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Esquirol, Josep Maria.


La resistencia íntima. Ensayo de una filosofía de la
proximidad. Barcelona: Acantilado, 2015; 178 p.

¿Qué es la resistencia?, experiencia nihilista; asimismo,


¿ante qué se resiste?, ¿por qué de la «fortaleza que podemos
existir es resistir?, ¿quién es el tener y levantar ante los procesos
resistente?, ¿cuál es la relación de desintegración y de corrosión
entre resistencia y proximidad?; que provienen del entorno e
son todas preguntas que incluso de nosotros mismos»2, y
encontramos en el libro de Josep de la esperanza de que, a pesar
Maria Esquirol, profesor de de todo, la vida tiene un sentido3.
la Facultad de Filosofía de la
¿Qué marca el mapa? Un
Universitat de Barcelona. Para
itinerario que (se) da cuenta de
comprender algunas de las ideas
la experiencia nihilista, sugiere
centrales del texto, en esta reseña
vías para transitar por ella,
nos detenemos en la metáfora
pero no prescribe nada, mucho
del «mapa», que aparece en el
menos rutas de salida, porque la
capítulo II titulado «Cartografía
experiencia nihilista no es algo
de la nada y experiencia nihilista».
que se supera, no es algo de lo
¿Cuál es el territorio que se que se puede salir, sino que es
pretende mapear? El libro habla una realidad que se enfrenta.
del «movimiento de la existencia Así, el mapa advierte al viajero la
humana» 1 , atravesada por la urgencia de recorrer la existencia
cuidadosamente para afrontar

1 Josep Maria Esquirol, La resistencia íntima. En-


sayo de una filosofía de la proximidad (Barcelona: 2 Ibíd., 10.
Acantilado, 2015), 9. 3 Ibíd., 15.

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la nada 4 . Por esto mismo, la en las fibras de la existencia


filosofía de la resistencia está en como disgregación del ser 7; a
las antípodas tanto de discursos la «negación de toda cosa, de
y prácticas que prometen una todo acontecimiento, de todo:
felicidad inmune a la finitud5, nada que coger con las manos,
como a aquellas que proclaman ninguna palabra que escuchar,
una derrota definitiva6. Dar(se) ningún rostro que contemplar,
cuenta de la experiencia nihilista ningún olor que sentir, ningún
es, en primera instancia, dar(se) suelo donde apoyarse. Nada,
cuenta de sí mismo, de los otros, vacío o, también, ausencia»8; a
del mundo en el que se vive; «la nada que yo mismo soy»9;
también es hacerle frente a aquello y al nihilismo entendido como
que des-cubrimos, es decir, ausencia de sentido, de valor,
resistir. Darse cuenta y resistir o como establecimiento de una
acaso son lo mismo: el primero, realidad que se presenta toda
que no es sinónimo de tener igual10.
una información detallada, o un
El abismo aparece de diversos
armazón conceptual para decir la
modos: como contentamiento
existencia de manera abstracta,
masivo, incapaz de ver la «victoria
implica un posicionamiento del
del egoísmo», del absurdo, del
sí mismo; el segundo, un modo
mal y de la injusticia 11; como
particular de posicionarse.
dogmatismo de la actualidad que
¿Con qué está hecho el mapa? pretende llenar la existencia de
Con imágenes y símbolos: un un sentido banal procedente de
pozo o abismo, una barraca, la acumulación de información
un hilo y una niebla espesa. La que empobrece el presente,
primera imagen, el abismo, remite borra el pasado haciendo «como
a la pregunta: ¿a qué se resiste si el statu quo –ahora flujo que
una filosofía de la resistencia? brota del futuro– lo fuese todo»12
Al dominio de la nada que está
7 Ibíd., 10.
8 Ibíd., 20.
9 Ibíd., 31.
4 Ibíd., 75, 134. 10 Ibíd., 34.
5 Ibíd., 13, 91. 11 Ibíd., 17.
6 Ibíd., 108. 12 Ibíd., 120.

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y pretende domeñar el futuro sencillez» 16. Asimismo, hablar


al suponerlo inmediato y tratar de casa es remitirse al cobijo, al
de anticiparlo, quitándole con abrazo y a la mano tendida en
ello su potencia 13 . También los que la existencia humana se
aparece como verborrea, muestra como acogida esencial
«opulenta miseria, hablar vacío, «que procede del prójimo»17.
ininterrumpido, que nada tiene
En la barraca las relaciones
y nada da»14, y murmuración que
consigo mismo, con los otros y
se esconde en la queja anónima
con el mundo son relaciones de
que consume desde adentro a
proximidad, que es el modo de
cualquier comunidad.
«hacerse cargo de la propia vida,
L a segunda imagen del de asumirla expresamente» 18.
mapa es la barraca, en la que En ese «hacerse cargo» la vida
el viajero se resguarda de la recupera su equilibrio, aunque
tormenta. La barraca suscita un sabe de la fragilidad inherente
movimiento, el de la filosofía de a la existencia. Es precisamente
la proximidad, contrapuesto al en virtud de esta fragilidad que
movimiento nihilista –y también las expresiones privilegiadas de
a la voluntad de poder o al la proximidad son acompañar y
eterno retorno nietzscheanos–15. cuidar19; de ahí que las acciones
La barraca, lejos de considerar del médico y del enfermero –que
la cotidianidad como sinónimo resisten a la enfermedad20 y am-
de lo inauténtico, la reivindica paran la debilidad–21, así como las
especialmente en la metáfora de del maestro, en cuya proximidad
la casa, es decir, de lo cercano, del con el alumno irradia y contagia
lugar en el que intentamos dar el equilibrio de su alma22, sirven
sentido al transcurrir de los días, de modelos de cuidado de sí y de
y en cuyo seno se puede vivir la los otros.
experiencia de «la excelencia
sabia, misteriosa, artística de la
16 Ibíd., 69.
17 Ibíd., 50.
18 Ibíd., 85.
19 Ibíd., 62.
13 Ibíd., 119. 20 Ibíd., 80.
14 Ibíd., 151. 21 Ibíd., 82.
15 Ibíd., 28. 22 Ibíd., 87.

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Por último, en la barraca se lo más básico del misterio de la


acude a un tipo de lenguaje que existencia28.
comienza con el silencio del que
Restos de un hilo es la tercera
viene huyendo de la tormenta
imagen que conforma el mapa.
y necesita un respiro para ver
Con el hilo Esquirol recuerda el
mejor de dónde viene y a dónde
origen de la expresión nihilismo y
ha llegado, recibir el consuelo de
construye la idea de que la filosofía
los que están dentro y abrazar a
de la proximidad es una filosofía
los que llegan tras él. Después del
del ayuntamiento. Recuerda el
silencio, «la primera palabra es el
autor que «nihilismo proviene
ruego, y la segunda el amparo.
del latín nihil, que se usaba para
La pregunta es hija del ruego.
decir “ninguna cosa”» 29 . Sin
Después de rogare, de pedir, de
embargo, la etimología no indica
rogar, nos interrogamos»23. Los
que nada, nothing, rien o no res
viajeros, amparados en la barraca,
procedan de nihil. Tenemos,
se miran a los ojos y se llaman
entonces, que nihil procede de
entre sí por su nombre propio24;
«la composición de dos palabras,
practican el diálogo, esto es, el
ne-hilum, literalmente “sin hilo”
pensar juntos, que «es mucho
(sin relación, sin nexo)»30. Así, el
más que un simple intercambio;
nihilismo es la pérdida del nexo,
es contacto y compañía que
de la relación consigo mismo, con
dice, celebra y, al mismo tiempo,
los otros.
se protege del mundo» 25. Los
viajeros también hablan un El hilo remite a la relación
lenguaje «inactual», el lenguaje como sutura. Hablamos de
de la memoria que amplía y relación siempre y cuando haya
enriquece el presente26, que es «dos términos y un vínculo, es
palabra cordial que «resguarda la decir, tiene que haber diferencia
palabra de la promesa»27, muchas y manera de relacionar lo
veces hallada en lo más original, diferente» 31. No se trata aquí

23 Ibíd., 138.
24 Ibíd., 73. 28 Ibíd., 35.
25 Ibíd., 145. 29 Ibíd., 22.
26 Ibíd., 120. 30 Ídem.
27 Ibíd., 163. 31 Ibíd., 22-23.

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solo de la radical diferencia entre Relacionamos, unimos, juntamos.


uno mismo y los otros; más bien, Su característica ontológica
aun esta diferencia tiene que ser consiste en el hecho de que existe
leída a la luz de una diferencia uniendo y suturando»34. De ahí
más originaria: la de la existencia que el hilo nos advierta siempre
entendida como límite, «borde del que «resistir es aspirar a que la
precipicio», y «zona limítrofe». La juntura no se deshaga»35.
existencia es diferencia porque
La última imagen que se
es «juntura precaria, legible
representa en el mapa es la
como vulnerabilidad»32; también
niebla: «Cuesta encontrar el
«zona del cosido, de la juntura, el
camino. ¿Dónde estamos? La
lugar donde unas grapas unen,
angustia es como la humedad de
sin confundir, dos límites, sin
esta niebla que va calando en el
que lo más decisivo sea cómo
cuerpo»36. Como mapa sui generis
nombrarlos: cuerpo y alma, cielo
que presupone la desorientación,
y tierra, tiempo y eternidad,
la filosofía de la resistencia es una
finito e infinito, para siempre y
filosofía exigente, dirigida a un
nunca jamás, horizontalidad y
tipo particular de viajero. ¿Quién
verticalidad… Lo más decisivo,
es el resistente? El que aguanta
en efecto, no es cómo nombrar los
el tipo ante el vacío propio, ante
límites hilvanados, sino que sea
su miseria y evita a toda costa
acertada la figura del hilván y la
perderse en el abismo. El que
diferencia que supone»33.
entra a la barraca y se enfrenta
El contentamiento masivo, al acontecimiento de su sí mismo,
el dogmatismo de la actualidad, que «aparece de golpe», «como
la verborrea, la murmuración, la en una especie de traumatismo:
homogenización de la vida, el un día nos vemos de veras solos,
triunfo del mal o de la indiferencia absolutamente solos y sabemos
son todas formas de olvidar que que esto ya no tiene “remedio”
«el hombre es juntura porque […]. Vemos que la vida del sí
hace de juntura. Es su modo de ser.

34 Ibíd., 175.
32 Ibíd., 172. 35 Ibíd., 172.
33 Ibíd., 169. 36 Ibíd., 23.

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mismo que somos no es circular, Al valernos del mapa para


sino una recta que lleva de lo situar los elementos constitutivos
desconocido a lo desconocido»37. de la resistencia política,
El resistente también es el que se diríamos que el abismo al que
arriesga en la aventura del pensar esta se refiere está formado por
como proceso de «transformación «totalitarismos y tiranías» que
personal», de vuelta «hacia el sí son una forma de la disgregación
mismo y hacia la originalidad de del ser, porque «estos regímenes
la vida, que resulta ser, al mismo no articulan los movimientos
tiempo, una transformación, de la vida política, no tejen el
una conversión»38. El resistente tapiz de la sociedad, sino que
no está solo –aunque requiere homogenizan y fuerzan un todo
la soledad–, pues es «radical aparente y falso»41. Asimismo, la
responsabilidad», «intimidad resistencia política se enfrenta al
c o n v o c a d a » 39. D e a h í q u e pozo de «la unidimensionalidad
proclama, aunque discretamente, neoliberal, de la abstracción
sin aspavientos: «Que el otro sea comunista y de las restricciones
hermano quiere decir esto: que del comunitarismo»42, y también
estoy ligado por una exigencia, a todas las formas de «política
por una demanda»40. epidérmica», «banal» que viven
de la vacuidad del discurso
También lo político tiene
tecnocrático y del espectáculo
un lugar en esta reflexión. No
de los medios masivos de
se trata de un apéndice de la
información.
existencia, sino que está en el
corazón mismo del vivir con Por su parte, la barraca del
otros, aunque la tematización de resistente en política no es la
la resistencia política requiera del esplendor de la «palabra
un trabajo independiente, como pública digna de recordarse»,
el autor mismo reconoce en este que distingue a «los pocos y
libro. los muchos (a los que nadie

37 Ibíd., 93.
38 Ibíd., 96.
39 Ibíd., 103. 41 Ibíd., 14.
40 Ibíd., 104. 42 Ibíd., 52.

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recordará)»43, sino la del cuidado en los que el abrazo hacedor


del alma, mucho más democrático de comunidad es primordial.
en tanto todos pueden practicarlo;
Y, por último, la niebla
es también la de «un decir no en
nos obliga a interrogar
nombre de la libertad y de la
per manentemente «¿dónde
integridad»44 y de la «memoria de
estamos?» porque no existen ni
los que ya han desaparecido, pero
conceptos ni prácticas definitivos
que queremos guardar, y memoria
de democracia, justicia, libertad,
del horizonte de la comunidad
Estado, ni se puede abandonar la
inactual» 45. En la barraca los
suerte de nuestra vida con otros
resistentes practican «el gesto
a los discursos de los charlatanes
de las manos al recoger [que]
de oficio, ni a la indiferencia o la
se asemeja primeramente al del
desesperanza. Por el contrario,
abrazo, […] al gesto que conforma
interrogar dónde estamos exige
y mantiene la comunidad» 46;
que cada uno (se) dé cuenta
pero al mismo tiempo usan la
de sí mismo y de los otros e
«inteligencia estratégica para
intente ejercer la política como
autoorganizarse y perseverar a
ayuntamiento.
pesar de la persecución a la que
sistemática e inevitablemente se Manuel Prada Londoño*
verán sometidos los implicados»47.
Respecto al hilo, conviene
añadir que la política se juega
en el mantenimiento de la
diferencia entre seres humanos,
entre culturas y pueblos,
así como en el milagro de
construir proyecto comunes

* Estudiante del Doctorado en Filosofía Contem-


poránea y Estudios Clásicos, en la Facultad
43 Ibíd., 68. de Filosofía de la Universitat de Barcelona.
44 Ibíd., 122. Magíster y Licenciado en Filosofía. Becario de
45 Ibíd., 122-123. Colciencias desde 2012 y miembro del Grupo
46 Ibíd., 52. de Investigación «Devenir». Contacto: mpra-
47 Ibíd., 13. da79@yahoo.es.

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