del
trabajador mejor pagado, y”, en la medida que contraviene el contenido constitucional del derecho a la libre contratación, al fijar el límite de la remuneración que debe
percibir un notario, cuando dicha remuneración o aquella de los trabajadores que laboran en el despacho u oficio notarial deben ser producto del acuerdo de voluntades y el
respeto a las respectivas leyes labores que resulten de aplicación.

Artículo 20.- Encargo del Oficio Notarial


En caso de vacaciones o licencia, el colegio de notarios, a solicitud del interesado, designará a otro notario de la misma provincia para que se encargue del oficio del
titular. Para estos efectos, el colegio de notarios designará al notario propuesto por el notario a reemplazar.

Comentario:
La ley ha previsto el supuesto de hecho de la ausencia del notario sea por vacaciones o licencia. Como el despacho notarial no puede ser cerrado, un notario encargado
seguirá atendiendo al público.

Capítulo VI
Del cese del Notario

Artículo 21.- Motivos de Cese


El notario cesa por:

a. Muerte.
b. Renuncia.
c. Haber sido condenado por delito doloso mediante sentencia firme, independientemente de la naturaleza del fallo o la clase de pena que haya impuesto el órgano
jurisdiccional.
d. No incorporarse al colegio de notarios por causa imputable a él, dentro del plazo establecido por el artículo 13 de la presente ley.
e. Abandono del cargo, por no haber iniciado sus funciones dentro del plazo a que se refiere el artículo 15 de la presente ley, declarada por la junta directiva del
colegio respectivo.
f.Abandono del cargo en caso de ser notario en ejercicio, por un plazo de treinta (30) días calendario de inasistencia injustificada al oficio
notarial declarada por la junta directiva del colegio respectivo.
g. Sanción de destitución impuesta en procedimiento disciplinario.
h. Perder alguna de las calidades señaladas en el artículo 10 de la presente ley; declarada por la junta directiva del colegio respectivo, dentro de los sesenta (60)
días calendario siguientes de conocida la causal.
i. Negarse a cumplir con el requerimiento del Consejo del Notariado a fin de acreditar su capacidad física y/o mental ante la institución pública que éste
designe. Esta causal será declarada mediante Resolución del Consejo del Notariado, contra la cual procede recurso de reconsideración.
j. Inhabilitación para el ejercicio de la función pública impuesta por el Congreso de la República de conformidad con los artículos 99 y 100 de la Constitución
Política. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

“Artículo 21-A.- Procedimiento en caso de cese.


En el caso de los literales a), b), c) y d) del arículo 21, el colegio de notarios comunicará que ha operado la causal de cese al Consejo del Notariado, para la
expedición ministerial de cancelación de título.
En el caso de los literales e), f), g), h) e i) el cese se produce desde el momento en que quede firme la resolución. Para el caso del literal j) el cese surte efecto desde el
día siguiente a la publicación de la resolución legislativa en el diario oficial el peruano. En caso de cese de un notario ejercicio, el Colegio de Notarios en el plazo de
treinta (30) días, se encargará del cierre de sus registros, de solicitar la cancelación de título, de nombrar al notario administrador del acervo y de comunicar al
Consejo del Notariado. Para ello, se asienta a continuación del último instrumento público de cada registro, un acta suscrita por el Decano del Colegio de Notarios
donde pertenezca el notario cesado.
En caso de incumplimiento, el Consejo del Notariado requerirá al Colegio de Notarios para que en el plazo de treinta (30) días cumpla con lo dispuesto en el
párrafo precedente, luego de los cuales asumirá funciones el Consejo del Notariado, bajo responsabilidad de la Junta Directiva del Colegio de Notarios.
Asimismo, luego de transcurridos dos (02) años del cese, el Colegio de Notarios entregará al Archivo General de la Nación el acervo documentario del notario
cesado. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 15

Comentario:
La sentencia del Tribunal Constitucional declaró fundada la demanda respecto de este artículo, que se pretendía inconstitucional.

6. Los demandantes han planteado la inconstitucionalidad del artículo 21º del Decreto Legislativo N.º 1049, que establece lo siguiente:
Artículo 21.- Motivos de Cese:
b) Al cumplir setenta y cinco (75) años de edad.

7. Los demandantes alegan que dicho artículo 21º vulnera el principio de igualdad, pues el solo hecho de alcanzar la edad de 75 años no asegura la calidad del servicio y la
seguridad jurídica que imparten, pues existen otras medidas menos gravosas –y actualmente existentes– que pueden lograr el mismo fin, como por ejemplo, la obligatoriedad
de contar con exámenes o evaluaciones periódicas sobre el estado de las capacidades físicas y mentales, aplicándolas a los notarios que alcancen los 75 años de edad.

8. Por su parte, el demandado, alega que si bien podría sostenerse que el problema de la actualización y diligencia de los notarios es independiente de la edad y que ello
podría solucionarse con mecanismos menos intensos como la evaluación periódica y la fiscalización constante del ejercicio de la función notarial, sin embargo, existe una
finalidad respecto de la cual no existe otra medida menos intensa que la imposición de una edad tope para el desempeño del cargo, lo que solo se logra a su vez con la
equiparación del Notario a un funcionario público: la renovación parcial y periódica del cuadro de notarios.

9. Sobre el particular, el Tribunal Constitucional estima que la disposición cuestionada (artículo 21º, inciso b del Decreto Legislativo N.º 1049) debe ser sometida al test de
igualdad.

10. En cuanto al primer paso (verificación de la diferenciación legislativa), debe analizarse si el supuesto de hecho acusado de discriminación es igual o diferente al supuesto de
hecho que sirve de término de comparación (tertium comparationis). De resultar igual, la medida legislativa que contiene un tratamiento diferente deviene en
inconstitucional por tratar diferente a dos supuestos de hecho que son similares. De resultar diferente, entonces debe proseguirse con los siguientes pasos del test de
igualdad, pues el hecho de que se dé un tratamiento legislativo diferente a dos situaciones jurídicas distintas no implica que tal medida sea constitucional, pues debe aún
superar los siguientes pasos del mencionado test.

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En el presente caso, la situación jurídica a evaluar se encuentra constituida por el artículo 21º inciso b) del Decreto Legislativo N.º 1049, según el cual los notarios que cumplan
75 años de edad (supuesto de hecho) cesan en el cargo (consecuencia jurídica). La situación jurídica que funcionará en este caso como término de comparación está
constituida por la norma que se desprende del mencionado artículo 21º inciso b) según la cual los notarios que aún no cumplan 75 años de edad (supuesto de hecho) no
cesan en el cargo (consecuencia jurídica). Realizado el respectivo examen, se aprecia la aplicación de distintas consecuencias jurídicas a dos situaciones de hecho que, a su vez,
también resultan diferentes.

11. Respecto del segundo paso (determinación de la intensidad de la intervención en la igualdad), cabe destacar que, al tratarse del impedimento del ejercicio de derechos
fundamentales como la libertad de trabajo y el libre desarrollo de la personalidad, se verifica que la intervención legislativa tiene una intensidad grave.

12. Respecto del tercer paso (verificación de la existencia de un fin constitucional en la diferenciación), debe precisarse que de una interpretación teleológica de los
extremos de la disposición cuestionada se desprende que esta tiene como finalidad “optimizar el pleno uso de las capacidades del notario en el desempeño de la función
notarial”. En consecuencia, la medida estatal cuestionada supera el tercer paso del test de igualdad.

13. En cuanto al cuarto paso (examen de adecuación), es necesario precisar que la medida estatal diferenciadora (los notarios cesan a los 75 años de edad) resulta adecuada para
conseguir el fin que se pretende, como es “optimizar el pleno uso de capacidades en el desempeño de la función notarial”.

14. En cuanto al quinto paso (examen de necesidad), cabe mencionar que en el presente caso, tratándose de disposiciones legales que limitan el ejercicio de derechos
fundamentales como al trabajo y al libre desarrollo de la personalidad, se requiere de un juicio de igualdad estricto, según el cual, como se ha expuesto, se exige que la medida
adoptada por el Legislador, para ser constitucional, deba ser absolutamente indispensable para la consecución del fin legítimo.
Al respecto, este Colegiado estima que la medida estatal cuestionada, que limita el derecho a la libertad de trabajo y al libre desarrollo de la personalidad de
aquellos notarios que han cumplido los 75 años de edad, no resulta absolutamente necesaria para la consecución del fin que se pretende (optimizar el pleno uso de
capacidades en el desempeño de la función notarial), pues este pudo haber sido conseguido mediante otras medidas igualmente idóneas, pero menos restrictivas de los
aludidos derechos fundamentales.
Por tanto, es necesario precisar que debe entenderse como responsabilidad del Colegio de Notarios garantizar a la sociedad la aptitud y rigurosidad de los exámenes médicos
(físicos y psicológicos), que certifiquen la capacidad del notario para dirigir su oficina, y verificar la autenticidad y legalidad de cada uno de los procedimientos sometidos a su
control. Para ello, el Colegio de Notarios deberá acordar y publicar en un breve lapso, la modalidad del sistema de evaluación médica a partir de determinada edad, a
cargo de comisiones médicas que brinden verosimilitud y legitimidad al resultado.

15. En consecuencia, no habiendo superado el quinto paso del test de igualdad y en consecuencia haber establecido una diferenciación desproporcionada e
irrazonable, el artículo 21º, inciso b) del Decreto Legislativo Nº 1049, resulta inconstitucional por vulnerar el principio- derecho de igualdad.

Ciertamente la expulsión del ordenamiento jurídico del mencionado inciso b) del artículo 21º no genera inseguridad jurídica respecto de la verificación de la
capacidades para ejercer la función notarial pues se puede lograr mediante la aplicación del artículo 10º inciso f) del Decreto Legislativo Nº 1049 que exige como un
requisito para ser notario, “Estar física y mentalmente apto para el cargo”.

Por sentencia del Tribunal Constitucional se determinó que los notarios no cesaban al cumplir los 75 años establecido en el inciso b del artículo 21.
Además se ha agregado el artículo 21-A respecto al procedimiento en caso de cese en los diferentes supuestos establecidos en el artículo 21.
También se establece que luego de transcurridos 2 años del cese del notario el Colegio de Notarios entregará el acervo documentario del notario cesado al archivo general de
la nación. Se entiende que también están incluidos los archivos regionales.

Artículo 22.- Medida Cautelar


Ante indicios razonables que hagan prever el cese del notario por pérdida de calidades señaladas para el ejercicio del cargo, de acuerdo a lo señalado en el
artículo 10 de la presente ley y en tanto se lleva adelante el procedimiento señalado en el artículo 21 inciso i) precedente, el Consejo del Notariado mediante decisión
motivada podrá imponer la medida cautelar de suspensión del notario. Procede recurso de reconsideración contra dicha resolución, el mismo no suspende la ejecución
de la medida cautelar.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 16

Comentario:
La sentencia del Tribunal Constitucional declaró infundada la demanda respecto de este artículo, que se pretendía inconstitucional.

21. Los demandantes han planteado la inconstitucionalidad del artículo 22º del Decreto Legislativo N.º 1049, que establece lo siguiente:

Artículo 22.- Medida Cautelar


Ante indicios razonables que hagan prever el cese del notario por pérdida de calidades señaladas para el ejercicio del cargo, de acuerdo a lo señalado en el artículo
10 de la presente ley y en tanto se lleva adelante el procedimiento señalado en el artículo 21 inciso i) precedente, el Consejo del Notariado mediante decisión motivada podrá
imponer la medida cautelar de suspensión del notario. Procede recurso de reconsideración contra dicha resolución, el mismo no suspende la ejecución de la medida cautelar.

22. Los demandantes sostienen que el mencionado artículo 22º es inconstitucional pues constituye una medida bastante severa frente a contingencias que son muy
genéricas. En efecto, de acuerdo a esta disposición es posible suspender a un notario, por contravenir, por ejemplo, el articulo 10° inciso d), que exige “Tener conducta moral
intachable”, y ello es una causal excesivamente abierta y sujeta a la discrecionalidad (y eventualmente arbitrariedad) de quien tiene el poder de imponerla, lesionando el esquema
sancionatorio y los principios de legalidad, responsabilidad, tipicidad y proporcionalidad. Por su parte, el demandado alega que el artículo 22° es constitucional pues
establece un procedimiento cautelar que ofrece una gran cantidad de garantías.

23. Al respecto, este Colegiado estima que el control por vicios de fondo del mencionado artículo 22° exige someter dicha disposición al test de proporcionalidad con el
objeto de verificar si limita desproporcionadamente
derechos de los notarios como al trabajo o al libre desarrollo de la personalidad.

24. Examen de idoneidad: en el presente caso, interpretando teleológicamente el artículo 22° se desprende que el fin de dicha disposición es preservar el correcto desarrollo de la
función notarial, evitando la actuación de aquellos notarios que no cumplan las condiciones para ejercer la aludida función.

25. Evidentemente, dicha medida estatal (suspensión temporal de la función notarial mediante medida cautelar) sirve para el lograr el fin consistente en evitar la actuación de
aquellos notarios que no cumplan las condiciones para ejercer la aludida función.

26. Examen de necesidad: la medida cautelar de suspensión prevista en el artículo 22º constituye una medida que resulta estrictamente necesaria, pues no se aprecia la
existencia de otras medidas que con idoneidad para lograr el mismo fin constitucional sean menos restrictivas de los derechos fundamentales comprometidos (trabajo y libre
desarrollo de la personalidad).

27. Examen de ponderación o proporcionalidad en sentido estricto: en el presente caso se aprecia que el grado de intervención o limitación de los derechos fundamentales
al trabajo o al libre desarrollo de la personalidad es leve (pues sólo se suspende temporalmente a los notarios), y el grado de satisfacción del fin constitucional es elevado
(preservar el correcto desarrollo de la función notarial), de modo que la medida estatal (artículo 22º) que establece tal intervención o limitación resulta justificada.

28. En consecuencia, teniendo en cuenta que el artículo 22º del Decreto Legislativo Nº 1049 ha superado el test de proporcionalidad, debe declararse infundado este extremo de
la demanda. Por la misma razón debe desestimarse el cuestionamiento respecto del artículo 153º del mencionado decreto legislativo.

29. De otro lado, teniendo en cuenta los argumentos expresados por los demandantes resulta evidente el cuestionamiento realizado también respecto del artículo 10º inciso
d) del Decreto Legislativo Nº 1049 (tener conducta moral intachable), cuando éste es utilizado no como un requisito para
postular al cargo de notario sino como un requisito que al ser perdido (no tener conducta moral intachable) puede dar mérito al dictado de una medida cautelar de suspensión del
notario (artículo 22º).

30. Sobre el particular, si bien el Estado tiene la competencia para organizar los procesos o los procedimientos administrativos, estableciendo o no medidas cautelares
como la de suspensión en el cargo, dicha competencia no le autoriza a establecer como conductas objeto de medida cautelar, acciones genéricas, excesivamente abiertas, sin
precisión o que no generen en el sujeto a quien se dirige un mínimo razonable de comprensión de la prohibición y de las consecuencias jurídicas que conlleva la
inobservancia de lo establecido en una determinada norma. Ello se desprende no sólo del principio de legalidad contenido en el artículo 2º inciso 24), parágrafo “d” de la
Norma Fundamental (Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera expresa e
inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley), sino también del principio de seguridad jurídica (artículo 3º y 43º, Constitución), conforme al
que, entre otros contenidos, se exige la predictibilidad de las decisiones estatales.

31. El artículo 10º, inciso d), del Decreto Legislativo N.º 1049 que establece la exigencia de “Tener conducta moral intachable”, no puede ser utilizado como conducta objeto de
medida cautelar de suspensión del notario, pues posee un significado que no es unívoco ni preciso. En efecto, si bien el artículo 22º, que autoriza a un órgano estatal como es el
Consejo del Notariado a imponer la medida cautelar de suspensión del notario cuando indicios razonables hagan prever el cese de éste por pérdida de calidades para el
ejercicio de cargo como la de “tener conducta moral intachable”, no es una norma sancionatoria, sí se constituye en una norma que al posibilitar la suspensión temporal
del notario, incide directamente en el ejercicio de derechos fundamentales como a la libertad de trabajo o libre desarrollo de la personalidad, por lo que también le son
exigibles las garantías que contienen los principios de legalidad y de seguridad jurídica conforme se ha expuesto en el parágrafo precedente. Identificar qué conductas
pueden incluirse como aquellas que demuestran la “conducta intachable” de un notario resulta una labor compleja que en la mayoría de los casos queda circunscrita a la
subjetividad y a los propios valores de los integrantes del
órgano que decide la suspensión, lo que evidencia una afectación a los principios constitucionales antes referidos. Por tanto, debe declararse la inconstitucionalidad por
el fondo de aquel sentido interpretativo conforme al cual puede darse mérito a una medida cautelar de suspensión del notario (artículo 22º), el hecho de que éste, una vez ya
en ejercicio de la función, no demuestre una conducta moral intachable. No se pueden restringir los derechos de los notarios mediante la aplicación de medidas cautelares
cuyo supuesto de aplicación es excesivamente genérico y abierto (“conducta moral intachable”). Si el legislador pretende restringir los derechos fundamentales de los notarios
frente a “conductas inmorales”, debe especificar de modo claro y concreto cuáles son esas conductas, de modo tal que conociéndose anticipadamente qué conductas son
prohibidas dichos profesionales no pueden eximirse de su escrupulosa observancia.

Título II
De los instrumentos públicos notariales

Capítulo I Disposiciones Generales

Artículo 23.- Definición


Son instrumentos públicos notariales los que el notario, por mandato de la ley o a solicitud de parte, extienda o autorice en ejercicio de su función, dentro de los límites de
su competencia y con las formalidades de ley.

Comentario:
Señala Sanahuja que el instrumento público es una de las clases de documento público, específicamente el autorizado por notario. Agrega que el valor etimológico de
las palabras documento e instrumento es el mismo, no revelando relación de género a especie47. Y el profesor Pelosi dice que “en vías de simplificación, podríamos expresar
que todo documento en que intervine el notario se reputa notarial48.

Jurisprudencia
EXP. N.° 01924-2008-PHC/TC LAMBAYEQUE
16. Tal como lo disponen los artículos 235º y 236º del Código Procesal

45
SANAHUJA Y SOLER, José Ma. Op cit p. 421.
46
PELOSI, Carlos A. El documento notarial. Editorial Astrea. Buenos Aires, 1980, p. 119

Civil se considera documento público al otorgado por funcionario público en el ejercicio de sus atribuciones, y a la escritura pública y demás documentos otorgados ante o por
notario público, según la ley de la materia; mientras que se considera documento privado a todo aquel que no tiene las características del documento público. La legalización o
certificación de un documento privado no lo convierte en público.

Artículo 24.- Fe Pública


Los instrumentos públicos notariales otorgados con arreglo a lo dispuesto en esta ley, producen fe respecto a la realización del acto jurídico y de los hechos
y circunstancias que el notario presencie.

Asimismo, producen fe aquéllos que autoriza el notario utilizando la tecnología de firmas y certificados digitales de acuerdo a la ley de la materia.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 17

Comentario:
Gattari define la fe pública como “aquella cualidad ínsita en los documentos emitidos por el Estado o por quienes éste autoriza para resguardar su veracidad y seguridad”49. Para
Giménez-Arnau, la fe pública es la presunción legal de veracidad respecto a ciertos funcionarios a quienes la ley reconoce como probos y verdaderos, facultándolos para darla
a los hechos y convenciones que pasan entre los ciudadanos50.

Sin duda que existe acuerdo unánime en la doctrina en señalar a la fe pública como el axioma fundamental y la razón de ser del Derecho Notarial. Se han escrito, hasta el día
de hoy, volúmenes enteros que ilustran acerca del origen de aquélla y la manera cómo, en la evolución de la ciencia notarial, se ha eregido en la esencia de toda la función
notarial. No desarrollaremos aquí -por no ser el lugar que corresponde- un estudio erudito de carácter doctrinario respecto de este principio medular de nuestra disciplina.
Más bien ensayaremos una exposición de ideas que sirva de panorama en el afán de comprender mejor la formulación que intentamos.
49
GATTARI, Carlos Nicolás. Op. cit pp. 301-2
50
GIMENEZ-ARNAU, Enrique. Derecho Notarial. EUNSA. Pamplona, 1976, p. 37
En su sentido lato, fe equivale a confianza. Pero también a seguridad. Pues cuando se dice que el notario ‘da fe’ de algo se está afirmando que su testimonio otorga
seguridad al hecho que él certifica. Dice Couture que fe pública es la calidad genérica que la ley acuerda, independientemente de su eficacia probatoria, a determinados
documentos notariales, en razón de la investidura propia del notario que los autoriza. Entonces, podemos apreciar que el contenido del concepto de fe está asociado al de la
figura del notario.

La fe que hoy detenta el notario no es demasiado distinta la fe que posee el hombre desde hace centurias: es la fe religiosa pero también la fe mundana de los albores de la
Humanidad. Recordemos que los oficiales públicos de la Antigüedad tuvieron su razón de existir en , precisamente, la fe que en ellos se tenía. Es decir, los sujetos partes en un acto o
transacción económica actuaban con la confianza que su conducta poseía el respaldo de aquellos oficiales.

La fe pública es la piedra angular sobre la que se edifica todo el Derecho Notarial. Es el principio rector que ordena el sistema. Ahora bien, al notario le ha sido confiada aquélla.
Es decir, el notario fue investido por el Estado para que actuara en su nombre y representación. La figura del notario representa así a la autoridad.

Y entonces el notario es el depositario de la fe pública. Es el funcionario que reviste de legalidad a los contratos que ante él se celebran. Otorga seguridad jurídica a los
mismos. Actúa como funcionario real que da validez a los hechos de los particulares. Sin embargo, y no obstante originarse en el Derecho Público, el Derecho Notarial reclama su
autonomía. Y el notario, así, pasará de funcionario, de emisario del monarca, a profesional del Derecho que desarrolla una función pública.

Jurisprudencia
EXPS. ACUMS. N.os 0001/0003-2003-AI/TC LIMA

4. A. Imprescindible intervención del notario: Del tenor del segundo párrafo del artículo 7° de la Ley N.°27755, se desprende la imprescindible participación del notario
antes de que el formulario pueda acceder al registro. Este Tribunal ya ha acentuado la especial relevancia del rol del notario en la sociedad, manifestando que “nuestro país
se adscribe al sistema de organización notarial de tipo latino, en virtud del cual el notario es un profesional del derecho que, en forma imparcial e independiente, ejerce
una función pública consistente en autenticar, redactar, conservar y reproducir los documentos, así como asesorar de manera imparcial a quienes soliciten su intervención,
incluyéndose la certificación de hechos”. (Exp. 04-1997- AI/TC). Así, el notario dota de fe pública y seguridad jurídica a los actos y negocios jurídicos que ante él se
celebren. La especial valía que nuestro ordenamiento jurídico concede a los medios documentales que gozan de la fe pública del notario, exige a su vez de éste una intachable
conducta moral.

Artículo 25.- Instrumentos Públicos Protocolares


Son instrumentos públicos protocolares las escrituras públicas, instrumentos y demás actas que el notario incorpora al protocolo notarial; que debe
conservar y expedir los traslados que la ley determina.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 18

Comentario:
Sanahuja distingue entre escritura pública y acta. Señala que aquélla se refiere a la creación, modificación o extinción de una relación jurídica; contiene un negocio
jurídico. Por su parte, el acta contiene simplemente la narración de un hecho. Agrega este autor que la escritura, tanto por razón de su origen como por su contenido y
formalidades, puede considerarse como el instrumento público por antonomasia y el acta, un instrumento público especial51. Dice Pelosi que, según el punto de vista, el
término “protocolar” cabe fundamentalmente como adjetivación para indicar los documentos extendidos en las hojas o sellos que dan ser al protocolo inicial. Es decir, a los
que tienen su grafía y nacen en ese objeto material y reúnen las demás condiciones necesarias para revestir calidad de documento notarial en las diferentes clases que admiten
los originales producidos en el protocolo. Se trata , entonces, de una cuestión de existencia y no de persistencia52.

Artículo 26.- Instrumentos Públicos Extraprotocolares


Son instrumentos públicos extraprotocolares las actas y demás certificaciones notariales que se refieren a actos, hechos o circunstancias que presencie o le conste
al notario por razón de su función.

51
SANAHUJA Y SOLER, José Ma. Op cit pp. 427-8
52
PELOSI, Carlos A. El documento notarial. Editorial Astrea. 3º Reimpresión. Buenos Aires,
1997, pp. 248-9

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 19

Comentario:
Para Pelosi son extraprotocolares los instrumentos creados fuera del protocolo que se entregan en original a los interesados53.

¿Cuál es la importancia de los instrumentos públicos extraprotocolares?


Primero, son instrumentos que tienen fe originaria y responden al principio de inmediación, pudiendo garantizarse su autenticidad y legalidad por medio de la certificación que da
el notario público. Segundo, el notario con su firma y sello fortalecerá con presunción de verdad, todo hecho, dicho y acto que a él le conste, y de esta manera, el documento
valdrá por sí mismo. Tercero, producen fe respecto de la realidad del acto que contienen. Son excelentes medios probatorios. Sirven de prueba plena.
¿Cuáles son sus características?
1.- No constan en el protocolo notarial.
2.- Son instrumentos públicos: el notario da fe pública de los actos celebrados ante él.
3.- Documentan hechos o acciones.
4.- Algunos de ellos tienen formatos impresos por el Colegio de Notarios de Lima.
5.- Pueden redactarse en la notaría o fuera de ella.
6.- Gozan de fecha cierta.
7.- Todos los documentos extraprotocolares son susceptibles de ser incorporados al protocolo notarial.

Los instrumentos públicos extraprotocolares se pueden clasificar en:

I. Actas

El acta notarial es el instrumento público que contiene la narración de un acontecimiento y en el que a requerimiento de parte se hace constar un hecho, que presencie o le conste
al notario.
53
PELOSI, Carlos A. Op cit p. 249

El notario extenderá actas, en las que consigne los actos, hechos o circunstancias que presencie o le consten y que no sean de competencia de otra función.

El contenido de un acta es muy variado pues puede abarcar desde datos fácticos a situaciones en las que se puede encontrar una persona o cosa o declaraciones o
manifestaciones de voluntad.

Contiene la narración de un acontecimiento. Se constata y fija un hecho jurídico independiente de la voluntad del sujeto que promueve la constatación.

Tiene una finalidad probatoria, de fijación de hechos, dichos o actos, a través del tiempo.

Brindan seguridad jurídica a quienes las utilizan y a la sociedad en general. La fe pública que da el notario, hace que sean instrumentos en los que no cabe duda de la
autenticidad de los hechos que se consignan en los mismos.

Tienen valor probatorio pleno. Tienen fecha cierta. Gozan de todos los efectos de un instrumento público notarial.

II. Certificaciones
Son constancias puestas en instrumentos privados por medio de los cuales el notario da fe de la certeza de un hecho, de un dicho, de la identidad de las personas, de la
suscripción de documentos, confiriéndoles fecha cierta.

Las certificaciones notariales merecen la importancia que la misma ley les otorga. Prueba plena y oficial.

Constituyen un medio probatorio eficaz y seguro. Los interesados obtienen seguridad jurídica, fe pública, garantía y fecha cierta acerca de la existencia del instrumento.
¿Cuáles son las clases de certificaciones?
La entrega de cartas notariales.
La expedición de copias certificadas. La certificación de firmas.
La certificación de reproducciones.
La certificación de apertura de Libros.
La constatación de supervivencia.
La constatación domiciliaria dentro de su jurisdicción. Otras que la ley determine.

Las cartas notariales son documentos privados mediante los cuales se comunica, informa o exige algo.

El notario realizará la certificación notarial luego de la diligencia respectiva


para la entrega de dichas cartas.

¿Cuáles son los requisitos para la entrega de cartas notariales? Un original y un cargo o duplicado.

Las cartas notariales deben estar previamente firmadas por el remitente o representante si fuera el caso, deben constatar el nombre correcto del destinatario así como la
dirección exacta donde se va a diligenciar.

El trámite no es personal.

El notario podrá expedir una copia transcrita y certificada de un acta o documento, donde señalará en su caso la descripción de la legalización del libro, de los folios que
constan y obran, del contenido del acta, número de firmas y otras circunstancias que sean necesarias para obtener una idea cabal del contenido.

El notario no asume responsabilidad por el contenido del libro, ni de las


firmas que en él aparecen.

¿Cuáles son los requisitos de expedición de copias certificadas?


Libro de actas original o documento original, con indicación de las fojas y actas cuya trascripción se requiere.

En caso de existir enmendados, entrelíneas o testados deberán estar previamente salvados con el mismo tipo de letra y tinta.

72 73
La certificación de firmas consiste en que el notario da fe que la firma que aparece en un documento es auténtica y que pertenece la persona que ha firmado en su presencia.
Para ello tiene que haber identificado previamente a la persona con su documento de identidad.

¿Cuáles son los requisitos para la certificación de firmas?


- Documento original a legalizar
- Presencia del interesado.
- D.N.I. original vigente y constancia de haber sufragado en las últimas elecciones. Los extranjeros con pasaporte o carnet de extranjería.
Si la certificación de firma es con poder o en representación de una entidad,
se requiere de vigencia de poder.

La certificación de reproducciones consiste en que el notario da fe de que la reproducción o fotocopia que tiene a la vista es idéntica y guarda absoluta conformidad con el
original.

En caso de que el original presente enmendados el notario a su criterio podrá denegar su certificación o efectuarla dejando constancia de la existencia de tales enmendados.

¿Cuáles son los requisitos para la certificación de reproducciones?


- Documento original.
- Copia exacta y legible del documento original.

La certificación de apertura de libros consiste en preparar un Acta de Apertura, puesta en el primer folio útil del libro donde se señala el número cronológico que le
corresponderá al libro, nombre o razón social de la entidad, objeto del libro, número de folios y la forma en que son llevados, lugar y fecha que se otorga dicha acta y sello y
firma del notario.

Todos los folios deberán estar numerados y sellados por la notaría.

¿Cuáles son los requisitos para la certificación de apertura de libros?


- Solicitud firmada por el interesado o su representante si fuera el caso.
- Fotocopia del R.U.C.
- Fotocopia del Documento de Identidad del solicitante.
Si se trata de una continuación, deberá acompañarse el Libro anterior previamente concluido o la denuncia por la pérdida si fuera el caso.

Artículo 27.- Efectos


El notario cumplirá con advertir a los interesados sobre los efectos legales de los instrumentos públicos notariales que autoriza. En el caso de los instrumentos
protocolares dejará constancia de este hecho

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 27

Comentario:
Encontramos aquí regulado el principio de información, el cual tiene varias vertientes. Primero: se trata de un proceso de instrucción, que obliga al notario a
levantar toda la información y hacer todos los estudios registrales y extrarregistrales que sean necesarios para poder dar la debida asesoría, verificando así su legalidad y
previendo la eficacia jurídica de lacto; segundo: la asesoría que debe dar a los comparecientes, debe dar a conocer las implicaciones de sus actuaciones; tercero: verificar la
identificación de los comparecientes, y dejar la información respectiva en el archivo de referencia; cuarto: el deber del notario de mostrar el protocolo en su oficina, tomando las
precauciones del caso cuando considere que el protocolo pueda correr peligro, para lo cual, lo más recomendable es entregar fotocopia certificada de la escritura al interesado,
y en caso de que sea solicitado por la autoridad jurisdiccional, hacer el depósito personalmente. El notario debe, dentro de esta exigencia, valorar la capacidad delas personas
físicas, comprobar la existencia de la personas jurídicas, las facultades de los representantes y cualquier otro dato o requisito exigido por la ley para la validez o eficacia
de la actuación, dicha valoración deberá ser realizada por el mismo notario, no pudiendo delegar la misma en otras personas o tomando como base documentos
presentados ante él, por parte de los comparecientes, sin haber verificado la autenticidad y vigencia de los mismos. Este principio tiene como límite el principio de
reserva, que impone la obligación al notario de mantener discreción de toda la información que ha llegado a su conocimiento en el desempeño de su profesión, para
nuestros efectos nos interesa fundamentalmente la aplicación específica del mismo que es el secreto profesional54.
54
Cfr. GARCIA AGUILAR, Rodolfo. La ética del notario público. Revista de Ciencias Jurídicas

Artículo 28.- Idioma


Los instrumentos públicos notariales se extenderán en castellano o en
el idioma que la ley permita.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 28

Comentario:
Es lógica esta disposición por parte de la ley, pues la Constitución Política del Perú establece, en el artículo 48, que el idioma oficial es el castellano y, en las zonas donde
predominen, también lo son el quechua, el aimara y las demás lenguas aborígenes.

Artículo 29.- Limitaciones en la aplicación


Quedan exceptuados de lo dispuesto en el artículo anterior las palabras,
aforismos y frases de conocida aceptación jurídica.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 29

Comentario:
Siendo la fuente del Derecho Civil el Derecho Romano, es lógico que los palabras en latín queden exceptuadas del precepto del artículo 28.

Artículo 30.- Aplicación de Otros Idiomas


Cuando alguno de los interesados no conozca el idioma usado en la extensión del instrumento, el notario exigirá la intervención de intérprete, nombrado por la parte
que ignora el idioma, el que hará la traducción simultánea, declarando bajo su responsabilidad en el instrumento público la conformidad de la traducción.

El notario a solicitud expresa y escrita del otorgante, insertará el texto en el idioma del interesado o adherirlo, en copia legalizada notarialmente, al instrumento original,
haciendo mención de este hecho.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 20
Nº 112 (153-170) Enero-Abril 2007
Comentario:
Señala el artículo 2 de la Constitución Política:
Toda persona tiene derecho:
(…) Todo peruano tiene derecho a usar su propio idioma ante cualquier autoridad mediante un intérprete. Los extranjeros tienen este mismo derecho cuando son citados por
cualquier autoridad.

Artículo 31.- Forma de Extender un Instrumento Público


Los instrumentos públicos notariales deberán extenderse con caracteres legibles, en forma manuscrita, o usando cualquier medio de impresión que asegure
su permanencia.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 31

Comentario:
Si bien la ley permite que los instrumentos públicos notariales se pueden extender en forma manuscrita, no debe perderse de vista la indicación que ésta debe hacerse con
caracteres legible. Pensemos que hace cincuenta años los instrumentos notariales se extendían solo a mano cuando el notario debía esmerarse en su caligrafía.

Artículo 32.- Espacios en Blanco


Los instrumentos públicos notariales no tendrán espacios en blanco. Éstos deberán ser llenados con una línea doble que no permita agregado alguno.

No existe obligación de llenar espacios en blanco, únicamente cuando se trate de documentos insertos o anexos, que formen parte del instrumento público notarial y
que hayan sido impresos mediante fotocopiado, escaneado u otro medio similar bajo responsabilidad del notario.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 32

Comentario:
El propósito de esta disposición no es sino evitar se altere el documento luego de suscrito por las partes y autorizado por el notario.

Artículo 33.- Equivocaciones en un Instrumento Público


Se prohíbe en los instrumentos públicos notariales, raspar o borrar las equivocaciones por cualquier procedimiento. Las palabras, letras, números o frases
equivocadas deberán ser testados y se cubrirán con una línea de modo que queden legibles y se repetirán antes de la suscripción, indicándose que no tienen valor.

Los interlineados deberán ser transcritos literalmente antes de la suscripción, indicándose su validez; caso contrario se tendrán por no puestos.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 33

Comentario:
Dice Neri que las correcciones en los instrumentos públicos son de viejo abolengo. Explica que buscando antecedentes legislativos se observa , primero, que Las Partidas
calificaban de sospechosa e indigna de crédito la escritura que estuviese raída, enmendada, sopuntada, testada, rota o tajada en alguna de las partes esenciales, y querían por el
contrario que fuese admitida como eficaz la que no tuviese alguno de estos defectos. Segundo, la Novísima Recopilación en lo tocante a la escritura extendida e el protocolo,
preceptuaba que si “fuere algo añadido o menguado, que el… escribano lo haya de salvar, y salvo en fin de tal escritura, antes de las firmas, porque después no pueda
haber duda de si la dicha enmienda es verdadera o no”. Tercero, la Constitución de Maximiliano, en cuanto a la función notarial dispuso: “Adviertan también los notarios
que cuando en la redacción o extensión de los documentos hagan raspaduras muy notables y en lugares sospechosos, en una o varias líneas o palabras interlineadas, o las ponen
en las márgenes, de lo cual hay que abstenerse, entonces en el cuerpo del documento o por lo menos en su inscripción, hagan mención y aprobación de todo ello, sobre todo
cuando tal interlineado está escrito al margen y no es de la propia mano de aquel que ha extendido el contenido del documento”55.
Artículo 34.- Redacción de un Instrumento Público
En la redacción de instrumentos públicos notariales se podrán utilizar guarismos, símbolos y fórmulas técnicas.

No se emplean abreviaturas ni iniciales, excepto cuando figuren en los documentos que se inserten.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 34

Comentario:
Piénsese si se le impusiera al notario que solo puede redactar los instrumentos públicos empleando nada más que letras. Sería imposible expresar fórmulas como
CO2 o KM2.

Artículo 35.- Fechas del instrumento público


La fecha del instrumento y la de su suscripción, cuando fuere el caso, constarán necesariamente en letras.

Deberá constar necesariamente en letras y en número, el precio, capital, área total, cantidades que expresen los títulos valores; así como porcentajes,
participaciones y demás datos que resulten esenciales para la seguridad del instrumento a criterio del notario.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 35

Comentario:
Este artículo es el complemento del anterior. Cierto es que éste permite emplear guarismos, mas para el caso de fechas como son las de facción y de suscripción, la
exigencia busca que no queden dudas acerca de la certeza de éstas y que no surja, luego, interpretaciones que puedan llevar a error.

55
NERI, Argentino I. Op cit. Vol 3 pp. 685-6.

Capítulo II
De los instrumentos públicos protocolares

Artículo 36.- Definición


El protocolo notarial es la colección ordenada de registros sobre la misma materia en los que el notario extiende los instrumentos públicos protocolares con
arreglo a ley.
Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 36

Comentario:
Señala Gattari, citando a Pelosi, que el protocolo consiste en una universalidad jurídica formada por diversos elementos, cuya función finales la de conservar
ordenadamente los documentos notariales, resguardar los derechos que por ellos se crean, modifican, trasmiten o extinguen y facilitar su reproducción. Los elementos son: folios
habilitados, documentos escritos en los folios, diligencias, notas y constancias, documentos incorporados, índices56. Por su parte, Neri señala que la palabra “protocolo”, como
creación técnico-notarial de los derechos griego y romano, ha fecundado distintos criterios. En épocas remotas, tuvo una acepción restringida: importaba una norma
procesal para la otorgación y autorización de todo documento productor de efectos jurídicos. El protocolo se refería a la primera y sustancial anotación de voluntad que se
expresaba ante notario y que éste recogía de modo breve y sucinto en la parte superior de la carta que luego rubricaba y entregaba al declarante, con cuya integralidad de
aspectos quedaba formado el instrumento público, sin más fuente o matriz que la del mero apunte o anotación del acto o contrato que se hacía en el breviario. Mucho más tarde, el
protocolo fue el resumen documental del negocio o hecho jurídico declarado por las partes, pero escrito por el notario en presencia de los testigos rogados, de cuya documental, que
se coleccionaban en orden cronológico, el notario formaba el legajo que hacía las veces de registro. Posteriormente, el protocolo fue el escrito en original de las declaraciones de
voluntad hechas en el registro o manual del notario suscrito por las partes y los testigos asistentes y firmado y signado por el escribano, cuyo registro importaba la colección ordenada
de los borradores firmados y de cuyo original el notario daba trasunto a las partes con certificación de la fuente o registro en que se había otorgado. Después, el
56
Ver: El protocolo notarial. Corporalidad. Contenido. Valores. Ars Notariae. Carlos N. Gattari.
protocolo implicó el libro encuadernado, hecho de pliegos de papel entero, en le cual debían escribirse por extenso y no por notas las declaraciones que se otorgasen ante el
notario, bajo la forma de escritura57.

Artículo 37.- Registros Protocolares


Forman el protocolo notarial los siguientes registros:
a) De escrituras públicas.
b) De escrituras públicas unilaterales para la constitución de empresas, a través de los Centros de Desarrollo Empresarial autorizados por el Ministerio de la Producción
(Decreto Legislativo 1332 publicación de fecha 06.01.2017).
c) De testamentos.
d) De protesto.
e) De actas de transferencia de bienes muebles registrables.
f) De actas y escrituras de procedimientos no contenciosos.
g) De instrumentos protocolares denominados de constitución de garantía mobiliaria y otras afectaciones sobre bienes muebles; y,
h) Otros que señale la ley.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 37

Comentario:
La modificación establecida por el D.L 1332 crea de forma sui generis y extraña las escrituras públicas unilaterales para la constitución de empresas cuyo valor no exceda a las 4 UIT.
Suponemos que se le denomina escrituras públicas unilaterales, ya que el notario puede dar fe por video conferencia de las personas o persona que constituyen la empresa, usando
además el sistema biométrico y la consulta en línea de la base de datos del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC).
Lo importante del presente artículo es que la ley permite la creación de futuros registros.
Artículo 38.- Forma de llevar los Registros
El registro se compondrá de cincuenta fojas ordenadas correlativamente según su numeración.

Podrán ser llevados de dos maneras:


a) En veinticinco pliegos de papel emitido por el Colegio de Notarios, los mismos que se colocarán unos dentro de otros, de modo que las fojas del primer pliego sean
la primera y la última; que las del segundo pliego sean la segunda y la penúltima y así sucesivamente; y,
b) En cincuenta hojas de papel emitido por el colegio de notarios, que se colocarán en el orden de su numeración seriada, para permitir el uso de sistemas de
impresión computarizado.

Comentario:
Si el notario no emplea papel emitido por el Colegio de Notarios las escrituras devendrán en nulas, pues la ley obliga a su uso.
57
NERI, Argentino I. Op cit. Vol. 4, pp. 5-6

Artículo 39.- Autorización de los Registros


Cada registro será autorizado antes de su utilización, bajo responsabilidad del notario por el Colegio de Notarios al que pertenece, bajo el procedimiento y
medidas de seguridad que éste fije.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 23

Comentario:
La responsabilidad debería ser solidaria, del notario con el colegio de notarios.

Artículo 40.- Foliación de los Registros


Las fojas de cada registro serán numeradas en forma correlativa, respetándose la serie de su emisión.

Comentario:
El propósito de esta disposición es prevenir la sustracción o reemplazo de fojas de un registro.

Artículo 41.- Formación de Tomos


Se formará un tomo por cada diez registros, que deben encuadernarse y empastarse dentro del semestre siguiente a su utilización. Los tomos serán numerados en
orden correlativo.

Comentario:
La encuadernación de tomos responde a la conservación correcta de los documentos.

Artículo 42.- Conservación de los Registros


El notario responderá del buen estado de conservación de los tomos.
Comentario:
Es saludable que se disponga de este modo, pues el notario es el único responsable por la conservación de los tomos no obstante que no es él quien está al cuidado de manera
directa de éstos. No podría excusarse diciendo que es el personal de la notaría quien debe asumir la responsabilidad.
Artículo 43.- Seguridad de los Registros
No podrán extraerse los registros y tomos de la oficina del notario, excepto por razones de fuerza mayor o cuando así se requiera para el cumplimiento de la
función.

La exhibición, pericia, cotejo u otra diligencia por mandato judicial o del Ministerio Público, se realizará necesariamente en la oficina del notario.

Comentario:
Se busca evitar de este modo que las escrituras sufran alteraciones si son retirados los tomos de la notaría.

Artículo 44.- Cierre de los Registros


El treinta y uno de diciembre de cada año se cerrarán el registro, sentándose a continuación del último instrumento una constancia suscrita por el notario,
la que remitirá, en copia, al colegio de notarios.

Si en el registro quedan fojas en blanco serán inutilizadas mediante dos líneas diagonales que se trazarán en cada página con la indicación que no corren.

Comentario:
Los tiempos naturales no siempre coinciden con los jurídicos. Quizá podría modificarse el presente artículo señalando otra fecha más lejana de una que tiene que ver más con
cuestiones cotidianas que con legales.

Artículo 45.- Extensión de Instrumentos Públicos


Los instrumentos públicos protocolares se extenderán observando riguroso orden cronológico, en los que consignará al momento de extenderse el número
que les corresponda en orden sucesivo.

Comentario:
El artículo busca establecer una serie ordenada de los actos del notario.

Artículo 46.- Forma de Extender un Instrumento Público


Los instrumentos públicos protocolares se extenderán uno a continuación del otro.

Comentario:
La ley prevé así la inclusión de un nuevo documento.

Artículo 47.- Constancia de no conclusión de Instrumento Público


Cuando no se concluya la extensión de un instrumento público protocolar o cuando luego de concluido y antes de su suscripción se advierta un error o la
carencia de un requisito, el notario indicará en constancia que firmará, que el mismo no corre.
Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 25

Comentario:
Adviértase que la ley es clara cuando señala “antes de su suscripción”, con lo que luego de suscrito el instrumento no es posible recurrir a esta constancia de para subsanar el error.

Artículo 48.- Intangibilidad de un Instrumento Público


El instrumento público protocolar suscrito por los otorgantes y autorizado por un notario no podrá ser objeto de aclaración, adición o modificación en el
mismo. Ésta se hará mediante otro instrumento público protocolar y deberá sentarse constancia en el primero, de haberse extendido otro instrumento que lo aclara,
adiciona o modifica. En el caso que el instrumento que contiene la aclaración, adición o modificación se extienda ante distinto notario, éste comunicará esta
circunstancia al primero, para los efectos del cumplimiento de lo dispuesto en este párrafo.

Cuando el notario advierta algún error en la escritura pública, en relación a su propia declaración, podrá rectificarla bajo su responsabilidad y a su
costo, con un instrumento aclaratorio sin necesidad que intervengan los otorgantes, informándoseles del hecho al domicilio señalado en la escritura pública.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 26
Comentario:
De ser necesario aclaración o modificación alguna, la ley ordena al notario
el otorgamiento de un nuevo documento.

Artículo 49.- Reposición del Instrumento Público


En caso de destrucción, deterioro, pérdida o sustracción parcial o total de un instrumento público protocolar, deberá informar este hecho al Colegio de Notarios y
podrá solicitar la autorización para su reposición, sin perjuicio de la responsabilidad que corresponda.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 27

Comentario:
Este artículo se coloca en el supuesto de casos de hecho fortuito. Un incendio o una inundación que destruya los instrumentos públicos, por ejemplo.

Sección Primera
Del registro de escrituras públicas

Artículo 50.- Registro de Escrituras Públicas


En el registro de escrituras públicas se extenderán las escrituras, protocolizaciones y actas que la ley determina.

Comentario:
El registro de escrituras públicas es el más importante de todos porque sirve de soporte a todos los actos jurídicos.
Jurisprudencia

CASACIÓN 4123 – 2012 LIMA NORTE OTORGAMIENTO DE ESCRITURA PÚBLICA


Cuarto.- En el presente caso, los impugnantes no han consentido la sentencia de primera instancia obrante a fojas ochenta y tres, su fecha veinticinco de
noviembre de año dos mil once, que declaró fundada la demanda de otorgamiento de escritura pública, la misma que fuera confirmada mediante sentencia de vista de fojas
ciento cuarenta y cinco, su fecha veintiocho de junio de laño dos mil doce, por lo que se reúne el requisito previsto en el considerando anterior.

EXP. N° 1098-2008 CORTE SUPERIOR DE LIMA


CUARTO: Que, en el sentido expresado, “el otorgamiento de escritura pública puede demandarse en la vía del proceso sumarísimo o del proceso ejecutivo; a que, en el
primer caso se puede demandar en mérito de un documento o contrato privado; en cambio, en el segundo caso solamente puede demandarse en mérito de un título
ejecutivo que contenga una obligación de hacer, según lo dispuesto en los artículos seiscientos noventitrés y seiscientos noventicuatro inciso tercero del Código Procesal
Civil” (Sentencia de Casación Nro.1724-96, Ica, 11 de Mayo de 1998. En: El Código Civil a través de la Jurisprudencia Casatoria. Lima, Primera Edición, setiembre del
2000. pp. 459);

CAS. Nº 3333-2006-ICA
Quinto: Que conforme a lo dispuesto en el artículo 1412º del mismo Código, si por mandato de la ley o por convenio debe otorgarse escritura pública, las partes contratantes
pueden compelerse a llenar esa formalidad. En este caso se pide que la compraventa conste en el registro de un notario público, lo que además permitirá al comprador la inscripción
de su propiedad en el Registro Público y obtener el beneficio de la publicidad, para lo cual deberá cumplir el requisito del Reglamento de las Inscripciones de los Registros
Públicos.

EXP. N° 1098-2008 CORTE SUPERIOR DE LIMA


CUARTO: Que, en el sentido expresado, “el otorgamiento de escritura pública puede demandarse en la vía del proceso sumarísimo o del proceso ejecutivo; a que, en el
primer caso se puede demandar en mérito de un documento o contrato privado; en cambio, en el segundo caso solamente puede demandarse en mérito de un título
ejecutivo que contenga una obligación de hacer, según lo dispuesto en los artículos seiscientos noventitrés y seiscientos noventicuatro inciso tercero del Código Procesal
Civil” (Sentencia de Casación Nro.1724-96, Ica, 11 de Mayo de 1998. En: El Código Civil a través de la Jurisprudencia Casatoria. Lima, Primera Edición, setiembre del
2000. pp. 459);…
CAS. N° 1628-2007-LIMA
Sexto: Que, tal pronunciamiento fue impugnado por el actor motivando la resolución de vista de fojas ciento cuarenta y nueve, que confirmando la apelada se
fundamenta en que el juez de la causa desestimó la demanda porque de acuerdo a la cláusula sétima de la minuta de fojas cuarenta y cinco se pactó que la (minuta)
definitiva y su correspondiente elevación a Escritura Pública se perfeccionaría una vez que la asociación haya firmado el contrato definitivo con los señores Javier
Ramírez Gastón Gamio y esposa según promesa de venta celebrado con estos por la asociación, sin que el actor haya demostrado la celebración de tal contrato definitivo
ni la obtención de la escritura pública, y si bien en la apelación se indicaba que el terreno se encuentra inscrito a nombre de la asociación conforme a los documentos
otorgados por los Registros Públicos recaudados con la demanda, tal afirmación carece de sustento fáctico pues en los documentos registrales de fojas setenta y seis a ochenta y
tres no figura que el terreno materia de litis se encuentre inscrito a favor de la asociación ni que se haya cumplido la condición precitada.

Cas. Nº 2069-2001 AREQUIPA


Cuarto.- Cabe anotar, que el proceso de otorgamiento de escritura pública tiene por finalidad dar una mayor seguridad a la celebración del acto jurídico, brindándole una mayor
solemnidad o una formalidad revestida de mayores garantías; asimismo, hay que precisar que el artículo 1412 del Código Sustantivo establece que, si por mandato de la
ley o por convenio, debe otorgarse escritura pública o cumplirse otro requisito que no revista la forma solemne prescrita legalmente o la convenida por las partes, éstas
pueden compelerse recíprocamente a llenar la formalidad requerida.

EXP. N.º 0016-2002-AI/TC LIMA


9. Sin embargo, para concluir la proporcionalidad de la disposición cuestionada, no es suficiente la legitimidad del propósito buscado, ni tampoco la adecuación de la
medida al fin perseguido. Es imprescindible valorar la necesidad de que sea esa medida la utilizada y no otra la que pueda sacrificar en menor grado el principio constitucional
comprometido, en este caso, la seguridad jurídica. A efectos de determinarse la necesidad o no de la medida adoptada, es del caso preguntarse cuál es el verdadero grado de
afectación que sufre el principio de la seguridad jurídica, cuando se propone como
alternativa la utilización del formulario registral legalizado por Notario Público, en lugar de la escritura pública. Al respecto, y en primer término, es pertinente señalar que
el Tribunal Constitucional comparte la posición del demandante, en cuanto sostiene que la escritura pública es un documento público notarial que, en principio, proporciona
mayor seguridad jurídica que el formulario registral. Sin duda, la escritura pública es el documento notarial más importante, dotado de una especial solemnidad, no sólo en
su contenido (introducción, cuerpo y conclusión), sino en los actos previos y posteriores a su elevación, estipulados en los artículos 50 y siguientes de la Ley N.º 26002, Ley
del Notariado. Se trata, pues, de un instrumento público, notarial, protocolar.

Artículo 51.- Definición


Escritura pública es todo documento matriz incorporado al protocolo notarial, autorizado por el notario, que contiene uno o más actos jurídicos.

Comentario:
Gattari señala que escritura pública es todo instrumento matriz cuyo contenido principal es el acto o negocio jurídico. Es autorizado por notario en el ejercicio de sus
funciones dentro de los límites de su competencia y con las formalidades de ley para darle forma, constituirlo y, eventualmente, probarlo58.

Es un instrumento notarial de carácter protocolar cuya función es contener las declaraciones de voluntad por las que los otorgantes disponen sus intereses por medio de negocios
jurídicos.

En la escritura pública se distinguen dos planos: el del negocio y el del instrumento. El primero pertenece al ámbito del derecho sustantivo. El segundo, al del Derecho
notarial.

Estructura
1. La introducción. La parte introductiva consigna los datos generales del instrumento, referidos al lugar, fecha, comparecientes (otorgantes), representantes,
intérpretes, fe del notario, indicación de que se otorga con minuta o sin ella, capacidad de los otorgantes y otros datos de ley. La ausencia
58
GATTARI, Carlos N. Op. cit p. 74
de alguno de estos elementos puede acarrear la nulidad de la escritura.

2. El cuerpo. Es la parte sustancial de la escritura pues ella contiene el negocio jurídico o contrato. El cuerpo de la escritura contiene:
a. La declaración de voluntad de los otorgantes.
b. Los comprobantes que acrediten la representación.
c. Los documentos que los comparecientes soliciten su inserción.
d. Los documentos que por disposición de la ley sean exigibles.
e. Otros documentos que el notario estime convenientes.

3. La conclusión. Es la parte final de la escritura pública donde se halla la fe de lectura, la ratificación, modificación o indicaciones respecto al instrumento, la fe de
entrega, los insertos, anotaciones y transcripciones, la intervención de los comparecientes, representantes, corrección de errores, omisiones, firmas y huellas dactilares de los
comparecientes.

Testigos
Son los denominados sujetos documentales que pueden ser solicitados por las partes o por el notario o exigidos por la ley. Para intervenir como testigo se requiere tener la
capacidad de ejercicio de los derechos civiles y no estar incurso en impedimentos como ser sordo o ciego; ser iletrado, ser cónyuge, ascendiente, descendiente o hermano del
compareciente; ser cónyuge o pariente del notario dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad; ser dependiente del notario; y los que a juicio del
notario no se identifiquen plenamente.

Artículo 52.- Partes de la Escritura Pública


La redacción de la escritura pública comprende tres partes:

a. Introducción
b. Cuerpo; y,
c. Conclusión

Comentario:
La doctrina divide la escritura en la comparecencia, la parte expositiva, la parte dispositiva, el otorgamiento y la autorización, en donde la comparecencia se
subdivide en encabezado y comparecencia propiamente dicha, lo que facilita entender mejor su estructura y organizar una buena redacción59.

La introducción debe contener y expresar60:


1. El lugar, hora, día, mes y año en que se extiende el documento.
2. El nombre y apellido de los otorgantes, su edad, profesión, domicilio y estado civil.
3. Si proceden por sí o en representación de otro, insertando en este último caso los comprobantes de capacidad, haciendo referencia a ellos con fe de haberlos tenido a la vista,
según lo disponga la ley, expresión de su fecha y nombre del notario o funcionario que los hubiese autorizado o expedido, o agregando los originales al protocolo para
insertarlos en los testimonios correspondientes.
4. La circunstancia de haber intervenido un intérprete nombrado por la parte que ignore el idioma castellano.
5. La fe de conocimiento de los otorgantes, de los testigos y de los intérpretes que intervinieran en su caso.
6. Si el cartulario no conociere a las partes o a algunas de ellas, deben concurrir al otorgamiento de las escrituras dos testigos más que los conozcan y sean conocidos del
cartulario, para que él funde sobre el dicho de ellos la fe de identidad. No será necesario que los testigos de conocimiento firmen la escritura; bastará que el notario haga mención
de ellos en dicha escritura. En el caso de que el cartulario no conozca a las partes ni puedan estar presentes testigos de conocimiento, lo hará constar así en la escritura
especificando, en su caso, los documentos que le hubieren exhibido como comprobantes de su identidad y capacidad.

El cuerpo: que se subdivide en: los antecedentes o exposición se consigna la descripción del objeto que va a ser causa del negocio jurídico, elementos indispensables para la
contratación. La estipulación o parte dispositiva, donde se formula la declaración de voluntad de los otorgantes que da vida al acto o negocio jurídico que desean celebrar,
reconocer, modificar o extinguir. Algunos autores a esta parte de la escritura (el cuerpo) le denominan de reservas y advertencias. Finaliza el cuerpo con la aceptación
del acto o contrato.

59
ROMÁN GUTIÉRREZ, Ramón Armengol. Iniciación Notarial. Editorial Nica Ediciones. Managua, 2010, p.222
60
Ver: MORENO CHAVEZ, Jorge. CURSO DERECHO NOTARIAL I. Universidad
Centroamericana Facultad CC. JJ. Nicaragua

El cierre del instrumento ya no debe aparecer en las cláusulas. Aquí, el notario debe dar fe de todo lo expuesto: de los documentos que tiene a la vista relativos al acto o
contrato, títulos, etc. La advertencia a los otorgantes que deben presentar el testimonio a los Registros respectivos. La fe de haber leído el instrumento a los interesados y su
ratificación y aceptación. Y por último, firmas de los otorgantes, las palabras “ante mí” y la firma del notario.

Artículo 53.- Introducción


Antes de la introducción de la escritura pública, el notario podrá indicar el nombre de los otorgantes y la naturaleza del acto jurídico.

Comentario:
Nótese el carácter potestativo del artículo bajo comentario: la ley no obliga al notario a incluir una sumilla antes de la introducción de la escritura pública. Empero, hoy el uso de la
sumilla se hace necesario pues facilita la labor en lo que respecta al kardex.

Artículo 54.- Contenido de la Introducción


La introducción expresará:
a) Lugar y fecha de extensión del instrumento.
b) Nombre del notario.
c) Nombre, nacionalidad, estado civil, domicilio y profesión u ocupación de los otorgantes; seguida de la indicación que proceden por su propio derecho.
d) En documento nacional de identidad – D.N.I.- los documentos de identidad o de viaje determinados para la identificación de extranjeros en el territorio nacional
conforme a la normatividad sobre la materia y la verificación de la respectiva categoría y calidad migratorias vigentes que lo autorice a contratar. (Decreto
legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).
e) La circunstancia e intervenir en el instrumento una persona en representación de otra, con indicación del documento que lo autoriza.
f) La circunstancia de intervenir un intérprete en el caso de que alguno de los otorgantes ignore el idioma en el que se redacta el instrumento.
g) La indicación de intervenir una persona, llevada por el otorgante, en el caso de que este sea analfabeto, no sepa o no pueda firmar, sea ciego o tenga otro defecto que haga
dudosa su habilidad, sin perjuicio de que imprima su huella digital. A esta persona no le alcanza el impedimento de parentesco que señala esta Ley para el caso de
intervención de testigos. (Decreto Legislativo 1350 publicación de fecha 07.01.2017).
h) La fe del notario de la capacidad, libertad y conocimiento con que se obligan los otorgantes.
i) La indicación de extenderse el instrumento con minuta o sin ella; y,
j) Cualquier dato requerido por ley, que soliciten los otorgantes o que sea necesario a criterio del notario.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 28

Comentario:
En el inciso d) Aparte del DNI para los peruanos se requiere consultar en línea la calidad migratoria de los extranjeros, analizando la calidad y la categoría migratoria del extranjero
para intervenir en el acto formal.
En el inciso g) Se corrige la redacción anterior para aclarar el caso de la intervención de testigos.
Por qué es importante observar de manera rigurosa el mandato de la ley respecto al contenido de la introducción?. Pues, simplemente, porque su inobservancia puede originar la
nulidad del instrumento.
Jurisprudencia
Tribunal Registral Res. N° 172-2008-SUNARP-TR-LAsunto: compraventa62

Una persona solicita la inscripción de la compraventa de un predio adjuntando la siguiente documentación:

-Testimonio de la escritura pública


-Copias autenticadas por fedatario de la Municipalidad Distrital de Villa Rica de los recibos de pago del impuesto predial y declaraciones juradas de autoavaluo.

El registrador público del Registro de Predios de la Merced observó el título en los siguientes términos:

a. Consta de la escritura pública de que no ha intervenido la cónyuge del solicitante ni menos se la ha nominado.
b. Asimismo consta que no se ha indicado el estado civil del vendedor. El solicitante apela la observación argumentando:

a. El apoderado comprador tenía el estado civil soltero a la fecha de la escritura pública en la cual interviene; quien recién contrae matrimonio con
61
Ver: Casuística de Jurisprudencia Ciivil. 1ª ed. Gaceta Jurídica . Lima, 2011, pp. 398-399
posterioridad de acuerdo a la partida de matrimonio adjuntada.
b. De la partida registral se desprende que el vendedor, adquiere el inmueble en calidad de soltero; por tanto, es un bien propio.
c. Las adquirientes del inmueble, en la fecha de la suscripción de la compraventa eran menores de edad, siendo representadas por su padre.

El Tribunal Registral revoca la observación formulada por el registrador público del Registro de Predios de La Merced argumentado se ha omitido indicar el estado civil
del vendedor, lo que contraviene el inciso cuarto del artículo 54 de la Ley del Notariado, que implica responsabilidad del notario que expidió la escritura al no extenderla con
arreglo a ley; sin embargo, dicha omisión no implica la nulidad del documento el que tiene plena validez conforme se indica en el párrafo que antecede. En todo caso, esa
ineficacia de la que se trata el artículo 125 de la Ley del Notariado solo sería de aplicación cuando afecte el íntegro de su eficacia documental. En el presente caso, la omisión
del estado civil del vendedor no afecta la eficacia documental de instrumento. En efecto, del asiento 1-C de la ficha BN° 5287 del Registro de Predios de La Merced, se advierte
que el vendedor adquirió el predio materia de transferencia por compraventa, siendo su estado civil soltero.

En consecuencia, dicho predio constituye un bien propio del vendedor, conforme lo dispone el primer inciso del artículo 177 del Código Civil, aunque con posterioridad a la
fecha de adquisición haya contraído matrimonio. Entonces, teniendo en consideración que el estado civil del vendedor no tiene implicancia alguna en la calificación
registral, toda vez que se encuentra acreditado que el predio tiene la calidad de bien propio; corresponde revocar el segundo extremo de la observación formulada por el registrador del
Registro de Predios de La Merced.
En el inciso d) Aparte del DNI para los peruanos se requiere consultar en línea la calidad migratoria de los extranjeros, analizando la calidad y la categoría migratoria del
extranjero para intervenir en el acto formal.
En el inciso g) Se corrige la redacción anterior para aclarar el caso de la intervención de testigos.
Por qué es importante observar de manera rigurosa el mandato de la ley respecto al contenido de la introducción?. Pues, simplemente, porque su inobservancia puede originar
la nulidad del instrumento.

Artículo 55.- Identidad del Otorgante


El notario dará fe de conocer a los otorgantes y/o intervinientes o de haberlos identificado, conforme a lo siguiente:
a) Cuando en el distrito donde se ubica el oficio notarial tenga acceso a internet, el notario exigirá el documento nacional de identidad y deberá verificar la
identidad de los otorgantes o intervinientes utilizando la comparación biométrica de las huellas dactilares, a través del servicio que brinda el Registro
Nacional de Identidad y Estado Civil – RENIEC.
b) Cuando no se pueda dar cumplimiento a lo señalado en el literal a) del presente artículo respecto a la comparación biométrica de las huellas dactilares por
causa no imputable al notario, este exigirá el documento nacional de identidad y la consulta en línea para la verificación de las imágenes y datos – RENIEC
con la colaboración del Colegio de Notarios respectivo, si fuera necesaria. El notario podrá recurrir adicionalmente a otros documentos y/o la intervención de
testigos que garanticen una adecuada identificación.
c) Tratándose de extranjeros residentes o no en el país, el notario exigirá el documento oficial de identidad, y además, accederá a la información de la base de
datos del registro de carnes de extranjería, pasaportes y control migratorio de ingreso de extranjeros; en tanto sea implementado por la Superintendencia
Nacional de Migraciones, conforme a la décima disposición complementaria, transitoria y final de la presente ley. Asimismo, de juzgarlo conveniente podrá
requerir otros documentos y/o la intervención de testigos que garanticen una adecuada identificación.
d) Excepcionalmente y por razón justificada, el notario podrá dar fe de conocimiento o procedimientos señalados en los literales a) y b) del presente artículo.
En este caso, el notario incurre en las responsabilidades de ley cuando exista suplantación de la identidad.
El notario que cumpliendo los procedimientos establecidos en los literales a), b) y c) del presente artículo diere fe de identidad de alguno de los otorgantes,
inducido a error por la actuación maliciosa de los mismos o de otras personas, no incurre en responsabilidad, sin perjuicio de que se declare judicialmente la
nulidad del instrumento.
En el instrumento público protocolar suscrito por el otorgante y/o interviniente, el notario deberá dejar expresa constancia de las verificaciones se refiere el
presente artículo o la justificación de haber seguido el procedimiento. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 29

Comentario:

Para evitar problemas con la identidad de los otorgantes y/o intervinientes en la escritura se establece la importancia de la información del RENIEC tanto en la consulta en
línea como de la comparación biométrica de las huellas dactilares. Y se indica la opción en caso que no haya el acceso a internet.
Igualmente en el inciso c) se establece la obligación de acceder a la base de datos de MIGRACIONES a través de la consulta de internet.
Bollini y Garley señalan que los vocablos conocimiento e identificación no son equivalentes: existe entre ambos términos una relación de género a especie. “La fe de
conocimiento es previa al acto, cuando el notario da fe de conocer al otorgante, no lo afirma sino que tiene trato y comunicación con él. Fe de identificación es en el mismo
acto cuando el notario no conoce al otorgante y llega por los medios a su alcance a la coincidencia entre la persona física y la personalidad que ostenta.
Expresan las conclusiones del Segundo Congreso del Notariado Latino (Madrid 1950):
I.-Que es función y deber del notario cerciorarse de la identidad de los comparecientes y hacer constar en el instrumento su calificación, dando fe de conocerlos.
II.-Que entiende que conoce a los comparecientes y que son las personas que por nombres y apellidos, se expresan en el documento.
III.-Que el notario forma su convicción respecto de la identidad de las partes, por los medios directos o indirectos que las propias leyes autorizan.
IV.-Cuando el notario no puede calificar por juicio propio la identidad de los otorgantes, deberá acudir a los medios supletorios que las leyes establecen.
V.-El notario queda sujeto a responsabilidad criminal cuando al dar fe del conocimiento cometiere falsedad deliberada, a sabiendas de que no es la persona que se expresa en
el documento, con intención de crear una prueba mendaz.
VI.-El notario está sujeto a responsabilidad civil cuando mediando culpa o negligencia de su parte, cometiere error en la autenticidad del conocimiento. La diligencia que ha
de prestar, es la normalmente exigible a un funcionario escrupuloso.

Bollini y Garley señalan que los vocablos conocimiento e identificación no son equivalentes: existe entre ambos términos una relación de género a especie. “La fe de
conocimiento es previa al acto , cuando el notario da fe de conocer al otorgante, no lo afirma sino que tiene trato y comunicación con él. Fe de identificación es en el mismo
acto cuando el notario no conoce al otorgante y llega por los medios a su alcance a la coincidencia entre la persona física y la personalidad que ostenta”63.

Expresan las conclusiones del Segundo Congreso del Notariado Latino


(Madrid 1950):

I.- Que es función y deber del notario cerciorarse de la identidad de los comparecientes y hacer constar en el instrumento su calificación, dando fe de conocerlos.
II.- Que entiende que conoce a los comparecientes y que son las personas que por nombres y apellidos, se expresan en el documento.
III.- Que el notario forma su convicción respecto de la identidad de las partes, por los medios directos o indirectos que las propias leyes autorizan. IV.- Cuando el notario no
puede calificar por juicio propio la identidad delos otorgantes, deberá acudir a los medios supletorios que las leyes establecen. V.- El notario queda sujeto a responsabilidad
criminal cuando al dar fe del conocimiento cometiere falsedad deliberada, a sabiendas de que no es la

62
Ver: “Fe de conocimiento y fe de identificación” Bollini, Jorge. Buenos Aires. Revista del Notariado 795
persona que se expresa en el documento, con intención de crear una prueba
mendaz.
VI.- El notario está sujeto a responsabilidad civil cuando mediando culpa o negligencia de su parte, cometiere error en la autenticidad del conocimiento. La diligencia que ha de
prestar, es la normalmente exigible a un funcionario escrupuloso.

Jurisprudencia
Exp. N° 1242-97 Sala N° 4
Cuarto.- Que, el artículo cincuentaicinco del Decreto Ley vientiséis mil dos, Ley del Notariado, establece que el notario dará fe de los comparecientes o de habérseles
identificado, y que si el notario diere fe de identidad de alguno de los comparecientes inducido a error por la actuación maliciosa de los mismos o de otras personas, no
incurrirá en responsabilidad;

Artículo 56.- Impedimentos para ser testigo


Para intervenir como testigo se requiere tener la capacidad de ejercicio de sus derechos civiles y no estar incurso en los siguientes impedimentos:

a) Ser sordo, ciego y mudo.


b) Ser analfabeto.
c) Ser cónyuge, ascendiente, descendiente o hermano del compareciente.
d) Ser cónyuge o pariente del notario dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad; y,
e) Los que a juicio del notario no se identifiquen plenamente.
f) Ser dependiente del Notariado.

Al testigo, cuyo impedimento no fuere notorio al tiempo de su intervención, se le tendrá como hábil si la opinión común así lo hubiera considerado.

Comentario:
Dice Neri que la nota saliente en materia de testigos es la capacidad, es decir, la aptitud legal: sin ella el individuo carece de las elementales y precisas condiciones
para poder desempeñarse como tal. Luego, el testigo debe reunir determinadas cualidades puesto que la función que ejerce es de mucha responsabilidad: como sujeto
asistencial de una acto o presencial de

94 95
un hecho, contribuye con la fuerza de su declaración, a memorizarlo, a darle certeza de su realización y existencia64.

Artículo 57.- Contenido del Cuerpo de la Escritura El cuerpo de la escritura contendrá:

a) La declaración de voluntad de los otorgantes, contenida en minuta autorizada por letrado, la que se insertará literalmente.
b) Los comprobantes que acrediten la representación, cuando sea necesaria su inserción.
c) Los documentos que los otorgantes soliciten su inserción.
d) Los documentos que por disposición legal sean exigibles.
e) Otros documentos que el notario considere convenientes

Comentario:
De manera similar al artículo 54 de la ley, este artículo cobra especial importancia pues no solo la minuta forma parte del cuerpo de la escritura sino, también, todos
aquellos comprobantes que demuestren representación y que deban insertarse.

Jurisprudencia
Casación N° 119-2006-Lima Asunto: nulidad de acto jurídico65
Una persona demanda la nulidad de la escritura pública de compraventa del inmueble sublitis y del asiento registral en el que consta el bloqueo de la partida electrónica;
manifestando como fundamentos de su acción que la minuta de compraventa está autorizada por un abogado que a la fecha de suscripción no se encontraba hábil para el
ejercicio de su profesión y porque el notario demandado no exigió la presentación del documento que acreditara el pago del impuesto predial y de alcabala; razón por la cual
no existe un acto jurídico.

La demanda fue declarada infundada por el juez de primera instancia. La parte demandante impugnó el fallo, siendo que la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima confirma la sentencia apelada.

63
NERI, Argentino I Op cit. Vol 3 p. 188.
64
Ver: Casuística de Jurisprudencia Civil. Gaceta Jurídica. 1ª ed. Lima, 2011, pp. 359-360.
El demandante interpone recurso de casación señalando que se ha interpretado erróneamente el artículo 57 de la Ley del Notario y el artículo 7 del D. Leg. N° 776,
modificado por el artículo 1 de la Ley N° 27616, pues la notaría demandada no requirió que el abogado que autorizaba la minuta estuviera habilitado, así como no se
requirió que se acredite el pago del impuesto predial y de alcabala; e inaplicación del inciso 2 del artículo 286 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que dispone que para el
ejercicio del patrocinio, el abogado debe encontrarse hábil.

La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de la República declara infundado el recurso de casación exponiendo que si bien el inciso a) del artículo 57 de la Ley N°
26002 Ley del Notario determina que toda minuta debe contar, como requisito indispensable, con la autorización de un abogado; y el inciso 2 del artículo 286 del TUO de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, señala que no puede patrocinar el abogado que no se halle hábil conforme al estatuto del respectivo colegio; cabe señalar que ello no resulta
suficiente para anular el acto jurídico celebrado por los intervinientes, quienes se verían perjudicados en su derecho dado que lo esencial del acto jurídico es la
manifestación de voluntad expresada por los contratantes, y que la función de autorizar la minuta por un abogado es una de revisión jurídica y no afecta ni determina la validez de
un contrato de naturaleza consensual.
Artículo 58.- Inexigencia de la Minuta
No será exigible la minuta en los actos siguientes:

a) Otorgamiento, aceptación, sustitución, revocación y renuncia del poder.


b) Renuncia de nacionalidad.
c) Nombramiento de tutor y curador en los casos que puede hacerse por escritura pública.
d) Reconocimiento de hijos.
e) Autorización para el matrimonio de menores de edad otorgada por quienes ejercen la patria potestad.
f) Aceptación expresa o renuncia de herencia.
g) Declaración jurada de bienes y rentas.
h) Donación de órganos y tejidos.
i) Constitución de micro y pequeñas empresas.
j) Hipoteca unilateral; y,

k) Otros que la ley señale.

Comentario:
La ley señala los actos que el notario puede otorgarse de manera directa ante el notario y que no requieren de una minuta. Nótese que la lista no es cerrada y que el inciso
k) permite la posibilidad de otros actos que en el futuro la ley señale.

Artículo 59.- Conclusión de la Escritura Pública


La conclusión de la escritura expresará:

a) La fe de haberse leído el instrumento, por el notario o los otorgantes, a su elección.


b) La ratificación, modificación o indicaciones que los otorgantes hicieren, las que también serán leídas.
c) La fe de entrega de bienes que se estipulen en el acto jurídico.
d) La transcripción literal de normas legales, cuando en el cuerpo de la escritura se cite sin indicación de su contenido y están referidos a actos de disposición u
otorgamiento de facultades.
e) La transcripción de cualquier documento o declaración que sea necesario y que pudiera haberse omitido en el cuerpo de la escritura.
f) La intervención de personas que sustituyen a otras, por mandato, suplencia o exigencia de la ley, anotaciones que podrán ser marginales.
g) Las omisiones que a criterio del notario deban subsanarse para obtener la inscripción de los actos jurídicos objeto del instrumento y que los otorgantes no
hayan advertido.
h) La corrección de algún error u omisión que el notario o los otorgantes adviertan en el instrumento.
i) La constancia del número de serie de la foja donde se inicia y de la foja donde concluye el instrumento; y,
j) La impresión dactilar y suscripción de todos los otorgantes así como la suscripción del notario, con indicación de la fecha en que firma cada uno de los otorgantes
así como cuando concluye el proceso de firmas del instrumento.
k) La constancia de haber efectuado las mínimas acciones de control y debida diligencia en materia de prevención del lavado de activos, especialmente vinculado
a la minería ilegal u otras formas de crimen organizado, respecto a todas las partes intervinientes en la transacción específicamente con la relación al origen de los
fondos, bienes u otros activos involucrados en dicha transacción así como con los medios de pago utilizados. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha
26.09.2015).

Comentario:
El D.L 1232 añade el inciso k) que obliga al notario a tener el mínimo de diligencia personal y tecnológico a fin de evitar intervenir en actos que coadyuven la prevención
del delito de lavado de activos, minería ilegal u otras formas de crimen organizado.
En la jurisprudencia que a continuación se expone, se puede apreciar por qué la ley sanciona con nulidad la inobservancia del presente artículo.
Jurisprudencia
Casación N° 609-2000 Huaura Nulidad de acto jurídico
Una persona demanda se declare nulo el acto jurídico de compraventa alegando que no ha tenido conocimiento del contenido del referido acto, ya que al ser analfabeta no
pudo leer el contenido de la escritura pública.
La demanda fue declarada infundada por el juez de primera instancia. La parte demandante impugnó el fallo, y la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura
confirma la apelada.
El demandante interpone recurso de casación por la causal de inaplicación de una norma de derecho material, en este caso en particular del artículo 219 del Código Civil.
La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República declara fundado el recurso de casación, exponiendo que en el caso de autos se ha acreditado la falta
de manifestación de voluntad de los agentes (los recurrentes), ya que éstos son analfabetos, hecho que es reconocido por el demandado quien ha administrado el predio de
propiedad de los demandantes en calidad de apoderado de éstos, cobrando los arriendos respectivos y reconociéndolos como propietarios del predio materia de litis. En
efecto, conforme aparece de la misma conclusión de la escritura de compraventa cuestionada, el notario afirma y da fe de lo siguiente: “(…) formalizado el instrumento se
instruyeron a los otorgantes de su objeto por la lectura que de todo él hicieron (…)”, lo que resulta materialmente imposible porque los demandantes son iletrados, hecho que
se comprueba al final de la misma conclusión, cuando se afirma que imprimen su huella digital por el hecho expresado en la minuta, firmando a ruego a un tercero, lo que
demuestra que el notario no ha cumplido con leerles la escritura conforme lo ordena el inciso primero del artículo 59 del D.L N° 26002, Ley del Notariado; por tanto los
otorgantes no han tenido conocimiento que el documento en el cual imprimían su huella digital se trataba de una escritura de compraventa.

En la jurisprudencia que a continuación se expone, se puede apreciar por qué la ley sanciona con nulidad la inobservancia del presente artículo.
Jurisprudencia
Casación N° 609-2000 Huaura Nulidad de acto jurídico66

Una persona demanda se declare nulo el acto jurídico de compraventa alegando que no ha tenido conocimiento del contenido del referido acto, ya que al ser analfabeta no
pudo leer el contenido de la escritura pública.

La demanda fue declarada infundada por el juez de primera instancia. La parte demandante impugnó el fallo, y la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Huaura
confirma la apelada.

El demandante interpone recurso de casación por la causal de inaplicación de una norma de derecho material, en este caso en particular del artículo 219 del Código Civil.

La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República declara fundado el recurso de casación, exponiendo que en el caso de autos se ha acreditado la falta
de manifestación de voluntad de los agentes (los recurrentes), ya que éstos son analfabetos, hecho que es reconocido por el demandado quien ha administrado el predio de
propiedad de los demandantes en calidad de apoderado de éstos, cobrando los arriendos respectivos y reconociéndolos como propietarios del predio materia de litis. En
efecto, conforme aparece de la misma conclusión de la escritura de compraventa cuestionada, el notario afirma y da fe de lo siguiente: “(…) formalizado el instrumento se
instruyeron a los otorgantes de su objeto por la lectura que de todo él hicieron (…)”, lo que resulta materialmente imposible porque los demandantes son iletrados, hecho que
se comprueba al final de la misma conclusión, cuando se afirma que imprimen su huella digital por el hecho expresado en la minuta, firmando a ruego un tercero, lo que
demuestra que el notario no ha cumplido con leerles la escritura conforme lo ordena el inciso primero del artículo 59 del D.L. N° 26002, Ley del Notariado; por tanto los
otorgantes no han tenido conocimiento que el documento en el cual imprimían su huella digital se trataba de una escritura de compraventa.

Artículo 60.- Minutario


En las minutas se anotará la foja del registro y la fecha en que se extendió el instrumento.

Se formará un tomo de minutas cuando su cantidad lo requiera, ordenándolas según el número que les corresponda.

Los tomos se numerarán correlativamente. Comentario:


El presente artículo facilita el orden del archivo del notario.

Artículo 61.- Autorización de Instrumento Público Posterior al Cese Si el notario ha cesado en el cargo sin haber autorizado una escritura pública o acta notarial
protocolar, cuando aquella se encuentre suscrita por todos los intervinientes, puede cualquier interesado pedir por escrito al colegio de notarios encargado del
archivo,que designe a un notario, para que autorice el instrumento público, con indicación de la fecha en
que se verifica este acto y citando previamente a las partes.

Comentario:
La autorización requiere, pues, de una solicitud de parte.

Artículo 62.- En el caso de que el notario ha cesado en el cargo y la escritura o acta notarial protocolar no haya sido suscrita por ninguno o alguno de los otorgantes,
podrán éstos hacerlo solicitándolo por escrito al colegio de notarios encargado del archivo, para que designe un notario, quien dará fe de este hecho y autorizará la
escritura con indicación de la fecha en que se verifica este acto.

Comentario:
El supuesto de hecho de este artículo es similar al del precedente.

Artículo 63.- Transcurridos dos (2) años de ocurrido el cese del notario, los archivos notariales serán transferidos al Archivo General de la Nación o a los archivos
departamentales, de conformidad con el artículo 5 del Decreto Ley Nº 19414 y el artículo 9 de su Reglamento.

Comentario:
La ley pudo haber indicado un tiempo de una año, teniendo en cuenta la
velocidad con la que aumentan hoy los archivos notariales.

Artículo 64.- Por la protocolización se incorporan al registro de escrituras públicas los documentos que la ley, resolución judicial o administrativa
ordenen.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 33

Comentario:
La ley distingue en el presente artículo dos tipos de protocolización: legal
y judicial.

Artículo 65.- Contenido del Acta de Protocolización.


El acta de protocolización contendrá:
a) Lugar, fecha y nombre del notario.
b) Materia del documento.
c) Los nombres de los intervinientes.
d) El número de fojas de que conste; y,
e) Nombre del juez que ordena la protocolización y del secretario cursor y mención de la resolución que ordena la protocolización con la indicación de estar
consentida o ejecutoriada o denominación de la entidad que solicita la protocolización.
f) Tratándose de la protocolización de laudos arbitrales deberá requerirse la comparecencia del árbitro o uno de ellos designados por el Tribunal Arbitral para su
identificación. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Comentario:
El D.L 1232 añade el inciso f) al contenido de actas de protocolización de laudos arbitrales, requiriéndose la presencia del árbitro para su identificación.
En las actuales circunstancias salvo excepciones el arbitraje ha sido cuestionado por lo que se sugiere que el notario verifique rigurosamente el laudo arbitral.
La inobservancia en todo o parte de lo prescrito por este artículo, hará devenir en nula el acta.

Artículo 66.- Adjuntos a la Protocolización


El notario agregará los documentos materia de la protocolización al
final del tomo donde corre sentada el acta de protocolización.

Los documentos protocolizados no podrán separarse del registro de escrituras públicas por ningún motivo.

Comentario:
¿Qué sucedería si los documentos protocolizados se hallan separados del protocolo, yendo contra lo que prescribe la ley? Pues la protocolización no desplegaría efecto
alguno.

Sección Segunda:
Del registro de testamentos

Artículo 67.- Definición


En este registro se otorgará el testamento en escritura pública y cerrado que el Código Civil señala.

Será llevado en forma directa por el notario, para garantizar la reserva que la presente ley establece para estos actos jurídicos.

Comentario:
Señala Neri que se llama así, en general, a toda declaración de última voluntad que hace una persona disponiendo de sus bienes y asuntos para después de su muerte. Y
en particular, al documento en donde consta en forma legal la voluntad del testador 67.
El testamento cerrado es el escrito, firmado y fechado, realizado por el testador, y que, tras diversas formalidades realizadas ante el notario para garantizar su
autenticidad, lo puede guardar el testador o depositarlo en la notaría. Se trata de un sistema que tiene dos ventajas: el carácter secreto del contenido, puesto que ni quiera el
notario lo conoce, y que, de ser depositado en la notaría, resulta imposible de destruir o hacer desaparecer 68.

Jurisprudencia
EXP. Nº 03347-2009-PA/TCLIMA PONTIFICIA UNIVERSIDAD
CATÓLICA DELPERÚ

12. De este mandato constitucional se desprende una disciplina constitucional de la herencia, y la necesidad que este Colegiado pueda plantear algunos
parámetros del Derecho Sucesorio. Así, conforme a lo dispuesto por los artículos 686º y 690º del Código Civil vigente, por el testamento una persona puede disponer de
sus bienes, total o parcialmente, para después de su muerte, y ordenar su propia sucesión dentro de los límites de la ley y con las formalidades que ésta señala.

65
NERI, Argentino I. Op cit p. 699.
66
Cfr. ¿Qué es el testamento notarial cerrado? pluesmas.com
CAS. Nº 2239-2002-AREQUIPA 69
La Sala Civil Suprema declara fundado el recurso interpuesto por la recurrente al haberse advertido la falta de cumplimiento de formalidad esencial del testamento
otorgado en escritura pública, al no encontrarse en el documento la firma de los testigos testamentarios ni del testador; por lo que el acto es nulo de acuerdo al artículo
811del Código Civil; resultando por tanto equivocada la interpretación que efectuó el Colegiado del acotado inciso 4º del artículo 696 del mismo Código al hacer prevalecer la
voluntad del testador sobre las formalidades de ley, cuando la interpretación correcta es que en el testamento por escritura pública aparte de la voluntad del testador se
requiriere necesariamente la concurrencia de requisitos que se hallan establecidos taxativamente en la ley, los que en caso de no cumplirse acarrean la nulidad absoluta del acto
mismo.

CASACIÓN 1744-2008 LIMA NOMBRAMIENTO DE ALBACEA


CUARTO.- Conforme se aprecia de la cláusula vigésima del testamento otorgado por Juan Miguel Ortiz Vélez (padre de las demandantes y de la demandada) de folios
seis, de fecha siete de diciembre del año dos mil uno, instituyó como albacea de sus bienes a su hija Teresa Beatriz Ortiz Origgi (ahora demandada), iniciando el ejercicio del
cargo con fecha diez de enero del año dos mil dos, conforme se advierte del punto once de los fundamentos de hecho de la contestación de demanda presentada en el
proceso de desaprobación de cuentas de folios diecinueve;

CAS. NRO. 5111-2008 CUSCO


TERCERO.- Que, analizada la fundamentación de las denuncias indicadas en los literales d) y f), éstas carecen de base real, pues la recurrida ha sido dictada teniendo en
consideración los agravios formulados en su momento en el respectivo recurso de apelación, habiéndose presentado una decisión con la debida motivación en hecho y
derecho, con el respectivo análisis del testamento y acta de conciliación, para efectos de resolver las excepciones propuestas.

CASACIÓN 4854-2007 APURÍMAC PETICIÓN DE HERENCIA


Segundo.- Que, tramitada la demanda de acuerdo a su naturaleza, el Juez de la causa ha declarado infundada la pretensión de caducidad y nulidad

69
Ver: Revista Peruana de Jurisprudencia Setiembre 2004.
del testamento de fecha veintidós de febrero de mil novecientos setenta y tres otorgado por don Justo Hoyos Sánchez, propuesto por el demandado y, fundada la declaración
de herencia, división y partición interpuesto por los demandantes, por lo que ordena se lleve adelante en la forma y modo de ley el inventario físico valorizado de los bienes que
integran la masa hereditaria y, una vez individualizadas establecer lo que le corresponde a cada uno o su valor equivalente, asimismo, declara infundado el extremo de la
pretensión de pago de frutos civiles propuesto por los accionantes. Como fundamentos de su fallo, específicamente en el extremo de la petición, división y partición de herencia
sostiene que habiéndose acreditado la condición de titulares de derechos sucesorios por testamento mortis causa y sucesión intestada de los padres, todos los hijos deben concurrir,
como propietarios a obtener provecho de la masa hereditaria, en cuyo caso resulta amparable ese extremo;

CASACIÓN 3024-2007 CAJAMARCA CUMPLIMIENTO DE CLÁUSULA TESTAMENTARIA


Segundo.- Que, previamente corresponde señalar que en el caso de autos, el A Quo ha amparado la Excepción de Prescripción que fuera formulada por la parte demandada,
considerando que el Testamento se ejecuta después de la muerte del testador, siendo que en el caso de autos, al haber fallecido el citado testador el doce de noviembre de mil
novecientos setenta y dos, lo cual no ha sido cuestionado, y habiéndose interpuesto la demanda el veinticuatro de mayo del dos mil seis, la presente acción personal ha prescrito a
tenor del inciso primero del artículo dos mil uno del Código Civil;

CASACIÓN Nº 2179-2007 LIMA COMPROBACIÓN DE TESTAMENTO


Primero.- Que, como es de verse del estudio de autos, doña Virginia Cabero Cabieses de Villa, acude en sede judicial para que se compruebe el testamento ológrafo otorgado por don
Jorge Enrique del Carmen Briseño Meiggs García a su favor, y su posterior protocolización, cuyo trámite inicialmente ha sido en vía no contenciosa, sin embargo, en virtud a la
oposición formulada, se ha convertido en un proceso contencioso.

CASACIÓN 196-2008 LIMA RECONOCIMIENTO JUDICIAL DE


TESTAMENTO
Segundo.- Argumenta que en el presente caso, existe una errónea interpretación de la aplicación del artículo seiscientos noventa y uno del
Código Civil, ya que en la resolución se menciona que únicamente las tres modalidades de constituir válidamente un testamento y como consecuencia solamente se puede
solicitar el reconocimiento de las tres modalidades que se hayan efectuado en forma correcta, siendo dicha interpretación equivocada, toda vez que recurre al fuero judicial a
solicitar el reconocimiento de un testamento que tiene la firma del causante y ha sido válidamente suscrito, en su contenido y firma, pero que, por el doloso ocultamiento
del abogado Antonio Silva Reinoso no fue logrado con las totalidades de las formalidades que la ley exige, ya que dicha persona debió acudir ante el Notario Público y, en lugar
de ello, procedió a esconder el testamento hasta que se produjo el deceso de su conviviente, por lo que se tuvo que interponer una acción penal para obtener la entrega del
testamento imperfecto. Agrega además que, posee plenos derechos y legítimo interés para ejercitar la presente acción, de acuerdo a lo estipulado en el artículo sexto del Título
Preliminar del Código Civil, teniendo el derecho a la herencia, protegido en el artículo quinto de la Constitución Política del Estado, por lo cual la resolución de autos conlleva a
una violación constitucional de su derecho a la herencia y, contra el debido proceso al impedir el reconocimiento del testamento;

CASACIÓN 3740-2006 HUARA NULIDAD DE TESTAMENTO


Tercero.- El recurrente denuncia casatoriamente la interpretación errónea de los numerales 799 y 664 del Código Civil, señalando, respecto de la primera norma que ha
sido interpretada erróneamente al precisarse de que el testamento materia de nulidad -o sea el de fecha veintiséis de Agosto de mil novecientos noventitrés- revocó
automáticamente el anterior testamento. Añade, que según la norma en mención toda revocación de un testamento sea total o parcial tiene que ser necesariamente expresa,
no existiendo revocaciones tácitas como erróneamente se concluye en la impugnada. Añade, que en el testamento materia de nulidad en ninguna de sus cláusulas se revoca
en forma expresa el testamento primigeniamente otorgado por su causante, no bastando que exista un testamento posterior para considerar que por su sola existencia se ha
revocado un testamento anterior. Respecto de la segunda norma, señala, que igualmente, ha sido interpretada erróneamente al desestimarse por infundada su pretensión relativa a
la petición de herencia, pues la Sala Superior supedita el ejercicio de la acción petitoria de bienes hereditarios a que su parte no haya sido declarado heredero, lo que resulta
erróneo, toda vez que el ejercicio de la mencionada acción presupone que
104
105
haya sido declarado previamente heredera, tal como ocurre en el caso de autos; Por lo que habiéndose cumplido con rigor con lo dispuesto en el rubro 2.1 del inciso 2 de1
artículo 388 del Código Procesal Civil, el recurso impugnatorio interpuesto por la referida causal debe declararse procedente;

CASACIÓN 1926-2006 CUSCO NULIDAD DE TESTAMENTO


TERCERO.- Que, en relación a la causal de Inaplicación se señala: que los juzgadores han inaplicado el artículo ochocientos quince de Código Civil por cuanto existiendo un
Testamento el cual todavía no se ha anulado o invalidado por el órgano jurisdiccional, en absoluto podría proceder una declaración judicial de sucesión intestada y que en virtud
a ella solo se notifique y con la presente demanda a los que alli figuren como herederos, postergándose a los demás herederos que en el testamento sub-judice aparecen
instituidos como tales;

CASACIÓN 750-05 CONO NORTE CADUCIDAD DE TESTAMENTO


SEGUNDO: Que, su recurso se fundamenta en las causales contenidas en los incisos segundo y tercero del artículo trescientos ochenta y seis del Código Procesal
citado, denunciando: i. la inaplicación de una norma de derecho material, con respecto de los artículos a. seiscientos sesenta y dos del Código Civil, pues según la norma
denunciada pierde el beneficio el heredero que oculta dolosamente bienes hereditarios, hechos en que ha incurrido la demandante en perjuicio del condómino de la
propiedad heredada, al haber escondido por más de un año el testamento incurriendo en la responsabilidad Ultra Vires, perdiendo su derecho; b. seiscientos setenta y tres del Código
Civil, ya que la demandante ha perdido su derecho a reclamar por su aceptación tácita y expresa del testamento, ya que los plazos no se interrumpen; c. seiscientos setenta y
siete del Código Civil, pues se debió aplicar la norma denunciada, que indica la aceptación tácita y la renuncia de la herencia, efectos que se retrotraen al momento de la
apertura de la sucesión, la demandante en ningún momento ha manifestado ningún acto que demuestre lo contrario y d. trescientos dos y trescientos tres del Código Civil, puesto que
conforme a lo dispuesto en una resolución del expediente cuatro mil ciento veintisiete – noventa y cinco, que declara infundada la caducidad del testamento si el causante tenía
libre disposición de los bienes, se deben aplicar las normas denunciadas; más aún si los bienes testados eran bienes propios que no pertenecían a la sociedad conyugal así
también se denuncia
ii. la contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, ya que se ha conculcado el derecho de defensa del recurrente, no se ha valorado las
pruebas aportadas al proceso por el recurrente;

CASACIÓN 2172-2003 LIMA COMPROBACION DE TESTAMENTO


Tercero.- Que, alega la recurrente, que la sentencia de vista transgrede el artículo sétimo de Título Preliminar del Código Procesal Civil toda vez que en el cuarto
considerando se realiza un pronunciamiento que va más allá de del petitorio, por cuanto lo que se demandó es la comprobación de autenticidad y cumplimiento de
formalidades del testamento ológrafo por lo cual el pronunciamiento de la Sala Superior sólo tenía que versar sobre dicho punto sin embargo, las instancias de mérito se pronuncian
sobre la capacidad del testador, cuyo análisis no es materia del presente proceso;

Artículo 68.- Formalidad del Registro de Testamento


El notario observará en el otorgamiento del testamento en escritura pública y el cerrado las formalidades prescritas por el Código Civil.

Comentario:
El testamento en escritura pública es el que reviste la mayor solemnidad. El art.696º del Código Civil dispone que deben reunirse en un solo acto, desde el principio hasta el fin, el
testador, el notario y los dos testigos testamentarios, que el testador exprese su voluntad dictando su testamento al notario o dándole por escrito las disposiciones que debe
contener su testamento, que el notario escriba el testamento de su puño y letra en su registro de escrituras públicas, que cada una de las páginas del testamento sea firmada
por el testador, el notario y los testigos testamentarios, que el testamento sea leído por el testador, el notario y uno de los testigos testamentarios y que durante la lectura, al fin de
cada cláusula se verifique, oyendo al testador, si lo contenido en ella es la expresión de su voluntad y que el testamento sea firmado por el testador, el notario y los testigos
testamentarios. El testamento cerrado es el documento que contiene la última voluntad del testador. Según el art. 699º, debe estar firmado en cada una de sus páginas o al final si
ha sido manuscrito por el mismo testador, debe ser colocado dentro de un sobre debidamente cerrado o de una cubierta clausurada de manera que no pueda ser extraído sin
rotura o alteración de la cubierta y entregado personalmente por el testador a un notario ante dos testigos, manifestándole que contiene su testamento. El notario debe extender en
la cubierta un acta en laque conste su entrega por el testador y su recepción por el notario, firmada por el testador, dos testigos y el notario, quien la transcribirá a su registro,
firmando la trascripción las mismas personas, todo lo cual debe practicarse en un solo acto, debiendo el notario entregar una copia certificada del acta al testador 70.

Artículo 69.- Observaciones al Registro de Testamento


Son también de observancia para el registro de testamentos las normas que preceden en este título, en cuanto sean pertinentes.

Comentario:
La disposición del presente artículo posee lógica, pues los testamentos son, finalmente, instrumentos públicos protocolares.

Artículo 70.- Remisión de relación de testamentos


El notario remitirá al colegio de notarios, dentro de los primeros ocho días de cada mes, una relación de los testamentos en escritura pública y cerrados extendidos
en el mes anterior.

Para tal efecto, llevará un libro de cargos, que será exhibido en toda
visita de inspección.

Comentario:
La ley establece en el presente artículo la forma de control a la que se halla sujeto el notario por parte de su colegio correspondiente, en este punto específico de sus
funciones.

Artículo 71.- Conocimiento del Testamento


Se prohíbe a notario y al colegio de notarios informar o manifestar el contenido o existencia de los testamentos mientras viva el testador.

El informe o manifestación deberá hacerse por el notario con la sola presentación del certificado de defunción del testador.

70
Ver: VIDAL RAMIREZ. Fernando. La interpretación del acto testamentario. Revista Oficial del Poder Judicial 1/1. 2007.

Comentario:
La disposición del presente artículo responde al principio de reserva al que se halla sometido el notario.

Artículo 72.- Traslados de testamentos


El testimonio o boleta del testamento, en vida del testador, solo será
expedido a solicitud de éste.

Comentario:
La ley establece en este artículo la excepción de otorgamiento de traslado de testamento.

Artículo 73.- Inscripción del Testamento


El notario solicitará la inscripción del testamento en escritura pública al registro de testamentos que corresponda, mediante parte que contendrá la fecha
de su otorgamiento, fojas donde corre extendido en el registro, nombre del notario, del testador y de los testigos, con la constancia de su suscripción.

En caso de revocatoria, indicará en el parte esta circunstancia. Comentario:


Nótese los requisitos que exige la ley para la inscripción del testamento en escritura pública.

Artículo 74.- El Testamento


Tratándose el testamento cerrado el notario transcribirá al registro de testamentos que corresponda, copia literal del acta transcrita en su registro, con
indicación de la foja donde corre.

En caso de revocatoria del testamento cerrado transcribirá al registro de testamentos que corresponda, el acta en la que consta la restitución al testador del
testamento cerrado, con indicación de la foja donde corre.

Comentario:
El presente artículo establece la formalidad para el caso del testamento cerrado.

Sección Tercera: Del registro de protestos

Artículo 75.- Registro de Protestos


En este registro se anotarán los protestos de títulos valores, asignando una numeración correlativa a cada título, según el orden de presentación por parte de los
interesados para los fines de su protesto, observando las formalidades señaladas en la ley de la materia.

Comentario:
El acto se llama protesto porque el tenedor hace la protesta de repetir todas las pérdidas, gastos, daños e intereses contra quien ha dado origen al mismo. Al protesto se le define
como el acto formal mediante el cual el fedatario deja constancia del incumplimiento de alguna obligación contenida en el título valor. Es el medio por el cual se acredita en
forma auténtica que el título valor no se ha pagado o, tratándose del título de cambio, que tampoco ha sido aceptada. Se trata de un procedimiento formal, casi ritual 71.

Jurisprudencia
Exp. N° 743-97 Sala N° 4
Segundo.- Que, a mayor abundamiento, el inciso “a” del artículo cincuenta y uno de la Ley dieciséis mil quinientos ochentaisiete, preceptúa que el protesto será diligenciado
en un solo acto por un notario público o por un secretario de éste, razón por la cual carece de fundamento la alegación formulada por la ejecutada respecto de que el
protesto no ha sido efectuado por el propio notario;…

Exp. N° 568-97 Sala N° 1


Tercero.- Que en el presente caso no se ha cumplido con la formalidad a que se contrae el inciso cuarto del artículo cincuentaicinco de la Ley de Títulos Valores mencionada, toda
vez que según el acta de testimonio respectivo de fojas doscientos seis, se aprecia que el notario a cargo de dicha diligencia haya indagado por el nombre de la persona con
quien se entendió, así como de su respuesta o los motivos de la falta de ésta, por la que la acción ejercitada no resulta atendible;…

71
MONTOYA MANFREDI, Ulises. Comentarios a la Ley de Títulos Valores. Grijley, Lima, 2005, p. 170.
Exp. N° 323-7-97 Sala N° 1 Resolución N° 3
Primero.- Que, ni el notario ni el secretario notarial se hallan premunidos de facultades policiales y/o coercitivas que les posibiliten identificar plenamente a una persona, cuando
ésta se rehúsa a hacerlo, situación que suele darse con frecuencia con los deudores que no habiendo pagado una cambial a su vencimiento, son requeridos para tal pago dentro
de los ocho días posteriores al mencionado vencimiento a través de la diligencia del protesto;..

Artículo 76.- Formalidad del Registro


El registro puede constar en libros, o en medios electrónicos o similares que aseguren la oportunidad de sus anotaciones, observando las normas precedentes al presente
título en cuanto resulten pertinentes.

Comentario:
Adviértase que el uso de medios electrónicos es potestativo.

Artículo 77.- Registros separados


Se podrán llevar registros separados para títulos valores sujetos a protesto por falta de aceptación, por falta de pago y otras obligaciones; y por tipo de título
valor, expidiendo certificaciones a favor de quienes lo soliciten.

Comentario:
La disposición contenida en este artículo facilita el servicio que brinda el notario.

Sección Cuarta:

Del registro de actas de transferencia de bienes muebles registrables

Artículo 78.- Registro de Actas de Transferencia de Bienes Muebles Registrables.

En este registro se extenderán las actas de transferencia de bienes muebles registrables, que podrán ser:

a) De vehículos; y,
b) De otros bienes muebles identificables y/o incorporados a un registro jurídico, que la ley determine.

Comentario:
Señala el doctor Napoleón Cabrejo 72:
El 08/10/99 se publica la Ley 27181, Ley General de Transporte y Tránsito Terrestre, en su artículo 34.1 señala que: “La transferencia de propiedad y otros actos
modificatorios referidos a vehículos automotores se formaliza mediante su inscripción en el Registro de Propiedad Vehicular”.

Con la dación de esta norma legal, el legislador nos señala que toda transferencia de vehículos se formaliza ante el Registro de Propiedad Vehicular, pero
formalizar no es lo mismo que inscribir, este término “formalizar” para el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua Española nos señala que formalizar es:
“Dar forma a algo”, “Revestir algo de los requisitos legales.” “Dar carácter de seriedad a lo que no la tenía.”; por tanto, formalizar es dar forma o concretar el acto para que sea
legal y válido.
Dos años después en el 2001, ante la masiva falsificación de los documentos y firmas de los notarios para apropiarse de los vehículos, el Estado, en resguardo de la seguridad
jurídica, otorga las máximas garantías y adoptan las medidas conducentes a evitar la falsificación de documentos que se requieren en la tramitación de las transferencias de vehículos
automotores relacionadas con el registro de la propiedad vehicular, esto se realiza con la finalidad de que los documentos contengan certeza de la participación de las
personas intervinientes, por ello, el 25/10/01 se publica el Decreto Supremo Nº 036- 2001-JUS, por el cual establecen disposiciones aplicables a la transferencia de propiedad de
vehículos automotores a que se refiere el reglamento de las inscripciones del registro de propiedad vehicular, señalando:

Artículo 1º.- La transferencia de propiedad de vehículos automotores a que se refiere el Artículo 36º del Reglamento de las Inscripciones del Registro de Propiedad Vehicular, se
formaliza mediante acta notarial de transferencia de bienes muebles registrales, conforme a lo previsto en la Ley del Notariado. Artículo 2º.- La presentación del acta de
transferencia vehicular ante el Registro de Bienes Muebles, deberá ser efectuada por el Notario o sus dependientes, siendo posible, luego del ingreso, la entrega de la
guía de presentación al nuevo propietario, para su correspondiente trámite.

Un año después en el 2002, con fecha 04/02/02 se expide la Resolución Nº 041-2002-SUNARP/SN, por la cual se dispone que el acta notarial de transferencia de bienes
muebles registrables, conforme a lo establecido en la Ley del Notariado, en su calidad de instrumento público, constituye título suficiente para la inscripción de la transferencia
de propiedad de vehículos automotores, además expresamente señala que todos los actos jurídicos intervivos de transferencia de propiedad vehicular, que se realicen
mediante documento privado con firmas legalizadas en fecha posterior a la vigencia del Decreto Supremo 036-2001-JUS, sin perjuicio de sus efectos legales, carecen de
mérito para su inscripción registral.

Dos años después en el 2004, con fecha 04/03/04 se publica el Reglamento de Inscripciones del Registro de Propiedad Vehicular (en adelante RRIPV) aprobado mediante
Resolución Nº 087-2004-SUNARP-SN, por el cual se regula los actos y derechos inscribibles en el Registro aplicables a los vehículos que circulen en la vía pública,
pertenecientes al Sistema Nacional de Transporte Terrestre (SNTT), con excepción de los vehículos de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional del Perú, el Cuerpo
Diplomático, Consular y Organismos Internacionales debidamente acreditados en el país por el Ministerio de Relaciones Exteriores. Este nuevo reglamento derogó al anterior
Reglamento de Inscripciones del Registro de Propiedad Vehicular, aprobado por Resolución N° 255-99-SUNARP, la cual establecía que el documento que daba mérito a la
inscripción de transferencia por acto entre vivos era el documento privado con firma legalizada notarialmente.

Este nuevo Reglamento de Inscripciones del Registro de Propiedad Vehicular, en sus artículos 26° al 35° señalan los diferentes tipos de transferencia de la
propiedad de un bien mueble, siendo los siguientes:

- Transferencia de Reserva de Propiedad.


- Transferencia de Acciones y Derechos.
- Transferencia por pago con Títulos Valores.
- Transferencia por Ejecución de Cláusula Resolutoria Expresa.
- Transferencia por Dación en Pago o Permuta.
- Transferencia por Donación.

- Transferencia por Sucesión.


- Transferencia por Fenecimiento de la Sociedad de Gananciales.
- Transferencia por Mandato Judicial o Administrativo.
- Transferencia a consecuencia de Aportes.

El artículo 25 de este nuevo RRIPV guarda coherencia con lo señalado en el Decreto Supremo Nº 036-2001-JUS y la Resolución Nº 041-2002-SUNARP/ SN porque señalan que:
“Toda transferencia de propiedad de vehículos por acto entre vivos se inscribirá en mérito al acta notarial de transferencia de propiedad vehicular (...).
En toda esta evolución podemos señalar que antes de la expedición del Decreto Supremo Nº 036-2001-JUS, teníamos un primer sistema de transferencia de propiedad
vehicular, el cual se realizaba sólo por documento privado de compra-venta con firma legalizada ante Notario Público, siendo necesario acercarse inmediatamente a la
Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (SUNARP) para registrar la compra, por lo cual tendríamos a un titular inscrito en registro y otro fuera del registro,
porque varios compradores no inscribían inmediatamente el contrato respectivo, lo que producía incompatibilidad para conocer quién es el propietario final del vehículo; pero
con la implementación del Acta Notarial de Transferencia Vehicular, tenemos un segundo sistema de transferencia de propiedad vehicular, porque facilita la inscripción
ante SUNARP de manera automática, además la transferencia vehicular mediante Acta Notarial permite guardar una copia matriz del documento en la notaría, donde se puede
solicitar una copia en caso de pérdida del original, además, los partes del Acta de Transferencia Vehicular sólo la pueden efectuar los notarios o sus empleados previamente
inscritos como presentantes ante la Oficina Registral; este último sistema es el que viene aplicándose en la actualidad.

En conclusión, se puede deducir que la regla general es que las transferencias vehiculares requieren para su inscripción de la formalidad del acta notarial respectiva.
De no existir norma especial que prevea disposición expresa diferente que regule el tema de transferencia de bienes inscribibles de un vehículo automotor, nos remitiremos a la
regla general a fin que la transferencia por acto jurídico entre vivos acceda al registro, es decir al artículo 25 del RRIPV que otorga la calidad de título inscribible al acta
notarial.

Artículo 79.- Observancias del registro de Actas de Transferencia de Bienes Muebles


Son también de observancia para el registro de actas de transferencia de bienes muebles registrables, las normas que preceden en este Título, en cuanto sean
pertinentes.

Comentario:
Las actas de transferencia de bienes muebles registrables están sujetas a la formalidad que rige para el protocolo notarial.

Artículo 80.- Formalidad del Acta de Transferencia


Las actas podrán constar en registros especializados en razón de los bienes muebles materia de la transferencia y en formularios impresos para tal fin.

Comentario:
La ley, al permitir el uso de formularios impresos, busca facilitar la labor del notario de cara a hacerla más expeditiva.

Sección Quinta:
Del archivo notarial y de los traslados

Artículo 81.- El Archivo Notarial El archivo notarial se integra por:

a. Los registros físicos, en soporte de papel o medio magnético, que lleva el notario conforme a ley.
b. Los tomos de minutas extendidas en el registro.
c. Los documentos protocolizados conforme a ley; y,
d. Los índices que señala esta ley.

Comentario:
Señala el doctor Gonzales Barrón que el archivo notarial está integrado por los registros que lleva el notario –de escrituras públicas, de testamentos, de protesto, de actas de
transferencia de bienes muebles registrables, de actas y escrituras de asuntos no contenciosos y de instrumentos protocolares de garantía inmobiliaria- ya sea en soporte papel
o informático; los tomos de las minutas; los documentos protocolizados y los índices que señala la ley 73.

Escobar de la Riva dice que el origen racional del protocolo se halla en el hecho que si el instrumento público ha de cumplir sus fines, es necesario dotarlo de permanencia
y seguridad: nada mejor para ello que dejarlo depositado en poder del notario, mediante copias y traslados se exteriorizará su contenido 74.

Artículo 82.- Responsabilidad en la Expedición de Instrumentos Públicos.


El notario expedirá, bajo responsabilidad, testimonio, boleta y partes, a quien lo solicite, de los instrumentos públicos notariales que hubiera autorizado en el
ejercicio de su función.

Asimismo, expedirá copias certificadas de las minutas que se encuentren en su archivo notarial.

Los traslados notariales a que se refiere este artículo podrán efectuarlos en formato digital o medios físicos que contengan la información del documento matriz de
manera encriptada y segura y que hagan factible su verificación a través de los mecanismos tecnológicos disponibles.

Asimismo el notario podrá emitir un traslado notarial remitido electrónicamente por otro notario e impreso en su oficio notarial, siempre que los mensajes
electrónicos se trasladen por un medio seguro y al amparo de la legislación de firmas y certificados digitales.

Las copias electrónicas se entenderán siempre expedidas por el notario autorizante del documento matriz y no perderán su carácter, valor y efectos por el solo hecho
de ser trasladados a formato papel por el notario al que se le hubiera enviado el documento, el mismo que deberá firmarlo y rubricarlo haciendo constar su carácter y
procedencia.

72
GONZALES BARRÓN, Gunther. Derecho Notarial Temas Actuales. 1° ed. EDICIONES LEGALES. Lima, 2011, p. 34.
73
ESCOBAR DE LA RIVA, Eloy. Tratado de Derecho Notarial. Edit. Marfil. Valencia, 1957, p. 505.
Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 34

Comentario:
Encontramos aquí una novedad: la ley permite, a tono con los tiempos, que los traslados notariales se puedan efectuar en formato digital.

Artículo 83.- El Testimonio


El testimonio contiene la transcripción íntegra del instrumento público notarial con la fe que da el notario de su identidad con la matriz, la indicación de su fecha
y foja donde corre, la constancia de encontrarse suscrito por los otorgantes y autorizado por él, rubricado en cada una de sus fojas y expedido con su sello y firma,
con la mención de la fecha en que lo expide.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 35

Comentario:
El testimonio es la copia fiel de la escritura matriz que el notario extiende
al interesado.

Artículo 84.- La Boleta


La boleta expresará un resumen del contenido del instrumento público notarial o de la transcripción de las cláusulas o términos que el interesado solicite y
que expide el notario, con designación del nombre de los otorgantes, naturaleza del acto jurídico, fecha y foja donde corre y la constancia de encontrarse suscrito por
los otorgantes y autorizado por él, rubricada en cada una de sus fojas y expedida con su sello y firma, con mención de la fecha en que la expide.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 35

Comentario:
La boleta es el documento que contiene un resumen del instrumento público, el mismo que contiene el nombre de los otorgante, naturaleza del acto jurídico, fecha y foja donde corre y,
además, la constancia de encontrarse suscrito por los comparecientes y autorizado por el notario.

Artículo 85.- El Parte


El parte contiene la transcripción íntegra del instrumento público notarial con la fe que da el notario de su identidad con la matriz, la indicación de su fecha y
con la constancia de encontrarse suscrito por los otorgantes y autorizado por él, rubricado en cada una de sus fojas y expedido con su sello y firma, con la mención de la
fecha en que lo expide.
El parte debe constar en papel notarial de seguridad que incorpore características especiales que eviten la falsificación o alteración de su contenido. (Decreto
Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 35

Comentario:
Para dotar de mayor seguridad al parte notarial el D.L 1232 obliga a la utilización del papel notarial de seguridad que es un medio adicional que pretende evitar la alteración
o contenido del parte. A eso se debe agregar y sugerir siempre los dependientes de la notaría quienes presenten los partes a Registros Públicos, o que en todo caso para todos
los actos notariales se utilice el parte electrónico, con el uso de firmas digitales.
El parte es el documento que contiene la transcripción íntegra del documento público notarial con la fe que da el notario de su identidad con la matriz.

Artículo 86.- Expedición de Traslados Notariales


El testimonio, boleta y parte podrá expedirse, a elección del notario, a manuscrito, mecanografiado, en copia fotostática y por cualquier medio idóneo de reproducción.
Los testimonios, las boletas y los partes expedidos conforme a lo previsto en los artículos 83, 84 y 85 de la presente Ley en el caso de remitirse en formato digital
deberán, además, cumplir con las condiciones y requisitos de la Ley de la materia. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 35

Comentario:
Este artículo establece que los traslados al poder remitirse en formato digital deberán siempre cumplir con todos los requisitos y condiciones de la Ley del Notariado.
La ley deja a elección de notario el medio que considere más conveniente.
Artículo 87.- Obligación de Expedir Traslados
Si es solicitado el traslado de un instrumento público notarial y el notario niega su existencia en el registro, el interesado podrá recurrir al Colegio de Notarios
respectivo, para que éste ordene el examen del índice y registro y comprobada su existencia, ordene la expedición del traslado correspondiente.
Comentario:
Este artículo posee concordancia con el artículo 93 que establece el carácter
público del archivo notarial.

Artículo 88.- Excepción


El notario podrá expedir traslados de instrumentos públicos notariales
no inscritos o con la constancia de estar en trámite su inscripción.

Comentario:
El artículo presente reconoce la autonomía del instrumento público notarial a no hacerlo depender de su inscripción en el Registro Público.

Artículo 89.- Designación de Notario para la Autorización de Traslados Cuando el colegio de notarios esté encargado del archivo designará a un notario autorice los
traslados a que se refieren los artículos que preceden.

Comentario:
Recordemos que la ley del notariado derogada facultaba al notario a
autorizar los traslados sin necesidad de una designación del colegio.

Artículo 90.- Expedición de Constancia a Solicitud de Parte


A solicitud de parte el notario expedirá constancia que determinado instrumento público notarial no ha sido suscrito por alguno por alguno o todos los otorgantes,
para los fines legales consiguientes.

Comentario:
El notario no puede negarse a expedir esta constancia, pues la ley lo obliga a expedirla cuando las partes lo soliciten.

Artículo 91.- Índices


El notario llevará índices cronológico y alfabético de instrumentos públicos protocolares, a excepción del registro de protestos que solo llevará el índice
cronológico.

El índice consignará los datos necesarios para individualizar cada instrumento.


Estos índices podrán llevarse en tomos o en hojas sueltas, a elección del notario, en el caso de llevarse en hojas sueltas deberá encuadernarse y empastarse dentro del
semestre siguiente a su formación.

Asimismo, podrá llevar estos registros a través de archivos electrónicos, siempre y cuando la información de los mismos sea suministrada empleando la tecnología
de firmas y certificados digitales de conformidad con la legislación de la materia.
Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 37

Comentario:
Nótese que el empleo de archivos electrónicos es potestativo. Sin embargo, su empleo por parte de notario se hace imperativo.

Artículo 92.- Responsabilidad en la Conservación de Archivos


El notario responderá del buen estado de conservación de los archivos e índices.

Comentario:
Pensamos que el tipo de responsabilidad a la que se refiere este artículo
es de tipo administrativa.

Artículo 93.- Obligación de Manifestar Documentos


El notario está obligado a manifestar los documentos de su archivo a cuantos tengan interés de instruirse de su contenido.

Esta manifestación se realizará bajo las condiciones de seguridad que el notario establezca.

Comentario:
La información del archivo notarial es pública.
Capítulo III
De los instrumentos públicos extraprotocolares

Sección Primera: Disposiciones generales

Artículo 94.- Clases de Actas extra - protocolares Son actas extra-protocolares:

a. De autorización para viaje de menores


b. De destrucción de bienes
c. De entrega
d. De juntas, directorios, asambleas, comités y demás actuaciones corporativas
e. De licitaciones y concursos
f. De inventarios y subastas de conformidad con el D. Leg. 674
g. De sorteos y entrega de premios
h. De constatación de identidad, para efectos de la prestación de
servicios de certificación digital
i. De transmisión por medios electrónicos de la manifestación de voluntad de terceros; y,
j. De verificación de documentos y comunicaciones electrónicas en
general
k. Otras que la ley señale
Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Arts. 39, 40, 43, 44, 45 y 46

Comentario:
Dice Sanahuja que al lado de las escrituras existen otros instrumentos públicos en los cuales la potestad notarial se limita a la facultad de autenticación y, por ello, no son de
observancia todos los requisitos establecidos para los instrumentos púbicos sino solo algunos, en una aplicación descendente que va desde las actas hasta la legitimidad de
firmas 75. Por su parte, Gattari señala que acta notarial es e instrumento que autoriza el oficial público, fuera o dentro del protocolo, con algunas formalidades de las escrituras
públicas en relación a la persona del requirente, de terceros, documentos u objetos, cuyo fin exclusivo es fijar hechos y derechos, comúnmente declaraciones de ciencia,
sucesos y diligencias 76.

Pedro Avila Alvarez dice que “son el medio por el cual el notario otorga fe respecto de hechos y circunstancias que presencia o le constan y que por su naturaleza no son
materia de contrato”.

¿Cuáles son sus características?


a. Principio de escrituración.
b. Se extiende la constancia donde se registran los hechos.
c. Pueden ser suscritas por las partes.
d. Debe llevar la firma y sellos del notario.
e. Pueden ser incorporados al protocolo notarial.

¿Cuál es su contenido?
Hechos jurídicos y materiales que pueden o no producir efectos jurídicos. Además, los actos y hechos que el notario presencie o tenga constancia de ellos. También contienen
la firma de los interesados. Debe constar el nombre del notario y sus datos de identificación.

Adopta la forma de la escritura pública, salvo los casos de las actas de protesto y las de protocolización. En los casos de actos y hechos que no se incorporen al protocolo
notarial, la forma es libre.

De acuerdo a la naturaleza del instrumento se dividen en:


1. Actas protocolares. Son las que van a incorporarse al protocolo notarial. Se subdividen en:
a. Actas de entrega de testamento cerrado.
b. Actas de transferencia de bienes muebles registrables.
c. Actas de protesto.
d. Actas de protocolización en los asuntos no contenciosos.

2. Actas extraprotocolares. Son las que no van a ser incorporadas en el protocolo notarial, ya que éstas van a ser expedidas por el notario a pedido de las partes.
Certificaciones notariales
Llamamos certificación notarial a la expresión de fe de un hecho realizado y suscrito por el notario con el propósito que el instrumento posea todas las características que
atribuye la fe pública. La certificación está estrechamente ligada con la fe pública.
Explica Gonzales Barrón que el último párrafo del artículo 94 establece un índice cronológico de autorizaciones de viaje del menor al interior o exterior del país, el mismo que
tiene como finalidad servir de fuente de información a las entidades respectivas (Dirección de Migraciones) de la autenticidad del instrumento 77.

Jurisprudencia
Casación Exp. 000790-2011 La Libertad DERECHOS REALES

Sexto.- En cuanto a lo expresado por los impugnantes en el punto a) del fundamento precedente, es del caso destacar que la finalidad del medio impugnatorio reside en
la adecuada aplicación e interpretación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional emitida por la Corte Suprema de Justicia de la
República. En ese sentido, no resulta viable en casación efectuar apreciaciones relativas a discutir el sentido crítico de la decisión, en razón que las conclusiones arribadas
por los órganos de mérito tienen como sustento la valoración de los medios probatorios aportados al proceso. En el presente caso, se evidencia que en el fondo lo que
pretenden los recurrentes es discutir nuevamente la validez jurídica del Acta Notarial de Protocolización materia de autos que declaró la prescripción adquisitiva de dominio del
bien a favor de los impugnantes, lo cual resulta inviable en casación pues dicho aspecto ya ha sido debatido en el desarrollo del presente proceso y admitir la alegación vertida
en casación implicaría aperturar el debate probatorio el mismo que se encuentra precluido. Es preciso destacar que la Sala Civil Superior al concluir en la nulidad del acto jurídico
señala: “el procedimiento notarial se ha realizado vulnerándose disposiciones de orden público, al haberse configurado al supuesto de hecho del artículo 219 inciso 8 del Código
Civil”; apreciándose que para arribar a dicha conclusión ha tenido en cuenta que folios setecientos dos obra el Oficio número 122-2002/MDLO, expedido por el Alcalde de la
Municipalidad Distrital de Los Órganos, oponiéndose dentro del procedimiento notarial a la solicitud de prescripción adquisitiva solicitada por el demandado Carlos
Alberto Andaluz Westreicher. Atendiendo a la oposición señalada, se puede colegir que el Notario estaba impedido de seguir el procedimiento de prescripción adquisitiva y
por ende, carecía de facultades para declarar propietarios a los demandados, aplicándose al caso concreto lo previsto en el artículo 5 literal g de la Ley número 27333.

Artículo 95.- Clases de certificaciones Son certificaciones:

a) La entrega de cartas notariales.


b) La expedición de copias certificadas.
c) La certificación de firmas.
d) La certificación de reproducciones.
e) La certificación de apertura de libros.
f) La constatación de supervivencia.
g) La constatación domiciliaria; y,
h) Otras que la ley determine.

Comentario:
¿Qué se entiende por certificación? Se le puede definir como la manifestación
de fe de un acto o hecho actuado y suscrito de manera personal por el notario.

Artículo 96.- Incorporación al Protocolo


Las actas y certificaciones a que se contraen los artículos que preceden, son susceptibles de incorporarse al protocolo notarial, a solicitud de parte interesada,
cumpliéndose las regulaciones que sobre el particular rigen.

Son también susceptibles de incorporarse al protocolo notarial los documentos que las partes soliciten.
Comentario:
Obsérvese que la incorporación al protocolo notarial es potestativa.

Artículo 97.- Autorización de Instrumentos Extra - protocolares


La autorización del notario de un instrumento público extra protocolar, realizada con arreglo a las prescripciones de esta ley, da fe de la realización del acto, hecho
o circunstancia, de la identidad de las personas u objetos, de la suscripción de documentos, confiriéndole fecha cierta.
Para garantizar la seguridad jurídica de dicho instrumento en que se efectúe la identificación de las personas, el notario podrá utilizar el sistema de comparación
biométrica de huellas dactilares a través del servicio que brinda el Registro Nacional de Identidad y Estado Civil – RENIEC. (Decreto Legislativo 1232 publicación
de fecha 26.09.2015).

Comentario:
Este artículo agrega la conveniencia que el notario utilice el sistema de comparación biométrica de huellas dactilares, este con el propósito de evitar suplantaciones. Así se
establece por la modificación realizada por el D.L 1232.

Sección Segunda:
De las actas extraprotocolares

Artículo 98.- Definición


El notario extenderá actas en las que se consigne los actos, hechos o circunstancias que presencie o le conste y que no sean de competencia de otra función.

Las actas podrán ser suscritas por los interesados y necesariamente por quien formule observación.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 41 y 47

Comentario:
El hecho que las actas no sean suscritas por los interesados no menoscaba el valor legal de éstas.

Artículo 99.- Identificación del notario


Antes de la facción del acta, el notario dará a conocer su condición de tal y que ha sido solicitada su intervención para autorizar el instrumento público
extraprotocolar.

Comentario:
La intervención del notario es una formalidad que la ley ordena cumplir en el proceso de facción del acta.

Sección Tercera:
De la certificación de entrega de cartas notariales

Artículo 100.- Definición


El notario certificará la entrega de cartas e instrumentos que los interesados le soliciten, a la dirección del destinatario, dentro de los límites de su
jurisdicción, dejando constancia de su entrega o de las circunstancias de su diligenciamiento en el duplicado que devolverá a los interesados.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 48 y 49

Comentario:
La carta notarial permite comunicar o exigir algo en forma certificada. La entrega la realiza el notario, quien hace constar de la fecha y hora de la entrega.

Artículo 101.- Cartas por correo certificado


El notario podrá cursar las cartas por correo certificado, a una dirección situada fuera de su jurisdicción, agregando al duplicado que devolverá a los
interesados, la constancia expedida por la oficina de correo.

Comentario:
La ley le otorga facilidad al notario, pues de otro modo no sería posible enviar cartas notariales fuera de su jurisdicción provincial.

Artículo 102.- Responsabilidad del Contenido


El notario no asume responsabilidad sobre el contenido de la carta, ni
de la firma, identidad, capacidad o representación del remitente.

Comentario:
La responsabilidad del notario se refiere solo a la entrega de la carta, mas no del contenido.

Artículo 103.- Registro cronológico de Cartas


El notario llevará un registro en el que anotará, en orden cronológico, la entrega de cartas o instrumentos notariales, el que expresará la fecha de ingreso, el nombre
del remitente y del destinatario y la fecha del diligenciamiento.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 50

Comentario:
El registro al que alude este artículo sirve para acreditar el envío de las cartas y, al mismo tiempo, la certificación notarial.

Sección Cuarta:
De la expedición de copias certificadas

Artículo 104.- Definición


El notario expedirá copia certificada que contenga la transcripción literal o parte pertinente de actas y demás documentos, con indicación, en su caso, de la
certificación del libro u hojas sueltas, folios de que consta y donde obran los mismos, número de firmas y otras circunstancias que sean necesarias para dar una idea
cabal de su contenido.
Comentario:
Es el documento que contiene la transcripción en forma total o parcial, de
otro. La transcripción se realiza del documento original.

Artículo 105.- Responsabilidad del Contenido


El notario no asume responsabilidad por el contenido del libro u hojas sueltas, acta o documento, ni firma, identidad, capacidad o representación de
quienes aparecen suscribiéndolo.

Comentario:
El hecho de dar fe por parte del notario no significa que éste certifique si
el contenido se halla conforme a ley.

Sección Quinta:
De la certificación de firmas

Artículo 106.- Definición


El notario certificará firmas en documentos privados cuando le hayan sido suscritas en su presencia o cuando le conste de modo indubitable su autenticidad.

Carece de validez la certificación de firma en cuyo texto se señale que la misma se ha efectuado por vía indirecta o por simple comparación con el documento
nacional de identidad o los documentos de identidad para extranjeros.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 51

Comentario:
La legalización de firmas es el acto por el cual el notario certifica firmas en
documentos privados cuando le consta de modo indubitable su autenticidad.

Artículo 107.- Testigo a Ruego


Si alguno de los otorgantes del documento no sabe o no puede firmar, lo hará una persona llevada por él a su ruego; en este caso el notario exigirá, de ser posible, la
impresión de la huella digital de aquél, certificando la firma de la persona y dejando constancia, en su caso, de la impresión de la huella digital.

Comentario:
Nos enseña Gattari que la firma a ruego es la que, a petición del rogante, estampa otra persona en un instrumento notarial, debido a analfabetismo o enfermedad temporaria
o permanente, debiéndose dejar constancia del ruego y del motivo. Si alguna de las partes no sabe firmar, debe hacerlo a su nombre otra persona que no sea de los testigos
del instrumento, siendo nulas las escrituras que no tuviesen la firma a ruego, cuando no saben o no pueden escribir 78.

Artículo 108.- Responsabilidad por el Contenido


El notario no asume responsabilidad sobre el contenido del documento de lo que deberá dejar constancia en la certificación, salvo que constituya en sí mismo un acto
ilícito o contrario a la moral o a las buenas costumbres.
Comentario:
El concepto “contrario a la moral o a las buenas costumbre” es muy común.
El reglamento debe desarrollarlo.

Artículo 109.- Documento redactado en idioma extranjero


El notario podrá certificar firmas en documentos redactados en idioma extranjero; en este caso, el otorgante asume la plena responsabilidad del contenido del
documento y de los efectos que de él se deriven.

Comentario:
De manera acertada, la ley dispone que la responsabilidad del contenido del documento es asumida por el otorgante.

Sección Sexta:
De la certificación de reproducciones

Artículo 110.- Definición


El notario certificará reproducciones de documentos obtenidos por cualquier medio idóneo, autorizando con su firma que la copia que se le presenta guarda
absoluta conformidad con el original.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 52

Comentario:
El requisito sine qua non para que el notario certifique la reproducción de
un documento, es que ésta guarde conformidad con el original.

Artículo 111.- Facultad del Notario


En caso que el documento presente enmendaduras el notario, a su criterio, podrá denegar la certificación que se le solicita o expedirla dejando constancia de
la existencia de las mismas.

Comentario:
La ley faculta al notario a negarse a legalizar documentos que presenten enmendaduras.

78
Cfr. elnotariado.com Firma a ruego.
Sección Sétima
De la certificación de apertura de libros

Artículo 112.- Definición


El notario certifica la apertura de libros u hojas sueltas de actas, de contabilidad y otros que la ley señale.

Comentario:
Es el notario quien está facultado a certificar la apertura de libro u hojas sueltas de actas, de contabilidad y otros que la ley señale, la legalización consiste en una
constancia colocada en la primera foja útil del libro o primera hoja suelta, con el sellado notarial de todos sus folios .

Artículo 113.- Formalidad en la Apertura de Libros


La certificación consiste en una constancia puesta en la primera foja útil del libro o primera hoja suelta; con indicación del número que el notario le asignará; del
nombre, de la denominación o razón social de la entidad; el objeto del libro; números de folios de que consta y si ésta es llevada en forma simple o doble; día y lugar
en que se otorga; y, sello y firma del notario.

Todos los folios llevarán sello notarial. Comentario:


La ausencia del sello notarial en los folios acarrea la nulidad de éstos.

Artículo 114.- Registro


El notario llevará un registro cronológico de certificación de apertura de libros y hojas sueltas, con la indicación del número, nombre, objeto y fecha de la
certificación.

Comentario:
El término “registro” debe entenderse aquí en el sentido de lista.

Artículo 115.- Cierre y Apertura de Libros


Para solicitar la certificación de un segundo libro u hojas sueltas, deberá acreditarse el hecho de haberse concluido el anterior o la presentación de certificación que
demuestre en forma fehaciente su pérdida.
Tratándose de la pérdida del libro de actas de una persona jurídica, se deberá presentar el acta de sesión del órgano colegiado de administración o el acta de la
junta o asamblea general, en hojas simples, donde se informe de la pérdida del libro, con la certificación notarial de la firma de cada interviniente en el acuerdo,
debiendo el notario verificar la autenticidad de las firmas. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Comentario:
El D.L 1232 establece que para la pérdida de libros de actas se deberá presentar el acta de sesión del órgano colegiado de administración o el acta de la junta o asamblea general, en
hojas simples, donde se informe de la pérdida del libro, con la certificación notarial de la firma de cada interviniente del acuerdo, debiendo el notario verificar la autenticidad de las
firmas. Pero además se sugiere al notario que no ha intervenido en la constitución de dicha persona jurídica abstenerse de legalizar el libro 2 o siguientes, porque muchas veces dicha
perdida en la realidad nunca ocurrió. La experiencia notarial nos indica que muchos procesos penales contra los notarios se inicia con la legalización de un libro de actas N° 2 o
siguientes en cualquier tipo de personas jurídicas.
Artículo 116.- Solicitud de Certificación
La certificación a que se refiere esta sección deberá ser solicitada por:
a ) La persona natural, o su apoderado o representante legal.
b) El apoderado o representante legal de la persona jurídica. En el caso de libro de actas, matrícula de acciones y de padrón de socios, el apoderado o
representante legal deberá ser identificado conforme al artículo 55º de la presente ley. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 53

Comentario:
La certificación de apertura de libros del artículo 16 ha sido modificada por el D.L 1232 estableciéndose que la persona que solicita que el apoderado del representante legal de la
persona jurídica deberá ser identificado a través de la base de datos del RENIEC (Consulta e línea).
El propósito de esta disposición de no permitir que persona distinta del interesado o su representante sea quien solicite la legalización, es que no se ocasione daño a terceros. Sería
fácil, de otro modo, que cualquiera pueda hacerlo.

Capítulo IV De los poderes

Artículo 117.- Clases de Poderes


Los poderes ante notario podrán revestir las siguientes modalidades:

a) Poder en escritura pública


b) Poder fuera de registro; y,
c) Poder por carta con firma legalizada
El notario llevará un índice cronológico que incluya todos los poderes otorgados fuera de registro.

Comentario:
Dice Sanahuja que en la escritura de mandato el encargo o comisión es lo primero que ha de resaltar, para que aparezca sentada sobre la base misma que ha de dar pie a la
obligación del mandatario. Mas, agrega, a diferencia de los contratos reales en los cuales el hecho de la entrega se traduce en una breve extensión o formula dentro del contexto
de la estipulación, en el contrato de mandato el encargo que confía el mandante al mandatario consiste en una declaración que absorbe casi todo el contenido de la escritura 80.

El poder por escritura pública es el documento extendido por el notario en su registro. Para su redacción no requiere de minuta. Es condición sine qua non, para disponer de la
propiedad del representado, que el encargo conste de manera indubitable y por escritura pública, bajo sanción de nulidad.

El poder fuera de registro se rige por las disposiciones que regulan el poder por escritura pública mas sin que sea menester, para su validez, que éste sea incorporado al protocolo
notarial.

El poder por carta es el documento privado en que el notario legaliza la firma


del otorgante, cuando le conste a éste de modo indubitable su autenticidad.

Explica el doctor Gonzales Barrón que, como innovación, la ley introduce un índice cronológico para los poderes otorgados fuera de registro, con lo cual se llevará un
listado de actas notariales de este tipo por razón de temporalidad, con lo que se busca aumentar la seguridad jurídica y evitar, así, la predatación de instrumentos 81.

Artículo 118.- Poder por Escritura Pública


El poder por escritura pública se rige por las disposiciones establecidas en la Sección Primera del Título II de la presente ley.

La modificación o revocatoria del poder otorgado ante otro notario deberá se informada por el notario que extienda la escritura pública al notario donde se
extendió la escritura de poder.

Comentario:
Cuando el presente artículo señala que el poder por escritura pública se rige por las disposiciones establecidas en la Sección Primera del Título II, no hace sino recordar que
éste es un instrumento público protocolar.
Jurisprudencia
Casación N° 1569-2002 (Data 45 0000) Lima Nulidad de acto jurídico 82

Una persona demanda la nulidad de un acto jurídico de compraventa, por haberse efectuado sin que exista poder por parte del transferente del bien.

El juez de primera instancia declaró fundada la demanda. El demandado impugnó el fallo siendo que la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Lima confirmó la
sentencia de primera instancia.

El demandado interpuso recurso de casación, alegando la interpretación errónea del inciso 1 del artículo 219 del Código Civil dado que éste no permite incluir como supuesto la
carencia de facultades del apoderado que interviene en la celebración de un acto jurídico, y la inaplicación de los artículos 152, 197, 949, 1802, 2012, 2014 y 2038 del Código
Civil.

La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República declaró infundado el recurso, exponiendo que el artículo 219, inciso 1 del Código Civil
establece que el acto jurídico es nulo cuando falta la manifestación de voluntad del agente, por lo que la interpretación errónea de una norma de derecho material debe referirse
a que en la sentencia cuestionada se ha recortado o extendido, los alcances de dicha norma o que se ha otorgado un sentido que no tiene. Sin embargo, el recurrente en su
argumentación hace una distinción donde la ley no lo hace y le atribuye al precepto un sentido que textualmente no tiene, y en cuanto a la inaplicación de los artículos 152, 197,
949, 1802, 2012, 2014 y 2038 del Código Civil, se llega a la determinación de que éstas resultan aplicables únicamente en los casos que exista buena fe y probidad por parte de
los contratantes, dado que en la escritura pública de compraventa se halla insertado referencias de la actora; sin embargo, en el poder otorgado por la actora a favor del
codemandado, que tenía el notario en su legajo, aparece marginalmente anotada la revocatoria del mismo, señalando, incluso, su fecha de inscripción. Consecuente con lo
anterior, la aplicación de normas que se dicen inaplicadas, en nada cambiaría el sentido de la decisión, si a ello se agrega que la incongruencia contendía en la anotada escritura es
evidente.

80
SANAHUJA Y SOLER, José Ma. Op cit. Tomo II, p. 226.

81
GONZALES BARRON, Gunther y OCHOA LOPEZ, José. Derecho Notarial. Temas Actuales.
Ediciones Legales. 1ª. Ed. Lima, 2011, p. 39. 82
Ver: Casuística de Jurisprudencia Civil. Op cit pp. 140-1

132
133
Artículo 119.- Poder Fuera de Registro
El poder fuera de registro se rige por las disposiciones a que se refiere el artículo anterior, sin requerir para su validez de su incorporación al protocolo notarial.

Comentario:
Al ser el poder fuera de registro de menor importancia que el poder por escritura pública, la ley no exige su incorporación al protocolo del notario para que éste sea válido.

Artículo 120.- Poder por Carta


El poder por carta con firma legalizada, se otorga en documento
privado, conforme las disposiciones sobre la materia.

Respecto a asuntos inherentes al cobro de beneficios de derechos laborales, seguridad social en salud y pensiones, el poder por carta con firma legalizada tiene
una validez de tres meses para cantidades menores a media Unidad Impositiva Tributaria.

Comentario:
Este tipo de poder se emplea por lo general para el cobro de dinero de pensiones o remuneraciones.

Artículo 121.- Transcripción de normas legales


Cuando en los poderes en escritura pública y fuera de registro, se cite normas legales, sin indicación de su contenido y estén referidas a actos de disposición u
otorgamiento de facultades, el notario transcribirá literalmente las mismas.

Comentario:
El propósito de esta disposición es que el tercero distinto del poderdante y
el apoderado conozca las atribuciones que la ley le confiere a éste.

Artículo 122.- Modalidades de poder por Cuantía


El uso de cada una de estas modalidades de poder estará determinado en razón de la cuantía del encargo.
En caso de no ser éste susceptible de valuación, regirán las normas sobre el derecho común.

Comentario:
La cuantía en función de cada una de las clases de poder es: Hasta ½ UIT Carta poder
Hasta ½ a 1 UIT Poder fuera de registro Más de 1 UIT Poder por escritura pública

Capítulo V
De la nulidad de los instrumentos públicos notariales

Artículo 123.- Definición


Son nulos los instrumentos públicos notariales cuando se infrinjan las disposiciones de orden público sobre la materia, contenidas en la presente ley.

Artículo 123-A.- Nulidad de escrituras públicas y certificaciones de firmas.


Son nulas de pleno derecho las escrituras públicas de actos de disposición o de constitución de gravamen, realizados por personas naturales sobre predios ubicados fuera del
ámbito territorial del notario. Asimismo, la nulidad alcanza a las certificaciones firmas realizadas por el notario, en virtud de una norma especial en los formularios o documentos
privados, sin perjuicio que de oficio se instaure al notario el proceso disciplinario establecido en el título IV de la presente ley. La presente disposición no se aplica al cónsul cuando
se realiza funciones notariales.
Asimismo, la restricción no alcanza a los servicios notariales que utilizan el sistema de identificación de comparación biométrica de las huellas dactilares que brinda el
Registro Nacional de Identificación y Estado Civil – RENIEC. En caso de extranjeros identificados con carné de extranjería, las transacciones o actuaciones pueden
realizarse ante notario de cualquier circunscripción que cuente con acceso a la base de datos de la Superintendencia Nacional de Migraciones.
Los Colegios de Notarios llevarán un registro de los notarios que cuenten con herramientas tecnológicas acreditadas para la plena identificación de las personas naturales
que intervienen en los actos que se refiere el presente artículo y lo publique en su portal institucional (Decreto Legislativo 1310 publicación de fecha 30.12.2016).

Artícul 123-B.- Excepciones a la nulidad prevista en el artículo 123-A


No están sujetos a la nulidad prevista en el artículo 123-A, los siguientes supuestos:
a) Actos de disposición o de constitución de gravamen mortis causa.
b) Actos de disposición o de constitución de gravamen que comprenda predios ubicados en diferentes provincias o un predio ubicado en más de una, siempre que el oficio
notarial se ubique en alguna de dichas provincias.
c) Fideicomiso.
Arrendamiento Financiero o similar con opción de compra. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Comentario:
Artículo 123-A.-La modificación realizada por el artículo 123-A establece que cualquier notario que tenga sistema biométrico de huellas dactilares que brinda el RENIEC o
Migraciones puede realizar escrituras públicas y actos de disposición o de constitución de gravamen fuera del ámbito territorial del notario.
El artículo 123-B establece las excepciones al artículo anterior. Estas modificaciones han sido realizadas por el D.L 1232.

Jurisprudencia
EXP. N.° 01536-2008-PA/TC LIMA
1. Que a mayor abundamiento sobre la pertinencia en la declaratoria de nulidad de las escrituras públicas, tenemos que el artículo 222º del Código Civil establece que “el
acto jurídico anulable es nulo desde su celebración, por efecto de la sentencia que lo declare”. Se tiene así que, en atención al apotegma jurídico “lo accesorio sigue la
suerte del principal”, declarada la nulidad del acto jurídico de compraventa (principal), la consecuencia de ello, será la nulidad también de la escritura pública (accesorio) que
contiene el acto jurídico; por lo que la declaratoria de nulidad de la escritura pública deviene en totalmente legítima.

83
SANAHUJA Y SOLER, José Ma. Op cit p. 475.
84
NERI, Argentino I. Op cit p. 191.

134
135
Artículo 124.- Declaración de Nulidad
La nulidad podrá ser declarada solo por el Poder Judicial, con citación
de los interesados, mediante sentencia firme.

Comentario:
El presente artículo consagra la facultad que el Estado le ha otorgado al notario de dar fe, pues presume la validez del instrumento que hasta que no se haya declarado la
nulidad por el órgano jurisdiccional.

Juriprudencia
Casación N° 2844-2002 LIMA Nulidad de Acto Jurídico (Publicado en el
Diario Oficial El Peruano el 30.6.2003)
…se pretende someter la controversia de Nulidad de Escritura Pública a proceso arbitral, desconociéndose el texto expreso y claro de la Ley del Notariado; Que el
Tribunal Arbitral de la Cámara de Comercio de Lima carece de competencia para declarar la nulidad de una Escritura Pública y menos aún podría aplicar para ese
propósito su Reglamento de Arbitraje; Que el pacto de convenio arbitral al que se refiere la cláusula Cuadragésima quinta del referido instrumento público y, en la cual se apoya
la resolución impugnada, carece de valor y efectos legales por ser contraria al texto claro y expreso de la Ley y a las normas que interesan al orden público;…

Casación N° 003240-2010 HUAURA Obligaciones


SEGUNDO.- El notario público demandado, Enrique Lanegra Arzola, ha deducido Excepción de Prescripción Extintiva, señalando que la escritura pública que se
le atribuye es de fecha siete de junio del año mil novecientos noventa y cuatro, que los demandantes han afirmado que tomaron conocimiento de la misma con fecha veintidós de
enero del año dos mil uno, que tal escritura ha sido declarada nula, que nada impidió que se pudiera acumular la indemnización a la nulidad, y que no existe proceso penal vigente,
pues si bien hubo acusación fiscal, el proceso penal concluyó por resolución número treinta y seis de fecha once de junio del año dos mil siete, al declararse extinguida la acción
penal, por el delito Contra la Fe Pública, en la modalidad de Falsedad Genérica; siendo así, los demandantes pudieron haber actuado desde el inicio del proceso penal en el año
dos mil tres.
Casación N° 1682-2006 Lambayeque (Data 45000) Asunto: Desalojo 85
Los propietarios de un inmueble interponen demanda de desalojo a efectos de que los demandados les restituyan el bien de su propiedad en la medida en que vienen
ocupándolo precariamente, ya que el título que ostentan proviene de una declaración unilateral contenida en una escritura pública de constitución de asociación.

La demanda fue declarada fundada por el juez de primera instancia. La parte demandada impugnó el fallo argumentando que el título que poseen es válido, toda vez que no
se ha declarado su nulidad judicialmente.

La Corte Superior de Justicia de Lambayeque revoca la sentencia apelada y reformándola la declara improcedente, por lo que el demandante interpone recurso de casación
alegando que la Corte Superior no debió soslayar la aplicación del artículo 243 del Código Procesal Civil, declarando de oficio la nulidad de la cláusula sétima de la
escritura pública de constitución de la asociación civil donde se transfiere la propiedad del inmueble sublitis, pues solo se trata de una declaración unilateral que de ninguna
manera constituye título que acredite la propiedad de la demandada.

La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República declara infundado el recurso de casación exponiendo que tratándose de un documento público, aun
cuando se afirme que el mismo es un acto unilateral, por haber transferido los demandados un inmueble que no les pertenecía, a una institución creada por ellos, dicho documento
mantiene su validez mientras no se declare judicialmente su nulidad, la misma que no puede operar de oficio, como pretende la casante, pues para ello se requiere de una
vía más lata en la que se cuente con elementos de juicio necesarios para establecer la configuración de alguna de las causales de nulidad previstas en el artículo doscientos
diecinueve del Código Civil.

Artículo 125.- Eficacia del Documento


No cabe declarar la nulidad, cuando el instrumento público notarial adolece de un defecto que no afecta su eficacia documental.

85
Ver: Casuística de Jurisprudencia Civil. 1ª ed. Gaceta Jurídica. Lima, 2011, p. 134
136
137
Comentario:
Expresa Sanahuja que sería muy perturbador que el más pequeño defecto de una escritura la convirtiera en mera escritura aparente, en nada jurídica. 86

Jurisprudencia
Casación N° 2640-20003-Arequipa (Data 45 000) Asunto: Nulidad de acto jurídico. 87

Una persona demanda la nulidad del acto jurídico de compraventa contenido en la escritura pública, invocando como causal la prevista en el numeral 6 del artículo 219 del
Código Civil, ello en virtud de que el notario no cumplió con insertar en sus conclusiones la fe de entrega del precio del bien, el cual a la fecha no ha sido honrado por el
demandado.

La demanda fue declarada improcedente por el juez de primera instancia. La parte demandante impugnó el fallo por considerar que el juez no valoró que la existir tal defecto
en la escritura pública, el acto contenido también será nulo, siendo que la Tercera Sala Civil Especializada de la Corte Superior de Arequipa confirmó la sentencia de primera
instancia.

El demandante interpone recurso de casación alegando la interpretación errónea del numeral 6 del artículo 219 del Código Civil, norma que sanciona con la nulidad del acto
jurídico cuando éste no reviste la forma prevista por ley, dispositivo que es extensivo al inciso c) del artículo 59 de la Ley del Notariado, D.L. N° 26002, que contiene la
obligación del notario de insertar en la conclusión de la escritura pública la fe de entrega de bienes que se estipulen en el acto jurídico, por lo que al existir dicha omisión el acto
celebrado es nulo; siendo la correcta interpretación en el sentido de considerar el acto jurídico celebrado como nulo, por no revestir la forma prescrita por ley bajo sanción de
nulidad.

La Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de la República declaró infundado el recurso de casación, exponiendo que habiéndose suscrito la
escritura pública que contiene el acto jurídico materia de cuestionamiento, corresponde precisar que si bien el literal c) del artículo 59 de la Ley del Notariado, D.L. N° 26002,
establece que la conclusión de

86
SANAHUJA Y SOLER, José Ma. Op cit p. 475.
la escritura expresará la fe de entrega de bienes que se estipulen en el acto jurídico, su inobservancia solo acarrearía la nulidad de dicho instrumento público notarial,
subsistiendo el acto jurídico contenido en él, ello en atención no solo a lo previsto en el artículo 144 del Código Civil, sino también a lo preceptuado en el artículo 123 del D.L.
N° 26002.

Artículo 126.- Aplicación en la Declaración de Nulidad


En todo caso, para declarar la nulidad de un instrumento público notarial, se aplicarán las disposiciones del derecho común.

Comentario:
La ley remite al Código Civil.

Título III
De la organización del notariado
Capítulo I
Del distrito notarial

Artículo 127.- Definición


Se considera distrito notarial a la demarcación territorial de la República en la que ejerce competencia un colegio de notarios.

Comentario:
Explica Gonzales Barrón que las demarcaciones territoriales coinciden normalmente con aquéllas que corresponden al Poder Judicial. Y es que el origen de esta identidad
geográfica se halla en que por tradición histórica e notariado se encontraba vigilado por el órgano jurisdiccional, por lo que resultaba necesario que existiera coincidencia
territorial entre ambos entes 88.

Artículo 128.- Número de Distritos Notariales


Los distritos notariales de la República son veintidós con la demarcación territorial establecida.

Comentario:
El inconveniente con este artículo es que si se crea en el futuro un nuevo distrito notarial, habrá que modificar la ley cada vez que aquello ocurra.

Capítulo II
De los Colegios de Notarios

Artículo 129.- Definición


Los colegios de notarios son personas jurídicas de derecho público, cuyo funcionamiento se rige por Estatuto que deberá ceñirse a la presente Ley y su
Reglamento (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Comentario:
La modificación de este artículo en el D.L 1232 establece que el Estatuto de cada Colegio de Notarios debe ceñirse a la presente ley. Debemos precisar, sin embargo, que varios
Colegios de Notarios no tienen estatuto propio, y aplica supletoriamente el Estatuto Único de los Colegios de Notarios D.S 009-97-JUS. Esto plantea un problema, ya que el estatuto
mencionado se encuentra desactualizado respecto al articulado del Decreto Legislativo 1049.

La sentencia del Tribunal Constitucional declaró infundada la demanda respecto de este artículo.

37. Los demandantes han planteado la inconstitucionalidad del artículo 129º del Decreto Legislativo Nº 1049, que establece lo siguiente:

Artículo 129.- Definición


Los colegios de notarios son personas jurídicas de derecho público, cuyo funcionamiento se rige por Estatuto Único.

38. Los demandantes argumentan que una interpretación conforme a la Constitución debiera significar que cuando el artículo 129º del Decreto Legislativo Nº 1049
alude a la existencia de un Estatuto Único, se está refiriendo a normas generales que deben ser desarrolladas, complementadas y aprobadas finalmente, por el propio Colegio
de Notarios de la respectiva jurisdicción. De otro lado, incluye normas que se sugieren, proponen, pero que no definen con precisión el contenido de la autonomía organizativa
de los colegios de notarios. Sin embargo, esto último no lo dice dicho artículo 129º por lo que es preciso que se determine la adecuada interpretación que debe corresponder a
este artículo.

39. Por su parte, el demandando sostiene que es constitucional la exigencia de la formulación de un estatuto único de los Colegios de Notarios, pues dicho estatuto es
importante para coadyuvar a la expansión de la seguridad jurídica, evitando diferentes formas de funcionamiento, que podría generar un caos organizacional.
40. Sobre el particular, el Tribunal Constitucional estima que el artículo 129º del Decreto Legislativo Nº 1049 debe ser interpretado en sentido conforme con la
Norma Fundamental, tal como lo exige la Segunda Disposición Final de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional N.º 28301, que establece lo siguiente: “Los Jueces y
Tribunales sólo inaplican las disposiciones que estimen incompatibles con la Constitución cuando por vía interpretativa no sea posible la adecuación de tales normas al
ordenamiento constitucional”.

41. En tal forma, el artículo 129º que establece que “Los colegios de notarios son personas jurídicas de derecho público, cuyo funcionamiento se rige por Estatuto
Único”, debe ser interpretado en el sentido de que el Estatuto Único al que se hace mención esta referido al que debe poseer cada uno de los colegios de notarios, es
decir, que cada colegio de notarios debe establecer sus normas básicas de funcionamiento en su propio Estatuto. Debe descartarse, por tanto, el sentido interpretativo
conforme al cual conjuntamente, todos los colegios de notarios deben poseer un Estatuto Único toda vez que conforme al artículo 20º de la Constitución (los colegios
profesionales son instituciones autónomas con personalidad de derecho público), cada colegio profesional goza de autonomía, no habiendo establecido nuestra Norma Suprema
que la unión o Junta de determinados colegios profesionales es la que debe gozar de autonomía, de modo que no cabe distinguir allí donde la propia Constitución no lo ha
hecho. Cada colegio profesional goza de autonomía y en tanto órgano autónomo debe autoorganizarse mediante su propio estatuto. Si existe un colegio profesional de alcance
nacional, regional o departamental, ello dependerá de la norma infraconstitucional de creación, pero en tanto colegio profesional reconocido cada uno de ellos posee autonomía
administrativa, económica y normativa.

42. En consecuencia, debe declararse infundada la demanda por el fondo en cuanto al cuestionamiento del artículo 129º del Decreto Legislativo N.º 1049, el que debe
entenderse en el sentido interpretativo expuesto en el parágrafo precedente.

43. Por iguales razones a las expresadas es que debe procederse a la interpretación conforme de la Segunda Disposición, Complementaria, Transitoria y Final del
Decreto Legislativo N.º 1049.

Artículo 130.- Atribuciones y Obligaciones.


Corresponde a los colegios de notarios:

a) Vigilar directamente el cumplimiento de las leyes y reglamentos que regulen la función notarial.
b) Velar por el decoro profesional y el cumplimiento de la presente Ley, las normas reglamentarias y conexas, el Colegio de Ética del notariado y el Estatuto del Colegio.
c) Ejercer la representación gremial de la orden.
d) Promover la eficacia de los servicios notariales y la mejora del nivel profesional de sus miembros.
e) Llevar un registro actualizado de sus miembros que incluya la información prevista en el artículo 14, los principales datos del notario, de su oficio notarial y
de las licencias concedidas, así como cualquier otra información, que disponga el Consejo del Notariado. Los datos contenidos en este registro pueden ser total o
parcialmente publicados por medios telemáticos, a efectos de brindar información a la ciudadanía, la información actualizada a la que se refiere el presente
artículo, debe ser remitida al Consejo del Notariado para su incorporación al Registro Nacional de Notarios, bajo responsabilidad de los miembros de la Junta
Directiva del Colegio de Notarios.
f) Convocar a concurso público para la provisión de vacantes en el ámbito de su demarcación territorial y cuando así lo determine el Consejo del Notariado,
conforme a lo previsto en la presente ley.
g) Emitir los lineamientos y establecer los estándares mínimos para la infraestructura física y tecnológica de los oficios notariales.
h) Verificar el cumplimiento de los lineamientos y estándares mínimos previstos para la insfraestructura física y tecnológica de los oficios notariales.
i) Generar una interconexión telemática que permita crear una red notarial a nivel nacional y faculte la interconexión entre notarios, entre estos y sus colegios
notariales, así como entre dichos colegios y la Junta de Decanos de los colegios de notarios del Perú.
j) Absolver las consultas y emitir informes que le sean solicitados por los poderes públicos, así como absolver las consultas que le sean formuladas por sus
miembros.
k) Establecer el régimen de visitas de inspección ordinarias anuales y extraordinarias respecto a los oficios notariales de su demarcación territorial.
l) Autorizar las vacaciones y licencias de sus miembros
m) Autorizar el traslado de un notario a una provincia del mismo distrito notarial, con el objeto de autorizar instrumentos, en el caso de vacancia o ausencia de
notario. Si dicho traslado no se autoriza dentro del plazo de 15 días contados a partir de producida la vacancia o ausencia, el Consejo del Notariado lo dispone con
conocimiento del colegio de notarios correspondiente.
n) Supervisar que sus miembros mantengan los requisitos señalados en el artículo 10 de la presente ley.
o) Aplicar las sanciones previstas en la ley.
p) Velar por la integridad de los archivos notariales conservados por los notarios en ejercicio, disponiendo su digitalización y conversión a micro formas
digitales de conformidad con la ley de la materia, así como disponer la administración de los archivos del notario cesado, encargándose del oficio y cierre de sus
registros.
q) Autorizar, regular, supervisar y registrar la expedición del diploma de idoneidad a que se refiere el literal b) del artículo 4 del Decreto Legislativo 681.
r) Cerrar los registros del notario sancionado con suspensión y la designar al notario que se encargue del oficio en tanto dure dicha sanción.
s) Ejercer las demás atribuciones que le señale la presente ley, el Estatuto del Colegio y las demás normas complementarias.
t) Remitir al Consejo del Notariado, en la periodicidad y la forma que disponga la Presidencia de dicho Consejo, la información referida a las denuncias y
procedimientos disciplinarios iniciados contra los miembros de su orden, en el ejercicio de su función notarial.
u) Cumplir y hacer cumplir de las disposiciones del Consejo del Notariado, bajo responsabilidad de los miembros de la Junta Directiva. (Decreto Legislativo 1232
publicación de fecha 26.09.2015).

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Arts. 6 y 7

Comentario:
Se ha agregado algunas atribuciones y obligaciones adicionales a partir los incisos q) a u) establecidos en el D.L 1232, que están referidos a los archivos notariales, a las sanciones de
los notarios y a la obligación de acatar las disposiciones del Consejo del Notariado.

Artículo 131.- Asamblea General


La asamblea general, conformada por los miembros del colegio, es el órgano supremo del Colegio y sus atribuciones se establecen en el estatuto.

Comentario:
Siendo el colegio una persona jurídica, la asamblea general es el órgano máximo.
Artículo 132.- De la Junta Directiva y el Tribunal de Honor
El colegio de notarios será dirigido y administrado por una junta directiva, compuesta por un decano, un fiscal, un secretario y un tesorero. Podrá establecerse los
cargos de vicedecano y vocales.
Asimismo, el colegio de notarios tendrá un Tribunal de Honor compuesto de tres miembros que deben ser notarios que no integren simultáneamente la
junta directiva, pudiendo convocar notarios de otros distritos en tanto sean elegidos por la asamblea general. El Tribunal de Honor se encargará de conocer y resolver las
denuncias y procedimientos disciplinarios en primera instancia. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Comentario:
En la modificación del D.L 1232 ya no se incluye como posibilidad que conformen el Tribunal de Honor profesionales del derecho que no sean notarios.
Señala Gonzales Barrón que el procedimiento disciplinario anterior reconocía que la primera instancia para juzgar el cumplimiento o no de los deberes funcionales del notario lo era
la junta directiva o la asamblea general del Colegio de Notarios respectivo, según la gravedad de la falta. Añade que la situación traía como consecuencia que la asamblea general
actuara imperfectamente como “jurado”, pues si bien había un grupo de personas – notarios – reunidos para votar a mano alzada sobre la sanción o no de un colega, sin embargo, ante
ella no se valoraba ni discutía la prueba actuada en el procedimiento, y solo se limitaba a votar a mano alzada. Por tal razón, su constitucionalidad, dice Gonzáles, era bastante dudosa
en cuanto se podía imponer una sanción sin debate probatorio y, peor todavía, sin motivación sobre los hechos y el derecho aplicable. Siendo ellos así, la nueva ley establece un
sistema garantista, por el cual la primera instancia del procedimiento disciplinario lo constituye el Tribunal de Honor, conformado por tres notaros y/o abogados de reconocido
prestigio moral y profesional.

Artículo 133.- Elección de la Junta Directiva y Tribunal de Honor.


Los miembros de la junta directiva son elegidos en asamblea general, mediante votación secreta, por mayoría de votos y mandato de dos años. En la misma
forma y oportunidad, se elegirá a los tres miembros titulares del Tribunal de Honor, así como a los tres miembros suplentes que sólo actuarán en caso de
abstención y/o impedimento de los titulares. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Comentario:
Cuando este artículo señala “mayoría de votos” debe entenderse en el sentido de mayoría relativa.

89
GONZALES BARRON, Gunther y OCHOA LOPEZ, José . Op cit p.41
Artículo 134.- Ingresos de los Colegios de Notarios Constituyen ingresos de los colegios:

a) Las cuotas y otras contribuciones que se establezcan conforme a su estatuto.


b) Las donaciones, legados, tributos y subvenciones que se efectúen o constituyan a su favor; y,
c) Los provenientes de la autorización y certificación de documentos, en ejercicio de las funciones establecidas según los artículos 61, 62 y 89 de la presente norma.

Comentario:
Los ingresos de los colegios, se colige del presente artículo, no pueden repartirse entre sus miembros.

Capítulo III:
De la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú
Artículo 135.-Definición
Los colegios de notarios forman un organismo denominado Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú, que coordina su acción en el orden interno y
ejerce la representación del notariado en el ámbito internacional.

Comentario:
La Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú hace las veces de una federación de colegios de notarios.

Artículo 136.- Integrantes de la Junta de Decanos


La Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú se integra por todos los decanos de los colegios de notarios de la República, tiene su sede en Lima, y la
estructura y atribuciones que su estatuto aprobado en asamblea, determinen.

Comentario:
Que este artículo establezca que la sede de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú se halla en Lima, podría hacer pensar que se refuerza el centralismo
en perjuicio de las provincias.

Artículo 137.- El Consejo Directivo


El consejo directivo estará compuesto por un presidente, tres vicepresidentes, elegidos entre los decanos del Norte, Centro y Sur de la República, un
secretario y un tesorero. La presidencia del Consejo Directivo recae en el Decano del Colegio de Notarios con mayor número de agremiados. (Decreto Legislativo
1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Comentario:
La modificación que establece el D.L 1232 a este artículo radica que la Presidencia del Consejo Directivo de la Junta de Decanos de los Colegio de Notarios del Perú recae en el
Decano del Colegio de Notarios de Lima que es el Colegio con mayor número de agremiados

Artículo 138.- Fines de la Junta de Decanos


La Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú, orientará su acción al cumplimiento de los fines institucionales, promoverá la realización de
certámenes nacionales e internacionales para el estudio de disciplinas jurídicas vinculadas al notariado, a la difusión de los principios fundamentales del sistema
de notariado latino, pudiendo editar publicaciones orientadas a sus fines, además de cumplir las funciones que la ley, los reglamentos y su estatuto le asigne.

Comentario:
Hubiese sido bueno que se agregara que promover la práctica de conductas
éticas, es también es uno de los fines.

Artículo 139.- Ingreso de la Junta de Decanos Constituyen ingresos de la Junta:

a) Las cuotas y otras contribuciones que establezcan sus órganos conforme a su estatuto.
b) Las donaciones, legados, tributos y subvenciones que se efectúen o constituyan a su favor.
c) Los ingresos por certificación de firma de notarios y otros servicios
que preste de acuerdo a sus atribuciones.
Comentario:
Siendo la lista es cerrada, la ley debería añadir un inciso que señale “y
otros que puedan crearse”.
Capítulo IV
Del Consejo del Notariado

Artículo 140.- Definición


El Consejo del Notariado es el órgano del Ministerio de Justicia que ejerce la supervisión del notariado.

Comentario:
El hecho que el notariado sea autónomo, no significa de manera alguna que forme parte del aparato público del Estado. El Consejo del Notariado es tan solo el ente
supervisor.

Artículo 141.- Conformación del Consejo del Notariado


El Consejo del Notariado se integra por los siguientes miembros:

a) El Ministro de Justicia o su representante, quien lo presidirá. En caso de nombrar a su representante, éste ejercerá el cargo a tiempo completo.
b) El Fiscal de la Nación o el Fiscal Supremo Superior, a quien delegue.
c) El Decano del Colegio de Abogados de Lima o un miembro de la junta directiva a quien delegue.
d) El presidente de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú o un miembro del consejo directivo a quien delegue; y,
e) El Decano del Colegio de Notario o un miembro de la junta directiva a quien delegue.
El Consejo contará con el apoyo y asesoramiento de una secretario técnico, así como el apoyo administrativo que el Ministerio de Justicia le brinde.

Comentario:
Si el Consejo del Notariado es el ente que representa al Poder Ejecutivo, ¿por qué la ley establece a Fiscal de la Nación como uno de sus miembros?

Artículo 142.- Atribuciones del Consejo del Notariado.


Son atribuciones del Consejo del Notariado:

a) Ejercer la vigilancia de los colegios de notarios respecto al cumplimiento de sus obligaciones.


b) Ejercer la vigilancia de la función notarial, con arreglo a esta ley y normas reglamentarias o conexas. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

c) Proponer los reglamentos y normas para el mejor desenvolvimiento de la función notarial.


d) Aprobar directivas de cumplimiento obligatorio para el mejor desempeño de la función notarial y para el cumplimiento de las obligaciones de los
colegios de notarios, en el ejercicio de la función notarial. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).
e) Vigilar el cumplimiento del reglamento de visitas de inspección a los oficios notariales por los colegios de notarios.
f) Establecer la política de inspecciones opinadas e inopinadas a los oficios notariales y colegios de notarios. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha
26.09.2015).
g) Resolver en última instancia, como tribunal de apelación, sobre las decisiones de la junta directiva de los colegios de notarios relativas a la supervisión de la
función notarial.
h) Resolver en última instancia como tribunal de apelación, sobre las decisiones del Tribunal de Honor de los colegios de notarios relativos a asuntos disciplinarios.
i) Designar al presidente del jurado de los concursos públicos de méritos para el ingreso a la función notarial conforme al artículo 11 de la presente ley.
j) Decidir la provisión de plazas notariales a que se refiere el artículo 5 de la presente ley.
k) Solicitar al colegio de notarios la convocatoria a concursos públicos de méritos o convocarlos, conforme a lo previsto en la presente ley.
l) Recibir quejas o denuncias sobre irregularidades en el ejercicio de la función notarial y darles el trámite que corresponda.
m) Recibir las quejas o denuncias sobre el incumplimiento de las obligaciones por parte de los integrantes de la junta directiva y del Tribunal de Honor de los
colegios de notarios, y darles el trámite correspondiente a una denuncia por incumplimiento de la función notarial. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha
26.09.2015).
n) Llevar un registro actualizado de las juntas directivas de los colegios de notarios y el registro nacional de notarios.
o) Absolver las consultas que formulen los poderes públicos, así como las juntas directivas de los colegios de notarios, relacionadas con la función notarial.
p) Supervisar la utilización del papel seriado y del papel notarial que administran los colegios de notarios.
q) Ejercer las demás atribuciones que señale la ley y normas reglamentarias o conexas. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Artículo 142-A.- Atribuciones del Presidente del Consejo del Notariado.


Son atribuciones del Presidente del Consejo del Notariado.
a) Dirigir el equipo técnico y administrativo en las funciones y atribuciones asignadas al Consejo del Notariado.
b) Representar al Consejo del Notariado ante los órganos competentes y en los actos públicos correspondientes.
c) Proponer al Consejo del Notariado un plan de trabajo anual respecto a la vigilancia de la función notarial, con arreglo a esta ley y normas reglamentarias o
conexas.
d) Convocar al Consejo para llevar a cabo las sesiones de trabajo según corresponda.
e) Proponer ante el Consejo del Notariado los temas de agenda para las sesiones de trabajo y las mejoras institucionales para el cumplimiento de sus atribuciones.
f) Planificar, dirigir y disponer la realización de supervisiones a nivel nacional a los colegios de notarios y a los oficios notariales.
g) Planificar, dirigir y disponer la realización de inspecciones opinadas e inopinadas a los oficios notariales y a los colegios de notarios, pudiendo designar a las
personas o instituciones para tal efecto.
h) Proponer normas y directivas para el mejor desarrollo de las funciones y atribuciones de la función notarial y del Consejo del Notariado. (Decreto Legislativo
1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Comentario:
En este artículo se han modificado los incisos b), d), f), m) y q), referidos a la vigilancia de la función notarial que revisa el Consejo del Notariado las visitas opinadas e inopinadas,
las quejas y denuncias contra las Juntas Directivas y Tribunales de Honor.
En el artículo 142-A.- se establece 8 atribuciones al Presidente del Consejo del Notariado respecto al funcionamiento de este organismo colegiado.

La sentencia del Tribunal Constitucional declaró infundada la demanda respecto de este artículo.

44. Los demandantes han planteado la inconstitucionalidad del artículo 142º del Decreto Legislativo Nº 1049, que establece lo siguiente:

Artículo 142.- Atribuciones del Consejo del Notariado Son atribuciones del Consejo del Notariado:
b) Ejercer la vigilancia de la función notarial, con arreglo a esta ley y normas reglamentarias o conexas, a través del colegio de notarios, sin perjuicio de su
intervención directa cuando así lo determine.
c) Proponer los reglamentos y normas para el mejor desenvolvimiento de la función notarial.
d) Aprobar directivas de cumplimiento obligatorio para el mejor desempeño de la función notarial y para el cumplimiento de las obligaciones de los colegios de notarios
(…).
f) Realizar visitas de inspección opinadas e inopinadas a los oficios
notariales, pudiendo designar a personas o instituciones para tal efecto.

45. Los demandantes sostienen que el artículo 142º del Decreto Legislativo N° 1049, es inconstitucional por vulnerar la autonomía normativa de colegios profesionales como los
de notarios pues establece que un ente estatal como el Consejo del Notariado puede expedir directivas o disposiciones de cumplimiento obligatorio que las Juntas
Directivas de los Colegios de Notarios sólo deben limitarse a acatar.

46. El emplazado, por su parte, sostiene que es constitucional el inciso


d) del artículo 142° del Decreto Legislativo N° 1049 pues su finalidad no es en absoluto regular las funciones notariales ni el protocolo notarial sino solo coadyuvar a la
función de supervisión del Estado mediante directivas.

47. Sobre el particular, este Colegiado estima que, al igual que el pronunciamiento sobre el artículo 129º del Decreto Legislativo Nº 1049, deben interpretarse los
incisos b), c), d) y f) del artículo 142º, así como los artículos 144º, 147º y 149º, incisos c), d) y g), en un sentido conforme con la Constitución. En efecto, no es
inconstitucional que el legislador haya establecido que el Consejo del Notariado, en tanto órgano del Ministerio

148
149
de Justicia que ejerce la supervisión del notariado, proponga reglamentos o normas para el mejor desenvolvimiento de la función notarial, que apruebe directivas de
cumplimiento obligatorio para el mejor desempeño de dicha función o realice vigilancia de la función notarial, siempre y cuando dichas normas y directivas no
desnaturalicen la garantía institucional de autonomía de la que gozan los colegios profesionales. Debe entenderse que dichas directivas del Consejo del Notariado deben
coadyuvar, colaborar o encontrarse estricta y únicamente vinculadas con la labor de supervisión del notariado (artículo 140º), mas no referidas a aquellas atribuciones y
obligaciones que le correspondan a los colegios de notarios en ejercicio de su autonomía.

48. En consecuencia, debe declararse infundada la demanda por el fondo en cuanto al cuestionamiento de los incisos b), c), d) y f) del artículo 142º, así como de los
artículos 144º, 147º y 149º, incisos c), d) y g), del Decreto Legislativo Nº 1049, los mismos que deben entenderse en el sentido interpretativo expuesto en el parágrafo
precedente.

Artículo 143.- Ingresos del Consejo del Notariado.


Constituyen ingresos del Consejo del Notariado:
a) Los que generen.
b) El 25% del precio del venta de papel seriado que expendan los colegios de notarios. (DECLARADO
INCONSTITUCIONAL POR SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PUBLICADO EL
30.09.2010).
c) El 30% de lo recaudado por los Colegios de Notarios de la República, por concepto de derechos que abonen los postulantes en los concursos públicos de méritos de
ingreso a la función notarial. (DECLARADO INCONSTITUCIONAL POR SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PUBLICADO EL 30.09.2010).
d) Las donaciones, legados y subvenciones que se efectúen o constituyan a su favor; y,
e) Los recursos que el Estado le asigne.

Comentario:
Las modificaciones realizadas el artículo 143 sobre ingresos al Consejo del Notariado se establece la Inconstitucionalidad establecidas por el Tribunal Constitucional de acuerdo a los
porcentajes que le correspondían al Consejo por el precio de venta del papel seriado y los derechos que abonen los postulantes en los concursos públicos de méritos de ingresos a la
función notarial.

Título IV
De la vigilancia del notariado

Capítulo I
De la responsabilidad en el ejercicio de la función

Artículo 144.- Definición


El notario tiene responsabilidad administrativa disciplinaria por el incumplimiento de esta ley, normas conexas y reglamentarias, estatuto y decisiones dictadas
por el Consejo del Notariado y colegio de notarios respectivo.

Comentario:
¿En qué consiste la responsabilidad disciplinaria del notario? Gattari la define como aquélla en que incurre el notario cuando, por infringir normas profesionales, éticas y
deontológicas, produce daños que la ley castiga para mantener el orden exterior e interior y la imagen ideal del oficial público, del servicio y del cuerpo 90. Mientras que
Giménez-Arnau afirma que “es la que se deriva del quebrantamiento de normas reglamentarias”. Y el profesor Sanahuja y Soler sostiene que la responsabilidad disciplinaria se
exige por el superior en la escala jerárquica y es de medios ejecutivos y rápidos y para que se mantenga en todo tiempo la normalidad orgánica 91.

Artículo 145.- Responsabilidades


El notario es responsable, civil y penalmente, de los daños y perjuicios que, por dolo o culpa, ocasiones a las partes o terceros en el ejercicio de su función.

Comentario:
¿Cuál es la naturaleza jurídica de la responsabilidad civil del notario? La cuestión pasa por dilucidar cuál es la naturaleza jurídica de la relación entre el notario y su cliente.

Explica el profesor Savransky que cuando un particular acude al notario para requerir sus servicios profesionales y éste acepta, surgen obligaciones recíprocas para ambas
partes. Pues a la prestación de los servicios profesionales, señala, habrá de corresponder una contraprestación consistente en el pago de honorarios 92.

Observemos cómo hoy en día es tratada la responsabilidad civil de los profesionales en lo concerniente a su naturaleza jurídica: hay que determinar los elementos de juicio
que se han tenido en cuenta para establecer frente a qué tipo de responsabilidad civil nos encontramos 93.

Para Gatari, habrá responsabilidad civil cuando el notario faltando a los deberes propios de su actividad, incumpliere obligaciones que tengan origen convencional o legal por
acción u omisión, culposa o dolosa, productora de un daño que le sea imputable según las reglas de la causalidad.

El notario argentino Neri define la imputabilidad del notario: “El principio general de la estabilidad social es la responsabilidad. Todo individuo es responsable de los actos
que ejecuta. Y lo es, desde que tales actos son típicamente personales y porque tiene en su contra la presunción de haberlos querido realizar. Si tales actos lesionan
jurídicamente, el Estado impone el correctivo: la pena 94”.

Comenta Pérez Fernández del Castillo que ya desde la Tercera de las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio se imponía como castigo a los escribanos que no cumplían con
veracidad su oficio: Falsedad hecha por escribano de la corte del Rey en carta, o en privilegio, debe morir por ello... y si el escribano de ciudad, o de villa, hiciere alguna carta
falsa o asentara alguna falsedad en juicio en los pleitos que le mandasen escribir, débenle cortar la mano, con que la hizo y tenerle por malo, de manera que no pueda ser
testigo, ni tener ninguna honra mientras viviere. Añade que el notario tiene una gran responsabilidad que se fortalece conforme sus obligaciones aumentan. Comparando las
funciones del notario latino con la del anglosajón, dice Pérez que el primero es un profesional del Derecho que realiza una función pública; escucha a las partes; interpreta su
voluntad y las aconseja; examina la legalidad de los títulos y capacidad de los contratantes; prepara y redacta

90
SAVRANSKY, Moisés Jorge. Función y responsabilidad notarial. Abeledo-Perrot. Argentina,
1962, pp. 117-123.
91
OLENKA WOOLCOTT OYAGUE. La responsabilidad civil de los profesionales. ARA Editores. Lima, 2002 PP. 339-340.
el instrumento; lo lee; lo explica; lo autoriza y reproduce; lo inscribe en el Registro; conserva la matriz en su protocolo. El incumplimiento, negligencia o ilicitud de estas
actividades, le acarreará responsabilidad. En cambio el segundo, anota, no es un profesional del Derecho, ya que para el ejercicio de la función no requiere título de abogado.
No realiza una función pública; no examina la legalidad del negocio jurídico ni redacta el instrumento (pues carece de preparación jurídica: se limita tan sólo a ratificar las firmas,
pasando por alto el contenido del acto); no cuenta con un protocolo donde se asienten los originales y, por ende, no existe matriz ni posibilidad de reproducir el instrumento.
El cargo es temporal y no vitalicio. Estas razones explican el hecho frecuente de hallar en los Estados Unidos al encargado de una farmacia fungiendo de notary public.
Comenta Pérez que debido al sistema de responsabilidad en que se apoya el notario en México, se puede concluir que al escritura y el acta notarial responden plenamente a las
necesidades y a la realización de los valores de justicia, equidad, seguridad jurídica y certeza. En el sistema mexicano, el notario en ejercicio de sus funciones puede
incurrir en responsabilidad civil, penal, colegial y administrativa. Esta última se subdivide en las derivadas de la Ley del Notariado mexicana y otras leyes administrativas. La
penal puede ser de orden común y fiscal 95.

El ilustre jurista argentino Alberto Bueres, realiza un enfoque ontológico de la responsabilidad notarial 96. Desde esta perspectiva, señala Bueres: “El notario puede incurrir
en responsabilidad contractual o extracontractual en vista del pluralismo de relaciones jurídicas que puede tener génesis en su actividad”. Explicando la postura
extracontractualista, señala que un sector de la doctrina argentina considera que las obligaciones del notario tienen por causa eficiente la ley. Por tanto, el deber reparatorio
del notario debe ser situado en la esfera aquiliana.

Ahora bien, cuáles son los presupuestos de la responsabilidad del notario. Siempre según Bueres, los presupuestos del deber reparatorio notarial son los que de ordinario se
verifican en las dos órbitas de responsabilidad 97.

92
NERI, Argentino I. Op. cit., p. 210
93
PEREZ FERNÁNDEZ DEL CASTILLO, Bernardo. Derecho Notarial. Ed. Porrúa. México,
2001, pp. 379-380.
94
BUERES, Alberto J. Responsabilidad civil del escribano. Editorial Hammurabi S.R.L. Buenos
Aires, 1984, pp. 35-6.
95
BUERES, Alberto J. Op. cit., pp. 43-6.

a. En primer término, condición sine qua non es que exista una acción, sea que se le enfoque de manera autónoma o que le subsuma en otro de los presupuestos.
Se entiende por acción a “la conducta humana (dañosa), voluntaria o involuntaria, del sujeto de Derecho”. O sea, aquélla que se refleja como emanación de su
personalidad y que posee –de acuerdo a la terminología de Jiménez de Asúa- mismidad, atribuibilidad en relación con el sujeto que realiza la conducta.

b. Ha de existir antijuricidad (o ilicitud objetiva).

c. Debe irrogarse daño patrimonial o moral a la víctima. Tal daño deberá ser cierto, personal y subsistente, y ha de estar referido a un interés amparado por el Derecho.

d. Se configurará una relación de causa a efecto con una función doble. Por un lado, el vínculo permite imputar física y materialmente el daño del sujeto y dejar, así, al
descubierto la existencia de autoría (imputatio facti). Por otro lado, la relación causal es fundamental para medir la extensión del resarcimiento en base a la previsibilidad
abstracta o pronóstico objetivo 98.

e. Habrá de concurrir un criterio legal de imputación (imputatio juris) que puede ser subjetivo (culpa o dolo) u objetivo (riesgo).

Concluye Bueres diciendo que desde una perspectiva espiritualista o sociologista puede establecerse una análisis pormenorizado de las categorías subjetivas de culpa y
dolo. Así, la culpa implica la causación de un perjuicio por negligencia, impericia o imprudencia, mientras que el dolo (in solvendo y delictual), exige la voluntad consciente - o
deliberada- de provocar un resultado de antijuricidad.

Responsabilidad Civil

¿Cuál es la naturaleza jurídica de la responsabilidad civil del notario? La cuestión pasa por dilucidar cuál es la naturaleza jurídica de la relación entre
el notario y su cliente. El profesor Savransky 99 nos puede dar luces para hallar la respuesta.

Explica este autor que cuando un particular recurre al notario para requerir sus servicios profesionales y éste acepta, surgen obligaciones recíprocas para ambas partes.
Pues a la prestación de los servicios profesionales, señala, habrá de corresponder una contraprestación consistente en el pago de honorarios. Luego, se configura una especie
de relación entre el notario y su cliente, materializada en un vínculo contractual. Al respecto, y refiriéndose a los componentes clásicos de la actividad del notario, dice
Aubert: “Les composantes classiques de l’activité du notaire. Le schema, malgré les défauts, qui lui sont inhérents, est ici nécessaire. Le plus souvent, le notaire remplit son office
apres que son client soit venu le trouver pour requérir son intervention. Mais il se peut que, soit ab initio, soit, surtout, dans le prolongement d’une intervention reclamee, le
notaire agissse spontaneament dans l’interet d’un client. Dans une autre perspective, le notaire se trouve généralement requis d’exercer les fonctions que la loi, son statut, lui
confere specifiquement. Mais il se peut aussi qu’il soit investi d’une mission plus determinee et detaillee par son client: par exemple, mission de’obtenir une hypothique de
premier rang, ou encore mission de negocier une affaire determine. Dans une autre perspective, le notaire se trouve generalement requis d’exercer les fonctions que la loi, son
statut, lui confiere spécifiquement. Mais il se peut aussi qu’il soit investi d’une mission plus determinée et détaillee par son client: par exemple, mission de’obtenir une
hypotheque de premier rang, ou encore mission de négocier une affaire déterminee. Ces observations tres sommaires permettent de faire apparaitre quatre techniques
juridiques qui ont vocation a soustendre l’activite du notaire: le mandat et la gestion d’affaires, qui sont deux techniques tres speciales; le contrat -celui-ci etant qualifié sui
generis (faute de mieux!) - le statut légal 100”. Dice Savransky que la polémica entre los juristas clásicos proviene del Derecho romano y de su juicio de los contratos de trabajo
y mandato. En un comienzo, comenta, se consideró que a las profesiones intelectuales no les podía corresponder el contrato de locación de servicios. Ello en razón de
consideraciones de los jurisconsultos romanos, tales como que contratar la prestación de servicios intelectuales por medio del pago de un precio en dinero resultaba vejatorio
96
Bueres explica que el pronóstico objetivo supone un cálculo referido a la previsibilidad del hombre medio. Se concreta mediante un juicio ex post facto de probabilidades o de notable regularidad (prognosis póstuma).
97
SAVRANSKY, Moisés Jorge. Función y responsabilidad notarial. Abeledo-Perrot. Argentina,
1962, pp. 117-123.
100
AUBERT, Jean-Luc. Responsabilité professionelle des notaires. Euvreux (Eure), 1977, p.33.

154
155
de la dignidad profesional. Ya desde el Derecho romano clásico se defendía la idea que el mandato era un contrato gratuito. Luego, surge la pregunta:
¿cómo se justificaba la percepción de los honorarios? La doctrina francesa (Pothier, Duranton) postulaba que la relación entre profesional y cliente era de mandato
representativo y fundamentaba el pago del precio en la naturaleza de los servicios. Ergo, cuando éstos eran producto de la afectación intelectual para la consecución de los
fines contratados, se le reconocía al profesional la facultad de reclamar en sede judicial el precio pactado. Empero, Savransky objeta esta postura. Señala que son notorias las
diferencias entre el mandato y la actividad profesional. El primero, se caracteriza por la función representativa. En cambio, cuando el cliente acude al notario para requerir sus
servicios profesionales, no es correcto hablar de mandato y, por ende, de representación. Es que el notario no representa a su cliente: se atiene a hacer efectivo lo contratado.
Y extrae una conclusión: “Por ello debemos abandonar la posición de considerar al escribano y su cliente unidos por un mandato. Pero, debemos abandonar al mismo
tiempo el prejuicio de considerar atentatorio de la dignidad notarial, el contrato de locación de trabajo”. Agrega que la más moderna doctrina 101 reconoce que en absoluto
puede considerarse el profesional afectado por un contrato de locación de servicios o de obra, ya que así como el trabajo manual puede ser contratado por medio del pago de un
precio en dinero, el trabajo intelectual puede serlo de la misma manera. (El BGB legisla en este sentido: artículos 662 y 675). De igual parecer se muestra Bueres: “Estimamos
que el notario no puede ser catalogado como locador de servicios ya que él no es un subordinado del cliente”.Y agrega que cuando se alude al nexo de subordinación no se está
haciendo referencia a la dependencia económica, sino que se pone el acento en la subordinación jurídica 102. Savransky se aparta de las teorías de Pont 103 (que ve en la relación
notario-cliente un mandato legal), y de Sainctelette104 (ve un mandato oneroso). Es decir, el notario, al fijar las condiciones de la escrituración con su cliente, se compromete
a un resultado material (el instrumento), con una retribución de por medio en relación al resultado prometido. Por tanto, las obligaciones del notario son de resultado. Bueres
señala que en las obligaciones de resultado la prueba del incumplimiento
objetivo (por parte del acreedor) descarta la culpa del solvens, la deja fuera de cuestión. Ergo, éste sólo podrá liberarse de responsabilidad probando el caso fortuito lato sensu
105
.

Afirma Woolcott que hay que observar cómo hoy en día es tratada la responsabilidad civil de los profesionales en lo concerniente a su naturaleza jurídica: hay que
determinar los elementos de juicio que se han tenido en cuenta para establecer frente a qué tipo de responsabilidad civil nos encontramos 106. Al respecto, señala Bueres
que la profesora de la Universidad de París, Geneviéve Viney ha señalado que la responsabilidad de los llamados profesionales liberales tiene carácter autónomo, propio. O sea, no es
correcto asimilarla en las clásicas esferas contractual y delictual. Viney estima que la responsabilidad de los profesionales no depende de la fuente de obligación reparatoria,
sino que ésta tiene un régimen jurídico particular que difiere de los cartabones contractualistas y extracontractualistas 107.

Comenta Pérez Fernández del Castillo que los juristas romanos establecieron como máximas de la conducta del hombre, la conveniencia de vivir honestamente,
dar a cada uno lo suyo y no causar daño a los demás. Pues la sanción jurídica a la transgresión de esta última máxima, acarreaba la obligación de indemnizar 108. En la
responsabilidad notarial, explica, se consideran tres elementos: la realización de un daño; la abstención o actuación ilícita, culposa y dolosa; y el nexo causal entre los dos
primeros. Es que es necesario, primero, la existencia de un daño material o moral en el sujeto pasivo; segundo, que el daño se haya producido como consecuencia de la
abstención o del obrar negligente, falta de prevención o con intención de dañar, o sea, que haya culpa o ilicitud en el sujeto activo; tercero, que exista relación de causalidad
entre el daño irrogado y la actuación o abstención ilícita. Luego, la responsabilidad civil del notario puede ser de origen contractual o extracontractual. Pérez se inclina por estimar
la fuente de la responsabilidad contractual y también extracontractual: la primera, por tratarse de un contrato de prestación de servicios profesionales, cuyas cláusulas, si no se
estipulan en cada contrato, son suplidas por el Código Civil, la Ley del Notariado y el

101
Savransky se refiere a Rafael Bielsa en La abogacía, p. 197.
102
BUERES, Alberto J. Op. cit., pp. 39-40.
103
De la responsabilité des notaires. Artículo publicado en “Revue Critique de Législation et
Jurisprudence”, 1885.
104
De la responsabilité et de la garantie, accidents de travail et de transports, p. 37.
105
BUERES, Alberto J. Op. cit., p. 52.
106
WOOLCOTT, Olenka. Op. cit., pp. 339-340.
107
BUERES cita a Viney .Les obligations. La responsabilité: conditions. En: Traité de droit civil.
París, Librairie Genérale de Droit et de Jurisprudence, 1982. N°s 224y 245, p. 295 y ss. ( Op. cit., p. 37).
108
PEREZ FERNÁNDEZ DEL CASTILLO, Op. cit., pp. 380.

arancel de notarios; es extracontractual respecto de uno de los sujetos que contrata con su cliente, ya que en lo personal, éste no celebra un contrato de prestación de servicios
con el notario y, no obstante, lo recibe de parte de él. Dice Pérez: “En mi opinión, la fuente de responsabilidad del notario frente a su cliente, no es el incumplimiento a la Ley
del Notariado, pues ésta daría lugar a la responsabilidad disciplinaria que se tiene frente al Estado y no así a la civil”. Añade que cualquiera que sea la naturaleza jurídica de la
responsabilidad del notario, se debe considerar que éste –como profesional y técnico del Derecho- requiere de suficiente preparación: su ejercicio debe corresponder a esa
capacidad que supone su calidad profesional y moral. Ergo, responde no sólo de la culpa grave y leve, sino también de la levísima. Aun más. Debe actuar como un buen padre de
familia, de ese modo la culpa por la que responde es la levis in abstracto, pues el desempeño de su función debe estar inspirado en un enorme sentido de responsabilidad, orden y
legalidad.

Según Gattari 109 para quienes definen al notario como funcionario público, la responsabilidad civil –en el ejercicio de su función fedante- es siempre extracontractual y
responde el Estado. Añade que para la tesis que niega el carácter de funcionario público y afirma que se ejerce una profesión liberal, y la que sostiene que el notario latino es un
profesional de Derecho a cargo de una función pública, la responsabilidad es contractual frente a las partes y extracontractual frente a los terceros. Avila Alvarez 110 interroga qué
clase de responsabilidad es la del notario y qué grado de culpa exige para ella. Explica que si se concibe la relación entre el notario y el cliente como un contrato (de
mandato o de obra), el notario incurrirá en responsabilidad contractual cuando cause daño por no haber obrado con la diligencia de un buen padre de familia, o sea, responderá
del dolo y de la culpa grave y leve. Por el contrario, si se niega toda relación contractual entre notario y cliente, aquél será responsable (responsabilidad extracontractual) del daño
que cause sin que sea relevante el tipo de culpa o negligencia. Y aun sin culpa en virtud de la teoría de la responsabilidad objetiva. Y Carral y De Teresa explica el fundamento
de la responsabilidad civil del notario:“La responsabilidad civil tiene por finalidad reparar las consecuencias injustas de una conducta contraria a derecho (responsabilidad
culposa, en su más amplio sentido); o bien reparar un daño causado sin culpa, pero que la ley, pone a cargo

109
GATTARI, Carlos Nicolás. Op. cit., pp. 257-8.
110
AVILAALVAREZ, Pedro. Estudios de Derecho Notarial. 3ª ed. Nauta S.A. Barcelona, 1962, p. 85.
del autor material de este daño (responsabilidad objetiva o sin culpa) 111
”. Recordemos, ahora, que interrogábamos, al comienzo de este apartado, cuál era la naturaleza
jurídica de la responsabilidad civil del notario.

Inquiere Larraud si la responsabilidad civil del notario debe regirse por los principios de la responsabilidad extracontractual o, si se inscribe en el esquema de la
responsabilidad contractual. Responde que la relación profesional del notario posee naturaleza mixta: las obligaciones esenciales del agente tienen su fundamento en la ley,
pero sus obligaciones secundarias y todas las del cliente, se originan en el contrato. Añade Larraud, citando a Prunell, que, sin embargo, cosa distinta sucede con los terceros
ajenos a la relación profesional. Así, éstos podrían resultar perjudicados por culpa del agente. Pues, dice, piénsese en la eventualidad que el notario pudiera cometer un error
en un contrato de compraventa, de describir otro terreno distinto del enajenado -uno colindante, por ejemplo- y que fuera propiedad de un tercero ajeno al contrato 112. Agrega
que, en tales casos, el agente no infringe una relación obligatoria ya existente, un deber concreto y referido a determinado sujeto: el ilícito consiste en la violación de la norma
general que prohibe lesionar la esfera jurídica ajena; y, por ende, se ubica en el plano de la culpa aquiliana y de la responsabilidad extracontractual.

Sostiene Giménez-Arnau que en España, por cuestión de tradición, se situó la responsabilidad civil del notario en el terreno de la culpa extracontractual, pero que el asunto,
modernamente, es asaz debatido 113.

Explica que la diferencia entre estimar que la responsabilidad deriva de la extracontractual o de una relación contractual importa en el orden práctico: en materia de carga de
la prueba (del perjudicado en la contractual); en cuanto al grado de responsabilidad (levísima en la extracontractual, leve en la contractual); en lo que respecta al alcance
de la reparación (los daños irrogados en la extracontractual y los que se deriven del incumplimiento en la contractual). Y cita a González Palomino para quien las
responsabilidades del notario son contractuales, por más que no se originen en un contrato (pues

111
CARRAL Y DE TERESA, Luis. Derecho Notarial y Derecho Registral. 10ª ed. Ed. Porrúa.
México, 1978, p. 132.
112
LARRAUD. Rufino. Curso de Derecho Notarial. Depalma Buenos Aires, 1996 pp. 704-5.
113
GIMENEZ-ARNAU, Enrique. Derecho Notarial. Ed. Universidad de Navarra S.A. Pamplona,
1976 p. 337.

para este autor entre el notario y los requirentes no se establece un contrato). Sin embargo, Giménez-Arnau piensa que, aunque la relación entre notario y cliente sea contractual, la
responsabilidad de aquél deriva no del contrato sino de la ley. Y arriba a una serie de conclusiones: la responsabilidad civil del notario puede ser de naturaleza contractual o
extracontractual; el simple hecho de haber obtenido, por parte del requierente, la prestación de sus funciones, no permite presumir el carácter contractual de la responsabilidad: al
contrario, se debe adoptar como regla general la responsabilidad extracontractual; la pretensión de que la responsabilidad es de otra naturaleza, tiene la carga de probar la
existencia de un contrato típico. Finalmente, señala Mc Gee: “La responsabilidad del notario deriva de una relación contractual de arrendamiento de servicio sui géneris
con el cliente pues si bien entre ambos se produce un contrato, habitualmente verbal, el notario ejerce una función pública que le obliga a prestar la actividad solicitada (salvo
que exista causa que la excluya) y ello reduce su autonomía de la voluntad, pero, sin embargo, frente a terceros responde por los daños causados a consecuencia de su
actividad profesional...114”.

La polémica parecería agotarse aquí. Empero, la denominada tesis de la ausencia de responsabilidad complica el asunto sobre el tipo de responsabilidad en que el notario incurre.
Explica el profesor Romero Díaz que, según este planteamiento, el notario no es responsable del daño que sufran los usuarios en las actuaciones que ante aquél se lleven a
cabo: los defensores de esta teoría fundamentan su postura argumentando que los actos notariales son pagados por éstos; son ellos los responsables de sus propios perjuicios.
El jurista colombiano considera equivocada esta tesis. Afirma que, aceptarla, equivaldría a consagrar una absoluta irresponsabilidad del notario y, además, porque entre notario y
usuario existe una relación negocial y frente a terceros, una responsabilidad extracontractual 115. Romero se muestra convencido que la responsabilidad del notario va más allá de lo
formal.

A. Contractual o extracontractual

Pensamos que el notario no es un funcionario público pues no integra el

114
Mc GEE, Henry W. Responsabilidad civil de profesionales y empresarios. Ramón Rodríguez
Montero Editor. Netbiblo. La Coruña, 2006, p. 230.
115
ROMERO DIAZ, Héctor J. Responsabilidad Civil General y del Notario. 6º ed. Edciones Librería del Profesional, Bogotá, p. 202.
órgano de la administración pública. No está sujeto a una relación jerárquica
donde un superior revise o anule los actos que aquél configura.
Veamos. La teoría funcionalista postula que el notario es un funcionario público del Estado. Los autores partidarios de esta teoría (Borda, Spota) estiman que existe una
relación entre el notario y el Estado la misma que se materializa por medio de aquél. Afirman que el notario es representante del Estado desde el momento que brinda fe
pública. Confunden fedatario con funcionario público.

La teoría profesionalista considera que el notario es un profesional liberal: aunque la actividad notarial se halle regulada por el Estado, ésta no hace del notario un
funcionario público. Pierden de vista que el notario, aunque profesional liberal, otorga fe pública en nombre del Estado.

Según la teoría intermedia o ecléctica el notario es un profesional del Derecho que ejerce una función pública: el notario no extiende escrituras públicas en
representación del Estado sino que lo hace en nombre propio. Esta posición intermedia coincide con la definición del notario que fuera adoptada por el Primer Congreso
Internacional del Notariado Latino en 1948, en Buenos Aires, en el cual se crea la Unión Internacional del Notariado Latino”. En ese primer cónclave, se define al notario de
tipo latino como “el profesional del Derecho encargado de una función pública consistente en recibir, interpretar y dar forma legal a la voluntad de las partes, redactando los
instrumentos adecuados a ese fin y confiriéndoles autenticidad; conserva los originales y expide copias que den fe de su contenido; en su función está comprendida también la
autenticación de hechos”. Esta es la teoría a la que nos adscribimos.

Comenta Woolcott que se estima meritoria la labor de la jurisprudencia francesa en cuanto examina la actividad notarial en forma íntegra. Es decir, no se limita a establecer que
la responsabilidad civil atañe sólo a su tarea fedante
-lo que convertiría a los notarios en redactores pasivos de actos auténticos- sino que considera sus funciones trascienden a las de consejeros de las partes: el notario está en el
deber de proteger a las partes, de ilustrarlas sobre las consecuencias de sus actos y de velar sobre las precauciones que deben de asegurar su validez. De ahí pues, concluye,
que este profesional del Derecho compromete su responsabilidad si no verifica el origen de una propiedad; o si acepta documentos insuficientes para acreditar el
fallecimiento de una persona; o si no cuida de purgar el inmueble de la hipoteca que lo gravaba.

La notaria argentina Adriana Abella 116 afirma que “la naturaleza jurídica de la responsabilidad civil del escribano público depende de la postura adoptada sobre la naturaleza
jurídica de la función notarial.” Por ejemplo, interroga el notario español Mengual y Mengual si el notario es un funcionario público o es un profesional de Derecho: “No cabe
duda que dados los términos empleados por la Academia de la Lengua, el Notario es un funcionario público, ya que el Estado le señala una función propia y exclusiva. Y en
este sentido bien puede afirmarse que la expresión ´funcionario público’ tiene una aplicación tan general, que todo aquél a quien el Estado señala una función, tiene la
consideración de funcionario público 117”.

Dice Abella que la doctrina argentina sostiene tres posiciones:

1. La responsabilidad civil es siempre extracontractual (Artículos 1112,


1066, 1067 Código Civil argentino); con culpa (901, 903, 1109); con dolo
(905 y 1072).

2. La responsabilidad es contractual frente a las partes y extracontractual frente a los terceros (Artículos 520, 521, 512, 4023 y ss.; 1109, 1113, 4037 y ss. del Código Civil
argentino).

3. La responsabilidad puede ser contractual o extracontractual. Reiteramos, adscribimos la tesis que el notario es un profesional del
Derecho a cargo de una función pública y, por tanto, su responsabilidad es
contractual frente a las partes y extracontractual en relación con terceros.
B. Responsabilidad notarial por incumplimiento de los deberes de función Quedando establecido que la responsabilidad del notario frente las partes
116
ABELLA, Adriana. Función notarial. Responsabilidad del notario. Curso virtual. Universidad
Notarial Argentina Virtual. Buenos Aires, 2008.
117
MENGUAL Y MENGUAL, José Ma. Elementos de Derecho Notarial. Prólogo de José Castán
y Tobeñas. Bosch. Barcelona, 1993, Introducción y Parte General (continuación) t. II v. II p. 62.
es de carácter contractual, siguiendo siempre a Abella, una primera clase de responsabilidad notarial por incumplimiento de los deberes de función viene dada por la
responsabilidad por asesoramiento.

Así, la falla en el asesoramiento deviene en un supuesto de responsabilidad civil notarial. Luego, el notario ha de responder por el deficiente asesoramiento que incida en la
seguridad jurídica que distingue a la función notarial. Señala Pérez Fernández del Castillo 118: “El notario es responsable civilmente ..., por la falta de asesoramiento adecuado
o bien de lectura o explicación del documento, cuando por ello persiste el error, dolo, mala fe, violencia o lesión, pudiendo haberlo evitado con una intervención cuidadosa y
diligente”.

Según la doctrina argentina, el notario incurre en culpa contractual si realiza actos que, previsiblemente, pueden acarrear la invalidez del acto jurídico por él dispuesto.

Explica Gattari 119 que la función documentadora es otro supuesto de responsabilidad. Es decir, el notario responde por vicios extrínsecos –de forma- los que
determinan la nulidad del documento, y por intrínsecos –de fondo, “referidos su propia competencia, ilicitud del acto, capacidad de los otorgantes y legitimación, y eficacia del
negocio en cuanto a su validez como tal”. En tal sentido Giménez-Arnau 120 señala: “En lo que se refiere a los vicios llamados vicios extrínsecos, o de forma, la doctrina y la
jurisprudencia están de acuerdo: el notario responde de la nulidad del instrumento”. Y añade: “Para los vicios intínsecos, o de fondo, no hay unanimidad; los pareceres varían
desde quienes creen que el vicio de fondo no engendra nunca responsabilidad si el notario se considera mero redactor del acto, hasta los que creen que sí los provoca cuando la ley
impone al notario el juicio de legitimidad y validez del acto o negocio”.

Al respecto, sostiene Chironi, que “el escribano, no es instrumento pasivo de redacción para los contratantes, sino que está obligados a preocuparse en todo lo que interese
directamente a la validez del acto y a informar a las partes acerca de las dificultades legales que pudieran en contra de su intención modificar la voluntad que
manifiestan o restringir su alcance, cuya obligación se considera contraria a la ley y por lo mismo inadmisible y sin embargo no debería olvidarse que la ley somete a la
habilitación para el ejercicio de la profesión notarial a muchas cautelas que si aseguran la capacidad profesionista están también encaminadas a dar al notario, más que la tarea
mecánica de redactar en su escrito la voluntad que se le manifiesta, la de consejero de las partes”.

Ahora bien, el ejercicio de la función notarial genera una serie de obligaciones a cargo del notario, cuya trasgresión da lugar a la cuestión de la responsabilidad notarial.
Así, la noción de responsabilidad implica la eventual inobservancia de una norma por parte del sujeto obligado. Sólo cuando se ha configurado la violación del deber que
establece la norma, emerge el concepto de responsabilidad.

Ergo, la responsabilidad notarial es consecuencia de la inobservancia de las obligaciones impuestas en virtud de ejercer la función. En otras palabras: la responsabilidad del
notario surge latu sensu cuando ejerce su profesión de manera irregular 121.

La pregunta es, luego: cómo se traduce el mal desempeño de la profesión.

El notario español Avila Alvarez 122 señala que puede producirse cuando el notario causa daño a sus clientes, en los siguientes casos:
a. Por los defectos formales del instrumento que determinan la frustración
del fin perseguido con la intervención notarial.
b. Por los vicios de fondo que determinen la nulidad absoluta (si los hay, el notario debe de abstenerse de intervenir) o la relativa (a menos que ésta se produzca por vicio
previsto por el notario y advertido a los otorgantes).
c. Por la desacertada elección del medio jurídico para la consecución del
fin propuesto.
d. Por el deficiente asesoramiento en cuanto a las consecuencias del acto
notariado (impuestos, retractos, etc.).
e. Por la incorrecta conducta del notario como depositario o mandatario de sus clientes (pago de impuestos, presentación de documentos, etc.).

120
PERRINO, Esteban. Responsabilidad disciplinaria de los escribanos. Depalma. Buenos Aires,
1993, p.4.
121
AVILA ALVAREZ, Pedro. Op. cit., p.85.
El Código Civil español hace responsable al notario, en caso de nulidad de testamento, de los daños y perjuicios que sobrevengan si la falta procediera de su malicia (dolo) o
negligencia o ignorancia inexcusable (graves). Y el Reglamento notarial establece la obligación del notario de subsanar la escritura defectuosa y de indemnizar a los
interesados de los perjuicios ocasionados, si ha mediado dolo, culpa (leve) o ignorancia inexcusable (grave).

Al notario también le alcanza responsabilidad por la denominada “fe de conocimiento” y por la justificación de identidad de los otorgantes de escrituras públicas.
Señala la doctora Abella, respecto de la legislación argentina, que “a partir de la entrada en vigor de la Ley 26.140, de mediar una sustitución de personas, ésta no se
reputará como delito de falsedad salvo que concurran otros presupuestos que permitan dar por configurado el tipo penal de dicho delito. Entendemos que se ha flexibilizado el
encuadre de la responsabilidad civil del escribano y para parte de la doctrina la obligación de identificar a los comparecientes es una obligación de medios”.

Estimamos conveniente transcribir alguna jurisprudencia al respecto que la misma doctora Abella reseña.

“Si en notario que asume el compromiso de confeccionar una escritura válida que permita desplegar en plenitud los efectos del acto jurídico instrumentado, se
obliga a la correcta identificación de las partes, por lo que si el acto deviene inválido por diferencias en la identificación de los otorgantes, el escribano debe responder.

El haber solicitado a los requirientes la exhibición de sus documentos, no exime al escribano de la responsabilidad por el incumplimiento de la obligación de dar fe
de conocimiento con relación a las personas que concurrieron al acto notarial y que produjeron la sustitución de personas producida.

Puede ser comprendida dentro de la preceptiva del Art. 512 C. Civil, por haberse omitido las diligencias que exige la naturaleza de su obligación, la conducta del escribano
que conociendo a los otorgantes del acto escrituario recién a último momento, ya que toda tramitación previa y de rigor la efectuó una entidad extraña, no extremó los recaudos
a los efectos de formar la convicción necesaria sobre la verdadera identidad de los mismos”.

(C. Nac. Civ., Sala D, 15/3/1999, - O. de A., N.E. v. G., A.R.) JA 2000-
III-511

“Si el oficial mayor de la escribanía verificó la identidad de los vendedores en la solicitud de segundo testimonio –coincidiendo los datos proporcionados con los exhibidos en los
documentos de identidad- y el escribano se limitó a gestionar el segundo testimonio, no responde por la utilización fraudulenta del instrumento efectuada por quienes –con
documentos apócrifos- sustituyeron a los verdaderos propietarios. La obligación del escribano de dar fe de conocimiento se refiere a las escrituras públicas, no siendo razonable
su exigencia en el supuesto de expedición de segundo testimonio”.

(C. Nac. Civ., Sala C, 13/4/2000, - Edificio O.S.R.L. v. C.A.M.) JA 2000-


IV-393

“La relación de las partes que celebran una escritura de venta con respecto al oficial público que la pasó es de índole contractual, considerándosela generalmente como
encuadrada en la locación de obra (cfr. Trigo Represas “Responsabilidad Civil de los Profesionales”, p. 130; CN Civ. Sala C,
E.D. 71-399) y no se considera legislada esta situación por el Art. 1112 del Código Civil, sino por las normas que imponen responsabilidad por el incumplimiento
contractual (Arts. 519 y 520 del Cód. Civil). La responsabilidad civil del escribano nace cuando incumple las obligaciones y reglas de la profesión, pero si no existe dolo,
culpa o negligencia no puede imputársele un mal desempeño en sus funciones no siendo, en consecuencia, responsable civilmente”.

(C. Nac. Civ. Sala F, 31/05/1984 – A.A.S.R.L. v. D., A. s/daños y perjuicios)

Otro deber de función que importa responsabilidad del notario, es el que atañe al estudio de títulos, entendido éste como investigación de los antecedentes dominales.
Señala Abella que la naturaleza de esta obligación ha generado distintas posiciones en la doctrina argentina. Así, para Bueres el deber jurídico de estudio de títulos es una
obligación funcional y no una simple técnica notarial. Su carácter es inexcusable para el notario: no es necesario el imperativo legal ni una estipulación contractual. Jorge Alterini,
por su parte, afirma que las obligaciones pueden ser implícitas de la ley y que es contradictorio que se sostenga la inexistencia de la obligación del estudio de títulos cuando
en la práctica éste se acepta como costumbre en la Argentina. Añade que el artículo 17 del Código civil, ante el silencio de la ley, otorga fuerza vinculante al uso o costumbre.
Es decir, si el uso o la costumbre es investigar títulos y la obligación de hacerlo no se puede hallar en ley ni expresa ni implícitamente, rige la costumbre. Aldo Alterini afirma
que “el estudio de títulos es idóneo para advertir causas de invalidez que, sin embargo, no han impedido la registración, lo que demuestra que la realización del estudio
de títulos es un soporte imprescindible para alegación de la buena fe del adquirente. En síntesis, la certeza del adquirente configurativa de su buena fe sólo puede derivar del
adecuado estudio de títulos”. Y Adorno piensa que el estudio de títulos tiene trascendencia para la invocación de la buena fe negocial.

¿Responde el notario por el defectuoso estudio de títulos? Respaldándonos en la doctrina que expone Abella, la respuesta no puede ser otra que en sentido positivo.

La jurisprudencia que la misma notaria argentina reseña al respecto, no deja de ser de sumo interés.

“No obstante no existir disposición legal que exija a los escribanos los estudios de títulos, la cantidad de problemas notariales suscitados indica la imprescindible
necesidad de que los escribanos agoten los medios a su alcance para dar garantía de los actos que pasan ante su presencia”.

(C.N. Civ., Sala F, LL 1980-D-290)

“No puede responsabilizarse al escribano por vicios del acto jurídico que no sean manifiestos, pero sí en la hipótesis de vicios que hacen al acto nulo y que el escribano
pudo o debió conocer por su carácter manifiesto”.

(C. Nac. Civ., Sala B, 23/7/81 – “A.P., M.L.A. c/L.M.O.”) JA 1982-III-51

“La ley no cubre la negligencia del comprador o acreedor que no se preocupa de verificar las condiciones del título, de inquirir su bondad; y la mejor prueba de tal
preocupación estará dada por la realización del estudio de los antecedentes dominiales del inmueble”.
(C. Nac. Civ., Sala F, 08/08/1994, - F., V-v. D., A.R. s/ Cobro de sumas
de dinero)

“Si bien no existe la obligación directamente impuesta de efectuar el estudio de títulos antes de autorizar el otorgamiento de escrituras de transmisión de dominio o
constitución de gravámenes, tal previsión resulta al menos necesaria para que se configure en el adquiriente del derecho real, la buena fe, creencia que consiste en la
impecable convicción de estar obrando con arreglo a Derecho y que constituye presupuesto indispensable para obtener la protección de la ley. Así, la indicada prudencia
requiere que el acreedor hipotecario tome conocimiento del inmueble que se le ofrece como garantía”.

(CS diciembre 1995-M.O.C. Pcia. De Bs. As. 1999-1-974. SJ. 1668)

“Verificar si la apoderada del acreedor, contaba o no con un poder suficiente, cuando surgía del propio testimonio elaborado por la escribana C que la mandataria
había sido comisionada para suscribir la escritura de cancelación hipotecaria, mediante otro instrumento pasado ante esta notaría, constituia en realidad parte del estudio de
título, y competía a la función del escribano N.H., que debería haber extremado los cuidados, teniendo en cuenta particularmente que si el poder otorgado por el original
acreedor hipotecario era de ese mismo día, y el folio al que habría pasado era nada menos que el inmediato anterior al de la escritura de cancelación, ambas escrituras
formaban parte de un mismo cuaderno y por tanto requerir que le fuera exhibida no podría configurar un exceso, o expresión de desconfianza de un profesional al otro, o vulneración
del concepto de fe pública. Sobre todo, si se advierte que el registro de la escritura de cancelación le competía a la escribana C. En este tipo de actuaciones notariales, es decir
cuando un acto depende de la ejecución de otro que es previo y condicionante, la ortodoxia profesional impone no formalizar el consecuente si es que el antecedente no
se encuentra perfeccionado. Y con mayor razón si quien comparece a cobrar un crédito y suscribir una escritura, se dice apoderado y no es exhibido el mandato respectivo, ni
tan siquiera la escritura volcada en el protocolo donde constaría la forma del poderdante. N.H. sometió por descuido, al acreedor y al deudor hipotecario a un grado de riesgo
significativo, que pudo no haber derivado en nocivas consecuencias. Pero como está demostrado aquí, causó evidente perjuicio, que de haber desempeñado normal y
regularmente la actividad que era de su competencia, se hubiera evitado”.

“Admitiendo entonces la analogía entre el estudio del título, y la verificación de la autenticidad del poder invocado, sea entonces que se considere que la
cuestión en debate estribara en el ‘estudio de título’, o que se equipare la situación a tal supuesto; o que se entienda que el deber de seguridad involucraba la autenticidad de
actos pasados ante otra notaria; sea que se considere que es obligación de medios o de resultado, en cualesquiera de los casos el notario demandado, para relevarse de
responder deberá demostrar el caso fortuito, la imputabilidad de la víctima o damnificado, y como pareciera suceder aquí la de un tercero por el que no debe responder”.

(G.S., R.J. c/ N.H., J s/ daños y perjuicios – CNCIV – SALA B Mayo/2004)

Opina Ríos Hellig 123 que cuando el notario se abstenga de prestar el servicio en forma injustificada, se presentará un caso de responsabilidad, conforme a la ley
reguladora. Empero, si se abstiene conforme a los principios generales aceptados por su gremio en forma justificada, el notario no incurre en responsabilidad.

Otra causal de responsabilidad civil está configurada por una actuación notarial retardada. Dice Pérez Fernández del Castillo 124: “Incurre en responsabilidad por
morosidad cuando extiende el instrumento fuera del tiempo convenido con su cliente o en el que se considere necesario para su redacción...”.

El hecho de no inscribir o inscribir de manera tardía en el Registro Público una escritura, cuando haya recibido ya de su cliente los correspondientes gastos y honorarios,
constituye también causal de responsabilidad civil.

Finalmente, al notario le alcanza responsabilidad en cuanto a la redacción del instrumento público.


Como bien señala Avila 125 generalmente el notario, en caso de redacción deficiente, podrá alegar, que aquélla fue la requerida por el otorgante, como lo prueba el hecho
de haber otorgado y firmado, con lo cual evitará la responsabilidad civil, mas no la responsabilidad moral. Pues no hay que olvidar que, por lo general, el cliente confía en que la
pericia y honorabilidad del notario haya traducido fielmente y con plena eficacia su voluntad. En este sentido, opina Giménez-Arnau que, en cuanto a los límites de la
responsabilidad de orden civil, no existe responsabilidad si la nulidad o ineficacia se deriva de caso fortuito o de culpa en grado no apreciable. O sea, queda excluida la
culpa levísima, mas no la ignorancia o negligencia inexcusable. Tampoco, señala, hay responsabilidad si la nulidad deriva de cuestión de Derecho controvertida. Ni si ha
mediado culpa del propio perjudicado 126.

Añade Avila que cuando se trate de redacción viciosa -como por ejemplo la omisión de formalidades o circunstancias exigidas por ley- podrá exigirse responsabilidad civil al
notario siempre que haya culpa, daño y nexo causal, entre el hecho u omisión y el daño:

“Los notarios tienen el derecho y el deber de redactar los instrumentos


públicos En ejercicio de este derecho, el notario debe de tener en cuenta:

Que, el otorgante no es él, sino el compareciente, por tanto la voluntad que debe reflejar es la de aquél y no la suya propia. Ha de atenerse a lo que desea el compareciente,
no a lo que el mismo desearía en el caso en cuestión. La redacción debe hacerse interpretando la voluntad de los otorgantes, adaptándola a las formalidades jurídicas
necesarias para su eficacia.

Que se trata de crear un ‘instrumento’, para la vida real, no una lucubración teórica, por lo cual sin perjuicio de emplear un lenguaje técnico, debe huir del academicismo, no
olvidando tampoco que toda afectación es mala. Por

122
AVILA ALVAREZ, Pedro. Op. cit., p. 95-6.
123
GIMENEZ-ARNAU, Enrique. Op. cit., p.341.
lo tanto, se debe emplear un estilo claro, puro, preciso, sin frase ni término alguno oscuro o ambiguo y observar, de acuerdo a ley, la verdad en el concepto, la propiedad
en el lenguaje y la severidad en la forma”.

Responsabilidad penal

Señala De la Torre Díaz: “Los notarios incurren en responsabilidad penal por las siguientes acciones: falsedad en escrituras públicas, tanto si es falsedad material (alteración de
las actas, substitución de una persona por otra, etc.) como si es falsedad intelectual (como si se transforma en una venta lo que es una hipoteca), abuso de confianza, exigir
mayores honorarios de los debidos. También caben los delitos culposos como la falta de cuidado en la conservación de una escritura pública depositada en la notaría 127”.

Gattari sostiene que es la más importante. “Responsabilidad penal del notario es aquélla en que incurre el oficial público cuando comete o intenta cometer delitos
atinentes a su profesión, tipificados por la norma común, la cual lo sanciona para satisfacer a la sociedad que lo ha elegido. El notario es sujeto activo del delito y pasivo de la
sanción no en cuanto tal, sino como persona común. Los delitos que interesan son los que se relacionan con su condición notarial, aunque no se hallen tipificados por ella sino
en la norma común; en efecto, ni la ley ni las sanciones son especiales para el notario, pero hay algunos delitos que se hallan más cercanos a su área de actividades. La finalidad es
satisfacer a la sociedad que lo ha elegido por medio de los poderes que lo nombran 128”. Sanahuja y Soler abona en la tesis de Gattari cuando expresa el notario español que los
hechos punibles que pueda cometer el notario no son muy distintos de los que puedan realizar los demás ciudadanos, aun cuando aquéllos sean más graves por el carácter
público del agente. Larraud afirma que la responsabilidad penal del notario tiende a prevenir actuaciones delictuosas de éste, dando satisfacción a la sociedad ofendida por sus
desviaciones de conducta. Añade que el notario puede desafiar la ley penal colocándose en dos posiciones diferentes: como simple particular, actuando al margen del ejercicio
profesional; como agente de la función pública que le está encomendada, abusando de su profesión o comprometiendo la fe pública de la que está investido. Así, el primer supuesto,
dice, nada tiene que ver con el Derecho notarial propiamente dicho. Y pone un ejemplo: la responsabilidad del notario que da muerte a su enemigo personal en circunstancias ajenas
al ejercicio de la función notarial, queda al margen de la responsabilidad penal en estricto. Luego, la responsabilidad penal del notario interesa en la medida que éste comprometa
su condición notarial: cuando esté en juego, a decir de Figueredo, su conducta de agente y protagonista del Derecho notarial. “Sea que hubiere delinquido comprometiendo
directamente la fe pública de que está investido, sea que haya infringido los deberes del cargo abusando de su profesión 129”.

Giménez-Arnau hace el distingo entre la responsabilidad penal y la notarial. Señala: “Cuando el Notario cometa un delito penal, incurrirá en responsabilidad de esta
clase. Pero si el delito no se comete en el ejercicio de la función notarial o como consecuencia de ella, aunque Notario el delincuente, no hay responsabilidad notarial. El
Notario responderá, en tal caso, lo mismo que si fuera un particular 130”. Ergo, no hay razón para que el notario escape de la sujeción a la ley penal. En cuanto a las características
de la responsabilidad contraída en la órbita penal en el ejercicio de la función notarial, Giménez-Arnau cita a González Palomino e indica:

1. Puede tener una agravación especial en la penalidad, anulando la regla non bis in idem, ya que además de la sanción penal, puede ser objeto de una penalidad corporativa. El
fundamento de la agravación se halla en que el notario que delinque lesiona los intereses de la corporación, que no siempre quedan protegidos con la sanción penal.
2. Cuando el ánimo de lucro sea el puramente profesional dirigido a la percepción de sus derechos y honorarios, no sería de estimar éste como agravante en la penalidad.

Según el ilustre profesor español, son fuente de responsabilidad criminal del notario:

a. Falsedad en el documento público


b. La infidelidad en la custodia de documentos
c. La violación del secreto
d. La denegación de auxilio

129
LARRAUD, Rufino. Op. cit., p. 721.
130
GIMENEZ-ARNAU, Enrique. Op. cit., p. 327.
e. La anticipación, prolongación y abandono de funciones

Siguiendo a la doctrina, son tres los conceptos que hacen posible la situación por la cual el notario incurre en responsabilidad penal. Y son los correspondientes a los
tres deberes básicos del notario: veracidad, lealtad y custodia 131.

En cuanto al primer deber, el de veracidad, el hecho de faltar a ella acarreará la comisión de los delitos de falsificación de documentos y falsedad ideológica (Artículos 427 y 428
CP). El quebrantamiento del segundo deber conducirá al delito de violación de secreto profesional –tipificado por el artículo 165 del Código Penal peruano-, pues no se concibe
mantener lealtad frente al cliente revelando la información que se le ha confiado sin consentimiento de éste. Y la contravención del deber de custodia resultará en el delito de
supresión, destrucción u ocultamiento de documentos (Artículo 430 CP).

Ahora bien, ¿por qué resulta especialmente relevante el delito de falsedad de documento público, como ilícito penal derivado de la responsabilidad notarial? Citemos a
Sanahuja y Soler 132:

“Este delito, de una gravedad extraordinaria siempre, lo es mucho mayor si es cometido por notario. Depositario éste de la fe pública y de la confianza de los particulares, si se
incurre en tal delito, no sólo perjudica al Estado porque hizo mal uso de la función que le confiara y daña a los particulares porque maliciosamente altera sus pactos, sino que
infiere un profundo quebranto a la sociedad entera, porque su acción criminosa infunde la alarma y despierta la intranquilidad en aquéllos para cuyo beneficio y provecho se
instituyó el ministerio notarial. Por eso es el de falsedad un delito público perseguible de oficio, y por eso también nuestro Código lo castiga con penas gravísimas, aparte,
como es consiguiente, de la responsabilidad civil, inherente a la criminal”.

Abundando, expresa el ilustre notario español que la falsedad en los documentos no surgió en el Derecho romano como hecho castigado por la ley, sino hasta la dación
de la Lex Cornelia testamentaria nummaria. Agrega, respecto al antiguo Derecho español, que las Partidas definen la falsedad como ´mudamento de la verdad’, y en Cataluña
en los siglos XVI y XVII la imposición de la pena se dejaba al arbitrio del juez. Concluye señalando que en el Derecho actual “basta la alteración del documento con
intención dolosa para que el delito exista en toda su plenitud”.

Artículo 146.- Autonomía de Responsabilidad


Las consecuencias civiles, administrativas o penales de la responsabilidad del notario son independientes y se exigen de acuerdo a lo previsto en su respectiva
legislación.

Comentario:
El artículo es tan claro que nos exime de mayor comentario.

Capítulo II
Del Régimen disciplinario

Artículo 147.- Competencia Disciplinaria


La disciplina del notariado es competencia del Consejo del Notariado y el Tribunal de Honor de los colegios de notarios.

Contra las resoluciones del Tribunal de Honor de los colegios de notarios procede recurso de apelación. Las resoluciones del Consejo del Notariado, agotan la vía
administrativa.

Comentario:
Que el Consejo del Notariado tenga injerencia en el régimen disciplinario resta, de algún modo, autonomía a los colegios de notarios.

Artículo 148.- Garantías del Proceso


En todo proceso disciplinario se garantizará el derecho de defensa del notario, así como todos los derechos y garantías inherentes al debido procedimiento, que
comprende el derecho a exponer sus argumentos, a ofrecer y producir pruebas y a obtener una decisión motivada y fundada en derecho.
Comentario:
La disposición tiene concordancia con la garantía constitucional contenida
en el artículo 139 de la Carta Magna.

Capítulo III
De las infracciones administrativas disciplinarias

Artículo 149.- Infracciones Disciplinarias


Las infracciones disciplinarias se clasifican en muy graves, graves y leves, las cuales serán sancionadas conforme a lo previsto en el artículo 150 de la presente ley.
Artículo 149-A.- Infracciones Disciplinarias muy graves:
Son infracciones disciplinarias muy graves:
a) La comisión de infracciones disciplinarias graves cometidas tres (03) veces dentro del plazo de un (01) año y siempre que las resoluciones sancionadoras hayan quedado
firmes.
b) El uso indebido de la firma digital, el incumplimiento de la obligación en custodia, la omisión de denunciar la pérdida, extravío, deterioro o situación que ponga en riesgo
el secreto o la unidad del dispositivo de creación de firma digital.
c) Aceptar o solicitar honorarios u otros beneficios para la realización de actuaciones irregulares.
d) Efectuar declaraciones y juicios, en la extensión de los instrumentos notariales, cuando le conste la falsedad de los actos, hechos o circunstancias materia de dichos
instrumentos.
e) Negar dolosamente la existencia de un instrumento protocolar de su oficio notarial.
f) Destruir dolosamente un instrumento protocolar.
g) Tener más de un oficio notarial.
h) La falta de cierre o la reapertura indebida del oficio notarial, por parte del notario suspendido por medida disciplinaria o medida cautelar.
i) Ejercer función respecto a asuntos o procedimientos que no están previstos dentro de la competencia del Notario.
j) Expedir dolosamente traslados instrumentales, alterando datos esenciales del instrumento o respecto a instrumentos inexistentes.
k) La embriaguez habitual y/o el uso reiterado e injustificado de sustancias alucinógenas o farmacológicas que generen dependencia.
l) Dar fe de capacidad cuando el compareciente sea notoriamente incapaz al momento de otorgar el instrumento.
m) Incumplir dolosamente y causando perjuicio a tercero, cualquier deber propio de la función notarial, ya sea de origen legal, reglamentario o estatutario.
n) La responsabilidad funcional a que se refiere el literal d) del artículo 55 de la presente ley.
o) Desempeñar cargos, labores o representaciones a los que está prohibido según la presente ley.
p) Ejercer la abogacía, salvo en las excepciones previstas en la normatividad vigente.
q) Delegar en forma total o parcial sus funciones.
r) Incumplir dolosamente cualquier deber propio de la función notarial, ya sea de origen legal, reglamentario o estatutario, causando perjuicios a terceros..
s) Las demás infracciones aprobadas mediante el Reglamento del Decreto Legislativo Nº 1049.

Artículo 149-B.- Infracciones Disciplinarias Graves.


Son Infracciones disciplinarias graves:
a) La comisión de infracciones disciplinarias leves cometidas tres (03) veces dentro del plazo de un (01) año y siempre que las resoluciones sancionadoras hayan quedado
firmes.
b) Ejercer su función fuera del ámbito de su competencia territorial.
c) No desagregue en los comprobantes de pago los servicios en línea que brinda el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil – RENIEC cobrando al usuario más de
lo que esta entidad fija por el servicio.
d) No devolver al usuario el monto en exceso que haya cobrado por los servicios registrales brindados por la Superintendencia Nacional de Registros Públicos.
e) Extender instrumentos notariales declarando actos, hechos o circunstancias cuya realización y veracidad no le consten, siempre que ellos sean materia de verificación por
el notario.
f) Incumplir con sus obligaciones tributarias durante un periodo de dos (2) años consecutivos.
g) Realizar declaración dentro de un procedimiento no contencioso invocando la existencia de pruebas que no consten en el expediente, así como incumplir las obligaciones
legales y reglamentarias de responsabilidad del notario, aplicables a dicho procedimiento.
h) Omitir los procedimientos establecidos en los literales a), b) y c) del artículo 55 de la presente ley, salvo la excepción contemplada en el literal d) del citado artículo.
i) Negarse a las visitas de inspección ordinaria, o a las extraordinarias que disponga su Colegio, el Tribunal de Honor y/o el Consejo del Notariado.
j) Agresión física, verbal o por escrito a notarios, miembros del Tribunal de Honor de la Junta Directiva y/o del Consejo del Notariado.
k) Ofrecer dádivas para captar clientela.
l) Cometer hecho grave que sin ser delito, lo desmerezca en el concepto público por afectar la moral, la ética y/o el orden público. No están comprendidas dentro de dichas
conductas la expresión de preferencias o creencias que constituyen el legítimo ejercicio de sus derechos constitucionalmente protegidos..
m) No actualizar sus datos en el Registro Nacional de Notarios.
n) Violar el secreto profesional.
o) Negar sin dolo la existencia de un instrumento protocolar de su oficio notarial.
p) Incumplir injustificada o reiteradamente los mandatos procedentes del órgano judicial y del Ministerio Público.
q) Incumplir dolosamente cualquier deber propio de la función notarial, ya sea de origen legal, reglamentario o estatutario.
r) No realizar las comunicaciones a los Colegios de Notarios y al Consejo del Notariado que la ley y su reglamento imponen.
s) No proteger adecuadamente la documentación que encuentra comprendida dentro del ámbito del secreto profesional.
t) Incumplir las disposiciones emitidas por el Consejo del Notariado.
u) Las demás infracciones aprobadas mediante el reglamento del Decreto Legislativo Nº 1049.

Artículo 149-C.- Infracciones Disciplinarias Leves.


Son infracciones disciplinarias leves:
a) Retardo notorio e injustificado en la extensión de un instrumento o en la expedición de un traslado.
b) No empelar la debida diligencia en la extensión de instrumentos notariales o en la expedición de traslados instrumentales.
c) No adoptar los medios idóneos que garanticen la adecuada conservación de los documentos que conforman su archivo.
d) No cumplir con los requisitos mínimos de capacitación establecidos en la normativa aplicable.
e) No cumplir con el horario mínimo señalado en la Ley.
f) No responder de manera oportuna a las comunicaciones formuladas por las instancias registrales sobre la autenticidad de los instrumentos notariales.
g) Incumplir injustificadamente los encargos o comisiones que se le encomiende en el ejercicio de su función, incluyendo las obligaciones que respecto a la supervisión de la
función notarial le correspondan en caso de asumir cargos directivos en su colegio.
h) No mantener una infraestructura física y/o tecnológica mínima de acuerdo a lo establecido por la presente Ley y su Reglamento.
i) No efectuar indebidamente las verificaciones necesarias y el exacto diligenciamiento, según corresponda, en la autorización de actas y certificaciones.
j) No brindar sus servicios en los términos y oportunidad ofrecidos.
k) Faltar el respeto de cualquier modo a notarios, miembros del Tribunal de Honor, de la Junta Directiva y/o del Consejo del Notariado.
l) Usar publicidad que contravenga lo dispuesto en la presente Ley, su Reglamento o en normas de carácter especial en materia de publicidad.
m) Incumplir sin dolo cualquier otro deber propio de la función notarial, ya sea de origen legal, reglamentario o estatutario.
n) Las demás infracciones aprobadas mediante el reglamento del Decreto Legislativo Nº 1049 (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Comentario:
La modificación de este artículo por el D.L 1232 referido a las infracciones disciplinarias ha establecido la clasificación de estas:
149-A.- Infracciones disciplinarias muy graves
149-B.- Infracciones disciplinarias graves
149-C.- Infracciones disciplinarias leves
Capítulo IV
De las sanciones, del procedimiento y la medida cautelar

Artículo 150.- Tipos de Sanciones


Las sanciones que pueden aplicarse en el procedimiento disciplinario son:
a) En caso de infracciones disciplinarias leves: la amonestación privada o la amonestación pública y una multa no mayor a una (1) UIT.
b) En caso de infracciones disciplinarias graves: la suspensión temporal del notario del ejercicio de su función hasta por un máximo de un (01) año y una multa no
mayor a diez (10) UIT.
c) En caso de infracciones disciplinarios muy graves: la destitución y una multa mayor de 10 UIT y hasta 20 UIT.
La multa impuesta será destinada a favor del órgano que impone la misma. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 77

Comentario:
En este artículo se establecen además de las sanciones disciplinarias multas tomando como referencia la Unidad Impositiva Tributaria (UIT). Las sanciones van de 1 UIT a 20 UITs
de acuerdo a la gravedad de la infracción.

Artículo 151.- Inicio del Proceso Disciplinario


La apertura del procedimiento disciplinario corresponde al Tribunal de Honor del colegio de notarios mediante resolución de oficio, bien por propia iniciativa, a
solicitud de la junta directiva, del Consejo del Notariado, o por denuncia. En este último caso, el Tribunal de Honor previamente solicitará informe al notario
cuestionado a fin que efectúe su descargo en un plazo máximo de diez (10) días hábiles y en mérito de éste el Tribunal de Honor resolverá si hay lugar a iniciar el proceso
disciplinario en un plazo máximo de veinte (20) días hábiles.
Cuando el procedimiento disciplinario se inicia a solicitud del Tribunal de Honor o de la junta directiva del Colegio de Notarios o del Consejo del Notariado, se
abrirá investigación sin previa calificación.
La resolución que dispone abrir procedimiento disciplinario es inimpugnable, debiendo inmediatamente el Tribunal de Honor remitir todo lo actuado al
fiscal del colegio respectivo a fin que asuma la investigación de la presunta infracción administrativa disciplinaria. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha
26.09.2015).

Comentario:
La modificación de este artículo radica cuando el proceso disciplinario se inicia por el Tribunal de Honor, La junta Directiva o el Consejo del Notariado se abrirá sin previa
calificación.

Artículo 152.- Proceso Disciplinario


En primera instancia, el proceso disciplinario se desarrollará en un plazo máximo de noventa ( 9 0 ) días hábiles, siendo los primeros cuarenta y c i n c o ( 4 5 )
días hábiles para la investigación a cargo del fiscal, quien deberá emitir dictamen con la motivación fáctica jurídica de opinión por la absolución o no del procesado y de
ser el caso, la propuesta de sanción procediendo inmediatamente a devolver todo lo actuado al Tribunal de Honor para su resolución.
Excepcionalmente y tratándose de casos complejos, debidamente sustentados y demostrados, podrá ampliarse el plazo en treinta (30) días hábiles adicionales,
máximo en dos (2) oportunidades.
En caso que, el fiscal haya emitido dictamen de opinión por la responsabilidad del procesado y el Tribunal de Honor hubiera resuelto por la absolución o
sanción menor a la propuesta, el fiscal está obligado a interponer el recurso de apelación.
En segunda instancia el plazo no excederá de ciento ochenta ( 1 8 0 ) días hábiles.
Los plazos establecidos para el procedimiento disciplinario no son de caducidad, pero su incumplimiento genera responsabilidad para las autoridades
competentes. En el caso del Tribunal de Honor, si se incumple con el plazo establecido en el presente artículo, se aplicará a cada uno de sus miembros, una sanción
del 0.5 de una (01) Unidad Impositiva Tributaria, la misma que continuará devengándose por el mismo monto por cada seis (6) meses mientras subsiste el
incumplimiento. Esta sanción se aplica por cada procedimiento disciplinario.
El titular de la multa es el Consejo del Notariado.
Las resoluciones finales emitidas en primera instancia en los procedimientos iniciados de oficio, serán remitidas en revisión al Consejo del Notariado. (Decreto
Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

En caso que, el Fiscal haya emitido dictamen de opinión por la responsabilidad del procesado y el Tribunal de Honor hubiera resuelto por la absolución o sanción
menor a la propuesta, el Fiscal está obligado a interponer el recurso de apelación.
En segunda instancia el plazo no excederá de ciento ochenta (180) días hábiles.
Los plazos establecidos para el procedimiento disciplinario no son de caducidad, pero su incumplimiento genera responsabilidad para las autoridades
competentes.

Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Arts. 65, 68, 68, 70, 72 y 73

Comentario:
Este artículo modifica los plazos incluyendo las ampliaciones del proceso disciplinario. Además establece sanciones económicas a los Tribunales de Honor si incumplen los plazos
establecidos. Estimamos que los plazos son excesivos, tanto en el Tribunal de Honor como en el Consejo del Notariado.

Artículo 153.- Medida Cautelar


Mediante decisión motivada, de oficio o a solicitud del colegio respectivo o del Consejo del Notariado, el Tribunal de Honor de los colegios de notarios a inicio
del procedimiento disciplinario podrá disponer como medida cautelar la suspensión del notario procesado en caso de existir indicios razonables de la comisión
de infracción administrativa disciplinaria y dada la gravedad de la conducta irregular, se prevea la imposición de la sanción de destitución. Dicha decisión será
comunicada a la junta directiva del colegio respectivo, a fin que proceda al cierre de los registros y a la designación del notario que se encargue del oficio en tanto
dure la suspensión. En ningún caso la medida cautelar podrá exceder el plazo máximo fijado por la presente ley para el desarrollo del procedimiento
disciplinario, bajo responsabilidad de la autoridad competente. El recurso de apelación no suspende la medida cautelar.
Concordancias:
P.R.D.L. 1049, Art. 77

Comentario:
Debe cuidarse de no exponer sin mayor razón al notario suspendido. Sancionar no significa derecho a la afrenta pública.

Capítulo V
De la prescripción de la acción disciplinaria

Artículo 154.- Plazo de prescripción


La acción disciplinaria prescribe a los cinco años, contados desde el día en que se cometió la presunta infracción administrativa disciplinaria. El inicio del proceso
disciplinario y/o la existencia de un proceso penal interrumpen el término de la prescripción.

Comentario:
Bien pudo señalarse un plazo menor. Cuatro años, por ejemplo.

Artículo 155.- Responsabilidad del Notario Posterior al Cese


El proceso disciplinario y la sanción procederán aun cuando el notario haya cesado en el cargo.

Comentario:
Es lógico que así sea. No se puede dejar de administrar justicia.

Artículo 156.- Registro de Sanciones


Toda sanción se anotará, una vez firme, en el legajo de antecedentes
del notario.

Comentario:
Nótese que el artículo señala “una vez firme”

Disposiciones complementarias, transitorias y finales

Primera.- En tanto no se elijan tribunales de honor en los colegios de notarios, las juntas directivas tendrán competencia para conocer y resolver
en primera instancia todas las denuncias y procedimientos disciplinarios, con las atribuciones y responsabilidades correspondientes, hasta la culminación de los mismos.

Segunda.- La Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú coordinará con los colegios de notarios de la República la adecuación del Estatuto Único a lo que
establece la presente norma.

Tercera.- Quedan sin efecto los concursos iii (*) RECTIFICADO POR FE DE ERRATAS públicos convocados a la fecha. En un plazo máximo de noventa (90) días todos
los colegios deben convocar a concurso público la totalidad de sus plazas vacantes existentes a la fecha, bajo responsabilidad; reconociendo y/o devolviendo los derechos
abonados en los concursos dejados sin efecto, a elección de los interesados.

CONCORDANCIAS: D.S. N° 015-2008-JUS, 1ra. Disp. Trans. y Final


(Plazo en días hábiles).

Cuarta.- El Consejo del Notariado aprobará las disposiciones que sean necesarias para la implementación gradual de la obligación prevista en el inciso i) del artículo 16
de la presente norma.

Quinta.- En el caso de inscripciones sustentadas en instrumentos notariales protocolares o extraprotocolares presumiblemente falsificados, el notario al que
supuestamente se atribuye la actuación notarial deberá presentar la solicitud de anotación preventiva en el Diario de la Oficina Registral dentro de los cinco días
hábiles contados desde que tuvo conocimiento, bajo su responsabilidad.
Igual procedimiento le corresponde al notario que tome conocimiento de la falsificación de un instrumento protocolar o extraprotocolar que se le atribuya y se
haya insertado en instrumento que diera lugar a la inscripción registral.
La presentación posterior a dicho plazo no constituye una causa de admisión o improcedencia de la solicitud del notario ante el Registro.
La anotación preventiva tendrá la vigencia de un año contado a partir de la fecha del asiento de presentación. Si dentro de ese plazo, se anota la demanda judicial
o medica cautelar que se refiera a este mismo hecho, dicha anotación judicial se correlacionará con la anotación preventiva y surtirá sus efectos desde la fecha del
asiento de presentación de esta última. La interposición de estas acciones judiciales, corresponderá a aquellos que tengan interés legítimo en la nulidad de la
inscripción obtenida con el título falsificado.
Vencido el plazo de la anotación preventiva que fuera solicitada por el notario, sino se hubiera anotado la demanda o medida cautelar, dicha anotación preventiva
caduca de pleno derecho.
La presente anotación preventiva será procedente aunque el actual titular registral sea un tercero distinto al que adquirió un derecho sobre la base del
instrumento notarial presuntamente falsificado. (Modificación – Ley 30313 publicación de fecha 26.03.2015).

Sexta.- En el caso de inscripciones sustentadas en instrumentos públicos protocolares en las que presumiblemente se habría suplantado al o a los otorgantes, o a sus
respectivos representantes, el Notario ante quien se otorgó dicho instrumento debe presentar la solicitud de anotación preventiva en el Diario de la oficina Registral,
dentro de los cinco días hábiles contados desde que tuvo conocimiento, bajo su responsabilidad.
La presentación posterior a dicho plazo no constituye una causa de inadmisión o improcedencia de la solicitud del notario ante el Registro.
La anotación preventiva tendrá la vigencia de un año contado a partir de la fecha del asiento de presentación. Si dentro de ese plazo, se anota la demanda judicial o
medida cautelar que se refiera a este mismo hecho, dicha anotación judicial se correlacionará con la anotación preventiva y surtirá sus efectos desde la fecha del
asiento de presentación de esta última. La interposición de estas acciones judiciales, corresponderá a aquellos que tengan interés legítimo en la nulidad de la
inscripción obtenida con el título falsificado.
Vencido el plazo de la anotación preventiva que fuera solicitada por el notario, si no se hubiera anotado la demanda o medida cautelar, dicha anotación preventiva
caduca de pleno derecho.
La presente anotación preventiva será procedente aunque el actual titular registral sea un tercero distinto al que adquirió un derecho sobre la base del instrumento
notarial sujeto a la presunta falsificación. En lo que resulte aplicable, las disposiciones complementarias quinta y sexta de las disposiciones complementarias,
transitorias y finales del Decreto Legislativo 1049, Decreto Legislativo del Notariado se regirán por las disposiciones contenidas en el Texto Único Ordenado del
Reglamento General de los Registros Públicos. (Modificación – Ley 30313 publicación de fecha 26.03.2015).

Comentario:
El D.L 30313 del 26.03.2015 establece modificatorias a las disposiciones complementarias Transitorias y Finales quinta y sexta, respecto al procedimiento para cancelar un asiento de
la partida registral o consignar una anotación preventiva.

Sétima.- La presentación de partes notariales y copias certificadas en los distintos registros del Sistema Nacional de los Registros Públicos, según corresponda,
deberá ser efectuada por el notario o por sus dependientes acreditados ante la SUNARP.
Luego de la presentación, el notario podrá entregar la solicitud de inscripción del título al interesado para que este continúe a tramitación del procedimiento bajo
su responsabilidad.
Excepcionalmente, a solicitud y bajo responsabilidad interesado, los partes notariales y las copias certificadas podrán ser presentados y tramitados por persona
distinta al notario o sus dependientes. El notario al expedir el parte o la copia certificada deberá consignar en estos instrumentos el nombre completo y número de
documento de identidad de la persona que se encargará de la presentación y tramitación.
Para la presentación de los instrumentos ante el Registro, el notario acreditará a su dependiente a través del modulo “Sistema Notario” que administra la
Superintendencia Nacional de los Registros Públicos – SUNARP. Tratándose de la excepción prevista en el párrafo precedente, el notario incorporará en el Módulo
“Sistema Notario” los datos de la persona distinta que presentará el parte notarial o la copia certificada.
Las oficinas registrales no admitirán, bajo responsabilidad, la presentación de testimonio o boletas notariales. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha
26.09.2015).

Comentario:
Aquí se hace referencia a la importancia del módulo sistema notario que administra SUNAT. Los presentantes de títulos de cada notaría deberán estar dentro de su sistema.

Octava.- Deróguese el Decreto Ley Nº 26002 - Ley del Notariado y sus normas modificatorias y complementarias, así como todas las normas que se opongan a lo
dispuesto en el presente Decreto Legislativo.

Novena.- El presente dispositivo legal entrará en vigencia a partir del día siguiente de su publicación, con excepción del inciso b) de su artículo 21 que entrará en vigencia
a partir del primero de enero del 2014.

Décima.- Para la identificación de los extranjeros residentes o no en el país a que se refiere el artículo 55 de la presente ley, la Superintendencia Nacional de
Migraciones deberá poner a disposición de los notarios el acceso a la información de la base de datos del registro de carnes de extranjería, pasaportes y control migratorio de
ingreso de extranjeros, pasaportes y control migratorio de ingreso de extranjeros, en el plazo de ciento ochenta (180) días calendario, contados desde la vigencia del presente
Decreto Legislativo. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Comentario:
El D.L 1232 añade las disposiciones primera, segunda, tercera, cuarta, quinta y sexta es, referidas a la base de datos de Migraciones para los extranjeros, la obligatoriedad del empleo
del módulo sistema notario, la obligatoriedad de presentar los partes notariales referidos a mandatos y poderes en formato digital, el uso de papel notarial de seguridad para la
expedición de partes, los traslados temporales y a que solo se podrá postular a un concurso de méritos a la vez.

Décima Primera.- El modulo denominado “Sistema Notario” aprobado por la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos – SUNARP es de uso obligatorio
para los notarios. El notario deberá incorporar, modificar o eliminar la información que se encuentre habilitada en el mencionado sistema para coadyuvar a contrarrestar el
riesgo de la presentación de documentos notariales falsificados.
serán rechazados por el diario de la oficina registral la presentación de títulos realizados por el notario, su dependiente acreditado, o por persona distinta que no hayan sido
incorporados en el módulo “Sistema Notario”. Cuando el notario no tenga las facilidades tecnológicas el Jefe de la Unidad Registral de la Zona Registral del ámbito
geográfico correspondiente al domicilio notarial orientará sobre el empleo del módulo “Sistema Notario”, dándole las facilidades a fin de acudir a la Oficina Registral para
acceder a internet.
La información de los dependientes de notaría que fueron acreditados ante el Registro con la presentación de una solicitud en soporte papel solo tendrá eficacia por el plazo
de noventa (90) días calendarios contados desde el día siguiente de la publicación en el Diario Oficial El Peruano de la presente disposición. (Decreto Legislativo 1232
publicación de fecha 26.09.2015).

Décima Segunda.- Mediante Decreto Supremo se aprobará el uso de medios informáticos que permitan verificar de manera fehaciente la autenticidad de los
instrumentos notariales presentados a los registros a cargo de la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos – SUNARP. En tal caso, se integrará su utilización al
módulo “Sistema Notario” señalado en la presente Ley. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).
Décima Tercera.- A partir de primero de febrero del 2016, los partes notariales que contengan actos inscribibles en el Registro de Mandatos y Poderes de la Oficina
Registral de Lima de la Zona Registral Nº IX – Sede Lima, se expedirán en formato digital utilizando la tecnología de firmas y certificados digitales de acuerdo a la ley de la
materia, y se presentarán a través de la plataforma informática administrada por la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos – SUNARP.
Para estos efectos, la oficina registral de Lima de la Zona Registral Nº IX – sede Lima no admitirá, bajo responsabilidad, la presentación del parte notarial en soporte papel a
partir de la entrada en vigencia de la presente disposición.
Mediante Resolución del Superintendente Nacional de los Registros Públicos se determinará la obligación de presentar los partes notariales utilizando la tecnología de
firmas y certificados digitales para actos inscribibles en otros registros, así como en las zonas Registrales correspondientes. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha
26.09.2015).

Décima Cuarta.- El papel notaria de seguridad para la expedición del parte, a que se refiere el artículo 85º de la presente Ley, deberá ser de uso uniforme a nivel
nacional y de la aplicación a partir del 1 de abril del 2016 la Junta de Decanos del Colegio de Notarios del Perú determinará las características especiales del papel notarial de
seguridad y demás acciones necesarias destinada a su implementación. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).

Décima Quinta.- El consejo del Notariado puede disponer los traslados temporales de notarios a nivel nacional, en los siguientes supuestos:
a) Cuando existan plazas vacantes y hasta que sean cubiertas en virtud de un concurso público de méritos.
b) Si el concurso público es declarado desierto, hasta que se cubran las plazas por concursos públicos regulares.

Asimismo, el Consejo del Notariado podrá disponer el cese del traslado por razones de necesidad debidamente sustentadas. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha
26.09.2015).

Décima Sexta.- Déjese sin efecto la Sétima Disposición Complementaria Transitoria de la Ley Nº 29933.
La convocatoria a concursos públicos de méritos para el ingreso a la función notarial se realizará únicamente para las plazas notariales que no se encuentren comprendidas
dentro de los alcances de la Segunda Disposición Complementaria Transitoria hasta que se declare concluido el concurso público nacional de méritos para el ingreso a la
función notarial.
Solo se podrá postular a un concurso público de méritos por vez. En caso que un participante decida postular a un concurso público de méritos para el ingreso a la función
notarial distinto al que se encuentre inscrito deberá formular desistimiento. (Decreto Legislativo 1232 publicación de fecha 26.09.2015).
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ZUVILIVIA, María Cecilia. Técnica Notarial y Registral. Editorial Juris. Rosario, Argentina, 2000.
Índice General

Presentación
Introducción

Decreto Legislativo del Notariado Nº 1049

Título I
Del notariado y de la función notarial

Capítulo I
Disposiciones generales

Capítulo II
Del ingreso a la función notarial

Capítulo III
De los deberes del notario

Capítulo IV
Del cese del notario

Título II
De los instrumentos públicos notariales

Capítulo I
Disposiciones generales

Capítulo II
De los instrumentos públicos protocolares

Sección Primera: Del registro de escrituras públicas Título IV


Sección Segunda: Del registro de testamentos De la vigilancia del notariado
Sección Tercera: Del registro de protestos
Sección Cuarta: Del registro de actas de transferencia de Capítulo I
bienes muebles registrables De la responsabilidad en el ejercicio de la función
Sección Quinta: Del archivo notarial y de los traslados
Capítulo II
Capítulo III Del régimen disciplinario
De los instrumentos públicos extraprotocolares
Capítulo III
Sección Primera: Disposiciones generales De las infracciones administrativas disciplinarias
Sección Segunda: De las actas extraprotocolares
Sección Tercera: De la certificación de entrega de cartas notariales Capítulo IV
Sección Cuarta: De la expedición de copias certificadas De las sanciones, del procedimiento y la medida cautelar
Sección Quinta: De la certificación de firmas
Sección Sexta: De la certificación de reproducciones Capítulo V
Sección Sétima: De la certificación de apertura de libros De la prescripción de la acción disciplinaria

Capítulo IV Disposiciones complementarias, transitorias y finales


De la nulidad de los instrumentos públicos notariales

Título III Bibliografía

De la organización del notariado Índice General

Capítulo I
Del distrito notarial

Capítulo II
De los Colegios de Notarios

Capítulo III
De la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú

Capítulo IV
Del Consejo del Notariado

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