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Doctor en Historia por la Universidad Nacional de Mar del Plata, becario posdoctoral del CONICET.

Docente en la carrera de Sociología, UNIvtEW. Ha publicado artículos y capítulos de libros sobre temá-
ticas de historia reciente en Argentina: "Golpes de Estado, represión y juicios por las violaciones
a los derechos humanos en la memoria de nuestros adultos mayores" (en coautoría con Marcela
Ferrari), en Ferrari, Ricci y Spinelli, Memorias de la Argentina contemporánea. La visión de los mayo-
res, 1 946-2002, Mar del Plata, EUDEM, 2007; "La Iglesia católica y el retorno democrático. Un aná-
lisis del conflicto político-eclesiástico en relación a la sanción del divorcio vincular en Argentina",
Coletáneas do Nosso Tempo, vol. 7, núm. 8, Rondonópolis, Brasil, 2008; "Poniendo la casa en orden.
La crisis de Semana Santa de 1987 como crisis del discurso hegemónico sobre la democracia", en
Rinesi, Muraca y Vommaro (comps.), Si esto no es el pueblo. Hegemonía, populismo y democracia en
Argentina, Buenos Aires, UNGS, 2009; "La elite católica y el retorno democrático. Una aproxima-
ción a las estrategias episcopales frente a los cambios en el contexto político" en Folquer y Amenta
(eds.), Sociedad, cristianismo y política. Tejiendo historias locales, Tucumán, UNSTA, 2010.

Resumen

Las herencias de la represión estatal durante los ponible para su traducción política, si no jurí-
años de la última dictadura constituyeron uno dica. Esta imagen debe ser complej izada con la
de los principales desafíos para la dirigencia incorporación de otras voces que dentro del
política argentina desde el retorno democrático. Episcopado plantearon una caracterización dife-
Muchas de las ideas que poblaron los discursos rente de lo que debía ser la reconciliación. Estos
políticos fueron enunciadas previamente por los serán los ejes a través de los cuales se aborda-
obispos argentinos. Sandrine Lefranc le atribuye rán los posicionamientos de los obispos frente a
a la Iglesia argentina la elaboración de "una doc- los procesos de enjuiciamiento de militares ini-
trina de la reconciliación", explícitamente dis- ciados en 1984.

Palabras clave:
Derechos humanos, perdón, reconciliación, Iglesia católica,
jerarquía eclesiástica, democracia, Argentina.

Fecha de recepción: Fecha de aceptación:


junio de 2011 enero de 2012
For iveness and Reconciliation:
The Argentinean Catholic Church,
the Return of Democracy and the
Review of the Violation of Human Rights
Mariano Fabris

Ph. D. in History from the National University of Mar del Plata, post-doctoral CoNicET grantholder.
Sociology professor, UNMDP. He has published articles and book chapters on issues in recent his-
tory in Argentina: "Golpes de Estado, represión y juicios por las violaciones a los derechos huma-
nos en la memoria de nuestros adultos mayores" (co-authored with Marcela Ferrari) in Ferrari, Ricci
y Spinelli, Memorias de la Argentina contemporánea. La visión de los mayores, 1946-2002, Mar del
Plata, EUDEM, 2007; "La Iglesia católica y el retorno democrático. Un análisis del conflicto polí-
tico-eclesiástico en relación a la sanción del divorcio vincular en Argentina", Coletdneas do Nosso Tempo,
vol. 7, núm. 8, Rondonópolis, Brazil, 2008; "Poniendo la casa en orden. La crisis de Semana Santa
de 1987 como crisis del discurso hegemónico sobre la democracia", in Rinesi, Muraca y Vommaro
(comps.), Si esto no es el pueblo. Hegemonía, populismo y democracia en Argentina, Buenos Aires, UNGS,
2009; "La elite católica y el retorno democrático. Una aproximación a las estrategias episcopales
frente a los cambios en el contexto político", in Folquer y Amenta (eds.), Sociedad, cristianismo y polí-
tica. Tejiendo historias locales, Tucumán, UNSTA, 2010.

Abstract

The legacy of state repression during the years politics and law. The complexity of this image
of the last dictatorship poned one of the main must be increased through the incorporation
challenges for Argentinean political leaders after of other voices within the episcopacy that
the return to democracy. Many of the ideas provided a different perspective on what rec-
included in political speeches had previously onciliation should involve. These are the main
been expressed by Argentinean bishops. San- themes that will be used to analyze the
drine Lefranc credits the Argentinean Church bishops' position on the trials of the military
with drawing up a "doctrine of reconciliation", begun in 1984.
explicitly available for its translation into both

Key words:
Human rights, forgiveness, reconciliation, catholic Church,
church hierarchy, democracy, Argentina.

Final submission: Acceptance:


June 2011 January 2012
Mariano Fabris

Cada vez que el perdón está al servi- violencia política y la represión constituye-
cio de una finalidad, aunque esta sea ron los ejes que expresaron con mayor cla-
noble y espiritual (liberación o ridad las relaciones entre un pasado que
redención, reconciliación, salvación), cada actor político intentó moldear de
cada vez que tiende a restablecer una acuerdo a sus intereses y el futuro desea-
normalidad (social, nacional, polí- do para la nueva democracia. En otras pala-
tica, psicológica) mediante un tra- bras, un conjunto de interpretaciones beli-
bajo de duelo, mediante alguna tera- gerantes del pasado prescribieron qué se
pia o ecología de la memoria, debía hacer con los militares responsables
entonces el "perdón" no es puro, ni de las violaciones a los derechos humanos
lo es su concepto. El perdón no es, y, al hacerlo, _definieron los fundamen-
no debería ser, ni normal, ni norma- tos de la nueva configuración política. Hu-
tivo, ni normalizante.' bo una amplia mayoría de los representan-
tes políticos y sociales que abogaron por
Esperaré serenamente y con tranqui- algún tipo de tratamiento jurídico, aun-
lidad espiritual y de conciencia, el que difirieron en sus alcances. No faltaron
juicio de Dios y de la Historia a mi los portavoces del régimen anterior que
conducta.' reclamaron reconocimiento para los milita-
res y asimilaron cualquier intento de revi-
sión como la "venganza de los derrotados".
INTRODUCCIÓN El objetivo de este artículo es analizar
cómo intervino la jerarquía católica argen-
esde diciembre de 1983, con la tina en esa discusión y cómo operaron en
asunción de Raúl Alfonsín como esa intervención los conceptos de perdón
presidente de la nación, el proce- y reconciliación. Estos principios, de fuerte
samiento judicial de los responsables de la contenido religioso, fueron adoptados
también por las principales figuras del
Derrida, Siglo, 2003, p. 12. campo político y militar para explicitar
2 Palabras del ex presidente de facto Leopoldo F. una posición frente al procesamiento judi-
Galtieri durante el juicio a los ex comandantes, Clarín, cial de los militares. Sostenemos que la
18 de octubre de 1985, p. 5. singularidad de la fórmula de la reconci-

Secuencia [69] núm. 85, enero-abril 2013


liación planteada por la Conferencia Epis- una vía de articulación entre los siempre
copal Argentina (en adelante CEA) radicó confusos espacios de lo religioso y lo polí-
precisamente en que la apoliticidad de tico. Dirigentes partidarios de diversa pro-
origen que ofrecía la doctrina católica fue cedencia, militares y obispos coincidieron
aceptada y legitimada, al menos formal- en que el imperativo del momento era que
mente, por la mayoría de los actores socia- la sociedad argentina se reconciliase. Sin
les y políticos en tiempos de la recupera- embargo, no era claro lo que implicaba esa
ción democrática. Como ha subrayado reconciliación, ni su alcance, ni sus meca-
Bourdieu, para otro contexto, la "eficacia nismos concretos. Tampoco era evidente
simbólica" de la que disponen los espe- cómo intervenía el perdón y mucho menos
cialistas religiosos depende en buena si debía expresarse jurídicamente.
medida del éxito con que se oculta el inte- Desde una perspectiva filosófica, Ja-
rés político que guía sus luchas? Entende- ques Derrida se refirió a estos sentidos
mos que algo de esto ocurrió con la idea múltiples:
de reconciliación, en cuya legitimación con-
currieron casi todos los actores porque a El perdón se confunde a menudo, a veces
todos les brindó la posibilidad de ocultar a calculadamente, con temas aledaños: la dis-
través de ella sus intereses particulares. culpa, el pesar, la amnistía, la prescripción,
La insistencia de los obispos en torno a etc., una cantidad de significaciones, alguna
la reconciliación asumió en toda su expre- de las cuales corresponde al derecho, al dere-
sividad los rasgos del discurso religioso cho penal con respecto al cual el perdón
sustentado en el doble sentido y el eufe- debería permanecer en principio, heterogé-
mismo,4 gracias a lo cual fue políticamente neo e irreductible?
atractivo y permitió la convivencia de dife-
rentes lecturas de aquello que las palabras Parece acertado sostener que la Iglesia
nombraban. Reconciliación y perdón no argentina elaboró "una 'doctrina de la re-
presentaron un significado unívoco y por conciliación', explícitamente disponible
ello estuvieron disponibles para ser utiliza- para su traducción política, si no jurídica". 6
dos por todos los miembros de la CEA y Esta imagen, resume bastante fielmente
también para respaldar diferentes reclamos la actitud que asumió la institución cató-
políticos. Esta lógica de intervención, ade- lica. Sin embargo, debe ser complejizada
más de remitir a la histórica y declama- con la incorporación de otras voces que den-
da prescindencia política de la Iglesia, tro de la CEA plantearon una caracteriza-
expresaba una forma de compatibilizar esa ción diferente de lo que debía ser la recon-
prescindencia con momentos de álgidas ciliación. En las páginas que siguen se
discusiones políticas, permitía sobrellevar abordarán los posicionamientos de los obis-
las diferencias entre los obispos y ofrecía pos frente a los procesos de enjuiciamiento
de militares iniciados en 1984 teniendo
Bourdieu, "Génesis", 2006, p. 59. No fue presente esa tensión entre los distintos sen-
extraño que en los mencionados juicios referentes tidos del llamado a la reconciliación.
militares hayan hablado de la reconciliación al mismo
tiempo que reivindicaban la masacre represiva. Derrida, Siglo, 2003, pp. 7-8.
6
4 lhid.,p. 151. Lefranc, Políticas, 2004, p. 166.

70 MARIANO FABRIS
En la primera parte se analiza la cues- creación en 1965, dedicado al tema de la
tión de la reconciliación y el perdón en reconciliación. Entre los 221 asistentes la
un marco más general, repasando el prin- CEA contó con tres representantes, elegidos
cipal documento papal sobre el tema y por sus pares en la Asamblea Plenaria de
planteando los desafíos que se abrieron la CEA en octubre de 1982, Juan Carlos
para los obispos argentinos de cara a su Aramburu, Raúl Primatesta y Estanislao
labor reconciliadora. Luego, se recorren Karlic. 7 A ellos se sumaron otros argenti-
los documentos episcopales para observar nos: el cardenal Eduardo Pironio, Antonio
la posición adoptada por la CEA y se intro- Quarracino (designado directamente por
ducen las miradas individuales para dar el papa) y Lucio Gera (integrante del cuer-
cuenta de las disputas por el sentido de la po de peritos). 8
reconciliación cristiana. Finalmente, se
abordan estas cuestiones en el último tra- Boletín AICA, 6 de enero de 1983, p. 2. Juan
mo del gobierno de Alfonsín. Carlos Aramburu nació en Reducción, provincia de
El análisis de la perspectiva episcopal Córdoba, en 1912, fue ordenado sacerdote en 1934 y
sobre esta cuestión se hace necesario por obispo en 1946. Obispo de Tucumán a partir de
1953, fue promovido a arzobispo de Tucumán en
tres razones. En primer lugar, porque 1957. Fue trasladado a Buenos Aires y nombrado
coincidiendo con el retorno democrático a coadjutor con derecho a sucesión en 1967. Arzobispo
Argentina, el catolicismo a escala mun- de Buenos Aires desde 1975, fue creado cardenal por
dial se encontró reflexionando en torno a Pablo VI en 1976. Ocupó la presidencia de la CEA
la problemática de la reconciliación. En entre 1982 y 1985. Raúl Primatesta nació en Capilla
segundo lugar, porque el discurso reli- del Señor, provincia de Buenos Aires, en 1919, fue
gioso que se perfiló desde 1981 a partir ordenado sacerdote en 1942 y obispo auxiliar de La
de la publicación del documento episco- Plata en 1957. En 1961 fue nombrado obispo de San
pal Iglesia y comunidad nacional e hizo hin- Rafael y fue promovido a arzobispo de Córdoba en
capié en la reconciliación, fue adoptado, 1965. En 1973 fue creado cardenal por el papa Pablo
\L Ocupo la presidencia de la cEA entre 1976 y 1982
aunque no en forma unívoca, por la mayo- y entre 1985 y 1990. Estanislao Karlic nació en Oliva,
ría de los dirigentes políticos. En tercer provincia de Córdoba, en 1926, fue ordenado sacer-
lugar, porque el procesamiento judicial dote en 1954 y obispo auxiliar de Córdoba en 1977.
de los militares implicó una relectura del Fue promovido a arzobispo coadjutor con derecho a
pasado que no sólo erosionó la posición sucesión y administrador apostólico de Paraná en
de las Fuerzas Armadas (en adelante FFAA) 1983. Asumió como arzobispo de Paraná en 1986.
sino que también afectó a la Iglesia, cuyos Entre 1987 y 1990 se desempeñó como vicepresi-
vínculos con el gobierno militar nutrie- dente de la CEA. Datos obtenidos de Boletín AÍCA,
ron las críticas más fuertes a la labor de 26 de agosto de 1982, pp. 27, 32 y 36, y Agencia,
los obispos frente a la masacre represiva. Guía, 1992, pp. 169, 180 y 188.
Ibid., 6 de enero de 1983, Buenos Aires, p. 2.
Eduardo Pironio nació en Nueve de Julio, provincia
de Buenos Aires, en 1920, fue ordenado sacerdote en
LA RECONCILIACIÓN COMO "POLÍTICA" 1943, obispo auxiliar de La Plata en 1964. En 1972
DE LA IGLESIA CATÓLICA fue trasladado como obispo titular a Mar del Plata.
Fue creado cardenal en 1976 y designado presidente
En 1983 tuvo lugar el Sínodo General de del Consejo Pontificio para los Laicos en 1984.
Obispos en el Vaticano, el sexto desde su Antonio Quarracino nació en Pollica de Salemo, Italia,

PERDONAR Y RECONCILIARSE. LA IGLESIA CATÓLICA ARGENTINA 71


Las propuestas elaboradas en ese en- los obispos argentinos y puntualizó los
cuentro fueron recogidas por Juan Pablo II principios que debían articular las accio-
en la exhortación Reconciliatio etpaenitentia nes de los católicos en esa dirección. En
dada a conocer en diciembre de 1984. 9 Si primer término, sostuvo que era una con-
bien este documento tuvo un eminente dición esencial del éxito de la labor recon-
carácter doctrinal, también convocó a una ciliadora en la sociedad "comenzar por ser
activa pastoral en un mundo en crisis, di- una Iglesia reconciliada":
vidido por enfrentamientos a escala inter-
nacional y afectado por una "creciente la Iglesia está llamada a dar ejemplo de
desigualdad entre grupos, clases sociales reconciliación ante todo hacia dentro; por
y países" y por "antagonismos ideológi- esta razón, todos debemos esforzarnos en
cos todavía no pacificar los ánimos, moderar las tensiones,
El documento hacía mención a "la superar las divisiones, sanar las heridas que
conculcación de los derechos fundamenta- se hayan podido abrir entre hermanos,
les de la persona humana" y al "uso de la cuando se agudiza el contraste de las opcio-
tortura y de formas injustas e ilegítimas de nes en el campo de lo opinable, buscando
represión", precisamente en el momento por el contrario, estar unidos en lo que es
en que la sociedad argentina comenzaba esencial para la fe y para la vida cristiana,
a conocer los detalles más truculentos de según la antigua máxima: In dubiis libertas,
la represión militar.` jo necessariis unitas, in omnibus caritas.`
La exhortación, dio un fuerte respaldo
a la idea de reconciliación que ocupaba En este aspecto la Iglesia argentina
un lugar central en las intervenciones de contó con la "ventaja" de haber superado
durante los años de la dictadura los enfren-
en 1923, fue ordenado sacerdote en 1945 y obispo tamientos que la recorrían por dentro con
de Nueve de Julio en 1962. Fue trasladado como una cuota de represión que los militares
obispo titular a Avellaneda y promovido a arzobispo ejercieron sobre los sectores más progre-
de La Plata en 1985. Fue secretario general del Con- sistas.' 3 De todas maneras, en torno a un
sejo Episcopal Latinoamericano entre 1978 y 1982
tema tan polémico como el del terrorismo
y presidente entre 1983 y 1987. Datos obtenidos de
Boletín AICA, 26 de agosto de 1982, pp. 35-36, y
12
Agencia, Guía, 1992, p. 188. El sacerdote Lucio Gera Ibid., "En lo dudoso libertad, en lo esencial
fue uno de los teólogos argentinos más importantes de unidad; en todo caridad".
las últimas décadas. Representante de la denominada 13
El catolicismo argentino no escapó a la repre-
corriente "culturalista" fue decano de la Facultad de sión ejercida desde el Estado a partir del golpe mili-
Teología de la Universidad Católica Argentina en dos tar de 1976. Los grupos laicales que desde los años
oportunidides (1965-1969 y 1979-1985). Su influen- sesenta habían asumido posiciones políticas compro-
cia quedó plasmada en documentos episcopales y fue metidas o se habían acercado a los guapos políticos
perito en las reuniones del Consejo Episcopal más radicalizados —particularmente los provenientes
Latinoamericano. de la tendencia revolucionaria del peronismo— fue-
'"Exhortación apostólica de Juan Pablo II Recon- ron los más afectados. La política represiva incluyó
ciliatio et paenitentia", Boletín de la Arquidiócesis de La el asesinato y la desaparición de laicos, religiosos e
Plata, abril de 1985, pp. 13-65. incluso del obispo de la Rioja Enrique Angelelli. Al
Ibid., P. 13. respecto véase Mignone, Iglesia, 1986, y Verbitsky,
11
Ibid., p. 14. Doble, 2006.

72 MARIANO FABRIS
de Estado era esperable la emergencia de irresistiblemente, todo lo que es penitencia
voces contrastantes que hicieran necesario en el sentido del sacrificio aceptado y prac-
un esfuerzo en la búsqueda de consensos ticado para la corrección del pecado. 15
para guiar las intervenciones episcopales.
A la hora de abordar el origen de las El acto esencial de esa penitencia era la
divisiones en las sociedades, el documento contrición, o sea, un rechazo claro y deci-
papal realizó una diferenciación entre los dido del pecado cometido, junto con el
pecados personales y los pecados sociales: propósito de no volver a cometerlo. 16
Por los problemas abordados, por ser el
no es legítimo ni aceptable un significado de resultado del Sínodo General de Obispos
pecado social, por muy usual que sea hoy en y por constituir una exhortación papal,
algunos ambientes, que al oponer, no sin Reconciliatio et paenitentia contaba con el
ambigüedad, pesado social ypecado personal, lleva respaldo suficiente para suponer que podía
más o menos inconscientemente a difuminar constituirse en un recurso fundamental
y casi a borrar lo personal, para admitir única- para guiar la acción de los católicos argen-
mente culpas y responsabilidades sociales. 14 tinos y su jerarquía en el nuevo contexto
político del país. Las palabras del papa
Trasladada al contexto argentino, esta invitaron a una activa participación en la
idea podía ofrecer un valioso recurso para discusión política del momento. Sin em-
enfrentar la compleja relación entre las bargo, resultó sumamente complejo apli-
responsabilidades individuales y las colec- car sus principios doctrinales como supe-
tivas en torno a la "masacre represiva". radores de los conflictos que cruzaban a
Una última cuestión que merece des- la sociedad argentina. En este sentido, en
tacarse tiene que ver con las condiciones el interior de la jerarquía católica argenti-
necesarias para alcanzar la reconciliación. na el significado de la reconciliación y las
Según el documento, "la reconciliación, herramientas para alcanzarla, en una so-
para que sea plena, exige necesariamente ciedad que comenzaba a recuperar el
la liberación del pecado, que ha de ser protagonismo político, constituyeron un
rechazado en sus raíces más profundas". terreno en disputa.
Esta idea fue retomada luego para afir- Tempranamente, y más allá de que los
mar que: obispos habían alertado contra la meto-
dología represiva practicada desde el
Al hombre contemporáneo parece que le Estado, la "doctrina de la reconciliación"
cuesta más que nunca reconocer los propios se convirtió en complemento y cierre ar-
errores y decidir volver sobre sus pasos para mónico de las heridas infligidas por la
reemprender el camino después de haber represión. El orden impuesto a sangre y
rectificado la marcha; parece muy reacio a fuego por las FFAA encontró en ella una
decir "me arrepiento" o "lo siento"; parece fórmula política capaz de limitar las con-
rechazar instintivamente, y con frecuencia secuencias sociales disociadoras de los
"excesos represivos". Como se podrá obser-
14
"Exhortación apostólica de Juan Pablo II Re-
conciliatio et paenieentia", Boletín al la Arquidiócesis al 15 Ibid.,p.47.
La Plata, abril de 1985, pp. 31-32. °Ibid., p. 57.

PERDONAR Y RECONCILIARSE. LA IGLESIA CATÓLICA ARGENTINA 73


var en estas páginas, el discurso institu- tuir la unidad de la comunidad y debía
cional de la Iglesia —amparado siempre en fundarse "sobre la verdad, la justicia y
la prescindencia política— fue importante la libertad, impregnadas en la misericor-
en la construcción y transmisión de aque- dia y en el amor".' 9 La verdad y la justi-
lla fórmula. En esta tarea, el planteo de cia fueron nombradas pero no definidas
los obispos se encontró con la descalifica- con claridad; tampoco fueron especificados
ción del sistema judicial que realizaron los instrumentos necesarios o idóneos para
los principales defensores del régimen dic- alcanzarlas. Distinto fue el tratamiento
tatorial en nombre de una justicia supe- que recibió el concepto de amor presente
rior: la de Dios o la Historia.` en los documentos episcopales, que fue
identificado con el perdón como su má-
xima expresión y a este como instancia
EL ESTABLECIMIENTO DE UNA POSICIÓN clave para lograr la reconciliación. En el
INSTITUCIONAL FRENTE AL mismo sentido, a una justicia demasiado
PROCESAMIENTO JUDICIAL DEL PASADO profunda que, en la interpretación del
Episcopado, podía derivar en hechos de
Cada vez que los obispos emitieron opi- mayor injusticia, se le planteó como al-
nión sobre la fórmula a través de la cual ternativa la idea de perdón. Si bien en
se debían superar las heridas dejadas por el documento Iglesia y comunidad nacional
el pasado de violencia y represión en el los obispos afirmaron que la reconci-
cuerpo social, destacaron —obviamente— la liación debía fundarse sobre la justicia,
pertinencia de la tradición cristiana y los ya que sería "una burla arrojar sobre
valores que la nutrían. El catolicismo debía la persistencia de la injusticia el manto
guiar la resolución de los enfrentamientos de una falaz reconciliación" sostuvieron
que cruzaban a la sociedad argentina. Así, que
sustentaron sobre los valores religiosos un
planteo destinado a operar en el ámbito la experiencia demuestra que otras fuerzas
político. Para los obispos era necesario: negativas, como el rencor, el odio, la revan-
cha e incluso la crueldad, han tomado la
coincidir en un espíritu y práctica de recon- delantera a la justicia. Más aún, que, en nom-
ciliación. Es en este punto donde el espíri- bre de la misma justicia, se ha pecado contra
tu cristiano ofrece, en este momento de su ella. La experiencia del pasado y de nuestros
historia, su aporte más propio y específico. tiempos demuestra que la justicia por sí sola
Creemos que es nuestro deber como obis- no es suficiente y que, más aún, puede con-
pos de la Iglesia apoyar con nuestra palabra ducir a la negación y al aniquilamiento de
la convocatoria a una total y profunda recon- sí misma, si no se le permite a esa forma más
ciliación nacionalj° profunda, que es el amor, plasmar la vida
humana en sus diversas dimensiones.
La idea de reconciliación fue presen- Necesitamos los argentinos superar aun la
tada como la única alternativa para resti- misma justicia mediante la solidaridad y
el amor. Necesitamos, urgentemente, al-
i7
Lefranc, Políticas, 2004, p. 107.
Conferencia, iglesia, 1981, p. 72. " Ibid., P. 16.

74 MARIANO FABRIS
canzar esa forma superior del amor que es el victimario —tal como lo plantearía luego
perdón .21 la exhortación papal Reconciliatio et paeni-
tentia— o fue un perdón incondicional que
Así, el perdón fue planteado como la se otorgaba sin mediar arrepentimien-
llave maestra de la reconciliación y operó to? En el contexto político argentino un
como un recurso eminentemente político perdón sin arrepentimiento reforzó la ima-
destinado al logro, en el contexto de la gen de un perdón instrumentalizado, ale-
salida de la masacre represiva, de la unidad jado de la concepción religiosa e inserto
de la nación a partir de la limitación de en la lógica política.
la justicia.` En los documentos episcopales que se
Ahora bien, ¿qué implicó esa idea de dieron a conocer durante el último tramo
perdón? ¿Se trató de un perdón condicio- de la dictadura y el primer año de gobier-
nado a un arrepentimiento por parte del no democrático, las referencias de los obis-
pos a las condiciones básicas para estable-
cer el perdón apuntaron a que:
20
Ibid. El documento Iglesia y comunidad nacio-
nal fue dado a conocer en mayo de 1981 y tuvo una cada uno apacigüe su propio espíritu depo-
trascendencia mayor que la habitualmente alcanzada niendo el odio, tenga la valentía de realizar
por los mensajes episcopales. Seguramente, el con-
una autocrítica sincera reconociendo los pro-
texto político colaboró para que no pasara inadver-
tido. Por aquellos días, el general Viola gobernaba el pios yerros, formule con hechos la voluntad
país en medio de una profunda crisis económica y los de no excluir arbitraria e injustamente a
partidos políticos se agrupaban en la llamada Mulo- nadie el derecho a participar en la conduc-
partidaria. En un clima de tenue apertura política y ción de la cosa pública.`
de cierta distensión del celo represor, los obispos
expresaron en Iglesia y comunidad nacional su aval a la El 23 de abril de 1983 la CEA dejó sen-
reinstitucionalización democrática. Los partidos polí- tada la referencia más clara a esas condicio-
ticos se hicieron eco de esta posición y encontraron nes que debían hacer posible el perdón y
en este documento un recurso para dar legitimidad a
la reconciliación:
sus reclamos. Véase Multipartidaria, Propuesta, 1982.
En la conceptualización de la represión ilegal
como masacre o exterminio planificado seguimos a La Reconciliación con Dios obtenida para los
Hugo Vezzetti, quien utiliza estos conceptos distin- hombres por Jesucristo, debe ser asumida, a
guiéndolos de genocidio. Según el autor, mientras través de la historia, por cada uno de noso-
"en las masacres las víctimas son elegidas por lo que tros. Ello implica el reconocimiento de los
hacen o piensan (o por lo que se cree que piensan y lo propios yerros en toda su gravedad, la detes-
que se teme que puedan hacer), la lógica del extermi- tación de los mismos, el propósito firme de
nio genocida es que la víctima es elegida sólo por lo no cometerlos más, la reparación del mal cau-
que es sin ninguna posibilidad de elegir o actuar para sado mediante obras de penitencia y la adop-
evitar su destino", Vezzetti, Pasado, 2002, p. 159. ción de una conducta totalmente nueva. 23
Los conceptos de masacre o exterminio permiten "des-
tacar la significación política de la tragedia de los desa-
parecidos y evitar que en la figura del genocidio la suerte 22
Conferencia, Camino, 1982, p. 7.
de las víctimas quede asimilada a la de un grupo iden- "En la hora actual del país", San Miguel, 23
titario situado al margen de la lucha política", ¡bid., de abril de 1983, en Conferencia, Documentos, 1988,
p. 163. Cursivas del autor. t. XI, P. 94.

PERDONAR Y RECONCILIARSE. LA IGLESIA CATÓLICA ARGENTINA 75


Las decisiones que tomaron los militares insuficiente porque, básicamente, no exis-
en las postrimerías de su gobierno reve- tían aquellas condiciones que hacían posi-
laron la imposibilidad de un arrepenti- ble el perdón, "el reconocimiento de los
miento o de una autocrítica. Dentro de yerros, su detestación y la búsqueda de
las FFAA existió un consenso irreductible caminos posibles de reparación" 27
en torno a la defensa de la "lucha antisub- Estas expresiones llegaron después de
versiva". Tan sólo cinco días después de una dura crítica al informe realizada por el
publicado el documento episcopal, el papa Juan Pablo II a través de un men-
gobierno de facto dio a conocer el llamado saje que pronunció en el Vaticano ante
"Documento final sobre la guerra contra miles de fieles. En esa oportunidad, Juan
la subversión y el terrorismo". En él, las Pablo II sostuvo, en alusión al documento
FFAA ignoraron las recomendaciones que de la Junta Militar, que la "pequeña espe-
habían realizado los obispos en lo referido ranza" que todavía les quedaba a los fami-
a la reconciliación, evitaron dar explica- liares de los desaparecidos en Argentina
ciones y dieron por muertos a los desapa- "había sido destrozada" 26
recidos, caracterizaron las acciones repre- Luego del retorno democrático en
sivas como actos de servicio, aseguraron diciembre de 1983, los documentos epis-
que volverían a actuar igual en similares copales volvieron a insistir en la cuestión
circunstancias y afirmaron que los "erro- de la reconciliación reiterando los pilares
res" cometidos quedaban "sujetos a juicio sobre los cuales se debía edificar (justicia,
de Dios en cada conciencia — . ` Para el ex verdad y amor), y subrayaron la centrali-
dictador Jorge Videla el informe había dad del perdón: "en las actuales circuns-
sido "hecho con amor". " tancias la verdadera reconciliación no está
La Comisión Ejecutiva de la GEA hizo solamente en la verdad y la justicia, sino
una lectura escasamente crítica de ese también en el amor y el perdón". 29
informe. Los obispos que la presidían res- El planteo ele los obispos no era nuevo,
cataron que el documento incluyó ele- pero sí lo era el contexto político. Las refe-
mentos positivos como la pretensión de rencias al perdón impactaron de manera
los militares de rendir cuentas sólo ante diferente una vez que los juicios dejaron
Dios, ya que importaba "en el creyente de ser una posibilidad remota y fueron
una apelación y un sometimiento" a dicho impulsados por el gobierno constitucio-
juicio.` Luego, declararon que eso era nal. En este marco, las referencias al per-
dón devolvieron la imagen de una Iglesia
24
En el documento, las FFAA sostuvieron: "se comprometida en la búsqueda de fórmu-
cometieron errores que como sucede en todo conflicto las para evitar el enjuiciamiento de los
bélico, pudieron traspasar, a veces, los límites del res- militares y la profundización de la revi-
peto a los derechos humanos, y que quedan sujetos al sión del pasado reciente que podía resul-
juicio de Dios [ ... ] Debe quedar definitivamente claro
que quienes figuran en nóminas de desaparecidos y
27
que no se encuentran exiliados o en la clandestini- ibid.
28
dad, a los efectos jurídicos y administrativos se con- ibid., 5 de mayo de 1983, P. 3.
29
sideran muertos", Clarín, 29 de abril de 1983, p. 2. "Democracia, responsabilidad y esperanza",
25
ibid., 30 de abril de 1983, p. 6. San Miguel, 13 de abril de 1984, en Conferencia,
26
ibid., 6 de mayo de 1983, P. 3. Documentos, 1989, t. XII, pp. 86-87.

76 MARIANO FABRIS
tar inquietante para una institución cuyas de lo que el gobierno estaba dispuesto a
relaciones con la cúpula militar habían tolerar en función del resguardo de la es-
comenzado a ser motivo de crítica ya des- tabilidad institucional. El gobierno de
de el último tramo de la dictadura. Alfonsín buscó a través de diferentes me-
A partir de 1985 las referencias al per- didas limitar los procesos judiciales. Pri-
dón y la reconciliación perdieron presen- mero fueron las instrucciones a los fiscales
cia en los documentos episcopales. Ello en abril de 1986 para que solicitaran la
no significó que el tema tuviera menor absolución de los cuadros inferiores de las
relevancia social. Por el contrario, con el FFAA. Luego, la llamada ley de Punto
inicio de los juicios y por lo menos hasta Final, de diciembre de ese año, y final-
junio de 1987 cuando se sancionó la ley de mente la ley de reglamentación de la obe-
Obediencia Debida, la revisión del pasado diencia debida en junio de 1987.
—con enjuiciamiento de los responsables La ley de Punto Final estableció que
de las violaciones a los derechos humanos aquel militar presuntamente comprome-
incluido—, fue una preocupación central tido con la actividad represiva que no
del gobierno y los partidos políticos. fuese llamado a declarar en un plazo de
De todas maneras, en el documento 60 días quedaría automáticamente ab-
de 1985, Consolidar la patria en la libertad suelto. 31 Frente a esta normativa no hubo
y la justicia, los obispos volvieron a pro- una referencia especial de parte de la CEA.
clamar la reconciliación y afirmaron la Sólo la Comisión Permanente incluyó en
necesidad del arrepentimiento. 30 Aunque su mensaje navideño una referencia a la
esta referencia se incluyó en un documen- reconciliación "entendida como restitu-
to general que se ocupó de diferentes ción de la unidad social", y su presidente,
situaciones del acontecer político, social Raúl Primatesta, caracterizó a la nueva
y económico, su mención se vinculó, segu- normativa aprobada por el Congreso como
ramente, con el inicio del juicio a los ex una "coincidencia providencial".`
comandantes que ejercieron el poder polí- La iniciativa del gobierno estuvo lejos
tico durante la última dictadura. Proba- de ser exitosa, ya que varios juzgados inte-
blemente los obispos hayan esperado rrumpieron el receso de verano y avanza-
algún tipo de autocrítica de parte de los ron en el procesamiento de los acusados. En
acusados. Pero el arrepentimiento nunca abril de 1987 un grupo de militares, con
llegó y las defensas de los militares repitie- el apoyo pasivo de la mayoría de los oficia-
ron en los estrados judiciales que sólo acep- les, inició un levantamiento para presionar
taban el juicio de Dios y de la Historia. al gobierno y lograr una solución al tema
Las condenas a los ex comandantes, de los juicios. 33 Luego de este alzamiento
dadas a conocer en diciembre de 1985, no militar los obispos volvieron a manifestarse
constituyeron el epílogo de los juicios. colectivamente pidiendo la reconciliación:
Muy por el contrario, implicaron una am-
pliación de los procesamientos más allá 31
"Ley 23.492", 1986, en Anales, 1987, t. xi.vri-
A, p. 193.
32
° "Consolidar la patria en la libertad y la justi- Clarín, 19 de diciembre de 1986, Buenos
cia', San Miguel, 11 de mayo de 1985, en ¡bid., t. Aires, p. 8.
xiii, p. 47. Fabris, "Poniendo", 2009.

PERDONAR Y RECONCILIARSE. LA IGLESIA CATÓLICA ARGENTINA 77


Los obispos no podemos, sin traicionar nues- debía resolverse primeramente en la
tra función pastoral, dejar de repetir una vez justicia. 6
más, que la tarea de la reconciliación nacio- Según De Nevares era "indispensable
nal sigue siendo urgente y nos compromete aplicar sanciones severísimas de acuerdo
a todos. Queremos acompañar con nuestro con la justicia" como principal recurso
servicio pastoral a nuestro pueblo en la bús- para "reedificar el país sobre bases sóli-
queda de vías y acciones más adecuadas que das y lograr la seguridad de que violacio-
conduzcan a la pacificación plena. nes tan graves no se vuelvan a repetir"
Dejando de lado cualquier referencia a la
Como se observa, ya no se hicieron doctrina católica, el obispo de Neuquén
propuestas sobre las condiciones que sostuvo que si había que perdonar a los
debían posibilitar la reconciliación. En militares, "entonces hay que abrir to-
este momento, en medio de una coyun- das las cárceles porque no debe haber nin-
tura política apremiante, el Episcopado gún criminal que haya llegado a esos
pasó por alto los elementos que dotaban extremos" 38
de una apariencia religiosa a su pedido de Estos obispos consideraron que la
reconciliación, en aras de la legitimación reconciliación, edificada sobre el perdón
y el éxito de las decisiones políticas que proclamado en los documentos episcopa-
calmaran al frente militar. Sólo unos días les, era el horizonte al que se debía arribar
después el poder ejecutivo envió al Con- luego de que la justicia actuara estable-
greso el proyecto de ley —aprobado en ju- ciendo la "verdad" de lo ocurrido y des-
nio de 1987— que presumía que los auto- lindara responsabilidades. Pero nunca
res de violaciones a los derechos humanos plantearon la reconciliación como una
habían obrado en virtud de la obediencia alternativa a la aplicación de la justicia.
debida a sus superiores en un contexto de Para De Nevares, la reconciliación auspi-
excepción y coerción, por lo que no eran ciada por la Iglesia no se basaba "en el
procesables por los delitos cometidos.` olvido sino en que se sepa todo lo que
sucedió, sin subterfugios"
Por su parte, Novak, obispo de Quil-
Los POSICIONAMIENTOS INDIVIDUALES mes, entendió que:
Un minoritario grupo de obispos, cuyos 36
Miguel Esteban Hesayne nació en Azul, pro-
referentes fueron Jorge Novak, Jaime de vincia de Buenos Aires, en 1922. Fue ordenado sacer-
Nevares y Miguel Hesayne, sostuvo que dote en 1948 y obispo de Viedma en 1975. Jorge
la pesada herencia de muertos y desa- Novak nació en San Miguel, provincia de Buenos
parecidos que legaba el gobierno militar Aires, en 1928. Fue ordenado sacerdote en 1954 y
obispo de Quilmes en 1976. Jaime de Nevares nació
en Buenos Aires en 1915. Fue ordenado sacerdote en
"Iglesia en Argentina¡Levántate!", San Miguel, 1951 y obispo de Neuquén en 1961. Datos obteni-
2 de mayo de 1987, en Conferencia, Documentos, 1989, dos de Boletín AICA, 26 de agosto de 1982, pp. 30,
t. xiv, p. 139. 32 y 34, y Agencia, Guía, 1992, pp. 174, 179 y 186.
° El proyecto resultó en la sanción de la ley de Clarín, 19 de abril de 1983, p. 4.
38
Obediencia debida, "Ley 23.521", 1987, en Anales, Esquiú Color, 22 de julio de 1984, p. 16.
1987, t. xLvIl-B, pp. 1548-1549. ' Clarín, 6 de junio de 1984, p. 16.

78 MARIANO FABRIS
La justicia no es sinónimo de venganza, es te" 42 En su visión, esa justicia temida por
necesaria. Y aunque el Evangelio impone el otros obispos como un factor perturbador
perdón, esto no quiere decir que las cosas de la reconciliación, era en realidad una
no deban aclararse con leyes justas. La recon- "justicia medicinal". Esta afirmación
ciliación, en todo caso, tiende a dar un paso puso de manifiesto que la confusión entre
adelante en este abismo que han abierto el la esfera política y religiosa era compar-
odio y la violencia. La justica es uno de los tida por casi todos los obispos sin discri-
puentes en ese abismo; su única certeza es minación de perfil ideológico.
la verdad.` De Nevares se expresó en la misma
dirección que Hesayne frente a la ley de
Además, estos obispos fueron prácti- Obediencia Debida. En su visión, "la impu-
camente los únicos miembros de la GEA nidad nunca lleva a la reconciliación", y por
que continuaron insistiendo en las condi- ello evaluó la nueva ley como la justifica-
ciones que deberían hacer posible ese per- ción jurídica de "las presiones militares".
dón. Para Hesayne, obispo de Viedma, "la Las voces de Hesayne, Novak y De
verdadera reconciliación cristiana supone Nevares fueron excepcionales en el con-
reconocimiento de la culpa, arrepenti- junto de la GEA. La mayoría de los obis-
miento, reparación y perdón" 41 pos estuvo unida en la búsqueda de solu-
Consecuentes con sus posturas, estos ciones para lo que caracterizaba como
obispos se opusieron a las leyes de Punto "secuelas de la lucha antisubversiva" y cen-
Final y Obediencia Debida. En oportuni- tró sus propuestas en la idea de una recon-
dad de declarar como testigo en una causa ciliación alcanzada a través del perdón
contra militares acusados de violaciones como alternativa a la justicia. Estos obis-
a los derechos humanos, Hesayne recha- pos, inicialmente críticos de la política de
zó la normativa impulsada por el gobierno enjuiciamiento desarrollada por Alfonsín,
radical y sostuvo que no habría "punto colaboraron luego en la legitimación reli-
final mientras no se descubra la verdad giosa de las leyes de Punto Final y Obe-
para que la justicia pueda actuar realmen- diencia Debida al valorarlas como los
pasos necesarios para la reconciliación.
Fueron quienes con más insistencia y pre-
°° Ibid., 23 de diciembre de 1984, p. 4. cisión elaboraron una solución política
41
Boletín AlGA, 12 de marzo de 1987, p. 10. para los procesos judiciales, revestida con
Este discurso no tuvo repercusión entre los militares la legitimidad que le otorgaba su perte-
ni entre los sectores afines. Por eso la titular de nencia a la Iglesia. Tanto hacia el interior
Familiares y Amigos de Muertos por la Subversión como hacia el exterior de la institución,
—asociación surgida en el ámbito militar para contra- su propuesta pretendió sortear las críticas
rrestar el discurso de las entidades defensoras de los utilizando como ejes valores fuertemente
derechos humanos—, Hebe Solar¡ de Berdína, luego de arraigados en la tradición cristiana.
la condena a los ex comandantes sostuvo que la ins-
titución que representaba no propiciaba "ninguna ley
42
de amnistía, porque amnistiar es perdonar y mucho Clarín, 17 de febrero de 1987, Buenos Aires,
menos acusar a las FFAA de no haber cumplido con p. 4.
su rol específico que era combatir a la subversión", '° Ibid.
Clarín, 12 de diciembre de 1985, Buenos Aires, p. 6. ibid., 7 de junio de 1987, Buenos Aires, p. 4.

PERDONAR Y RECONCILIARSE. LA IGLESIA CATÓLICA ARGENTINA 79


Los más activos en este sentido fueron principio de acercamiento".46 El arzobispo
los presidentes del Episcopado, Juan de La Plata, Antonio Plaza, fue un defen-
Carlos Aramburu, arzobispo de Buenos sor entusiasta de esta iniciativa. 47 No era
Aires, y Raúl Primatesta, arzobispo de una circunstancia novedosa, ya que el reli-
Córdoba, quienes de forma explícita pre- gioso había mostrado siempre su afinidad
tendieron asumir a través de sus interven- con las FFAA y en especial con el general
ciones la representación de la institución. Ramón Camps, una de las principales
Fueron secundados por un amplio grupo figuras del terrorismo de Estado. En la
de obispos que aprovechó momentos espe- homilía que Plaza pronunció en la misa
ciales como Pascuas o Navidad para incor- de celebración del Corpus Christi en junio
porar en sus homilías referencias a la de 1983, hizo referencias a la polémica
reconciliación con un contenido insepa- cuestión de la amnistía, aunque sin nom-
rable de la coyuntura política en la cual brarla explícitamente:
fueron formuladas. Ya en diciembre de
1982 Aramburu sostuvo que Perdónanos nuestros pecados como nosotros
perdonamos a nuestros hermanos que nos
la reconciliación, buscando un bien supe- han ofendido. Y pensar —hermanos— que hay
rior, no es humillación en venganza de nin- en el mundo, que hay en nuestra patria,
guna de las dos partes, sino que requiere y nuestra sociedad, entre nosotros, quienes no
busca el adecuado equilibrio de la verdad, queremos que se hable de perdón. [ ... ] Yo
la justicia y la libertad, impregnadas en la diría hoy a tantos hermanos nuestros que no
misericordia y el amor. 45 quieren perdonar: "Quien sea inocente que
tire la primera piedra sobre el prójimo." 48
Más tarde, cuando los militares busca-
ron una salida a través de la autoamnistía En la misma homilía, Plaza expuso las
—que monseñor Quarracino alentó, carac- disidencias que existían en el interior de la
terizándola como una "ley de olvido"—, CEA y cómo estas alimentaban las dispu-
Aramburu, por entonces presidente del tas por la representación del cuerpo de
Episcopado, llevó esa propuesta a la Co- obispos. En referencia al perdón, afirmó
misión Permanente de la CEA para que los que "la Iglesia de Jesucristo está con esta
obispos consensuaran algún tipo de apoyo. doctrina y con estas enseñanzas". Luego,
Sin embargo, los representantes de las
diferentes provincias eclesiásticas no se
46
pusieron de acuerdo y la Iglesia no ofreció Ibid., 18 de marzo de 1983, Buenos Aires,
el respaldo institucional que esperaban los p. 7.
militares. Antonio Plaza nació en Mar del Plata, provin-
cia de Buenos Aires, en 1909. Fue ordenado sacer-
De todas formas, varios obispos estu- dote en 1934 y obispo auxiliar de Azul en 1950. En
vieron dispuestos a ofrecer personalmente 1955 fue promovido a arzobispo de La Plata. Se retiró
ese respaldo. Para Aramburu las amnis- en diciembre de 1985 y falleció en agosto de 1987.
tías eran "buenas porque significan un Datos obtenidos de Boletín AICA, 26 de agosto de
1982, p. 35.
° Ibid., 26 de diciembre de 1982, Buenos Aires, 48
Boletín de la Arquidiócesis de La Plata, julio-
p. 2. agosto de 1983, p. 163.

80 MARIANO FABRIS
rechazó las pretensiones de otras voces: Para Ítalo Di Stefano, arzobispo de San
"Hoy hay muchos que hablan y dicen 'La Juan, se estaban
Iglesia'; nuestros periódicos están llenos
de títulos que dicen: 'La Iglesia se ha pro- viendo peligros de nuevos desencuentros, de
nunciado'. No, ¡la Iglesia se ha pronun- reapertura estéril de heridas. [.1 Se ven peli-
ciado en el Evangelio de Jesucristo!" 49 gros de exaltación renovada de pasiones tam-
Con estas actitudes, Plaza ponía en bién improductivas, que desplazan los juicios
entredicho los consensos trabajosamente serenos que exige la hora [ ... ] Hay peligro
alcanzados por el Episcopado. En sus de perimidos revanchismos. 51
declaraciones y mensajes lo político y lo
religioso estuvieron tan confundidos y De las expresiones individuales que
mutuamente determinados que no resultó tempranamente reclamaron por una limi-
extraño que caracterizara a la amnistía tación de los procesos judiciales, se infiere
como un instrumento evangélico?' que en la visión de muchos obispos la idea
De las intervenciones de los obispos se de justicia que aparecía en los documen-
desprende que si bien se veía con buenos tos- de la CEA, no debía coincidir con la
ojos el establecimiento de alguna limita- justicia de los hombres. El accionar de
ción en la revisión del pasado, no ocurría la justicia, en palabras del obispo auxiliar
lo mismo con la posibilidad de que fuera de Buenos Aires, Arnaldo Canale, ni si-
una decisión unilateral del gobierno mi- quiera era indispensable ya que los cató-
litar. En 1983, los obispos todavía con- licos podían "cubrir la justicia y la injus-
fiaban en la posibilidad de que las FFAA ticia con el amor". 52 Igual de explícitas
realizaran cierta autocrítica y que, a partir fueron las referencias de Primatesta para
de esta, la amnistía surgiera del acuerdo quien "el perdón corresponde a los hom-
con los partidos políticos, contando con bres mientras que la justica queda en ma-
suficiente consenso social. Para entender nos de Dios". 53
este rechazo a la decisión unilateral de las De cara al inicio del proceso judicial
FFAA también hay que tener en cuenta que a los ex comandantes, la opción por alguna
no se preveía el tipo de enjuiciamiento normativa que diera un cierre a la cues-
que se dio luego del retorno democrático tión ganó el apoyo de la mayoría del
y que terminó convenciendo a la mayoría
de los obispos de que era necesaria una ley Boletín A1CA, 5 de enero de 1984, PP. 4-5.
que pusiera fin a los procesos judiciales Italo Di Stefano nació en Llambf Campbell, provin-
seguidos contra los responsables de la cia de Santa Fe, en 1923. Fue ordenado sacerdote en
masacre represiva. 1946 y obispo de Roque Sáenz Peña en 1963. En
Una vez en democracia y ante los pri- 1980 fue promovido a arzobispo de San Juan. Datos
de Boletín AICA, 26 de agosto de 1982, p.
meros pasos dados en el enjuiciamiento obtenidos
30, y Agencia, Guía, 1992, p. 175.
de los militares, fueron cada vez más fre- 52
Clarín, 13 de mayo de 1984, p. 7. Arnaldo
cuentes las voces episcopales que alerta- Canale nació en Buenos Aires en 1925. Fue ordenado
ron sobre los peligros que ello escondía. sacerdote en 1952 y obispo auxiliar de Buenos Aires
en 1977. Datos obtenidos de Boletín AJCA, 26 de
49 Ihid., p. 164. agosto de 1982, p. 30.
50
Clarín, 19 de agosto de 1983, p. 6. Clarín, 6 de abril de 1985, p. 9.

PERDONAR Y RECONCILIARSE. LA IGLESIA CATÓLICA ARGENTINA 81


Episcopado. El mensaje pascual del car- no. Uno de los pocos obispos —excep-
denal Aramburu fue claro al respecto, al tuando los ya mencionados Hesayne,
sostener que la resurrección de Cristo: Nevares y Novak— que siguió insistiendo
en ello fue Laguna, quien sostuvo:
abre, por decirlo así, un libro de reconcilia-
ción a favor de los hombres. [Con] este no puede hablarse de perdón cuando toda-
método de pedagogía divina [ ... ] se extin- vía no tenemos conocimiento de la verdad y
gue el motivo determinante de un delito, cuando no ha sido expresado ningún arre-
de una injuria o de un quebranto ético, y pentimiento [se refiere a la posible sanción
por consiguiente también el fundamento de de una amnistía], el perdón es parte funda-
una querella?' mental del mensaje cristiano, no hay recon-
ciliación sin él, pero no puede existir más
Teniendo en cuenta la importancia de que después de una clara expresión de arre-
la festividad pascual en la tradición cris- pentimiento, que a mi entender no ha sido
tiana, que el mensaje del cardenal pri- de ninguna manera expresado. 16
mado de Argentina haya incluido una
referencia tan explícita a la revisión del Primatesta —nuevamente al frente de la
pasado reciente, puso de manifiesto la CEA desde 1985— también hizo referen-
preocupación que despertaba en los obis- cias al perdón y sus condiciones. Ante un
pos. Las palabras del arzobispo parecieron grupo de periodistas, el arzobispo de
configurar más que una referencia cris- Córdoba sostuvo que "sólo la reconcilia-
tiana de la reconciliación, una definición ción, con el requisito previo del arrepen-
jurídica de la amnistía. En este marco con- timiento, permitirá superar las secuelas
fuso, donde la legitimidad religiosa hacía de la represión antisubversiva" Es posi-
un aporte central a la política, no fue ble que Primatesta no estuviera pensando
extraño que Aramburu concluyera que: en el arrepentimiento público de las FFAA.
Al parecer, el arzobispo hizo referencia a
Todo conflicto, siempre en algún grado, exa- un arrepentimiento abstracto del conjunto
cerba pasiones acrecidas por el egoísmo y la de la sociedad:
soberbia y deja interiormente una secue-
la de sufrimiento y desgaste aun a quien
está amparado por la verdad y la justicia. Y Ibid., 9 de abril de 1985, p. 7. Los posiciona-
se camina así hacia un estado que pide pun- mientos de Laguna estuvieron condicionados por los
to final.` del propio gobierno de quien era unos de los pocos
defensores dentro del Episcopado. Por ello no resultó
Con el inicio de los juicios, se reitera- extraño que en diciembre de 1986 haya respaldado la
ron los mensajes de los obispos que recla- decisión del gobierno de enviar al Congreso el pro-
yecto de Punto Final. Justo Laguna nació en Buenos
maban imperiosamente la reconciliación y Aires en 1929. Fue ordenado sacerdote en 1954 y
el perdón. Generalmente fueron realiza- obispo auxiliar de San Isidro en 1975. En 1980 fue
dos sin establecer condicionamiento algu- trasladado como obispo titular a Morón. Datos obte-
nidos de Boletín AICA, 26 de agosto de 1982, p. 32,
' Ibid., 7 de abril de 1985, p. 34. y Agencia, Guía, 1992, p. 180.
17
Ibid. Clarín, 17 de noviembre de 1985, p. 2.

82 MARIANO FABRIS
hay que reconocer lo que uno ha errado y Y Primatesta sostuvo que la patria
pensamos que en nuestra medida todos nos necesitaba de "un espíritu profundo de
hemos equivocado, debemos todos buscar reconciliación" y, dada la urgencia por
el perdón, darlo y pedirlo, y mirar hacia el cerrar la cuestión, no había espacio para
futuro para construir, porque si no, estamos las confesiones públicas. 6 '
en una peligrosa espiral de violencia?' Ante el fracaso de la ley de Punto Final
y las presiones militares, los obispos se ali-
Así, volvió a insistir en la responsabi- nearon en la búsqueda de una normativa
lidad colectiva, aunque no para propiciar que estableciera el perdón y, consecuen-
una revisión de las actitudes de los diferen- temente, aumentó el aislamiento del
tes actores frente a la dictadura, sino más minoritario grupo de obispos que se había
bien como un mecanismo que en lo inme- manifestado crítico de la dictadura y que
diato resultaba útil para diluir la respon- continuó defendiendo la centralidad de la
sabilidad institucional de las FFAA. justicia.
Luego de la condena a los ex coman- Plaza prosiguió con sus reclamos, sos-
dantes y ante la generalización de los teniendo que "esta gente del gobierno nos
juicios, los obispos apoyaron en forma ha hecho perder tres años, discutiendo
entusiasta la ley de Punto Final en la cual estas cosas y maltratando a la gente" 62
creyeron ver la llave que permitiría salir de No fue menos concreto monseñor Medina,
la situación conflictiva. Por primera vez vicario castrense, quien combinó sabia-
desde el retorno democrático, coincidie- mente las formas del discurso religioso con
ron con la política gubernamental de los reclamos políticos al elaborar su carta
enjuiciamiento del pasado reciente, pre- pastoral de Cuaresma sobre la "problemá-
cisamente en el momento en que comenzó tica del perdón", en la cual sostuvo que
a corroerse el consenso social que la había era necesario no disfrazar "la venganza con
apoyado desde la asunción de Alfonsín. la vestimenta de la justicia". Además, iden-
Para Laguna era "lícito establecer un tificó al perdón como "una urgente nece-
límite para el trámite judicial, porque las sidad" cuyos indicadores eran, entre otros,
FFAA tampoco pueden vivir permanente- "el desastroso odio, peligroso rencor, la
mente en la zozobra". 59 Por su parte, subversión, el terrorismo criminal, ciertas
6
Aramburu apoyó implícitamente la ley al guerras [ ... ] y la revancha
sostener que En la misma dirección, monseñor
Alemán sostuvo que "el perdón es la con-
prescindiendo de la política, no hay duda
de que un punto básico de la misión de
61
Cristo ha sido reconciliar a los hombres con ibid., 17 de diciembre de 1986, p. 4.
62
Dios y entre sí [ ... ] la opinión de la Iglesia es ibid., 4 de marzo de 1987, p. 4.
63
que hay que buscar el acercamiento, el diá- Ibid., 10 de marzo de 1987, p. 4. José Medina
nació en Buenos Aires en 1916. Fue ordenado sacer-
logo, el amor y la paz. 6°
dote en 1939 y obispo auxiliar de Mendoza en 1962.
En 1965 fue trasladado como obispo titular aJujuy.
58
Ibid. Entre 1982 y 1990 se desempeñó como vicario cas-
Ibid., 3 de diciembre de 1986, p. 7. trense. Datos obtenidos de Boletín AlGA, 26 de agosto
60
Ibid., 15 de diciembre de 1986, p. 11 de 1982,p. 34.

PERDONAR Y RECONCILIARSE. LA IGLESIA CATÓLICA ARGENTINA 83


dición fundamental de la reconciliación manera, preparó a la sociedad para la polí-
entre los hombres; un mundo del que se tica de indultos que llevaría a cabo Carlos
eliminase el perdón sería un mundo de Menem.
justicia fría e irrespetuosa". 64 En diciembre de 1988 los discursos de
Parece claro que la doctrina que ofre- los obispos retomaron en forma insistente
cía la tradición cristiana en lo referente al la cuestión de la reconciliación. Esta insis-
perdón y la falta de consensos entre los tencia se explica por el contexto político y
obispos argentinos dejaba un amplio espa- social sumamente inestable y por el tercer
cio para que las intervenciones individua- levantamiento militar desde el retorno de
les disputaran la representación de la ins- la democracia. El principal reclamo de los
titución en este debate. militares rebeldes —y en esto coincidían
con los "leales"— fue la reivindicación de la
llamaba "lucha contra la subversión" 6y
EL CIERRE DE UNA ETAPA: EL DISCURSO la sanción de una "ley de pacificación".
DE LA RECONCILIACIÓN EN LOS ÚLTIMOS La capacidad de presión castrense hizo
MESES DEL GOBIERNO DE ALFONSÍN mella en un debilitado gobierno y ayudó
a dar forma a un giro en lo que a revisión
La veintena de oficiales de las FFAA que del pasado se refiere. Pocos días des-
permanecían detenidos en 1989, en un pués del levantamiento, Alfonsín sostuvo
contexto de masivas liberaciones y des~ que se podía reconocer que durante los
procesamientosposteriores a la sanción de años setenta "hubo un hecho que fue casi
las leyes de Punto Final y Obediencia De- una guerra en la que era necesario recu-
bida, representó para el gobierno saliente perar la vigencia de las instituciones de la
un símbolo de su política de derechos nación". 6° En la misma dirección se ma-
humanos sustentada sobre la idea de que nifestó el ministro de Defensa Horacio
la democracia se había impuesto a la cor- Jaunarena:
poración militar y había fijado hacia
el futuro la certeza de que no se volvería los gobernantes de aquel entonces y los polí-
a tolerar una experiencia como la de la ticos no acertamos a dar la solución que
dictadura. impidiera la reproducción del flagelo que
En el último tramo del gobierno de azotó a la Argentina a partir de fines de la
Alfonsín la Iglesia realizó un aporte fun- década del sesenta, violencia que subvertía el
damental para la generación del espíritu Estado de derecho, cuya perdurabilidad
reconciliador que reclamaba el perdón hubiera tornado imposible cualquier pro-
como paso fundamental y que, de alguna yecto de sociedad que hubiéramos querido
construir [ ... ] Las Fuerzas Armadas se vie-
ron ante la circunstancia de tener que enfren-
° Clarín, 26 de mayo de 1987, p. 17. Miguel
tar a un enemigo de nuestra convivencia,
Angel Alemán nació en Buenos Aires en 1922. Fue
ordenado sacerdote en 1950 y obispo en 1968. Este
sin el diseño ni la adaptación necesaria para
mismo año fue nombrado administrador apostólico esta emergencia. La mayor parte de la lucha
de Viedma y en 1975 fue trasladado como obispo
65
titular de Río Gallegos. Datos obtenidos de Boletín Chumbita, Carapintadas, 1990, p. 112.
66
AICA, 26 de agosto de 1982, p. 27. Clarín, 7 de diciembre de 1988, p. 6.

84 MARIANO FABRIS
se llevó cabo fuera del marco de los gobier- en esta oportunidad que la reconciliación
nos constitucionales, quedando cuestionada suponía "el reconocimiento de las propias
la legitimidad política y jurídica de una culpas y el compromiso veraz de no repe-
lucha necesaria. Eliminaron el fenómeno, tir hechos como los que provocaron tan
pero no evitaron el reproche. 67 graves heridas" 70 Este reclamo se dio
frente a sucesos generados por un grupo de
Estas referencias permiten situar las militares que precisamente reivindicaron
intervenciones de los obispos en un con- en forma militante y como uno de sus
texto relativamente novedoso en el cual principales rasgos identitarios la llamada
incluso el gobierno, que había sustentado "lucha contra la subversión" y quienes,
en la construcción de una frontera polí- lejos de estar dispuestos a realizar algún
tica frente al pasado sus principales recur- tipo de autocrítica, presionaron al go-
sos de identificación, comenzó a legitimar bierno para lograr el reconocimiento por
otro tipo de lectura de ese pasado, más su tarea.
benévola frente a los militares. 68 Finalmente, el mensaje de los obispos
El 6 de diciembre de 1988, cuando el sostuvo que no era de su "incumbencia
levantamiento militar llegaba a su fin, los señalar los instrumentos jurídicos aptos
obispos de la Provincia Eclesiástica de en orden a lograr [la reconciliación]", con
Buenos Aires dieron a conocer un comu- lo cual, si bien no definieron una fórmula
nicado en el cual subrayaron que "la uni- política y jurídica concreta para alcanzarla,
dad nacional es imposible sin una previa tampoco descartaron que la reconciliación
reconciliación entre los argentinos" 69 De pudiese ser producto de decisiones surgi-
esta forma, insistieron en el papel crucial das en esos ámbitos ' Lo que se pretende
. 7

que la "doctrina de reconciliación" tenía subrayar con estas referencias es la estre-


en la restitución de una unidad perdida y cha imbricación entre lo religioso y lo
legitimaron la operatividad política de un político, ya que difícilmente se puede con-
concepto de raíces religiosas. Sostuvieron cebir la idea cristiana de reconciliación a
partir de algún tipo de medida que un
67
Ibid., 18 de diciembre de 1988, p. 2.
tercero, en este caso el Estado, imponga
Gerardo Aboy Carlés entiende por frontera a las partes enfrentadas.
política 'el proceso mítico de constitución de una El presidente de la GEA desde 1985,
abrupta diferencia respecto del pasado, la conforma- Raúl Primatesta, llevó la voz cantante en
ción de una identidad que deviene hegemónica y que este periodo. A través de conferencias y
establece una radical discontinuidad con la objetivi- entrevistas en los medios de comunica-
dad dominante, con la sedimentación preexistente ción, definió la posición de la Iglesia frente
materializada en las identidades políticas vigentes". Se al tema. A mediados de diciembre y luego
trata del "planteamiento de una escisión temporal de las deliberaciones de la Asamblea
que contrasta dos espacialidades diferentes. La demo-
Permanente, Primatesta brindó una con-
nización de un pasado, que se requiere aún visible y
presente, frente a la construcción de un futuro ventu-
ferencia de prensa que fue aprovechada
roso que aparece como la contracara VIS 2 VIS de ese por los periodistas para solicitarle defini-
pasado que se pretende dejar atrás", Aboy, Dos, 2001,
70
pp. 169-170. Ibid.
69
Boletín AlGA, 8 de diciembre de 1988, p. 4. Ibid.

PERDONAR Y RECONCILIARSE. LA IGLESIA CATÓLICA ARGENTINA 85


ciones sobre la idea de reconciliación que Importa entonces perdón. 1,75 Las palabras
defendía la Iglesia. El presidente de la GEA del obispo insinuaban pero no termina-
aseguró que no estaba de acuerdo con la ban de concretar una propuesta, por eso
amnistía porque suponía la continuidad el periodista le preguntó si en concreto
de la separación entre las partes enfrenta- esa idea de reconciliación suponía la libe-
das. Asimismo, entendió que la pacifica- ración de quienes estaban detenidos por
ción constituía "un esfuerzo por encon- la violación a los derechos humanos. La
trar caminos para hacer algo que borre lo respuesta de Primatesta, aun siendo
anterior y permita una construcción" y, esquiva, dejó poco espacio para la duda,
finalmente, sostuvo que la reconciliación ya que si bien evitó definir cuáles eran los
"entra en el terreno absoluto de lo que es caminos concretos, no dudó en que la
cristiano, que es ya una comunicación de justicia debía ser buscada en la "verdad y
amor, una comunicación de vida; signi- el amor" 76
fica una petición de perdón de quien se Las concepciones que exponía Prima-
sabe pecador. Lo que cuesta es saberse testa frieron compartidas por la mayoría
pecador". ` Según sus propias palabras, la de los obispos. Ello no significó unifor-
Iglesia estaba a favor de la pacificación y midad, como quedó expuesto en el men-
la reconciliación, pero no había consenso saje navideño de monseñor Hesayne:
para apoyar una posible amnistía. Se trató,
entonces, de una propuesta que buscó arti- La celebración de Navidad actualmente en
cular una solución política, implícita en nuestra sociedad argentina o es una conver-
el concepto de pacificación, en el marco sión a Jesucristo y su Evangelio manifestada
reconciliador ofrecido por la Iglesia. en la vigencia de todos los derechos huma-
Sólo unos días después, Primatesta dio nos, o se seguirá hablando de reconciliación
una entrevista al diario Clarín donde pre- y paz social encubriendo en estas palabras
cisó sus conceptos.` En esa oportunidad ideologías nacionalistas, liberales o de se-
insistió en que la "amnistía significa no guridad nacional. La mera palabra reconci-
recuerdo, no recordar, olvidar [...] pero el liación resulta, hoy por hoy, equívoca, y
olvidar o el dejar, no significa necesaria- debemos estar muy alerta sobre qué pro-
mente que se conjuguen, que se busque grama político se encierra en los que la pro-
una concordancia" . Por el contrario, "pa- nuncian. Los argentinos necesitamos reco-
cificación importa el reconocimiento de nocer con claridad que la reconciliación
que no hay paz o de que la paz es muy cristiana no es un mero acuerdo o simple
débil [ ... ] Entonces pacificación significa alianza, o compromisos interesados, o amnis-
usar todos los medios, todas las iniciativas, tías, o mantos de olvido, o borrón y cuenta
encauzar todo hacia el logro de la paz." El nueva. 77
paso siguiente es el de la reconciliación:
"reconciliarse es una convergencia de Hesayne centró su crítica en la utiliza-
los corazones que importa abnegación. ción política de la reconciliación y marcó
72
Ibid., 22 de diciembre de 1988, p. 4. Ibid.
76
Clarín, 18 de diciembre de 1988, p. 20. Ibid.
ibid. Boletín A1CA, 5 de enero de 1989, p. 28.

86 MARIANO FABRIS
de esta forma una distancia considerable titucional. Ahora debemos mirar hacia
frente a sus pares que aceptaron, aunque delante". Después agregó que no debía
no siempre en forma explícita, la utiliza- olvidarse
ción de la reconciliación como una herra-
mienta política. que los juicios a los militares no se relacio-
Habitualmente los reclamos de los nan solamente con la violación a los dere-
obispos fueron incorporados en mensajes chos humanos o los excesos en la represión;
que respetaron la formalidad religiosa. hay también —y lo debemos reconocer hones-
Puede ser el caso del obispo de Río Galle- tamente— un juicio ideológico por parte
gos, Miguel Alemán, quien, antes de las de aquellos que en el pasado fueron objeto de
elecciones presidenciales que le darían el la represión. Existe, pues, un desencuentro
triunfo a Carlos Menem, sostuvo: ideológico. He aquí el porqué de nuestra
insistencia sobre la necesidad del perdón y la
hemos de superar toda división y poner reconciliación. 7 '

nuestro empeño en crear el clima apto para


que la reconciliación sea algo verdade- Finalmente, días antes de la asunción
ramente efectivo [ ... ] Es necesario aprender de Carlos Menem, el vicepresidente de la
de la historia y dejar de lado las apetencias GEA y arzobispo de La Plata, monseñor
personales y los prejuicios y heridas que Quarracino, volvió sobre una de sus expre-
separan para trabajar con ahínco en la recu- siones más polémicas cuando recordó que
peración de la prosperidad y la paz que todos en 1982 había sostenido la necesidad de
anhelamos.` una "ley de olvido", agregando que "todo
el mundo hablaba de reconciliación, pero
En otros casos, los reclamos fueron más hay que buscar un instrumento apto para
explícitos. Intervenciones de Desiderio esa reconciliación". Aseguró que si Me-
Collino, obispo de Lomas de Zamora, y nem dictaba un indulto o amnistía "para
de Antonio Quarracino hacia el final del cerrar definitivamente el tema [...] lo aprue-
gobierno radical, hicieron evidente la per- bo totalmente" 80
durabilidad de discursos episcopales reac- En las palabras de Quarracino lo reli-
tivos al procesamiento judicial del pasado, gioso había cedido su lugar abiertamente
que fueron reactualizados en un contexto a las consideraciones políticas. Sin siquiera
político en el cual las ilusiones democrá- recurrir a algún eufemismo el arzobispo
ticas asociadas a la defensa de los derechos dio cuenta del sentido político de los dis-
humanos dejaron de ser el eje articulador cursos reconciliadores que habían acom-
del activismo ciudadano.
En mayo de 1989, la emisora Radio
' Ibid., 25 de mayo de 1989, p. 3. Desiderio
Vaticana entrevistó a Desiderio Collino y ColImo nació en Firmat, provincia de Santa Fe, en
lo consultó sobre los juicios a los mili- 1926. Fue ordenado sacerdote en 1953 y obispo auxi-
tares. Su respuesta fue: "dejemos el pasa- liar de Rosario en 1972. En este mismo año fije tras-
do. La cuestión ha sido suficientemente ladado como obispo titular de Lomas de Zamora.
tratada en los seis años de gobierno cons- Datos obtenidos en Boletín AlGA, 26 de agosto de
1982, p. 30, y Agencia, Guía, 1992, p. 174.
° Ibid., 18 de mayo de 1989, p. 14. ° Clarín, 28 de junio de 1989, p. 2.

PERDONAR Y RECONCILIARSE. LA IGLESIA CATÓLICA ARGENTINA 87


pañado las intervenciones episcopales determinaron diferentes alineaciones den-
desde 1983. tro y fuera del campo religioso. No podía
existir un significado unívoco de la recon-
ciliación cuando obispos como Novak o
CONSIDERACIONES FINALES De Nevares participaban de las marchas
organizadas por los organismos defenso-
En el inestable contexto político argentino res de los derechos humanos y otros, como
del retorno democrático, prevaleció la ima- Medina o Quarracino, visitaban a los ex
gen de una Iglesia cómplice de los mili- comandantes detenidos. Son aquella uni-
tares que habían llevado adelante la masa- dad y estas diferencias las que sustenta-
cre represiva. Numerosas voces recordaron ban el funcionamiento de una institución
que los militares golpistas se habían dicho como la CEA.
inspirados en los valores católicos. Muchos De esta forma, quienes más compro-
menos estuvieron dispuestos a reconocer metidos habían estado con el régimen
que en 1981 los políticos proclamaron el militar sostuvieron que un perdón incon-
inicio de la transición en el marco de la dicional, que se otorgaba sin mediar arre-
reconciliación propiciada por la Iglesia. pentimiento por parte de los acusados, era
En buena medida, esta imagen de la herramienta privilegiada para cerrar el
complicidad se consolidó a partir de la pasado y reconstituir la unidad fragmen-
posición asumida por los obispos frente a tada por la represión sobre la base del
los juicios iniciados a los militares respon- olvido. Quienes se habían opuesto a la
sables de la planificación y ejecución del última dictadura defendieron una concep-
terrorismo estatal. Si en los principales ción condicionada del perdón que obli-
documentos colectivos dados a conocer gaba a revisar el pasado, que no cerraba
a partir de 1981 prevaleció la idea de la arbitrariamente las heridas sino que lo
reconciliación como construcción consen- proyectaba como un horizonte a construir
suada entre los diversos actores —lo que sobre su memoria, que mantenía las alte-
implicaría gestos de acercamiento, arre- ridades, ahora resumidas en las figuras del
pentimiento y perdón entre las partes—, culpable y la víctima y que, como plan-
con el inicio de los juicios la propuesta tearon algunos pocos obispos, nada tenía
decantó, a través de las intervenciones que ver con la tareas de la justicia penal.
individuales de los obispos, en un reclamo En definitiva, un conjunto de condicio-
directo de establecimiento legal de un cie- nes que en el contexto argentino de enton-
rre. La reconciliación ya no fue el punto de ces no fue posible establecer.
llegada de un proceso de reencuentros sino
el imperativo de una convulsionada co-
yuntura política. FUENTES CONSULTADAS
Es posible observar la consigna de la
reconciliación y el perdón como el ele- Harnerograf¡a
mento de consenso en torno al cual se
agruparon todos los obispos. Ahora bien, Boletín AlGA, 1983-1989, Buenos Aires.
si esta consigna constituyó el consenso Boletín al la Arquidiócesis de La Plata, 1983-1985,
mínimo, por debajo, diferencias políticas La Plata.

88 MARIANO FABRIS
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