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Docente en la carrera de Sociología, UNIvtEW. Ha publicado artículos y capítulos de libros sobre temá-
ticas de historia reciente en Argentina: "Golpes de Estado, represión y juicios por las violaciones
a los derechos humanos en la memoria de nuestros adultos mayores" (en coautoría con Marcela
Ferrari), en Ferrari, Ricci y Spinelli, Memorias de la Argentina contemporánea. La visión de los mayo-
res, 1 946-2002, Mar del Plata, EUDEM, 2007; "La Iglesia católica y el retorno democrático. Un aná-
lisis del conflicto político-eclesiástico en relación a la sanción del divorcio vincular en Argentina",
Coletáneas do Nosso Tempo, vol. 7, núm. 8, Rondonópolis, Brasil, 2008; "Poniendo la casa en orden.
La crisis de Semana Santa de 1987 como crisis del discurso hegemónico sobre la democracia", en
Rinesi, Muraca y Vommaro (comps.), Si esto no es el pueblo. Hegemonía, populismo y democracia en
Argentina, Buenos Aires, UNGS, 2009; "La elite católica y el retorno democrático. Una aproxima-
ción a las estrategias episcopales frente a los cambios en el contexto político" en Folquer y Amenta
(eds.), Sociedad, cristianismo y política. Tejiendo historias locales, Tucumán, UNSTA, 2010.
Resumen
Las herencias de la represión estatal durante los ponible para su traducción política, si no jurí-
años de la última dictadura constituyeron uno dica. Esta imagen debe ser complej izada con la
de los principales desafíos para la dirigencia incorporación de otras voces que dentro del
política argentina desde el retorno democrático. Episcopado plantearon una caracterización dife-
Muchas de las ideas que poblaron los discursos rente de lo que debía ser la reconciliación. Estos
políticos fueron enunciadas previamente por los serán los ejes a través de los cuales se aborda-
obispos argentinos. Sandrine Lefranc le atribuye rán los posicionamientos de los obispos frente a
a la Iglesia argentina la elaboración de "una doc- los procesos de enjuiciamiento de militares ini-
trina de la reconciliación", explícitamente dis- ciados en 1984.
Palabras clave:
Derechos humanos, perdón, reconciliación, Iglesia católica,
jerarquía eclesiástica, democracia, Argentina.
Ph. D. in History from the National University of Mar del Plata, post-doctoral CoNicET grantholder.
Sociology professor, UNMDP. He has published articles and book chapters on issues in recent his-
tory in Argentina: "Golpes de Estado, represión y juicios por las violaciones a los derechos huma-
nos en la memoria de nuestros adultos mayores" (co-authored with Marcela Ferrari) in Ferrari, Ricci
y Spinelli, Memorias de la Argentina contemporánea. La visión de los mayores, 1946-2002, Mar del
Plata, EUDEM, 2007; "La Iglesia católica y el retorno democrático. Un análisis del conflicto polí-
tico-eclesiástico en relación a la sanción del divorcio vincular en Argentina", Coletdneas do Nosso Tempo,
vol. 7, núm. 8, Rondonópolis, Brazil, 2008; "Poniendo la casa en orden. La crisis de Semana Santa
de 1987 como crisis del discurso hegemónico sobre la democracia", in Rinesi, Muraca y Vommaro
(comps.), Si esto no es el pueblo. Hegemonía, populismo y democracia en Argentina, Buenos Aires, UNGS,
2009; "La elite católica y el retorno democrático. Una aproximación a las estrategias episcopales
frente a los cambios en el contexto político", in Folquer y Amenta (eds.), Sociedad, cristianismo y polí-
tica. Tejiendo historias locales, Tucumán, UNSTA, 2010.
Abstract
The legacy of state repression during the years politics and law. The complexity of this image
of the last dictatorship poned one of the main must be increased through the incorporation
challenges for Argentinean political leaders after of other voices within the episcopacy that
the return to democracy. Many of the ideas provided a different perspective on what rec-
included in political speeches had previously onciliation should involve. These are the main
been expressed by Argentinean bishops. San- themes that will be used to analyze the
drine Lefranc credits the Argentinean Church bishops' position on the trials of the military
with drawing up a "doctrine of reconciliation", begun in 1984.
explicitly available for its translation into both
Key words:
Human rights, forgiveness, reconciliation, catholic Church,
church hierarchy, democracy, Argentina.
Cada vez que el perdón está al servi- violencia política y la represión constituye-
cio de una finalidad, aunque esta sea ron los ejes que expresaron con mayor cla-
noble y espiritual (liberación o ridad las relaciones entre un pasado que
redención, reconciliación, salvación), cada actor político intentó moldear de
cada vez que tiende a restablecer una acuerdo a sus intereses y el futuro desea-
normalidad (social, nacional, polí- do para la nueva democracia. En otras pala-
tica, psicológica) mediante un tra- bras, un conjunto de interpretaciones beli-
bajo de duelo, mediante alguna tera- gerantes del pasado prescribieron qué se
pia o ecología de la memoria, debía hacer con los militares responsables
entonces el "perdón" no es puro, ni de las violaciones a los derechos humanos
lo es su concepto. El perdón no es, y, al hacerlo, _definieron los fundamen-
no debería ser, ni normal, ni norma- tos de la nueva configuración política. Hu-
tivo, ni normalizante.' bo una amplia mayoría de los representan-
tes políticos y sociales que abogaron por
Esperaré serenamente y con tranqui- algún tipo de tratamiento jurídico, aun-
lidad espiritual y de conciencia, el que difirieron en sus alcances. No faltaron
juicio de Dios y de la Historia a mi los portavoces del régimen anterior que
conducta.' reclamaron reconocimiento para los milita-
res y asimilaron cualquier intento de revi-
sión como la "venganza de los derrotados".
INTRODUCCIÓN El objetivo de este artículo es analizar
cómo intervino la jerarquía católica argen-
esde diciembre de 1983, con la tina en esa discusión y cómo operaron en
asunción de Raúl Alfonsín como esa intervención los conceptos de perdón
presidente de la nación, el proce- y reconciliación. Estos principios, de fuerte
samiento judicial de los responsables de la contenido religioso, fueron adoptados
también por las principales figuras del
Derrida, Siglo, 2003, p. 12. campo político y militar para explicitar
2 Palabras del ex presidente de facto Leopoldo F. una posición frente al procesamiento judi-
Galtieri durante el juicio a los ex comandantes, Clarín, cial de los militares. Sostenemos que la
18 de octubre de 1985, p. 5. singularidad de la fórmula de la reconci-
70 MARIANO FABRIS
En la primera parte se analiza la cues- creación en 1965, dedicado al tema de la
tión de la reconciliación y el perdón en reconciliación. Entre los 221 asistentes la
un marco más general, repasando el prin- CEA contó con tres representantes, elegidos
cipal documento papal sobre el tema y por sus pares en la Asamblea Plenaria de
planteando los desafíos que se abrieron la CEA en octubre de 1982, Juan Carlos
para los obispos argentinos de cara a su Aramburu, Raúl Primatesta y Estanislao
labor reconciliadora. Luego, se recorren Karlic. 7 A ellos se sumaron otros argenti-
los documentos episcopales para observar nos: el cardenal Eduardo Pironio, Antonio
la posición adoptada por la CEA y se intro- Quarracino (designado directamente por
ducen las miradas individuales para dar el papa) y Lucio Gera (integrante del cuer-
cuenta de las disputas por el sentido de la po de peritos). 8
reconciliación cristiana. Finalmente, se
abordan estas cuestiones en el último tra- Boletín AICA, 6 de enero de 1983, p. 2. Juan
mo del gobierno de Alfonsín. Carlos Aramburu nació en Reducción, provincia de
El análisis de la perspectiva episcopal Córdoba, en 1912, fue ordenado sacerdote en 1934 y
sobre esta cuestión se hace necesario por obispo en 1946. Obispo de Tucumán a partir de
1953, fue promovido a arzobispo de Tucumán en
tres razones. En primer lugar, porque 1957. Fue trasladado a Buenos Aires y nombrado
coincidiendo con el retorno democrático a coadjutor con derecho a sucesión en 1967. Arzobispo
Argentina, el catolicismo a escala mun- de Buenos Aires desde 1975, fue creado cardenal por
dial se encontró reflexionando en torno a Pablo VI en 1976. Ocupó la presidencia de la CEA
la problemática de la reconciliación. En entre 1982 y 1985. Raúl Primatesta nació en Capilla
segundo lugar, porque el discurso reli- del Señor, provincia de Buenos Aires, en 1919, fue
gioso que se perfiló desde 1981 a partir ordenado sacerdote en 1942 y obispo auxiliar de La
de la publicación del documento episco- Plata en 1957. En 1961 fue nombrado obispo de San
pal Iglesia y comunidad nacional e hizo hin- Rafael y fue promovido a arzobispo de Córdoba en
capié en la reconciliación, fue adoptado, 1965. En 1973 fue creado cardenal por el papa Pablo
\L Ocupo la presidencia de la cEA entre 1976 y 1982
aunque no en forma unívoca, por la mayo- y entre 1985 y 1990. Estanislao Karlic nació en Oliva,
ría de los dirigentes políticos. En tercer provincia de Córdoba, en 1926, fue ordenado sacer-
lugar, porque el procesamiento judicial dote en 1954 y obispo auxiliar de Córdoba en 1977.
de los militares implicó una relectura del Fue promovido a arzobispo coadjutor con derecho a
pasado que no sólo erosionó la posición sucesión y administrador apostólico de Paraná en
de las Fuerzas Armadas (en adelante FFAA) 1983. Asumió como arzobispo de Paraná en 1986.
sino que también afectó a la Iglesia, cuyos Entre 1987 y 1990 se desempeñó como vicepresi-
vínculos con el gobierno militar nutrie- dente de la CEA. Datos obtenidos de Boletín AÍCA,
ron las críticas más fuertes a la labor de 26 de agosto de 1982, pp. 27, 32 y 36, y Agencia,
los obispos frente a la masacre represiva. Guía, 1992, pp. 169, 180 y 188.
Ibid., 6 de enero de 1983, Buenos Aires, p. 2.
Eduardo Pironio nació en Nueve de Julio, provincia
de Buenos Aires, en 1920, fue ordenado sacerdote en
LA RECONCILIACIÓN COMO "POLÍTICA" 1943, obispo auxiliar de La Plata en 1964. En 1972
DE LA IGLESIA CATÓLICA fue trasladado como obispo titular a Mar del Plata.
Fue creado cardenal en 1976 y designado presidente
En 1983 tuvo lugar el Sínodo General de del Consejo Pontificio para los Laicos en 1984.
Obispos en el Vaticano, el sexto desde su Antonio Quarracino nació en Pollica de Salemo, Italia,
72 MARIANO FABRIS
de Estado era esperable la emergencia de irresistiblemente, todo lo que es penitencia
voces contrastantes que hicieran necesario en el sentido del sacrificio aceptado y prac-
un esfuerzo en la búsqueda de consensos ticado para la corrección del pecado. 15
para guiar las intervenciones episcopales.
A la hora de abordar el origen de las El acto esencial de esa penitencia era la
divisiones en las sociedades, el documento contrición, o sea, un rechazo claro y deci-
papal realizó una diferenciación entre los dido del pecado cometido, junto con el
pecados personales y los pecados sociales: propósito de no volver a cometerlo. 16
Por los problemas abordados, por ser el
no es legítimo ni aceptable un significado de resultado del Sínodo General de Obispos
pecado social, por muy usual que sea hoy en y por constituir una exhortación papal,
algunos ambientes, que al oponer, no sin Reconciliatio et paenitentia contaba con el
ambigüedad, pesado social ypecado personal, lleva respaldo suficiente para suponer que podía
más o menos inconscientemente a difuminar constituirse en un recurso fundamental
y casi a borrar lo personal, para admitir única- para guiar la acción de los católicos argen-
mente culpas y responsabilidades sociales. 14 tinos y su jerarquía en el nuevo contexto
político del país. Las palabras del papa
Trasladada al contexto argentino, esta invitaron a una activa participación en la
idea podía ofrecer un valioso recurso para discusión política del momento. Sin em-
enfrentar la compleja relación entre las bargo, resultó sumamente complejo apli-
responsabilidades individuales y las colec- car sus principios doctrinales como supe-
tivas en torno a la "masacre represiva". radores de los conflictos que cruzaban a
Una última cuestión que merece des- la sociedad argentina. En este sentido, en
tacarse tiene que ver con las condiciones el interior de la jerarquía católica argenti-
necesarias para alcanzar la reconciliación. na el significado de la reconciliación y las
Según el documento, "la reconciliación, herramientas para alcanzarla, en una so-
para que sea plena, exige necesariamente ciedad que comenzaba a recuperar el
la liberación del pecado, que ha de ser protagonismo político, constituyeron un
rechazado en sus raíces más profundas". terreno en disputa.
Esta idea fue retomada luego para afir- Tempranamente, y más allá de que los
mar que: obispos habían alertado contra la meto-
dología represiva practicada desde el
Al hombre contemporáneo parece que le Estado, la "doctrina de la reconciliación"
cuesta más que nunca reconocer los propios se convirtió en complemento y cierre ar-
errores y decidir volver sobre sus pasos para mónico de las heridas infligidas por la
reemprender el camino después de haber represión. El orden impuesto a sangre y
rectificado la marcha; parece muy reacio a fuego por las FFAA encontró en ella una
decir "me arrepiento" o "lo siento"; parece fórmula política capaz de limitar las con-
rechazar instintivamente, y con frecuencia secuencias sociales disociadoras de los
"excesos represivos". Como se podrá obser-
14
"Exhortación apostólica de Juan Pablo II Re-
conciliatio et paenieentia", Boletín al la Arquidiócesis al 15 Ibid.,p.47.
La Plata, abril de 1985, pp. 31-32. °Ibid., p. 57.
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canzar esa forma superior del amor que es el victimario —tal como lo plantearía luego
perdón .21 la exhortación papal Reconciliatio et paeni-
tentia— o fue un perdón incondicional que
Así, el perdón fue planteado como la se otorgaba sin mediar arrepentimien-
llave maestra de la reconciliación y operó to? En el contexto político argentino un
como un recurso eminentemente político perdón sin arrepentimiento reforzó la ima-
destinado al logro, en el contexto de la gen de un perdón instrumentalizado, ale-
salida de la masacre represiva, de la unidad jado de la concepción religiosa e inserto
de la nación a partir de la limitación de en la lógica política.
la justicia.` En los documentos episcopales que se
Ahora bien, ¿qué implicó esa idea de dieron a conocer durante el último tramo
perdón? ¿Se trató de un perdón condicio- de la dictadura y el primer año de gobier-
nado a un arrepentimiento por parte del no democrático, las referencias de los obis-
pos a las condiciones básicas para estable-
cer el perdón apuntaron a que:
20
Ibid. El documento Iglesia y comunidad nacio-
nal fue dado a conocer en mayo de 1981 y tuvo una cada uno apacigüe su propio espíritu depo-
trascendencia mayor que la habitualmente alcanzada niendo el odio, tenga la valentía de realizar
por los mensajes episcopales. Seguramente, el con-
una autocrítica sincera reconociendo los pro-
texto político colaboró para que no pasara inadver-
tido. Por aquellos días, el general Viola gobernaba el pios yerros, formule con hechos la voluntad
país en medio de una profunda crisis económica y los de no excluir arbitraria e injustamente a
partidos políticos se agrupaban en la llamada Mulo- nadie el derecho a participar en la conduc-
partidaria. En un clima de tenue apertura política y ción de la cosa pública.`
de cierta distensión del celo represor, los obispos
expresaron en Iglesia y comunidad nacional su aval a la El 23 de abril de 1983 la CEA dejó sen-
reinstitucionalización democrática. Los partidos polí- tada la referencia más clara a esas condicio-
ticos se hicieron eco de esta posición y encontraron nes que debían hacer posible el perdón y
en este documento un recurso para dar legitimidad a
la reconciliación:
sus reclamos. Véase Multipartidaria, Propuesta, 1982.
En la conceptualización de la represión ilegal
como masacre o exterminio planificado seguimos a La Reconciliación con Dios obtenida para los
Hugo Vezzetti, quien utiliza estos conceptos distin- hombres por Jesucristo, debe ser asumida, a
guiéndolos de genocidio. Según el autor, mientras través de la historia, por cada uno de noso-
"en las masacres las víctimas son elegidas por lo que tros. Ello implica el reconocimiento de los
hacen o piensan (o por lo que se cree que piensan y lo propios yerros en toda su gravedad, la detes-
que se teme que puedan hacer), la lógica del extermi- tación de los mismos, el propósito firme de
nio genocida es que la víctima es elegida sólo por lo no cometerlos más, la reparación del mal cau-
que es sin ninguna posibilidad de elegir o actuar para sado mediante obras de penitencia y la adop-
evitar su destino", Vezzetti, Pasado, 2002, p. 159. ción de una conducta totalmente nueva. 23
Los conceptos de masacre o exterminio permiten "des-
tacar la significación política de la tragedia de los desa-
parecidos y evitar que en la figura del genocidio la suerte 22
Conferencia, Camino, 1982, p. 7.
de las víctimas quede asimilada a la de un grupo iden- "En la hora actual del país", San Miguel, 23
titario situado al margen de la lucha política", ¡bid., de abril de 1983, en Conferencia, Documentos, 1988,
p. 163. Cursivas del autor. t. XI, P. 94.
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tar inquietante para una institución cuyas de lo que el gobierno estaba dispuesto a
relaciones con la cúpula militar habían tolerar en función del resguardo de la es-
comenzado a ser motivo de crítica ya des- tabilidad institucional. El gobierno de
de el último tramo de la dictadura. Alfonsín buscó a través de diferentes me-
A partir de 1985 las referencias al per- didas limitar los procesos judiciales. Pri-
dón y la reconciliación perdieron presen- mero fueron las instrucciones a los fiscales
cia en los documentos episcopales. Ello en abril de 1986 para que solicitaran la
no significó que el tema tuviera menor absolución de los cuadros inferiores de las
relevancia social. Por el contrario, con el FFAA. Luego, la llamada ley de Punto
inicio de los juicios y por lo menos hasta Final, de diciembre de ese año, y final-
junio de 1987 cuando se sancionó la ley de mente la ley de reglamentación de la obe-
Obediencia Debida, la revisión del pasado diencia debida en junio de 1987.
—con enjuiciamiento de los responsables La ley de Punto Final estableció que
de las violaciones a los derechos humanos aquel militar presuntamente comprome-
incluido—, fue una preocupación central tido con la actividad represiva que no
del gobierno y los partidos políticos. fuese llamado a declarar en un plazo de
De todas maneras, en el documento 60 días quedaría automáticamente ab-
de 1985, Consolidar la patria en la libertad suelto. 31 Frente a esta normativa no hubo
y la justicia, los obispos volvieron a pro- una referencia especial de parte de la CEA.
clamar la reconciliación y afirmaron la Sólo la Comisión Permanente incluyó en
necesidad del arrepentimiento. 30 Aunque su mensaje navideño una referencia a la
esta referencia se incluyó en un documen- reconciliación "entendida como restitu-
to general que se ocupó de diferentes ción de la unidad social", y su presidente,
situaciones del acontecer político, social Raúl Primatesta, caracterizó a la nueva
y económico, su mención se vinculó, segu- normativa aprobada por el Congreso como
ramente, con el inicio del juicio a los ex una "coincidencia providencial".`
comandantes que ejercieron el poder polí- La iniciativa del gobierno estuvo lejos
tico durante la última dictadura. Proba- de ser exitosa, ya que varios juzgados inte-
blemente los obispos hayan esperado rrumpieron el receso de verano y avanza-
algún tipo de autocrítica de parte de los ron en el procesamiento de los acusados. En
acusados. Pero el arrepentimiento nunca abril de 1987 un grupo de militares, con
llegó y las defensas de los militares repitie- el apoyo pasivo de la mayoría de los oficia-
ron en los estrados judiciales que sólo acep- les, inició un levantamiento para presionar
taban el juicio de Dios y de la Historia. al gobierno y lograr una solución al tema
Las condenas a los ex comandantes, de los juicios. 33 Luego de este alzamiento
dadas a conocer en diciembre de 1985, no militar los obispos volvieron a manifestarse
constituyeron el epílogo de los juicios. colectivamente pidiendo la reconciliación:
Muy por el contrario, implicaron una am-
pliación de los procesamientos más allá 31
"Ley 23.492", 1986, en Anales, 1987, t. xi.vri-
A, p. 193.
32
° "Consolidar la patria en la libertad y la justi- Clarín, 19 de diciembre de 1986, Buenos
cia', San Miguel, 11 de mayo de 1985, en ¡bid., t. Aires, p. 8.
xiii, p. 47. Fabris, "Poniendo", 2009.
78 MARIANO FABRIS
La justicia no es sinónimo de venganza, es te" 42 En su visión, esa justicia temida por
necesaria. Y aunque el Evangelio impone el otros obispos como un factor perturbador
perdón, esto no quiere decir que las cosas de la reconciliación, era en realidad una
no deban aclararse con leyes justas. La recon- "justicia medicinal". Esta afirmación
ciliación, en todo caso, tiende a dar un paso puso de manifiesto que la confusión entre
adelante en este abismo que han abierto el la esfera política y religiosa era compar-
odio y la violencia. La justica es uno de los tida por casi todos los obispos sin discri-
puentes en ese abismo; su única certeza es minación de perfil ideológico.
la verdad.` De Nevares se expresó en la misma
dirección que Hesayne frente a la ley de
Además, estos obispos fueron prácti- Obediencia Debida. En su visión, "la impu-
camente los únicos miembros de la GEA nidad nunca lleva a la reconciliación", y por
que continuaron insistiendo en las condi- ello evaluó la nueva ley como la justifica-
ciones que deberían hacer posible ese per- ción jurídica de "las presiones militares".
dón. Para Hesayne, obispo de Viedma, "la Las voces de Hesayne, Novak y De
verdadera reconciliación cristiana supone Nevares fueron excepcionales en el con-
reconocimiento de la culpa, arrepenti- junto de la GEA. La mayoría de los obis-
miento, reparación y perdón" 41 pos estuvo unida en la búsqueda de solu-
Consecuentes con sus posturas, estos ciones para lo que caracterizaba como
obispos se opusieron a las leyes de Punto "secuelas de la lucha antisubversiva" y cen-
Final y Obediencia Debida. En oportuni- tró sus propuestas en la idea de una recon-
dad de declarar como testigo en una causa ciliación alcanzada a través del perdón
contra militares acusados de violaciones como alternativa a la justicia. Estos obis-
a los derechos humanos, Hesayne recha- pos, inicialmente críticos de la política de
zó la normativa impulsada por el gobierno enjuiciamiento desarrollada por Alfonsín,
radical y sostuvo que no habría "punto colaboraron luego en la legitimación reli-
final mientras no se descubra la verdad giosa de las leyes de Punto Final y Obe-
para que la justicia pueda actuar realmen- diencia Debida al valorarlas como los
pasos necesarios para la reconciliación.
Fueron quienes con más insistencia y pre-
°° Ibid., 23 de diciembre de 1984, p. 4. cisión elaboraron una solución política
41
Boletín AlGA, 12 de marzo de 1987, p. 10. para los procesos judiciales, revestida con
Este discurso no tuvo repercusión entre los militares la legitimidad que le otorgaba su perte-
ni entre los sectores afines. Por eso la titular de nencia a la Iglesia. Tanto hacia el interior
Familiares y Amigos de Muertos por la Subversión como hacia el exterior de la institución,
—asociación surgida en el ámbito militar para contra- su propuesta pretendió sortear las críticas
rrestar el discurso de las entidades defensoras de los utilizando como ejes valores fuertemente
derechos humanos—, Hebe Solar¡ de Berdína, luego de arraigados en la tradición cristiana.
la condena a los ex comandantes sostuvo que la ins-
titución que representaba no propiciaba "ninguna ley
42
de amnistía, porque amnistiar es perdonar y mucho Clarín, 17 de febrero de 1987, Buenos Aires,
menos acusar a las FFAA de no haber cumplido con p. 4.
su rol específico que era combatir a la subversión", '° Ibid.
Clarín, 12 de diciembre de 1985, Buenos Aires, p. 6. ibid., 7 de junio de 1987, Buenos Aires, p. 4.
80 MARIANO FABRIS
rechazó las pretensiones de otras voces: Para Ítalo Di Stefano, arzobispo de San
"Hoy hay muchos que hablan y dicen 'La Juan, se estaban
Iglesia'; nuestros periódicos están llenos
de títulos que dicen: 'La Iglesia se ha pro- viendo peligros de nuevos desencuentros, de
nunciado'. No, ¡la Iglesia se ha pronun- reapertura estéril de heridas. [.1 Se ven peli-
ciado en el Evangelio de Jesucristo!" 49 gros de exaltación renovada de pasiones tam-
Con estas actitudes, Plaza ponía en bién improductivas, que desplazan los juicios
entredicho los consensos trabajosamente serenos que exige la hora [ ... ] Hay peligro
alcanzados por el Episcopado. En sus de perimidos revanchismos. 51
declaraciones y mensajes lo político y lo
religioso estuvieron tan confundidos y De las expresiones individuales que
mutuamente determinados que no resultó tempranamente reclamaron por una limi-
extraño que caracterizara a la amnistía tación de los procesos judiciales, se infiere
como un instrumento evangélico?' que en la visión de muchos obispos la idea
De las intervenciones de los obispos se de justicia que aparecía en los documen-
desprende que si bien se veía con buenos tos- de la CEA, no debía coincidir con la
ojos el establecimiento de alguna limita- justicia de los hombres. El accionar de
ción en la revisión del pasado, no ocurría la justicia, en palabras del obispo auxiliar
lo mismo con la posibilidad de que fuera de Buenos Aires, Arnaldo Canale, ni si-
una decisión unilateral del gobierno mi- quiera era indispensable ya que los cató-
litar. En 1983, los obispos todavía con- licos podían "cubrir la justicia y la injus-
fiaban en la posibilidad de que las FFAA ticia con el amor". 52 Igual de explícitas
realizaran cierta autocrítica y que, a partir fueron las referencias de Primatesta para
de esta, la amnistía surgiera del acuerdo quien "el perdón corresponde a los hom-
con los partidos políticos, contando con bres mientras que la justica queda en ma-
suficiente consenso social. Para entender nos de Dios". 53
este rechazo a la decisión unilateral de las De cara al inicio del proceso judicial
FFAA también hay que tener en cuenta que a los ex comandantes, la opción por alguna
no se preveía el tipo de enjuiciamiento normativa que diera un cierre a la cues-
que se dio luego del retorno democrático tión ganó el apoyo de la mayoría del
y que terminó convenciendo a la mayoría
de los obispos de que era necesaria una ley Boletín A1CA, 5 de enero de 1984, PP. 4-5.
que pusiera fin a los procesos judiciales Italo Di Stefano nació en Llambf Campbell, provin-
seguidos contra los responsables de la cia de Santa Fe, en 1923. Fue ordenado sacerdote en
masacre represiva. 1946 y obispo de Roque Sáenz Peña en 1963. En
Una vez en democracia y ante los pri- 1980 fue promovido a arzobispo de San Juan. Datos
de Boletín AICA, 26 de agosto de 1982, p.
meros pasos dados en el enjuiciamiento obtenidos
30, y Agencia, Guía, 1992, p. 175.
de los militares, fueron cada vez más fre- 52
Clarín, 13 de mayo de 1984, p. 7. Arnaldo
cuentes las voces episcopales que alerta- Canale nació en Buenos Aires en 1925. Fue ordenado
ron sobre los peligros que ello escondía. sacerdote en 1952 y obispo auxiliar de Buenos Aires
en 1977. Datos obtenidos de Boletín AJCA, 26 de
49 Ihid., p. 164. agosto de 1982, p. 30.
50
Clarín, 19 de agosto de 1983, p. 6. Clarín, 6 de abril de 1985, p. 9.
82 MARIANO FABRIS
hay que reconocer lo que uno ha errado y Y Primatesta sostuvo que la patria
pensamos que en nuestra medida todos nos necesitaba de "un espíritu profundo de
hemos equivocado, debemos todos buscar reconciliación" y, dada la urgencia por
el perdón, darlo y pedirlo, y mirar hacia el cerrar la cuestión, no había espacio para
futuro para construir, porque si no, estamos las confesiones públicas. 6 '
en una peligrosa espiral de violencia?' Ante el fracaso de la ley de Punto Final
y las presiones militares, los obispos se ali-
Así, volvió a insistir en la responsabi- nearon en la búsqueda de una normativa
lidad colectiva, aunque no para propiciar que estableciera el perdón y, consecuen-
una revisión de las actitudes de los diferen- temente, aumentó el aislamiento del
tes actores frente a la dictadura, sino más minoritario grupo de obispos que se había
bien como un mecanismo que en lo inme- manifestado crítico de la dictadura y que
diato resultaba útil para diluir la respon- continuó defendiendo la centralidad de la
sabilidad institucional de las FFAA. justicia.
Luego de la condena a los ex coman- Plaza prosiguió con sus reclamos, sos-
dantes y ante la generalización de los teniendo que "esta gente del gobierno nos
juicios, los obispos apoyaron en forma ha hecho perder tres años, discutiendo
entusiasta la ley de Punto Final en la cual estas cosas y maltratando a la gente" 62
creyeron ver la llave que permitiría salir de No fue menos concreto monseñor Medina,
la situación conflictiva. Por primera vez vicario castrense, quien combinó sabia-
desde el retorno democrático, coincidie- mente las formas del discurso religioso con
ron con la política gubernamental de los reclamos políticos al elaborar su carta
enjuiciamiento del pasado reciente, pre- pastoral de Cuaresma sobre la "problemá-
cisamente en el momento en que comenzó tica del perdón", en la cual sostuvo que
a corroerse el consenso social que la había era necesario no disfrazar "la venganza con
apoyado desde la asunción de Alfonsín. la vestimenta de la justicia". Además, iden-
Para Laguna era "lícito establecer un tificó al perdón como "una urgente nece-
límite para el trámite judicial, porque las sidad" cuyos indicadores eran, entre otros,
FFAA tampoco pueden vivir permanente- "el desastroso odio, peligroso rencor, la
mente en la zozobra". 59 Por su parte, subversión, el terrorismo criminal, ciertas
6
Aramburu apoyó implícitamente la ley al guerras [ ... ] y la revancha
sostener que En la misma dirección, monseñor
Alemán sostuvo que "el perdón es la con-
prescindiendo de la política, no hay duda
de que un punto básico de la misión de
61
Cristo ha sido reconciliar a los hombres con ibid., 17 de diciembre de 1986, p. 4.
62
Dios y entre sí [ ... ] la opinión de la Iglesia es ibid., 4 de marzo de 1987, p. 4.
63
que hay que buscar el acercamiento, el diá- Ibid., 10 de marzo de 1987, p. 4. José Medina
nació en Buenos Aires en 1916. Fue ordenado sacer-
logo, el amor y la paz. 6°
dote en 1939 y obispo auxiliar de Mendoza en 1962.
En 1965 fue trasladado como obispo titular aJujuy.
58
Ibid. Entre 1982 y 1990 se desempeñó como vicario cas-
Ibid., 3 de diciembre de 1986, p. 7. trense. Datos obtenidos de Boletín AlGA, 26 de agosto
60
Ibid., 15 de diciembre de 1986, p. 11 de 1982,p. 34.
84 MARIANO FABRIS
se llevó cabo fuera del marco de los gobier- en esta oportunidad que la reconciliación
nos constitucionales, quedando cuestionada suponía "el reconocimiento de las propias
la legitimidad política y jurídica de una culpas y el compromiso veraz de no repe-
lucha necesaria. Eliminaron el fenómeno, tir hechos como los que provocaron tan
pero no evitaron el reproche. 67 graves heridas" 70 Este reclamo se dio
frente a sucesos generados por un grupo de
Estas referencias permiten situar las militares que precisamente reivindicaron
intervenciones de los obispos en un con- en forma militante y como uno de sus
texto relativamente novedoso en el cual principales rasgos identitarios la llamada
incluso el gobierno, que había sustentado "lucha contra la subversión" y quienes,
en la construcción de una frontera polí- lejos de estar dispuestos a realizar algún
tica frente al pasado sus principales recur- tipo de autocrítica, presionaron al go-
sos de identificación, comenzó a legitimar bierno para lograr el reconocimiento por
otro tipo de lectura de ese pasado, más su tarea.
benévola frente a los militares. 68 Finalmente, el mensaje de los obispos
El 6 de diciembre de 1988, cuando el sostuvo que no era de su "incumbencia
levantamiento militar llegaba a su fin, los señalar los instrumentos jurídicos aptos
obispos de la Provincia Eclesiástica de en orden a lograr [la reconciliación]", con
Buenos Aires dieron a conocer un comu- lo cual, si bien no definieron una fórmula
nicado en el cual subrayaron que "la uni- política y jurídica concreta para alcanzarla,
dad nacional es imposible sin una previa tampoco descartaron que la reconciliación
reconciliación entre los argentinos" 69 De pudiese ser producto de decisiones surgi-
esta forma, insistieron en el papel crucial das en esos ámbitos ' Lo que se pretende
. 7
86 MARIANO FABRIS
de esta forma una distancia considerable titucional. Ahora debemos mirar hacia
frente a sus pares que aceptaron, aunque delante". Después agregó que no debía
no siempre en forma explícita, la utiliza- olvidarse
ción de la reconciliación como una herra-
mienta política. que los juicios a los militares no se relacio-
Habitualmente los reclamos de los nan solamente con la violación a los dere-
obispos fueron incorporados en mensajes chos humanos o los excesos en la represión;
que respetaron la formalidad religiosa. hay también —y lo debemos reconocer hones-
Puede ser el caso del obispo de Río Galle- tamente— un juicio ideológico por parte
gos, Miguel Alemán, quien, antes de las de aquellos que en el pasado fueron objeto de
elecciones presidenciales que le darían el la represión. Existe, pues, un desencuentro
triunfo a Carlos Menem, sostuvo: ideológico. He aquí el porqué de nuestra
insistencia sobre la necesidad del perdón y la
hemos de superar toda división y poner reconciliación. 7 '
88 MARIANO FABRIS
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