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SOBRE PLANIFICACIÓN:

PROYECTAR UNA CLASE

ALGUNAS CONCEPTUALIZACIONES Y SUGERENCIAS

Material elaborado para cursos de Didáctica I. Profa. Janett Tourn

“Profesor, me gustaría dar clase como Dylan organiza una canción, sorprendente
productor, más que autor. Y que comience como él, de repente, con una máscara
de payaso, con un arte de cada detalle arreglado y, sin embargo, improvisado. Lo
contrario de un plagiador, pero también de un maestro o de un modelo. Una
preparación bien larga, pero nada de método ni de reglas o recetas… Tener una
bolsa donde coloco todo lo que encuentro, con la condición de que me coloquen
también a mí en la bolsa. Hallar, encontrar, robar, en lugar de regular, reconocer o
juzgar. Pues reconocer es lo contrario de encontrar.” Deleuze, G. “Diálogos”.

Extraído de Kohan, W. “Infancia. Entre Educaçao e Filosofía”. Belo Horizonte,


Auténtica 2003.

“Con esta expresión-programación de aula- se designa al instrumento con el cual


los docentes organizan su práctica educativa, articulando el conjunto de
contenidos, actividades, opciones metodológicas, estrategias educativas,
utilización de textos, material, recursos didácticos y secuenciando las actividades
que han de realizar. Toda esta organización y articulación de la tarea docente en
su trabajo cotidiano en el aula se programa para un período equivalente al año
académico.”

“Cuando el docente emprende la tarea de programar su trabajo en el aula, tiene


que llevar a cabo una serie de pasos y actividades bien concretas y precisas que
vertebran el conjunto de contenidos y actividades que se van a llevar a cabo. Sin
embargo, aunque esta tarea sea eminentemente práctica, ella se realiza apoyada
en una serie de supuestos, que constituyen un marco de referencia, no
necesariamente explícito en cada uno de los docentes. “

Extraído de Ander-Egg, E. “La planificación educativa”. Ed. Magisterio del Río de


la Plata. Bs. As. 1996. Págs. 197 y 199 respectivamente.
Nos ubicamos en el momento anterior a la clase, momento que creemos de suma
importancia, aun que pensemos la enseñanza desde un marco de incertidumbre.
Optamos por pensar la planificación como un PROYECTO de clase. Esta
denominación recoge una concepción que proviene del Existencialismo como
corriente filosófica (Heidegger, Sartre entre otros autores).

El proyecto se entiende desde el dar sentido a la acción en tanto refiere a


opciones del propio sujeto. Éstas no se reducen a las decisiones eminentemente
prácticas, pero sin embargo se afianza o se cambia en éstas. (Ver Sartre “El
existencialismo es un humanismo”). El proyecto supera la acción puntual y le da
sentido a cada una de ellas en una proyección más amplia. El proyecto refiere a
un autor y a su vez define a su autor en tanto le brinda su propia identidad, en este
caso identidad docente.

En nuestro caso podríamos decir que el proyecto fundante que avala cada una de
las clases que preparamos y llevamos a la práctica tiene que ver con la
concepción acerca de la enseñanza de la filosofía. Es decir que, el qué sea para
nosotros enseñar filosofía dota de sentido, el cual es confirmado o transformado
en cada una de las clases que ponemos en práctica. (Bibliografía sugerida en este
sentido Boutinet “Historia y proyecto”)

¿DESDE DÓNDE PENSAR UNA CLASE? POSIBLES PUNTOS DE PARTIDA

 Desde el problema que se esté trabajando. Planificación en base a un


problema.

 Desde el autor escogido para dar una respuesta al problema.


 Desde el Proyecto del curso y su fundamentación.
 Desde los Objetivos programáticos.
 Desde la concepción de la disciplina.
 Desde los alumnos con los cuales trabajo.
 Desde la institución en la cual estoy.

EN BUSCA DEL SENTIDO AL PENSAR LA CLASE:

 Hay un qué: un SABER a trabajar CONCEPTUALMENTE,


ARGUMENTATIVAMENTE Y PROBLEMÁTICAMENTE.
 Un para qué: que se apoya en los propósitos, es decir en aquello que
establezco como especialmente relevante e importante en relación a la
clase y al trabajo de los alumnos.
 Un por qué: que se establece como FUNDAMENTACIÓN. La misma
intenta justificar por qué elijo trabajar y/o proponer determinados contenidos
o determinada propuesta metodológica.
 Un cómo: Que refiere a un posible GUIÓN DIDÁCTICO –que refiere al
supuesto recorrido temporal de la propuesta de trabajo- y a las
ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS, que tienen una fundamentación
epistemológica, no meramente instrumental. Y también con qué: por
ejemplo, texto (cuándo, para qué, cómo, qué del texto); mapa conceptual;
planteo de actividades, etc.
 Una Bibliografía: para el practicante y también para los estudiantes.

EN BUSCA DEL SENTIDO AL PENSAR LA CLASE:


DESDE PREGUNTAS EN PRIMERA PERSONA:

Ésta puede ser un camino al proyectar una clase en tanto me posiciono como
autor de la propuesta a realizar con los alumnos. Veamos esa posibilidad:

 ¿Qué voy a proponer trabajar? (Lo cual puede ser traducible como el
contenido o el saber. Puede ser pensado desde diferentes perspectivas:
como unidad temática, idea, concepto, problema, habilidades cognitivas,
discursivas, dialógicas…)

 ¿Con qué finalidad? ¿Para qué? (Que puede ser traducido como la
FINALIDAD, o JUSTIFICACIÓN, o FUNDAMENTACIÓN de la propuesta,
en relación a aspiraciones personales y en relación a justificaciones
situacionales: ¿por qué puede ser relevante trabajar tal contenido,
problema, etc., con este grupo de alumnos, en esta institución, en este
momento?)

 ¿Qué me establezco como propósitos? (Que desde otro lugar puede ser
pensados como los objetivos).

 ¿Cómo voy a proponer mi clase? (GUIÓN DIDÁCTICO: Inicio (posibles


actividades), forma de presentar los contenidos y de trabajarlos (mediante
textos, narraciones, ejercicios, preguntas, sensibilización, en forma
dialógica, …)
 ¿Con qué recursos? (la palabra, pizarrón, textos, láminas, elementos
audiovisuales…)

 ¿Con qué apoyo bibliográfico?

FINALMENTE:

ALGUNAS CUESTIONES PRÁCTICAS A TENER EN CUENTA PARA


ORGANIZAR LA CLASE (Este punteo a manera de sugerencia fue elaborado por
la Prof. Marissa Berttolini)

Lo que debería evitarse:

 Utilizar categorías técnicas que no se explican.


 Incluir planteos sobre supuestos que los alumnos no manejan.
 Citas o referencias sin significación para los estudiantes.
 Exceso de abstracción, sin apelar a ejemplos.
 Preguntas obvias o retóricas.
 Citar o comentar textos sin referencia bibliográfica.

Lo que debería hacerse.

 Contar siempre con lo que el alumno sabe o no saber todavía.


 Incluir en cada clase pocos conceptos ejes, claramente explicitados (trabajo de
conceptualización).
 Secuenciar los contenidos de manera que se posibilite el avance conceptual
 Cuidar la planificación. Esta debe visualizarse en la clase, aunque no se cumpla
estrictamente al trabajar con los emergentes.
 Frente a las intervenciones de los alumnos, retomarlas, sintetizarlas, jerarquizar
los aportes, devolverlos al grupo para que se piense sobre ellas.
 Si los alumnos se expresan en lenguaje coloquial, pedir o hacer traducciones a un
lenguaje más preciso o técnico.
 Requerir fundamentos o razones que sustenten las opiniones.
 Promover que los alumnos aprendan a traducir los problemas a buenas preguntas
filosóficas.
 Involucrar sectores de la clase que se auto-marginan.
 Intervenir en la distribución espacial de los alumnos para facilitar el vínculo
pedagógico y la comunicación dialógica.
 S i las preguntas o aportes de los alumnos superan las posibilidades del
practicante o docente, recoger la inquietud, explicitar la dificultad y proponer
ocuparse de ello.
 Habilitar y promover siempre la discusión en la clase, sin anular el rol docente para
conservar el eje conceptual sobre el que se está reflexionando.

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