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Universidad Central de Venezuela


Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Centro de Estudios de Postgrado

LA CÉLULA PENTAGONAL DE PODER

Una mirada Interdisciplinaria a la deformación institucional en Venezuela.

Pedro Guillermo Itriago Camejo

Caracas, 1 de noviembre de 2013


2

RESUMEN

Venezuela parece ser, al menos empíricamente, una sociedad estructurada


sobre la base del poder y el poder tiene múltiples expresiones, una de ellas de
singularidad sustantiva en nuestra historia patria: el poder político.

Las instituciones no parecieran ser objetivo formal de la creación y


estructuración del poder del Estado, sino más bien el “barniz institucional”
necesario para dar organicidad a un sistema político, surgido desde el
pensamiento unívocamente creador de un líder. En tal sentido, es posible
formularse las interrogantes siguientes ¿Cómo se construye el andamio
institucional del Estado venezolano? ¿Se origina y articula en torno a un líder
carismático? ¿A qué estructuras da vida? ¿Quiénes viven al interior de esas
estructuras? ¿Cómo son sustituidas las instituciones por esas estructuras?

En este artículo pretendemos dar respuesta a esas interrogantes. Desde la


intersección de la Teoría General de los Sistemas, más concretamente del
modelo del Sistema Complejo; la Teoría Política, desde las concepciones de
Max Weber respecto del poder político, sus dominaciones y liderazgos y el
concepto de militante de Maurice Duverger, abordaremos un modelo
descriptivo acerca del origen y posible deformación institucional en Venezuela,
planteando la existencia de constructos propios como los Patrones Envolventes
de Dominación, la Célula Pentagonal de Poder y los Sistemas Reticulares de
Células Pentagonales de Poder, desde cuyo devenir se producen tanto la
consolidación como el crecimiento expansivo de estructuras sistémicas de
carácter reticular, que podrían asumir el papel de las instituciones formales del
Estado.

Palabras claves: Célula, institución, pentágono.


3

ABSTRACT

Venezuela seems to be a society builder on policy power base. Institutions


seems not to be builder on institutional view. They are a “formal” creation just
like a light paint over a public wall. In that way is possible to make a few
questions like How instutional structure are maked by politics, in order to create
a Estate? Is maybe establish around of charismatic leader? What structures
take life in that way? What kind of personages living there? How these
structures can defeat Estate formal structures?

In this article we will try to respond that questions. Since General Systems
Theory and Politic Theory, Max Weber’s ideas about domination beside
Maurice Duverger party militant concept and Complex System concept from
systems theory, we will create concepts like Involving Domination Pattern,
Pentagonal Power Cells and Reticular Systems of Power Pentagonal Cells, in
order to describe and explain national deformation of politics institutions
nowadays.

Key words: cell, institution, pentagon.

Preliminar.

Venezuela parece ser, al menos empíricamente, una sociedad estructurada


sobre la base del poder y el poder tiene múltiples expresiones, una de ellas de
singularidad sustantiva en nuestra historia patria: el poder político.

Una componente estructural del poder político, como acción concreta, es la


dominación, dominación vista desde la perspectiva weberiana de su
significación, esto es, como la capacidad para tomar acciones sobre la vida y
futuro del otro desde una óptica propia de la realidad, condicionada por
intereses de variada índole1. Un ejemplo empírico de tal existencia, la ofrece la

1
“Llamamos Herrschaft (…) a la probabilidad de que, en un grupo determinado de personas,
determinadas órdenes, o todas las órdenes, encuentren obediencia (…) la dominación puede basarse (…)
en muy diversos motivos de la obediencia, desde la mera costumbre hasta consideraciones de índole
totalmente racional-instrumental (…) Pero la dominación sobre un número de personas necesita
normalmente, aunque no siempre, de un aparato humano, un aparato administrativo (…) es decir, la
4

posibilidad de escribir acerca de la vida republicana de Venezuela desde la


historia, la realidad generada y los discursos producidos por seis hombres, a
saber, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios, José
Antonio Páez Herrera, Antonio Guzmán Blanco, Juan Vicente Gómez Chacón,
Rómulo Betancourt Bello y Hugo Chávez Frías. Todos los sistemas políticos,
devenido el tiempo, aún aquellos no calificables de tales ante la inexistencia del
concepto en los primeros años de la Venezuela república independiente (o en
trance de), parecieran originarse en (y de) las propuestas, ideas y acciones de
estos seis hombres, en el ejercicio del poder político y consecuentemente bajo
su dominación.

Políticos, estadistas, gobernantes, líderes, ideólogos e idealistas, son estos


seis hombres en torno a los cuales se ha construido un entramado institucional,
apelando a elementos del republicanismo, el federalismo, el positivismo, la
democracia representativa y, finalmente, la democracia participativa, con tiznes
de un socialismo del siglo XXI aún no definitivamente precisado. Lo curioso, al
menos en referencia a la evidencia empírica, es que esas instituciones parecen
haberse construido, en cada tiempo histórico, más de forma que de fondo. De
vida en ocasiones efímera, en otras perturbadoramente cambiante, más para
mal que para bien, las instituciones no parecieran ser objetivo formal de la
creación y estructuración del poder del Estado, sino más bien el “barniz
institucional” necesario para dar organicidad a un sistema político, surgido
desde el pensamiento unívocamente creador de un líder. En tal sentido, es
posible formularse las interrogantes siguientes ¿Cómo se construye el andamio
institucional del Estado venezolano? ¿Se origina y articula en torno a un líder
carismático? ¿A qué estructuras da vida? ¿Quiénes viven al interior de esas
estructuras? ¿Cómo son sustituidas las instituciones por esas estructuras?

dominación necesita en términos generales que se dé una probabilidad segura de que va a ver una
acción por parte de determinadas personas obedientes, con la intención expresa de ejecutar sus
instrucciones generales y sus órdenes concretas. Este aparato administrativo puede estar obligado a
prestar obediencia al gobernante o gobernantes por pura costumbre o por sentimientos o por intereses
materiales o por motivos ideales (wertrational)” Weber, Max; Sociología del Poder. Los tipos de
dominación. ALIANZA.Madrid,2007.Págs.59 y 60.
5

En este trabajo pretendemos dar respuesta a esas interrogantes. Desde la


intersección de la Teoría General de los Sistemas, más concretamente del
modelo del Sistema Complejo; la Teoría Política, desde las concepciones de
Max Weber respecto del poder político, la dominación y el liderazgo
carismático, y el concepto de militante de Maurice Duverger, abordaremos un
modelo descriptivo acerca del origen de la deformación institucional en
Venezuela, planteando la existencia de constructos propios como los Patrones
Envolventes de Dominación, la Célula Pentagonal de Poder y los Sistemas
Reticulares de Células Pentagonales de Poder, desde cuyo devenir se
producen tanto la consolidación como el crecimiento expansivo de estructuras
sistémicas de carácter reticular, que podrían asumir el papel de las
instituciones formales del Estado, tanto en lo funcional como, eventualmente,
en lo representativo, haciéndolas de hecho desaparecer en el tiempo.

1.- Los conjuntos seminales en la realidad compleja. Una reflexión


filosófica.

La realidad es compleja, dominada además por la incertidumbre y el conflicto 2.


La aproximación a la realidad, en cualquiera de sus posibles recortes, admite al
menos dos alternativas, a saber, una visión atomista, episódica y puntual, y
otra que prefigura la observación holística, totalizadora e interdisciplinaria.

La primera de ellas implica un punto de vista caracterizado por una


componente temporal que encapsula la realidad en un episodio, donde el
observador es el actor principal y los hechos, además del tiempo, discurren en
el contexto que ese observador determina como único escenario y el resto de
los mortales, sean personas o individuos de otras especies, representan
papeles secundarios, de algún modo “escritos” por ese observador, analizados

2
“…el mundo (…) es cada vez más complejo, turbulento, incierto y conflictivo y en él se cuestionan los
paradigmas que lo han sustentado con relación a: la naturaleza misma del hombre como ente
competitivo o solidario; su pertenencia al terruño o a la Tierra como única y gran aldea; y la razón de ser
del Estado como conductor del desarrollo o como simple facilitador para la empresa privada.”
Castellanos Bohórquez, Hercilio; Planificación. Herramientas para enfrentar la complejidad, la
incertidumbre y el conflicto. CENDES-UCV. Caracas, 2004. Pág. 2.
6

además según la estructura cognitiva, conceptual y metodológica provista por


su exclusivo saber científico. El origen de los hechos se circunscribe a la
unidicidad de una partícula, identificada por quien observa y cuyas relaciones
se establecen en función de la representación del espacio de realidad que se
aspira describir. De alguna manera, esta aproximación a la realidad ha
caracterizado, en buena medida, parte de la investigación científica en el
mundo y, en particular, en Venezuela.

La otra, supone la existencia de una realidad amplia, sujeta a las decisiones


independientes de los seres vivos que contiene, con problemas y ocurrencias
que derivan aleatoriamente de esas decisiones, buena parte de las cuales
afectan o modifican su constitución y naturaleza, sea intencionalmente o no.
Entre los individuos que forman parte de esa realidad, se establecen relaciones
múltiples que se multiplican en el tiempo e incluso pudiesen de algún modo
construir espacios de realidad dentro de la propia realidad mayor, definiendo a
su vez nuevos conjuntos de relaciones, tal cual se va construyendo un mosaico
multicolor y multiforme, pero no estático sino viviente.

Esa realidad no puede agotarse en sus contenidos al interior de un solo


constructo teórico, parte exclusiva de la estructura cognitiva de una disciplina
científica en particular. Se requiere una visión totalizadora, donde el observador
es parte de lo observado y lo observado contiene al observador. Esa visión,
como se indicó en el párrafo inicial, es la que en la actualidad se denomina
visión holística e interdisciplinaria y este trabajo pretende aproximarse al tema
de investigación desde esa óptica.

En tal sentido, partimos entonces de una primera aproximación que remite, en


cierto modo, a la reflexión platónica de dos mundos, dos mundos coexistentes
en una misma realidad: la realidad sensible y la realidad inteligible. Dice Platón3

3
" Platón afirma la existencia de dos mundos diferentes:

•El Mundo Sensible: Formado por los objetos materiales, es exactamente igual en el mundo de Heráclito,
haciendo su dinamismo que sea completamente incognoscible.

•El Mundo Inteligible: Formado por universales, (Ideas) es un mundo perfecto, inmutable, y, por tanto,
cognoscible, y también formado por las almas.
7

que la realidad de lo sensible es aquella que corresponde a los objetos (las


cosas) y que la realidad de lo inteligible remite a aquella donde habita lo no
sensible pero entendible. En este trabajo, nos atrevemos definir a la realidad de
lo inteligible como realidad de lo intangible, entendiendo como tal a aquel
recorte de la realidad que podemos afirmar existe en tanto pensamientos, ideas
y expectativas al interior de los seres humanos, susceptibles además de ser
verbalizadas mediante la palabra escrita o hablada, configurando desideratas
que como expresión incuestionable de expectativas, nacen de las ideas y en el
pensamiento.

Acotamos a la expectativa, entre los límites del sentido estricto que le otorgan
los significados del vocablo que figuran en el Diccionario de la Real Academia
Española, esto es, como “esperanza de realizar o conseguir algo”, “posibilidad
razonable de que algo suceda” , “posibilidad de conseguir un derecho, una
herencia o un empleo u otra cosa, al ocurrir un suceso que se prevé” . En
suma, la expectativa como concepto que arrastra la fuerza de la esperanza de
que algo sea o suceda, dependiendo de un protagonista o un responsable
externo, que se ancla en la idea y sus posibles contenidos de realidad.

En otro orden de ideas, pretendemos definir a la realidad platónica de lo


sensible como realidad de lo tangible, entendiendo a esta última como el
recorte de la realidad dónde existe todo aquello que es susceptible de ser
percibido físicamente por los sentidos o ejercido formalmente por el ser
humano sobre el ser humano, a través de alguna acción material aplicable por
unos sobre los otros. La dominación4 tiene lugar para nosotros en la realidad
de lo tangible, produciendo consecuencias sobre la idea y la expectativa.

Las Ideas son los universales, la esencia de los objetos sensibles, lo que hace que un objeto sea lo que es.
Por eso el Mundo Sensible es copia del inteligible, y por eso se da la relación de participación entre las
dos realidades. Las ideas existen desde siempre y para siempre, es decir, forman parte de un mundo
inmutable. Esto significa que las ideas existen aunque no haya objetos sensibles que participen.” Mestre
Chut, José. Los dos Mundos de Platón: El Mito de la Caverna. Recuperado de internet en
http://suite101.net/article/los-dos-mundos-de-platon-a3038#ixzz2J0Zs1x29.
4
Reiteramos, la dominación en los términos weberianos expuestos en la cita textual distinguida con el
número 1.
8

Al ser la realidad en si misma compleja y este trabajo optar por la observación


holística e interdisciplinaria de su ocurrencia, hacemos uso entonces de los
diagramas de John Venn, utilizados en la lógica inductiva5, para definir la
existencia de un conjunto al que llamamos realidad compleja, del cual son
subconjuntos la idea, la expectativa y la dominación; los dos primeros
conjuntos gravitan en el ámbito de la realidad de lo intangible; y el conjunto de
la dominación gravita en el espacio de la realidad de lo tangible. Ahora bien, los
conjuntos de la realidad compleja coexisten en intersección, dada precisamente
la complejidad de esa realidad; por lo apodíctica que puede parecer esta
afirmación, nos arriesgamos a decir que nada existe en la realidad compleja
por su propia cuenta y riesgo. Hasta el cero absoluto, no obstante su condición
de abstracción, deja de existir de no disponer de los conjuntos numéricos que
lo contienen como elemento neutro de y en sus leyes de composición interna 6.

Ahora bien, existen espacios de intersección7 entre la idea y la expectativa, y


entrambas y la dominación, es decir, se configuran en la intersección de los

5
Resulta necesario aclarar que John Venn, creador de los diagramas en mención, siendo no obstante
matemático, los creo más como instrumentos de comprensión, relacionados directamente con sus
estudios sobre lógica inductiva. Los diagramas de Venn han sido ampliamente utilizados en la
formulación de los constructos formales, así como de la notación de la Teoría de Conjuntos. En este
trabajo hacemos uso de dos de las tres relaciones básicas de la Teoría de Conjuntos, a saber, la
intersección y la contención. La tercera de las relaciones es la unión.
6
El cero (0) es un guarismo que representa el “no valor”. En la Teoría de Números, así como en la Teoría
de Conjuntos, al intentar interpretar la existencia de los conjuntos numéricos (N, Z, Q y R) y definir las
operaciones tanto del Algebra como de la Aritmética en los conjuntos referidos, se define al cero (0), por
citar una de las convenciones, como el elemento neutro para la Suma, entendida esta como una Ley de
Composición Interna al interior del conjunto de los números Enteros (Z), por ejemplo. A pesar de que las
Ciencias Básicas son tautológicas, el cero (0) como guarismo pierde significación sin el contexto de
realidad abstracta que ofrecen las teorías citadas. El cero guarismo como cero símbolo no tiene “vida
propia”.
7
Resulta fundamental aclarar aquí el uso del vocablo espacio. Por espacio entendemos un sector, un
campo, un lugar entre dos conjuntos y dónde ambos comparten un área común. No aludimos al espacio
como la definición tridimensional formada por los ejes cartesianos x, y, z y simbolizado como R3.
Alternativamente usaremos el vocablo en estructuras como “espacios de intersección” y “espacios de
probabilidad”, el primero para distinguir el “lugar” donde existen los elementos comunes a los
conjuntos intersectados y el segundo, para referir el “lugar” dónde la probabilidad de éxito también
habita. Esta última conceptualización, esto es, la de espacio de probabilidad la hemos tomado de la
noción de espacios finitos de probabilidad en la Teoría de Probabilidades. La noción se define en los
siguientes términos: sea A el espacio muestral, que contiene n elementos {a₁, a₂, a₃,.....,an}, si a cada uno
de los elementos de A le asignamos una probabilidad p>=0, entonces estamos transformando este
espacio muestral en un espacio finito de probabilidad, que debe cumplir con las siguientes
características: 1) Las probabilidades asociadas a cada uno de los elementos de A deben ser mayores o
9

conjuntos, espacios de probabilidad; así, entre la idea y la expectativa, vale


decir, en su intersección, se da la existencia del espacio de probabilidad de la
idea y la expectativa, esto es, existe un subconjunto tal que idea y expectativa
cuentan con elementos comunes a sus contenidos de realidad, además de la
probabilidad de que concurran idea y expectativa en contenidos equivalentes.
Lo mismo ocurre en los espacios de intersección entre idea y dominación, así
como expectativa y dominación: hay espacios de probabilidad dónde existen
elementos comunes a los conjuntos en referencia, así como la probabilidad en
la ocurrencia de uno o varios eventos que produzcan resultados tendentes a
contenidos concurrentes.

Pero existe un espacio de probabilidad dónde los tres conjuntos se intersectan,


a saber, el espacio donde confluyen los elementos comunes a la idea, la
expectativa y la dominación. Existe, en ese espacio, un gran elemento común
que habita en él, que hace sintonía con la idea, que además la propala
mediante verbalización escrita o hablada; que expresa y convence acerca de
su expectativa, misma que intenta materializar en resultados desde la idea; y
que intenta ejercer o ejerce la dominación sobre todo el ámbito de la realidad
compleja; ese gran elemento común es “El Líder”. La idea, la expectativa y la
dominación, los conjuntos seminales de una realidad política compleja,
intersectados en el espacio donde habita el motor de las estructuras por venir:
El Líder. Una aproximación gráfica al planteamiento precedente, puede
observarse en el Diagrama #1.

iguales a cero, pi>=0. 2) La sumatoria de las probabilidades asociadas a cada uno de los elementos de A
debe de ser igual a 1. ∑pi = 1.
10

REALIDAD DE LO INTANGIBLE

INTERSECCIÓN DE LA IDEA Y LA EXPECTATIVA

IDEA LIDER EXPECTATIVA

INTERSECCIÓN DE LA IDEA Y LA DOMINACIÓN INTERSECCIÓN DE LA EXPECTATIVA Y LA DOMINACIÓN

DOMINACIÓN

REALIDAD DE LO TANGIBLE

Fuente: Elaboración propia.

2.- La obediencia, la dominación y el Líder Carismático. Los otros


personajes: el ideólogo, el romántico, el político de oficio, el soldado y el
negociante. El origen de una estructura de poder político.

2.1.- El asunto de la obediencia y la dominación. El líder carismático y la


dominación carismática.

La obediencia como concepto en Teoría Política, está ligada inextricablemente


a su fuente de origen: la obligación política. En el contexto de las reflexiones
más antiguas al respecto, mismas que se remontan a Platón y Sócrates, el
punto crucial de la obligación política radica en la proposición afirmativa acerca
de si la gente tiene o no la obligación de obedecer, en particular de obedecer la
ley. Y como afirma Barbara Goodwin, por ejemplo, para el Estado “…es útil
poder afirmar el deber general de los ciudadanos a obedecer las leyes y
11

respetar al gobierno, empleando alguna de las explicaciones de la


obligación…” (GOODWIN, 1998. Pp.134)

En épocas más recientes, existen múltiples teóricos políticos que desarrollan


un pensamiento en torno a la obediencia. McDonald, por ejemplo, opina que la
obediencia es un resultado natural de la organización social; teóricos de lo
político-moral como Green y Rawls sitúan el ámbito de la obediencia, como una
consecuencia del compromiso (contrato) del individuo con la sociedad en la
que elige vivir. Finalmente, Max Weber considera a la obediencia como
resultado consecuente de la dominación. Dice Weber al respecto:

“<<Obediencia>> significa que la acción de quien obedece se


desarrolla básicamente como si esa persona hubiera convertido en
máxima de su comportamiento el contenido de la orden por sí mismo,
es decir, solamente por la relación formal de obediencia sin tomar en
consideración su propia opinión sobre el valor de la orden como tal.”8

Desde esta perspectiva, la orden en sí misma adquiere significación


particularmente única en la acción de quien obedece. Ahora bien, también dice
Weber que a pesar de la existencia de una orden que condiciona la acción, un
individuo o grupo entero de individuos “pueden aparentar la obediencia por
puro oportunismo, la pueden ejercer en la práctica por intereses materiales o la
pueden asumir como algo inevitable por debilidad o desamparo.”9

De manera que no pareciese existir un compromiso global, entendiendo por


global al espacio que contiene a todos los individuos en una sociedad o
comunidad, en tanto el cumplimiento de la orden per se. Pareciese entonces
fundamental otra condición necesaria y suficiente que convierta en acción al
cumplimiento de la orden. Y es desde este requerimiento que nace la
dominación, en los términos originalmente germánicos de Weber conocida
como Herrschaft y que este último define como “… la probabilidad de que, en

8
Weber, Max; Sociología del Poder. ALIANZA. Madrid, 2007.Pág.63
9
Weber…Op.Cit…Pág.63
12

un grupo determinado de personas, determinadas órdenes, o todas las


órdenes, encuentren obediencia.”10

Ahora bien, como requisito adicional, la dominación “…necesita normalmente,


aunque no siempre, de un aparato administrativo (…) es decir, la dominación
necesita en términos generales que se dé una probabilidad segura de que va a
haber una acción por parte de determinadas personas obedientes, con la
intención expresa de ejecutar sus instrucciones generales y sus órdenes
concretas.”11 Este aparato humano se expresa o pudiese expresarse en una
organización, órgano u organismo con la capacidad (legítima, legal y práctica)
para ejercer la dominación o, acaso, en un ser humano individual que por un
conjunto de características excepcionales, esté dotado de la capacidad
(legítima, legal y práctica) para ejercer tal dominación. Esas características
excepcionales están contenidas en lo que Weber define como carisma,
afirmando sobre el particular:

“Llamamos <<carisma>> a la cualidad de una persona individual


considerada como una cualidad extraordinaria (…) Por esta cualidad
se considera que la persona que la posee está dotada de fuerzas o
propiedades extraordinarias, no accesibles a cualquier persona o
que es una persona enviada por Dios o una persona modélica y que,
por lo tanto, es un <<líder>>.”12

De ese líder carismático13, surge entonces lo que Weber denomina dominación


carismática, esto es, un tipo de dominación que existe en función de un líder

10
Weber…Idem…Pág.59
11
Weber…Ibid….Pág.60
12
Weber…Ibid…Pág.113
13
Como evidencia de ese vínculo que establece el líder carismático con una deidad superior respecto de
su advenimiento providencial, transcribimos un párrafo de un discurso pronunciado por Adolfo Hitler,
uno de los líderes carismáticos más importantes del mundo, más allá de sus crímenes contra la
humanidad, dónde establece su presencia como conductor incuestionable de un gran proceso de
cambio. Hitler exclama ante la presencia de una multitud llevada en alas de la emotividad “...Creemos en
nuestra Alemania y creemos en nuestro pueblo y creemos en Nuestro Señor (aplausos atronadores) que
no nos abandonará si no somos desleales a nuestro pueblo y a nuestra misión. (Aplausos). Y esta lucha
ha obtenido las bendiciones del Señor. Pues si realmente estuviera el Todopoderoso en contra de
13

que por su carisma, se garantiza o garantiza que las órdenes se conviertan y


verifiquen, expresa y resueltamente, en acciones.

En razón de las definiciones anteriores, sostenemos nuestro primer argumento


empírico, esto es, que en Venezuela, a lo largo de su historia republicana, sea
el pasado mediato o inmediato, la existencia de la nación así como las
transiciones sistémicas en lo político, han estado sujetas a la presencia
impertérrita de líderes carismáticos, ejerciendo consistentemente la dominación
carismática, condicionando en consecuencia el devenir nacional, tanto en las
instituciones como en (y de) los Sistemas Políticos14. Finalmente, el líder se
constituye en una suerte de núcleo celular, que pervive mientras las pruebas de
su carisma se mantengan en el tiempo; si las pruebas llegasen a faltar y “si el
agraciado (…) se muestra abandonado por su dios o por sus poderes mágicos
o heroicos, si se le niega el éxito de manera duradera, y, sobre todo, si su
liderazgo no trae ningún beneficio a sus seguidores, es probable que su
autoridad carismática desaparezca.”15

En torno a ese líder carismático, existen personajes específicos, cada uno ellos
con una representación y una carga de dominación derivada de su posición
respecto de él. Los personajes que habitan en el entorno del líder carismático y
que definiremos en lo sucesivo son el romántico, el ideólogo, el político de
oficio (o político profesional), el soldado y el negociante.

nosotros, entonces, lo sabemos, hoy yo no estaría aquí.” Heiber, Von Kotze y Krausnick. HITLER. Habla el
Fhüher. PLAZA Y JANÉS. Barcelona, 1973. Pág.232.
14
Podríamos, también por vía empírica, distinguir dos grandes conjuntos de líderes carismáticos en la
historia republicana de Venezuela. Uno de líderes prominentes en funciones de Estado, sea como
gobernantes o como conductores en procesos de cambio; otro de líderes menores, surgidos como
consecuencia de los primeros o protagonistas vecinos en los procesos de transformación conducidos
por ellos. Los elementos al interior de ese conjunto de líderes prominentes, a nuestro entender, son
Simón Bolívar, José Antonio Páez, Antonio Guzmán Blanco, Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez,
Rómulo Betancourt y Hugo Chávez; el conjunto de los líderes menores, surgido como consecuencia del
primero, podría empíricamente también integrarse con personajes como Ezequiel Zamora (en este caso
previo a Guzmán pero surgido en y de la misma vorágine), Eleazar López Contreras, Isaías Medina
Angarita, Marcos Pérez Jiménez, Rafael Caldera y Carlos Andrés Pérez. Ni Caldera ni Chávez, según
nuestra aproximación empírica, aún dieron o han dado origen a un líder carismático menor.
15
Weber…Op.Cit…Pág.115
14

2.2.- Los otros personajes en el entorno del Líder Carismático.

El líder carismático tiene un entorno que su propia influencia define y dónde


habitan los personajes que se mencionaran al final de la exposición
precedente. Existen allí “vínculos funcionales”16 entre el líder y los personajes
que lo rodean. Cada uno de sus “vínculos funcionales” nacen de la obediencia
y esa obediencia está condicionada, como quedo planteado en la cita de
Weber, por el oportunismo, los intereses materiales, la debilidad o el
desamparo. Los personajes que en esta sección definiremos, son, en algún
momento o en varios o en toda su existencia, sujetos de cada una de esas
motivaciones; y todos, de algún modo, vinculados al líder carismático en virtud
de la vigencia en el tiempo de esa dominación carismática.

Todos los personajes, a los efectos de la presente construcción teórica, tienen


un peso específico cuya cuantía pudiese variar según los intereses estratégicos
del líder; son imprescindibles, cada uno en su lugar, para mantener la
estructura de poder17 del líder bien cohesionada y en funcionamiento; cada uno
de ellos ofrece y racionaliza el discurso e ideas del líder en su grupo de
pertenencia, grupos de poder político en sí mismos. Y cada uno de ellos
abandonará al líder en su momento cuando la dominación carismática se
haya debilitado o esté en trance de debilitarse: unos lo harán primero, otros
cuando suene, señera, la primera clarinada de una posible derrota. Vayamos
pues a su encuentro.

16
Denominamos “vinculo funcional” a la relación de unión que nace entre el líder y los personajes en su
entorno, a través de una función que al no poder (o no querer) ser desempeñada directamente por el
líder, ha de verificarse en las acciones de sus personajes circunvecinos mediante la ejecución de una
orden expresa del líder (o por iniciativa propia) y tendente al mantenimiento de su poder u orientado al
mantenimiento de su poder. Parte del poder del líder nace de la operación accionaria que los personajes
realicen hacia el resto de la comunidad.
17
Más adelante definiremos ampliamente este concepto e incluso especificaremos “la forma” y “las
formas” de tales estructuras al interior de los conjuntos seminales de la realidad política que
establecimos en las líneas iniciales del presente trabajo.
15

2.2.1.- El Ideólogo.

En la Francia del siglo XVIII, en plena era de la Ilustración, surge la Ideología18


como corriente filosófica y el Ideólogo como su principal representante. En el
entorno de ese mismo tiempo histórico, los vocablos Ideología e Ideólogo van
adquiriendo una connotación que escapa a los bordes amplios de la filosofía,
para concentrarse en el campo específico de la filosofía política,
transformándose luego en conceptos más concretos en lo teórico-político. Así,
el político irlandés Edmund Burke se aproxima a la Ideología como concepto a
partir de lo que afirma específicamente respecto de la “Ideología en un partido
político”, abordando inicialmente a la organización de esta naturaleza como
"…un grupo de hombres unidos para promover el bien común de acuerdo con
un principio que comparten” y al principio o principios que comparten como
la ideología de ese partido, misma que combina “….teorías importantes, ideas
de varios pensadores, en una visión que unifica a los miembros (que pueden
tener inquietudes distintas) y también resulta aceptable para los grupos de
interés vinculados al partido.” (ARNOLETTO; 2002. P.p.42).

Ahora bien, Eduardo Arnoletto, en su Glosario de Conceptos Políticos Usuales


hace una distinción entre ideología extrema e ideología moderada; respecto de
la primera nos dice Arnoletto, luego de conceptuar de manera general la
ideología como forma de aproximación a la realidad:

“Toda ideología es un instrumento intelectual que hace posible que el


mundo parezca más simple y coherente de lo que es en realidad. Toda
ideología reduce mucho el nivel de la disonancia cognoscitiva que nos
produce la percepción directa del mundo. Toda ideología es un filtro
para la percepción y el recuerdo selectivos de la información. Pero

18
“La Ideología es una corriente filosófica que se ocupa del origen, de la génesis, de la clasificación y del
análisis de las "ideas", como base para la elaboración de una teoría global de la Filosofía. Este
movimiento surge en Francia en las postrimerías del siglo XVIII y pretende elaborar una teoría del
conocimiento y de la conducta, de validez general y universal, siguiendo un criterio de orientación
genético-progresista. El punto de partida lo sitúan en el análisis de las sensaciones y desembocan en una
amplia reflexión sobre la formación de las ideas”. TEORÍAS RETÓRICAS Y POÉTICAS ACTUALES
(UNIVERSIDAD DE CÁDIZ). Recuperado de internet en http://www2.uca.es/grup-invest/retorica-
actual/seminarios/prologos/retorica%20y%20poetica.htm.
16

no todas las ideologías son igualmente impermeables a la nueva


información o a los cuestionamientos que se le puedan plantear. Se
llama ideología extrema a la que rechaza o niega todo elemento de
información, por más consistente e importante que sea, que no
encaje en su sistema, o lo cuestione en lo más mínimo. También se
la designa como "ideología cerrada". En el fondo, hay una confusión
de la propia visión con una verdad absoluta.”19

Las negrillas, tanto en la cita de Burke como en la de Arnoletto, son nuestras.


Tomando esas locuciones como estructura vertebral podríamos entonces
definir a nuestro ideólogo como el personaje en torno al líder carismático que
transforma sus ideas (sean expresadas por vía escrita o verbal) en principios
susceptibles de ser compartidos como fin común, de manera que estos
evolucionen hacia un cuerpo doctrinario formal, que sirva al propósito de filtro
para la percepción y el recuerdo selectivos de información. El ideólogo
criollo es aquel que arma, construye y propala una idea de orden político que
en su “docto” criterio surge de cualquier expresión del líder. De y en cualquier
cita, el ideólogo “encuentra” y “hace” una apología doctrinal, hallando caminos
inequívocos para la vida y su futuro.

El ideólogo pudiera construir “ideología” desde las ideas del líder o si ya tiene
alguna formación ideológica, hacer encajar las ideas del líder en esa estructura
preexistente. El ideólogo también da estructura a las bases programáticas de
un posible partido, una vez que el líder carismático ha obtenido suficiente
arrastre popular como para establecer su propia tolda. Este personaje, sin ser
laudatorio a las glorias del líder y mucho menos un adulante empedernido
(aunque pudiera compartir sus funciones y talentos con estas características
tan particulares de nuestro político gentilicio) tiene y siente la “misión sagrada”
de perpetuar en enseñanzas políticas las ideas del líder y, a veces, promueve e
impulsa la formación ideológica del militante y la difusión informativa hacia el

19
Arnoletto, Eduardo. Glosario de conceptos políticos usuales. Biblioteca Virtual Eumed.Net. Buenos
Aires, 2012. Pág.43
17

simpatizante.20 Una vez estructurado el partido y creados sus organismos de


dirección, el ideólogo ocupa un puesto preeminente, casi como un gran
sacerdote y la propia dinámica política de la lucha por el poder, lo hace utilizar
sus influencias desde el recodo fortalecido del defensor de la impronta
ideológica del líder: él es el garante de la “verdad” en la organización y, en
consecuencia, propietario de la luz guiadora que como antorcha olímpica, ha
sido depositada en sus manos por el líder carismático. Sin embargo, a la hora
de la verdad verdadera, en el crisol de la pugna interpartidaria, el ideólogo es
constreñido a su claustro y reducido su papel al de pequeño pontífice en una
escasa clerecía de seguidores. Queda finalmente con la misión confusa de
convertir su propia visión ideológica en verdad absoluta.

En las etapas de ascenso al poder del líder, el ideólogo es o se presume (así


mismo o por el resto de los seguidores) como parte integrante de sus voces
“autorizadas” y, a veces, funge como el “traductor oficial” de sus deseos ante la
asamblea partidaria. En suma: el ideólogo es libro, discurso y acción política de
pensamiento. Y si el líder falleciese en su camino de ascenso, el ideólogo
habrá de convertirse en albacea fiel de su legado. El ideólogo es,
definitivamente, político en el sentido científico de Weber21.

2.2.2.- El Romántico.

20
Más adelante, mediante la obra de Maurice Duverger, procederemos a abordar estas categorías más
ampliamente.
21
Esta aseveración requiere de una breve explicación. Weber establece una distinción clara entre lo
político y lo científico (en lo político). Dice Weber “Las tomas de posición política y el análisis científico
de los fenómenos y de los partidos políticos son dos cosas bien distintas.” Para nosotros, no obstante
esta categórica afirmación del pensador alemán, el ideólogo tiene de lo científico la captura empírica de
información y su organización en un cuerpo doctrinal, mediante alguna clase de recurso metodológico.
En este sentido el ideólogo es, en cierto modo, científico en lo político. En las reuniones asamblearias,
dice Weber, el político utiliza las palabras “…no como instrumentos de análisis científico sino de
propaganda política frente a los demás. No son rejas de arado para labrar el terreno del pensamiento
contemplativo, sino espadas para acosar al enemigo, medios de lucha.” Nosotros afirmamos que quien
se nutre de esas palabras para la construcción de ideología y de la cual parten esas argumentaciones
políticas como medios de lucha, es el ideólogo. En este sentido nuestro personaje es político en lo
científico. Weber, Max. El Político y el científico. ALIANZA. Madrid, 2009.Pág.213.
18

Amaneciendo el siglo XIX, surge una corriente de pensamiento que se dio en


llamar El Romanticismo. Nacido en el seno de la misma sociedad europea
“enferma” de materialismo y consustanciada con el mecanicismo de una
revolución industrial en ciernes, apela a la belleza, la contemplación y los
valores espirituales del ser humano como verdadera esencia de la vida. Al
respecto nos dice Florencio Hubeñák22:

“Podríamos exponer – a modo de ensayo – que el Romanticismo fue


una corriente “reaccionaria” – en el verdadero sentido de la palabra –
destinada a buscar una nueva cosmovisión en medio de una cultura
enferma o “en crisis” que identificaríamos con una cosmovisión
“liberal-burguesa” que había acentuado excesivamente el aspecto
técnico económico, deshumanizando la cultura.”23

Identificado inicialmente con la literatura, el Romanticismo pasa a las bellas


artes, la dramaturgia y la poesía, permeando lentamente a la política.
Caracteriza Hubeñák dos vertientes del Romanticismo en la política, a saber, la
nacionalista y la socialista, afirmando que, específicamente sobre la vertiente
socialista, el célebre escritor francés Victor Hugo, uno de los pilares del
Romanticismo, había llegado a afirmar “…Socialismo y Romanticismo son una
misma cosa…”.24

Pero nos interesa saber aquí las características del acólito del Romanticismo,
es decir, del romántico. Nos dice al respecto Hubeñák:

22
“El autor de estas citas es escritor con oficio desde hace muchos años y tiene tras de sí una fecunda
carrera universitaria que avala desde el primer momento un estudio compendioso y rico como el
presente. El Dr. Hubeñák ha enseñado Historia de la Cultura, Historia Antigua, Historia Política y lo ha
hecho a lo largo de bastantes años en Universidades varias de la Patria argentina. La Universidad de
Mar del Plata lo tuvo como Decano de su Facultad de Humanidades y Director de su Departamento de
Historia. Actualmente es profesor en la Universidad Católica Argentina (Buenos Aires).”

El Romanticismo Político. Recuperado de internet en


http://www.google.co.ve/webhp?source=search_app#hl=es&tbo=d&sclient=psy-
ab&q=el+romanticismo+pol%C3%ADtico&oq=El+romanticismo+pol%C3%ADtico&gs_l=serp.1.0.0i30l
23
Hubeñák…Op.Cit… Pág.152…
24
Hubeñák…Idem….Pág.160.
19

“De la imagen del romántico tenemos bien presente su evocación de


la melancolía, la inclinación al ensueño, la aspiración al ideal, el
encanto del pasado recordado por sus ruinas y el misterio de su
naturaleza.”25

Es de esa descripción del romántico decimonónico que queremos tomar tres


aspectos que consideramos fundamentales para nuestra próxima elaboración y
que hemos resaltado en negrillas, a saber, la inclinación al ensueño, la
aspiración al ideal y el encanto del pasado.

Nuestro romántico es esencialmente ese seguidor (leal y fiel) del líder


carismático que inclinado hacia el ensueño de un futuro mejor, encarnado en
un ideal en ocasiones no muy preciso, anclado sin embargo en un pasado
glorioso, por lo general asentado en la historia patria y sus figuras egregias o
sus equivalentes en la mitología de otras tierras, encuentra en el líder la
confluencia de todos esos sentires, vale decir, la encarnación de los héroes
ungidos por la deidad de la gloria, la expectativa posible de la realización de un
ideal y el encanto de un pasado heroico redivivo en aquel guía.

El romántico que figuramos en el presente trabajo, viste con orgullo las


enseñas y los colores del partido, si el líder acaso lo ha organizado; es más
que un simple seguidor: es el militante26 ejemplar, sacrificado, consecuente,
luchador sin descanso, llegando a consagrarse a la causa y exclamando con
orgullo ser capaz del último suplicio por la idea y su líder. Es quien enarbola las
banderas en la asamblea partidaria y quien entona, emocionado, los cantos
alegóricos; y llegado el momento de la confrontación inevitable, se ofrece como
carne heroica ante el cañón rugiente.

25
Hubeñák…Ibid…Pág. 156.
26
“El militante es el miembro activo: los militantes forman el núcleo de cada grupo de base del partido,
sobre el que descansa su actividad esencial. Dentro de las secciones, por ejemplo, se encuentra siempre
un pequeño círculo de miembros claramente distintos de la masa, que asisten regularmente a las
reuniones, participan en la difusión de las consignas, apoyan a la organización de la propaganda,
preparan campañas electorales.” Duverger, Maurice. Los partidos políticos. FCE. México, 1957.Pág.139
20

El romántico cree a ultranza y no duda por un instante acerca de la integridad


del líder, vinculándose a él aún más allá de los más elementales afectos27. El
líder para el romántico es padre, hermano, amigo, compadre y en los más
sublimes seguidores, santo de devoción cotidiana. Si el líder enferma, el
romántico sufre su dolencia y si finalmente fallece, el romántico “vive” de y en
su muerte. En suma: el romántico es alma, vida y corazón; sueño y
expectativas hechos realidad en la impronta, ideas y creencias del líder
carismático.

Ideólogo y romántico comparten la vecindad de la idea y la expectativa, la


disciplina partidaria, la creencia en las ideas del líder carismático, de ahí que
puedan existir románticos-ideólogos e ideólogos-románticos, diferentes en el
sentido de que existe un vector paradigmático28 dominante en intensidad y
dirección, en cada uno de esos casos: al romántico-ideólogo lo domina un
sueño susceptible de hacerse idea, mientras que para el ideólogo-romántico el
poder de la idea y la fuerza del discurso son realidades tangibles y trabaja en
su consolidación, movido solo por su convicción ideológica, fuera de los límites
de todo obstáculo capaz de detener a un ser humano. Para ambos, el líder
tiene el derecho inalienable a la exigencia del extremo sacrificio: por él bien
vale la pena el máximo suplicio.

27
“Si la población alemana sentía desagrado frente a acontecimientos o disposiciones de cualquier clase,
era probable que se oyera: “Eso no lo sabe el Fhürer.” O también: “Si el Fhürer lo supiera…”. Sí, incluso
veinte años después de la Alemania nazi, todavía tropieza uno con intentos de distanciar a Hitler de las
órdenes dadas por él mismo y atribuir todas las desgracias a la influencia de malos consejeros y hasta el
efecto de inyecciones aplicadas por supuestos curanderos.” Heiber, Von Kotze y K…Op.Cit…Pág.237.
28
La construcción discursiva “Vector Paradigmático” intenta introducir la combinación conceptual de la
flecha del tiempo de Eddington con el paradigma de Khun. La totalidad de los observadores de la
realidad, viajan a bordo de la flecha del tiempo. Por otra parte, según sea el paradigma ideológico
político a través del cual se mire la realidad, será su interpretación y, en consecuencia, el sentido de la
causalidad en el tiempo. Dependiendo del Vector Paradigmático será la multiplicación de la causalidad
y/o el origen-naturaleza de la multicausalidad no lineal. La construcción es nuestra y fue expuesta por
primera vez en el año 2010 en el marco del trabajo de investigación titulado “La congestión de tráfico en
Caracas. Problema Público y perspectiva interdisciplinaria”. FCJP-CEP.UCV.
21

2.2.3.- El Político Profesional o Político de Oficio.

Dice Weber respecto de la política como oficio:

“Se puede hacer “política” (es decir tratar de influir sobre la


distribución del poder entre las distintas configuraciones políticas y
dentro de cada una de ellas) como político “ocasional”, como
profesión secundaria o como profesión principal, exactamente lo
mismo que sucede en la actividad económica.”29

Más adelante Weber, en sintonía con la argumentación anterior, nos hace


saber que:

“Hay dos formas de hacer de la política una profesión. O se vive “para”


la política o se vive “de” la política. La oposición no es en absoluto
excluyente. Por el contrario, generalmente se hacen las dos cosas, al
menos idealmente; en la mayoría de los casos, también
materialmente.”30

En este trabajo nos referiremos concretamente al político de oficio que vive


“de” la política, aunque no resulta excluyente en nuestro ámbito nacional la
existencia de quien vive exclusivamente “para” la política; pero es el primero,
reiteramos, en nuestro modelo descriptivo, el espécimen relevante. En relación
a quien vive “de” la política, Weber nos acota:

“El político profesional que vive de la política puede ser un puro


“prebendado” o un “funcionario” a sueldo. O recibir ingresos
provenientes de tasas y derechos por servicios determinados (las
propinas y cohechos no son más que una variante irregular y
formalmente ilegal de este tipo de ingresos), o percibe un
emolumento fijo en especie o en dinero, o en ambas cosas a la
vez.”31

29
Weber, Max…Op.Cit...Pág. 93
30
Weber… Ibid…Pág. 95
31
Weber… Ibid….Pág. 99
22

Las negrillas, una vez más, son nuestras y refieren una vieja discusión nacional
que podría remontarse a nuestros tiempos primigenios como república 32.

En todo caso, lo que queremos singularizar es la condición pecuniaria que priva


en este espécimen de político profesional, además de la naturaleza propia de
su actividad cual es, tal y como afirma Weber, “…tratar de influir sobre la
distribución del poder entre las distintas configuraciones políticas y dentro de
cada una de ellas…”

De manera que pergeñando esta tercera aproximación conceptual,


entendemos por político de oficio o político profesional a aquel personaje que
viviendo esencialmente “de” la política, se dedica en su “para” a la operación
política partidaria que el líder carismático requiere, esto es, sirve de “puente”
entre sus equivalentes (políticos de oficio dentro y fuera de la organización) y el
líder, a los efectos de esas transacciones de las que el líder se sustrae o debe
sustraerse, en aras de mantener “sin mácula” su impronta conocida.

En nuestro léxico actual suele llamárseles operadores políticos, en algunos


casos por la reputación que los precede, casi eufemísticamente. Orientado
esencialmente hacia el poder por dominación, la acumulación de riqueza desde
la política y la transacción mediante, utilizando como carta de presentación su
leal adhesión al líder carismático, el político de oficio se “acomoda” en cuanto
espacio de poder pueda acceder, en la cotidiana diatriba inter y extrapartidaria.

Uno de los primeros en abandonar al líder llegado el momento de su rodada


cuesta abajo, es su fiel acompañante mientras las pruebas irrefragables de su
carisma, aún puedan ofrecerle beneficios. Se encuadra dentro de esos

32
“Martes, 18 de agosto de 1827. Asistí a la Alta Corte en un juicio contra Mc Martin & Co. de La Guaira
por intento de defraudar al fisco (…) Mc Martin intentaba defraudar y no era la primera vez que lo había
hecho. Dentro de 8 o 10 días los cuatro jueces más uno adicional, que no sabe nada del caso, dictarán
sentencia. Me da la impresión de que el señor Mc Martin saldrá perdiendo, pues tres de los cuatros
sabios son íntimos del administrador de la aduana- uno de ellos tío de Bolívar: un viejo engreído- y el
otro, como la mayoría de los de su calaña, moralmente desmoralizado.” Ker Porter, Sir Robert. Diario de
un diplomático británico en Venezuela. 1825-1842. FUNDACION POLAR. Caracas, 1997. Pág.258.
23

seguidores del líder que pueden aparentar la obediencia por puro oportunismo
o la pueden ejercer en la práctica por intereses materiales.33

Utiliza del ideólogo el discurso y del romántico la emoción, valiéndose del


último para el intercambio que requiera su operación y sus apetencias de
poder. No requiriendo muchas líneas para su descripción, solo podemos
concluir que en nuestro modelo, el político de oficio es prebenda, poder, dinero
y manipulación, bajo la sombra protectora del líder carismático.

2.2.4.- El Soldado.

Respecto de la significación del vocablo, el DRAE nos proporciona cuatro


opciones, a saber:

1. Persona que sirve en la milicia.

2. Militar sin graduación.

3. Persona que es esforzada o diestra en la milicia.

4. Persona que mantiene algo, sirve a algo o a alguien, o es partidaria de algo


o de alguien.

Entendemos en este trabajo por soldado al militar en general, esto es, al que
sirve en una corporación organizada a los fines de la defensa nacional de un
país, teniendo para el cumplimiento de su misión el monopolio exclusivo de las
armas de la república y en consecuencia de la violencia que de su uso se
deriva. En tal sentido, es persona que sirve en la milicia, que puede o no
ostentar graduación, que ciertamente es esforzada y diestra en el arte militar,
en proporción a su tiempo de servicio y entrenamiento, y que, definitivamente,
es partidaria de algo o alguien, a quien ayuda a sostener a todo trance o que
pudiese contribuir, por la fuerza de sus armas, a su defenestración.

33
“No se puede esperar que nadie diga la verdad frente al poder si todos están obligados a cultivar las
habilidades de la adulación que hacen falta para satisfacer a un gobernante de cuya gracia todos
dependen.” Skinner, Quentin. La libertad antes del liberalismo. TAURUS. México, 2004. Pág.59
24

El soldado venezolano es de presencia consistente en la vida nacional. De


diversas formas, estados, colores, uniformes y organización institucional, ha
figurado en los escenarios de nuestros distintos tiempos históricos y
dependiendo del compromiso que la institución armada tenga con el líder
carismático, es pieza fundamental en su dominación. Además, si la dominación
carismática ha sido impuesta por un hombre de uniforme triunfador en una
contienda, asonada o revolución, el soldado actúa en consonancia con sus
intereses, en razón de la misma naturaleza originaria o por el seguimiento
inercial que impone la condición de cuasi clerecía que tiene, por constitución
orgánica, toda corporación militar.

Sin embargo, podría ser sujeto de obediencia, más allá de la obligación “moral”
que condiciona sus funciones; acaso termine obedeciendo por interés,
desamparo o debilidad. El soldado es, en suma, deber, dominación y fuerza,
pero a la vez temor y debilidad frente al líder carismático.

2.2.5.- El Negociante.

Existe un viejo dicho criollo en Venezuela (no sabemos si de origen castizo)


que por prosaico y poco científico que parezca, resume la esencia empírica de
nuestra construcción del próximo personaje; dice el refrán popular aún en boga:
por la plata baila el mono.

Este dicho resume la motivación principal de quien ahora en ideas


pergeñamos: el negociante. Harold Robbins, un escritor estadounidense de
novelas de corte cinematográfico, los describe muy bien en su obra Los
Aventureros; Boris Pasternak en su afamada novela Dr. Zhivago, tiene un
personaje emblemático que los retrata; el Doctor José Avila, personaje de la
novela de Rómulo Gallegos, curiosamente titulada con el mismo epónimo de
aquella de Robbibs, representa al personaje magistralmente. Se trata de ese
espécimen que no importa el lugar del mundo dónde vivamos, la raza o país al
que se pertenezca, se “pega” siempre del poder, del líder, del movimiento, del
partido, para sacar provecho de la situación. El negociante encarna pues a ese
individuo inescrupuloso que hace del negocio su enseña y de la acumulación
25

pecuniaria a la sombra del poder, su principal motivo existencial. Sin


miramientos, en unos casos extremadamente adulante y melindroso con quien
detenta el poder, se convierte en una suerte de cortesano del líder carismático,
tras la búsqueda de las necesarias relaciones que lo conduzcan al cruce “de
entendimientos razonables” idóneos para llevarlo de uno a otro negocio en los
enredijos del poder. Así, provee de materiales al romántico para sus
demostraciones públicas, luego de conectar proveedores y partido, a cambio
de una “honrada” comisión; consigue el apoyo financiero al político de oficio, a
troque de prebendas para los financistas; se ofrece al soldado para cerrar
negocios que convengan al lucro de ambas partes; alaga en zalamera parla al
líder carismático cada vez que se le ofrece la oportunidad y se ofrece voluntario
para la realización de aquellas obras que a todas luces “resultan lesivas al
interés particular pero el amor de patria y el compromiso con la causa, obligan
de manera indeclinable”34.

El negociante compra voluntades, corrompe, se lucra y manipula, tal cual


prestidigitador de la moral, una suerte de moral por demás elástica y
acomodaticia a sus propios intereses. Por lo general banquero, empresario,
industrial o comerciante, bien sea de oficio o de disfraz, aparece
“accidentalmente” en los predios del poder, esto es, el ámbito natural del líder
carismático, cuando este llega al escenario y se consolida; y cuando ese líder
pierde su dominación o está en trance de perderla, se desaparece como por
arte de algún mágico artilugio. El negociante comparte la vecindad con el
Soldado, base material de la dominación carismática por un interés personal
evidente y con el político de oficio por apetencias tangenciales; pero también
con el romántico, porque la condición liviana de su posible manipulación, lo
hace presa fácil de sus añagazas de ocasión. El negociante es entonces por
consecuencia dinero, concusión, cohecho y riqueza.

34
Este tipo de expresiones o sus equivalentes como “con gran sacrificio de mi patrimonio”…o “…con
apremio de mis bienes materiales…” son comunes en las cartas dirigidas a los primeros mandatarios
para “ofrecer con desinterés” el concurso de “modestos esfuerzos” en la participación de contratos
curiosamente provistos de pingües beneficios en su ejecución. El archivo histórico de Miraflores es una
plétora de documentos de tal naturaleza.
26

2.2.6.- La pureza de las tipologías expuestas y la posibilidad de sus


combinaciones.

La exposición precedente muestra cinco tipos de personajes, descritos de


manera específica y de alguna forma desplegadas sus características
funcionales en un entorno celular, cuyo núcleo lo representa el líder
carismático.

Sin embargo resulta indispensable aclarar que los tipos descritos son aquellos
que podríamos significar como puros, esto es, como únicos, no replicables y sin
mixturas. Pero en la realidad ocurre que podríamos encontrar combinaciones
nacidas del producto cartesiano del conjunto de los personajes por sí mismo,
esto es, podríamos hallar soldados-románticos o soldados-negociantes o
políticos de oficio-negociantes o negociantes-soldados; ya significamos la
existencia de ideólogos-románticos y de románticos-ideólogos, mientras no nos
parece que pudiesen existir negociantes-románticos o ideólogos-negociantes o
negociantes-ideólogos, por la carga de moral política que románticos e
ideólogos deberían tener, pero al tratarse de seres humanos, siempre habrá la
oportunidad de justificar una acción determinada en una ocasión particular y en
tal sentido una combinación cualquiera de las antes referidas.

Pero a pesar de la existencia de estas tipologías mixtas, siempre existirán de


base las tipologías puras, derivándose de ellas todas las mixturas posibles. En
todo caso, son cinco los personajes, cinco las opciones y en consecuencia,
cinco los lados, esto es, los lados de la figura geométrica que define la forma
de nuestra estructura celular: el pentágono. Así, es posible entonces trascender
a nuestra estructura de poder que, teniendo al líder carismático como núcleo,
procederemos a exponer en la siguiente sección: la Célula Pentagonal de
Poder (CPP).

3.- La Célula Pentagonal de Poder (CPP). La multiplicación de la Célula


Pentagonal de Poder. Sistemas Reticulares de Células Pentagonales de
Poder. Retículas Oligárquicas

En la sección 1 del presente trabajo, definimos los conjuntos seminales de la


realidad compleja. Allí determinamos los espacios de intersección (definidos
27

también como espacios de probabilidad) entre los conjuntos de la idea, la


dominación y la expectativa. Por esa vía, determinamos entonces los espacios
de intersección entre la idea y la expectativa, en la dimensión de la realidad de
lo intangible; la intersección entre la idea y la dominación, entre la realidad de
lo intangible y la realidad de lo tangible; los propios entre la dominación y la
expectativa, entre la realidad de lo tangible y la realidad de lo intangible.
Dijimos, allí también, que los conjuntos de la idea, la dominación y la
expectativa, se intersectaban finalmente en un espacio común dónde habitada
el motor de realidades, el líder, el mismo que con posterioridad, en la sección 2,
caracterizamos como el líder carismático.

Ahora bien, si en el espacio de intersección de los tres subconjuntos de la


realidad compleja, habita el líder carismático como elemento y en la sección 2
del trabajo afirmamos que el líder carismático es el centro de una estructura de
poder a la que caracterizamos como una célula; y si, del mismo modo,
afirmamos y describimos cinco personajes circundantes de ese núcleo, unidos
a él por la existencia de vínculos funcionales, es posible entonces afirmar que
existe una estructura de poder que dotada de cinco lados, se inscribe al interior
del conjunto de la realidad compleja, desde el centro del espacio de
intersección dónde habita el líder como núcleo, extendiendo su configuración
celular sobre cada uno de los espacios de intersección.

Esta estructura, en forma de un pentágono, es la que llamaremos, en el


contexto del presente trabajo, Célula Pentagonal de Poder(CPP), definiendo a
esta última como la estructura de poder político que se genera en torno a un
líder carismático, cuya dominación carismática da vida, generando un Patrón
Envolvente de Dominación35 que como energía vital, nacida además de la

35
Este concepto es de creación propia. Se utilizó por primera vez en un trabajo que titulamos “La
naturaleza sistémica del conflicto”, aún no publicado y realizado en el contexto del Doctorado que se
cursa en CEP-FCJP-UCV. Por Patrón Envolvente de Dominación entendemos a una fuerza aglutinante
superior de las relaciones interindividuales al interior de una organización, que además de mantenerla
cohesionada, garantiza su supervivencia a largo plazo. La condición de “superior” deviene de la
existencia de alguna clase de dominación en los términos definidos por Max Weber. En este caso y como
allí indicamos, el Patrón Envolvente de Dominación que existe y se genera desde la CPP, dimana de la
dominación carismática de un líder de la misma naturaleza.
28

pervivencia de esa dominación carismática, mantiene en cohesión dinámica y


funcional a la estructura, vale decir, al líder carismático con sus cinco
protagonistas puros, esto es, el ideólogo, el romántico, el político de oficio, el
soldado y el negociante36.(Ver Diagrama #2).

La CPP puede ser concebida también como un sistema abierto, en tanto recibe
energía del entorno, que modifica, procesa y entrega transformada a ese
mismo entorno, en un proceso constante de intercambio, que cursa, a su vez,
con un proceso interno de degeneración y regeneración. Dice Ludwig Von
Bertalanffy al respecto:

“Los sistemas vivos se mantienen en un intercambio más o menos


rápido, en degeneración y regeneración, catabolismo y anabolismo
de sus componentes. El organismo vivo es un orden jerárquico de
sistemas abiertos. Lo que se impone como estructura duradera en
determinado nivel está sustentado, de hecho, por un continuo
intercambio de componentes en el nivel inmediatamente inferior. Así
el organismo multicelular se mantiene en y por intercambio de
células, la célula por intercambio de estructuras celulares, estas por
intercambio de ingredientes químicos, etc.”37

De modo que siendo concebida nuestra CPP como un organismo “vivo” que
asume también la condición de sistema abierto, constantemente se “degenera
y regenera” sobre la base de los intercambios entre sus “componentes”. Esos
intercambios degenerativos y regenerativos en nuestra CPP, están

36
La creación de la Célula Pentagonal de Poder requiere de una explicación adicional, relativa al
razonamiento que condujo a la idea del pentágono, así como a aquella correspondiente a la célula y su
combinación en un constructo. En primer lugar, la alusión intuitiva al pentágono como figura plana está
referida a la idea de los cinco personajes; siendo cinco elementos que se distribuyen en torno a un líder
y habiendo representado gráficamente a la realidad compleja como diagramas de Venn, lo que implica
figuras planas inscritas al interior de circunferencias y/o elipses, se decidió representar a la estructura de
poder como un pentágono inscrito al interior de los diagramas de Venn como representaciones de la
realidad. En relación a la célula, debemos decir que tanto los cinco personajes como el líder son seres
“vivos”, integrados en una estructura “viva” cuyos vínculos y relaciones se producen por la naturaleza
vital de las partes interactuantes. Por otra parte, se trata de “tejido vivo” en un entorno de intercambio
de energía con un núcleo del que también dimana energía vital. Célula y pentágono, se combinan en un
organismo “vivo” que asume ambas representaciones, esta es, la Célula Pentagonal.
37
Von Betalanffy, Ludwig. Teoría general de los sistemas. FCE. Mexico, 2000. Pág.166.
29

representados por las relaciones entre los personajes y el líder, así como
aquellas que surgen entre el líder y los personajes, según sea el origen, la
dirección e intensidad del vector que representa la iniciativa en su generación.

REALIDAD DE LO INTANGIBLE

INTERSECCIÓN DE LAS IDEAS Y LAS EXPECTATIVAS

IDEOLOGO ROMÁNTICO

LIDER
IDEAS POLITICAS… CARISMÁTICO EXPECTATIVAS…

POLITICO NEGOCIANTE
DE OFICIO

SOLDADO

INTERSECCIÓN DE LAS IDEAS Y LA DOMINACIÓN… INTERSECCIÓN DE LAS EXPECTATIVAS Y LA DOMINACIÓN

DOMINACIÓN CARISMÁTICA

REALIDAD DE LO TANGIBLE

Fuente: Elaboración propia.

En una misma dirección, la CPP intercambia energía con otras estructuras


similares, el medio que la rodea y otras estructuras “vivas” en la realidad
compleja, modificando el entorno o siendo modificada por él. Pero también es
posible que nuestra CPP se transforme en célula generatriz de organismos
multicelulares de poder, bajo el patrón envolvente de dominación de la célula
dónde habita el gran líder carismático.

Una suerte de multiplicación celular en su entorno, pudiese crear células


pentagonales de poder en un nivel inmediatamente inferior, en cuanto
tributarias de la célula generatriz, con sus propios procesos internos de
30

degeneración y regeneración. Esa generación de organismos celulares de


poder, podría formar retículas celulares de poder que como sistemas
complejos38 podrían establecerse en la realidad como grandes estructuras
celulares de poder. Estas grandes estructuras celulares de poder, por la
naturaleza de su generación y por su condición de sistemas complejos, son
definidas en este trabajo como Sistemas Reticulares de Células Pentagonales
de Poder y el sistema reticular producido por la célula generatriz cuyo núcleo
es el gran líder carismático, la llamaremos Retícula Oligárquica de Poder. (Ver
Diagrama #3)

El principio de expansión de la retícula se basa en la existencia, como


ya lo hemos mencionado, de una célula generatriz que tiene al líder carismático
como núcleo. Esa célula se va replicando en células menores, que se van
formando en la vecindad de la célula generatriz, bajo el patrón envolvente de
dominación que esta genera. Cada una de ellas, más bien, sus líderes
carismáticos, intentan replicar a la célula de mayor nivel, con su propio patrón
envolvente de dominación, a un mismo tenor que el de mayor nivel, pero
supeditado a su influencia. De este modo, la retícula que surge por esa
vecindad, va adquiriendo características oligárquicas, configurando, al interior
del medio dónde se reproduzca, un orden propio, único y oligárquico, más allá
de aquel que, de forma, exista.

38
“Herbert Simon, economista, politólogo e investigador estadounidense en ciencias sociales, quien
recibiera en 1978 el Premio Nobel de Economía por sus aportes en la investigación interdisciplinaria y el
efecto de la toma de decisiones en la Economía como ciencia de la elección, en su búsqueda hacia la
clasificación de los sistemas, creó las distinciones de Sistemas Descomponibles, entendiendo a estos
como aquellos cuyas partes pueden ser aisladas y modificadas con independencia de las otras; y
Sistemas No Descomponibles. En los últimos, los procesos que determinan su funcionamiento son
interdefinibles y múltiples, en tanto resultan de la confluencia de diversos factores que interactúan de
manera tal que no pueden ser aislados. A tales sistemas se les llama Sistemas Complejos. Como recortes
de una realidad compleja, los Sistemas Complejos son representaciones concretas de esa "realidad” tal y
como ella se presenta (vista en sentido totalizador); los Sistemas Complejos, como expresiones
fidedignas de la realidad, no pueden ser separados en partes, ni pueden esas partes ser vistas y
estudiadas como entes individuales, esto es, la observación de una parte como ente individual no es
posible, en tanto su existencia la define su relación con las demás y, en algunos casos, depende de otra
con la que pervive en intersección”. Itriago, Pedro. Noviembre de 2011. Caracas, vialidad y transporte.
Una visión crítica desde la Teoría del Caos. POLITEIA, N° 46. Primer Semestre 2011.
31

I3 R3

S4 S2
L3
PO4 N4
PO3 N3 PO2 N2

L2

L4
S3

I4 R4 I1 R1 I2 R2

S5 S7
L1
PO1 N1
PO5 N5 PO7 N7

L5 S1 L7

I5 R5 I7 R7
I6 R6

L6

PO6 N6

S6

Fuente: Elaboración propia.

Esas células podrían articularse en personajes específicos; el ejemplo que


mostramos en el Diagrama #3, se articula en el soldado como personaje, lo que
pudiera sugerir la presencia de líderes carismáticos de origen militar, tanto en
la célula de mayor nivel, como en aquellas que la rodean. Esta articulación y la
naturaleza pentagonal del modelo presentado, coloca a cada personaje en
consonancia con su equivalente en cada célula o con quien pudiese tener
intereses tangenciales. Sin embargo, esta es una aproximación puramente
gráfica, que requeriría de una elaboración teórica mucho más profunda para
argumentar su existencia de manera formal39. Por lo pronto lo único que

39
Esta demostración formal requeriría la elaboración de un complejo “aparato” matemático que
permitiese desde la Teoría de las Probabilidades y la formulación, acaso, de un conjunto de ecuaciones
derivadas de la Teoría Combinatoria, establecer si dada ciertas condiciones de negociación y sus
combinaciones disponibles, sobre el supuesto de una “valoración” de los lados del pentágono como
32

aspiramos mostrar aquí es la posibilidad de la existencia de las retículas, su


condición oligárquica y alguna de sus formas posibles de articulación.

El crecimiento expansivo de retículas oligárquicas, podría generar auténticas


redes de poder, configurando formas de células disímiles, lo que permite
suponer la posible existencia de una vasta red de relaciones, surgidas de tal
cantidad de formas, mismas de naturaleza poliédrica y de superposiciones de
naturaleza aleatoria. Una aproximación gráfica a esa proliferación, se muestra
en el Diagrama #4.

7.- La multiplicación de la Célula Pentagonal de Poder. Retículas


Oligárquicas vs. Instituciones. La muerte de la institución. La necesaria
conclusión.

Permítasenos de nuevo la reproducción de un párrafo de este trabajo, que


corre inserto en el texto de la página 19. Dijimos allí “Esa generación de
organismos celulares de poder, podría formar retículas celulares de poder
que como sistemas complejos, podrían establecerse en la realidad como
grandes estructuras celulares de poder. Estas grandes estructuras celulares
de poder, por la naturaleza de su generación y por su condición de
sistemas complejos, son definidas en este trabajo como Sistemas
Reticulares de Células Pentagonales de Poder y el sistema reticular
producido por la célula generatriz cuyo núcleo es el gran líder
carismático, la llamaremos Retícula Oligárquica de Poder.”

La reproducción de este párrafo, dónde las negrillas han sido colocadas por
nosotros ex profeso, tiene por objeto recordar lo que habíamos definido como
Retícula Oligárquica de Poder. Nos atrevemos a afirmar, por vía empírica y a la

representación de los negociadores y desde la creación anterior, como podría replicarse el modelo
pentagonal en ese conjunto finito de suposiciones. Toda esta “alegoría matemática” que por ahora solo
pergeñamos de manera muy superficial, habría que correrla en un modelo computacional diseñado
específicamente para esos fines, con y en los sistemas, (además de los lenguajes) computacionales
disponibles. Acaso esto sea posible, más fácilmente, desde las consideraciones teóricas de la geometría
fractal, pero esta última intuición cae en el campo de la mera especulación.
33

luz de toda nuestra exposición previa, que en Venezuela, a lo largo de su


historia republicana, nos hemos encontrado con estas retículas, colonizando
toda la estructura institucional, una vez creada o generada por quien asume el
poder.

El líder carismático legitima su presencia, comenzando por una suerte de fiebre


legislativa que “el cambio” (providencialmente avenido con él) por definición
supone. Desde allí crea un entramado institucional que obedece a la causa que
los ideólogos construyen desde el pensamiento; románticos defienden con la
vida; políticos de oficio negocian y logran la incorporación de sus necesarios
contingentes funcionariales; soldados protegen con las armas; mientras
negociantes hacen y se hacen de los recursos financieros para darle carácter
de construcción permanente, obteniendo sus pitanzas en el camino.

Muchos casos interesantes podemos citar como ejemplos. Empezando por la


Constitución Suiza de Antonio Guzmán Blanco durante el Quinquenio, aquella
que estableció el cambio de las provincias y municipios de la Constitución
Federal, a cantones al mejor estilo de la confederación helvética. Las primeras
autoridades locales asumieron la figura de alcaldes cantonales, en una nación
que desconocía de esas circunstancias de organización territorial. Sin
embargo, esa división geopolítica no pasó de ser una simple manifestación de
supremo voluntarismo personalista: se mantuvo la estructura del gamonal
regional, en torno al cual se aglutinaba el “doctor”, el montonero, el aventurero
por negocio y el iluso por básica emoción.

El general Gómez modificó la Constitución por lo menos tres veces para


garantizarse su permanencia en el poder, mientras sus familiares directos,
además del coronel Eloy Tarazona, el Doctor Francisco Gonzalez Guinand,
Santos Matute Gómez y el general Antonio Pimentel, por citar algunos de los
más relevantes en una larga lista de prebendados, seguían de su cuenta o de
la cuenta del jefe, no obstante haber ministerios, Corte Suprema y Congreso
Nacional.

Enrique Pérez Dupuy y Luis Gerónimo Pietri, negociantes del gomecismo


primero y Pérez Jiménez después, se regodearon en riquezas obtenidas desde
34

los tiempos del Benemérito y continuadas a lo largo de su inserción


acomodaticia en las diversas CPP nacidas en el tiempo; mientras coroneles y
luego generales como Rómulo Fernández o Guillermo Pacannis, por nombrar
solo dos elementos relevantes de un amplio conjunto militar, fueron muestra de
los soldados que mantuvieron la retícula de Pérez Jiménez.

La democracia de partidos devenida luego, gracias a la lucha distintiva de


Rómulo Betancourt, resultó ejemplo palmario del crecimiento de retículas
oligárquicas en función de poder, tanto que durante ese tiempo se habló
siempre de “empresarios” adecos o sus contrapartes copeyanas; lo mismo con
militares de ambas banderías, apoyados en la Constitución Nacional nacida en
1961, verbo vivo para fines retóricos pero parapléjico para su aplicación
extensiva e intensiva. Los ministerios, institutos autónomos, corporaciones
regionales de desarrollo, empresas básicas del Estado, sujetas a leyes
especiales, sus normas y procedimientos derivados, en algunos casos
brillantes estructuras normativas originadas en el más avanzado pensamiento
contemporáneo, se hicieron letra muerta y acción fallida frente al poder
desplegado por las CPP locales, sus políticos de oficio y sus retículas
oligárquicas de origen.

Y hoy, frente a una idea que sus ideólogos proclaman socialista, producto
además de un líder carismático que no ocultó su propensión al fortalecimiento
de su propia CPP, hubo de nacer (y sigue naciendo) la normativa del
Socialismo del siglo XXI, con los mismos vicios del pasado, esto es, la fiebre
legislativa, la profusión de órganos y organismos públicos de disímil naturaleza,
incluso con funciones cruzadas y conflictos de competencia, que terminan
operando merced de las retículas oligárquicas nacidas por el replique y, a
veces, bajo el amparo de la CPP del líder carismático de turno que, con su
proceder público, alimenta ese comportamiento.

De modo que las instituciones pueden existir de derecho porque en sana teoría
administrativa, todo nacimiento y accionar público es acto de tal naturaleza y en
consecuencia ha de ser parido desde una ley; pueden también existir de hecho,
al ser construidas por algún acto imputable de legal, desde alguna clase de
35

libre interpretación jurídica; pero su funcionamiento interno y sus relaciones,


sean políticas o meramente administrativas, parecieran ser regidos por el
metabolismo natural de sus propias retículas oligárquicas. Siguiendo ese
camino, las instituciones pueden llegar a convertirse en mascarones de proa,
incluso mantener estructuras internas que, nominalmente, aparecen en la
papelería, los decretos, las resoluciones y ordenanzas, pero que en la práctica
resultan cadáveres insepultos, víctimas de un cáncer reticular inevitable.

Finalmente, afirmamos, cada vez que hay un cambio o mudanza de sistema


político, se produce la muerte de la CPP generatriz, siendo sustituida por una
nueva, que prolifera y aprende a hacer retícula oligárquica desde su
predecesora e incluso con CPP “sueltas” que quedaran del sistema anterior,
como si acaso tuviese lugar alguna suerte de automático relevo oligárquico.

Y mientras exista esta propensión nacional a la formación de CPP 40 y sus


retículas que como replicadores en bilogía evolutiva, garanticen su existencia,
la posibilidad de la creación institucional en Venezuela será solo cuestión de
discursos de ocasión o tema prolífico en frases altisonantes para la parla
acomodaticia del político de oficio. Sin Res y solo Verba, no se cuajan
realidades.

40
Sin querer parangonar nuestra CPP con una organización de naturaleza mafiosa, acaso valga la
oportunidad para citar al Doctor Giuseppe Carlo Marino, historiógrafo siciliano experto en la mafia como
fenómeno inmanente al devenir histórico de Sicilia. Dice el Doctor Marino: “Al no haber arraigado nunca
en la isla una verdadera cultura de la estatalidad, se ha convertido en predominante y aplastante una
particular cultura de lo privado, alimentada por pretendidos valores sicilianistas y regulada por la
normativa consuetudinaria de los clanes, que privilegia las complicidades (…) y tiende a considerar
virtuosas las obediencias, las pertenencias, la astucia, la desconfianza y la omertá. De ello ha nacido una
mentalidad por la cual sólo aquello que puede medirse con el cálculo de eventuales privilegios y con los
intereses de familia, de la parentela, del grupo restringido, debe considerarse importante, mientras que
el resto – aquello que se atiene a los fines de la colectividad defendida por el Estado – si no debe ser
rechazado del todo, al menos debe ser mirado con desconfianza y distanciamiento. Es precisamente esta
forma cultural de lo privado, dominante sobre lo público, fruto de la larga vicisitud histórica de una
sociedad que ha cultivado a todos los niveles un culto casi obsesivo del poder y de los bienes, el
aspecto general de aquello que suele indicarse como mentalidad mafiosa.” Marino, Giuseppe Carlo.
Historia de la Mafia. Un poder en las sombras. JAVIER VERGARA EDITOR. Barcelona, 2002. Pág.423.
Nota: las negrillas son nuestras.
36

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